Date post: | 05-Jul-2018 |
Category: |
Documents |
Upload: | guillermocampos |
View: | 232 times |
Download: | 0 times |
of 12
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
1/12
1
Es un vínculo que es difícil de estructurar en este momento, dado la renovación
operada en los estudios históricos en las últimas décadas, asunto que obliga a una
reformulación del relato del Museo y del Museo como institución cultural.
El Museo Histórico en el momento que fue organizado tenía una relación
directa con una tesis histórica interpretativa sobre la historia del Uruguay. Su director,
el Prof. Juan Pivel Devoto impregnó al Museo con su tesis sobre el desarrollo y
construcción de la nación a través de la estructura política del país, vertebrada por la
lucha entre los dos partidos tradicionales que se vuelven así constructores de la
nación, tradición histórica que también construyó él a través de su “Historia de los
partidos políticos en el Uruguay”. A ello hay que agregar su concepción a propósito de
la génesis de la nación en el marco de una interpretación nacionalista ontológica.
Entonces esto vertebró la formación del MHN, la construcción de su acervo, la
proyección de sus sedes y a eso correspondía a un plan museológico muy claro, en
donde ciudad y campaña confluían como opuestos en la conformación de la nación y a
su vez, los principales líderes atribuidos a las colectividades políticas “tradicionales”
estaban representados en el conjunto del acervo del MHN.
Eso construyó un acervo muy rico. El acervo del museo es tan variado y
extraordinario que entonces permitiría cambiar su concepción incorporando nuevos
relatos y nuevas formas de interpretar la historia del país en un marco regional.
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
2/12
2
Aún con esa matriz inicial, la riqueza del acervo permite la posibilidad de
guiones múltiples, así la disciplina histórica podría relacionarse con el Museo de
muchas maneras. Para estructurar un nuevo guión de museos es necesario acudir a la
historiografía más reciente sobre la historia del país, porque de lo contrario el Museo
sigue atado a una única interpretación.
Eso tampoco quiere decir desplazar por completo, por ejemplo, la historia
política del país, sino pensar en que otros sujetos históricos y otros temas históricos,
además de la historia política, entren en el relato del museo.
Eso va a suponer trabajar sobre el acervo de otra manera y presentar ese
acervo que está al servicio de un relato, trabajarlo en función de otro relato. Además
hay que ir a la búsqueda de nuevos acervos.
Ahora bien, para la búsqueda de nuevo acervo es muy difícil, por ejemplo,
trabajar con donaciones o con compras que escapen al concepto tradicional del museo
vinculado al destaque de figuras heroicas o a una periodización política de la historia
del país. En general las donaciones que se ofrecen al Museo tienen que ver con esa
idea antigua del MHN, entonces es muy difícil a veces conseguir el acervo necesario
para trabajar otras épocas históricas y otros temas históricos.
Las limitaciones presupuestales en la inversión para compra de acervo también
están presentes a la hora de hacer un plan de adquisiciones.
Hay otro problema que enfrenta el MH en este momento y es que desarrolla su
actividad en casas que revisten el carácter de Monumentos Históricos Nacionales,
entonces el lugar en que la exposición se hace le impone determinadas condiciones,
que a veces hacen difícil pensar en una exposición que se vincule a la historia del siglo
XX y del XXI. Es decir, incorporar medios técnicos, medios de exposición alternativos,
no siempre es fácil en casas que revisten ese carácter.
A su vez, contar con estos magníficos edificios para desarrollar su actividad,
implica la inclusión en el acervo del museo de bienes magníficos, como son esas
propias casas en sí, que de alguna manera explican la vida de sus dueños, pero
también explican la vida del país en una determinada época. Ofrecen también un
ambiente de trabajo que combina un gran valor estético tradicional con algunas
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
3/12
3
dificultades funcionales para la “oficina” o el “centro de documentación” o los
“talleres” de educación o de conservación modernos: esta actualización edilicia es
necesaria para ampliar las funciones del Museo como centro de acción cultural, de
investigación y de difusión de conocimiento sobre la historia del país.
Pienso que la relación entre la disciplina histórica y la investigación histórica en
el país y el MH debería estrecharse, pero es una relación que hay que cultivar y que
depende mucho del fortalecimiento profesional del Museo, es decir que profesionales
de la historia se incorporen a las tarea dentro del museo, como una de las tareas
posibles dentro de nuestra profesión.
También es necesario avanzar en convenios interinstitucionales en el país e
internacionales que permitan generar espacios de cooperación, porque de la
cooperación y de la capacidad relacional del Museo depende su fortalecimiento
institucional y la mejora de sus servicios al público, que es una tarea a realizar
permanentemente.
Sí, es claro. Ahí hay razones de política institucional que son históricas en el
sentido de su permanencia en el tiempo. Algunas están en la base de la formación del
Museo como institución, en concepciones a propósito de la historia y que tienen que
ver con la historia del museo, pero quizá esto debería ser objeto de una investigación
en particular.
Pero hablando para el futuro, si se piensa en la supervivencia del Museo, el
museo no puede no estar vinculado a la investigación en la materia, por sus
características. Si es un museo histórico es forzosamente un museo científico,
entonces tiene que estar vinculado a la investigación a propósito de la materia sobre la
que trata, sobre la investigación es que debe hacer su exposición.
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
4/12
4
En la proyección del museo es necesario el estrechamiento de los vínculos con
la historia que se construye como conocimiento, no con una historia que ya no se
estudia.
El Museo tiene un desafío muy importante, porque el Museo tiene un centro en
la materia, en su misión principal poner su acervo en acceso público para difundir
conocimiento sobre la historia del país y sobre la identidad de los uruguayos, es
ponerse al servicio de la investigación, documentar su acervo y transmitir un
determinado conocimiento a través de acciones centradas en el público.
La transformación en el conocimiento histórico en las últimas décadas ha hecho
que el público demande sobre el MH la renovación de sus propuestas. Es decir, ¿qué le
interesa saber a las personas sobre la historia del Uruguay en la región?
Conocer su propia historia, conocer como fueron las formas de vida de sus
antepasados, cómo eran las formas de vida en el país, cuáles eran las creencias, los
modos de pensar, los modos de actuar de las personas en otros momentos, porque en
definitiva la historia explica a las personas a si mismas, a reconocerse en ciertas
tradiciones y a desconocerse en otras: la historia puede ser una cantera para la
expresión de la diversidad cultural.
La historia como disciplina humanística, explica la vida de las personas.
Entonces además de la historia política que siempre es un interés, y en particular en el
Uruguay interesa muchísimo, la historia social, la historia de las mentalidades, la
historia de las formas de vida, es lo que a la gente le interesa más cuando visita el
Museo, es una experiencia notable para nosotros, recuperar lo que las personas nos
preguntan durante sus visitas.
Entonces es muy interesante ver las reacciones de las personas ante la
renovación de la oferta. En estas casas Monumento Histórico, estaban habilitadas al
público hasta hace unas décadas exclusivamente las áreas nobles de la casa, es decir
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
5/12
5
las áreas de recepción, a veces algún dormitorio principal, pero los lugares donde se
desempeñaban los aspectos más íntimos de la vida cotidiana, cocinas, baños,
dependencias de servicio, estaban inhabilitados al público y además estaban
destinados a depósito o a oficinas.
Pues en las visitas que el público hace a esas casas actualmente, la primera
demanda surge sobre esos espacios privados, porque en realidad las expectativas del
público cambiaron y lo que la gente quiere saber sobre el pasado no es exclusivamente
los aspectos de la vida pública, sino también los aspectos de la vida cotidiana de las
personas.
Estamos trabajando en eso en aquellas casas en las que conservamos esas
áreas: eso es un desafía para la ampliación y documentación del acervo también. La
vida pública está bastante bien documentada, pero la vida privada es mucho más difícil
de documentar. Requiere una investigación muchas veces interdisciplinar.
En ese sentido el Museo es un lugar privilegiado para mostrar eso, por la
cantidad de acervo que tiene en pintura histórica, pero también en un conjunto de
objetos que reflejan la vida de las personas en los siglos XIX particularmente y en la
primera mitad del siglo XX también. Sobre todo la vida personal, reflejada en aquellas
colecciones que fueron adquiridas o donadas al MHN como una totalidad: objetos,
archivo personal. Así reivindicamos también el criterio de procedencia, la necesaria
unidad de las colecciones como un artefacto para el conocimiento de una época y sus
vidas.
El Museo está en este momento enfrentándose a una renovación muy
importante en su propuesta de exhibición, tenemos como objetivo realizar un relato
de la historia del país, un relato de la historia del país que vaya desde los comienzos de
la formación social de los pueblos originarios en la región del Río de la Plata, la
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
6/12
6
formación de la sociedad colonial de este lado, las guerras de la independencia, el
siglo XIX y el siglo XX.
Construir un relato sobre eso es un trabajo enorme, porque no queremos caer
en una periodización nacionalista de esa historia, sino incorporar todo el conjunto de
nuevos abordajes del conocimiento histórico que se trabajan en la región.
No pudimos enfrentar de entrada presupuestalmente la renovación del
conjunto del relato, entonces vamos a proceder por aproximaciones, sin abandonar la
idea del relato, exposiciones de carácter monográfico que enfoquen ciertos temas de
la historia del país en un determinado momento. Por ejemplo, con motivo de la
conmemoración del Bicentenario del comienzo del proceso de emancipación oriental
como se han denominado el conjunto de eventos que se sucedieron en el año 2011 y
que refiere al año 1811, nosotros inauguramos en 2010 una exposición que se llama
“Forjar recuerdos” que enfoca la forma en que la pintura histórica representó esos
acontecimientos.
Porque la pintura histórica no es un vestigio, no es una fuente en el sentido de
que queda de aquel momento, sino que es una representación que trabaja sobre una
determinada historiografía, sobre una determinada intención y que a su vez ha sido
encargada con un objetivo, a veces es juzgada por un tribunal, en general en concursos
que refieren a la temática.
Los hechos históricos que jalonaron el proceso del comienzo de la revolución en
el Río de la Plata, con un énfasis claramente en este lado de la banda, fueron objeto de
esta reconstrucción visual de un relato.
El acervo en eso nos permite pero también nos limita. Sin embargo, pudimos
trabajar en distintas formas de ver esos acontecimientos y ver, literalmente, como
ellos vieron los acontecimientos representados.
Los artistas no hicieron una representación neutra: trabajaron con relatos, con
documentos, expresaron sus dificultades para encontrar una representación de esos
hechos históricos. Y después, para la conmemoración de 1811 en 2011 escogimos la
figura de Artigas, como una figura central de ese proceso y de un alto contenido
simbólico en la identidad de los uruguayos.
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
7/12
7
Se pensó la exposición en relación con la tradición historiográfica y política
uruguaya, de ver en José Artigas uno de los protagonistas más importantes de ese
proceso. Enfocamos entonces un estudio de la representación de Artigas y del
artiguismo en el acervo pictórico y escultórico del Museo, al que sumamos algunas
obras y documentación invitada.
Eso nos dio la oportunidad de trabajar al mismo tiempo que sobre un relato
histórico de los hechos, hacerlo sobre las representaciones de los hechos y discutir
estos dos niveles del conocimiento histórico, es decir el conocimiento actual, la historia
del conocimiento histórico sobre esos hechos, la historia de las interpretaciones
históricas sobre esos hechos, y la historia de las representaciones, quiere decir que
podemos ver ambas exposiciones en varios niveles de análisis.
Enfocamos también una reformulación de la propuesta expositiva de otras
casas, con un énfasis en los aspectos de la historia social, en el caso de la Casa de
Lavalleja, va a tener en el momento de la próxima remodelación de su propuesta
después de la restauración global del edificio, un énfasis en la presentación de la
sociedad rural rioplatense en particular en el siglo XIX y los primeros años del siglo XX,
y una reconstrucción de la vida social entre la colonia y la independencia.
La atención va a centrarse en una casa en donde se hicieron salones políticos y
en la que los dos dueños de casa, Juan Antonio Lavalleja y Ana Monterroso de
Lavalleja, tuvieron una actividad política intensa en dos ámbitos de la vida, él en el
ámbito de la vida pública y Ana Monterroso en el ámbito de la vida privada.
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
8/12
8
Nosotros vamos a destacar este punto en algunos de los salones de la casa,
separando en los salones de la planta noble aquellos espacios relacionales de los
ámbitos de la intimidad familiar.
¿Cómo lo vamos a hacer? Lo hacemos sobre la base del acervo que tenemos,
de la documentación del acervo y del diálogo entre el acervo. Porque si nosotros
tenemos objetos de uso cotidiano en el caso de la colección Bouton en la casa de
Lavalleja, también tenemos una numerosa iconografía de distintas épocas, que va
desde el grabado, la pintura al óleo, la fotografía, el daguerrotipo que recorren la vida
social urbana y rural de las personas que usaron esos objetos y que nos indican su uso.
A través de ese diálogo nosotros ilustramos un tema, en un determinado
proceso, en un determinado límite cronológico, no con un afán totalizador pero si de
llamar la atención sobre un determinado tema en un conjunto cognoscitivo.
Es decir no exponer el objeto en si: boleadora, lazo, mate que pertenece a la
colección Bouton, sino pensar en el mortero de pie y mano de madera, que tiene unas
importantes dimensiones, pensarlo como una muestra de los trabajos agrícolas que se
realizaban en este territorio y de la presencia de la agricultura como unas de las
actividades económicas que se realizaron en el país desde un periodo muy extenso en
el tiempo, desde el siglo XVIII claramente y posiblemente antes, hasta el presente.
La evolución del utillaje de trabajo y las formas de trabajo, desde una
explotación familiar hasta una explotación destinada a la comercialización. Nosotros
podemos “ jugar” con lo que queremos mostrar con lo que tenemos, podemos
mostrarlo como producto de una colección o podemos mostrarlo en un contexto
histórico más amplio.
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
9/12
9
Incluso trabajamos con una concepción muy amplia de trabajos rurales y del
medio rural porque pensamos incorporar utillaje que corresponde a los pueblos
originarios de este territorio en donde después se formó la República Oriental e
incorporarlos a esa visión de los trabajos rurales.
Decía la agricultura se practicó desde el siglo XVIII, bueno posiblemente desde
mucho antes, porque hay utillajes de molienda que están indicando que quizás haya
habido una agricultura incipiente o que la actividad de molienda vinculada a la
recolección de determinados vegetales era practicada por las culturas indígenas que
habitaron este territorio.
Nombré un elemento que es muy significativo, la boleadora. La vemos subsistir
a lo largo de miles de años, entonces pensar en unos lapsos de larga duración a su vez
nos obliga a un trabajo interdisciplinario, en donde historia se entiende en un sentido
bien amplio, allí donde la historia se escribe con documentos de distinto tipo y se
vincula a la antropología y a la arqueología, en la convivencia con documentos escritos
o no, pero el museo lo permite eso y es una cosa muy interesante, muy desafiante
para el investigador. También es un apoyo importante para el profesor, otra de las
relaciones en las que hay que profundizar.
Creo que la historiografía uruguaya en su conjunto está muy apegada al
documento escrito. Aún historiadores que trabajaron, como José Pedro Barrán, la
historia de la sensibilidad y de las mentalidades, tienen un notorio apego y un notorio
trabajo exhaustivo sobre fuentes de tipo textual, pero una escasa referencia a lo visual
por fuera del papel de la ilustración, no como fuente documental.
Los historiadores trabajamos preferentemente sobre documentos escritos:
prensa, manuales, archivos particulares, correspondencia, es una variedad muy grande
de fuentes pero son fuentes escritas. La palabra es la que prima. Lo que se ve, parece
ser de otra disciplina, de la “historia del arte”.
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
10/12
10
En otras historiografías y en particular la historiografía francesa, los trabajos
sobre historia de las mujeres, de la vida privada, la presencia de la iconografía y de los
documentos no escritos en palabras, aunque también cuentan una historia de otro
tipo, han tenido una irrupción muy notoria.
Sin embargo en nuestra historiografía no. La iconografía en general es una
ilustración de algo que ya se conoce por otra documentación, es decir no está
interpelada la iconografía en sí misma. Es famoso el caso del uso del tenedor, ¿cuándo
aparece por primera vez en la pintura occidental un tenedor? y eso interpela
directamente sobre la fuente visual.
En general las fuentes visuales se vinculan a los medios masivos de
comunicación, a la existencia del cine, la televisión que informan sobre los
acontecimientos del siglo XX, y está vinculada a la construcción de la historia del siglo
XX.
En ese sentido, creo que tiene que haber un diálogo mayor. La historiografía
colonial rural rioplatense, ha empezado a trabajar más sobre la iconografía y veo una
tendencia en la historiografía uruguaya a empezar a trabajar más con cartografía
histórica.
En el caso del Departamento de Historia del Uruguay, Ana Frega y yo hemos
trabajado con cartografía histórica en los cursos y a su vez en distintos artículos, y
capítulos de libro que hemos publicado.
Es una línea que yo pienso que va a ahondarse y que va a seguir creciendo
dentro del Departamento en los próximos años. Estamos haciendo un esfuerzo muy
grande por trabajar con iconografía, y por incorporar la iconografía a nuestros
trabajos.
Es notable lo que eso puede hacer, porque en realidad la emergencia de nuevos
temas históricos nos obliga a mirar fuentes distintas y nos va a obligar cada vez más
una iconografía que ha descubierto temas antes de que estén en la bibliografía.
Temo que hay formas de participación política, sectores sociales que están
representados antes en la iconografía que en la historiografía. Por ejemplo la
iconografía de las guerras civiles o de las guerras que enfrentaron a los distintos
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
11/12
11
estados que se formaron en el Río de la Plata a lo largo del siglo XIX, es una fuente de
información sobre la participación política de los sectores populares, que es un tema
que la historiografía está trabajando con intensidad en este momento y entonces no
podemos soslayar el uso de esas fuentes, porque en realidad nos conducen a trabajar
el tema de otra forma.
A mí me parece que para las formas de la vida cotidiana e incluso para otros
temas de “historia pura y dura”, la iconografía se abre como una cantera para “ver” en
el más estricto sentido del verbo, la historia de otra manera. Entonces al usar la
cartografía como fuente histórica y no meramente como ilustración de algo y al criticar
esas fuentes historiográficas con la técnica de la crítica del documento histórico, con la
hermenéutica del documento histórico, el valor textual de la iconografía es enorme.
De alguna forma hay algunos pioneros que trabajaron mucho el objeto y la
iconografía con un criterio historiográfico, la figura de Horacio Arredondo por ejemplo.
Es una figura que hay que volver sobre esos trabajos, sobre esa idea de la Civilización
Uruguaya como un conjunto de modalidades de sociabilidad, de formas de vida, de
formas de pensar. Esos trabajos que él hizo en realidad abren un espacio de trabajo
para la historiografía, que no han sido muy trabajados luego en la historiografía
uruguaya y que permiten un campo de estudio de mucho interés.
Los trabajos de Carlos Zubillaga sobre la cultura popular en el Uruguay, pueden
tener un extraordinario diálogo con la iconografía y con la fotografía.
Recientemente el trabajo que coordinó Magdalena Broquetas sobre fotografía
e historia en el Uruguay, es muy interesante porque en realidad muestra hasta qué
punto estas fuentes iconográficas, objetos en sí, eso que se llama fuentes usualmente
materiales, pueden abrir espacios muy interesantes para el conocimiento del pasado.
8/16/2019 Museos Historiadores e Historia Un Punto de Vista
12/12
12
Es un campo en formación para la historiografía uruguaya y que escapa a la
historia del arte y que puede ser complementario o bien sustancial en muchos relatos
y temas.
Creo que es un espacio de interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, es un
espacio de trabajo en colaboración que es como salen mejor las cosas, en vez de
preocuparse por los límites. “Yo trabajo hasta acá, y vos hasta allá”, o “te estás
metiendo en el trabajo de otro”, no es una buena cosa.
La idea es conformar equipos de sensibilidades, porque en realidad ni los
historiadores ni los antropólogos tienen la misma sensibilidad ni pueden hacer todo y
bien. Hay que formar equipos de trabajo para que exista una sensibilidad en común
que permita poner en común metodológicamente lo que cada uno sabe y puede
aportar sobre ese objeto determinado.
Los arqueólogos tienen mucha debilidad al trabajar con documentos históricos
escritos y nosotros los historiadores tenemos mucha dificultad en comprender la
materialidad de los objetos que interpretamos desde el punto de vista meramente
textual, así que como en casi todas las cosas, la soberbia es mala compañera.
El museo es un extraordinario lugar para complementar esas dos disciplinas.
Arqueología e historia no son dos disciplinas que deban limitarse entre si, sino que
deben trabajar conjuntamente, en donde el relato del historiador y el conocimiento
que construye el historiador sobre sus textos escritos con determinadas prácticas
profesionales que conoce, se complementan perfectamente con las prácticas
profesionales del arqueólogo.
Así que en vez de buscar los límites, de buscar o declarar quién es auxiliar de
quién, como se hacía hace años, en aquella disquisición entre que “la historia era la
maestra de la vida” y las otras ciencias eran sus “auxiliares”. Yo buscaría los lazos y
espacios de trabajo en común que me parece que es lo que puede enriquecer a las dos
disciplinas: sólo el trabajo en común.