Índice
Equipo Editorial
Presidente: Nicolas Gremion
Director: Jacobo Schifter
Edición: Karla Ruiz
3. Introducción.
5. ‘Genocidio: Los orígenes de la higiene racial’
7. El siglo de los genocidios.
8. Experimentos en prisioneros de guerra.
10. Ruanda: Genocidio con machetes.
11. El libro que cambió la visión de los Polacos.
13. Los Verdugos voluntarios de Hitler.
14. Marzo, Mes de la Mujer. Nosotros lo dedicamos a las escritoras.
15. Reseña literaria: 3 obras sobre el Genocidio en Alemania y Armenia.
16. ¿Cómo se planea un Genocidio?
17. Guía fácil de desintoxicación de sistemas para bajar de peso.
18. Opinión – Cartas al Director.
19. Tiras Cómicas.
23. Su Horóscopo.
26. Su Oferta VIP para Leer en Cualquier Momento y Lugar.
Lea en esta Edición de Iconoclasta:
¿Qué es genocidio?
El término genocidio es relativamente nuevo. El jurista polaco Rafael Lemkin introdujo el concepto
de genocidio en un corto libro que publicó después de la Segunda Guerra Mundial. Luego, él ayu-
daría a las Naciones Unidas a formular la Convención para la Prevención y Castigo del Genocidio
en 1948.
Esta definió el genocidio de manera amplia como los "actos cometidos con la intención de destruir,
en parte o en forma total, un grupo nacional, étnico, racial o religioso". Estos actos incluyen matar o
causar daño mental o físico a los miembros de un grupo y crear deliberadamente una situación en
contra de un grupo de modo que "se ocasione su destrucción física en parte o en forma total".
La Convención condena medidas como la interferencia en la reproducción y la transferencia de los
niños de un grupo a otro. Lemkin aclaró que el genocidio no debe entenderse sólo como la matanza
del grupo o la etnia sino que "es una serie de acciones coordinadas que tienen como fin la destruc-
ción de las bases fundamentales que sostienen a una nación o etnia". Los objetivos de tal plan son
"la desintegración de las instituciones políticas y sociales de cultura, religión, lengua, sentimientos
de pertenencia nacional y sobrevivencia económica y la destrucción de la dignidad, seguridad, salud
y la vida de este grupo."
El genocidio, según Lemkin, puede realizarse tanto si se deja a la población en su espacio como si
se la expulsa de éste y se la sustituye con la población del grupo opresor. En la actual definición, se
puede cometer genocidio aún sin matar a un solo miembro de una población. También vale la pena
mencionar que esta definición no incluye los actos criminales cometidos en contra de grupos socia-
les y políticos. Otros teóricos consideran que estos últimos deberían ser incluidos en la definición.
La definición podrá ser moderna pero no así su historia. Desde los griegos, romanos y judíos tene-
mos casos de la eliminación de grupos nacionales o étnicos por razones religiosas o de conquista
militar.
En la época moderna, tenemos muestras de genocidio en Francia contra los grupos contrarios a la
revolución francesa, como el caso de los Vendeanos; en África del Sur, en el siglo XIX, con el ge-
nocidio de los Zulús. En los Estados Unidos se sabe de grupos indígenas que fueron decimados,
como por ejemplo los Yana de California, hasta el punto de quedar sólo un miembro que murió en
1916.
Luego, tendremos el Holocausto de los judíos en la década de 1940 y después en Camboya, en la
antigua Yugoeslavia, en Ruanda y en Sudán. No es hasta hace unos pocos años que se ha reconoci-
do el genocidio contra los armenios en 1915 y apenas se reconoce el de los Vendeanos o el de los
Zulús. En Centroamérica, solo se reconoce el genocidio maya como tal. Matanzas similares en El
Salvador no califican por ser hechas contra campesinos y no contra etnias específicas.
Aunque el tema del genocidio tomó importancia en 1945, la realidad es que el mismo Holocausto,
considerado como el más feroz, efectivo y el modelo clásico de lo que significa destruir un pueblo
completo, no fue objeto de mucho análisis hasta la década de 1990.
La Ilustración, sin embargo, desarrolló
el concepto de que la raza era producto
del ambiente. En sus principios opti-
mistas, se creía que las diferencias
raciales y sexuales desaparecerían con
la educación y las oportunidades.
Pronto la ciencia buscó explicaciones
naturales de las diferencias. La “freno-
logía” (estudio de los cráneos para
entender diferencias culturales) de
Joseph Gall se hizo muy popular en
Francia y en Alemania. En 1853-55,
Arthur Comte de Gobineau publicó su
libro, “Ensayo sobre la Desigualdad de
las Razas”, por primera vez, la raza se
le mira como una fuerza en la historia
mundial. Se asocia con ella el auge y
la caída de los imperios.
En 1876, César Lombroso hace estu-
dios en que intentó identificar los tipos
de criminales con base en las formas
de su cerebro y las marcas del cuerpo.
Un aspecto particularmente difundido
de la obra de Lombroso es la concep-
ción del delito como resultado de ten-
dencias innatas, de orden genético,
observables en ciertos rasgos físicos
de los delincuentes habituales y con
pocas posibilidades de curación.
En Estados Unidos, se hacen investi-
gaciones para probar, por medio del
tamaño del cráneo, la incapacidad
intelectual de los negros, los indios y
las mujeres. Antes de 1865, ya los
médicos en el Sur trataron de identifi-
car las enfermedades especiales de los
negros para racionalizar su condición
de esclavos. Es más, se señala una enfermedad, la drapetomanía, que era
“el deseo enfermizo de los esclavos de
huir de las plantaciones”. También se
aduce que los esclavos tienden a co-
mer tierra (Cathexia Africana). Añadía
además que con "el consejo médico
adecuado y estrictamente seguido, esta
práctica podría prevenirse".
Pero un gran paso se da con la publi-
cación de Charles Darwin, “Orígenes
de las especies” en 1859. Antes de él,
era difícil cuestionar el concepto judío
cristiano de la unidad del hombre,
basado en el origen común en Adán y
Eva. Darwin aduce que los humanos
han evolucionado por cientos de miles
de años y que el hombre diverge al
adaptarse a las condiciones locales. Se
acaba, con él, la idea de la descenden-
cia universal de los mismos padres.
Se dan dos formas de darvinismo en
Alemania y en Estados Unidos. Los
americanos lo usaron para justificar el
capitalismo industrial y la competitivi-
dad económica. Este era un darvinis-
mo optimista. Pero en Alemania sería
usado para explicar cómo las revolu-
ciones políticas impedían la libre lucha
por la supervivencia. Ellos creen que
es necesario intervenir para evitar las
Genocidio: Los orígenes
El racismo científico es
viejo. Ya en 1727 el
Conde de Boulainvilliers
había dicho que los
nobles franceses
procedían de una raza
superior y que los
obreros, venían de una
inferior.
protecciones que imponen los regíme-
nes liberales y socialistas. Es un darvi-
nismo pesimista.
¿Por qué la degeneración de la raza?
Preguntan los alemanes y responden
con una salida a la Nietzsche:
Porque…
1. El cuidado médico de los débiles
destruye la lucha natural por la existen-
cia.
2. Los inferiores y los pobres se han
empezado a multiplicar más rápidamen-
te que los talentosos y los fuertes.
La eugenesia alemana nace como res-
puesta a estas dos preocupaciones. Al-
fred Ploetz, su fundador, advierte de
cómo el cuidado de los enfermos, la
revolución, o la guerra, son factores de
contra de la selección que sirve a los
inferiores. Él critica el cuidado médico
de los débiles, porque les permite a los
inútiles sobrevivir y reproducirse. En
1905, Ploetz funda la Sociedad para la
Higiene Racial.
La Doctora Agnes Bluhm pidió que no
se ayudara a las mujeres en el parto
para que murieran las más débiles. El
doctor Herman Siemens (de la industria
eléctrica) fue quien dio la voz de alar-
ma de que los inferiores y los incapaces
mentales se reproducían a un ritmo más
rápido. Si no se hacía algo, Alemania
se llenaría de brutos.
Principios de la higiene racial de los
nacional-socialistas:
1. La genética de los individuos parti-
culares, las razas y las razas mixtas, es
diferente.
2. No podemos hacer cambios cons-
cientes de estas características genéti-
cas en el laboratorio y la ciencia no
parece poder hacerlo en un futuro cer-
cano. La única forma de promoverlo, es
interviniendo en la reproducción.
3. El orden liberal tiene un efecto nega-
tivo sobre la selección natural y por lo
tanto produce un declive de la nación
alemana y del mundo civilizado.
Los debates nazis siempre fueron con-
tra la plasticidad de la herencia, vincu-
lados con las teorías de Lamarck. Este
creía que la herencia se daba en todo el
cuerpo y que cada parte expuesta al
ambiente, podía cambiar las caracterís-
ticas genéticas. Los nazis, por el con-
trario, parten de Mendel y de su teoría
de los genes inmutables como causan-
tes de la herencia. La Oficina Nazi de
Política Racial, en 1938, declaró que
los descubrimientos de Mendel “han
hecho posible refutar, para siempre, la
teoría liberal del ambiente.”
Estas teorías fueron traducidas en polí-
ticas que destruyeron la vida de millo-
nes de personas.
Michel Foucault, filósofo francés, nos brinda su
propia interpretación sobre el racismo.
Libro básico para todos los interesados en
genocidio.
El Siglo de los Genocidios.
En la antigüedad,
distintos relatos bíblicos
se podrían incluir
dentro de este modelo
de ejecuciones en
masa.
En unos casos las ejecuciones eran
alentadas, incluso ordenadas, por Dios.
Como en la toma de Jericó, con la
ejecución de todos sus habitantes. En
otros casos, como en el Diluvio Uni-
versal o la destrucción de Sodoma y
Gomorra, Dios mismo era el juez y el
ejecutor de las sentencias:
“Entonces los forasteros dijeron a Lot:
‘¿Quién más tienes aquí? Yernos, tus
hijos, tus hijas y todo cuanto poseas en
la ciudad, sácalo del lugar, porque
vamos a arrasar esta localidad, pues es
grande el clamor ante ellos de Yahveh,
y Yahveh nos ha enviado para arrasar-
la’ (...) Yahveh hizo llover sobre So-
doma y Gomorra azufre y fuego pro-
cedente de Yahveh, desde los cielos.
Arrasó, pues, estas ciudades con toda
la Cuenca, todos los habitantes de las
ciudades y las plantes del suelo”.
Génesis, 19; 12-13, 19; 24-25
Otro asesinato masivo relatado en la
Biblia es la décima plaga de Egipto, la
ejecución de todos los primogénitos
egipcios por parte del Ángel extermi-
nador enviado por Dios. Siguiendo con
los relatos bíblicos, posteriormente
será el pueblo judío el que sufrirá un
infanticidio, cuando Herodes ordena la
ejecución de los inocentes. (Evangelio
según San Mateo, 3; 16)
Todas las tradiciones religiosas inclu-
yen episodios parecidos. Las distintas
mitologías recogen las iras de sus dio-
ses desatadas contra aquellos que no le
son fieles.
Ya dentro de la historia, los hombres
se empeñarán en hacerles la compe-
tencia a los dioses de las distintas tra-
diciones religiosas. Así, por ejemplo,
las persecuciones de cristianos en el
Imperio romano durante los primeros
siglos de nuestra era también se podr-
ían incluir en este apartado.
Durante los siglos XII y XIII, por mo-
tivos religiosos, se producen nuevos
exterminios en masa. La Iglesia Cató-
lica, justificándose en la necesidad de
preservar la ortodoxia oficial, decretó
las cruzadas contra los cátaros del sur
de Francia. Uno de los episodios más
emblemáticos es el asedio y toma de la
ciudadela cátara de Montségur (1244)
por las tropas del senescal de Carcaso-
na y del arzobispo de Narbona, culmi-
nado con la masacre y la muerte en la
hoguera de los líderes cátaros y sus
seguidores.
En el siglo XVI, durante las guerras de
religión de Francia, se producen epi-
sodios parecidos. Se conoce como la
Matanza de San Bartolomé el asesina-
to en masa de hugonotes (calvinistas
franceses) por parte de católicos du-
rante aquella época.
De la misma forma que en relación a
la mitología hemos apuntado que la ira
de los dioses no era exclusiva de nin-
guna divinidad, la ira de los hombres y
sus venganzas también se prodigan en
las distintas religiones, culturas y con-
tinentes.
Por ejemplo, a partir del siglo XV, la
época de expansión colonial europea
será pródiga en todo tipo de masacres
de las poblaciones indígenas de todo el
mundo. Concretamente, la coloniza-
ción de América del norte se llevó a
cabo a cambio de aniquilar casi toda la
población nativa. En vista de que la
población se redujo de unos 80 millo-
nes a un millón, se puede considerar el
más grave de la historia.
Pero quizás las muestras más contun-
dentes, las ejecuciones masivas más
escalofriantes, son los genocidios del
siglo XX, tanto por el momento histó-
rico en que se producen (cuando cabría
esperar que las lecciones de la historia
debieran haber vacunado a la humani-
dad), como por sus dimensiones abru-
madoras. Por un lado, el holocausto de
judíos y gitanos diseñado por el nazis-
mo:
Por otro lado, el conjunto de políticas
represivas y genocidas que llevaron a la
muerte a millones de personas durante
las dictaduras comunistas soviética,
china y camboyana.
Más recientemente, los genocidios de la
antigua Yugoslavia (1991-1995) y de
Ruanda (1994) nos demuestran la capa-
cidad de olvido de la humanidad, nos
recuerdan que las agresiones en masa a
la población no son un hecho superado
ni de imposible repetición si no se to-
man las medidas preventivas oportunas.
En Ruanda se calculan que murieron
asesinadas entre 800.000 y 1.000.000
de personas. Si fueron 800.000 equi-
valdrían al 11 por ciento del total de la
población (4/5 de los tutsis que vivían
en el país).
Un médico llamado Ding Shuler expe-
rimentó con balas envenenadas con
acónito de nitrilo. También se hicieron
pruebas de armas biológicas bajo la
dirección del médico Claus Shilling,
quien usaba prisioneros a los cuales se
les exponía a la malaria, la tifoidea y
otras enfermedades. Con los mismos
pacientes, se ensayaron igualmente
diversos antídotos y medicamentos
para contrarrestar sus efectos.
El doctor Edmund König realizó expe-
rimentos con electricidad en prisione-
ros judíos para establecer el efecto de
la energía eléctrica sobre los cerebros.
Las víctimas eran en su mayoría muje-
res jóvenes judías. También bajo su
autorización se ensayaron técnicas de
recuperación de heridas de combate.
Para ello se provocaban en los prisio-
neros heridas y se les aplicaban dife-
rentes técnicas médicas para lograr
mecanismos exitosos de cirugía y/o
recuperación.
A instancias de las autoridades perti-
nentes, se autorizó y respaldó la utili-
zación de prisioneros de los campos de
concentración en experimentos extre-
mos, muchos de dudosa índole cientí-
fica. Gracias a esto, personajes como
Experimentos en Prisioneros de Guerra.
En el período de 1939-
1940, a instancias del
estado nazi se hicieron
ensayos de armas
químicas (fosgenos, gas
mostaza) en prisioneros
bajo la dirección del
médico August Hirt.
Josef Méngüele, Edward Wirth y Sig-
mund Rascher, entre muchos otros,
realizaron infames experimentos en los
gitanos, los mellizos, los enanos, los
enfermos y los sanos, para probar teor-
ías genéticas, demostrar los límites de
la capacidad humana en condiciones
experimentales extremas y justificar la
deficiencia de la raza judía.
SECUELAS:
Muchos de los sujetos murieron como
resultado de los experimentos condu-
cidos por los nazis, mientras que mu-
chos otros fueron asesinados, una vez
que se completaron las pruebas o para
estudiar el efecto post mortem. Aque-
llos que sobrevivieron a menudo que-
daron mutilados, sufriendo de discapa-
cidad permanente, cuerpos debilitados
y presión psicológica.
El 19 de agosto de 1947, los médicos
capturados por las fuerzas aliadas fue-
ron llevados a juicio en el proceso de
Estados Unidos versus. Karl Brandt y
otros que es comúnmente conocido
como el Juicio de los doctores. Duran-
te el proceso, varios doctores alegaron
en su defensa que no existía una ley
internacional concerniente a la expe-
rimentación médica. Algunos fueron
condenados, pero irónicamente, años
después los mismos americanos, en
1948, harían experimentos también
parecidos al inyectar sífilis y gonorrea,
sin su consentimiento y sin muchas
veces curarlos, a prisioneros y a pa-
cientes psiquiátricos guatemaltecos.
‘El Holocausto Guatemalteco’ es una obra
del escritor José Emiliano Ordoñez.
El genocidio maya (llamado también geno-
cidio guatemalteco) es el genocidio ocurri-
do en Guatemala en la década de 1980.
“Nadie puede justificar, por ningún motivo, la matanza indiscriminada de civiles indefensos. Ninguna causa o bandera puede validar el uso de terror asesino en contra de mujeres, hombres y niños”. —Rigoberta Menchú, líder indígena guatemalteca, Premio Nobel 1992.
Ruanda: Genocidio con machetes.
El genocidio de Ruanda
fue un intento de
exterminio de la
población tutsi por parte
del gobierno hegemónico
hutu de Ruanda en 1994,
año en el que se eliminó
al 75% de los tutsis.
En Ruanda, se distinguían dos esta-
mentos dentro de la etnia banyaruan-
da a la que pertenece casi toda la
población, la mayoría hutu y la mi-
noría tutsi, aun cuando no existe
ningún rasgo racial ni lingüístico
específico que los diferencie; por lo
tanto, después del genocidio, en 1994
ambas distinciones fueron eliminadas
de los documentos de identidad.
En abril de 1994 el asesinato del ge-
neral Juvénal Habyarimana y el avan-
ce del Frente Patriótico Ruandés des-
encadenan una multitud de masacres
en el país contra los tutsis obligando a
un desplazamiento masivo de perso-
nas hacia campos de refugiados si-
tuados en la frontera con los países
vecinos, en especial el Zaire (hoy
República Democrática del Congo).
Muchos pensaron que la ONU inter-
vendría firmemente y pararía el terri-
ble conflicto que se avecinaba. Por el
contrario, se ordenó la retirada de los
cascos azules, dejando a la población
civil sin protección. Esta situación fue
aprovechada por los radicales hutus
para comenzar el genocidio.
El 9 de abril se formó un gobierno in-
terino presidido por Jean Kambanda,
con la característica principal de que no
incluía a ningún tutsi ni hutu moderado
o de la tendencia cercana al FPR entre
sus filas. Los radicales hutus, por lo
tanto, habían tomado el poder guber-
namental y además contaban con mili-
cias organizadas: jóvenes del partido
MRND, los Interahamwe, que se ocu-
paban de la población civil y que desta-
caron en las primeras matanzas masi-
vas.
Las brigadas del FPR, formadas por
jóvenes tutsis y repartidas de forma
clandestina a lo largo de las colinas,
fueron el primer objetivo de los Intera-
hamwe. Sin embargo, de forma progre-
siva toda la casta tutsi se convirtió en el
enemigo a batir, así como los miembros
de la casta hutu que de alguna manera
protegieran a los tutsis, se negaran a
participar en los asesinatos o tuvieran
incluso familiares tutsis. A pesar de
todo, muchas familias hutus, aun cons-
cientes de la suerte que corrían, escon-
dieron en sus casas a vecinos y conoci-
dos tutsis.
Lejos de Kigali, el 17 de abril, y con-
cretamente en la población de Kibuye,
perteneciente al condado del mismo
nombre y cercana al lago Kivu, según
cuenta la antropóloga forense Clea Koff
en su libro "El lenguaje de los huesos",
fue el día en el que comenzaron las
labores de exterminio de la población
tutsi en aquel condado. Durante los tres
siguientes meses, murieron o desapare-
cieron casi 250 000 personas. Varios
miles fueron asesinados en la iglesia
de Kibuye en una sola masacre. Al
final de la guerra, 800.000 Tutsis fue-
ron masacrados a punta de machetes.
La gente que estaba dentro de las igle-
sias fue atacada por la misma policía y
la misma milicia que supuestamente
debían protegerlos. Ésa era la típica
táctica de los genocidas de Ruanda:
reunir a un gran número de víctimas
en edificios y terrenos cerrados con
escasos medios de escape y matarlos.
De hecho, en Ruanda había muerto
más gente en iglesias que en cualquier
otro lugar.
En abril de 1994 se desata la masacre
en Kigali, Ruanda: un genocidio que
en cien días dejó un saldo de 800.000
personas asesinadas. David Hohl, jo-
ven suizo que trabaja en Kigali en una
oficina humanitaria de su gobierno,
deja partir el último avión con evacua-
dos europeos. Durante los cien días de
la matanza David permanecerá escon-
dido en su casa, sobreviviendo con las
provisiones que le alcanzará su jardi-
nero y a la espera de noticias de
Agatha, la hija de un empleado minis-
terial ruandés, por la que ha decidido
quedarse. La novela narra cómo un
joven idealista e ingenuo que cuatro
años atrás llegó para ocupar un puesto
burocrático en "la Suiza de África",
finalmente vivirá en "el corazón de las
tinieblas". Una historia de errores,
desvíos y ceguera que significará el
resquebrajamiento de un mundo que se
creía sólido y que hará que cuando
David encuentre finalmente a Agatha
en un campo de refugiados de la ONU,
ambos sean dos personas muy distintas
que cuando se conocieron.
El libro que cambió la visión de los Polacos.
Antes del estallido de
la Segunda Guerra
Mundial, judíos y
polacos convivían
pacíficamente en la
ciudad.
produjo un auge del antisemitismo.
El 22 junio de 1941 Hitler atacó a Sta-
lin, invadiendo los territorios polacos
incorporados a la Unión Soviética,
incluido Jedwabne, el cual hasta el
verano de 1944 quedó ocupado y ad-
ministrado por nazis alemanes. Durante
la ocupación militar alemana, en pre-
sencia de autoridades hitlerianas, los
mismos vecinos polacos del pueblo de
Jedwabne apresaron a 300-400 judíos
del pueblo; hombres, mujeres y niños,
y los quemaron vivos. Unos 100 judíos
supervivientes de la masacre fueron
encerrados en un gueto en Jedwabne
organizado por nazis alemanes.
Hasta el año 1970 se culpó exclusiva-
mente a los alemanes nazis por este
suceso, e incluso existía una placa
conmemorativa en el lugar de la ma-
tanza que culpaba directamente al pue-
blo alemán. Sin embargo, el profesor
Jan T. Gross consiguió demostrar que,
aunque los alemanes fueron testigos del
suceso y probablemente simpatizantes,
fueron los propios polacos los que se
encargaron de ejecutar la masacre. Este
hecho avivó la discusión sobre los orí-
genes del antisemitismo. Hoy en día
una placa con una inscripción contra la
guerra reemplaza a la placa inicial.
El 10 de julio de 2001, el presidente
polaco Aleksander Kwaśniewski pidió
perdón públicamente a las víctimas y
sus familiares en nombre del pueblo
polaco. Esta no fue la única matanza
perpetrada por el pueblo polaco contra
los judíos; casos similares se dieron en
otros pueblos, como Wasosz y Radzi-
low.
La historia recibió una versión fílmica
ficcionalizada muy polémica en la pelí-
cula polaca El secreto de la aldea de
Władysław Pasikowski en 2012.
El día 1 de septiembre de 1939 tropas
alemanas invadieron Polonia. El día
17 de septiembre, las tropas soviéti-
cas invadieron por el este. Tras haber
vencido al ejército polaco en octubre
de 1939, la Unión Soviética y Alema-
nia se repartieron el territorio polaco,
según lo acordado en agosto de 1939
en el Pacto Ribbentrop-Mólotov, así
que Jedwabne fue incorporada a la
Unión Soviética. Bajo la ocupación
soviética de Jedwabne (entre sep-
tiembre de 1939 y junio de 1941) se
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Los Verdugos voluntarios de Hitler.
Los verdugos voluntarios
de Hitler (1996) es un
libro del escritor
estadounidense Daniel
Goldhagen.
Este libro propone que los alemanes
comunes no solo sabían, sino también
apoyaron el Holocausto debido a un
"antisemitismo eliminacionista" único
y virulento en la identidad alemana, el
cual se había desarrollado en los si-
glos previos. Goldhagen afirma que
esta mentalidad especial surgió a par-
tir de actitudes medievales de una
base religiosa, pero finalmente fue
secularizada.
Esta obra despertó controversia y
debate en Alemania y Estados Unidos.
Algunos historiadores han caracteri-
zado su recepción como una extensión
de la Historikerstreit, el debate histo-
riográfico alemán de los años 1980
que buscaba explicar la historia nazi.
El libro se convirtió en un "fenómeno
editorial" y alcanzó fama tanto en
Estados como en Alemania, a pesar de
su recepción mordaz entre los histo-
riadores, quienes lo condenaron como
histórico y, según palabras del histo-
riador del Holocausto Raul Hilberg,
"totalmente errado sobre todo" y "sin
valor".
El libro, que comenzó como una tesis
doctoral de Harvard, fue escrito en
gran medida como respuesta a una
publicación de Christopher Browning.
En 1994, ganó el Premio Gabriel A.
Almond en política comparada por la
Asociación estadounidense de ciencia
política y el Premio Democracia del
Journal for German and International
Politics. Esta revista sostuvo que el
debate promovido por el libro de
Goldhagen ayudó a perfeccionar la
comprensión del público sobre el pa-
sado durante un período de cambio
radical en Alemania.
El 8 de Marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. En español.Free-Ebooks.net, deseamos mostrar nuestro agradecimiento y aprecio a todas estas maravillosas damas que además de desempeñar un rol muy importante en nuestra sociedad, como madres, hijas, esposas, amigas, profesionales, jefas de hogar, amas de casa, muchas también han sabido abrirse camino y dejar huella como grandes escritoras. En honor a ellas, les traemos una selección de algunas de las obras más populares. Para descargar los libros, solo debe hacer clic aquí Escritoras Femeninas ¡Es gratis!
Para más información sobre el Día Internacional de la Mujer, usted
puede visitar el sitio oficial de la ONU en español aquí:
http://www.un.org/es/events/womensday
Reseña Literaria: Genocidio en Alemania y Armenia.
Aquellos Hombres Grises,
La Herencia de Orhan y
Armenios, el Genocidio
Olvidado, son 3 obras
literarias que analizan a
profundidad el genocidio
en Alemania y Armenia.
Aquellos hombres grises, es el estudio
detallado del Batallón 101 de Reserva
de la Policía del Orden participante
activo en la Solución Final aplicada en
el frente tras la invasión alemana de la
URSS. Los protagonistas de esta histo-
ria, hombres de todas clases sociales e
ideologías, fueron los tristemente eje-
cutores de algunas de las matanzas más
indiscriminadas que recuerda la Histo-
ria. Miles de seres humanos cayeron
bajo sus balas de una manera atroz e
indiscriminada.
El autor prologa él mismo el libro,
dando comienzo al relato explicando
muy claramente cómo ha conseguido
basarse en fuentes primarias para llegar
a plasmar al papel, lo más fiable posi-
ble, la participación de estos «hombres
corrientes» en el Holocausto judío.
La mayoría de hombres que formaron
el Batallón 101 provenían de Hambur-
go, esto le ayudó a la hora de acercarse
con más propiedad al ámbito socio-
cultural del mismo. Browning consi-
guió estudiar los interrogatorios de 210
de los aproximadamente 500 hombres
que fueron enviados a Polonia destaca-
dos al Batallón 101.
Entrando ya en lo que son los capítulos
que forman este libro, comentar que
narra con detalle las implicaciones direc-
tas de estos hombres corrientes en el
desarrollo de algunas de los asesinatos
en masa de judíos más tristemente famo-
sos del Holocausto. Su inicial labor co-
mo custodios de los transportes de la
muerte van dejando paso a una implica-
ción más amplia conforme va pasando el
tiempo. De vigilantes pasaron a ejecuto-
res. Y lo más preocupante es que estos
batallones no eran formados de nazis
declarados sino de alemanes comunes.
Browning sugiere que la presión de gru-
po y no querer perder honor con sus
compañeros, los llevó a masacrar, entre
todos los batallones, a más de un millón
y medio de personas. Es más, cualquiera
podía no participar si temer represalias y
muy pocos optaron por no matar. Brow-
ning dedica más 60 páginas, siendo el
capítulo más largo de todo el libro, a
rebatir a Daniel Goldhagen la visión
particular de éste sobre las motivaciones
personales que llevaron a estos ciudada-
nos normales, que vivían en una próspe-
ra sociedad, a ser partícipes de unos
asesinatos tan despiadados contra otros
seres humanos.
Para Browning, la mayoría de las perso-
nas fueron atraídas al antisemitismo
porque primero lo fueron hacia el na-
zismo y no al revés; para Goldhagen, el
antisemitismo genocida era algo latente
a la cultura alemana.
Por su parte, la novela sobre el Genoci-
dio Armenio fue elegida como el mejor
libro del mes de Abril 6, 2015. La nove-
la “La herencia de Orhan” (“Orhan’s
inheritance”) de Aline Ohanesian, sobre
el tema del Genocidio Armenio, ha sido
reconocida como el mejor libro del mes
de abril en la tienda virtual Amazon,
según informa ArmenianWeekly.com.
“La herencia de Orhan” también fue
electa como el mejor por parte de la aso-
ciación de vendedores de libros. La
prensa internacional hizo eco de la obra
de Ohanesian: “New York Times”, “Bo-
ok Review”, “Elle”, “Entertainment
Weekly” y “National Public Radio”. La
autora escribió el libro a lo largo de seis
años; visitó la ciudad de Sepastiá, en
Armenia Occidental, donde se desarro-
llan los hechos descriptos en el libro. “La
herencia de Orhan” será publicado el 7
de abril.
Finalmente, en diciembre 1980 José
Antonio Gurriarán resultó gravemente
herido, en una cabina telefónica de la
Plaza España de Madrid, por una bomba
de un grupo terrorista armenio. Presa del
síndrome de Estocolmo y de la curiosi-
dad del periodista –Gurriarán era subdi-
rector del desaparecido Pueblo-, buscó a
los autores del atentado, los localizó en
Líbano y publicó La Bomba, un libro en
el que contaba el insólito encuentro en el
que ellos defendieron la violencia y él
trató de convencerlos de que “la bomba
más eficaz es el pacifismo”.
Veintisiete años después viajó a Armenia
y se reunió con los antiguos miembros
del Ejército Secreto para la Liberación
de Armenia, que se disolvieron, dejaron
las armas y crearon una organización que
ayuda a jóvenes y niños. De ello trata su
nuevo libro, “Armenios, el genocidio
olvidado” (Editorial Espasa), del primer
genocidio del siglo XX en el que Turqu-
ía exterminó a 1.500.000 armenios.
¿Cómo se planea un Genocidio?
• Pueden también estar asociados con
una insurrección popular, un des-
membramiento del estado o de la
nación. No se dan en tiempos de paz o
bajo gobiernos democráticos.
• Son cometidos por el estado o una
estructura estatal similar.
• Son planeados con antelación y de
forma sistemática. No son levanta-
mientos populares espontáneos, como
los pogromos. En todos los casos, ha
habido una preparación y una motiva-
ción para cometerlo.
• Se genera un clima de aceptación
mayor de la autoridad y a la necesidad
de respetar órdenes. Surgen líderes
que proclaman una lealtad parcial o
absoluta a sus decisiones y se des-
alienta la presentación de alternativas
distintas de solución a los problemas
sociales.
• Las víctimas son escogidas por su
participación real o imaginaria en un
grupo que se le acusa de enemigo. En
el caso del Holocausto, por ejemplo,
los judíos eran enemigos de los nazis,
solo en la imaginación de estos últi-
mos. Los turcos a los armenios de
haberse aliado con los rusos. Nada de
esto era real, lo que demuestra la sin
razón del genocidio.
• Se comete genocidio en las pobla-
ciones vulnerables, débiles, históri-
camente perseguidas y usualmente,
desarmadas. En muchos casos, son
inmigrantes o residentes extranjeros.
En otros, son pobladores con una
religión, lengua o cultura distinta. Es
común que el genocidio sea un paso
más radical en medidas históricas de
persecución.
• Requieren recursos financieros. Los
genocidios no son baratos y requieren
recursos para concentrar, apartar y
eliminar a las poblaciones selecciona-
das. Por esta razón es que los genoci-
dios necesitan de medios de comuni-
cación, de bancos, de armas, de buro-
cracia y de otros recursos generalmen-
te solo disponibles por el estado.
• Son usados para despojar. Existen
incentivos económicos para perseguir
a ciertos grupos y quitarles sus pro-
piedades, sus casas y sus tierras. De
ahí que se obtenga el apoyo muchas
veces del público.
• Sin embargo, muchos genocidios
son económicamente negativos. Ale-
mania perdió mucho más atacando a
los judíos de lo que hubiera podido
obtener de la guerra.
• Son parte de proyectos más grandes,
en que matar es la última fase de un
programa que se inicia, generalmente,
con propaganda y discriminación.
• Usan el aparato legal. Necesitan
identificar y despojar a ciertos grupos
primero de sus derechos. Para matar-
los, se hace necesario deshumanizar-
los y dejarlos desprotegidos para lue-
go atraparlos y movilizarlos hacia los
lugares de la muerte.
• Requieren de continua propaganda.
Deben convencer a la población del
genocidio o por lo menos neutralizar
su oposición.
• Idealizan una población en vez de
otra. Muchos de los genocidios alaban
la figura del campesinado como
símbolo de la verdadera nación.
• Son generalmente detenidos por
ejércitos de otros países o milicias
armadas que provienen de naciones
vecinas, aunque en otros casos, como
el de los armenios, fueron los mismos
turcos los que terminaron con las
matanzas, una vez que creyeron hab-
ían alcanzado sus metas.
Se les asocia con períodos
de crisis nacional. Suelen
darse en medio de una
recesión económica, una
guerra civil, una invasión
extranjera o una guerra
con otras naciones.
Si eres escritor y deseas que alguno de tus artículos o libros sean publicados y promovi-dos en nuestra revista y/o biblioteca, envíanos un mensaje al correo electrónico
Esta es una guía que recomiendo to-
mar 3 meses y te va a ayudar a cono-
cer lo que puede procesar tu cuerpo.
Después de conocer lo que soporta tu
cuerpo, puedes decidir evitar esas
comidas que no van de acuerdo con tu
metabolismo. Vas a bajar algunos
kilos y te vas a sentir con más energía.
Puedes perder el agua retenida y adel-
gazar.
Mantén un diario de cambios y resul-
tados vistos, tal como te sientes y no
pases hambre, puedes comer nueces,
almendras y verduras para antojos.
Toma fotografías y medidas al co-
menzar, después de 30, 60 días y al
terminar el ejercicio. Ponlas en tu
diario, para animarte.
Hay unas formas para seguir la infor-
mación deseada de tu progreso.
Es recomendable limpiar todos los
sistemas de sustancias impuras que no
tienen lugar en nuestro cuerpo y que
necesitamos desechar.
Yo use el Circu-Flow de Hanna
Kroeger en enero como mantenimien-
to para purgar el cuerpo durante todo
el año. Podrá ver la información com-
pleta en el libro.
Si padeces de males del corazón, artri-
tis, diabetes u otro mal crónico te lo
recomiendo todo el año. Las puedes
preparar o comprar en el internet.
El cuerpo humano es un organismo
que está vivo. Lo que hay que saber es
que el cuerpo debido a que está vivo
tiene la capacidad de aprender y de
adaptarse.
Hay que estar consciente de esta habi-
lidad de nuestro cuerpo de aprender y
adaptarse cuando uno decide subir el
metabolismo y adelgazar. Si no lo
toma en cuenta podría fracasar en su
intento.
El cuerpo se adapta a todo. Se adapta
a la dieta, a pasar hambre, a no beber
agua, a dormir poco, o a lo que sea
que nosotros le obliguemos a experi-
mentar.
El cuerpo interpreta la reducción de
alimentos como una condición de “escasez”. Su solución a la “escasez”
es reducir cada vez más la velocidad
del metabolismo reduciendo la fun-
ción de la glándula tiroides.
Usted es un ser que habita en un cuer-
po. Pero usted no es su cuerpo. Usted
tiene pensamientos, decisiones y
emociones. Su cuerpo realmente no
piensa, no decide ni crea emociones.
Usted es usted y su cuerpo es su cuer-
po.
Guía fácil para conocer tu cuerpo, lo que puede
digerir, procesar y desechar.
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