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No abandonemos a las “segundas víctimas” de los errores clínicos

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28 Nursing. 2012, Volumen 30, Número 5 No abandonemos a las segundas víctimas de los errores TEMAS DE ENFERMERÍA
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Page 1: No abandonemos a las “segundas víctimas” de los errores clínicos

28 Nursing. 2012, Volumen 30, Número 5

No abandonemos a las “segundas víctimas” de los errores

T E M A S D E E N F E R M E R Í A

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EL AÑO PASADO, una veterana enfermera de pediatría se suicidó siete meses después de cometer un error de cálculo que le llevó a administrar una sobredosis mortal de un electrólito. Tras la investigación del episodio, la dirección del hospital tomó la difícil decisión de rescindir el contrato a esta profesional de enfermería, después de 27 años de servicio y por razones que no fueron explicadas pero entre las cuales había algunas que no estaban relacionadas directamente con el episodio de la sobredosis mortal.

En cumplimiento de las medidas de tipo disciplinario relacionadas con la autorización estatal para el ejercicio profesional, la enfermera tuvo que asumir una indemnización económica y aceptar un periodo de 4 años de ejercicio profesional limitado que incluía la supervisión de la administración de medicamentos en cualquier trabajo de enfermera que pudiera conseguir. Poco antes de su muerte, había finalizado con éxito un curso de soporte vital cardíaco avanzado para acceder a un puesto de trabajo de enfermera de vuelo. Sin embargo, éste y otros incontables esfuerzos dirigidos en este sentido no consiguieron que tuviera ofertas de trabajo, lo que incrementó su sentimiento de aislamiento. En reconocimiento a su larga, competente y compasiva carrera de enfermera, muchos de los pacientes y sus familias que habían sido atendidos por ella acudieron a su funeral para honrarla.

Más de una víctimaAunque no conocemos todos los detalles de la desgarradora decisión de nuestra enfermera al quitarse la vida, sí sabemos que la industria asistencial en su conjunto carece de mecanismos de apoyo eficaces para solucionar la profunda crisis personal, social, espiritual y profesional que experimentan las “segundas víctimas”

de los errores profesionales mortales1. Las primeras víctimas de los errores clínicos son los pacientes que sufren directamente el error y sus familias. Las segundas víctimas son los cuidadores y los profesionales, que experimentan un complejo daño psicológico cuando se ven envueltos en errores que causan problemas a los pacientes a los que atienden1-4. Todos estamos implicados en la muerte de la enfermera a la que hemos aludido al inicio de este artículo por nuestra aceptación tácita de la forma con la que ayudamos –o no ayudamos– a estas segundas víctimas.

No hace mucho, manteníamos en secreto los errores clínicos. Hoy estamos haciendo progresos en lo que se refiere a la mejora de la notificación y la transparencia en todo lo relativo a los errores clínicos. Sin embargo, a menudo permanecemos en silencio y abandonamos a las segundas víctimas de los errores –nuestros sanadores heridos– justo en el momento en el que más nos necesitan5.

Las segundas víctimas pagan un precio importanteDurante la mayor parte del tiempo, los profesionales asistenciales están expuestos de manera repetida a los problemas emocionales asociados a tragedias que tienen lugar en el contexto asistencial, tal como la muerte de un paciente, a pesar de que este tipo de desenlace ya puede estar previsto desde el punto de vista clínico5. Las tragedias de los pacientes causadas por los errores clínicos pueden sacudir hasta la propia médula a los profesionales implicados. En muchos casos sus vidas se desmoronan. Las segundas víctimas experimentan una urgencia de tipo médico equivalente al trastorno por estrés postraumático (TEPT)5,6. En el mismo instante en que tiene lugar el problema con el paciente,

clínicosJudy Smetzer, BSN, RN

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el profesional asistencial implicado se convierte también en un paciente, un paciente que a menudo es abandonado2.

Los errores mortales y los errores que causan lesiones a los pacientes persiguen a los profesionales asistenciales a lo largo de toda su vida3. Estos profesionales sienten el efecto de los errores en su interacción con sus compañeros de profesión y también en su vida privada y sus actividades sociales.

Tan pronto como se reconoce la existencia de un error, los profesionales asistenciales implicados experimentan característicamente reacciones psicológicas y físicas relacionadas con el estrés, con componentes de tristeza, temor, rabia y vergüenza1-6. Padecen inmediatamente una sensación de pánico, horror y temor que se manifiesta a

través de sentimientos de incredulidad, conmoción, aumento de la presión arterial (PA) y de la frecuencia cardíaca, tensión muscular, aceleración de la respiración, tristeza extrema, alteraciones del apetito y dificultades para la concentración1-4.

Mientras se lleva a cabo la investigación del error, las segundas víctimas se sienten abrumadas por el temor a la pérdida de su puesto de trabajo y por las consecuencias económicas del desempleo y de las indemnizaciones económicas a las que van a tener que hacer frente; por su estigmatización como profesionales incompetentes o imprudentes por parte de sus compañeros, sus familiares y la familia del paciente; por la pérdida del respeto de los compañeros; por las consecuencias legales tanto civiles

como penales, y por la pérdida de la autorización para el ejercicio de su profesión3-5.

Durante las semanas siguientes a un error, las segundas víctimas pueden sentir temor a volver a su trabajo y experimentan una auténtica cascada de emociones negativas, entre las que están los sentimientos de aislamiento, pérdida de la confianza en sí mismas, inseguridad, remordimientos, depresión, recuerdos constantes, culpa, vigilancia excesiva y deseos de enmienda2-6.

Al cabo de varios meses del episodio, las segundas víctimas experimentan las emociones características del TEPT, que se expresan en forma de incapacidad para procesar adecuadamente los sentimientos de temor, tristeza, culpa y vergüenza6,7. Esta respuesta frente al episodio psicológicamente traumático da lugar a insomnio y otras alteraciones del sueño, vivencias retrospectivas, pensamientos de suicidio, disminución de la autoestima y desaparición de la sensación de seguridad personal1,4,6,7. Cada día es una auténtica eternidad.

Tenemos la obligación moral de cambiar la cultura del abandono, el aislamiento y el castigo de las segundas víctimas por una cultura que ofrezca un apoyo real y efectivo a estos sanadores heridos4. Dicho apoyo debe comenzar en el mismo momento en el que se descubre un episodio que puede dar lugar a problemas emocionales, y debemos mantenerlo durante el tiempo que sea necesario.

Pongamos los cimientos de una cultura justaSon necesarias la aplicación y la comunicación de las iniciativas de apoyo a las segundas víctimas, de manera que todos los profesionales tengan conocimiento de los recursos existentes, sean receptivos a aceptar la ayuda y sepan cómo acceder a ella. Las organizaciones asistenciales disponen de diversos recursos que pueden utilizar con este objetivo1-6,8. El doctor Charles Denham, director de TMIT –una organización de investigación médica sin ánimo de lucro–, ha propuesto cinco derechos humanos que es necesario reconocer a las segundas víctimas y que son los siguientes2.

Las tragedias de los pacientes causadas por los errores clínicos pueden sacudir hasta la propia médula a los profesionales

asistenciales implicados en dichos errores.

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Tratamiento justo. Este concepto incluye la presunción de que las intenciones de las segundas víctimas eran buenas y que todo lo que les puede ocurrir en lo que se refiere a la integridad, justicia, tratamiento justo y asunción de responsabilidades puede depender de la actitud de los directivos de la organización.

Respeto. Las segundas víctimas merecen respeto y comprensión, y no deben ser culpadas ni avergonzadas por lo que se puede considerar un error humano.

Comprensión y compasión. Los directores de la organización asistencial deben comprender la urgencia de carácter psicológico que tiene lugar cuando un profesional causa lesiones a un paciente de manera no deliberada. Es necesaria la compasión para que las segundas víctimas puedan superar su dolor.

Apoyo eficaz. Las segundas víctimas tienen derecho a la percepción de un apoyo psicológico aplicado de manera profesional y organizada.

Transparencia y oportunidad para contribuir al aprendizaje. Las segundas víctimas tienen el derecho a contribuir al aprendizaje que supone para la organización todo lo relativo al error, y también a compartir información causal importante. El ofrecimiento a las segundas víctimas de la oportunidad de contribuir a la prevención de los errores futuros les ayuda a superar su problema.

Denham también sugiere que una “tercera víctima” del error clínico es la propia organización asistencial, que también experimenta una herida que puede empeorar o mejorar en función de la actitud de los estamentos directivos2. A menudo, los directivos de la organización asistencial se angustian por los conflictos de lealtad respecto al paciente, a la propia organización y a los profesionales, de manera que a menudo también pueden ser víctimas en los casos en los que el error es importante. Denham señala que al garantizar el apoyo a las segundas víctimas, la propia organización y sus directivos pueden compartir las consecuencias y facilitar así la solución de su propio problema2.

Herramientas para el cambioLos recursos que se exponen a continuación pueden ser de utilidad para que las organizaciones asistenciales

desarrollen un plan de gestión de las situaciones de crisis con el objetivo de apoyar a las segundas víctimas.

La organización TMIT ha ofrecido recientemente un seminario gratuito a través de internet acerca de la cuestión de las segundas víctimas de los errores clínicos. Los materiales ofrecidos en este seminario pueden ser descargados a través del sitio web www.safetyleaders.org/webinars/indexWebinar_June2011.jsp.

Las herramientas MITSS. Medically Induced Trauma Support Services (MITSS) es una organización sin ánimo de lucro cuya misión es la de apoyar y fomentar la restitución de la esperanza en los pacientes, familiares y clínicos afectados por los efectos adversos de la asistencia sanitaria. En su sitio web (www.mitsstools.org) hay un amplio conjunto de herramientas para ello.

Establecimiento de contacto con el ISMP. Desde sus orígenes, el Institute for Safe Medication Practices (ISMP) ha ofrecido apoyo profesional y emocional gratuito a las segundas víctimas de los errores graves. Entre los servicios que ofrece están el acceso en cualquier momento del día, el apoyo y el seguimiento necesarios, la ayuda para el cumplimiento de los requerimientos necesarios para la presentación o la asistencia a programas de tipo educativo y a servicios comunitarios, y el apoyo directo o el testimonio durante los procedimientos judiciales. El ISMP también puede evitar el aislamiento de las víctimas y ofrecerles una sensación de proximidad al ponerlas en contacto con otros profesionales que han pasado por experiencias similares.

El libro blanco del IHI. El Institute for Healthcare Improvement (IHI) ofrece un libro blanco denominado Respectful Management of Serious Clinical Adverse Events que se puede descargar a través del sitio web http://www.ihi.org/knowledge/Pages/IHIWhitePapers/RespectfulManagementSeriousClinicalAEsWhitePaper.aspx

Equipo de respuesta rápida en auxilio de las segundas víctimas. Susan Scott y sus colegas ofrecen detalles acerca del despliegue de un equipo de respuesta rápida en auxilio de las segundas víctimas durante la fase inmediatamente posterior a

un error clínico con resultado de lesiones5. De manera similar a los equipos de respuesta rápida de tipo médico que actúan en las situaciones de deterioro clínico agudo de los pacientes, este equipo dedicado al auxilio a las segundas víctimas de los errores clínicos posee los conocimientos y la experiencia necesarios para apoyar a los profesionales afectados durante las fases agudas del traumatismo emocional.

Actuemos ahoraLas organizaciones asistenciales deben desarrollar un plan de gestión de las situaciones de crisis que incluya una infraestructura formal para el apoyo a las segundas víctimas, antes de que sea necesario. Todos sabemos que los episodios de error con consecuencias negativas para los pacientes ocurren en todas las organizaciones asistenciales. Los preparativos deben instituirse antes de que las emociones que rodean a un episodio de este tipo hagan que los directivos adopten una postura de carácter reactivo y punitivo que más adelante podrían lamentar. N

BIBLIOGRAFÍA

1. Wu AW. Medical error: the second victim. The doctor who makes the mistake needs help too. BMJ. 2000;320(7237):726-727.

2. Denham C. TRUST: the 5 rights of the second victim. J Patient Saf. 2007;3(2):107-119.

3. Wolf ZR. Health care providers’ experiences with making fatal medication errors. In: Cohen M, ed. Medication Errors, 2nd ed. Washington, DC: American Pharmacists Association; 2007:43-51.

4. Scott SD, Hirschinger LE, Cox KR. Sharing the load. Rescuing the healer after trauma. RN. December 2008;71(12):38-43.

5. Scott SD, Hirschinger LE, Cox KR, et al. Caring for our own: deploying a systemwide second victim rapid response team. Jt Comm J Qual Patient Saf. 2010;36(5):233-240.

6. Rassin M, Kanti T, Silner D. Chronology of medication errors by nurses: accumulation of stresses and PTSD symptoms. Issues Ment Health Nurs. 2005; 26(8):873-886.

7. Lavin J. Surviving posttraumatic stress disorder. Nursing. 2011;41(9):41-44.

8. Conway J, Federico F, Stewart K, Campbell MJ. Respectful management of serious clinical adverse events. IHI Innovation Series white paper. Cambridge, MA: Institute for Healthcare Improvement; 2010.

Judy Smetzer es vicepresidenta del Institute for Safe Medication Practices (ISMP). Este artículo es una actualización del publicado anteriormente en ISMP Medication Safety Alert! 2011;16(14):1-3.

La autora declara que no existen conflictos de interés económicos en relación con este artículo.


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