Date post: | 03-Jul-2015 |
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Novena a Jesucristo
“Sumo y Eterno Sacerdote”
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
1
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno
Sacerdote
Prefacio
Jesús es nuestro compasivo Sumo Sacerdote, como la
Biblia nos lo dice maravillosamente. Compartimos el
Sacerdocio de Nuestro Señor por el Bautismo y la
Ordenación. ¡Este es un misterio increíble! Jesús se ofreció
a Sí mismo por nosotros. Él continúa intercediendo por
nosotros en el Cielo, y Él nos llama a entregarnos con Él
como ofrenda verdaderamente agradable a Dios Padre.
Pero ¿Con qué frecuencia agradecemos y alabamos a
nuestro Señor por ser nuestro Sumo Sacerdote?
Esta Novena es una manera de meditar y mostrar nuestra
gratitud por el Sacerdocio de Jesucristo. Si te encuentras
en dificultades, esta Novena puede ayudarte a estar más
unido a Jesucristo Sumo Sacerdote. También es una
excelente forma de rezar por los sacerdotes. Se puede orar
en cualquier época del año, pero especialmente en los
nueve días previos a la fiesta de Cristo Sacerdote, que se
celebra el primer jueves después de Pentecostés.
(Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos Prot. N. 196/87, Prot. N. CD 501/91)
¡Que el Inmaculado Corazón de María lleve a todos los que
recen esta Novena a imitar la ofrenda de su Hijo Divino y así,
se unan íntimamente a Él!
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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1 Oraciones iniciales
Oración Inicial
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Guía:
Oh Dios, que para Tu Gloria y la salvación de todo el género
humano has querido constituir a Tu Hijo Jesucristo como
Sumo y Eterno Sacerdote, concede al pueblo que Él te
adquirió por su sangre, poder experimentar, a través de la
participación en Su memorial, los frutos de Su Cruz y de Su
Resurrección. Por Nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos. Amén.
(De la Liturgia de las Horas de la Fiesta de Cristo Sacerdote)
(Se hace una pausa y silencio para pedir por las intenciones
de esta Novena).
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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2. Lectura Diaria y Meditación
Día Primero:
Nuestro compasivo Sumo Sacerdote
Lector:
Heb 5, 1-2; 7
Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los
hombres y está puesto en favor de los hombres en lo que
se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los
pecados; y puede sentir compasión hacia los ignorantes y
extraviados, por estar también él envuelto en flaqueza. Él
(Jesús), habiendo ofrecido en los días de su vida mortal
ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que
podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud
reverente.
Meditación:
Amado Jesús, nuestro compasivo Sumo Sacerdote, Tú
conoces nuestros sufrimientos, nuestras tentaciones y
nuestras debilidades. Tu Sagrado Corazón arde de amor
por nosotros. Tú conoces nuestra sed, porque estas
sediento de nuestro amor. En nombre nuestro, clamaste
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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desde la Cruz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?"
Por eso, compasivo Salvador, compartes con nosotros Tu
gran confianza a la Voluntad del Padre: "pero Dios... no se
apartó de mí, porque me escuchó cuando clamé a Él. Te
ofreceré un sacrificio de alabanza" (Salmo 22).
Tú nos has dicho: "Vengan a mí todos los que se
encuentran agobiados por el trabajo…" por eso Sumo y
Eterno Sacerdote, ¡confiamos en ti!
Lector:
Heb 4, 14-16
Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos
- Jesús, el Hijo de Dios - mantengamos firmes la fe que
profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no
pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado
en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.
Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de
gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para
una ayuda oportuna.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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3. Oraciones Conclusivas:
Guía:
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, siempre vivo para
interceder por nosotros, en Tu sacrificio amoroso está toda
nuestra esperanza de salvación, Tú eres nuestra fuente de
alegría.
Por Tu compasión, derrama tu Espíritu Santo sobre
nosotros, bautizados y partícipes de Tu sacerdocio, para
que a través de Ti, contigo y en Ti, podamos ofrecernos al
Padre como un sacrificio de amor agradable.
Haz surgir en nuestras almas la adoración, la acción de
gracias, la reparación y súplica, para la Mayor Gloria de la
Divina Majestad y la salvación de las almas. Amén
Oh María, Madre de nuestro Sumo y Eterno Sacerdote,
nosotros te alabamos y te damos las gracias por tu
obediencia amorosa en la encarnación y a los pies de la
Cruz.
Obtén para nosotros, tus hijos, la gracia de compartir tu
"Fíat" al pie de la Cruz, tu amor por el Corazón Sacerdotal
de tu Divino Hijo, y tu alegría por nuestra redención.
Ayúdanos a ser uno con tu Hijo Jesucristo en Su sacrificio
ofrecido en cada Misa. Amén.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Segundo:
Sacerdote y Victima
Lector:
Is 53, 5-7
Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por
nuestras culpas. El soportó el castigo que nos trae la paz, y
por sus llagas hemos sido sanados. Todos nosotros como
ovejas erramos, cada uno marchó por su camino, y Yahveh
descargó sobre él la culpa de todos nosotros. Fue
oprimido, y él se humilló y no abrió la boca. Como un
cordero al matadero era llevado, y como oveja que ante los
que la trasquilan está muda, tampoco él abrió la boca.
Meditación:
Querido Jesús, ¿cómo podremos alabarte y agradecerte de
la forma que te mereces? Tú eres al mismo tiempo Sumo
Sacerdote y Víctima. Te ofreces libremente Tú mismo por
nosotros al Padre. Llenos de dolor por nuestros pecados y
agradecidos por Tu misericordia, queremos unirnos a Ti en
la Cruz.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Con el autor de la Carta a los Hebreos, oramos: "Así pues,
salgamos hacia él, donde se ofreció, cargando con su
oprobio." (cfr. Heb 13, 13) Te ofrecemos todas nuestras
alegrías y tristezas, acciones y sufrimientos en unión con Tu
ofrenda expiatoria. Podemos llegar a ser, contigo, ofrenda
de amor.
Lector:
Is 53, 11b-12
Mi Siervo justificará a muchos y las culpas de ellos él
soportará. Por eso le daré su parte entre los grandes y con
poderosos repartirá despojos, ya que indefenso se entregó
a la muerte y con los rebeldes fue contado, cuando él llevó
el pecado de muchos, e intercedió por los rebeldes.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Tercero:
El Cordero de Dios
Lector:
Jn 1, 29-30
En aquel tiempo, Juan Bautista vio venir a Jesús hacia él y
dice: “He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo. Este es por quien yo dije: Detrás de mí viene un
hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía
antes que yo”.
Meditación:
Señor, en el templo judío, se te ofreció corderos en
holocausto. Estos sacrificios prefiguraban al verdadero
Cordero de Dios, que nos redimiría. ¡Qué maravilloso amor!
El Hijo de Dios, la Palabra Eterna, Te has convertido en el
Cordero de Dios para quitar mis pecados ¡Tú me amas y te
entregaste a mí! (Gal 2, 20).
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Lector:
Ap 5, 13-14
Entonces oí que todas las criaturas, del cielo, de la tierra,
de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos,
respondían: “Al que está sentado en el trono y al Cordero,
la alabanza, el honor, la gloria y la potencia por los siglos de
los siglos”. Y los cuatro Vivientes decían: “Amén”; y los
Ancianos se postraron para adorarle.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Cuatro:
El Sacrificio Perfecto
Lector:
Heb 10, 5-7; 14
De esta forma, cuando Jesucristo vino a este mundo, dijo:
“Sacrificio y oblación no quisiste; por eso me has formado
un cuerpo. No te agradaron holocaustos ni sacrificios por el
pecado. Entonces dije: ¡He aquí que vengo –pues de mí
está escrito en el rollo del libro– para hacer, oh Dios, tu
voluntad!”… En efecto, mediante una sola oblación ha
llevado a la perfección para siempre a los santificados.
Meditación:
Jesucristo, nuestro dulce Señor, Te convertiste en el Eterno
y Sumo Sacerdote en la Encarnación, cuando "el Verbo se
hizo carne y habitó entre nosotros". Tu viniste en
obediencia a la voluntad del Padre, y Tu obediencia estuvo
reflejada en Tu madre: "He aquí la esclava del Señor."
Por Tu obediencia hasta la muerte, la rebeldía del pecado
fue expiada, por eso nuestros corazones se volvieron de
nuevo hacia nuestro Padre Celestial.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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¡Cuán poderoso es Tu único sacrificio redentor en la Cruz:
obtener la gracia de cada conversión; la santidad, en cada
acto meritorio y toda perseverancia!
Lector:
Heb 9, 11-14
Pero cuando Cristo se presentó como Sumo Sacerdote…
entró en el santuario de una vez para siempre, no con
sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia
sangre, consiguiendo una redención eterna. Pues si la
sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca
santifica con su aspersión a los pecadores, en orden a la
purificación de la carne, ¡cuánto más la sangre de Cristo,
que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin mancha
a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia
para rendir culto al Dios vivo!
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Quinto:
Adoración en Espíritu y en Verdad
Lector:
Jn 4, 23-24
Jesús dijo: “Pero llega la hora (y ya estamos en ella) en que
los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y
en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le
adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran, deben hacerlo
en espíritu y verdad.”
Meditación:
Redentor nuestro, es propio de nuestra naturaleza humana
la adoración. Pero por el pecado, nuestra humanidad se
apartó de Dios. Por eso Tú, verdadero Dios y verdadero
hombre, viniste a ser un puente entre el cielo y la tierra,
ofreciendo en nuestro nombre un sacrificio de dignidad
infinita. Tu ofrenda se convierte en nuestra adoración.
A través de Ti es que podemos ofrecer actos de adoración,
acción de gracias, reparaciones y súplicas. Contigo
deseamos que toda la humanidad se regocije con la alegría
de esta adoración: “Alaben al Señor, todas las naciones,
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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que festejen todos los pueblos; porque es fuerte su amor
hacia nosotros, Él es fiel para siempre” (Sal 117).
Lector:
Mlq 1, 11
Pues desde la salida del sol hasta su ocaso, grande es mi
Nombre entre las naciones, y en todo lugar ofrecen en mi
Nombre sacrificios de incienso y oblaciones dignas. Pues
grande es mi Nombre entre las naciones, dice el Señor,
Dios de los Ejércitos.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Sexto:
La Santa Misa
Lector:
Mt 23, 26-28
Tomó luego el pan, y, dando gracias, lo partió y se lo dio a
sus discípulos diciendo: “Tomen y coman todos de Él
porque esto es mi cuerpo que será entregado por
ustedes”. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz
y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos,
diciendo: “Tomen y beban todos de él, porque éste es el
cáliz de mi sangre, sangre de la Alianza Nueva y Eterna que
será derramada por ustedes y por muchos para el perdón
de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía”.
Meditación:
Sumo y Eterno Sacerdote, te damos gracias por el don de la
Misa. Este es el tesoro más grande de la creación: ¡El Cielo
sobre la tierra! Aquí estás presente donde nos reunimos en
tu nombre y en tu Palabra, y en el mismo Sacrificio que Tú
ofreciste en la Cruz, y en especial en Tu santísimo Cuerpo y
preciosísima Sangre. Te damos las gracias por darnos los
dones de la Eucaristía y del sacerdocio en la Última Cena.
Tú eres el sacerdote en cada Misa.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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En cada Misa podemos ofrecernos contigo a través de las
manos del sacerdote, para Tu Gloria y la salvación de las
almas.
Lector:
Heb 12, 22-24; 28
Ustedes, en cambio, se han acercado al monte Sión, a la
ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a multitudes de
ángeles, reunión solemne y asamblea de los primogénitos
inscritos en los cielos, y a Dios, Juez Universal, y a los
espíritus de los justos llegados ya a su consumación, y a
Jesús, mediador de una Nueva Alianza, y a la aspersión
purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel.
Por eso, nosotros que recibimos un reino inconmovible,
hemos de mantener la gracia y, mediante ella, ofrecer a
Dios un sacrificio que le sea grato, con religiosa piedad y
reverencia.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Séptimo:
Pueblo Sacerdotal
Lector:
1 Pe 2, 4-5; 9
Acercándose a Jesús, Piedra Viva, desechada por los
hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también
ustedes, como piedras vivas, entran en la construcción de
un edificio espiritual, en un sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales, agradables a Dios por mediación de
Jesucristo. Pero ustedes son linaje elegido, sacerdocio real,
nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas
de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su admirable
luz.
Meditación:
Querido Jesús, gracias por la Iglesia. Gracias por compartir
Tu sacerdocio con nosotros a través del Bautismo y de la
Ordenación. Te pedimos que Llenes a tus sacerdotes
ordenados de tu compasión. Que puedan ofrecer
frecuentemente el Santo Sacrificio con la dignidad que se
merece y así poder inspirar la santidad en los laicos.
A través del servicio de los santos sacerdotes, los laicos
pueden vivir su sacerdocio común de forma plena, en la
participación de la celebración de la Eucaristía en forma
activa y devota.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Otorga ¡Oh Señor! la gracia a todo Bautizado de poder
recibir los sacramentos con fe y amor, que puedan orar,
reparar y hacer obras de caridad, para santificar el mundo,
y para dar el testimonio de una vida santa.
A través de Tu Pueblo Sacerdotal, Tú serás glorificado y
nuestro mundo será transformado.
Lector:
Ap 5, 8-10
Cuando el Cordero tomó el Libro, los cuatro Vivientes y los
veinticuatro Ancianos se postraron delante de él. Tenía
cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes,
que son las oraciones de los santos. Y escuché un cántico
nuevo que decía: “Eres digno de tomar el libro y abrir sus
sellos porque fuiste degollado y con tu sangre compraste
para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y
has hecho de ellos para nuestro Dios un Reino de
Sacerdotes, y reinan sobre la tierra.”
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Octavo:
Vivo para Interceder
Lector:
Heb 7, 17; 24-26
“Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de
Melquisedec.” Por eso Jesús posee un sacerdocio
perpetuo porque permanece para siempre. De ahí que
pueda también salvar perfectamente a los que por él se
acercan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en
su favor. Así es el Sumo Sacerdote que nos convenía:
santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores,
encumbrado por encima de los cielos.
Meditación:
Jesús, nuestro Sumo y Eterno Sacerdote, en la Ascensión
Has entrado al Cielo, a la Divina presencia del Santo de los
Santos, en virtud de Tu Sangre derramada por nosotros, y
de Tus sagradas Llagas.
En todo momento Tú vives para interceder por nosotros.
Tú continúas intercediendo en el mismo Sacrificio hecho
presente en la Misa y en el Tabernáculo, y de manera
especial en las oraciones de los sacerdotes, ofrecidas cada
día por el mundo.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Te alabamos y damos gracias por Tu amor incesante: ¡Oh
maravillosa condescendencia de amor divino para con
nosotros!...
En el pesebre, en la Cruz, en la Gloria Infinita del Padre,
Cristo cuenta con todos los miembros de la Iglesia
presentes ante Él y unidos a Él. (Mystici Corporis 75).
Lector:
Heb 10, 19-23
Por lo tanto, hermanos, ya que la Ley no llevó nada a la
perfección, pues no era más que introducción a una
esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios. Y por
cuanto no fue sin juramento - pues los otros fueron hechos
sacerdotes sin juramento, mientras éste lo fue bajo
juramento por Aquel que le dijo: “Juró el Señor y no se
arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre” - por eso, de
una mejor Alianza resultó fiador Jesús. Además, aquellos
sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía
perdurar.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre) Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Día Noveno:
Co-Redentores
Lector:
Flp 2, 5-8
Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que Cristo:
El cual, siendo de condición divina, no se aferró a la
condición de Dios. Sino que se despojó de sí mismo
tomando condición de siervo haciéndose semejante a los
hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se
humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte
de cruz.
Meditación:
Oh Jesús mío, Sumo y Eterno Sacerdote, movido con
gratitud y amor, deseo fervientemente vivir este Misterio
en mi vida. Deseo tener la misma actitud que había en Ti
cuando te ofreciste al Padre, la adoración, la humildad, la
pureza, el amor. Permíteme compartir Tu sufrimiento ya
que Tú “haces nuevas todas las cosas”.
Espero llenarme de fe, esperanza y amor, y cada Día tener
una actitud sacerdotal, para poder hacer en mi propio
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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cuerpo “lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor
de su Cuerpo, que es la iglesia” (Col 1, 24).
Ayúdame a tomar mi cruz de cada Día y seguirte, para
poder participar en Tu obra redentora de toda la creación.
Lector:
Rom 12, 1-2
Les exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios,
que ofrezcan sus cuerpos como una hostia viva, santa,
agradable a Dios: ese será su culto espiritual. Y no se
acomoden al mundo presente, antes bien transfórmense
mediante la renovación de su mente, de forma que puedan
distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo
agradable, lo perfecto.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre)
Oraciones conclusivas (p. 5)
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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*Nota: Las siguientes oraciones se hacen Solo en el 9no día
para culminar la novena
Gloria
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Letanías de Nuestro Señor Jesucristo, Sacerdote y Víctima
Señor ten piedad Señor ten piedad
Cristo ten piedad Cristo ten piedad
Señor ten piedad Señor ten piedad
Cristo óyenos Cristo óyenos
Cristo escúchanos Cristo escúchanos
Dios, Padre Celestial Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo “
Dios, Espíritu Santo “
Trinidad Santa, un solo Dios “
Jesús, Sacerdote y Víctima “
Jesús, Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec
“
Jesús, Sacerdote que Dios envió a evangelizar a los pobres
“
Jesús, Sacerdote que en la última cena instituiste el sacrificio perenne
“
Jesús, Sacerdote siempre vivo para interceder por nosotros
“
Jesús, Pontífice a quien el Padre ungió con el Espíritu Santo y la virtud
“
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
24
Jesús, Pontífice entresacado de los hombres
Ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice constituido a favor de los hombres
“
Jesús, Pontífice de nuestra confesión “
Jesús, Pontífice más alto que la gloria de Moisés
“
Jesús, Pontífice del verdadero tabernáculo “
Jesús, Pontífice de los bienes futuros “
Jesús, Pontífice santo, inocente y sin pecado
“
Jesús, Pontífice fiel y misericordioso “
Jesús, Pontífice divino y lleno de celo por las almas
“
Jesús, Pontífice de eterna perfección “
Jesús, Pontífice que por tu sangre llegaste a los cielos
“
Jesús, Pontífice que nos enseñaste un camino nuevo
“
Jesús, Pontífice que nos amaste y que lavaste nuestros pecados con tu sangre
“
Jesús, Pontífice que te entregaste a Dios como hostia de oblación
“
Jesús, Hostia de Dios y de los hombres “
Jesús, Hostia santa e inmaculada “
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
25
Jesús, Hostia mansueta
Ten piedad de
nosotros
Jesús, Hostia pacífica “
Jesús, Hostia de propiciación y de alabanza
“
Jesús, Hostia de reconciliación y de paz “
Jesús, Hostia para llegar a Dios con toda confianza
“
Jesús, Hostia viviente para siempre
“
Muéstrate propicio Ten compasión de nosotros, Jesús
Muéstrate propicio
Escúchanos, Jesús
Del temor a la vocación sacerdotal Líbranos, Jesús
Del pecado de sacrilegio “
Del espíritu de lujuria “
De los pensamientos impuros “
Del pecado simoníaco “
De la indigna dispensación del ministerio “
Del amor al mundo y a sus vanidades “
De la indigna celebración de tus Misterios “
Por tu eterno sacerdocio “
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
26
Por la santa unción con la que fuiste consagrado sacerdote por Dios Padre
Líbranos, Jesús
Por tu Espíritu Sacerdotal “
Por el ministerio con el que clarificaste a tu Padre
“
Jesús, por tu sacrificio cruento hecho una vez para siempre
“
Por tu sacrificio renovado cada día en los altares
“
Por aquella tuya potestad, que reviste invisiblemente a tus sacerdotes
“
Para que conserves en la santa religión al universo orbe sacerdotal
Te rogamos, escúchanos
Para que los pastores apacienten tu grey según tu corazón
“
Para que los llenes de tu espíritu sacerdotal
“
Para que los labios sacerdotales proclamen tu ciencia
“
Para que envíes obreros que fielmente cultiven tu mies
“
Para que te dignes multiplicar los dispensadores de tus misterios
“
Para que perseveren siempre en tu voluntad
“
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
27
Para que perseveren en su ministerio con docilidad, sean prontos a donarse y constantes en la oración
Te rogamos, escúchanos
Para que por ellos se promueva el culto al Santísimo Sacramento
“
Para que quienes han sido fieles al ministerio reciban el premio eterno
“
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros.
Jesús, Sacerdote Óyenos
Jesús, Sacerdote Escúchanos
Oremos. Oh Dios, Santificador y Guía de tu Iglesia, suscita en
Ella, mediante tu Espíritu, idóneos y fieles dispensadores de tus
misterios, para que, bajo tu protección, con su ministerio y con
el ejemplo, acompañen a todos los cristianos hacia el camino
de la salvación. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
28
Litaniae Jesus Christi Sacerdotis et Victimae
Kyrie, eleison Kyrie, eleison
Christe, eleison Christe, eleison
Kyrie, eleison Kyrie, eleison
Christe, audi nos Christe, audi nos
Christe, exaudi nos
Christe, exaudi nos
Pater de caelis, Deus Miserere nobis
Fili, Redemptor mundi, Deus Miserere nobis
Spiritus Sancte, Deus Miserere nobis
Sancta Trinitas, unus Deus Miserere nobis
Iesu, Sacerdos et Victima Miserere nobis
Iesu, Sacerdos in aeternum secundum ordinem Melchisedech
Miserere nobis
Iesu, Sacerdos quem misit Deus evangelizare pauperibus
Miserere nobis
Iesu, Sacerdos qui in novissima cena formam sacrificii perennis instituisti
Miserere nobis
Iesu, Sacerdos semper vivens ad interpellandum pro nobis
Miserere nobis
Iesu, Pontifex quem Pater unxit Spiritu Sancto et virtute
Miserere nobis
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
29
Iesu, Pontifex ex hominibus assumpte Miserere nobis
Iesu, Pontifex pro hominibus constitute Miserere nobis
Iesu, Pontifex confessionis nostrae Miserere nobis
Iesu, Pontifex amplioris prae Moysi gloriae Miserere nobis
Iesu, Pontifex tabernaculi veri Miserere nobis
Iesu, Pontifex futurorum bonorum Miserere nobis
Iesu, Pontifex sancte, innocens et impollute Miserere nobis
Iesu, Pontifex fidelis et misericors Miserere nobis
Iesu, Pontifex Dei et animarum zelo succense
Miserere nobis
Iesu, Pontifex in aeternum perfecte Miserere nobis
Iesu, Pontifex qui per proprium sanguinem caelos penetrasti
Miserere nobis
Iesu, Pontifex qui nobis viam novam initiasti Miserere nobis
Iesu, Pontifex qui dilexisti nos et lavisti nos a peccatis in sanguine tuo
Miserere nobis
Iesu, Pontifex qui tradidisti temetipsum Deo oblationem et hostiam
Miserere nobis
Iesu, Hostia Dei et hominum Miserere nobis
Iesu, Hostia sancta et immaculata Miserere nobis
Iesu, Hostia placabilis Miserere nobis
Iesu, Hostia pacifica Miserere nobis
Iesu, Hostia propitiationis et laudis Miserere nobis
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Iesu, Hostia reconciliationis et pacis Miserere nobis
Iesu, Hostia in qua habemus fiduciam et accessum ad Deum
Miserere nobis
Iesu, Hostia vivens in saecula saeculorum
Miserere nobis
Propitius esto! parce nobis, Iesu
Propitius esto!
exaudi nos, Iesu
A temerario in clerum ingressu libera nos, Iesu
A peccato sacrilegii libera nos, Iesu
A spiritu incontinentiae libera nos, Iesu
A turpi quaestu libera nos, Iesu
Ab omni simoniae labe libera nos, Iesu
Ab indigna opum ecclesiasticarum dispensatione
libera nos, Iesu
Ab amore mundi eiusque vanitatum libera nos, Iesu
Ab indigna Mysteriorum tuorum celebratione
libera nos, Iesu
Per aeternum sacerdotium tuum libera nos, Iesu
Per sanctam unctionem, qua a Deo Patre in sacerdotem constitutus es
libera nos, Iesu
Per sacerdotalem spintum tuum libera nos, Iesu
Per ministerium illud, quo Patrem tuum super terram clarificasti
libera nos, Iesu
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Iesu Per cruentam tui ipsius immolationem semel in cruce factam
libera nos, Iesu
Per illud idem sacrificium in altari quotidie renovatum
libera nos, Iesu
Per divinam illam potestatem, quam in sacerdotibus tuis invisibiliter exerces
libera nos, Iesu
Ut universum ordinem sacerdotalem in sancta religione conservare digneris
Te rogamus, audi nos
Ut pastores secundum cor tuum populo tuo providere digneris
Te rogamus, audi nos
Ut illos spiritus sacerdotii tui implere digneris
Te rogamus, audi nos
Ut labia sacerdotum scientiam custodiant Te rogamus, audi nos
Ut in messem tuam operarios fideles mittere digneris
Te rogamus, audi nos
Ut fideles mysteriorum tuorum dispensatores multiplicare digneris
Te rogamus, audi nos
Ut eis perseverantem in tua voluntate famulatum tribuere digneris
Te rogamus, audi nos
Ut eis in ministerio mansuetudinem, in actione sollertiam et in orationem constantia concedere digneris
Te rogamus, audi nos
Ut per eos sanctissimi Sacramenti cultum ubique promovere digneris
Te rogamus, audi nos
Ut qui tibi bene ministraverunt, in gaudium tuum suscipere digneris
Te rogamus, audi nos
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Agnus Dei, qui tollis peccata mundi
parce nobis, Domine
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi exaudi nos, Domine
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi
miserere nobis, Domine
Iesu, Sacerdos audi nos
Iesu, Sacerdos exaudi nos
Oremus
Ecclesiae tuae, Deus, sanctificator et custos, suscita in ea per Spiritum tuum idoneos el fideles sanctorum mysteriorum dispensatores, ut eorum ministerio el exemplo christiana plebs in viam salutis te protegente dirigatur. Per Christum Dominum nostrum. Amen.
Deus, qui ministrantibus et ieiunantibus discipulis segregari iussisti Saulum et Barnabam in opus ad quod assumpseras eos, adesto nunc Ecclesiae tuae oranti, et tu, qui omnium corda nosti, ostende quos elegeris in ministerium. Per Christum Dominum nostrum. Amen.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
33
Oración a Jesucristo, el Sumo Sacerdote
Señor Jesús, compasivo Sumo Sacerdote, te alabamos y
gracias por Tu obediencia al ofrecer Tu vida en el Santo
Sacrificio de la Cruz por nosotros, dando una gloria infinita
a la Divina Majestad y expiar nuestros pecados. Mira
amablemente a todos aquellos que has llamado al
sacerdocio. Envía tu Espíritu Santo para encarnar Tu
corazón sacerdotal de sus propios corazones; que estén
siempre dispuestos a enseñar, guiar y bendecir a Tu Pueblo
en Tu nombre.
En Tu amorosa misericordia, bendice a todos los
bautizados, que comparten Tu sacerdocio real. Permite
que nos unamos cada vez más al Santo sacrificio de la Misa,
ofreciendo nuestros trabajos y oraciones diarias, alegrías y
tristezas como una ofrenda viva verdaderamente
agradable a Dios.
Inmaculado Corazón de María, Madre del Eterno y Sumo
Sacerdote, ruega por nosotros al Sagrado Corazón de tu
Hijo Jesucristo, Crucificado por nuestra Redención. Amén.
Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Novena a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
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Inmaculado Corazón de María,
Madre del Eterno y Sumo Sacerdote,
Ruega por nosotros