Beatriz Fernandez Esteban
Joaquín Giró Miranda
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Grado en Trabajo Social
2014-2015
Título
Director/es
Facultad
Titulación
Departamento
TRABAJO FIN DE GRADO
Curso Académico
Orientación socio-laboral, y no sólo laboral, parapoblación inmigrante
Autor/es
© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2015
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Orientación socio-laboral, y no sólo laboral, para población inmigrante, trabajofin de grado
de Beatriz Fernandez Esteban, dirigido por Joaquín Giró Miranda (publicado por laUniversidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
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TRABAJO DE FIN DE GRADO
ORIENTACIÓN SOCIO-LABORAL, Y NO SÓLO LABORAL,
PARA POBLACIÓN INMIGRANTE
BEATRIZ FERNÁNDEZ ESTEBAN
TUTOR
JOAQUÍN GIRÓ MIRANDA
FIRMADO
GRADO EN TRABAJO SOCIAL
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
UNIVERSIDAD DE LA RIOJA
AÑO ACADÉMICO 2014-2015
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INDICE DE CONTENIDOS:
Nº de página - Índice de contenidos p.3
- Resumen - Abstract p.4
1. Introducción – Estado de la cuestión p.5
2. Marco teórico p.7
3. Objetivos y Metodología p.17
Los programas de orientación sociolaboral p.19
4. Resultados p.25
5. Conclusiones p.33
6. Bibliografía p.37
7. Abreviaturas p.41
8. Anexos p.43
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RESUMEN:
En este trabajo se analizarán las dificultades añadidas con las que se encuentra un
trabajador inmigrante para acceder a un empleo y se intentarán plasmar las carencias de
los programas de orientación sociolaboral dirigidos a la población inmigrante que reside
en España. Se valorará la importancia de hacer un buen diagnóstico teniendo en cuenta
la situación social previa de usuario, para plantear un itinerario de inserción con mejores
perspectivas de éxito.
PALABRAS CLAVE: inmigración, orientación, empleo, formación.
ABSTRACT:
In this paper the added difficulties which a migrant worker is to enter employment will
be analyzed, and the lacks, observed in the programs of professional and social
guidance aimed at immigrant people in Spain, will try to capture. To make a good
diagnosis importance will be valorized taking into account the user previous social
situation, to present a social and occupational way with the best success prospects.
KEY WORDS: immigration, professional guidance, employment, training.
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INTRODUCCIÓN – ESTADO DE LA CUESTIÓN
Abordando diferentes aspectos relacionados con la inmigración y el mercado
laboral, pretendemos desarrollar la importancia de los programas de orientación
sociolaboral dirigidos a la población inmigrante como recurso de integración, además
de señalar algunos aspectos verdaderamente importantes para conseguir una inserción
laboral plena, como puede ser el acceso a la formación en igualdad de condiciones que
los españoles.
Los motivos por los que una persona decide emigrar a otro país pueden ser muy
diversos. Cualquiera de ellos implicará también para esa persona, así como para su
familia o núcleo social cercano un cambio económico, social y cultural entre otros.
No fue hasta el año 2000 cuando España vivió el verdadero boom de la inmigración.
Entre finales de los noventa y principios del nuevo siglo se vivió un incremento
realmente reseñable. Según los datos del padrón municipal analizados por el Instituto
Nacional de Estadística (INE), la población inmigrante en 1996, pasó de 542.314 a casi
duplicarse en el año 2000, y seguir creciendo el número exponencialmente hasta llegar a
los 5.747.734 diez años después. A partir de ese momento ha empezado a percibirse un
descenso no tan acusado como el crecimiento anterior (ver gráfico1.).
Según el análisis realizado por el Servicio Público de Empleo Estatal - SEPE (2014) los
datos confirman el aumento de las salidas de extranjeros y la disminución del número
de inmigrantes nuevos que llegan al país, así como el crecimiento de personas
nacionalizadas españolas. Este fenómeno, se está incrementando en mayor medida
desde el 2010, ya que, teniendo en cuenta los requisitos para la concesión de la
nacionalidad, un gran número de extranjeros que regularizaron su situación entre 1998 y
el año 2010, podían a partir de los diez años de residencia legal y continuada en España
ejercer el derecho a solicitar la nacionalidad española por residencia1.
1 Tendrán que cumplir este requisito general, los que no sean nacionales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o personas de origen sefardí, que pueden solicitarla a los dos años; o los que hayan obtenido la condición de refugiado, que pueden solicitarla a los cinco años; además de otras opciones de solicitud de nacionalidad por residencia, a partir de un año.
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Tras el incremento que se produjo a principios de este siglo, multitud de autores, medios
de prensa e incluso partidos políticos en sus programas electorales escribieron sobre el
fenómeno de la inmigración, y lo que este iba a suponer en el ámbito de la integración
tanto social como laboral de aquella población que estaba llegando hasta este país
(Gómez, 2004).
Sin embargo, una vez finalizada la regularización del 2005 no es fácil encontrar autores
que hayan seguido estudiando esta cuestión con la misma intensidad. Si bien como dato
reseñable se puede mencionar que en este mismo año el INE presentaba por primera vez
los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) sobre población extranjera, según
los cuales el crecimiento de población extranjera empieza a notarse a partir del año
2000, teniendo su incremento más notable en el 2002, “registrándose casi medio millón
más de extranjeros en edad de trabajar en cada uno de los dos años siguientes”
(Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (MTAS), 2005:56).
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2. MARCO TEÓRICO: LA ORIENTACIÓN SOCIOLABORAL EN ESPAÑA.
La inmigración por motivos económicos es la que nos interesa en este trabajo,
teniendo en cuenta que el grueso de la población inmigrante que se ha establecido en
España en los últimos diez años, ha llegado hasta aquí por este motivo.
Según datos de la EPA, desde el año 2000 en el que se concedieron 292.120
autorizaciones de residencia, se ha vivido un incremento muy notable de autorizaciones
aprobadas, llegando hasta las 790.205 concedidas en el año 2008; si bien a partir de ese
momento, y como consecuencia del cambio producido en el mercado de trabajo a nivel
nacional, las autorizaciones de trabajo concedidas a población inmigrante han ido
descendiendo, bajando hasta las 234.707 concedidas en 2012 (ver gráfico 2.)
Aunque para entender estos datos, es preciso conocer primero las diferentes vías de
acceso a una autorización de residencia, o residencia y trabajo en España. Existen dos
regímenes de extranjería bien diferenciados que determinarán los procedimientos
administrativos a seguir para conseguir las correspondientes autorizaciones de
residencia:
- El régimen general de extranjería, regulado según la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de
enero sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración
social (en adelante LOEX), el Reglamento de desarrollo de la LO 4/2000 aprobado
por RD 557/2011, de 20 de abril y la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a
los emprendedores y su internalización.
- El régimen comunitario, regulado por el Real Decreto 240/2007 de 16 de febrero,
sobre entrada, libre circulación y residencia en España de ciudadanos de los Estados
miembros de la Unión Europea y de otros Estados parte en el Acuerdo sobre el
Espacio Económico Europeo.
Según estos procedimientos, existen multitud de vías de acceso a la residencia en
España, no por ello fáciles de conseguir. La cuestión es que desde el año 2000 se ha ido
produciendo un incremento muy considerable de las autorizaciones de residencia y
trabajo que nos muestra claramente la intención principalmente económica de de los
inmigrantes a la hora de decidir su entrada en España.
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Dentro de los niveles de integración que un estado busca para las personas inmigrantes
que llegan, debería estar el de la “utilidad social” que conlleva la posibilidad de
desplegar las habilidades propias en la sociedad de destino, de poder desempeñar un
oficio remunerado, de tener derecho a los derechos sociales y económicos derivados de
la prestación laboral que realiza (Gómez, 2004:27).
Otro aspecto a tener en cuenta es ver la inmigración no solo como motor económico
sino como cuestión social, ya que aunque en principio se inició para cubrir las
necesidades laborales tanto del punto de vista del estado como demandante de
trabajadores, como de los propios extranjeros que acudían a esa llamada ofreciendo su
mano de obra, finalmente se ha convertido en un proceso familiar y permanente.
Familiar, dado que el grueso de las personas que han ido llegando a España o bien han
reagrupado a sus familiares o han formado su familia aquí, o bien mantienen a su
familia gracias a las remesas de dinero que envían a sus países de origen. Y permanente,
porque han mantenido su residencia en España, e incluso han optado por solicitar la
nacionalidad española porque quieren ser ciudadanos de pleno derecho (Torres, 2011)
Una de las herramientas que se fueron desarrollando a raíz de este momento para
facilitar la integración sociolaboral de los inmigrantes fue la adaptación de los
programas de orientación que ya existían para la población en general, con la finalidad
de proporcionar a estas personas que llegaban al país los recursos necesarios para
conseguir una buena integración (Villanueva, 2013).
El mercado de trabajo en los últimos diez años ha sido realmente cambiante, eso ha
provocado que los movimientos migratorios también hayan evolucionado con él.
Basándonos en el Análisis del Mercado de Trabajo realizado por el Ministerio de
Empleo y Seguridad Social - MEYSS (2014), y en el Informe Estatal del Mercado de
Trabajo de los Extranjeros presentado por el SEPE (2014), y centrándonos en los datos
analizados en los últimos diez años para abarcar los años de bonanza económica, la
llegada de la crisis y la actualidad, hay que reseñar que la población inmigrante se ha
visto claramente perjudicada.
En los años de crecimiento económico correspondientes con las llegadas más
importantes de inmigrantes trabajadores (que a su vez darían lugar a las
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regularizaciones), se promulgaron la LOEX del 2000 y su Reglamento de 2005, que han
resultado ser las más significativas en la historia de la legislación de extranjería en
España. Los inmigrantes tuvieron que asumir los puestos de trabajo más penosos, con
condiciones de trabajo en muchos casos de explotación laboral, empleándose en los
sectores más duros, peor cualificados y de bajos salarios.
“El colectivo inmigrante suele verse obligado a incorporarse al mundo laboral a través
de los escalones más bajos, y no tanto para beneficio propio como para el de las
personas que les emplean. Eso ocurre porque estas personas se enfrentan a una serie
de limitaciones que no afectan a la población autóctona. Entre ellas: Dificultades para
el acceso a las autorizaciones correspondientes de trabajo; Limitación temporal,
sectorial y territorial de los permisos de trabajo: se otorgan por tiempo limitado y para
una actividad determinada (dependiendo del contrato) dentro de la Comunidad
Autónoma en la que se solicitan; Dificultades para homologar las titulaciones
académicas y profesionales obtenidas en origen; Desconocimiento del mercado laboral
autóctono” (Gobierno Vasco, 2012:42)
Con la llega de la crisis a partir del 2008 fueron los primeros en verse afectados,
convirtiéndose en parados de larga duración y viéndose obligados a recurrir a ayudas
sociales y de beneficencia en muchos casos, para poder cubrir sus necesidades y las de
su familia. De esta forma el hecho de tener residencia permanente o de larga duración o
incluso nacionalidad española no les ha ayudado en algún modo, si acaso estos últimos
se han planteado o han iniciado un nuevo proceso migratorio, poniendo la vista en
Europa. Han sido los residentes temporales los peor parados con la crisis, puesto que
uno de los requisitos fundamentales para mantener su documentación es acreditar unos
mínimos de actividad laboral, por tanto muchas personas han perdido su
documentación, afectándoles esto legal, económica y socialmente (Torres, 2011)
El número de parados considerados de larga duración asciende, a 31 de diciembre de
2013 a 194.914, siendo el 35,07% del total de parados extranjeros, porcentaje más
elevado que el registrado en 2012, momento en el que era de 32,74%. El 50,95% de los
mismos se encuadra en el sector servicios (SEPE, 2014: 11)
En la actualidad siguen siendo los principales perjudicados a causa del mal
funcionamiento de la administración, que bien no ha exigido o no ha sabido ofrecerles
los recursos necesarios para que pudieran convertirse en ciudadanos de pleno derecho.
En este sentido, todos aquellos que después de más de diez años residiendo y trabajando
10
en España han podido acceder a la nacionalidad española siguen viviendo los efectos de
la discriminación. Los rumores que la sociedad española sigue creyendo sobre la
población de origen inmigrante, no hacen sino dificultar que haya una integración real
(Torres, 2011; Gobierno Vasco, 2012)
Si bien se está avanzando desde las administraciones con proyectos que promueven la
convivencia y la interculturalidad, que afecta, cómo no, al mundo del trabajo, como por
ejemplo con la elaboración e implementación de los Planes Estratégicos de Ciudadanía
e Integración 2007/2010 y 2011/2014, los cuales introducen la importancia de trabajar
para conseguir la integración en ambos sentidos, de la población autóctona a la
inmigrante y viceversa.
La inmigración ha favorecido el crecimiento económico contribuyendo al aumento del
Producto Interior Bruto e influyendo positivamente en la productividad, la tasa de
empleo y la demografía. La llegada de mujeres inmigrantes a nuestro país ha permitido
que la mujer española se haya podido incorporar al mercado de trabajo dejando sus
funciones tradicionales de cuidadora, gracias a la entrada de estas en el sector laboral
del hogar (Fondo Social Europeo (FSE), 2007). Si bien esto empezó a suceder antes de
la crisis, con ella se está sufriendo una involución respecto a lo que este sector
económico estaba demandando. De nuevo las mujeres españolas que han perdido sus
puestos de trabajo vuelven a ejercer el papel tradicional de cuidadoras, dejando fuera,
así mismo, a las mujeres inmigrantes que estaban realizando esta actividad laboral.
“La ocupación, por otra parte, se concentra mayoritariamente en el sector servicios,
destacando especialmente el aumento en la construcción y el incremento de
trabajadores/as asalariados/as, aunque el ritmo de creación de empresas ha sido
constante, con leves reducciones en el número de personas autónomas y miembros de
cooperativas” (FSE, 2007:9)
Antes del momento más crítico de la crisis económica se valoraba la entrada de
trabajadores inmigrantes en el sector de la construcción, aunque el sector servicios era
el más predominante.
“Tres son las actividades económicas en las que se contratan en mayor número al
colectivo extranjero: Agricultura, ganadería, caza y actividades de los servicios
relacionados con las mismas (22,70%), Actividades relacionadas con el empleo
11
(20,38%), Servicios de comidas y bebidas (13%) y Actividades de los hogares como
empleadores de personal doméstico (5,41%)”(SEPE, 2014:11)
En la actualidad los inmigrantes permanecen en el sector servicios, incluyendo la
atención y el cuidado a las personas. Gracias a la llegada de población inmigrante la
pirámide poblacional ha crecido de forma positiva, pues los ciudadanos inmigrantes
poseen en general un índice de natalidad bastante superior al de los españoles (INE,
2013)
Uno de los niveles que los inmigrantes han de alcanzar para conseguir una plena
integración de modo que los poderes públicos consigan la utilidad social, responde a
dos cosas: la primera “la implementación de un más ágil sistema de convalidación de
títulos académicos” y la segunda “la posibilidad de acceso por parte de los inmigrantes
a cursos de formación en igualdad de condiciones que los españoles” (Gómez,
2004:27)
Diez años después los trámites para que las personas inmigrantes puedan conseguir
homologar sus estudios siguen siendo igual de complicados, y estas dificultades
meramente burocráticas son las que provocan que no puedan acceder a la formación en
igualdad de condiciones.
“Las personas inmigrantes no precarizan los sectores laborales donde se insertan; esos
sectores ya eran precarios antes de que se incorporasen ellos. De hecho, es esa
precariedad la que favorece el aumento de trabajadores inmigrantes en esos nichos
laborales, pues muchas veces estos no pueden competir con la población autóctona en
otros ámbitos debido a múltiples factores: situación irregular, restricciones asociadas
al tipo de autorización, cualificaciones inadecuadas o no homologadas, dificultades
administrativas con la habilitación de permisos de conducir obtenidos en origen,
barreras idiomáticas, etc. En la mayoría de las ocasiones, las personas inmigrantes se
ven abocadas a situarse y ser los últimos de la fila en el mercado laboral” (Gobierno
Vasco, 2012:45)
Una vez objetivado el momento actual con respecto al mercado de trabajo y habiendo
apreciado que los inmigrantes han sido los más afectados por la crisis económica,
hemos observado que se encuentran en una situación de desventaja, porque además de
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cumplir los requisitos de tipo legal que tienen que acreditar para residir y trabajar en
España, tienen que acreditar ciertos requisitos formativos.
“El perfil del contratado extranjero responde en un 62,56% a un hombre, que a su vez,
en un porcentaje del 70,92% pertenece a la Agrupación No Unión Europea. Con
diferencia son mayoritarios los trabajadores que tienen entre 25 y 45 años, son el
73,46% del total. Estos trabajadores presentan un nivel formativo de Sin Estudios o no
acreditados y ESO sin titulación de porcentajes más elevados, siendo originarios de
Rumania, que es el país que más nacionales aporta (17,87%) junto con Marruecos
(17,80%), Ecuador (7,89%) y Colombia (4,30%)” (SEPE, 2014:10)
Según el último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (2014) sobre
Actitudes hacia la Inmigración, donde las personas encuestadas ostentaban la
nacionalidad española en un 95.9% de los casos y la doble nacionalidad en el 4.1%
restante, los encuestados puntuaron por encima del cinco (en valores donde el 0 es
“nada importante”, y el 10 es “muy importante”), en un 79% de los casos a la pregunta
sobre la importancia que dan a “Que tengan un buen nivel educativo”. En los mismos
términos, un 76.6% puntuaron por encima del cinco respecto a la cuestión “Que hable
castellano o la lengua oficial de esta comunidad autónoma”, y también que un 85.4%
puntuó en la misma medida ante la pregunta “Que tenga una cualificación laboral de
las que España necesita”.
La preocupación de la población española era lo suficientemente elevada como para que
se tomen medidas para facilitar que los inmigrantes puedan acceder a cualquiera de
estas tres cuestiones: mejorar su nivel de lenguas oficiales españolas, mejorar su nivel
educativo y por último facilitar el acceso a las cualificaciones de tipo laboral.
Un elevado porcentaje de inmigrantes no cumple uno, alguno o ninguno de estos
aspectos. En relación al conocimiento de las lenguas oficiales la oferta formativa oficial
no es suficiente de acuerdo a la demanda existente en la actualidad, que se ha visto
incrementada porque los propios inmigrantes están reconociendo la necesidad de
mejorar sus niveles de idioma para poder acceder a un mejor empleo. Respecto al nivel
educativo, las dificultades para cumplir con los requisitos de los procesos de
homologación han provocado que haya un desfase entre la formación real que los
inmigrantes tienen conseguida en sus países de origen, y la que pueden acreditar.
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Según el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 22.2 que regula el sistema de
cualificación profesional: “Se entenderá por grupo profesional el que agrupe
unitariamente las aptitudes profesionales, titulaciones y contenido general de la
prestación, y podrá incluir distintas tareas, funciones, especialidades profesionales o
responsabilidades asignadas al trabajador” (Boletín Oficial del Estado, 2014). Por lo
tanto, para acceder a un puesto de trabajo con una categoría laboral determinada puede
ser necesario poseer el título o acreditación profesional que reconozca que una persona
posee las competencias necesarias para ejercer las tareas o funciones inherentes a dicho
puesto.
Se da la particularidad en el caso de la población inmigrante, que aunque dispongan del
título requerido en sus países de origen, una vez llegan a España necesitan convalidar u
homologar dicha titulación para poder acreditar sus conocimientos y a su vez poder
optar a un puesto de trabajo de la categoría laboral correspondiente.
Bien sea por la dificultad del proceso para conseguir esto, bien por el desconocimiento,
o por la imposibilidad de algunas personas de poder acceder a la documentación que les
es requerida para continuar con dicho trámite, provoca que gran parte de los inmigrantes
que se inscriben en los servicios públicos de demanda de empleo, lo hagan en la
categoría de sin estudios. El nivel de cualificación de los parados extranjeros, es menor
que del conjunto de parados, sin embargo debe tenerse en cuenta las dificultades con
las que puede encontrarse este colectivo a la hora de homologar sus titulaciones en el
sistema educativo (SEPE, 2014:48)
Este fallo del sistema ha favorecido el prejuicio acerca de que los inmigrantes ostentan
un bajo nivel educativo relacionándolo además con un bajo nivel económico, cultural y
social. Asumiendo este supuesto bajo nivel educativo y tomándolo como argumento
suficiente para justificar que es precisamente su baja cualificación profesional, así como
el bajo o nulo conocimiento del idioma oficial, lo que les conduce a emplearse en
sectores laborales dónde no se requiere un nivel de cualificación profesional inicial
(Giró & Fernández, 2004).
Todo ello les conduce a demandar orientación socio-laboral, la cual entendemos como
aquella orientación que un técnico preparado ofrece a un usuario, para de forma
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conjunta atender sus necesidades de tipo social y laboral. La Fundación Tomillo después
de realizar un intensivo trabajo de investigación definen la orientación sociolaboral
como un proceso de ayuda y acompañamiento en el desarrollo de competencias
personales, sociales y laborales que sitúen a la persona en una posición favorable ante
el empleo y posibiliten el acceso y mantenimiento de un puesto de trabajo” (Ceniceros
& Oteo, 2003:67)
A partir de 1977 se crean en España los Servicios de orientación educativa y vocacional
que constituyeron el punto de partida de lo que hoy en día conocemos como orientación
laboral o profesional y, que ha desembocado en la creación de servicios de orientación
que van desde el ámbito educativo en Institutos de Educación Secundaria y
Universidades, al ámbito estrictamente laboral con programas dirigidos a nivel local o
de Comunidades Autónomas (CCAA), bien sean intentando dar una cobertura general, o
bien dirigidos a colectivos de población específicos (Cobos, 2012).
Es a partir de los años noventa cuando en relación a la crisis económica de aquel
momento se alcanzaron elevados niveles de desempleo que hicieron reaccionar al
gobierno poniendo en marcha el Plan de Servicios Integrados Para el Empleo a través
del Instituto Nacional de Empleo. Este plan apostaba por la orientación como técnica
para ayudar a resolver la situación de desempleo. Se impulsaron los análisis del
mercado de trabajo y la puesta en marcha de los procesos de ocupabilidad como
instrumentos para mejorar las capacidades de las personas desempleadas de acuerdo a
las necesidades concretas del mercado de trabajo en cada momento (Villanueva, 2013)
En cuanto a lo social es fundamental el papel que tienen los gobiernos a la hora de ir
adaptando los servicios sociales a las necesidades que vaya planteando la población.
Conseguir articular una red de servicios sociales públicos eficiente y efectiva que
permita a los ciudadanos españoles e inmigrantes, tanto de forma regular o irregular, un
acceso completo a los servicios que cubren derechos básicos, permitiría que la
integración llegara a ser una cuestión más factible y no tan utópica (Agrela, 2004)
La profesión del orientador laboral o sociolaboral, se ha ido forjando de acuerdo a las
necesidades que han ido apareciendo, sin ser una profesión que se pueda estudiar como
tal. Según la orden que lo regula (Orden de 20 de enero de 1998), tiende a estar ejercida
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por profesionales provenientes de otras ciencias humanas y sociales (psicólogos,
pedagogos, psicopedagogos, sociólogos, trabajadores sociales, educadores sociales,
abogados, etc.). Debe entenderse como un proceso de intervención a lo largo de la vida,
donde los usuarios puedan encontrar la información y el asesoramiento que necesiten
para utilizar los recursos disponibles en el ámbito social y laboral del modo que más les
beneficie (Blancas & Jurado, 2011)
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17
3. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
El objetivo general de este trabajo consiste en conocer y analizar desde dentro como
es el funcionamiento de los programas de orientación sociolaboral dirigidos a la
población inmigrante, uno de los colectivos que en España y Europa se consideran de
especial vulnerabilidad, a raíz de los Programas operativos de lucha contra la
discriminación (POLCD) que el FSE pone en marcha desde el año 2000.
Y como objetivos específicos pretendemos a) valorar los recursos existentes que
favorecen la integración de los inmigrantes desde la educación y hacia el empleo, b)
definir la importancia de un buen diagnóstico de la situación sociolaboral inicial,
aclarando que no se trata de atender a un elevado número de personas, sino de prestar
una atención de calidad; c) analizar las dificultades del orientador para plantear un buen
itinerario individualizado de inserción sociolaboral.
La metodología utilizada es de carácter mixto, pues si bien de una parte se han utilizado
fuentes secundarias para conocer cuanto rodea los programas de orientación
sociolaboral, de otra, se ha utilizado la observación participante, que como trabajadora
social y orientadora desde el año 2010 en el programa2 Centros de Información y
Asesoramiento Sociolaboral para Inmigrantes (CIASI) de la Unión General de
Trabajadores (UGT) de La Rioja, ha permitido el conocimiento exhaustivo sobre el
funcionamiento y las necesidades sociolaborales de la población inmigrante de La
Rioja.
UGT La Rioja puso en marcha el CIASI en el año 2006 rigiéndose por los objetivos
marcados por el FSE en el POLCD. El programa pretende favorecer y facilitar la
inserción laboral de la población inmigrante a través del desarrollo de itinerarios
integrados e individualizados. Paralelamente se realiza un acompañamiento a los
usuarios en todas las necesidades de tipo social, legal, etc., que estos puedan plantear.
2 Programa que está subvencionado en la actualidad por el Ministerio de Empleo y Seguridad social y cofinanciado por el Fondo Social Europeo.
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El objetivo general del CIASI es proporcionar a sus usuarios los conocimientos y
medios suficientes para que sean capaces de desenvolverse con total satisfacción tanto
en su vida social y personal, como en la laboral. Consiste en un conjunto de acciones
que pretenden conseguir la inserción social y laboral de los extranjeros usuarios del
mismo, a través de itinerarios individualizados y adaptados a las características
personales y sociales de cada uno de ellos, reforzando sus capacidades, actitudes,
aptitudes y habilidades y entrenando aquellas en las que se detecte cierta carencia.
Las personas beneficiarias del programa habrán de ser inmigrantes que presenten un
alto grado de vulnerabilidad social, que se encuentren en situación regular con
autorización de residencia y/o trabajo en España. No en vano, al ser un servicio abierto
al público se atienden consultas de todo tipo y se trabaja derivando a los servicios
correspondientes para cada fin, bien sean públicos o privados.
Sin embargo, para que la orientación sociolaboral sea efectiva, es necesario manejar un
gran volumen de información que va desde el conocimiento de todos los recursos de la
administración y de entidades privadas del ámbito social y laboral, hasta el manejo de
las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) y, por último, el
dominio de la legislación de extranjería. Y desde estas premisas se ha realizado el
trabajo de campo desde el que se ha materializado el presente estudio.
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LOS PROGRAMAS DE ORIENTACION SOCIO-LABORAL
Los Servicios Públicos de Empleo (SPE) son quienes ofrecen acciones de
orientación profesional dirigidas a jóvenes y adultos que se encuentran en situación de
desempleo. Sin embargo, cuando el volumen de personas que demandan este tipo de
atención es elevado, estos servicios de orientación se complementan subvencionando a
entidades e instituciones sin ánimo de lucro. Concretamente los SPE reciben del SEPE
los fondos3 acordados por la conferencia sectorial de empleo y asuntos laborales, a fin
de desarrollar estas acciones de acuerdo con la normativa básica estatal y sus
convocatorias correspondientes descritas en el Plan Anual de Políticas de Empleo,
puesto en marcha como tal en 2012. La orientación es el primero de seis ejes
estratégicos, que determinan la actuación y puesta en marcha del citado plan a nivel
nacional y autonómico.
Este eje estará integrado por diferentes programas y servicios “que contemplan, como
objetivos estructurales, la implantación de servicios de Información sobre el mercado
de trabajo; los diagnósticos individualizados; la gestión de itinerarios individuales
personalizados; la cobertura de ofertas de empleo y el establecimiento de relaciones
con empresas y con otros agentes del mercado de trabajo” (MEYSS, 2015)
Según Blancas y Jurado (2011: 286), “el objeto último de la orientación laboral es la
mejora de la empleabilidad de las personas, entendida esta como la conjunción de dos
variables la disponibilidad y la ocupabilidad”. La disponibilidad entendida como la
predisposición del usuario a buscar trabajo y a resolver sus necesidades de tipo social y
laboral, poniendo todo de su parte para conseguir cumplir los objetivos marcados en su
itinerario de inserción laboral individualizado. Y la ocupabilidad o empleabilidad, en
relación al porcentaje real de opciones que una persona desempleada tiene de conseguir
un trabajo estable, teniendo en cuenta todos los aspectos personales y ajenos que pueden
influirle (Ceniceros & Oteo, 2003; Blancas & Jurado, 2011)
3 La última modificación es la Resolución de 22 de abril de 2015, del Servicio Público de Empleo Estatal, por la que se actualizan para el año 2015 las cuantías máximas constitutivas del importe de las subvenciones para la realización de acciones de orientación profesional para el empleo y asistencia para el autoempleo, a entidades colaboradoras sin ánimo de lucro (BOE Nº 107, del 5 mayo 2015)
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Centrándonos en la orientación profesional o laboral dirigida a población inmigrante,
puede verse influida por multitud de agentes sociales, del ámbito familiar, de la
comunidad con la que se identifique a nivel cultural o religioso, de los agentes externos
como mediadores interculturales y traductores informales y, por supuesto, los propios
orientadores. En este sentido, es fundamental conocer cuál es el proyecto personal
inicial del inmigrante para poder marcar los pasos a seguir en un itinerario de
orientación e inserción sociolaboral y cómo el proyecto vital de una persona puede
verse condicionado por su situación socio-económica en cada fase de su vida (Cobos &
Planas, 2012)
“La orientación profesional resulta fundamental para ayudar a la persona a clarificar
sus posibilidades y opciones profesionales que se plasmarán en su proyecto vital y
profesional” (Gutiérrez-Crespo, 2012:79)
Los servicios sociales de base municipales que abarcan una atención generalizada,
aunque no sean los receptores de las consultas, se encargan de derivar a los inmigrantes
a recursos especializados, bien sean públicos o privados, puesto que las entidades sin
ánimo de lucro son las que prestan la atención social y, aunque los recortes económicos
también les han afectado, mantienen estructuras de solidaridad y apoyo mutuo que
facilitan que puedan mantener activa su labor social (Gutiérrez, 2013)
La red básica de servicios sociales ofrece una red de protección social a los ciudadanos
“cuyo objetivo es la satisfacción de las necesidades de convivencia, de integración y de
promoción de los individuos, las familias, los grupos y las comunidades. Los servicios
de esta red se prestan, en ocasiones, directamente a través del municipio. En otras,
dichos servicios se ofrecen de manera conjunta, bien a través de agrupaciones, o bien a
través de mancomunidades” (Gobierno de La Rioja, 2015). Se organizan los servicios
por colectivos de atención, si bien las actuaciones o el acceso a los mismos puede
producirse de forma interconectada puesto que un usuario puede pertenecer a uno o
varios de esos grupos que tienden a definirse atendiendo al grado de vulnerabilidad
social que presenten los beneficiarios potenciales de los mismos: infancia, familia,
mujer, dependencia, inmigración, exclusión social, personas mayores y personas con
discapacidad. Y, a su vez, se elaboran planes integrales para regular las actuaciones
dirigidas a cada uno de estos colectivos.
21
“Las personas inmigrantes que han venido a España lo han hecho, principalmente, por
las posibilidades de encontrar trabajo, por la pobreza y las dificultades para llevar una
vida digna en su país de origen, y en tercer lugar, por las relaciones con familiares y
amigos que ya residen en España. Una vez en España lao Servicios Sociales son
fundamentales para sentirse bien tratados, aun cuando tengan serias dificultades en el
ámbito laboral”. (Gutiérrez, 2013:205)
Los programas de orientación socio-laboral dirigidos a población inmigrante son
programas que aglutinan la orientación de tipo laboral y social, desde las consultas de
tipo legal en relación a los trámites de extranjería, a las de tipo educativo, al
conocimiento de la lengua castellana y la homologación de títulos, las culturales
trabajando la adaptación a las costumbres locales y, por último, las estrictamente
laborales informando y asesorando en el conocimiento y el manejo de los recursos
existentes y herramientas necesarias que se deben manejar para llegar a una inserción
laboral exitosa.
Se han regulado a partir de los POLCD que se pusieron en marcha en España en 2000.
En la actualidad se sigue trabajando con el POLCD 2007-2013. Este programa establece
a las ONGs como entidades de preferencia con las que el gobierno va a colaborar para
poner en marcha programas de fomento de acceso al empleo para personas en situación
o en riesgo de exclusión social. Más concretamente, en el momento de firmar este
acuerdo en 2007, fueron Cruz Roja Española, Caritas Española y Fundación
Secretariado Gitano, las entidades elegidas como organismos intermedios privados para
trabajar la puesta en marcha de medidas que favorezcan la inserción laboral e
integración social de los inmigrantes, a través de la coordinación de la Dirección
general de integración de los inmigrantes, del entonces MTAS, aunque posteriormente
se han ido incorporando multitud de entidades y asociaciones sin ánimo de lucro que
desarrollan sus proyectos de ámbito nacional o regional. En la actualidad es el MEYSS,
a través de su dirección general, quien coordina la concesión de subvenciones y controla
la ejecución de los programas dentro los objetivos que se están planteando por la
Comisión Europea en la estrategia Europa 2020.
Todos estos proyectos que están en funcionamiento, actúan según la estrategia del FSE
en España, y uno de sus tres objetivos estratégicos es “Atraer a más personas al
22
mercado laboral, haciendo del trabajo una opción real para todos, fomentando la
empleabilidad, la inclusión social y la igualdad entre hombres y mujeres, impulsando,
especialmente, la integración socio laboral de las personas jóvenes, paradas de larga
duración, inmigrantes, con discapacidad y en riesgo de exclusión del mercado de
trabajo”(FSE, 2007:4). Concretamente hay que tener en cuenta el objetivo general de
este POLCD, que es “combatir la discriminación de género y la discriminación de
determinados colectivos en situación o en riesgo de exclusión y promover la
integración social y laboral de estas personas” (FSE, 2007:41), y para conseguirlo se
han establecido objetivos específicos, en función de las necesidades de cada región (ver
cuadro 1.). Principalmente, hay que poner la atención en los del Eje 2 que influyen a las
regiones de convergencia y competitividad y empleo, dirigidos “al fomento de la
empleabilidad, la inclusión social y la igualdad entre hombres y mujeres: Favorecer la
integración social y laboral de las personas inmigrantes y personas con protección
internacional” (FSE, 2007:41). Todo esto procede del Marco Estratégico Nacional de
Referencia, que establece como tema prioritario en el punto 4 del IV Plan Nacional para
la Inclusión Social “Apoyar la integración social de personas inmigrantes” en
concordancia con lo establecido en el anexo II del Reglamento (CE) 1828/2006 de la
Comisión “Mejora del acceso al empleo y la conservación del puesto de trabajo” que
establece en su actuación 70, que se tomarán “medidas concretas para incrementar la
participación de las personas inmigrantes en el mundo laboral, reforzando así su
integración social” (FSE, 2007:44)
El desarrollo de estas medidas queda enmarcado en el Eje 2, como uno de los ejes
prioritarios de los objetivos específicos del POLCD, según el cual, se establecerán
medidas para “Favorecer la integración social y laboral de las personas inmigrantes y
personas con protección internacional, principalmente a través de las siguientes
actividades: Desarrollo de itinerarios integrados individualizados de inserción socio
laboral adaptados a las necesidades y características de las personas destinatarias y
atendiendo a su situación personal, familiar y sociolaboral, incluyendo acciones de:
orientación, formación lingüística, alfabetización, formación, diversificación
profesional, medidas de acompañamiento y, en su caso, de atención social” (FSE, 2007:
52)
23
En general, todos los proyectos de orientación sociolaboral siguen unas pautas muy
similares, véase como ejemplo el que estableció Cruz Roja (2002) como entidad
representativa en el trabajo con colectivos de riesgo, y pionera en la intervención en el
la orientación sociolaboral con inmigrantes (ver cuadro 2.). Las diferencias
fundamentales radican en la gama de servicios que se ofrecen, que van desde la acogida
y primera orientación hasta la inserción laboral a través de programas de intermediación
con empresas.
Los programas de orientación dirigidos a población inmigrante, surgieron al tiempo que
los dirigidos a colectivos específicos que presentaban situaciones de especial
vulnerabilidad, cuando se detectaron las necesidades diferenciadas de grupos de
población concretos a la hora de acceder al mercado laboral. Hasta ese momento, la
orientación laboral o profesional tradicionalmente se había organizado y formulado
pensando en la población en general, entendiendo general como población con
necesidades normalizadas y generalizadas, sin rasgos muy específicos que presentaban
una situación temporal de desempleo por pasar por una fase de inestabilidad laboral,
pérdida repentina del empleo, o incluso nuevas incorporaciones. A partir del momento
en el que se fue consciente de la importancia de abordar las necesidades sociales, que
implicaban un trabajo a largo plazo antes de entrar directamente a gestionar lo
relacionado con la búsqueda de empleo, fue cuando se iniciaron los programas de
orientación socio- laboral (Ceniceros & Oteo, 2003)
24
25
4. RESULTADOS
a) Valorar los recursos existentes que favorecen la integración de los
inmigrantes desde la educación y hacia el empleo.
En España el acceso a la formación para adultos, dentro de lo que se viene
denominando “formación profesional permanente”, es lo que ha permitido que los
trabajadores o futuros trabajadores dirijan su formación hacia profesiones concretas y/o
mejoren sus capacidades personales de cara a conseguir su inserción laboral.
Empezando por el sistema educativo español, cuyas administraciones educativas se
encargan de legislar, aunque luego su implementación se realiza a nivel autonómico lo
cual puede llevar a divergencias. En lo que a la formación para adultos refiere en este
contexto, tendríamos que mencionar a los Centros de Educación Para Adultos (CEPA)
donde los mayores de 18 años pueden terminar su Educación Secundaria Obligatoria
(ESO), o bien realizar las pruebas de acceso a Formación Profesional y universitaria que
se organizan para mayores de 25 años. Desde el punto de vista de las personas
inmigrantes, podrían acceder a esta formación en igualdad de condiciones que la
población española salvo por la necesidad de estar empadronados. Por otro lado, cuando
hubiera problemas con el idioma, tendrían que pasar primero por la formación en lengua
castellana hasta conseguir las destrezas necesarias para dar los siguientes pasos.
Merece la pena reseñar la evolución que ha habido respecto a la educación para adultos:
en cuanto a formación de lengua castellana para inmigrantes, en el curso 2004/05 se
matricularon 37.777 personas, lo que supuso el 58% del total de extranjeros que se
matricularon en un CEPA para realizar alguna formación formal, pasando a los 42.549
alumnos matriculados en el curso 2007/08, el 62.5% del total de alumnos matriculados,
para bajar en el curso 2013/14 hasta sólo el 35% de alumnos matriculados en enseñanza
de lengua castellana. La evolución respecto a las matriculaciones en enseñanzas
iniciales y secundaria pasó del 22% y el 8.6% respectivamente en el curso 2004/15, al
30% y el 27% nueve años después (ver cuadro 3.).
Observamos un incremento notable respecto a las matriculaciones de población
extranjera adulta en ESO paralelo a la disminución en las matrículas en formación en
26
lengua castellana. Pero lo realmente curioso es que se ha mantenido el porcentaje del
2005 al 2013.
Respecto al total de población activa extranjera (16-65 años), pasó del 2.8% en 2005 a
bajar un punto porcentual en 2008, y volver a subir al 2.7% en el 2013, lo que nos deja
entrever varias cuestiones que merecen ser reseñadas. Por un lado el interés por la
formación disminuyó durante los años de bonanza económica para volver a
incrementarse a partir de la crisis. Probablemente el hecho de tener un empleo, en
muchas ocasiones compartido con miembros de la misma procedencia con los que se
hablaba en el idioma de origen, dejó de lado la necesidad y la importancia del
aprendizaje del idioma y, así mismo, no se exigía desde la administración ningún
requisito de integración en este sentido. Sin embargo, con la llegada de la crisis y al ver
que han sido los primeros en pasar a las filas del paro, los propios inmigrantes están
buscando recursos para mejorar su formación y con ello sus posibilidades de acceder a
un empleo; y, por otro lado, en los años de bonanza las empresas buscaban mano de
obra barata y con experiencia, muchos inmigrantes la traían de sus países y en ningún
caso se le requirió un título oficial en España. Sin embargo, a partir del 2008 las
empresas están aprovechando la coyuntura económica para incorporar a sus filas
trabajadores mejor formados, lo que provoca que los inmigrantes se vean en la
obligación de conseguir mejorar u homologar su formación.
La formación para el empleo, o formación profesional ocupacional se gestiona desde las
administraciones laborales cuyas competencias también son autonómicas. Y van
ligadas al sistema de cualificaciones profesionales. En los últimos años se ha ido
estructurando normativamente los procesos a seguir desde la administración y, por parte
de los interesados para formarse o conseguir la cualificación profesional, en base a la
experiencia laboral previa. Dentro de estos cambios normativos se ha regulado el
sistema de acreditación de las competencias clave, que está facilitando el acceso a la
formación para el empleo a los inmigrantes que quieran cursar formación con
certificados de profesionalidad del nivel 2 y siguientes, ya que se trata de superar
exámenes de acceso que acrediten que se dispone de las competencias en matemáticas y
lengua castellana del nivel de la ESO (Fernández, 2011)
27
Y por último, el sistema de homologación de títulos extranjeros en España, que supone
“el reconocimiento de equivalencia de un título extranjero respecto de un determinado
título oficial español vigente con validez en todo el territorio nacional” (Ministerio de
Educación Cultura y Deporte (MECD), 2015b) Y existen diferentes procedimientos en
función de si los estudios que se pretende homologar son o no universitarios. La
dificultad para los inmigrantes radica en que junto con la solicitud, tienen que presentar
entre otros documentos “Fotocopia compulsada de certificados académicos oficiales y
títulos obtenidos en el extranjero, legalizados y traducidos, en su caso” (MECD, 2015b)
Lo que a simple vista puede parecer algo sencillo de conseguir, en muchos de los casos
resulta casi imposible. Los motivos pueden ir, desde la falta de medios económicos para
afrontar el proceso de legalización y traducción de documentos, a la necesidad de tener
que pagar a alguien en el país de origen y darle un poder notarial para que tramite la
solicitud de los documentos allí; bien porque es imposible acceder a esa documentación
por las malas infraestructuras organizativas en otros países, o porque puedan ser países
en guerra; etc. El caso es que el porcentaje de inmigrantes que al menos estudiaron
educación secundaria en sus países de origen, no difiere tanto del de los españoles, pero
con las trabas que encuentran una vez llegan a España, se ven obligados en muchos
casos, no sólo a aprender el idioma, a adaptarse a nuevas costumbres, etc., sino a
empezar de cero con sus estudios para poder continuar formándose aquí o tener opción
de acceder a un mejor puesto de trabajo.
Se resuelven de forma favorable un alto porcentaje de las solicitudes presentadas de
estudios no universitarios, el 77% en 2004, el 92% en 2008 y el 78% en 2013; son un
poco más bajos los porcentajes estimatorios para estudios universitarios, 41% en 2004,
68% en 2008 y 57% en 2013. Esto no quiere decir que haya un gran número de
inmigrantes que no solicita la homologación de sus estudios por alguna de las causas
descritas anteriormente, o incluso, por el desconocimiento de que existe esta
posibilidad. Este hecho se puede intuir claramente viendo los porcentajes de las
resoluciones favorables por países de procedencia. Son las personas de América del Sur,
las que abarcan el mayor porcentaje del total de solicitudes aprobadas, superando con
creces el 50% de las solicitudes en 2004 y 2008, y un poco por debajo en 2013. Esto
puede estar directamente relacionado con el hecho de que compartamos el idioma, y que
existen muchos más convenios de colaboración intergubernamentales con estos países,
y ambas circunstancias hayan facilitado el acceso a la información.
28
El aumento general de resoluciones favorables en los últimos años puede deberse a que
durante las épocas de bonanza económica nadie les pidió que justificaran su formación,
y es ahora cuando tras largos periodos en desempleo se están informando mejor y han
conocido la existencia de esta posibilidad.
b) Definir la importancia de un buen diagnóstico de la situación
sociolaboral inicial.
El diagnóstico se realiza en la primera toma de contacto entre el orientador y el
orientado. Realizar una entrevista en profundidad para conocer la situación sociolaboral
inicial del usuario es fundamental para poder ir marcando los pasos a seguir en un
itinerario de inserción sociolaboral.
Además de la edad y el sexo, como valores transversales a la hora de evaluar la
vulnerabilidad de una persona, para realizar una completa orientación socio-laboral con
personas inmigrantes, habrá que tener en cuenta al menos las siguientes circunstancias:
- Idioma de origen.
- Nivel académico de origen.
- Experiencia laboral previa.
- Formación realizada en España.
- Formación homologada o convalidada en España.
- Manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación-NTIC
- Situación personal/familiar.
- Recursos económicos propios y/o familiares.
- Red social de apoyo.
- Tiempo de residencia en España.
- Situación administrativa de extranjería.
Una vez analizadas todas estas variables, el orientador sociolaboral podrá iniciar el
proceso de orientación con mejores probabilidades de éxito. En nuestro trabajo como
orientadores sociolaborales con inmigrantes se han abierto un total de 519 itinerarios
integrados de inserción laboral, entre un 64% de hombres y un 36% de mujeres, según
datos de enero de 2010 a diciembre de 2014.
29
En relación a los rangos de edad, un 87%, se encuentra entre los 25 y los 54 años, y sólo
un 8% por debajo de los 25 años. Los jóvenes que se van incorporando al programa son
en su mayoría hijos de inmigrantes que vinieron reagrupados, pero que siguen
necesitando acceder a recursos específicos para extranjeros (ver cuadro 4.).
En cuanto al nivel formativo, un 49% ha terminado la secundaria, y un 5% ha realizado
estudios de formación profesional o universitaria en sus países de origen, lo que no
implica que los hayan homologado en España (ver cuadro 5.).
Respecto a la situación laboral en la que se encontraban cuando accedieron al programa
por primera vez, es interesante señalar que el 10% estaba trabajando (ver cuadro 6.).; y
de los desempleados que acreditaron estar inscritos como demandantes de empleo en un
SPE, el 64% eran parados de larga duración4 (ver cuadro 7.). En su mayoría, los
trabajadores en activo en el momento de iniciar el programa, tenían empleos precarios
que querían mejorar.
c) Analizar las dificultades del orientador para plantear un buen itinerario
individualizado de inserción sociolaboral.
Haber realizado un buen diagnóstico facilitará el poder continuar con el proceso
adecuadamente. Desde los servicios sociales comunitarios, cuando las trabajadoras
sociales tienen que orientar en el ámbito laboral a sus usuarios se tiende a derivarles a
los recursos de orientación laboral autonómicos o locales dependientes de la
administración en primer lugar, pero también a los programas de orientación privados
dependientes de asociaciones y otras entidades sin ánimo de lucro, como puedan ser los
sindicatos. Esto está sucediendo por la falta de recursos suficientes de los ayuntamientos
ante la demanda real que hay en este sentido, que se ha visto incrementada a raíz de la
crisis económica por el incremento del desempleo y, a partir del 2011, por los recortes
que desde la administración central se han realizado con reducción de las partidas
económicas a los ayuntamientos para este tipo de atenciones, y la reducción en las
cuantías de las subvenciones (Blancas & Jurado, 2011)
4 Mujeres y hombres sin trabajo durante doce meses de los dieciséis anteriores. En el caso de menores de veinticinco, se considerarán seis meses sobre los ocho anteriores.
30
Hay que saber reconocer que las dificultades para plantear un itinerario vienen desde
diferentes frentes, identificarlas y evaluarlas correctamente permitirá al orientador
sociolaboral iniciar el procesos con mayor garantía de éxito (Ceniceros &oteo, 2003)
Dificultades por parte del usuario. Las más frecuentes están relacionadas con el idioma
y la cultura de origen. También influirán sus necesidades personales y familiares a la
hora de gestionar su tiempo.
Dificultades por parte de la sociedad. Los prejuicios que la sociedad española tiene
hacia los inmigrantes, son una barrera real para su integración a nivel sociolaboral.
Mientras se siga percibiendo a la población extranjera que llega a este país, como
carente de recursos propios, que se aprovecha de lo que la sociedad española ha
conseguido a lo largo de la historia, y no se reconozca que la inmigración ha aportado
mucho más de lo que está recibiendo, influirá en el planteamiento de los itinerarios en
directamente. Puesto que los objetivos que se plantee el usuario tendrán que tener en
cuenta lo que la sociedad espera y permite.
Dificultades por parte de la administración. La falta de recursos para conciliar la vida
laboral, personal y familiar, que afecta a todos los colectivos, en el caso de los
inmigrantes se acentúa, porque no suelen disponer de redes sociales o familiares que les
apoyen en este sentido. Lo mismo sucede respecto al acceso a la formación,
homologación de estudios extranjeros, etc.
Para alcanzar el objetivo general del CIASI se realizan diferentes actuaciones de
orientación socio-laboral, preformación, y apoyo al autoempleo. Desde enero de 2010 a
diciembre de 2014 se registraron mil quinientas setenta y cinco horas de atención (ver
cuadro 8.)
Con respecto a la orientación:
- Orientación laboral: este tipo de acciones supuso el 45% del total de las registradas
en el CIASI. Se incluyen en este parámetro desde la primera entrevista, en la que se
realiza un diagnóstico de las necesidades sociolaborales de la persona y a su vez, en
la misma o posteriores: realización, revisión y actualización de Currículum Vitae
31
como instrumento básico para la plena inserción laboral, entrenamiento en
realización de entrevistas de trabajo...
- Bolsa de empleo: abarca visualización de ofertas de empleo, recogidas de servicios
públicos de empleo, prensa escrita, buscadores web y ofertas privadas; derivación a
aquellas en las que el extranjero se encuentre interesado, entrega de listados de
bolsas de empleo, de empresas, etc.
- Intermediación laboral: supone la mediación del técnico con la empresa para la
consecución de una entrevista de trabajo y una posterior inserción laboral y
mediación con los SPE y el SEPE, para aclarar problemas con respecto a
prestaciones por desempleo.
- Otros: en este bloque se registran asesoramientos sobre derechos y deberes como
trabajador, temas de extranjería, fiscales, ayudas sociales, educación y vivienda,
entre otros. Lo que ha supuesto el 12% de las atenciones realizadas.
Dentro de las actuaciones de pre-formación, se pretende completar las actuaciones de
orientación, y conseguir tanto a título individual como grupal, que los usuarios
adquieran herramientas que les faciliten su situación socio-laboral:
- Alfabetización digital: consiste en explicar el funcionamiento de los buscadores de
empleo web; aprender a abrir una cuenta de correo electrónico y a manejarla;
aprender a buscar información sobre empresas; etc. Supone sólo el 3% de las
atenciones registradas, puesto que se tiende a derivar a los usuarios a servicios más
especializados en este campo para que puedan formarse.
- Habilidades sociales: se fomenta la adquisición de técnicas para expresarse y
relacionarse mejor; técnicas de comunicación; cómo afrontar las entrevistas de
trabajo; etc. Es un trabajo que re realiza de forma transversal durante todo el
itinerario, sin realizar muchas acciones específicas.
- Técnicas de búsqueda de empleo: este tipo de preformación supone el 22% del
trabajo invertido con los usuarios, se trabaja el aprendizaje sobre cómo hacer o
mejorar un CV; cómo hacer y mejorar las cartas de presentación; dónde buscar
ofertas de trabajo y dónde llevar el CV; etc.
- Legislación laboral y de extranjería: conocer plazos, trámites necesarios, requisitos,
etc.
32
En cuanto al apoyo del autoempleo, se les informa y ayuda en relación a los trámites en
extranjería para cambios de permiso de cuenta ajena a cuenta propia. Y para cuestiones
concretas de creación de un empleo, son derivados a entidades especializadas para que
reciban la información más completa con respecto a los pasos y procedimientos a
seguir.
Los itinerarios de orientación sociolaboral, se inician a partir de la demanda de los
propios interesados, que acuden al CIASI por primera vez solicitando una información o
ayuda concreta. Las más habituales suelen ser en relación a la elaboración del
curriculum vitae, o sobre consultas de trámites de extranjería. Una vez allí se les explica
en qué consiste el programa, quien lo subvenciona, y que otro tipo de información y
asesoramiento podrían recibir.
En función de la demanda inicial con la que acuden, se les atiende directamente, o se les
cita para realizar la entrevista inicial de diagnóstico. Tras esta primera toma de contacto,
ya se pueden ir extrayendo datos relevantes para la buena organización del itinerario. En
la primera o posteriores citas, se van marcando objetivos a seguir con el usuario, y será
el mismo quien decida mantener la continuidad o no de la orientación. Aunque en
ocasiones, una vez resuelven su duda inicial no vuelven a pasar por el CIASI, el
objetivo es establecer una relación orientador/orientado de larga duración, para poder
hacer un seguimiento del itinerario. Se podrá dar por concluido por parte del orientador
bien cuando la persona consiga un trabajo estable, bien cuando cambie su situación
documental (acceda a la nacionalidad española, o pierda su autorización de residencia),
o cuando no se le pueda localizar. Si después de un tiempo tras haber cerrado el
itinerario el usuario volviera a demandar orientación, podrá retomarse haciendo un
nuevo diagnóstico de la situación sociolaboral del orientado a fin de redefinir los
objetivos.
Una de las particularidades de los CIASI, es la posibilidad de derivación. Si el usuario
cambiara de lugar de residencia y en la cuidad nueva donde se instale hay alguna
entidad que está trabajando con este mismo sistema de itinerarios integrados de
inserción laboral, es posible dar continuidad a la orientación derivando a la nueva
entidad los datos y documentos con los que se haya trabajado con este usuario, a fin de
agilizar el proceso de inserción sociolaboral del orientado.
33
5. CONCLUSIONES
En base a los resultados observados para evaluar el objetivo general y los objetivos
específicos a través de las prácticas realizadas en el trabajo de campo en un programa de
orientación sociolaboral con inmigrantes, hemos de concluir acerca de aspectos como el
tiempo de residencia en España, la experiencia laboral, la formación y otros
conocimientos, los objetivos profesionales, los medios de vida, las redes de apoyo y la
situación administrativa de extranjería, a fin de concretar las carencias y dificultades
con las que los inmigrantes se encuentran para conseguir una integración sociolaboral
plena.
- Años residiendo en España. Hay perfiles bien diferenciados respecto a las personas
que he atendido: por un lado, las personas que llegaron a España entre el año 1998 y
el 2005 con motivación fundamentalmente económica. Los que vinieron sin visado
de trabajo pero consiguieron regularizarse en esta época de bonanza. Y los que
llegaron a España vía reagrupación familiar.
El modo de establecer el lugar de residencia en La Rioja ha sido por tener conocidos
o familiares que ya se habían asentado aquí anteriormente, o bien a través de las
campañas agrícolas del champiñón, la viña y el sector del calzado.
- Años de experiencia laboral en España. También en este aspecto se ven claramente
dos tipos: los que han trabajado desde su llegada a España, que en ocasiones
entraban al mercado laboral a través del empleo sumergido hasta que pudieron
conseguir una autorización de trabajo, pero con la crisis han sido los primeros en
perder el empleo y se han convertido en parados de larga duración y, por otro lado,
los que vinieron reagrupados y han intentado incorporarse al mercado laboral a raíz
de la crisis económica para intentar mejorar la situación familiar. En este caso
principalmente mujeres que hasta ese momento habían permanecido como
encargadas de las tareas del hogar, y jóvenes que sin acabar sus estudios buscan
trabajos precarios, pero que les permiten llevar un salario a casa.
- Formación de origen. El mayor porcentaje tiene estudios de educación primaria y
secundaria terminados en su país, pero también un gran número terminó el
bachillerato y finalizó o al menos inició estudios universitarios. En función de los
34
lugares de procedencia, también he atendido a personas analfabetas que son las que
mayores dificultades tienen para conseguir una buena integración lingüística y
formativa. Que se acentúa en función de su edad, los más mayores tienen más
dificultades en el aprendizaje.
- Formación homologada. En un porcentaje muy bajo han solicitado la homologación
de sus estudios no universitarios, pero en mayor medida los que tienen la secundaria
terminada y estudios superiores no han tramitado la homologación (en muchos casos
por desconocimiento), y el resto por las dificultades burocráticas y el esfuerzo
económico que necesitan hacer para conseguirlo, bien sea por la imposibilidad de
acceder a la documentación que aquí se les pide para iniciar el proceso, o bien por
motivos económicos. El desembolso que tienen que hacer (trámites administrativos
en su país de origen, en ocasiones dar un poder notarial a otra persona, traducir y
legalizar los documentos, etc.) no es preferente para ellos.
- Formación académica en España. En general sólo los hijos de inmigrantes que
vinieron reagrupados en edad escolar han continuado con su formación académica,
algunos han terminado la ESO, otros han conseguido el graduado de ESO a través
de un Programa de Cualificación Profesional Inicial, y en un menor porcentaje han
continuado su formación de bachillerato o formación profesional y universitaria.
- Formación para el Empleo. Los hombres por su trayectoria profesional en España,
han venido realizando y demandando curso enfocados al trabajo en la construcción
y la industria, y en menor medida los dirigidos a la hostelería; y las mujeres han
tendido a formarse en los relacionados con cuidados personales, asistencia sanitaria,
y hostelería, y también para trabajar en industria en menor medida.
- Acreditaciones profesionales. A raíz de la regulación para conseguir acreditar la
cualificación profesional a través de la experiencia, fueron sobre todo mujeres que
habían trabajado en el ámbito de los cuidados las que consiguieron acreditar su
cualificación profesional, consiguiendo el Certificado de profesionalidad de
atención socio-sanitaria a personas dependientes en instituciones sociales y en el
domicilio, que les ha permitido mantener y acceder a empleos como auxiliares de
ayuda a domicilio o como auxiliares de geriatría.
35
- Formación en Lengua Castellana. Este es uno de los aspectos más preocupantes
como orientadora: saber transmitirles la importancia de tener un buen conocimiento
del idioma. Casi en la totalidad de los casos atendidos habían realizado algún tipo de
curso de aprendizaje de castellano, bien en CEPA, bien en asociaciones o en las
propias corporaciones locales. Sin embargo la sensación general es que no es
suficiente. Algunos realizaron cursos de inmersión lingüística al llegar al país,
aprendiendo lo justo para desenvolverse, otros se han visto obligados a formarse en
el idioma a raíz de perder el empleo tras el inicio de la crisis, o cómo requerimiento
para poder percibir una ayuda social. Hay personas que después de más de diez años
en España sigue teniendo problemas para hacerse entender y poder mantener una
conversación fluida (incluso han obtenido la nacionalidad española, pero siguen
necesitando ayuda con el idioma de forma constante). Y los que sí han conseguido
dominar las destrezas de expresión oral y comprensión auditiva, cuando buscan
recursos para mejorar su nivel de idioma respecto, ven que las únicas opciones son
estudiar de forma privada, lo que les supone un desembolso económico que no
pueden afrontar.
- Manejo de las NTIC. Aunque tengan formación secundaria o superior en sus países
de origen, en general no tienen un nivel avanzado en el manejo de las nuevas
tecnologías. En muchos de los casos la orientación se centra en este aprendizaje. Y
por otro lado, cada vez es más común que dispongan de un ordenador con acceso a
internet en sus domicilios, pero la mayoría tiene que acudir a lugares públicos, como
las bibliotecas, que disponen de ordenadores de uso libre, o también a lugares
privados, como locutorios o ciber-cafés, dónde tienen que pagar por horas el uso del
los equipos.
- Objetivos profesionales. Uno de los aspectos que se trabajan al iniciar un itinerario
de orientación sociolaboral es la importancia de saber determinar cuáles son sus
objetivos profesionales. Desde mi experiencia, incido mucho en que se planteen
varios objetivos a corto, medio y largo plazo, para que esto les permita conocer en
cada momento en qué punto están y no terminen “agarrándose a clavos ardiendo”
dejándose llevar por la necesidad. Concretar estos objetivos les supone una tarea
muy complicada, porque los momentos en los que acuden a un servicio de
36
orientación son aquellos en los que tienen una necesidad urgente de aliviar su
situación personal, casi siempre por falta de medios económicos.
- Recursos económicos. Por un lado están las personas que acuden al programa nada
más quedarse en situación de desempleo, que están cobrando o tienen derecho a
cobrar alguna prestación por desempleo. En algunos casos, era la primera vez que se
quedaba en situación de desempleo después de años trabajando de manera fija o
intermitente en una misma empresa o sector laboral, y necesitan una orientación
desde cero. Por otro lado, las personas que ya han agotado todos los recursos
económicos a los que tenían derecho o están próximos a agotarlos, en estos casos
suelen ser personas que ya han participado en programas de orientación laboral de
los SPE, y que conocen otros recursos de apoyo en la búsqueda de empleo. Y por
último los que están trabajando en el momento de iniciar el itinerario, que acuden al
servicio solicitando ayuda porque quieren conseguir mejores oportunidades
laborales.
- Redes de apoyo sociales y familiares. En función de los países de procedencia y la
tradición cultural, tienen acceso a mejores estructuras de solidaridad y apoyo mutuo.
Si vinieron a España porque ya tenían a personas de referencia aquí (familia,
vecinos de su misma ciudad, o incluso conocidos de conocidos), esto les ha
facilitado el tener una red de apoyo para los momentos más críticos. Los que han
formado su familia a raíz de estar en España, suelen ser los más jóvenes, y con
menos redes de apoyo. Tienden a demandar más ayuda en los servicios sociales
públicos y privados.
- Situación administrativa de extranjería. El hecho de que una persona haya
conseguido ya la autorización de residencia de larga duración les aporta una
tranquilidad con respectos a su situación legal, porque ya no tienen que preocuparse
de acreditar haber realizado un mínimo de actividad laboral o disponer de medios
económicos, salvo que tengan familiares reagrupados a su cargo. Pero todos
aquellos que tienen una autorización temporal, tienen que cumplir unos mínimos
para poder mantener su situación de regularidad administrativa en España, esto les
ha llevado en muchos casos a trabajar en condiciones de precariedad y explotación,
que no denuncian por miedo a perder su documentación.
37
6. BIBLIOGRAFÍA
Agrela, B. (2004): “La acción social y las mujeres inmigrantes: ¿hacia unos modelos de
intervención?” Portularia: Revista de Trabajo Social, 4, (31-42).
Blancas, R. & Jurado, G.B. (2011): “El rol de la orientación laboral en el ámbito del
trabajo social”. En Documentos de trabajo social-DTS, 50 (280-293)
Boletín Oficial del Estado (2014). Estatuto del Trabajador, última modificación de 17
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41
7. ABREVIATURAS
CCAA Comunidades Autónomas.
CEPA Centros de Educación Para Adultos.
CIASI Centros de Información y Asesoramiento Sociolaboral para
Inmigrantes.
EPA Encuesta de Población Activa.
ESO Educación Secundaria Obligatoria.
FSE Fondo Social Europeo.
INE Instituto Nacional de Estadística.
LOEX Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero sobre derechos y libertades
de los extranjeros en España y su integración social.
MECD Ministerio de Educación Cultura y Deporte.
MEYSS Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
MTAS Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
NTIC Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación.
ONGs Organizaciones No Gubernamentales.
POLCD Programas operativos de lucha contra la discriminación.
SEPE Servicio Público de Empleo Estatal.
SPE Servicios Públicos de Empleo.
UGT Unión General de Trabajadores.
42
43
8. ANEXOS
Cuadro 1. Mapa de regiones según criterio para recibir subvenciones del FSE
Cuadro 2. Esquema para la orientación laboral de personas inmigrantes
Cuadro 3. Alumnos extranjeros en Centros de educación para adultos
Cuadro 4. Usuarios atendidos según sexo y edad a nivel nacional
Cuadro 5. Usuarios atendidos según nivel de estudios - con o sin homologación
Cuadro 6. Usuarios atendidos según situación laboral al iniciar la orientación
Cuadro 7. Usuarios atendidos según por tiempo en desempleo
Cuadro 8. Datos sobre intervenciones registradas por tipo de orientación
Gráfico 1. Evolución de la población extranjera
Gráfico 2. Evolución de extranjeros residentes y autorizaciones de residencia
44
Cuadro 1. Mapa de regiones según criterio para recibir subvenciones del FSE
Fuente: FSE, 2007.
Cuadro 2. Esquema para la orientación laboral de personas inmigrantes
Fuente: Cruz Roja, 2002.
45
Cuadro 3. Alumnos extranjeros en Centros de Educación Para Adultos
CURSO
Total de matrículas ed. formal
Lengua castellana y otras lenguas oficiales
Enseñanzas iniciales
Educación secundaria
Enseñanzas técnico profesionales
2004/05 64.990 38.515 15.074 5.847 5.554 2005/06 75.699 44.315 18.488 6.291 6.605 2007/08 68.094 42.549 15.029 7.716 2.800 2009/10 101.549 49.469 29.995 15.221 6.864 2011/12 99.609 38.140 33.608 22.526 5.353 2013/14 85.092 29.945 26.169 23.602 5.376
Fuente: MECD, 2015 y Elaboración propia.
Cuadro 4. Usuarios atendidos en según sexo y edad
EDAD HOMBRES MUJERES TOTAL
Mayor de 54 15 8 23 25-54 296 158 454 Menor de 25 25 17 42 336 183 519
Fuente: UGT-La Rioja, 2010 – 2014 y Elaboración propia.
Cuadro 5. Usuarios atendidos en los según nivel de estudios - con o sin homologación
NIVEL DE ESTUDIOS HOMBRES MUJERES TOTAL
Enseñanza primaria y primer ciclo de secundaria 166 70 236 Segundo ciclo de secundaria 84 45 129 Enseñanza postsecundaria no terciaria * 68 57 125 Primer y segundo ciclo de educación terciaria ** 18 11 29
336 183 519 * Cursos no universitarios como los denominados: Técnicos Especialistas.
** Programas de nivel universitario o con titulación de Técnicos Superiores (ciclo formativo superior de FP y
artes plásticas y diseño en centros de formación profesional y escuelas de arte)
Fuente: CIASI UGT La Rioja, 2010 – 2014 y Elaboración propia.
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Cuadro 6. Usuarios atendidos según su situación laboral al iniciar la orientación
SITUACIÓN LABORAL HOMBRES MUJERES TOTAL
empleado por cuenta ajena 9 22 31
En formación 4 7 11 Desempleado 323 154 477 336 183 519
Fuente: CIASI UGT La Rioja, 2010 – 2014 y Elaboración propia.
Cuadro 7. Usuarios atendidos según antigüedad en situación de desempleo
ANTIGÜEDAD EN EL PARO HOMBRES MUJERES TOTAL
Desempleados de larga duración * 210 95 305 Menos de un año 23 15 38 No inscrito en un SPE 83 43 132 319 156 475 * Mujeres y hombres sin trabajo durante 12 meses de los 16 anteriores;
En el caso de menores de 25, se considerarán 6 meses obre los 12 anteriores
Fuente: CIASI UGT La Rioja, 2010 – 2014 y Elaboración propia.
Cuadro 8. Datos sobre intervenciones registradas por tipo de orientación
TIPO DE ORIENTACIÓN Número de participantes Nº de horas
HOMBRES MUJERES TOTAL
Alfabetización digital 33 14 47 51
Bolsa de Empleo 90 55 145 96
Habilidades Sociales 5 2 7 11
Intermediación Laboral 23 13 36 24
Laboral 315 174 489 700
Legislación laboral, extranjería 41 10 51 155
Otros 127 74 201 186
Técnicas de búsqueda de empleo 199 105 304 352
833 447 1280 1575
Fuente: CIASI UGT La Rioja, 2010 – 2014 y Elaboración propia.
47
Gráfico 1. Evolución de la población extranjera
Fuente: SEPE, 2014
Gráfico 2. Evolución número de extranjeros residentes y de autorizaciones de residencia
Fuente: Moreno & Bruquetas, 2011