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Patrullaje

Date post: 18-Aug-2015
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Prohibida su reproducción sin permiso de sus autores y editores 1 Patrullaje Carlos Guillermo Blanco Comandante Mayor (R) Oficial de Estado Mayor Licenciado en Administración de Seguridad Pública Certificación en Justicia Criminal y Gestión Policial Magister en Ciencias en Liderazgo y Gestión Policial [email protected] [email protected] http://www.slideshare.net/carlosguillermoblanco La patrulla transportará lo menos posible y llevará todo lo necesario. No hay ninguna llamada de prioridad más alta que la de un Funcionario Encargado de Aplicar la Ley con necesidad de ayuda. En el patrullaje usted no está buscando algo, usted está buscando todo. La Patrulla es móvil por excelencia. Carece de permanencia en el tiempo y en el espacio. Si se empeña transitoriamente en un lugar y un lapso dados, se transforma en un Punto de Control (Check Point).
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Patrullaje

Carlos Guillermo Blanco Comandante Mayor (R) Oficial de Estado Mayor

Licenciado en Administración de Seguridad Pública Certificación en Justicia Criminal y Gestión Policial

Magister en Ciencias en Liderazgo y Gestión Policial [email protected]

[email protected] http://www.slideshare.net/carlosguillermoblanco

La patrulla transportará lo menos posible y llevará todo lo necesario.

No hay ninguna llamada de prioridad más alta que la de un Funcionario

Encargado de Aplicar la Ley con necesidad de ayuda.

En el patrullaje usted no está buscando algo, usted está buscando todo.

La Patrulla es móvil por excelencia. Carece de permanencia en el tiempo y en el espacio. Si se empeña transitoriamente en un lugar y un lapso dados, se transforma en un Punto de Control (Check Point).

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Servicio de Policía para la Prevención del Delito 1

Lawrence W. Sherman 2

"Cuantos más policías tengamos, menos delincuencia habrá". Si bien los ciudadanos y los funcionarios públicos defienden a menudo este punto de vista, los científicos sociales con frecuencia afirman el extremo opuesto: que la policía sólo hace contribuciones mínimas a la prevención del delito en el contexto de muchas más poderosas instituciones sociales, como la familia y los mercados laborales. La verdad parece estar en el medio. Si los policías adicionales previenen el crimen puede depender de lo bien que se centran en determinados objetivos, tareas, lugares, tiempos y personas. Por encima de todo, puede depender de poner a la policía donde se concentra la delincuencia grave, en los momentos que es más probable que ocurra: servicio de policía focalizado en los factores de riesgo. La conexión del servicio de policía a los factores de riesgo es la más poderosa conclusión alcanzada a partir de tres décadas de investigación. La contratación de más policías para proporcionar rápidas respuestas al 911, las patrullas aleatorias descentradas y los arrestos reactivos no previenen los delitos graves. La policía comunitaria y sin un claro enfoque en los factores de riesgo del delito generalmente no muestra ningún efecto sobre el crimen. Pero las patrullas dirigidas, los arrestos proactivos y la resolución de problemas en los "puntos calientes" de altos índices de criminalidad han mostrado evidencia sustancial de prevención del delito. La policía puede prevenir el robo, el desorden, la violencia armada, el conducir ebrio y la violencia doméstica, sólo usando ciertos métodos bajo ciertas condiciones. Esas conclusiones se basan en gran medida en la investigación apoyada por el Instituto Nacional de Justicia, el brazo de investigación de la Oficina de Programas de Justicia del Departamento de Justicia de Estados Unidos. En los últimos años, un creciente número de jefes policiales han incorporado esos hallazgos en sus estrategias de prevención del delito. El paradigma del profesor de leyes de la Universidad de Wisconsin Herman Goldstein (1979), del "servicio de policía orientado a la solución de problemas" (POP, Problem-Oriented Policing), dirigió la atención de la investigación a las cosas específicas que hacen los policías y cómo pueden enfocar sus recursos para atacar las causas inmediatas de los problemas de seguridad pública. La adopción de esta perspectiva por parte del Departamento de Justicia ha dado un cuerpo cada vez más complejo pero útil de conocimiento sobre cómo el servicio de policía afecta al crimen. Uno de los hallazgos recientes más sorprendentes es la medida en que la propia policía misma crea un factor de riesgo para el crimen usando simplemente malas maneras. La evidencia científica modesta pero constante apoya la hipótesis de que cuanto menos respetuosa es la policía con los sospechosos y los ciudadanos en general, menos personas cumplirán con la ley. Cambiar el "estilo" de la policía puede, pues, ser tan importante como centrarse en la policía "sustancia". Hacer que el estilo y la sustancia de las prácticas policiales sean más "legítimas" a los ojos del público, en particular de los jóvenes de alto riesgo, puede ser una de las estrategias policiales más eficaces a largo plazo para la prevención del delito. Este capítulo comienza con un repaso de las ocho principales hipótesis sobre cómo la policía puede prevenir el crimen (Figura 1). Entonces se describe la intensidad variable de la evidencia científica sobre esas hipótesis, en relación con el "rigor" de los métodos científicos utilizados para probarlos. Los estudios disponibles son resumidos tanto para sus conclusiones como para su rigor científico.

1 SHERMAN, Lawrence W. Ch-8. "Policing for Crime Prevention". https://www.ncjrs.gov/works/chapter8.htm. Accedido: 21 de febrero de 2015. Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc. 2 Director del Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge.

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El capítulo luego intenta simplificar esos resultados respondiendo a las preguntas sobre qué funciona, qué no funciona y qué es prometedor. También se examinan las principales brechas en nuestro conocimiento. El capítulo concluye con recomendaciones derivadas de esos hallazgos para la futura inversión federal en la investigación de evaluación y en los métodos policiales a ser desarrollados para la evaluación. Figura 8-1 Ocho principales hipótesis sobre el servicio de policía y el crimen Otras cosas que son iguales, 1. Número de Policías. Cuanta más policía emplea una ciudad, menos crimen tendrá. 2. Respuesta Rápida al 911. Cuanto más corto sea el tiempo de viaje de la policía desde la asignación hasta la llegada a la escena del crimen, menos delincuencia habrá. 3. Patrullas eventuales, al azar o aleatorias (Random Patrols). Cuantas más patrullas aleatorias reciba una ciudad, más "omnipresencia" de la policía percibida disuadirá a la delincuencia en lugares públicos. 4. Patrullas dirigidas. Cuanto más precisamente sea concentrada la presencia de patrullas en los "puntos calientes" y en los "tiempos calientes" de la actividad criminal, menos delincuencia habrá en esos lugares y tiempos. 5. Arrestos reactivos. Cuantos más arrestos haga la policía en respuesta a los delitos reportados u observados de cualquier tipo, menos delitos habrá. 6. Arrestos proactivos. A mayor tasa de arrestos iniciados por la policía de delincuentes de alto riesgo y delitos, menor será la tasa de delitos violentos graves. 7. Policía Comunitaria. A mayor cantidad y mejor calidad de los contactos entre la policía y los ciudadanos, menos delitos. 8. Servicio de Policía Orientado a los Problemas (POP, Problem-Oriented Policing). Cuantos más policías puedan identificar y minimizar las causas próximas de patrones específicos del delito, menos crimen habrá. VARIEDADES DE LA PREVENCIÓN POLICIAL DEL DELITO 1. Número de Policías. Igual que la misma hipótesis de la disuasión (Gibbs, 1975), la afirmación de que la policía previene el crimen no es una "teoría" en un sentido verdaderamente científico. La idea fue desarrollada no como una ecuación matemática, sino como una "doctrina" general de las políticas públicas al calor del debate democrático. La doctrina se basa no sólo en la especulación, sino también en los aparentes resultados de varios "proyectos de demostración" con algunos resultados empíricos. Esos incluyen a los "Bow Street Runners"3 supervisados por la Corte (Lee, 1901 [1971]; Pringle, 1955) y la "Policía Marina" del Río Támesis operada privadamente pero financiada públicamente (Stead, 1977). Como el nivel de violencia a lo largo de todo el siglo XIX declinó y el número de policías aumentó (Gurr, et al, 1977: 93-96; 140), muchos observadores concluyeron que a más policías, menos delincuencia.

3 Bow Street Runners (Corredores de la Calle Bow) fue el cuerpo de policía existente en Londres, entre 1749 y 1838, creado por el novelista y dramaturgo Henry Fielding, quien fuera nombrado magistrado del tribunal de la Calle Bow, junto al Covent Garden. Éste decidió reunir a un grupo de ocho «thief-takers» (cazarrecompensas), conocidos como «Mr. Fielding's People» (la Gente del Sr. Fielding), luego conocidos popularmente como los Bow Street Runners. Su hermanastro John Fielding, el «Juez ciego» que sustituyó a Henry (fallecido en 1754) como magistrado del tribunal, fue quien desarrolló el cuerpo. En 1805 se formó la Bow Street Horse Patrol (Patrulla Montada de la Calle Bow) para el extrarradio de la ciudad. Ambas fuerzas policiales coexistieron hasta 1838, momento en el que se integraron a la Metropolitan Police creada en 1829 por Sir Robert Peel.

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2. Respuesta Rápida al 911. La forma general de esta afirmación es que cuanto más corto sea el tiempo de recorrido de la policía desde la asignación hasta la llegada a la escena del crimen, más probable es que la policía pueda detener a los delincuentes antes de que huyan. Esta afirmación se extendió luego a la respuesta rápida produciendo tres efectos de prevención del delito. Uno es una reducción del daño de los delitos en curso interrumpidos por la intervención policial. Otro, un beneficio más general del tiempo de respuesta rápida, es un mayor poder disuasorio de la amenaza de castigo reforzada por los arrestos relacionados con la respuesta. La tercera hipótesis de efecto de prevención proviene de la incapacitación mediante el encarcelamiento de delincuentes enjuiciados más efectivamente con la evidencia de los arrestos relacionados con la respuesta. Todas esas afirmaciones presumen, por supuesto, que la policía es notificada durante o inmediatamente después de la ocurrencia de un delito. Esta premisa, al igual que las propias hipótesis, es empíricamente verificable y su falsificación lógicamente podría falsificar las hipótesis construidas sobre el supuesto de su validez. 3. Patrullas aleatorias, al azar o eventuales (Random Patrols). Los primeros oficiales de sector fueron dirigidos para registrarse en lugares específicos en momentos específicos, con la supervisión rígida de los patrones de patrulla prescritos (Reiss, 1992). El creciente énfasis en la rápida respuesta al 911 en automóviles gradualmente puso fin a las patrullas dirigidas, permitiendo a los oficiales que patrullaran al azar mucho más allá de sus sectores asignados. Esta política se justificaba por la teoría de que la imprevisibilidad en los patrones de patrulla crearía una "omnipresencia" percibida de la policía que disuadiría a la delincuencia en los lugares públicos. El Jefe de Policía de Chicago y Decano de Criminología de Berkeley Orlando W. Wilson (1963: 232) fue un proponente de esta opinión muy citado. Aunque favorecía el uso del análisis de la carga de trabajo de la policía para determinar cuántos funcionarios deben ser asignados a los diferentes sectores y turnos, la práctica policial moderna muestra poca variación en la presencia de patrullas por el tiempo y el lugar. No obstante, muchos jefes de policía y alcaldes afirman que la contratación de más oficiales para patrullar de esta manera reduciría la delincuencia. 4. Patrullas dirigidas (Directed Patrols). Desde el advenimiento del análisis delictual computarizado, sin embargo, se ha hecho posible una identificación mucho más precisa de los patrones de la criminalidad. La policía ha usado esa precisión para enfocar los recursos de patrullaje en los tiempos y lugares con riesgos más altos de delincuencia grave. La hipótesis es que a mayor presencia concentrada de patrullas en los "puntos calientes" y "tiempos calientes" de la actividad criminal, menos delincuencia habrá en esos lugares y tiempos. La base epidemiológica para esta afirmación es una investigación -financiada por el Instituto Nacional de Justicia- que muestra que el riesgo del crimen está extremadamente localizado, incluso dentro de los barrios de alta criminalidad, que varían ampliamente de una dirección a otra (Pierce, Spaar y Briggs, 1988; Sherman, Gartin y Buerger, 1989). 5. Arrestos reactivos. Al igual que la patrulla policial, las prácticas de arresto pueden estar descentradas o centradas en los factores de riesgo del crimen. Los arrestos reactivos (en respuesta a las quejas ciudadanas específicas) son como las patrulla al azar en las que echan una amplia red, advirtiendo a todos los ciudadanos que puedan ser arrestados por todas las violaciones a la ley en todo momento. Esta red necesariamente es muy delgada. Las observaciones de miles de encuentros policiales con presuntos delincuentes muestra que la policía decide no arrestar a los sospechosos en la mayoría de los casos en los que no hay base legal para hacerlo (Black, 1980: 90; Smith y Visher, 1981: 170). La frecuente decisión de no arrestar ha sido notada por grupos de defensa de las víctimas del delito, que argumentan que más arrestos producen menos delitos. Esta hipótesis, como la disuasión en general, se expresa en dos niveles de análisis: el "general" o de toda la comunidad y el "específico" o individual. La hipótesis a nivel individual fue cuestionada durante décadas por los científicos sociales e incluso algunos policías que sugieren exactamente lo opuesto: que el arresto, en especial para los delitos menores (de lejos los más comunes), provoca una respuesta de los delincuentes haciéndolos más propensos a cometer delitos futuros que si no hubieran sido arrestados. 6. Arrestos proactivos. Como la patrulla dirigida, los arrestos proactivos (iniciados por la policía) concentran los recursos policiales en una serie limitada de objetivos de alto riesgo. La hipótesis es que una alta

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certidumbre de arresto para una serie estrechamente definida de delitos o delincuentes logrará más que una baja certidumbre de arrestos para una amplia gama de objetivos. En los últimos años, la teoría ha sido probada con las investigaciones de cuatro objetivos primarios de alto riesgo: delincuentes graves crónicos, potenciales sospechosos de robo, lugares y áreas del mercado de drogas y lugares de alto riesgo y momentos para conducir ebrio. Todos, excepto el primero, pueden ser probados examinando la tasa de criminalidad. La hipótesis sobre los delincuentes graves crónicos se prueba mediante el examen de la tasa a la que tales delincuentes son incapacitados con prisión debido a otros delitos. Otra versión de la hipótesis del arresto proactivo es la "tolerancia cero" basada en la teoría de las "ventanas rotas" (Wilson y Kelling, 1982). La teoría dice que las áreas que aparecen desordenadas y fuera de control brindan un clima atractivo para los delitos violentos - así como una ventana con un cristal roto atraen más piedras que una ventana completamente intacta. La hipótesis de la prevención del delito es que mientras más arrestos haga la policía para incluso el desorden menor), menos delitos graves habrá (Skogan, 1990). Comunidad versus Servicio de Policía Orientado a los Problemas (Problem-Oriented Policing) Las hipótesis sobre comunidad y servicio de policía orientado a la solución de problemas son menos centradas que las otras, tanto es así que algunos observadores incluso han desaconsejado tratar de probarlas (Moore, 1992: 128). Ambos implican muchas más variaciones y combinaciones posibles de las actividades policiales que la estrecha hipótesis disuasoria. Como en los programas basados en la comunidad y la escuela revisadas en los capítulos 2 y 4, la comunidad y el servicio de policía orientado a la solución de problemas son puestos en práctica más como un "guiso" de diferentes elementos que una "comida" de un solo tipo. Sin embargo, es precisamente esta flexibilidad la que le da poder a los defensores de la hipótesis. Los problemas del crimen varían tanto en la naturaleza y causa que el servicio de policía efectivo para la prevención debe variar acordemente; podría decirse que requiere muchos elementos para ser exitosa. Si bien comunidad y servicio de policía orientado a la solución de problemas se dice a menudo que son estrategias superpuestas (Skogan, 1990; Moore, 1992), en realidad tienen muy diferentes raíces históricas y teóricas. La policía comunitaria surge de la crisis de legitimidad después de los disturbios raciales urbanos de la década de 1960, cuyas causas inmediatas varios informes de cinta azul4 atribuyeron a la policía (Comisión Presidencial sobre la Aplicación de la Ley y la Administración de Justicia, 1967; Comisión Consultiva Nacional sobre Desórdenes Civiles, 1968). Los reportes afirmaron que la policía había perdido contacto con los residentes de los grupos minoritarios, tanto por el cambio de las patrullas a pie a la patrulla motorizada con radios y mediante la adopción de un enfoque más legalista de la policía. De diversas maneras, más notablemente el "equipo de servicio de policía" (Reporte de la Fuerza de Tareas; Sherman, et al 1973), se instó a la policía a aumentar su contacto con los ciudadanos en entornos más positivos en lugar de limitarse a responder a las emergencias. Así, por casi tres décadas la hipótesis de la Policía Comunitaria ha sido que el aumento de la cantidad y calidad del contacto policía-ciudadanos (Kelling, 1988) reduce el delito. El servicio de policía orientado a los problemas, en cambio, surgió a partir de la crisis de la eficacia policial en la prevención del delito provocado en la década de 1970 por algunos de los mismos estudios revisados en este capítulo. Como uno de sus primeros patrocinadores, Gary Hayes (1979) puso que los estudios les dijeron a los jefes de policía que nada de lo que estaban haciendo -poner más policías en la calle en patrullas aleatorias, respuestas rápidas- estaba trabajando para combatir el crimen. La estrategia del servicio de policía orientado a los problemas concebido por el Profesor Goldstein (1979) proporcionó un nuevo paradigma en el cual enfocar la innovación, independientemente de cualquier contacto con la ciudadanía. Cuando el concepto central de la policía comunitaria fue la participación de la comunidad para su propio bien, el concepto central de policía orientada a la solución de problemas era el resultado: el efecto de la actividad policial sobre la seguridad pública, incluyendo (pero no limitado a) la prevención del delito. No obstante, la policía comunitaria también se ha justificado por sus efectos hipotéticos sobre la 4 Blue-ribbon Report. Es el informe que produce una comisión de cinta azul, que es un grupo de personas excepcionales nombradas para investigar, estudiar o analizar una cuestión dada.

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delincuencia, no menos de los cuales ha sido la justificación de los 100.000 oficiales de policía financiados con fondos federales. 7. Policía Comunitaria. Las hipótesis de los efectos de prevención del delito de la policía comunitaria sostienen que puede ocurrir en cuatro formas principales. 7. a. Vigilancia Vecinal (Neighborhood Watch). Esta hipótesis justifica uno de los programas de policía comunitaria más extendidos, "vigilancia de cuadras": incrementar la vigilancia de voluntarios de los barrios por los residentes, lo cual debería disuadir al crimen debido a que los delincuentes saben que los vecinos los están viendo. 7. b. Inteligencia Basada en la Comunidad. Esta hipótesis justifica las muchas reuniones de la comunidad (Sherman et al, 1973) y los contactos informales que la policía busca a través de las oficinas con escaparate, las pie patrulla (Trojanowicz, 1986) y otros métodos: aumentar el flujo de inteligencia de los ciudadanos hacia la policía sobre delitos y delincuentes, que luego aumentan la probabilidad de arresto por el crimen y los efectos incapacitantes disuasivos del arresto. El aumento del flujo de inteligencia ciudadana también puede aumentar la eficacia de la policía en la prevención del delito a través de estrategias de resolución de problemas. 7. c. Información pública sobre el crimen. Esta hipótesis es sólo el reverso de la última: el aumento del flujo de la inteligencia policial sobre el crimen de nuevo a los ciudadanos mejora la capacidad de los ciudadanos para protegerse, especialmente a la luz de los cambios recientes en los patrones y los riesgos del crimen. La última versión de esta idea es "revertir 911", en virtud del cual la policía faxea advertencias de la actividad delictiva a una lista de números de fax residenciales y de negocios que requieran el servicio. 7. d. Legitimidad de la Policía. Dadas las raíces históricas de la policía comunitaria, tal vez la versión teóricamente más convincente de su hipótesis de prevención del delito aborda la legitimidad de la policía o la confianza pública en la policía como justa y equitativa (Eck y Rosenbaum, 1994). Recientes trabajos de investigación teórica y básica sobre "justicia procesal" (Tyler, 1990) ofrecen una versión científicamente más elaborada de esta hipótesis que la prevista por sus defensores en la década de 1960. La afirmación no es sólo que la policía debe ser vista como legítima para ganar la cooperación pública con la aplicación de la ley. La pretensión es que una institución policial legítima fomenta una obediencia más generalizada de la ley. Gorer (1955: 296) incluso atribuye los bajos niveles de delitos violentos en Inglaterra por el ejemplo de la masculinidad que respeta la ley establecida por la policía del siglo XIX, un modelo a seguir que se incorporó en el "carácter inglés". Incluso hay evidencia de que la misma policía se vuelve menos propensa a obedecer la ley tras haberse desilusionado con su aparente falta de justicia procesal (Sherman, 1974). 8. El Servicio de Policía Orientado a los Problemas (Problem-Oriented Policing) ofrece infinitas hipótesis específicas sobre la prevención del delito, todo ello bajo el paraguas de esta afirmación: cuanto mayor precisión tenga la policía para identificar y minimizar las causas próximas, menos delincuencia habrá. En los últimos años esta afirmación ha tomado dos formas principales: 8. a. Mercaderías criminógenas5 (Criminogenic Commodities). Cuantos más policías puedan remover sustancias criminógenas de los microambientes de los eventos criminales, menos crímenes habrá. Esta afirmación surge del creciente énfasis en la causalidad de los eventos criminales como parte independiente de la causalidad de la criminalidad individual (Hirschi, 1986). Como las teorías acerca de la prevención del delito en lugares (capítulo 7), la premisa es que muchos crímenes requieren ciertas precondiciones, tales como armas o dinero en efectivo o bienes muebles (Cohen y Felson, 1979). 8. b. Convergencia de delincuentes y víctimas. Otra precondición de los eventos delictivos violentos es que las víctimas y los delincuentes deben cruzarse en tiempo y espacio. Una importante teoría de resolución de problemas de la prevención del delito es mantener los más básicos elementos del evento criminal en

5 Criminógeno, na: 1.adj. Que favorece la criminalidad (conjunto de crímenes). RAE. Avance de la 23° Edición.

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combinación: cuantos más policías puedan reducir la intersección de delincuentes motivados en tiempo y espacio con objetivos adecuados del delito, menos delincuencia hará. PROBANDO LAS HIPÓTESIS Todas esas hipótesis plantean retos formidables para el test científico. La medición del crimen es difícil bajo cualquier circunstancia; mucho menos en relación con los experimentos o variación natural en las prácticas policiales. El control sobre las prácticas policiales es difícil para los administradores de la policía bajo condiciones normales; mucho menos bajo protocolos experimentales. La medición de las muchas dimensiones de la actividad policial, desde el esfuerzo a los modales, es costoso y a menudo inexacto. Sólo un puñado de estudios ha logrado producir una fuerte evidencia científica acerca de cualquiera de esas hipótesis. Pero la evidencia acumulada de los más numerosos estudios más débiles también puede proporcionar algunas ideas sobre el servicio de policía para la prevención del delito. Como se notó en el capítulo 1, el presente informe emplea una escala de 1 a 5 para resumir varias dimensiones diferentes de "rigor" científico: la fuerza de la evidencia científica. Una puntuación de 5 = evidencia más fuerte para inferir la causa y el efecto, mientras que 1 = el más débil. Esas dimensiones varían un poco por el ajuste institucional, con diferentes temas inherentes a los tipos de programas que están siendo evaluados. Problemas. En la literatura de evaluación de la policía, el crimen casi siempre se mide por las denuncias oficiales de delitos (con todos sus defectos) o por las encuestas de victimización de la población (con todos sus costos). Las prácticas policiales se miden o bien no del todo, a través de las percepciones de los ciudadanos de esas prácticas, a través de registros de la policía o (en un caso) a través de la observación directa de la actividad de patrullaje policial. No está claro que cualquiera de esos métodos, excepto el último, sea superior a cualquier otro para extraer inferencias válidas acerca de las prácticas reales de la policía. Así, la mayor diferencia a través de las evaluaciones de la policía no está en sus métodos de medición sino en sus diseños básicos de investigación: la estructura lógica de las conclusiones sobre causa y efecto. Las evaluaciones de la prevención policial del delito generalmente siguen cinco diseños de investigación básica, que se pueden clasificar por la fuerza general de las inferencias que pueden sugerir sobre causa y efecto. Esos diseños son: 1) correlaciones en el mismo punto en el tiempo (por ejemplo, en 1995 las ciudades con el mayor número de policías tenían la mayoría de los delitos); 2) las diferencias antes-y-después del crimen sin un grupo de comparación (por ejemplo, duplicar los arrestos por conducir en estado de ebriedad fue seguido por una reducción del 50 % de los accidentes mortales; 3) diferencias antes-después con comparación (por ejemplo, la reducción del 50 % en los accidentes fatales en comparación con un aumento del 10 % en accidentes fatales en tres ciudades de tamaño comparable en el mismo estado), 4 ) antes y después de grandes comparaciones de muestras de los grupos tratados y los no tratados (por ejemplo, 30 barrios organizados para vigilancia vecinal en comparación con los 30 que no eran) y 5) experimentos controlados aleatorios (los 300 delincuentes seleccionados por un programa computarizado con igual probabilidad del programa de ser arrestados tuvieron una mayor tasa de reincidencia que 300 delincuentes seleccionados que sólo recibieron advertencias). EVALUACIONES CIENTÍFICAS Esta sección revisa e interpreta los test reportados de cada una de las hipótesis. La discusión intenta integrar tanto la puntuación científica de los diversos estudios como el número de estudios que convergen en la misma conclusión. Se ofrece más discusión detallada para algunas de las principales conclusiones, con el fin de conectar la evidencia más claramente a las hipótesis. La principal preocupación en este apartado es el éxito acumulado o el fracaso de los estudios para descartar teorías que compiten en el intento de proporcionar un test concluyente de cada hipótesis. 1. Número de Policías. Como lo muestra la Tabla 1, la mayoría de los estudios sobre los efectos de los números de policías sobre el crimen son científicamente débiles. Consisten de dos diseños de investigación básica. Uno es la evidencia

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de las huelgas policiales6 sobre una reducción repentina y drástica en el número de policías. El otro es la evidencia de los estudios correlacionales de los efectivos policiales y los índices de criminalidad. La evidencia de la huelga policial, si bien es débil tanto en la medición como en el diseño, es bastante consistente al mostrar el efecto de este experimento natural: los índices de delincuencia se disparan instantáneamente. El diseño más fuerte es el estudio de Makinen y Takala (1980) del crimen en Helsinki, antes y durante una huelga policial. Las medidas de Helsinki incluyeron recuentos sistemáticos de observación de peleas en lugares públicos, así como los ingresos a las salas de emergencia por lesiones relacionadas con asaltos. Ambas medidas se incrementaron sustancialmente durante la huelga pese al duro invierno. La única evidencia supuestamente negativa en esta conclusión es el estudio de Pfuhl (1983) de los delitos registrados por la policía en 11 huelgas policiales estadounidenses, en las que el 89 % del período de "huelga" en el análisis consistió en días sin huelgas. Tanto la medida como la definición del período de huelga irremediablemente confunden causa y efecto, haciendo que el estudio sea irrelevante para la conclusión lograda desde la evidencia más fuerte. Ninguno de los hallazgos de la huelga tiene grupos de comparación, así que en teoría es posible que los crímenes hayan aumentado dramáticamente durante el período de huelga, incluso sin la huelga. Las magnitudes sustanciales de algunos de los incrementos, sin embargo, exceden grandemente a las variaciones diarias típicas del crimen en las grandes ciudades. En la huelga de la policía de Montreal de 1969, por ejemplo, hubo 50 veces más robos a bancos y 14 veces más robos comerciales que la media (Clark, 1969). Así, pese a la debilidad del diseño de la investigación, el tamaño del efecto grande sugiere que la abolición de una fuerza policial puede hacer que el crimen aumente. Tabla 8-1: Números de Policías. Cuantos más policías emplea una ciudad, menos crimen tendrá.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Andenaes 1974 2 1944 Ninguna Policía danesa, aumento grande del robo y hurto. Clark 1969 2 Huelga policial, mayor aumento de la violencia y los delitos

contra la propiedad. Russel 1975 2 Igual al que precede (Boston) Sellwood 1978 2 Igual al que precede (Liverpool) Makinen and Takala 1980 2 Igual al que precede (Helsinki)

Pfuhl 1983 1 Sin incremento del crimen durante los trimestres con huelga policial

Marvell & Moody 1996 3 Números más altos de policías en las ciudades reducen la mayoría de los tipos de delitos.

36 revisiones de estudios 2 Poca evidencia de que más policías reducen el crimen; métodos

débiles. Si sumar más oficiales a una fuerza policial ya grande hace que el crimen disminuya, sin embargo, es algo menos claro. Una revisión reciente de 36 estudios de correlación, la mayoría de ellos débil en cuanto al diseño de la investigación, encontró poca evidencia de que más policías reducen el crimen (Marvell y Moody, 1996). Los mismos autores, sin embargo, ofrecen un análisis de veinte años de 56 ciudades de más de 250.000 personas cada una y de 49 estados. Usando una técnica compleja llamada Test de Granger7, Marvell y Moody (1996) encuentran evidencia consistente de que los aumentos en el número de

6 Y en un caso, el arresto de toda la policía de Copenhague por los nazis en 1944, lo que equivalía a una huelga porque el ejército alemán de ocupación no hizo nada para hacer cumplir las leyes penales civiles antes o después de arrestar a la policía (Andenæs, 1974). 7 Test de Wiener-Granger: Desarrollado por el Premio Nobel de Economía (2003) Clive W. J. Granger (1934), a partir de las indicaciones de Norbert Wiener. Consiste en comprobar si los resultados de una variable sirven para predecir a otra variable, si tiene carácter unidireccional o bidireccional.

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reducciones por causa policial del crimen en el año siguiente. Este estudio valora un nivel 4 debido a que emplea múltiples grupos de comparación y usa los controles apropiados para diferencias bien especificadas a través de las unidades. Aunque carece de la asignación aleatoria, es la mejor evidencia disponible sobre el efecto de los incrementos modestos en los números de policías. Pese a que va en contra de la conclusión de la preponderancia de los otros estudios, la diferencia en el rigor científico apuntala la preponderancia de la evidencia en la dirección de la conclusión de que los números de policías solo ayudan a reducir el crimen en una gran ciudad o un estado. Qué mecanismo causal para ese efecto puede ser o cómo se puede mejorar, sin embargo, no está claro. El análisis de Marvell y Moody (1996: 632) también permite un test de la hipótesis de que los beneficios de la prevención debidos a la contratación de más policías son mayores en las ciudades de alta criminalidad que en todo el país en general. El análisis estima que por cada oficial adicional sumado a una fuerza policial en una gran ciudad, 24 delitos de la Parte I8 se previenen anualmente. Por cada oficial contratado en cualquier lugar en un estado, se previenen sólo 4 crímenes de la Parte I. Los estados, en promedio, tienen tasas de criminalidad mucho más bajas que las grandes ciudades (de más de 250.000 habitantes); en 1995 la tasa de delitos de la Parte I fue 8.563 por 100.000 en las grandes ciudades, comparadas con 5.624 por 100.000 en todas las agencias policiales. Sin embargo, la ratio del beneficio de la prevención del delito es mucho mayor que la ratio de los riesgos de delitos denunciados. La estimación de Marvell y Moody muestra que seis veces más delitos son prevenidos por cada funcionario añadido en las ciudades que los sumados en todos los lugares en promedio. Por qué la ratio del beneficio excede a la ratio del riesgo es algo que se desconoce, pero un candidato probable es que la mayor densidad de población en las ciudades permite a los oficiales de policía adicionales tener un efecto mayor sobre la visibilidad de la patrulla por residente. 2. Respuesta Rápida al 911. Una de las teorías principales acerca de los beneficios en prevención del delito resultantes de contratar más oficiales es que se reduce el tiempo de respuesta de la policía. La investigación sobre esta teoría es un excelente ejemplo de cómo las diferentes conclusiones pueden derivarse de los resultados de investigación con muy diferentes niveles de fuerza científica. Los estudios iniciales de la hipótesis del tiempo de respuesta produjeron un fuerte apoyo, sugiriendo que los minutos recortados al tiempo de respuesta podrían llevar al arresto de muchos más delincuentes. La extensión de esta hipótesis hacia una estrategia de servicio de policía incluyó el desarrollo de sistemas 911 para agilizar el contacto de la víctima con los despachadores de radio de la policía y la contratación de más policías en todo el país a principios de 1970 con el fin de reducir los tiempos de respuesta promedio y disuadir a la delincuencia a través de una mayor certidumbre para arrestar. Sólo el análisis del tiempo de respuesta 1977 NIJ en el estudio de Kansas City y las replicaciones del NIJ en otras cuatro ciudades, fueron capaces de poner a esa estrategia en tela de juicio y abrir la puerta a alternativas más específicas (Goldstein, 1979). El test original de la hipótesis fue basado en un diseño de investigación científicamente débil, una muestra no aleatoria de 265 respuestas policiales a las llamadas del ciudadano por el Departamento de Policía de Los Ángeles (Isaacs, 1967). Sus resultados fueron confirmados por un estudio posterior en Seattle (Clawson y Chang, 1977): la probabilidad de arresto por respuesta policial aumenta a medida que el tiempo de la policía para viajar a la escena disminuyó. Otros dos estudios (Brown, 1974; Holliday, 1974, citado en Chaiken, 1978) no lograron encontrar ese patrón tal vez porque, como Chaiken (1978: 130) observa, "las curvas son esencialmente planas para los tiempos de respuesta mayores de tres minutos y por lo tanto se necesita una cantidad sustancial de datos para las respuestas de menos de tres minutos para observar algún efecto".

8 El informe propone la división datos reportados en dos categorías separadas, los ocho delitos graves (que más tarde se conoció como "crímenes del índice de la Parte I") y 21 delitos menos comúnmente reportados (que más tarde se conoció como "crímenes del índice de la Parte II").

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Tabla 8-2: Respuesta Rápida Cuanto más corto sea el tiempo de viaje de la policía desde la asignación hasta la llegada a la escena del crimen, menos delincuencia habrá.

Estudios

Puntaje de los

Métodos Científicos

Hallazgos

Isaacs 1967 1 Tiempo de viaje policial más corto, más arrestos. Clawson y Chang 1977 1 Igual al que precede Pate et al 1976 1 Tiempo de viaje policial no relacionado con el arresto Kansas City (Missouri) Police 2 Igual al que precede, más crímenes

Spelman y Brown 1981 2 Igual al que precede El análisis del tiempo de respuesta de Kansas City (1977) tuvo un enfoque mucho más sistemático del tema. Su primer paso fue dividir los crímenes en "participación" víctima-delincuente (por ejemplo, robo, asalto, violación) y categorías de "descubrimiento" después del crimen (por ejemplo, robo de casas, hurto de automóviles). Entonces se centró el análisis del tiempo de respuesta en los delitos implicados, desde que el delincuente no estaría presente en los delitos de descubrimiento. El análisis entonces dividió el "tiempo de respuesta" del involucramiento en el crimen en tres periodos: iniciación delito para llamar a la policía ("tiempo de denuncia"), recepción de la llamada por parte de la policía para su despacho ("tiempo de despacho") y "tiempo de viaje" de la policía desde que recibe la llamada hasta su llegada a la escena. Usando los métodos de observación sistemática y entrevistas de las víctimas, el estudio de Kansas City (1977, Vol. 2: 39) encontró que no hubo correlación entre la probabilidad de arresto relacionada con la respuesta y el tiempo de presentación de informes una vez que el tiempo excedió los 9 minutos. El tiempo promedio de denuncias por involucramientos en crímenes es de 41 minutos (KCPD 1977, Vol. 2: 23). Cortar el tiempo de viaje de la policía para tal delito de 5 a 2,5 minutos podría requerir una duplicación de la fuerza policial, pero no tendría casi ningún impacto en las probabilidades de hacer un arresto. Los jefes de policía en el Foro de Investigación Ejecutiva de la Policía (PERF, http://www.policeforum.org/, Police Executive Research Forum) le dijeron al Instituto Nacional de Justicia (NIJ) que no creían que los ciudadanos en sus propias comunidades se tomarían tanto tiempo para llamar a la policía. El NIJ respondió comisionando al PERF para que replique el componente de los reportes ciudadanos del análisis del tiempo de respuesta en otras cuatro ciudades. Más de 4.000 entrevistas sobre 3.300 crímenes "involucrados" produjeron un inequívoco apoyo a los resultados del análisis de tiempo de respuesta de Kansas City (Spelman y Brown, 1981). La probabilidad de arresto en aquellos delitos graves fue sólo de 29 por 1.000 reportes, con el 75 % de los delitos graves siendo descubierto por las víctimas mucho después de que ocurrieran los crímenes. Del 25 % que involucró directamente a las víctimas, casi la mitad reportaron cinco minutos o más después que se completó el crimen. Los resultados fueron consistentes entre ciudades, incluyendo uno que tenía un sistema 911 y tres que no lo tenían. La conclusión de que el reducido tiempo de respuesta no disminuirá el crimen se basa en evidencia sólida pero indirecta. La evidencia es fuerte porque se basa en muestras grandes, medición cuidadosa y un diseño de investigación replicado en cinco diversas ciudades que muestran poca variación en las tasas de arrestos por la policía según el tiempo de viaje, el factor principal que los dólares de los impuestos pueden afectar. Es indirecta porque un test experimental de los efectos de la reducción del tiempo de viaje de la policía sobre las tasas de arresto y crimen en toda la ciudad nunca se ha llevado a cabo. Sin embargo, no es ni justificación empírica ni teórica para un test tan caro. Dada la fuerte evidencia de los retrasos de los ciudadanos para denunciar delitos de participación y la pequeña proporción de delitos graves que cuentan con la participación directa entre víctimas y delincuentes, más test de esta teoría parecen ser un desperdicio de dinero de los impuestos. Esos dólares podrían ser mejor empleados en la comunicación de los resultados al público en general, que todavía pone una gran prioridad en el tiempo de viaje de la policía para la seguridad pública (Sherman, 1995).

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3. Patrullas aleatorias, al azar o eventuales. Otra teoría importante sobre los beneficios de más policía es que ella puede realizar más patrullas aleatorias. La Tabla 3 resume la evidencia para la hipótesis de los números de policías testeada en el nivel de las patrullas uniformadas dentro de las ciudades, en los patrones de las patrullas no-dirigidas o aleatorias. La Tabla muestra una débil evidencia de ningún efecto de las variaciones moderadas en números o método de patrullas. El más famoso test de la hipótesis de la patrulla preventiva aleatoria, el "Experimento de la Patrulla Preventiva de la Ciudad de Kansas" (Kelling et al, 1974), revela algunas dificultades para probar esta afirmación. Este experimento afirmó haber variado la dosis de la presencia de las patrullas durante un año a través de tres grupos de cinco sectores asignados aleatoriamente a cada uno, precedido y seguido de amplias medidas del crimen de las encuestas de hogares y de los registros oficiales. Los resultados del experimento no mostraron diferencias estadísticamente significativas en la delincuencia a través de los tres grupos. Tabla 8-3: Patrulla aleatoria Cuantas más patrullas al azar recibe una ciudad, más "omnipresencia" policial percibida disuade al delito en lugares públicos.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Kelling et al 1974 3 Sin diferencia en el crimen por el número de automóviles patrulleros asignados.

Police Foundation 1981 3 Sin diferencia en el crimen por el número de patrullas a pie

asignadas.

Trojanowicz 1986 3 Las áreas de patrullaje a pie tenían menos delitos que controles, pero no hay test significativos reportados.

Muchos criminólogos llegan a la conclusión desde este experimento que no hay un efecto de prevención del delito por añadir la presencia de patrullas en una gran ciudad, donde la baja densidad de la delincuencia hace que la patrulla adicional sólo sea una gota en el balde (Felson, 1994). Sin embargo, el experimento ha sido criticado por su fracaso para medir las diferencias reales en la dosis de patrullaje y su posible falta (Larson, 1975), su insuficiente poder estadístico para detectar grandes diferencias porcentuales en el delito como no debidos al azar (Fienberg, et al, 1976) y su falta para asignar dosis de patrullaje al azar (Farrington, 1982). Limitaciones similares se encuentran en el "Experimento de las Patrullas a Pie de Newark" (Police Foundation, 1981), donde a pesar de las grandes encuestas de victimización no se detectaron efectos de prevención del delito, en asociación con la adición o eliminación de patrullas a pie tempranas y por la tarde de latidos desde sectores de patrullaje seleccionados. La debilidad de la evidencia es aún mayor para un estudio que pretende encontrar un efecto de prevención del delito desde las patrullas aleatorias no centradas en los riesgos del crimen (Trojanowicz, 1986). El diseño de este estudio fue limitado a los delitos registrados y llamadas para servicio, sin encuestas de victimización. Después se agregaron patrullas a pie durante el día a 14 sectores en Flint (Michigan) por tres años, los conteos oficiales de criminalidad en esos sectores se redujeron un 9% en las áreas de patrullaje a pie y hasta 10% en los otros sectores a lo ancho de la ciudad. Los grandes aumentos de robo de viviendas y robo en las áreas de patrullaje a pie fueron contrastados por los mayores incrementos reportados en el resto de la ciudad. No se reportaron test de significación, ni hubo controles para las características demográficas de las áreas seleccionadas para el patrullaje a pie en comparación con el resto de la ciudad. Desde las áreas de patrullaje a pie no fueron seleccionados al azar, es posible que esas áreas pudieran haber experimentado diferentes tendencias de criminalidad, incluso sin las patrullas a pie. El hecho de que el aumento en el robo de viviendas y el robo ocurriera en gran parte por la noche cuando las patrullas de a pie no estaban funcionando es quizás el hecho más interesante en el estudio, apoyando la conclusión alcanzada de las evaluaciones de las patrullas dirigidas centradas en las horas y lugares de alto riesgo de crimen.

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4. Patrullas Dirigidas. La evidencia de la hipótesis de patrulla preventiva dirigida es más voluminosa, científicamente más fuerte (en dos test) y consistentemente en la dirección opuesta desde el peso de la (débil) evidencia de la hipótesis de las patrullas aleatorias. En orden a ser asignado a esta categoría, los estudios tenían que indicar que de alguna manera debían centrarse en los lugares, tiempos o áreas de alta criminalidad. En el estudio de la Ciudad de Nueva York (Press, 1971: 94), por ejemplo, el precinto del test era conocido como un área de muchos robos y tenía más de tres veces el número de robos por semana que cada grupo de cinco áreas en el experimento de Kansas City. Los ocho test reportados de esta hipótesis muestran reducciones de criminalidad en respuesta al aumento de la presencia de la patrulla. Tabla 8-4 Patrullas Dirigidas Cuanto más precisamente se concentre la presencia de patrullas en los "puntos calientes" y "tiempos calientes" de la actividad criminal, menos crimen habrá en esos lugares y tiempos.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Press 1971 2 40% más policías, reducción de la delincuencia al aire libre. Chaiken et al 1975; Chaiken 1978 3 La policía en el subterráneo a la noche reduce el crimen.

Dahman 1975 2 Más policías, reducciones del crimen al aire libre. Schnelle et al 1977 2 400% más patrullas, menos delitos de la Parte I. Sherman y Weisburd 1995 5 100% más patrullas, menos delitos en "puntos calientes"

observados. Koper 1995 4 Visitas más largas de patrullas, más tiempo después de la

visita libre de crimen. Reiss 1995 Review: Barker et al 1993 2 Escuadrones centrados en puntos calientes, donde el delito

callejero cayó. Burney 1990 2 Patrullas de saturación, delitos callejeros reducidos.

Los efectos de prevención del delito de la patrulla uniformada adicional en coches de policía identificados en "picos" de alta criminalidad son especialmente evidentes en dos diseños de investigación muy diferentes impuestos a un gran estudio del NIJ diseñado para mejorar sobre el "Experimento de la Patrulla Preventiva de Kansas City". Basada en la investigación financiada por el NIJ que muestra concentraciones extremas en la distribución espacial y temporal de la delincuencia, el Departamento de Policía de Minneapolis (MPD, Minneapolis Police Department) reorganizó toda su fuerza de patrulla en 1988-1989 para poner a prueba un modelo de patrullas dirigidas a los puntos calientes en momentos calientes. Con la aprobación unánime del Consejo de la Ciudad, el Departamento de Policía de Minneapolis redujo sustancialmente las patrullas de áreas de baja criminalidad en orden a proporcionar 2 a 3 horas de patrulla extra cada día durante las horas de alta criminalidad en 55 puntos calientes en esquinas de calles. Las esquinas fueron seleccionadas al azar para las patrullas adicionales de una lista cuidadosamente copilada de 110 lugares de alta incidencia criminal que eran visualmente separados unos de otros (Buerger, Petrosino y Cohn, 1995). Con una subvención del NIJ de millones de dólares, tanto los puntos calientes patrullados como los no patrullados fueron sometidos a más de 7.000 horas aleatoriamente seleccionadas de observaciones por investigadores independientes en el transcurso de un año. Los observadores registraron cada minuto de 24.813 casos de presencia policial en los puntos calientes y 4.014 actos observados de crimen y desorden (Koper, 1995: 656).

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Suficiente presencia policial: Reducir el crimen y el comportamiento desordenado optimizando el tiempo de patrullaje en los puntos calientes del delito. 9 - Dr. Christopher S. Koper

RESUMEN. Este estudio examinó los efectos de disuasión residuales de las patrullas policiales en puntos calientes o pequeños conglomerados de direcciones de alta criminalidad. La disuasión residual en este estudio representa el efecto disuasorio contínuo que la presencia policial tiene en la conducta desordenada y criminal después que la policía partió de un lugar. Este estudio se basa en tres conceptos: (1) que el control de la conducta desordenada puede reducir el miedo y el delito más grave; (2) que la policía puede reducir el desorden y la delincuencia mediante el aumento de su presencia en los puntos calientes donde tal comportamiento se concentra y (3) que la presencia de un oficial en un punto caliente tiene el efecto de disuadir la conducta desordenada y criminal, incluso después que la policía sale (por ejemplo, conduciendo personas molestas lejos del área). Extrapolando desde la teoría y la investigación sobre los operativos policiales, el estudio examinó si las dosis más fuertes (es decir, más tiempo) de presencia policial crean efectos residuales más fuertes sobre la delincuencia y el desorden y, en caso afirmativo, si existe una longitud óptima de presencias policiales en los puntos calientes (es decir, un punto de rendimiento decreciente). DATOS Y MÉTODOS. El estudio empleó datos observacionales colectados durante el experimento de puntos calientes de Minneapolis. Los observadores visitaron los puntos calientes en momentos seleccionados al azar para registrar la presencia policial, el crimen y el desorden. El análisis se basa en aproximadamente 17.000 casos observados de presencia policial (bloques de tiempo cuando al menos un oficial estuvo presente en el punto caliente) y 4.000 casos de conducta desordenada o criminal observados. Los métodos de análisis de supervivencia fueron usados para determinar si las presencias de las patrullas de una mayor duración produjeron un tiempo de "supervivencia" más largo - es decir, un tiempo más largo sin un comportamiento criminal o alteración del orden observado después de que la policía se marchó. El análisis se centró en puntos intermedios y paradas de hasta 20 minutos. El tiempo de supervivencia se midió usando un período de hasta 30 minutos posteriores a cada presencia policial. RESULTADOS. Por cada parada policial, cada minuto adicional de presencia policial incrementó el tiempo de supervivencia en un 23 %. La dosis ideal para la presencia policial era 10-15 minutos; una dosis umbral de 10 minutos fue necesaria para generar significativamente más disuasión residual que la que fue generada por la conducción a través de un punto caliente. La probabilidad de comportamiento criminal o desordenado que ocurre dentro de los 30 minutos después de un policía se marchó del lugar fue del 16 %; para paradas de 10-15 minutos, esto se redujo a 4 %. Los efectos disuasorios residuales fueron mayores para las presencias policiales de 14 a 15 minutos; las presencias más largas tienen efectos menguantes. IMPLICACIONES PARA LOS RESPONSABLES POLÍTICOS. La policía puede maximizar la reducción del crimen y el desorden en los puntos calientes haciendo paradas proactivas de 10- 15 minutos en esas ubicaciones sobre una base intermitente y aleatoria, maximizando así la disuasión y minimizando la cantidad de tiempo innecesario pasado en los puntos calientes. El estudio no abordó los tipos de actividades conducidas por los oficiales en los puntos calientes.

El análisis del Dr. Christopher S. Koper (1995) del Patrullaje de Puntos Calientes de Minneapolis halló una fuerte relación entre la longitud de cada presencia de patrullas policiales (con un promedio de 14 minutos)

9 KOPER, Christopher S. "Just enough police presence: Reducing crime and disorderly behavior by optimizing patrol time in crime hotspots". Justice Quarterly, 12(4): 649-672. George Mason University. http://cebcp.org/ wp-content/onepagers/KoperHotSpots.pdf. Año 1995. Traducción del Mg. Carlos G. Blanco.

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y la cantidad de tiempo que el punto caliente estaba libre de crimen después que los policías abandonaran el lugar. Cuanto más tiempo se quedaba la policía, mayor era el tiempo hasta el primer delito (o acto desordenado) después de haberse ido la policía. Esta relación se mantuvo por cada minuto adicional de presencia policial desde uno hasta quince minutos, después de lo cual la relación comenzaba a revertirse. Así, la "curva de Koper" en los datos de Minneapolis sugiere la longitud óptima de la visita de una patrulla de la policía a un punto caliente con el fin de disuadir a la delincuencia está de unos 15 minutos. El análisis correlacional de Koper de todas las presencias policiales observadas en puntos calientes tanto en la patrulla extra como en la patrulla no extra combinada, es consistente con los resultados de las comparaciones de Sherman y Weisburd (1995) de los dos grupos. El análisis experimental halló que había un promedio de dos veces más presencia de patrullas y hasta la mitad del crimen en los puntos calientes extra-patrulla que en el grupo no-extra-patrulla. Los datos de la observación mostraron crimen o desorden en el 4 % de todos los minutos observados en el grupo de control en comparación con el 2 % en el grupo experimental (Sherman y Weisburd, 1995: 64). La mayor parte de la diferencia en el crimen observado se halló cuando la policía no estaba presente en los puntos calientes. Las llamadas de servicio relacionadas con el delito se incrementaron en ambos grupos de puntos calientes durante el experimento de un año, así como en toda la ciudad, pero el crecimiento promedio por punto caliente fue hasta tres veces mayor en el grupo de no-extra-patrulla (17 %) como en el grupo de patrulla extra (5%) (Sherman y Weisburd, 1995: 644). Esos hallazgos pueden ser cuestionados, como la mayoría de los efectos de prevención del delito vinculados al lugar, con el posible efecto secundario que el crimen simplemente se mueve a otro lugar (pero véase la discusión del desplazamiento en el Capítulo 7). Así, también, una reducción del crimen en una ciudad puede ser cuestionada sobre la base de que los delincuentes pueden haberse centrado en otras jurisdicciones. La perspectiva teórica de las "actividades de rutina" (Cohen y Felson, 1979; Felson, 1994), bajo la cual sólo es probable que los crímenes ocurran en ciertos lugares y momentos, hace que la hipótesis del desplazamiento sea menos plausible. Se sugiere que si el crimen se desplaza, tendría que desplazarse a otros puntos calientes. Ese argumento sigue siendo consistente con el análisis del grupo experimental-comparación, dado el creciente número de llamadas en el año experimental relativas al año de referencia. Pero no da una explicación convincente del análisis transversal de Koper de los efectos de la más larga presencia de patrullas en las tasas de criminalidad post-patrulla. 5. Arrestos reactivos. La evidencia en apoyo de la hipótesis de arresto reactivo es notablemente desalentadora a nivel de análisis comunitario e individual. Como una cuestión de disuasión general, los test son todos bastante débiles y generalmente negativos. Como una cuestión de disuasión individual, los resultados son siempre negativos para los juveniles y contradictorios para dos grupos diferentes de agresores domésticos, empleados y desempleados. La evidencia científica para este último es de lo más fuerte disponible en la literatura policial, mientras que la evidencia sobre los menores es mucho más débil. Tomados en conjunto, esos resultados hacen una demostración vívida de la complejidad de los efectos de la policía sobre el crimen. La evidencia sobre los efectos disuasivos generales (Reiss, 1971) de los arrestos reactivos se basa en el análisis de correlación, con y sin orden temporal. Existe cierta evidencia débil de que hay un umbral más allá del cual el efecto de aumento de las tasas de arresto se hace evidente, mientras que este efecto no es evidente por debajo del "punto de inflexión" del nivel de dosis mínima (Tittle y Rowe, 1974). Esta evidencia se ve complicada por la sugerencia de que los efectos del arresto son sólo evidentes en las ciudades de menos de 10.000 personas, incluso con el "punto de inflexión". El hallazgo de Greenberg y sus colegas (1979, 1982) de que no hay una tasa de arrestos de efectos disuasorios, en un diseño de secuencia temporal en las grandes ciudades arroja grandes dudas sobre una simple afirmación de disuasión general. Aquí de nuevo, sin centrar arrestos en personas o lugares de alto riesgo, los efectos de los niveles de arresto más altos pueden perderse entre los muchos factores que causan el crimen.

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Tabla 8-5 Arrestos reactivos Cuantos más arrestos haga la policía en respuesta a delitos reportados u observados de cualquier tipo, menos crimen habrá. 5. a. Disuasión general. Cuanto mayor sea la tasa de arrestos por delitos para cada tipo de crimen en una ciudad, menor tasa de esa ciudad para ese tipo de delito.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Tittle and Rowe 1974

2 Las ciudades con tasas mayores de arrestos más allá del "punto de inflexión" tienen menos crimen, pero debajo del punto no hay efectos por los arrestos.

Logan 1975 2 No hay correlación de tasas de arrestos y crimen a través de las ciudades.

Brown 1978 2 Efecto inflexión limitado a ciudades de menos de 10.000 personas. Greenberg et al 1979

2 No hay efecto de las tasas de arrestos sobre el crimen en las ciudades.

Greenberg and Kessler 1982

3 No hay efecto de tasa de arresto, incluso con otros factores controlados.

Chamlin 1988 3 Más arrestos reducen robos, pero no en 4 delitos contra la propiedad. Chamlin 1991 3 No hay efecto de la tasa de arresto para ciudades de más de 10.000.

La evidencia consistente a nivel individual de los efectos criminógenos de los arrestos de menores es toda longitudinal, pero sólo uno de los estudios es un experimento aleatorio (Klein, 1986). Los otros estudios son observaciones naturales de la diferencia de la delincuencia auto informadas antes y después que los menores delincuentes fueran arrestados. Esos estudios no pueden controlar adecuadamente la hipótesis rival de que los mismos factores que llevaron a la juventud de ser arrestada también causaron un mayor nivel de reincidencia. Un patrón de "rebeldía" (Sherman, 1993), por ejemplo, daría cuenta de ambas variables y su correlación. El experimento de Klein (1986) informó algunas dificultades en el mantenimiento de la asignación aleatoria, pero se las arregló para hacer de la carga formal de los menores bajo custodia policial una cuestión de igualdad de posibilidades a través de los casos. Al tener características juveniles relativamente constantes, entonces, Klein encontró que cuanto más legalista era el procesamiento de un menor sospechoso, mayor era la tasa oficial de reincidencia10. En la interpretación de esos resultados, es necesario recordar que la mayoría de los delitos cometidos por menores son por delitos relativamente menores y que la mayoría de los menores con un contacto con la policía nunca tienen otro (Wolfgang, Figlio y Sellin, 1972). Por lo tanto hasta cierto punto, arrestar a algunos menores y no a otros por esos delitos puede ser percibido como arbitrario o procesalmente improcedente. 5. b. Disuasión específica. Delincuentes individuales arrestados por un delito tienen menos probabilidades de repetir ese delito en el futuro que los delincuentes que no son arrestados.

10 No se observaron diferencias en los datos de infractores auto-reportados, pero sólo el 60 % de los delincuentes dio entrevistas de seguimiento.

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Tabla 8-5b: Disuasión específica.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Delitos Juveniles: ---- ----

Gold y Williams 1970 2 Jóvenes arrestados delinquen más después del arresto que los que no fueron arrestados.

Klein 1986 4 Más procesamiento de arresto formal aumentó la reincidencia. Huizinga y Esbensen 1992 2 Igual que el anterior.

Smith y Gartin 1989 2 Jóvenes arrestados delinquen menos después del delito que los no arrestados, si son delincuentes primerizos; otros más.

Farrington 1977 2 Jóvenes arrestados delinquen más después del arresto que aquellos no arrestados.

Violencia Doméstica: ---- ---- Sherman y Berk 1984 4 Arresto redujo la reincidencia 50%. Dunford et al 1990 5 Arresto no tuvo efecto sobre la reincidencia a los 6 meses. Dunford 1992 5 Arresto aumentó la frecuencia para delinquir a los 12 meses.

Dunford 1990 5 Orden de detención redujo la reincidencia del delincuente ausente 50 %.

Sherman et al 1991 5 Arresto no tuvo efecto sobre la reincidencia a los 6 meses; arresto corto aumenta la reincidencia después de 12 meses.

Sherman et al 1992 (Milwaukee) 4 Arresto disuade al empleado; criminógeno para el desempleado.

Sherman et al 1992 (Omaha) 4 Igual que el anterior.

Berk et al 1992a 5 Arresto redujo la reincidencia. Berk et al 1992b 4 Arresto disuado al empleado, no al desempleado. Pate et al 1991 5 Arresto redujo la reincidencia. Pate y Hamilton 1992 5 Arresto disuade al empleado; criminógeno para el desempleado. Hirschel et al 1992 5 Arresto incrementa la reincidencia oficial.

Marciniak 1994 4 Arresto disuade en áreas de alto nivel de empleo y matrimonio; aumenta la reincidencia en áreas de bajo nivel de empleo y matrimonio.

La evidencia sobre los efectos de arrestos por contravenciones de violencia doméstica es contradictorio en las ciudades, pero consistente con las características del arrestado. Si bien tres experimentos han encontrado alguna evidencia de efectos disuasivos del arresto (Sherman y Berk, 1984; Pate, Annan y Hamilton, 1991; Berk et al, 1992), otros tres experimentos han encontrado alguna evidencia de que el arresto aumenta la frecuencia delictiva detectada oficialmente (Sherman, et al, 1991; Hirschel et al, 1992; Dunford, 1992). Los cuatro de esos seis experimentos para los cuales los datos han sido analizados por separado por la situación laboral del infractor muestran resultados consistentes. Los arrestados por reincidencia se incrementan entre los sospechosos desempleados y se reducen entre los sospechosos empleados. Marciniak (1994) ha mostrado que esta diferencia opera con más fuerza a nivel de sección censal que a nivel individual, con arrestos fallados independientemente de la condición individual de trabajo en los barrios con concentración de desempleo y en los hogares monoparentales. Hay una literatura que aumenta las preocupaciones acerca de los problemas de medición de estos datos (Garner y Fagan, 1995; Fagan, 1996) que no son generalmente elevados sobre otros estudios en la literatura policial. Sin embargo, no hay otro ejemplo en la literatura policial de seis experimentos aleatorios similares que prueban hipótesis similares con diseños similares (aunque no idénticos) y esos estudios cuentan con una puntuación de rigor científico que es el doble de la media de todos los estudios clasificados para este capítulo. La consistencia de los efectos del arresto sobre la delincuencia para los delincuentes ocupados y desocupados se extiende incluso a la similitud de los tamaños del efecto.

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6. Arrestos proactivos. Al igual que la evidencia sobre la patrulla enfocada, la evidencia sobre la hipótesis del arresto proactivo enfocado generalmente es de apoyo a través de una amplia gama de estudios y diseños de investigación. Si bien la mayoría de los estudios son relativamente modestos en fuerza científica, hay algunos experimentos controlados aleatorios. Con la excepción de los arrestos selectivos sobre problemas de drogas, parece que hay resultados sustanciales de concentrar los recursos escasos del arresto sobre personas, lugares, delitos y horas de alto riesgo. La evidencia sobre las personas de alto riesgo proviene de dos evaluaciones fuertes (nivel 4) de unidades policiales dirigidas a los reincidentes. La unidad de Washington, DC emplea investigaciones previas al arresto, diseñadas para capturar delincuentes en el acto del crimen para mejorar la fuerza de la evidencia. La unidad de la policía de Phoenix empleó investigaciones post-arresto diseñadas para realzar la evidencia en los casos más recientes de delincuentes basados en la duración y la naturaleza del registro previo del delincuente. Ambos proyectos buscaron aumentar la tasa de encarcelamiento de los delincuentes apuntados y ambos tuvieron éxito. Qué tan graves o activos eran los delincuentes es un tema importante en esos estudios, uno que podría iluminar los futuros análisis de dólares invertidos por delito evitado. Tabla 8-6: Arrestos proactivos. Cuanto mayor sea la tasa de arrestos para los delitos y delincuentes de alto riesgo, menor es la tasa de crimen grave violento.11 8-6a. Reincidentes.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Martin y Sherman 1986 4 Delincuentes apuntados ("targeted") con más probabilidades de ser arrestados y encarcelados (Washington).

Abrahamse et al 1991 4 Mejora del caso post-arresto aumenta las probabilidades de los arrestados de ser encarcelados (Phoenix, Arizona).

Tabla 8-6.b. Arrestos por tráfico y conducta desordenada.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Wilson and Boland 1978 2 Ciudades con tasas de arrestos más altas tienen menos crimen.

Sampson and Cohen 1988 2 Igual que el anterior.

Weiss and McGarrell 1996 3 Más multas de tráfico, menos robos.

Dos estudios más débiles usan muestras nacionales de ciudades para testar los efectos de las tasas de arrestos policiales por delitos menores de robo. Ambos emplean modelos multivariados para controlar los efectos de algunos de los otros factores que podrían influir en la tasa de robo de la ciudad. Ambos encuentran que cuanto mayor es la tasa per cápita de arrestos por tráfico, más baja es la tasa por robo. Un factor no controlado en esos análisis es el número de oportunidades de robo peatonal.

11 Dado el potencial del homicidio vehicular unido a conducir ebrio, ese delito está incluido aquí en la definición de delito violento. No podría, sin embargo, ser clasificado de esa manera para la mayoría de otros propósitos.

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Esto puede ser mucho mayor en las ciudades donde hay menos uso de automóviles, como la ciudad de Nueva York donde menos del 3% de la población estadounidense sufre el 12% de los robos denunciados. Dado que es el único tipo de delito por el que Nueva York es tan desproporcionada, y densa en otras, las ciudades peatonales como Baltimore y Boston también tienen altas tasas de robo, puede haber una relación espuria entre la policía de tráfico y el robo. Es decir, más coches por habitante, menos oportunidades de robo y más oportunidades de aplicación de la ley de tráfico. Tabla 8-6.c. Áreas de mercado de drogas.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Kleiman 1988 (Lynn) 2 Represión sobre el mercado de la heroína, violencia abajo.

Kleiman 1988 (Lawrence) 2 Represión sobre el mercado de la heroína, violencia arriba.

Zimmer 1990 y Kleiman 1988 (NYC) 2 Represión sobre el mercado de la heroína, violencia

abajo.

Sviridoff et al 1992 3 Represión sobre el mercado de la heroína, violencia plana.

Uchida et al 1992 (Birmingham) 3 Cambios inconsistentes en la violencia tras aumentar arrestos

Uchida et al 1992 (Oakland) 3 Comprar y Golpear (Buy & Bust) más puerta-a-puerta, robo abajo. Cada estrategia sola, ningún efecto.

Sherman y Rogan 1995 5 Redadas en casas de crack redujeron el crimen por 12 días.

Weisburd y Green 1995 4 La represión de los puntos calientes reduce el desorden; no hay efectos sobre la violencia o delitos contra la propiedad.

Annan y Skogan 1993 3 Represión de drogas en viviendas, sin efecto sobre el crimen.

Tabla 8-6.d. Conducir ebrio.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Ross 1981 review: Ross 1973 (UK) 2 Arrestos crecen agudamente, caída en accidentes decae con el

tiempo. Ross 1975 (Escandinavia) 2 Igual que el anterior.

Ross 1977 (Cheshire 1) 2 Igual que el anterior. Ross 1977 (Cheshire 2) 2 Igual que el anterior. Hurst-Wright 1980 (NZ1) 2 Igual que el anterior.

Hurst-Wright 1980 (NZ1) 2 Igual que el anterior.

Ross et al 1982 (Francia) 2 Igual que el anterior.

Homel 1993 3 Aumento de la frecuencia en tasas de arresto reducen las muertes a lo largo de más de 10 años, pero no en estados comparables.

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Tabla 8-6.e. Arrestos por Tolerancia Cero.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Boydstun 1975; Sherman 1990 3 Más interrogatorios de campo, menos crímenes al aire libre.

Reiss 1985 3 Más regulación policial de la conducta, menos crímenes "suaves".

Pate et al 1985; Skogan 1990 3 Igual que el anterior.

Sherman 1990 2 Represión por desorden, sin reducción de robos.

Kelling and Coles 1996 2 Operativos contra pagos eludidos en el transporte público de pasajeros, represión, reducción del robo en subterráneos.

Ese es precisamente el tipo de limitación en la inferencia causal que los experimentos pueden abordar. La evidencia cuasi-experimental de esta hipótesis fue reportada recientemente por el estudio del Instituto Hudson del Departamento de Policía de Indianápolis, en el que los aumentos sustanciales en la aplicación de la ley de tráfico en un área de muchos robos fueron seguidos por una aguda reducción en los robos (Weiss y McGarrell, 1996). La evidencia sobre la campaña contra las drogas no muestra reducciones consistentes en crímenes violentos durante o después que la ofensiva está en vigor. La evidencia más fuerte es el experimento aleatorio en allanamientos de casas de "crack" (Sherman y Rogan, 1995), en la que el delito en la cuadra se redujo drásticamente después de un raid. El rápido decaimiento del efecto disuasorio en sólo siete días, sin embargo, reduce en gran medida el costo-eficacia del trabajo intensivo de la estrategia del raid. Sólo el alto rendimiento por hora-oficial invertidos para incautar armas (Shaw, 1994) y su posible conexión con la violencia armada en la comunidad durante un período de tiempo más largo (Sherman, Shaw y Rogan, 1995) mostró una gran eficacia-costo. Otras estrategias de lucha contra las drogas en mercados al aire libre tienen incluso resultados menos alentadores, con la excepción del experimento de Jersey City en el cual la medida de resultado principal fue el desorden, no la violencia. La evidencia sobre el conducir ebrio, en contraste, es una de las grandes historias de éxito del servicio de policía del mundo. Pese a los relativamente bajos puntos de rigor, la enorme cantidad de resultados consistentes de las evaluaciones cuasi-experimentales de las campañas de arrestos proactivos por conducir ebrio sugieren una clara causa y efecto. La habilidad de la policía para controlar el conducir ebrio parece ser una función directa y lineal de la cantidad de esfuerzo que ponen en ella (Homel, 1990). Desde que más muertes son causadas cada año por conducir ebrio que por homicidio, la rentabilidad de salvar vidas a través de la aplicación de la ley por conducir bajo la influencia de alguna sustancia bien puede ser mucho mayor que para la prevención de homicidios. La evidencia sobre la prevención de conducir ebrio ve mucho más claro que nada sabemos sobre cómo hacer para que la policía prevenga los asesinatos. La evidencia para la hipótesis de los arrestos debidos a la tolerancia cero-vidrios rotos (Wilson y Kelling, 1982) también es de apoyo consistente. Los diseños de investigación sólo son moderadamente fuertes, pero todos ellos sugieren que un enfoque policial en la actividad de la calle puede ayudar a reducir los delitos graves. Las tácticas específicas mediante las cuales se logra esto pueden ser controvertidas y algunos métodos usados en el test de Newark de 1982 fueron descritos en la literatura como "inconstitucional" (Skolnick and Bayley, 1985:199), incluyendo el ordenar a los varones adolescentes merodeadores que se fueran de las esquinas de las calles basándose en que obstruían el tráfico. Los interrogatorios de campo han sido a menudo un punto de inflamación de las malas relaciones policía-comunidad, sin embargo también han sido una táctica de prevención del delito favorito para la policía, tanto en los EE.UU. como en Europa.

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La evidencia del experimento de interrogación de campo de San Diego (Boydstun, 1975) y del estudio del Instituto Nacional de Justicia del centro de la ciudad de Oakland (Reiss, 1985) sugieren que es posible regular la conducta pública de una manera cortés que fomenta, lejos de debilitar, la legitimidad de la policía. Esa posibilidad, sin embargo, de ninguna manera está garantizada y generalmente toma una inversión empresarial sustancial en orden a llevarla a cabo. La preocupación más grande sobre la tolerancia cero es su efecto a largo plazo sobre las personas arrestadas por delitos menores. Incluso mientras que los aumentos de arrestos masivos, como los de la ciudad de Nueva York, pueden reducir la violencia en el corto plazo -especialmente la violencia armada- eso también puede aumentar los delitos graves en el largo plazo. Los efectos negativos de un registro de arrestos sobre la participación del mercado de trabajo son sustanciales (Schwartz y Skolnick, 1963; Bushway, 1996). Los efectos de una experiencia de arresto sobre una infracción leve puede rebajar permanentemente la legitimidad de la policía, tanto para la persona arrestada y su red social de amigos y familia. El efecto criminógeno del arresto podrá hacer a los arrestados más desafiantes (Sherman, 1993) y más propensos a la ira en la violencia doméstica y en el abuso infantil. Los datos sugieren que los programas de tolerancia cero deben ser evaluados en relación con los efectos a largo plazo sobre los arrestados, así como los efectos a corto plazo en las tasas de criminalidad de la comunidad. El programa de desarrollo para fomentar una mayor legitimidad en el curso de hacer los arrestos también es aconsejable, basado en los hallazgos de la investigación justicia procesal (véase la hipótesis 7.d abajo). Esto podría incluir, por ejemplo, un programa para dar a los arrestados por infracciones menores la oportunidad de reunirse con un supervisor de la policía que podría explicarles el programa a ellos, responder preguntas acerca de por qué están siendo arrestados y darles la oportunidad de expresar sus puntos de vista acerca del programa mientras ellos son escuchados con respeto. Tales innovaciones no serían caras, sino que también plantean muchas hipótesis comprobables. 7. Policía Comunitaria. Los resultados de los test disponibles de las hipótesis de policía comunitaria son mixtos. La evidencia en contra de la eficacia de la policía organizando a las comunidades en las vigilancias vecinales es consistente y relativamente fuerte. La evidencia sobre los beneficios en la prevención del delito de más información que fluye de los ciudadanos a la policía es en el mejor de los casos sólo prometedor. Los dos test de la policía enviando más información a los ciudadanos son muy fuertes, pero claramente falsifican la hipótesis. Los test de aumentar la legitimidad de la policía son los más prometedores, sobre todo porque se basan en una perspectiva teórica potente que está ganando cada vez más apoyo empírico. Uno de los hallazgos más consistentes en la literatura es también la menos conocida para los responsables políticos y el público. El programa de policía comunitaria más antiguo y más conocido, "Neighborhood Watch" (Vigilancia Vecinal), es ineficaz para prevenir el crimen. Esta conclusión se apoya en pruebas moderadamente fuertes, incluyendo un experimento aleatorio en Minneapolis que trató de organizar programas de vigilancia por cuadras con y sin la participación de la policía en las áreas que no habían requerido asistencia (Pate et al, 1987). El problema primario hallado en las evaluaciones es que las áreas con mayores índices de delincuencia son las más renuentes a organizarse (Hope, 1995). Muchas personas se niegan a organizar o asistir a reuniones de la comunidad, en parte porque no confían en sus vecinos. Las áreas de clase media, donde la confianza es mayor, generalmente tienen poca delincuencia con la cual empezar, haciendo que los efectos medibles sobre la delincuencia sean casi imposibles de lograr. El programa no puede incluso estar justificada sobre la base de reducir el miedo de la clase media a la delincuencia y a huir de la ciudad, desde que no se han encontrado tales efectos. Más bien, Skogan (1990) encuentra evidencia de que la vigilancia barrial aumenta el miedo al delito. Otro programa popular para aumentar el contacto entre la policía y el público son las reuniones de la comunidad. La evaluación cuidadosa del Instituto Nacional de Justicia proyecto de policía comunitaria de Madison (Wisconsin) en el que las reuniones jugaron un rol central no encontró ninguna reducción en el crimen (Wycoff y Skogan, 1993). Un enfoque diferente para las reuniones en Chicago se muestra más

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prometedor, con las reuniones centradas mucho más precisamente sobre los patrones delictivos específicos en el área e ideas sobre qué debe hacer la policía para atacar esos problemas. Si bien la evidencia la reducción del delito debido a la "policía comunitaria al estilo de Chicago" es mixta, es llamativo que Chicago haya movilizado a las comunidades de alta incidencia criminal a participar en esas reuniones (Skogan, 1996). A diferencia de las reuniones de vigilancia vecinal, las reuniones de Chicago se celebran en lugares públicos en lugar de residencias locales. La mejor asistencia a esas reuniones durante casi dos años ha sido encontrada en los distritos de policía con las tasas de criminalidad más altas. Una práctica de policía comunitaria menos popular pero a menudo efectiva es la visita puerta-a-puerta por la policía a residencias durante el día. Esas visitas pueden ser usadas para buscar información, tal como quién está portando armas en la calle (Sherman, Shaw y Rogan, 1995). Las visitas pueden ser usadas para dar información, tales como consejos de reducción del robo (Laycock, 1991). Las visitas pueden ser usadas simplemente para introducir a los oficiales de policía locales a los residentes locales, para hacer al servicio de policía más personal (Wycoff et al, 1985). Cuatro de los seis test disponibles sobre las visitas puerta-a-puerta muestran una evidencia moderadamente fuerte (rigor = 3) de prevención sustancial del crimen. En el test de Houston financiado por el Instituto Nacional de Justicia, por ejemplo, la prevalencia global de la victimización de los hogares cayó en el área objetivo sustancialmente, sin reducción en el área de comparación. Los efectos de la prevención fueron primariamente al vandalismo de los autos y otros delitos menores contra la propiedad. Una vez más, sin embargo, hubo un sustancial "efecto Mateo"12 (véase el Capítulo 1): los beneficios del programa fueron muy concentrados entre propietarios blancos de viviendas de clase media, con prácticamente ningún beneficio para las minorías asiáticas, hispanas y afroamericanas que viven en viviendas alquiladas en el área objetivo (Skogan, 1990). Un programa mucho más popular es mucho menos efectivo. Los policías frente a los negocios con frecuencia son requeridos por las comunidades, a menudo con personales durante horas de oficina constituida por una mezcla de policías jurados, civiles pagados y voluntarios no remunerados. La evidencia de los test de las subestaciones en Houston, Newark y Birmingham (Alabama) no muestra consistentemente ningún impacto en el crimen. Si bien hay algunas evaluaciones ciudadanas positivas asociadas a los negocios, los problemas de dotación de personal de las oficinas una vez que están abiertos pueden contrarrestar cualquier beneficio no delictivo. Tabla 8-7: Policía Comunitaria. El aumento de la cantidad y calidad del contacto policía-ciudadanos reduce el crimen. Los test de esta hipótesis básica omitiendo la medida de un mecanismo causal intervención han sido hechos: Tabla 8-7.a. Vigilancia Vecinal.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Lindsay and McGillis 1986 3 Robos a casas reducidos por 18 meses. Pate et al 1987;

Skogan 1990 4 Vigilancia de cuadras sin ningún efecto sobre el crimen.

Áreas más pobres tienen menos vigilancia. Rosenbaum 1986 3 Igual que el anterior. Bennett 1990 3 Igual que el anterior.

12 El efecto Mateo es la denominación sociológica de un fenómeno de acumulación de bienes, riqueza o fama, simplificado por la frase «el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre». En Sociología, se atribuye el uso de este término por primera vez a Robert K. Merton en un artículo publicado en Science y hace referencia a la perversión del Principio de No Autoridad.

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Tabla 8-7.b. Inteligencia de los ciudadanos a la policía (Intelligence from citizens to police).

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Reuniones comunitarias: ----- -----

Wycoff y Skogan 1993 3 No hay caída en la victimización después del aumento de las reuniones de la policía y la comunidad en distrito abordado.

Skogan et al 1995 3 Después de 18 meses las reuniones policía-comunidad en cada sector en 5 distritos, reducciones en algunos delitos y medidas de victimización pero no otros.

Contactos puerta-a-puerta: ----- ----- Wycoff et al 1985; Skogan 1990 3 Visitas puerta-a-puerta de la policía; cayó la victimización.

Pate et al 1985; Skogan 1990 3 Visitas puerta-a-puerta y a tiendas; cayó la victimización. Laycock 1991 3 Visitas puerta-a-puerta; robos a casas cayó en____%. Sherman et al 1995 3 Visitas puerta-a-puerta; sin caída del delito.

Uchida et al 1992 3 Visitas más "Comprar y Golpear" (Buy & Bust); delitos abajo.

Uchida et al 1992 3 Visitas únicamente, no hay reducción del crimen. Tiendas: ----- ----- Wycoff y Skogan 1986 3 Negocios abiertos, no hay caída en la victimización. Uchida et al 1992 3 Negocios abiertos, no hay diferencia en el crimen. Pate et al 1985; Skogan 1990 3 Véase más arriba debajo de "puerta-a-puerta".

Tabla 8-7.c. Incremento del flujo de información de la policía a los ciudadanos.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Pate et al (Newark) 5 Boletín mensual con datos sobre el crimen no logró reducir

victimizaciones de los destinatarios. Pate et al (Houston) 5 Igual que el anterior.

Tabla 8-7.d. Legitimidad.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Skogan 1990 Houston) 3 Golpes a la puerta redujeron miedo a la policía, crimen reducido.

Tyler 1990 1 Definición de tratamiento policial pasado más justo incrementa la esperada obediencia a la ley en el futuro.

Paternoster et al 1996 2 Definición de tratamiento en el arresto más justo, reincidencia de la

violencia doméstica más baja.

Skogan et al 1995 3 Incremento percibido de la capacidad de respuesta policial a la comunidad en 4 distritos, reducción perceptible en delitos graves en 3 de los 4.

El incremento del flujo de información de la policía al público ha sido testeado en forma de boletines policiales. En dos experimentos aleatorios financiados por el NIJ, los departamentos de policía de Newark y

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Houston no encontraron ningún efecto de boletines informativos sobre las tasas de victimización de los hogares que los reciben. El hallazgo fue cierto para los boletines de noticias con y sin datos concretos sobre los crímenes recientes en la comunidad. El abordaje más prometedor para la policía comunitaria también es teóricamente el más coherente. Basado en dos décadas de estudios de laboratorio y de campo sobre la psicología social de la "justicia procesal", un creciente cuerpo de investigación sugiere que la legitimidad de la policía previene el delito. Tyler (1990) encuentra una fuerte correlación entre una gran muestra de ciudadanos de Chicago entre la legitimidad percibida de la policía y la voluntad para obedecer la ley. La legitimidad fue medida por las evaluaciones de los ciudadanos de cómo los trató la policía encuentros previos. Este hallazgo es consistente con el experimento puerta-a-puerta de Houston, en el cual el miedo de los ciudadanos a la policía después de un gran escándalo sobre la paliza policial letal de un inmigrante mexicano fue reducido por las visitas puerta-a-puerta. La "policía comunitaria estilo Chicago" (Skogan, et al 1996) también encuentra la mayor reducción percibida en el delito grave en los distritos donde las encuestas mostraron que la policía era "más sensible" a las preocupaciones de los ciudadanos. El test más poderoso de esta hipótesis es el re-análisis de Paternoster et al (1996) del Experimento de Violencia Doméstica de Milwaukee, que encontró que la violencia doméstica repetida era más baja entre los arrestados que pensaban que la policía les había tratado respetuosamente; un poderoso efecto sobre la reincidencia fue asociado con que la policía simplemente se tomaba el tiempo para escuchar el lado de la historia del infractor. La capacidad de la legitimidad policial para prevenir el delito es algo que la policía comunitaria puede crear eficazmente; la revisión de Skogan (1994: 176) de las seis evaluaciones de policía comunitaria (puntaje del Método Científico = 2 o 3) encontró que cada una mostró una percepción positiva o mejorada de la policía en las áreas tratadas. Todavía en curso, pero con resultados preliminares alentadores, es el test australiano de conferencias de rendición de cuentas a la comunidad (community accountability conferences). La Policía Federal de Australia en la capital de Australia, Canberra, usa este procedimiento como alternativa a la persecución de los delincuentes juveniles. Sólo son elegibles los casos en que el/os delincuente/s admite/n la culpa y la/s víctima/s está/n dispuesta/s a asistir a la conferencia. La conferencia de los delincuentes y las víctimas con sus respectivas familias y amigos es dirigida por un oficial de policía entrenado, que centra la discusión sobre lo que pasó, qué daño causó y cómo se puede reparar el daño. El oficial trata de asegurar que a todo el mundo, especialmente a las víctimas, se les permita expresar su opinión. A veces los delincuentes se disculpan, pero siempre se llega a un acuerdo para pagar el costo del delito a la víctima; fallar en esto resulta en el enjuiciamiento del caso. Los resultados preliminares de las entrevistas posteriores con las víctimas y los delincuentes en un experimento aleatorio muestran que el procedimiento incrementa en gran medida el respeto a la policía y la percepción de justicia, independientemente de los resultados (Strang, 1996; Barnes, 1996). El Instituto Nacional de Justicia ha financiado un proyecto en curso similar en Bethlehem (Pensilvania). Este método puede llegar a tener efectos a largo plazo sobre la legitimidad de la policía a los ojos de los menores infractores y sus familias, lo que podría a su vez, reducir el crimen. El punto interesante sobre el modelo australiano de la policía comunitaria, como se notó en el Capítulo 2, es que se basa en lazos comunitarios reales en lugar de áreas geográficas anónimas. Por otra parte, los asistentes forman una comunidad de preocupación por el hecho delictivo reuniéndolos, manteniendo al delincuente responsable por más de una hora a una comunidad "tipo pueblo" en lugar de unos pocos minutos a un juez distante y anónimo. De todos los abordajes de policía comunitaria ya intentados, éste puede tener el empoderamiento más centrado de "comunidad" para prevenir futuros crímenes. 8. Servicio de Policía Orientado a los Problemas (POP, Problem-Oriented Policing). Los test de esta hipótesis generalmente son más positivos que los test de policía comunitaria. Como Moore (1992) sugiere, sin embargo, esto puede ser debido a un proceso de informe selectivo, en el que las fallas no están incluidas. El problema más básico con probar esta hipótesis muy rica y compleja es que se trata esencialmente de una visión, imaginación y creatividad. La esencia de la policía orientada a la solución de problemas como Goldstein (1979) lo definió, es la ciencia misma (Sherman y Strang, 1996): clasificación,

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predicción y causalidad13. Las evaluaciones del método científico, paradójicamente, no son fácilmente susceptibles al método científico - excepto en comparación gruesa con los métodos no científicos. Desde esta perspectiva, la policía orientada a la solución de problemas abarca todas las otras estrategias descritas en este capítulo, con el problema a resolver que es el de la prevención del delito. Esta sección revisa alguna evidencia sobre los esfuerzos de la policía para prevenir el delito que no caen en las siete hipótesis precedentes y que conscientemente adoptó un proceso científico que involucró a oficiales de policía en el análisis de los patrones de criminalidad, imaginando y creando una intervención y probándola en el campo. Las dos categorías básicas de las intervenciones en la literatura hasta la fecha son "remover sustancias criminógenas" y "separar a las potenciales víctimas y delincuentes". Esas dos categorías simplemente reflejan una convergencia de la policía y el pensamiento criminológico sobre las causas inmediatas de los eventos criminales. No hay nada en la estrategia básica de la policía orientada a la solución de problemas (Goldstein, 1979) que requiera el uso de esos dos enfoques. Muchos otros son posibles e incluso pueden ser más efectivos. Si POP tiene éxito en hacer de la investigación científica y el desarrollo el núcleo de la tecnología del trabajo policial (Reiss, 1992), podemos esperar que sus enfoques para la prevención del delito crecerán con la evolución del conocimiento sobre la causalidad del crimen. 8. a. Sustancias criminógenas. La evidencia sobre el control del dinero efectivo es débil pero sugerente. Como parte de una estrategia de intervención múltiple para reducir el crimen en un proyecto inglés de vivienda pública, los calentadores de gas que funcionan con monedas fueron retirados de las residencias. En lugar de tener el dinero en efectivo en la casa como un atractivo para los ladrones, los cargos por el gas fueron cambiados a la facturación mensual. El robo bajó sustancialmente. Es incierto, sin embargo, si otros esfuerzos, tales como la vigilancia del barrio "capullo" mira alrededor a las residencias recientemente robadas, podría explicar la reducción del delito. La evidencia sobre la portación de armas es más fuerte. En el Experimento de Armas de Kansas City del Instituto Nacional de Justicia, la policía se centró en la aplicación de la ley de tránsito y en los interrogatorios de campo sobre los puntos calientes de delitos con armas durante los tiempos calientes (Sherman, Shaw y Rogan, 1995). Con un entrenamiento especial en la detección de la portación de armas ocultas, la policía se centró en la incautación de armas portadas ilegalmente. Las incautaciones de armas en el área abordada (target area) se incrementaron en un 60 % y los delitos con armas cayeron un 49 %. Un área similar en una parte diferente de la ciudad no mostró ningún cambio en las armas incautadas o en los delitos con armas. En Boston, la policía ha usado una combinación de estrategias para desalentar la portación de armas en lugares públicos entre los jóvenes, especialmente los miembros de las pandillas y las personas a prueba (probationers). Los datos cualitativos de un proyecto del NIJ sugieren que la portación de armas por los grupos de alto riesgo se ha reducido considerablemente, mientras que la evidencia cuantitativa inicial muestra una eliminación de homicidios de menores con armas (Kennedy et al 1996). La evidencia sobre el alcohol y la prostitución también es alentadora y se presentó en el Capítulo 7 en las discusiones sobre tabernas, bares, barreras de tráfico y cierre de calles. En el experimento de Minneapolis RECAP (REpeat Call Address Policing), sin embargo, cuatro policías fueron incapaces de implementar una amplia mezcla de esfuerzos para separar a las potenciales víctimas y delincuentes a través de una muestra de 250 direcciones apuntadas. La YMCA se negó a limitar el acceso a su vestíbulo durante el atardecer, la Biblioteca Pública rehusó prohibir las personas ebrias, los oficiales públicos de viviendas fueron incapaces de segregar a los alcohólicos jóvenes "discapacitados" pero predatorios de los co-residentes de edad avanzada y los propietarios privados resistieron los esfuerzos para expulsar a los distribuidores de drogas (Sherman, 1990; Buerger, 1994). Si bien un diseño experimental aleatorio dio al test una fuerte ciencia, la inexperiencia de la policía para persuadir a los propietarios dio a la estrategia una tecnología débil. Dada la potencia teórica de la idea, un mayor desarrollo de los métodos de persuasión podría estar justificado y sólo entonces seguido por más investigación.

13 Causalidad: 1.f. Causa, origen, principio. 2.f.Fil. Ley en virtud de la cual se producen efectos.

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Una de las prácticas más populares para la separación de las víctimas y los delincuentes es el toque de queda nocturno para los menores. Si bien esos toques de queda dan a la policía poderes adicionales para buscar armas, no han sido usados sistemáticamente de esa manera. El objetivo primario es sacar a los niños, no las armas, fuera de las calles. Algunas ciudades, como San Antonio, han informado de reducciones en los delitos denunciados contra menores. Pero en los resultados preliminares de una evaluación del NIJ, Adams (1996) encuentra efectos de reducción del delito no consistentes a través de ciudades que adoptaron toques de queda. El rigor científico de esos estudios es muy bajo dada su total ausencia de grupos de control y también puede haber dificultades en la disposición de la policía a seguir las políticas de toque de queda. Así, la cuestión de la eficacia de los toques de queda en la prevención de la violencia juvenil está todavía muy abierta a la investigación y el desarrollo. Tabla 8.8: Servicio de Policía Orientado a los Problemas (POP, Problem-Oriented Policing). Cuanto más precisamente pueda identificar y minimizar -la policía- las causas próximas de patrones específicos de delitos, menos delincuencia habrá. Tabla 8-8.a. Reducción de la portación de armas en público. Cuantos más policías puedan remover armas de los lugares públicos o disuadir a las personas de portarlas en los microambientes de hechos delictivos, menos crímenes habrá.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Sherman et al 1995 3 Aumento de la incautación de armas, reducción de delitos con armas.

Kennedy et al 1996 2 Reducción de la portación de armas, menos delitos con armas. Tabla 8-8.b. Separación de víctimas potenciales y delincuentes. Cuantos más policías pueden reducir la intersección de delincuentes motivados en tiempo y espacio con objetivos adecuados para la delincuencia, menos delitos habrá.

Estudios Puntaje de

los Métodos Científicos

Hallazgos

Sherman 1990; Buerger 1994 5 Incapaz de hacer que los propietarios restrinjan el acceso a los

delincuentes. Adams 1996 2 Toques de queda juveniles, sin reducción consistente en el crimen.

CONCLUSIONES. Para todas sus limitaciones científicas, la evidencia muestra consistencia sustancial en varias hipótesis y algunas conclusiones tentativas sobre otras. Toda la ciencia, por supuesto, es provisional, con mejores diseños de investigación o teorías que revelen patrones descubiertos previamente. No es un logro menor que la investigación sobre la prevención policial del delito se haya desarrollado hasta el punto de haber llegado a algunas conclusiones a descartar. La evidencia disponible apoya dos conclusiones mayores acerca del servicio de policía para la prevención del delito. Una de ellas es que los efectos de la policía sobre el crimen son complejos y a menudo sorprendentes. La otra es que cuanto más se focalice la estrategia de la policía, más probable es que prevenga el delito. La primera conclusión que se desprende de los hallazgos es que los arrestos a veces pueden aumentar el crimen, que la aplicación de la ley de tránsito puede reducir el robo y los delitos con armas, que el efecto disuasorio óptimo de una patrulla policial puede ser producido por los 15 minutos de presencia en un punto caliente y que los efectos de prevención generalmente se desvanecen con el tiempo

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sin modificación y renovación de las prácticas policiales. La segunda conclusión es consecuencia de la falta de posibilidades de lograr la prevención del delito simplemente añadiendo más policías o acortar el tiempo de respuesta en todos los ámbitos. El conjunto sustancial de las estrategias y tácticas policiales para la prevención del delito (Reiss, 1995) tiene una pequeña pero creciente literatura sobre evaluación. Utilizando el estándar de al menos dos hallazgos consistentes desde el nivel 3 de puntuación de los métodos científicos (bien medido, antes-después de los estudios con un grupo de comparación) y una preponderancia de otra evidencia en apoyo de la misma conclusión, la investigación muestra varias prácticas a ser apoyadas por una fuerte evidencia de la eficacia y varios de ellos con una fuerte evidencia de ineficacia. Qué funciona: Aumento de patrullas dirigidas a los puntos calientes callejeros del delito. Arrestos proactivos de graves delincuentes reincidentes. Arrestos proactivos por conducir en estado de ebriedad. Arrestos de sospechosos empleadas para asaltos domésticos. Qué no funciona: Vigilancia Vecinal por cuadras. Arrestos de algunos jóvenes por delitos menores. Arrestos de sospechosos desempleados por violencia doméstica. Arrestos en el mercado de drogas. Policía Comunitaria sin un enfoque claro en el factor de riesgo del crimen. Varias otras estrategias no cumplen con el test de la evidencia fuerte de efectividad generalizable, pero ameritan mucho más investigación y desarrollo para fomentar los hallazgos en la investigación inicial. Qué es prometedor: Patrullas policiales de control del tránsito contra pistolas portadas ilegalmente. Policía comunitaria con participación comunitaria para establecer prioridades. Policía comunitaria centrada en mejorar la legitimidad de la policía. Tolerancia Cero del desorden, si los problemas de legitimidad pueden ser abordados. Servicio de Policía Orientado a los Problemas generalmente. Sumar policías extra a las ciudades, independientemente de las asignaciones. Órdenes de arresto del sospechoso ausente cuando la policía responde a la violencia doméstica. Lo que es notablemente ausente de esos hallazgos, sin embargo, son muchos tópicos de gran preocupación para la policía. La prevención de pandillas, por ejemplo, es un asunto sobre el que no hemos podido encontrar una sola evaluación de impacto de las prácticas policiales. Los toques de queda de la Policía y los programas de absentismo escolar carecen de test rigurosos. Las actividades de recreación de la Policía con los juveniles, como la Liga Atlética de la Policía, también permanecen sin evaluar. Los sistemas automatizados de identificación, las terminales de ordenador en el coche y una serie de otras nuevas tecnologías que cuestan miles de millones de dólares permanecen sin evaluar su impacto en la prevención del delito. Es evidente que hay una gran cantidad de espacio para realizar más test de hipótesis no listadas aquí debido a la falta de evidencia científica disponible. Esas conclusiones sugieren implicaciones importantes tanto para la financiación de la prevención del delito por parte del Departamento de Justicia a las agencias de policía y la mejora de la eficacia que a través de evaluaciones más fuertes. La eficacia de los programas del Departamento de Justicia.

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Las agencias policiales locales reciben fondos para la prevención del delito a partir de una amplia gama de programas del Departamento de Justicia (véase Capítulo 1). La evidencia citada en este capítulo indica que la mayor parte de la financiación apoya programas que han demostrado ser eficaces. También hay evidencia de que el Congreso podría aumentar la eficacia de la financiación con modificaciones a la fórmula de varios criterios de asignación de subvenciones. Los dos componentes más importantes (fuerzas de tareas multi-jurisdiccionales y equipamiento policial) de los dos programas OJP más grandes (estimado en un total de 361 millones dólares en fondos del año fiscal 1996) son de eficacia desconocida, lo que sugiere una alta prioridad para la investigación evaluativa. Además de la eficacia desconocida están las subvenciones para la policía en "Violence Against Women". Las Subvenciones Byrne en el área objetivo de la aplicación de la ley de drogas apoyando a programas de arrestos proactivos desenfocados en áreas del mercado de drogas, parecen partir de la evidencia disponible de que no es eficaz en la prevención de la delincuencia. Cómo se asignan los fondos a la policía. La única fuente de financiación más grande es la Oficina de Servicios de Policía Orientada a la Comunidad (COPS, Community-Oriented Policing Services), que distribuye la financiación para los 100.000 policías adicionales extra planificados independientemente de la tasa de crimen y parcialmente sobre la base de la población atendida por cada agencia policial; la principal limitación es que la mitad de todos los fondos debe ir de manera uniforme a las agencias de policía que atienden a más de 150.000 personas. Otros fondos del Departamento de Justicia para la policía se distribuyen a través de la Oficina de Programas de Justicia (OJP, Office of Justice Programs) y sus oficinas constituyentes. Debido a que cada concesión de una subvención del Programa de la Oficina de Justica (OJP, Office of Justice Programs) puede asignar entre una variedad de agencias locales, incluyendo la policía, no hay un recuento exacto de la cantidad de fondos federales que van a las agencias policiales. Las áreas propósito dentro de los mayores programas de financiación, sin embargo, proporcionan una buena aproximación (ver Figura 8-1). Si bien la simple suma de las asignaciones a las áreas propósito puede sobrestimar el financiamiento de la agencia policial como distinto de otras agencias de "aplicación de la ley", tales como los fiscales, la diferencia probablemente está más que compensada por otros programas para los cuales no tenemos estimaciones precisas. La gran fuente de la OJP de la financiación de la policía local es aparentemente el Programa de Subsidios Globales la Policía Local (Local Law Enforcement Block Grants Program), que distribuye fórmulas de subsidios a las unidades de gobierno local sobre la base de la Parte I estatal y local de crímenes violentos en los tres años precedentes; 71 % de los $ 405.000.000 ($ 287 millones) en los fondos de la fórmula de 1996 fueron destinados al Área Propósito (Purpose Areas) específicamente dirigidos a la policía y más puede haber sido otorgado a través de otras áreas propósito. En niveles similares de financiación están los $ 475 millones de los fondos de la fórmula de 1996 proporcionados como Subvenciones Byrne sobre la base de la población, de los cuales el 50 % ($ 237 millones en los niveles de financiación de 1996) fueron asignados a las áreas de propósito específicamente dirigidos a la policía en 1989-1994 (Dunworth, et al, 1997). La Ley sobre la Violencia contra la Mujer incluye dos principales mecanismos de financiación del servicio de policía local, el de $ 120 de Subvenciones de la Fórmula PARE la Violencia Contra las Mujeres (de los cuales el 25%, o US $ 30 millones en el año fiscal 1996, debe ser destinada a mejorar la aplicación de la ley) y las Subvenciones competitivas para Alentar Políticas de Arrestos ($ 46 millones en 1996). También hay fondos para los componentes de la policía comunitaria asignados a través de Weed and Seed, Comunidades Integrales del Programa de la BJA y esos programas OJJDP: Niños y Armas, el Programa Integral Comunitario de Prevención de Pandillas, Programa de Intervención y Supresión, Estrategia Integral para los Delincuentes Graves, Violentos y Crónicos y el Servicio de Policía Orientado a la Comunidad centrado en los Jóvenes. Muchos otros programas de financiación menor apoyan a los programas de prevención del delito de la policía local. El total estimado actual es de más de $ 2 mil millones por año. Figura 8-2 Programas de Financiación Federal para la Policía Local

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Programa y Oficina del Departamento de Justicia Áreas de Propósito

Financiamiento total (en negrita)

COPS Office: Policías sobre el sector $ 1,4 billones Oficina de Programas de Justicia:

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Bureau of Justice Assistance Equipamiento para la Aplicación de la Ley $ 171 millones Reclutamiento la Aplicación de la Ley $ 65 millones

Aplicación de la Ley Local Horas extraordinarias para la Aplicación de la Ley $ 51 millones Subsidios Globales Total $ 267 millones

Bureau of Justice Assistance Fuerzas de Tareas Multijurisdiccionales contra las Drogas

$ 190 millones

Byrne Memorial Grants 14 Aplicación de la Ley Urbana versus Aplicación de la Ley contra las Drogas

$ 26 millones

Eficiencia $ 15 millones Crimen Organizado $ 3 millones Total $ 234 millones

Violence Against Women Grant Office

Encourage Arrests Program Total $ 46 millones Violence Against Women

Grant Office STOP Block Grants

Aplicación de la Ley Total $ 30 millones

OJJDP Community Policing for Juveniles Total $ 16 millones

Otros programas, montos no disponibles: Weed and Seed, OJJDP Serious Chronic Violent and Anti-Gang, BJA Comprehensive Communities Program, otros. Total del Programa Mayor de

Financiamiento $ 2.013 millones

Implicaciones de la ciencia disponible. Los programas de financiación del Departamento de Justicia soportan una amplia gama de actividades de la policía local. Algunos tipos de actividad policial que apoya el Departamento de Justicia no tienen evaluaciones de impacto, mientras que otras pueden ser evaluadas directamente o indirectamente con la evidencia revisada en este capítulo. Gran parte de la financiación simplemente apoya la presencia policial adicional, independientemente de las actividades que realiza la policía. Dada la evidencia prometedora sobre la eficacia de la simple adición de oficiales de policía a las agencias de policía, la opinión científica sugiere que esos programas de financiamiento pueden ser eficaces. También sugiere, sin embargo, que los programas de financiación podrían ser aún más eficaces si la fórmula estatutaria fuera cambiada. En general, la evidencia sugiere que los créditos federales para prevenir la delincuencia a través del servicio de policía adicional son más efectivos cuando son asignados en función de un delito grave y no sobre la base del tamaño de la población. Esta implicación se extrae de varias conclusiones científicas. Uno es el resultado "prometedor" que en todas las grandes ciudades, más policías producen menos delitos graves. Un segundo es el descubrimiento de que cada oficial de policía adicional asignado a una gran ciudad impide seis veces más delitos graves cada año como cada oficial asignado nacionalmente por población (Marvell y Moody, 1996).

14 Esas cantidades se extrapolan de la Dunworth, et al (1997) el análisis de la concesión de subvenciones en 1989-1994, proporcionalmente aplicado a la asignación del año fiscal 1996 de $ 475 millones.

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Una tercera conclusión es el hallazgo de que la patrulla dirigida a los puntos calientes del delito "trabaja" para prevenir el delito en los puntos calientes, las mayores concentraciones en el micro nivel de la criminalidad. Una cuarta conclusión es el "prometedor" resultado de que la policía puede reducir la delincuencia armada por la aplicación de la intensificación de las leyes contrarias a portar armas ocultas. Este hallazgo sugiere que el trabajo policial con fondos federales en los puntos calientes de la delincuencia armada podría tener un impacto sustancial en la tasa nacional de homicidios, como pudo haberlo hecho la policía en la ciudad de Nueva York (Reppetto, 1996). En conjunto, esos resultados sugieren que el Congreso podría considerar la revisión de la fórmula de asignación estatutaria basada no sólo en los delitos violentos a nivel de ciudad, sino también en el nivel del sector y en el nivel del crimen de la cuadra. Dicha revisión sería más eficaz en la dirección de los fondos federales con la mayor precisión posible para la máxima prevención del delito. Refinar la fórmula de la subvención basada en el crimen. Si el Congreso se decidió a avanzar hacia más fórmulas de subvención basadas en el crimen para la asignación de fondos a la policía, valdría la pena considerar criterios más precisos. La fórmula LLEBG (Local Law Enforcement Block Grants, Subvenciones en Bloque para la Aplicación Local de la Ley) basado en el total de crímenes violentos de la Parte I es problemática por varias razones. Una es que las agencias de policía varían en cómo informan sobre la categoría simple más grande de la Parte I de violencia y asalto agravado. El límite entre asaltos agravados y simples se marca de manera muy diferente en diferentes ciudades. En Milwaukee a principios de 1990, por ejemplo, cuando alguien apunta con un arma a otra persona y amenaza con disparar, el delito se clasifica como un asalto agravado. En muchas otras agencias de policía, esa conducta no podría incluso dar lugar a una denuncia por un delito o en la mayoría de los casos un informe de asalto simple sería archivado; esto simplemente refleja las diferentes tradiciones locales en la definición de los "ataques" y "intentos" (el último de los cuales el FBI pide a la policía que cuenten crímenes como completos) para los Propósitos del Reporte Uniforme del Crimen (Uniform Crime Reporting Purposes). Las diferencias en las tasas de asalto agravado por lo tanto no reflejan el nivel de violencia tan fiable como las diferencias en las tasas de homicidio. Pero el conteo del asalto agravado claramente determina la asignación de dinero LLEBG; constituían el 61 % de toda la violencia de la Parte I en 1995, mientras que los homicidios eran sólo el 1 %. Tomar los asaltos agravados fuera de una fórmula basada en el crimen plantea otras cuestiones. El homicidio por sí solo es un indicador más consistentemente reportado pero más inestable, varía ampliamente en muchas ciudades de año a año, lo que crearía inestabilidad en los niveles de financiación si se utiliza para asignar fondos. Los robos son mucho más numerosos y más consistentemente informados que el asalto agravado y la violación. A fin de cuentas, el Congreso podrá encontrar una combinación de los recuentos de robos y homicidios como el indicador más fiable de la mayor necesidad de presencia policial suplementaria. Lo mismo es cierto para los posibles requisitos legales sobre cómo los fondos federales deben ser gastados en el servicio de policía dentro de las ciudades, con los puntos calientes de robo y homicidio recibiendo la máxima prioridad. Las concentraciones de esos delitos en los "tiempos calientes" de 7 post merídiem a 3 ante merídiem es un elemento más de una fórmula refinada basada en el crimen para la asignación de fondos a la policía que se podría considerar. Programa COPS. El procedimiento para la distribución de fondos COPS por jurisdicción es la mayor implicación de la revisión científica del Programa COPS. Otra cuestión importante, sin embargo, es el propósito para el cual los oficiales de COPS son financiados. Si bien no existe evidencia prometedora que cualquier incremento en oficiales de policía es útil, hay evidencia más fuerte de los efectos de prevención del delito de actividades específicas. Si bien el idioma del Programa COPS ha enfatizado un enfoque de policía comunitaria, no hay evidencia de que la comunidad policial per se reduzca el crimen sin un claro enfoque en un objetivo factor de riesgo de crimen. Hay una fuerte evidencia, sin embargo, que las patrullas dirigidas y los programas apuntados a sustancias criminógenas como las armas y el alcohol pueden ser efectivos en el ataque a los puntos calientes del delito. La evidencia sobre la prevención del delito en lugares revisados en el capítulo 7 también encuentra apoyo prometedor para la policía orientada a la solución de problemas, lo que podría ser otra área propósito más estrechamente definida para la policía suplementaria. Así, mientras la evidencia científica indica que el programa COPS es eficaz, también sugiere que podría ser más eficaz si los recursos se centraran más en los programas de policía de probada eficacia.

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Subvenciones en Bloque para la Aplicación Local de la Ley (LLEBG, Local Law Enforcement Block Grants). La evidencia científica sugiere también que la mayor parte de la amplia gama de actividades de la policía con el apoyo del programa LLEBG es eficaz en la prevención de la delincuencia. La principal excepción es para los equipamientos de la aplicación de la ley y la tecnología, que recibió el 60 % de los 1.996 créditos dirigidos a específicamente a la policía (ver gráficos de barras). Como se señaló más arriba, no hay evaluaciones de impacto publicados sobre los efectos de los equipamientos y la tecnología en materia de delincuencia. Así, la eficacia de este financiamiento es desconocida. Las evaluaciones de impacto de esta actividad son ciertamente factibles y podría resultar en mejoras sustanciales en los usos de estas tecnologías como la identificación de armas de fuego, los sistemas automatizados de identificación de huellas dactilares y la capacidad de búsqueda de la computadora en el patrullero para los coches robados y las órdenes de arresto. Si bien el valor del sentido común de este tipo de sistemas puede parecer sustancial, la historia previa de otros ítems del equipamiento sugiere que hay mucho que aprender de un cuidadoso análisis de sus efectos finales sobre el crimen y no sólo los indicadores intermedios como los arrestos. El Congreso podría considerar también el perfeccionamiento de la fórmula basada en el crimen para LLEBG como se describió anteriormente, en especial para el uso de las horas extras de la policía. Muchas agencias de policía están utilizando tales horas extras para montar patrullas dirigidas del tipo encontrado como eficaz en el presente capítulo. El plan estatutario podría asegurar mejor que las horas extraordinarias se usen en las formas más eficaces posibles mediante la incorporación de los criterios de "tiempos calientes, puntos calientes" u otros programas de eficacia comprobada, para las horas extraordinarias. Podría ofrecer áreas adicionales para fines especiales, tales como las unidades de reincidentes, que también se han encontrado eficaces en el arresto y encarcelamiento de criminales violentos graves.

Programa de subsidios globales para la aplicación local de la ley Financiación, 1996 a través de 1997

P O R C E N T A J E

50% 45% $171 m 40% 35% 30% 25% 20% $65 m 15% $51 m 10% $33 m 5% $17 m $17 m $14 m 0%

Equipos de la aplicación

de la ley / Tecnología

Contratación de la

aplicación de la ley

Horas extra de

aplicación de la ley

Prevención del delito

Medidas de

seguridad

Adjudicación Tribunales de drogas

CATEGORÍA Subvenciones Byrne. Los múltiples usos de las subvenciones Byrne casi seguro que incluyen los programas de probada eficacia identificados en el presente capítulo. El Área de Propósito más fuertemente financiada, sin embargo, es de eficacia desconocida. Las Fuerzas de Tareas Multi-Jurisdiccionales contra las drogas recibieron el 40 % de la financiación de la Fórmula Byrne en los años 1989-1994 (Dunworth, et al, 1997), pero nunca han sido sometidos a una evaluación publicada de impacto. En la medida en que el Programa Byrne tenía la intención de aprehender a los traficantes de drogas, puede ser inapropiado considerar esas fuerzas de tareas como un programa de prevención. No parece inadecuado, sin embargo, para especificar metas medibles para el programa y para diseñar una evaluación de impacto a fin de probar la eficacia de las Fuerzas de Tareas en el cumplimiento de esas metas.

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Un área Propósito para las Subvenciones Byrne en el cual la investigación evaluativa indica el uso ineficaz de los fondos es "la aplicación urbana de la ley" contra las drogas, que se estima en $ 26 millones en el año fiscal 1996. En la medida en que esas subvenciones apoyan la lucha contra las drogas a nivel de calle, con énfasis en los arrestos o redadas por drogas, es poco probable que el dinero prevenga el delito. Las conclusiones de varias evaluaciones muestran que tales prácticas no reducen el crimen violento o el desorden en ausencia de presencia policial constante y a veces ni siquiera entonces. Las nuevas áreas de propósitos bajo las subvenciones Byrne incluyen tanto conducir ebrio como el cumplimiento de la ley sobre las pandillas y la prevención. La evidencia científica apoya firmemente el uso de subvenciones Byrne para la aplicación de la ley sobre el conducir ebrio, que tiene probabilidades de prevenir muchas muertes y lesiones graves. También puede tener el efecto de prevención de la reducción de los delitos con armas, desde que tantas armas son portadas ilegalmente y los criminales armados con solicitud de captura pueden ser removidos de las calles a través de la aplicación de la ley de tránsito. También hay una preponderancia de la evidencia disponible de que la policía de tráfico puede ayudar a reducir el robo. No hay evaluaciones de impacto disponibles sobre la eficacia de las estrategias policiales contra las pandillas. Subvenciones en Bloque PARE la Violencia contra las Mujeres (STOP Violence against Women Block Grants). Una revisión de la lista detallada del ejercicio 1995 de subvenciones STOP para la aplicación de la ley muestra que ellas generalmente apoyan actividades de eficacia desconocida. Los programas tales como el entrenamiento de la policía sobre la violencia doméstica, la contratación de especialistas en violencia doméstica en las agencias de policía y el software para la violencia doméstica todas parecen ser útiles para su valor nominal, pero no han sido objeto de evaluaciones publicadas. Aunque los premios de las subvenciones individuales son pequeños, hay muchos en las mismas categorías de programas. Un programa de evaluación que aborda la eficacia de las principales categorías de financiación podría mejorar la eficacia actualmente desconocida de la mayor parte de esas subvenciones. Subvenciones para fomentar políticas de arrestos. Esas subvenciones aparentemente apoyan actividades similares a las subvenciones de STOP, aunque con un enfoque más estrecho sobre la violencia doméstica contra las mujeres. En la medida en que esas subvenciones dan lugar a más arrestos en las áreas de alto nivel de empleo, la evidencia científica sugiere que será efectiva en la reducción de la violencia doméstica contra las mujeres. También hay una fuerte evidencia científica, sin embargo, que bajo ciertas condiciones los arrestos aumentan sustancialmente en el futuro la violencia doméstica contra las mujeres. Esta investigación plantea una necesidad crítica de una mayor investigación rigurosa, el desarrollo y la evaluación de programas, tratando de descubrir medios para superar los efectos criminógenos aparentes del arresto en ciertos agresores. Este programa de investigación, muchos de los cuales ya ha sido sugerido por un reporte de un panel de la Academia Nacional de Ciencias (Crowell y Burgess, 1996), podría probar combinaciones de arrestos con un mayor uso de medidas complementarias tales como refugios para mujeres maltratadas, centros de desintoxicación para los agresores, enjuiciamiento, asesoramiento y otras estrategias. Delincuencia juvenil. Fondos federales sustanciales se gastan en el servicio de policía de la delincuencia juvenil, para los que la evidencia científica demuestra también que la policía puede aumentar el crimen bajo ciertas condiciones. La eficacia o daño resultante de la ayuda federal a la policía debida a los menores no puede determinarse a partir de la presente revisión, ya que los tipos de actividades y tipos de delincuentes son demasiado diversos. La evidencia disponible, sin embargo, sugiere que existe una necesidad sustancial de pruebas controladas aleatorias de las estrategias policiales de menores que reciben fondos federales, a fin de proporcionar la mayor certeza posible de estos programas, al menos para no hacer daño. El apoyo federal a la aplicación de la ley mediante el toque de queda juvenil es de eficacia desconocida (y cantidad), pero el aparente crecimiento de la idea sugiere la necesidad de un riguroso programa de evaluación más allá de la actual encuesta financiada por el NIJ. Otros Programas. El apoyo federal al servicio de policía en alta criminalidad en las áreas objetivo de "Weed and Seed" es fuertemente apoyada por la evidencia científica, como se describió anteriormente. El apoyo

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federal al servicio de policía en el Programa de Comunidades Integrales también es apoyado por la evidencia de que la policía extra previene más eficazmente la delincuencia en las grandes ciudades. Mejorar la eficacia a través de evaluaciones más fuertes. Este análisis de la eficacia de la financiación del Departamento de Justicia muestra muchas lagunas en los conocimientos críticos. Si bien la evidencia científica sugiere que la mayoría de los fondos del Departamento de Justicia para la policía es muy efectiva en la prevención de la delincuencia, no hay pruebas disponibles en un gran porcentaje sobre la otra financiación. Una estimación conservadora es que carecemos de evidencia científica ni siquiera indirecta sobre la eficacia de unos $ 500 millones en fondos federales dirigidos por el Congreso a la policía local en 1996. El expediente también sugiere que los resultados de la evaluación podrían ayudar a revisar y canalizar esos fondos de manera que impidan la delincuencia de un modo más eficaz. Más aún, las dos últimas décadas han visto a la policía volviéndose mucho más sensibles a la importancia de los resultados de la evaluación de la prevención del delito y lo ponen activamente en buen uso (Blumstein y Petersilia, 1995). Las necesidades de evaluación para cada programa de financiación específica se han señalado anteriormente, según corresponda. Un plan legal básico para llevar a cabo esas evaluaciones de manera más eficaz se ofrece en el capítulo 10. El resto de este capítulo resume las necesidades de evaluación de la financiación actual del Departamento de Justicia y luego se dirige a las áreas de mayor prioridad para la investigación de la efectividad policial que implica esta revisión de la evidencia disponible. LLEGB Equipamiento Policial y Tecnología. Históricamente, el apoyo del Departamento de Justicia a las tecnologías de la policía se ha centrado en las cuestiones de ingeniería en el cumplimiento de los objetivos tecnológicos, en lugar de los factores humanos en el uso de tecnología de manera efectiva. Una inversión importante del Congreso en la evaluación de los factores humanos podría proporcionar al Congreso una mucha mejor orientación sobre la eficacia de sus créditos sustanciales en esta área. Un buen ejemplo es el apoyo de NIJ de chalecos antibalas más ligeros, que al parecer han salvado cientos de vidas oficiales de policía. Incluso más vidas pueden ser salvadas, sin embargo, si la investigación de evaluación examinó el cumplimiento del oficial de policía sobre el uso de los chalecos, los factores que afectan a ese cumplimiento y las estrategias para aumentar el cumplimiento. Preguntas similares pueden ser respondidas por el rol de los sistemas automáticos de identificación dactilar (AFIS, automated fingerprint identification systems). Los porcentajes de casos en que las huellas dactilares son respectivamente buscadas, detectadas, elevadas a AFIS, resultando en la identificación de un sospechoso, llevándolo a un arresto, condena y encarcelamiento pueden ser evaluados en una variedad de agencias policiales. Los resultados podrían fomentar un mayor uso de AFIS, en su caso, o si no, una redirección de los fondos federales en los gastos policiales que pueden ser más efectivos en el costo de la prevención de la delincuencia. Otro ejemplo importante es el uso policial de terminales de ordenador en el patrullero. En teoría, este equipo puede ayudar a los oficiales de patrulla a ser mucho más productivos en el uso del tiempo que dedican a patrullar los puntos calientes o si no esperar el próximo despacho a una llamada de servicio. Ya sea que los oficiales usarán realmente los terminales en busca de vehículos robados o detectar personas sospechosas, sin embargo, es una cuestión clave para la evaluación de los equipos del programa. El Instituto Nacional de Justicia puede ayudar con pruebas de diseño controlado (Puntuación de Métodos Científicos = 5) asignando al azar nuevos sistemas informáticos en el coche a algunos oficiales, pero no en otros, con observaciones de cómo los oficiales pasan su tiempo de patrulla, tanto antes como después de que el nuevo equipo es instalado. Esto a su vez podría informar a los análisis del número de arrestos efectuados por hora de patrulla, el número de armas incautadas, autos robados recuperados y así sucesivamente. Experimentos similares se podrían hacer a nivel sector de patrulla durante períodos más largos de tiempo, poniendo a prueba la hipótesis de que los sectores patrullados por vehículos equipados con computadoras tendrán menos delitos que los sectores patrullados sin ellos. Si esas hipótesis no pueden

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ser apoyadas por pruebas científicas rigurosas, la investigación adicional podría identificar las razones por las que la tecnología no previene el delito como medios esperados y posibles para resolver esos problemas. Otros ejemplos posibles de las evaluaciones de tecnología sólo están limitados por la amplia gama de equipos policiales que ya están en el mercado y actualmente en desarrollo, de los detectores de armas de mano que revelan armas ocultas bajo la ropa a los dispositivos eléctricos para la policía hasta desconectar el encendido de los vehículos perseguidos. Un plan del Congreso dejando a un lado el 10 % del programa de financiación para los test controlados y otro 10 % para los costos de la investigación, permitirían que las evaluaciones identifiquen la tecnología y el equipo de probada eficacia policial. Fuerzas de Tareas Multijurisdiccionales Antidrogas con Subvenciones Byrne. Este programa puede ser definido por servir a propósitos distintos de la prevención del delito. Otras metas pueden ser medidas en cantidades de drogas incautadas o el número de traficantes de drogas de nivel medio arrestados y encarcelados. Testear la eficacia de esos programas en el logro de los objetivos podría hacerse a través de la asignación aleatoria de una amplia muestra de casos de una jurisdicción única versus la investigación de la fuerza de tareas. Alternativamente, el antes y el después de las comparaciones de los problemas de abuso de drogas puede ser personalizado en áreas estadísticas metropolitanas donde operan las fuerzas de tareas, con más comparaciones con áreas que no crearon esas fuerzas de tareas. Las comparaciones también pueden ser hechas a través de fuerzas de tareas de diferentes tamaños. Los indicadores básicos de productividad también podrían ser calculados y comparados en todas las fuerzas de tareas financiadas por Byrne, con un análisis de las razones de la variación en la productividad. La financiación adicional podría entonces estar condicionada a la consecución de los niveles de productividad específicas. El liderazgo de la fuerza de tareas podría colaborar con los investigadores del NIJ en la elaboración de un conjunto de preguntas que deben ser respondidas por una evaluación de este tipo y acordar científicamente y operativamente los medios adecuados de diseño de una evaluación de este programa anual de $ 190 millones. Subvenciones por la Violencia contra las Mujeres. Tanto las subvenciones de STOP como las de Alentar Arrestos tienen dos áreas críticas en las que la evaluación del programa puede ayudar. Una es descubrir programas de probada eficacia en la prevención de casi todo tipo de delitos contra la mujer. La otra es la identificación de los medios más eficaces para prestar una amplia gama de servicios de apoyo, desde la capacitación de la policía a los bancos de datos. Ambas tareas se ven obstaculizadas por el hecho de que muchas de las subvenciones concedidas al amparo de estos programas de financiamiento son de menos de $ 20.000 y son demasiado pequeños en su alcance como para justificar evaluaciones separadas. Esta cuestión, que también se aplica a las subvenciones Byrne y se aborda en el capítulo 10, es una que un plan congresal para su evaluación puede resolver. Podría decirse que es ineficiente para cada concesionario el enfrentar problemas similares por separado, tales como materiales de instrucción en el aula de capacitación de la policía. Un programa nacional de evaluación para identificar los programas de violencia contra las mujeres de probada eficacia proporcionaría una mucha mejor guía para saber cómo enfocar los miles de pequeños subsidios programados a ser otorgados por esos programas en los próximos años. Los métodos de prueba de la efectividad del programa en la prevención del delito se discuten generalmente en el capítulo 4. Los más importantes temas de investigación policial se refieren a la predicción y prevención de la violencia doméstica grave, para lo que no hay herramientas científicamente validadas de evaluación de riesgos actualmente disponibles (Sherman y Strang, 1996). La eficacia de los collares personales de radio-alarma monitoreados por la policía para las mujeres que recibieron órdenes judiciales de protección es una alta prioridad para un ensayo controlado aleatorio. Así es una comparación de la eficacia de la prevención del delito de arrestos por asalto doméstico menor con y sin acusación, lo que podría indicar la necesidad de asignación del Congreso de los fondos para el propósito específico de enjuiciamiento de estos casos. La emisión de órdenes de arresto para delincuentes por delito menores de asalto ausentes es una práctica prometedora (Dunford, 1990) que necesita replicación. Varias respuestas policiales a disputas domésticas no violentas (que son más numerosas que las violentas) se pueden comparar y probar su eficacia en la prevención de la violencia posterior.

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La efectividad del programa en el cumplimiento de metas distintas a la prevención del delito también puede beneficiarse de las evaluaciones. La mejora de los servicios de igualdad de género y víctimas en las acciones policiales también se pueden medir científicamente como resultados del programa. Independientemente de la eficacia del arresto obligatorio, por ejemplo, la literatura revela una dificultad considerable para obtener del oficial de patrulla el cumplimiento de las políticas de arrestos contra los asaltos menores - de los cuales la mayoría no requieren tratamiento médico y un tercio no tienen signos visibles de lesiones. La tendencia de los oficiales a banalizar esos crímenes, para responder lentamente a las llamadas domésticas y de negarse a realizar arrestos son todos comportamientos que los programas de capacitación y asistencia técnica financiados por el Departamento de Justicia puede tratar de cambiar. Independientemente de los métodos usados para perseguir esos objetivos, los test aleatorios controlados pueden revelar qué métodos son los más eficaces. El seguimiento de las observaciones del tratamiento policial a las mujeres víctimas en el campo sería un componente de importancia crítica -aunque caro- de la evaluación de los programas de capacitación. En ausencia de tal escrutinio cuidadoso por parte de un esfuerzo de evaluación nacional de "gran ciencia", sin embargo, la eficacia de los programas para el cambio de comportamiento de la policía seguirá siendo desconocido. Aquí, de nuevo, un plan del Congreso para el desarrollo de programas de probada eficacia podría hacer una gran diferencia. Sacar armas de las calles - Con Legitimidad. Una hipótesis importante sobre la tasa de homicidios en declive en los EE.UU. es que la policía se ha vuelto más eficaz al disuadir la portación ilegal de armas en lugares públicos (Moore, 1980; Wilson, 1994). Pruebas adicionales para la hipótesis de la portación de armas parece justificar la más alta prioridad para la investigación federal, dada la conexión clara de armas para la violencia juvenil grave y de pandillas. Al mismo tiempo, la cuestión de la legitimidad de la policía y el acoso percibido de los jóvenes negros es un aspecto crucial de la aplicación de la ley de armas. Una agenda de investigación que desarrolle la eficacia policial en la detección de armas de fuego ilegales, al tiempo que mejora la legitimidad de la policía a los ojos de todos los ciudadanos, incluidos los delincuentes, podría abordar ambas cuestiones simultáneamente. En esos temas, la investigación podría ayudar a reducir los homicidios y los disturbios y aumentar el cumplimiento general de la ley a través de un mayor respeto por la autoridad moral de la policía. Ubicación de la Patrulla y estrategias temporales. Desde que la violencia armada está fuertemente concentrada en menos de 100 de las 10.000 agencias policiales que reportan al FBI, también se necesita investigación sobre los enfoques más generales para las patrullas dirigidas a los puntos calientes y los tiempos calientes. Un ejemplo aparentemente mundano es decir que los horarios de la policía pueden ser vitales para la prevención del delito. Los jefes de policía se enfrentan a una enorme resistencia por parte de los sindicatos de policía con el cambio de las asignaciones de trabajo y horarios para concentrar a la policía en las áreas de alta criminalidad entre las 7 p.m. y las 3 a.m., con la mayoría de los oficiales asignados los fines de semana. Muchos deben usar el pago de horas extras para moverse incluso en esa dirección. Si los experimentos que comparan patrones de personal focalizado en el crimen con los procedimientos convencionales encuentran una reducción de la criminalidad, que podría apoyar a los jefes de policía que tratan de hacer un mejor uso del dinero de los contribuyentes. Avergonzamiento Juvenil y Justicia Restaurativa. Todas las agencias de policía deben tratar con delincuentes juveniles. Las conferencias de rendición de cuentas de la comunidad de Australia pueden ser testeadas en las agencias de policía grandes y pequeñas. Dadas las conclusiones negativas sobre los efectos del arresto en la delincuencia juvenil, hay mucho que ganar y poco que perder quizás mediante el desarrollo de alternativas al arresto. La creciente preocupación por la violencia juvenil grave, en especial los delitos de armas en las grandes ciudades, no debe distorsionar la verdad que la mayoría de los menores aún son arrestados por robo y otros delitos menores. Un programa para los primeros delincuentes que funciona mejor para cortar carreras delictivas en la yema bien puede prevenir delitos contra la propiedad más graves, como el robo de autos y los delitos violentos. También puede aumentar la legitimidad de la policía a los ojos de los adultos participantes, mucho más eficaz que los enfoques convencionales de la policía comunitaria.

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Experimentos multiagenciales. La propuesta del Congreso de reestructuración de las evaluaciones en el Capítulo 10 haría posible un gran avance en la investigación policial: comparar las estrategias a través de una amplia muestra de departamentos de policía. La asignación aleatoria de los fondos federales para mejorar las estrategias específicas para la mitad de las cien ciudades más grandes podría recorrer un largo camino hacia el aprendizaje sobre qué funciona de las políticas de toda la agencia. Un buen ejemplo es la aplicación de la ley de tránsito. Los arrestos policiales proactivos por conducir ebrio son generalmente esporádicos (Ross, 1994), en parte porque no hay evidencia directa de que las muertes por tráfico aumentarán si los arrestos por conducir en estado de ebriedad disminuyen. Por otra parte, la evidencia de que la aplicación de la ley de tráfico reduce el robo es sugerente pero no concluyente. En conjunto, el doble objetivo de reducir las muertes debidas al tráfico y los robos justificaría la inversión en un experimento aleatorio de 100 agencias en la aplicación de la ley de tránsito. Un experimento en el que 50 agencias de policía seleccionadas al azar de 100 agencias voluntariadas recibieron sustanciales fondos federales para un mayor control del tránsito -por 300 o 400%- sería un test ideal de la hipótesis ahora débilmente apoyada por estudios meramente correlacionales. Otro enfoque sería ir directamente a la base de la Ley de la Delincuencia de 1994 - los 100.000 policías. Un experimento en el que un 20% más de oficiales (sobre los niveles actuales, incluyendo las subvenciones COPS) fueron financiados al azar en medio de una muestra de agencias de policía que proporcionarían un test mucho más definitivo de la efectividad de la prevención del delito del gasto anual de $ 1,4 mil millones. El apoyo popular a este programa puede hacer que la cuestión sea discutible, por el momento, pero la pregunta queda sobre qué tan efectivo es el programa. Los experimentos usando este diseño también podrían testear otras teorías, como el uso de oficiales extra en la resolución de problemas o en la policía comunitaria. Evaluación de prioridades de financiación. Más de la mitad de todos los fondos del Departamento de Justicia para la prevención de la delincuencia local se dirige a la policía. No puede decirse lo mismo, sin embargo, para la asignación de fondos de evaluación de programas. El Congreso no ha abordado la cuestión de las prioridades de financiación de la evaluación con la misma claridad con que se han identificado las prioridades de financiación de programas. Esta es una razón más por la que el Congreso considera la reestructuración de las evaluaciones de prevención del delito del Departamento de Justicia como se discutió en el Capítulo 10. REFERENCIAS: Abrahamse, Allan F., Patricia A. Ebener, Peter W. Greenwood, Nora Fitzgerald, and Thomas E. Kosin 1991 An Experimental Evaluation of the Phoenix Repeat Offender Program. Justice Quarterly 8:141-168. Adams, Kenneth 1996 Paper Presented to the National Evaluation Conference, National Institute of Justice, Washington, D.C. Annan, Sampson and Wesley Skogan 1993 Drug Enforcement in Public Housing: Signs of Success in Denver. Washington, DC: Police Foundation. Andenaes, Johannes 1974 Punishment and Deterrence. Ann Arbor, MI: University of Michigan Press. Barker, M., Geraghty, J., Webb, B. & Key, T. 1993 The Prevention of Street Robbery. Police Research Group Crime Prevention Series Paper No. 44. London: Police

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Lunes 23 de marzo de 2015. Estimado Comandante Mayor (R) Blanco. Muchas gracias por su traducción al español de mi revisión de las prácticas del servicio de policía de 1997. Es una gran contribución a la literatura, y la publicaré en la sección española del sitio web www.Cambridge-ebp.net para la policía, para leerla de forma gratuita. Estoy muy agradecido por su contribución. Sinceramente,

Lawrence W. Sherman M.A. Ph.D., Ph.D. (Hons), D.H.L. (Hons) Wolfson Professor of Criminology Director, Institute of Criminology University of Cambridge Sidgwick Site Cambridge CB3 9DA United Kingdom (+44) (0) 1223 335 369 (+44) (0) 1223 335 360 (+1) 267 269 1757

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Patrullar15 en bicicleta Una unidad de patrullaje en bicicletas tiene las siguientes características y tipo de tareas: alta visibilidad; identificar problemas y desarrollar soluciones; ejecutar la ley; representar a la Fuerza ante las personas que trabajan, viven y visitan la ciudad; asistir en la coordinación de las actividades de ejecución de la ley en el centro de la ciudad; actuar como "facilitador" cuando sea posible entre las personas y las agencias gubernamentales; comunicar lo que ocurra en el centro urbano a las oficinas apropiadas de la Fuerza; entrenar -y exponer- a los oficiales de las patrullas motorizadas en las técnicas del servicio de policía

comunitaria; proveer un ejemplo positivo de medios de transporte alternativos; proveer un ejemplo positivo de entrenamiento físico; maximizar el contacto con el ciudadano (responder a sus intereses, colectar inteligencia, desarrollar una

imagen positiva de la ejecución de la ley); supervisar y coordinar el orden en los estacionamientos. Las ventajas del patrullaje en bicicleta son muchas. El funcionario está fuera de su automotor y más accesible al público. Puede acercarse silenciosamente a aquellos lugares donde se venden drogas. Cubre una superficie más extensa que la del patrullaje a pie. Llega donde las patrullas motorizadas no pueden hacerlo. Son más baratas que los automóviles. A los candidatos a unirse a estas unidades se les dicta un curso que los certifica como oficiales de bicicletas tácticas, antes de trabajar en las calles.

Comentario de un Oficial de la Policía de la Provincia de Santa Cruz: Si, es muy posible, se puede llevar a cabo con técnicas apropiadas de cómo dejar la bicicleta ante una persecución a pie. Saber cómo colocar la mano al caer para no producir un sobrehueso, etc. Es un recurso muy silencioso al transitar por pasajes cerrados, lo hice varias noches cuando era Oficial Ayudante recién egresado. Es muy efectivo, por supuesto, siempre en parejas.

15 Patrullar: (Del francés, patrouiller) 1. intr. Dicho de una patrulla: rondar. U. t. c. tr. 2. intr. Dicho de un buque o de un avión: Prestar servicio de patrulla. U. t. c. tr.

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Tipos y eficacia de las patrullas 16 Gary Cordner

La patrulla17 representa la mayor parte de la labor policial en la mayoría de las agencias de policía. Los términos 'patrullaje'18 y 'de patrulla' generalmente se refieren a lo que los oficiales hacen cuando no están gestionando llamadas de servicios – lo hacen sobre todo en patrulleros19, pero a veces a pie, en bicicleta, a caballo, o similares. Mientras están de patrulla, los agentes pueden buscar violaciones de tráfico, comportamientos sospechosos, desorden y condiciones inseguras. También pueden buscar oportunidades para interactuar con el público en situaciones informales o más formales. Todo esto es considerado patrullaje. El tiempo que los policías pasan gestionando llamadas de servicio también se considera parte del trabajo de patrullaje. Los oficiales de patrulla responden a las llamadas, hacen informes, reprimen disturbios, etc. La combinación de esas dos series de actividades -patrullaje y gestión de llamadas- ocupan la mayor parte del tiempo de los oficiales de patrulla, quienes a su vez representan a la mayoría del personal del típico departamento de policía. Por lo tanto, la patrulla es la actividad principal del servicio policial. Hoy asociamos estrechamente el término 'patrulla' con la policía. Los nuevos oficiales de policía suelen ser asignados a tareas de patrullaje y son llamados 'oficiales de patrulla'. La unidad más grande en la mayoría de los departamentos de policía es la División de Patrullaje; en los departamentos de policía pequeños, todos patrullan. Cuando pedimos ayuda a la policía, ya sea para una emergencia, para denunciar un delito, para calmar un disturbio, o para solicitar algún tipo de servicio de rutina, normalmente es enviado un oficial de patrulla. Cuando nos encontramos con la policía en la más omnipresente de todas las situaciones de aplicación de la ley, un control de tráfico, por lo general es un oficial de patrulla quien nos ha parado. Patrulla de observación. Antes de la aparición de la radio de dos vías, el policía de patrulla tenía un propósito primario - observar. Era (y es) esperado que el policía de patrulla prevenga algún delito y desorden por su vigilancia. Además, debe intervenir con eficacia cuando descubre violaciones a la ley en el mismo momento en que se están cometiendo. En la Edad Media, los militares y cuasi-militares precursores de la policía moderna patrullaban Europa en busca de salteadores de caminos. En Inglaterra, el sheriff y sus hombres patrullaban buscando a quienes cazaban y pescaban furtivamente en tierras de propiedad del rey y otros nobles [un delito en Inglaterra en el siglo XVII]. En América del Sur en el 1700, las patrullas de esclavos estaban al acecho de los esclavos fugitivos. Al afianzarse la urbanización en los años 1800 y 1900, los serenos y más tarde los oficiales uniformados de patrulla a pie, buscaban todo tipo de delito y desorden en las ciudades y los pueblos. Patrulla de espera. Los automóviles y las radios de dos vías afectaron drásticamente a la patrulla policial en el siglo XX. A medida que más y más gente se metió en los vehículos, también lo hizo la policía. La patrulla policial motorizada fue considerada necesaria para perseguir a los delincuentes motorizados y para hacer cumplir las leyes de tránsito. La patrulla motorizada también llegó a ser vista como más eficiente que la patrulla a pie, porque los policías en automóviles podían vigilar un área más grande. Entonces, la adición de la radio de dos vías hizo posible que el personal en el cuartel central se contactara con los oficiales de patrulla en el terreno y los despacharan a responder los pedidos de ayuda de los ciudadanos.

16 CORDNER, Gary. "Types and Effectiveness of Patrol". The Encyclopedia of Police Science. 3° Edición. Volumen 1, Editor: Jack R. Green. Routledge. Taylor & Francis Group. Nueva York. Londres. Año 2007. Págs. 898-902. Traducido por el Magíster Comandante Mayor (R) Carlos G. Blanco. 17 Patrulla: 1. f. Partida de soldados u otra gente armada, en corto número, que ronda para mantener el orden y seguridad en las plazas y campamentos. 2. f. Grupo de buques o aviones que prestan servicio en una costa, paraje de mar o campo minado, para la defensa contra ataques submarinos o aéreos, o para observaciones meteorológicas. 3. f. Servicio que realiza una patrulla. 4. f. Corto número de personas que van acuadrilladas. 5. f. Am. Vehículo automóvil que usa la Policía para la vigilancia pública. En Panamá, u. c. m. 18 Patrullaje: 1.m. Acción y efecto de patrullar. 19 Patrullero: 1. adj. Dicho de un buque o de un avión: Destinado a patrullar. U.t.c.s. 2.adj. Arg. Bol. Cuba. Ec. Nic. y Ur. Se dice de los vehículos que usa la Policía para la vigilancia pública. U. t. c. s. m. 3. m. Col., C. Rica, El Salv., Méx., Ur. y Ven. Agente de Policía que va en ese vehículo. 4. m. El Salv. Campesino que pertenece a una organización paramilitar.

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El impacto de estas dos tecnologías básicas no debe subestimarse. Antes de los automóviles y las radios, la respuesta policial a las emergencias y otras crisis eran más como el modelo del departamento de bomberos – desde el cuartel. Los oficiales de patrulla iban a la calle a mirar, pero no estaban en continua comunicación con la estación de policía. Conforme avanzara el siglo XX, la patrulla policial se hizo más y más dependiente del automóvil y la radio. El público aprendió a llamar a la policía cada vez que sospechaba de un delito o desorden, y los pedidos de asistencia policial aumentaron de forma constante. Con el tiempo, ha aumentado la parte de la carga de trabajo -representada por la gestión de llamadas- de los oficiales de patrulla. En la década de 1970, un segundo propósito fundamental de la patrulla había echado raíces - esperar. Muchos oficiales de patrulla percibían a sus puestos de trabajo principalmente como de gestión de llamadas; cuando no estaban 'en una llamada', estaban esperándola. 'Observar' y 'esperar' se unieron en un propósito de la patrulla, y en algunos casos la reemplazaron en gran medida; la patrulla se convirtió en una actividad más pasiva y reactiva. Investigación sobre la patrulla. La investigación cuidadosa sobre la práctica y la eficacia de la patrulla policial empezó lentamente en la década de 1950 y comenzó a florecer en la década de 1970. Las primeras conclusiones se centraron primariamente en el descubrimiento de que los oficiales de patrulla ejercían una amplia discreción cuando aplicaban la ley y mantenían el orden. Se encontró que la policía invocaba la ley con mucha menos frecuencia de lo que podía, a menudo prefiriendo manejar informalmente las situaciones. Las decisiones discrecionales del oficial de policía sobre si ejecutar la ley se ven afectados por factores tales como la política del departamento, las preferencias de la víctima/querellante, la conducta del sospechoso, y la gravedad de la infracción. La investigación sobre la composición de la carga de trabajo del oficial de patrulla indica una división de cincuenta-cincuenta entre el tiempo dedicado a la gestión de llamadas y el tiempo dedicado a la patrulla, aunque, por supuesto, esto varía ampliamente entre las jurisdicciones y en diferentes turnos. Los oficiales del turno diurno manejan información relativamente más rutinaria sobre reportes de delitos y deberes del servicio público, los oficiales del turno vespertino manejan más desórdenes y disputas en progreso, y los oficiales del turno nocturno tienen menos interacción humana y centran más su atención en los pocos negocios abiertos durante esas horas y la seguridad de muchos negocios cerrados por la noche. La carga de trabajo de la patrulla no es del todo la lucha contra el delito, como podrían sugerir las representaciones de los medios, ni todo es servicio público mundano, como parecían indicar algunos estudios iniciales. Los mejores estudios han demostrado que el trabajo de patrulla combina variadamente el control del delito, el mantenimiento del orden, el control del tránsito, los deberes del servicio y las solicitudes. De esas cuatro categorías comúnmente usadas, el control de la delincuencia parece dar cuenta de la mayor parte de las llamadas atendidas por la policía, así como los encuentros policiales con los ciudadanos, y las cuentas puras de servicio para la porción más pequeña. Sin embargo, rápidamente hay que destacar que la mayoría de las llamadas relacionadas con el delito y los encuentros implican delitos menores, tomar informes de rutina, y no los arrestos (a menudo porque un sospechoso nunca es identificado). Los oficiales de patrulla son más propensos a tomar acciones aplicación de la ley, en la forma de arrestos o citaciones, en el mantenimiento del orden y en las situaciones de tráfico que en situaciones relacionadas con el delito. Una cuestión mayor en la década de 1970 fue un-oficial versus dos-oficiales en los patrulleros. La sabiduría convencional en el momento era que dos oficiales de patrulla por coche eran más efectivos por el valor de dos pares de ojos mirando y dos juegos de manos, por si algo pasara. Además, se supuso que dos agentes en un coche patrulla estaban más seguros que uno solo. La investigación encontró, sin embargo, que los coches con un agente eran tan seguros y tan productivos como los coches de dos oficiales. Al día de hoy, muchos oficiales siguen prefiriendo los coches de dos oficiales de patrulla por la compañía y las ventajas de seguridad percibidas que ofrecen, pero la práctica moderna se basa principalmente en los coches de un oficial en la gran mayoría de las agencias. Eficacia de la patrulla. El estudio seminal de la eficacia de la patrulla fue el Experimento de la Patrulla Preventiva de Kansas City, llevado a cabo por la Fundación Policial (Police Foundation) y publicado en 1974. Este experimento probó el impacto de los tres niveles de fuerza del patrullaje, que van desde la ausencia de patrullas a duplicar el nivel normal, en quince sectores de patrullaje durante el transcurso de un año.

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Los resultados fueron sorprendentes - no hubo diferencias en la victimización, el delito denunciado, el miedo al delito, la percepción pública de la presencia policial, los arrestos, los accidentes de tránsito, o cualquier otra cosa que fue medida. Las patrullas policiales (no toda la presencia policial, sólo patrullas regulares) fueron virtualmente eliminadas en cinco sectores durante un año y nadie se dio cuenta. Del mismo modo, las patrullas fueron duplicadas en otros cinco sectores y nadie se dio cuenta. La validez interna y externa del estudio de Kansas City ha sido objeto de debate durante años por los investigadores, y sus consecuencias han sido muy debatidas por los profesionales de la policía. Independientemente del resultado de esos debates, sin embargo, la teoría y la práctica de la patrulla policial han cambiado para siempre. Pocos están dispuestos a asumir por más tiempo que la mera ‘visibilidad’ y ‘omnipresencia’ son estrategias de patrullaje suficientes para reducir el delito o el miedo a la delincuencia. Muchos están dispuestos a adoptar un enfoque más estratégico para el despliegue de patrullaje y de tácticas, ya que no parece que sea absolutamente necesario asignar una patrulla a cada sector en cada turno sólo para proporcionar visibilidad policial. Otras dos contribuciones de importantes investigaciones que afectan a patrulla policial llegaron en la década de 1970 y principios de 1980. En primer lugar, los estudios de tiempo de respuesta policial revelaron, para sorpresa de todos, que la respuesta inmediata de la policía ante delitos denunciados rara vez conduce a un arresto, ni es el factor crucial en la satisfacción de las víctimas. La respuesta inmediata rara vez conduce a arrestos porque la gran mayoría de los delitos son delitos contra la propiedad denunciados después que se han producido - el sospechoso es cosa del pasado y la víctima no tiene idea de quién lo hizo. Es más, la satisfacción de las víctimas depende más de la empatía y competencia del oficial que meramente de la rapidez de la respuesta. Esos hallazgos tuvieron importantes implicaciones prácticas precisamente porque, para la década de 1980, el objetivo primario de la patrulla policial se había convertido en esperar las llamadas y luego de responder rápidamente. La segunda contribución de investigación importante en la década de 1980 fue el redescubrimiento de la patrulla a pie. Los estudios en Newark, Nueva Jersey, y Flint (Michigan) indicaron que las patrullas a pie en cada uno de esos lugares pueden tener algunos efectos positivos que habían sido insuficientes en Kansas City cuando se puso a prueba la patrulla motorizada. Ambos estudios sugirieron que las patrullas a pie hacen que los residentes se sientan más seguros y mejora la relación del público con la policía. El estudio de Flint también alegó que las patrullas a pie reducían el crimen, aunque no así el estudio de Newark. Sin embargo, a raíz del experimento de Kansas City, sólo para encontrar que las patrullas a pie tienen efectos beneficiosos en el miedo al delito y las actitudes hacia la policía eran suficientes para renovar el interés de la policía en ellos. Ventanas Rotas y Policía Comunitaria. El redescubrimiento de la patrulla a pie contribuyó al desarrollo de la tesis de las ventanas rotas. En pocas palabras, esta tesis sostiene lo siguiente: los oficiales de patrulla a pie, en contraste con los oficiales de patrulla motorizados, es más probable que aborden la delincuencia menor y los problemas de desorden en sus sectores, como borrachos, mendigos, prostitutas, jóvenes fuertes y traficantes de drogas de poca monta; cuando los oficiales enfrentan ese tipo de problemas, los residentes se anotician, se sienten más seguros, y lo aprecian; los residentes que se sienten más seguros y que tienen más confianza en la policía tienen entonces más probabilidades de ejercer un control social informal, que hace que la zona sea aún más segura; la seguridad realzada y el miedo reducido animan a los residentes a permanecer en la zona, los estimula a mejorar sus propiedades, y atrae a otros residentes e inversores al área; y un ciclo positivo de mejoras continua. Cabe destacar que esta tesis de las ventanas rotas está lejos de ser probada, pero ha tenido un fuerte impacto en las estrategias policiales, los programas de prevención del delito, y la renovación urbana en los últimos quince o veinte años. El redescubrimiento de la patrulla a pie también ha contribuido directamente al aumento de la policía comunitaria. Como metáfora, la patrulla a pie simboliza al policía bien conocido por los vecinos del barrio y trabajando de cerca con ellos para hacer frente a los problemas del vecindario, en contraste con la metáfora de la patrulla motorizada de un oficial con gafas reflectoras del sol lanzándose a un barrio para aplicar la ley y luego desaparecer o dar vueltas mirando a los residentes. Este contraste ha sido reconocido y debatido desde hace tiempo, por supuesto, pero antes de hacerse varios estudios ya señalados, la policía

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había sido capaz de argumentar que la patrulla motorizada y la respuesta rápida, quizá difusa y poco cálida, eran eficaces y necesarias. La investigación hizo insostenibles esas afirmaciones y abrió la puerta a una variedad de innovaciones estratégicas, sobre todo la policía de proximidad. El impacto práctico de la policía comunitaria en la patrulla policial puede describirse en términos de propósito y carga de trabajo. En lugar de manejar los patrulleros alrededor, mirando y/o esperando, los oficiales de la policía de proximidad se supone están trabajando en asociación con los residentes del vecindario y otras agencias para identificar y resolver problemas locales específicos. Este enfoque de la patrulla es más colaborador y más proactivo que los modelos anteriores. Naturalmente, esos oficiales de patrulla aún deben gestionar los delitos denunciados y otras llamadas de ayuda, pero cuando no gestionan llamadas, enfatizan la resolución de problemas más que ver o esperar. Patrulla Estratégica. Otra dirección estratégica que la patrulla ha tomado en los últimos veinte años es hacia un enfoque más centrado o dirigido. Uno podría pensar de la patrulla motorizada tradicional como la entrada de la mayonesa - se distribuya de forma equilibrada en toda la jurisdicción. La patrulla dirigida, por contraste, trata de aplicar la patrulla de una manera más centrada en determinados lugares, donde los crímenes u otros problemas están ocurriendo. Las mejoras en el análisis del delito y el mapeo de delitos en los últimos años han hecho más factible este enfoque. La tecnología sigue afectando a patrulla policial. Los oficiales ahora comúnmente tienen computadoras en sus vehículos, a través de las cuales pueden comprobar registros de vehículos, licencias de conducir, antecedentes penales, archivos de órdenes de allanamiento, y una serie de otros datos en segundos. La tecnología ha afectado también a las armas de la policía, el equipo policial de protección, grabación de audio y video de los encuentros de ciudadanos y policías, la visión nocturna, la localización y recolección de pruebas, la gestión de persecuciones a alta velocidad, y muchas otras condiciones y aspectos del trabajo del oficial de patrulla. A pesar de los cambios significativos durante el último siglo o dos, la labor de los oficiales de patrulla sigue siendo muy difícil y controvertida. La mayoría de los incidentes de uso de la fuerza, incluyendo la fuerza letal, implican a oficiales de patrulla de responden a las llamadas o investigan situaciones sospechosas. La mayoría de las persecuciones a alta velocidad implican a oficiales de patrulla. La controversia actual en Estados Unidos alrededor de los llamados perfiles raciales o 'negro-conduciendo', se centra primariamente en las prácticas de los oficiales de patrulla en la detención y la búsqueda de vehículos y peatones. Los policías de patrulla se encuentran entre las personas más poderosas y visibles de nuestro aparato gubernamental. El trabajo policial, incluido el trabajo de patrulla, intrínsecamente conlleva el uso de la autoridad gubernamental para regular y restringir el comportamiento de las personas. La mayoría de nosotros resiente esas restricciones cuando nos son aplicadas, y se cometerán errores cuando se utilice dicha autoridad. Más en serio, tal vez, las instituciones que ejercen tal autoridad es probable que no eviten los prejuicios que penetran las sociedades en las que operan. Las nuevas tecnologías y las nuevas estrategias como la policía de proximidad, tienen cierto potencial para reducir los abusos de autoridad y prevenir tragedias de uso de la fuerza, pero es improbable que la necesidad de tomar decisiones de vida o muerte en décimas de segundo nunca pueda ser completamente eliminada del trabajo del policía de patrulla. Referencias y lectura adicional: Boydstun, John E., Michael E. Sherry, and Nicholas P. Moelter. 1977. Patrol staffing in San Diego: One- or two-officer units. Washington, DC: Police Foundation. Cordner, Gary W. 1989. The police on patrol. In Police & policing: Contemporary issues, ed. Dennis Jay Kenney. New York: Praeger. Kelling, George L., Tony Pate, Duane Dieckman, and Charles E. Brown. 1974. The Kansas City Preventive Patrol Experiment: A summary report. Washington, DC: Police Foundation.

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McGarrell, Edmund F., Steven Chermak, and Alexander Weiss. 1999. Targeting firearm violence through directed police patrol. Indianapolis, IN: Hudson Institute. Police Foundation. 1981. The Newark foot patrol experiment. Washington, DC: Author. Reichel, Philip. 1988. Southern slave patrols as a transitional police style. American Journal of Police 7. Sherman, Lawrence W., and David Weisburd. 1995. General deterrent effects of police patrol in crime hot spots: A randomized, controlled trial. Justice Quarterly 12. Spelman, William, and Dale K. Brown. 1981. Calling the police: Citizen reporting of serious crime. Washington, DC: Police Executive Research Forum. Trojanowicz, Robert. 1982. An evaluation of the Neighborhood Foot Patrol Program in Flint, Michigan. East Lansing, MI: National Center for Community Policing, Michigan State University. Wilson, James Q., and George L. Kelling, 1982. Police and neighborhood safety: Broken windows. The Atlantic Monthly 211 (March): 29–38.

Patrulla a pie 20 Jenephyr James

Definición. Se ha dicho que la patrulla es la "columna vertebral del servicio de policía, el aspecto central de las operaciones policiales... el centro de la actividad policial" (Walker y Katz 2002, 87). Hay tres funciones distintas de patrulla: disuadir al crimen, hacer que los oficiales estén disponibles para el servicio y mejorar la sensación de seguridad pública. La patrulla a pie es más que un método de patrulla. Está caracterizada por oficiales que hacen recorridos a pie por el barrio. Como cualquier otro método de patrullaje, la patrulla a pie tiene sus inconvenientes, así como sus beneficios: "Si bien es extremadamente cara y capaz de cubrir sólo un terreno limitado, la patrulla a pie permite mejorar las relaciones policía-comunidad" (Walker y Katz 2002, 492). Significatividad. Los departamentos de policía usan las patrullas a pie primariamente para: (1) incrementar la visibilidad de los oficiales, (2) hacer un mayor contacto con la comunidad, (3) incrementar la compenetración con los miembros de la comunidad, (4) incrementar la policía comunitaria y (5) mejorar el apego al trabajo y la satisfacción del oficial de policía (Greene 1987; Walker y Katz 2002). Aunque los automotores se han apoderado de gran parte de la vida moderna, muchos departamentos de policía en todo el país todavía dependen de los oficiales de patrulla a pie para reducir proactivamente el crimen y mejorar las relaciones con miembros de la comunidad. "Si bien la patrulla motorizada puede haber incrementado la eficiencia en términos de tiempo de respuesta y área cubierta, varias consecuencias imprevistas e indeseables también emergieron hacia la superficie. Con los oficiales removidos de las calles, los contactos informales entre los oficiales y los ciudadanos decrecieron" (Esbensen 1987, 45). Sin embargo, con el incremento de la policía comunitaria y una creciente atención a los beneficios resultantes de fomentar los contactos informales dentro de una comunidad dada, algunos departamentos de policía han comenzado a disminuir el número de oficiales asignados a las unidades móviles e incrementaron el número de oficiales de patrulla a pie en barrios seleccionados (Walker y Katz 2002). Ciertos departamentos emplean oficiales cuya función primaria es el patrullaje a pie. Las patrullas a pie permiten que los oficiales tengan una presencia más accesible y de bienvenida dentro de las comunidades.

20 JAMES, Jenephyr. "Foot Patrol". The Encyclopedia of Police Science. 3° Edición. Volumen 1, Editor: Jack R. Green. Routledge. Taylor & Francis Group. Nueva York. Londres. Año 2007. Págs. 553-555. Traducido por el Magíster Comandante Mayor (R) Carlos G. Blanco.

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Además, los oficiales de patrulla a pie a menudo son capaces de tener una mejor relación con los miembros de la comunidad debido a que presentan un aspecto menos amenazador que sus contrapartes de la unidad móvil. Si bien un oficial de patrulla a pie puede cubrir sólo un área limitada, que a su vez significa que el costo de la patrulla a pie es más alto que la patrulla motorizada, tales limitaciones pueden ser compensadas por las ganancias en las relaciones comunitarias. Además, dependiendo del área y la situación, a veces los oficiales de patrulla a pie pueden responder más rápidamente a una escena que los oficiales que patrullan en vehículos. Breve Historia. Entre los decenios de 1920 y de 1950, muchos departamentos se mudaron de la patrulla a pie a la patrulla motorizada porque el patrullero fue considerado más eficiente. "Un patrullero puede cubrir un área mayor, pasar cada punto más a menudo, regresar a los puntos particulares de una manera impredecible si es necesario y responder rápidamente a las peticiones de servicio" (Walker y Katz 2002, 93). Sin embargo, como se señaló arriba, los oficiales que patrullaban un área y/o comunidad dentro de los confines de un patrullero, perdieron el contacto directo con los ciudadanos. Como resultado, los oficiales comenzaron a ser vistos como un ejército de ocupación o al menos no muy accesibles, como lo habían sido los oficiales que patrullaban a pie. En respuesta a las crisis de las tensas relaciones policía-comunidad / ciudadanos durante la década de 1960, muchos departamentos comenzaron a restaurar las patrullas a pie dentro de barrios seleccionados. Además, muchos programas de policía comunitaria implementaron patrullas a pie para incrementar la visibilidad de los oficiales y su accesibilidad por los ciudadanos (Walker y Katz 2002). En la década de 1980, una serie de evaluaciones examinaron las patrullas a pie y encontraron que aunque el incremento de las patrullas a pie no redujo el crimen, hicieron incrementar la sensación de seguridad (Walker y Katz 2002). Además, esos sentimientos positivos fueron generalizados a todo el departamento, no sólo a los oficiales de la patrulla del pie individuales asignados en una comunidad. Por lo tanto, mediante el incremento de las patrullas a pie y subsecuentemente las relaciones entre la policía y los ciudadanos, los departamentos pueden incrementar el conocimiento sobre los roles específicos de los oficiales y posiblemente también reducir el miedo al delito. Relaciones con la Comunidad. El incremento en la cantidad de patrullas motorizadas ha llevado a una disminución de la interacción entre los ciudadanos y los oficiales de policía. ''La interacción disminuida entre la policía y los ciudadanos ha llevado no sólo al deterioro de las relaciones sino también a una evaluación inexacta y no realista del rol policial'' (Esbensen 1987, 46). Este deterioro de las relaciones no sólo puede incrementar las visiones inexactas de la policía y sus roles sino también puede incrementar el miedo al delito y/o la victimización. En la era de la policía comunitaria, tales tendencias pueden haber comenzado a cambiar: "En los últimos años ha habido un resurgimiento del interés en los programas que tratan de colocar a la policía y a la comunidad en mayor armonía e interacción" (Greene 1987, 1). Con la llegada de la policía comunitaria, muchos departamentos comenzaron a aumentar las patrullas a pie para incrementar las interacciones del oficial con el ciudadano y mejorar las relaciones comunitarias. Aunque no es ideal en todas las circunstancias o comunidades, las patrullas a pie parecen incrementar la interacción positiva entre los oficiales y los ciudadanos y mejorar las relaciones comunitarias con respecto a las patrullas motorizadas tradicionales. Incluso aunque las patrullas motorizadas a menudo son capaces de llegar a ciertas áreas más rápido que las patrullas a pie y son capaces de cubrir un área más grande, los oficiales de la patrulla motorizada a menudo tienen menos contacto con los miembros de la comunidad y con frecuencia no tienen tan buena relación con el público al igual que oficiales de la patrulla a pie. Los oficiales de la patrulla a pie, debido a su pesada interacción con el público, son capaces de aprender más acerca de su comunidad, su sector y aquellos que residen en su interior, incrementando por lo tanto la satisfacción del público con la policía y alentando la policía comunitaria y la mejora de las relaciones comunidad-policía.

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Una incrementada relación entre los ciudadanos y la policía puede fomentar una mayor cooperación de los ciudadanos y una mayor denuncia de delitos. Los ciudadanos que se sienten alienados o que tienen una imagen negativa de los oficiales de policía son menos propensos a reportar los crímenes a los departamentos y menos probabilidades tienen de ofrecer consejos cuando se les pregunta (Esbensen 1987). Al aumentar las patrullas a pie e incrementar una imagen positiva de la policía y las relaciones policía-comunidad, hay una mayor probabilidad de que los ciudadanos denuncien los delitos que ocurren y ofrecer consejos sobre crímenes irresueltos, ayudando así a la policía a hacer las comunidades más seguras y resolver crímenes con más frecuencia y/o más rápidamente. Eficacia. Otro resultado positivo de iniciar las unidades de patrullaje a pie, además del incremento de las relaciones policía-comunidad, es que pueden ayudar a reducir el crimen. Aunque '' esta noción de alta visibilidad está siendo positivamente correlacionada con índices de criminalidad más bajos... sigue siendo sospechoso en el mejor de los casos'' (Esbensen 1987, 48), el aumento de la visibilidad oficial puede prevenir que ciertos delitos ocurran, reducir los índices de delincuencia o, como se señala en un estudio citado anteriormente, reducir el miedo al delito. Los oficiales pueden ser capaces de ser más proactivos en la lucha contra el crimen debido a su conocimiento de la comunidad a la que sirven que les permite reconocer mejor cuando algo ''no está bien''. Cuando una comunidad y sus miembros son más conocidos por los oficiales, es más claro para los oficiales cuando hay algo sospechoso ocurriendo que demanda su atención. Por ejemplo, si en un determinado barrio un tendero siempre apaga las luces y se va a casa a las 7 de la tarde, un oficial que conoce el área sabrá que algo está mal, si a las 7:45 el oficial camina cerca de la tienda y ve las luces encendidas. Mientras que un oficial que no conoce el área o el tendero puede no pensar que algo está mal y potencialmente perder un delito que está en curso o que ya ha sido cometido. Sin embargo, "mientras que las evaluaciones previas de los programas de patrullaje a pie han encontrado apoyo para mejorar las relaciones con la comunidad como resultado de las patrullas a pie, los resultados han sido inconsistentes con respecto a cualquier reducción de la delincuencia asociada con las patrullas a pie" (Esbensen 1987, 48). A pesar de que los oficiales de patrulla motorizada pueden responder a las llamadas de servicio más rápidamente que sus contrapartes de la patrulla a pie, la eficacia real de las patrullas a pie no debe medirse en el tiempo de respuesta o área cubierta sino en las percepciones ciudadanas de la policía, el conocimiento de la policía de la comunidad y sus residentes y la satisfacción de los ciudadanos con la policía. "Los oficiales de la patrulla del pie están involucrados con el público sobre una base mucho más proactiva que oficiales de la patrulla motorizada" (Payne y Trojanowicz 1985, 24). Los oficiales de patrulla a pie, aunque tienen muchos de las mismos deberes que los oficiales de la patrulla motorizada y participan en actividades de patrullaje tradicionales, generalmente están más involucrados con e interactúan más frecuentemente y positivamente con el público. Tales intercambios de información y sin situaciones de confrontación hacen que las patrullas a pie sean ideales para la policía comunitaria. Sin embargo, las patrullas motorizadas aún son más rápidas que las patrullas a pie en la respuesta a situaciones graves y el automóvil tiene la capacidad de cubrir un área más grande que una patrulla a pie. Por lo tanto, las patrullas a pie nunca se hará cargo del servicio de policía contemporáneo, pero pueden ser de valor añadido a los departamentos mediante el suplemento de las patrullas motorizadas con oficiales especializados de la patrulla a pie para incrementar las relaciones con la comunidad, mejorar la satisfacción laboral del oficial y posiblemente la eficacia, reducir el miedo al delito y quizás también disminuir la victimización permitiendo a los oficiales combatir el crimen más proactivamente. Referencias y lectura adicional Esbensen, F. 1987. Foot patrols: Of what value? American Journal of Police 6 (1): 45–65. Greene, J. R. 1987. Foot patrol and community policing: Past practices and future prospects. American Journal of Police 6 (1): 1–15.

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Patterson, M. J. 1982. They’re walking the beat again: In dozens of cities, foot patrol has returned. Police Magazine 5 (4): 53–59. Payne, D. M., and R. C. Trojanowicz. 1985. Performance profiles of foot versus motor officers. East Lansing, MI: National Neighborhood Foot Patrol Center, Michigan State University. Walker, S., and C. M. Katz. 2002. The police in America: An introduction. 4th ed. Boston: McGraw-Hill.

Patrulla montada 21 Jenephyr James

Definición. La patrulla montada puede ser definida y descrita como sigue (Carfield 1995, 371):

Los policías montados a caballo son unidades especiales dentro de los departamentos de policía u organizaciones de seguridad pública que usan caballos ya sea para actividades de patrullaje o para operaciones especiales. A veces, el caballo es usado primariamente para el transporte para facilitar e inspirar la interacción personal entre los oficiales y la ciudadanía. Durante las operaciones especiales, la altura y la masa del caballo realzan la presencia de comando y la autoridad del oficial montado.

Significatividad. Aunque muchos departamentos ahora confían en vehículos (incluyendo automóviles, motocicletas y bicicletas) para patrullar áreas, algunos todavía usan unidades montadas a caballo para patrullar ciertas áreas o para ocasiones especiales. Las unidades de policía montada también pueden ser usadas en las operaciones especiales para complementar a las unidades de patrulla tradicionales, en especial cuando se trata de controlar a la multitud. Las unidades montadas a caballo, tradicionalmente basados en modelos de disciplina y de comando militar, son unidades especiales que tienen una historia especial y una situación privilegiada dentro del servicio de policía. Varios departamentos dentro de los Estados Unidos usan patrullas montadas a caballo para complementar al automóvil, motocicleta, bicicleta o patrulla a pie por ciertos eventos o ciertas actividades de patrulla o dependen de ellos como patrullas regulares destacadas durante los turnos. Paradójicamente, las unidades de la policía montada todavía prosperan en las áreas urbanas y densamente pobladas (Roth 1998, 707). Algunos departamentos que aún utilizan la patrulla montada a caballo o tienen patrullas regulares montadas a caballo son el Departamento de Policía de Nueva York, el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, la Policía Estatal de Pennsylvania, el Departamento de Policía de Filadelfia y el Departamento de Policía de Nueva Orleans. Además, varios departamentos fuera de los Estados Unidos aún dependen de patrullas montadas a caballo como unidades especializadas dentro de los departamentos. Historia. Según Roth (1998, 707) "si bien no se sabe cuándo se utilizó el primer caballo en la acción policial, la mayoría de los historiadores localizan la utilización de fuerzas montadas en las actividades de mantenimiento de la paz en los Artículos de Guerra del Rey Carlos22, publicados en 1629". La Patrulla a Caballo de Londres, creada en 1805, fue la primera fuerza de policía montada formal y para la década de 1820 tanto en Australia como en Texas se habían implementado unidades de patrulla montadas a caballo. La policía de Bow Street de Londres estableció una unidad de patrulla montada en 1758 y para 1805 las patrullas a caballo "consistían en cincuenta y dos hombres y animales y se les encargó patrullar las principales rutas hasta veinte kilómetros de distancia de Londres" (Campbell 1968; también Roth 1998, 708). Esta unidad manejaba principalmente la amenaza de salteadores de caminos en las rutas que conducían a Londres y patrullaban las calles principales para prevenir esas amenazas. Originalmente, la Patrulla a Caballo de Bow Street de Londres no trataba con las multitudes o disturbios como lo hicieron y

21 JAMES, Jenephyr. "Mounted Patrol". The Encyclopedia of Police Science. 3° Edición. Volumen 1, Editor: Jack R. Green. Routledge. Taylor & Francis Group. Nueva York. Londres. Año 2007. Págs. 811-813. Traducido por el Magíster Comandante Mayor (R) Carlos G. Blanco. 22 King Charles’ Articles of War.

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siguen haciendo las patrullas posteriores montadas a caballo (Roth, 1998). Los números de la Patrulla a Caballo de Bow Street fueron incrementados en la década de 1820 porque probaron ser un éxito y a comienzos de la década de 1840 fueron una parte integral de la Policía Metropolitana de Londres (Roth, 1998). El rol de la policía montada cambió más hacia el control de multitudes durante el siglo XIX debido a un incremento del desorden social y los disturbios (Roth, 1998). En lugar de limitarse a patrullar las carreteras que conducían a Londres para desalentar a los bandoleros, los deberes de la policía montada hacia 1910 incluían patrullar tierras comunes, controlar la violencia rompehuelgas y otros jinetes escoltando a los miembros de la monarquía y buscando niños perdidos y delincuentes prófugos. "En 1919 la rama montada de la policía metropolitana se reorganizó en un modelo parecido a la rama de hoy" (Roth 1998, 708). Además de Londres, otros pueblos y ciudades dentro de Inglaterra adoptaron este tipo de unidad para complementar las patrullas policiales. Newcastle-upon-Tyne adoptó una patrulla montada en 1836 y aún usa una fuerza de seis oficiales montados para patrullar los bosques y parques que rodean la ciudad (Roth, 1998). Dieciocho fuerzas policiales británicas habían montado ramas de patrulla montada a finales de 1982. Los departamentos de policía en el Reino Unido no fueron los únicos en poner en práctica patrullas montadas durante este tiempo. Los departamentos de policía en Australia también crearon unidades de patrulla montada en el 1800. Las patrullas montadas eran responsables de la mayor aplicación de la ley en los campos de oro durante la fiebre del oro de 1850, para el control de disturbios en Sídney y la búsqueda de los convictos fugitivos también durante este tiempo. Al día de hoy, las patrullas montadas han sido mantenidas dentro de Australia. "La fuerza montada de Nueva Gales del Sur ayuda hoy a la policía en operaciones especiales tales como el control del tráfico en las grandes celebraciones y eventos deportivos; la búsqueda de personas desaparecidas en áreas silvestres; la búsquedas de prófugos, plantaciones de drogas y recuperación del ganado robado" (Roth 1998, 709). Las patrullas montadas a caballo dentro de los Estados Unidos a menudo son equiparadas con la historia de los Rangers de Texas a finales del 1800. Durante el siglo XIX, los "Rangers" tuvieron una existencia en-y-fuera, pero se organizaron formalmente en 1835, formando un cuerpo militar auxiliar para patrullar las fronteras entre los ríos Colorado y Trinity (Roth, 1998). La otra responsabilidad principal de los "Rangers" era proteger la frontera de Texas de los ataques indios durante este tiempo. Después de la Guerra Civil, sus funciones pasaron de la patrulla fronteriza a la labor policial directa contra los forajidos. Siguiendo el ejemplo de los Rangers de Texas, otros estados, como Arizona y Nuevo México, también implementaron patrullas a caballo alrededor de la década de 1900 para mejorar la aplicación de la ley. La misión principal de esas unidades era reducir las depredaciones de los forajidos. Aunque muchas patrullas montadas fueron desmanteladas o disueltas por la introducción y proliferación de automóviles y patrullas en carreteras, muchos departamentos dentro de los Estados Unidos y el mundo todavía tienen departamentos con patrullas a caballo que todavía se utilizan hoy en día, sin embargo, "no hay estadísticas precisas sobre el número de fuerzas montadas en el mundo hoy. Según una fuente había entre setenta y ochenta y dos unidades en los EE.UU. solamente en la década de 1980" (Carfield 1982; también Roth 1998, 718). Ventajas y justificaciones de las Patrullas a Caballo. A menudo citadas como las razones para las patrullas montadas están los disturbios y el control de la multitud, visibilidad, relaciones con la comunidad y patrullaje del parque. Además, las patrullas a caballo son usadas a menudo en los desfiles, funerales, operaciones especiales y tráfico. Las ventajas de patrullar a caballo incluyen tener una visión más clara de un área, una mayor visibilidad pública y la capacidad de operar en lugares cercanos. Sin embargo, hay desventajas también que incluyen la exposición a las inclemencias del tiempo, la limitada capacidad de carga, "basura" (es decir, residuos), la vulnerabilidad y la falta de velocidad a través de largas distancias (Carfield 1995; Doeren 1989; Roth 1998). "Sin embargo, las patrullas montadas persisten por razones que exceden claramente el mero sentimentalismo. Muchas comunidades están dispuestas a mantener las unidades montadas, pese a sus limitaciones, en orden a realizar los beneficios percibidos" (Roth 1998, 718).

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Selección de caballos. Los atributos físicos que son de importancia primordial en la selección de un caballo para el trabajo de la aplicación de la ley son el género, el peso, la edad, la altura y la raza. La mayoría de las unidades de patrulla montada confían en caballos castrados (caballos masculinos alterados), aunque algunos hacen uso de yeguas y/o sementales. Los caballos castrados son preferidos a menudo a las yeguas o sementales porque tienden a poseer una disposición general más tranquila y suelen ser más seguros y más fáciles de manejar (Doeren 1989, 10-11). Muchas veces la preferencia es para los caballos más grandes, alrededor de 15,2 manos de altura o más altos y entre 1.000 y 1.200 libras. Los Departamentos eligen los caballos más grandes por varias razones: Ellos son más adecuados para llevar a los oficiales más pesados, proporcionan una mayor visibilidad y a menudo son más eficaces en situaciones de control de masas (Doeren 1989). La mayoría de los departamentos también prefieren seleccionar caballos jóvenes o ''green broke'' (mínimamente entrenados), entre tres y siete años de edad. Si bien algún entrenamiento ya ha comenzado, tal caballo sigue siendo susceptible al entrenamiento y será capaz de trabajar por un número máximo de años. Además, la mayoría de los programas utilizan caballos cuartos, pura sangre, Morgans, o caballos de raza mixta que son como los caballos cuartos o Morgans (Doeren 1989). Los caballos que tienen una buena disposición (tranquilo, ecuánime y desprovisto de malos hábitos) también son preferidos para el trabajo policial. Los caballos son adquiridos por los departamentos de cinco maneras diferentes: (1) compra, (2) donación, (3) préstamos, (4) comercio y (5) propiedad del oficial (compensación), aunque la mayoría de los programas se basan en la compra y/o donación. '' La mayoría del entrenamiento del caballo y el jinete es llevado a cabo por el departamento local, pero hay centros de formación prominentes que echan una mano en Chicago, St. Louis y Detroit y bajo los auspicios del Servicio de Parques Nacionales '' (Carfield 1995, 372). Se requiere un entrenamiento especializado para el caballo y el jinete. Aunque no tan prominentes como antes de la introducción y proliferación del automóvil, las unidades montadas a caballo siguen usándose hoy por los departamentos de policía. Las funciones esenciales de las patrullas montadas a caballo todavía incluyen el control de multitudes, presencia en eventos especiales, patrullar áreas altamente congestionadas y relaciones públicas. Incluso aunque las patrullas montadas a caballo son a veces difíciles de implementar y mantener por los departamentos, la mayoría que usan esas patrullas especiales creen que las ventajas de disponer de ellos superan los pocos inconvenientes. Véase además: Crowd/Riot Control; Patrol, Types and Effectiveness of; Texas Rangers. Referencias y lectura adicional Campbell, J. 1968. Police horses. New York: A. S. Barnes and Company. Carfield, William. 1995. Horse mounted police. In Encyclopedia of police science, ed. W. G. Bailey, 371–73. New York: Garland Press. Coonradt, V. R. 1999. A history: Community service from the back of a horse. Women Police 33 (4): 3–4. Doeren, S. E. 1989. Mounted patrol programs in law enforcement. Police Studies 12 (1): 10–17. Fine, J. C. 2001. Police on horseback: A new concept for an old idea. FBI Law Enforcement Bulletin 70 (7): 6–8. Roth, M. 1998. Mounted police forces: A comparative history. Policing: An International Journal of Police Strategies & Management 21 (4): 707–19.

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Sobre el modelado de las Operaciones de Patrullaje Policial 23 On the Modeling of Police Patrol Operations

RESUMEN. Se introduce una aproximación analítica a varios problemas operacionales de los Departamentos de Policía urbana. En particular, se centra la atención en las fuerzas de patrulla policial urbana y se desarrollan las dos actividades importantes de un patrullero (o unidad de patrulla): 1) contestar una llamada pidiendo servicio a la policía, 2) realizar patrullaje preventivo del delito. Después de revisar el método tradicional de distribución, un modelo de tiempo de viaje de la patrulla (patrol travel time model) y un modelo de patrulla preventiva (preventive patrol model). El primero representa el tiempo requerido para que una unidad de patrulla viaje desde su posición en el momento del despacho hasta su llegada al lugar del incidente. El segundo se refiere la frecuencia de las patrullas para los parámetros físicos y puede ser usado para estimar la probabilidad de que una unidad de patrullaje interceptará un crimen mientras está en progreso. Se discuten las aplicaciones de los modelos.

Análisis de síntomas de comportamiento durante las entrevistas en los controles de rutas 24 Muchos delitos graves se han resuelto como consecuencia de un control de ruta o de un encuentro casual con un funcionario uniformado: un vehículo es demorado por haber cruzado una luz roja y se determina que sus ocupantes acaban de robar en una tienda de licores o en un almacén; un conductor es detenido a causa de una infracción y, a través del interrogatorio, el funcionario se entera que pende una solicitud de captura sobre el acompañante. Los medios de comunicación utilizan estas historias para mostrar cuan estúpidos son los delincuentes. Lo que realmente muestran esas historias, sin embargo, es la importancia de la realización de entrevistas eficaces en las rutas. El funcionario que conduce una entrevista en la ruta se encuentra en una posición única para obtener información e imputar a alguien un delito o falta grave. Al parar a una persona, la "Advertencia de Miranda"25 no es necesaria. La mayoría de esas paradas son resultado de una causa probable, por lo que el sospechoso ya sabe que ha sido capturado haciendo algo mal y esta conciencia hace que otras transgresiones sean más fáciles de reconocer. Por último, esos sospechosos son capturados con la guardia baja sin la oportunidad para crear una coartada creíble o de desprenderse de las pruebas que puedan estar en el vehículo. Puede ser tentador parar a cada automovilista por exceso de velocidad, para saber si molestó sexualmente a los niños o si tiene un cadáver en el baúl; sin embargo, hay restricciones morales y jurídicas sobre la ampliación del interrogatorio más allá de la inicial infracción de tránsito. Algunos estados han dictaminado que, sin una sospecha razonable, es ilegal pedirle permiso a alguien -demorado por una violación de tráfico- para buscar algo en el baúl de su coche. En muchos de esos casos, los funcionarios citan “intuiciones” o “instintos” como causa para ampliar el alcance de sus preguntas más allá de la parada de tráfico inicial. Han demorado a cientos de automovilistas y saben cuál es la respuesta propia del comportamiento normal de una persona bajo esa circunstancia.

23 LARSON, R.C.; Departamento de Ingeniería Eléctrica, el Centro de Investigación de Operaciones, y el Centro de Estudios Avanzados de Ingeniería, Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, Massachusetts, EE.UU.). 24 REID, John E. & Associates, Inc. Behaviour Symptom Analysis during Roadside Interviews. Mayo-Junio 2009. http://www.reid.com/educational_info/r_tipsprint.html?serial=1241444491847746. Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc. 25 La Advertencia de Miranda (Miranda Warning), también llamada Derechos de Miranda (Miranda Rights), debe hacérsele a un imputado que se encuentra en custodia de la policía de EEUU, antes que le hagan preguntas relativas a la comisión del ilícito. La policía puede requerir información biográfica como el nombre, la fecha de nacimiento y el domicilio del sospechoso. La advertencia más conocida es la siguiente: "Tiene el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado. Si no puede pagar un abogado, le será proveído uno a costa del Estado". La ley israelí no adoptó la "Doctrina de los Frutos del Árbol Envenenado", según la cual la evidencia mal habida es inadmisible. http://es.wikipedia.org/wiki/Advertencia_Miranda.

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Cuando un sujeto presente un comportamiento anormal, el funcionario podrá ampliar su interrogatorio. Mientras que la experiencia de John E. Reid y Asociados se limita a los síntomas del comportamiento que ocurren en un entorno controlado durante una entrevista estructurada, algunos de esos principios básicos sin duda se llevan a cabo en una entrevista en la ruta. Hay que recordar que la gente demorada por violaciones de tráfico es, en su mayor parte, culpable de la infracción por la cual fue detenida (exceso de velocidad, faltante del equipamiento, no obedecer a una señal, etc.) y sin duda presenta síntomas de ansiedad como resultado de ser capturada. En este sentido, la gente detenida por una violación del tráfico es “culpable” de la infracción. Sin embargo, pueden exhibir síntomas de comportamiento culpable o de engaño, debido a la participación en algunas actividades delictivas o porque mintió al responder a las preguntas del funcionario, como por ejemplo: “¿De dónde viene? ¿De quién es este coche?” A los efectos del presente artículo, los términos “culpable” y “engaño” se utilizan para describir a los sujetos que están involucrados en algo distinto a una violación de tráfico por la cual se los detuvo. Las siguientes son pautas generales que pueden ser útiles para establecer una sospecha razonable. En otras palabras, son indicios de que puede ser apropiado expandir el alcance del interrogatorio más allá del propósito inicial de la parada. # 1 Nerviosismo no es igual a engaño. Especialmente durante el contacto inicial con un funcionario, la mayoría de los sujetos experimentarán nerviosismo (temblor en las manos, parpadeo de los ojos, sequedad de boca). Como lo ilustra un reciente incidente, un sujeto puede aparecer agitado y ansioso a causa de una emergencia médica. Sin embargo, el nerviosismo extremo, o el miedo que aumenta en el curso del interrogatorio pueden ser un indicio de culpabilidad a algo más allá de la violación inicial de tráfico. Los síntomas de ansiedad extrema incluyen excesivo movimiento físico (cruzar y descruzar los brazos, constantes movimientos de manos) y bloqueo mental (incapacidad para recordar información sencilla, como una dirección o una respuesta inadecuada a una simple pregunta). # 2 Los sospechosos veraces ofrecen una razonable cooperación y son útiles durante el interrogatorio. Las personas que no tienen nada que ocultar, estacionan al lado de la carretera cuando el oficial activa las luces y la sirena; cuando están en casa, responden a la puerta cuando el oficial llama a ella y responden a las preguntas sin objeciones. Por el contrario, es un clásico síntoma de culpabilidad para un sospechoso huir de la policía en respuesta a un esfuerzo para detener su vehículo o al preguntar al sospechoso en su domicilio. Durante los interrogatorios, los sospechosos culpables pueden comprometerse en comportamientos que son equivalentes a aludir al oficial. El sospechoso puede estar protegido, respondiendo a la mayoría de las preguntas con sólo una o dos palabras de respuesta. Un síntoma clave de comportamiento engañoso asociado con respuestas protegidas es que el sospechoso no se toma tiempo para pensar acerca de la pregunta del oficial. A menudo, esos sospechosos responden a las preguntas del oficial demasiado rápido o incluso antes que el funcionario termine de formular la pregunta. El sospechoso engañoso puede eludir una respuesta directa a las preguntas del oficial o convertirse en un reto como lo demuestra el siguiente diálogo: P: “¿Adónde va esta noche?” R: “A ninguna parte” P: “¿De dónde viene?” R: “¿Qué quiere decir?” P: “¿Quién está en el asiento delantero con usted?” R: “Eso es asunto tuyo” P: “¿Cuál es su nombre?” R: “¿Qué importa?” En este punto, sería razonable aplicar un esfuerzo para establecer la identidad del pasajero y su destino esa noche.

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# 3 Los sospechosos engañosos a menudo están incómodos cuando se comunican con las manos. La comunicación con las manos ocurre cuando una persona confía y es sincera en sus declaraciones. Los ilustradores refuerzan su credibilidad detrás de la palabra hablada. La falta de ilustración puede ser un síntoma significativo de un posible comportamiento engañoso. La descripción clásica del sujeto culpable que cruza un control fronterizo es que el cementa sus manos al volante en las posiciones horarias de las 11 y las 2 y sus ojos miran al camino hacia adelante. Del mismo modo, cuando se interroga a un niño que ha hecho algo mal, éste ocultará sus manos en sus bolsillos. Los sujetos veraces usan gestos adecuados con las manos y se comunicarán de manera activa con sus manos. Esos gestos no son agresivos o amenazantes, sino más bien son una extensión para comunicar pensamientos e información al oficial. Los sujetos mentirosos o falsos van a menudo a través de una respuesta "congelada" y cierran en forma no verbal. Como resultado de ello, sus manos no participan al responder preguntas. # 4 Sea prudente al considerar un pobre contacto visual como un indicio de culpabilidad o engaño. Hay muchas causas no engañosas para una persona inocente que exhibe un pobre contacto visual, especialmente cuando es interrogada por una persona con autoridad. Esos incluyen la cultura, una personalidad tímida, los efectos de los medicamentos y los trastornos neurológicos. Durante encuentros relativamente cortos, como una entrevista en la ruta, el contacto visual pobre no debe considerarse un síntoma de comportamiento engañoso a menos que el oficial haya establecido específicamente que el sospechoso es capaz de exhibir contacto visual normal. El procedimiento estándar para establecer un nivel normal de contacto con los ojos de la persona es preguntar una serie de antecedentes no amenazantes. El principio es simple; si un sospechoso no puede mantener la mirada común al responder a preguntas no amenazantes, el pobre contacto con los ojos del sospechoso al responder preguntas acerca del crimen no debe considerarse como un indicio de engaño. La dificultad con los controles de ruta es la de buscar preguntas no amenazantes, para determinar comportamientos básicos. Por ejemplo, las siguientes preguntas iniciales son bastante estándar cuando un funcionario detiene un coche en una parada de tráfico: “¿Sabe por qué lo he demorado?” “¿Puedo ver su licencia de conducir?” “¿Es correcta la información de su licencia?” “¿Es este su vehículo?” “¿Adónde se dirige esta tarde?” Para el 99% de los automovilistas, estas preguntas no son amenazadoras. Pero si el sospechoso conduce un coche robado, porta una licencia revocada o ha robado un banco, esas preguntas son claramente amenazadoras y el sospechoso puede exhibir un contacto visual pobre al responder a esas preguntas “no amenazantes”. Con tantas variables potenciales que afectan el contacto visual durante una entrevista en carretera, el funcionario debe ser prudente en la utilización de este criterio para determinar la culpabilidad. Ciertamente, solo los pobres contactos visuales no deben utilizarse como único criterio para ampliar el alcance de los interrogatorios durante una parada de tráfico. # 5 Las explicaciones incoherentes o irracionales a menudo indican engaño. Hay muchos factores que influyen en el comportamiento no verbal, pero las palabras de una persona tienen un único sentido, con las únicas variables típicas que son la memoria o la inteligencia. Si un conductor dice que el coche que conduce pertenece a su padre, el hecho de controlar la propiedad del automóvil lleva a otra persona es una inconsistencia que requiere ciertamente un mayor interrogatorio. Si un coche demorado huele a marihuana, el funcionario debería preguntarle al conductor sobre el olor. Si el conductor ansiosamente explica que su coche estaba aparcado cerca de un campo en el que se quemaban las hojas que causaron el olor, es una explicación irracional. Sobre la base de este análisis, sería conveniente que el funcionario solicite al conductor: “¿Usted o alguien más ha fumado marihuana en este

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coche esta noche?” En conclusión, la mayoría de las entrevistas en la ruta son rutinarias y directas. Un coche se detiene, se hacen pocas preguntas, se emite un parte y el sujeto vuelve al camino. Sin embargo, en ocasiones, el sujeto de una entrevista en la ruta está implicado en un delito más grave o tiene información importante para otras investigaciones en curso. Esta página web ofrece cinco directrices para determinar cuándo ampliar las preguntas de rutina para cubrir la posible participación en otras actividades delictivas o el conocimiento del culpable.

Sin consideración: las Fronteras y la Patrulla Fronteriza

Jim Glennon 26

13 de julio de 2009 Durante los dos últimos años he tenido el absoluto privilegio de trabajar muchas veces con los miembros de la Patrulla Fronteriza de nuestra nación, así como con otras Agencias del Departamento de Seguridad Interior (ICE, Aduanas, Oficina del Inspector General, etc.). Como instructor he estado en los Sectores de la Patrulla Fronteriza de El Centro y San Diego (California), así como en Del Río (Texas). He estado con el ICE en Los Ángeles y en una Conferencia de la OIG en Dallas. Antes de participar, ignoraba totalmente: Dónde trabajaban realmente estas personas. De qué eran responsables sus respectivas agencias. Cuán grave es el problema de la inmigración ilegal. Cuán increíblemente violentos son muchos de esos ilegales. La gran cantidad de estupefacientes incautados anualmente por los Agentes de Fronteras. La aparición de los "escuadrones de choque" terroristas mexicanos que asesinan a miles a lo largo de la

frontera. Que Phoenix, Arizona (sí, justo aquí en los EE.UU.) secunda a la ciudad de México, en todo el mundo,

¡por la cantidad de secuestros para pedir rescate! Y finalmente, cuán increíblemente ignorante es el resto de este país - y sobre todo nuestros objetivos e

"imparciales" medios de comunicación - de la realidad de esta grave amenaza a la seguridad nacional. Lo que parece perderse en el medio es que estos Agentes de la Patrulla Fronteriza están ahí afuera, en el desierto, con poco respaldo, siempre sobrepasados en número (a veces 100-1), a menudo acribillados, frente asesinos “sociópatas” dedicados a la trata de seres humanos o bien al tráfico de estupefacientes, ¡y la mayor parte del tiempo se enfrentan a estos opositores en la oscuridad! He examinado las caras de cientos de estos valientes hombres y mujeres jóvenes - algunos de apenas 21 años - y ¿sabes qué?, sólo tienen un objetivo y una misión en mente: proteger nuestras fronteras. Parece que el 99,9 por ciento del tiempo, la línea sostenida por los medios de comunicación es que el 99,9 por ciento de las personas que cruzan nuestra frontera sur son sólo pobres inocentes en busca de trabajo y un salario exiguo. Evaluados en los términos más simplistas, esto es, por supuesto, cierto en parte. 26 Teniente Jim Glennon, tercera generación en una familia de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley; ha prestado servicios en el Departamento de Policía de Lombard, Illinois, desde 1980. Ha sido un instructor en el ámbito de aplicación de la ley y en la industria privada por más de 17 años. Imparte cursos sobre la entrevista y los interrogatorios, las habilidades de comunicaciones, el liderazgo y los métodos de supervisión policial. Actualmente es Instructor en el Seminario de Supervivencia en la Calle. Obtuvo una Licenciatura en Psicología y una Maestría en Administración de Justicia para la Aplicación de la ley.

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Pero la realidad más compleja no es tan simple o sana. Muchas, muchas de esas personas se convierten ellas mismas en víctimas. La mayoría les paga una suma ridícula a personas sin escrúpulos que les mienten acerca de a dónde irán, cómo van a llegar, y cuánta riqueza les aguarda. Miles son robados por los traficantes de seres humanos o "bandidos de frontera" que le quitan todo lo de valor a estas personas indefensas, que esperan cruzar a los Estados Unidos. A menudo se ven obligados a transportar estupefacientes o, al menos, a viajar en un camión cargado con drogas ilegales. Muchos terminan como víctimas de delitos contra la integridad sexual. En los últimos años, la violencia ha escalado a alturas nunca antes experimentadas a ambos lados de la frontera. En México hubo alrededor de 3.000 asesinatos en 2007. Ese número se duplicó en un año. En enero de 2009, México registró 1.000 asesinatos más, la mayoría de los cuales se atribuyeron al tráfico de drogas, la violencia de las bandas y a escuadrones de choque de los cárteles (del alemán, Kartell). El 6 de junio en las afueras de un popular Resort en Acapulco, 17 personas fueron asesinadas en un tiroteo que duró cinco horas entre al menos dos bandas rivales de drogas, la policía y el Ejército Mexicano. Las bandas arrojaron alrededor de 50 granadas de mano y usaron fusiles de asalto indiscriminadamente contra civiles y turistas que trataban de cubrirse del fuego. Jennifer L. Hesterman escribió un artículo excepcional en El Contraterrorista (The Counter Terrorist), titulado "La guerra mexicana contra las drogas se esparce sobre la frontera de los Estados Unidos". Efectúa una crónica de la aparición de un particular grupo paramilitar violento. "Imagínese, por un momento," escribe, "que una de las unidades de élite de operaciones especiales estadounidense se vuelva ‘renegada’ y comience a utilizar sus conocimientos especializados, equipos y formación contra el gobierno de los EE.UU. Los miembros de la unidad participan en actividades ilegales como el tráfico de drogas, de armas, y la trata de seres humanos. También sirven como escuadrones de choque, dispuestos a asesinar a víctimas inocentes a cambio de dinero en efectivo. La unidad no le teme, ni se oculta, ni huye de los funcionarios encargados de aplicar la ley; más bien, los enfrentan. Conozca la organización de ‘Los Zetas’”. Esto es lo que nuestros, y digo bien nuestros, hermanos y hermanas en la Patrulla Fronteriza, solos en el desierto, deben afrontar. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se da cuenta de la tarea de enormes proporciones que enfrenta, tanto interna como externamente. Los directores de entrenamiento que encontré y con los cuales entablé amistad -John Ramos, Emily Bowling, y Mike Hanson- se preocupan profundamente por la preparación de sus agentes para que hagan su trabajo y regresen con seguridad a casa con sus familias al final de sus turnos. Se concentran en Supervivencia Callejera, Comunicaciones, Ética y Liderazgo. Saben muy bien la realidad que enfrentan a lo largo de esa frontera. Normalmente, cuando cualquier agente de policía comete un error, comete un delito, utiliza la fuerza letal, los medios de comunicación saltan. Historia tras historia acerca de las infracciones de la policía - o incluso la posibilidad de que la policía lo esté haciendo mal – se escribe y reporta ad náuseam (“hasta la náusea”; en exceso, hasta resultar molesto). ¿Pero qué acerca del día a día de la realidad que nuestros agentes enfrentan? ¿Por qué no hay videos sobre la penetración de nuestra frontera y de las insurrecciones que aparecen en los noticieros de la noche? ¿Quiere ver uno? Haga clic aquí y vea a cientos de inmigrantes ilegales desplazándose a través de nuestro desierto. Anotíciese de cuántos agentes de fronteras están tratando de detenerlos y protegernos. Antes de seguir leyendo, vaya de nuevo a BLUtube y vea a terroristas islámicos radicales (con una sonrisa incrédula en su rostro) hablar acerca de asignarle a alguien que lleve ántrax a través de la frontera de México con EE.UU. con la intención de matar a más de 300.000 de nuestros ciudadanos. Luego, verifique las estadísticas y vea cuántos de nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza han sido asesinados en el cumplimiento de su deber en los últimos 20 años: los accidentes de tráfico, las fatalidades en las persecuciones, los golpes de calor, los ataques al corazón, el ahogamiento, o las embestidas con vehículos hasta matarlos.

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¿Dónde diablos está el clamor de nuestros ciudadanos? ¿Por qué no estamos gritando a nuestros respectivos representantes acerca de este peligro claro y presente? Sé que a veces despotrico, pero en este caso no lo hago tardíamente. Conozco a estas personas - nuestros agentes de fronteras. Conozco a muchos de ellos por su nombre y los considero a algunos verdaderos amigos. Veo su frustración. Pero permítanme asegurarles, su frustración es eclipsada por su propia real voluntad de cumplir su misión, que es simplemente protegernos. Y nosotros como sociedad ni siquiera sabemos que están ahí. No nos damos cuenta en qué medida estas personas duermen por ahí, de guardia, en la oscuridad, solos, en el desierto. La mayoría de nosotros no puede siquiera imaginarse en esa posición. Pasé 30 años como policía y yo no lo haría, soy un cobarde frente a estas personas. Creo que es hora de que nos pongamos de su lado y de darnos cuenta que hay una aterradora amenaza real a nuestras fronteras, nuestro modo de vida, y nuestros agentes fronterizos. Es hora de hacerles saber que los apreciamos. Creo que, al menos, es hora de hacerles saber que, de hecho, nos damos cuenta que existen.-

Planifique lo inesperado mientras esté de patrulla

Doug Wyllie

11 de noviembre de 2009

«Los planes son inútiles, pero la planificación es indispensable»

Dwight D. Eisenhower A los Oficiales se les dice constantemente que “esperen lo inesperado”. Quizás la frase debería ser “prepárese para lo inesperado”, porque, por definición, no se puede esperar “lo inesperado”… V. A. Ferranto, Asistente del Jefe del Departamento de Justicia de California, dice que los policías deben planificar para todo tipo de contingencias. Por ejemplo: el hecho que usted nunca haya visto un tren en un tramo de vías férreas no significa que nunca habrá uno. "En una vigilancia encubierta de narcóticos en una zona rural de una ciudad importante de California", relata Ferranto: "Dirigí un equipo de agentes apostados en todas las posiciones alrededor del restaurante, donde el acuerdo iba a tener lugar. Las posiciones variarían con el fin de cubrir todas las posibles rutas de escape del sospechoso y su vehículo. Establecí mí puesto de control y, con el fin de ver la actividad, tenía que aparcar mi vehículo policial al otro lado de unas vías de ferrocarril que nunca había visto usar. Lo has adivinado, justo cuando el trato se llevaba a cabo, un tren se acercó. El tren no sólo bloqueaba mi visión, sino que también me impedía cruzar la vía si el agente encubierto necesitaba mi ayuda. Afortunadamente, el agente encubierto se dio cuenta de la situación inesperada, retrasó la consumación de la oferta con una charla extraña -escuché la conversación a través de los micrófonos ocultos- y no concluyó la venta de estupefacientes hasta que el tren había pasado. ¡Fueron 10 minutos extra!". La lección aprendida, dice Ferranto, es planificar para todas las contingencias, después de evaluar completamente el área y el terreno y discutir las opciones con todo el personal.

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Emboscada: conciencia significa evitación Aunque las cifras varían considerablemente, en cualquier lugar, desde el 11 al 20 % de los oficiales caídos

por disparos cada año mueren en escenarios de emboscadas

Richard Fairburn

5 de abril de 2010 Durante los últimos 15 años, he seguido dos tendencias en los informes anuales del FBI sobre Oficiales de Ejecución de la Ley muertos y asaltados (LEOKA, Law Enforcement Officers Killed and Assaulted): el número de oficiales muertos cada año con fusiles y el número de oficiales muertos cada año en lo que el FBI define como una situación de "emboscada". El reporte de LEOKA desdobla la categoría ‘emboscada’ en dos sub-categorías: una "emboscada improvisada" o una “emboscada deliberada". Una emboscada improvisada involucra a un criminal que realiza un ataque súbito y violento, y esencialmente no planificado, a un oficial. Un ejemplo de este tipo de evento ocurrió en Wisconsin el 28 de abril de 1994. En persecución. Mientras eran perseguidos después de su último robo al banco por el Capitán James Lutz, del Departamento de Policía de Waukesha, el equipo de ladrones Oswald –padre e hijo- hicieron un repentino giro a la derecha de 90 grados. Cuando el capitán Lutz dio la vuelta a la esquina en plena persecución, se encontró con los dos sospechosos fuera de su vehículo parado. Un rifle Springfield Armory M1A puede almacenar un total de 21 cartuchos 7.62x51m m (20 en el cargador más uno en la recámara). Los Oswald rápidamente dispararon los 21 proyectiles al patrullero del capitán. Sólo por si acaso, el hijo de Oswald regresó al coche de Lutz y le disparó en la cabeza con una pistola para asegurarse que el capitán había muerto. Tras una persecución salvaje, múltiples secuestros de vehículos, un control de carretera violado y un choque espectacular con un gran árbol, la policía capturó a los Oswald después de haber emboscado y asesinado el capitán Lutz. Una emboscada deliberada por lo general involucra a uno o más oficiales engañados por una llamada falsa, como aquella cercana a Pleasanton, Texas, el 12 de octubre 1999. Llamadas falsas. Un deputy sheriff del condado de Atascosa respondió a la segunda llamada del día a una casa en una subdivisión rural. En la primera llamada, un hombre fue puesto bajo custodia por violencia doméstica. Esta vez, cuando el deputy sheriff estaba saliendo de su vehículo, el criminal recién liberado lo ha redujo bajo una lluvia de balas de fusil 7.62x39mm, seguido por un par de disparos de una escopeta calibre 12. En dos minutos, un segundo deputy sheriff de Atascosa llegó como refuerzo de seguridad y fue asesinado con la misma rapidez con las mismas armas. Cuando los dos sheriffs no respondieron a las llamadas de radio, un policía montado de Texas fue enviado a la escena. El policía vio a los deputy sheriffs derribados y pidió el informe al intentar alejarse de la escena. El sospechoso, que entonces se había escondido en un área cercana con maleza, abrió fuego contra el policía, hiriéndolo en la cabeza y la cadera. Unos minutos más tarde, un patrullero del Departamento de Policía de Pleasanton y un agente retirado de la Patrulla de Fronteras llegaron al vehículo del policía herido, resultando heridos también cuando trataban de llegar al policía. Dos transeúntes civiles asistieron al policía herido y al agente, resultando también herido un civil. Durante un intercambio prolongado de disparos con muchos oficiales, el sospechoso se auto infligió una herida de bala mortal, poniendo fin a la sangrienta jornada. Una investigación posterior determinó que la segunda llamada a la casa era falsa y hallaron que el sospechoso había juntado municiones en lugares probables de emboscadas.

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Aunque las cifras varían considerablemente, en cualquier lugar de un 11 a un 20 % de los oficiales caídos por disparos de armas de fuego cada año, mueren en un escenario de emboscada. En la categoría de la emboscada deliberada, los delincuentes eligen a menudo rifles de fuego centrado para obtener la ventaja de la distancia y la penetración. El año pasado vimos varios asesinatos en emboscadas, incluyendo exactamente casi un año atrás, cuando Eric Nelly, Stephen Mayhle y Paul Sciullo II del Departamento de Policía de Pittsburg fueron muertos a tiros mientras que atendían a una discusión entre una madre y su hijo de 22 años de edad. Entonces, en el otoño, fueron muertos en una cafetería los cuatro oficiales de Lakewood, Washington. Ese sospechoso, Maurice Clemmons, más tarde llevó a cabo una segunda emboscada, atrayendo a un oficial de Seattle con un vehículo aparentemente deteriorado. Afortunadamente, el oficial de Seattle estaba en alerta máxima y la emboscada fue contraproducente para el asesino. Los colores de Cooper. Con suerte, usted se mantiene en la Condición Amarilla dondequiera que esté trabajando. Usted debe mantenerse en un alto estado de alerta cada vez que lo envíen a atender una llamada, o cuando persigue a alguien a pie o en vehículo. Cuando algo parece fuera de lugar, cambie a la Condición Naranja, hasta que esté satisfecho que no hay ninguna amenaza. Los oficiales en alerta hacen este cambio de Amarillo a Naranja varias veces en cada turno, sin volverse locos o desarrollando una mentalidad de "disparador de pelo". Usted puede incluso pasar a la Condición Roja cuando una amenaza potencial se presenta, sin disparar su arma. El "Código de Color" de la conciencia situacional desarrollado por Jeff Cooper es ampliamente enseñado, pero encontré a muchos oficiales que han recibido instrucción inapropiada sobre su uso. Tuve la suficiente suerte como para aprenderlo directamente del Coronel, y puedo revisarlo cada vez que quiero porque fue grabada en video durante la clase a la que asistí. En una próxima columna les daré la versión pura del Código de Color, "directamente de la boca del caballo". Al mantener su sistema de alerta activa, usted puede evitar muchas situaciones de potenciales emboscadas. En cualquier tipo de pedido de refuerzos de seguridad, llegue tan pronto como la prudencia lo permita, entonces haga una pausa para salir a mirar y escuchar. Aun cuando la llamada es para asistir a un oficial caído – de todas, la llamada policial que más adrenalina bombea - tome unos segundos y unas cuantas respiraciones profundas antes de volar a la escena. En demasiados casos, la primera oleada de unidades de refuerzo de seguridad puede convertirse en la segunda oleada de víctimas. Incluso si el ataque contra el primer oficial no era una emboscada deliberada, el tirador puede haber tomado una posición para golpear a medida que usted se aproxima. Durante cualquier tipo de persecución, si usted pierde de vista al sujeto alrededor de una curva ciega, ¡no de vuelta a la esquina ciegamente! Disminuya su persecución y "mire" a la vuelta de la esquina para ver si el delincuente se ha levantado, esperándolo a usted a la vuelta de la esquina. Así sucedió con el capitán Lutz y sucedió de la misma manera con un oficial de Ohio el 15 de febrero de 1997. La mayoría de nosotros recuerda las imágenes de la cámara del tablero de un tiroteo entre los hermanos Kehoe, y un policía y un sheriff de Ohio. Después de aquel intercambio ineficaz de disparos, los hermanos Kehoe huyeron en su Chevy Suburban azul sólo para ser vistos por otro oficial, que inició una persecución. Tengo una copia de la filmación en que rara vez se ve esta persecución, que terminó cuando el oficial perseguidor patinó al doblar una esquina ciega sólo para encontrar a los hermanos Kehoe fuera de su vehículo detenido, disparando contra el vehículo policial con un M16. Vemos la ráfaga de balas en el parabrisas justo antes que la cámara quedara en blanco. El oficial se tiró detrás del tablero y las balas calibre 5.56mm no pudieron penetrar en el habitáculo del conductor. Los hermanos Kehoe escaparon ese día a causa de una emboscada improvisada bien ejecutada. Tirar una emboscada en cualquiera de sus variedades no es ciencia de cohetería. Hasta el más tonto de los estafadores puede encarar una. En Jonesboro, Arkansas, dos niños, con edades de entre 11 y 13 años, activaron la alarma de incendio para iniciar una emboscada cercana a la perfección en la cual mataron a

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cinco e hirieron a 10 en la Escuela Secundaria Westside en 1998. Usted debe permanecer alerta ante la posibilidad de una emboscada y evitarla siempre que sea posible.

Emboscada: luche a su manera a través del infierno Recupere el elemento sorpresa - ¡Ataque a la emboscada!

Teniente (R) Dan Marcou (SWAT)

10 de mayo de 2010 El mes pasado he delineado los dos tipos de emboscadas que los oficiales pueden enfrentar en la calle, "emboscada improvisada" y "emboscada intencional". Mantener un grado elevado de constante conocimiento situacional es difícil para todos nosotros desde que las "llamadas de rutina" a las que respondemos superan en número a los despachos de obvio alto riesgo. El mantenimiento de un saludable - aunque controlado - grado de paranoia le ayudará a recoger el cheque de la jubilación al final del arco iris. Aun así, incluso el más alerta entre nosotros podría ser atrapado en una emboscada bien planeada. Si se encuentra en tales circunstancias peligrosas, su respuesta determinará su destino. Caer en una situación de emboscada improvisada o deliberada no significa automáticamente que se desencadenará la tragedia. Durante muchos años, la sabiduría convencional para sobrevivir a una emboscada indicaba salir de la ‘zona de muerte’ retrocediendo o alejándose en un ángulo de 90 grados. En la emboscada de Wisconsin que esbocé el mes pasado, el capitán Lutz del Departamento de Policía de Waukesha intentó retroceder con su coche lejos de las armas de los de Oswald, exactamente como había sido entrenado. Pero contra un hombre armado con un rifle semi-automático de 7.62x51m a corta distancia, retroceder es muy similar a quedarse como blanco estacionario. En muchas circunstancias, tratar de salir de la ‘zona de muerte’ girando a 90 grados, podría ser un poco mejor. En cambio, la mayoría de las agencias de policía ahora entrenan la misma táctica de supervivencia que se enseña en una emboscada a los militares - ¡atacar a la emboscada! En una situación en la que el/los asesino/s tienen una ventaja táctica aplastante, correr directo hacia la "zona de muerte" puede probar ser una segunda opción. Generalmente, su mejor oportunidad de éxito reside en un duro ataque frontal a su adversario. Una vez conocí a un oficial de Montana que sobrevivió a una emboscada tornando el elemento sorpresa sobre su atacante. Mientras el oficial patrullaba tarde una noche, un hombre que caminaba hacia el centro desenfundó una Mágnum .357 y comenzó a disparar a través del parabrisas del patrullero. Un proyectil golpeó el espejo retrovisor interno, salpicando al funcionario con fragmentos de vidrio. Otro proyectil impactó en el borde superior del chaleco antibalas del oficial, justo debajo de la garganta. El oficial no había sido entrenado para manejar esa situación. Dado que nunca se le había enseñado que podría haber disparado a través de su parabrisas, el oficial consideró que para devolverle el fuego, necesitaría parar el patrullero, "estacionarlo", salirse y desenfundar su arma. En cambio, nuestro oficial hizo lo primero que le vino a la mente como una forma de protegerse a sí mismo y el departamento Chaplain - pisó el acelerador. Si mi memoria no falla, el oficial dijo que saltó sobre la acera, corrió hacia un parquímetro y al tirador, en ese orden. Este oficial atacó la emboscada y dio a su potencial asesino una impactante y terminal sorpresa. ¡Hablar sobre el poder para parar! Hasta mi querida .45 cae muy por debajo de la cruda balística terminal de un Crown Victoria. En esta circunstancia, podemos justificar fácilmente el uso de un vehículo como arma de fuerza letal. Me decepciona cuando los fabricantes dejan de poner un adorno en el capó de nuestros patrulleros - siempre me imaginé que un adorno en el capó sería un punto de mira delantera.

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En varios eventos emboscada elaborados desde las páginas del informe LEOKA, los funcionarios que han sido víctimas fueron enviados a una casa al final de un carril. Llamar al callejón sin salida un “final mortal" no es un juego de palabras. Cada vez que se aproxime a una fuerte posición cubierta contra la que no tiene una vía rápida de evacuación que no sea la que acaba de usar, usted debe estar en alerta máxima. Si tiene alguna pre-indicación de peligro en la llamada, usted debe considerar seriamente la espera de una unidad de refuerzo que puede mantener y observar una posición fuera de la zona de muerte. El oficial de refuerzo rápidamente puede venir en su ayuda, ya sea en persona o con el fuego de precisión del rifle. Las "unidades" de refuerzo de una carabina M4 llegan a cerca de 3.000 pies por segundo. No hace mucho tiempo, los agentes federales arrestaron a los Hutarees, un grupo de milicianos que estaba planeando matar a un oficial de policía atraído mediante una llamada falsa. En la segunda fase del plan, los Hutarees planeaban usar bombas y armas de fuego para matar a un gran número de policías cuando se reunieran en el funeral del primer oficial. Obviamente, no es necesario un grado avanzado en aeronáutica para comprender la sencillez y el poder asesino de una emboscada. Afortunadamente, estos "científicos expertos en cohetes" anunciaron su presencia en un sitio Web y fueron arrestados por agentes encubiertos antes de que pudieran ejecutar su plan mortal. Un hombre fue arrestado recientemente en el estado de Washington por planificar una emboscada - intentó matar a oficiales como en la emboscada de Lakewood que provocó la muerte de tres de nuestros hermanos y una hermana. Este fenómeno no es exclusivo de Washington, ¡pero sin duda han tenido más de su cuota en el último año! La mejor manera de sobrevivir a una emboscada, es evitarla. No dé por satisfecho durante las llamadas de "rutina". Demore su respuesta -incluso a una llamada que implique a un oficial caído- sólo el tiempo suficiente como para mirar, escuchar y respirar profundamente para aclarar su mente antes de precipitarse. Nunca doble en una curva ciega durante una persecución, sea a pie o vehicular. Anticípese al sospechoso que podría haber parado o regresado hacia atrás, esperando volver a su casa luego de atacarlo cuando doble la esquina. Si su equipo de Despliegue Rápido neutraliza a un tirador activo, asegúrese que dos oficiales mantengan 360 grados de seguridad mirando hacia afuera, mientras que los otros buscan y frenan al asesino. Evite la abrumadora urgencia de permitir que su "burbuja de seguridad" colapse porque todos se centran en el sospechoso. Si se encuentra en una emboscada, vuelque el elemento sorpresa y ataque la emboscada. No se quede ahí, sorprendido y estupefacto, mientras que el atacante ejecuta su plan y lo mata. A menos que usted puede ver el futuro, nadie puede ser totalmente a prueba de emboscadas. Si un grupo de criminales o terroristas planea y entrena suficientemente bien una emboscada, probablemente tendrán éxito. Si los atacantes lo atraparon en la zona de muerte donde tienen una abrumadora ventaja táctica y poder de fuego, donde un ataque frontal sería suicida, su única posibilidad de supervivencia puede ser correr directamente a través con la esperanza de salir de la zona de muerte antes de morir. Una cita de Winston Churchill resume mejor esta situación desesperada: "Si usted está pasando por un infierno, ¡siga adelante!".

Trabaje su plan de control, no el del conductor Enviado por: PoliceOne Staff

18 de octubre de 2010 Al detener un vehículo, asegúrese de ejecutar la parada (CONRUT) donde usted quiera, no donde el conductor sospechoso quiera llevarlo. Así como usted busca lugares seguros para la etapa del contacto (los mejores dentro de su capacidad, por supuesto), el sospechoso que trate de escapar o atacar puede estar buscando el lugar más inseguro que pueda hallar.

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Si usted ‘toca’ con las luces un tramo de la autopista bien iluminado y con mucho espacio para estacionar, pero el conductor mantiene la conducción durante un minuto o dos hasta llegar a un puente elevado con relación al suelo, tome nota. Si hay poco margen de maniobra entre el costado del automotor y un escalón en el pavimento, podría ser fatal, definitivamente tome nota. Hay una buena probabilidad de que él no lo pierda a usted en su espejo retrovisor; ha visto una oportunidad para ponerlo a usted en una posición táctica comprometedora. Lo mismo va para usted, si conduce a zonas remotas o poco iluminadas. Recuerde que usted debe tener el control de sus paradas (CONRUT). Si no le gusta el lugar en el cual el conductor se detiene, no dude en utilizar su sirena, baliza y/o megáfono para dirigirlo a otra ubicación. Si se niega a escucharlo, no asuma que sea lerdo o esté confundido. De hecho, podría ser todo lo contrario.-

El abordaje desde el lado del pasajero 27 Una de las mejores herramientas tácticas para parar vehículos. La aproximación desde el lado del pasajero

le permite explorar todo el interior del vehículo antes que el conductor se entere que usted está ahí en muchos casos. Por lo general, tendrá que golpear la ventana del pasajero, a menudo sorprendiendo al

chofer. Mejor ellos que usted.

El abordaje desde el lado del pasajero le ofrece la doble victoria de una aproximación más segura y una

ventaja táctica (Foto J.P. Molnar) Hace poco recibí una llamada de Chuck Remsberg, uno de los co-fundadores de Calibre Press y autor del best-seller sobre la trilogía de la Supervivencia en la Calle para el oficial: Tácticas para encuentros armados, La ventaja táctica: Sobrevivir a la patrulla de alto riesgo y Tácticas para la Patrulla Criminal. Chuck y su socio Denny Anderson también fueron los creadores de los Seminarios de Supervivencia en la Calle originales, que tuve el placer de enseñar durante más de 12 años. Resulta que Chuck estaba respondiendo a una pregunta que recibió de un joven oficial, que estaba confundido por una declaración de uno de sus instructores de la academia durante una clase de tácticas para detener vehículos. La confusión surgió a partir de si se debe permitir que el chofer de un vehículo detenido camine de regreso al patrullero del oficial en lugar de regresar a su coche, mientras el control vehicular se lleva a cabo. El instructor de la academia aparentemente afirmó que en realidad era más seguro que el conductor pueda seguir caminando hacia su patrullero en lugar de decirle que regrese a su vehículo donde, como dijera el instructor: "Él puede tener acceso a un arma". Chuck estaba obteniendo alguna realimentación sobre su respuesta al joven oficial. Yo no estaba de acuerdo con la afirmación del instructor de la academia. De hecho, si un conductor empieza a caminar hacia su patrullero, creo que usted debe de inmediato regresar a su patrullero. He aquí por qué. 27 GROSSI, Dave. "The Passenger-side Approach". Law Officer. http://www.lawofficer.com/article/patrol/ passenger-side-approach. 16 de noviembre de 2010.

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Las razones. El fundamento de mi posición es cuádruple. Primero, pedir al conductor que regrese a su vehículo no sólo es más seguro, también es, en esencia, un test de cumplimiento. En el viaje del conductor, caminando de regreso a su coche patrulla, sin darse cuenta puede aventurarse en el tráfico. Además, si el conductor no cumple con su solicitud, su incumplimiento debe ser motivo de preocupación y escalar su nivel de conciencia una muesca o dos. Segundo, puede que no haya recibido todos los datos de nuevo, ya sea del despachador o del MDT. Como parte de una parada, los policías de la calle con más experiencia ejecutarán una comprobación de la historia de la placa del vehículo, así como un chequeo NCIC sobre el propietario registrado. Idealmente, esta información debe estar a mano antes de hacer contacto con el conductor y ser obtenida fuera del alcance del oído del sujeto al que usted controla. Tercero, algunos conductores piensan que están haciendo un favor al regresar a su patrullero. De hecho, he tenido más que unos pocos infractores comenzando a buscar amablemente sus billeteras a medida que vienen hacia mi vehículo. (La primera vez que esto sucedió, creo que rompí el récord de velocidad para "salir detrás del volante" de mi coche patrulla. Si el conductor ve mi pistola colocada detrás de la pierna en lugar de mi dedo apuntando a él, ¡éste habría roto un récord de velocidad similar para regresar a su coche!) Hacer que el conductor pare y vuelva a su coche en el instante en que empieza a caminar hacia usted puede evitar que se produzca un escenario similar. Por último, si permite que el conductor camine hacia usted, elimina una de las mejores opciones tácticas que tiene en la conducción de paradas de investigación de vehículos - el abordaje desde el lado del pasajero. Y ese es el centro de la columna de este mes. Una herramienta táctica efectiva. Está bien establecido y documentado que el abordaje del lado del pasajero es una de las mejores herramientas tácticas de la policía al hacer controles vehiculares en las rutas, especialmente en comparación a los tradicionales enfoques del lado del conductor. Las transcripciones mentales de "las prácticas del coro" a menudo han memorizado la mirada en los rostros de los conductores y pasajeros por igual, cuando los oficiales de patrulla golpearon la ventanilla del lado del pasajero para solicitar la licencia del chofer y el registro. ("Hombre, la cabeza de este tipo se dio vuelta tan rápido, ¡que se parecía a la chica de El Exorcista"!). Por otra parte, existe evidencia de que los agentes ven realmente más cuando se hace un planteamiento del lado del pasajero. La investigación realizada en California hace algunos años mostró que más del 90% de los funcionarios que recibieron capacitación para controlar vehículos que hicieron acercamientos tradicionales desde el lado del conductor, se perdieron a un sospechoso escondido en el asiento trasero del coche que habían detenido. En contraste, el grupo de oficiales a quienes se les dijo que hagan una aproximación del lado del pasajero, encontraron al sospechoso escondido el 100% del tiempo. Tal vez esto se debía a que los oficiales que utilizan el enfoque del lado del pasajero estaban menos preocupados de ser chocados por el tráfico. Tal vez estos oficiales eran simplemente capaces de ver más. Cualesquiera sean las razones, lo que se conoce es que los acercamientos desde el lado del pasajero son una gran herramienta desde la perspectiva de la seguridad del oficial. Si usted decide ir hacia el lado del pasajero, hay una advertencia. Recuerde: El principal beneficio es el elemento sorpresa. La mayoría de los conductores no esperan que el oficial de investigación los aborde desde el lado del pasajero. Para no comprometer el elemento sorpresa, recuerde que su camino a la puerta del lado del pasajero debe comenzar desde detrás de su vehículo, no desde un punto situado entre la parte delantera de su coche patrulla y la parte trasera del vehículo del infractor. Esto es especialmente cierto en la noche. La mayoría de los policías de la calle sabe que la táctica de dirigir las luces de sus vehículos a los espejos retrovisores el chofer para mantener a los ocupantes sin capacidad de observación de sus movimientos. Sin embargo, he visto esta táctica derrotada cuando el oficial camina entre la parte delantera de su coche patrulla y detrás del vehículo del sospechoso, directamente a través del haz de su linterna, al caminar hacia el lado del chofer. De hecho, nunca es una buena idea caminar entre el vehículo del sospechoso y su coche patrulla por una serie de razones de seguridad. Si nada más le motiva, imagine el resultado de ser aplastado entre los dos coches, como resultado de una colisión por detrás con su coche patrulla. Evite hacer esto siempre que sea posible.

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Conclusión. Un abordaje desde el lado del pasajero ofrece la doble victoria de una aproximación más segura y una ventaja táctica. Muchos agentes pierden la vida al pasar el tráfico y un abordaje desde el lado del pasajero reduce esta posibilidad. Si esto no es algo que ya hace, debería probarlo, especialmente en carreteras muy transitadas y en las paradas nocturnas. Para obtener más información sobre cómo hacer efectivas las paradas del lado del pasajero, ver Supervivencia al detener el tráfico - Parte 1, por J.P. Molnar, o vaya a www.lawofficer.com/Molnar. Bien, amigos, hasta la próxima. Mientras tanto, ¡cuídense!

Tácticas para detener vehículos y para el punto de control: Una regla mnemotécnica segura Si el elemento criminal está en las autopistas, las chances son muy buenas de que alguien de la Patrulla de

Fronteras probablemente lo encuentre.

Thane Gallagher 28

15 de junio de 2011 Cuando le digo a la gente lo que hago para ganarme la vida, la mayoría de la gente asume que paso mi turno rastreando a inmigrantes ilegales a través de paisajes yermos estériles, a través de pasos de montaña accidentados, y polvorientas regiones locales apartadas. Eso es precisamente lo que muchos agentes de la Patrulla Fronteriza hacen - la verdad sea dicha, pasé los primeros siete años de mi carrera haciendo precisamente eso. La mayoría de la gente no sabe que un buen número de agentes de la Patrulla Fronteriza pasa sus turnos desplazándose por algunas de las carreteras más concurridas y más peligrosas de nuestro país - en términos de accidentes de tráfico y de víctimas mortales – buscando y deteniendo a potenciales terroristas, traficantes de drogas e inmigrantes ilegales. También en esa mezcla de temas hay un número importante de delincuentes buscados, prófugos en libertad bajo fianza, y fugitivos de la prisión. Básicamente, si el elemento criminal está en la autopista, es muy posible que alguien de la Patrulla Fronteriza probablemente lo encuentre. Los Agentes de la Patrulla de Frontera no sólo conducen paradas de "rutina" de vehículos que la mayoría de nosotros asocia con la columna vertebral del trabajo uniformado de la aplicación de la ley, pero también las igualmente eficaces operaciones de puntos de control. En efecto, la Patrulla Fronteriza ha mantenido por varias décadas el sistema de puntos de control más grandes y complejos en cualquier parte del mundo. Además, la mayoría de los casos domésticos significativos han surgido de las operaciones de puntos de control, que a su vez ha permitido a las agencias locales operar sus propios esfuerzos de seguridad pública/anti-crimen, fue el resultado de los arrestos realizados en los puntos de control de la Patrulla Fronteriza. Pero es el principio inherente de peligrosa imprevisibilidad en las autopistas de nuestro país, el flujo incesante de potenciales amenazas terroristas, narcóticos, contrabando, inmigrantes ilegales y criminales,

28 Thane Gallagher es un agente patrullero superior de la Patrulla de Fronteras de los EE.UU. -en servicio por más de 13 años- y ha trabajado en varias misiones de patrullaje a lo largo de su carrera, desde rastrear a pie a los inmigrantes ilegales sobre terreno accidentado y montañoso, hasta la interdicción de inmigrantes ilegales y narcóticos en las carreteras de la nación, así como en las operaciones de puntos de control (checkpoint operations). Gallagher es también un EMT certificado y un FTO u Oficial de Entrenamiento de Campo. Como FTO (Field Training Officer), Gallagher junto con su socio desarrolló un enfoque táctico más moderno y un modelo de entrenamiento para enseñar a los nuevos agentes cómo llevar a cabo operaciones de interdicción en las carreteras. Durante los últimos tres años, Gallagher ha sido asignado como Oficial de la Fuerza de Tarea dentro de la unidad antipandillas / narcóticos de la Oficina del Sheriff de San Diego. Como Oficial de la Fuerza de Tarea, y además de la carga de trabajo de investigación que es habitual, Gallagher suele ser consultado por otras agencias federales y locales para obtener la orientación y el apoyo de investigación en una amplia variedad de cuestiones de la inmigración, el robo de identidad, y la falsificación de documentos.

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todos conduciendo a altas velocidades que niegan todo el concepto de "rutina". Añada a esto una embriagadora mezcla de automovilistas promedio, todos empeñados en ir y venir desde el ‘punto A’ al ‘punto B’ en el menor tiempo posible, y ¡voilá!, tienes un problema real. Incluso en una parada de vehículo de "rutina" en el que todos los indicadores de comportamiento pre-parada son los mismos que las otras cinco paradas que hizo ese día - posteriormente resultando en exitosas causas probables de arresto de cualquier infractor (es) y/o la incautación de algún contrabando - es sobre esa sexta parada (léase: actual) que necesita pensar. Si yo/usted/nosotros somos un poco flojos, o prestamos un poco menos de atención, zas... yo/tú/nosotros terminamos en la parte inferior de una pelea confusa o arrojado en los cercanos carriles de tráfico, o dando una vuelta en el chaleco (con suerte). ComSACC (Communications, Sidearm, Approach, Command, and Control) Dada la naturaleza caótica de las autopistas en general, algunos colegas de confianza y yo sentimos la necesidad -como Oficiales Instructores en el Terreno (FTO, Field Training Officer)- de enseñar a nuestros alumnos una manera de comportarse durante una parada de vehículo más fácil de recordar, incorporar y utilizar. También pensé que, ya que el gobierno usa muchas siglas, ¿qué podría hacer una más? Fue entonces cuando se me ocurrió ComSACC: Comunicaciones, Arma, Aproximación, Comando y Control. Para la mayoría de nosotros, esos puntos tácticos de referencia son las que todos nos esforzamos por alcanzar en mayor medida que no – cuantos más puntos de referencia logremos, probablemente, más éxito tendremos y más seguramente operaremos. ComSACC está diseñado principalmente para ser iniciado antes que un oficial/agente salga de su patrullero y en una sociedad utópica fluiría en un orden preciso. Sin embargo, dado todo lo que sabemos sobre detenciones de vehículos, a veces es difícil garantizar una orden tan precisa cuando se trata de un público impreciso e incluso de un flujo de tráfico más impreciso aun. Dicho esto, es mejor concluir con éxito la mayor cantidad de estos puntos tácticos de referencia como sea posible, que no hacerlo. Para un patrullero de un solo oficial, esta regla mnemotécnica es usada por ese agente solitario. Si llega con un segundo o tercer funcionario, entonces la cobertura del oficial típicamente se hará cargo y ayudará con Comando y Control. Comunicaciones. 1) Asegúrese que la radio portátil esté encendida y funcionando antes de abandonar el vehículo de patrulla. He cometido el error un par de veces en mi carrera -como todos lo hacemos- y de pronto descubrí que la batería está INOP. Es un mal momento para averiguarlo cuando se está acercando a su primer vehículo del día. 2) Asegúrese que su ubicación/información del vehículo sospechoso es claramente retransmitida para despachar. Es relativamente simple: sentido de la marcha, intersección más cercana / rampa de salida, patente (si es visible), marca y color general del vehículo. Suficiente con eso. Arma. 1) Tenga un buen broche en el cinturón de su arma y que esté listo para desabrocharlo, desengancharlo, desbaratarlo, etc. de su pistolera particular. Algunos de nosotros incluso elegimos seguir adelante y desabrochamos, desenganchamos, desbaratamos, ¡por adelantado! En cualquier caso, al desenfundar el arma de puño es necesario darse todas las oportunidades para ser más rápido al desenfundar y dar en el blanco. 2) Si ‘desabrochar, desenganchar, desbaratar’ no es lo que quiere hacer - o se le prohíbe por una variedad de razones - al menos esté "con las manos vacías" a fin de sacar rápido su arma de mano. Si está sosteniendo algo en su mano del lado fuerte, es un error táctico. Aproximación. 1) Lado derecho -lado del pasajero- es el lado derecho. Salvo, por supuesto, cualquier limitación para

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acercarse a la parte derecha del vehículo, tales como la proximidad a un cruce ferroviario, terraplén y/o dejando de lado vegetación pesada/arbustos en cepillo/; nunca se aproxime desde el lado izquierdo (lado del conductor). 2) El flujo del tráfico de vehículos que se aproxima a su espalda es uno de los mayores peligros que cualquiera de nosotros enfrenta. También es una amenaza que la mayoría de nosotros nunca ve venir hasta que es demasiado tarde, debido a su aproximación desde la parte trasera de nuestra línea de visión. El abordaje del lado derecho reduce en gran medida esta amenaza, así como pone más chapa / fibra de carbono entre usted y una amenaza potencial. Retirarse a una cubierta es, también, en la mayoría de los casos más fácil de lograr. 3) Intentar crear un espacio reaccionario en relación con un accidente de tráfico inminente y/o el intento del conductor sospechoso del vehículo de asaltarlo a usted con su vehículo, se logra mejor en el lado derecho, lejos del flujo del tráfico que viene en dirección contraria. Comando. 1) Si un conductor sale cuando es parado y se acerca, no los mande de vuelta a su vehículo. Ordéneles mantener las manos a la vista y solicite una unidad adicional. No les permita acceder al interior del vehículo sin su comando específico y observación. 2) Si más de un ocupante sale tras ser detenido y se acerca, ponga su vehículo de patrulla en sentido contrario y aumente la brecha. Ordene mantener las manos a la vista y solicite una unidad adicional. No les permita acceder al interior del vehículo sin su comando específico y observación. 3) Posiciónese siempre para de modo que el conductor y / o los demás ocupantes tengan que girar la cabeza para verlo, hasta que haya mandado mantener sus manos a la vista a menos que haya ordenado hacer otra cosa. Además, cualquier telegrafía del movimiento del cuerpo (alcanzar/ocultar) es visto más fácilmente cuando la cabeza de alguien gira en ángulo mirando por encima del hombro derecho o izquierdo. A menudo encontré que sus ojos se vuelven hacia el lado al cual está llegando. 4) Preguntar por la identificación/documentos siempre debe incluir que el conductor y/u ocupantes saquen sus manos por fuera la ventana hacia usted, y no usted metiendo sus manos por dentro de la ventana hacia ellos. Control. 1) Nunca requise el automotor y/o el maletero del vehículo solo. Siempre espere la cubierta de un oficial adicional. 2) Nunca permita que el conductor/ocupante abra físicamente el baúl y/o busque dentro del maletero su 'identificación'. Usted hace eso. 3) Nunca se interponga entre el capó de su vehículo y el parachoques trasero del vehículo sospechoso. El punto de pellizco fatal es obvio. 4) Si el conductor y/u ocupante(s) están fuera del vehículo, no los deje estar alrededor, con las manos en los bolsillos; que se sienten en el suelo/acera, con sus manos en el regazo. 5) Cuando alguien está sentado en la parte trasera de su vehículo de patrulla, sepárelo en primer lugar. De lo contrario, puede encontrar una grata sorpresa esperándolo. ¿Ciencia ficción? Obviamente no. ¿Relativamente sencillo? Ya lo creo. Por supuesto, todos tenemos nuestros métodos particulares, afilados por la academia y el entrenamiento del FTO, así como nuestra experiencia colectiva. Este método de ninguna manera incluye todo, pero representa un buen número de puntos tácticos de referencia que no sólo me han servido en una buena posición, sino otros también.

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La seguridad del uniformado y la práctica de mantenerse concentrado Ser guiado por poco más que un impulso casi primordial para reducir a un sospechoso no es propio de un

buen estado mental cuando se está en la calle.

Jim Guffey

20 de junio de 2011 Hace unos meses, un oficial que conozco desde hacen más de 20 años estuvo involucrado en una persecución. El actor finalmente fue encajonado, luego huyó a pie y saltó por encima de una barrera de concreto. Este oficial también saltó por encima de esa barrera en la persecución. Por desgracia para ambos -el oficial y el actor-, al otro lado de la barrera había una caída de 6,70 metros hasta una carretera abajo. El oficial sufrió heridas múltiples, probablemente la más grave fue una fractura en la espalda. Fiel a su carácter obstinado, sin embargo, se está rehabilitando bien y todo indica que habrá una recuperación completa. Ahora, antes de seguir adelante, quiero dejar claro que este artículo no trata de encontrar la falla del oficial de ninguna manera. Yo no le haría eso a alguien a quien considero un amigo. Sin embargo, cuando las lecciones están disponibles para ser adquiridas, que deben ser aprendidas. Yo no estuve allí en la persecución, pero apuesto cualquier cosa que cuando el oficial comenzó a perseguir a ese sospechoso, el único pensamiento que cruzó su cabeza fue: "No está lejos de mí". ¿Cómo puedo saber esto? Simple, he pensado lo mismo más veces de las que puedo recordar, y he sido prudente el mismo número de ocasiones. Seamos honestos, si usted es cualquier tipo de policía, vive para atrapar a los chicos malos. Además, si ellos corren, entonces el corazón late más rápido, la respiración va más rápido y, como cualquier buen cazador, usted se centra exclusivamente en su presa, así la persecución ya está en marcha. Desafortunadamente, también ocurre cuando se mete en problemas. Si la ley del promedio dice que su tiempo se ha acabado, como lo hizo para este funcionario, entonces una lesión, o algo peor aún, suele suceder. El problema al decir que nos centramos exclusivamente en el objeto de nuestra persecución, es simplemente una manera prolija de decir que hemos desarrollado una visión de túnel. Vemos, escuchamos, comprendemos nada más, excepto el objeto de nuestra persecución y es aquí donde la capacitación, la destreza, el conocimiento y el profesionalismo se pierden o son empujados al fondo. Ser guiado por poco más que un impulso casi primordial para reducir a un sospechoso no es propio de un buen estado mental cuando se está en la calle. Así, mientras soy feliz porque un buen amigo se reincorporará a sus funciones en algún momento, mi felicidad también está condicionada por lo ocurrido al principio. Por lo tanto, me gustaría presentar los siguientes tópicos como un recordatorio para todos los funcionarios: • Antes de saltar por encima de algo, eche un vistazo rápido para ver qué hay al otro lado. • Antes de doblar una esquina ciega, primero eche un vistazo táctico para ver qué hay en torno a esa esquina. • Antes de entrar a una habitación, eche un vistazo táctico a la derecha y a la izquierda de la puerta, antes pasar a través de esa puerta. Por último, recuerde que si el chico malo se escapa, siempre habrá otro día. Mientras tanto vaya a casa junto a su pareja y disfrute de la vida y, cuando llegue ese otro día, estará en buena forma para hacer una buena captura en ese momento. Manténgase seguro.

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Detective de Filadelfia hace un caso convincente para las patrullas de Twitter No sólo para complacer a la gente, sino que las iniciativas en línea pueden crear confianza y resolver

crímenes.

Hayley Hudson

2 de mayo de 2012 Mucho ha cambiado en el servicio policial en los últimos años - pero la necesidad de establecer buenas relaciones con la comunidad siempre ha sido una constante. El detective de la policía de Filadelfia Joe Murray dice que él no es diferente de los oficiales de hacen 50 o 60 años que paseaban el barrio con patrullas a pie, entablando conversaciones con los residentes. La diferencia es que acaba de usar Twitter para hacerlo - y hacerlo más eficaz.

Esta captura de pantalla muestra las actualizaciones recientes en la página de Twitter del Detective Joe Murray, quien es un líder para combatir el crimen en línea dentro del Departamento de Policía de Filadelfia. Murray, quien ya era un blogger regular en el tiempo, empezó enviando actualizaciones sobre el delito en 2009. Logró el éxito en un grado sorprendente, de forma rápida construyó una lista de fieles seguidores. Los residentes rápidamente vieron a Murray como una voz fácilmente accesible y abordable en el departamento, que estaba dando información públicamente de manera amistosa. Ese tipo de transparencia es a menudo difícil de ver por los de afuera. "La gente siempre dice: ‘¿Qué hace la policía?’. Por propia naturaleza, no damos mucha información hacia fuera. Muchas veces hay razón para ello, pero a veces podemos ser mejores", dijo Murray. Asegurándose de no romper las reglas de confidencialidad o poner en peligro la investigación, Murray trabaja para mantener a su público en el circuito. En @PPDJoeMurray, los seguidores son capaces de acceder al instante a una corriente de incidentes con pocas probabilidades de llegar a la noticias de la noche, pero eso es relevante para ellos como pobladores locales. "Tomas aquello de lo que la gente se queja", dijo Murray, enlistando las quejas por ruido, pautas de robos y robos de automóviles como material para su página de Twitter. Muestre a la gente que está abordando sus molestias, y estará agradecida. Dice que su presencia en línea ha obtenido más agradecimientos que nunca antes. "Hay tantas cosas que ocurren en la comunidad. Incluso si es algo así como chicos que roban paquetes de las personas de sus porches. Si usted puede hacerse cargo de lo que son pequeñas cosas para la gente, ella responderá bien a eso", dijo Murray.

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Los beneficios de los tweets de los oficiales han llegado a la atención de los jefes en el departamento. Comenzando pronto, 15 funcionarios tendrán cuentas personales como la de Murray desde las cuales informar, dando a los ciudadanos aún más maneras de hablar con los policías. Además, poniendo la tecnología un paso más allá, un nuevo sistema de mensajes de texto para los agentes acaba de salir, junto con una versión móvil de su sitio web que permite a los usuarios utilizar el GPS de su teléfono para determinar la ubicación de la comisaría de policía más cercana. Una aplicación llamada iWatch Filadelfia ofrece una avenida adicional para presentar sugerencias - y más allá de la línea de sólo texto, permite el envío de imágenes o video a las autoridades. Murray insiste en que su uso de Twitter no es sólo para complacer a la gente - realmente ayuda a los policías a luchar contra el delito. No sólo los residentes locales pueden llegar a conocerlo, dice, sino que siempre saben dónde encontrarlo si tienen una sugerencia. "Va en ambas direcciones. Ponemos la información ahí fuera y también recibimos información que llega de nuevo a nosotros. La gente quiere ayudar a la policía, y yo tomaré su ayuda", dijo Murray. Una vez, alguien que habló con Murray en Twitter dijo que conocía a una víctima de los disparos y oyó rumores de que su hermano lo hizo, y la policía fue capaz de utilizar esa información para resolver el caso. "Si resuelve un tiroteo a través de una sugerencia, ya es digno de él", dijo Murray. En su capacidad de llegar a miles -o más- a la vez, la plataforma tiene un enorme potencial para construir un modo integrado de comunicación entre policías y ciudadanos. Usted quiere que los ciudadanos correctos a su lado, y, basándose en la obra de Murray, que estén dispuestos a ayudar si usted sabe dónde encontrarlos. En una escala mayor, lo que está sucediendo en Filadelfia podría anunciar el inicio de una tendencia interesante, de departamentos que realmente fomentan a los oficiales a abrazar los medios de comunicación social y reconocer los beneficios que puede ofrecer. Un rápido vistazo a las políticas de medios de comunicación sociales de hace unos años muestra que se desarrollaron con una cosa en mente: Mantener a los policías fuera de los problemas. Dicen lo que debe evitar y ponen de relieve los peligros, sin detallar cómo pueden ser usados los sitios de los medios sociales para traer beneficios a los funcionarios y a las comunidades a servir. Según Murray, es el momento de centrarse en los aspectos positivos, que son un montón. "Yo podría parar justo ahora y consideraría la cuenta de Twitter como un gran éxito", dijo.

12 consejos para ayudarle a ver "todo" 29 Buscar "algo" puede llevarlo a usted a ver fácilmente la evidencia de su delito de preferencia, pero puede

animarlo a seguir adelante sin darse cuenta de los indicadores que pueden llevarlo en otra dirección.

Teniente (SWAT) Dan Marcou

25 de febrero de 2013 "De patrulla usted no está buscando algo, usted está buscando todo".

29 MARCOU, Dan. 12 tips to help you see 'everything'. PoliceOne. Blue Knights. http://www.policeone.com/drug-interdiction-narcotics/articles/6126253-12-tips-to-help-you-see-everything/. 25 de febrero de 2013. Traducido por Carlos G. Blanco, M.Sc.

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Por un largo tiempo un Oficial de Entrenamiento de Campo le decía eso a cada recluta que entrenó. Tenía la esperanza de alentarlos a ser proactivos y mantener una mente muy abierta, durante cada contacto. Hizo esto porque la experiencia le había enseñado que un buen policía puede hacer una diferencia. Buscando algo. Los oficiales proactivos siempre están a la caza. Esos oficiales suelen desarrollar una experticia o una preferencia. Están aquellos que regularmente hacen grandes redadas de drogas o arrestan a más de 100 conductores intoxicados al año. Los oficiales con una experticia a menudo están buscando "algo". Se volverán muy buenos para encontrar ese "algo" que están buscando ya sea drogas, infracciones por alcohol o "algo" más. Buscando todo. El acto de buscar "algo" puede ser limitante porque va a tener una tendencia a ver fácilmente la evidencia de su delito de preferencia, pero puede conducir a no darse cuenta de los indicadores que pueden llevarlo a usted en otra dirección. El acto de buscar "todo" permite ilimitadas oportunidades de aplicación de la ley. Buscar "todo" a menudo le llevará mucho más allá de su preferencia mientras expande su experticia.30 31 32 Buscando nada. Hay que reconocer también que algunos oficiales no son proactivos, sino reactivos. Ellos no se meten en problemas por iniciativa propia. La sugerencia de buscar más problemas podría llevar a que este oficial diga: "El despachador me envía a bastantes problemas. No necesito ir a buscar más, gracias". Esto puede suceder, debido a que se vio abrumado por su carrera o simplemente por su volumen de llamadas. El acto de no buscar nada puede crear un problema de supervivencia, debido a la tendencia a desarrollar una especie de visión de túnel psicológico donde usted cree que: "Es lo que el despachador dice que es; nada más y ciertamente nada más". Esta actitud puede ser peligrosa, debido a que incluso el inocuo ladrido de un perro puede ser en realidad un perro ladrando a un asesino. ¿Recuerda a O. J. Simpson? Busque indicios. Las habilidades que un oficial ha desarrollado en la búsqueda de "algo" le servirán en la búsqueda de "todo". Los sospechosos exhibirán los mismos tic [movimiento convulsivo, que se repite con frecuencia, producido por la contracción involuntaria de uno o varios músculos] nerviosos con una caja fuerte robada en el baúl como lo harían con un neumático de repuesto lleno de cocaína. Aquí hay algunos: 1.) La "mirada sin mirar". 2.) Un cuello sudoroso. 3.) Respuestas vacilantes ("Mi nombre es... ah um") 4.) Respuestas contradictorias ("Nací en junio, no...En julio...") 5.) Señal de rendición (manos arriba o sobre la cabeza, cruzadas delante o detrás de la espalda anticipando inconscientemente las esposas) 6.) Boca seca.

30 Experticia: 1.f. Ven. Prueba Pericial (Real Academia Española © Todos los derechos reservados). 31 Experticia. Los términos 'experiencia' (2.f. práctica prolongada que proporciona conocimiento o habilidad para hacer algo), 'pericia' (1.f. Sabiduría, práctica, experiencia y habilidad en una ciencia o arte) y 'experticia' son alternativas válidas en español al vocablo inglés "expertise" que, según el diccionario Merriam-Webster, significa 'habilidad o conocimiento especial' o la 'habilidad o conocimiento de un experto'. [Fundéu BBVA. http://www. fundeu.es/recomendacion/experiencia-pericia-y-experticia-alternativas-a-expertise/. Consulta: 10 de abril de 2015]. 32 Experticia: 1.f. CR, Cu, Co, Ec. Pericia en una actividad o campo determinados, especialmente en el lenguaje escrito. 2. Cu, Pe, Ch. Cualidad de una persona o de una empresa en la que se unen la experiencia y la pericia en un campo. Prest; cult →esm.3.Ve. Prueba pericial para determinar los daños causados a un vehículo automotor que está accidentado. [Diccionario de americanismos © 2010. Asociación de Academias de la Lengua Española © Todos los derechos reservados. http://lema.rae.es/damer/?key=. Consulta: 10 de abril de 2015].

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7.) Salida inmediata. 8.) Ojos que mienten (una ciencia en sí misma) 9.) Negociación ("¿y qué si puedo estacionar el coche y seguir mi camino?") 10.) Sonrisas falsas y falsos amigos. 11.) Mirar alrededor por una vía de escape o testigos. 12.) Manos que desaparecen de la vista... (¡No deje que esto suceda!) Esos son sólo algunos. Por favor, siéntase libre de compartir sus favoritos personales en los comentarios abajo. Algunas señales serán visibles, si el sospechoso es una mula de drogas en camino a una entrega o un terrorista en camino a un objetivo. El conductor intoxicado poseerá los mismos signos de deterioro, que dejará un agujero de riego preferido, alejándose de una escena de homicidio. Recuerde, un borracho no siempre es sólo un borracho. Buscando, buscando, buscando. Usted necesita la voluntad para tener éxito en la interdicción criminal. También necesitará la habilidad para observar, entrevistar y aplicar las leyes de requisa y captura en la calle, mientras suena el tictac del reloj para responder legalmente a la pregunta: "¿Qué está sucediendo realmente aquí?" No olvide nunca (ni siquiera por un momento) que este es un negocio peligroso. Mientras hace contactos, dése cuenta de las manos, cuente las manos y controle las manos mientras observa las manos. No sea tímido para pedir refuerzos. No dude en dar respaldo. Prepárese de antemano físicamente y tácticamente para ganar cada confrontación hacia la cual su servicio policial lo atraerá inevitablemente. Si usted está buscando nada, algo o todo, los enfrentamientos les llegan a todos. Si busca todo, sin embargo, cuando ocurra rara vez se sorprenderá. Mantenga una mente abierta para "todo", mientras permanece alerta a través de cada contacto, ya sea patrullando un pequeño pueblo o ciudad grande. Recuerde que "todo" ocurre en todas partes, sólo que en diferentes grados. Palabras de despedida del Oficial Instructor de Campo. El viejo Instructor siempre terminaría su consejo con esta observación personal. "En un turno en el que está buscando nada probablemente no encontrará nada. Si usted está buscando algo a menudo no encontrará nada. Cuando usted esté buscando todo casi siempre encontrará algo". Ese Instructor también desafiaría a los oficiales a los que libera del entrenamiento de campo, de esta manera: "El trabajo policial es divertido. Lo reto a que recuerde agresivamente eso cada día de su carrera y lo desafiaría a amar esta carrera la mitad de lo que la amo yo. ¡Ahora tenga cuidado ahí fuera y siempre, siempre, siempre, esté a salvo, manténgase fuerte y mantenga una actitud positiva!"

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7 tácticas para mantener alerta al policía en el tercer turno 33 Incluso en las noches tranquilas, hay otras criaturas que habitan en la oscuridad que dañarían al oficial del

turno nocturno, así que use estas actividades por iniciativa propia porque le ayudan a estar alerta.

Teniente (SWAT) Dan Marcou

8 de abril de 2015 Una razón por la que los oficiales trabajan en el tercer turno, es debido a la acción. Hay noches, sin embargo, cuando la radio y las calles parecen estar compitiendo por el silencio. Incluso en esas noches largas y tranquilas, los oficiales deben encontrar maneras de mantenerse alertas. Esas son las siete maneras para mantenerse alertas en una noche tranquila. 1. El Cazador. ¡Convénzase de que la tranquilidad es una distracción orquestada por un asesino serial y que él está trabajando en este momento! Usted debe encontrarlo. Como la caza en el bosque, incluso si su presa lo elude, la caza misma se vuelve emocionante. 2. El Fijador. Tome en sus manos la parada de todos los autos y camiones que vea en infracción en su equipamiento. Sea cauto con sus aproximaciones. Este proceso le llevará inevitablemente a las personas con solicitud de captura, conduciendo después de la revocación o a veces en su camino hacia y desde los crímenes. Buscar "todo" a menudo le llevará mucho más allá de su delito de preferencia mientras expande su experticia. Cuando resulta ser sólo otro buen ciudadano, desarrolle la habilidad para poner fin a la parada con una frase positiva. Si esto parece una pequeña pérdida de sus talentos, recuerde que Timothy McVeigh34 fue sorprendido por una placa de matrícula faltante. 3. El Guardián. Pare a la noche en todos los lugares que se prestan para "parar y robar" en su sector. Siempre visualice claramente los alrededores primero, así como el interior antes de entrar. Preséntese a la operadora. Dígale que usted está en este sector regularmente y anímela a llamar si tiene problemas. Elabore una señal que indique que puede haber problemas en el interior. Dígale que si todo está 'OK' cuando conduzca por allí en el futuro, debería saludar y sonreír. Si quiere que baje y eche un vistazo a una persona problemática dentro de la tienda, que simplemente lo ignore a usted o lo mire severamente y no lo salude. Esta será la señal para que usted baje a controlar. Cada vez que para, después llámela por su nombre. Cada parada le hará saber que hay alguien por ahí a quien le importa y que comunicará este mensaje positivo acerca de la policía a los demás. Para hacer una impresión duradera, pague su café. 4. El Portero. Hay un valor en salir de su patrullero y tironear las puertas de los comercios. Usted no sólo encontrará una ocasional puerta abierta, sino también descubrirá las mordeduras del tiburón. Los ladrones de viviendas y locales comerciales son como los tiburones; las marcas de palanca son como una mordida de tiburón que deja sangre en el agua. Si el negocio es golpeado una vez, será golpeado de nuevo. Por lo tanto, cuando encuentre marcas de palanca, es un punto que debe ser de alta prioridad para comprobar a menudo en el futuro. En ocasiones este proceso puede conducir a nuevas marcas de palanca y a un robo en progreso, que convertirá instantáneamente una noche aburrida en una noche para recordar. 33 MARCOU, Dan. 7 tactics to keep police alert on third shift. PoliceOne. Blue Knights. http://www.policeone. com/Officer-Safety/articles/8520575-7-tactics-to-keep-police-alert-on-third-shift/?utm_source=8519931&utm _medium=email&utm_content=Exclusives1LeftTitle&utm_campaign=P1Member&nlid=8519931. 8 de abril de 2015. Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc. 34 Timothy James McVeigh (1968-2001) fue un terrorista de extrema derecha estadounidense, autor del atentado explosivo contra un edificio federal en Oklahoma City en 1995, donde murieron 168 personas y otras 680 resultaron heridas.

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5. El Caminante. Salga, estacione su patrullero y camine. Usted se sorprenderá de lo que ve y oye. Manténgase a una distancia corta de su patrullero en caso que reciba una llamada. Usted puede oír chillar los neumáticos, cristales rotos, borrachos discutiendo, sollozos de víctimas y otros ruidos de la noche que lo atraerán. Usted será capaz de trazar las líneas de las futuras persecuciones a pie viendo los caminos trillados, los peligros y las vallas de corte de ciclones. 6. El oficial de aplicación de la ley de estacionamiento (MeterMaid / Meterman). Cada jurisdicción tiene algún tipo de regulación de estacionamiento durante la noche, especialmente en el distrito comercial. Ponga algunas multas de estacionamiento para documentar el tiempo y lugar donde estuvo un auto en cierto lugar y momento. Esto puede parecer una misión por debajo de la dignidad de un combatiente del crimen, pero recuerde que el "Hijo de Sam"35 fue atrapado por una multa de estacionamiento. 7. La Criatura de la Noche. A pesar de todos esos esfuerzos, a veces el turno pasa sin incidentes. Aun así, hay beneficios para trabajar el "turno de noche" en una noche tranquila que no sea solo el pago nocturno adicional. Todos los policías alguna vez durante su carrera han sido una criatura de la noche. Es difícil darse cuenta de eso en el momento, pero cuando uno mira hacia atrás en su carrera, esos días serán a menudo los mejores momentos de su vida en la ejecución de la ley. Es importante disfrutar de esas noches mientras se agotan. Incluso en las noches tranquilas hay otras criaturas que habitan en la oscuridad que dañarían al oficial del turno de noche, por ello use esas actividades por iniciativa propia para ayudarlo a mantenerse alerta. Es importante que sólo se sorprenda cuando no pasa nada. Nunca se sorprenda cuando sucede algo. Al encontrar maneras de mantenerse activo y alerta, está haciendo cierto que el tercer turno no es el último turno de trabajo. ¡Tenga cuidado ahí fuera!

35 David Berkowitz (1953) es un asesino en serie estadounidense, conocido como "El hijo de Sam" o "El asesino del calibre .44". Sus crímenes eran cometidos cuando repentinamente disparaba a víctimas con un revólver, causándoles a seis de ellas la muerte.

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Usando efectivamente las atribuciones para parar y requisar Cortesía de: "Aprendiendo las Lecciones" (Learning the Lessons)36

Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc.

26 de septiembre de 2011 El Comité "Aprendiendo las Lecciones" es un comité multiagencial establecido para difundir y promover el aprendizaje a través del servicio de policía. Sus miembros son: ACPO, APA, Ministerio del Interior, IPCC, el Cuerpo de Inspectores (HMIC) y NPIA. Usando efectivamente las atribuciones para parar y requisar. Durante los últimos siete años la experiencia de la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía (IPCC, Independent Police Complaints Commission) nos ha llevado a creer que las quejas por parar y requisar a menudo no son por parada en sí misma, sino por la incapacidad del funcionario para explicar por qué era necesario, o por la forma en que se llevó a cabo. La posición de la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía (IPCC): • Cada oficial que usa los poderes para parar y requisar –sea que la ley exija o no que la parada se haga por motivos razonables - debe ser capaz de responder a la pregunta: "¿Por qué me paró?" No es suficiente decir "Porque puedo" o "Yo no tengo que darle una razón". El oficial debe ser capaz de responder explicando las razones. • Independientemente del propósito por el cual se usan las atribuciones para parar y requisar, la policía debe ser capaz de demostrar la eficacia de esos poderes a través de la monitorización regular, teniendo en cuenta el volumen de quejas, el número de sanciones impuestas, advertencias, arrestos y cargos derivados de las paradas, el impacto sobre los perfiles criminales y el nivel y la calidad de la reunión de inteligencia local. • Los jefes policiales locales necesitan asegurar que los poderes más apropiados sean usados para lograr los objetivos del servicio de policía. También deben garantizar que sus oficiales pueden diferenciar entre, y tener una buena comprensión de, los distintos poderes a su disposición. • Los jefes policiales locales necesitan informar a las comunidades acerca de cómo se están usando las atribuciones para parar y requisar en su área, darles la oportunidad de compartir sus experiencias sobre cómo se están usando los poderes y discutir cualquier preocupación que ellos puedan tener sobre el crimen en su área. • Las autoridades policiales deben monitorizar el uso de los poderes de la fuerza y jugar un rol proactivo para asegurar que la confianza del público no esté dañada como resultado de ese uso. Cuando se presenta una queja sobre parar y registrar, una proporción significativa de esas pueden ser tratadas usando la Resolución Local (Local Resolution). La calidad de la resolución, así como la disposición de la policía para dar una explicación o disculpa, según proceda, y aprender de las quejas son, por lo tanto, cruciales para la confianza del público. Cuando una queja resulta en una investigación, ésta debe examinar la inteligencia relevante y las autorizaciones, así como el conocimiento del oficial individual de los poderes y del proceso, en lugar de centrarse casi exclusivamente en la supuesta mala conducta.

36 Desde 2007 el IPCC ha publicado regularmente el Boletín "Aprendiendo las Lecciones" (Learning the Lessons Bulletin) para ayudar al servicio de policía a aprender lecciones de las investigaciones terminadas sobre las denuncias contra la policía y problemas de conducta emprendidas por el IPCC o por el servicio de la policía local.

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Oficiales de policía en la patrulla de vehículos motorizados en la Plaza de Tiananmen durante la sesión

inaugural de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.

6 recordatorios para la patrulla marítima sobre el transporte de detenidos 37 Cuando su unidad de patrulla es un barco, los transportes adquieren un nivel completamente diferente de desafíos - he aquí algunos recordatorios para marinos / unidades marítimas encargados del transporte de

detenidos.

Tom Burrell

Guardia Costera de EE.UU. (1992-1997) Reserva de Infantería de Marina en "Tormenta del Desierto"

Oficial de Conservación de Vías Navegables 20 de julio de 2015

37 BURRELL, Tom. 6 reminders about prisoner transport for maritime patrol. PoliceOne. Patrolling the Waterways. http://www.policeone.com/airborne-maritime/articles/8685554-6-reminders-about-prisoner-transport-for-maritime-patrol/?utm_source=8685394&utm_medium=email&utm_content=Exclusives1LeftTitle&utm_ campaign=P1Member&nlid=8685394. 20 de julio de 2015. Traducción del Mg. Cte My (R) Carlos G. Blanco.-

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Una de las primeras cosas que los oficiales de policía aprenden sobre el transporte de detenidos es que es impredecible y potencialmente peligroso - nunca sabemos qué va a hacer un sospechoso desesperado o violento cuando finalmente es acorralado y se da cuenta que esta es su última oportunidad antes de ser encerrado. He tenido un sospechoso destrozando una ventana del patrullero y sacando su cabeza fuera de él. Otros han simulado condiciones médicas intentando conseguir que me acercara lo suficiente como para atacarme. Todos hemos experimentado locuras similares, pero ¿alguna vez ha tenido a alguien arrojándose por la borda? Cuando su unidad de patrulla es un barco, los transportes toman en un nivel completamente diferente de desafíos - he aquí algunos recordatorios para marinos / unidades marítimas encargados del transporte de detenidos. 1. No hay calabozo. El primer desafío que enfrenta el oficial naval es la falta de accesorios básicos que la mayoría de los oficiales patrulleros dan por sentado. No hay jaula, barrera o separación entre usted y la persona bajo custodia. Esto hace que el más simple de los medios de transporte sea de alto riesgo - y de hecho hace que el transporte de alto riesgo sea francamente mortal. Sin un control adecuado, un detenido rebelde puede atacarlo a usted, tratar de estrellar el barco o incluso dañar la mecánica. Por supuesto que también podría simplemente decidir abandonar el barco. 2. Esposarlo por delante. Otra diferencia a considerar es cómo esposar al detenido. El entrenamiento básico enfatiza que los puños van detrás de la espalda - si las cosas se ponen un poco emocionantes siempre puede agregar grilletes o un cinturón para un control adicional. Ninguno de estos es una opción en un barco. Bueno, usted podría utilizar cualquiera de esos métodos pero si algo sucede y el sospechoso termina mojándose, lo más probable es que no será capaz de nadar y usted pasará los próximos 10 años luchando contra una demanda por homicidio culposo y pasará más tiempo con los investigadores del Departamento de Justicia que con su propia familia. La única opción que tiene es puños en frente y un dispositivo de flotación personal sobre el sospechoso. La clave siempre es el doble bloqueo, el doble control de las esposas y el uso de los salvavidas más grandes y más engorroso disponibles - asegurándose de que quede bien y que funcionará si es necesario. 3. Ser consciente de la ubicación. El debate sobre dónde sentar al detenido probablemente se remonta al primer patrullero. No le voy a decir exactamente dónde colocar un detenido en su barco patrulla porque cada barco es diferente y ofrece diferentes opciones. Sea cual sea la ubicación que usted elija debe ubicarlo tan lejos del operador como sea posible y limitar su acceso a las armas potenciales o componentes mecánicos tales como líneas de combustible, cables de dirección y similares. Yo personalmente prefiero colocarlos en la proa. Esto me permite verlo en todo momento y no proporciona acceso directo a las zonas sensibles. También prefiero tenerlo sentado directamente en la cubierta, en lugar de en un asiento, con las piernas cruzadas o tumbadas dependiendo del espacio. 4. Evite ir solo. Muchos departamentos han adoptado patrullas de un solo oficial especialmente si buscan ahorrar algo de dinero. Creo que esta es una muy mala idea. Admito que he patrullado solo pero era más joven y con menos experiencia. Conducir un barco por sí solo no es tan difícil, pero la realización de abordajes o el control de un detenido añaden un nivel innecesario de riesgo. Tener dos oficiales permite al operador hacer lo suyo sin distracciones mientras su compañero mantiene el control sobre el detenido; así, algunas almas valientes lo pensarán dos veces cuando estén en inferioridad numérica. 5. Comunique su plan. Cuando se traslada en un coche, la comunicación con el despachador es importante - cuando se traslada en barco, es su única tabla de salvación. Si pasa algo, no se puede tirar a la berma y re-direccionarlo; lo más probable es que su refuerzo esté mucho más lejos. Debe dejar que alguien sepa dónde está y a dónde va. Si el despacho no está disponible, hable con otro oficial, el Servicio de Guardacostas o incluso a los bomberos - alguien más que esté en el agua y que puede encontrarlo si está oscuro. Esto también puede tener la ventaja adicional de permitir que su pasajero sepa que alguien más está cerca. 6. Conozca su Área de Responsabilidad. Un buen conocimiento de su Área de Operación es vital. Puede no ser capaz de hacer su amarre normal, especialmente si el detenido no decide cooperar con sus intentos de

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darle un paseo. Si esto ocurre usted no sólo necesita saber dónde hay posibles aterrizajes alternativos sino que también puede ser necesario guiar a las unidades de tierra a la posición que ni siquiera saben que existe. ¡Mantenga la navegación segura y sin problemas! ÍNDICE

PÁG. AUTOR TEMA 2 L. Sherman Servicio de Policía para la Prevención del Delito

43 PSC Patrullar en bicicleta 44 Gary Cordner Tipos y eficacia de las patrullas 48 Jenephyr James Patrulla a pie 51 Jenephyr James Patrulla montada 54 R. C. Larsson Sobre el modelado de las Operaciones de Patrullaje Policial 54 John E. Reid Análisis de síntomas de comportamiento durante las entrevistas en los CONRUT 57 Jim Glennon Sin consideración: las Fronteras y la Patrulla Fronteriza 59 Doug Wyllie Planifique lo inesperado mientras esté de patrulla 60 R. Fairburn Emboscada: conciencia significa evitación 62 Dan Marcou Emboscada: luche a su manera a través del infierno. 63 PoliceOne Trabaje su plan de control, no el del conductor 64 Dave Grossi El abordaje desde el lado del pasajero 66 T. Gallagher Tácticas para parar vehículos y punto de control: Una regla mnemotécnica. 69 Jim Guffey La seguridad del uniformado y la práctica de mantenerse concentrado 70 Hayley Hudson Detective de Filadelfia hace un caso convincente para las patrullas de Twitter 71 Dan Marcou 12 consejos para ayudarlo a ver "todo" 74 Dan Marcou 7 tácticas para mantener alerta al policía en el tercer turno 76 IPCC Usando efectivamente las atribuciones para parar y requisar 77 Tom Burrell 6 recordatorios para la patrulla marítima sobre el transporte de detenidos


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