Date post: | 09-Feb-2019 |
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PAUL '
VIRILIO
EL ARTE
DEL MOTOR
Aceleración
y realidad virtual
DEL SUPERHOl\1BRE AL HOMBRE SOBREXCITADO
""Lo que mú-, le importa al hombre
moderno no es ) a el placer o el di>pla
ccr. >ino ser excitado ...
:'\il.T/',CIII
La cue:-,til~ln de la técniL·a e:-, in:-,eparabk de la dd lugur de la técnica. Así como es imposibk aprehender la 1\\ll R \LI/,\
sin abordar al mismo tiempo la cuestión de la \1.\CI~!Tlll '\A
Tl'R.\L. se ha hecho inútil hablar del desarrollo de las tecnologías sin interrogarse inmediatamente :-,obre la dimensil'm y el dimensionamiento de las nue\ as técnicas .
. \urcrcstmcturu. inj/·uestmcturu ayer. a partir de ahora puede considerarse un tercer término. la intrucstruclum. ya que la recentísima miniaturizaciún nanotecnolúgica fa\orece hoy la intrusión fisiológica e incluso la inseminación de lo
viYiente por las biotecnologías. Después de haber contribuido desde hace ya tiempo a la
colonización de la extensión geográfica del cuer¡)(J /crri/0-rio/ y del espesor geológico de nuestro planeta. el desarrollo reciente de la-., ciencia:-, ) las tecnociencias conduce hoy en día a la progresi' a colonización de lo:-, 6rganos ) las \ ísceras
110 El arte del motor
del cue1po oninwl del hombre, en la que la invasión de la microfísica remata la de la geofísica. Ultima figura política de una domesticación en la que. luego de las especies animales genéticamente modificadas y las poblaciones humana~ sojuzgadas en sus comportamientos sociales, lo que ahora se inicia es la época de los componentes íntimos.
En efecto. en la actualidad el lugar de las técnicas de punta ya no es tanto lo ilimitado de lo infinitamente grande de un medio ambiente planetario o espaciaL como el de lo infinitamente pequeño de nuestras vísceras. de las células que componen la materia viva de nuestros órganos.
La pérdida o, más exactamente. la decadencia de toda extensión (física o geofísica) del espacio real en beneficio exclusivo de la ausencia de intervalo de las teletecnologías de tiempo real. conduce inevitablemente a la intrusión intraorgáni('(l de la técnica Y sus micronuíquinas en el seno de lo l'il·iente.
De hecho, el fin de la primacía de las velocidades relativas del transporte mecánico y la emergencia del súbito primado de la velocidad absoluta de las transmisiones electromagnéticas liquidan. junto con la extensión y la duración del '·mundo propio", el privilegio ontológico del cuerpo INDIVI
so. de ese .. cuerpo propio'' que sufre a su vez el asalto de las técnicas. el hurto molecular y la intrusión de hiotecnologías capaces de poblar sus entrañas.
Así, la miniaturización de los motores. de los emisoresreceptores y de otros microprocesadores está, en este fin de milenio. en el centro de la cuestión de la técnica y. por lo tanto. de la del DESIG!\ posindustrial.
Luego de la revolución industrial y de la de las transmisiones instantáneas de la era de los grandes medios de comunicación de masas. se inicia ahora la ultimísima de las revoluciones. la de los TRASPLANTES. el poder de poblar, qué
Del SIIJ)(!rhomhrc o! //l)mhrc sohrcxcitado 111
digo. de alimentar el cuerpo vital con técnicas estimulantes. como si la física (la microfísica) se aprestara en lo sucesivo a hacer la competencia a la química de la nutrición y de los productos dopantes ...
Mientras que desde la noche de los tiempos el desarrollo de la técnica se dirigía al horizonte terrestre y la superficie de los continentes. con la invención de los sistemas hidráulicos. los canales y los sistemas viales: megmnáquinos cuya consumación debía ser el predominio ferroviario y vial gracias al equipamiento de las ciudades: tras rematar las líneas eléctricas o el cableado lo que la revolución del desplazamiento físico ya había cumplido. se realizan ahora los aprestos para equipar el e'ipesor de lo viviente con micromáquinas susceptibles de estimular eficazmente nuestras facultades. lo que convertirá repentinamente al indlido equipado para superar su discapacidad en el modelo de la persona sana superequipada con prótesis de todas clases ...
Así. pues. es preciso rendirse a la evidencia: si no hace mucho la imención de la nutrición y de las diferentes costumbres alimentarias había desembocado en un .. arte de \'i\ir'" y de morar. gracias a la innovación del sedentarismo agrícola y más tarde urbano. hoy en día la renm·ación de las prácticas nutricionales por la ingestión. no -,ólo de excitantes. de estimulantes (jllimicos. sino también de estimulantes técnicos. pronto va a facilitar una mutación comportamental que no carecerá de efectos sobre el hábitat. ya que el 1\IETi\DESICi'\í
de las co'>tumbre"> y los comportamientos sociales tomará el relevo del DfSIG'\í de las formas del objeto de la era industrial. Recordemos lo que declaraba Nietzsche al final de su \'ida. en Fccc Homo: "'Otra cuestión me interesa mucho más. y la condici(m de la humanidad depende de ella en mucha mayor medida que de una curiosidad cualquiera para teólogos: es la
1 12 t) orte de/motor
cuestión de la nutrición. Se la puede formular así: (:cómo es
¡neciso que te rtlimcntcs poro rt!con:.ur C'lmáximo de filcr:o,
de 1·irrud?". 1 Las tecnociencias comienzan a aportar su respuesta a esta pregunta. Luego de la ingestión de alimentos reconstituyentes. frutos de la agricultura. se aprc<.,tan a hacernos digerir. a alimentarno<., con productos dopantes de toda naturaleza. no sólo r¡ufmicos con la moda de los excitantes modernos. el alcohol. el café. el tabaco. la droga o los anabólicos. sino también tr;cnicos. con esos productos de la biotecnología. esas j)({Sfillos inteligentes capan:s. se dice. de sobrexcitar nuestras facultades mentales. Escuchemos lo que escribía Honoré de Balzac en 1 ~J~. anticipándose medio siglo a las intuiciones de Nietzsche: '"Todo exceso se basa en un placer que el hombre quiere repetir más allá de las leyes ordinarias promulgadas por la naturaleza. Clf!JIIfo menos ocup({(/o cs!cí lufiter
:::o humww, nuís tiende uf exceso. Se sigue de ello yue cuanto má" ci\'ilizadas y tranquilas son las sociedade<.,. más se internan en la\ ía del exce.so: pum el hom/Jre social. \"il·ir es dcs
go\lilrsc nuís o !lleno.\ uí¡Jidr!IIIC!IIc".~
No puede describirse mejor el estado en que se encuentra nuestra po:-.modernidad. donde los sobrexcitantes son la prolongación de un "edentarismo metropolitano en\ ías de generalizaci(ín acekrada. gracias especialmente a esta telcacción que en lo sucesi\o reemplaza a la acción inmediata ... La inercia. la pasi\idad del hombre posmoderno exigen un aumento de excitación. no sólo mediante prácticas deportiYas
l. Fricdrich \:ict!,chc. /~1 ce !lomo. Parí'. DcnoCI-GonthiL'L 1971. rú~. 3S IDee Humo. \ladrid .. \lian;a. 199-1-i.
2. Honoré de Bal;ac. Trui11; dn nnlllnl.l modemc.1. Ca,tor A'
tral. 1992. rü~'· 2.2-23.
/)e/ superlzomhre u/ lwnzhrc sohrncirwlo 1 1.\
abiertamente desnaturalizadas, sino también en el caso de actividades habitu~tles en las que la emancipación corporal debida a las técnicas de la teleacción en tiempo real liquida las tradicionales necesidades, tanto del vigor físico como del esfuerzo muscular.
Finalmente, la invención del marcapasos cardíaco, capaz de reproducir. de reemplaLar el ritmo de la vida. habrü sido uno de los puntos de partida de este tipo de innovacione~ biotecnológicas. Luego de los "xenotrasplantes" de órganos de animales. lleg/¡ la hora de los "tccnotrasplantcs", la mezcla de lo técnico y lo \ivicntc, en que la heterogeneidad orgánica ya no es la de un cuer¡w extmílo unido al cuerpo propio de un paciente. sino la de un ritmo extrilllo susceptible de hacerlo vibrar al unísono con la máquina.
¿,Cómo suponer. Juego de ello. que las cosas no pasarún de allí' 1 ¿,Que esta súbita sobrexcitación del ritmo cardíaco mediante una pníte-.,is no -,e prolongará maíiana con nuc\ o~ excesos. la in\ asi<ín de otros procedimientos de aceler<ll'I()n de biorritmos comiderados demasiado lentos' 1
De hecho, se trata de la realización. casi un siglo mús tarde. del sueno de los tuturistas italianos: el cuerpo del hombre íntegramente nutrido por la técnica gracias a la miniaturización de "máquinas-microbios" poco menos que il1\ isible-... pero con una diferencia fundamental en el orden de magnitud de la wlocidad. puesto que ya no se trata. como lo esperaba Marinetti. de rivalizar con la aceleración de los motores haciendo del cuerpo-locomotor del indi\'iduo el equi\ alente de la locomotora o de la turbina eléctrica -cuvas \elocidades relati\'as ya estün superadas- sino. más hicn. de u¡wrcjur el ('/IC!po humuno f)({I'U hucer/o contcnz¡)()uínco de /u cut de lo t·efocid(/d uh.llllu!u de /u.\ oJl(/U.\ elcc!mlllll.f~J/(;ficus. 1-:1 cmi
"or-receptor en tiempo real sucede de aquí en más al motor
11--1 El arre del motor
superpotente susceptible de recorrer con la mayor velocidad el espacio real de los territorios.
Recordemos que. desde el origen de la vida. la carrera es eliminatoria: eliminatoria para el predador capaz de alcanzar a su presa Jo más rápidamente posible. eliminatoria asimismo para las sociedades humanas incapaces de desarrollar la aceleración de su producción y su distribución. Ahora bien. en esta carrera. esta competencia salvaje. se elimina no sólo al adversario (el animal demasiado lento) sino también algunos elementos del propio cuerpo. Por ejemplo. se 1Jiade peso para estar en forma, se adelgaza para mejorar los reflejos. el influjo nervioso ... pero. al mismo tiempo. se elimina el territorio natural al hacerlo más "conductible". más rectilíneo. y se trata entonces de la invención de la INI-RAESTRl'CTL1RA
del estadio. del hipódromo o del aeródromo. con lo que el es¡wcio real del lugar de lo carrera se com·icrte, repenrinonzcntt', en el producto del tiempo reo! de un tmrccto.
Así. el cuerpo "territorial". a semejanza del cuerpo "animal'' del corcel o del atleta. es rigurosamente configurado. y hasta íntegramente reconstituido por la velocidad. Vc!ocid(/(1 relafi\'{/ de un desplazamiento físico ayer. ¡·e!ocidad ohsoluta de las transmisiones microfísicas hoy. velocidad límite. \·crdadcra fL\RRF:R.\ DE L.\ u·; -luego de las del sonido y el calor- donde la carrera y la competencia vital van a sufrir una especie de trasmutación.
Como el patrón de magnitud de la aceleración alcanzó el umbral infranqueable (según la ley de la relatividad) de los 300.000 kilómetros por segundo. la c!iminocir)n m o proseguir alzom en e! interior mismo de la 1170/eria ¡·im. reconstituyendo esta vez la dinámica \'ital. fagocitando lo vivo. la vitalidad misma del sujeto. Ya no se \a a alcan,rar únicamente el desarrollo de los músculos o la flexibilidad de las articulacio-
Del superhombre o! homhre sohrexcitado 115
ne~ mediante ejercicios rítmico~ o productos anabólicos. sino a estimular fasfúnciones nenio.\as. la vitalidad de la memoria o la imaginación. provocando una reestructuración de las sensaciones a través de nuevas prácticas mnemotécnicas.
En esta etapa de la historia. la competencia eliminatoria ya no elimina el peso, para hacer al cuerpo más ligero y por lo tanto más apto para la carrera, sino que modifica los ritmos vitales. colma incluso los vacíos del espacio intraorgánico del sujeto mediante el agregado de órganos de reemplu;o.
Escuchemos a Marvin Minsky alabarnos este tipo de reconstrucción fisiológica: "'Esto sixnifica que uno podrú tenet; dentro de su cráneo. todo el espacio que quiera para implantar sistemas r memorius adicionales. Entonces. poco a poco, podremos aprender más cada año. añadir nuevos tipos de percepción. nuevos modos de razonamiento. nuevas maneras de pensar o imaginar" .3
Así. el \1ETADI-SICiN de la~ neurociencias ya no se limita a la puesta en forma de la estructura o la infraestructura de un ··objeto" industriaL sino que regenera los impulsos de los neurotransmi~orcs de un '"sujeto" vivo. realizando con ello una especie de erxonomía cognifi\'({, último tipo de conexión neuroléptica a la que podría denominarse la INTRAESTRlJCTl!
RA del comportamiento. Recordemos a e~te respecto una evidencia desconocida.
resultante de la declinación de la primacía de la extensión del espacio geográfico. en provecho de la recentísima de la ausencia de duración del tiempo cronológico: hacer al cuerpo y su energía vital contemporáneos de la era de las teletecnologías de la transmisión instantánea e" abolir al mismo tiempo
3. Art Prcss. número especial .. Nouvelle~ Tcchnologies". 1991.
116 t-'1 orte de/motor
la distinción clásica entre lo interno y lo externo, en beneficio de un último tipo de centralidad o, más exactamente, de hipercentralidad. fu del tiempo, ele un tiempo ""presente"', por no decir "'real". que reemplaza definitivamente la distinción entre la periferia y el centro, así como la píldora contra el sueí1o suprime la alternancia de la vigilia y el descanso reparador.
Si hasta no hace mucho estur presente cm cslor ce re({, físicamente cerca del otro, en un cara a cara, un frente a frente en donde el diálogo era posible por el alcance de la voz o de la mirada, la llegada de una ¡noximidud mediática fundada en las propiedades del dominio de las ondas electromagnéticas parasita el valor del acercamiento inmediato de los interlocutores. y esta súbita pérdida de distancia se rctleja en ""el ser ahí", aquí y ahora. Si desde este momento se puede no sólo obrar sino ··telcobrar" -\cr. escuchar. hablar. tocar o incluso sentir a distancia-.-! surge la posibilidad inaudita de un brusco desdoblamiento de la personalidad del sujeto que ya no podría dejar intacta durante mucho tiempo "la imagen del cuerpo". dicho de otra manera la PROI'IOCLPCIOi\ del individuo ... Tarde o temprano. esta íntima percepción de la masa ponderal perderá toda e\idencia concreta. liquidando al mismo tiempo la clásica distinción entre el ""adentro" y el ""afuera"'. ya qul' el hipcrccntro del tÚ'/Jlf)(i reo/ (o .. si se prefiere. del presente viviente) del cuerpo propio -r:CiOCEi\TR.'\\111-1\
TO- se impondrá en lo sucesivo sobre el centro del es¡)({cio
rcul del mundo propio -I-XOCE"HRA\11Li\TO-, con lo que la noción esencial de ser y obrar. aquí y ahora. perderá todo sentido.
-1. Acaban de dar'e lo, último' retoque' a lo-, primero-, -,L·n-,ore' ol fatmi o-,.
lJcl .\1/jJCr!unnhrc uf homhrc 1nlnc rci!udo 117
A modo de ilustración de este curioso fenómeno egocéntrico, escuchemos las obsen aciones de un indiYiduo que sufrió un trasplante de hígado: '"E-; asombroso -me decía en su-.,tancia-, cuando caí enfermo del hígado, éste se \oh ió más pesado, como un peso muerto. Luego, cuando el trasplante por fin tuvo éxito, tenía miedo de perder mi nue\·o hígado. temía que se separara de mis entrañas. Yo era como una mujer encinta en el último mes de su embarazo. que e\ ita los !110\ imientos bruscos para impedir un parto prematuro'".
Morimos en dcrullc. explicaba el anatomi-.,ta Xa\ ier Bicha!... Pero l'il'il: (." 1c ¡wcdc \"Í\'ir en det({!le :) (.En ruptura de la unidad y por lo tanto de la identidad propiocepti\ a·) Cuando nuestro enfermo declara abiertamente que ··algo cae en él"' corno un peso muerto (su hígado enfermo) o como un cuerpo extraí1o ll1'->uficientemente integrado a sus \ ísceras (el hígado trasplantado), indica que existe una especie de gra\'edad Y ita!. de pesadc;: de las \ í-,ceras del cuerpo prop;o que caracteriza a la \e/ a la enfermedad \ su remedio. el tra-;plantc. llna gra\ itaci(m intraorgánica que. de hecho. duplica la externa del cuerpo\ iYo en el seno de su mundo propio. en el seno de la cxtensitín geogrüfica de un planeta entre otros. igualmente sometidos a la atracción uni\er-.,al. .. "El silencio es /u salud de los 1írgunos ".pretendía el cirujano René Leriche. En realidad. esta sensación de dislocación intraorgánica de nuestro enfermo produce una singulor confÍisir5n entre el JllliiUio en c¡ue nos moremos con riesgo de !'acrnos. \'el que se nzue\·c en nosotros. sin nosotros. Mundo de una cierta integridad fisiológica cuya di-.,creción era hasta aquí garante dé una Yida apacible.
Vol\Cmos a encontrar así la argumentaci,ín de 1\'ietzsche. Escuchémoslo con referencia a L\RAIL STR.\. L·onsiderauo él mismo como ··tipo"": ··Para comprender este tipo. en princi-
ll X El arte del motor
pio hay que darse cuenta de su primera condición fisiológica: lo que Yo llamo la gran salud. Nosotros. hombres nuevos e innominados, hombres difíciles de convencer. nosotros que hemos nacido demasiado pronto para un porvenir cuya demostración aún no se ha hecho. necesitamos, para un nuevo fin. de un nuevo medio. Y me refiero con ello a una nueva salud. una salud más vigorosa, más aguda, más perdurable, más intrépida y más gozosa de lo que lo fueron hasta hoy todas las saludes". 5
Renovación. si no del cuerpo, sí al menos de la ''salud". importancia de otra "nutrición'', según el filósofo el hombre futuro "necesitará sobre todo una cosa. LA GRAN SALUD. una salud que se posee pero a la que también hay que conquistar sin cesar puesto que hav que sacrificarla sin cesar" .6 Es conocido lo que sigue a estas palabras: se necesitan hombres "más sanos". peligrosamente sanos ... Hombres o. mejor. superhombres cuya recompensa debería ser "'un país desconocido cuyas fronteras nadie ha visto aún. un más allá de todos los países".7
Desgraciadamente. este más allá radiante se convirtió, desde hace poco. en un mero más acá de todos los países. de todas las fronteras de las regiones del mundo propio ... Pese a la gran ilusión de la sedicente conquista cósmica. la puesta en obra de la velocidad absoluta, la relativización de toda ··magnitud" y una regresión hacia lo infinitesimal ... En lo sucesivo. ya no hay futuro en los viajes de largo alcance -incluidos los extragalácticos-, y la pérdida del horizonte terrestre del
5. Friedrich Nietzsche, Ecce Hmno. up. cit .. pág. 116. 6. lhid .. pág. 117. 7. lhid.
!>el suuerhomhre al homhrc .lohrcxcit{l(/o 110
mundo propio es la pérdida de toda medida. Fuera del planeta TIERRA, nada es "'grande" o lejano. y sólo hay perspectil'([ en la intrusión. la introspección intraorgánica. con lo que la corporeidad fisiológica pasa a ser. bruscamente. el último patrón de la medida del desplazamiento, pero de un despla::amienro en el mismo lugor. en el seno de un cuerpo animal convertido en el último planeta.
En efecto. más allá de las fronteras de nuestra biosfera ) a no hay dimensiones dignas de ese nombre: ya no hay altura. anchura o profundidad. ni ayer ni mañana. sólo año:-, luz: me nos un "'tiempo". una medida de la duración. que una desmesura cósmica: la de la velocidad de la luz. velocidad absoluta y último límite: de allí la ilusión óptica de la dilatación de un universo presuntamente en ex¡wnsirín.x
De Free! Astaire a Michael Jackson. el hombre sobrexcitado tiene numerusos ancestros. en particular entre Jo-., bai larines caros a Nietzsche. los actores. los contorsionista" o incluso aquellos cuyos cuerpos se convirtieron gradualmente en instrumentos. Pero el espécimen más reciente es sin duda el australiano Stelarc. A la pregunta: (.qué es exactamente lo que fabrica sobre el escenario'1• respondía: "'Trato de extenderlos co¡wcidades del cue1pn mediante efuso de la tecnologío. EmfJ/eo. por ejemplo. tcScnicas médicas. sistemas sonoros. una mano robótica. un brazo artificial. En mis representaciones. hay cuatro tipos de movimiento: el movimiento imprm·isado del cuerpo. el mm imiento de la mano
:-\. Karl PoppL'L Cn l'ni1cn ,/e JIO!f!Cil\ÚIIi. E.d. de ITc:lat. 190.::'. pá,!!-. 17/5 [Un 111/lllilo de Ji/'()J)('IlSiflllCI. rvladrid. TecllO\. 199.::' 1'
120 El une de/motor
robotizada que es controlada mediante señales de los músculos de mi estómago y mis piernas: el movimiento programado del bra;:o artificial. el movimiento de mi brazo izquierdo sacudido. independientemente de mi \ oluntad. por una coJTiente eléctrica. De hecho. lo que me parece interesante es la imbricación de esos movimientos voluntarios. involuntarios y programados·".'!
Partidario de una simbiosis perfecta entre el ser humano y la tecnología. contesta a la pregunta: ¿es usted un coreógrafo'?
'"No tengo capacidades musicale-, o coreográficas. sino que. por ejemplo. {//1/fJ/ifico los seilules r los sonidos cotpor(i/cs. col/lO lus mulos cerebro/es, los/lujos mnguíneos o los mo\'imientos 111/L\Clllures. Se trata. a la \'CZ. de una experiencia física y una expresión artística:·
Tra-, pretenderse el sobre\ iviente de la era de la fisiología pero también de la de la filosofía. sigue explicando: ··Durante mis representaciones. empecé a hacerme preguntas sobre u DLSI<i'.; IWL ct IR PO lll \1.\"0. y cuanto más trabajo. ¡más creo que de aquí en adelante el cuerpo será obsoleto'··.
··Hoy en día. las lécnologLh -,on más precisa-, y más po
dero-.,as que el cuerpo humano. En la actualidad. nuestro es¡wcio _m no se limiw u 11/W\lru hio.1ji!m. nos dirigimos hacia un e-.,pacio extraterre-.,tre. en tanto nue-.tro cuerpo s6lo está concebido para esta bio-,fera ...
Retomando los análisis niet;:scheanos. nuestro artista prosigue su exposición afirmando que la '"deconstrucción" no debería ser únicamente la del lenguaje -medio de comunicación por excelencia- -,ino la de nue:-,tra fisiología. origen y fin de 11UL'Stra perL·epci(m Lkl mundo: '"El límite IÍ!timo de !u
lJ. L ·.:...urrc Joumul . ..,cpticmbrc de llJlJ2. púg. 2-J.) .'iguicnlL'\.
!Jc! su¡Jerhonzhre al hombre sohrexciludo 121
fi!osoj(o es e!fímircfisio!r5gico. nuestras débiles capacidades orgánicas. nuestra visión panestética del mundo ... De hecho. creo que la evoluci(ín llega a -.u ténmno cuando la tecnología i1wade el cuerpo humano".
Acorantdo con electrodos y antenas. y dotado de dos faser-ere.\. nue-.tro mutantc voluntario lleva muy lejos la analogía con la robótica del teleoperador ~aquella en que el hombre está dentro del androide~, pero efectúa una col1\ crsión drástica. ya que su esperanza es exactamente la opuc-.ra: "'Hoy ~dice~ la tecnología se nos pega a la pieL se cstcí con
l'irliendo en un COIJlf)(JJiente de nuestro cue1po ~desde el reloj pulsera hasta el corazón artificial~: para mL es el fin de la noción darwini-.ta de e\olución en tanto de-.arrollo orgúnico a lo largo de millones de años y a través de la selección naturaL En lo succ-.ivo, con la nanotecnología. el hombre podrú tragar la tecnología. El cuerpo. por lo tanto. debe ser considerado como una «estructura>>. SrÍ!o si modijiclll/lo\ fu ltu¡ui
lecturu de{ CIICI'jJO .\i'UÍ jJO.Iif¡/c reujli.\Wr lllte.\IUI C017C!CIICÍrl
de!mu1ulo .. _
Con el deseo ardiente de cyectar el cuerpo propio fuera de -.u envoltura naturaL retoma a continuación el tema de la caída de los ángele'>: "'Tan pronto como el cuerpo sufra el asalto de la precisión. del poder de la tecnología. tan pronto como se precipite fuera de la Tierra. ya no se tratará entonce'> del «lenguaje» sino de la <<estructura>> misma del cuerpo. de la fis i o! o gía".
A la pregunta: ",:Pero acaso usrcd in1·cn1o !o E\'(/ júrura :; .. _replica: "'No es tan simple: if}(trrt mí. en el principio no
csrá el l'erl)().' Lo que preconizo no es adaptar el espacio a nuestro cuerpo. sino al contrario. renwdclar nuestro cuerpo. A~í pues. la cuestiún es: ,:crínto modc!or uno jisiologíu hu
monu ¡¡mz-¡J!oncrorio :r.
122 El one de/motor
Ansioso por llegar por fin al CliLRPO, qué digo, al Hü:\1-
BRE-PLA\IETA liberado de la atracción terrestre. imperativo categórico de un tipo humano convertido en posevolucionista. Stelarc prosigue: "En otras palabras. hay que plantear la cuestión: ¿cómo remodelar un cuerpo humano que pueda existir en condiciones diversas de atmósfera, gravitación y campo electromagnético?".
Delirando, como la mayor parte de los astronautas. sobre los viajes extragalácticos. Stelarc explica además que, como las expediciones futuras se medirán en años luz, su condición de posibilidad sería prolongar la vida, ya no en una bú-,queda fáustica de inmortalidad. sino para la necesaria extensión de !u inteligencia más ollú de lo Tierra.
Una vez más. el deseo exótico del "'gran viaje ultramundano" no es -,ino una coartada de la intrusión de las técnicas en el seno del mundo interior, el de las vísceras: "'¡"Podemos \·ociar el cut'rpo hummzo r rt'cnz¡¡fo:.ur nwilonu los úrgnnos inúTiles nzcdiwzrc nuc\ 0.1 lecno/og(us.' ¡,Qué ocurriría. por ejemplo, si uno pudiera dotarse de una nueva piel capaz a la vez de respirar y de efectuar la fotosíntesis, transformar en alimento los rayos del sol'? Provistos de una «piel>> semejante. ya no necesitaríamos una boca para masticar. un esófago para tragar. un estómago para digerir o pulmones para respirar. .. ".
Se advertirá que la idea de una fagocitación del espacio interior. propuesta hace algunos años por Marvin Minsky, ya se ha abierto camino. En lo sucesivo. a falta de un horizonte lejano. existe un horizonte de sustitución: el espesor de nuestra masa ponderal se dilata a semejanza de la masa cósmica. para dejar lugar a un nuevo equipamiento posindustrial. pero sobre todo "'pose vol u ti vo .. , del ser vivo. "Lo nue1·o pe npcctiJ·o es que el cuerpo pueda ser co/oni:.ado por orgwzismo.1
Del superlzomhre al homhre sobrexcitado 123
sintéticos nziniaturi-:.ados. Mientras que antes la tecnología se contentaba con rodear el cuerpo. protegerlo del exterior."
Se comprende: el proyecto colonizador -endocolonizador- ya no con~iste en rodear de cuidados al cuerpo del paciente. sino en transformarlo en "materia prima". hacer del hombre sobrexcitado una rata de laboratorio ... Escuchemos el final de este delirio sintomático: "Los instrumentos siempre estuvieron fuera del cuerpo humano. pero ahora la tecnología ya no hace explosión lejos del cuerpo. hace implosión en su interior. Es muy significativo y. tal vez. el acontecimiento más importante de nuestra historia: ¡"FIO se trata Wl de em·iar recnologíos a otros planeros sino dt' hilcerla.\ aterri-:ar en nuestro cucrpo-'". 10
Se observa claramente: la conversión es total. Con el pretexto de la emancipación "extraterrestre". !as tecnociencias se precipitan sobre el cuerpo de este lzomhre-elancta ingrávido y al que ya nada protege verdaderamente. ni la l'tiCl ni la moral biopolítica. Por no poder escapar de nuestra hiOstera natural. se \a a colonizar. como tantas \ eces ya. un planeta infinitamente más accesible. el de un cuerpo-sin-alma. cuerpo profano. para una ciencia sin conciencia que no ha dejado de profanar el espacio del cuerpo del animal. del ese lavo o del colonizado de los imperios de antar1o. f::n efecto. nunca se dominó la extensión geofísica sin controlar. más estrechamente aún. el e:-.pesor. la profundidad microfísica del ser sometido: domesticación de las especies. adiestramiento rítmico del comportamiento del guerrero. del servidor. alienación del trabajador en la línea de montaje. anabólicos impuestos a los deportistas. Otros tantos ejemplos que
1 O. !hiel.. púg. 29.
J.:'-+ El urrc del motor
ilustran este ultimísimo proyecto del que nuestro australiano no cs. evidentemente. el instigador sino más bien la' íctima. una ,·íctima que consiente. como lo hace tan a menudo el ~er pervertido por su amo. En el momento en que en Europa se habla de puriflcucir!n érnico. la intervención sobre las vísceras del ~er vinl vaciado viene muy oportunamente a advertirnos sobre las posibilidades de una tiranía endógena de las neurociencias. en que la crgonomíu cognitil'({ desarrolla ya el último tipo de IlESIG'-1 HL MA"-:0. aprestamiento de reflejos condicionados. \IETADESICIN de las facultades conceptuales o perceptualcs. donde el reino de la informática llega por fin al cuerpo del paciente. más acá de la ropa. del uniforme. realizando un nuevo género de ··ropa interior íntima·· en que la pue~ta en forma del comportamiento nervioso toma el relevo del DESIG\: del objeto de consumo de una era industrial agonizante.
Llegada a eqc punto preci~o de la historia de las ciencias y las técnicas. la cuestión danviniana de la evolución de lo viviente cobra otro sentido. por el hecho de que la impugnación del e\·olucionismo ya no es únicamente obra de tal o cual interpretación religiosa o filosófica. sino también de los partidarios de las ciencias de la evolución. como el profesor Louis Thaler. de la Universidad de Montpellier: ··Me parece indi-;cutible que hoy en día el hombre c\oluciona bajo el efecto de lo que yo llamaría un relajamiento de la se/cccir!n: este fenómeno es uno de los efectos del progreso. en particular de la medicina"". 11
11. Li!Jáurion. -,uplcmcnto científico. 12 de diciembrl' de 1000.