Pbro. Salvador Barba MaldonadoPbro. Salvador Barba Maldonado

Secretario General del Secretariado de Pastoral Secretario General del Secretariado de Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis Primada de MéxicoLitúrgica de la Arquidiócesis Primada de México

La La PastorPastoral y la al y la FamiliaFamilia

““Yo soy el buen pastor; conozco a mis Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí —ovejas, y mis ovejas me conocen a mí —como el Padre me conoce a mí; lo mismo como el Padre me conoce a mí; lo mismo que mi Padre me conoce a mí, yo lo que mi Padre me conoce a mí, yo lo conozco a él y doy mi vida por las ovejas.”conozco a él y doy mi vida por las ovejas.”

(Jn 10, 14-15)(Jn 10, 14-15)

PastoralPastoral

La pastoral es expresión de la actividad La pastoral es expresión de la actividad mediadora de la Iglesia y sólo puede realizarse mediadora de la Iglesia y sólo puede realizarse allí donde la Iglesia, como comunidad y allí donde la Iglesia, como comunidad y sociedad, constituye un hecho patente. De un sociedad, constituye un hecho patente. De un modo primario, destacado y actual aparece este modo primario, destacado y actual aparece este hecho en la hecho en la comunidad parroquialcomunidad parroquial. .

ECUCIM 3182ECUCIM 3182

HechosHechos En nuestros planes de evangelización no En nuestros planes de evangelización no

siempre se le concede la debida importancia a siempre se le concede la debida importancia a la pastoral del matrimonio.la pastoral del matrimonio.

CCE 1655CCE 1655

Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, "con toda su casa", habían llegado a ser los que, "con toda su casa", habían llegado a ser creyentes (Cf. Hch 18,8). Cuando se convertían creyentes (Cf. Hch 18,8). Cuando se convertían deseaban también que se salvase "toda su casa" (Cf. deseaban también que se salvase "toda su casa" (Cf. Hch 16,31 y 11,14). Estas familias convertidas eran Hch 16,31 y 11,14). Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no creyente.islotes de vida cristiana en un mundo no creyente.

DA 156DA 156

La vocación al discipulado misionero es con-vocación a la La vocación al discipulado misionero es con-vocación a la comunión en su Iglesia. No hay discipulado sin comunión. comunión en su Iglesia. No hay discipulado sin comunión. Ante la tentación, muy presente en la cultura actual, de ser Ante la tentación, muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales individualistas, afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a individualistas, afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella “nos da una familia, la través de la comunidad eclesial y ella “nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia Católica. La fe nos familia universal de Dios en la Iglesia Católica. La fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión”. libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión”. Esto significa que una dimensión constitutiva del Esto significa que una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta, en la que podamos vivir una experiencia concreta, en la que podamos vivir una experiencia permanente de discipulado y de comunión con los sucesores permanente de discipulado y de comunión con los sucesores de los Apóstoles y con el Papa. de los Apóstoles y con el Papa.

Cfr. DA 162Cfr. DA 162

La diversidad de carismas, ministerios y La diversidad de carismas, ministerios y servicios, abre el horizonte para el ejercicio servicios, abre el horizonte para el ejercicio cotidiano de la comunión, a través de la cual los cotidiano de la comunión, a través de la cual los dones del Espíritu son puestos a disposición de dones del Espíritu son puestos a disposición de los demás para que circule la caridad (Cf. 1 Co los demás para que circule la caridad (Cf. 1 Co 12, 4-12). 12, 4-12).

Cfr. DA 164Cfr. DA 164

La vida en comunidad es esencial a la vocación La vida en comunidad es esencial a la vocación cristiana. El discipulado y la misión siempre suponen cristiana. El discipulado y la misión siempre suponen la pertenencia a una comunidad. Dios no quiso la pertenencia a una comunidad. Dios no quiso salvarnos aisladamente, sino formando un Pueblo. salvarnos aisladamente, sino formando un Pueblo. Este es un aspecto que distingue la vivencia de la Este es un aspecto que distingue la vivencia de la vocación cristiana de un simple sentimiento religioso vocación cristiana de un simple sentimiento religioso individual. Por eso, la experiencia de fe siempre se individual. Por eso, la experiencia de fe siempre se vive en una Iglesia Particular. vive en una Iglesia Particular.

Cfr. DA 170

Entre las comunidades eclesiales, en las que viven y se forman los discípulos misioneros de Jesucristo, sobresalen las Parroquias. Ellas son células vivas de la Iglesia y el lugar privilegiado en el que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y la comunión eclesial. Están llamadas a ser casas y escuelas de comunión. Uno de los anhelos más grandes que se ha expresado en las Iglesias de América Latina y El Caribe, con motivo de la preparación de la V Conferencia General, es el de una valiente acción renovadora de las Parroquias.

Cfr. DA 226

Hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatro ejes:Hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatro ejes:

a) La experiencia religiosa. En nuestra Iglesia debemos ofrecer a todos nuestros fieles un “encuentro personal con Jesucristo”, una experiencia religiosa profunda e intensa, un anuncio kerigmático y el testimonio personal de los evangelizadores, que lleve a una conversión personal y a un cambio de vida integral.

Cfr. DA 226

b) La vivencia comunitaria. Nuestros fieles buscan comunidades cristianas, en donde sean acogidos fraternalmente y se sientan valorados, visibles y eclesialmente incluidos. Es necesario que nuestros fieles se sientan realmente miembros de una comunidad eclesial y corresponsables en su desarrollo. Eso permitirá un mayor compromiso y entrega en y por la Iglesia.

Cfr. DA 170

c) La formación bíblico-doctrinal. Junto con una fuerte experiencia religiosa y una destacada convivencia comunitaria, nuestros fieles necesitan profundizar el conocimiento de la Palabra de Dios y los contenidos de la fe, ya que es la única manera de madurar su experiencia religiosa. En este camino, acentuadamente vivencial y comunitario, la formación doctrinal no se experimenta como un conocimiento teórico y frío, sino como una herramienta fundamental y necesaria en el crecimiento espiritual, personal y comunitario.

Cfr. DA 226

d) El compromiso misionero de toda la comunidad. Ella sale al encuentro de los alejados, se interesa por su situación, a fin de reencantarlos con la Iglesia e invitarlos a volver a ella.

Cfr. DA 302

La familia, “patrimonio de la humanidad”, constituye uno de los tesoros más valiosos de los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es espacio y escuela de comunión, fuente de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente.

Cfr. DA 432

La familia es uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños, y es patrimonio de la humanidad entera. En nuestros países, una parte importante de la población está afectada por difíciles condiciones de vida que amenazan directamente la institución familiar. En nuestra condición de discípulos y misioneros de Jesucristo, estamos llamados a trabajar para que esta situación sea transformada, y la familia asuma su ser y su misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia.

Orientaciones Pastorales Sr. Cardenal 2008

Los lugares de formación para la vida cristiana

La formación inicial tiene su lugar en la familia, las pequeñas comunidades, los grupos y movimientos apostólicos y la parroquia. Especialmente en el ámbito parroquial tendríamos que suscitar un ambiente de motivación y una organización capaz de acompañar esa etapa.

Orientaciones Pastorales Sr. Cardenal 2008

“Si queremos que las Parroquias sean centros de irradiación misionera en sus propios territorios, deben ser también lugares de formación permanente. Esto requiere que se organicen en ellas variadas instancias formativas que aseguren el acompañamiento y la maduración de todos los agentes pastorales y de los laicos insertos en el mundo (DA 306).

Cfr. FC 60

Maestros de oración En virtud de su dignidad y misión, los padres cristianos

tienen el deber específico de educar a sus hijos en la plegaria, de introducirlos progresivamente al descubrimiento del misterio de Dios y del coloquio personal con Él: “Sobre todo en la familia cristiana, enriquecida con la gracia y los deberes del sacramento del matrimonio, importa que los hijos aprendan desde los primeros años a conocer y a adorar a Dios y a amar al prójimo según la fe recibida en el bautismo”.

Cfr. FC 61

Plegaria litúrgica y privada Una finalidad importante de la plegaria de la

Iglesia doméstica es la de constituir para los hijos la introducción natural a la oración litúrgica propia de toda la Iglesia, en el sentido de preparar a ella y de extenderla al ámbito de la vida personal, familiar y social.

De aquí deriva la necesidad de una progresiva participación de todos los miembros de la familia cristiana en la Eucaristía, sobre todo los domingos y días festivos, y en los otros sacramentos, de modo particular en los de la iniciación cristiana de los hijos.

“Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”

Lc 8, 21

GRACIAS