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PLAN DE PRODUCCION SOSTENIBLE DE JENGIBRE ORGANICO EN LA
REGION JUNIN: REDUCCION PROGRESIVA DE TALA DE SUPERFICIES CON
ALTO VALOR DE CONSERVACION PARA USO AGRICOLA
Actualizado a: Junio 2011
_________________________________________________________________ Autor: Diego Del Solar Escard Colaboradores: Arafat Antonio Espinoza Ortiz Grober Gilberto Galindo Chacn Renzo Portugal Servn _________________________________________________________________
Indice
1. Introduccin . 2
2. Antecedentes . 5
3. La Grama en este contexto 13
4. Criterios de seleccin de productores Biosuisse 25
5. Estrategias especficas y acciones a futuro . 34
6. Plan de accin: objetivos y metas .. 65
7. Glosario . 68
8. Bibliografa .. 72
9. Anexo 1: Plan de manejo del cultivo de jengibre segn fenologa . 74
10. Anexo 2: Otras especies forestales nativas recomendadas . 75
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1. Introduccin
La manera de hacer agricultura en el mundo ha ido modificndose a lo largo de la
historia. Cada regin del planeta recibe mltiples influencias que motivan cambios en los
sistemas de produccin agrcola, las cuales pueden ser desde aspectos sociales, econmicos y
tecnolgicos, hasta climticos y ambientales. Estos impulsores de cambio, sumados al carcter
esencial de la agricultura como garante para la seguridad alimentaria de una poblacin, hacen
de esta actividad una sumamente dinmica en el espacio y en el tiempo. Este dinamismo tiene
su ejemplo ms representativo en la llamada revolucin verde, ocurrida entre 1940 y 1970,
cuando el desarrollo de variedades seleccionadas, conjuntamente con la introduccin masiva
de insumos, permiti incrementar las productividades por hectrea en hasta cinco veces ms
de lo conocido, pensndose en su momento que sera la solucin a los problemas de
hambruna mundial. El tiempo ha demostrado que no ha sido as e incluso los problemas
generados han sido mayores a las soluciones brindadas. En primer lugar, esta revolucin se
bas energticamente no en una mayor eficiencia en el uso de energas renovables (como la
solar) para aumentar los rendimientos sino en la extraccin de combustibles fsiles para
producir insumos, dependiendo de esta manera del petrleo, gas natural y otros recursos no
renovables y caros. Asimismo, el aumento de los costos de produccin no fue de la mano con
el aumento de los retornos a los agricultores. Es un hecho que, incluso dcadas despus del
lanzamiento de la revolucin verde, la agricultura en la India se mantiene, en la mayor parte,
como de subsistencia. De hecho, los excedentes contabilizados en 1980-1996 muestran que el
incremento de produccin result esencialmente del trabajo y activos de un nmero cada vez
mayor de campesinos (ms de 29% en 15 aos) obligados a sobrevivir en la misma parcela
agrcola. El excedente de productividad total es, entonces, muy modesto, e incluso negativo
sin los subsidios del gobierno (Dorin, 2000). Por otro lado, la mayor produccin de alimentos
ha ido en detrimento de la calidad de los mismos. Como menciona Bruno Dorin, las grandes
hambrunas pueden ser cosa del pasado pero la desnutricin (falta de protenas, vitaminas,
hierro, etc.) se mantiene dramticamente expandida. Esto porque la revolucin verde prioriz
el monocultivo de especies como trigo, maz, arroz y soya como base de la alimentacin
mundial, siendo productos muy limitados nutricionalmente. Hoy en da cuatro plantas, alguna
vez raras (maz, arroz, trigo y cebada), se han convertido en las dominantes del planeta,
ocupando aproximadamente el 40% de la superficie agrcola mundial (Thompson J, et al.
2007). Sumado a esto, el incremento masivo en el uso de agroqumicos debido a la
dependencia de los cultivos por estos, aument dramticamente la residualidad de sustancias
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nocivas en el los productos y por ende en las personas. La falla crnica renal (FCR) se volvi
endmica en 2002 en las provincias agrcolas de Sri Lanka. Un estimado de la ingestin de
cadmio diettico estaba entre 15 y 28 g / kg de peso corporal por semana. El promedio del
contenido de cadmio urinario, en pacientes diagnosticados con falla renal de nivel cinco, fue
de 7,6 g / g de creatinina y 11,6 g / g para personas asintomticas. El fertilizante
agroqumico superfosfato triple, conteniendo 23,5 71,7 mgCd / kg fue la fuente de cadmio
adicionado a los suelos. El promedio de contenido de Cd en suelos cultivados vs no-cultivados
en el distrito de Anuradhapura fue de 0.02 0.01 vs. 0.11 0.19 mg / kg mientras que en el
distrito de Polonnaruwa, fue de 0.005 0.004 vs. 0.016 0.005 mg / kg. Antes de la revolucin
verde, la cantidad de fertilizante usado en el cultivo de arroz en 1970 era de 32 mil toneladas
mtricas y para 1975 aument a 74 mil TM. Se estima que hasta 68,9 TM de Cd pudieron haber
ingresado al medioambiente del arroz a causa del uso del superfosfato triple desde 1973
(Bandara). Las secuelas medioambientales no dejan de ser igualmente graves, como seala
Jonathan Foley: a pesar que el cambio climtico recibe amplia atencin, la prdida de
especies y la polucin nitrogenada exceden los lmites seguros por mrgenes mayores. Otros
procesos medioambientales tambin estn encaminados hacia niveles peligrosos. Cambiar
pronto hacia fuentes energticas que demanden poco carbono, reducir la tala y revolucionar
las prcticas agrcolas son aspectos cruciales para hacer la vida humana en la tierra ms
sostenible. Analizar el enorme impacto medioambiental, social, econmico, comercial,
demogrfico, nutricional, cultural y de salud mundial que ha generado la revolucin verde
abarcara estudios enteros. Lo que queremos rescatar es cmo una serie de innovaciones
tecnolgicas, en un contexto de incertidumbre malthusiana e impulsados por intereses
comerciales, pueden tener un impacto tan grande en todos los aspectos de la vida cotidiana
alrededor del mundo. Estas revoluciones han venido ocurriendo a lo largo de la historia, en
menor medida e impacto, pero igualmente modificando la manera de hacer agricultura
alrededor del mundo, al incorporar; y en algunos casos imponer, nuevas tecnologas agrcolas.
La tecnologa es un componente fundamental en todos los sectores productivos y el
sector agrario no escapa a esta premisa. Por definicin del diccionario de la Real Academia,
tecnologa es el conjunto de teoras y de tcnicas que permiten el aprovechamiento prctico
del conocimiento cientfico. Dicho en otras palabras, es el conjunto de conocimientos
tcnicos, ordenados cientficamente, que permiten disear y crear bienes o servicios que
facilitan la adaptacin al medio y satisfacen las necesidades de las personas. Si entendemos el
mtodo cientfico como la formulacin de una hiptesis que mediante una secuencia de
acciones y observaciones puede ser aceptada o refutada (susceptible de ser falsa) y cuyos
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resultados pueden ser replicados en otras condiciones, entonces podemos inferir de que la
tecnologa, en cualquier sector al que deseamos referirnos, nace de la observacin,
experimentacin y consecuente implantacin de tcnicas que tuvieron el objetivo de
beneficiar a sus usuarios.
Siguiendo este razonamiento y aplicndolo al sector agrario, entendemos por
tecnologa cualquier metodologa que tenga un objetivo concreto de mejora en aspectos como
produccin, calidad, sostenibilidad. Entonces, la tecnologa existe desde pocas primitivas:
cuando el hombre aprendi hace 10 000 aos, en pleno Neoltico, de que poda pulir la piedra
y utilizarla para labrar la tierra, cuando empez a seleccionar las semillas de las mejores
plantas de cebada y maz (las primeras en ser cultivadas), cuando posteriormente se dio
cuenta de que el uso de animales poda facilitar sus labores de labranza, cuando las culturas
pre-incas en el Per construyeron andenes para aprovechar la pendientes escarpadas de las
montaas y crear microclimas favorables al cultivo y disminuir la erosin o cuando se basaban
en la astrologa para determinar calendarios agrcolas, estamos hablando de tecnologa
agraria. Es un error asociar tecnologa a tiempos modernos o a artefactos complejos y/o
electrnicos. Un ejemplo ilustrativo de esta concepcin la da el doctor Nol Pallais, cuando
comenta sobre cmo los antiguos peruanos regaban por inundacin, abriendo violentamente
las compuertas para provocar una ola a lo largo del surco, lo que permita regar
uniformemente y controlar afloramiento de sales. Tecnologa de hace miles de aos. En la
vereda del frente tenemos las tecnologas actuales de riego por goteo que si bien es cierto
permiten regar uniformemente tienen el costo de salinizar los suelos hasta el punto de
dejarlos inservibles. Es ms tecnologa el riego por goteo por tratarse de un sistema ms
complejo y moderno? Segn las definiciones planteadas la respuesta es definitivamente no.
El Per no ha sido ajeno a la influencia de tecnologas externas a lo largo de su historia.
De hecho, si uno compara los mtodos de cultivo pre-incas con los utilizados actualmente, la
diferencia es abismal. Ha habido una erosin tecnolgica donde paulatinamente se ha
reemplazado el conocimiento ancestral (hasta casi desaparecerlo) por uno moderno, basado
en los principios de la revolucin verde. Otros factores sociales, polticos, culturales y
econmicos han entrado a la ecuacin para degenerar finalmente en sistemas agrarios
insostenibles en la mayora del pas, que depredan los recursos, degradan el medioambiente,
generan dependencia en insumos y semillas y finalmente no contribuyen a incrementar los
ingresos del agricultor y mejorar su calidad de vida.
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En el ao 2006 Agronegocios La Grama encontr esa realidad en el valle de
Chanchamayo, departamento de Junn, en la selva central del Per, al iniciar sus operaciones
de procesamiento y exportacin de jengibre orgnico trabajando de la mano con pequeos
productores. Su trabajo de extensin y promocin tcnica agrcola con enfoque orgnico,
utilizando estndares de calidad desconocidos para los agricultores durante estos aos ha
rendido frutos, sin embargo an queda mucho camino por recorrer, especialmente en lo
referente a la eleccin de los terrenos correctos para las siembras y la rotacin de cultivos, en
desmedro de la tala de bosques primarios[1] y secundarios[2] que es moneda corriente no solo
en Junn, sino en la selva peruana en general. La Grama cree firmemente que a pesar de las
fuertes costumbres, resistencia cultural e influencias externas negativas, es posible expandir
tecnologas como la agroforestera[3], el mantenimiento de la fertilidad de suelos, la
recuperacin de suelos degradados, la rotacin de cultivos, la conservacin de bosques y en
definitiva la sostenibilidad[4] del sistema, entre todos sus productores de jengibre; buscando
finalmente generar un impacto positivo en la comunidad, la regin y eventualmente en el pas.
El presente trabajo tiene el objetivo de servir de plataforma para el cumplimiento de
los requisitos de Biosuisse por parte de todos los miembros del grupo de certificacin de
jengibre orgnico de La Grama, teniendo como eje central la presentacin de un plan
orientado al alcance paulatino de metas concretas y realistas de manejo sostenible, las cuales
sern verificadas no solamente en las inspecciones externas sino en las realizadas
internamente por los ingenieros agrnomos de La Grama.
2. Antecedentes
El jengibre es un producto tradicionalmente marginal y subvalorado en el Per,
ubicndose en los ltimos lugares de importancia econmica para los productores, por debajo
de cultivos como caf, cacao, maz, pltano, yuca, ctricos y otros. Esta situacin se da por
caractersticas muy particulares del producto:
a) No es ni por asomo un producto tradicional de exportacin, limitndose su destino al
mercado local, por lo que no tiene condiciones para competir en atenciones con
productos rentables y consolidados de la talla del caf o del cacao.
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b) Por esta razn, los productores destinan sus reas de cultivo en sus propios terrenos al
cultivo de productos atractivos en precio y mercado como los mencionados,
destinando el cultivo de jengibre a los terrenos alquilados a las comunidades nativas[5].
c) Es muy rstico, significa que no requiere de mayores cuidados ni labores de campo o
postcosecha, por lo que el productor no le presta tanta atencin como a productos
ms perecibles y que demandan mayores labores culturales como el caf, cacao,
pltano, maz o la yuca.
d) Por sus caractersticas botnicas, es posible almacenar en campo el jengibre por
perodos prolongados, sin que sufra deterioros o mermas significativas. Una vez que
est maduro y apto para cosecharse, es posible dejarlo en campo hasta por un ao y
medio adicional. Significa que no existe premura para cosecharlo en una determinada
poca, ya que el agricultor puede escoger el momento en que desea cosecharlo y
venderlo. Esto generalmente ocurre cuando necesitan dinero en efectivo para cubrir
los costos de labores en sus cultivos principales como caf y cacao.
e) Las condiciones edafoclimticas para un ptimo desarrollo del cultivo de jengibre se
presentan en la selva central del Per, regin tradicionalmente olvidada por los
gobiernos centrales (pobre infraestructura, educacin, servicios y calidad de vida) y
muy golpeada en las dcadas de los 80s y 90s por el terrorismo, lo que dej secuelas
que hasta el da de hoy se sienten y obstaculizan el desarrollo de la regin.
Este ltimo aspecto es de suma importancia considerar para entender la coyuntura
actual en torno al cultivo de jengibre. La mayora de la tenencia de la tierra est en manos de
los pobladores nativos, de acuerdo a numerosos decretos y leyes que definen su existencia y
derechos, a la vez que delimitan sus fronteras. Existen, solamente en el departamento de
Junn, 176 comunidades nativas inscritas, integradas por 6 187 familias. De estas, 158
comunidades tienen ttulo de propiedad y ocupan un rea total de 697 193 hectreas
(COFOPRI, 2006). A lo largo de la historia dichas comunidades nativas, entre las que se
destacan los Ashninkas y los Yaneshas, han sufrido la incursin forzosa de distintos
colonizadores en su territorio, lo que result en la mayora de casos en violentos
enfrentamientos, esclavitud y matanzas. Desde la primera misin evangelizadora europea en
1635 hasta la fiebre del caucho de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, los nativos
sufrieron numerosas bajas en su poblacin debido a los abusos a los que fueron sometidos
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como parte del proceso evangelizador y a la explotacin como fuerza laboral de los colonos[6].
Esta situacin histrica ha generado numerosos intentos de reivindicacin por parte de varios
gobiernos, ya en plena poca republicana, al reconocerlos como peruanos de pleno derecho
sobre el territorio y los recursos que se encuentran en su zona de influencia. Como seala el
decreto ley N 22175 sobre comunidades nativas de 1978, en su artculo 10: El Estado
garantiza la integridad de la propiedad territorial de las Comunidades Nativas, levantar el
catastro correspondiente y les otorgar ttulos de propiedad. Para la demarcacin del territorio
de las Comunidades Nativas, se tendr en cuenta lo siguiente:
a) Cuando hayan adquirido carcter sedentario, la superficie que actualmente ocupan
para desarrollar sus actividades agropecuarias, de recoleccin, caza y pesca; y
b) Cuando realicen migraciones estacionales, la totalidad de la superficie donde se
establecen al efectuarlas.
c) Cuando posean tierras en cantidad insuficiente se les adjudicar el rea que requieran
para la satisfaccin de las necesidades de su poblacin.
Asimismo, la ley orgnica para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales
de 1997 establece en sus artculos 17 y 18: Los habitantes de una zona geogrfica,
especialmente los miembros de las comunidades campesinas y nativas, pueden beneficiarse,
gratuitamente y sin exclusividad, de los recursos naturales de libre acceso del entorno
adyacente a sus tierras, para satisfacer sus necesidades de subsistencia y usos rituales, siempre
que no existan derechos exclusivos o excluyentes de terceros o reserva del Estado. Las
modalidades ancestrales de uso de los recursos naturales son reconocidas, siempre que no
contravengan las normas sobre proteccin del ambiente. Las comunidades campesinas y
nativas tienen preferencia en el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de sus
tierras, debidamente tituladas, salvo expresa reserva del Estado o derechos exclusivos o
excluyentes de terceros.
Estos dos ejemplos de intentos de integracin mediante la legislacin estuvieron
separados en el tiempo por uno de los episodios ms oscuros de la historia del Per: el
terrorismo. La zona de selva central en la provincia de Chanchamayo fue una de la ms
golpeadas del Per durante estos aos y sus pobladores sufrieron terribles abusos tanto de las
facciones terroristas, principalmente Sendero Luminoso, como de los propios militares del
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gobierno. Se encontraban en constante estado entre la espada y la pared, donde en la
ecuacin de violencia y caos entraba un componente adicional en las acciones senderistas: el
narcotrfico. Durante la dcada de los 80s y comienzos de los 90s que dur el conflicto
interno, la selva central fue prcticamente abandonada por los gobiernos, limitndose su
presencia en la misma a combatir a los terroristas y narcotraficantes. Esto sumi a la regin en
un retraso notable con respecto a un pas ya de por s golpeado por la guerra interna.
A raz del terrorismo la gente huy de las zonas ms difciles, principalmente en la
sierra central del pas y se gener una ola de migracin principalmente hacia la capital, Lima.
Sin embargo, existi un gran desplazamiento de gente desde la sierra (Ayacucho,
Huancavelica, Junn) hacia la selva. Como seala un estudio del instituto nacional de estadstica
e informtica (INEI), Junn es la segunda regin ms afectada por el terrorismo y a la vez la que
recibi mayor inmigracin despus de Lima. Esto se explica por el desplazamiento de la gente
desde la sierra hacia las zonas urbanas y hacia la selva del departamento de Junn: La
violencia terrorista se focaliz en la sierra central del pas. Se estima que aproximadamente
200 mil familias (alrededor de 1 milln de personas) han sido desplazadas por la violencia
entre 1980 y 1992. Los 5 primeros aos de la dcada del 80, los atentados violentistas
estuvieron focalizados principalmente en el departamento de Ayacucho y en menor medida
Junn, Huancavelica, Cusco, Arequipa y Apurmac. Entre 1983-85 se habran producido el 23%
del total de desplazados, esencialmente de procedencia ayacuchana. Entre 1986 y 1989 los
desplazamientos se elevan al 45 %. Las reas de recepcin ms importantes de los desplazados
despus de Lima son Junn, Cusco, Ica, y los mismos departamentos de Huancavelica,
Apurmac y Ayacucho. La inmigracin se orienta principalmente hacia el rea urbana
especialmente a sus capitales departamentales (INEI 1995).
Por otro lado, desde muchos aos antes del terrorismo, se vena dando un proceso
denominado selvatizacin, analizado de esta manera por el estudio del INEI: La Selva, a
partir de 1940 comienza a crecer significativamente. En ese ao representaba cerca del 7 % de
la poblacin nacional; en 1972 aumenta al 10 %, llegando en 1993 al 12,1 %. Su dinmica
demogrfica se expresa tambin en tasas de crecimiento, muy superiores a las del pas y en
evidente detrimento de la regin serrana. Esta rpida expansin selvtica en el curso de medio
siglo, es resultado del desplazamiento de amplios sectores de poblacin serrana, generando
mayormente las denominadas colonizaciones espontneas y en menor medida las
colonizaciones dirigidas. Al igual que en otras regiones del pas, la selva experimenta un rpido
proceso de concentracin urbana, pero que no hace perder la importancia de las reas rurales.
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La presencia significativa de la poblacin urbana sera mayor, si no estuviera la rural
nutrindose continuamente con el arribo de cientos de nuevos colonizadores. El proceso de
selvatizacin involucra el crecimiento de la poblacin urbana y rural. Esta ltima sigue
creciendo en trminos absolutos contribuyendo a expandir la frontera agrcola. La insercin de
los inmigrantes en las ciudades selvticas, en general, es precaria y desordenada, la barriada
resulta siendo el inevitable lugar de asentamiento poblacional (INEI, 1995).
El tercer motor de la colonizacin moderna de la selva central fue el narcotrfico,
abordado de la siguiente manera por el estudio: En la dcada del 80 y los primeros aos del
90 varias actividades econmicas de la Selva, especialmente de la parte alta, se encuentran
influenciadas por el narcotrfico, el mismo que ha contribuido significativamente a un mayor
crecimiento demogrfico especialmente de sus ciudades. En esta dcada, de 20 importantes
productos tropicales, la coca ocupaba formalmente el sexto lugar con 26 mil hectreas de
cultivo. Los primeros lugares se reservaban para el caf, maz y arroz con 249 mil, 163 mil y 127
mil hectreas de cultivo respectivamente. Sin embargo, por estos aos la superficie cocalera
era realmente mayor. Segn la ENACO (Empresa Nacional de la Coca), los cultivos de coca en
1980 se estimaron en 35 mil hectreas, aumentando en 1986 a 135 mil. Segn fuentes de la
DINANDRO (Direccin Nacional Anti Drogas) la superficie cultivada de coca se estima que
decrece de 129 mil a 108 mil hectreas entre 1992 y 1994 respectivamente. Entre 1993 y 1994
la produccin de coca evoluciona favorablemente de 55,5 mil a ms de 163 mil toneladas
mtricas. La misma fuente afirma que 200 mil familias se dedican al cultivo de la coca o a la
produccin de droga, quiere decir que un milln de personas viviran de este negocio ilcito.
Muchas de las cuales anteriormente se dedicaban a cultivos legales pero no encontraron
canales adecuados de comercializacin y precios razonables para sus productos. Adems
conspiraba contra esta poblacin su aislamiento por la ausencia de vas secundarias de
comunicacin. A esto habra que agregar la degradacin de la capacidad productiva del suelo,
la baja productividad, la baja capitalizacin y baja rentabilidad. Para estos agricultores, muchos
de ellos inmigrantes serranos, la coca resuelve los problemas de rentabilidad, estabilidad y
adaptabilidad que no tienen otros productos tropicales (INEI, 1995).
Estos procesos histricos de colonizacin selvtica, por los diversos factores
mencionados, han puesto en marcha un sistema de uso de tierras que, en su mayora, va en
detrimento de cualquier intento de manejo sostenible del bosque. Por un lado se ha generado
un proceso de occidentalizacin de nativos, donde gran parte de estos mantienen rasgos de
sus costumbres ancestrales pero participan activamente del estilo de vida occidental
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imperante en las ciudades: vestimenta, uso de telfonos mviles, internet, servicios y por
supuesto dinero. Y como se ha presentado previamente, solo en Junn existen casi 700 mil
hectreas tituladas a nombre de comunidades nativas. Las buenas intenciones de reconocer a
las comunidades nativas como propietarias legales de los terrenos donde ancestralmente
vienen viviendo han sido aprovechadas por inescrupulosos para lucrar con dicho
reconocimiento, dando en alquiler para fines agrcolas (ya que la venta de dichas reas est
expresamente prohibida) los bosques bajo su poder. Por otro lado, los mismos colonos son
dueos de vastas extensiones de terrenos en la regin. Como sealan Antn y Reynel (2004),
la mayor parte de la poblacin del valle de Chanchamayo est conformada por migrantes
procedentes de la zona andina. La provincia de Chanchamayo registra una poblacin de 132
900 habitantes, lo cual la convierte en la segunda provincia ms poblada del departamento de
Junn; la densidad poblacional es alrededor de 28 habitantes por kilmetro cuadrado y el 51 %
de la poblacin se encuentra emplazada en zonas definidas como rurales (INEI, 1998). Estas
reas en pocos casos se encuentran tituladas formalmente pero en muchos (la mayora)
ostentan certificados de posesin que pueden llegar hasta 300 hectreas o ms por individuo.
Obtener dicho certificado no requiere mayor accin que instalarse en un rea desocupada
para vivir o trabajar en ella. Este mecanismo promueve la invasin desmedida de bosques que
no pertenecen a alguna comunidad o reserva natural[7], con el fin de tomar posesin de los
mismos y poder hacer uso personal de ellos, sea directamente o a travs de alquileres a
terceros.
Ya sea a travs de nativos o colonos, los trminos de dichos alquileres son duros y
tajantes, los montos cobrados no son baratos (aproximadamente un 25% del costo de
produccin), no existen contratos escritos que protejan al arrendatario de ser desalojado del
terreno antes de la fecha de trmino y si se excede dicha fecha de alquiler y el producto
cultivado sigue en el terreno, el arrendatario pierde todo derecho sobre l. Si sumamos a esta
situacin que el plazo de arrendamiento es generalmente por un ao, es lgico pensar que el
agricultor que arriende dicho terreno invertir lo estrictamente necesario para beneficiarse
solamente durante la campaa de cultivo (dentro del plazo del contrato) y buscar obtener
cosecha de la forma ms rpida posible, simplificando las labores a realizar a lo largo del ao,
siguiendo el siguiente razonamiento:
a) No se abona orgnicamente: porque los nutrientes no estarn disponibles para el
actual cultivo sino hasta la siguiente campaa (ya vencido el alquiler).
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b) Se quema la vegetacin, porque es la manera ms rpida, fcil y econmica de
despejar un rea para siembra, evitando la preparacin manual que toma tiempo y
podra ir en detrimento de la duracin efectiva que tienen para aprovechar ese
alquiler.
c) No se hace reforestacin para agroforestera, porque los resultados de la misma
toman aos.
d) No existe rotacin de cultivos, porque solo tienen la posibilidad de permanecer en
esos terrenos por un ao.
e) No se establecen medidas para recuperar y mantener la fertilidad de un terreno
despus de cosechar un producto, porque el beneficio ser de un tercero.
Existen numerosos ejemplos que grafican la insostenibilidad de este sistema,
amparado en leyes que originalmente buscaban otros fines ms altruistas, en la inaccin del
estado y los entes encargados de hacer cumplir los reglamentos, en la irresponsabilidad y falta
de conciencia ambiental de los poseedores de los terrenos, que alquilan sin distincin un
bosque primario, secundario o purma[8] emergente para cualquier fin, sin importarles el
manejo que se le d y de los propios arrendatarios, que aceptan dicha realidad. Finalmente,
sus motivaciones son netamente econmicas. Sin embargo, el factor ms peligroso, arraigado
entre todos estos actores, es por un lado la actitud totalmente cmoda y antimalthusiana
frente a la degradacin de los bosques: son muy grandes, nunca van a terminarse. Y si
empieza a suceder, algo se nos ocurrir y por otro lado el carcter inherente a los colonos
de no pertenencia a una regin. Saben lo que es desplazarse de sus lugares de origen y estn
dispuestos a hacerlo nuevamente si la situacin lo amerita. Ellos piensan si se terminan los
bosques o volvemos improductiva la regin, pues nos movemos a otra. Por el lado de los
nativos occidentalizados, la erosin cultural y el impacto de la revolucin verde han
desplazado notablemente las tecnologas nativas ancestrales que favorecan un manejo
sostenible de los bosques. Este ha sido reemplazado por una actividad agrcola que, como
sealan Antn y Reynel, ha alterado de manera ms notoria el paisaje del mbito. Aaden que
es importante enfatizar que la agricultura migratoria, con rozo[9], quema y posterior abandono
de tierras, constituye una de las principales amenazas a la conservacin de los recursos
forestales en la zona y que los cultivos de arroz, maz y pltano ocupan una proporcin
importante de las reas dedicadas a cultivos en limpio en la zona. Como se ha discutido en
12
prrafos anteriores, estos cultivos son de los principales abanderados y apadrinados por la
revolucin verde.
El resultado de esta situacin es ms notorio en el valle de Chanchamayo, en Junn,
donde se ubica buena parte de los cultivos de jengibre, debido a que es el mbito de selva
amaznica ms econmicamente accesible desde la capital. Por su misma accesibilidad, se
trata tambin de un mbito de selva fuertemente impactado por la actividad humana desde
hace mucho tiempo. La cubierta boscosa, sobre todo en los espacios planos y con capacidad
agrcola, ha sido dramticamente alterada. Sin embargo, esparcidos en el valle se observan
tambin fragmentos o relictos de bosque intactos o casi intactos, sobre todo en las reas con
limitaciones de trnsito, como por ejemplo las de pendiente marcada. Tambin, como es
obvio, los niveles de impacto antropognico sobre la vegetacin se van haciendo menores
conforme uno se aleja de los centros poblados (Antn D, et al. 2004).
El estudio Relictos de bosques de excepcional diversidad en los andes centrales del
Per nos presenta en cifras la situacin de deforestacin en la regin Junn al 2004: La
cubierta original de bosques nativos ha sido deforestada en ms del 80%, mayormente con
fines de establecimiento de agricultura. En Pasco y Junn, el 91% de la deforestacin se ha
realizado en bosques de colinas con pendientes fuertes y reas de proteccin. De las reas
deforestadas, solamente un 25% estn cultivadas. El resto se ha transformado en pajonales[10],
purmas y reas degradadas. Para el ao 1990 Junn haba sido deforestado en un 28% (Cuadro
1). El mayor desembosque se ha producido en las localidades de San Ramn, La Merced y
Satipo, que son las ms accesibles. Los bosques remanentes que existen actualmente se
encuentran localizados en colinas altas y montaas con inaccesibilidad natural y de acuerdo a
un clculo reciente, abarcan una superficie de 84 688 ha en la provincia de Chanchamayo
(INRENA, 1996).
CUADRO 1: DEFORESTACIN EN EL DEPARTAMENTO DE JUNN
Area (has)
% Bosque departamental
% Bosque amazona peruana
Superficie amaznica original 2338 600 100 3,1
Superficie deforestada a 1985 538 446 23,02 0,71
Superficie deforestada a 1990 660 711 28,25 0,87
Superficie deforestada a 1995 774 000 33,1 1,02
Total deforestado* 1973 157 84,37 2,6
FUENTE Y ELABORACIN: INRENA (1996) *Promedio deforestacin por ao: 24 453 has
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Tomando en cuenta que los datos observados en la tabla 1 son hasta el ao 1996 y
asumiendo que el promedio deforestado por ao en la regin haya mantenido la tendencia
mostrada (24 453 has anuales), podemos inferir que para el 2006, ao en que La Grama lleg a
trabajar a Junn, el rea deforestada haya sobrepasado los 2,2 millones de hectreas; lo que
equivale a un alarmante 94,8 % del rea amaznica original de dicho departamento. Hay que
tener en cuenta sin embargo, que estos datos se refieren a bosques nativos primarios que en
algunos casos fueron talados hace muchos aos y que han atravesado un proceso de sucesin,
generndose bosques secundarios que se pueden observar en la actualidad. Adicionalmente,
es de esperar que la tasa de deforestacin disminuya progresivamente a medida que cada ao
es ms difcil tener acceso a los bosques nativos, ya que se encuentran a mayor distancia y en
topografa cada vez ms inaccesible y/o no adecuada para agricultura.
3. La Grama en este contexto
El crecimiento econmico del Per en los ltimos 20 aos ha sido prcticamente
ininterrumpido, alcanzando incluso cifras de dos dgitos en la ltima dcada. Las exportaciones
totales del pas pasaron de US$ 3 500 millones el ao 1993 a casi US$ 35 000 millones el ao
2010. Las exportaciones agropecuarias en ese mismo lapso de tiempo aumentaron de US$ 263
millones a US$ 3 200 millones.
CUADRO 2: VALOR FOB DE EXPORTACIONES AGROPECUARIAS PERUANAS ANUALES 1990-2010 (EN MILLONES DE US$)
FUENTE Y ELABORACION: INFORMACCION (2011)
Sin embargo, vemos que el nico producto procedente de la selva con cifras
significativas de exportacin el 2010 fue el caf, con US$ 887 millones, ubicndose en el primer
lugar. Esto no es ninguna novedad, ya que desde hace muchos aos es considerado un
producto tradicional de exportacin, cotizado como commodity. En el noveno lugar del rnking
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010CAFE 98 104 69 56 186 284 223 397 281 265 222 180 188 181 290 304 512 412 643 549 887ESPARRAGOS 31 45 62 82 88 109 130 138 128 149 145 160 187 207 235 263 316 393 450 362 427PMT.SECO 0,1 0,1 0,1 0,2 2 1 3 6 16 19 22 50 95 73 92 136 98 97ALCACHOFA 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,8 0,9 2 7 22 44 66 71 94 79 96LECHE EVAP. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 6 10 18 34 40 51 65 85 59 77MANGOS 2 2 6 5 7 7 11 9 12 24 22 28 35 36 48 43 66 56 54 54 119UVAS 0,4 0,2 0,2 1 1 1 4 2 1 4 6 12 21 24 20 35 46 41 77 91 180PMT.CONSERV. 0,3 0,8 1,2 0,7 1 1 3 5 7 11 21 32 36 50 54 78 74 84PALTA 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 2 3 5 16 19 24 38 54 71 63 85CACAO 13 14 10 11 14 22 20 18 17 15 9 8 14 21 27 29 32 45 69 69 79CITRICOS 0,3 0,4 0,2 0,05 0,5 0,3 1,0 0,6 0,01 0,7 1 4 6 8 13 18 23 34 48 42 57BANANO 0,3 2 6 7 11 18 27 31 46 49 57PELOS Y LANAS 16 30 34 22 20 24 41 55 34 25 24 27 31 44 49 39 37 49FRIJOLES 1 1 2 6 12 15 12 12 15 26 10 17 15 20 20 28 36 32 50 52 47TARA 1 4 6 6 3 2 2 3 3 2 3 5 7 7 6 11 20 26 23 13 40ACEITUNAS 1 2 1 2 2 4 6 8 6 4 9 7 6 8 12 16 15 18 27 24 38CEBOLLAS 4 5 7 13 8 11 14 9 14 15 14 16 19 19 22 23 26 44AZUCAR 36 33 22 13 33 30 37 33 27 8 15 17 16 19 15 13 43 19 21 35 54COCHINILLA 13 9 11 9 13 29 39 33 16 13 10 9 10 11 16 18 19 21 15 13 67MARIGOLD 7 8 16 19 20 16 20 29 17 35 28 20 23 22 21 21 14 7 8 9 12FLORES 5 7 6 4 4 5 5 6 4 5 5 5 5 5 6 6 7 7 7 6 7OTROS 85 123 67 29 53 55 76 91 64 75 75 90 143 149 188 228 277 419 532 652 562TOTAL AGRO 294 352 278 263 471 620 621 811 627 687 641 644 770 848 1.126 1.339 1.794 1.967 2.597 2.456 3.164
14
2010 encontramos al cacao con US$ 79 millones. Los dems productos ubicados entre los
primeros diez del rnking son de origen costero. Incluso no aparece otro producto procedente
de la Amazona entre los veinte primeros.
No es sorprendente entonces, que a raz de su tradicin exportadora estos sean los
nicos cultivos manejados responsable y sosteniblemente en la regin, explicado en cierta
medida porque son especies perennes que son productivas por muchos aos, no requieren
aperturas anuales de nuevos terrenos ni rotaciones de cultivos. Lo que s sorprende
definitivamente, es que siendo la selva amaznica peruana una de las regiones con mayor
biodiversidad del mundo, con una extensin de 78 288 055 km (60,91 % del territorio
peruano), solo pueda haber consolidado dos productos importantes en cuanto a valor
exportado en la cartera agroexportadora peruana.
Los antecedentes presentados en el captulo anterior explican la situacin actual de la
agricultura amaznica, en especial en la selva alta de la regin Junn. Si sumamos a esto el
posicionamiento del jengibre dentro de esta agricultura amaznica, explicado por sus
caractersticas especiales sealadas en el primer prrafo de los antecedentes, entonces queda
claro el complejo panorama que encontr La Grama el 2006 para no solamente desarrollar el
manejo sostenible del cultivo, sino mejorar su calidad intrnseca, productividad, eficiencia y
que se vuelva econmicamente atractivo para los productores, como sucede con el caf.
La Grama identific tres ejes bsicos de insostenibilidad del agronegocio del jengibre
orgnico a mediano y largo plazo:
a) I. econmica: la cada vez menor disponibilidad de suelos adecuados para el cultivo
genera la bsqueda de nuevos terrenos para siembra cada vez ms alejados,
encareciendo los costos de transporte. Solamente el flete[11] por traer su cosecha hasta
planta de proceso puede significar un 30-40 % de los costos de produccin.
b) I. sanitaria: las malas prcticas agrcolas, de manejo de aguas, preparacin de terrenos,
seleccin de semillas, etc. han causado la proliferacin de enfermedades fungosas y
bacterianas que cada ao se presentan con mayor incidencia y severidad.
c) I. de fertilidad: el jengibre es un cultivo altamente extractivo, que consume grandes
cantidades de nutrientes del suelo. La ausencia de prcticas de conservacin de suelos,
15
la nula utilizacin y reciclaje de insumos y la constante migracin de las siembras dejan
a su paso suelos inutilizables, erosionados y pobres. Debido al sistema de alquileres
explicado, nadie invierte en la recuperacin de dichos suelos por lo que resulta ms
cmodo y viable buscar un suelo con fertilidad natural (llmese bosque primario o
secundario).
Los dos ltimos ejes de insostenibilidad son los que directamente tienen incidencia
sobre la prdida de bosques primarios y secundarios, debido a que se basan en una estrategia
de escape frente a los problemas fitosanitarios y de prdida de fertilidad, los cuales son
ausentes en los bosques. Adicionalmente son los ms difciles de combatir no solamente
porque implican nadar contra la corriente histrica sino porque tienen un componente
econmico: se debe invertir en medidas concretas de manejo, situacin que el agricultor y el
sistema no ve con buenos ojos. En vista de esto, La Grama determin que la mejor estrategia
posible para estos ejes es la de educar en el concepto de costo-beneficio, distinguir entre
inversin y gasto, aumento de rendimientos, mejoramiento de la calidad y mayores retornos.
Por otro lado, enfatizar la insostenibilidad econmica reflejada en la lejana de las siembras,
motivando a los productores a utilizar terrenos ms cercanos donde sus costos de transporte
sean significativamente menores y la inversin realizada para poder cultivar jengibre en esos
terrenos aparentemente intiles sea compensada largamente por el ahorro en flete y por
supuesto, por el aumento del rendimiento y calidad exportable. Esta estrategia se basa
entonces, en volver econmicamente atractivo para el agricultor el sistema sostenible de
manejo de jengibre. Al ver una mejora econmica aceptar los sistemas propuestos e
indirectamente no recurrir a la tumba de bosques para futuras siembras. Paralelamente, al
aumentar los rendimientos por hectrea, se necesitarn menos terrenos para producir un
mismo volmen. Lgicamente este es un proceso lento y paulatino, debido a los fuertes
factores culturales y tradicionales imperantes descritos en los antecedentes.
La Grama desde el inicio de sus operaciones en la selva de Junn en 2006 hasta la
actualidad, trabaja bajo el esquema de certificacin grupal, con productores pequeos
(promedio 2 hectreas) a los que se otorga asistencia tcnica y seguimiento para verificar el
cumplimiento con las normas orgnicas relevantes. Al no existir experiencias de exportacin
de jengibre a mercados con altos estndares de calidad, ni mucho menos orgnicos, la
informacin respecto a cultivo, manejo postcosecha y procesamiento es prcticamente nula,
por lo que en primer lugar haba que empaparse de la realidad existente y a partir de all
buscar la mejora continua de todos los procesos en la cadena productiva.
16
Es pertinente detallar entonces aspectos de la botnica del jengibre y el manejo
tradicional que se encontr. Se trata de un cultivo anual pero con la capacidad de comportarse
como perenne ya que su principal forma de propagacin es mediante rizomas, los cuales sirven
como rgano de reserva de nutrientes y de conservacin bajo condiciones adversas, como por
ejemplo sequa. Dichos rizomas tienen la capacidad de constantemente emitir brotes
vegetativos, lo que permite que una sola planta pueda establecerse durante aos en un mismo
lugar, produciendo sendos brotes consecutivos. Pero como se ha mencionado, es un cultivo
anual ya que cada ao se siembra y cosecha el rizoma entero, a pesar de que como se ha
explicado tiene el potencial de permanecer en el terreno sin deteriorarse significativamente,
durante perodos de hasta dos aos. Sin embargo, para el mercado de exportacin es
recomendable que el rizoma sea cosechado a partir de los nueve meses desde la siembra y
hasta los quince meses, antes que el ciclo de lluvias empiece a ocasionar el deterioro de la
cscara y propiciar el pelado del rizoma, caracterstica indeseable para el jengibre de
exportacin. El sistema tradicional de cultivo consiste en la eleccin de un terreno de bosque
con ms de quince aos de formacin, ya que son los que tienen los suelos ms ricos
naturalmente. Dicho bosque es limpiado y quemado, eliminando todo resto de vegetacin pre
existente. Posteriormente se prepara el terreno haciendo pozos de 30 cm. de profundidad y a
un distanciamiento de 40 cm. entre lneas y pozos dentro de una misma lnea, lo que deja una
poblacin de 62 500 plantas de jengibre a la siembra. Este sistema tradicional busca maximizar
el nmero de plantas por hectrea pero en realidad lo que ocasiona es una alta densidad que
impide el desarrollo de cada rizoma individual, alcanzando calibres de 500 grs. como mximo.
Posteriormente, tres meses despus de la siembra, se realiza un aporque[12] para fomentar el
crecimiento del jengibre en este volmen de suelo y evitar su exposicin al sol, lo que ocasiona
quemado de puntas y verdeado de la porcin expuesta. Sin embargo, al realizar solo un
aporque (por ahorro de mano de obra) se ven obligados a sembrar a tanta profundidad (30
cm.), lo que ocasiona que la planta invierta valiosas cantidades de energa en buscar luz al
brotar, evidencindose etiolacin y poco vigor de los brotes, lo que redunda en bajos
rendimientos a nivel de llenado de rizoma. El manejo de malezas es intenso en las primeras
etapas del cultivo, utilizndose el mtodo de arrancarlas de raz, lo que demanda grandes
cantidades de mano de obra y dejando el suelo totalmente expuesto a merced de la erosin
hdrica y los rayos solares que tienen una intensidad muy alta en esta latitud, ocasionando la
muerte de los microorganismos del suelo y su posterior desecacin y encostramiento, lo que
redunda en falta de aireacin y poca permeabilidad. Despus del aporque, el agricultor
tradicional no regresa a su campo hasta que terminan las lluvias, dejando que el campo se
SANHighlight
17
enmalece en los meses crticos de llenado del rizoma, donde la planta necesita luz para
fotosintetizar y producir alimento que pueda traslocarse al futuro producto comercial. Esta
prctica contribuye tambin a los bajos rendimientos tradicionales. Una vez finalizadas las
lluvias, la planta deja de recibir agua y comienza un proceso fisiolgico de curado[13] o
endurecimiento de la piel del rizoma, para evitar prdidas por deshidratacin. Si la siembra se
realiz tardamente o el rgimen de lluvias no fue el esperado el rizoma puede verse forzado a
iniciar el proceso de curado natural antes de haber alcanzado su madurez fisiolgica y su
tamao potencial, lo que reduce la calidad y por ende el retorno que puede obtener el
productor. Finalmente, el productor tradicional cosecha los rizomas extrayendo la planta
entera y separando con la mano el rizoma del tallo hmedo, lo que muchas veces ocasiona
dao mecnico al mismo, hacindolo descartable para el mercado de exportacin.
Adicionalmente el sistema tradicional utiliza sacos para colocar los rizomas cosechados, los
cuales son arrumados en las camionetas usadas para transportar el producto hasta los centros
de acopio, lo que aumenta las prdidas por aplastamiento del producto. El tratamiento
tradicional que se le da al jengibre a partir de aqu se muestra incluso an ms ineficiente que
en la etapa de campo. En los centros de acopio los sacos de jengibre son arrumados uno
encima del otro y expuestos a las inclemencias del tiempo como el fuerte sol de la zona o las
torrenciales lluvias, sin ninguna cobertura. En esas condiciones, que favorecen el deterioro, el
jengibre espera ser procesado junto con el producto de muchos otros productores, sin ninguna
clase de identificacin que asegure una trazabilidad coherente. Dicho proceso consiste en un
lavado con agua a presin para retirar el barro superficial y una posterior seleccin y
clasificacin por calibres. Cabe resaltar que el agua utilizada en este lavado proviene
directamente del ro, que tiene una carga bacteriana no apta para el lavado de alimentos.
Ante este panorama y de acuerdo a la estrategia planteada desde un inicio, La Grama
empez por hacer hincapi en aumentar la calidad y eficiencia de toda la cadena productiva
del jengibre. Se introdujo el uso de jabas[14] plsticas para cosecha en reemplazo de los sacos
de yute[15] tradicionales. Dichos sacos tienen una capacidad de 80 Kg. y su ventaja aparente
radica en la versatilidad para utilizarse en terrenos de elevada pendiente y el mayor volmen
por carga[16] en comparacin con las jabas: en una carga pueden entrar diecisis sacos (1300
Kg) o sesentaicinco jabas (1000 Kg.). Siendo el costo por flete el mismo, el agricultor percibe un
mayor ahorro llevando mayor volmen. Sin embargo, el anlisis que no se toma en cuenta es
el descarte generado por el dao mecnico durante el transporte. Mientras en los sacos esto
puede significar hasta un 35 %, en las jabas no llega al 5 %. De esta manera, la cantidad
18
efectiva por carga que llega a planta de empaque es de 845 Kg. y 950 Kg. respectivamente. Al
ver estos resultados, el agricultor rpidamente adopto el nuevo sistema.
FOTOGRAFIA 1: ADAPTACION DE JABAS PARA COSECHA DE JENGIBRE AUTOR: LA GRAMA
Otro aspecto que mejor la calidad y eficiencia en campo fue la introduccin de la
cosecha selectiva. El panorama encontrado era tal que, al aplicar los criterios de exportacin,
los porcentajes de descarte eran muy elevados. Esto debido a que el mercado nacional tiene
unos criterios de clasificacin basados nicamente en tamao de rizoma. La calidad no es un
factor importante. Debido a esto, el agricultor puede entregar la totalidad de su carga para
este mercado sin importar si el rizoma presenta pudriciones, excesivo dao mecnico o
deshidratacin severa. El consumidor local no demanda calidad y por ende no se le oferta
calidad. Otro aspecto a tomar en cuenta es que, para disimular daos excesivos, el
comercializador de mercado nacional mezcla los rizomas de buena calidad con los de mala
calidad; y coloca estratgicamente los rizomas grandes de manera que sean los visibles,
escondiendo los pequeos dentro de los sacos con el fin de confundir al consumidor. Por esta
razn, el agricultor no se ve afectado si tiene un alto porcentaje de mala calidad, porque de
todas maneras la totalidad de su produccin ser comercializada a nivel local, situacin que no
ocurre con el mercado de exportacin, donde fcilmente se evidencian todas las falencias y
estas son separadas. De esta manera, su costo unitario por transporte se eleva, ya que est
pagando por producto que ser rechazado para mercado de exportacin. Es en este contexto
que se introduce el concepto de cosecha selectiva, que consiste en elegir en campo solamente
los rizomas que cumplen con los estndares de exportacin, destinando el resto a mercado
nacional. De esta manera se obtienen altos porcentajes exportables que cubren largamente los
19
fletes pagados. Adicionalmente, se instaur un sistema de incentivos entre los cuales se
encuentra pagar un sobreprecio de 5 % para los productores que superen un nivel de
porcentaje exportable, establecido de acuerdo a la poca del ao ya que la calidad vara a lo
largo de este.
El aumento del porcentaje exportable est relacionado con el cambio de ciertas
prcticas culturales que afectaban la calidad del rizoma. Un ejemplo lo constituye la prctica
de cosecha tradicional de arrancado de tallos, donde el agricultor en su afn de extraer el
jengibre del suelo jala con fuerza los tallos para separarlos del rizoma, lo que genera un
rasgado caracterstico:
FOTOGRAFIA 2: RIZOMA DAADO POR RASGADO DE TALLOS EN COSECHA. AUTOR: LA GRAMA
Debido a los altos porcentajes de descarte que este dao generaba, ya que dicha
herida suele ser entrada para patgenos que terminan pudriendo el rizoma, se instaur entre
los productores la costumbre de doblar el tallo a la altura del cuello de planta para fomentar la
desecacin de la parte area, lo que posteriormente permite sacar el tallo sin causar dao.
Esta prctica fomenta lo que localmente se conoce como curado del rizoma. La otra opcin
planteada fue la de cortar con tijeras dichos tallos al momento de cosecha, dejando que en
planta empacadora se procese adecuadamente.
20
FOTOGRAFIA 3: RIZOMA CON TALLOS CORTADOS DURANTE COSECHA AUTOR: LA GRAMA
El manejo postcosecha del producto es otro aspecto que se ha visto dramticamente
alterado con respecto a las prcticas tradicionales locales. La alta inversin en infraestructura
hecha por La Grama, acorde a las necesidades y exigencias relativas a buenas prcticas de
manufactura, higiene, mantenimiento de la calidad y condiciones de trabajo para el personal
significaron una verdadera revolucin para la regin en la manera de trabajar el producto una
vez cosechado. No es objetivo de este documento detallar esta parte de la cadena productiva
pero s sealar que fue un factor de cambio introducido por La Grama que tuvo un efecto
positivo y determinante en la calidad e inocuidad del jengibre, por lo que fue adoptado por
otros procesadores de la zona e incluso abastecedores del mercado local.
Estas y otras mejoras introducidas por La Grama, a fin de aumentar la calidad y
eficiencia en el manejo del jengibre, no hubiesen sido posibles sin un adecuado equipo tcnico,
que brinde capacitaciones, asistencia tcnica e inspecciones internas orgnicas. Dicho
seguimiento gener una relacin ms cercana con el productor, desencadenando una
migracin del sistema de entregas a acopiadores hacia entregas directas a La Grama; esto
porque el productor se dio cuenta que el acopiador monopolizaba toda la informacin del
mercado y por ende pagaba segn su conveniencia, sin fomentar mejora alguna. Entregando
directamente vio que poda acceder a capturar mayor valor en la cadena productiva y que
sera premiado por su calidad. No obstante, existen productores que continan utilizando
acopiadores para realizar sus entregas, debido a las facilidades logsticas que les brindan; sin
embargo, ahora saben cul es el verdadero valor de su producto, forzando a los acopiadores a
pagarles lo que les corresponde. Si antes el margen de utilidad del acopiador poda estar en el
21
orden del 150-200 %, con la nueva situacin dicho mrgen ahora es de alrededor del 15 %,
convirtiendo al acopiador en un actor que agrega valor a la cadena, no uno que la entorpece.
Durante este proceso los precios han aumentado considerablemente, consecuencia
lgica de la nueva demanda generada frente a una misma oferta. El ndice de crecimiento de
precio por kilogramo de jengibre puesto en chacra[17], entre el ao 2006 hasta el 2010 ha sido
del 500 % y desde el despegue del precio en 2006 el mnimo en los aos sucesivos nunca ha
alcanzado menos del 250 % del precio original. Por otro lado, la inflacin peruana en esos aos
se ha mantenido en promedio en 3 % anual, encontrndose solo un pico de 7 % en enero de
2009, consecuencia de la crisis econmica internacional.
Esta situacin nos grafica el nuevo posicionamiento que tomaron los agricultores con
respecto a la situacin tradicional antes de la llegada de La Grama: el ingreso por hectrea es
mucho mayor mientras los costos son bsicamente los mismos, por lo que su rentabilidad es
superior permitindole mejorar su calidad de vida adquiriendo bienes, mejorando sus
viviendas, accediendo a ms y mejores servicios, etc. Otro cambio notable es la inclusin del
agricultor en el sistema financiero. Anteriormente reciban sus pagos en efectivo y de manera
informal, sin generar ninguna constancia de pago por el dinero que reciban. Adems de la
informalidad, este sistema no promueve el ahorro, ya que al recibir en la mano el dinero, el
agricultor se ve tentado de gastarlo muy rpidamente. Al obtener de La Grama cuentas
bancarias y recibir su dinero en ellas, empez una cultura de ahorro entre los productores. Se
dieron cuenta que no era necesario colocar la plata bajo el colchn o gastrsela
inmediatamente, eliminando el factor psicolgico de tenerla en la mano, que
automticamente disparaba la necesidad de gasto. Este ahorro permite al agricultor ordenar
sus gastos a lo largo del ao, dejndole cierto mrgen para invertir en el cultivo del siguiente
ao y as elevar su productividad. El otro beneficio directo para el agricultor es el acceso a
crditos y prstamos de los bancos y cajas rurales[18].
Los tres factores descritos (mayor mrgen, ahorro y acceso a crditos) son los que La
Grama considera como los motivacionales para que el agricultor invierta en su cultivo y en el
manejo sostenible que se persigue. Como se mencion prrafos arriba, la estrategia elegida de
educar en costo-beneficio est fundamentada principalmente en que el agricultor perciba una
mejora econmica y como resultado est dispuesto a invertir en adoptar estos sistemas
sostenibles. Los resultados de estos factores han sido relativamente rpidos de obtener, por
las razones descritas en el prrafo anterior y que se desprenden del mercado y la
22
Criterio
Cantidad
extra
(S/.)
1 P.B.
Sobre el precio de mercado. Que apruebe inspeccin interna de
las normas orgnicas y sea certificado externamente. Debe
firmar acuerdo de agricultor.
0%
2 P.R.
Criterios P.B. + cumplimiento de requisitos de certificacin:
letrina, lavamanos, letrero, cuaderno al da, no envases de
pesticidas (permitidos o prohibidos) en su casa o campo,
correcto almacenamiento de envases llenos y los vacos deben
perforarse y lavarse.
5%
3 P.S.
Criterios P.B. + debe aprobar formato de inspeccin en
recepcin (calibre + sanidad) y superar en 10 % el mnimo
establecido de jabas exportables de acuerdo a la poca del ao.
5%
4 M.S.A
Criterios P.B. + siembra en purmas de mximo 5 aos. No tumba
de bosques primarios ni secundarios (debe haber ocurrido
antes de 1994), siembras en suelos ya cultivados anteriormente
pero con un descanso suficiente.
5%
5 M.S.B Criterios P.B. + M.S.A + no quema + tumba selectiva. 10%
6 M.S.C
Criterios P.B. + M.S.A + M.S.B + siembra de leguminosas y/o
materia orgnica: forestales a la siembra de kin y cobertoras a
la cosecha y/o incorporacin de materia orgnica compostada +
microorganismos.
5%
7 M.S.DCriterios P.B. + M.S.A. + M.S.B + M.S.C + Agroforestera y
Rotacin. 5%
Prcticas de manejo sostenible CCombatir erosin y prdida de nutrientes y biomasa del suelo:
recuperar fertilidad despus del cultivo.
Prcticas de manejo sostenible D
Sistema ya establecido para mantener la fertilidad de un suelo
ya cultivado. Promover biomasa en ese suelo para combatir
enfermedades. Buscar que se vuelva a sembrar en ese mismo
terreno despus de 2 aos.
Prcticas de manejo sostenible A Evitar siembras en monte real o bosques secundarios.
Prcticas de manejo sostenible BCombatir erosin y prdida de nutrientes y biomasa del suelo:
erradicar la prctica de quemar.
Precio requisitos de certificacin Fomentar entre todos los agricultores el cumplimiento de estos
RC.
Pre-seleccin o cosecha selectiva
Fomentar entre todos los agricultores la cultura de seleccionar
en campo para que vean las ventajas de esto: al obtener ms
producto que recibir mayor precio, su flete se diluye.
Niveles Definicin Objetivos
Precio base Captar nuevos productores al programa orgnico.
formalizacin. Al factor mayor ingreso hay que sumarle el elemento de la mejora en calidad
y productividad por hectrea, cuyos resultados son observables ms a mediano y largo plazo,
conforme se van implementando, adaptando y adoptando las nuevas tecnologas. Sin
embargo, los ejemplos de utilizacin de jabas, cosecha selectiva y curado de rizoma
constituyen casos reales de mejoras ya adoptadas y percibidas como tales por los productores,
lo que indica una apertura de ellos hacia nuevas tecnologas, siempre y cuando les signifique
un beneficio principalmente econmico. Debido al carcter netamente econmico en la
motivacin de los productores y con el afn de potenciar la adopcin de los sistemas
deseados, La Grama instaur un sistema de incentivos de acuerdo a una escala de criterios de
cumplimiento, que van generando un sobreprecio que puede llegar hasta 30 % en caso de
cumplir con todos:
CUADRO 3: SISTEMA DE INCENTIVOS DE LA GRAMA PARA LOS PRODUCTORES DE JENGIBRE ORGANICO
FUENTE Y ELABORACIN: PROPIA (2010)
Asimismo, a fin de balancear la estrategia de fomento en la adopcin de los sistemas
deseados en base al mrito, La Grama tambin maneja un sistema de sanciones por
incumplimientos de las normas de certificacin. El detalle de dicho sistema se encuentra en el
manual del sistema de control interno de La Grama y est basado en dos tipos de
incumplimientos (mayores y menores) que generan cuatro tipos posibles de sanciones que van
desde la amonestacin hasta la cancelacin del acuerdo entre el productor y la empresa, de
acuerdo a la severidad del incumplimiento. En relacin a fomentar la conservacin de bosques
est la prohibicin absoluta de tumbar y/o quemar bosques primarios y/o secundarios para
23
siembra de jengibre. Si es productor nuevo, no puede ingresar a la lista de certificacin de La
Grama y si es uno antiguo su producto no es cosechado por la empresa y el productor es
sancionado por un ao, hasta su siguiente siembra donde se verificar que no reincida en esta
falta.
De acuerdo a las estrategias planteadas, los sistemas de incentivos, sanciones y las
tecnologas implantadas y propuestas, se desprenden los siguientes objetivos fundamentales:
a) Desterrar el sistema de agricultura tradicional migratoria, eliminando la concepcin
popular de que el jengibre slo prospera si es sembrado en monte real[19] y bajo el
sistema de rozo y quema de toda la vegetacin existente.
b) Implantar un sistema de sostenibilidad del cultivo haciendo rotaciones y recuperando
los suelos recin cosechados mediante prcticas culturales, a fin de poder ser
utilizados en aos posteriores y crear un crculo virtuoso en el cultivo de jengibre.
c) Desarrollar sistemas agroforestales, que recuperen suelos degradados y sub utilizados,
aumenten los rendimientos esperados del jengibre y brinden al agricultor un ingreso
adicional mediante el aprovechamiento de la madera.
De esta manera, la propuesta para la sostenibilidad del jengibre orgnico consiste en
establecer tecnologas basadas en prcticas culturales y de aprovechamiento de los recursos
para recuperar suelos degradados, reutilizar en el mediano plazo suelos cultivados con
jengibre mediante sistemas de rotacin de cultivos, circunscribir este ciclo productivo a un
rea delimitada fija (evitando la migracin), recuperar zonas boscosas combinadas con
agricultura y mejorar los rendimientos, calidades y retornos del cultivo de jengibre orgnico
para exportacin. Debido a que estas medidas son observables a mediano y largo plazo,
tiempo que el agricultor no est dispuesto a invertir con sus propios recursos, La Grama
adquiri un terreno de 52 hectreas para tener un lugar donde implantar dichas medidas; que
sirva como parcela demostrativa para la capacitacin de los productores y que acte como
referente para la replicacin de dichas tecnologas en todos los cultivos de jengibre orgnico
pertenecientes a la lista de certificacin de La Grama.
De las 52 hectreas totales de esta chacra, 22 has son de proteccin (5 has de ribera de
ro y 17 has de bosque primario para conservacin) y de las 30 has restantes 5 has son
24
ocupadas por caminos y quebradas, dejando 25 has aptas para cultivos en limpio. El terreno
est ubicado entre la cumbre de una montaa en su zona ms alta, donde est delimitado por
la divisoria de aguas[20] y el ro Ipoki en la parte ms baja. Colinda por uno de sus costados con
otro propietario que cultiva cacao y por el otro lado con una purma de aproximadamente 25
aos, que pertenece a otra persona natural.
En la parte alta del terreno, donde se determina la divisoria de las aguas de lluvia, se
encuentran las 17 has de bosque primario. Este bosque se mantendr como conservacin por
diversas razones, entre las cuales podemos mencionar el mantenimiento de la biodiversidad,
refugio de especies controladoras de plagas y enfermedades, fuente de microorganismos
nativos para la preparacin de insumos agrcolas y su posterior inoculacin en las parcelas para
as aumentar de biodiversidad de suelos degradados, como proteccin de la cabecera de micro
cuenca contra las lluvias y posibles deslizamientos y prdida de suelo, adems de proteccin
de las aguas que se acumulan en la cumbre y que originan la escorrenta que se va a
aprovechar para riego, asegurando un agua de calidad. Otro recurso natural importante es la
fuente de agua alternativa que se encuentra en la parte ms baja del terreno y que limita con
el ro Ipoki. Dicho ro tiene agua todo el ao, trayendo un caudal promedio de 60 m3 / seg. en
las pocas de lluvias y de 30 m3 / seg. en las de estiaje. El terreno tiene aproximadamente el 70
% de su rea total (unas 35 has) con una pendiente del 35-40 % y el 30 % restante con
pendiente de 0 % (rea ms cercana al ro). Esta distribucin nos permitir hacer distintos
ensayos en esta variedad de condiciones, que son las que tienen los productores. La
vegetacin predominante en el rea de pendiente es el yungor, rbol de hojas grandes
parecidas a las tpicas del gnero Ricinus (que al caer obstaculizan el crecimiento del cultivo) y
de madera no aprovechable que predomina en purmas jvenes (5-10 aos) mientras que en la
parte sin pendiente predomina el matico (Piper angustifolium), rbol de hojas pequeas que
brinda un 30 % de sombra y cuya madera puede utilizarse para instalaciones rsticas en campo
como comedores o bases para letrinas. En esta zona de terreno sin pendiente existe una alta
poblacin de la leguminosa conocida como kudzu (Pueraria phaseoloides). El bosque de
proteccin s cuenta con numerosas especies nativas tales como cedro, caoba, bolaina,
ishpingo, sangre de grado, tornillo, orqudeas, etc. que como se ha mencionado no se utilizar
ms que para obtener inculo de microorganismos nativos y material de propagacin de
alguna especie de inters. Esta propiedad entonces, constituye la materia prima para la
difusin de los sistemas agroforestales sostenibles deseados, que lgicamente puedan cumplir
a cabalidad con los requisitos de la norma Biosuisse.
25
4. Criterios de seleccin de productores Biosuisse
Todos los productores de jengibre que deseen volverse proveedores de La Grama
deben cumplir con los requisitos de las regulaciones orgnicas relevantes para la empresa:
USDA / NOP, JAS, Reglamento Tcnico Peruano de Productos Orgnicos y el Reglamento
Europeo 843/2007. Adicionalmente las disposiciones especficas de la certificadora Control
Union (CU), contempladas en su documento Inspection Regulation. Una vez verificado el
cumplimiento de estos requisitos mediante la inspeccin interna, el productor firma sus
compromisos de cumplimiento con La Grama y pasa a formar parte de la lista de certificacin
propuesta a CU, quien debe verificar y corroborar la conformidad con las normas mediante su
inspeccin externa, para que recin puedan pasar formalmente a ser parte de la lista integrada
de productores orgnicos de La Grama. Los profesionales de La Grama saben que Biosuisse se
basa en esta plataforma y construye sobre ella sus requisitos especficos, por lo que es
indispensable que los productores cumplan primero, para los fines sealados, con el
reglamento 834/2007. De acuerdo a esto, para la propuesta como productor Biosuisse se
toman en cuenta las siguientes consideraciones:
a) Primarias:
Se refieren a aquellos requisitos iniciales para ser considerado dentro de la
certificacin Biosuisse, teniendo en cuenta el contexto y el historial descritos para la
regin. El requisito fundamental es que el terreno donde se sembrar jengibre no debe
haber sido bosque primario despus del ao 1994, es decir, debe haber sido tumbado
antes. Para poder verificar este requisito fundamental es necesario medir, tener
parmetros. Lo que La Grama ha determinado como parmetro es el tipo y tamao de la
vegetacin existente. Se sabe que en bosques primarios predominan determinadas
familias botnicas, mientras que en bosques de sucesin ecolgica dicha predominancia
cambia. De esta manera se tienen patrones de distribucin y densidad por familia
botnica especficas para la edad del bosque en cuestin. Se debe tener en cuenta no
solamente la edad del bosque sino tambin el piso ecolgico donde se encuentra, ya que
a distintas altitudes sobre el nivel del mar se desarrollan distintas familias botnicas.
Lamentablemente dicha determinacin es an emprica, en el sentido que no abunda
informacin para estas condiciones especficas. Como mencionan Reynel et al. (2003) al
referirse a los lugares donde se han realizado la mayor cantidad de estudios al respecto:
El 78,05 % de las colecciones proceden de localizaciones por debajo de los 600 msnm. El
26
59,04 % de las colecciones, est distribuido en 2 departamentos, Loreto (37,18 %) y
Madre de Dios (21,86 %). Esto nos indica que para la regin donde se cultiva el jengibre,
arriba de los 600 metros sobre el nivel del mar (msnm) en el departamento de Junn, se
han hecho la menor cantidad de estudios sobre distribucin y caracterizacin de flora. Sin
embargo, con la informacin disponible es posible tener un acercamiento bastante real de
la edad del bosque a analizar. El estudio que hacen Reynel et al sobre la diversidad de los
relictos de bosque en el valle de Chanchamayo, departamento de Junn, abarca la
evaluacin de diversidad y composicin de la flora arbrea en dos mbitos ecolgicos:
montano (1500 2500 msnm) y pre montano (800 1500 msnm). Dicha evaluacin se
hace a niveles de reas de ladera y ribereas para el mbito montano y a niveles de reas
de cumbre de colinas, ladera de colinas y bosque secundario tardo. Considerando la
franja donde el jengibre es cultivado (600 1200 msnm), tomaremos el estudio en el
mbito pre montano como referencia para identificacin de las especies predominantes
que se espera encontrar:
(i) mbito pre montano a nivel de cumbre de colinas:
Corresponde a un bosque premontano con presumiblemente nulo nivel de
intervencin antropognica y sustancialmente maduro. El dosel tiene un
promedio de altura total de unos 14 m y el promedio de dimetros es unos 20
cm, aunque se observan rboles de hasta 35 m de altura y ms de 80 cm de
dimetro (DAP). Se perciben visualmente tres estratos principales
correspondientes al nivel emergente del dosel, un estrato arbreo intermedio y
tambin un estrato arbustivo o de sotobosque. La cantidad de Orqudeas,
Bromelias y Arceas epfitas es relativamente baja, al menos al nivel de una
estimacin visual, pero llama la atencin en las cercanas de esta localizacin, la
proliferacin de rboles estranguladores del genero Ficus. No hay presencia de
helechos arbreos en el rea; en cuanto a palmeras, se observan frecuentemente
Socratea exorrhiza (conocida como Pona) y Phytelephas macrocarpa, la palmera
de Yarina, aunque ella desarrolla su penacho de hojas casi al nivel del suelo. Las
lianas y trepadoras son muy escasas y raramente alcanzan los 10 cm de
dimetro. Las cinco familias botnicas con mayor nmero de individuos son, en
orden descendente, Moraceae (95 individuos), Fabaceae (61 individuos),
Ulmaceae (29 individuos), Lauraceae (26 individuos) y Clusiaceae (20 individuos).
Las cinco familias botnicas con mayor nmero de especies son, en orden
27
descendente, Lauraceae (14 especies), Moraceae (12 especies), Fabaceae (7
especies), Rubiaceae (7 especies) y Cecropiaceae (5 especies).
CUADRO 4: ESPECIES MAS ABUNDANTES Y SU FRECUENCIA (SOBRE UN TOTAL DE 505 INDIVIDUOS)
FUENTE Y ELABORACION: REYNEL ET AL (2003)
(ii) mbito pre montano a nivel de ladera de colinas:
El rea corresponde a un bosque premontano con presumiblemente nulo nivel
de intervencin antropognica y aparentemente maduro, pero en el cual
posiblemente la dinmica de derrumbes en algunos sectores puede haber sido
muy activa en momentos relativamente recientes. El dosel tiene un promedio de
altura total de unos 14 m y el promedio de dimetros es unos 22 cm, aunque se
observan rboles de hasta 27 m de altura y 95 cm de dimetro. Al igual que en
las otras localizaciones de este mbito, se perciben visualmente tres estratos
principales correspondientes al nivel emergente del dosel, un estrato arbreo
intermedio y tambin un estrato arbustivo o de sotobosque. La cantidad de
Orqudeas, Bromelias y Arceas epifitas es baja, al menos al nivel de una
estimacin visual; sin embargo, nos llama la atencin en las zonas colindantes ver
una inusual proliferacin de rboles estranguladores del genero Ficus. La
presencia de helechos arbreos es escasa en el rea; en cuanto a palmeras, se
observa frecuentemente Socratea exorrhiza (Pona) y Phytelephas macrocarpa, la
palmera de Yarina, aunque esta ltima desarrolla su penacho de hojas casi al
nivel del suelo, por lo cual no est incluida en los registros de individuos. Las
cinco familias botnicas con mayor nmero de individuos son, en orden
descendente, Moraceae (81 individuos), Lauraceae (51 individuos), Myristicaceae
(46 individuos) y Palmae (248 individuos). Las cinco familias botnicas con mayor
nmero de especies son, en orden descendente, Moraceae (10 especies),
28
Lauraceae (10 especies), Fabaceae (9 especies), Cecropiaceae (6 especies) y
Rubiaceae (4 especies).
CUADRO 5: ESPECIES MAS ABUNDANTES Y SU FRECUENCIA (SOBRE UN TOTAL DE 353 INDIVIDUOS)
FUENTE Y ELABORACION: REYNEL ET AL (2003)
(iii) mbito pre montano a nivel de bosque secundario tardo:
El rea corresponde al estrato Premontano (1000-1500 msnm) y la ladera en la
que est ubicado recibe la lluvia de semillas de las zonas de bosque maduro
ubicadas en las partes altas de las colinas adyacentes, que se hallan bastante
libres de intervencin humana y tienen caractersticas de vegetacin similares a
las descritas para las desarrolladas en esta misma publicacin. El dosel tiene un
promedio de altura total de unos 13 m y el promedio de dimetro (DAP) es de
unos 17 cm, aunque se observan arboles de hasta 25 m de altura y ms de 50 cm
de dimetro. Al igual que en las otras localizaciones de este mbito, se perciben
visualmente tres estratos principales correspondientes al nivel emergente del
dosel, un estrato arbreo intermedio y tambin un estrato arbustivo o de
sotobosque, aunque la estratificacin es mas bien difusa y se hace indefinida por
sectores. La cantidad de Orqudeas, Bromelias y Arceas epifitas es bastante baja,
al menos al nivel de una estimacin visual, pero llama la atencin ver una inusual
proliferacin de arboles estranguladores del genero Ficus. No hay helechos
arbreos ni especies de palmeras en esta localizacin. Las cinco familias
botnicas con mayor nmero de individuos son, en orden descendente,
Moraceae (218 individuos), Fabaceae (44 individuos), Sapindaceae (40
individuos), Cecropiaceae (33 individuos) y Bombacaceae (29 individuos). Las
cinco familias botnicas con mayor nmero de especies son, en orden
descendente, Moraceae (12 especies), Lauraceae (10 especies), Rubiaceae (8
especies), Cecropiaceae (8 especies) y Euphorbiaceae (7 especies).
29
CUADRO 6: ESPECIES MAS ABUNDANTES Y SU FRECUENCIA (SOBRE UN TOTAL DE 480 INDIVIDUOS)
FUENTE Y ELABORACION: REYNEL ET AL (2003)
Entre las conclusiones del trabajo, Reynel et al nos presentan las siguientes que
resumen un poco los resultados obtenidos en los estratos mencionados, que son de
inters particular para los pisos altitudinales donde se desarrolla el jengibre:
La vegetacin arbrea en los bosques Montanos situados a partir de los 2000 msnm, es
ms diversa que aquella emplazada 1000 metros ms abajo en altitud, para las
localizaciones estudiadas en el valle. Esto podra relacionarse al hecho de que la
precipitacin pluvial y la continuidad de la lluvia son mayores en el estrato Montano
comparativamente al Premontano.
Para las localizaciones Montanas estudiadas las familias arbreas mas abundantes y
con mayor nmero de especies son las Lauraceae y Melastomataceae; son tambin
abundantes las Myrtaceae, Euphorbiaceae y Cunoniaceae. En las localizaciones
Premontanas predominan las Moraceae, Fabaceae (Leguminosas), Rubiaceae, Lauraceae y
Myristicaceae.
Estas conclusiones y parmetros generales son los que se utilizarn en La Grama para
determinar la antigedad y tipo de bosque que se est destinando para siembra de
jengibre, sea en cumbre de montaa, ladera o bosque secundario tardo. De esta manera
se puede tener un acercamiento bastante exacto para poder tomar decisiones respecto
ha visto bueno para siembras, sanciones e incentivos.
El segundo requisito fundamental es la no quema de la vegetacin en el lugar a
sembrar. Se ha establecido que, sin perjuicio del primer requisito, no debe haber ocurrido
30
quema en los ltimos dos aos. Si el terreno tiene una pendiente muy pronunciada (por
encima del 40 %), debe necesariamente establecer prcticas de prevencin de erosin,
tales como establecer las lneas de siembra transversalmente a las curvas de nivel,
formacin de terrazas con la vegetacin limpiada para la siembra o cobertura adecuada
del suelo para evitar su lavado por la velocidad del agua al caer por la ladera durante una
lluvia. Para esto es fundamental el concepto de tumba selectiva, que no es otra cosa que
la limpieza y preparacin del terreno, sin quemar, dejando rboles que puedan tener
alguna utilidad (madereros, leguminosas, sombra adecuada, etc.). En un primer momento
es difcil encontrar rboles deseables ya que estamos hablando de purmas relativamente
jvenes y de sucesin terciaria o cuaternaria, es decir que es vegetacin que ha sido
tumbada numerosas veces. La caracterstica de esta clase de purmas es la predominancia
de las familias Piperaceae y Euphorbiaceae (segn la pendiente, como se explic
previamente). Tambin predominan rboles de escaso tamao en trminos de altura y
grosor de tronco, lo que no justifica mantenerlos.
FOTOGRAFIA 4: ARBOL DE YUNGOR (DE CORTEZA BLANCA, AL CENTRO DE LA IMAGEN) AUTOR: LA GRAMA
FOTOGRAFIA 5: ARBOL JOVEN DE YUNGOR (A LA IZQUIERDA DE LA IMAGEN) AUTOR: LA GRAMA
Otro requisito fundamental es la no produccin paralela[21], incluso si se trata de
especies diferentes. Es decir, si un productor desea cultivar jengibre orgnico pero
mantiene pia convencional (incluso en otro predio) no ser propuesto para certificacin
Biosuisse. Existe un requisito fundamental intangible, que es mantener una mentalidad
abierta para proyectarse a futuro en nuevos sistemas productivos agroforestales (actitud
31
emprendedora); dicho carcter es detectado a criterio y consideracin del ingeniero de
campo de La Grama, quien debe intuir o percibir el tipo de productor con el que est
tratando (conformista, emprendedor, lder, conflictivo, pesimista, etc.). Lo fundamental
en estos criterios primarios es evitar tanto la tala de bosques de alto valor de
conservacin, como la prdida de suelo y su fertilidad antes de la siembra de jengibre; a la
vez que se captan agricultores lderes y con una visin de mejora distinta al promedio
imperante en la zona.
b) Secundarias:
Llamadas de esta manera no por su menor importancia sino porque involucran un
nivel ms avanzado dentro de la proyeccin de conversin a los sistemas deseados. En
este sentido, el agricultor debe buscar la recuperacin del suelo recin cosechado de
jengibre. Es decir, no solamente se procura proteger al suelo para el cultivo inmediato
sino que se busca una visin de regeneracin a futuro; incluso si implica que el productor
de jengibre no vea directamente este beneficio sino la persona que le alquil el terreno.
Esta es la razn fundamental por la cual es un nivel ms avanzado en la concepcin de
manejo sostenible. De esta manera, es aceptable cualquier prctica de manejo sostenible
de suelos tal como siembra de leguminosas, abonos verdes, incorporacin de materia
orgnica compostada, utilizacin de microorganismos benficos (nativos e introducidos
para fines especficos, como descomposicin de lignina), introduccin de especies
forestales, etc. a fin de que dicho terreno pueda recuperar su fertilidad y sea utilizado
nuevamente para jengibre o cualquier otro cultivo en el futuro, sin necesidad de recurrir a
bosques. Dicho criterio aplica tanto a campos propios como alquilados. En este ltimo
caso debe llegar a un acuerdo con la persona que alquila el terreno, sea nativo o colono,
para darle dicho tratamiento al terreno post cosecha.
La siembra de leguminosas puede darse en distintos momentos durante el ao,
pudiendo ser durante el cultivo de jengibre o posterior al mismo. El criterio fundamental
aqu es que el beneficio sea palpable una vez que el jengibre ha sido cosechado y el suelo
ha perdido nutrientes y est expuesto a las inclemencias del clima. De esta manera, se
puede utilizar como abono verde durante el cultivo del jengibre (aunque debe tenerse
cuidado con el crecimiento vigoroso de estas especies leguminosas, que pueden competir
peligrosamente con el jengibre) para posteriormente incorporarlo a la cosecha o
sembrarlo al final de campaa. El criterio se considerar cumplido en ambos casos,
32
siempre y cuando los rboles permanezcan en pie al momento de cosechar el ltimo
rizoma de jengibre. El mismo criterio de cumplimiento aplica para el kudzu. Para el caso
de las especies forestales, es conveniente que se siembren en el mismo momento que el
jengibre, ya que pueden aprovechar las lluvias propias de la poca para desarrollarse y su
tasa de crecimiento no interferir con el del jengibre. De esta manera al terminar la
cosecha del jengibre los arbolitos plantados son visibles, estarn instalados y tendrn la
fuerza suficiente para desarrollarse durante el ao, en ausencia del manejo y cuidados
que el productor de jengibre le dedicaba paralelamente mientras dur el cultivo.
La incorporacin de materia orgnica compostada es una alternativa a la siembra de
leguminosas y de forestales, ya que cumple con los objetivos que se plantearon a este
nivel. Sin embargo, se debe considerar las cantidades a aplicar en funcin al tipo de
terreno, pendiente, fertilidad (mediante anlisis), etc. Tomando en cuenta que es
requisito fundamental que la materia orgnica est compostada, que las cantidades a
aplicar probablemente sean de mnimo dos toneladas por hectrea para compensar las
prdidas de fertilidad y que materia orgnica en la zona no abunda, esta opcin en
primera instancia resulta menos atractiva que la siembra de rboles. Sin embargo, se
mantiene como opcin viable, que puede ser complementada con el uso de
microorganismos, tanto nativos como introducidos, que fomenten de manera rpida la
formacin de biomasa en el suelo y por ende su recuperacin.
FOTOGRAFIA 6: INSTALACION DE CAMA COMPOSTERA AUTOR: LA GRAMA
33
c) Terciarias:
Existen dos elementos claves en este nuevo nivel objetivo. El primero es la
disponibilidad de mayor rea por parte del agricultor para incorporar sistemas de rotacin
de cultivos. En un primer momento podrn acceder a este manejo, productores con
campos propios, mientras que en el sistema de alquileres deber existir una negociacin
con el dueo del terreno para este fin, tarea un poco ms complicada. El segundo
elemento es el establecimiento de agroforestera como sistema de produccin de
jengibre. Si bien es cierto en los requisitos iniciales una opcin para la recuperacin del
suelo recientemente cultivado con jengibre es la siembra de leguminosas, que pueden ser
especies arbreas, dicha aplicacin no garantiza que en el futuro se establezca un manejo
agroforestal. Existe la posibilidad incluso, que dichas siembras nunca se vuelvan a utilizar
para fines agrcolas o queden por muchos aos de esa manera. Tampoco podemos
descartar la posibilidad de que sea nuevamente tumbado en el futuro, vista la situacin
de tenencia de la tierra en la regin. Por esta razn, no consideramos como sinnimos la
siembra de especies arbreas con fines de recuperacin de suelos y/o reforestacin
(criterios secundarios de Biosuisse) y la incorporacin de sistemas agroforestales, los
cuales consideramos esenciales para la mejora tecnolgica del cultivo y la conservacin de
suelos. El Instituto Nicaragense de Tecnologa Agropecuaria (1996) seala entre las
ventajas del uso de sombra:
Estimula el crecimiento de las plantas, alargando su perodo a madurez fisiolgica
y significando mayor desarrollo de los rizomas.
Proteccin de los rizomas de las quemaduras del sol.
Se evita la deshidratacin de los rizomas.
Se obtienen mayores volmenes de jengibre apto para exportacin.
Aporte de nitrgeno al cultivo a travs del uso de especies de leguminosas de
porte arbustivo.
Sin embargo, excesos de sombra pueden llegar a crear un ambiente favorable para la
incidencia de enfermedades fungosas y bacterianas que afectan el cultivo, principalmente
durante la poca lluviosa. La sombra recomendada no debe exceder el 25 %.
Es el alcance e implantacin de este nuevo sistema, y no solamente la utilizacin de
prcticas de recuperacin de fertilidad y prevencin de prdida de fertilidad, el objetivo final
34
de la implementacin de todos los productores con Biosuisse. Es una visin de mantenimiento
constante y no de reparacin. Es este ltimo concepto el que diferencia los requisitos iniciales
de los posteriores.
De esta manera, todos los productores aprobados y certificados por Biosuisse
actualmente cumplen con todos los requisitos categorizados como primarios y tienen la
actitud y disposicin para cumplir con el segundo nivel de requisitos viendo en el horizonte el
llegar al tercer nivel. De esta manera, la estrategia consiste en crear un efecto multiplicador,
donde los primeros productores sirvan de ejemplo a imitar por sus vecinos y dems
productores de la regin, buscando la propagacin de estos mtodos y sistemas de manera
viral. Y para que estos primeros adopten el rumbo trazado, como se explic anteriormente, La
Grama apunta que ellos perciban beneficios econmicos derivados de la mejor calidad del
producto, mayores rendimientos del mismo y del sistema de precios establecido y descrito
prrafos arriba.
5. Estrategias especficas y acciones a futuro
El objetivo fundamental del presente trabajo fue sealado en el ltimo prrafo del
captulo de antecedentes. Dicho objetivo fue desmenuzado y aterrizado en el captulo sobre
criterios de seleccin de productores para Biosuisse, sealando especficamente qu aspectos
deben considerarse de acuerdo a la realidad de la regin y cmo pueden alcanzarse, partiendo
de los logros que La Grama ha conseguido hasta el momento. Es por esto que en este captulo
se aborda el futuro del proyecto: Qu estrategias deben priorizarse? Cmo se asegurar que
los productores puedan llegar a los niveles de cumplimiento descritos en los captulos
anteriores? Cules son las acciones concretas que se ejecutarn para llegar a los objetivos