Date post: | 26-Sep-2018 |
Category: |
Documents |
Upload: | duongxuyen |
View: | 213 times |
Download: | 0 times |
1
Políticos y escritores en América Latina
Manuel Alcántara Sáez
Universidad de Salamanca
Después de la Independencia, cuando se trata de fundar las culturas
nacionales de la modernidad, la representatividad también política de
la literatura llega a figura en el primer plano
Katharina Niemeyer1
La política se parece a la literatura. El paralelismo entre política y literatura es obvio,
política y poesía son ejes fundamentales en la obra de Aristóteles. La acción política
tiene que ver con el uso y el despliegue del discurso y del lenguaje, lo que une
substantivamente a la literatura con la política. Se tiende a sintetizar, cuando no a
caricaturizar, a la política como el reino de la realidad, mientras que el de la literatura es
el de la imaginación, pero a la vez se tiene presente el aforismo de Einstein de que en
los momentos de crisis solo la imaginación es más importante que el conocimiento, y,
en política, la crisis es el escenario más habitual al que deben confrontar los políticos.
La simbiosis entre literatura y política se da también porque ambas son un excelente
enlace entre lo particular y lo general, igualmente se contraponen, puesto que la
“literatura no puede depender del inevitable carácter práctico de la política… sirve para
sacarnos de esa praxis en la que estamos prisioneros como seres humanos. La política es
el ahora y aquí… la literatura es una actividad que nace en soledad… la política…
requiere del entrevero social”2. Al igual que los personajes literarios son estereotipos,
hay políticos que son puras muestras vivientes de la sociedad en que están inmersos. Si
las ideologías estructuran la vida sobre abstracciones, en la literatura se trata de
abstracciones sentimentales por las que se aman ciertas identidades frente a otras en
función de la época en que se vive, algo similar a lo que acontece con las ideologías
políticas. La literatura, al igual que la política, asegura la pluralidad y ayuda a superar
las simplificaciones de las ideologías. Ambas son creativas, “la política se parece al arte
1 Niemeyer (2007: 83).
2 Vargas Llosa (2001: 45 y 46).
2
en ser creación. Una creación que se plasma en formas sacadas de nuestra inspiración,
de nuestra sensibilidad, y logradas por nuestra energía”3.
Resulta igualmente proceloso decir, o definir, quien es político y quien escritor. Más
concretamente, en términos de la profesionalización de ambas tareas, las dificultades
son enormes a la hora de su consideración. La complejidad a la hora de definir y de
aceptar la figura del profesional de la política es de sobra conocida. En el universo de la
literatura se dice que sólo los traductores son los únicos profesionales de la escritura4 o
que escribir profesionalmente es escribir para publicar5; el resto queda envuelto en una
nebulosa. Sin embargo, al igual que se hace desde la Ciencia Política con respecto a los
políticos, no deja de existir la exploración de un cálculo que intente medir el umbral de
la profesionalización de los escritores6.
La semejanza entre un político y un escritor es, por consiguiente, enorme. El ideal de un
escritor es poder vivir de su obra, la vocación es la musa verdadera de su inspiración y
la ambición es la búsqueda del reconocimiento, de la fama, de la inmortalidad de la
obra7. No resulta extraña la connivencia entre ambas facetas por las que también es
azaroso su tratamiento profesional. Al igual que en la política, en la literatura el término
profesional es controvertido8.
Siempre he pensado que unas obras como King Lear o Richard III de Shakespeare, y
más después de disfrutar de una de las múltiples versiones cinematográficas de está
última9, deberían ser un texto (o una visión) obligado para los estudiantes de Ciencia
3 Azaña, Tomo I, página 10.
4 Ricardo Piglia se refiere a “escritores asalariados que escriben a tantos centavos por palabra”. En El
País. Madrid. 3 de marzo de 2003. 5 Cardenal (1999: 16).
6 Como cualquier proyecto de altos vuelos, la creación artística requiere dedicación absoluta. En términos
cuantitativos, un mínimo de 10.000 horas de prácticas, Gladwell (2009). 7 “Mi ambición era mucho mayor que ganar el Nobel, era escribir buenas novelas” afirma Mario Vargas
Llosa, quien disputó sin éxito una segunda vuelta presidencial en Perú en 1990. El País. 3 de noviembre
de 2010. 8 Javier Marías, en una entrevista dejaba entrever que no se sentía un escritor profesional: “Todavía lo
considero un divertimento, algo que puede darse o no. Cuando termino un libro no sé si habrá otro. Y me
alegra que sea así, porque en esta tarea siempre tiene que haber algo de azaroso y desinteresado”, para
añadir seguidamente: “He tenido mucha suerte. La literatura me ha permitido una independencia
considerable. Cuando me preguntan por qué escribo digo que para no tener jefe y no madrugar. También
porque me permite no deberle casi nada a casi nadie y no saludar a quien no deseo”. En Javier Rodríguez
Marcos, “Viaje a los bajos fondos del amor”. El País, Madrid, 11 de febrero de 2011.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Viaje/bajos/fondos/amor/elpepicul/20110211elpepicul_1/Tes
11.02.11 9 Me refiero a la película de 1996 Looking for Richard dirigida e interpretada por Al Pacino.
3
Política. La fuerza que algunos autores privilegiados dotan a su trabajo creativo termina
siendo un vendaval que entra en la política. Creo que los politólogos debemos
aprovechar ese torbellino para ayudarnos a entender no solo el pasado como la
interpretación de los hechos y de las figuras históricas llevados a cabo por ese grupo de
escritores fundamentales. En algunos casos pueden ser meros transmisores del clima de
opinión social existente, en otros pueden constituirse en finos analistas del acontecer a
falta de otros estudios.
La fascinación de los escritores con relación al universo de figuras políticas relevantes
del pasado, así como de sucesos históricos que marcaron una época es una sólida
tradición en la literatura de ficción que no deja de estar presente en los últimos años
reforzada por una respuesta muy positiva por parte del público. Este escenario es muy
importante por dos motivos: contribuye a popularizar, no necesariamente con
valorizaciones o visiones laudatorias, a figuras políticas a veces poco conocidas y otras
olvidadas, y, en segundo lugar, pone de relieve en qué forma la ficción puede manipular
el pasado superponiéndose a trabajos realizados laboriosa e inteligentemente por
especialistas que quedan relegados a las estanterías de las bibliotecas.
Se trata, por consiguiente, de una auténtica avalancha de interpretaciones de procesos
políticos muy centrados en personajes políticos perfectamente individualizados o de
situaciones históricas dramáticas para el devenir de nuestras sociedades que llega a la
gente y que contribuye, con mayor o menor éxito, a informar y a fijar una imagen, con
independencia del goce estético que toda buena literatura genera. Sin embargo, aunque
la relación entre política y literatura en América Latina es intensa10
, es muy reducido el
número de estudios que abordan la relación de quienes escriben ficción con el mundo de
la política.
Los escritores tienen capital simbólico, en el sentido de Bordieu, de manera que pueden
reivindicar su éxito, que se puede medir tanto por sus excelentes críticas como por su
popularidad, y reinvertirlo para servirse de él intentando llevar a cabo una carrera
política. Están también exentos de cualquier rendición de cuentas expresa11
, sólo su
público, que no es otro que las clases medias lectoras les repudian o les aplauden por
10 Vargas Llosa (2001), Van Delden y Grenier (2009).
11 Hernández Rodríguez (2003: 48).
4
sus actitudes o posiciones ante cualquier suceso público, tenga carácter político o no.
Durante un buen tiempo que hoy parece caducado el intelectual latinoamericano era
quien ponía “lo verdaderamente valioso en política: su contenido”, mientras que “el
político profesional y su actividad se transforman en simples medios subordinados a la
realización de ese fin”12
. El empuje del neoliberalismo, la crisis del socialismo y la
creciente hegemonía cultural norteamericana sobre la sociedad latinoamericana13
ha
supuesto una retirada de un fenómeno muy pujante que se dio a lo largo de casi medio
siglo y que es posible que nunca más se vuelva a repetir. De los “grandes” del siglo XX
apenas hoy Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, refugiados en lo que Jesús Reyes
Heroles definió como “el Olimpo sin riesgo”14
, alzan su voz de manera firme.
Estos aspectos conforman precisamente el interés en el que centra su atención este texto
que plantea dos aproximaciones que siguen a continuación y que son complementarias,
una primera de orden cualitativo y otra con un componente más cuantitativo.
1. Presidentes, diplomáticos, revolucionarios
Desde comienzos del siglo XX15
se encuentran siete escritores que terminaron siendo
presidentes con distinta fortuna. Se trata de los colombianos José Manuel Marroquín y
Marco Fidel Suárez, el boliviano Franz Tamayo, el venezolano Rómulo Gallegos, el
paraguayo Juan Natalicio González Paredes, el dominicano Juan Bosch y el brasileño
Jose Sarney. Todos ellos tuvieron una producción literaria de ficción que, si bien no
alcanzó un lugar cimero en las letras del momento, fue reconocida y sus posiciones
políticas quedaron claramente expuestas. El arco ideológico está cubierto por todos ellos
aunque se registra una cierta inclinación hacia las posiciones progresistas. Igualmente
debe destacarse que más de la mitad vieron interrumpido su mandato por la fuerza y que
su presencia se concentra en la primera mitad del siglo.
12 Algo particularmente evidente en Chile según Flisfisch (1985: 15).
13 Arrosa Soares (2003: 264 y 266).
14 Recogido en Hernández Rodríguez (2003: 48).
15 En el siglo XIX cabría resaltar a los argentinos Bartolomé Mitre (1821-1906) y Domingo Faustino
Sarmiento (1811-1888). El primero fue presidente electo entre 1862 y 1868 habiendo escrito numerosas
obras de historia entre las que destacan las biografías de Belgrano y de San Martín. El segundo fue
presidente electo entre 1868 y 1874. Su obra de ficción más conocida donde expresó plenamente su
pensamiento político es Facundo: civilización y barbarie que escribió publicó en 1845 en Santiago de
Chile, también pueden valorarse sus relatos de viajes y sus recuerdos de provincia.
5
En otro orden de cosas, resulta interesante destacar la actividad política llevada a cabo
por parte de escritores latinoamericanos que obtuvieron un premio Nobel de literatura,
se trata de otro indicador interesante por el reconocimiento externo que supone del valor
de su obra literaria. La mayoría de ellos desarrollaron en algún instante de su vida una
actividad política aunque la intensidad de la misma fue diferente. Cinco premios Nobel
de literatura latinoamericanos tuvieron una vinculación con la política muy diferente en
intensidad y en el tipo de dedicación que giró para cuatro de ellos en torno a la
diplomacia. Una tarea menor de lo que sería una actividad política canónica, pero
siempre vinculada a la recepción regular de ingresos públicos. Se trata de Gabriela
Mistral, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Octavio Paz, y Mario Vargas Llosa. La
actividad política de otro premio Nobel latinoamericano, militante en la izquierda,
Gabriel García Márquez16
, no puede considerarse tan intensa como la de los casos
anteriores situándose más en el ámbito testimonial. Este grupo de siete escritores se
encuentra claramente escorado a la izquierda. Solamente Paz y Vargas Llosa
conformarían la dupla liberal conservadora.
La nómina de escritores con cierto renombre reconocido y con vinculación política es
muy extensa. En el ámbito de la carrera presidencial hay tres casos menos conocidos
que vale la pena consignar, se trata del chileno Vicente Huidobro, del boliviano Jesús
Lara y del venezolano Uslar Pietri. Sí llegaron a desempeñar tareas de gobierno bajo el
primer sandinismo los nicaragüenses Ernesto Cardenal17
y Sergio Ramírez18
que
prosiguieron después de dejar la política con su actividad literaria.
Como se verá más adelante con datos de una muestra mayor, la principal actividad
desempeñada en el terreno de la política es la diplomacia, si bien es una tarea colateral
en el reino de la política fue la forma histórica de dejarse seducir los escritores por el
poder y de utilización por parte de éste de los servicios de los escritores más
sobresalientes en unos casos para mejorar la imagen del régimen político y en otros para
premiar colaboraciones pretéritas. Rara vez esos diplomáticos llevan a cabo una
16 Premio Nobel en 1982. Además de las citadas anteriormente, puede considerarse como obra política De
viaje por los países socialistas: 90 días en la “cortina de hierro” 17
Además de su extensa obra poética, contabiliza dos libros de memorias, Cardenal (1999 y 2004). Es,
por otra parte, la perfecta simbiosis de varias vocaciones, la religiosa, la poética, la política, se pregunta:
“¿Iba a renunciar a la política que siempre me había interesado mucho y era también para mí una
vocación?” Cardenal (1999: 85). 18
Ramírez (1999), obra autobiográfica en la que ajusta cuentas con su pasado sandinista.
6
actuación política relevante19
y muy lentamente han ido siendo cubiertas las plazas del
servicio diplomático por personal de carrera no estrictamente político20
. La denuncia
escrita de Domingo Faustino Sarmiento a Juan Bautista Alberdi de dejarse comprar éste
por el caudillo Urquiza a cambio de una embajada en torno a 1854 es una muestra muy
gráfica y primigenia de lo dicho. El número de diplomáticos es enorme destacaré aquí a
guisa de ejemplo y que estimo más relevantes: Amado Nervo, Rubén Darío, Alfonso
Reyes y también lo es Jorge Edwards.
Un último apartado recoge a un grupo de escritores que, sin desempeñar una actividad
política profesional, tuvieron un notable grado de activismo político acercando la
literatura a la política en el panorama latinoamericano. Además, abordaron temáticas
que reflexionan sobre el poder, la identidad colectiva y la denuncia del imperialismo
con una clara incidencia popular, tal es el caso del brasileño Jorge Amado, de los
argentinos Julio Cortázar y Ernesto Sábato y del uruguayo Mario Benedetti. Algunos
pagaron con su vida su militancia política en “los años de plomo” de la década de 1970
como fue el caso del salvadoreño Roque Dalton, asesinado por la propia guerrilla, y de
los argentinos Rodolfo Walsh y Haroldo Conti desaparecidos por los militares. El
también argentino Juan Gelman fue testigo de la desaparición de sus próximos y debió
exiliarse.
La reflexión y la militancia política de todos estos escritores quedó plasmada en obra
escrita que sobrepasa, literariamente hablando, el terreno de la autobiografía para
enlazar con el ensayo y, a veces, con la ficción y la poesía. La literatura política
iberoamericana debe a muchos de ellos su carácter de piezas fundamentales para
entender el último siglo. Se trata de textos que, si a veces son justificativos del actuar
pasado o explicativos de la acción venidera, son también testigo de una época
determinada y proyección de una cosmovisión muy rica e imaginativa sobre el poder, la
lucha de clases y el quehacer y el compromiso político en general.
19 Jorge Edwards señalaba que “ser embajador consiste en revisar el parqué y mandar las alfombras a
limpiar, además de hacer informes y brindar todo el tiempo en cócteles” El País. Madrid. 27.03.11 http://www.elpais.com/articulo/cultura/Ser/embajador/revisar/parque/mandar/alfombras/limpiar/elpepicul
/20110326elpepicul_3/Tes 27.03.11 20
Si bien, por ejemplo, todavía sólo un cuarto de la máxima representación del Estado boliviano fuera de
su territorio (entre 1989 y 2001) estuvo en manos de gente formada expresamente para ello (embajadores
de carrera). Ver Rojas Orturte (2009: 199).
7
2. Políticos y escritores latinoamericanos: una aproximación cuantitativa
El propósito de este apartado es el de llevar a cabo un análisis de la relación entre
política y literatura en América Latina desde la perspectiva de las personas que han
desempeñado o desempeñan ambas tareas de manera simultánea o no en algún momento
lo largo de su vida. Me parece interesante llevar a cabo este ejercicio por dos razones:
en primer lugar, se trata de dos actividades con problemas de delimitación de su carácter
profesional. Por consiguiente, políticos y escritores, comparten “una rareza” en la
sociología de las profesiones21
. En segundo término quiero indagar si hay épocas y
países latinoamericanos que han generado una mayor floración de ese fenómeno. Hay
una tercera razón que linda la pura subjetividad y que me animo a subrayar: me
autodefino como letraherido y por ello me parece fascinante la combinación que se da
entre estas personas que combinan la tarea de escritor y de político.
La aproximación que llevo a cabo tiene un componente cuantitativo y utiliza técnicas
sencillas de análisis estadístico que se describen sucintamente para el lector que no se
enfrenta habitualmente a este tipo de análisis. Pretende poner énfasis en cuatro líneas de
estudio: el carácter de la actividad política desempeñada, el impacto de un determinado
tipo de coyuntura política o quiebre histórico vinculado lógicamente con una cuestión
generacional, la posición ideológica según una simple diferenciación según tres
categorías y el país de origen.
He resuelto el problema de la definición de quien es escritor y quien político para
construir la base de datos de la siguiente manera. He comenzado con la elaboración del
listado de escritores de ficción. Para ello he usado de manera principal un trabajo22
que
ofrece el listado de escritores latinoamericanos con datos biográficos de los nacidos
desde la época colonial hasta 1940 y lo he complementado con otros dos trabajos23
,
todos tienen el carácter de diccionario de autores o de enciclopedia biográfica de
escritores. Mi universo se centra en los nacidos entre 1841 y 1940. Soy consciente que
21 Traigo a colación un dato reciente sobre la existencia de 1,5 millones de escritores y artistas en toda la
Unión Europea que representan el 0,7 por ciento del empleo según datos del Eurostat recogidos en Toute
l‟Europe del 29.04.11 la cita exacta es la siguiente: “1,5 C'est, en millions, le nombre d'écrivains ou
d'artistes dans l'Union européenne, selon Eurostat C'est en Allemagne qu'on en trouve le plus (330 000).
Viennent ensuite le ROyaume-Uni (200 000), la France (180 000), l'Italie (120 000), les Pays-Bas (110
000), et l'Espagne (100 000). Ils représentent 0,7% de l'emploi total au sein de l'UE”. Ver
http://www.touteleurope.eu/?xtor=EPR-11 22
Aira (2001). 23
Balderston y González (2004) y Harvell (2003).
8
esta es la parte más delicada por cuestionable en la medida en que se podrían criticar
ausencias para algunos injustificable, pero el hecho de que la base de datos contenga mil
nombres me da cierta tranquilidad en la selección realizada24
.
A los efectos de este epígrafe tomo como político a aquella persona que haya tenido una
actividad relacionada con una de estas tres situaciones: cargos resultantes de una
elección popular (presidentes, vicepresidentes, legisladores nacionales, alcaldes de
ciudades principales y gobernadores), cargos resultantes de nombramiento por parte del
Ejecutivo (ministros, altos cargos de la administración del Estado y alcaldes de las
principales ciudades y gobernadores cuando no eran electos) y diplomáticos. Soy
consciente que estos últimos, como se verá enseguida, son un destino frecuente de
escritores, a veces son funcionarios de carrera, pero en la mayoría de las ocasiones son
designados directamente y de manera graciosa por el Ejecutivo. También reconozco que
hay un buen número de políticos relevantes que tuvieron militancia partidista que
quedan fuera del listado por no reunir ninguna de las condiciones citadas. La base de
datos recoge doscientos cinco escritores de diecinueve países latinoamericanos con un
sesgo abrumadoramente masculino ya que todos son hombres salvo cuatro mujeres (de
Brasil, Chile, Costa Rica y México). Es decir, uno de cada cinco de los escritores
considerados desarrolló actividad política lo cual es una cifra nada despreciable. La
relación de ellos y sus características se encuentran en el Anexo I.
El paso siguiente, por tanto, ha sido el de depurar la base de los escritores siguiendo los
criterios recién descritos de actividad política. A efectos de la codificación establezco
cuatro categorías: políticos del ejecutivo, políticos del legislativo, políticos que
simultanearon el ejecutivo y el legislativo y diplomáticos. El grupo analizado (ver Tabla
I) tiene un desequilibrio profesional político a favor de los diplomáticos, poco menos de
la mitad (47 por ciento) desempeñaron una actividad en el servicio diplomático. Las
tareas llevadas a cabo como miembros del ejecutivo y/o del legislativo suponen la otra
mitad. De hecho, la dedicación a la diplomacia es algo mayor pues en los casos de
diputados o ministros que también fueron diplomáticos se ha primado aquellas
actividades sobre las de representación exterior. Es obvio, pues, que a lo largo del
tiempo el poder político ha tendido a compensar en el terreno diplomático a seguidores
de cierta valía intelectual en momentos en que la carrera diplomática estaba poco
24 De ellos, 875 casos de escritores nacidos entre 1841 y 1940 provienen de Aira (2001).
9
desarrollada. Esta situación es claramente más manifiesta en México donde los
diplomáticos representan el 62 por ciento de los escritores políticos. El largo gobierno
del PRI gratificó a un buen grupo de intelectuales con puestos en el servicio exterior. En
Panamá, igualmente, los tres escritores políticos existentes fueron diplomáticos. En
Brasil y Chile superan el cincuenta por ciento de la media regional, pero en Colombia,
Ecuador y Venezuela están por debajo de dicha media y en Paraguay y Uruguay no
hubo ningún escritor político de los aquí considerados que desempeñara algún puesto
diplomático
De cinco países proceden más de la mitad (52 por ciento) de los escritores políticos
latinoamericanos, se trata de México, Brasil, Bolivia, Ecuador y Chile, pero si se
eliminan los diplomáticos el resultado es algo más homogéneo. Es de destacar, en
función de su tamaño poblacional, el número de escritores políticos de Bolivia y en
segundo término de Ecuador y Chile. Como se ha señalado en páginas anteriores se
constata el peso de los diplomáticos como espacio de ubicación de los escritores en el
mundo anexo de la política. La diplomacia y más en aquellos países sin un servicio
diplomático funcionarial en la época considerada fue un destino galante para retribuir
favores a personas que, por otra parte, tenían una preparación más que suficiente para
representar a su país.
Tabla I. Distribución numérica de escritores políticos nacidos entre 1841 y 1940 por país y tarea política
desempeñada
Ejecutivo Legislativo Ejecut-Legisl Diplomático Total %
Argentina 2 3 4 7 16 7,8
Bolivia 4 4 2 8 18 8,8
Brasil 1 9 1 14 25 12,2
Chile 1 4 1 11 17 8,3
Colombia 4 3 2 7 16 7,8
Costa Rica 1 1 3 2 6 2,9
Cuba 1 - 2 2 5 2,4
Ecuador 2 2 9 6 19 9,3
El Salvador 2 - - 1 3 1,5
Guatemala - - 2 4 6 2,9
Honduras - - 2 2 4 2,0
México 5 2 4 18 29 14,1
Nicaragua 1 2 - 2 5 2,4
Panamá - - - 3 3 1,5
Paraguay - - 4 - 4 2,0
Perú - 2 1 3 6 2,9
R. Dominicana 1 - 1 1 3 1,5
Uruguay 1 3 - - 4 2,0
Venezuela 1 2 7 6 16 7,8
Total 27 37 45 96 205 100,0
% sobre el total 13,2 18,0 22,0 46,8 100,0
10
Fuente: Basado en el Anexo I
El periodo de estudio abarca el siglo comprendido entre los nacidos después de 1841 y
los nacidos hasta 1940. De ahí que los escritores todavía vivos sean una minoría y, en
todo caso, tienen más de setenta años. Me interesa una visión de largo alcance, aunque
soy consciente de que los cambios sociales y culturales pueden introducir ruido en las
series conformadas. Un político escritor de comienzo del siglo XX se parece poco a otro
de finales de dicho siglo, al igual que acontece con el contexto. Esa es siempre una de
las debilidades de una aproximación como la presente. A efectos de la codificación he
tomado diez décadas.
La distribución por frecuencia de nacimiento establecida según décadas (ver Tabla II)
muestra una clara concentración en las tres décadas que van de 1881 a 1910 un periodo
en el que nacieron la mitad del universo considerado (49,8 por ciento). Se trata de dos
generaciones, en sentido amplio, que alcanzaran su plena mayoría de edad creativa, si
esta se considera para un escritor en los cuarenta años, entre el comienzo de la década
de 1920, es decir justo después de la Revolución mexicana y en torno a la generación de
1928 que comenzó la lucha contra la dictadura de Juan Vicente Gómez en Venezuela, y
el comienzo de la década de 1950, es decir en torno a la generación de 1948 que tuvo
una presencia muy notable en diferentes acontecimientos sobre los que volveré
enseguida. Entre medias se encuentra el impacto de la Guerra Civil española. Por otra
parte, se constata un descenso de los escritores políticos a partir de la segunda década
del siglo XX que se hace más agudo en la última década aquí considerada.
Tabla II. Escritores políticos según década de nacimiento
% (N)
1841-1850 7,3 15
1851-1860 5,9 12
1861-1870 8,3 17
1871-1880 9,8 20
1881-1890 13,7 28
1891-1900 17,1 35
1901-1910 19,0 39
1911-1920 7,8 16
1921-1930 7,8 16
1931-1940 3,4 7
Total 100,0 205
Fuente: Basado en el Anexo I
11
Una última codificación ha sido la de establecer tres categorías de acuerdo con su
ubicación ideológica: progresista, centrista y conservador en función de la visión
habitual que se tiene de estos términos según el momento histórico concreto. Soy
consciente de que se trata de una clasificación que pierde gran cantidad de matices y
que equipara a una persona con una casilla sin tener en cuenta la evolución sufrida a lo
largo de su vida. La opinión de colegas especialistas en la materia consultados ha sido la
vía seguida. El resultado señala un claro sesgo hacia el lado progresista. Se han
catalogado a 90 escritores políticos como de centro, lo que supone el 43 por ciento, a 78
como progresistas, es decir el 38 por ciento, y los 37 restantes como conservadores.
Para la determinación de los perfiles de los escritores políticos en América Latina se ha
utilizado el análisis multivariante de homogeneidad, HOMALS (Homogeneity Análisis
by means of ALS), que pertenece al grupo de técnicas exploratorias de análisis
multivariante no lineal que trabaja con variables de carácter nominal25
. Su objetivo
principal es identificar un espacio de pocas dimensiones que permita resumir y
representar la estructura de asociaciones entre dos o más variables nominales, así como
las similitudes entre los sujetos pertenecientes a estas categorías. De forma que los
individuos con las mismas características para una variable dada aparecerán próximos
en el gráfico multivariante, mientras que los individuos con características diferentes
aparecerán distantes en el mismo. Por tanto, la utilización de esta técnica ofrece la
posibilidad de detectar similitudes y diferencias entre los escritores políticos y la
estructura de relaciones entre las variables consideradas (nacionalidad, generación,
actividad política e ideología)26
. Este tipo de análisis resulta útil cuando lo que se desea
conocer no es tanto la estructura jerárquica de los individuos como el número de grupos
construidos y sus características27
.
25 Gifi (1990).
26 En este sentido, el Análisis de Homogeneidad permite hacer una inspección de la matriz de datos para
la detección de los distintos grupos de políticos con comportamientos heterogéneos pero con alta
homogeneidad al interior de los grupos. Una vez examinado esto, el objetivo es clasificar en grupos
homogéneos las puntuaciones factoriales de los sujetos obtenidas por el análisis HOMALS. Para realizar
esta clasificación se ha utilizado el análisis de conglomerados k-medias aplicado a las puntuaciones
factoriales. 27
Díaz de Rada (2002: 298).
12
A partir de los resultados obtenidos del análisis de homogeneidad se puede concluir que
las cuatro variables incluidas en el modelo28
contribuyen a discriminar a los individuos.
La generación y la actividad política son características propias del eje 1 mientras que la
nacionalidad y la ideología lo son en el eje 2. De modo que la primera dimensión está
diferenciando entre generaciones de políticos-escritores y tipo de actividad política
desarrollada y la dimensión 2 entre su nacionalidad y tendencia ideológica (Tabla III).
Tabla III. Medidas de discriminación de las variables
Medidas de discriminación
Dimensión
1 2
Nacionalidad ,377 ,650
Generación ,505 ,229
Actividad
política ,495 ,309
Ideología ,449 ,504
28 El porcentaje de ajuste conseguido por el modelo es del 89,6% con autovalores de 0,47 para el eje 1 y
0,42 para el eje 2.
13
Gráfico I: Puntuaciones
Pero para lograr una tipología más exacta de los escritores políticos, según su
nacionalidad, generación, actividad política e ideología, se ha realizado un análisis de
conglomerados k-medias utilizando los resultados obtenidos por el Análisis de
Homogeneidad (HOMALS). El gráfico 2 pone de manifiesto la existencia de tres grupos
bien diferenciados entre los escritores políticos latinoamericanos. Pero ¿cuáles son sus
características más importantes? ¿Qué sujetos pertenecen a cada uno de los grupos y
cuál es el perfil mayoritario de los que pertenecen a ellos?
Gráfico II. Cluster obtenidos con el Análisis de Homogeneidad en el primer plano factorial
14
A la hora de definir los cluster hay que tener en cuenta que cuando se afirma que un
grupo se caracteriza por una determinada categoría de una variable, no significa que esa
característica sea exclusiva de ese grupo, puede que en el resto de grupos también haya
personas con esa característica, si bien, la proporción en la que dicha categoría está
presente en cada grupo difiere significativamente, desde el punto de vista estadístico.
Los grupos 1 y 2 en los que quedan clasificados los políticos escritores latinoamericanos
tienen una distribución homogénea con 59 y 64 casos cada uno respectivamente, siendo
el grupo 3 el más numeroso de todos con 82 casos (ver Tabla IV).
Tabla IV. Número de individuos en cada cluster Nº de casos
- GRUPO 1 59
- GRUPO 2 64
- GRUPO 3 82
Como se vio en el análisis de homogeneidad la nacionalidad de los escritores es
determinante en la formación de los diferentes grupos de escritores políticos. Parece
claro que ecuatorianos, venezolanos, cubanos y dominicanos comparten unas
características determinadas que les lleva a formar un grupo homogéneo. Los políticos
15
costarricenses así como los nicaragüenses también tienen una fuerte presencia en este
grupo si bien, menos clara que la de los anteriores. Por su parte, el grupo 2 estaría
formado por aquellos políticos nacidos en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Los
políticos escritores colombianos tienen una presencia compartida en el grupo 2 y el
grupo 3. Por último, los políticos mexicanos, bolivianos, chilenos, panameños,
peruanos, guatemaltecos y salvadoreños conformarían el grupo 3, el más numeroso de
todos.
Tabla V. Clasificación de los políticos escritores según nacionalidad
Nacionalidad Grupo
1 2 3
Argentina 6,8 14,1 3,7
Bolivia 5,1 9,4 11,0
Brasil 1,7 23,4 11,0
Chile 5,1 4,7 13,4
Colombia 5,1 9,4 8,5
Costa Rica 5,1 3,1 1,2
Cuba 8,5 ,0 ,0
Ecuador 27,1 ,0 3,7
El Salvador ,0 1,6 2,4
Guatemala 3,4 ,0 4,9
Honduras 1,7 1,6 2,4
México 6,8 10,9 22,0
Nicaragua 5,1 3,1 ,0
Panamá ,0 ,0 3,7
Paraguay ,0 6,3 ,0
Perú 3,4 ,0 4,9
República Dominicana 5,1 ,0 ,0
Uruguay ,0 6,3 ,0
Venezuela 10,2 6,3 7,3
El período de nacimiento de los escritores políticos parece también una variable clave a
la hora de clasificar a los políticos en los diferentes grupos. Así, los pertenecientes al
grupo 1 son aquellos nacidos de forma mayoritaria entre 1901 y 1910, mientras que
aquellos que componen el grupo 2 son los pertenecientes a una generación anterior que
comprendería los años 1841 y 1880. Por último, estarían los escritores del grupo 3 que,
a diferencia de los del grupo 2, pertenecen a generaciones más recientes, con un
predominio de los nacidos a partir de 1881. Habría que señalar que la década de 1891 a
1900 está presente de forma significativa en los tres grupos, y por consiguiente no
permite discriminar entre los diferentes grupos.
Tabla VI. Clasificación de los escritores políticos según década de nacimiento
16
Década Grupo
1 2 3
1841-1850 8,5 14,1 1,2
1851-1860 5,1 14,1 ,0
1861-1870 3,4 21,9 1,2
1871-1880 5,1 21,9 3,7
1881-1890 11,9 ,0 25,6
1891-1900 15,3 15,6 19,5
1901-1910 37,3 4,7 17,1
1911-1920 3,4 4,7 13,4
1921-1930 6,8 1,6 13,4
1931-1940 3,4 1,6 4,9
En cuanto a la actividad política desarrollada por los escritores políticos
latinoamericanos parece evidente su contribución a la formación de los diferentes
grupos (Tabla VII). De forma que los escritores pertenecientes al grupo 1 tuvieron una
dedicación a la política mixta, es decir, desempeñaron diferentes actividades políticas a
lo largo de su vida, mientras que los integrantes del grupo 2 se caracterizan por su labor
parlamentaria y los del grupo 3 por desempeñar tareas diplomáticas.
Tabla VII. Clasificación de los políticos escritores según actividad política
Actividad política Grupo
1 2 3
Diplomática 18,6 21,9 86,6
Ejecutiva 16,9 15,6 8,5
Legislativa 10,2 42,2 4,9
Mixta 54,2 20,3 ,0
Por último, estaría la ideología que, a la vista de los resultados puede resultar otra de las
variables más determinante en la clasificación de los escritores políticos
latinoamericanos. El grupo 1 está formado claramente por políticos progresistas, el
grupo 2 por los conservadores y el grupo 3 agrupa a los de centro.
Tabla VIII. Clasificación de los políticos escritores según ideología
Ideología Grupo
1 2 3
Progresista 89,8 12,5 20,7
Centro 6,8 32,8 79,3
Conservador 3,4 54,7 ,0
En la Figura 1 se muestra a modo de resumen la tipología de los escritores políticos
latinoamericanos con sus características más relevantes y que ahora debe ponerse en el
17
contexto de los diferentes acontecimientos políticos del momento en cada país en
cuestión, aspecto que excede la intención de este epígrafe.
Figura I: Tipología de los escritores políticos latinoamericanos
18
Bibliografía citada
Aira, César (2001). Diccionario de autores latinoamericanos. Buenos Aires: Emecé.
Arrosa Soares, María Susana (2003). “Intelectuales latinoamericanos: ayer y hoy”. En Wilhelm
Hofmeister, y H.C.F. Mansilla (ed.) (2003) Intelectuales y política en América Latina. El
desencantamiento del espíritu crítico. Rosario: Ediciones Homo Sapiens, pp. 257-268.
Azaña, Manuel. La vocación de Manuel Azaña (1880-1930). Tomo I y El Transito de un mundo histórico
(1934-1940). El Testimonio de Manuel Azaña. Tomo III de Obras Completas. (Cuatro tomos).
Madrid: Ediciones Giner.
Balderston, Daniel y Mike González (eds.) (2004). Enciclopedia of Latin American and Caribbean
Literature 1900-2003. London: Routledge.
Cardenal, Ernesto (1999). Vida perdida. Barcelona: Editorial Seix Barral
Cardenal, Ernesto (2004) La revolución perdida. Madrid: Editorial Trotta.
Díaz de Rada, V. (2002). Técnicas de Análisis Multivariante para Investigación Social y Comercial.
Madrid: RA-MA Editorial.
Flisfisch, Angel (1985). “Algunas hipótesis sobre la relación entre intelectuales y partidos políticos en
Chile”. En María Susana Arrosa Soares (comp.) (1985). Os intellectuais nos processos políticos
da América Latina. Porto Alegre: Editora da Universidade Federal do Rio Grande do Sul, pp. 12-
21.
Gifi, Albert (1990) Nonlinear Multivariate Analysis. New York: John Wiley & Sons
Gladwell, Malcolm (2009) Fueras de serie: porqué unas personas tienen éxito y otras no. Madrid:
Taurus.
Harvell, Tony A. (2003). Latin American Dramatists since 1945. A Bio-Bibliographical Guide. Westport:
Praeger.
Hernández Rodríguez, Rogelio (2003). “Los intelectuales y las transiciones democráticas. De la
inconformidad como oficio a la responsabilidad política”. En Wilhelm Hofmeister, y H.C.F.
Mansilla (ed.) (2003) Intelectuales y política en América Latina. El desencantamiento del
espíritu crítico. Rosario: Ediciones Homo Sapiens, pp. 45-75.
Niemeyer, Katharina (2007). “ „El gobierno de los mejores y más cultos‟, autoimágenes de la elite
intelectual-artística latinoamericana en el siglo XIX”. En Peter Birle, Wilhelm Hofmeister,
Günther Maihold y Barbara Potthast (eds.) Elites en América Latina. Madrid: Ibveroamericana-
Vervuert, pp: 77-103.
Ramírez, Sergio (1999). Adiós muchachos. Una memoria de la revolución sandinista, Madrid: Aguilar
Rojas Orturte, Gonzalo (2009). Cultura política de las elites en Bolivia. 1982-2005. FES y CIPCA. La
Paz.
Van Delden, Maarten e Yvon Gremier (2009). Gunshots at the Fiesta. Literatura and Politics in Latin
America. Nashville: Vanderbilt University Press.
Vargas Llosa, Mario (2001). Literatura y política. México: Ariel.
19
Apéndice I. Políticos escritores de América Latina (1841-1940)
Nombre Apellidos Fechas Actividad política Ideología
Argentina
Eduardo Wilde 1844-1913 Mixta Conservador
Miguel Cané 1851-1905 Legislativa Conservador
Estanislao Zeballos 1854-1923 Legislativa Centro
Martín Garcia Merou 1862-1905 Diplomático Conservador
Joaquín V. González 1863-1923 Mixta Centro
Roberto J. Payró 1867-1928 Legislativa Progresista
Enrique Larreta 1873-1961 Diplomático Conservador
Manuel Ugarte 1878-1951 Diplomático Progresista
Hugo Wast 1883-1962 Mixta Progresista
Roberto Fernández Giusti 1887-1976 Diplomático Progresista
Emilio Lascano Tegui 1887-1966 Diplomático Centro
Arturo Jauretche 1900-1974 Ejecutiva Progresista
Leopoldo Marechal 1900-1970 Ejecutiva Progresista
Eduardo Mallea 1903-1982 Diplomático Centro
Héctor Tizón 1929- Mixta Centro
Abel Posse 1934- Diplomático Conservador
Bolivia
Nataniel Aguirre 1843-1888 Mixta Progresista
Julio Lucas Jaimes 1845-1914 Diplomático Centro
Santiago Vaca Guzmán 1847-1896 Ejecutiva Centro
Alberto Gutiérrez 1862-1927 Legislativa Progresista
Ricardo Jaimes Freyre 1868-1933 Ejecutiva Centro
Alcides Arguedas 1879-1946 Legislativa Centro
Franz Tamayo 1879-1956 Legislativa Centro
Gregorio Reynolds 1882-1948 Diplomático Centro
Adolfo Costa du Reil 1891-1980 Diplomático Centro
Enrique Finot 1891-1952 Diplomático Centro
Gustavo Adolfo Otero 1896-1958 Diplomático Centro
Alfredo Flores Suarez Arana 1897-1987 Ejecutiva Centro
Rafael Ballivián 1898-1963 Diplomático Conservador
Guillermo Francovich 1901-1990 Diplomático Centro
Augusto Céspedes 1904-1997 Legislativa Progresista
Fernando Díez de Medina 1908-1990 Ejecutiva Centro
Oscar Cerruto 1912-1981 Diplomático Centro
Marcelo Quiroga Santa Cruz 1931-1980 Mixta Progresista
Brasil
Alfredo
d'Escragnole, Vizconde
de Taunay 1843-1899 Ejecutiva Conservador
Rui Barbosa 1849-1923 Legislativa Centro
Joaquim Nabuco 1849-1910 Legislativa Centro
Silvio Romero 1851-1914 Legislativa Conservador
Aluisio Azevedo 1857-1913 Diplomático Progresista
José Pereira da Graça Aranha 1868-1931 Diplomático Progresista
20
Alcides Maia 1878-1944 Legislativa Centro
José Bento Monteiro Lobato 1882-1948 Diplomático Centro
Menotti del Picchia 1892-1988 Legislativa Conservador
Ronald de Carvalho 1893-1935 Diplomático Conservador
Jorge de Lima 1893-1953 Legislativa Centro
Cassiano Ricardo Leite 1895-1974 Diplomático Conservador
Plinio Salgado 1895-1975 Legislativa Conservador
Raul Bopp 1898-1984 Diplomático Centro
Gilberto Freyre 1900-1987 Legislativa Conservador
Antonio de Alcántara Machado 1901-1935 Legislativa Centro
Augusto Frederico Schmidt 1906-1965 Diplomático Centro
Joao Guimaraes Rosa 1908-1967 Diplomático Centro
Rachel de Queirós 1910-2003 Diplomático Progresista
Rubem Braga 1913-1990 Diplomático Centro
Vinícius de Moraes 1913-1980 Diplomático Progresista
Murilo Rubiao 1916-1991 Diplomático Conservador
Joao Cabral de Melo Neto 1920-1999 Diplomático Centro
Darcy Ribeiro 1922-1997 Mixta Progresista
Ferreira Gullar 1930- Diplomático Progresista
Chile
Gonzalo Bulnes 1851-1936 Legislativa Conservador
Alberto Edwards 1873-1932 Mixta Conservador
Emilio Rodríguez Mendoza 1873-1960 Legislativa Progresista
Miguel Luís Rocuant 1877-1948 Diplomático Centro
Eduardo Barrios 1884-1963 Ejecutiva Centro
Pedro Prado 1886-1952 Diplomático Progresista
Gabriela Mistral 1889-1957 Diplomático Centro
Salvador Reyes Figueroa 1889-1970 Diplomático Progresista
Pablo de Rokha 1894-1968 Diplomático Progresista
Juan Marín 1900-1963 Diplomático Centro
Pablo Neruda 1904-1973 Legislativa Progresista
Humberto Díaz Casanueva 1906-1992 Diplomático Progresista
Julio Barrenechea 1910-1979 Diplomático Progresista
Antonio de Undurraga 1911-1993 Diplomático Centro
Volodia Teitelboim 1913-2008 Legislativa Progresista
Jorge Edwards 1931- Diplomático Centro
Antonio Skármeta 1940- Diplomático Progresista
Colombia
Antonio José Restrepo 1855-1933 Mixta Progresista
Marco Fidel Suárez 1856-1927 Mixta Conservador
Santiago Pérez Triana 1858-1916 Diplomático Centro
Baldomero Sanín Calvo 1861-1957 Diplomático Conservador
José María Rivas Groot 1863-1923 Mixta Conservador
José Joaquín Casas 1865-1951 Ejecutiva Conservador
Guillermo Valencia 1873-1943 Mixta Progresista
Luís Carlos López 1883-1950 Diplomático Centro
21
Luís Eduardo Nieto Caballero 1888-1957 Legislativa Centro
José Eustasio Rivera 1889-1928 Legislativa Centro
Antonio Alvarez Lleras 1892-1956 Diplomático Centro
León de Greiff 1895-1976 Diplomático Progresista
Jorge Zalamea Borda 1905-1969 Ejecutiva Progresista
Hernando Tellez 1908-1966 Legislativa Centro
Eduardo Caballero Calderón 1910-1993 Diplomático Centro
Pedro Gómez Valderrama 1923-1995 Diplomático Centro
Costa Rica
Pío Viquez 1849-1899 Ejecutiva Progresista
Ricardo Fernández Guardia 1867-1950 Ejecutiva Centro
Roberto Brenes Mesén 1874-1947 Ejecutiva Centro
Carlos Luís Fallas 1909-1966 Legislativa Progresista
Alberto Cañas 1921- Mixta Progresista
Carmen Naranjo 1928- Diplomático Centro
Cuba
Manuel Sanguily 1848-1925 Mixta Progresista
José Antonio Ramos 1885-1949 Diplomático Progresista
Luís Alejandro Baralt 1892-1969 Ejecutiva Centro
Juan Marinello 1898-1977 Mixta Progresista
Alejo Carpentier 1904-1980 Diplomático Progresista
Ecuador
César Borja 1852-1910 Mixta Progresista
José Rafael Bustamante 1881-1961 Mixta Progresista
Pío Jaramillo Alvarado 1884-1968 Mixta Progresista
Gonzalo Zaldumbide 1884-1965 Diplomático Centro
Benjamín Carrión 1897-1979 Mixta Progresista
Miguel Ángel Zambrano 1898-1969 Legislativa Progresista
Jorge Carrera Andrade 1903-1978 Mixta Progresista
José de la Cuadra 1903-1941 Ejecutiva Progresista
Gonzalo Escudero 1903-1971 Ejecutiva Progresista
Manuel Agustín Aguirre 1903-1992 Legislativa Progresista
Leopoldo Benites Vinueza 1905-1995 Diplomático Progresista
Enrique Garcés 1906-1976 Diplomático Progresista
Pablo Palacio 1906-1947 Mixta Progresista
Alfredo Pareja Diez Canseco 1908-1993 Mixta Progresista
Luís A. Moscoso Vega 1909-1984 Mixta Conservador
Demetrio Aguilera Malta 1909-1981 Diplomático Progresista
Francisco Tobar García 1928-1997 Diplomático Centro
Alfonso Barrera Valverde 1929- Diplomático Centro
Ernesto Albán Gómez 1937- Mixta Centro
El Salvador
Salvador Salazar Arrué 1899-1975 Diplomático Centro
Hugo Lindo 1917-1985 Ejecutiva Centro
Walter Béneke 1930-1980 Ejecutiva Conservador
Guatemala
22
Rafael Arévalo Martínez 1884-1975 Diplomático Centro
Flavio Herrera 1895-1968 Diplomático Centro
Miguel Ángel Asturias 1899-1974 Diplomático Progresista
Mario Monteforte Toledo 1911-2003 Mixta Progresista
Manuel Galich 1913-1991 Mixta Progresista
Otto Raúl González 1921-2007 Diplomático Progresista
Honduras
Froylán Turcios 1874-1943 Mixta Progresista
Rafael Heliodoro Valle 1891-1958 Diplomático Centro
Eliseo Pérez Cadalso 1920- Mixta Conservador
Oscar Acosta 1933- Diplomático Centro
México
Alfredo Chavero 1841-1906 Mixta Progresista
José Peón y Contreras 1843-1907 Legislativa Conservador
Justo Sierra 1848-1912 Mixta Conservador
José López Portillo y Rojas 1850-1923 Mixta Conservador
Juan de Dios Peza 1852-1910 Mixta Progresista
Salvador Díaz Mirón 1853-1928 Legislativa Centro
Federico Gamboa 1864-1939 Ejecutiva Conservador
Victoriano Salado Alvarez 1867-1931 Diplomático Conservador
Amado Nervo 1870-1919 Diplomático Centro
Enrique González Martínez 1871-1952 Diplomático Conservador
José Juan Tablada 1871-1945 Diplomático Centro
Efrén Rebolledo 1877-1929 Diplomático Centro
José Vasconcelos 1882-1952 Ejecutiva Progresista
Genaro Estrada 1887-1937 Diplomático Progresista
Artemio de Valle Arizpe 1888-1961 Diplomático Centro
Alfonso Reyes 1889-1959 Diplomático Centro
José Rubén Romero 1890-1952 Diplomático Progresista
Manuel Maples Arce 1898-1981 Diplomático Progresista
José Gorostiza Alcalá 1901-1973 Ejecutiva Centro
Jaime Torres Bodet 1902-1974 Ejecutiva Centro
Francisco Rojas González 1903-1951 Diplomático Centro
Agustín Yañez 1904-1980 Ejecutiva Centro
Gilberto Owen 1904-1952 Diplomático Progresista
Rodolfo Usigli 1905-1979 Diplomático Centro
Octavio Paz 1914-1998 Diplomático Centro
Rafael Bernal 1915-1972 Diplomático Centro
Rosario Castellanos 1925-1974 Diplomático Centro
Carlos Fuentes 1928- Diplomático Progresista
Sergio Pitol 1933- Diplomático Progresista
Nicaragua
Rubén Darío 1867-1916 Diplomático Progresista
León Santiago Argüello 1872-1940 Legislativa Progresista
Salomón de la Selva 1893-1969 Diplomático Progresista
José Coronel Urtecho 1906-1994 Legislativa Conservador
23
Ernesto Cardenal 1925- Ejecutiva Progresista
Panamá
Ricardo Miró 1883-1940 Diplomático Centro
Rogelio Sinán 1902-1994 Diplomático Centro
Ramón Heberto Jurado 1922-1978 Diplomático Centro
Paraguay
Juan Emiliano O´Leary 1879-1969 Mixta Conservador
Justo Pastor Benitez 1895-1963 Mixta Conservador
Juan Natalicio González Paredes 1897-1966 Mixta Centro
Ezequiel González Alsina 1919- Mixta Conservador
Perú
Enrique Bustamante y Ballivián 1883-1937 Diplomático Centro
Alberto Ureta 1885-1966 Diplomático Centro
Abraham Valdelomar 1888-1919 Legislativa Centro
Luís Alberto Sánchez 1900-1994 Mixta Progresista
Ciro Alegría 1909-1967 Legislativa Progresista
Julio Ramón Ribeyro 1924-1994 Diplomático Centro
R. Dominicana
José Joaquín Pérez 1845-1900 Mixta Progresista
Fabio Fiallo 1866-1942 Diplomático Progresista
Juan Bosch 1909-2001 Ejecutiva Progresista
Uruguay
Daniel Muñoz 1849-1930 Ejecutiva Centro
Juan Zorrilla de San Martín 1855-1931 Legislativa Centro
José Enrique Rodó 1871-1917 Legislativa Centro
Emilio Frugoni 1880-1969 Legislativa Progresista
Venezuela
José Gil Fortoul 1861-1943 Legislativa Conservador
César Zumeta 1863-1955 Ejecutiva Conservador
Manuel Díaz Rodríguez 1871-1927 Mixta Conservador
Rufino Blanco Fombona 1874-1944 Mixta Progresista
Rómulo Gallegos 1884-1969 Mixta Progresista
José Rafael Pocaterra 1890-1955 Mixta Progresista
Andrés Eloy Blanco 1897-1955 Mixta Progresista
Mario Briceño Iragorry 1897-1958 Legislativa Centro
Julio Garmendia 1898-1977 Diplomático Centro
Ángel Miguel Queremel 1899-1939 Diplomático Centro
Mariano Picón Salas 1901-1965 Diplomático Centro
Manuel Felipe Rugeles 1904-1959 Mixta Centro
Arturo Uslar Pietri 1906-2001 Mixta Conservador
Guillermo Meneses 1911-1978 Diplomático Centro
Vicente Gerbasi 1913-1992 Diplomático Centro
Oswaldo Trejo 1928-1996 Diplomático Centro