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¿Porqué las microfinanzas aún no tienen éxito en Argentina?

Date post: 10-Aug-2015
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UNA NUEVA VISION PARA RECUPERAR LA ECONOMIA

El presente documento es un análisis crítico de la industria de microfinanzas argentina, que a más de 15 años de funcionamiento no ha logrado éxito, se encuentra en una situación de estancamiento y enfrenta a barreras muy difíciles de romper.

Esta realidad es absolutamente superable pero requiere de cambios profundos de varios de los actores, desde los políticos, legisladores, normadores, financiadores y entidades microfinancieras.

El objetivo no es ser fatalista con esta industria sino mas bien despertar a los actores a cumplir su obligación con el desarrollo del país, a dar el lugar que se merecen millones de personas que ven en la microempresa su esperanza de vida, su sustento económico y que al mismo tiempo se reconozca una industria tan o mas importante que la bancaria.

LAS MICROFINANZAS En varios países de América Latina y de Asia se ha demostrado fehacientemente que el rol de la microempresa es fundamental para el desarrollo económico y social.

En el ámbito económico el aporte a la generación de empleo, de ingresos y a la fuente de vida de millones de personas han sido confirmadas por más de tres décadas.

En el ámbito social, el desarrollo de las capacidades individuales, la participación de la familia, la inclusión y la autoestima son los principales aportes de esta industria.

Las microfinanzas son la herramienta que permitió la inclusión financiera del segmento microempresarial dándoles servicios basados en la personalización, la agilidad y sobre todo la oportunidad para el microempresario. La calidad es aún superior a los tradicionales servicios bancarios.

RESUMEN: INVISIBILIDAD INSTITUCIONAL

Con las entidades débiles; con instituciones líderes luchando por su sobrevivencia; con financiadores locales pensando en responsabilidad social o en el impacto político; con financiadores internacionales sin asumir riesgo; con autoridades normativas confundidas y con desconocimiento absoluto de las microfinanzas; NUESTRO SECTOR ES INVISIBLE. “Solos” tenemos poca capacidad para influir sobre todos estos actores y derribar todas estas barreras. Sin embargo nuestro compromiso con el desarrollo de Argentina nos obliga, desde nuestra humilde posición, a pelear por mejores días para los microempresarios, para que tengan un empleo e ingreso digno y que sean incluidos a servicios financieros en instituciones de alta calidad. Esperamos que este documento sea analizado por legisladores, políticos, financiadores y por el público en general para que de una vez seamos responsables en el desarrollo de las microfinanzas del país.

LAS MICROFINANZAS EN ARGENTINA

Argentina es uno de los pocos países de América Latina que no ha demostrado el éxito de las microfinanzas en volumen, es decir, escalas de clientes y montos de cartera.

Si bien las microfinanzas argentinas tienen su inicio en el año 2.000, a más de 15 años, en términos de alcance, distribución y solvencia institucional, el sector todavía se encuentra en un estado de estancamiento.

Históricamente Argentina se caracterizó por ser un país productor y pujante, llegando incluso a ser una potencia mundial, hechos que pudimos observar hasta después de la segunda guerra, así se consolidaron empresas familiares como “La Serenisima”, “Arcor” y “Baggio”, entre muchas otras, ¡todas empezaron como emprendimientos!

Analizar los motivos y las causas del porqué las microfinanzas no han avanzado como en el resto de los países y el porqué los emprendimientos de las últimas décadas no sobreviven y prosperan es el motivo de la presente reflexión.

LOS ARGUMENTOS ERRÓNEOS “PAÍS SIN POBREZA”

Un país que no tiene pobreza: La realidad argentina no es diferente a la de otros países de América Latina, caracterizados por el gran crecimiento de las clases medias y bajas y con una incapacidad el sector público y privado para abastecer de fuentes de empleo. Esto es de mayor importancia en un área periurbana con una población cercana a los 23 millones de personas.

Este crecimiento intenso en las principales áreas urbanas generan situaciones económicas y sociales que han determinado que los índices de riqueza sean menores y con ello la existencia de cinturones de pobreza en el país.

Por su parte el sector de la micro y pequeña empresa se encuentra estancado cuando irónicamente representan más de 3 millones de personas, otorgando empleo y calidad en productos y servicios.

LOS ARGUMENTOS ERRÓNEOS “INEXISTENCIA DE

DEMANDA”

Es incorrecto el concluir que en la argentina la presencia de la microempresa no sea significativa como demandante de microfinanzas, tanto por el número de personas que vienen volcando sus esfuerzos en micro emprendimientos, cómo de la micro oferta/demanda que crece en función de productos y servicios cada vez más segmentados y diferenciados los cuales van haciendo frente a la falta de oportunidades en el mercado. Así mismo es un sector creciente que año tras año va tomando una mayor presencia.

Este segmento esta conformado tanto por población migrante de países vecinos, así como personas oriundas que encuentran en sus emprendimientos una forma segura de su sustento económico y de consolidación de su patrimonio.

Este segmento (según varios estudios) tiene un tamaño entre 1 y 3 millones de unidades económicas familiares.

LOS ARGUMENTOS ERRÓNEOS “DEMASIADO RIESGO”

El sector de la microempresa (al igual que en el resto del continente) no cuenta con registros de ingresos y gastos, no cuenta con garantías reales y no se adecua a sistemas técnicos de gestión y control como las empresas de mayor tamaño.

Sin embargo esta realidad no significa un mayor riesgo para las actividades financieras. Si bien es cierto que la cultura de pago es más relajada (debido al historial de pago en otros nichos de la actividad financiera), la microempresa argentina valora el acceso a servicios de calidad y con ello va construyendo una cultura de pago de mayor calidad.

En resumen, la existencia de mayor riesgo no es una limitante cuando las microfinanzas se encaran con tecnologías adecuadas.

LOS ARGUMENTOS ERRÓNEOS “ESTAN BANCARIZADOS”

Si bien el sistema bancario tradicional ha avanzado mucho en la introducción de tarjetas de crédito y debito, así como la existencia de varias entidades financieras de consumo, estos esfuerzos se han limitado al segmento de los asalariados y con objetivos netamente de consumo, este sector asalariado y la introducción de tarjetas de crédito y débito no debe confundirse, pues en la práctica y por definición son muy diferentes al sector de los microempresarios.

La bancarización a llegado a la población que tiene un salario formalizado y no así a las personas que generan oportunidad y valor agregado con sus microempresas.

LAS VERDADERAS BARRERAS

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BARRERAS A LA MICROEMPRESA INFORMALIDAD DEL PATRIMONIO

Una de las principales características de las microempresas es la inexistencia de garantías reales. Este hecho se agrava en la realidad argentina, ya que el registro de propiedad de inmuebles se encuentra muy rezagado.

Las unidades microempresarias que son propietarias de inmueble en su mayoría solo cuentan con “boletas de compra y venta” que si bien son válidas en un mercado comercial no expresan “propiedad legal”.

Los engorrosos trámites, la falta de descentralización y la burocracia determina que cada vez menos microempresas cuentes con documentación de su patrimonio.

El resultado final es una marginación a estas personas, no solamente en servicios microfinancieros sino también en sus derechos propietarios.

BARRERAS A LA MICROEMPRESA CASTIGO IMPOSITIVO

La normativa impositiva argentina no está pensada para la microempresa. Si bien existen figuras relativamente flexibles como el monotributo o el monotributo social, las condiciones de registro y sobre todo de reporte no son accesibles para los microempresarios.

Al no existir actualizaciones y registros adecuados de los niveles de ventas y gastos, no hay contadores que registren los requisitos pedidos por las entidades reguladoras. Así mismo el monotributo social está limitado para muy pocas actividades por lo cual tampoco es la solución.

Al no poder cumplir con los requerimientos y al no ser consumidores finales, se da la injusticia de que un microempresario pague más de 1,5 veces de impuestos de lo que paga un asalariado.

Al final el resultado es que existe un desincentivo para ser una microempresa.

LAS VERDADERAS BARRERAS VISIÓN DE ILEGALIDAD

Como resultado de la anterior barrera muchos de los microempresarios son categorizados como “informales”, lastimosamente en la cultura ciudadana es equivalente a ilegal, lo cual es absolutamente incorrecto.

Por otra parte la mayor parte de las microempresas emplea mano de obra familiar, y dados los exigentes requisitos económicos de la normativa de seguridad social, también expone a la microempresa como “ilegal”. Al igual que el punto anterior totalmente erróneo.

Esta visión de ilegalidad es una barrera que se debe superar y es necesario que la normativa cree una figura adecuada para un segmento tan dinámico e importante para la sociedad y para la economía en general.

BARRERAS MICROEMPRESA PERCEPCIONES Y MITOS

La centralización nacional, el empleo oficinista y una cultura social con percepciones de “empleo seguro” son causas principales del estancamiento de los emprendimientos, ya que desde un punto de vista institucional, dicho sector cuenta con poco apoyo y al contrario mucha marginación.

Es innegable el hecho de que existe un número significativo de microempresas y emprendimientos pequeños, las cuales se tiende a confundir con PYMES, sin embargo distan mucho pues las microempresas son unidades familiares en el sentido que son unipersonales es decir que el jefe de familia es el dueño, el gerente y el operario al mismo tiempo y se caracteriza porque es una fuente de trabajo para hogares pobres en su conjunto y en algunos pocos casos se cuenta con personal calificado y asalariado para el desarrollo de sus actividades, las cuales son diversas, tales como producción de verduras, plantas o flores; talleres textiles, comercialización de verduras o ropa, dar servicios como peluquerías, kioscos, estéticas o a la venta de comida, entre muchas otras.

BARRERAS NORMATIVAS CONFUSIÓN CON CONSUMO

En la historia financiera de Argentina se ha desarrollado pujantemente el crédito de consumo dirigido al segmento asalariado, mientras que el desarrollo del microcrédito es inexistente. Esto está llevando a que se intente aplicar la misma normativa para estos dos servicios financieros tan diferentes entre sí.

Las tendencias de control de costos financieros, tasas de interés y otros que pretenden regular al consumo asalariado, no pueden ser tratados de la misma forma cuando el destino del crédito es para capital de operaciones o inversión.

El esfuerzo real, necesario y con equidad social requiere que los reguladores y normadores generen un ámbito especial para las microfinanzas y no se tome el camino fácil de tratarlas como al consumo.

BARRERAS NORMATIVAS AGENDA POLITICA

Mucho daño esta causando el tomar a las microfinanzas como una herramienta política, cuando su naturaleza es técnica y sus resultados económicos y sociales.

Las concepciones de que el crédito es un “bien social” y acompañado con intensiones de subsidio genera ineficiencias que no han permitido llegar a un volumen importante de microempresas rentables en el tiempo.

Los esfuerzos por “mostrar alcance” no son de los mejores y muchos recursos dispuestos por la CONAMI no han generado un mercado sostenible.

La creación de instituciones de microfinanzas con enfoques “sociales” no están generando instituciones sostenibles, al contrario generan entidades subsidiadas y sin una proyección a largo plazo.

En resumen el considerar a la industria microfinanciera como una herramienta política es una de las barreras mas serias para el desarrollo.

BARRERAS NORMATIVAS IMPOSITIVA

Argentina posee una carga tributaria de las más altas de América Latina, considerando impuestos como el IVA que fluctúa entre el 21% y 28%, Ingresos Brutos (entre 6% y 8%), impuestos al crédito y débito bancario, impuestos municipales, a las ganancias (35%) y a los activos.

Estos impuestos sin actualización por más de una década, genera falsas percepciones de ingresos y encierra a las microempresas junto con empresas de niveles multinacionales lo cual debilita institucionalmente a este sector, llevándolo a operar en la marginalidad.

Es inaceptable que el financiamiento a un nicho que es motor del desarrollo del país sea tratado igual que el consumo y peor que otros sectores con menor valor agregado.

Es necesario que los políticos y legisladores asuman una posición responsable frente a la microempresa y que se generen normas especiales para las microfinanzas, no solamente con impuestos nacionales y federales sino también municipales.

BARRERAS NORMATIVAS LABORAL

Otra de las barreras para alcanzar el desarrollo de las microfinanzas son las pesadas cargas laborales y patronales sobre los salarios del personal que trabaja en microfinanzas.

La estructura laboral basada en los sindicatos no se adecua en lo más mínimo a las labores de las microfinanzas caracterizadas por el trabajo de campo y al mismo tiempo similar al trabajo bancario.

Al no existir una alternativa las microfinancieras deben elegir opciones que no reflejan la realidad del trabajo y al mismo tiempo encarecen las operaciones.

Lo más complicado de todo es que el personal de las microfinanzas recibe salarios bajos no compensables con el esfuerzo y el impacto que se logra sobre el desarrollo.

Esta barrera debe ser enfrentada tanto por el ministerio de trabajo como por los sindicatos, que permita que se adecue a las funciones, del personal, que permita mejor retribución a los empleados microfinancieros y costos más razonables para las entidades de microfinanzas.

BARRERAS NORMATIVAS MODELO DESARROLLO INSTITUCIONAL

El enfoque del desarrollo institucional asumido por el estado, busca apoyar al mayor numero de esfuerzos de microfinanzas, pero no busca y evita apoyar a las mega entidades de microfinanzas.

Este es un error ya que en la práctica no existe en el mercado ninguna entidad sostenible y que pueda ser el motor que jalonee el crecimiento del resto.

El modelo que necesitan las microfinanzas en Argentina es justamente el contrario; fortalecer a unas cinco entidades experimentadas para que tengan la capacidad de una expansión en todo el territorio y que sean auto-sostenibles por su escala. Se ha demostrado en el mercado que cuando los líderes crecen, el sector completo crece.

Mientras no se entienda que el modelo de contar con instituciones turbina como el adecuado, es muy difícil alcanzar lo obtenido en microfinanzas en otras partes del planeta.

BARRERAS DE COYUNTURA INEXISTENCIA DE FINANCIAMIENTO

Varias entidades luchan fehacientemente por desarrollar la industria; sin embargo se frenan por la inexistencia de financiamiento. No existen recursos que apoyen el desarrollo de las microfinanzas. Los recursos estatales (CONAMI) se diluyen con su su visión de subsidio a muy débiles entidades y a tasas subsidiadas, generando una competitividad en precios donde TODOS pierden. Los recursos de “Impulso Argentino”, que si bien apuntan a entidades con mayor sostenibilidad, son insuficientes por su visión de NO generar líderes de la industria. La ceguera de la banca comercial en no considerar a la microempresa como un motor de desarrollo los lleva a tener “responsabilidad social” con un mínimo de recursos. Las entidades internacionales conocedoras de las microfinanzas ven espantados la realidad argentina y no se animan a ingresar con financiamiento sin cubrirse del riesgo país. En resumen, cada sector debe asumir su responsabilidad en el perjuicio que está generando sobre la microempresa y comenzar a financiar en montos lo suficientemente importantes y para un reto tan grande de una industria de más de 3 millones de clientes.

BARRERAS COYUNTURA ENTORNO MACROECONOMICO

Con una coyuntura económica que alienta la expansión del consumo y la producción en las grandes empresas, es muy difícil el consolidar a la micro y pequeña empresa.

La situación se complica con la existencia de incrementos constantes en los costos de operación afectando no solo la estabilidad de las microempresas sino también de las entidades de microfinanzas.

Los problemas con el tipo de cambio que restringen los recursos para cartera y asistencia técnica desde el exterior completan la negativa realidad de esta industria.

Debemos aclarar que estamos ante una coyuntura, que es cambiable en la medida que se vayan eliminando las barreras, por otra parte los microempresarios continúan en el mercado y las entidades microfinancieras también están saliendo a flote, a la espera de reales oportunidades de crecimiento y apoyo.

BARRERAS INSTITUCIONALES DEBILIDAD

Como resultado de las barreras la oferta de microfinanzas tiene entidades débiles. De las más de 50 instituciones identificadas, solamente 5 pueden contar con información mensual de sus carteras y estados financieros mensuales. Las entidades han desarrollado sus habilidades tecnológicas y de gestión de créditos pero muy pocas sus habilidades contables y de gestión. La industria no muestra rentabilidad, las entidades necesitan escala para hacer frente al incremento de costos, pero no existen recursos para alcanzar la auto sostenibilidad. hacen falta recursos de asistencia técnica para el desarrollo de sistemas, para contar con bases de datos de calidad, para la inversión en el crecimiento y las entidades con su débil situación financiera no pueden hacerlo. Consolidar a las entidades que han avanzado y son los líderes es una obligación NO SOLO de las entidades sino de todos los interesados en el desarrollo de la Argentina.

¡CAMBIEMOS ARGENTINA!

“El progreso consiste en el cambio”Miguel de Unamuno

MUCHAS GRACIAS


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