Date post: | 15-Mar-2016 |
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En Revolución se derrotalas plagas del pasado
Hace 20 años apareció en el valle de Quíbor una plaga que hacía imposible el cultivo del tomate en la región. La mosca blanca obligó a los agricultores a desistir de sembrar la hortaliza a cielo abierto, porque en poco tiempo las cosechas quedaban arruinadas. Tecnología, ingenio y Revolución se juntaron y ahora el Proyecto Agrario Socialista no sólo ha controlado la mosca, sino que está erradicando otro flagelo más perverso: el sistema de-predador y destructivo del capitalismo.
Yaracuy:Historia de tubos remendados
Cuando el Gobierno Bolivariano decidió poner en marcha el proyec-to trasvase Taiguaiguai-Tucutunemo, que ya beneficia a comunidades hasta ahora azotadas por sequía e inundaciones, Isabel Palma organizó las cosas para que a los suyos les colocaran sus puntos de riego antes que a ella. Primero su gente; ella de última. En septiembre de 2011 comenzaron a ponerle tuberías a su parcela; tres días después murió súbitamente. La actual UPS El Tamarindo llevará su nombre
La heroína de Taiguaiguai
Mayo de 2012 / Año 1 / Edición Nº 1
Marisela entró en calory produce en socialismoEl antiguo latifundio llamado hato El Frío fue la historia de de una forma cruel de relaciones entre explotado-res y explotados. La ESGA Marisela es la respuesta del Gobierno Bolivariano al desamparo y los esquemas de un pasado oprobioso
En los Andes venezolanos se da el fenómeno de la comunión Pueblo-Gobierno con una sincronía sólo posible en tiempos de Revolución. La organización popular ha madurado por décadas alrededor de siste-mas de riego, el Gobierno toma nota de este ejemplo y lo enseña en otras regiones
El pueblo crea;el Gobierno aprende
¿Quién dijo que en Quíbor no se podía producir tomate?
Especial. Págs 11, 12, 13 y 14
Pág. 9
Págs. 18 y 19Pág.10
Págs. 3, 4 y 5
Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierra Corporación Venezolana de Alimentos
Gobierno Bolivariano de Aragua
2 Mayo de 2012 Nosotros
La Corporación Venezolana de Ali-mentos (CVAL) fue creada en el año 2010 por el Gobierno Boli-
variano como un Sistema Empresarial de Propiedad Social. En ella se agrupan tantas unidades de producción primaria como las plantas agroindustriales.
Entre las empresas recuperadas se en-cuentra Agropatria, que fue nacionaliza-da por el Gobierno Bolivariano en el año 2010. Es la empresa bandera en este ramo y forma parte de diecisiete (17) grandes com-pañías que integran la Corporación: Nueve (09) centrales azucareros y ocho (08) que las administran. Asimismo la empresa de transporte y mecanización Pedro Camejo, la cual comprende 25 sucursales en todo el país. A este conglomerado se le agregan 10 compañías mixtas que se constituyeron en asociación con países aliados mediante acuerdos bilaterales. En total son 34 em-presas que integran el gran sistema de la Corporación.
CVAL tiene una empresa con Nicaragua que se llama Albalinisa, dedicada a la co-mercialización de productos en ambos paí-ses; una empresa recientemente constituida con Siria para la producción y distribución de aceite de oliva; y otra con Rusia para la comercialización y exportación de musá-ceas (plátanos y cambures).
También agrupa a cuatro empresas ga-naderas (Florentino; Marisela, en el Hato El Frío, estado Bolívar; Santos Luzardo; y Bravos de Apure, que funciona en el Hato
El Cedral). Además cuenta con la planta de procesamiento de plátanos Argelia Laya, que se creó en Barlovento, y también está encargada del rescate de ese cultivo en las tierras recuperada en el sur del Lago de Maracaibo.
En total suman 163 Unidades de Pro-piedad Social agropecuaria, 62 agroindus-triales y 25 de mecanización, así como los cinco centros de acopio de hortalizas en los estados Lara, Trujillo, Mérida y Distri-to Capital. Además hay que agregar 1,07 millones de toneladas en capacidad de al-macenamiento que tiene la Corporación en los 18 silos a lo largo del país.
Toda esta maquinaria la mueven 16.212 trabajadoras y trabajadores, agrupados en 105 consejos constituidos, 2 en formación,
13 sindicatos y un consejo de planificación participativo.
Nuestro objetivo estratégico es desarro-llar un sistema de producción de bienes y servicios provenientes del sector agrario e industrial, que contribuyen con la satisfac-ción de las necesidades humanas del pue-blo venezolano; que permite el uso adecua-do de los recursos materiales, financieros, naturales y el talento humano, mediante la distribución y colocación de los bienes y servicios en el ámbito nacional e inter-nacional de manera efectiva, sin obtener ganancia y a un precio justo. Asimismo, bajo la misma misión y visión, implemen-tar y certificar los sistemas de gestión de la calidad e inocuidad en la producción de alimentos.
Ministerio de Agricultura y Tierras
Ministro:
Elías Jaua Milano
Presidente de la Corporación
Venezolana de Alimentos
Henry Silva
Gerente de la Oficina
de Comunicación
y Relaciones Institucionales
(encargado)
Elí Briceño
Equipo Editorial:Yrleana Gómez
Edys Glod
Ernesto Cazal
José Roberto Duque
Producción
Carlos Hurtado
Diego Soto
Tierra y Libertad es una publicación
producida por la Oficina de Comuni-
caciones y las Relaciones Instituciona-
les de la Corporación Venezolana de
Alimentos (CVAL). Pueden reprodu-
cirse los materiales aquí publicados
indicando su fuente de procedencia y
el nombre de esta institución.
Quiénes somos y para qué trabajamos
Tenemos el orgullo de presentarle al país un periódico necesario. No uno más entre los que cumplen la tarea de informar, sino uno que cumple una misión urgente:
mostrarle a un país en Revolución las muchas formas en que el ser humano de estas tierras produce alimentos, cómo se desen-vuelve su vida y cómo ha cambiado su dinámica vital en 13 años de dramático vuelco, desde el crimen planetario del capitalismo hacia una nueva forma de hacer sociedad.
Los habitantes de nuestras grandes ciudades hemos extraviado algunos datos y claves que el campo nos otorgaba de manera natural. Uno de esos datos es el conocimiento de los procesos que llevan los alimentos desde las plantaciones, conucos, cria-deros y desde las aguas hasta la mesa de cada uno de nosotros. El proceso de eliminación del latifundio y de recuperación de los espacios productivos desde que en 2001 se implementara la nueva Ley de Tierras ha sido arduo y doloroso. Está dando resul-tados, como lo atestigua el reimpulso que ha significado la Gran
Misión AgroVenezuela. Pero sigue siendo poco conocida en las ciudades esta historia, y su conocimiento es vital para entender-nos como pueblo.
Además, el capitalismo nos arrebató el derecho a saber qué cosas suceden entre aquel momento remoto o misterioso en que un productor siembra una semilla o alimenta a un animal, y ese otro más “normal” y cotidiano en que uno acude al mercado a comprar una mercancía llamada “comida”, algo que de pronto nos acostumbramos a que no sea un derecho humano universal sino un producto que se compra y se vende, lo cual por supuesto es una tragedia a superar por la especie humana.
Así que este es un periódico que pretende continuar y profun-dizar una de las misiones que se ha planteado el Gobierno Boli-variano y el pueblo ansioso de conocimiento: reencontrarnos en nuestra condición de constructores del país, campesinos y citadi-nos en rebelión contra la vieja y humillante forma de relacionar-nos, la que nos impusieron los poderosos de la tierra.
Editorial
3Mayo de 2012Especial
Henry Silva
El Valle de Quíbor, ubi-cado en el estado Lara, tiene una superficie de
43.395 hectáreas y allí se produ-ce 63 por ciento de la cebolla, el 36 por ciento del pimentón y el 16 por ciento del tomate de todo el país. En el valle existen 186 Con-sejos Comunales, 89 centros po-blados y habitan 26.669 personas en 7.534 viviendas.
La agricultura que tradicional-mente se ha practicado en el Valle de Quíbor simboliza el modelo depredatorio desarrollado desde la tesis de la revolución verde, donde el capitalismo para maxi-mizar la utilidad monetaria, mer-cantilizó los alimentos. De esta forma, y siguiendo las directrices emitidas desde las dictaduras de la agricultura mundial, comenzó la hegemonía de las semillas im-portadas, el uso indiscriminado de agroquímicos, el abuso de los acuíferos existentes, la terrofagia latifundista por los mejores suelos y el acaparamiento de las fuentes de agua existentes. El campesino pasó a ser peón asalariado, las pe-queñas fincas campesinas se con-virtieron en “lotes”. Las cuencas de las quebradas fueron defores-tadas y convertidas en cinturones
de pobreza extrema por los cam-pesinos desplazados. Junto con la desertificación del valle llegó el caos productivo.
Después de treinta años, un valle fértil y rico en agua subte-rránea se convirtió en una de las tierras más contaminadas por agrotóxicos de toda América y con el mayor índice de plagas y enfermedades. El nivel freático de sus acuíferos bajó en más de 100 metros y sus caudales se re-dujeron en más de 80 por ciento.
En revolución
Ahora, la Revolución Bolivaria-na asume la responsabilidad his-tórica de transformar un modelo agrícola depredatorio, especula-tivo y mercantilista en otro que dignifique al campesino, respete y valore su medio ambiente, sea innovador, altamente productivo y sobre todo que rompa las cadenas especulativas en la distribución de los rubros hortícolas estratégi-cos que allí se producen.
Para impulsar el desarrollo ru-ral integral en el Valle de Quíbor el Gobierno Bolivariano pondrá en operación el sistema de riego Yacambú – Quíbor. Este sistema comienza en el embalse de Ya-cambú, desde donde se perfora un túnel de 24,3 kilómetros de lon-gitud y 4,40 metros de diámetro. Este túnel llegará a mediados de 2012 al Valle de Quíbor, desde
donde comienza toda una red de tuberías subterráneas para llevar 10.400 litros/segundo de agua a los 1.409 predios que conforman esta zona.
Núcleos de agro-soporte
La Revolución Bolivariana a la fecha ha realizado tres grandes obras agroindustriales que buscan
impulsar el desarrollo productivo del Valle de Quíbor:
Centro Agroindustrial “Flo-rencio Jiménez”. Localizado en Los Cerritos de San José, cuenta con Planta procesadora de lác-teos, Planta de alimentos balan-ceados, Invernaderos, Centro de mejoramiento genético caprino (en construcción), Laboratorio de producción de controladores biológicos y biofertilizantes (en construcción), Unidad de Em-presa de Mecanizado “Pedro Camejo”.
Complejo Agroindustrial So-cialista de Quíbor. Ubicado en el sector El Hato, está confor-mado por Cavas Frigorífico para almacenar 3.600 toneladas, Em-paquetadora de granos, Centro de Acopio de productos agríco-las con patio para 400 camiones, Planta procesadora de tomates, Deshidratadora de frutas y hor-talizas, Planta (túnel) de enfria-miento rápido, Comedor popular, Sala de Batalla de la Parroquia “Cabo José Dorante”.
Complejo de Investigación y Formación. Cuenta con la Sede del Instituto Nacional de Inves-tigaciones Agrícolas de Quíbor, Centro de Formación Agrario So-cialista y la Unidad de Producción en Casas de Cultivo (2,4 has).
Proyecto Valle de Quíbor: de modelo depredatorio a revolución humana
Un valle fértil y rico en agua subterránea que llegó a convertirse en una de las tierras más contaminadas por agrotóxicos de toda América, y con el mayor índice de plagas y enfermedades, hoy es puntal de un proyecto de siembra de la nueva sociedad, donde el trabajo liberador borre las manchas del pasado
El riego no representa solo una in-
fraestructura de tuberías. Debe ser
visualizado como un sistema creador
de todo un tejido socio-económico
basado en las actividades agrícolas.
El riego debe ser acompañado de un
componente organizativo que se fun-
damenta en la organización de los
agricultores para el uso compartido
del recurso hídrico. Como otro compo-
nente del sistema, surge la economía
agrícola que se crea alrededor de todo
el sector productivo, sobre todo al au-
mentar las áreas cultivadas y sus pro-
ducciones. Como último componente
del sistema debe existir, de manera in-
trínseca, una redistribución de tierras
que permita el acceso del campesina-
do a un trabajo liberador, inclusivo y
digno en la producción de alimentos.
Como pilar adicional a todo sistema
de riego, debe existir un programa de
formación político y técnico basado en
la ética socialista, que abra el camino
para la construcción de una nueva so-
ciedad rural.
Estrategia del injerto socialista
Una compleja obra de ingenieria: el túnel de trasvase La inmensa zona donde están cambiando las relaciones humanas y de producción
4 Mayo de 2012 Especial
TexTo y foTos:
José RobeRTo Duque
Sobre Quíbor han caído al menos dos plagas tóxi-cas, nocivas, dañinas y
malasangres: el capitalismo, que arrasó cultura, seres humanos y medio ambiente, y una maldita mosca blanca a la que le dio por arrasar los cultivos de tomate. El primero tuvo un proceso de in-cubación de unos 500 años y en Venezuela andamos en el tran-ce de liquidarlo. La mosca no se sabe desde cuándo existe, pero los agricultores quiboreños recuerdan que fue en 1992 cuando desató su furia exterminadora. Cuando todo parecía indicar que era más fastidiosa y peligrosa que el capi-talismo, la tecnología, el ingenio y la Revolución la controlaron y hoy el Valle de Quíbor produce tomate en una modalidad que ha resultado salvadora.
El plan destinado a combatir con éxito a la mosca blanca fue la implementación de Casas de Cultivo Controlado, estructuras recubiertas con un material que aísla las siembras del entorno
natural. Los primeros intentos al respecto se realizaron con estruc-turas hechas en Cuba, pero estas casas tenían medidas estándar y su altura de 5 metros hacía que se acumulara el calor muy cerca de las plantas y éstas no resistieran. El convenio con Brasil incluyó entonces la construcción de ca-sas adaptadas específicamente al clima de Quíbor; sus medidas son de 59 x 40 y 7,5 metros de altura. Con esas características ideales el plan ha comenzado a rendir buenos frutos. Ya hay cinco casas operativas, produciendo un poco más de lo estimado en el plan ori-ginal. Están en construcción otras 19, y este mismo año deberán es-tar activas las 24. En el proyecto binacional Brasil aporta la obra de infraestructura y la transferen-cia de tecnología.
“Estaba previsto que la produc-ción de cada una de esas casas fuera de 30 toneladas de tomate pera”, revela Víctor Barrios, pre-sidente de la Empresa Valle de Quíbor. “Al cierre del primer ci-clo, una de las casas ya produjo 34 toneladas y la otra 32, así que estamos por encima del prome-
dio”. El destino de estas cosechas es la Corporación Venezolana de Alimentos (CVAL). A finales de marzo también estaba cosechán-dose el pimentón producido en estas casas de cultivo.
Hacia un modelo agroecológico
Argenis Palma es el ingeniero responsable del manejo agrícola de las casas de cultivo. Hace énfa-sis en que el objetivo del proyecto es “cambiar el modelo productivo,
bajar el consumo de agrotóxicos y evolucionar hacia el uso exclusivo de biofertilizantes. Esto se está haciendo pero la sustitución tiene que ser gradual”. Palma refiere que esta es una de las metas más importantes del proyecto, pues la aplicación indiscriminada de sus-tancias tóxicas produjo en la zona desequilibrios ecológicos, enfer-mó a miles de trabajadores.
“Era común ver a los agriculto-res con enfermedades de la piel, muchos intoxicados por trabajar en las haciendas. El dueño lo único
que hacía era darle al trabajador un litro de leche diario, pues se decía que eso ayudaba a desintoxicar a la persona. El uso de estas sustancias se está erradicando gradualmente, ahora se dosifica la aplicación de fertilizantes y esto no sólo abarata los costos de producción sino que protege la vida del trabajador y al medio ambiente”.
También se ha logrado un aho-rro drástico en el consumo de agua que surte a las casas de cul-tivo. La misma proviene de una laguna y se consume en un caudal
Sistema de riego, casas de cultivo y visión socialista convierten un desierto en experimento revolucionario de producción
Dizque no se daba el tomate
Es la segunda cosecha con este sistema
Casas de cultivo adecuadas para las condiciones climáticas del valle
5Mayo de 2012Especial
promedio de 10 mil litros en una hora de riego (sistema localizado por goteo), lo cual revela un apro-vechamiento óptimo del recurso pues, según el ingeniero, en el sis-tema convencional por gravedad pueden invertirse hasta 300 mil litros de agua por hora.
No sólo casas; no sólo tomate
Pero no sólo de casas de cultivo vive el Proyecto Agrario Socia-lista Valle de Quíbor. El mismo
incluye la construcción y puesta en marcha de un Centro de For-mación Agrosocialista, con capa-cidad para atender y alojar a 150 estudiantes; una escuela para la comunidad de La Represa; 110 viviendas para las comunidades trasladadas desde el área de inun-dación del embalse de Yacambú; la consolidación del Centro Ca-prino; una emisora campesina que ya está en el aire (Radio Re-volucionaria del Valle, 92.1 FM). Y la obra central que es el siste-
ma de riego, una red de tuberías y puntos de riego que distribuirá el agua proveniente del embalse de Yacambú (el gigantesco túnel de trasvase atraviesa las mon-tañas larenses para irrigar esta zona semidesértica) y modificará en poco tiempo las relaciones de producción y la vida de los habi-tantes de la zona.
En formación
Uno de los encargados de en-lazar con las comunidades y esti-mular formas de organización del Poder Popular es Juan Carlos Suá-rez, del Área Comunitaria. Obser-va que se está avanzando en la in-tegración entre las comunidades y el proyecto. “Las Salas de Batalla alrededor están cumpliendo su rol, a veces con mucho esfuerzo pro-ducto de la incomprensión por lo novedoso del proyecto, pero vamos avanzando. Son los productores organizados los que le proponen a la empresa quiénes van a trabajar y en qué áreas, y esta es una buena manera de comenzar a asumir que aquí hay co-responsabilidad con el Gobierno, que los resultados buenos y deficientes van a tener una responsabilidad compartida. Hace falta un buen proceso for-mativo para comprender esto y en eso estamos trabajando”.
Joel Goyo es un productor, habitante del sector Cerrito de San José. Tiene a su cargo, junto a otros tres compañeros, la pro-ducción de una de las casas de cultivo de tomate del Valle de Quíbor. Hijo y nieto de agricul-tores, ha sido testigo de los cam-bios cualitativos operados en la zona con la puesta en marcha del Proyecto Agrario Socialis-ta. Su postulación para trabajar en el proyecto, al igual que las del resto de los trabajadores, la realizó el Consejo Comunal de la zona donde habita, reunido en Sala de Batalla.
Cuenta que antes del proyecto sembraba parchitas para propie-tarios de la zona. “El dueño le alquilaba la tierra a mi familia o a grupos de agricultores y a nosotros nos tocaba el 20 por ciento de la producción; el due-ño se quedaba con el 80. La jor-nada de trabajo era de 7 a 4 de la
tarde y el trabajo no dejaba nin-gún beneficio aparte del sueldo. La diferencia es que ahora ten-go beneficios, servicio médico, y he aprendido cosas como el cultivo del tomate en Casas de Cultivo, el funcionamiento del sistema de riego, el manejo de fertilizantes”.
Sobre este último punto Joel Goyo recuerda las condiciones lamentables en que debían tra-bajar antes. “Aquí nadie tenía idea de las proporciones de in-secticida que deben utilizarse, entonces la gente trabajaba sin protección, así con ropa normal. Me acuerdo que se aplicaba un insecticida llamado Carbodán y los compañeros se mareaban, se la pasaban enfermos. Ahora sabemos en qué proporción se pueden usar esas sustancias, nos dan trajes para protegernos. Y además para enseñar a otros lo que hemos aprendido”. El Sistema de Riego diseñado ori- �
ginalmente iba a consumir unos
3.300 kw/h de energía, pero a
raíz de la crisis energética de
2010 por la sequía el proyecto fue
modificado. Ahora casi 80 por
ciento del sistema va a funcionar
por gravedad y sólo va a consumir
240 kw/h de energía.
El Valle de Quíbor aporta más de �
60 por ciento de la cebolla y entre
37 y 40 por ciento del pimentón
que se consumen en el país. Aho-
ra además se produce tomate y se
están adecuando las condiciones
para la siembra de caña de azú-
car, maíz, hortalizas y viñedos.
En 12 años se avanzó 60 por �
ciento del túnel de trasvase, que
traerá el agua desde el embalse
de Yacambú hasta el valle. El tú-
nel ya está culminado.
Para este año está prevista la cul- �
minación de la tubería del Sistema
de Riego para el sector 1, que cons-
ta de nueve predios y abarca unas
2.200 hectáreas. El plan inicial
consta de cuatro sectores y abarca
11.200 hectáreas, y la capacidad
total de riego de los 12 sectores,
que estarán operativos en 2016,
será de 26 mil hectáreas.
Los principales rubros que se �
producen (y cuya producción se
incrementará) son tomate, pi-
mentón y cebolla.
Avanza la instalación de tuberías para el sistema de riego
Rusbely Ramos y Argenis Palma, del equipo responsable de las casas
Goyo conoció el modo capitalista de producción y ahora trabaja en el nuevo modelo
Testimonio
“Estamos para enseñar a otros”
Datos del proyecto macro
6 Mayo de 2012 Opinión
Carlos Mesa
En los últimos cinco años hemos sido testigos de los cambios climá-ticos, que nos han llevado a perío-
dos de grandes sequías (casi nos quedamos sin Guri, sin Churum Merum y nuestros ríos mostraron iglesias y barcos sumergi-dos por más de cincuenta años) y las lluvias que han afectado nuestro ciclo agronómico y por ende nuestra productividad (como en el último período de inundaciones en el sur del Lago de Maracaibo, el estado Falcón, Barlovento, etcétera).
Estos sucesos están presentes a escala mundial, países industrializados y los lla-mados emergentes han visto cómo sus prin-cipales cosechas se han visto afectadas por inundaciones, maremotos, seguías, etc., que se traducen en las disminución de la oferta en los mercados de alimentos (ver caso cereales www.fao.org.) y a todo esto hay que sumarle la masificación del paradigma de los biocom-bustibles que se traducen convertir alimentos como la caña y el maíz en combustible para mover autos o industrias, en vez de ser azú-car para el café y la arepa de las mañanas.
Antes de estos escenarios el gobierno revolucionario prevé la situación de que en un lapso corto de tiempo, las divisas provenientes del petróleo no van a servir de garantía para adquirir alimentos en el mercado internacional, que la inversión en
el campo es la única garantía de soberanía que nos queda y que la seguridad alimen-taria no deber verse como la cantidad de alimentos importados de un país para satis-facer las necesidades de sus población.
La producción agrícola no es un patrimo-nio de un grupo, o de exclusividad de los colegiados, o de una corporación con una patente. La agricultura es una amalgama de saberes, de tradiciones y costumbres que forman al hombre.
La Gran Misión AgroVenezuela (GMAV), propone que todos los venezolanos nos tene-mos que incorporar al hecho productivo, en el mismo nivel de importancia que acciones realizadas por el Gobierno Revolucionario
años atrás, cuando trasladó las reservas in-ternacionales fuera de los bancos de Estados Unidos, cuando potenció a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) o cuando le dijo no al ALCA y promulgó el ALBA, o cuando formó PetroCaribe, para fortalecer lazos y resistir las crisis.
Hasta la fecha, La GMAV se ha traduci-do en 312.803 agrovenezolanos y agrove-nezolanas atendidos integralmente, de los cuales fueron financiados 105.243 en ciclo invierno para un total de 755.000 hectáreas sembradas, entendiéndose en ciclo invier-no el período en que se siembra el maíz, el arroz, la soya, los tubérculos y los frutales del año. Además se entregó 3.266 maqui-
narias de mecanización y equipos agrícolas que beneficiaron a 14.000 agrovenezolanos y agrovenezolanas. De igual forma, se be-neficiaron con 14.400 con sistemas de rie-go, 10.655 con el plan de pozos artesanales que permite la tecnificación del campo y la mejora de la productividad. También se rea-lizaron 24.000 regularizaciones de tierra y se incorporaron 4.000 productores benefi-ciados con el plan de agricultura urbana.
Los Ejes Fundamentales de la Gran Mi-sión AgroVenezuela se han concebido como la agrupación de los factores estructurales y componentes fundamentales que histórica-mente han incidido en el desempeño de la agricultura venezolana, tanto en la produc-ción y productividad, en todo el proceso pro-ductivo desde su inicio y hasta el momento de la cosecha. Estos ejes serán las áreas de atención donde se concentrarán los esfuerzos del Gobierno Bolivariano como aporte fun-damental de la Gran Misión AgroVenezuela. Son estos: 1) Regularización de la tenencia y usos de la tierra y lucha contra el latifun-dio. 2) Organización social: Consejos Co-munales, Consejos de Pescadores, Consejos Campesinos, Redes de Productores y otras formas de organización 3) Financiamiento para el desarrollo productivo. 4) Acompaña-miento técnico/político. 5) Incorporación de maquinarias agrícolas, infraestructura rural y tecnologías. 6) Cosecha segura, redes de colocación y adquisición de la producción.
El por qué de una Gran Misiónante un planeta en crisis
7Mayo de 2012Institucionales
El Índice Nacional de Pre-cios al Consumidor (IPC) registró la menor variación
intermensual desde 2008, al ubi-carse en 0,9% en marzo, de acuer-do con el informe que elaboran de forma conjunta el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sobre este resultado, el presi-dente del INE, Elías Eljuri, ex-
plicó que este resultado obedece a que está aumentando la oferta de alimentos, por intermedio de la Gran Misión AgroVenezue-la (GMAV), y demás bienes por parte de la industria nacional, así
como por el mejoramiento de la lucha contra la especulación, con la aplicación de la Ley de Costos y Precios Justos.
Destacó que la escasez de bie-nes tuvo un descenso muy im-
portante, de 14,4% a 10,8% entre febrero y marzo, es decir, que continúa disminuyendo este indi-cador, relacionado con la falta de distintos productos de consumo.
Igualmente, refirió que la varia-
ción acumulada del IPC al primer trimestre del año se ubicó en 3,5%, lo cual representa el mínimo va-lor histórico de la serie trimestral, mientras que la variación anuali-zada alcanzó 24,6% para marzo, lo cual hace factible alcanzar la meta prevista por el Gobierno Na-cional, de cerrar este año con una inflación de entre 20 y 22%.
(Fuente: Correo del Orinoco)
Una vez más la Gran Mi-sión AgroVenezuela de-muestra que no es sólo
financiamiento sino una política agraria integral que busca fortale-cer el trabajo de nuestros produc-tores desde todo punto de vista, es por ello que cuentan con el cons-tante acompañamiento técnico de los servidores públicos del Fondo para el Desarrollo Agrario Socia-lista (Fondas), quienes visitaron el muelle pesquero de Caruao para atender el llamado de los hombres y mujeres del mar. Los pescadores que hacen vida en este puerto, ubicado en la población de Caruao, están solicitando que el Fondas tramite un financiamien-to para la instalación de una cava cuarto que les permita el almace-naje de pescado. En este sentido, en compañía de los voceros del consejo de pescadores, el técnico de pesca realizó un análisis de la producción para establecer la ne-cesidad real de la solicitud.
En esta inspección se pudo constatar que 63 pescadores se dedican de manera formal al arte de pescar y que la flota de embar-caciones asciende a 28 lanchas, además hay un promedio de 30 kilos de pescado por embarcación cada vez que salen al mar, y se trabaja desde el martes hasta el sábado. También informaron que no todas las lanchas salen los mis-mos días y ese factor incide en el aumento y disminución de la can-tidad de pescado que este muelle produce a la semana.
Otro aspecto importante para determinar si realmente es ne-cesaria una cava cuarto es las especies que se producen y que se quieren comercializar en este centro de acopio, el de mayor producción es el llamado “ojón”, seguidamente del mero y pargo, mientras que desde enero hasta marzo hay temporada de chipiro-nes o calamar pequeño.
El servidor público, experto en
el área de pesca, se llevó todos los requisitos para montar una solicitud de financiamiento con-siderando que es viable que este muelle se le apoye con la insta-lación de una cava cuarto que garantizará un aumento conside-rable en la producción, así como la posibilidad de arrime para los diferentes mercados socialistas
que se llevan a cabo para ofrecer productos frescos y de excelente calidad al pueblo.
Los miembros del consejo de pescadores de Caruao quedaron satisfechos con las sugerencias hechas por el técnico, y pautaron una reunión con el resto de los pescadores para el próximo mar-tes 27 de marzo para informar a
toda la comunidad pesquera.Gracias a este trabajo que se
viene haciendo en los muelles de la entidad, la GMAV dice presen-te en cada espacio y, en definitiva, continúa brindándole alternativas a nuestros productores para seguir avanzado hacia la meta real que es la soberanía agroalimentaria.(Mismaelle Ruiz-Prensa Fondas)
Gran Misión AgroVenezuela y su impacto en la economía
Inflación alcanza en marzo menor registro desde 2008
Atendiendo a pescadores de Caruao
El resultado obedece a que está aumentando la oferta de alimentos, por intermedio de la Gran Misión AgroVenezuela (GMAV) y demás bienes por parte de la industria nacional
Productores del pescado tramitan mediante el Fondas financiamiento para la mejora de su trabajo
8 Mayo de 2012 Institucionales
Con un vistoso desfile de maquinaria agrícola, transmitido a todo el país por
los medios públicos, el Gobierno Bolivariano celebró la llegada de un nuevo lote de maquinaria agrícola adquirido bajo el “Plan Bienal 20112012”, impulsado por la Gran Misión AgroVenezuela. Un total de 150 equipos entre tractores, implementos, cosechadoras de caña, de cereales, perforadoras de pozos, camiones de carga, vehículos fumigadores y línea amarilla recorrieron las instalaciones de la Armada Nacional en Puerto Cabello.
Parte de esta maquinaria será entregada directamente a los productores a través de las distintas organizaciones que los agrupan, todo enmarcado en los planes de crédito que otorga la Gran Misión AgroVenezuela.
Instituciones pertenecientes al MAT dedicadas a la producción y prestación de servicios agrícolas como CVA Azúcar, Empresa Socialista “Pedro Camejo” e INDER
también dispondrán de estos equipos para la funcionalidad de sus operaciones, las cuales se verán fortalecidas con la tecnología de punta que posee cada máquina.
Estos equipos son adquiridos a través de los distintos convenios y acuerdos de cooperación comercial
que posee nuestro Gobierno con distintos países hermanos, entre los que figuran Brasil, Argentina, China y Bielorrusia, con quienes también existen planes de transferencia tecnológica orientados en un mediano plazo a fabricar dichos equipos en Venezuela.
Con el fin de propiciar espacios para el intercambio de ideas y el debate político, productores y productoras de los Fundos Zamoranos de la Región Oriental par
ticiparon en el cuarto y último encuentro territorial de dichos espacios agroproductivos, actividad que se llevó a cabo en el Fundo Zamorano Alejandro de Humboldt, ubicado en el sector Curiepe, parroquia San Simón, municipio Maturín del estado Monagas.
A este encuentro asistieron agrovenezolanos y agrovenezolanas pertenecientes a los Fundos Zamoranos Juana La Avanzadora y Alejandro de Humboldt del estado Monagas; Vicente Tejera y Gran Mariscal de Ayacucho, localizados en el estado Sucre; Daniel Florencio O´Leary del estado Delta Amacuro; San Borges y Karatal de Bolívar; y Batalla de Urica, Pedro Zaraza, Pedro María Freites, Chamberlain y Pedro Salías, ubicados en el estado Anzoátegui.
La actividad contempló la proyección de un micro sobre los logros de los Fundos Zamoranos en el 2011; y ponencias sobre la importancia de actualizar las cooperativas que hacen vida en los Fundos Zamoranos, jurídica y contablemente; desarrollada por servidores y servidoras de las oficinas de Consultoría Jurídica y Auditoría Interna de la Fundación CIARA. Así como la discusión en mesas de trabajo sobre la importancia de los Fundos Zamoranos de cara a la “Misión 7 de Octubre”.
El escenario fue idóneo para la presentación de la planificación de los Fundos para el año 2012; así como la proyección, discusión y análisis del documental 4F. También los productores de los diversos Fundos de la región oriental hicieron una dramatización sobre “La Lucha Campesina”.
A este evento, el cual estuvo encabezado por personal de la Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria, CIARA, también acudieron servidoras y servidores del Banco Agrícola de Venezuela, BAV; Fondo para el Desarrollo Agrario Socialista, FONDAS; Instituto Nacional de Tierras, INTI, Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura, INSOPESCA; Instituto Nacional de Desarrollo Rural, INDER; Fundación Tierra Fértil; Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral, INSAI; todos organismos adscritos al Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, MAT.
Dulbin Castro, vocera del Fundo Zamorano Juana la Avanzadora, destacó la importancia de realizar este tipo de actividades: “Con estos encuentros podemos discutir y debatir todos los temas relacionados con los Fundos. Además podemos mostrar al resto de nuestro compañeros los avances que hemos alcanzado en nuestros espacios”.
Por su parte, Freddy Yánez, vocero del Fundo Zamorano Daniel Florencio O’Leary, destacó el elemento político: “Con la proyección del video 4F nos dimos cuenta de los obstáculos que tuvo que superar el Presidente. Nos sirve de inspiración para continuar luchando por la Revolución Bolivariana. Y nos motiva a seguir trabajando por la soberanía agroalimentaria del país”.
Fundos Zamoranos de la Región Oriental disertaron sobre planes y estrategias para el 2012
Majestuoso desfile de maquinaria e implementos agrícolas en la Base Naval “Agustín Armario”
Artillería para la producción
9Mayo de 2012Poder Popular
Los Comités de Riego de los andes venezolanos tie-nen tanta tradición como
dificultades. Cinco décadas de or-ganización alrededor de sistemas de riego, la mayoría de ellos arte-sanales, han resultado en un buen tejido de actividades y dinámicas relacionadas con la producción de alimentos, en las montañas del occidente del país. Porque un sis-tema de riego es algo más que un montón de tubos y llaves.
Cuando usted y su gente reci-ben por vía artificial un recurso tan valioso como el agua, necesa-riamente usted y los suyos tienen que organizarse. El mecanismo y explicación más simple de esa organización es el establecimien-to de un orden horario para regar, porque si todas las llaves se abren al mismo tiempo la parcela que queda más lejos de la naciente, manantial o fuente de agua va a salir perdiendo. Este es un saber ancestral, no un invento de técni-cos. El Gobierno Bolivariano ha comprendido este hecho y se está ocupando de difundir esa dinámi-ca mediante distintos programas y planes.
Los pozos
“Un sistema de riego, por muy rudimentario o básico que sea, origina organización social y esto se da naturalmente”, reflexiona Henry Silva, presidente de CVAL. “Estas formas de organización co-munitaria se da principalmente en zonas montañosas o al pie de ellas, donde el agua baja por efecto de la gravedad. El proceso es bastante distinto donde es preciso perforar
pozos. Esta modalidad de extrac-ción de agua tiende a fomentar el individualismo, ya que cada pozo que se perfora le sirve a una parce-la y el caudal de agua es fijo en va-rios puntos de una misma zona”.
“Por ejemplo”, continúa Silva la explicación, “yo perforo en este punto y ese pozo me produce 5 litros de agua por segundo (litros/seg.). Luego perforo otro pozo veinte metros más allá, en la par-cela de al lado, y obtengo también 5 litros/seg. Pudiera pensarse en-tonces que si yo perforo un pozo el doble de ancho o grande enton-ces obtengo 10 litros/seg., pero no es así. Así que cada quien pudiera contentarse con perforar un pozo en su parcela y no hay una nece-sidad “natural” de organizarse
alrededor de esos pozos. La idea ha sido entonces fomentar otro tipo de organización y dinámicas sociales alrededor de esas expe-riencias de perforación de pozos artesanales. El adiestramiento en el manejo de esa tecnología de perforación y la entrega de má-quinas perforadoras es una de esas medidas”.
Vuelta a la montaña
Pero esas formas organizativas de Los Andes, que habían sido abandonadas a su suerte por go-biernos con una visión mercan-tilista y sin anclaje en el pueblo, tuvieron que batallar contra los fenómenos naturales y contra el deterioro natural de los materia-les instalados.
“Aquí las lluvias causaron un desastre en agosto de este año”, relata un productor de El Rincón (Táchira), Sergio Pernía. “Mu-chos sembradíos se perdieron con los derrumbes y el sistema de rie-go que había quedó inutilizado. Ahora estamos recibiendo tres kilómetros de tubería para 22 de-rechantes (familias beneficiarias) y esto va a hacer que aumente la producción de papa y cebolla”.
El Gobierno Bolivariano, a tra-vés de los programas transversa-les de la Gran Misión AgroVe-nezuela, ha ido fortaleciendo a los comités regantes de Trujillo, Mérida, Táchira y otros estados, para que aquellas formas de orga-nización del pueblo que se da na-turalmente se hagan estructura y
se integren a un proyecto de país en pleno aumento de su capacidad productora de alimentos y en ple-na construcción de la soberanía alimentaria.
Caso Táchira
A principios de octubre de 2011, un total de 15 comités de riego y 611 familias atendidas en un área de 575 hectáreas a lo lar-go de siete municipios, es el resul-tado de la entrega de materiales para la rehabilitación de sistemas de riego, por parte del Gobierno Bolivariano, en el estado Táchira. El acto de entrega de materiales y recursos se realizó en la pobla-ción de El Cobre (municipio Var-gas, Táchira), con la presencia de la viceministra de Desarrollo Ru-ral Integral, Danixce Aponte. El aporte del Instituto de Desarrollo Rural (INDER) a los Comités de Riego atendidos en esta acción, realizada en el marco de la Mi-sión AgroVenezuela, asciende a Bs.1.100.028,94.
Danixce Aponte, viceministra de Desarrollo Rural Integral, tam-bién le da más valor al elemento organización que a las cifras en frío: “Estamos hablando de una forma de organización surgida hace muchos años de las necesi-dades del pueblo, y que debe ser apoyada y estimulada. El fortale-cimiento del Poder Popular es una de las tareas más importantes que el Gobierno Bolivariano se ha tra-zado en el marco de la Gran Mi-sión Agrovenezuela, y es un pri-vilegio confirmar que ha estado llevando a cabo en todas partes”.
(Oficina de Comunicaciones - INDER)
Sistemas de Riego: organización populary respaldo gubernamental
Clase magistral de organización desde Los Andes
Trabajando la tierra y las formas de organización social
10 Mayo de 2012 Poder Popular
La historia del estado Yara-cuy es rica en episodios de la lucha del campesinado
contra el latifundio, desde mucho antes de ser promulgada la Ley de Tierras (2001). Esto significa que los campesinos yaracuyanos están recuperando tierras ociosas, engordadas para el disfrute de unas pocas familias privilegiadas, desde el tiempo en que ese tipo de acciones eran ilegales y estaban perseguidas judicialmente por un Estado criminal. Hoy, cuando la recuperación de tierras para la producción y el fortalecimiento de la soberanía alimentaria es una política del Gobierno Bolivariano, persisten todavía muchos riesgos y obstáculos para los agricultores. Pero cuando se está acostumbra-do a batallar contra los tropiezos y las amenazas surge la creativi-dad como recurso del ser humano para seguir adelante.
Esto está ocurriendo en muchos lugares de Venezuela; este es un breve recuento de cómo está su-cediendo en Yaracuy.
A punta de tobo
El sector Camunare Rojo (mu-nicipio Urachiche, Yaracuy) lo conforma un puñado de asenta-mientos campesinos, alineados en parcelas al pie de una montaña de la que mana la quebrada Los Tin-tines. La presencia de un surtidor natural de agua como este es el fenómeno ideal para poner a pro-ducir sembradíos en la parte baja. Pero el problema era básicamen-te uno: se necesitaba una tubería que trasladara el agua desde la quebrada (que queda a cuatro ki-lómetros montaña arriba después de la última parcela) para poder regar las plantas.
Aun así se produjo la organiza-ción de la gente, estimulada por personas del sector con una his-toria previa de militancia política,
y las plantas de aguacate empeza-ron a dar frutos a pesar de las con-diciones adversas. En total son 54 comuneros, uno con su familia por cada parcela, las cuales miden desde 1 hasta 1,5 hectáreas. “Aquí teníamos que regar las matas una por una a punta de tobo”, evoca Carlos Gudiño, uno de los activis-
tas fundadores del Movimiento Campesino Prudencio Vásquez y habitante de Camunare Rojo. “Uno que es joven puede hacer esa faena, pero aquí viven parce-leros muy mayores, señores que no soportan esas jornadas”.
Uno de los recursos a los que acudieron fue la construcción de pozos de almacenamiento artesa-nales en el suelo. Es un viejo siste-ma, consistente en abrir un aguje-ro en la tierra, impermeabilizarlo con piedra y cemento y depositar allí el agua, comúnmente pro-veniente de la lluvia. El sistema resuelve una parte del problema, pero amerita igualmente el trans-porte manual de agua hasta el lu-gar donde están las plantas.
Tuberías y remiendos
En 2010 se produjo una cir-cunstancia que cambió la historia de esas parcelas: Hidroven dotó al área residencial del caserío de nuevas tuberías de agua corriente, y los habitantes del sector decidie-
ron darle uso a la tubería vieja: la remendaron como mejor pudieron y decidieron construir un sistema de riego artesanal. Se trataba de un montón de retazos de mangue-ra de 4 pulgadas de diámetro, que en algunos puntos se reduce a 2 pulgadas
“Nos incorporamos entre 25 y 30 hombres de la comunidad a trabajar en una tarea muy pesada, como lo era recuperar aquellas mangueras, que estaban en muy mal estado, y después subirlas hasta donde está la naciente en la quebrada”, cuenta César Álvarez. Un mes tardó la faena comple-ta. Un equipo de constructores y parceleros dirigidos y asesorados por Carlos Gudiño se aplicó a la fabricación de tanques de alma-cenamiento en varias parcelas. De allí, la tubería se bifurca de acuer-do con la ubicación de las plantas y en eso consiste el rudimentario pero efectivo sistema de riego por goteo.
Por supuesto que el material
instalado suele generar contra-tiempos, pues es frecuente que la manguera se rompa en varios puntos. Las reparaciones deben ser entonces de manera improvi-sada y artesanal: a lo largo de la tubería pueden verse retazos de tripa de bicicleta, trozos de otras mangueras. “Pero aparte de las incomodidades nos queda un re-sultado, que es el aumento de la producción. Ahora estas 55 hec-táreas producen cada una entre 20 y 30 toneladas de aguacates. Y además nos queda la organización social en la zona: aquí debimos establecer horarios para el riego, ya que si se abren las llaves de to-das las parcelas a la vez o sin con-trol muchas parcelas se quedarán sin agua. Esto nos ha ayudado a fortalecernos en la organización a partir del entendimiento de un problema y a partir de uno de los valores del socialismo, como lo es la solidaridad”.
(Datos proporcionados por Hidroagrícola)
Camunare Rojo y sus batallas: crónica de un sistema artesanal de riego
Historia de unas tuberías rotasy una voluntad sin remiendos
Los parceleros – regantes de Ca-
munare Rojo solicitaron al INDER la
sustitución del sistema y la tubería
artesanal existente, que ya cumplió
su ciclo (y lo cumplió a cabalidad) por
un sistema nuevo, que haga menos
traumático el proceso de regado. El
Instituto ha aprobado la instalación
de un sistema para 48 hectáreas de
aguacate, el cual consta de 16 hidro-
módulos de 3 hectáreas cada uno;
mil 100 mts de tuberias o mangueras
de 6” pulgadas y 2200 mts de tu-
berias o mangueras de 4” pulgadas
(tuberías de polietileno de alta den-
sidad -PEAD-); tres bombas de agua
portátiles a diesel.
La etapa romántica del regado
a tobo y con tubería artesanal, en
condiciones de alta exigencia física y
material, formará pronto parte de la
historia de Camunare Rojo.
A estrenar sistema
Instalación del tanque
La comunidad en uso de sus poderes creadores resolvió un problema y una incomodidad
11Mayo de 2012Especial
José RobeRto Duque
Fotografías: Eleazar Álvarez (Coordinación Poder Popular Hato Marisela)
La Empresa Socialista Ganadera Agroecológica Marisela es uno de los emblemas del Gobierno Bolivariano en cuanto a la nueva forma de organizarse junto al pueblo alrededor de
la producción de alimentos. Desde el año 2009, cuando se activó el proyecto que logró en convertir un enorme y obsceno latifundio (63 mil hectáreas del antiguo hato El Frío, en Apure) en un ex-perimento socialista, se ha operado un cambio formidable en las relaciones de producción, en las dinámicas humanas y sociales que le dan vida a los diferentes hatos y ámbitos de acción, y en la rela-ción del concepto “desarrollo rural integral” basado en una visión agroecológica del respeto a la naturaleza, el apoyo a las etnias ori-ginarias y el impulso al proyecto socialista en marcha en el país.
En ese contexto, además de las actividades en el hato El Frío, la ESGA Marisela administra las tierras productivas de los hatos San-ta Ana, Guárico (ganadería de leche bovina y bufalina; siembra de arroz, sorgo, maíz y policultivos), Santa Elena, Apure (cultivo de pastos, control sanitario, división de rebaño, mejoramiento genéti-co, y paquetes tecnológicos de manejo y alimentación), Santa Rita, Apure (manejo genético y reproductivo de los rebaños, producción de carne y leche; cultivo de sorgo, maíz, yuca y siembra de pasto), Puerto Miranda, Guárico (ganadería bufalina destinada para pro-ducción de leche y carne; siembra de arroz y pasto), Bolívar, Sur del Lago –Zulia- (ganadería, siembras múltiples y piscicultura).
Conceptualmente, Marisela es una empresa socialista dedicada al manejo integrado del rebaño y el manejo integrado del cultivo, con el fin de crear “una nueva visión de integralidad de los mo-dos de producción con principios agroecológicos en función del aprovechamiento de los recursos propios y sustentabilidad en el tiempo, mejorando sus niveles de producción mediante prácticas agronómicas que generen un mayor rendimiento para la seguridad agroalimentaria del territorio nacional”.
En los hechos, además de honrar esa filosofía, se ha converti-do en puntal de la organización comunitaria; es escenario de la conformación de Consejos de Trabajadores y una referencia para las poblaciones kuiva y pumé, etnias originarias hasta hace poco sometidas a un feroz desamparo que las amenazaba con la enfer-medad, el aislamiento y el exterminio, y hoy están siendo incorpo-radas a procesos de producción y de recuperación de su dignidad.
En este especial presentamos algunos aspectos del desarrollo en la producción y en el ámbito humano y de organización social del pueblo productor de alimentos, por parte de la ESGA Marisela.
12 13Abril de 2012
Antes de la llegada de la Re-volución el hato El Frío era un latifundio improduc-
tivo con un rendimiento inferior al 30 por ciento. Las relaciones eran el clásico sistema de explotación en el que los peones y demás trabajadores rara vez veían al amo; por fuerza del miedo, la costumbre y el aislamien-to debían conformarse con el pago miserable que éste les asignaba y, en general, ni el trabajador ni el resto de la sociedad tenían nunca una ex-plicación, una noción, una idea de lo que los propietarios ganaban con la explotación de ese hato ni en qué lo invertían. Más de cien trabajadores invertían esfuerzos y arriesgaban su vida allí sin derechos laborales, sin respeto alguno por la Ley Orgánica del Trabajo. La mayoría de los tra-bajadores ganaba menos del sueldo mínimo y ninguno estaba inscrito en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, así que esos años de trabajo fueron tiempo “perdido” desde el punto de vista de la acumu-lación de prestaciones.
El Gobierno venezolano ha lle-vado a cabo una recomposición de su sistema agropecuario, garanti-zando que los predios recuperados en la lucha contra el latifundio sean administrados bajo la figura de propiedad social indirecta, a través de empresas socialistas ganaderas agroecológicas, y es la figura que ha trasladado a la ESGA Marisela el rol de activadora revolucionaria de la gestión de El Frío y otros hatos.
El salto adelante que este cambio representa viene dado por los resul-tados productivos y también por las formas de organización que se están macerando en el ámbito del punto y círculo: en la empresa propiamente dicha y en las comunidades y es-tructuras humanas que hacen vida alrededor de los proyectos.
Números y más
Cuando el Gobierno Bolivariano decide recuperar para el pueblo el hato El Frío la existencia de cabe-zas de ganado se calculaba en 14 mil. Tres años después se contabi-
lizan cerca de 30 mil.Un total de 421 personas trabajan y
viven en las fundaciones del antiguo hato El Frío (son 23 fundaciones, en 17 de las cuales ya funcionan coope-rativas constituidas), y esa cantidad llega a 600 si se suma el resto de las UPSA (Santa Rita, Santa Elena, Santa Ana y Puerto Miranda).
Según el informe recopilado por Aníbal Espejo, presidente de la ESGA, en el periodo 2009-2011 se re-gistra una producción acumulada de 1.468 toneladas de carne de bovino en pie, 29 toneladas de queso, 1.386.860 litros de leche entregados al Estado a través de Lácteos Los Andes; 14.546 kilos de cachama, 316.980 kilos de arroz agroecológico y 2.358 tonela-das de maíz. Todo esto beneficia a una población de 320.000 personas.
Adicionalmente se han sembra-do 4.088 hectáreas de pastos y 2 mil de conucos en las comunida-des indígenas Kuiva y Pumé y en las fundaciones del hato Marisela y la hacienda Bolívar la Bolivariana (Sur del Lago). Todo esto evitando
al máximo el empleo de agrotóxi-cos, lo cual también introduce una nueva forma de relación con la tie-rra, antes agredida y depredada por el modelo capitalista.
Carne accesible para el soberano
Del hato Marisela sale carne de res a bajos precios que surte semanal-mente a miles de familias, a través de la realización de ferias y median-te el surtido regular de Abastos So-cialistas. En una feria suele venderse un promedio de mil kilos de carne de res (para un promedio de 5 mil a 6 mil personas), aproximadamente la misma cantidad que sirve un Abasto Socialista. Mediante la articulación comunitaria se establecen los lugares y fechas para las ferias, y la comuni-cación directa con los Abastos hace que éstos estén surtidos a tiempo.
La diferencia de precios es abis-mal: la carne en que Achaguas, El Samán y otras poblaciones cercanas al hato se vende en 28 y 35 bolíva-res, las ferias y Abastos Socialistas
suelen venderla entre 10 y 13 bolí-vares (precios de marzo 2012).
Educación y tecnología
En los predios del hato Marisela funciona una escuela primaria (la Escuela Básica Elsa Maldonado) para los niños que viven en las fun-daciones del hato y en comunida-des cercanas, como Mantecal y El Samán. En total estudian 53 niños desde preescolar hasta sexto grado. La fundación más cercana está a dos kilómetros y desde allá se trasladan a pie varios de los muchachos, pero para quienes viven en las más lejanas funciona un transporte que compar-ten con los trabajadores de la ESGA.
Anyetzy Landaeta, la docente más antigua de esa escuela (8 años de servicio, 33 de edad) vive en Mante-cal y comenzó a trabajar en el hato como cocinera. En algún momento de precariedad la invitaron a dar unas clases. La experiencia le agra-dó y al cabo de unos años comenzó a cursar estudios de Educación en la Misión Ribas. “Hubo un tiempo di-
fícil en que no había más maestros y tuve que darle clases a todos los niños de los seis grados”, recuerda; tuvo que inventarse un método para dividir el pizarrón y dar dos clases simultáneamente, a dos grados dis-tintos en el mismo horario. Casi un año estuvo en esa situación y aun-que fue duro recuerda esa época como de gran aprendizaje.
Hoy la acompañan otros docentes: Frandy Zapata (Coordinador), Jenny Silva, Sirli Pineda y Neccy Chávez comparten con ella responsabilida-des en las aulas. Tienen un área pro-ductiva, en la cual estimulan a los niños con prácticas de siembra de frutales y verduras para que se ani-men a continuar ese trabajo en las fundaciones. La escuela está bene-ficiada por el Programa de Alimen-tación Escolar y el Vaso de Leche Escolar. Los estudiantes reciben allí desayuno, almuerzo y merienda, proporcionados por PDVAL.
El Infocentro cuenta con 11 com-putadoras y sus facilitadores son Ángel Toro y Katrina Esqueda.
Los objetivos del proyecto
Implementar un sistema intensivo �
de pastoreo rotativo agroecológico,
a partir del manejo del rebaño exis-
tente y de la incorporación de ga-
nado criollo del Cajón del Arauca.
Promover la conservación del am- �
biente a través del manejo de la
diversidad biológica de manera
sustentable y la cría en cautiverio
de especies en extinción.
Promover turismo ecológico-for- �
mativo para fortalecer la relación
hombre-naturaleza en base a valo-
res socialistas.
Desarrollar unidades productivas �
agroecológicas (dentro y fuera del
hato) para promover la soberanía
alimentaria y la liberación de la
tierra.
Dignificar las condiciones de vida �
de los trabajadores del hato, ha-
ciéndoles activos sujetos de la po-
lítica de derechos expresada en la
constitución bolivariana.
Llano adentro con Canaimas Las Ferias Populares resuelven a las comunidades de Apure y otros estados
Anyetzy Landaeta, educadora pionera de la escuela del hatoEstudiantes y docentes de la escuela básica
Tres años de la Empresa Socialista Ganadera Agroecológica Marisela
Lo que la Revolución le arrebató al frío abandono
ESPECIAL MArISELA
Una de las peculiaridades de la nueva
relación entre el Estado y el Poder Popular
es que éste, en su accionar contracultural y
revolucionario, estimula la organización de
los trabajadores en lugar de perseguirla y
criminalizarla, como se hacía en el tiempo
de la ignominia cuartorrepublicana. Así,
una de las líneas maestras de la Gran Mi-
sión AgroVenezuela y por ende de todas
las Empresas Socialistas es el apoyo a la
conformación de Consejos Socialistas de
Trabajadores.
En ese marco, está en proceso de con-
formación el Consejo Socialista de Traba-
jadores de la Empresa Socialista Ganadera
Marisela. El sábado 25 de febrero se lle-
varon a cabo las votaciones y allí fueron
electos los voceros y designados respon-
sables de distintos comités. Los camaradas
están orgullosos de informar que hubo 90
por ciento de participación de los trabaja-
dores, y que continúa el proceso de forma-
ción rumbo a una estructura destinada a
liquidar el antiguo esquema capitalista del
sindicalismo.
Ya se han conformado vocerías en los
comités de Salud, Formación Política,
Ciencia y Tecnología, Articulación, Comu-
nicación e Información, y Planificación.
Magno Ortega, quien coordina el comi-
té de Formación Política del CST, sostiene
que una de las tareas más arduas es la
adecuación de los trabajadores a los nue-
vos conceptos y realidades. “Ha sido difícil
para nosotros como pueblo explotado por
años en estructuras capitalistas reconocer
a simple vista la diferencia entre un Sindi-
cato y un Consejo de Trabajadores. En ca-
pitalismo un sindicato existe para defender
los intereses y derechos de los trabajadores
y trabajadoras de la voracidad de los em-
presarios. Pero el objetivo de un CST es la
formación de la clase trabajadora. En una
Revolución como la que está viviendo Ve-
nezuela la meta es que seamos los traba-
jadores quienes conduzcamos la empresa”.
En este momento están trabajando una
propuesta de Programa de Formación en
Socialismo.
En la gráfica, los voceros electos Simeón
Eladio Rojas, Manuel Cadenas, Suhail Gar-
cía, Carlos Moreno, Leonidas Nieves, José
López, Yurbin Vizcaya, Vicente González,
Magno Ortega y Blas Cardozo.
Trabajadores y Poder Popular: el Consejo Socialista de Trabajadores
14 Mayo de 2012 Especial Marisela
Una de las conquistas de Marisela ha sido, sin duda, el radical cambio
en las relaciones de las comuni-dades kuiva y pumé con la pobla-ción criolla. Hasta hace unos po-cos años la actitud de estas etnias originarias que habitan los ejes fluviales de los grandes munici-pios apureños (fundamentalmente Rómulo Gallegos, José Cornelio Muñoz y Achaguas) era de recelo, desconfianza y temor hacia la gen-te de las ciudades. El maltrato se-cular y una vergonzosa historia de vejaciones y crímenes hicieron que los pocos miles de kuivas y pumé se replegaran hacia zonas despo-bladas, lejos del poblado “impor-tante” más cercano (Elorza).
El resultado de esto fue una so-brevivencia precaria y una elevada tasa de mortalidad infantil. A prin-cipios de la década de los 2000 se registraban 600 muertes anuales de menores de cinco años. Aníbal Espejo, presidente de la ESGA Marisela, asumió personalmente con su equipo de trabajo la trans-formación de esta problemática. En poco tiempo consiguió por medio de la empresa que se desig-nara un médico comunitario para los indígenas en las instalaciones del Centro de Formación y Orien-tación al Indígena “Indio Alegre”, en las afueras de Elorza. Se tomó la decisión de habilitar allí un co-medor y dormitorios para que los kuiva y los pumé acudan cuando lo deseen, sin ningún requisito ni limitación. Pese a que todavía hay obstáculos que superar, el equipo de Marisela se enorgullece de in-formar que la mortalidad infantil se ha reducido prácticamente a cero en los últimos años, y que la población total de las etnias se sitúa en unos 10.200 habitantes, según el último censo (2011).
“Todavía se dan algunos casos de TBC (tuberculosis) pero la si-tuación para ellos es mucho mejor que hace unos años”, apunta la en-fermera de Indio Alegre, Yelitza Quintero. Es política de la empre-
sa Marisela darle prioridad a la salud de los indígenas, y se ha es-tablecido como norma atender en sus comunidades cualquier caso de emergencia. Ellos sólo tienen que realizar una llamada a los miembros del Comité de Salud u otro servidor público, y éstos van a atenderlo o a buscarlo donde se encuentre.
“A veces se nos pone difícil el traslado, porque hay comunidades que están cerca pero hay otras a las que se llega después de ocho horas de viaje, y a veces más
cuando estamos en invierno. A veces hacemos ese viaje de varias horas y al llegar nos encontramos con que era una falsa alarma, pero igual hay que acudir, es nuestra misión”, relata José Castillo, quien es el coordinador del programa kuiva-pumé. Para este servidor público, lo más importante ha sido vencer algunas barreras cul-turales que separaban a los kuiva y pumé del resto de la población. “Todavía hay comunidades re-motas, por ejemplo en Cinaruco, donde pocos habitantes han visto
un carro, algunos no conocían la sal hasta hace poco, y el proceso de incorporación ha sido lento y difícil. Todavía hay señores que recuerdan cómo antiguos terrate-nientes iban de cacería; tenían un dicho que era “Vamos a cazar”, y era a cazar indígenas. Por eso se fueron replegando y muchos no quieren venirse de allá”.
En términos de adaptación a la nueva realidad nacional se ha avanzado, comenta Castillo, por-que desde 1998 los indígenas vie-ron en el presidente Chávez a un salvador. “Recuerda que él cum-plió servicio militar en esta zona, Chávez conoce esta realidad y los indígenas lo saben. Pero el choque cultural sigue ahí, y se manifiesta en algunas situaciones, por ejem-plo, en la dificultad para atender a algunos enfermos y a las muje-res embarazadas. Todavía es muy difícil que una mujer permita que se le haga una revisión ginecoló-gica. Y otra barrera cultural es la aceptación de la medicina tradi-cional. Los pumé tienen un bai-le: el tongé. Es una ceremonia o ritual que ellos emplean cuando hay muchos enfermos en la comu-
nidad, cuando hay un casamiento, cuando hay mucha o poca lluvia. Es su visión del mundo, su cultu-ra. Entonces cuando llega un mé-dico a recetarles un medicamento ellos se niegan a suministrárselo al enfermo, porque para ellos lo que funciona es el tongé. Hay en-fermos a quienes se les receta un medicamento cada ocho horas y como ellos no tienen el control de los tiempos ni la costumbre de seguir instrucciones escritas, pues no se lo toman. Es difícil en-tonces introducir nuevos métodos pero respetando la cultura de esas personas”.
Con la cultura agropecuaria ocurre otro tanto: la costumbre de sembrar y establecer cultivos es cuesta arriba para unas comu-nidades acostumbradas a migrar según vengan las estaciones de lluvia o verano. Sin embargo, se están realizando esfuerzos por fo-mentar la cultura del conuco para que los kuiva y pumé ensayen for-mas de producción organizada de alimentos. Sandra Peñaloza coor-dina el programa de Ganadería y Siembra y dice que Marisela les está dando el adiestramiento com-pleto. “Antes se les daba las semi-llas y se abandonaba el proceso. Ahora se les dan talleres para el uso de herramientas, construcción de canteros, prevención de plagas, desmalezamiento, es decir, para que no pierdan las siembras por abandono. La idea es que tengan sus siembras de verduras, musá-ceas, hortalizas y frutales, y aquí en la sede de Indio Alegre también se está sembrando en canteros”.
Según estimaciones, todas esas comunidades cuentan con 4 mil reses, y este año aumentará esa cantidad según lo proyectado por la Gran Misión AgroVenezuela y el Plan Nacional de Ganadería. se están preparando para realizar un nuevo censo para determinar cuánto ganado vacuno existe en las comunidades indígenas; luego vendrá el proceso de vacunación masiva. JRD
Con los hermanos kuiva-pumé
El Centro de Formación y Orientación al Indígena “Indio Alegre”, en las afueras de Elorza
Atención médica gratuita y oportuna, una de las bases el programa
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15Mayo de 2012Historia nuestra
El 17 de abril es el Día I n t e r n a -
cional de las Lu-chas Campesinas, que conmemora la masacre de 19 campesinas y campesinos que luchaban por tie-rra y justicia en Brasil en 1996, conocida como la de Eldorado do Carajás. Cada año se celebra este día en todo el mundo, en defensa de las campesinas y los campesinos que luchan por sus derechos.
Breve recuento: 155 policías militares cercaron a más de 1.500 trabajadores rurales que acampaban en las inmediaciones del muni-cipio de Eldorado do Carajás, estado do Pará. Todos estaban ligados al Movimiento Sin Tierras, quienes se organizaron en una masiva marcha hacia la ciudad de Belém para exigir la debida expropiación de la Hacienda Macacheira para la ocupación de los campesinos y las campesinas que pretendían trabajar sus tierras.
Debido a la reacción rebelde de los campesinos amedrentados, los policías militares dispararon contra la masa. El resultado: 19 asesi-natos y más de un centenar de heridos. Una masacre que hasta ahora caído en la más vil impunidad.
Todos los genocidas que participaron en la masacre fueron juzga-dos y absueltos de sus respectivos cargos. Sólo fueron condenados apenas dos comandantes.
El movimiento internacional La Via Campesina recuerda estas acciones y, en el contexto del mundo capitalista globalizado, insita a la unión de los pueblos campesinos para luchar contra “el acapa-ramiento de tierras y reclamar la tierra tomada. Para aplicar una reforma agraria integral a fin de llevar justicia social a las zonas rurales. Para acabar con el control de la vida de miles de millones de personas, ejercido por unos pocos inversores y empresas transnacio-nales. Para oponernos a los principios de las “inversiones agrícolas responsables” (IAR) propuestas por el Banco Mundial, ya que nunca puede ser “responsable” el hecho de que inversores y empresas aca-paren tierras agrícolas. Para reforzar el sistema de producción agrí-cola basado en la agricultura campesina y la soberanía alimentaria” (tomado de la página web de la organización).
¡La tierra debería estar en manos de quienes la trabajan! ¡Tierra y libertad! EC
Recordar la lucha campesina
ErnEsto Cazal
y salimos a la calleentre la tierra y el cieloporque sabe a qué se exponeel que viene del infierno
“Del despecho a la alegría”, Gino González
Tomo descarada y respe-tuosamente el título de la canción de Gino Gon-
zález para este recuento. Porque nadie olvida aquello de hace diez años. Un golpe de Estado que fue más que un golpe de Estado. Era el mazo derechista que rompía la mesa en dos. Era la represión hacia un movimiento popular que al fin hallaba expresión legítima en el sistema que todos transfor-mábamos de a poco. La figura de Pedro Carmona Estanga era sólo una sombra que tenía detrás la sonrisa del capitalismo (y su pro-yecto) más abyecto y sucio.
Aquel 11 de abril de 2002 fue de zozobra, de despecho. El com-pañero Gino comienza así su bra-va canción: “Tanto le tiraron pie-dras/ hasta que por fin le dieron./ Entonces la oligarquía/ alborotó el avispero”. Tanto que una marcha de miles de opositores irrumpió en las inmediaciones de Miraflo-res, luego de haberse concentrado en el este de Caracas. Todos sabe-mos el cuento, porque forma par-te de la historia íntima del pueblo alzado: partieron la pantalla en dos, caricaturas, francotiradores, policías pistoleros, maquillaje mediático, oscuridad. Sollozo de un 12 de abril.
Pero devino la alegría; la rabia del pueblo se manifestó en con-tra del gobierno de facto. Hubo manifestaciones, organización de diversos colectivos para la ma-nifestación antifascista y antica-
pitalista. Chávez no sólo era (es) un presidente que se acordó de los pobres, los vejados, los mar-ginados: también era (es) el sím-bolo de una lucha que empezó en aquella rebelión popular de 1814, comandada por el Taita Boves, y que luego resucitó de forma me-nos organizada en aquel Caracazo del ‘89 que aún nadie olvida (para el respiro y memoria del pueblo).
La rebelión formó parte una vez más de la épica popular aquel 13 de abril, hace diez años. Y con ello el signo de que no hay vuelta atrás: la lucha anticapitalista se asentó como punto de fuga de un sistema harto cadavérico. La llamada Ope-ración Restitución de la Dignidad Nacional, liderada por algunos del alto mando castrense leales a Chávez, se propuso una actuación militar sin precedentes en la his-
toria latinoamericana, y asumió su papel de filtro del alzamiento de los pobres que apoyaban el pro-ceso revolucionario, que se mul-tiplicaba por todo el país. El pre-sidente, que nunca firmó renuncia alguna, regresó a Miraflores.
La derecha no pudo contra la legitimación histórica de la lu-cha de un pueblo que apenas está empezando a construir ese otro mundo que todavía se ve lejos en el horizonte, pero que se atisban sus primeras oleadas. El golpe de Estado, ese gobierno fascista que quemó las naves, no se concretó más allá de un impune par de días. Hubo arrestos, sicariato, persecu-ciones y vejaciones. Hubo muerte. Hubo un pueblo alzado que se en-frentó a su peor fantasma.
Hubo despecho, sí. Pero luego vino la alegría.
Se cumplen 10 años del golpe de abril por parte de la derecha
Del despecho a la alegría“Todo 11 tiene su 13” es el lugar común que el pueblo grita cada año desde 2002. No olvidar nuestra historia es parte fundamental para la construcción de la nueva patria que estamos soñando.
16 Mayo de 2012 Desde el páramo
TexTo y foTos:PaTricia Méndez
Llegar a Apartaderos es un viaje mágico. Los mi-llares de frailejones que
fecundan el páramo dan esa sen-sación de terruño que perdimos hace rato los capitalinos. La ne-blina en los ojos del pueblo no se parece al caos que llevamos otros en la mirada. Por eso estacionar-nos en en San Isidro y Mitivivó se nos hizo un trabajo deseable.
Resulta que tierra adentro la Revolución es un cultivo de larga data, y ya hay cosecha. Ejemplo de esto es el Comité de Riego de Apartaderos, del Municipio Ran-gel, estado Mérida; fundado en 1980 y que por más de 30 años sobrevivió gracias a la organiza-ción de sus miembros.
De esto nos enteramos por Ger-mán Ribas, presidente del Comité de Riego de Apartaderos quien nos dijo: “nosotros tenemos un sistema de riego que son más de 12 kms de tubería, pero siempre la tenemos muy dañada, tenemos más de 30 años con este Comi-té de Riego, y hace 3 años que el Inder nos dio unos recursos por cogestión, ellos nos dieron el dinero y nosotros compramos la tubería, pusimos la mano de
obra y el acarreo. Pero antes no teníamos recursos de nada, noso-tros subsistíamos con los recursos poquitos de nosotros para man-tener el sistema de riego, somos más de 92 socios que pagamos la mensualidad de 200 bolívares al año y así subsistimos... pero aho-ra con la gestión del Presidente y gracias a la coordinación y la buena intención del Inder aquí en
Mérida, que nos conoce a todos, aquí en el municipio hay más de 43 Comités de Riego y ellos los conocen a todos, saben nuestras problemáticas y trabajan de la mano con nosotros”.
Eso se traduce en una larga tra-dición de organización que como señaló Edgar Albarrán, técnico de campo del Inder, tiene que ver con la existencia de la práctica
del socialismo: “En el páramo de los Andes lo que hemos hecho en esta revolución es trabajo en so-cialismo... soy testigo de que estas personas sin que nosotros le haya-mos inculcado ellos ya trabajaban en socialismo, pero no sabían el sentido de ese trabajo, hoy en día encaminados el trabajo ha sido más fuerte... tenemos por ejemplo el Comité de Riego que hoy están
unos cosechando papa, otros esta-mos arreglando la tubería que fue conseguida por el Inder...”
Rubros y enseñanzas
Del páramo provienen las pa-pás, ajo, zanahoria, apio, brócoli, lechuga, cebollín, cilantro, pere-jil, avena, trigo, arvejas y habas que nos comemos diariamente, y un poco del socialismo y que
Esto es viveza de la buena: les encargaron 25 casas y entregarán 26
En el páramo merideño se cosechan papas y Poder Popular
17Mayo de 2012Desde el páramo
“primitivo” del cual también nos alimentamos. Sin embargo, este hermoso lugar no está libre de las luchas diarias contra el capi-talismo, y es que la lucha por la papa va más allá “aquí tenemos una serie de productores que es-tán cosechando nuestro principal rubro, la papa... desde el páramo desmentimos aquella falsa infor-mación generada por los sectores de oposición que no quieren que los productores del páramo sur-jan y quieren acabar con nuestros productores”, como lo manifestó Albarrán, las y los productores deben luchar en el mercado con-tra los productos importados y los transgénicos con sus cuerpos in-flados y sus colores brillantes.
No es fácil, esta situación obliga a conformar una trinchera en tor-no a la defensa de la cosecha de papa “nosotros vivimos de esto, de la papa, el ajo, la zanahoria, no tenemos otra cosa, nos desem-peñamos aquí y esto nos da para comer... yo solo pido que sem-bremos la papa, que no nos dejen meter papas extranjeras porque de qué vamos a vivir nosotros... ade-más la mejor papa es la de aquí, la del páramo mejor dicho, sabes qué es lo que es una papita sana,
la mejor es la de aquí” dice Isa-bel Araujo, proveniente de Mucu-chíes y jornalera de Apartaderos, mientras saca de la tierra lo que será un saco de papas y su trabajo del día.
Viviendas en Mitivivó
Un poco más alto, nos recibe Irene Sánchez, vocera del Consejo Comunal Los Apios, representan-te del Comité de Riego de Apar-taderos del sector Mitivivó, y lu-chadora social desde los 13 años, mujer de sonrisa tímida y palabra
decidida. Después de alimentar-nos con las papas que también ella cosecha y las truchas de los ríos parameños nos contó: “hemos estado trabajando duro y repoten-ciado a través del Inder los 12 km de tubería del Sistema de Riego... le damos las gracias al Coman-dante Chávez, pues con él todo, sin él de verdad no tenemos nada, y al Inder... hemos hecho un es-fuerzo, en los estatutos del Comité de Riego la parte organizativa es fundamental; quizás por eso no ha costado tanto la organización aquí
en el municipio Rangel... pues ya tenemos un trayecto recorrido”.
En Mitivivó, el Consejo Comu-nal El Apio está ejecutando con apoyo del INCES la construcción de 26 viviendas a través de la Mi-sión Vivienda Venezuela. Irene señaló: “el Comandante nos enco-mendó hacer 25 viviendas, y aquí las estamos haciendo, para ser entregadas en diciembre, con una vivienda de más: entregaremos 26. Nos queda estructura para hacer dos o tres viviendas, pero queremos construir un buen local
para montar nuestro Mercal y te-ner la comida cerca, porque esta es una comunidad muy alejada... en la Misión Vivienda Venezuela somos nosotros los contralores y los que construyen las casas para fortalecer todo lo planteado en el Plan Simón Bolívar”. Además, en el sector, desde el año 1999 se puso en marcha el proyecto de Turismo Rural Comunitario que se inició con la construcción e inaugura-ción de las Mucuposadas, a través de la organización popular. Este Proyecto cuenta hasta el momen-to con 14 Mucuposadas con las cuales se está “dando un ejemplo de que la gente y las mujeres del campo si podemos organizarnos y producir... la propia gente de la co-munidad está rescatando sus valo-res y haciendo una micro empresa de producción social no sólo para la familia sino para la gente de la comunidad” recalcó Sánchez.
Para quienes desde la capital sembramos esperanzas, el páramo es uno de los ejemplos más nutriti-vos que se puedan tener. Mientras se coseche Poder Popular, tendre-mos papa pa’ rato, y nótese que no hacemos referencia únicamente a la papa que alimenta el cuerpo, sino a la papa socialista que nos
Irene Sánchez: “Las mujeres del campo sí podemos organizarnos y producir”
Sentimiento campesino - Semblanzas
Maria Blanco es una mujer que vive en
una humilde casa cerca de la entrada de
Tierra Firme (Curiepe, Miranda), llena de
recuerdos e ilusiones. Expresó su viven-
cia del trabajo de campo y entusiasmada
por la visita a su casa, sin poder pararse
demostró su alegría por contribuir de una
u otra manera con la comunidad. En su
casa se instalaron mesas organopónicas,
canteros, espacios para la cría de cerdos,
espacios para lombricultura y otros espa-
cios para colocarlos de casa piloto y ser
un ejemplo a seguir para la comunidad.
Agradecida de tener a sus dos hijos, con quienes cuenta para la atención de los proyectos, cuenta breve-
mente la tristeza de no poder ayudar y la alegría al ver que su hijo Israel atiende lo que es el inicio de un
progreso para la comunidad de Tierra Firme.
“En mi juventud sembraba, hacía de todo un poquito y me ocupaba de mis hijos. Fui trabajadora de las
haciendas de cacao. Así viví, pues mi vida estaba alegre en ese momento y me siento bien ahora con el
proyecto, aunque yo ya no pueda hacer nada. Mi hija me atiende y mi hijo atiende eso, el anda por allá
metido en las gallinas y yo me siento orgullosa de haber trabajado la tierra, y que ahora el y otras personas
de la comunidad se preocupen por sembrar”.
En una casa del Municipio Zamora
en el Estado Aragua, se encuentra San-
dra Heredia, una mujer que hipotecó su
casa para construir un pozo artesanal.
Las dinámicas perversas del capitalismo
hicieron que perdiera su vivienda; no
pudo pagar, los dueños del capital se
la arrebataron.
Todo un ícono de valor y esmero, San-
dra nos indica que las distintas situacio-
nes por las que ha pasado han determi-
nado que lo más importante para ella, es que ella y su hija tengan alimento y casa propia. Es triste y lamen-
table la situación que vivió, sin embargo la amabilidad y la solidaridad todavía existen, y actualmente habita
junto a una familia humilde. Allí vive mientras recupera su casa o se busca la forma de construir otra.
Hace unos días se implementó un sistema de riego cerca de la zona donde vive, exactamente en Tucu-
tunemo, uno de los proyectos que sobresalen del Convenio Cuba Venezuela. Sandra es productora y nos
comenta, que desde pequeña ha trabajado la tierra junto a su padre, 1 de 4 hectáreas. Actualmente con 42
años y luego de la implementación ese sistema en su localidad, ahora puede trabajar las 4 hectáreas.
El simple hecho de que una mujer sea campesina ya es signo de admiración, por todo eso que la hace
íntegra. Todas las tareas que realiza, la paciencia y la tolerancia que debe tener para haber sobrevivido
una etapa como esa.
Jessica cedeño
María Blanco:Mujer de tierra y costumbres
Sandra Heredia:Caer y levantarse
18 Mayo de 2012 Semblanza
José RobeRto Duque
El escenario “macro” donde se desarrolla esta historia es el siguiente. En la mar-
gen sur del embalse de Taiguai-guai (estado Aragua, entre Cagua y Villa de Cura) suele haber inun-daciones en una época del año y una sequía muy dura en la otra. En las parcelas más lejanas al em-balse hay vocación agrícola y allí se producen verduras y frutales en cantidad. Pero en las más cercanas es imposible sembrar nada como no sea pasto para el ganado.
Cuando las aguas del embalse se desbordan no sólo cubren una parte de las parcelas del asenta-miento, ubicado en los alrede-dores de la antigua hacienda El Tamarindo, sino que van a parar al río Paro, que desemboca en el Lago de Valencia. Y allí se pre-senta otro drama: como en una
época las aguas del lago comen-zaron a retroceder y los “genios” de la ingeniería y la geología en la IV República aseguraban que iba a desaparecer, la gente empe-zó a colonizar lo que iba quedan-do seco en el veloz retroceso de las aguas. Pero ahora el lago está volviendo por lo suyo, recuperan-do el terreno perdido, y ahora la gente debe huir precipitadamente de los sitios donde se había ins-talado. Parece una historia aparte de la de Taiguaiguai, pero tiene mucho que ver.
En 2005 se decretó la emergen-cia en los alrededores del lago de Valencia, y entre las medidas to-madas estuvo la creación de dos trasvases: uno en Los Guayos y otro en Taiguaiguai. Un trasvase es, dicho de manera ilustrativa, una obra de ingeniería mediante la cual usted saca agua de donde sobra y la lleva para donde falta.
En Taiguaiguai (donde sobra) el INDER-Hidroagrícola construyó un sistema de riego cuya tubería principal atraviesa la carretera y una montaña para llevar agua al valle de Tucutunemo (donde fal-
ta). Y antes de atravesar esa mon-taña, el mismo sistema beneficia a gente en el propio parcelamien-to Taiguaiguai. Esto ha generado un impacto cultural y humano profundo, ya que los parceleros tendrán ahora oportunidad de re-plantearse el tema de las siembras y las cosechas. Antes el verano era un tormento a pesar del agua del embalse; ahora hay agua para regar en todas las épocas del año.
Alrededor de esa tubería, de ese sistema de mangueras, puntos de riego y estaciones de bombeo se levantó con toda su fuerza y su ternura la figura inmensa de Isa-bel Palma de Tabares.
Todo para todos; nada para ella
Isabel (o Miriam, como por al-guna razón la llamaban y se hacía llamar) vivía con su esposo, José Tabares, en una precaria vivien-
da hecha de láminas de zinc. El sustento se lo ganaban de la ven-ta del queso que producían, pro-ducto del ordeño de unas pocas vacas, en una parcela muy cerca-na al embalse. Es de las que se inundan en el invierno y queda totalmente estéril en el tiempo de sequía. Son cuatro hectáreas de las que, en tiempo de lluvia, queda seco apenas un cuarto de hectárea. Ellos habían hecho una casita de bloque en esa parcela y en una de las inundaciones la perdieron con todo lo que tenían adentro.
Líder y organizadora natural de su gente, dedicó buena parte de su vida a gestionar para todos los sectores los servicios de los que hoy disfrutan. A sus gestiones se debe que hayan instalado allí la luz eléctrica, que las autoridades hayan hecho transitable la viali-dad y construido dos puentes que
Si usted no quiere saber qué es una Revolucionaria, mejor no lea esta historia
En Taiguaiguai nadie olvidará a Isabel Palma de Tabares
El perfil bajo, las ansias de protagonismo en cero: costó un mundo hallar una foto donde apareciera en primer plano
José, el esposo, en el rancho que habitaban: todo para todos, nada para ella
Un homenajeEl Gobierno Bolivariano recuperó
para la producción, en 2009, la an-
tigua hacienda El Tamarindo, unas
350 hectáreas donde funciona ahora
una Unidad de Producción Socialista.
Isabel de Tabares formó parte del Co-
mité de Infraestructura, de parte de
la comunidad, que hizo el diagnóstico
participativo conjunto. Autoridades
de Hidroagrícola, conjuntamente con
la comunidad, evalúan la posibilidad
de llamar a esa UPS con el nombre de
Isabel Palma de Tabares, en honor de
la luchadora social.
19Mayo de 2012Semblanza
permiten cruzar el río Las Minas; a sus diligencias se debe que haya entrado al sector la Misión Madres del Barrio, que se haya puesto en funcionamiento el preescolar de La Majada; le consiguió próte-sis y beneficios a discapacitados, pensiones para ancianos, aportes para fiestas infantiles.
Todos los testimonios recogi-dos en la zona donde Isabel vivió e hizo activismo comunitario (una zona gigantesca: el asentamiento Taiguaiguai, mil hectáreas donde habitan unas 6.500 personas, que incluye entre sus sectores a La Majada, Tamborón, Bella Vista, Múcura I y II, Santa María, Ga-marra, La Cuadra y otras) dicen exactamente lo mismo, incluso casi siempre con las mismas pala-bras: que era una mujer entregada al servicio de la comunidad, que era incansable, que siempre con-seguía beneficios para sus veci-nos y nunca para ella.
Dicen también que tenía gran cantidad de contactos y habilidad para acercarse a las altas autori-dades municipales y estadales, y cuando uno ve la barraca donde vivió con su esposo se da cuenta de lo que significa la vocación de servicio. Isabel nunca obtuvo nada personal ni familiarmente, como no fueran algunas satisfac-ciones colectivas.
El trabajo del esposo
De José Tabares, el esposo, toda la comunidad tiene más o menos la misma percepción: se trata de un señor silencioso y trabajador cuya misión más importante era facilitarle a Isabel la participación en todas las actividades de orga-nización de la comunidad. José nunca se opuso a que su mujer llevara ese ritmo y esa forma de vida. Él se dedicaba a trabajar en su parcela mientras ella iba por todo el asentamiento, dedicada a resolver problemas, a servir de enlace entre la comunidad y el Gobierno, a agitar y participar en cuanto programa gubernamental llegaba o hacía falta que llegara.
Poca gente lo había oído hablar o había visto hacer otra cosa dis-tinta que ocuparse de su terrenito y de buscar a Isabel al final de
la tarde o en la noche, todos los días. Pero al conocerlo uno se da cuenta de que no tiene problema alguno para echar cuentos. “Yo la conocí en Cagua, de donde ella era y donde yo vivía. Yo la conocía hace tiempo, desde los años 70. Un día iba pasando por el frente de su casa y nos zum-bamos un piropazo, ahí empe-zó todo. Nos enamoramos, nos casamos en el año 85. Tuvimos dos hijos que se murieron muy chiquitos. El que nos queda es un hijo de ella que ya tiene 30 años, a ese lo criamos juntos, así que ese es hijo mío”.
Todo un resumen de la relación de pareja, para luego pasar a ha-blar de la faceta de activista de su esposa con admiración. “Ella estaba muy contenta. Cuando el Gobierno empezó a meter tube-rías ella lo organizó todo para que hicieran los trabajos primero en otras parcelas. Como había que hacer unas pruebas y la laguna estaba muy crecida y la parcela de nosotros estaba inundada, ella dijo que hicieran esas pruebas en el terreno de Sandra y Angel, que tienen su parcela sequita”. Entre Tamborón y La Majada se benefi-ciarían poco después 31 parcelas más, antes que la suya. Ella estuvo allí cuando realizaron esa prueba del sistema de riego; abrieron la llave para que los vecinos vieran cómo funcionaba, salió el chorro de agua, y eso fue lo único que
alcanzó a ver Isabel.
Nada de médicos
Hacia agosto ella se empezó a sentir mal. “En los últimos tiem-pos sentía cansancio y un estrés y ella se lo curaba con un guarapo de malojillo”, cuenta José. Luego del guarapo sentía cierto alivio y entonces decía: “¿Viste que no hace falta ir al médico?”. Efecti-vamente, después del te y el des-canso ella volvía a salir a la calle a trabajar por su gente. “En el úl-timo tiempo repetía mucho, ‘Yo quiero que se resuelva el proble-ma de las vías, que el Presidente le haga las casas que les prometió a la gente de La Majada, pa que no digan que yo soy embustera’”.
El día que comenzó el censo de población, en septiembre, salió a empadronar por las parcelas y re-gresó a las 3 de la tarde, más tem-prano que nunca. Esa noche, martes 13, finalmente aceptó que la lleva-ran al CDI de Villa de Cura. Estaba muy débil y los exámenes revelaron que tenía muy bajas las plaquetas. Los médicos dijeron que parecía dengue, pero no mostraba los sínto-mas. Fue trasladada al hospital.
El jueves 15, pocos días después de ver las pruebas del sistema de riego, falleció de un infarto. Tenía apenas 57 años de edad.
(Datos e información, Ing. Mayra Núñez, Inspectora de la UPS El Tamarindo,
próximamente “UPS Isabel Palma de Tabares”)
Unas pocas vacas en una parcela que se inundaba
Leiva Acosta, Ofelia Villalobos, Yolimar Acosta, Juana Lovera, Alix Torres, (miembros del Consejo Comunal y trabajadoras del campo en Múcura I)
“La conocimos antes del 2004, ese año se conformó el Consejo Comunal. Como
eran pocas personas, se hubo que hacer un CC de 3 sectores juntos para poder
completar las 200 personas. Se hizo amiga de todo el mundo, todo el mundo la
conocía, estaba disponible todo el tiempo para salir a ayudar. Les decía las cosas
a la gente en su cara como era y eso le caía mal a alguna gente. Pero eso es lo
mejor, decir las cosas como son. Ayudaba a todo el mundo pero con la verdad por
delante. Una vez estuvimos en la Gobernación hasta las 10 de la noche para que
nos dieran 500 bolos para la fiesta del Día del Niño, tuvimos que venirnos en cola
desde Maracay. Pareciera simple, pero ella nos sacó el RIF a toditos, para ahorrar-
nos el trabajo de madrugar. Ella nunca estaba cansada. Siempre estaba disponible.
Las mujeres de madres del barrio todavía están cobrando las pensiones desde
el 2005 que hicimos ese censo; les consiguió beneficios a los pensionados. Les
mejoró la calidad de vida de esas personas de la tercera edad. Y ella no fue nunca
beneficiaria de nada. A veces por andar haciendo diligencias no podía vender los
quesos, que era de lo que vivía”.
Hilda de Contreras“Ella pasaba por mi casa todos los días, era su parada donde esperaba el bus.
Era muy amable, dulce, generosa, pendiente de todo el mundo y ella no se invo-
lucraba en nada.
A mí me operaron del corazón gracias a sus diligencias. Eran 192 millones para
ponerme un aparato y no teníamos los recursos. Nos ayudó a introducir la petición
en la Fundación Pueblo Soberano y me operaron en el cardiológico de Maracay.
Con un beneficio del presidente. Fue en el 2007. Cuando murió estaba consiguien-
do recursos para otra operación que hay que hacerme”.
En su memoria
20 Mayo de 2012 Análisis
ErnEsto Cazal
El primero de mayo de cada mes es recordado como una fecha reivin-
dicativa del movimiento obrero en el mundo. Por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, ce-lebrado en París en 1889, se conmemora la lucha proletaria como símbolo de legítima revo-lución. Mas el origen de ello pro-viene de la misma boca del lobo: Chicago, Estados Unidos.
Era mediados de 1884. En el cuarto congreso de la Federa-ción Estadounidense del Trabajo (de mayor preponderancia que la Noble Orden de los Caba-lleros del Trabajo, aunque ésta con mayor número de afiliados), realizado el 17 de octubre de ese mismo año, había resuelto que desde el primero de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obte-ner respuesta a este reclamo, se iría a una extensiva huelga que recorrería todo el país. Todos los movimientos sindicales se acti-varon para tratar de promulgar una ley que en todas las juris-dicciones estaba mal vista. La movilización popular empezó a ganar más votos y más luchado-res comprometidos con esta rei-vindicación laboral.
Andrew Johnson, presidente sucesor del asesinado Abraham Lincoln, promulgó la llamada Ley Ingersoll, la cual establecía la petición reivindicativa de las ocho horas laborales. Pero debi-do al incumplimiento de dicha ley, las organizaciones proleta-rias y sindicales estadouniden-ses decidieron movilizarse en pro de la huelga.
La mencionada Noble Orden de los Caballeros del Trabajo
decidió pasar por conservadora y convocó a sus afiliados a no cumplir con la huelga ya esta-blecida. Sin embargo, la rabia y el grito pudo más que aque-lla organización: el proletario buscó hacerse escuchar a como diera lugar. La prensa defendió a la burguesía, llamando al mo-vimiento, que desde los últimos días de abril de 1886 había to-mado importancia debido a los sucesos de la factoría de McCor-micks, en los que hubo represión policial contra los obreros alza-dos, de “cobarde” y “loco”.
De tremenda influencia anar-quista, el movimiento estaba respaldado por periódicos liber-tarios como The Socialist, de Nueva York; de Boston, Liberty; y desde Chicago se editaban Ar-beiter Zeitung, de August Spies,
y Alarm, de Albert R. Parsons. Aquellos medios ayudaron a en-causar el discurso emancipador y revolucionario de los huelguis-tas, quienes vieron en Spies y Parsons, entre otros más, como sus líderes connaturales.
La convocatoria de la huelga del primero de mayo de 1886 fue un rotundo éxito: más de 200.000 obreros dejaron sus rutinas laborales para unirse a la causa reivindicativa. Otros 200.000 lograron su conquista con sólo la amenaza de paro. En Chicago, tierra laborista desgra-ciada entre las desgraciadas, la movilización se expandió hasta los días 2 y 3 de mayo. La lucha de clases ardía. La menciona-da factoría McCormick seguía activa, mas los obreros que no habían acatado a la huelga deci-
dieron unirse debido a la fuerte represión que los policías toma-ban contra sus compañeros.
El día 4 de mayo de 1886 es recordado como el de la revuelta de Haymarket, plaza de Chica-go donde se congregaron más de 20.000 personas con alien-to revolucionario. 180 policías arrinconaron a la masa proleta-ria para subyugarla cuando una explosión provocó la muerte de un oficial. Las patrullas proce-dieron a disparar a mansalva; se mató e hirió sin saber cuántos realmente. Se declaró estado de sitio y toque de queda, y se apri-sionaron a más de 30 personas para llevarlas a juicio debido a estos sucesos.
Cada primero de mayo tam-bién se homenajea a los lla-mados Mártires de Chicago. Fueron ocho, a quienes se les hizo juicio político, no jurídico: Samuel Fielden, Oscar Neebe, Michael Schwab, fueron conde-nados a cadena perpetua y tra-bajos forzados; George Engel, Adolf Fischer, Louis Lingg, y los mencionados Albert Parsons y August Spies, fueron condena-dos a muerte en la horca. En sus discursos ante los tribunales lan-zaron un grito contra la putre-facción del sistema que los había acusado de criminales cuando en realidad ellos y todo el mo-vimiento obrero estadounidense de la época luchaba por una rei-vindicación que hoy pasa por ser justa y necesaria.
Relata José Martí en su cróni-ca sobre el ahorcamiento de los Mártires de Chicago que Spies gritó antes de morir: “la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora”. Ya lo vemos en nuestros días: primero de mayo es un día de conmemo-ración y lucha.
En Chicago empezó el primero de mayo
La LOT es sólo un paso
YrlEana GómEz
Ninguna Revolución está completa si no se plantea la transformación estruc-
tural de las relaciones sociales de producción. El cómo se produce los bienes necesarios para la sostenibi-lidad de una sociedad, marcan irre-mediablemente su funcionamiento y objetivos. Bajo esta premisa, uno de los primeros pasos de todo proceso revolucionario consiste en ejercer medidas en este sentido.
La dignificación de las condicio-nes de trabajo, la erradicación de la explotación y el reconocimiento del derecho a la participación dentro del entorno laboral han sido banderas de lucha de la Revolución Bolivariana. En este momento, uno de los objeti-vos políticos planteados radica en la transformación progresiva de las re-laciones de producción, a través de la participación activa y protagónica de quienes sufren directamente los embates del Capitalismo: los traba-jadores y trabajadoras.
En este sentido, la aprobación de una nueva Ley del Trabajo que responda a las luchas de la Clase Trabajadora es una medida orien-tada hacia la construcción de nue-vas formas de relación dentro del aparato productivo. El presidente Hugo Chávez Frías, escuchando las demandas del pueblo trabajador, decide tomar la iniciativa, por vía Habilitante, de reformar la ley del trabajo vigente.
La nueva Ley del Trabajo, que será aprobada en los próximos días, significa la materialización de una exigencia de la Clase Trabajadora or-ganizada, la cual ha tenido diversas manifestaciones en los últimos años. Desde distintos espacios organizati-vos de esta clase se han impulsado múltiples foros, debates y asambleas de base, con el fin de construir colec-tivamente una propuesta de ley que combata la explotación y dignifique a los trabajadores y trabajadoras.
21Mayo de 2012Análisis
Koldo Campos sagaseta / Rebelión
Entre tantos conceptos desnaturalizados hasta la náu sea al punto de que
ya ni el diccionario es capaz de reconocerlos, hay dos que, curiosamente, han sobrevivido ilesos a los cambios y a los tiempos sin que nada altere su tradicional definición, tan antigua como el ser humano. Las cuevas en las que se refugiaban nuestros antepasados más remotos atestiguan en sus grabados la “caza” y la “pesca” como dos de sus actividades más imprescindibles para la vida.
Seres humanos que, piedra en mano o lanza en ristre, se lanzaban tras venados y otras “fieras salvajes” para matarlas y comérselas, para poder vivir; o que
pescaban con sus propias manos o a golpe de cuchillo salmones y otras “bestias marinas” para matarlas y comérselas, para poder vivir.
Han pasado los siglos y, tan dados como somos a desvirtuar hasta desaparecerlos todos los conceptos que acompañan nuestras vidas, seguimos, sin embargo, llamando de la misma manera a dos actividades, la caza y la pesca, que ya nada tienen que ver ni con las circunstancias que las exigían ni con el modo en que se efectuaban.
Días atrás, los hijos del multimillonario estadounidense Donald Trump, hacían alarde de su último safari por Zimbabwe. Armados de precisos rifles con mira telescópica, y ataviados como si fueran Indiana Jones camino de
la guerra, los dos inquietos jóvenes posaban rodeados de su bien pertrechado equipo de pistoleros, mostrando sus trofeos: un antílope muerto, un cocodrilo, un búfalo, un kudu…
Hasta una hora, confesaba uno de los hermanos, debieron esperar en su protegida atalaya que un venado se pusiera a tiro para, después de un trago que ajustara la mira, fusilarlo a cien metros de distancia. “No tengo vergüenza en admitirlo: soy un cazador, y además de que no eran animales en peligro de extinción han servido para alimentar a los habitantes locales” declaró orgulloso.
Dentro de un mes, cuando su millonaria existencia les aburra y vuelva a conmoverles la hambruna africana, fletarán un privado vuelo al corazón de alguna selva
para reiterar su dadivoso safari. ¿Esa es la caza?
Y tampoco son los únicos “cazadores” ni es el hambre una exclusiva desgracia de Africa. Mucho más cerca, “cazadores” del Reino Unido, Francia, Italia, Estados Unidos y otros respetables países del mundo, aterrizan en el expedientado aeropuerto de Ciudad Real, para participar en hispanos safaris y, tal vez, alimentar a los habitantes locales. Desde el emir de Catar hasta los príncipes William y Harry del Reino Unido, cientos de ilustres cazadores suelen darse cita y caza en la finca del sexto duque de Westminster, y en otras fincas de CastillaLa Mancha.
Ignoro si con el mismo fin que los hermanos Trump pero, ministros de Justicia como Bermejo,
jueces como Garzón o reyes como el Borbón, por citar algunos, gozan de merecida fama en eso que llaman cinegética o arte de la caza. Y, por cierto, nadie más experto y laureado que el monarca español y sus bélicas hazañas enfrentando osos en la inhóspita Rusia que, así hubieran sido drogados o trasladados de urgencia a una agreste montaña desde el centro turístico en el que trabajaban o, simplemente, se llamaran Mitrofán, seguían siendo osos. ¿Esa es la caza?
Y aún seguimos denominando “pesca” a las artes con que se esquilma el mar y que, además de las grandes multinacionales pesqueras, también cuenta entre sus más distinguidos intérpretes a ilustres representantes de la sociedad. Franco fue, sin duda, el más connotado de ellos aunque pocos subrayen en su biografía sus altas dotes como pescador. Ni los comunistas lo aborrecieron tanto como los salmones. Nos puso a comer a todos. A mí el salmón, de niño, me salía hasta por las orejas. ¿Esa es la pesca?
Ahora que ya los supermercados cazan y pescan por nosotros ¿qué necesidad tienen tantos empresarios, políticos y jueces, príncipes y monarcas, de seguir pegando tiros y clavando anzuelos en venados y salmones?
Sé que nuestras cabezas no son dignas de ser enmarcadas y colgadas en una pared, que no pueden competir en distinción y elegancia con las de un búfalo o un oso, pero entre tantos que, en sus manos, perdemos la cabeza ¿no habrá alguna que merezca el honor? Sé que nuestras pieles, aún limpias y curtidas, no pueden compararse a las de un leopardo o un cocodrilo; que nuestros colmillos no se pueden medir con los de un elefante y que nuestros cuernos, caso de que fueran, siempre serán más discretos que los de un venado, pero entre tantos que, en sus manos, nos dejamos la piel y los dientes y los cuernos ¿no podría hacerse una excepción?
¿Para qué seguir matando a otros animales? ¿Es que no les basta con nosotros?
22 Mayo de 2012 Internacional
Prensa Latina
Un amplio grupo de cam-pesinos guatemaltecos participantes en una
marcha para exigir respeto a sus derechos permanece apostado en la ciudad, a la espera de la re-anudación hoy de negociaciones entre sus líderes y el Gobierno.
La manifestación de miles de indígenas llegó en la víspera de este mes a esta capital y, tras pa-sar por las sedes del Congreso y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), sus dirigentes iniciaron pláticas con el Ejecutivo encabezado por el presidente Otto Pérez Molina.
El mandatario reconoció la justeza de las demandas enarbo-ladas para una atención a la pro-
blemática agraria, pues reconoció que el crecimiento económico de Guatemala pasa por el desarrollo rural. Sin embargo, advirtió a sus interlocutores que el pliego de pe-ticiones, al cual afirmó se dará la atención total, no podrá encontrar solución en lo inmediato debido a la amplitud y complejidad de las medidas.
Declaró prioritarios los asuntos del acceso a la tierra y la posibi-lidad de retirar los destacamentos militares de lugares donde existe conflictividad.
Pero otros requieren de análi-sis y acciones legales, como es el caso de condonar la millonaria deuda agraria con una década de vigencia.
Pérez Molina reiteró entender
la justeza de los planteamientos y la voluntad política de su Gobier-no para darles respuestas.
Después delegó en el comi-sionado presidencial de Desa-rrollo Rural, Adrián Zapata, la continuación de las conversa-ciones, encabezadas en la parte demandante por los dirigentes del Comité de Unidad Campe-sina Daniel Pascual y Leocadio Juracan.
Zapata les solicitó concentrar el diálogo en los aspectos más im-portantes, para lo cual se detuvo la reunión en el Patio de la Paz del Palacio de la Cultura Nacional y se reanudó casi al filo de la me-dianoche.
Hasta la madrugada estuvieron ambas comisiones enzarzadas en
el debate, mientras en la Plaza de la Constitución permanecieron y aún están la mayoría de quienes marcharon durante nueve jorna-das desde Alta Verapaz en un tra-yecto de 214 kilómetros.
La decisión es no abandonar ese emblemático sitio hasta reci-bir compromisos gubernamenta-les, legislativos y judiciales con garantías de solución a sus exi-gencias. Del Congreso esperan su trabajo para aprobar la Ley de Desarrollo Rural como cuestión principal y de las máximas auto-ridades judiciales ordenar a los jueces ser imparciales al resolver litigios por desalojo en sus tierras, entre otros temas.
Los jefes de bloques parlamen-tarios acordaron conocer esa ini-
ciativa en la próxima sesión ordi-naria, pero tendrá que esperar por el fin de una interpelación.
En tanto, cuando recibió los re-clamos pertinentes, el presidente en funciones de la CSJ, Erick Ál-varez, no prometió de inmediato soluciones.
El dirigente campesino Apa-ricio Pérez, quien entregó el do-cumento dirigido a ese poder del Estado, denunció graves violacio-nes de los derechos humanos y la criminalización de la lucha de las comunidades y sus líderes.
Jueces y fiscales actúan de ma-nera parcializada en esas situacio-nes al avalar la persecución contra los campesinos que reclaman el derecho legítimo e histórico a la tierra, según Pérez.
Gigantesca marcha campesina llegó a Ciudad de Guatemala
Continúa diálogo entre campesinos y gobierno guatemalteco
23Mayo de 2012
El Diablo es negro
Como la noche, como el pecado, el negro es enemigo de la luz y de la ino-cencia.
En su célebre libro de viajes, Marco Polo evocó a los habitantes de Zanzí-bar: Tenían la boca muy grande, labios muy gruesos y nariz como de mono. Iban desnudos y eran totalmente ne-gros, de modo que quien los viera en cualquier otra región del mundo creería que eran diablos.
Tres siglos después, en España, Luci-fer, pintado de negro, entraba en carro de fuego a los corrales de comedias y a los tablados de las ferias. Santa Teresa nunca pudo sacárselo de encima. Una vez se le paró al lado, y era un negrillo muy abominable. Y otra vez ella vio que le salía una gran llama roja del cuerpo negro, cuando se sentó encima de su li-bro de oraciones y le quemó los rezos.
En América, que había importado millones de esclavos, se sabía que era Satán quien sonaba tambores en las plantaciones, llamando a la desobe-diencia, y metía música y meneos y tembladeras en los cuerpos de sus hijos nacidos para pecar. Y hasta Martín Fie-rro, gaucho pobre y castigado, se sentía bien comparándose con los negros, que estaban más jodidos que él:
—A éstos los hizo el Diablo —de-cía— para tizón del infierno.
El Diablo es pobre
En las ciudades de nuestro tiempo, inmensas cárceles que encierran a los prisioneros del miedo, las fortalezas di-cen ser casas y las armaduras simulan ser trajes.
Estado de sitio. No se distraiga, no baje la guardia, no se confíe. Los amos del mundo dan la voz de alarma. Ellos, que impunemente violan la naturaleza, secuestran países, roban salarios y ase-sinan gentíos, nos advierten: cuidado. Los peligrosos acechan, agazapados en los suburbios miserables, mordiendo envidias, tragando rencores.
Los pobres: los pelagatos, los muertos de las guerras, los presos de las cárceles, los brazos disponibles, los brazos desechables.
El hambre, que mata callando, mata a los callados. Los expertos, los pobrólogos, hablan por ellos. Nos cuentan en qué no trabajan, qué no comen, cuánto no pesan, cuánto no miden, qué no tienen, qué no piensan, qué no votan, en qué no creen.
Sólo nos falta saber por qué los pobres son pobres. ¿Será porque su hambre nos alimenta y su desnudez nos viste?
El Diablo es indio
Los conquistadores confirmaron que Satán, expulsado de Europa, había encontrado refugio en las islas y las ori-llas del mar Caribe, besadas por su boca llameante.
Allí habitaban seres bestiales que llamaban juego al pe-cado carnal y lo practicaban sin horario ni contrato, ig-noraban los diez mandamientos y los siete sacramentos y los siete pecados capitales, andaban en cueros y tenían la costumbre de comerse entre sí.
La conquista de América fue una larga y dura tarea de exorcismo. Tan arraigado estaba el Maligno en estas tie-
rras, que cuando parecía que los indios se arrodillaban devotamente ante la Vir-gen, estaban en realidad adorando a la serpiente que ella aplastaba bajo el pie; y cuando besaban la Cruz estaban cele-brando el encuentro de la lluvia con la tierra.
Los conquistadores cumplieron la mi-sión de devolver a Dios el oro, la plata y las otras muchas riquezas que el Diablo había usurpado. No fue fácil recuperar el botín. Menos mal que, de vez en cuando, recibían alguna ayudita de allá arriba. Cuando el dueño del Infierno preparó una emboscada en un desfiladero, para impe-dir el paso de los españoles hacia el Cerro Rico de Potosí, un arcángel bajó de las al-turas y le propinó tremenda paliza.
El Diablo es rojo
Melilla, verano de 1936: estalla el golpe de estado contra la república española.
El trasfondo ideológico será explicado, tiempo después, por el ministro de Infor-mación, Gabriel Arias Salgado:
—El Diablo vive en un pozo de petró-leo, en Bakú, y desde allí da instrucciones a los comunistas.
El incienso contra el azufre, el Bien contra el Mal, los cruzados de la Cristian-dad contra los nietos de Caín. Hay que acabar con los rojos, antes de que los ro-jos acaben con España: los presos se dan la gran vida, los maestros desalojan a los curas de las escuelas, las mujeres votan como si fueran varones, el divorcio pro-fana el sagrado matrimonio, la reforma agraria amenaza el señorío de la Iglesia sobre las tierras...
El golpe nace matando, y desde el prin-cipio es muy expresivo.
Generalísimo Francisco Franco:—Salvaré a España del marxismo al
precio que sea.—¿Y si eso significa fusilar a media
España?—Cueste lo que cueste.General José Millán-Astray:—¡Viva la muerte!General Emilio Mola:
—Cualquiera que sea, abierta o secretamente, defensor del Frente Popular, debe ser fusilado.
General Gonzalo Queipo de Llano:—¡Id preparando sepulturas!Guerra Civil es el nombre del baño de sangre que el gol-
pe de estado desata. El lenguaje pone, así, el signo de la igualdad entre la democracia que se defiende y el cuartela-zo que la ataca, entre los milicianos y los militares, entre el gobierno elegido por el voto popular y el caudillo elegido por la gracia de Dios.
(Extractos del libro “Espejos”, de Eduardo Galeano)
Cultura
El diablo que somos los pueblos
Óleo del pintor venezolano Ricardo Infante
Información
Patricia Méndez
La ciencia y práctica de la agroecología tiene oríge-nes tan remotos como los
de la agricultura, aunque el uso del término se remita al siglo XX. La agroecología se distingue de la agronomía en que su enfoque de la agricultura está ligado al res-guardo del medio ambiente por lo que busca la sostenibilidad ecoló-gica de la producción. El estudio de los sistemas de las agriculturas indígenas evidencia la práctica de la agroecología, puesto que incor-poran mecanismos para proteger los cultivos en dialogo con los insumos renovables existentes en las regiones, disminuyendo los riesgos ambientales.
Sin embargo, este conocimien-to fue desestimado en América Latina. En primer lugar porque el proceso de la conquista oca-sionó la ruptura del imaginario colectivo, los llamados sistemas de conocimiento, por medio de la destrucción de los medios de re-presentación y transmisión de las ideas, en este caso de las prácticas agrícolas; la transformación de los modos y sistemas de produc-ción con la esclavitud; y el surgi-miento de una ciencia positivista. Este crimen impactó la forma en la que humano y naturaleza se re-lacionaban, que pasó de ser una relación orgánica a ser una opera-ción mercantil.
Al convertirse la tierra en re-curso comercial la lógica del mercado se impone, no importa la relación del río y el cultivo, los pajaritos y los árboles o, el canto mañanero de la sabana o la costa; el alimento adquiere un valor de cambio y deja de pertenecernos. Así se impone la lógica explota-dora de la mayor rentabilidad y producción y la agroecología se va al demonio. En Venezuela el sistema agroindustrial fue la regla en lo que de campo quedaba.
Los nuevos tiempos
Actualmente esa realidad se re-vierte por iniciativa del Poder Po-pular en uso activo de su sabiduría. Un ejemplo de ello lo constituye la visión agroecológica que impulsa
el ejercicio de la piscicultura, a través del cultivo de Cachama; la pesca artesanal; la creación de arrecifes artificiales y la prohibi-ción de la pesca de arrastre, con la consecuente promulgación de leyes para regular la materia.
El cultivo de cachama se da mayoritariamente en los estados Guárico, Táchira, Anzoátegui (Guanapito), Cojedes (Río Tina-co: Complejo Piscícola Ezequiel Zamora) y Barinas, aprovechando espacios que no son cultivables para la cría de cachamas. La pes-ca artesanal se realiza principal-mente en los estados Falcón; Nue-va Esparta y Sucre y la creación de arrecifes artificiales a través del Plan Nacional de Arrecifes, contemplado tras la eliminación de la pesca industrial de arrastre, y ejecutado frente a las costas de la Península de Araya también en Cumaná. Estas iniciativas reciben
acompañamiento del Gobierno Bolivariano a través de la Gran Misión AgroVenezuela, capaci-tación técnica e integral para in-centivar la producción pesquera y acuícola, registro y permisología entre tantas otras cosas; y alrede-dor de ellas no solo se desarrolla otra forma de producir, también se transforman esas relaciones de producción, y la/el pescador se organiza en Consejos del Poder Popular de Pescadores, Pescado-ras, Acuicultores y Acuicultoras (Conppa).
Así andamos, pescando en río revuelto y en estanques planifica-dos, entre ideas razonables y ló-gicas predatorias, reinventando el campo y con él esta realidad que nos obliga a liberasnos.
(Datos y referencias: Cultivo de la cachama. José A. Sola. Sub- estación
Guanapito. FONAIAP, DIVULDA Nº 24. ABRIL-JUNIO 1987).
Agroecología
Pescando en río revuelto
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Acuicultura: Técnica del
cultivo de especies vegetales
y animales acuáticos, incluidos
los peces, moluscos y crustá-
ceos. Dentro de ella se encuen-
tra la piscicultura.
Piscicultura: Es la discipli-
na encargada del cultivo de
peces, tanto marinos como
de agua dulce. En Venezuela
comienza en el año 1937 y
se practica habitualmente en
estanques o piscinas, un re-
cinto de agua poco profunda,
donde se regula la densidad,
alimentación, talla y peso de
los animales.
La cachama y su cultivo:
La cachama (Colossoma ma-
cropomum) es un pez omnívo-
ro que acepta fácilmente dietas
artificiales. Su crecimiento es
rápido, logrando alcanzar un
buen tamaño (1,5 a 2,0 Kg) en
un período de un año. Tolera
sin dificultad altas densidades
de carga, y es poco exigente en
cuanto a la calidad de agua.
Datos para ubicarnos
Abril 2012