Date post: | 20-Dec-2015 |
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Pág.
1. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA 3
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 3
1.2 FORMULACIÓN DE LA PREGUNTA 4
2. JUSTIFICACION 5
3. OBJETIVOS 6
3.1 OBJETIVO GENERAL 6
3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS 6
4. ANTECEDENTES 7
4.1 HISTÓRICOS 7
5. MARCO DE REFERENCIA 9
5.1 MARCO TEÓRICO 9
5.2 MARCO CONCEPTUAL 13
5.3 MARCO LEGAL 14
5.4 MARCO GEOGRÁFICO 20
BIBLIOGRAFIA 22
1
. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Los habitantes de la calle son una población que se multiplica a diario sin que
estemos haciendo algo para evitarlo, este grupo social es objeto de protección
por parte del Estado a la luz de la constitución y de los derechos humanos.
Esta población ha sido objeto de discriminación, por su precaria condición
social de vida, notándose en la expresión cotidiana y mal utilizada de
“desechable”, el lamentable tener que decir que a pesar de que se ha
identificado una problemática, de identificarse por parte de la corte como una
población en condición de “debilidad manifiesta”, con trastornos psicológicos,
problemas afectivos, problemas de drogadicción entre muchos otros, que
generan graves consecuencias sociales, de que contamos con
reglamentación, con jurisprudencia al respecto, no se ha tomado en serio la
labor de protección para superar esta situación de vulnerabilidad además de
requerirse una postura sensible por parte de la sociedad hacia el habitante de
la calle.
En el tema de la salud para esta población, se logró ubicar sentencias de la
corte que señalan que los habitantes de la calle debido a su situación de
debilidad en que se encuentran son sujetos de especial protección
constitucional, que existe una responsabilidad estatal y de la familia de
asegurar el respeto a sus derechos como la salud y el mínimo vital.
La hipótesis de este trabajo señala que existe una complementación entre lo
establecido en la corte y la responsabilidad de la familia, pues en la medida en
que tomemos conciencia de los derechos y logremos el cumplimiento de estos
como instrumentos de protección, la relación entre familia y estado podría
estrecharse e incluso sería una relación estratégica para lograr garantizar y
exigir estos derechos a la luz de la constitución política.
2
1.2 FORMULACIÓN DE LA PREGUNTA
¿Cómo identificar las barreras de acceso al servicio de salud que han hecho
que se vulnere este derecho fundamental por la no aplicación de las políticas
diseñadas para este fin, con el ánimo de buscar mejorar la calidad de vida del
habitante de la calle en Ibagué?
3
2. JUSTIFICACION
Son varias las causas que originan al habitante de la calle, consumo de
alcohol, drogadicción, un espacio de libertad, desplazamiento, desintegración
del núcleo familiar, pobreza extrema, entre otros., cualquiera sea la razón
estas personas han venido a conformar un grupo social aparte del resto de la
comunidad , que deja ver un proceso de autodestrucción.
A partir de reconocer esta situación, de reconocer que es un ser humano que
goza de protección por parte del estado, que existe además de la norma
constitucional jurisprudencia al respecto, entonces diríamos que lo que
tenemos que hacer es crear conciencia social, dirigir la mirada hacia este grupo
social, ubicar instituciones que de una u otra manera se encuentren
involucradas con esta problemática para que contribuyan a diseñar estrategias
para prestar el servicio de la salud. Es así como se acercará este sector para
sensibilizarlo ante esta problemática, además de tomar acciones judiciales que
amparen este derecho brindar capacitación a los empleados públicos y a todas
las personas para que entiendan que el habitante de la calle es persona, como
tal sujeto de derechos que deben ser respetados.
De tal forma que el campo de acción del derecho enfocado a la problemática
de la salud para el habitante de la calle, sea la base de una transformación de
la visión y de la responsabilidad que tiene el estado la familia y la sociedad en
general para con el habitante de la calle.
4
3. OBJETIVOS
3.1 OBJETIVO GENERAL
Lo que pretendemos con esta investigación es identificar las barreras de
acceso al servicio de salud que han hecho que se vulnere este derecho
fundamental por la no aplicación de las políticas diseñadas para este fin, con
el ánimo de buscar mejorar la calidad de vida del habitante de la calle en
Ibagué. .
3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS
Crear conciencia social brindando capacitación a los empleados de entidades
prestadoras del servicio de salud y sociedad en general para que entiendan
que el habitante de la calle es sujeto de derechos.
Ubicar instituciones involucradas con esta problemática y acercarse a ellas
para diseñar estrategias para la prestación del servicio de salud a esta
población.
Lograr que se implementen acciones judiciales con el fin de garantizar la
eficacia de la protección de este derecho.
Contribuir a partir del derecho en la transformación de la calidad de vida a
estas personas, identificando la responsabilidad jurídica que tiene el estado la
familia y la sociedad para con ellas.
5
6
4. ANTECEDENTES
Hoy por hoy el fenómeno de las personas en situación de calle se ha
presentado en Colombia y en el mundo por muchos años como causa y efecto
de diversos movimientos tanto sociales como económicos e históricos que han
favorecido la desigualdad social en diversos niveles y ámbitos, lo cual influye
en la vivencia subjetiva de las experiencias y las posibilidades que se le brida al
ser para la construcción de su subjetividad, siendo la calle un medio más entre
las posibilidades existentes para estar en el trascurso de la vida pero también
para el engrosamiento de los índices de pobreza, convirtiéndose así en un
asunto contribuyente a otras problemáticas sociales como la des-
escolarización, el consumo de sustancias psicoactivas y en ocasiones la
delincuencia.
Por su parte el tópico de los vínculos afectivos ha sido estudiado ampliamente
por la Psicología desde sus diferentes corrientes, debido a que se considera
que es parte fundante del desarrollo del psiquismo del sujeto y que es a partir
de éste que el ser humano se desarrolla de forma sana o patológica.
4.1 HISTÓRICOS
La población en situación de calle es un grupo que a pesar de su notoriedad y
causar curiosidad por el estilo de vida que llevan, por muchos años fue
desprotegida, aunque desde el siglo XVI, se reconoce como problemática
social. En Colombia en 1565 se plantea la posibilidad de la creación de un
refugio para madres abandonadas, el cual solo se construye después de 80
años; en 1791 se edifica la casa de los pobres de la mano de el Virrey Pedro
Mecía de la Zerda; en 1774 se funda el Real Hospicio en donde se atiende a
una población de diversas edades, y que por movimientos sociales derivados
de la independencia en 1810, cierra y desampara a éste conglomerado; es
hasta 1858 que se reactiva el servicio del Real Hospicio.
7
En Colombia se da “la creación de diferentes instituciones de atención para la
población en situación de calle, como el caso del Instituto de Protección de la
Niñez y la Juventud (IDIPRON), creado en 1967, y el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF), creado mediante la Ley 75 de 1968” 39. Sin embargo
las organizaciones y actividades realizadas para el beneficio de esta población
se han caracterizado por el asistencialismo y la caridad de las personas.
Con respecto a la temática de vínculo afectivo, debe hablarse acerca de las
teorías psicoanalíticas y los cambios que han sufrido, por lo que éstas en “los
últimos decenios han sufrido lo que Kuhn llama cambio paradigmático”.
Desde Freud se hace referencia a las relaciones y su importancia para el
desarrollo del psiquismo del sujeto, Según Coderch41 Freud en su teoría pone
de manifiesto la importancia de éstas cuando conceptualiza sobre el complejo
de Edipo en el que “muestra con límpida claridad que el núcleo básico cuyo
desenvolvimiento señala aquello que ha de ser la personalidad, se forma a
partir de las primeras relaciones del bebé con sus objetos”42; en los escritos
Sobre la dinámica de la transferencia (1912); El yo y el ello (1923); Inhibición,
Síntoma y angustia (1916); Duelo y melancolía (1917); Análisis terminable e
interminable (1937)43; entre otros se conceptualiza a pesar de no darle
suficiente primacía al hecho relacional.
Mitchell44 expone que después de Freud quien conceptualiza sobre el ello y las
pulsiones, el interés de sus seguidores se centran en el yo, es así como se
instaura la Psicología del yo a partir de los estudios de Ana Freud y los
mecanismos de defensa e incluye a Hartmann (1937) quien teoriza sobre la
capacidad de adaptación del yo y su área sin conflicto y la influencia
determinante en el desarrollo de la personalidad; Hartmann no elaboró la visión
de un infante que deriva envuelto en sus sueños y que, de pronto, se ve
forzado a trabajar, sino la de uno que llega equipado con potencialidades del yo
que, así como las semillas aguardan las lluvias de primavera, esperan las
8
condiciones ambientales “medianamente esperables” para provocar su
crecimiento. Ciertas “capacidades no conflictivas del yo” no se consideraron ya
como forjadas en el conflicto y la frustración, sino como potencialidades
intrínsecas, como parte de los derechos de nacimiento de la persona, como
funciones que suelen emerger naturalmente en un entorno apropiado que les
permite insertarse en el mundo que les rodea.
Siguiendo esta línea de investigación Mitchell ubica a Spitz quien en 1945
publica su obra Hospitalism en la que presenta su investigación acerca de los
efectos de la falta de contacto humano y conexión emocional en niños, quienes
a pesar de tener todas las necesidades de alimentación y limpieza satisfechas,
se adelgazan y son retraídos y deprimidos, además de presentar un desarrollo
motriz y cognitivo lento; observando que finalmente cierta parte de los niños en
situación de abandono mueren. Esto lleva a plantear a Spitz lo necesario del
vínculo afectivo y del objeto que en contraposición de lo aducido por Freud
(objeto como medio para la descarga de los impulsos), se concibe desde este
momento como un logro del desarrollo ya que refleja la capacidad del infante
de establecer vínculos selectivos y personales, brindando la conexión humana
dentro de la que se desarrolla el psiquismo; según este autor el desarrollo de
las capacidades autónomas del yo formalizadas por Hartman se desarrollan a
partir de ciertos patrones de interacción entre la madre y el hijo, que permiten
organizar las experiencias y darles sentido a través de la repetición durante el
primer año de vida y la transición por los tres organizadores de la psique
propuestos por él, que son: Respuesta sonriente ante cualquier rostro, como
primer medio de interacción social; Ansiedad frente a los extraños que consiste
en el alejamiento de las personas que no le son familiares, no por tener
experiencias negativas con ellas sino por el reconocimiento de la falta de la
madre en el lugar, esto para Spitz representa la capacidad para la creación de
vínculos, en tanto se distingue a la persona amada de las demás; y el tercero
es el no, es la indicación de la identificación pre-edípica (antes de que el niño
entre o acontezca el complejo de Edipo) con la madre, quien debe poner freno
y prohibiciones a los deseos del niño. “Así, Spitz demostró que, virtualmente,
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cada aspecto del desarrollo psíquico temprano acontece por intermedio del
entorno materno
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5. MARCO DE REFERENCIA
5.1 MARCO TEÓRICO
Para llevar a cabo esta investigación se tiene en cuenta algunas definiciones,
características y conceptos referentes a la habitabilidad en la calle, para luego
continuar con un análisis sobre la problemática de la salud de ellos.
Por otro lado, la Habitabilidad en la Calle es un fenómeno producido entre
otros, por la marginalidad social, debido a la falta de oportunidades y que el
problema de la drogadicción pesa en el proceso de asentamiento de las
personas en la vida en calle.
De esta manera, la marginalidad es más un producto de la pobreza y la falta de
oportunidades que genera la exclusión social. Para algunos autores la
marginación, la ausencia del papel político, económico, cultural y social, ya no
es un problema de clases o grupos sociales, sino que se ha convertido en una
situación que afecta a zonas y países de grandes regiones del mundo
(especialmente África y Latinoamérica). Países enteros se han convertido en a
funcionales para el sistema y para el crecimiento económico, quedando
totalmente desenganchados (AES, 2000).
Así mismo la marginalidad es definida como la forma de estar al margen del
desarrollo del país, la no-participación en el ámbito económico, social, político y
cultural. Los marginados para los desarrollistas son los campesinos e
indígenas, los habitantes de los barrios y villas de las grandes ciudades, que
tienen este origen y reproducen en la ciudad su cultura y modos de vida
atrasados (Tovar Torres, 2000).
Las personas que viven en la calle, son excluidas socialmente, entendiendo
exclusión como el término que Procede del verbo latino “excludere”[2], que
significa echar a una persona o cosa fuera de un sistema cerrado o fuera del
lugar que ocupa. En el campo socioeconómico, la exclusión es un concepto
11
reciente. Algunos lo consideran como un producto propio del nuevo modelo
tecnoeconómico.
Según Pablo Nguyen (1996), plantea que “cada sociedad y cultura tienen
mecanismos propios de exclusión. Existen además motivos individuales y
responsabilidades personales que conducen a ello. No obstante, jamás se
asiste a un proceso de exclusión socioeconómica tan masiva y dramática como
el de esta época de transformación tecnológica y mundialización de mercado”.
Teniendo en cuenta el aporte de la autora Nelly Tovar (2000), afirma que la
exclusión se relaciona con los pobres y con grupos poblacionales específicos:
prostitutas, homosexuales, enfermos de SIDA o crónicos, minusválidos,
expresidiarios, mendigos, habitantes de calle, alcohólicos, drogadictos, quienes
“rompen con el ideal de persona” construido por una sociedad que persigue el
éxito, la juventud, el dinero, la belleza, la autosuficiencia, el uso tecnológico.
De esta manera, el problema de la indigencia en Colombia, ha aumentado
considerablemente como consecuencia de factores económicos y sociales que
atraviesa hoy la Sociedad. Entre ellos se puede señalar la violencia
intrafamiliar, el conflicto armado, el desplazamiento, el desempleo y la
dependencia de sustancias psicoactivas. De tal manera, se conforman grupos
marginados que buscan sobre vivir sin importar los medios utilizados para
satisfacer sus necesidades. Es en este contexto donde la sociedad y la
comunidad misma se ve afectada por las acciones empleadas por los
habitantes de calle para lograr su sobre vivencia (el hurto, la limosna, entre
otros).
De tal manera, que la problemática de la habitabilidad en la calle debe partir de
un cambio social de características psicológicas y materiales entre los
ciudadanos que viven en la calle mediante la sensibilización, teniendo en
cuenta el estilo de vida que ha construido para sobrevivir en su medio
aceptando el valor de la diversidad humana.
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Los llamados peyorativamente, gamines, desechables, locos, marihuaneros,
indigentes, son sinónimos y palabras que quedarían mejor en el término
exclusión, se ha intentado y se mantiene modificar dichos términos por enseñar
oralmente que sean llamados como lo que son, los habitantes de la calle o
ciudadanos y ciudadanas de calle, que son seres humanos como cualquier otra
persona de la sociedad con problemáticas especificas; pues sin lugar a dudas
las características de la población con la que se trata no es una población
común, es decir que no se habla de una población clínica en específico la cual
se enfrenta a una sola problemática, sino que es el eje catalizador de múltiples
problemáticas, que no solo afectan el bienestar del propio habitante de calle si
no a su vez posiblemente a una comunidad a una sociedad, sin embargo es
necesario resaltar que dicha problemática está expuesta a cualquier estrato
social raza o religión, para ello se puede ver una fundación u hogar de paso en
el que personalidades, temperamentos, profesiones, caracteres y demás de
todo tipo se dejan evidenciar escondidos quizás por vestimenta no muy limpia,
vocabulario particular e incluso una apariencia personal adecuada cuya
identificación de fondo es ser habitantes de la calle, desde el mejor estrato
hasta cualquiera puede caer en el fenómeno de la calle que afecta así todas las
esferas sociales existentes, población que se encuentra en riesgo constante, es
común por el daño que estos le pueden hacer a la sociedad directa o
indirectamente –en su momento bajo efectos del consumo de spa- le pueden
hacer daño a alguien, algunos debido al ambiente hostil en el que crecieron, en
el que se mantienen, la ausencia de educación y oportunidades que hace que
bastantes personas opten por la vida más fácil y por el virus de la droga que no
mira en absoluto caracterización alguna pues el único requisito es que sus
víctimas sean seres humanos. Dicha problemática aunque tiene todo para
serlo, no es considerado aún una política pública, se hace evidente la falta de
recursos para su adecuada atención, en este momento el crecimiento de la
ciudad ha hecho que sus calles cada vez se vean más limpias y en dicha labor
entran los habitantes de calle. Esto ha hecho que el gobierno de turno tenga
que invertir en dicho fenómeno consecuencia de ello se instaura el hogar de
paso en el que se ha realizado la presente investigación. Así, se dirá que por
13
comunidad del habitante de calle, “por otra parte en medio de su forma de vida,
se han creado comunidades en las que todos comparten, los mismos gustos,
ideales y formas de vivir. Realizan actividades como fumar, robar, bailar, jugar,
estas hacen parte de su cotidianidad, como para aquellas con quien las
comparten” (González. 2007. Pág. 53)
Actualmente dicha población ha ido cambiando algunas dinámicas dentro de
las cuales ya se hace muy común no ver la presencia de galladas o parches,
en la actualidad son seres muy independientes debido a los conflictos
constantes con sus compañeros como por ejemplo deudas y pagos por sumas
de dinero muy bajas pero que para ellos son asuntos de real importancia.
Dinero, poco dinero que en calle son sumas grandes e importantes propias de
calle que invitan a no dejar de lado que la denominada indigencia, “Puede
cualificarse como aquella situación de incapacidad personal o familiar para
solventar la subsistencia en razón de la edad, las limitaciones físicas o
mentales u otras condiciones no controlables, por lo cual se depende
totalmente de estructuras extra familiares (Estatales o privadas) sucedáneas de
protección y apoyo. La condición es permanente o temporal según la
incapacidad de que se trate y de los medios interpuestos para superarla” (Pág.
1810)
En relación a esto, y en la marginalidad en la que son situados, “…se nombra
al habitante de calle, el cual no cumple con el perfil para pertenecer al medio
social que exige la época, y además de esto presenta una serie de
problemáticas que no han sido aceptadas en ninguna época por la sociedad,
entonces esto lo deja por fuera del círculo social, pasando a ser un integrante
de un grupo marginado” (González et al. 2007. Pág. 51) esto en relación a que
el habitante de calle siempre ha estado y está categorizado; hasta que éste no
sea visualizado a la sociedad pero a través de los cambios que ha logrado
generar, pues aunque sean pocos, se han dado varios ejemplos, testimonios
14
de personas perdidas en calle y recuperadas de sus dificultades después de
estar en condiciones infrahumanas.
Asimismo, en relación a sus múltiples ocupaciones, “los pobladores de la calle
son un grupo social disperso y marginado, grupo de seres humanos
desechados por los otros y al margen de que se les reconozca o no,
construyen su vida, su manera de entender-se “su orden social”, sus normas y
valores, sus mitos y leyendas, sus prácticas sexuales y religiosas; construyen
en definitiva, un conjunto de relaciones y saberes, una ética y una manera de
sobrevivir específicas que corresponden al hecho de asumir el medio callejero
en su más cruda expresión, como espacio de vida y desarrollo” (Habitantes de
la calle en Bogotá representaciones sobre el espacio público y ciudadanía.
Pág. 55) Es por esto que se entenderá por habitante de calle como aquel ser
humano que por diversos factores de toda índole tanto afectivos, sociales,
familiares, socioeconómicos, personales, médicos, psiquiátricos y todo lo que le
pueda afectar al ser humano lo llevaron a habitar la calle como su hogar, su
lugar de permanencia y de identidad en el que maneja dinámicas propias de
calle y algunas delincuenciales como robo, retaque, reciclaje, comerciantes que
consumen y no consumen sustancias psicoactivas pero que la mayor parte o
constantemente a pesar de ser su cotidianidad siempre presenta una
sensación de malestar un estar mal.
Hay algunas características que los identifican como su imagen personal,
actividades como robo, delincuencia, su ausencia de vínculos afectivos sólidos
y su nomadismo dentro de las denominadas ollas o puentes, ambientes que a
pesar de ser fuertes, hacen acreedor al habitante de la calle como un guerrero
de vida al que su cuerpo a tenido que soportar todo el degaste de muchos años
de calle a los que se han dedicado a actividades tales como: “se dedican
principalmente al rebusque, vale decir, a ejercer diferentes actividades que les
permitan obtener ingresos, con un solo propósito: conseguir para la dosis
diaria. La combinación de actividades es tan común entre esta población que
solo es 5%manifestó practicar una sola entre las que se mencionaron: reciclar,
robar, pedir limosna, vender droga y atracar. Otras actividades mencionadas
15
fueron la prostitución, cuidar carros, limpiar vidrios, lavar carros, cargar
maletas, cortar hierbas, lavar la ropa, barrer calles, pintar, afilar cuchillos y
zapatería. Estas actividades se realizaron por ratos, de acuerdo con el criterio y
las condiciones de quienes las ejercen” (Cámara de comercio de Bogotá. 1997.
Pág. 62). Además de ello, independientemente de la categorización que
posean, la misma calle les ha brindado aprendizajes de supervivencia y como
uno mismo de los entrevistados refirió, con esas mismas ganas que se la
rebuscan para pedir pal vicio con esas mismas ganas pueden ganarse la vida
sanamente.
En la ciudad hay varios hogares de pasos donde ellos pueden tener un techo y
la alcaldía tiene diferentes programas para la ayuda del habitante de la calle,
pero no han sido ejecutados.
De esta manera el problema social de los habitantes de la calle parece ser uno
de los problemas más agudos. Se calcula que en Ibagué viven más de 1.000
habitantes de calle provenientes de todas las ciudades, y hay entre ellos un
número considerable de consumidores de sustancias alucinógenas.
Comúnmente se concentran en el centro y el parque Galarza, pero también se
les ve en barrios y avenidas.
5.2 MARCO CONCEPTUAL
Para llevar a cabo esta investigación se tiene en cuenta varias fuentes
bibliográficas relacionadas con la temática de estudio, como se presentan a
continuación
Comunidad: Es definida como un subgrupo de la sociedad que se percibe así
mismo como distinto a la sociedad en algunos aspectos (Rappaport, 1980)
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Exclusión: Procede del verbo latino “excludere”, que significa echar a una
persona o cosa fuera de un sistema cerrado o fuera del lugar que ocupa. La
exclusión se relaciona con los pobres y con grupos poblacionales específicos:
prostitutas, homosexuales, enfermos de SIDA o crónicos, minusválidos,
expresidiarios, mendigos, habitantes de calle, alcohólicos, drogadictos, quienes
“rompen con el ideal de persona” construido por una sociedad que persigue el
éxito, la juventud, el dinero, la belleza, la autosuficiencia, el uso tecnológico
(Tovar, 2000)
Interacción: Se define como uno de los aspectos funcionales para una
comunidad saludable. Se relaciona con el apoyo mutuo, la solidaridad, el
trabajo en común y la cooperación (Wiesenfeld, 1994).
La Cultura Común: Se define como el sistema de símbolos compartidos, una
visión de mundo, una interpretación de la vida cotidiana construida a través de
la comunicación ( krause, 1999).
Se caracteriza por la presencia de movimientos claves que se pueden trasladar
a equivalencias verbales en las mismas palabras de las personas del Cartucho,
correspondiendo a la vestimenta y a los accesorios usados y a todo el
repertorio de movimientos corporales y faciales que remplazan las palabras
divididos en dos clases: KINETICA, es decir el comportamiento cultural
internalizado corporalmente y que se puede asumir como natural, por ejemplo
el modo de camina (García, 1998).
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La Cooperación: Según Wiesenfeld (1994), la cooperación es un aspecto
indispensable dentro de una comunidad funcional, si este no se puede
conformar el concepto de comunidad.
La Marginalidad: La marginalidad es definida como la forma de estar al margen
del desarrollo del país, la no-participación en el ámbito económico, social,
político y cultural. Los marginados para los desarrollistas son los campesinos e
indígenas, los habitantes de los barrios y villas de las grandes ciudades, que
tienen este origen y reproducen en la ciudad su cultura y modos de vida
atrasados (Tovar Torres,2000)
La Solidaridad: La solidaridad se define como el colaborar al otro sin interés y
se encuentra relacionada con el apoyo mutuo, el cual es un componte funcional
para una comunidad saludable.
Pertenencia: La pertenencia se define como la dimensión de sentirse parte de,
como identificado con, donde sienta que comparte con otros valores, ideas
(Sánchez, 1996).
Trabajo En Común: Teniendo en cuenta los elementos claves para formar
comunidad descritos por Wiesenfeld, (1994) y Montero (1984), se puede definir
el trabajo en común como el resultado de la cooperación, la solidaridad y la
interacción, encaminado hacia un objetivo común.
5.3 MARCO LEGAL
Para la ejecución del proyecto se tiene en cuentas las siguientes
disposiciones legales pertinentes y en las cuales se sustenta la investigación.
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Durante el proceso de la investigación se puede referenciar los siguientes
decretos que son que actualmente reglamentan el manejo del habitante de la
calle y por lo cual se identifica al habitante de la calle como ciudadano o
ciudadana, mediante el decreto 170 de 2007 (abril 30), y nos habla de la
ejecución del Plan de Atención Integral al Ciudadano (a) habitante de la calle,
este es el que busca cambiar la forma de trabajo con esta población, ya que su
objetivo es la creación de una política pública para el adulto “ adultez con
oportunidades" en la que se acoge toda la población adulta sin importar su
problema, de una forma específica por medio de una mesa de trabajo
permanente constituida por varias entidades del sector público y privado que
serán las encargadas de asignar los recursos económicos específicos para
adelantar proyectos institucionales desde sus respectivas entidad, en
beneficios de la habitación de la calle y deben estar presentes para
implementar los servicio según las necesidades más sentidas.
De acuerdo al decreto 170 de 2007 en su Artículo 1. Crease la mesa
permanente del Plan Integral al Ciudadano (a) habitante de la calle, para la
coordinación y seguimiento de la ejecución del mismo, donde tendrá asiento
todas las entidades encargadas del desarrollo del Plan de Atención Integral al
ciudadano (a) habitante de calle, en donde la Secretaria Distrital de Integración
Social actuará como entidad coordinadora de la Mesa permanente del Plan de
Atención Integral al ciudadano (a) habitante de la calle y de la ejecución del
Plan. Creando la política pública para el adulto unificando los proyectos 7312
“la prostitución” 7312 “el habitante de la calle y el 7213 “Discapacidad”.
De acuerdo con la normatividad enunciada y en desarrollo de sus contenidos,
en la actualidad es la Secretaria de Integración Social, que a través de la
Subdirección de Políticas poblacionales y de los proyectos de su Gerencia de
Atención a la población Adulta y vejez, identifica y certifica a las personas que
se encuentran en situación de indigencia.
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A continuación , se presenta un relación de la normatividad vigente con
respecto al tema de la indigencia y de la seguridad social en materia de la
salud, normas a las que se debe ajustar el procedimiento por medio del cual se
expide el certificado de indigencia, siendo estas las más relevante para la
investigación.
La ley 100 de 1993 señala cuales son los tipos de participación en el sistema
de seguridad social en salud, y dispone en ese sentido, la existencia de dos
formas de afiliación al sistema: a) afiliados al sistema mediante el régimen
contributivo b) afiliados al sistema mediante el régimen subsidiado. En este
último punto hay que anotar que las personas sin capacidad de pago, mientras
logran su afiliación al régimen subsidiado tienen derecho a la atención en
salud, bajo la figura de la participación vinculada, esto es, que tendrán el
derecho de acceder a los servicios de salud sin que se encuentre afiliados o
deban afiliarse a algunos de los dos régimen establecidos.
Por medio del Decreto Distrital 897 de 1995 “Por el cual se crea el Programa
Atención al habitante de la calle”, se delega en cada una de las entidades
responsables (DIPRON, SDIS, SDS), la implementación de proyectos
implicados en el Plan de Acción Institucional que comprende etapas como la
detención de problemas de salud mental y drogadicción, y además se
establece como responsable, en primera instancia, de la atención de los
problemas de salud mental a la Secretaria de Salud. La población objeto de
este Decreto, es aquella que de manera permanente vive en la calle y
establece con ella una relación de pertenencia e identidad y realiza actividades
de supervivencia.
20
Según, la resolución No 00716 de 1998 “por el cual se reglamenta el Programa
Habitante de la calle”, señala que la atención al habitante de la calle debe
abarcar aspectos psicológicos, de salud, nutricionales, terapéuticos,
asistenciales, culturales y recreacionales.
A partir de estas normas se hace evidente un tipo de ciudadano, un grupo
social particular frente a los sistemas reconocidos como ciudadanos y
ciudadanas de deberes y derechos.
La Corte Constitucional en sus sentencias, se ha referido en pocas ocasiones
a los habitantes de la calle en Colombia y a sus problemáticas, en comparación
con otros grupos de especial protección constitucional. En sus sentencias, el
Alto Tribunal principalmente ha delimitado el concepto del habitante de la calle,
así como sus derechos y la especial obligación del Estado de garantizarlos por
tratarse de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, tal y
como lo establece la obligación contenida en el artículo 13 de la Constitución
Política, referente a la protección por parte del Estado a las personas que se
encuentran en debilidad manifiesta por su condición económica, física o mental
(Constitución Política de Colombia, 2011).
Asimismo, ha mencionado que el Estado y los particulares no pueden ser
indiferentes frente a la situación de los habitantes de la calle pues está de por
medio el deber de solidaridad. En este sentido, la Corte se ha encargado de
establecer una categoría especial dentro de las personas consideradas como
habitantes de la calle como lo son los ancianos y niños, la cual se abordará
específicamente más adelante.
1. Noción - Deber de solidaridad – Derechos del indigente.
La Corte Constitucional en su jurisprudencia define a los habitantes de la calle
como un grupo de personas que carecen de capacidad económica para
sobrellevar una congrua subsistencia, y por razones físicas o de salud les
resulta imposible procurarse tales medios (Corte Constitucional, 2004). En
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consecuencia, la condición de indigencia coloca a la persona en situación de
debilidad manifiesta, lo que se agrava con la afectación de la salud física o
mental.
Adicionalmente, la Corte ha sostenido que los derechos de las personas en
condición de indigencia se encuentran protegidos por la Constitución.
Asimismo, manifiesta que la persona será protegida directamente por el Estado
si se demuestra que ni ella ni su familia pueden satisfacer el goce de sus
derechos fundamentales (Corte Constitucional, 1992).
Con el fin de proteger a esta población, el Estado está obligado a promover
políticas de asistencia social que estén dirigidas a mejorar las condiciones de
estas personas (Corte Constitucional, 1993). Además, en el caso de la
drogadicción que genera una condición de debilidad psíquica, el Estado debe
brindar al habitante de la calle la atención especializada de previsión,
rehabilitación e integración social que se encuentra consagrada en el artículo
47 de la Constitución (Corte Constitucional, 2002).
Lo anterior debe materializarse en la protección especial que merecen las
personas de la calle como la seguridad social en salud y de allí que tales
personas no estén excluidas sino que hagan parte esencial de ese sistema y
que tengan derecho a la atención integral que su estado de salud demande
(Corte Constitucional, 2005).
A su vez, la Corte ha dicho que los indigentes son personas que, gozan de la
plena titularidad de todos los derechos reconocidos en la Constitución, por lo
cual la sociedad y el Estado no pueden ser indiferentes a su situación, pues así
se lo exige el deber de solidaridad (Corte Constitucional, 2006). Así pues, el
papel del Estado debe ser, por el contrario, el de buscar, dentro del criterio de
solidaridad, soluciones eficaces y urgentes a la problemática que plantea la
proliferación de cinturones de miseria en las ciudades, ya que el artículo 13 de
la Constitución le ordena, como atrás se dijo, promover las condiciones para
22
que la igualdad sea real y efectiva y adoptar medidas en favor de grupos
discriminados o marginados (Corte Constitucional, 1993).
Ahora bien, a pesar de que la jurisprudencia mencionada, establece una serie
de obligaciones a cargo del Estado frente a los habitantes de la calle, las
órdenes del Tribunal Constitucional no tienen una incidencia contundente en el
cambio de la situación de esta población. Lo anterior, se genera debido a que
la mayoría de pronunciamientos de la Corte se producen en sede de tutela, lo
que impide una decisión que tenga efectos generales y permita cambios
sustanciales en la situación de vulnerabilidad que enfrentan los habitantes de la
calle.
Por otro lado, la Corte a lo largo de su existencia no se ha pronunciado acerca
del derecho a la vivienda de la población mencionada, aun siendo este derecho
el principal vulnerado, puesto que de la sola denominación de este grupo,
habitante de la calle, se desprende su constante violación.
2. Niños y ancianos indigentes.
Como se mencionó, la jurisprudencia de la Corte Constitucional establece dos
categorías entre los habitantes de la calle, en primer lugar, los ancianos
indigentes, para quienes expresamente el artículo 46 de la Constitución
consagra el subsidio alimentario, como una medida de solidaridad y protección
hacia las personas de la tercera edad en tales condiciones (Corte
Constitucional , 2006)
Respecto a esta categoría la Corte estableció que si se tiene en cuenta que por
las condiciones especiales de los ancianos indigentes, éstos merecen especial
protección del Estado en razón de su edad y condiciones económicas, no
resulta extraño al Estado Social de Derecho que se incluya en la “red de
solidaridad” un rubro para el efecto, como efectivamente sucede, en este caso
(Corte Constitucional, 2001).
23
La otra categoría desarrollada en la jurisprudencia de la Corte se refiere a los
niños indigentes. En la sentencia T-029 de 1994 este tribunal manifestó que si
el niño carece de una familia que lo asista y proteja, bien porque haya sido
abandonado por sus padres, bien porque carezca de ellos, o bien porque éstos
o, en su defecto, sus abuelos, hermanos mayores, u otros parientes cercanos,
no cumplan con ese sagrado deber, la asistencia y protección incumbe directa
e insoslayablemente a la sociedad y, a nombre de ésta, al Estado, a través de
los organismos competentes para ello. Con esto se configura la intervención
subsidiaria del Estado, a falta de una familia que cumple con las obligaciones
antes señaladas (Corte Constitucional, 1994)
III. VULNERACIONES A LOS DERECHOS DE LOS HABITANTES DE LA
CALLE EN BOGOTÁ D. C. Y LA RESPUESTA DISTRITAL FRENTE A ESTAS.
Para analizar las diferentes respuestas que desde el Distrito Capital se le han
dado a las principales vulneraciones de los derechos de los habitantes de la
calle como la vida, la vivienda, la salud y la alimentación, entre otros, es preciso
señalar que las políticas públicas sobre la materia en Bogotá, como capital de
la República siempre han estado estrechamente vinculadas con las directrices
de carácter nacional.
Como consecuencia de la centralización política contemplada en el esquema
territorial previo a la promulgación de la Constitución Política de 1991, las
políticas públicas bogotanas no distaban mucho de aquellas tomadas por las
autoridades de carácter nacional. En este orden de ideas, es importante
señalar que en materia de inclusión social, antes de 1991 estas se
caracterizaban por estar enfocadas hacia acciones caritativas o asistencialistas
a cargo, principalmente, de la Iglesia.
Sin embargo, la promulgación de la Constitución Política de 1991 trajo consigo
una serie de cambios determinantes en lo referente a las relaciones entre el
Estado y sus ciudadanos. Para el caso de los habitantes de la calle es preciso
señalar algunos de los aportes de la Constitución de 1991 que han contribuido
a la formulación de políticas públicas más adecuadas a sus necesidades.
24
Desde el punto de vista dogmático, la Constitución en su artículo primero
acogió un nuevo esquema político fundado en torno al respeto y garantía
efectiva de la dignidad humana. También se consagraron una serie de
derechos con fuerza o rango constitucional y los respectivos mecanismos para
hacerlos efectivos. Cabe destacar que la Constitución consagra el deber que
tienen las autoridades públicas de realizar acciones afirmativas para favorecer
grupos vulnerables en condiciones de debilidad manifiesta como los habitantes
de la calle (Constitución Política de Colombia, 2011).
Todo lo anterior acompañado de la creación de la Corte Constitucional,
Tribunal al que le ha sido atribuida la función de guardián de la integridad y
supremacía de la Constitución (Constitución Política de Colombia, 2011), cuyo
rol en la protección de los derechos de los habitantes de calle, como se
mencionó, ha contribuido a través de su jurisprudencia.
En adición a lo anterior, en cuanto a la parte orgánica, se introdujo el gasto
focalizado hacia lo social como prerrogativa constitucional en la formulación de
los diferentes planes y presupuestos de la Nación, como también en los de las
entidades territoriales, además de ampliar la autonomía para la gestión de sus
intereses dentro de los límites fijados por la Constitución y por la ley
(Constitución Política de Colombia, 2011).
Desde este momento y en lo sucesivo, las autoridades públicas distritales
dotadas de la autonomía conferida por la Constitución, comienzan a tener un
rol mucho más activo. Mediante Decreto 295 de 1995, el entonces Alcalde
Mayor Antanas Mockus adopta el Plan de Desarrollo denominado Formar
Ciudad, el cual contiene una serie de medidas tendientes a superar las
tradicionales políticas públicas asistenciales adoptando una estrategia mucho
más integral encaminada hacia la generación de la autonomía de los más
vulnerables, entre estos los habitantes de la calle, y la reducción de los
comportamientos de exclusión social (Alcaldía Mayor de Bogotá D.C., 1995).
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Para el desarrollo de estos objetivos en ese mismo año se crearon dos
programas. El primero de ellos fue el Programa Integral de Protección y
Seguridad Social a los Indigentes de la ciudad de Santa Fe de Bogotá, D.C., el
cual recoge los criterios tradicionales para catalogar a las personas como
indigentes a aquellos ancianos y limitados físicos abandonados, adultos y
menores desprotegidos (niño de la calle, infractor o contraventor); mendigos y
enfermos mentales callejeros (Concejo de Bogotá D.C., 1995).
El segundo fue el Programa Distrital de Atención al Habitante de la Calle para
reducir los procesos de exclusión social y deterioro personal de la población
que de manera permanente vive en la calle y establece con ella una relación de
pertenencia e identidad y realiza actividades de supervivencia (Alcaldía Mayor
de Bogotá D.C., 1995). Es importante notar que en este nuevo programa se
incluye por primera vez en las políticas públicas distritales el concepto de
habitante de la calle, en aras de superar esa caracterización tradicional con un
mandato más amplio en el cual se busca superar los problemas desde las
causas estructurales que los originaron.
5.4 MARCO GEOGRÁFICO
Ibagué, es la Capital Musical de la República de Colombia y del Departamento
de Tolima, uno de los 32 departamentos que conforman a Colombia. Es una
Ciudad, ubicada en el centro del país, sobre la Cordillera Central de los Andes
Colombianos entre el Cañón del Combeima y el Valle del Magdalena, cerca del
Nevado del Tolima, está a una altitud de 1285 m.s.n.m. y mantiene una
Temperatura promedio de 21ºC. Forma parte también del llamado Triángulo de
oro de Colombia y es una de las urbes más pobladas del país con más de
600.000 habitantes. Posicionándose así como la séptima (7°) ciudad más
poblada del país. Fue fundada el 14 de octubre de 1550 por el capitán español
Andrés López de Galarza, posee un Área de 140.589 hectáreas, su casco
urbano se divide administrativamente en 13 comunas y su zona rural en más
de 17 corregimientos que incluyen más de 144 veredas y 14 inspecciones. Por
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ser la Capital del Departamento de Tolima, la Ciudad alberga la Gobernación
del Tolima, el Palacio de justicia, el Palacio Municipal la Asamblea
Departamental, la alcaldía de Ibagué, la Fiscalía General de la Nación, y es el
principal epicentro Político, económico, Administrativo, Industrial, Empresarial,
Artístico, Cultural, Financiero y Turístico del Departamento.
Hoy en día los habitantes de la calle, un problema social latente y la
inseguridad y el abandono de algunos sectores, son algunos de los efectos que
ha traído el crecimiento poblacional de los habitantes de la calle en Ibagué.
Muchos de ellos no pertenecen a la capital.
De igual forma, los lugares más afectados por la inseguridad y la presencia de
estos personajes son: “El barrio San José, el Combeima, sector centro, por la
calle 19 y en las comunas Dos, Siete, Ocho y Nueve de la ciudad”.
Temporalidad: el periodo cronológico es el año en curso (2013- al 2014)
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6. METODOLOGÍA
Para la realización de dicha investigación y los objetivos que la misma
contiene, se hace pertinente abordarla desde la metodología cualitativa, puesto
que: “La investigación cualitativa en ciencias sociales privilegia las dimensiones
subjetivas como un ámbito relacionado con las maneras como los individuos
representan y significan la realidad social” (Castillo. Pp. 47) lo que le brinda
libertad al estudio de presentarse tal cual es al interior de su subjetividad sin
categorizaciones, pues interesa como piensa cada sujeto y el significado de
estos ante lo que se investiga.
Por otro lado, dicha metodología se hace adecuada puesto que dicha
investigación requería escenarios naturales, directamente donde se evidencia
el problema, donde se conoció el terreno de la muestra de análisis, se examinó,
se preguntó y se analizó desde la cotidianidad de la población. Como alude
Wolcott (1992) ante las estrategias cualitativas “…como un árbol que hunde
sus raíces en la vida cotidiana, y parte de tres actividades básicas:
experimentar/vivir, preguntar y examinar. A partir de estas raíces brotarán las
diferentes “ramas” y “hojas”…” (Pp.39) Evidenciadas en este caso y aplicadas
al interior de la calle.
Participantes
La muestra para esta investigación está constituida por 40 habitantes de la
calle
Instrumentos
Para el logro de los objetivos propuestos es fundamental la recolección de
datos, lo que hace importante utilizar técnicas e instrumentos apropiados que
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permita recabar el máximo de información y así obtener datos de manera
exacta y lo más cercano a la realidad. En esta investigación se aplica un
cuestionario o entrevistas a los habitantes de la calle; con el fin de recopilar la
información necesaria para la investigación. Anexo A.
Para un mejor análisis e interpretación de los resultados, se debe realizar una
serie de técnicas que nos permite encarar la investigación de forma más clara y
precisa respecto a la cantidad de datos posibles. En la presente investigación
los datos obtenidos se representan mediante matrices de análisis, cuadros
estadísticos y gráficos de barras.
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Comunidad y sentido de comunidad En M. Montero (Ed). Psicología social
Comunitaria. Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara.
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ANEXOS
Entrevista
Nombre ___________ Edad: __________ Lugar de nacimiento: _________
Tiempo (en años) que ha estado viviendo en la calle: ________
Preguntas
1. ¿En qué piensas cuando te digo la palabra calle?
2. ¿Qué sucedió para que decidieras vivir en la calle?
3. ¿Qué alternativas has identificado para salir de la calle?
4. ¿Qué cosas son las que más te gustan de ya no vivir en la calle?
5. ¿Qué cosas extrañas o te hacen falta cuando no estás en la calle?
6. ¿A qué se debe que hayas decidido acudir o solicitar ayuda para salir de
la calle?
7. ¿A qué crees que se deba que otros usuarios quieran ingresar a este
hogar?
8. ¿Crees que es posible que un habitante de calle salga de la calle?
9. ¿Qué piensas de la ayuda o apoyo que le dan otras instituciones y la
ciudadanía en general al habitante de la calle?
10.¿Qué piensas de la ayuda o apoyo que le brinda el programa habitante
de calle y en riesgo de calle?
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