Date post: | 15-Apr-2017 |
Category: |
Leadership & Management |
Upload: | piero-alvarado-gervasi |
View: | 240 times |
Download: | 1 times |
Cuando se revisa la
etimología de la palabra
espíritu encontramos que
en griego, latín o hebreo
comparten definiciones
muy similares, como
“aliento”, “soplo de vida”,
“respiración”; viniendo a
significar la “fuerza vital”,
el “alma como principio y
esencia de la vida”, la
“quintaesencia de las
cosas”.
El poder de una buena pregunta
¿Qué se respira en la empresa?Conectando con el espíritu organizacional
Por Piero Alvarado [email protected]
Entonces, resulta muy natural que al preguntar a los
colaboradores de una organización ¿qué se respira en la
empresa? tomen instintivamente una gran bocanada de
aire y, en el aparentemente anodino ejercicio de respirar,
conecten -sin mayor esfuerzo- con un lugar interno de
sabiduría personal que les revela, sin defensas o
prejuicios, como una certeza innegable, lo que realmente
“es” la experiencia organizacional, esa “quintaesencia de
las cosas”. En ese instante, no me cabe duda, los
colaboradores han tenido acceso al inconsciente
colectivo de la empresa, a la cultura implícita, a eso que
también podemos llamar el espíritu organizacional.
Desde ese lugar, las respuestas suelen ser muy puntuales
y coincidentes con la de sus demás compañeros: se
respira “miedo”; “gratitud”; “carencia”; “desconfianza”;
“prosperidad”, entre otras respuestas, que nos revelan
qué es “eso” que también es importante atender, a fin de
complementar, dar contexto, o aportar mayores
comprensiones a los valiosos constructos racionales con
los que el cliente nos ha explicado el problema.
Cuando preguntamos ¿qué se respira en la empresa?, no tenemos la
intención que nuestro entrevistado experimente un proceso
consciente de respiración, como solemos hacerlo en una práctica de
yoga, meditación o mindfulness (que estaría muy bueno), sino que
de primera, sin pasar revista al hemisferio racional y lógico del
cerebro, nos comparta aquello que ya está presente de una forma
inconsciente, eso que ya sabe (y que no sabe que sabe).
Y sin embargo, también es cierto que esta pregunta conecta al
entrevistado con dimensiones profundas de su experiencia laboral: el
proceso de respirar resuena en su fuero interno con la dinámica de
dar y tomar (inhalar y exhalar). Con aquello que toma del sistema
organizacional y con aquello que aporta a la empresa. Con lo que el
sistema genera en él y con su propia influencia en la organización.
Con eso que ha co-creado y sostenido, desde su lugar y rol, en la
empresa. De alguna manera, sabe que en esa respuesta logró
amalgamar, en un respiro, aquello que “es” y pudo nombrar –acaso-
lo que hasta hace poco le resultaba inasible.
De alguna manera, sabe que en esa respuesta logró amalgamar, en un respiro, aquello que “es”
Las respuestas generadas por la pregunta ¿qué se respira? permiten pasar de la superficie de lo operativo y funcional a lo estratégico e integral. Entonces, por ejemplo, comprendemos que “la falta de compromiso”, “la lentitud en la toma de decisiones”, “la comunicación confusa” no se deben a la ausencia de esas competencias en el equipo (no serán talleres de habilidades blandas lo que lo resolverá), sino que es una profunda consciencia de miedo en el sistema organizacional: “miedo a tomar riesgos”, “a fracasar”, “a la crítica”, “a perder clientes”, “a cambiar”, lo que realmente está dañando la cultura, el clima, los resultados.
Posteriormente, una constelación organizacional (técnica del enfoque sistémico) apoyará al cliente a profundizar en las dinámicas organizacionales que generan el miedo, a aportar comprensiones transformadoras y vislumbrar los pasos de solución.
A propósito, ¿qué se respira en tu empresa?