REPORTAJE I CONCURSO DE CAMISETAS DESPERADOS
por DANIEL CASTELLÓ
Pues aquí me tenéis con el reportaje sobre mi estancia en la “calurosa” Sevilla por
invitación de la compañía Heineken S.A. y gracias a que una de mis propuestas resultó
ganadora en el I Concurso de Camisetas Desperados 2007.
Y esto ha sido posible, todos lo sabemos, porque nuestros amigotes pamplineros, Javi &
Riki ó Riki & Javi (para que no haya envidias), se pusieron en contacto con la mencionada
multinacional para plantearles el concurso. Así que os mando gratis un abrazote muy
fuerte desde aquí colegas, así como a todos los participantes y peña votante.
Esta es la modificación solicitada y aprobada:
Vi de chiripa en mi correo el aviso de Pampling de que había ganado el concurso, de
hecho me habían mandado 3 mensajes en plan cuenta atrás, es decir, en el primer
mensaje me decían que había ganado, en el 2º que me diera prisa en contestarles porque
el tema tenía que cerrarse cuanto antes o pasaban al siguiente seleccionado, y en el 3º
pues me metían más prisa aún. Por circunstancias personales no pude conectarme a
internet y justo en ese momento lo hice por pura casualidad. La verdad es que fue una
gran noticia sobre todo en estos momentos que estoy viviendo. Finalmente hablé con Javi
personalmente y la prisa no era tanta.
Pues bien, concerté la fecha del viaje Bilbao–Sevilla con Pampling, que hicieron de
intermediarios entre la empresa y yo, para el 26 de Enero, viernes y con vuelta el domingo
28 a las 17:30. El vuelo salía de Bilbao a las 7:00, así que tocó madrugón, a las 5:00
arriba. Yo vivo en Vitoria pero mi familia en Bilbao así que dormí a pierna suelta, dentro
de lo que cabe, claro.
Ya en el avión, eché una cabezadita pero al entreabrir mis legañosos ojillos azules vi por la
ventana esta imagen:
Así que me pasé el resto del viaje mirando por ella boquiabierto y sacando fotos. Y eso
que me tocaron unas azafatas bien bonitas (por no decir....ejem ;P) pero el paisaje las
eclipsaba, sin duda.
Al llegar al aeropuerto, Javi & Riki me fueron a buscar, les esperé un rato ya que el avión
llegó antes y ellos estuvieron en un atasco. Y mecagüen, un frío de la leche, como sino
hubiera salido de Vitoria. Para una vez que voy para el sur y les llevo frío y lluvia, aisss.
Pero nada, no fue impedimento, yo estaba la mar de ilusionado.
Nos fuimos a dejar los bártulos en el hotel y luego a desayunar pan calientito y crujiente
con buen aceite y buen jamón, yo lo acompañé con una manzanilla para entrar un poco
en calor. Y ále, a darle a la sin hueso un buen rato para irnos conociendo.
Aproveché para sacar unas foticos con el temporizador de la cámara, jeje.
Habíamos quedado con dos representantes de la empresa Heineken así que fuimos para
allá, a la sede de Cruzcampo, la cerveza por excelencia en Sevilla.
Curiosamente, al entrar, lo primero que vemos es una exposición de lienzos de los
seleccionados en un concurso que organizó Cruzcampo sobre el tema de la hostelería y la
restauración, y digo curiosamente porque yo he sido cocinero y actualmente trabajo de
ilustrador y diseñador gráfico, así que la disfruté, poco pues debíamos ver la fábrica e ir a
comer al restaurante de la empresa. Por derechos no pongo fotos de dicha exposición.
Esta es una foto de una de las barras de bar del interior de las instalaciones. Se trata de
“cubas” de cobre que antiguamente se utilizaban para la maceración, ebullición, lupulado,
etc... de la cerveza. Hoy en día son de acero.
Y aquí estamos los tres, con cara de alegría, y eso que todavía no nos habíamos “toñao”
con ese riquísimo oro líquido burbujeante al que amablemente nos invitaron las dos
simpáticas chicas, representantes de Heineken que amena e impecablemente hicieron de
anfitrionas. Un cariñoso saludo para las dos. Por confidencialidad no digo nombres ni
pongo fotografías.
Seguido, visionamos una proyección sobre Heineken que nos mostraba a grandes rasgos
su tremenda producción de este “poco” valorado producto(si lo comparamos con el vino,
por ejemplo), la variedad de marcas que distribuye y a los dispares y multitud de países a
los que llega. Todo ello a través de una cuidada selección de la materia prima (cebada,
lúpulo)y un estudiado proceso de elaboración que tuvimos el placer de presenciar.
En la misma sala de actos firmamos el contrato, en plan grandes mandatarios, subidos en
el estrado, sentados a una mesa, boli y papeleo en mano y los falsees dale que te pego
jajaja.
La siguientes fotos las tomé en la misma fábrica y luego en el restaurante Gambrinus del
que después hablaré y que vienen muy bien para ilustrar por encima la elaboración de la
cerveza:
En esta fase, la cebada se remueve para que “respire” y no fermente antes de tiempo
pues es una zona húmeda controlada y con un olor muy característico, cuya finalidad es la
obtención del grano germinado. Esto dota al alimento de una mayor digestibilidad.
Después de la interesante visita a la fábrica, ahora sí, jeje, nos dirigimos a las bonitas
barras del bar dispuestos a saborear una Cruzcampo. Bueno, yo le dí a una con más.....
caché. Hay que probar, claro que sí. Degusté una peaso cerveza que se llamaba algo así
como Affligeus. Indescriptible... Aquí es donde he empezado de verdad a apreciar este
producto y estoy seguro de que me voy a aficionar a él.
Y cómo no!, nos sacamos unas fotos con el personaje emblema de Cruzcampo, que
supongo tendrá nombre pero no lo sé.
Después de empinar el codo y charlar un rato, fuimos a llenar el buche al restaurante
Gambrinus sito en las mismas instalaciones.
Su decoración y espacio hacían del local un sitio acogedor. Era una especie de museo a
pequeña escala de la cerveza. Los fotos lo ilustrarán mejor que mis palabras:
He aquí la Paulaner, bendito sabor, para mí la cerveza más rica que he probado en mi
vida.
De menú nos pusieron:
Entrante: Lomos de caballa creo que marinada, o en salazón o escabechada, la cosa es
que fue servida en frío y con un punto crudo, y ésta sobre pequeños dados de patata,
todo aliñado. Me gustó. El secreto, comerlo junto, patata y pescado. Una Cruzcampo para
beber.
Primero: coca(una especie de tosta hojaldrada salada), con berenjena, rúcula(hojas
verdes), creo que queso parmesano y anchoa en salazón. Me encantó, quizás lo que más
me sorprendió en cuanto al sabor. Maridando con este plato la Paulaner.
Segundo: carrillera en salsa, sobre una cama de cuscús y pimiento. Lo he comido
bastantes veces y aún así nunca me cansaré de su jugosidad. Legado de Yuste, cerveza
casi sin espuma y con mucho color, debido al tueste de la malta. Muy sabrosa pero me
quedo con la anterior.
Postre: Bizcocho de chocolate con el corazón que se derrite al partirlo y helado e frutas del
bosque. Ñam, ñam... Este postre lo aprendí a hacer en mis primeras incursiones como
cocinillas.
Licor: alcohol de cerveza, mosto cervecero, limón y canela. Creo.... Muy rico también.
Disfruté de todo pero si me dicen que elija me quedo con la coca y la Paulaner.
Amablemente, después de comer, el jefe del restaurante me enseño el interior de la
cocina, pequeña pero peleona. Los que hemos currado en esto sabemos que aquí el
tamaño si que no importa tanto en cuanto a la calidad del plato jeje.
Por cierto, me dejé en el baño del restaurante uno de mis anillos preferidos y como me dí
cuenta al día siguiente y me quedaba por ver Sevilla pues lo dejé pasar.
Bueno, después de este disfrute, nos despedimos de las representantes de Heineken y
éstos me llevaron al hotel. Descansaríamos todos para tener fuerzas y dar una vuelta por
la noche sevillana.
En el hotel me saqué un montón de fotos, yo soy así, pero aquí, para no aburriros y
mostraros mi frikismo pues os dejo tan sólo alguna.
Esta va sobre mi pelea con la tarjeta-llave, que unas veces me iba y otras no. Tuve que
pasar por recepción en varias ocasiones para que me la reactivaran. Nunca las había
utilizado.
Bueno, aquí haciendo el gili alegremente con el diploma que me dieron.
Y éste es el minibar, que quedó tal cual pues te cobraban hasta por olerlo, al igual que la
TV. La verdad es que iba con el tiempo justo así que la TV no era necesaria y como
siempre venía comido de fuera pues el minibar tampoco.
Pues me dí un señor baño con espuma y después me tumbé panza arriba en una de las
camas. Al de un rato llaman a la puerta y yo medio grogui y en gallumbos abro la puerta,
era una de las que hacen las habitaciones preguntándome a ver si quería que me abriera
la cama, yo me reí y le dije que no se preocupase que ya estaba abierta jajaja. Me deseó
buenas noches y me dio una chocolatina, toma ya.
Poco después me llamó Javi para quedar.
Fuimos a cenar de tapeo, típico de allí y nos pusimos las botas, que si salmorejo, que si
hamburguesa, solomillo, queso provolone derretido, ... en fin, un gustazo y todo esto con
Cruzcampo, claro. Gracias por la invitación chicos ;) Allí conocí a la novia de Javi, más
guapa que en las fotos en las que sale de modelo en pampling(que confieso no me
acordaba de haberlas visto) y muy salerosa y animada. También conocí a Rachel otra de
las modelos pamplineras y que parecía muy timidilla jeje, aunque seguro que no lo es
realmente, seguramente era debido a que no hablaba castellano de manera fluida,
muchísimo mejor que yo el inglés, sin duda. También conocí a uno de sus colegas(mierda,
no me acuerdo de su nombre), no importa, un tipo muy guasón y divertido con el que
seguro yo haría buenas migas de marcha.
Seguidamente, fuimos de bares, hablamos, tomamos unas copas y mi cuerpo ya
empezaba a estar baldao, así que para eso de las 02:30 Javi y su chica me llevaron al
hotel. Ellos también se fueron a casa ya que tenían que madrugar. Quedaron por ahí Riki y
compañía. A mí me esperaba un día cañero viendo Sevilla.
Al día siguiente me desperté con energías renovadas para las 9:00 sin ni siquiera poner la
alarma, soy un campeón. Ducha al canto y ála, a patear las calles. Estuve desde que salí
para las 10:30 hasta las 20:30 sin posar el culo. Últimamente no hago mucho deporte así
que acabé con los pies y la base de la columna reventadas. Pero vaya, que mereció la
pena.
Estas son algunas de las fotos que saqué:
La Plaza España, en la que unos gatos negros estaban al acecho de las palomas blancas
que engullían el estiércol de los caballos como poseídas. Curioso. La verdad es que es un
sitio muy guapo, bonita arquitectura, un tenderete vendiendo souvenirs, una chula fuente
con arcoiris incluído, los carruajes constantemente pasando alrededor de ésta, numerosos
turistas,...
Este es el típico autobús de ruta turística. Creo que cuesta 15€ y puedes estar todo el día
montándote y bajándote de él en función del sitio que quieras ver.
Y éstos los carruajes que te llevan también de ruta.
La conocida Torre del oro.
Por aquí me paró una gitana que deben de ser famosas por aquello de la flor del romero,
que te desean suerte, te leen la mano, te dicen cosas muy bonitas y te desvelan buenos
augurios. Claro, todo esto hasta que te piden que sueltes la guita jaja, que yo no les di,
estaría bueno. Pero vamos, que me reí con ella un rato. Si es que la tipa era una máquina,
hablaba rapidísimo, y lo que yo le dijera le entraba por un oído y le salía por el otro. Pues
al no pagarle, me quitó la hoja de romero con una rapidez asombrosa y sin perder una
milésima de segundo me dio la espalda y pilló por banda a una desprotegida pareja jajaja.
Yo me fui riéndome.
El puente de Triana.
Esta es una de las cosas que más llamaron mi atención, las calles estaban “vestidas” de
naranjos, una gozada a la vista. Lo que no sé es si se podían comer...
Puedes navegar también por el río Guadalquivir en barco o con pedalo(aquí le llamamos
así):
La Plaza Nueva, atrae sobre todo por las grandes esculturas de secciones del cuerpo
humano que la circundan.
Aquí se ven dos cabezas:
Esto no son monumentos, es una de las tantas tiendas especializadas en cómic y
merchandising que hay en Sevilla. Esta es Nostromo, quizás la más conocida. La verdad es
que tiene de todo pero me resultó muy fría, demasiado comercial.
Sin embargo, ésta, Edición Limitada, es una gozada, a parte de que también tiene de
todo(en menor medida que Nostromo) el trato de la peña es genial, muy amigables y el
local acogedor como ninguno. Me enrollé hablando con el tipo que atendía que, entre
otras cosas, me dijo que pasara y me sentara, que me enseñaba en su ordenata el trailer
de la segunda parte de los 4 fantásticos, como buenos frikis que somos los dos y todos los
que allí estábamos, flipamos al ver a Estela Plateada en acción. En fin, a quien le mole
este mundo de los cómics me entenderá. Carlos(el tendero creo que le llamaban jeje) un
fuerte saludo desde aquí. La chica es una clienta que estaba en el momento y lugar
adecuados para ser inmortalizada junto a nosotros por mi HP945...
Antes de estar de tiendas de cómic me pasé por el parque de San Telmo o Maria Luisa, no
me acuerdo si estaban juntos o si eran el mismo.
El caso es que allí me topé con un hombre entrañable, concretamente en la Glorieta del
Amor que está en el mismo parque. La cosa es que me puse a sacar fotos a esa
espléndida escultura, en la que alrededor de un árbol se sitúan dos cupidos, Gustavo
Adolfo Bécquer y tres mujeres enamoradas. Viene el señor donde mí y me empieza hablar
un poco del parque en sí, de la escultura, y finalmente de su vida. La verdad es que era
un tío inteligente y con mucho mundo. Me dijo que la Catedral de Sevilla es la 3ª más
grande del mundo entre otras muchas anécdotas que como yo no tenía ninguna prisa
escuché encantado. Otra cosa es que se me queden ya que tengo una memoria súper
chunga y como no lo apunte.... No hablaba por hablar, lo hacía de manera coherente y
clara. Como debéis suponer, en un primer momento yo desconfiaba pero poco a poco me
dí cuenta de que era un buen tipo. Parece que le caí muy bien, nos dimos un abrazo, se
ofreció a hacerme de guía para la próxima vez que fuera a Sevilla y al final nos sacamos
un par de fotos que le enviaré en cuanto las revele.
Siempre pienso en estas personas poniéndome en su lugar, es decir, personas mayores
que han tenido su momento de esplendor, su juventud y por lo que sea ahora se
encuentran solitarios, han perdido a la pareja, quizás los hijos viven fuera y se ven muy
poco y echan de menos la compañía, de una manera sincera, sin mal alguno. Para mí es
algo muy triste, por eso siempre respetaré a nuestros mayores, además, algún día nos
tocará a nosotros.
Un abrazo y mis mejores deseos para ti, Manu.
La anécdota de esta foto es la siguiente. Cuando estaba viendo la escultura aparecieron
estas tres palomas blancas y se me ocurrió darlas de comer unos kikos o pepes(maíces
fritos) que tenía, de tal forma que las atraje poco a poco hasta que se colocaran justo
donde se encuentran en la foto. No sé, me gustó la idea de tres palomas blancas y tres
mujeres enamoradas. A Manu le pareció una idea muy original, dijo riéndose porque le
había gustado.
En este día vi me dio tiempo para ver muchas más cosas pero sería demasiado ponerlo
todo aquí así que paso a contaros como acabé el día ¿ok?.
Javi me envió un mensaje sugiriéndome los sitios a los que ir y que más o menos cumplí y
también me comentó que comiera en Casa Paco, pues pillaba muy cerca de mi hotel.
Comer no pude porque estuve todo el día de aquí pallá, así que lo que hice es ir a eso de
las 20:30 cuando ya acabé mi caminata que, como estaba muy cansado, me llevé el
papeo a la habitación del hotel. Antes me pasé por un Plus que había al lado del hotel
también y me compré el avituallamiento para el día siguiente.
Pues bien, ya en el hotel, me duché tranquilamente, hice la maleta para tenerlo todo
preparado para el día siguiente que dejaba el hotel y sin más preocupaciones me puse con
la cena que compré en Casa Paco. Que sabooooresss gente, en serio, lo disfruté como un
crío. Y es que el queso a mi me pirra y el salmorejo igual. Lo que compré fue, una tapa de
salmorejo con jamón y huevo, unas taleguillas(lo mejor) que eran una especie de
paquetitos en forma de bola rellenos de 4 quesos, diosss, que bueno. Un rollito de bacon y
queso fuerte empanado, también tremendo y solomillo a la mostaza antigua con pasta al
queso. En fin, no os podéis imaginar lo que disfruté amigos.
Y bueno, en el plus me pillé una tarta de queso grande para desayunar y para comer me
preparé unos bocatas untados con algo de salmorejo que reservé y chorizo ibérico.
Vamos, que me puse las botas también en el aeropuerto al día siguiente.
Una vez cenado, limpié un poco todo, me metí a la cama, me leí un cómic de los Ultimates
y caí.
Al día siguiente, para las 9 arriba, me duché, dejé la maleta en la consigna y me fui a ver
lo que me quedaba por ver. Esta vez me pillé autobús pues todavía estaba algo cansado
de la paliza del día anterior. Y peña, ¡¡ que me faltaba de ver la Catedral !!, ya me vale.
Pues nada, estaba lloviendo, menos mal que lleve paraguas. Aquí os dejo las fotos que
pude sacar ya que me quedaban media docena solo de espacio en la tarjeta.
Una entrada a la Catedral:
En estos días, aunque vi muchas cosas, el tiempo del que ahora disponía, el cansancio y la
lluvia no me dejaron hueco para más, así que pillé el bus, fui al hotel a recoger la maleta y
luego derecho a el aeropuerto.
Esperé al avión unas 3 horas y pico, con paciencia, el bocata de chorizo ibérico y
salmorejo, y me puse a escribir lo acontecido.
El viaje de regreso fue fenomenal, saqué de nuevo unas bonitas fotos. Si al ir para Sevilla
vi amanecer, al volver para Bilbao lo que vi fue atardecer, junto con paisajes nevados y,
quizás lo mejor, pero que no pude fotografiar porque no dejaban en esos momentos, unos
sorprendentes cúmulos de nubes superpuestas que es imposible de describir, es para
verlo.
Pero os dejo aquí éstas que tampoco tienen desperdicio y que lo tienen menos aún si lo
presencias en persona.
La verdad es que ha sido una experiencia para recordar. Espero que para la próxima
podamos ir a disfrutar de los encantos sevillanos mi chica y yo, que por motivos
personales no pudo acompañarme. De todas maneras, el haber ido a mi bola también
tiene su encanto, cómo no.