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RMV, MYPE Y CANASTA BASICA
Norberto E. García*
Lima, 15 de Octubre del 2007
* Consultor Internacional de diversos organismos internacionales y gobiernos de América
Latina y El Caribe.
2 INDICE
Capítulo I
RMV y Microempresas
1. La incidencia del salario mínimo 2. Salario mínimo diferenciado 3. La dificultad de las MYPE para cumplir con la RMV
4. Consecuencias para las MYPE de no poder absorber la RMV por dominio geográfico.
5. La dificultad de las MYPE para absorber la RMV por dominio geográfico.
5.1. La situación a nivel nacional por dominio geográfico 5.2. La situación en áreas urbanas por dominio geográfico. 6. La proporción de los que perciben menos de una RMV controlando por jornada laboral.
Capítulo II
¿Una RMV para microempresas?
7. Las opciones para compatibilizar la RMV con la productividad de las microempresas
8. La opción de eximir a las microempresas del cumplimiento de la RMV
9. La opción de un régimen de tolerancia. 10. La opción de reducir los costos laborales no salariales de la microempresa 11. Una RMV menor a la actual para las microempresas urbanas de la Costa, Sierra, y
Selva.
12. La RMV en base a las diferencias en el costo de la canasta de consumo por dominio
geográfico.
13. La RMV en base a las diferencias de salarios en (2 a 5) en los dominios geográficos.
14. La RMV en base a las diferencias de salarios en (2 a 5) respecto a la RMV actual.
15. Las implicancias para la política de salarios mínimos.
Capítulo III
La aplicación del criterio de reajuste de la RMV a las microempresas
16. El enfoque analítico para un reajuste diferenciado para las microempresas. 16.1. La estimación del crecimiento anual de la productividad multifactorial.
16.2. Relación entre el crecimiento de la productividad laboral y el de la productivi-
dad multifactorial.
16.3. El crecimiento de la productividad en la microempresa
16.4. El criterio de reajuste en la microempresa.
16.5. La estimación del crecimiento de la productividad aparente
16.6. La contribución al PIB en base al ratio (salarios / valor agregado)
16.7. La contribución al PIB en base al ratio (valor agregado / ventas)
316.8. La contribución de la microempresa al PIB: una síntesis
17. El crecimiento de la productividad aparente en la microempresa en el 2006. 18. Un hipotético reajuste del salario mínimo para microempresas
Capítulo IV
La RMV y la Canasta de Consumo Básico
19. La canasta básica de consumo 20. Diferencias regionales en el costo de la canasta básica de consumo. 21. La relación entre a Canasta Básica de Consumo y la RMV 22. Observaciones a la canasta básica de consumo 23. El reajuste de la RMV y el acceso a la canasta básica de consumo 24. Proyecciones del crecimiento de la productividad multifactorial 25. La inflación subyacente esperada 2007-11 26. El costo esperado de la canasta básica de consumo 27. La cobertura de la canasta básica al 01.01.12
Capítulo V
Conclusiones
28. Conclusiones y recomendaciones
4 Capítulo I
RMV y Microempresas
1. La incidencia del salario mínimo.
La incidencia del salario mínimo y su reajuste abarca varios temas relevantes: i) su influencia
efectiva para establecer un piso a las remuneraciones; ii) su efecto sobre los salarios promedio
y los costos laborales; iii) su incidencia sobre el empleo; iv) su efecto sobre grupos sensibles al
mínimo, particularmente jóvenes, nuevos entrantes al mercado sin experiencia laboral previa, y
trabajadores ocupados en empresas de muy baja productividad – generalmente MYPE. En este
trabajo no se efectúa una revisión empírica de los cuatro ámbitos, si no que se concentra la
atención en lo relevante para la MYPE. Para los otros ámbitos se señalan las principales
conclusiones de investigaciones recientes efectuadas para Perú.
La capacidad del salario mínimo para establecer efectivamente un piso a las remuneraciones
dependerá de las características del mercado laboral (homogéneo, fragmentado, segmentado,
etc.) y del nivel en que se establezca el mismo. En un mercado homogéneo y con un nivel y un
criterio apropiado de reajuste, el salario mínimo puede efectivamente servir de piso a las
remuneraciones. En un mercado heterogéneo y segmentado, como es el caso de Perú, es mucho
más difícil que un solo salario mínimo cumpla ese rol aún cuando su reajuste sea orientado por
criterios apropiados.
Esto se explica por las muy elevadas diferencias de productividad entre empresas, que son un
rasgo estilizado de la economía peruana. Una proporción de sus empresas, posee la
productividad necesaria como para cumplir con la RMV. Pero la fracción restante, que ocupa
aproximadamente un 50 % de los asalariados privados del país, opera con niveles muy bajos de
productividad y no puede absorber el nivel actual de la RMV. Por consiguiente, en la práctica
la RMV puede actuar como un piso o referente institucional para la formación de salarios, sólo
en el primer segmento de empresas, que en Perú, como se verá, abarca a la pequeña empresa
(10 a 49 ocupados), la mediana (50 a 199) y gran empresa (200 ocupados y más). La mayor
parte de la microempresa, (2 a 9 ocupados) no posee los niveles de productividad que le
permitan cumplir con la RMV y por consiguiente, esta última es irrelevante para la formación
de salarios en este segmento ya que es sistemáticamente evadida.
Un segundo aspecto es que el reajuste del mínimo va “filtrándose” hacia toda la estructura de
salarios. Un reajuste del mínimo no incrementa sólo el salario base, si no que gradualmente,
van ajustándose también las remuneraciones mayores. Esto se explica porque los diferenciales
de remuneraciones juegan un rol importante como incentivos en la asignación de recursos
humanos en el mercado laboral. Este hecho sugiere prudencia en los reajustes de salario
mínimo, para impedir que el mínimo se acerque demasiado al promedio, ya que ello tenderá a
generar: i) un alza generalizada de salarios y costos laborales o ii) una reducción de los
diferenciales de salarios perdiéndose con ello el rol de incentivos que ellos poseen. Por
consiguiente, dependiendo de que tipo de metodología se use y a que fecha corresponda la
evidencia empírica - a cuantos meses después del reajuste del mínimo corresponda la misma –
se podrán obtener conclusiones diferentes de una misma experiencia – como ha sucedido en
Perú recientemente.
5Existen puntos de vista encontrados respecto al efecto de un reajuste del salario mínimo sobre
el empleo. Jaramillo (2006) nos provee de una revisión de la literatura y evidencia reciente. En
principio, como cualquier aumento de costos laborales, su incidencia sobre el empleo será de
signo negativo. Lo debatible es la magnitud de su incidencia y es precisamente en este aspecto
en que existen posiciones encontradas.
Una de las razones que explican este debate es la existencia de dos resultados diferentes
originados en un reajuste del mínimo. El primero es el efecto de un alza de costo salarial por la
vía institucional en un mercado competitivo que posee un signo negativo sobre el empleo. El
segundo es el llamado efecto “señal”. Este efecto señal es de dos tipos.
El primer tipo descansa esencialmente en su rol como proveedor de información. En la medida
que el nivel del salario mínimo sea el adecuado, la señal que brinda puede servir de
información para la formación de salarios, lo que contribuye al proceso de ajuste de los
mercados – y por esa vía a mejorar el empleo. El efecto señal incide no sólo sobre la formación
de salarios de actividades formales. Un caso especial de este efecto señal es su incidencia sobre
el reajuste de ingresos y precios en actividades informales.
El segundo tipo de efecto señal tiene lugar en países cuyas empresas están efectuando el
tránsito de criterios aplicados en una economía cerrada – típicamente reajustar salarios privados
por la inflación pasada más algo – hacia una economía abierta, en la que es imprescindible
poner atención en el crecimiento de la productividad si se desea preservar la competitividad y
la estabilidad de precios. En este segundo ámbito, el reajuste no sólo provee información sobre
la tasa de reajuste, si no que ofrece también un criterio técnico de referencia a las empresas para
que reemplacen las viejas reglas de reajuste por un criterio que incluye el aumento de la
productividad más el crecimiento esperado de precios neto de shocks. Si el nivel inicial del
salario mínimo es el correcto, este segundo criterio no conspira contra el empleo, ya que por
definición, toma en cuenta las dos variables claves para la competitividad y estabilidad de
precios de una economía abierta: el crecimiento de la productividad más la inflación
subyacente esperada.
Por consiguiente, cuando se efectúan estimaciones empíricas del efecto del reajuste del mínimo
sobre el empleo, debe explícitamente tomarse en cuenta todos los efectos señalados, lo que
implica percibir que el resultado sobre el empleo será la resultante neta de efectos de diferente
signo. A continuación, siguiendo a Chacaltana (2006) se sintetizan los principales resultados
empíricos de diferentes investigaciones en Perú, con una advertencia: corresponden a reajustes
pasados de la RMV y esto no necesariamente puede extrapolarse hacia el futuro porque la
incidencia del mínimo depende mucho de su nivel.
Un tema adicional es que el efecto “señal” también incide, como ya se mencionara, en las
actividades informales, tanto sobre la formación de su ingreso como sobre el empleo. El efecto
señal o “faro” sobre el sector informal de diferentes países de América Latina fue destacado por
Souza y Tokman (1974) más de treinta años atrás. El mismo consiste en que en la práctica, el
reajuste del salario mínimo puede incidir como señal para la formación de ingresos y precios en
actividades informales. Un electricista informal o un carpintero informal, pueden prestar
atención al reajuste del mínimo para reajustar sus tarifas e ingresos. En años recientes, este
enfoque ha sido retomado para verificación empírica en diferentes países de la región.
6Respecto a la evidencia específica para Perú, Jaramillo (2006) destaca que el efecto sobre
ingresos laborales se verifica sólo en el sector formal – y no encuentra evidencia del efecto
señal en el sector informal. Respecto al efecto negativo sobre el empleo, el citado autor detecta
una elasticidad empleo/ salario mínima negativa y significativa para aquellos que ganaban entre
1.2 y 2 salarios mínimos antes del reajuste.
Céspedes (2005) encuentra una elasticidad empleo/ salario mínimo de 0.13. (Un aumento de 10
% en la RMV provocaría una contracción de 1.3 por ciento en el empleo asalariado privado, lo
que es equivalente a unos 10 mil puestos de trabajo). No obstante, ese resultado es parcial, ya
que no toma en cuenta el efecto positivo del aumento del empleo y producción que se origina
en el aumento de demanda generado por el reajuste del mínimo. Céspedes (2005) encuentra un
efecto negativo más importante sobre el empleo de los jóvenes – en línea con el resultado
encontrado por numerosas investigaciones en muchos países del mundo. El mencionado autor
detecta una causalidad positiva entre el nivel de la RMV y el nivel general de remuneraciones,
encontrando que los cambios son mayores en los niveles bajos de salarios.
Saavedra (2004) concluye que el incremento de la RMV no tuvo un impacto significativo en la
probabilidad de perder empleo. Este efecto sólo es significativo para quienes estaban con un
ingreso alrededor del mínimo antes del reajuste. El mismo autor detecta un efecto positivo entre
aquellos que percibían ingresos que estaban entre el nivel inicial y el nivel post reajuste de la
RMV. También detecta un efecto positivo sobre los trabajadores informales.
Como se desprende, lo expuesto sugiere que no existe una conclusión única sobre el tema, aún
cuando puede señalarse que en general, el efecto negativo detectado es bajo o nulo en la
medida que el nivel y magnitud del reajuste sea moderado y que existen efectos positivos. Lo
que debe también tomarse en cuenta es su efecto sobre los nuevos entrantes y en particular,
sobre los jóvenes.
En general, en la medida que el nivel inicial sea el apropiado y que el reajuste sea
implementado cuidadosamente, y se mantenga por debajo del crecimiento de la productividad y
de la inflación subyacente, el efecto esperable sobre costos por unidad es muy pequeño si
incide sobre un mercado homogéneo de trabajo En un merado heterogéneo y segmentado, la
historia es diferente porque dependerá del nivel en que se sitúe el mismo. Si es muy bajo, será
irrelevante para las empresas formales de mayor productividad relativa. Si pretende ser
relevante para las empresas formales, será inalcanzable para las microempresas informales que
se verán obligadas a evadirlo o cerrar sus puertas.
Como ya se expusiera, en un mercado segmentado de trabajo como es el de Perú, en el que la
heterogeneidad productiva es muy pronunciada, el resultado tiende a ser diferenciado. Por una
parte, el nivel y reajuste del mínimo podrá ser incorporado por las empresas modernas de
productividad alta o aceptable; por la otra, no podrá ser absorbido por las microempresas de
muy baja productividad que ya vienen operando con salarios muy inferiores al mínimo.
El ámbito en que existe cierto consenso es que el aumento del salario mínimo tenderá a afectar
el “salario de entrada” a las actividades modernas, y en ese sentido, afectará inicialmente más a
los nuevos entrantes al mercado laboral – los jóvenes o los que siendo adultos no poseen
experiencia laboral previa. Las empresas pueden reaccionar reduciendo la tasa de nuevas
contrataciones si el reajuste del mínimo encarece demasiado la contratación de nuevos
entrantes. Entre los nuevos entrantes al mercado laboral se distinguen por su ponderación los
7jóvenes. Por consiguiente, uno de los temas centrales de una política de reajuste de mínimos es
su efecto sobre la contratación de los jóvenes. En este sentido, una de los indicadores de
advertencia es como reaccionan las nuevas contrataciones de jóvenes y como se mueve
después de un reajuste el desempleo juvenil – controlando por otros factores que inciden en el
mismo.
Preventivamente, si se está dispuesto a operar explícita o implícitamente con dos RMV, o con
dos reajustes de remuneraciones mínimas, el correspondiente a los jóvenes debería ser el más
bajo y/o el que se reajusta más moderadamente.
2. Salario mínimo diferenciado
El tema de un salario mínimo diferenciado posee referentes en América Latina, en América del
Norte y en Europa. El Cuadro 1 sintetiza una muestra de países, distinguiendo los que aplican
un sistema de mínimos múltiples o de salario mínimo diferenciado, de los que aplican sólo un
salario mínimo general. Como se desprende de dicho Cuadro, tiende a predominar – sobre todo
en América Latina – la tendencia de un mínimo diferenciado.
En América Latina, Brasil, Paraguay, México, Colombia, Honduras, Panamá, Nicaragua y
Costa Rica, entre otras experiencias, han aplicado regímenes de salarios mínimos múltiples.
M. Neri y Moura, R.(2006) señalan la evolución que ha tenido lugar en Brasil hacia un
régimen diferenciado de salarios mínimos por regiones, descentralizado, y con diferencias por
tipo de actividad económica.
Dos expertos de OIT, A. Marinakis y J.J.Velasco (2006) señalan la conveniencia de simplificar
el régimen de salarios mínimos en Paraguay, pero buscando una solución intermedia que
permita establecer un mínimo para los establecimientos de menor productividad.
Similarmente, en un trabajo de OIT, Damill, M. y Frenkel, R. (2003) colocan el tema con más
precisión:..”El mayor grado de incumplimiento del salario mínimo se registra en las empresas
de menor tamaño. Sería posible establecer un tratamiento diferenciado de estas unidades, con el
objetivo de elevar progresivamente su formalidad, mejorando así el acceso de sus trabajadores
a los mecanismos de protección social”…
Argentina aplicó en el pasado mínimos diferenciados por regiones, aunque a partir de la
revitalización de la política de salario mínimo en 2003-06, descansó en un mínimo general.
Chile diferencia en la actualidad entre un salario mínimo general, y un mínimo más bajo para
los jóvenes, los mayores de 65 años y los trabajadores del hogar. En este país las
microempresas de carácter familiar no están comprendidas en el régimen laboral, por lo que
una proporción significativa de las microempresas de 2 a 4 ocupados no poseen la obligación
de pagar el salario mínimo.
8___________________________________________________________________________
Cuadro 1. Países Seleccionados. Salario Mínimo Único, Diferenciado o Múltiple. 2006
__________________________________________________________________________
Mínimo único Mínimo Diferenciado o Múltiple
Argentina Brasil
Paraguay
México a/
Panamá
Colombia b/
Honduras
Costa Rica
Chile
EEUU c/
Francia Austria
Grecia Dinamarca
Portugal Finlandia
España Alemania
Bélgica Italia
Holanda Noruega
Luxemburgo Chipre
Irlanda Suecia
Reino Unido
____________________________________________________________________________
Fuente: Legislación laboral de cada país.
a/ México además de decenas de mínimos diferenciados, posee una legislación por la que la
microempresa familiar de hasta 4 ocupados no está sujeta al mínimo.
b/ Colombia posee un régimen general de salario mínimo, pero aplica un criterio de tolerancia
para las microempresas por el que en la práctica no se implementa en este segmento
c/ EEUU además de un mínimo federal y mínimos diferenciados estaduales, por ley exime a la
pequeña empresa del cumplimiento del mínimo.
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9México diferencia los salarios mínimos por área geográfica y nivel de calificación. Dado que
en México existe un régimen especial para las “microempresas familiares” aplicable a aquellas
de (1 a 4) ocupados, en la práctica en este estrato no rige el salario mínimo.
Costa Rica y Honduras poseen mínimos diferenciados según sector y nivel de calificación – y
tamaño de establecimiento en el caso de Honduras. Guatemala y El Salvador diferencian el
mínimo por sectores, y Panamá mantuvo un mínimo diferenciado por regiones.
En la experiencia de Colombia, si bien no se estableció un salario mínimo diferenciado para
microempresas, se reconoció un estatus diferenciado al decidir que el salario mínimo no era
exigible en la práctica para las microempresas.
En Europa, existen enfoques diversos. Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Italia,
Noruega, Chipre y Suecia utilizan acuerdos colectivos que establecen el salario base de de cada
negociación sectorial – lo que implica en la práctica mínimos diferenciados sectorialmente, que
suelen responder a los puestos de trabajo y actividades de menor productividad dentro del
convenio colectivo.
Francia, Grecia, Portugal, España, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Irlanda y el Reino Unido,
utilizan un salario mínimo general. Aun cuando en varios de estos últimos países el mínimo
general es acompañado por mínimos diferenciados.
Así España aplica salarios mínimos diferenciando el mínimo general, el de aplicación para
eventuales y temporeros y el de empleados/as del hogar. Similarmente, Bélgica,
Checoeslovaquia, Francia, Irlanda, Malta, Holanda, y el Reino Unido aplican un mínimo más
bajo para los jóvenes o los trabajadores sin experiencia laboral previa.
Canadá, EEUU y Japón aplican un sistema de salario mínimo legal. En EEUU, existe un
sistema de mínimos diferenciados determinado por el salario mínimo establecido a nivel
federal, y los mínimos aprobados a nivel estadual. En particular, desde 1989 el salario mínimo
no es aplicable a las empresas pequeñas de EEUU, considerando como pequeña a las empresas
con ventas anuales inferiores a us.500 mil dls.
Por consiguiente, la evidencia comparada internacional sugiere que la existencia de un solo
salario mínimo general, está lejos de ser un principio universal al cual adhieren todas las
experiencias. Más bien, en cada experiencia se verifica un desarrollo del salario mínimo acorde
a sus características, y en una proporción mayoritaria de las experiencias, se registran mínimos
diferenciados, con diferentes criterios.
Es relevante tener presente que en Perú existen de hecho dos salarios mínimos legales. El
primero es la RMV. El segundo se encuentra implícito en el salario integral del Régimen
Especial Agrario, aplicable a actividades agropecuarias y agroindustriales. Al deducir de ese
salario integral el costo de las Gratificaciones y el de la CTS, se obtiene el salario base del
régimen agrario, que opera como un mínimo agrario.
3. La dificultad de las MYPE para cumplir con la RMV.
1 0Uno de los principales problemas que enfrenta Perú, son las muy fuertes diferencias de
productividad entre establecimientos, aún dentro de un mismo sector de actividad. En
particular, la existencia de una proporción muy elevada de su empleo total – aproximadamente
un 53 por ciento del empleo total y un 46 % de los asalariados privados – en ocupaciones de
muy baja productividad, entre ellos, asalariados en microempresas de (2 a 9) ocupados,
trabajadores familiares no remunerados que trabajan en esas microempresas, e independientes
no calificados con trabajadores familiares no remunerados – véase Cuadros 2 y 3.
Entre 1970 y 2002, el elevado crecimiento de la PEA, las migraciones internas y el insuficiente
ritmo de creación de empleos en el segmento de la pequeña, mediana y gran empresa –
afectado por sucesivos y numerosos shocks adversos en ese período – fueron ampliando
constantemente el empleo en un segmento de micro-unidades de producción con una
acumulación de capital y absorción de innovaciones muy débiles y un muy limitado acceso a
recursos.
El resultado es que en la actualidad, una alta proporción del empleo depende de un gran
número de microempresas (2 a 9 ocupados) cuyo nivel de productividad es muy bajo respecto
al de las empresas pequeñas, medianas o grandes. Es también demasiado bajo como para
absorber el salario mínimo y los costos laborales no salariales en las microempresas (2 a 9), que
fueron establecidos teniendo en mente las empresas formales pequeñas, medianas o grandes.
En el estrato de 2 a 9 ocupados, definido en forma amplia, se encontraba en el 2006, como ya
se mencionara aproximadamente, un 53 % de la ocupación total del país, un 46. 4% de los
asalariados privados y un 97 % del número de establecimientos, por lo que el rasgo estilizado
antes citado de una alta proporción del empleo en ocupaciones de baja productividad, no es una
excepción si no lo predominante en Perú.1/ Cabe agregar que en el estrato de (2 a 5) ocupados
se concentra el 77 % de los ocupados y el 75 % de los asalariados del tramo de (2 a 9)
señalando que en Perú, lo que predomina son las microempresas más pequeñas.
1 / I n c l u y e e n l a o c u p a c i ó n e n d i c h o e s t r a t o , a l o s e m p l e a d o r e s , a s a l a r i a d o s , t r a b a j a d o r e s f a m i l i a r e s n or e m u n e r a d o s q u e t r a b a j a n e n l a m i c r o e m p r e s a d e ( 2 a 9 ) e i n d e p e n d i e n t e s c o n t r a b a j a d o r e s f a m i l i a r e s n or e m u n e r a d o s , q u e c o n s t i t u y e n u n e m b r i ó n d e e m p r e n d e d o r e s .
1 1___________________________________________________________________________
Cuadro 2. Distribución del empleo por segmentos y tamaño de empresas. 2006 p/
____________________________________________________________________________
% Empleo % Establecimientos. b/
1. Sector Público 7.5
2. Sector Privado 92.5
3. Gran y Mediana Empresa 9.4 0.2
(50 y +) ocupados
4. Pequeña (10 a 49) a/ 7.8 2.6
(10 a 19) 4.0 1.9
(20 a 49) 3.8 0.7
5. Microempresa (2 a 9) a/ 53.4 97.3
(2 a 5) 43.5 90.6
(6 a 9) 7.9 6.7
6. Independientes 18.1
- Calificados 0.9
- No Calificados 17.2
7. Trabajadores del Hogar. 3.8
8. Total (miles) 14.342.2 2.403.7
___________________________________________________________________________
Fuente: ENAHO IV Trimestre 2006. PEEL /MTPE p/ Preliminar
a/ Incluye trabajadores familiares no remunerados que trabajan en microempresas o pequeña
empresa, e independientes con trabajadores familiares no remunerados.
b/ El número de establecimientos se obtuvo dividiendo el empleo de cada estrato por el punto
medio del rango de la ocupación que define al estrato.
___________________________________________________________________________
1 2
El Cuadro 3 señala con bastante claridad la magnitud del problema. Como se desprende del
mismo, en el 2006 un 65 % de los asalariados en la microempresa de (2 a 9) ocupados, se
hallaba con un ingreso por debajo del mínimo vigente de S/500.- y recibían un ingreso
promedio inferior a la mitad de la RMV: S/ 245.- 2/
En el segmento de (10 a 19) ocupados de la pequeña empresa, un 48.7 % de los asalariados
percibían un ingreso inferior al mínimo. Es recién a partir de los establecimientos con 20
ocupados y más que se detecta una caída del % de asalariados que se encuentran por debajo del
mínimo a un 32 %. Es importante señalar que el ingreso de los asalariados, tal como es
definido en la ENAHO, no es igual a su salario. El ingreso asalariado incluye horas adicionales
a la jornada laboral de 48 horas semanales – por ejemplo horas extras - y el trabajo en feriados
y festivos. Por lo que en la práctica, el porcentaje de asalariados con un salario por debajo del
mínimo tiende a ser mayor, en cada estrato, a las cifras antes citadas.
Asociado a lo expuesto en el párrafo previo, el Cuadro 3 señala que el ingreso promedio de los
asalariados en microempresas de (2 a 9) ocupados fue en el 2006 de S/ 435.- y alcanzó los S/
419.- en el estrato de 2 a 5 ocupados. Hay que situarse en el estrato de 10 a 19 ocupados para
encontrar un ingreso promedio asalariado superior a la RMV: S/ 678.- para el estrato antes
citado.
La proporción de asalariados por debajo de la RMV es de 65 % en la microempresa (2 a 9),
40.5 % en la pequeña empresa (10 a 49) y 14.9 por ciento en la mediana y gran empresa (50 y
+). Para el total, aproximadamente un 44.7 % de los asalariados privados, no perciben la RMV
y la fracción que no lo percibe gana un salario inferior a la mitad de una RMV.
Considerando que la fracción afectada representa una cifra cercana a la mitad del empleo
asalariado privado del 2006, puede concluirse que uno de los rasgos predominantes en el
mercado laboral de Perú es que una porción muy elevada del empleo asalariado del país está
lejos de percibir la actual RMV, debido a la combinación de: i) la muy baja productividad de
los segmentos en que está ocupada; e ii) como se verá posteriormente, la incidencia de una
jornada laboral inferior a 48 horas semanales.
Si al análisis de los asalariados privados ocupados en la microempresa, se agrega a los
independientes con trabajadores familiares no remunerados y a los trabajadores familiares no
remunerados ocupados en la microempresa, entonces puede concluirse que casi un 60 % del
empleo privado total, no percibe la RMV por las dos razones antes citadas. El rasgo
predominante entonces, no es el cumplimiento de la RMV, sino su incumplimiento por razones
de la muy baja productividad de los segmentos antes señalados y de jornadas laborales
inferiores a 48 horas semanales. 2 / E l i n g r e s o d e l o s a s a l a r i a d o s i n c l u y e e l s a l a r i o , m á s l a s h o r a s e x t r a s , e l n ú m e r o d e h o r a s a d i c i o n a l e s a l aj o r n a d a l a b o r a l y e l t r a b a j o e n s á b a d o s , d o m i n g o s y d í a s f e r i a d o s . P o r c o n s i g u i e n t e , e n r i g o r , e l s a l a r i o m e n s u a le s i n f e r i o r a l i n g r e s o m e n s u a l p r o m e d i o d e l o s a s a l a r i a d o s .
1 3Con respecto a las microempresas y a los asalariados que trabajan en ellas este análisis no deja
dudas. Al considerar los trabajadores familiares no remunerados que trabajan en el segmento de
la microempresa, conviene diferenciar su concepto como categoría estadística, del utilizable
para fines analíticos y de formulación de políticas.
Considerando la definición estadística, ella nos dice que son familiares que no reciben
periódicamente una remuneración o salario por su trabajo. En la perspectiva analítica, son parte
del personal ocupado en una microempresa. Declaran no percibir un salario mensual, pero sin
duda reciben algún tipo de contraprestación por su trabajo. En lo que hace a los independientes
con trabajadores familiares no remunerados, ellos constituyen la forma más simple de
emprendimiento y en este sentido, son asimilables a una microempresa embrionaria que no
acumula capital ni accede a innovaciones. Un ejemplo puede esclarecer el argumento. Dos
hermanos electricistas trabajan juntos. Uno de ellos percibe el producto de sus servicios y le
hace partícipe al otro de una parte de las ganancias. El segundo, para fines estadísticos, es un
trabajador familiar no remunerado y el primero un independiente con un trabajador familiar no
remunerado. Supongamos ahora que el primero decide formar una microempresa y seguir
trabajando con su hermano. Ambos siguen haciendo exactamente lo mismo solo que ahora son
clasificables como un microempresa con un trabajador familiar no remunerado. Este ejemplo
señala que una cosa es el criterio estadístico, y otra el criterio para definir políticas. Si la
actividad de los dos hermanos es competitiva, sería útil darles acceso a políticas de promoción,
independientemente del hecho que sea un independiente y un familiar o una microempresa con
un familiar trabajando en ella.
4. Consecuencias para las MYPE de no poder absorber la RMV
El rasgo estilizado detectado en la sección previa es el predominio de microempresas de baja
productividad que no están en condiciones de pagar la RMV, que dan empleo a una proporción
muy elevada de los asalariados privados.
Uno de los problemas que ese rasgo estilizado introduce es como conciliar una RMV que por
definición, considera homogéneamente a todos los trabajadores asalariados peruanos, con el
hecho de que aproximadamente 50 por ciento de esos asalariados se encuentra inserto en
actividades de bajísima productividad que no permiten absorber el nivel de la RMV más los
costos laborales no salariales que integran el costo laboral.
Algo similar sucede con las normas tributarias: su cumplimento se hace difícil para una MYPE.
Esto hace que las MYPE evadan total o parcialmente las normas laborales y tributarias y
estimula en ellas una cultura de permanecer al margen de la formalidad, lo que a su vez las
perjudica para los procesos de acceso a recursos, a nuevos mercados o a servicios de desarrollo
empresarial que serían indispensables para elevar su productividad,
Se difunde así un tipo de conducta centrado en tratar de pasar desapercibida como
microempresa, aún a costa de no acceder al crédito, o a nuevas tecnologías o a nuevos
mercados, o a la capacitación en gestión, técnica o laboral.
Por consiguiente, el problema no es sólo que la actual RMV más los costos no salariales
superan las posibilidades de su absorción en las microempresas de baja productividad. El
problema es que la estrategia de permanecer como informal, es uno de los factores que
contribuye a impedir a la microempresa posibilidades de modernización y aumento de su
1 4productividad. Obtiene ganancias como informal, pero a costa de no poder modernizarse y
crecer. Existe entonces un nexo entre capacidad de absorción de los costos que suponen las
normas vigentes, y posibilidad de su desarrollo competitivo.
Al menos para aquellas microempresas con potencial competitivo, el acceso a mercados,
financiamiento y servicios de desarrollo empresarial – capacitación en gestión, técnica y
laboral– el acceso a innovaciones e inserción en consorcios, subcontratación o cadenas
productivas de exportación, contribuirían a elevar su productividad rápidamente y con ello a
permitir su formalización. No obstante, los hábitos de permanecer en la informalidad requieren
acciones y tiempo porque no son fáciles de alterar. La mejora de la competitividad de las
microempresas y su gradual formalización, son entonces procesos asociados que interaccionan
entre sí.
Mantenerse en la informalidad les permite obtener la rentabilidad para al menos sobrevivir,
pero no acceder a los programas de crédito y servicios empresariales previstos en la reforma de
la Ley 28015, que podrían acelerar el crecimiento de su productividad y hacer crecer a las
microempresas que accedan a los mismos.
Por consiguiente, una reducción en el costo del salario mínimo para las microempresas de
menor productividad, opera en la dirección de generar una “rentabilidad legal” que a su turno,
induce la posibilidad de acceder a políticas para aumentar su productividad y acelerar su
crecimiento.
5. La dificultad de las MYPE para absorber la RMV por dominio geográfico.
5.1. La situación a nivel nacional por dominio geográfico.
El Cuadro 3 nos brinda una imagen de lo que sucede a nivel nacional. No obstante, como se ha
expuesto en secciones previas de este trabajo, Perú es un país con alta heterogeneidad
productiva y con diferencias muy marcadas entre mercados laborales regionales. Esto tiene su
expresión a nivel geográfico. Por ese motivo, los Cuadros 4, 5, 6 y 7 replican la información de
empleo e ingresos laborales por tamaño de establecimiento y segmento del Cuadro 3, pero
ahora identificando las cifras correspondientes para Lima Metropolitana, Costa, Sierra y Selva
respectivamente. Los Cuadros 4 a 7 permiten obtener las siguientes conclusiones:
i) Una primera conclusión que se obtiene de analizar los Cuadros 4 a 7, es que un 68.5
porciento del empleo asalariado en microempresas de (2 a 9) ocupados, se halla
fuera de Lima Metropolitana, en los tres dominios geográficos restantes (Costa,
Sierra y Selva). Si se agregan los trabajadores familiares no remunerados empleados
en las microempresas y los conductores de las mismas, entonces 81 por ciento del
empleo en microempresas (2 a 9) ocupados se encuentra fuera de Lima
Metropolitana. (Similarmente, un 78 % de los trabajadores independientes de baja
calificación, se encuentran fuera de Lima Metropolitana). Por consiguiente, una
primera conclusión relevante es que el fenómeno de la alta proporción del empleo
asalariado en Microempresas de (2 a 9) ocupados, es esencialmente un fenómeno de
las regiones, más que de Lima Metropolitana. En Lima Metropolitana, el empleo
asalariado en microempresas representa un 34 por ciento del empleo asalariado
total. En los restantes dominios geográficos, este indicador se duplica.
1 5
ii) La segunda conclusión que emerge de los Cuadros 4 a 7 es que en Lima Metropolitana, la proporción de asalariados en microempresas (2 a 9) que perciben
un ingreso menor que la RMV es 38.4% - y es probable que se reduzca a menos de
20 % cuando se controle por jornada laboral. Este indicador se eleva a 69.7 en la
Costa; 81.4% en la Sierra y 76.7 % en la Selva. Por consiguiente, una segunda
conclusión es que la incapacidad de absorber la RMV por razones de baja
productividad, es un fenómeno mucho más intenso y difundido en regiones, que en
Lima Metropolitana.
iii) La tercera conclusión proviene de observar el ingreso promedio de los asalariados de las microempresas más pequeñas (2 a 5). De acuerdo a los Cuadros 4 a 7, dicho
ingreso promedio era en el 2006 de S/ 607.- en Lima Metropolitana; S/ 400.- en la
Costa; S/ 287.- en la Sierra y S/ 325.- en la Selva. No obstante, las cifras de ingreso
promedio de los asalariados en el segmento de (2 a 5) ocupados expuestas
previamente, deben ser revisadas por tres motivos. El primero es que esas cifras son
promedios para la Costa, Sierra y Selva, y lo relevante son los mismos datos pero
para la Costa Urbana, la Sierra Urbana y la Selva Urbana, que se presentan en la
sección siguiente. Esta corrección elevará el promedio de ingreso asalariado en (2 a
5) para el cruce dominio- urbano. La segunda corrección es que el salario de entrada
en (2 a 5) tenderá a ser inferior al ingreso asalariado promedio – lo que tenderá a
reducir la cifra. La tercera es que una fracción de los que aparecen como
percibiendo un ingreso asalariado muy bajo en el estrato de (2 a 5) trabajan bastante
menos de la jornada laboral normal. Este último hecho, elevaría la cifra real del
salario de entrada al estrato de microempresas. Por consiguiente, los tres ajustes
expuestos son necesarios para establecer cual es la distancia entre el salario de
entrada en microempresas de (2 a 9) en el ámbito urbano de cada dominio
geográfico y la RMV.
iv) La cuarta conclusión emerge al analizar el ingreso promedio asalariado del primer estrato de la pequeña empresa (10 a 19) ocupados. En los cuatro dominios
geográficos se verifica que el mismo es significativamente superior a la RMV
vigente en el 2006 – excepto en la Selva que registra un ingreso promedio asalariado
para pequeñas empresas de (10 a 19) de S/ 471.- cifra que tenderá a elevarse y
acercarse a la RMV del 2006 si se controla por jornada laboral. Dicho de otra
manera, es muy probable que el salario de entrada al estrato de la pequeña empresa
se encuentre cercano a la RMV.
Las cuatro conclusiones previas apuntan en una misma dirección. El nivel actual de la RMV,
hace sentido para Lima Metropolitana, pero es muy elevado e imposible de cumplir para las
microempresas en la Costa, en la Sierra y en la Selva.
1 6
5.2. La situación en áreas urbanas por dominio geográfico.
Conviene tener en cuenta que lo relevante es la comparación de la RMV con el “salario de
entrada” para las microempresas (2 a 9) en áreas urbanas de la Sierra, Costa (excluido Lima
Metropolitana) y Selva, ya que el Régimen del Salario Integral Agrario contempla
implícitamente un salario base para actividades agropecuarias y agroindustriales. El cruce “área
urbana - dominio geográfico” es técnicamente obtenible de la ENAHO Continua 2006, fuente
utilizada en este trabajo para ese propósito.
Los cuadros 3-A (Perú Urbano), 4-A (Lima Metropolitana); 5-A (Costa Urbana excluido Lima
Metropolitana); 6-A (Sierra Urbana) y 7 –A (Selva Urbana), presentan la información de las
áreas urbanas de cada dominio geográfico.
Las principales conclusiones que se obtienen del análisis de los Cuadros 3-A; 4-A, 5-A, 6-A, y
7-A son las siguientes:
i) Un 44.1 por ciento de los asalariados privados urbanos se encuentra en
microempresas de (2 a 9) ocupados. El mismo estrato absorbe un 51.4 por ciento de
la ocupación total urbana – incluyendo TFNR que trabajan en microempresas (2 a 9)
urbanas e independientes con TFNR.
ii) Del total de microempresas urbanas, un 62.2 por ciento se ubica fuera de Lima Metropolitana. Esto explica porqué un 60.5 por ciento de los asalariados privados
urbanos en microempresas, se encuentra en áreas urbanas fuera de Lima
Metropolitana. Sumando a los empleadores y a los trabajadores familiares no
remunerados que trabajan en las microempresas de (2 a 9), un 64.5 por ciento de la
ocupación en microempresas urbanas se halla fuera de Lima Metropolitana. Esto
confirma que la gran ponderación de la microempresa urbana es esencialmente un
fenómeno que tiene lugar en las regiones, fuera de Lima Metropolitana.
iii) La proporción de asalariados en microempresas urbanas – a nivel de país - que no perciben la RMV es de 59.6 %. En Lima Metropolitana dicha proporción es de 38.4
por ciento. Este mismo indicador se eleva a 70.7 % en la Costa Urbana; a 76.2 por
ciento en la Sierra Urbana y a un 77.2 % en la Selva Urbana. Esto confirma que la
incapacidad para absorber la RMV es esencialmente un problema de fuera de Lima
Metropolitana.
iv) Lo relevante para comparar con la RMV es el salario de entrada al segmento de
microempresas. Dado que esa información no está disponible, sólo cabe comparar la
RMV con el ingreso asalariado promedio en el estrato de (2 a 5). En Lima
Metropolitana el ingreso medio asalariado en (2 a 5) es significativamente superior a
1 7la RMV (S/607.- respecto a S/500.-). Lo opuesto ocurre en la Costa Urbana (S/397.-
), en la Sierra Urbana(S/338.-) y en la Selva Urbana (S/ 343.-). Por consiguiente, la
incapacidad de absorber la RMV es un fenómeno que tiene lugar en las
microempresas de fuera de Lima Metropolitana, en la Costa Urbana, en la Sierra
Urbana y en la Selva Urbana.
v) El ingreso medio asalariado en el estrato de (2 a 5) es de S/607.- en Lima Metropolitana – superior a la RMV de S/500.- en el 2006. Pero en cambo ese
ingreso asalariado promedio desciende a S/ 397.- en la Costa Urbana, S/ 338.- en la
Sierra Urbana y a S/ 343.- en la Selva Urbana. Esto confirma que el salario de
entrada en microempresas está significativamente por debajo de la RMV.
vi) Un dato relevante es que el ingreso asalariado promedio en microempresas (2 a 5) en las áreas urbanas de los diferentes dominios geográficos es superior al mismo
indicador definido a nivel de dominio geográfico – incluyendo el ámbito rural y
urbano - excepto en la Costa, donde el salario en microempresas rurales (2 a 5) es
ligeramente mayor al correspondiente a áreas urbanas – probablemente por la
influencia en años recientes del rápido crecimiento de la agricultura y agroindustria
de exportación.
vii) El ingreso medio asalariado en el primer estrato de pequeña empresa, en empresas de (11 a 19) ocupados es superior a la RMV en Lima Metropolitana, y también lo
es en la Costa Urbana y Sierra Urbana - pero no en la Selva Urbana donde es menor
a la RMV. No obstante, el empleo en el primer estrato (11 a 19) de la pequeña
empresa en la Selva Urbana es una fracción pequeña de dicho empleo en el total
urbano. Esto permite concluir que el problema de absorber la RMV afecta
esencialmente a las microempresas (2 a 9) urbanas de fuera de Lima, mientras que
la pequeña empresa no enfrenta el mismo problema.
Las siete conclusiones previas sugieren lo siguiente: i) focalizando la atención en las áreas
urbanas, se detecta que las microempresas urbanas (2 a 9) de fuera de Lima Metropolitana no
pueden absorber la actual RMV; ii) la proporción de microempresas y asalariados privados
afectados por esta situación, es muy elevada – 51 % de las microempresas y 44 % de los
asalariados privados están potencialmente en esta situación.
1 8
1 9
Cuadro 3. Perú Distribución del Empleo e Ingresos Laborales por Segmentos 2006
Estructura de mercado Número de Trabajadores
1/
Número de Trabajadores
(%)
Número de asalariados
2/
Número de
empresas 3/
Número de
empresas (%)
Promedio de ingresos
(En nuevos soles) 5/
Promedio de ingresos de
los asalariados
6/
Sector público 1,075,102 7.5 1,075,102 -
1,254
Micro empresa 2,772,202 19.3 2,050,772 805,693 92.8
636 435
De 2 a 5 trabajadores 2,150,736 15.0 1,530,436 716,912 82.6
620
419
De 6 a 9 trabajadores 621,467 4.3 520,336 88,781 10.2
694 484
Pequeña empresa 1,073,180 7.5 1,037,728 57,210 6.6
792 756
De 10 a 19 trabajadores 539,776 3.8 507,906 41,521 4.8
726 678
De 20 a 49 trabajadores 533,405 3.7 529,822 15,688 1.8
860 831
Mediana y grande 4/. 1,347,040 9.4 1,347,040 5,024 0.6
1,478
1,478
De 50 y más trabajadores 1,347,040 9.4 1,347,040 5,024 0.6
1,478 1,478
Independientes sin TFNR 2,592,643 18.1 -
418
Independientes con TFNR 2,431,910 17.0 -
370
T.F.N.R. 2,500,490 17.4 - - Trabajador del hogar, practicantes 549,660 3.8 -
522
TOTAL 14,342,226 100.0 867,926 100
694
2 0
CONTINUACION CUADRO 3
Estructura de mercado
Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con ingresos menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben menos de la
RMV
Sector público 16.2 16.2 355.1
Micro empresa 58.1 64.9 245.6
De 2 a 5 trabajadores 58.6 67.2 245.3
De 6 a 9 trabajadores 56.2 58.1 246.7
Pequeña empresa 40.5 40.5 285.6
De 10 a 19 trabajadores 48.2 48.7 286.6
De 20 a 49 trabajadores 32.8 32.8 284.2
Mediana y grande 4/. 14.9 14.9 341.8
De 50 y más trabajadores 14.9 14.9 341.8
Independientes sin TFNR 73.2
Independientes con TFNR 78.9
T.F.N.R. -
Trabajador del hogar, practicantes 55.8
TOTAL 63.1 Notas técnicas:
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros
3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño.
4/ MTPE. Oficina de Estadística e Informática. Hoja de Resumen de Planilla 2006
5/ Incluye a empleadores.
6/ Sólo incluye a los empleados y obreros.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
Fuente: INEI ENAHO Continua. IV Trimestre 2006. Resultados preliminares.
2 1
CUADRO 4. Lima Metropolitana. Distribución del Empleo e Ingresos por Segmentos 2006
Estructura de mercado Número de Trabajadores
1/
Número de Trabajadores
(%)
Número de asalariados 2/
Número de empresas
3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 294,670 8.1 294,670 - - 1,570 -
Micro empresa 755,228 20.7 607,370 224,066 88.8 856 646
De 2 a 5 trabajadores 609,925 16.7 469,736 203,308 80.6 849 607
De 6 a 9 trabajadores 145,303 4.0 137,634 20,758 8.2 886 780
Pequeña empresa 481,833 13.2 473,506 25,873 10.3 1,056 950
De 10 a 19 trabajadores 246,293 6.7 239,794 18,946 7.5 854 796
De 20 a 49 trabajadores 235,540 6.4 233,712 6,928 2.7 1,268 1,108
Mediana y grande 631,907 17.3 631,907 2,357 0.9 1,940 1,940
De 50 y más trabajadores 631,907 17.3 631,907 2,357 0.9 1,940 1,940
Independientes 1,146,888 31.4 - - - 615 -
T.F.N.R. 145,160 4.0 - - - - - Trabajador del hogar, practicantes 200,975 5.5 - - - 503 -
TOTAL 3,656,660 100 252,296 100 998
2 2
CONTINUACION CUADRO 4
Estructura de mercado
Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con
ingresos menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de
los asalariados que perciben menos de la
RMV
Sector público 6.5 6.5 323.3
Micro empresa 31.9 38.4 316.9
De 2 a 5 trabajadores 35.1 44.0 312.7
De 6 a 9 trabajadores 18.4 19.4 349.8
Pequeña empresa 16.9 17.2 322.6
De 10 a 19 trabajadores 19.9 20.4 329.6
De 20 a 49 trabajadores 13.9 14.0 312.2
Mediana y grande 5.6 5.6 351.8
De 50 y más trabajadores 5.6 5.6 351.8
Independientes 45.8 - -
T.F.N.R. 100.0 - - Trabajador del hogar, practicantes 45.4 - -
TOTAL 31.2
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividió con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
2 3
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros.
Fuente: MTPE Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2006.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
CUADRO 5. Costa. Distribución del Empleo e Ingresos por Segmentos 2006
Estructura de mercado Número de Trabajadores
1/
Número de Trabajadores
(%)
Número de asalariados 2/
Número de empresas
3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 241,214 7.4 241,214 - - 1,316 -
Micro empresa 715,332 22.0 558,017 203,301 90.7 603 417
De 2 a 5 trabajadores 530,833 16.4 394,067 176,944 79.0 604 400
De 6 a 9 trabajadores 184,499 5.7 163,950 26,357 11.8 599 458
Pequeña empresa 362,596 11.2 352,731 19,314 8.6 666 581
De 10 a 19 trabajadores 182,044 5.6 174,915 14,003 6.2 611 519
De 20 a 49 trabajadores 180,552 5.6 177,816 5,310 2.4 722 642
Mediana y grande 393,786 12.1 393,786 1,469 0.7 896 896
De 50 y más trabajadores 393,786 12.1 393,786 1,469 0.7 896 896
Independientes 1,099,797 33.9 - - - 411 -
T.F.N.R. 322,107 9.9 - - - - - Trabajador del hogar, practicantes 109,596 3.4 - - - 382 -
TOTAL 3,244,426 100.0 224,084 100.0 566
2 4
CONTINUACION CUADRO 5
Estructura de mercado
Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con
ingresos menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben menos
de la RMV
Sector público 12.2 12.2 219.1
Micro empresa 59.2 69.7 266.2
De 2 a 5 trabajadores 59.9 72.7 264.6
De 6 a 9 trabajadores 57.0 62.4 270.9
Pequeña empresa 49.2 49.9 293.5
De 10 a 19 trabajadores 59.0 60.8 276.8
De 20 a 49 trabajadores 39.3 39.3 318.8
Mediana y grande 27.7 27.7 319.4
De 50 y más trabajadores 27.7 27.7 319.4
Independientes 72.4 - -
T.F.N.R. 100.0 - - Trabajador del hogar, practicantes 75.4 - -
TOTAL 59.8
Notas: Costa no incluye a Lima Metropolitana
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividó con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros. Fuente: INEI Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, IV Trimestre 2006. Resultados preliminares.
2 5
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
CUADRO 6. Sierra. Distribución del Empleo e Ingresos por Segmentos 2006
Estructura de mercado Número de
Trabajadores 1/ Número de
Trabajadores (%) Número de asalariados 2/
Número de empresas
3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 383,803 7.3 383,803 - - 1,031 -
Micro empresa 776,827 14.8 527,958 228,907 95.4 400 294
De 2 a 5 trabajadores 619,143 11.8 420,397 206,381 86.0 384 287
De 6 a 9 trabajadores 157,685 3.0 107,561 22,526 9.4 462 320
Pequeña empresa 183,004 3.5 165,176 10,544 4.4 615 598
De 10 a 19 trabajadores 108,637 2.1 90,809 8,357 3.5 625 596
De 20 a 49 trabajadores 74,366 1.4 74,366 2,187 0.9 600 600
Mediana y grande 140,419 2.7 140,419 524 0.2 1,253 1,253
De 50 y más trabajadores 140,419 2.7 140,419 524 0.2 1,253 1,253
Independientes 2,099,554 40.0 - - - 249 -
T.F.N.R. 1,580,438 30.1 - - - - - Trabajador del hogar, practicantes 83,973 1.6 - - - 308 -
TOTAL 5,248,018 100.0 239,975 100.0 294
2 6
CONTINUACION CUADRO 6
Estructura de mercado Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con ingresos
menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben menos
de la RMV
Sector público 25.2 25.2 251.3
Micro empresa 75.1 81.4 201.5
De 2 a 5 trabajadores 75.7 83.0 200.2
De 6 a 9 trabajadores 73.1 75.3 206.7
Pequeña empresa 59.6 59.7 264.9
De 10 a 19 trabajadores 62.5 63.2 269.4
De 20 a 49 trabajadores 55.4 55.4 258.6
Mediana y grande 22.1 22.1 299.5
De 50 y más trabajadores 22.1 22.1 299.5
Independientes 88.8 - -
T.F.N.R. 100.0 - - Trabajador del hogar, practicantes 88.1 - -
TOTAL 82.7
Notas técnicas:
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividó con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros. Fuente: INEI Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, IV Trimestre 2006. Resultados preliminares.
2 7
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
CUADRO 7. Selva Distribución del Empleo e Ingresos por Segmentos 2006
Estructura de mercado Número de Trabajadores
1/
Número de Trabajadores
(%)
Número de asalariados 2/
Número de empresas
3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 176,410 9.5 176,410 - - 1,174 -
Micro empresa 355,417 19.0 235,576 104,037 95.2 518 358
De 2 a 5 trabajadores 279,629 15.0 180,913 93,210 85.3 481 325
De 6 a 9 trabajadores 75,789 4.1 54,664 10,827 9.9 654 467
Pequeña empresa 82,177 4.4 76,484 5,098 4.7 638 535
De 10 a 19 trabajadores 56,427 3.0 51,580 4,341 4.0 593 471
De 20 a 49 trabajadores 25,750 1.4 24,904 757 0.7 735 667
Mediana y grande 44,220 2.4 44,220 165 0.2 1,314 1,314
De 50 y más trabajadores 44,220 2.4 44,220 165 0.2 1,314 1,314
Independientes 756,729 40.6 - - - 364 -
T.F.N.R. 420,533 22.5 - - - - - Trabajador del hogar, practicantes 30,280 1.6 - - - 294 -
TOTAL 1,865,766 100 109,299 100 422
2 8
CONTINUACION CUADRO 7
Estructura de mercado
Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con
ingresos menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben menos
de la RMV
Sector público 10.1 10.1 305.8
Micro empresa 64.2 76.7 241.1
De 2 a 5 trabajadores 65.7 80.4 242.1
De 6 a 9 trabajadores 58.9 64.4 236.8
Pequeña empresa 58.1 60.3 274.7
De 10 a 19 trabajadores 65.5 69.1 277.5
De 20 a 49 trabajadores 41.9 42.1 265.2
Mediana y grande 18.6 18.6 310.4
De 50 y más trabajadores 18.6 18.6 310.4
Independientes 77.0 - -
T.F.N.R. 100.0 - - Trabajador del hogar, practicantes 92.2 - -
TOTAL 71.5 1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividió por el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional sobre el número de empresas calculado en la Hoja Resumen de Planilla 2006).
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros. Fuente: INEI Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, IV Trimestre 2006. Resultados preliminares.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
2 9
CUADRO 3-A PERÚ URBANO EMPLEO E INGRESOS POR SEGMENTOS. 2006
Estructura de mercado Número de Trabajadores
1/
Número de Trabajadores
(%)
Número de asalariados
2/
Número de empresas
3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos
(En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de los asalariados 5/
Sector público 864,937 9.7 864,937 1,389
Micro empresa 1,998,959 22.4 1,535,539 593,287 92.6 696 492
De 2 a 5 trabajadores 1,615,537 18.1 1,205,316 538,512 84.0 680 470
De 6 a 9 trabajadores 383,422 4.3 330,223 54,775 8.5 764 573
Pequeña empresa 824,569 9.2 805,450 43,404 6.8 1,046 935
De 10 a 19 trabajadores 403,111 4.5 390,412 31,009 4.8 869 730
De 20 a 49 trabajadores 421,459 4.7 415,038 12,396 1.9 1,216 1,128
Mediana y grande 1,138,740 12.7 1,138,498 4,247 0.7 1,685 1,685
De 50 y más trabajadores 1,138,740 12.7 1,138,498 4,247 0.7 1,685 1,685
Independientes 2,864,026 32.0 506
T.F.N.R. 729,934 8.2 - Trabajador del hogar, practicantes 520,399 5.8 515
TOTAL 8,941,564 100.0 4,344,423 640,939 100.0 793
3 0
CONTINUACION CUADRO 3-A PERÚ URBANO
Estructura de mercado Trabajadores con
ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con ingresos menores a
la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben
menos de la RMV
Sector público 12.0 12.0 240.7
Micro empresa 51.8 59.6 259.9
De 2 a 5 trabajadores 52.5 61.6 255.4
De 6 a 9 trabajadores 48.6 52.6 279.3
Pequeña empresa 33.5 34.1 296.2
De 10 a 19 trabajadores 39.4 40.4 294.8
De 20 a 49 trabajadores 27.8 28.2 298.0
Mediana y grande 11.3 11.3 351.9
De 50 y más trabajadores 11.3 11.3 351.9
Independientes 63.1
T.F.N.R. - Trabajador del hogar, practicantes 57.0
TOTAL 49.0
P/ Cifras preliminares
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividó con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros privados.
Fuente: INEI Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, continua 2006. Resultados preliminares. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
3 1
CUADRO 4-A LIMA METROPOLITANA EMPLEO E INGRESOS POR SEGMENTOS. 2006
Estructura de mercado Número de Trabajadores
1/
Número de Trabajadores
(%)
Número de asalariados 2/
Número de empresas
3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 294,670 8.1 294,670 1,570
Micro empresa 755,228 20.7 607,370 224,066 88.8 856 646
De 2 a 5 trabajadores 609,925 16.7 469,736 203,308 80.6 849 607
De 6 a 9 trabajadores 145,303 4.0 137,634 20,758 8.2 886 780
Pequeña empresa 481,833 13.2 473,506 25,873 10.3 1,056 950
De 10 a 19 trabajadores 246,293 6.7 239,794 18,946 7.5 854 796
De 20 a 49 trabajadores 235,540 6.4 233,712 6,928 2.7 1,268 1,108
Mediana y grande 631,907 17.3 631,907 2,357 0.9 1,940 1,940
De 50 y más trabajadores 631,907 17.3 631,907 2,357 0.9 1,940 1,940
Independientes 1,146,888 31.4 615
T.F.N.R. 145,160 4.0 - Trabajador del hogar, practicantes 200,975 5.5 503
TOTAL 3,656,660 100 252,296 100 998
3 2
CONTINUACION CUADRO 4-A LIMA METROPOLITANA
Estructura de mercado Trabajadores con ingresos menores a
la RMV (%)
Asalariados con ingresos menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben menos de la
RMV
Sector público 6.5 6.5 323.3
Micro empresa 31.9 38.4 316.9
De 2 a 5 trabajadores 35.1 44.0 312.7
De 6 a 9 trabajadores 18.4 19.4 349.8
Pequeña empresa 16.9 17.2 322.6
De 10 a 19 trabajadores 19.9 20.4 329.6
De 20 a 49 trabajadores 13.9 14.0 312.2
Mediana y grande 5.6 5.6 351.8
De 50 y más trabajadores 5.6 5.6 351.8
Independientes 45.8
T.F.N.R. 100.0 Trabajador del hogar, practicantes 45.4
TOTAL 31.2
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividó con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros.
Fuente: MTPE Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2006. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
3 3
CUADRO 5-A COSTA URBANA. EMPLEO E INGRESOS POR SEGMENTOS 2006.
Estructura de mercado Número de Trabajadores
1/
Número de Trabajadores
(%)
Número de asalariados
2/
Número de empresas
3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 199,654 8.5 199,654 1,362
Micro empresa 551,921 23.4 434,178 160,246 93.1 601 409
De 2 a 5 trabajadores 427,352 18.2 324,240 142,451 82.7 587 397
De 6 a 9 trabajadores 124,569 5.3 109,938 17,796 10.3 646 444
Pequeña empresa 205,798 8.7 199,014 10,952 6.4 672 588
De 10 a 19 trabajadores 103,119 4.4 98,496 7,932 4.6 652 539
De 20 a 49 trabajadores 102,680 4.4 100,518 3,020 1.8 693 636
Mediana y grande 265,649 11.3 265,406 991 0.6 1,293 1,291
De 50 y más trabajadores 265,649 11.3 265,406 991 0.6 1,293 1,291
Independientes 850,104 36.1 422
T.F.N.R. 182,586 7.8 - Trabajador del hogar, practicantes 98,730 4.2 453
TOTAL 2,354,442 100.0 1,098,252 172,189 100.0 632
3 4
CONTINUACION CUADRO 5-A COSTA URBANA
Estructura de mercado Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con ingresos menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben
menos de la RMV
Sector público 9.8 9.8 228.6
Micro empresa 60.2 70.7 254.8
De 2 a 5 trabajadores 61.4 73.5 251.4
De 6 a 9 trabajadores 55.9 62.3 266.6
Pequeña empresa 47.5 48.8 285.1
De 10 a 19 trabajadores 51.3 53.0 272.3
De 20 a 49 trabajadores 43.7 44.6 299.9
Mediana y grande 19.6 19.6 338.1
De 50 y más trabajadores 19.6 19.6 338.1
Independientes 69.0
T.F.N.R. -
Trabajador del hogar, practicantes 80.6
TOTAL 57.4
Nota: Costa Urbana excluye a Lima Metropolitana
P/ Cifras preliminares
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividó con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros privados.
Fuente: INEI Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, continua 2006. Resultados preliminares. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
3 5
CUADRO 6-A SIERRA URBANA. EMPLEO E INGRESOS POR SEGMENTOS 2006.
Estructura de mercado Número de Trabajadore
s 1/
Número de Trabajadore
s (%)
Número de asalariados
2/
Número de empresas
3/
Número de
empresas (%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 256,839 13.9 256,839 1,153
Micro empresa 405,323 21.9 289,999 121,552 94.9 496 351
De 2 a 5 trabajadores 334,154 18.1 237,878 111,385 87.0 461 338
De 6 a 9 trabajadores 71,168 3.8 52,121 10,167 7.9 663 414
Pequeña empresa 104,139 5.6 100,227 5,951 4.6 744 657
De 10 a 19 trabajadores 60,787 3.3 57,859 4,676 3.7 663 621
De 20 a 49 trabajadores 43,352 2.3 42,368 1,275 1.0 856 705
Mediana y grande 138,938 7.5 138,938 518 0.4 1,817 1,817
De 50 y más trabajadores 138,938 7.5 138,938 518 0.4 1,817 1,817
Independientes 631,998 34.2 379
T.F.N.R. 243,049 13.1 - Trabajador del hogar, practicantes 69,984 3.8 309
TOTAL 1,850,268 100.0 786,002 128,021 100.0 588
3 6
CONTINUACION CUADRO 6-A SIERRA URBANA
Estructura de mercado Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con ingresos menores a la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben menos de la
RMV
Sector público 15.8 15.8 224.4
Micro empresa 67.8 76.2 227.4
De 2 a 5 trabajadores 70.3 78.4 223.9
De 6 a 9 trabajadores 56.2 66.0 246.1
Pequeña empresa 49.6 51.0 272.3
De 10 a 19 trabajadores 52.1 53.7 271.0
De 20 a 49 trabajadores 46.2 47.2 274.3
Mediana y grande 11.5 11.5 321.8
De 50 y más trabajadores 11.5 11.5 321.8
Independientes 76.3
T.F.N.R. -
Trabajador del hogar, practicantes 90.0
TOTAL 63.3 P/ Cifras preliminares
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividó con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros privados.
Fuente: INEI Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, continua 2006. Resultados preliminares. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
3 7
CUADRO 7-A SELVA URBANA. EMPLEO E INGRESOS POR SEGMENTOS 2006.
Estructura de mercado
Número de Trabajador
es 1/
Número de Trabajadore
s (%)
Número de asalariado
s 2/
Número de
empresas 3/
Número de empresas
(%)
Promedio de ingresos (En nuevos soles) 4/
Promedio de ingresos de
los asalariados 5/
Sector público 104,697 12.6 104,697 1,145
Micro empresa 190,325 22.9 130,794 55,241 94.0 601 373 De 2 a 5
trabajadores 147,270 17.7 98,225 49,090 83.5 557 343 De 6 a 9
trabajadores 43,055 5.2 32,570 6,151 10.5 753 464
Pequeña empresa 62,107 7.5 59,831 3,424 5.8 559 488 De 10 a 19
trabajadores 33,620 4.0 31,938 2,586 4.4 524 430 De 20 a 49
trabajadores 28,487 3.4 27,893 838 1.4 601 554
Mediana y grande 32,603 3.9 32,603 122 0.2 1,335 1,335 De 50 y más
trabajadores 32,603 3.9 32,603 122 0.2 1,335 1,335
Independientes 288,152 34.6 396
T.F.N.R. 120,327 14.5 - Trabajador del hogar, practicantes 33,402 4.0 281
TOTAL 831,613 100 327,926 58,786 100 524
3 8
CONTINUACION CUADRO 7-A SELVA URBANA
Estructura de mercado Trabajadores con ingresos menores a la RMV (%)
Asalariados con ingresos menores a
la RMV (%)
Promedio de ingresos de los asalariados que perciben menos de la
RMV
Sector público 13.4 13.4 276.5
Micro empresa 64.3 77.2 248.7
De 2 a 5 trabajadores 64.0 79.3 241.9
De 6 a 9 trabajadores 65.4 70.7 271.7
Pequeña empresa 59.0 60.8 253.5
De 10 a 19 trabajadores 63.8 66.8 243.5
De 20 a 49 trabajadores 53.4 54.0 267.6
Mediana y grande 13.7 13.7 353.2
De 50 y más trabajadores 13.7 13.7 353.2
Independientes 73.4
T.F.N.R. - Trabajador del hogar, practicantes 92.9
TOTAL 65.0
P/ Cifras preliminares
1/ Incluye a los empleadores.
2/ Incluye a empleados y obreros 3/ Se obtuvo dividiendo la PEA ocupada entre el punto medio de cada intervalo de tamaño. En el caso del tamaño de 50 a más trabajadores se dividó con el valor 268.12 (constante obtenido al dividir la PEA ocupada nacional
sobre el número de empresas calculado de la Hoja de Resumen de Planilla 2006)
4/ Incluye a empleadores.
5/ Sólo incluye a los empleados y obreros privados. Fuente: INEI Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, continua 2006. Resultados preliminares.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
3 9
6. La proporción de los que perciben menos de una RMV controlando por jornada laboral
La información del Cuadro 3 y siguientes no hace explícito el porcentaje de los asalariados en
microempresas de (2 a 9) ocupados que desarrollan una jornada semanal significativamente
inferior a 48 horas. Este último dato es relevante porque los porcentajes señalados en el Cuadro
citado tenderán a reducirse cuando se controla estadísticamente por la duración de la jornada
laboral. El Cuadro 8 presenta esa información para el total nacional y el Cuadro 9 para el
empleo urbano.
Como se desprende del primero de los Cuadros citados, un 32.8 % de los ocupados con un
ingreso inferior a la RMV trabajan menos de una jornada laboral de 35 horas semanales, y un
50 % menos de 48 horas semanales. En el otro extremo, 34 por ciento de los que perciben un
ingreso menor a la RMV, trabajan más de 48 horas semanales. En consecuencia, una parte de la
explicación de la alta proporción de ocupados con ingresos inferiores a la RMV se halla en el
subempleo por horas trabajadas. Llama si la atención el alto porcentaje de los que perciben
menos de la RMV y que trabajan más de 48 horas semanales – un 34 %.
No obstante, las estimaciones previas podrían encontrarse sesgadas por el comportamiento y
confiabilidad de los datos para áreas rurales. Es por ello que se elaboró el Cuadro 9, que analiza
a los ocupados urbanos que perciben menos de una RMV según horas trabajadas. Los
resultados del mismo confirman la aproximación del Cuadro 8. Casi un 52 por ciento de los
ocupados que perciben menos de una RMV trabajan menos de una jornada semanal de 48
horas. En el otro extremo, casi un 37 % de los ocupados que perciben menos de una RMV
trabajan mucho más de 48 horas semanales.
El Cuadro 10 presenta una información similar que los dos Cuadros anteriores, pero para los
asalariados privados. En este caso, 32.3 por ciento de los asalariados privados que perciben un
ingreso inferior al mínimo, trabajan menos de 35 horas. Pero 31.6 por ciento de los mismos
trabajan más de 49 horas semanales y perciben un ingreso asalariado inferior al mínimo.
El Cuadro 11 centra su atención en los asalariados privados en microempresas de (2 a 9)
ocupados, que percibieron en el 2006 un ingreso asalariado inferior al mínimo. De dicho
Cuadro se infiere que un 33.9 por ciento de los mismos, trabajaban una jornada laboral de 35
horas o menos. Por otra parte, un 32.3 por ciento de esos asalariados desarrollaban jornadas
superiores a 49 horas semanales y aún así, percibían un ingreso inferior a la RMV.
El Cuadro 11 que se viene analizando permite señalar que 2/3 de los asalariados privados que
percibían menos de una RMV en las microempresas de (2 a 9) ocupados, desarrollaban
jornadas laborales normales, de 35 o más horas de trabajo, y más de 47 por ciento de esos
asalariados, trabajaban 48 horas semanales o más. Por consiguiente, la primera conclusión
relevante es que dos tercios del 65 % de los asalariados que en el segmento de microempresas
de (2 a 9) perciben menos de una RMV, trabajaban una jornada laboral normal o muy por
encima de la normal. Esto significa que 43 % de los asalariados (65 % x 0.66) en
microempresas (2 a 9) recibían menos del mínimo trabajando una jornada normal o superior a
la normal.
4 0Si se cruza la información del Cuadro 10 con la del Cuadro 11, puede concluirse que 66.2 por
ciento de los asalariados que, trabajando una jornada normal o más perciben un ingreso inferior
al mínimo, se encontraban ocupados en el segmento de microempresas de (2 a 9) ocupados.
______________________________________________________________________
Cuadro 8. Ocupados con ingresos inferiores a la RMV según horas trabajadas. 2006.
___________________________________________________________________________
Jornada Semanal No. de Ocupados %
Menos de 15 horas 153.537 9.5
15 a 34 horas 375.012 23.3
35 a 47 horas 293.226 18.2
48 horas 247.170 15.4
49 a 59 horas 234.566 14.6
60 y + 306.031 19.0
Total 1.609.541 100.0
__________________________________________________________________________
Fuente: INEI ENAHO IV Trimestre 2006.
____________________________________________________________________________
4 1__________________________________________________________________________
Perú Urbano. Cuadro 9. Ocupados con ingresos inferiores a la RMV según horas
trabajadas. 2006
____________________________________________________________________________
Jornada Semanal No. de Ocupados %
Menos de 15 horas 114.521 11.2
15 a 34 horas 252.395 24.7
35 a 47 horas 160.443 15.7
48 horas 117.451 11.5
49 a 59 horas 134.214 13.1
60 o más 242.421 23.7
Total 1.021.445 100.0
___________________________________________________________________________
Fuente: INEI- ENAHO IV Trimestre 2006.
____________________________________________________________________________
4 2 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Cuadro 10. Perú: Asalariados privados con ingresos inferiores a la RMV según jornada de trabajo. 2006 p/
Horas normales de trabajo No. de Ocupados Porcentajes
Total 1,982,747 100.0
Menos de 15 horas 157,026 7.9
15 a 34 horas 484,673 24.4
35 a 47 horas 396,387 20.0
48 horas 316,609 16.0
49 a 59 horas 274,260 13.8
60 a más 353,792 17.8
p/ Cifras preliminares
Nota: L a Remuneración Mínima Vital (RMV) es 500 nuevos soles.
Asalariados privados considera a los empleados y obreros privados
Fuente: INEI - Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, IV Trimestre 2006
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
_________________________________________________________________________________
4 3
______________________________________________________________________________
Cuadro 11. Asalariados privados con ingresos inferiores a la RMV por tamaño de empresa según horas normales de trabajo, 2006 p/
Horas normales de trabajo
Microempresa (2 a 9 trabajadores)
Porcentaje Pequeña empresa
(10 a 19 trabajadores) Porcentaje
Total 1,340,338 100.0 248,207 100.0
Menos de 15 horas 124,526 9.3 16,520 6.7
15 a 34 horas 329,231 24.6 47,389 19.1
35 a 47 horas 253,714 18.9 63,421 25.6
48 horas 198,862 14.8 49,408 19.9
49 a 59 horas 182,860 13.6 29,770 12.0
60 a más 251,145 18.7 41,700 16.8
p/ Cifras preliminares
Nota: L a Remuneración Mínima Vital (RMV) es 500 nuevos soles.
Asalariados privados considera a los empleados y obreros privados
Fuente: INEI - Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, IV Trimestre 2006
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
____________________________________________________________________________
El Cuadro 11 sugiere que este es un rasgo típico de la microempresa. En la pequeña empresa,
los asalariados por debajo del mínimo representan menos del 12 por ciento del total de los
asalariados privados que no perciben el mínimo. El problema, entonces, se sitúa esencialmente
en la microempresa.
En síntesis, el segmento de la microempresa ocupa a una gran proporción de asalariados que
perciben un ingreso inferior al mínimo, y la fracción mayoritaria de esa proporción desarrolla
una jornada normal de trabajo o incluso superior a la normal. En cambio, cuando uno analiza
otros estratos de tamaños de empresa, no encuentra este rasgo. De hecho, ya en el estrato
siguiente a la microempresa, el de la pequeña empresa, los afectados por este problema se
reducen mucho respecto al total de asalariados privados que perciben menos del mínimo.
4 4 Capítulo II
¿Una RMV para las Microempresas?
7. Las opciones para compatibilizar la RMV con la productividad de las microempresas.
Actualmente ya existen dos salarios mínimos: la RMV y el salario mínimo implícito en el
régimen agrario y agroindustrial. En este último caso la ley dispone un salario integral, que
incluye: i) CTS; ii) Gratificaciones e iii) Salario Base. Este último opera como un salario
mínimo agrario. Las cifras vigentes en Setiembre del 2007 son:
Salario Integral Agrario y Agroindustrial
Hasta 31.12.07 Desde el 01.01.08
CTS y Gratificaciones s/ 117.- 128.7
Salario Base s/ 468.- 514.8
Salario Integral s/ 585.- 643.5
En consecuencia, ya existe implícitamente un salario mínimo diferente y más bajo que la RMV,
para el régimen agrario y agroindustrial. Por las mismas razones que fue creado dicho régimen,
podría establecerse una RMV más baja para las microempresas urbanas de fuera de Lima
Metropolitana o una RMV más baja para la Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana..
En la práctica, si se acepta que el nivel de productividad del estrato de (2 a 9) en la Costa
Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana no puede absorber el salario mínimo y los costos
laborales no salariales legales, se abren varias opciones de solución:
i) Establecer dos remuneraciones mínimas vitales, una para las microempresas de (2 a
9) de la Sierra Urbana Costa Urbana y Selva Urbana y otra para las empresas
mayores (10 y + ocupados) de todo el país y para las microempresas de Lima
Metropolitana.
ii) Establecer dos RMV, una (la actual) para Lima Metropolitana y otra menor para la
Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana.
iii) Aprobar legalmente la no vigencia de la RMV para las microempresas urbanas de (2
a 9 ocupados) de fuera de Lima Metropolitana;
iv) Establecer un régimen de tolerancia por el cual no se exige el cumplimiento del salario mínimo y costos laborales no salariales en el segmento de la microempresa
urbana fuera de Lima Metropolitana, permitiendo la formalización de
microempresas aunque las mismas no cumplan con la RMV.
v) Aprobar una modificación a la Ley 28015 reduciendo el costo laboral no salarial para las microempresas urbanas de (2 a 9) ocupados fuera de Lima Metropolitana.
vi) Una combinación de las alternativas antes expuestas.
A continuación se verán cada una de las opciones señaladas previamente.
4 58. La opción de eximir del cumplimiento de la RMV a las microempresas.
La primera de las opciones es eximir del cumplimiento legal de la RMV a las microempresas
urbanas de la Sierra, Costa y Selva. No obstante, conviene tomar en cuenta ciertos datos. Una
interpretación es que en la actualidad la Ley de la RMV permite al Poder Ejecutivo establecer
uno, dos o más RMV. Pero hay que verificar si es legal que exima de su cumplimiento a una
parte de las empresas y de los asalariados. En consecuencia, en esta interpretación, esta es una
opción que requiere un análisis legal. Si fuera necesario el dictado de una Ley, habría dos
formas de hacerlo. La primera es un Proyecto de Ley por el cual se exime a las microempresas
urbanas de la Costa, Sierra y Selva Urbana del pago de la RMV. Otra, que operaría con igual
fuerza legal, es incluir dentro del proyecto de reformas y modificaciones a la ley 28015 que se
están preparando para las MYPE, una disposición por la cual en el tramo de microempresas el
salario será por acuerdo – como es el caso de los trabajadores (as) del hogar. Lo que en la
práctica implica que el mínimo no rige en dicho estrato.
9. La opción de un régimen de tolerancia.
La segunda opción es no efectuar modificación legal ni establecer una RMV diferenciada para
el segmento de microempresas en ámbitos urbanos de fuera de Lima Metropolitana, si no
acordar de hecho, administrativamente, un régimen de tolerancia a través del cual el Poder
Ejecutivo no le exige a las microempresas urbanas de la Costa, Sierra y Selva, el cumplimiento
cabal de la RMV, y acepta que se formalicen laboral y tributariamente aún si no pagan la RMV.
Esta es probablemente la opción más viable de poner en práctica, y supondría un considerable
paso adelante respecto a la situación actual.
En esta opción emergen dos implicancias. La primera es que con un régimen de tolerancia
como el descrito, las microempresas podrían formalizarse en el Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo sin necesidad de cumplir con la RMV. Esto a su vez les permitiría
acceder a diferentes servicios de desarrollo empresarial y a financiamiento, para mejorar su
competitividad y elevar su productividad.
La segunda implicancia es que un régimen de tolerancia no modifica los derechos adquiridos de
los trabajadores asalariados en las microempresas. Esto supone teóricamente la posibilidad de
que cualquier trabajador pueda iniciar una acción judicial contra una microempresa, si antes de
aprobar el régimen de tolerancia estaba ganando menos que una RMV. No obstante, dado que
esta es la situación actual y no se registran tales acciones legales, la probabilidad de tal hecho
es remota o extremadamente baja.
10. La opción de reducir los costos laborales no salariales en las microempresas.
La tercera opción es reducir los costos laborales no salariales en la microempresa en lugar de
flexibilizar el salario mínimo. Como se verá, esta opción no tiene la misma influencia, ni en
acercar las normas a la realidad, ni en reducir el costo laboral legal para la microempresa.
El Cuadro 12 puede ilustrar mejor el tema. En el mismo se incluyen los componentes de costos
laborales no salariales aplicables en el Régimen General y los del régimen especial de la Ley
28015 aplicables a una microempresa de hasta 10 trabajadores. Para las empresas de más de 10
trabajadores rige el régimen laboral general, por el cual el porcentaje de costos laborales no
salariales se eleva a un 61 por ciento. Para las microempresas, como se desprende del Cuadro
4 612, el régimen de la Ley 28015 implica un costo laboral no salarial de 25.1 %, que se reduce a
13 % si se omite el aporte al SENATI y el aporte a Pensiones que es opcional.
Cuadro 12. Perú. Costos laborales no salariales (2007)
(En porcentaje)
Ley 28015 Régimen General
- Salario Mínimo S/ 550.- 550.-
- Costos No Salariales en %
1. Vacaciones 4.2 8.3 2. Seguro de salud 9.0 9.0 3. Seguro de Pensiones 11.1 11.1 4. SENATI a/ 0.8 0.8 5. Gratificaciones --- 16.7 6. CTS --- 8.3 7. Accidentes de Trabajo b/ 1.3 8. Subsidio Familiar 5.5 9. Total Costos No Salariales 25.1 61.0
10. Costo Laboral Total Legal Ley 28015 687.5 11. Costo Laboral Total Legal Régimen General 885.5
____________________________________________________________________________
Fuente: García, N. (2006)
a/ Sólo para empresas industriales manufactureras
b/ Estimación promedio en base a información del MTPE.
____________________________________________________________________________
4 7
El Cuadro 12 señala que con la Ley 28015 del 2003 se redujeron para las microempresas de
hasta 10 ocupados, los llamados costos laborales no salariales, de 61% a 25 % del salario.
(Incluyendo Pensiones que es opcional y admitiendo un aporte al SENATI). Si se elimina el
aporte de Pensiones y el correspondiente al SENATI, entonces el costo laboral no salarial es
aún más bajo: 13 por ciento en el resto de las actividades. Si suponemos que el salario no puede
ser inferior a la RMV, esto implicaría un costo laboral total de 1.13* 550 = S/621.5.- soles
mensuales, esto es, aproximadamente us.1.07 dls. por hora si aceptamos una jornada legal de
48 hs. y un tipo de cambio de us 3.0 soles por us.dls. como el vigente a mediados de Octubre
del 2007.
La cifra de us.1.07 dls. por hora trabajada es más elevada que el costo laboral efectivo por hora
registrado en la práctica en una microempresa. El costo laboral efectivo puede estimarse a
partir del Cuadro 3-A si se acepta: i) el salario promedio efectivo es similar al ingreso
asalariado promedio para el segmento de 2 a 9 ocupados, registrado por dicho cuadro, de
S/492.- para 2006; ii) actualizando la cifra anterior al 2007 con un incremento de 5%, lo que
implica S/516.6.-; iii) dividiendo por el tipo de cambio de 3.0 se obtiene un costo laboral
mensual de us 172.2.- dls; iv) la cifra previa implica un costo laboral por hora de us.0.89.- dls.
Conviene recordar que este mismo cálculo, al ser efectuado en Agosto del 2007, arrojaba una
cifra aproximada a us.0.80 – el alza registrada en Agosto / Octubre se explica por la caída del
tipo de cambio nominal respecto al us. dólar.
En consecuencia, el costo laboral legal por hora trabajada en la microempresa, de us.1.07 dls. la
hora, es un 20.2 por ciento superior al costo laboral efectivo por hora registrado en la práctica
en la microempresa - us.0.89 dls la hora.
Una segunda conclusión que emerge del Cuadro 12 es que una reducción de los costos
laborales no salariales legales en la microempresa genera un descenso mucho menor que una
reducción del salario mínimo. Si se redujeran, por ejemplo, los costos no salariales de 25% a
sólo 8 por ciento, aún así tendríamos un costo laboral legal de S/594.- mensuales, equivalente a
us.1. dl la hora. Si se redujera la RMV en un 25 % para las microempresas, se tendría un costo
laboral legal de S/515.6.- mensuales, equivalente a us 0.895 dls la hora. Si se eximiera de hecho
o de derecho, el cumplimiento de la RMV para el estrato de 2 a 9 ocupados, el costo laboral
legal se aproximaría al costo laboral efectivo registrado en la práctica en las microempresas, de
us. 0.89 dls la hora.
Por consiguiente, para el segmento de microempresas tiene mucha más importancia reducir o
no exigir la RMV legal, que una disminución de los costos laborales no salariales, adicional a la
ya contemplada en el régimen de la ley 28015.
11. Una RMV menor a la actual para las microempresas urbanas de la Costa, Sierra y Selva.
La cuarta opción es establecer una RMV más baja para las microempresas situadas en Costa
Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana, fuera de Lima Metropolitana. Chacaltana (2006)
4 8sugiere la opción de un régimen simple de RMV diferente por regiones, pero no precisa el
criterio de implementación.
Concentrando la atención en el ámbito urbano3/, los Cuadros 4-A a 7-A sugieren que en Perú
las diferencias significativas se encuentran entre las ciudades de la Costa, Sierra y Selva por un
lado, y Lima Metropolitana por otro.
Por consiguiente, teniendo en cuenta que la administración de un esquema simple es más viable
que la de uno complejo, sería recomendable establecer sólo dos RMV, una para Lima
Metropolitana para todos los tamaños de empresa y otra para las microempresas de la Costa
Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana. O bien una para Lima Metropolitana y otra para la
Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana.
Existen diversas alternativas para estimar la diferencia entre las dos RMV antes citadas. La
diferencia entre las dos RMV, estaría dada por: i) la diferencia entre el Costo de la Canasta de
Consumo en las ciudades de la Costa, Sierra y Selva respecto a la Canasta de Consumo en
Lima Metropolitana; o ii) la diferencia entre los ingresos medios de los asalariados de las
microempresas de (2 a 5) en cada centro urbano fuera de Lima Metropolitana, respecto al
ingreso medio asalariado en (2 a 5) en Lima; o iii) la diferencia entre el ingreso medio
asalariado en microempresas de la Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana, respecto a la
RMV vigente. Estas tres opciones se exploran en las siguientes secciones.
Un segundo aspecto a tomar en cuenta es la necesidad de verificar si se aplica o no lo
establecido en la Constitución respecto a modificar los derechos adquiridos. Por lo tanto, es
necesario verificar si es o no legal reducir para los trabajadores de las microempresas la RMV a
menos de los 500.- soles vigentes en Setiembre del 2007 o S/ 550.- a partir del 1º de Octubre
del 2007. Si esto no fuera legalmente factible, solo es viable:
i) establecer un mínimo más bajo para los nuevos contratados por las microempresas
en la Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana..
ii) establecer gradualmente a través de reajustes diferenciados, durante 5 o 6 años, un mínimo más bajo para las microempresas de (2 a 9) fuera de Lima Metropolitana
Es importante señalar que en las diferentes opciones citadas previamente, la situación de
bienestar de los asalariados ocupados en las microempresas no se ve afectada, porque en la
práctica seguirán percibiendo lo que la microempresa les pague. En cambio, se verifica una
significativa reducción en el costo laboral legal que enfrentan las microempresas, lo que
contribuye a permitir su acceso a la formalidad y a los programas de promoción e la
competitividad y apoyo a la microempresa.
3 C o m o s e e x p u s o e n u n a s e c c i ó n a n t e r i o r , e l s a l a r i o i n t e g r a l t i e n e i m p l í c i t a m e n t e u n s a l a r i o b a s e p a r aa c t i v i d a d e s a g r a r i a s y a g r o i n d u s t r i a l e s , p o r l o q u e l a R M V d i f e r e n c i a d a d e b e s e r p a r a á r e a s u r b a n a s .
4 912. La RMV en base a las diferencias de costo de la canasta de consumo por dominio geográfico
Si se define CBi como el costo de la canasta básica en la Costa Urbana, Sierra Urbana, y Selva
Urbana y CBL el costo de la canasta básica en Lima Metropolitana, el factor de ajuste (F),
estaría dado por:
Fi = CBi / CBL
Por consiguiente, la RMVi estaría determinada por:
RMVi = a * Fi * CBL
Donde:
a: porcentaje de cumplimiento de la Canasta establecido como meta
Fi: ratio del costo de la canasta en la región (i) respecto al costo de l canasta en Lima
Metropolitana
CBL: Costo de la Canasta Básica de Consumo en Lima Metropolitana.
Tomando por ejemplo los respectivos valores de las Canastas de Consumo Básico en el 2006
presentadas en el Cuadro 19, el factor de ajuste en dicho año se presenta en el Cuadro 13.
Como se desprende del Cuadro 13, al aplicar un criterio de costo relativo de la canasta básica
de consumo, la nueva RMV para los centros urbanos de la Costa, Sierra y Selva debería ser
aproximadamente un 20 por ciento inferior a la vigente para que en los tres dominios
geográficos pueda cumplirse con la misma.
5 0
___________________________________________________________________________
Cuadro 13. Costo de la canasta de consumo por ámbito geográfico urbano como
proporción de la correspondiente a Lima Metropolitana.
2006
___________________________________________________________________________
Canasta de Consumo Lima Metropolitana = 100
Lima Metropolitana 100
Costa Urbana 81.3
Sierra Urbana 80.7
Selva Urbana 89.1
___________________________________________________________________________
Fuente: Cuadros 17 a 19 de este trabajo.
___________________________________________________________________________
13.La RMV en base a las diferencias de salarios en regiones respecto a Lima.
Una segunda opción es establecer dos RMV, una para Lima y otra para la Costa Urbana, Sierra
Urbana y Selva Urbana, en base a las diferencias de los ingresos medios asalariados en
microempresas (2 a 5) en las diferentes áreas urbanas de los dominios geográficos, respecto a
Lima Metropolitana.
Así, denotando wi al salario promedio en el estrato de (2 a 9) ocupados en el ámbito geográfico
(i) y wL al salario promedio en (2 a 9) en Lima Metropolitana, se tiene:
RMV i / RMV = wi / wL
El resultado de este enfoque se presenta en el Cuadro 14 siguiente. Como se desprende del
mismo, la diferencia entre los índices correspondientes a Lima Metropolitana y los tres
restantes ámbitos geográficos, es mucho mayor que cuando se utiliza como referente el costo
de la canasta básica de consumo por las áreas urbanas de cada ámbito geográfico.
5 1
____________________________________________________________________________
Cuadro 14. Índices de salarios en el estrato de (2 a5) ocupados respecto a Lima Metropolitana. 2006
____________________________________________________________________________
Lima Metropolitana = 100
Costa Urbana 65.4
Sierra Urbana 55.8
Selva Urbana 56.5
Lima Metropolitana 100.0
____________________________________________________________________________
Fuentes: Cuadros 3-A a 7-A de este trabajo
__________________________________________________________________________
14. La RMV en base a las diferencias de salarios en (2 a 5) respecto a la RMV 2006
La tercera alternativa está dada por las diferencias entre el promedio de los ingresos asalariados
en (2 a 5) en cada ámbito geográfico, respecto a la RMV vigente en el momento de la Encuesta
de Hogares 2006 (S/500.- mensuales). Esto se presenta en el Cuadro 15 siguiente. Como se
observa de este Cuadro, las diferencias de los tres ámbitos geográficos se reducen pero siguen
siendo elevadas. Una RMV que operara como piso para los salarios en las microempresas de
las áreas urbanas estos tres ámbitos geográficos debería ser un 32 % inferior a la RMV actual
para dar cuenta de esas diferencias.
5 2
____________________________________________________________________________
Cuadro 15. Índices de Salarios (2 a 5) por ámbito geográfico respecto a la RMV 2006.
____________________________________________________________________________
RMV = 100
Costa 79.4
Sierra 67.6
Selva 68.6
Lima Metr. 121.4
____________________________________________________________________________
Fuente: Cuadros 3-A a 7-A de este trabajo.
____________________________________________________________________________
15. Las implicancias para la política de salarios mínimos
Lo expuesto en secciones previas sugiere que establecer un único mínimo diferenciado para la
Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana implica algún tipo de trade-off ya que es difícil
que satisfaga la diferente situación de las microempresas en los centros urbanos de los tres
ámbitos geográficos. Los tres criterios ensayados (diferencia entre el costo de la canasta básica
de consumo por regiones; diferencia entre los ingresos asalariados en (2 a 5) de cada ámbito
geográfico y el verificado en Lima y diferencia entre el ingreso asalariado en (2 a 5) en cada
ámbito geográfico y la RMV vigente en el 2006) arrojan escenarios distintos entre sí, y
señalan, en los tres casos, las diferentes situaciones de las microempresas de áreas urbanas de
cada ámbito geográfico, lo que tendrá que ser tomado en cuenta para las recomendaciones de
política.
Por consiguiente, una opción en este enfoque es establecer una RMV inferior a la actual, que
refleje el salario de entrada a microempresas urbanas del ámbito geográfico en el que la
productividad de las microempresas es más baja – la Sierra Urbana. En este caso, la nueva
RMV será efectivamente un piso para la Sierra Urbana, pero estará por debajo del piso para la
Costa Urbana y la Selva Urbana. Otra opción es adoptar un criterio intermedio, en cuyo caso
una fracción de las microempresas de la Sierra Urbana quedarán con sus salarios por debajo del
mínimo.
Finalmente, las diferencias estimadas en las secciones anteriores deben ser ajustadas
controlando por jornada laboral. Esto es, considerando e ingreso asalariado promedio en
5 3microempresas de (2 a 5) en la Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana, de los asalariados
que trabajan una jornada normal o más. No es factible obtener esta información de la ENAHO
continua 2006, porque el error muestral es elevado. Este ajuste reducirá la brecha entre el
ingreso asalariado promedio en microempresas (2 a 5) fuera de Lima Metropolitana y la RMV
vigente – probablemente de 32% a 20 o 25 por ciento. Con este ajuste, la diferencia entre el
ingreso salarial medio en microempresas (2 a 5) fuera de Lima y la RMV, se iguala a la
diferencia entre el costo de la canasta de consumo básico en áreas urbanas fuera de Lima y el
costo de la canasta de consumo básico en Lima Metropolitana.
5 4 Capítulo III
La aplicación del criterio de reajuste de la RMV a las microempresas
16. El enfoque analítico para un reajuste diferenciado para microempresas.
Una vez establecido el diferencial entre la actual RMV y la aplicable a la microempresa urbana
de (2 a 9) ubicada fuera de Lima Metropolitana, el reajuste de cada segmento puede descansar
en el aumento de la productividad registrado en cada uno de ellos más la inflación subyacente
esperada.
Por consiguiente, para el conjunto de empresas con un tamaño de (10 y +) ocupados, es factible
aplicar el criterio técnico señalado en García (2007b). El mismo se obtiene del siguiente
enfoque4. Definiendo:
rm = tasa de reajuste de la RMV
qf = tasa de crecimiento de la productividad multifactorial
pe = inflación subyacente esperada para el período de vigencia del reajuste.
Se tiene:
rm = qf + pe
Como se expone en García (2007 b), (qf) se obtiene del siguiente enfoque.
16.1. La estimación del crecimiento anual de la productividad multifactorial
El concepto de crecimiento de la productividad multifactorial es similar al de crecimiento de la
productividad total. En ambos casos, el enfoque es verificar la porción del crecimiento del PIB
no explicada por el aumento en el volumen de utilización de factores productivos capital,
trabajo y otros - lo que implica aceptar ese residuo como expresión de un conjunto de
fenómenos que se expresan en el aumento de la productividad multifactorial.
Lo que diferencia el enfoque de la productividad multifactorial del enfoque de la productividad
total, es lo siguiente:
i) El crecimiento de la productividad total es estimado econométricamente con funciones
continuas, ya que se asume que el fenómeno analizado es continuo. El crecimiento de
la productividad multifactorial es aceptado como un fenómeno discreto y medido
entonces con funciones discretas. 4 / E n c o n d i c i o n e s c o m p e t i t i v a s W / P = a * Q , d e d o n d e , a l d e r i v a r r e s p e c t o a l t i e m p o y e x p r e s a r l a r e l a c i ó n p r e v i ae n t a s a s d e c r e c i m i e n t o , s e o b t i e n e w = p + q .
5 5ii) La estimación del crecimiento de la productividad total usando funciones de
producción, implica aceptar los supuestos correspondientes a cada función que se
utilice. En la práctica, el hecho de que en la realidad se cumpla o no dichos supuestos
es el factor decisivo para aceptar o rechazar la medición, aún cuando sea
econométricamente muy bien efectuada.
iii) La estimación del crecimiento de la productividad total usando funciones de
producción, suele ser utilizada para medir el crecimiento de la productividad total
durante un cierto número de años de un período determinado – por ejemplo, el de los
dos últimos quinquenios. Utilizar la misma metodología para estimar el crecimiento de
la productividad total el próximo año, implica añadir nuevos puntos de observación y
re-estimar econométricamente la función de producción. Aún así, nada puede
asegurarnos que la o curva estimada pase por el punto exacto correspondiente al
aumento de la producción y productividad total del próximo año. El error o distancia
entre la curva estimada y el punto real, se manifiesta en un error de medición del
crecimiento de la productividad total en ese año.
iv) La estimación del crecimiento de la productividad multifactorial descansa en una
fórmula de estimación discreta, no continua. Los parámetros de dicha ecuación, se re-
estiman años a año, se usan pocas variables y no es necesario medir el nivel de cada
variable si no su tasa de variación..
v) El enfoque del crecimiento de la productividad multifactorial es más cercano a las
variables disponibles observadas y registradas estadísticamente. Con ello, no es sólo un
enfoque más simple, si no de menor costo de estimación, razón por la cual ha sido
adoptado por muchos gobiernos – incluyendo el Bureau of Labor Statistics,
Department of Labor, USA
Definiendo:
qf: tasa de crecimiento anual de la productividad multifactorial
y: tasa de crecimiento del PIB
Ey/k : Elasticidad producto – capital
Ey/e : Elasticidad producto- empleo
e : tasa de crecimiento del empleo
k : tasa de crecimiento del capital
Y: PIB
K: Capital
E: Empleo
5 6Se tiene:
y = qf + [(∂Y/∂K) * K/Y] * k + [(∂Y/∂E)* E/Y] * e (1)
La ecuación (1) establece que el crecimiento del producto está explicado por la
contribución del aumento de la magnitud cada factor – 2do y 3er término – más el
crecimiento de la productividad multifactorial (qf)5/. La contribución a la tasa de
crecimiento del producto de cada factor, se estima a través del crecimiento del factor
multiplicado por la elasticidad producto-factor respectiva. De (1) se infiere:
qf = y – Ey/k * k - Ey/e * e (2)
Si se asumen retornos constantes a escala, se tiene:
Ey/k + Ey/e = 1
Ey/k = (1 – Ey/e) (3)
Reemplazando (3) en (2)
qf = y – (1 -Ey/e)*k – Ey/e * e (4)
Si se dispone de estimaciones de Ee/y, es factible reemplazar en (3):
Ey/e = (1 / Ee/y)
Se puede reescribir (4) como sigue:
qf = y – [1- 1/(Ee/y)]*k – [1/(Ee/y)]*e (5)
La expresión (5) es ya una forma operacional para la estimación de (qf). Todas las variables y
parámetros de esa expresión (incluyendo Ee/y) son re-estimados anualmente con la
información oficial disponible – BCRP; INEI y PEEL/MTPE.
16.2. Relación entre el crecimiento de la productividad laboral y el de la productividad multifactorial
Es habitual el uso del producto por ocupado o producto por hora trabajada como indicador de
productividad, y se lo suele denominar “productividad laboral” aunque analíticamente es
conocido como productividad aparente, ya que no es un indicador de productividad laboral y
tampoco mide la productividad multifactorial. ¿Existe alguna relación sistemática entre el
crecimiento de la productividad “laboral” o aparente (qe) y el crecimiento de la productividad 5 / E n r i g o r , e n e l s e g u n d o y t e r c e r t é r m i n o s e p r e s e n t a n d e r i v a d a s p a r c i a l e s : e l a u m e n t o d e l p r o d u c t o p o r u n i d a dd e a u m e n t o d e c a d a f a c t o r , s u p o n i e n d o e l r e s t o c o n s t a n t e .
5 7multifactorial (qf)? Si así fuera, bajo que condiciones es el crecimiento de la productividad
factorial (qf) mayor, menor o igual a (qe)?
Para dar una respuesta a las dos preguntas previas, partimos de la ecuación (5):
qf = y – [1- 1/(Ee/y)]*k – [1/(Ee/y)]*e
Si sumamos y restamos en el segundo miembro de la ecuación previa, la tasa de crecimiento
del empleo (e), se tiene:
qf = (y-e) – k + k/(Ee/y) – e/(Ee/y) + e
De donde:
qf = (y-e) + [1/ (Ee/y)] (k-e) – (k-e)
Que puede sintetizarse en:
qf= (y-e) + [1/(Ee/y) -1] (k-e) (6)
La ecuación (6) se puede re-escribir como:
qf = (y-e) – [1- 1/(Ee/y ] (k-e) (7)
En (7), (y-e) es el crecimiento de la productividad laboral o aparente (qe) y (k-e) la tasa de
crecimiento de la relación capital- trabajo al nivel agregado (ke). Reemplazando en (7) se
tiene:
qf = qe – (1- 1/Ee/y) * ke (8)
La ecuación (8) establece nítidamente la relación entre el crecimiento de la productividad
multifactorial (qf) y el crecimiento de la productividad laboral (qe).
Es importante destacar que desde el punto de vista causal es el crecimiento de la productividad
multifactorial el que determina al de la productividad laboral – y no a la inversa.
La ecuación (8) señala implícitamente cuales son las condiciones para que el crecimiento de la
productividad multifactorial (qf) sea mayor que el de la productividad laboral o aparente. La
primera condición es que el crecimiento anual de la relación capital-trabajo sea positivo; la
segunda que la elasticidad empleo-producto sea inferior a la unidad.
Esto es:
Si ke>0 y Ee/y <1 qf > qe
Estas condiciones se sistematizan en la presentación que sigue a continuación.
5 8
ke > 0 ke < 0
Si E e/y < 1 qf > qe Si Ee/y < 1 qf < qe
Si E e/y = 1 qf = qe Si Ee/y = 1 qf = qe
Si E e/y > 1 qf < qe Si Ee/y > 1 qf > qe
Dado que empíricamente tienden a predominar claramente los periodos en que Ee/y <1,
podemos escribir:
(E e/y) < 1 (qf > qe) si ke > 0
(E e/y) < 1 (qf < qe) si ke < 0
Podemos dar un paso adicional explicitando (8) en (qe). Se tiene:
qe = qf - (1- 1/Ee/y) * ke (8’)
La ecuación (8’) puede interpretarse como sigue. Desde el punto de vista de la causalidad,
dado [(Ee/y) < 1], la tasa de crecimiento del producto por ocupado depende de: i) el ritmo de
crecimiento de la productividad multifactorial (qf); e ii) la tasa de crecimiento de la relación
capital-trabajo (ke). En este enfoque, es el crecimiento de la productividad multifactorial el que
determina al de la productividad aparente o “laboral” – y no a la inversa.
16.3 El crecimiento de la productividad en la microempresa.
Para el conjunto de microempresas de (2 a 9) ocupados, es factible aplicar el enfoque que se
expone a continuación. La expresión (8) planteada en la sección previa, es de especial interés
para el tema del crecimiento de la productividad en el segmento de las microempresas. La
misma establecía:
qf = qe + (1- 1/Ee/y)*ke (8)
La ecuación (8) establece la vinculación entre el crecimiento de la productividad multifactorial
(qf) y el crecimiento del producto por ocupado (qe).
La ecuación (8) también posee una interpretación especial. En contextos en que no existe
acumulación de capital o la misma es muy débil y el crecimiento del empleo muy elevado,
entonces la tasa de crecimiento de la relación capital-trabajo tiende a cero (ke) = 0.
5 9De acuerdo a (8) en ese caso (qf = qe). Esto significa que en contextos en que predomina una
muy débil acumulación de capital fíjo y el crecimiento del empleo es significativo, el único
factor productivo es el trabajo, y en consecuencia, el producto por unidad de factores es igual al
producto por unidad de trabajo.
En el segmento de la microempresa predomina una tasa de crecimiento del capital por persona
ocupada, (ke) muy cercana a cero – con la excepción de las microempresas en las que se
registra una acumulación de capital significativa, que no es lo predominante. En este
segmento, rige entonces el enfoque expuesto previamente, del crecimiento de la productividad
sin acumulación significativa de capital.
En consecuencia el producto de los dos factores que integran el segundo término de (8) tenderá
a cero:
(1- 1/Ee/y) * ke 0 ;
En esa situación la tasa de crecimiento de la productividad multifactorial tenderá a ser similar a
la del producto por ocupado:
qf = qe (9)
En la microempresa, el crecimiento del producto por ocupado tenderá a ser muy cercano al
crecimiento de la productividad multifactorial. Si existe algún proceso de acumulación de
capital, normalmente muy débil, entonces, el crecimiento de la productividad multifactorial
será ligeramente mayor al del producto por trabajador, en la medida que (Ee/y < 1) y ke >0.
Lo expuesto en (9) puede también interpretarse de la siguiente manera. En una economía en
que el capital no juega ningún rol y en la que el único factor productivo es el trabajo, entonces
el crecimiento de la productividad estará dado por el aumento del producto por trabajador.
Queda así más claro porqué es un error adoptar el crecimiento del producto por ocupado como
indicador de productividad, en una economía en la que se utiliza el factor capital.
Lo expuesto en (9) es importante porque permite aproximarnos al crecimiento de la
productividad multifactorial en la microempresa a través de observar el aumento del producto
por trabajador. Esto último es obtenible de las estimaciones de la participación de la MYPE en
el PIB, y de la información de empleo por tamaño de establecimiento.
16.4. El criterio de reajuste en la microempresa.
Por lo expuesto en la sección previa el criterio de reajuste de la RMV en el segmento de
microempresas estaría dado por:
rmm = qem + pe (10)
Donde:
rmm: tasa de reajuste de la remuneración mínima para la microempresa de (2 a 9)
qem: tasa de crecimiento del producto por ocupado en el estrato de (2 a 9) ocupados
6 0pe: inflación subyacente esperada para el período futuro.
16.5. La estimación del crecimiento de la productividad aparente en (2 a 9) ocupados
La estimación del crecimiento del producto por ocupado en el estrato de (2 a 9) ocupados
incluye la estimación del crecimiento del producto de dicho estrato y el del empleo relevante.
En la actualidad, no se dispone de una fuente estadística confiable para estimar la contribución
al PIB del segmento MYPE. La última estimación corresponde a INEI (1995) en la que se
detectó una contribución de 35%. Villarán (2000) estimó una participación de 42 % para las
MYPE – hasta 50 ocupados.
Para tener más seguridad de que se descansaba es estimaciones confiables, en este trabajo se
efectuaron dos estimaciones de la participación de las empresas de (2 a 9) ocupados en el PIB.
La primera, en base a información e hipótesis de las cifras de salarios, la relación
(salarios/valor agregado) y el PIB. La segunda en base a las ventas, los coeficientes de (valor
agregado/ventas) y el PIB. Ambas se describen a continuación. El cálculo basado en cada una
de estas metodologías se presenta en el Anexo Metodológico de este trabajo. El ratio (salarios /
valor agregado) y el ratio (valor agregado / ventas) en el estrato de (2 a 9) ocupados obtenidos
en las estimaciones se presentan en el Cuadro 16.
16.6. La contribución al PIB en base a a la relación (salarios/valor agregado).
Dado que lo que se desea estimar es la tasa de crecimiento del producto por ocupado en la
microempresa (qem), y denotando (VA) el valor agregado por el estrato de microempresas,
conviene tener en cuenta:
qem = (VAt / Et) / (VAt-1 / Et -1) (11)
qem = VAt * Et-1 / VAt-1 * Et
Dado que:
VAt = α PIBt VAt-1= (αt-1) PIBt-1 (12)
Reemplazando en (11):
qem = [α PIBt / (αt-1) PIB t-1] / [Et / Et-1] -1 (13)
qem = α/α(t-1) [ 1 + y] / [1 + em ] -1 (14)
6 1La expresión (14) señala que el crecimiento acumulado del producto por ocupado en la
microempresa (qem) se puede obtener de las cifras de PIB y empleo aportados por el estrato de
(2 a 9) si es factible efectuar una estimación confiable del ratio (α) del producto aportado por
la microempresa de (2 a 9) ocupados respecto al PIB Total, para el año inicial (t-1) y final (t)del
período para el cual se está estimando el crecimiento de la productividad aparente.
Una manera de estimar [α] y [α(t-1)] a partir de información disponible es la siguiente: el
empleo asalariado en microempresas, los ingresos asalariados y una estimación de la relación
(salarios totales / valor agregado) para ese segmento.
Denotando (µ) a la relación (valor agregado / salarios totales) en el estrato (2 a 9) y STM al
total de salarios en (2 a 9) se tiene:
α = STM / µ
De donde el PIB aportado por la microempresa (2 a 9) o PIBM estaría dado:
PIBM = α x PIB
La relación (µ = valor agregado /salarios totales) es creciente según tamaño de establecimiento,
por la misma razón que el producto por ocupado es creciente por tamaño de establecimiento.
En consecuencia, la relación (valor agregado / salarios totales) debe ser en la microempresa
menor a la registrada en la pequeña empresa, en la mediana y en la grande – y menor al
promedio nacional.
Recíprocamente, la relación (salarios totales /valor agregado) debería ser mayor al promedio
nacional. A nivel nacional, la relación (salarios/ valor agregado) es de aproximadamente 0.23,
de acuerdo a la información de Cuentas Nacionales del INEI.
En el Anexo Metodológico se describe la estimación cuyo resultado para el 2006 es:
µ = 0.267
α = 0.128
16.7. La contribución al PIB en base al ratio (valor agregado/ ventas). Una segunda alternativa es calcular el valor agregado de la microempresa a través de la
información de ventas promedio por empresa y el ratio (Ω = valor agregado/ventas).
En el anexo metodológico de este trabajo se presenta la estimación de (Ω) y el valor de (α) que
se obtiene por este camino. Si definimos el total de ventas brutas del estrato (2 a 9) como VTM,
se tiene:
α = PIBM /PIB = Ω x VTM / PIB
Para el 2006 se obtuvo:
6 2
Ω = 0.455
α= 0.1232
Para el 2005 α = 0.1286
Un cálculo similar para el estrato de 2 a 19 ocupados da α = 29.5 por ciento
16.8. La contribución de las microempresas al PIB: una síntesis
El hecho de que utilizando metodologías de cálculo muy diferentes se obtenga un resultado
muy parecido, sugiere que los valores estimados para la contribución de las microempresas al
PIB no están demasiado lejos de la realidad – o que la casualidad es elevada.
Como se desprende de las estimaciones efectuadas en las páginas previas y sintetizadas en el
Cuadro 16, la contribución al producto de las microempresas del estrato de (2 a 9) ocupados se
ubica en el 2006 en el rango de 12.3 a 12.8 por ciento, según cual sea el método de estimación
utilizado. Para el 2005, el rango estimado en forma análoga es 12.6 a 13.1 por ciento. Para
fines de cálculo se utilizará el valor promedio de cada rango.
Como dato adicional, no utilizado en este trabajo, el mismo proceso de estimación arroja una
participación del estrato de (2 a 19) ocupados de entre 29.5 y 31.1 por ciento para el 2006. Lo
que permite estimar la participación del primer estrato de la pequeña empresa de (10 a 19) por
diferencia: entre 17.2 y 18.3 por ciento del PIB.
Las estimaciones previas permiten formarse una idea del producto por ocupado en la micro y
pequeña empresa para el 2006. Esto se presenta en el mismo Cuadro 16. Como se desprende
del mismo, el producto por ocupado alcanzaba en el 2006 a aproximadamente us.1.500.- dls.
anuales en el estrato de la microempresa de (2 a 9) ocupados y a us.28.795.1 dls. anuales en el
estrato de (10 a 19) perteneciente a la pequeña empresa. Como se observa, una diferencia de 1 a
19 aún sin considerar el producto por ocupado en el resto de la pequeña empresa (20 a 49) y en
la mediana (50 a 199) y gran empresa (200 y +).
Se pudo estimar también el producto por ocupado en las empresas de 20 y más, que para el
2006 habría alcanzado la cifra de us.34.360.- dls. anuales. Esto confirma que la brecha d4e
productividad más grande es la que se encuentra entre la micro (2 a 9) y las empresas de mayor
tamaño. Es este rasgo estilizado de la economía peruana el que estaría explicando el grueso de
la heterogeneidad productiva.
Si en lugar de computar a todos los ocupados en las microempresas de (2 a 9), sólo
consideramos al conductor de la microempresa y a los asalariados, se puede estimar el producto
por trabajador, el que si bien es más elevado – us. 4.146.1 dls. anuales – sigue exhibiendo una
fuerte diferencia de productividad respecto a las empresas de mayor tamaño.
6 3________________________________________________________________________
Cuadro 16. Productividad y Participación de la Microempresa en el PIB. 2006 _________________________________________________________________________
2006 Ratio (salarios / valor agregado) 0.266 en estrato (2 a 9) 1/ Ratio (valor agregado / ventas) 0.455 en estrato (2 a 9) 2/ ___________________________________________________________________________ Participación Producto por Producto por en el PIB Ocupado a/ Trabajador b/ (%) (us.dls.) (us.dls) 2006 (2 a 9) ocupados 12.3 a 12.8 1.500.0 4.146.1 (10 a 19) ocupados 17.2 a 18.3 28.795.1 30.601.1 20 y + 68.9 a 70.5 34.360.8 34.593.1 _________________________________________________________________________
Fuente: Estimaciones efectuadas para este trabajo descritas en secciones previas, en base a información de ENAHO IV trimestre 2006, Encuesta Económica del INEI (2005), DNMYPE
(2005) y SUNAT (2005).
1/ En base a SUNAT (2005) y ENAHO IV Trimestre (2006)
2/ En base a SUNAT corregido por sub-declaración y Encuesta Económica de
Establecimientos del INEI (2005
a/ Definido como el Valor Agregado dividido por la ocupación total en el estrato de respectivo, lo que incluye la suma de asalariados más el conductor de la microempresa más los
trabajadores familiares no remunerados que trabajan en las microempresas más los
independientes con trabajadores familiares no remunerados del estrato correspondiente.
b/ Definido como el valor agregado dividido la suma de asalariados más el conductor de la microempresa, excluido los trabajadores familiares no remunerados y los independientes con
trabajadores familiares no remunerados.
_________________________________________________________________________
6 417. El crecimiento de la productividad aparente en la microempresa en el 2006.
Las estimaciones de las secciones precedentes permiten aplicar la siguiente expresión para
estimar el crecimiento de la productividad aparente en el estrato de (2 a 9) ocupados:
qem 06 = α/α(t-1) [ 1 + y] / [1 + em] -1 (II.4)
Los valores que adoptan las variables son:
α = 0.126
α(t-1) = 0.128
y = 0.083
em 06= 0.059 6/
qem06 = (0.126/ 0.128)* (1.083) / (1.059) - 1
qem 06= 0.01
Un cálculo similar para el 2005 arroja un crecimiento de la productividad aparente cercano a
1.5 por ciento.
Lo expuesto señala un segundo rasgo del estrato de (2 a 9) ocupados. No sólo su nivel de
productividad es bajo, también registra un crecimiento de la productividad aparente inferior al
registrado por los estratos de mayor tamaño de empresa. Este rasgo puede inferirse del muy
débil crecimiento del ingreso de los asalariados en este segmento en 2002-06 – véase García
(2007a). En parte esto se explica por la fuerte presión del crecimiento del empleo en este
segmento – particularmente elevado en el 2005 -06.
18. Un hipotético reajuste del salario mínimo para las microempresas en el 2007.
Por consiguiente, si hubiera que efectuar un reajuste de un hipotético salario mínimo para
microempresas en diciembre del 2007 aplicando el criterio de crecimiento de la productividad
más inflación subyacente tendríamos:
rmm = qem + pe
6 / E n b a s e a c i f r a s d e e m p l e o e n m i c r o e m p r e s a s d e ( 2 a 9 ) o c u p a d o s , E N A H O / I N E I I V T r i m e s t r e 2 0 0 6 y 2 0 0 5 .
6 5El aumento acumulado en la productividad aparente en el 2005-06 sería de (0.025). La
inflación subyacente esperada para el 2008-09 sería de 2.25 % para el 2008 y 2.0 por ciento
para el 2009. Por consiguiente, se tiene:
rmm = 0.025 + 0.0425 = 0.0675
El reajuste de una hipotética RMV para microempresas seria de casi 7 por ciento, inferior al
último reajuste de la RMV vigente aprobado en Setiembre del 2007. Esto se explica,
esencialmente, por la combinación de un crecimiento débil del producto por ocupado en 2005-
06 en el estrato (2 a 9) y una inflación subyacente esperada baja para 2008-09.
6 6 Capítulo IV
RMV y Canasta Básica de Consumo
19. La canasta básica de consumo
La canasta básica de consumo es la utilizada para establecer la línea de pobreza. Esto es, toda
familia (o persona) por debajo de la línea establecida por esa canasta para el hogar (o per
cápita), es considerada pobre. De acuerdo a la información del INEI, el costo de esa canasta
básica ascendía en el año 2006 a S/960.5 a nivel nacional promedio, para una familia de 4.25
miembros con un promedio de 2 perceptores de ingresos. La canasta básica de consumo incluye
alimentos y no alimentos. La proporción de alimentos y no alimentos en la canasta básica, varía
– dentro de un rango acotado – por departamentos. De acuerdo a la información del INEI, los
alimentos representaban aproximadamente el 45 por ciento de la canasta básica de consumo
(Lima Metropolitana) en el 2006 – y los no alimentos, el 55 % restante.
La estimación de la canasta se efectúa en forma desagregada por departamentos y regiones. A
partir de normas calóricas, se identifican los alimentos que suelen integrar la canasta de
consumo en cada departamento y se estima la proporción de cada uno requerida para satisfacer
la norma calórica correspondiente al departamento de que se trate. Se obtiene así una canasta de
alimentos, variable por regiones, por persona, que garantiza la norma calórica. A renglón
seguido se valoriza cada canasta de alimentos de acuerdo a los precios de los mismos que
arrojan las encuestas en cada lugar. La canasta de no alimentos se obtienen de estudios en los
que se analiza que proporción del consumo es destinado a alimentos por nivel de ingresos.
Conocida la proporción de (consumo / gasto en alimentos) y el valor de la canasta de alimentos
por departamento, se puede obtener la canasta básica de consumo total.
20. Diferencias regionales en el costo de la canasta básica de consumo.
El costo de la canasta básica de consumo difiere significativamente por dominio geográfico y
departamento. El Cuadro 17 siguiente, que contiene las estimaciones oficiales del INEI, señala
claramente esas diferencias. En Lima Metropolitana, el costo de la canasta básica de consumo
per cápita era en el 2006 igual a S/ 281.- En el otro extremo, en la Sierra Rural era de S/ 181.9
y en la Selva Rural S/162.5 Se trata entonces de diferencias significativas, de entre 30 y 43 por
ciento respecto a Lima Metropolitana. Aún comparando sólo dominios geográficos urbanos, el
Cuadro 21 señala que la diferencia entre el costo de la canasta en Lima Metropolitana y el costo
en los restantes centros urbanos de la Costa, es de 20.4 %, de 16 % respecto a los centros
urbanos de la Sierra y de 19 % respecto a los centros urbanos de la Selva.
Conviene recordar que desde el punto de vista de este trabajo, es relevante tomar en cuenta las
diferencias de costo en la Canasta Básica entre regiones siempre que en las mismas trabajen
una porción significativa de asalariados. Si en una región el número de asalariados es muy
pequeño, carece de sentido plantear ajustes por el costo de la canasta.
El cálculo del costo de la canasta básica difiere entre las regiones y ámbitos geográficos por dos
razones: i) el costo de la canasta básica de consumo per capita es diferente; ii) el número de
miembros del hogar también difiere.
6 7El Cuadro 18, que incluye las estimaciones oficiales del INEI, señala con nitidez que a nivel
nacional el número de miembros del hogar era de 4.25 personas en el 2006. Este valor es el
promedio ponderado nacional: en Lima Metropolitana es de 4.2, en la Costa Urbana 4.3, en la
Sierra Urbana 4.0, y en la Selva Urbana 4,6
El Cuadro 19 provee de información sobre el número de perceptores de ingreso por hogar.
Dicho número es 2.04, para el promedio ponderado nacional. Se eleva a 2.25 para Lima
Metropolitana y 2.33 para las restantes ciudades de la Costa, y se reduce a 2.05 para la Sierra
Urbana y 2.11 para la Sierra Urbana.
El Cuadro 19 establece la Canasta Básica de Consumo por Hogar. Esta se obtiene
multiplicando el costo de la Canasta Básica de Consumo Per Cápita que presenta el Cuadro 17,
por el Número de Miembros del Hogar, señalados en el Cuadro 18. Como se desprende del
Cuadro 19, se mantienen las diferencias en el costo de la Canasta, porque el mayor costo en las
regiones en que la canasta es más cara, no es neutralizado por un descenso del número de
miembros del hogar. El Cuadro 19 confirma que el costo de la canasta es más elevado en Lima
Metropolitana que en las restantes ciudades de los ámbitos geográficos del país. El costo de la
Canasta Básica por Hogar para Lima Metropolitana ascendía en el 2006 a S/ 1.180.2 mientras
que el promedio nacional era de S/ 960.5
6 8__________________________________________________________________________
Cuadro 17. Perú. Canasta Básica de Consumo per Cápita por Dominio Geográfico.
y Departamento. 2006. (en Soles del 2006)
LINEAS DE POBREZA TOTAL / VALOR DE LA CANASTA BASICA DE CONSUMO, 2006
DOMINIOS DE ESTUDIO Línea de pobreza percápita mensual (nuevos soles S/.)
Total 226.0
Área de residencia
Urbana 251.8
Rural 177.8
Regiones naturales
Costa 251.3
Sierra 201.3
Selva 192.3
Dominios
Costa Urbana 1/ 223.7
Costa Rural 181.2
Sierra urbana 235.8
Sierra rural 181.9
Selva urbana 227.2
Selva rural 162.5
Lima Metropolitana 281.0
Departamentos
Amazonas 187.7
Ancash 205.8
Apurimac 193.9
Arequipa 221.4
Ayacucho 203.9
Cajamarca 179.9
Cusco 202.0
Huancavelica 193.9
Huánuco 203.9
Ica 214.3
Junín 207.5
La Libertad 208.9
Lambayeque 203.7
Lima 2/ 274.8
Loreto 206.2
Madre de Dios 205.2
Moquegua 212.2
Pasco 215.1
Piura 207.4
Puno 201.3
San Martín 190.3
Tacna 205.7
Tumbes 219.4
Ucayali 204.1
1/ Excluye Lima Metropolitana
6 92/ Incluye la Provincia Constitucional del Callao.
Fuente: INEI.- Encuesta Nacional de Hogares Anual 2006.
__________________________________________________________________________________________________
Cuadro 18. Canasta básica total o línea de pobreza, número de miembros y número de perceptores (incluye alimentos y no
alimentos) – 2006
Dominios / regiones
Canasta básica mensual por persona (nuevos soles) 1/
Número de miembros del hogar 2/
Número de perceptores del
hogar 3/
Nacional 226.0 4.25 2.04
Urbana 251.8 4.22 2.22
Rural 177.8 4.29 1.68
Costa 251.3 4.24 2.27
Sierra 201.3 4.12 1.77
Selva 192.3 4.67 1.83
Costa urbana 223.7 4.29 2.33
Costa rural 181.2 4.32 2.14
Sierra urbana 235.8 4.04 2.05
Sierra rural 181.9 4.17 1.61
Selva urbana 227.2 4.63 2.11
Selva rural 162.5 4.71 1.58
Lima metrop 281.0 4.20 2.25
Amazonas 187.7 4.29 1.89
Ancash 205.8 4.30 2.02
Apurimac 193.9 4.30 1.48
Arequipa 221.4 4.07 2.12
Ayacucho 203.9 4.12 1.63
Cajamarca 179.9 4.43 1.73
Cusco 202.0 3.78 1.60
Huancavelica 193.9 4.24 1.58
Huánuco 203.9 4.59 1.88
Ica 214.3 4.20 2.09
Junín 207.5 4.03 1.92
La Libertad 208.9 4.31 2.14
Lambayeque 203.7 4.54 2.51
Lima 274.8 4.17 2.23
Loreto 206.2 5.75 2.02
Madre de Dios 205.2 3.72 1.64
Moquegua 212.2 3.37 1.70
Pasco 215.1 4.07 1.62
7 0Piura 207.4 4.58 2.29
Puno 201.3 3.93 1.74
San Martín 190.3 4.47 1.80
Tacna 205.7 3.39 1.87
Tumbes 219.4 4.29 2.67
Ucayali 204.1 4.77 2.02
Fuente: INEI - Encuesta Nacional de Hogares - ENAHO 2006
1/ Se refiere al valor de la Canasta Mínima (línea total de pobreza), que permite medir la pobreza
2/ Miembros del hogar, es el conjunto de personas, sean o no parientes (padres, hijos solteros, hijos casados, hermanos, tíos etc.), que ocupan en su totalidad o en parte una vivienda, comparten las comidas principales y atienden en común otras necesidades vitales. Se excluye a la trabajadora del hogar o pensionista.
3/ Perceptor de ingreso es el miembro del hogar de 14 años y más que recibe ingreso por trabajo, rentas o transferencias de nacionales o extranjeros.
________________________________________________________________________________________
7 1
Cuadro 19. Canasta Básica de Consumo por Hogar. 2006. (En soles del 2006)
______________________________________________________________________ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Dominios / regiones
Canasta básica mensual por
persona (nuevos soles) 1/
Número de miembros del hogar
2/
Número de perceptores del hogar 3/
Canasta básica de consumo por Hogar
Nacional 226.0 4.25 2.04 9 6 0 . 5
Urbana 251.8 4.22 2.22 1 0 6 2 . 5
Rural 177.8 4.29 1.68 7 6 2 . 8
Costa 251.3 4.24 2.27 1 0 6 5 . 5
Sierra 201.3 4.12 1.77 8 2 9 . 4
Selva 192.3 4.67 1.83 8 9 8 . 1
Costa
urbana 223.7 4.29 2.33 9 5 9 . 7
Costa rural 181.2 4.32 2.14 7 8 2 . 8
Sierra urbana 235.8 4.04 2.05
9 5 2 . 6Sierra rural 181.9 4.17 1.61
7 5 8 . 5Selva
urbana 227.2 4.63 2.11 1 0 5 1 . 9
Selva rural 162.5 4.71 1.58 7 6 5 . 4
Lima metrop 281.0 4.20 2.25
1 1 8 0 . 2Fuente: INEI - Encuesta Nacional de Hogares - ENAHO 2006
1/ Se refiere al valor de la Canasta Mínima (línea total de pobreza), que permite medir la pobreza
2/ Miembros del hogar, es el conjunto de personas, sean o no parientes (padres, hijos solteros, hijos casados,
hermanos, tíos etc.), que ocupan en su totalidad o en parte una vivienda, comparten las comidas
principales y atienden en común otras necesidades vitales. Se excluye a la trabajadora del hogar o pensionista.
3/ Perceptor de ingreso es el miembro del hogar de 14 años y más que recibe ingreso por trabajo, rentas o transferencias de
nacionales o extranjeros.
_________________________________________________________________________
21. La relación entre la canasta de consumo básica y la RMV.
7 2Un aspecto relevante es como debe entenderse la relación entre la RMV y la Canasta Básica
de Consumo. La RMV está definida para una persona, es decir, un trabajador asalariado. La
Canasta Básica de Consumo por Hogar está definida per cápita para un promedio de adultos
y niños. También puede definirse la canasta para una familia – un hogar. Por consiguiente,
no se puede comparar la canasta per cápita con una RMV porque la primera es un promedio
para adultos y niños y la segunda está definida para un trabajador asalariado. Tampoco se
puede decidir que la RMV de una persona debe cubrir el costo de la Canasta Básica de
Consumo de un Hogar. Esto último era apropiado cuando el número de perceptores de
ingreso por hogar era cercano a la unidad. Pero esta situación se dio en el pasado, 40 años
atrás. En el presente, después de cuatro décadas de incorporación de la mujer al mercado
laboral en forma activa, el número de perceptores de ingreso por hogar se elevó a
aproximadamente a poco más de 2, promedio nacional. En consecuencia, una interpretación
más ajustada a la realidad es que el salario mínimo debe alcanzar, preservar y en lo posible
superar el nivel correspondiente a la Canasta Básica de Consumo dividida por el número de
perceptores de ingreso por hogar. Este es el enfoque sostenido por Chacaltana (2006)
No obstante, cuando se efectúa ese cálculo se debe tener presente que el Régimen de
Salario Integral Agrario, al que se hizo referencia en secciones anteriores, tiene
implícitamente un salario base que opera como un mínimo para actividades agrarias y
agroindustriales. Esto se presenta en el Cuadro 20 siguiente. Como se desprende de dicho
Cuadro, el salario mínimo agrario y agroindustrial era de S/ 468.- cuando la RMV era de
S/500 y pasa a ser S/ 514.8 con la RMV en S/550.-
En consecuencia, el cálculo correcto es comparar la Canasta Básica de Consumo por Hogar
Urbana dividida por el número de perceptores de ingreso en hogares urbanos con la RMV.
O lo que es lo mismo comparar la Canasta Básica de Consumo con la RMV multiplicada
por la el número de perceptores en hogares urbanos. Similarmente, se puede contrastar la
Canasta Básica de Consumo Rural, con el salario base implícito en el salario integral del
Régimen Agrario multiplicado por el número de perceptores rurales.
Cuando se compara la Canasta Básica de Consumo por Hogar Urbana, con el producto del
número de perceptores de ingreso en hogares urbanos por la RMV, se obtienen los
resultados que presenta el Cuadro 21. La penúltima columna del Cuadro 21 es el producto
de la RMV por el No. de Perceptores de Ingreso por Hogar Urbano. Ese producto es
equivalente a un ingreso institucionalmente establecido por la RMV para cada hogar cuyos
perceptores sean asalariados.
Si se contrasta ese ingreso asalariado establecido legalmente por hogar, con el costo de la
Canasta Básica por Hogar, se obtiene – última columna del Cuadro 21 – el porcentaje de
satisfacción de esa Canasta. Un 100% indica que el ingreso legalmente asegurado por
hogar, es igual al costo de la Canasta. Porcentajes menores a 100% indican un déficit y
porcentajes mayores que el ingreso familiar legalmente garantizado señalan que el mismo
supera al costo de la Canasta.
7 3 Cuadro 20. Salario Integral y Salario Base Agrario. a/
___________________________________________________________________________________________
RMV S/500.- RMV S/ 550. –
1. Salario Integral 585.- 643.5
2. Gratificaciones y CTS 117.- 128.7
3. Salario Base (1 –2) 468.- 514.8
__________________________________________________________
Fuente: Disposiciones legales vigentes.
a/ El Salario Integral de S/ 643.5 rige a partir del 01.01.08, aún cuando se efectúen aumentos
adelantados respecto al mismo a partir de Octubre del 2007.
__________________________________________________________________________
Cuadro 21. Canasta Básica de Consumo por Hogar Urbano y RMV. 2006
7 4__________________________________________________________________________ D o m i n i o s / C a n a s t a B á s i c a d e R M V N o . d e I n g r e s oM í n i m o % d e l aC a n a s t aR e g i o n e s C o n s u m o p o rH o g a r P e r c e p t o r e s p o r H o g a r S a t i s f e c h oU r b a n o p o r H o g a rN a c i o n a l U r b a n a 1 0 6 2 . 5 5 0 0 . - 2 . 2 1 1 1 0 . - 1 0 4 . 5C o s t a U r b a n a 9 5 9 . 7 5 0 0 . - 2 . 3 1 1 6 5 . - 1 2 1 . 4S i e r r a U r b a n a 9 5 2 . 6 5 0 0 . - 2 . 1 1 0 1 0 . - 1 0 6 . 3S e l v a U r b a n a 1 0 5 1 . 9 5 0 0 . - 2 . 1 1 0 5 5 . - 1 0 0 . 3L i m aM e t r o p o l i t a n a 1 1 8 0 . 2 5 0 0 . - 2 . 3 1 1 2 5 . - 9 5 . 3F u e n t e : C u a d r o s 2 1 , 2 2 y 2 3 d e e s t e t r a b a j o .
__________________________________________________________________________
La información del INEI, volcada en el Cuadro 21, señala que en el 2006, en todas las áreas
urbanas sintetizadas en dicho Cuadro, se verificaba que el ingreso legalmente establecido para
7 5los perceptores asalariados del hogar, superaba al costo de la Canasta Básica por Hogar. La
excepción era Lima Metropolitana, donde se verifica una brecha de aproximadamente 5%
respecto al valor de la Canasta. Por consiguiente, cuando se multiplica la RMV por el número
de perceptores de ingreso por hogar, en todos los ámbitos urbanos del país la RMV cubría la
Canasta Básica de Consumo por Hogar, excepto en Lima, donde le faltaba un incremento de
aproximadamente 5 por ciento para lograrlo.
No obstante, un tema trascendente es que el salario mínimo se estableció en muchos países del
mundo no para combatir la pobreza si no para actuar de piso institucional en la formación de
salarios nominales aún estando el mínimo por encima de la línea de pobreza por perceptor. En
América Latina, los shocks de la deuda externa, el incremento del servicio de la deuda externa,
el ajuste que impuso y los procesos de restructuración en la transición para reorientar los países
hacia economías abiertas y competitivas, extendieron la situación de pobreza hacia sectores que
antes no habían sido afectados por ella – precarización de asalariados. Este proceso fue muy
acentuado en Perú por el alto crecimiento de la PEA, particularmente la PEA Urbana. Lo que lo
hace más visible en Perú, al observar el ingreso medio de los asalariados en microempresas
urbanas fuera de Lima Metropolitana.
Por consiguiente, la meta en materia de RMV a mediano plazo no tiene porque ser cubrir la
canasta para no ser clasificado como pobre. La meta puede y debe ser más ambiciosa, en la
medida que el esfuerzo productivo y el crecimiento económico del país lo permita. La discusión
respecto a si cubre o no la canasta básica de consumo utilizada para medir la pobreza, debería
ser reemplazada por otra que establezca metas de consumo básico acordes al crecimiento a
mediano plazo de la productividad total de la economía.
22. Observaciones a la Canasta Básica de Consumo.
Uno de los representantes técnicos del sector sindical en la Comisión de Salarios y
Productividad del CNTPE, ha señalado dos objeciones a la metodología de medición de la
canasta básica. La primera es una supuesta tendencia a la reducción de la norma calórica lo que
implica una inadecuada fijación de esa norma. La segunda es que el número de perceptores de
ingreso por hogar es más bajo que el promedio, en hogares con perceptores de ingreso
asalariado – lo que demandaría un salario mínimo más elevado. Se verán a continuación ambas
objeciones.
El trabajo de Lavado y Gallegos (2005) señala que en Perú ha tenido lugar un descenso de las
calorías disponibles promedio, desde 3177 calorías en 1998 a 2618 calorías en el 2002 – según
los autores, en forma coetánea con un descenso en la remuneración por hora. No obstante, los
mismos autores muestran que ese descenso se explica por la tendencia en el consumo de
calorías de los no pobres calóricos, que cayó desde 3626 a 3160 calorías en el período antes
citado. En los pobres calóricos, se registra la tendencia opuesta: se eleva ligeramente el
consumo de calorías desde 1616 a 1670 calorías.
Los resultados encontrados por los autores antes citados, plantean al menos tres temas
relevantes para este trabajo. El primero, planteado por los autores, es que la medición de
pobreza monetaria no coincide con el de pobreza calórica. Existirían entre los no pobres
monetarios, pobres calóricos. El segundo y tercero es planteado no por los autores si no por una
interpretación de lectores de su trabajo. El segundo tema es la tendencia verificada hacia un
descenso de la disponibilidad calórica promedio. El tercero, derivado de lo anterior,
7 6cuestionaría la norma calórica utilizada actualmente por el INEI para determinar la canasta
básica de consumo.
Respecto a señalar que la pobreza calórica no coincide con la pobreza monetaria por la
existencia de “pobres calóricos” entre los “no pobres monetarios” es claramente un tema que
trasciende a este trabajo, ya que dicho resultado depende de diferentes variables entre las cuales
se encuentran las prácticas nutricionales de los hogares. En este trabajo, la metodología de
medición de la pobreza y la Canasta de Consumo Básico relevante para fines de la RMV es la
utilizada oficialmente por el Gobierno de Perú a través de las estimaciones del INEI. Cualquier
crítica a esta última medición debería estar dirigida al INEI – del mismo modo que cualquier
crítica respecto a la medición del PIB o de la Inversión Bruta Fija en Cuentas Nacionales
debería seguir el mismo curso.
En lo que hace a la relevancia de la norma calórica utilizada por el INEI al contrastarla con la
disponibilidad media de calorías estimada en el estudio de Lavado y Gallegos (2005) conviene
tener en cuenta dos factores. El primero es que la disponibilidad calórica entre los pobres no
cayó, si no que creció levemente entre 1998 y 2002 como los citados autores señalan, por lo
que no es por un supuesto descenso que puede invalidarse la norma. El segundo es que la
norma calórica adoptada por el INEI fue producto de una extensa investigación de un equipo
del INEI en el que participó Herrera (2002, 2003) que recogiendo normas de la OMS y del
Centro de Estudios de Salud Nutricional del Ministerio de Salud, estableció que en lugar de las
2318 calorías utilizadas por el INEI a nivel nacional, debía usarse 2232 para Lima
Metropolitana; 2194 para la Costa, Selva y Sierra Urbana, y 2133 para la Sierra Rural. Las
2318 calorías se habían estimado en el pasado para una familia promedio tipo o ideal. El
cambio que se introdujo, fue aplicar tablas de calorías por edad, sexo y actividad de la OMS a
la población meta, y construir con ellas las tres normas calóricas usadas. Este enfoque fue
adoptado por el INEI y junto con otras recomendaciones efectuadas por el equipo del INEI y
Herrera (2003) pasó a formar parte de la metodología de medición utilizada hasta la actualidad.
En consecuencia la norma calórica actualmente en uso por el INEI, proviene de un estudio que
aplicó recomendaciones de la OMS y no es fruto de alguna decisión arbitraria por parte de esta
institución. La OMS ha efectuado recientemente nuevas recomendaciones en materia de la
estimación de calorías, que han inducido al INEI a dar los pasos necesarios para incorporar
estas nuevas recomendaciones.
Un segundo tipo de objeciones se refiere al cálculo del número de perceptores de ingreso por
hogar. La definición de perceptores incluye diferentes formas de ingreso. El número promedio
de perceptores por hogar a nivel nacional era de aproximadamente 2.0 en 2006. La objeción
proviene de aquellos que aducen que los hogares con perceptores de ingreso asalariado, tienen
un número de perceptores de ingreso por hogar inferior al promedio.
Al observar la ENAHO 2006 se verifica lo siguiente. Al identificar los hogares con jefe de
hogar asalariado en la ocupación principal el número de perceptores en lugar de reducirse se
eleva a 2.4. – lo que reduciría el monto de la RMV necesaria para cubrir una canasta. Al
identificar el número de hogares con jefe de hogar asalariado en la ocupación principal y
secundaria, se reduce el número de perceptores por hogar en 3.4% de 2.0 a 1.95 En
consecuencia, sólo en este segundo caso se constata que hay una pequeña reducción en el
número de perceptores por hogar, que será tomada en cuenta en las estimaciones para verificar
su impacto.
7 723. El reajuste de la RMV y el acceso a la Canasta Básica de Consumo
Existe consenso en que la RMV debería cubrir la canasta básica de consumo. El tema es
aproximarse a esa meta en forma tal que no se ponga en jaque la estabilidad de precios, la
competitividad y la formación de ahorros. Por consiguiente es relevante y legítimo preguntarse
en cuanto tiempo podrá alcanzarse esa meta.
De hecho, una de las preguntas que surgieron durante la discusión del criterio técnico de
reajuste de la RMV en el Pleno del CNTPE de Agosto del 2007, fue en cuantos años sería
factible que la RMV cubriera la canasta básica de consumo. En particular, el tema planteado es
si podría alcanzarse dicha canasta en cuatro años. Esto implica tomar en cuenta el reajuste
reciente, que elevó la RMV a S/550.- el del 31.12.09 y el del 31.12.11.
En esta parte del trabajo se intenta dar respuesta a esa pregunta. Para ello, se elaboran dos
escenarios, uno más optimista que el otro, y se efectúan proyecciones de la tasa de crecimiento
de la productividad multifactorial y de las restantes variables que intervienen en la comparación
entre la RMV y la canasta de consumo.
24. Proyecciones del crecimiento de la productividad multifactorial.
Recordemos que la fórmula a utilizar era:
qf = y – (1-Ey/e)*k – Ey/e*e (1)
Por consiguiente, es necesario proyectar hasta el 2011 cada una de las variables que integran la
expresión previa.
Un aspecto clave es la elasticidad producto-empleo (Ey/e) que se asuma, ya que la misma,
implícitamente, contribuye a establecer la relación entre la tasa de crecimiento de la
productividad y la tasa de crecimiento del PIB. Esto puede observarse en la siguiente expresión,
derivada de (1) :
qf = y – k + Ey/e * (k-e) (1´)
Explicitando en Ey/e:
Ey/e = (qf – y + k) / ke (2)
La expresión (2) señala que la elasticidad producto-empleo varía en el tiempo de acuerdo a los
valores que asuman las variables del segundo miembro de (2).
Similarmente, dividiendo (1´) miembro a miembro por (y) se puede inferir:
qf/y = 1- k/y + (Ey/e) /y *ke
qf/y = 1 – k/y + ke/ e (3)
Respecto a la relación expuesta en (3), conviene recordar que la misma es: i) pro-ciclica, es
decir el PIB se acelera (desacelera) cuando la productividad multifactorial se acelera
7 8(desacelera); ii) variable dentro de un cierto rango, en el sentido de que no es una relación
constante a lo largo del tiempo pero sus oscilaciones son acotadas, iii) la elasticidad (Eqf/y) de
largo plazo tenderá a ser mayor que la de corto plazo; iv) Si se alcanzan tasas muy elevadas de
crecimiento del empleo no acompañadas por un fuerte crecimiento del capital, entonces su
valor dependerá esencialmente de (1-k/y).
Para comprender mejor las hipótesis planteadas a continuación, en la primera columna del
Cuadro 22 se presentan los valores asumidos por las variables en el año 2007, utilizados en el
cálculo del reajuste efectuado en Setiembre del 2007 y descritos en García (2007 b). En las
columnas (2) y (3) se presentan los valores asumidos por las mismas variables en las hipótesis
alta y baja respectivamente.
Cuadro 22. Hipótesis de Crecimiento de la productividad multifactorial 2008-2011
2007 Hip Alta Hip Baja
1. Ee/y 0.713 0.660 0.620
2. Ey/e 1.4286 1.515 1.6129
3. y 0.072 0.066 0.058
4. k 0.0548 0.050 0.045
5. e 0.0436 0.040 0.038
6. qf 0.0332 0.030 0.024
7. qe 0.0284 0.026 0.020
___________________________________________________________________________
Fuente: Estimaciones efectuadas para este trabajo
____________________________________________________________________________
Del Cuadro 22 previo, se concluye que el crecimiento esperado de la productividad factorial
para 2007-2011 se ubica en el rango de 2.4 a 3.0 por ciento anual, tomando en cuenta una
incidencia leve de la desaceleración de la economía de los EEUU sobre la economía peruana.
Considerando el período de cuatro años, el crecimiento acumulado de la productividad factorial
se hallaría entre 9,95 y 12.55 %.
7 925. La inflación subyacente esperada 2007-11.
En setiembre del 2007 tuvo lugar un shock externo de precios, que elevó el precio del trigo y
del petróleo. A ello se le sumó un alza en el costo del pollo. Aunque dos semanas después se
contaba con información que mostraba que estos shocks eran temporarios, afectaron la tasa de
crecimiento de los precios de los alimentos y del IPC del 2007 y la tasa de inflación subyacente
esperada para el 2007, 2008 y años subsiguientes. En el Cuadro 23 siguiente se muestran las
tasas de inflación subyacente esperada, de acuerdo a la información del Banco Central de la
Reserva de Peru (BCRP) de mediados de Octubre del 2007. La estimación de Octubre revisó
hacia el alza la efectuada en meses previos por la misma institución. El BCRP acostumbra a
estimar un rango de tasa de inflación subyacente para cada año. En el Cuadro 19 se presenta el
valor medio de cada rango anual.
Las estimaciones más recientes del BCRP (Setiembre 2007) de la inflación subyacente
esperada son de 2.25 para el 2007 y 2008 y de 2.0 para el 2009 y 2010. Para el 2011 se asume
como hipótesis una inflación esperada de 2.0 por ciento por año, ya que el BCRP no efectúa
estimaciones para un plazo tan distanciado. En consecuencia, el aumento acumulado de la
inflación subyacente esperada para el cuatrienio 2008-11 es de 8.8 por ciento.
Cuadro 23. Inflación Subyacente Esperada 2007 -2011.
__________________________________________________________________________
Tasa anual en %
2007 2.25
2008 2.25
2009 2.0
2010 2.0
2011 a/ 2.0
_________________________________________________________________________
Fuente: Banco Central de la Reserva de Perú. Reporte de Inflación. Setiembre 2007 a/ El 2011 es una estimación para este trabajo ya que el BCRP estima la inflación subyacente sólo para
2007-2010.
____________________________________________________________________________
26. El costo esperado de la canasta básica de consumo 2007-11.
8 0El costo de la canasta básica de consumo se estima que se elevará en un 4.1 por ciento en 2007
respecto al 2006. Esta hipótesis proviene de aceptar un alza de 6.4 por ciento en alimentos y 2.3
porciento en no alimentos. Dada una ponderación de alimentos de 45 por ciento en la canasta
básica de consumo, esto supone un 4.1 por ciento de incremento en el costo de la canasta en
dicho año. Para introducir un nivel de dificultad adicional, se asume que el costo de la canasta
básica de consumo se eleva en el cuatrienio 2007-11 a un ritmo superior al de la inflación
subyacente esperada: una tasa de 2.5 por ciento anual. El aumento acumulado en el costo de la
canasta básica en el cuatrienio 2008-11 es entonces 10.4 por ciento
27. La cobertura de la canasta básica el 01.01.12.
Con las estimaciones efectuadas en las secciones previas, es factible estimar en que medida se
alcanza a cubrir la canasta básica de consumo con el criterio de reajuste simulado en los
escenarios previos.
El primer paso es estimar el aumento acumulado de la RMV entre el 01.01.08 y el 01.01.12.
Para su estimación se usa la misma expresión empleada para el reajuste anual, sólo que ahora
para las tasas de variación acumuladas 2008-11.
rm = qf + pe
Con las estimaciones efectuadas en las secciones previas es factible estimar el reajuste
acumulado de la RMV y su nivel al 01.01.12. Esto se presenta en el Cuadro 24.
____________________________________________________________________________
Cuadro 24. Reajuste acumulado de la RMV en 01.01.08-01.01.12.
___________________________________________________________________________
Hip Alta Hip Baja
pe (2010-11) 4.0 4.0
qf (2008-11) 12.55 9.95
rm 17.1 14.4
RMV (S/) 644.1 629.2
___________________________________________________________________________
Fuente: Estimaciones efectuadas para este trabajo.
____________________________________________________________________________
8 1Como se desprende del Cuadro 24 previo, el reajuste de la RMV acumulado en el cuatrienio se
ubica en el rango de 14.4 a 17.1 por ciento, lo que llevaría la RMV a un valor de entre S/ 629.2
y S/ 644.1
El segundo paso es estimar el valor de la canasta básica de consumo al 01.01.12. Para ello, se
parte de las cifras estimadas en el Cuadro 21 en base a su valor para el 2006, para Lima
Metropolitana y Selva Urbana, y Costa y Sierra Urbana. En el Cuadro 25 se asume un
crecimiento del costo de la canasta de consumo en el 2007 de 4.1 por ciento – explicada por un
6.1 por ciento en alimentos. Se asume también un crecimiento del costo de la canasta en el
cuatrienio 2008-2011 de 2.5 % anual, superior entonces a la inflación subyacente esperada para
2008-2011, para eliminar la posibilidad de que se alcance a cubrir las canastas en base a un
crecimiento de su precio inferior a la inflación subyacente. Esto implica un alza acumulada en
el costo de la Canasta de 10.4 % en el cuatrienio 2008-11. Esta estimación se presenta en el
Cuadro 25 siguiente.
__________________________________________________________________________
Cuadro 25. Valor Esperado de la Canasta de Consumo Básico al 01.01.12 p/
(por Hogar)
___________________________________________________________________________
2006 2007 Enero 2012
1. Lima Metropolitana a/ 1180.3 1228.7 1356.5
2. Costa Urbana 959.7 999.0 1102.9
3. Sierra Urbana 952.6 991.6 1094.7
4.Selva Urbana 1051.9 1095.0 1208.9
Fuente: Cuadros 16 y 17 y estimaciones efectuadas para este trabajo.
p/ Se asumió un alza promedio de 2.5 por ciento anual en el costo de la Canasta Básica en el
cuatrienio 2008-11, lo que arroja un alza acumulada de 10.4 por ciento en dicho período. Para
2007 se asumió un alza de 4.1 por ciento.
___________________________________________________________________________
8 2Se acepta que el número de perceptores de ingreso por hogar se mantiene en 2007-11 en
aproximadamente en una cifra similar al del 2006, 2.3 en Lima Metropolitana y Costa Urbana
y 2.1 en Sierra Urbana y Selva Urbana.
El producto de multiplicar el número de perceptores por la RMV es equivalente al ingreso
mínimo que se estaría estableciendo legalmente si los perceptores por hogar fueran asalariados.
Con la información del valor de la canasta básica de consumo por ámbito geográfico urbano y
el monto del ingreso asalariado por hogar que se establece a través de la RMV si los
perceptores fueran asalariados, es factible verificar si se alcanza o no el costo estimado de la
canasta de consumo básico en Enero del 2012. Esto se presenta en el Cuadro 26 siguiente.
Como se desprende del Cuadro 26, los escenarios elaborados sugieren que es factible cubrir el
costo de la canasta básica de consumo a principios de Enero del 2012, inmediatamente después
del reajuste de fines de Diciembre del 2011. En la Hipótesis Baja se verifica el cumplimiento
de dicha meta tanto a nivel de Lima Metropolitana y Selva Urbana, como aún con más
intensidad para los centros urbanos de la Costa y Sierra. En la Hipótesis Alta, el nivel de
cobertura es aún más elevado, por lo que el valor de la canasta es sobre pasado en un porcentaje
mayor en los centros urbanos de los cuatro ámbitos geográficos.
Conviene destacar que las cifras de la última columna del Cuadro 26 indican que, en rigor, el
costo de la canasta es alcanzado bastante antes del fin del cuatrienio en el caso de las ciudades
de la Costa y de la Sierra. Para Lima Metropolitana, que es el centro urbano con un costo más
alto para la Canasta Básica, la misma sería alcanzada en el 2011 – lo mismo para la Selva
Urbana.
Un aspecto destacable es que aún corrigiendo la información previa por un menor número de
perceptores (reduciéndolos en 3.4 %) al considerar sólo a los jefes de hogar asalariados en la
ocupación principal y secundaria, (equivalentes a 96.6 por ciento del número de perceptores
promedio como se expuso en una sección previa) las metas se siguen alcanzando en Enero del
2012, porque el porcentaje de cobertura es el doble o más del 3.4 % mencionado.
Conviene tener presente que los resultados expuestos son sensibles a factores de riesgo. Entre
ellos, cabe citar: i) eventuales shocks externos en precios de alimentos que encarezcan
desmesuradamente el costo de la canasta de consumo básico; ii) una desaceleración fuerte y
brusca del crecimiento económico mundial; iii) el desarrollo de un clima adverso en la
institucionalidad político-laboral; iv) el abandono del criterio de reajuste de la RMV; y v) la
pérdida de impulso hacia el aumento de la productividad y su difusión asociada a la naciente
diversificación de exportaciones y producto. Frente a estos factores de riesgo, la principal vía
para compensar su incidencia, es el desarrollo de políticas que faciliten e impulsen el
crecimiento de la productividad en las empresas.
8 3__________________________________________________________________________
Cuadro 26. RMV y Costo de la Canasta Básica de Consumo en Enero del 2012.
____________________________________________________________________________
RMV Número Ingreso Costo %
Perceptores Legal Canasta Cobertura
Hipótesis Baja
Lima Metropolitana 629.2 2.3 1.447.2 1.356.5 106.7
Costa Urbana 629.2 2.3 1.447.2 1.102.9 131.2
Sierra Urbana 629.2 2.1 1.321.3 1.094.7 120.7
Selva Urbana 629.2 2.1 1.321.3 1.208.9 109.3
Hipótesis Alta
Lima Metropolitana 644.1 2.3 1.481.4 1.356.5 109.2
Costa Urbana 644.1 2.3 1.481.4 1.102.9 134.3
Sierra Urbana 644.1 2.1 1.352.6 1.094.7 123.6
Selva Urbana 644.1 2.1 1.352.6 1.208.9 111.9
___________________________________________________________________________
Fuente: Estimaciones efectuadas para este trabajo.
____________________________________________________________________________
Finalmente, conviene subrayar que el ejercicio previo sólo permite detectar que si el ritmo de
crecimiento económico se mantiene – especialmente el crecimiento de la productividad total –
la RMV cubrirá la canasta básica de consumo en las áreas urbanas de los cuatro dominios
geográficos del país. Dado que existe una brecha significativa entre el ingreso medio asalariado
de las microempresas (2 a 9) ubicadas en Costa Urbana, Sierra Urbana, y Selva Urbana,
respecto a la RMV, el ejercicio previo está lejos de asegurar que la mayor parte de los
asalariados privados del país puedan cubrir su canasta de consumo en Enero del 2012. Dado
que en la actualidad, los asalariados en microempresas (2 a 9) representan casi un 50 % del
empleo asalariado privado del país, y que una alta proporción de los mismos está en áreas
urbanas fuera de Lima Metropolitana, esto no es un aspecto menor, si no un rasgo estilizado
que deberá ser tomado en cuenta por las políticas públicas futuras.
8 4 Capítulo V
Conclusiones
28. Conclusiones y recomendaciones.
Las principales conclusiones de este trabajo pueden sintetizarse como sigue:
i) Un rasgo estilizado que se destaca en Perú, es el predominio de la microempresa (2 a
9 ocupados) de muy baja productividad en la generación de empleo. En el 2006, el
estrato de (2 a 9) ocupados generaba el 46 % del empleo asalariado privado y el 53 por
ciento de la ocupación total. En las áreas urbanas, la microempresa generaba el 44 % del
empleo asalariado privado y el 51.4 por ciento de la ocupación total- cuando se incluye
a los empleadores, a los TFNR que trabajan en la microempresa y a los independientes
con TFNR.
ii) En base a estimaciones preliminares efectuadas para este trabajo, en el 2006 el producto por ocupado en el estrato de (20 y +) era 22.9 veces el registrado en el estrato de (2 a 9).
El producto por trabajador (asalariados + empleador) era en el estrato de (20 y +) 8.3
veces el registrado en el de la microempresa (2 a 9). La participación de la
microempresa (2 a 9) en el PIB en el 2006 se estimó en 12.3 a 12.8 por ciento.
iii) Un 62 por ciento de las microempresas urbanas se encuentran en áreas urbanas fuera de Lima Metropolitana. Un 60.5 del empleo asalariado privado en microempresas urbanas,
se encuentra fuera de Lima Metropolitana. Si se agregan los trabajadores familiares no
remunerados que trabajan en la microempresa y los microempresarios, un 64.5 por
ciento de la ocupación en la microempresa urbana se encuentra en áreas urbanas fuera
de Lima Metropolitana.
iv) Es importante diferenciar las microempresas ubicadas en Lima Metropolitana de
aquellas situadas en la Costa Urbana (excluido Lima), Sierra Urbana y Selva Urbana.
Fuera de Lima Metropolitana, el nivel de productividad e ingresos asalariados es
significativamente inferior al registrado por las microempresas en Lima Metropolitana,
y su participación en el empleo mucho mayor al del mismo estrato en Lima.
v) El rasgo expuesto en el párrafo previo explica porqué el salario de entrada en microempresas (2 a 9), es mucho menor en la Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva
Urbana, que en Lima Metropolitana.
vi) Lo anterior contribuye a explicar porqué el ingreso medio asalariado en microempresas (2 a 9) y en las microempresas más pequeñas (2 a 5) es en la Costa Urbana, Sierra
Urbana y Selva Urbana, significativamente inferior al registrado en los mismos estratos
en Lima Metropolitana.
vii) También es parte de la explicación de porqué la RMV es inferior al ingreso promedio
asalariado (2 a 5) en Lima Metropolitana (S/ 607.-), pero muy superior al verificado en
el mismo estrato en Costa Urbana (S/397.-), Sierra Urbana (S/ 338.-), y Selva Urbana
(S/343.-). Esto contribuye a explicar porqué la proporción de asalariados en
microempresas urbanas por debajo del mínimo es muy elevada en Costa Urbana (70.7
%), en Sierra Urbana (76.2 %) y en Selva Urbana (77.2), y es en cambio más reducida
en Lima Metropolitana (38.4 %).
viii) No todas las situaciones de asalariados que no alcanzan a percibir la RMV se
explican por la muy baja productividad en la microempresa. Una parte de los salariados
que no alcanzan a percibir la RMV corresponde a trabajadores con jornadas laborales
significativamente inferiores a la normal. Aún así, la proporción de los que
8 5desarrollando una jornada normal o más perciben un ingreso asalariado inferior a la
RMV es elevada. Se estima en este trabajo que un 43 por ciento de los asalariados en
microempresas (2 a 9) reciben un ingreso asalariado inferior a la RMV y trabajan una
jornada laboral normal o incluso muy superior a 48 horas semanales.
ix) El ingreso promedio asalariado en el estrato más bajo de la pequeña empresa (10 a 19 ocupados) es superior a la RMV en Lima Metropolitana, Costa Urbana y Sierra Urbana.
En la Selva Urbana, se encontraba cercano a S/ 500.- y sin duda sería aún mayor
controlando por jornada laboral.
x) La RMV opera aparentemente como piso salarial para todo tamaño de empresa en Lima
Metropolitana, incluyendo a la microempresa. Pero en el resto del país, opera como piso
para la pequeña empresa, no para la microempresa.
xi) Por consiguiente, la microempresa de baja productividad con la incapacidad de absorber el costo laboral que supone la RMV, es esencialmente un fenómeno de las
microempresas (2 a 9) situadas fuera de Lima Metropolitana – en la Costa Urbana,
Sierra Urbana y Selva Urbana – y también en las áreas rurales de esos dominios
geográficos.
xii) Las conclusiones previas apuntan en una misma dirección. El nivel actual de la RMV,
hace sentido para Lima Metropolitana, pero es muy elevado e imposible de cumplir para
las microempresas en la Costa Urbana, en la Sierra Urbana y en la Selva Urbana.
xiii) Al no poder absorber el costo de la RMV y muchos otros costos formales, las
microempresas de fuera de Lima Metropolitana tienden a permanecer en la informalidad
evadiéndolos. Como microempresas informales hacen su ganancia, pero prefieren
permanecer en la informalidad antes que identificarse y ser percibidas como evasoras.
Pero como informales no pueden acceder a nuevos mercados, a recursos y a servicios de
desarrollo empresarial, ni aumentar su productividad o crecer como empresas. Existe
entonces una interacción entre permanecer como informal y mantener bajos niveles de
competitividad.
xiv) Una implicancia de política que se desprende de lo expuesto hasta aquí, es la
necesidad de reducir la RMV para las microempresas de la Costa Urbana, Sierra Urbana
y Selva Urbana. O, alternativamente, establecer una RMV más baja para los centros
urbanos de esos dominios geográficos.
xv) Existen varias alternativas para implementar lo expuesto en el párrafo previo: a) establecer una RMV más baja para las microempresas de la Costa Urbana, Sierra
Urbana y Selva Urbana; b) establecer una RMV más baja para los centros urbanos
fuera de Lima Metropolitana; c) reducir los costos laborales no salariales para
compensar la incidencia de la RMV; d) eximir legalmente a las microempresas de la
obligación de pagar la RMV; v) establecer un régimen de tolerancia de hecho que
incluya la posibilidad de formalizarse sin pagar la RMV; vi) una combinación de
algunas de las anteriores.
xvi) La reducción de costos laborales no salariales en (2 a 9) no es una opción significativa porque la ley 28015 ya redujo los costos laborales no salariales en la microempresa
desde 61 a 13 por ciento de los salarios (más 11 por ciento opcional por el aporte a
pensiones). Por consiguiente, no existe un margen significativo para actuar por esta
vía.
xvii) Para establecer una RMV más baja en las ciudades fuera de Lima Metropolitana o para
las microempresas de la Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana, es necesario
identificar cual es su nivel. El mismo se puede obtener por diferencia entre: a) el costo
de la canasta básica de consumo en Lima Metropolitana y el de las canastas en las
áreas urbanas de la Costa, Sierra y Selva; b)el ingreso promedio asalariado en (2 a5)
8 6en Lima Metropolitana respecto a la misma variable en las áreas urbanas de la Costa
Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana; c) la RMV respecto al ingreso asalariado
promedio en (2 a 5) en la Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana.
xviii) Por su relevancia para el tema expuesto, se sugiere adoptar como criterio para
establecer la nueva RMV, la diferencia entre la RMV actual y el ingreso asalariado
promedio en microempresas de (2 a 5) fuera de Lima Metropolitana. Este último
indicador se obtendría como promedio ponderado de de los ingresos medios
asalariados en (2 a 5) de la Costa Urbana, Sierra Urbana, y Selva Urbana. Cuando se
lo controla por la jornada laboral, la diferencia se aproxima a 20 a 25 por ciento,
cifra similar a la diferencia entre el costo de la canasta básica de consumo en Lima
Metropolitana y en centros urbanos fuera de Lima Metropolitana.
xix) Desde el punto de vista de las opciones de política, la primera es establecer una 2da.
RMV para las microempresas de fuera de Lima Metropolitana. Si ello no fuera
viable, dado que con ello se trata de establecer un piso salarial para las empresas de
fuera de Lima, es factible una segunda opción si se adopta un criterio geográfico:
una 2da RMV para todas las áreas urbanas fuera de Lima Metropolitana. Este
criterio, simplifica la aplicación y además es eficiente porque el segmento de la
microempresa (2 a 9) que necesita un piso más bajo está en los centros urbanos de
fuera de Lima Metropolitana. En ambos casos, la RMV actual seguiría rigiendo en
Lima Metropolitana.
xx) La tercera opción es establecer por ley que la microempresa (2 a 9) fuera de Lima Metropolitana está eximida de la actual RMV. Esto puede incorporarse a la
propuesta de reforma a la Ley MYPE o en forma independiente de ella.
xxi) La cuarta opción es establecer un régimen de tolerancia, de hecho, a través del cual
no se le exige a la microempresa (2 a 9) fuera de Lima Metropolitana el
cumplimiento de la RMV, pero acompañado con la decisión de aceptar la
formalización de la microempresa fuera de Lima Metropolitana y su pleno acceso a
todas las políticas de promoción – financieras y de servicios de desarrollo
empresarial - aún cuando no pague el salario mínimo.
xxii) Respecto al criterio de reajuste de la nueva RMV, puede adoptarse la suma del
crecimiento de la productividad en el estrato de microempresa (2 a 9) más la
inflación subyacente esperada. En el texto se demuestra que en contextos en que
predomina una muy débil acumulación de capital físico, tecnológico y humano y un
alto crecimiento del empleo, la tasa de crecimiento de la relación capital – trabajo
tiende a cero. En ese contexto, la tasa de crecimiento de la productividad
multifactorial se iguala a la del producto por persona ocupada, porque es un
contexto en el que sólo se utiliza como factor de la producción al trabajo. El
comportamiento del estrato de microempresas es muy similar al contexto antes
descripto. Por consiguiente, el crecimiento de la productividad puede medirse en ese
estrato por el aumento del producto por ocupado.
xxiii) Es importante tener en cuenta que la productividad no sólo es baja en el estrato de la
microempresa, si no que además su crecimiento ha sido más lento que en los
estratos de empresas de mayor tamaño, por el alto crecimiento del empleo y la muy
baja acumulación de capital e incorporación de innovaciones. Como ya se
mencionara, las estimaciones efectuadas en el texto, sugieren para el 2006 que el
producto por trabajador en las empresas de 20 o más era 8 veces el correspondiente
al estrato de (2 a 9) y que el producto por ocupado, 22 veces el del estrato de la
8 7microempresa (2 a 9)
7/. Estos datos descansan en estimaciones de la participación
de las microempresas de (2 a 9) el PIB. Para el 2006 señalan que la participación de
dicho estrato en el PIB sería de entre 12.3 y 12.8 por ciento. Respecto a las micro y
pequeñas empresas del estrato de 2 a 19 ocupados, la participación estimada en el
PIB es de entre 29.5 y 31 por ciento. El crecimiento estimado de la productividad en
el segmento de la microempresa (2 a 9) en 2005 y 2006, alcanzó al 2.5 por ciento
acumulado en ese bienio – cifra significativamente inferior al crecimiento promedio
de la productividad registrado en las empresas de mayor tamaño.
xxiv) Uno de los principales temas levantados por el sector sindical, es la pregunta si el
criterio de reajuste adoptado en Setiembre del 2007 puede conducir a que se
satisfaga la canasta básica de consumo en cuatro años plazo – digamos el
01.01.2012. Como se verá, esto tiene una conexión con el tema del nivel de salario
de entrada en las microempresas (2 a 9) en áreas urbanas fuera de Lima
Metropolitana. La evidencia empírica señala diferencias significativas en el costo de
la canasta básica de consumo (per cápita y por hogar) entre departamentos,
dominios geográficos (Lima Metropolitana, Costa, Sierra, y Selva) y áreas urbanas
de los dominios geográficos (Lima Metropolitana, Costa Urbana, Sierra Urbana y
Selva Urbana).
xxv) Para comparar con la RMV, lo relevante es la canasta básica de consumo por hogar
urbano, en Lima Metropolitana, Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva Urbana. Para
poder efectuar la comparación con la RMV, es necesario dividir la canasta de
consumo por hogar urbano, por el número correspondiente de perceptores de
ingresos por hogar. O lo que es lo mismo, multiplicar la RMV por el número de
perceptores por hogar urbano y comparar ese producto con la canasta de consumo
básico por hogar.
xxvi) Se efectuó un ejercicio de proyección, detallado en el texto, en el que se consideró
una hipótesis baja y una hipótesis alta, para determinar el valor esperado de la RMV
al 01.01.2012. También se efectuó una estimación del valor esperado de las canastas
de consumo básico de Lima Metropolitana, Costa Urbana, Sierra Urbana y Selva
Urbana.
xxvii) Con el valor esperado de la RMV y costo esperado de la canasta de consumo básico
por hogar y número de perceptores por hogar, fue posible determinar en que
proporción se satisface la canasta básica de consumo al 01.01.2012. Los resultados
en la hipótesis alta fueron: Lima Metropolitana 109.2 por ciento de la canasta básica
respectiva; Costa Urbana 134.3 por ciento; Sierra Urbana 123.6 por ciento y Selva
Urbana 111.9 por ciento. Los resultados en la hipótesis baja fueron ligeramente
menores, pero coincidentes en que la RMV satisface la canasta de consumo básico
en las áreas urbanas de los cuatro ámbitos geográficos por un margen significativo
en dicha fecha. En ambas hipótesis se constata que tanto en la Costa Urbana, como
en la Sierra Urbana, la canasta de consumo básico es alcanzada por la RMV
bastante antes de cuatro años. Aún introduciendo un menor número de perceptores
por hogar, para verificar la objeción de cual sería el resultado si se trabaja sólo con
los jefes de hogar asalariados en la ocupación principal y secundaria, se sigue 7 / E l p r o d u c t o p o r t r a b a j a d o r s e d e f i n e c o n s i d e r a n d o l o s a s a l a r i a d o s y u n e m p l e a d o r . E l p r o d u c t o p o r o c u p a d o ,a g r e g a a e l l o s l o s t r a b a j a d o r e s f a m i l i a r e s n o r e m u n e r a d o s q u e l a b o r a n e n l a m i c r o e m p r e s a .
8 8cumpliendo el resultado de que la RMV esperada satisface el costo esperado de la
canasta básica en las áreas urbanas de la Costa, Sierra, y Selva.
xxviii) Un tema importante que relaciona el tema del salario en microempresas fuera de Lima Metropolitana, y la satisfacción de la canasta básica de consumo en cuatro
años, puede plantearse como sigue. La evolución esperada de la RMV cubre la
canasta de consumo básico en Lima Metropolitana, Costa Urbana, Sierra Urbana y
Selva Urbana en el período señalado. Pero esto no significa que los asalariados de
esas cuatro áreas urbanas puedan satisfacer la canasta. Una fracción elevada de los
asalariados privados se encuentra en microempresas (2 a 9) fuera de Lima
Metropolitana. Dado que, como se expusiera, una proporción muy elevada de los
asalariados en microempresas (2 a 9) de fuera de Lima Metropolitana perciben un
ingreso asalariado promedio muy inferior a la RMV, el hecho de que la RMV cubra
la canasta básica no implica que el salario de ese estrato (2 a 9) fuera de Lima
Metropolitana lo cubra.
xxix) Aún cuando el reajuste de la RMV permita alcanzar la canasta básica de consumo
en tres o cuatro años – dependiendo del dominio geográfico de que se trate, la
información estadística revela un rezago de salarios y productividad, que viene
afectando al país de hace muchos años atrás. Es por este motivo que la conclusión
final de este trabajo, es la conveniencia de establecer en el seno del Consejo
Nacional del Trabajo y la Promoción del Empleo, un Acuerdo o Pacto Nacional de
Productividad, Salarios y Empleo, en el que se debatan y acuerden políticas para
acelerar el crecimiento de la productividad y se exploren alternativas para mejorar
los salarios, así como otros temas relevantes del ámbito laboral.
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9 0
ANEXO METODOLÓGICO.
1. Estimación de la contribución de la microempresa (2 a 9) al PIB usando el ratio
Salarios/ Valor Agregado. 2006
La información de la DNMYPE (2005) señala un ingreso mensual del conductor de
microempresas registradas en SUNAT de S/ 3.028.- y de 766.5 en el caso de microempresas no
registradas, en el 2002. Es esperable una sub-declaración significativa en el ingreso mensual
del conductor de una microempresa. Es por ello que en este trabajo se escogió utilizar un
promedio ponderado de S/ 2.628.- cercano al valor verificado por las microempresas
registradas en SUNAT. Actualizando al 2006 ese valor, se obtiene S/ 2.980- mensuales
comparado con los S/ 435.- mensuales por asalariado. Dado un promedio de 2.5 asalariados
por empresa – véase el Cuadro 3 – esto implica que la nómina mensual por empresa es de
aproximadamente 1.107.2 soles con un ingreso para el microempresario de 3.200.- En este
caso, sin introducir ninguna otra variable, el coeficiente salarios / valor agregado (µ 06) para la
microempresa promedio en el 2006 sería:
µ 06 = 2.5 * 435 / (2.980 + 2.5*435) = 1.087.5 / 4.067.5 = 0.267
El total de salarios pagados en la microempresa (TS 06) se puede aproximar por el producto del
Empleo por el salario promedio mensual por el los 12 meses:
TS 06 = EAm * Sm = 435 * 2.050.772 *12 = 10.707.029.840.-
Por consiguiente, el Valor Agregado (VA 06) por el estrato (2 a 9) ocupados es:
µ = TS 06 /VA 06; VA 06 = TS 06 /µ06
VA 06 = 10.707.029.840 / 0. 267 = 40.101.235.355.8
Dado un tipo de cambio promedio de 3.26 S/dls es equivalente a:
VA 06 = us. 12.300.992.400.- dls
Dado un PIB = 96.330 mill de us. dls para 2006, el ratio (α 06) sería igual a:
9 1α 06 = 12.930.6 / 96.330
α 06 = 0.128
Un cálculo similar para el estrato de 2 a 19 ocupados da α = 0.31
2. Estimación de la contribución al PIB de la microempresa (2 a 9) usando el ratio
(Valor Agregado / Ventas) 2006.
De acuerdo la información de DNMYPE (2005) las ventas por microempresa ascendían a
S/3.735.2 mensuales, sobre la base de la información de SUNAT de fines del 2004. La misma
información actualizada al año 2005 es de S/4.021.- y para el 2006 es de S/ 4.262.3 mensuales,
es decir, S/ 51.147.1 anuales en el 2006 (y S/ 48.252.0 en el 2005). Esta información
corresponde al número de microempresas que declaran en SUNAT, que ascendían a 622.209 en
2004 y aproximadamente 660 mil en el 2006.
A esta información se le deben agregar las microempresas que no estaban registradas en
SUNAT, que ascendían, de acuerdo a DNMYPE, a 145.043, es decir, un total de 805.043. Las
ventas promedio de estas últimas es probable que sean inferiores a las de las registradas en
SUNAT., con lo que las ventas promedio para el total de microempresas sería inferior a las
ventas promedio de las microempresas registradas en SUNAT. No obstante, este hecho se
tendrá en cuenta en una etapa posterior y en este nivel se asumirá el mismo promedio para
todas las microempresas. Por lo tanto las ventas promedio (VM) se estiman de:
VM 05 = 805.043* S/ 4.262.3* 12 = S/ 38.844.934.836.-
Hay buenas razones para suponer que las cifras de ventas declaradas a SUNAT son inferiores a
la realidad, por la sub-declaración que habitualmente existe para reducir el pago de impuestos.
La sub-declaración suele ser elevada en este estrato de establecimientos: no es raro encontrar
microempresas que declaran sólo la mitad de sus operaciones.
Esto es confirmado por la Encuesta Económica del INE del año 2005, que arroja un promedio
de valor bruto de producción por empresa en el estrato de (2 a 9) ocupados de S/ 99.671.8
anuales. Las ventas pueden ser una cifra inferior al valor de producción, en la medida que se
registre un incremento de stocks de productos a fin de período. Pero aún así, un estimativo
conservador de las ventas de microempresas asociadas al valor bruto de producción de la
Encuesta Económica del INEI 2005, las coloca en un nivel de casi el doble de las verificadas
según datos de las microempresas registradas en SUNAT. Por consiguiente, para tomar en
cuenta la sub-declaración, supondremos una sub-declaración de ½ y por lo tanto que las cifras
de ventas efectivas en el segmento de la microempresa es el doble del registrado según la
información de DNPYME (2005) proveniente de SUNAT. Esto es:
9 2VM 05= S/ 38.844.934.836 * 2 = S/ 77.689.869.672.-
Con un tipo de cambio promedio de 3.25 soles por dólar, la cifra previa equivale a us 23.904.6
millones de dls.
El ratio (Valor Agregado/ Ventas) en microempresas de (2 a 9) ocupados, se pudo obtener de la
Encuesta Económica 2005 del INEI. Este ratio fue en el 2005 igual 0.455 para las
microempresas de (2 a 9) ocupados. En líneas generales, el ratio agregado para miles de
microempresas tiende a ser bastante estable en el tiempo. Dada la cifra de ventas estimada en
el párrafo previo, el ratio previo significa que el Valor Agregado por las microempresas fue de:
VAM 05 = 0.455* 23.904.6 = 10.876.6 mill. de us.dls.
Por otra parte el PIB del año 2005 alcanzó los 86.177.3 millones de us. dls y en el 2006 los
us.93.330 millones de dls.
Por consiguiente, la contribución de la microempresa de (2 a 9) ocupados al PIB en dicho año
(α) fue:
α 05 = 10.876.6 / 86.177.3 = 0.1262
Siguiendo un procedimiento similar de cálculo se puede obtener el valor de α correspondiente
al 2006:
VM 06 = 805.043 * 4.262.3 * 12 * 2 = 82.352.034.693.7
Con un tipo de cambio promedio de S/ 3.26 por us dls. se tiene:
VM = 25.261.4 mill. de us.dls
VAM 06 = 0.455 *25.261.4 = 11.493.9 mill. de us. dls.
Recordando:
PIB 06 = 93.330 mill. de us.dls.
α 06 = 11.493.9 / 93.330
α 06 = 12.3 por ciento.