Ruta Deza/Cornoces
15/04 /2016
9:00.- Saída da Praza de Galicia.
10:00.- Chegada a Ansemil visita á antiga igrexa monástica e capela
funeraria dos Deza.
11:00.- Visita á igrexa de Santiago
de Breixa.
12:00.- Café, onde sexa e como
sexa...
12:30.- Visita ao mosteiro de
carboeiro.
14:00/14:30.- Xantar na zona de
Deza-Lalín.
16:30.- Chegada e visita á igrexa monástica de San Pedro de Dozón.
18:30.- Visita á igrexa de Cornoces, nos Chaos de Amoeiro.
21:00 h.- Chegada de volta a Compostela (Praza de Galicia).
SANTIAGO DE BREIXA (iglesia parroquial)
No se conservan noticias documentales relevantes sobre la iglesia de Breixa en
época medieval, si bien hubo de verse condicionada dicha parroquia por la cercanía de los
centros monásticos de Ansemil y Carboeiro.
Además de alguna pieza medieval labrada que actualmente constituye el dintel de
una de sus puertas laterales, y los sencillos canecillos que todavía rematan parte de su
nave, el exterior de la iglesia de Santiago de Breixa no trasluce en absoluto la riqueza
escultórica que conserva en el interior de su ábside cuadrangular: una arcuación ciega
descansa en un conjunto de capiteles finamente esculpidos, donde el tema del bestiario, y
de manera especial sus animales híbridos, adquieren un absoluto protagonismo. Así, cabe
mencionar las sirenas-pez y las arpías, centauros y halcones, amén de leones y grifos,
cuyas delicadas formas estilísticas se ven complementadas por inscripciones
identificativas.
Los estudiosos del edificio han señalado la excepcionalidad de tal conjunto en el
románico final de Galicia, sin parangón reconocible con ningún otro ejemplo gallego,
trascendiendo incluso la apriorística ilación a talleres mateanos en su fase de dispersión; y
si el Rosellón o el suroeste francés -Aulnay- han sido apuntados en la búsqueda de
influencias probables, así como algún ejemplo zamorano, lo cierto es que a día de hoy
resulta incierto cualquier intento de comparación estilística.
En todo caso no ha de obviarse que en buena medida, dicha diferenciación
escultórica con respecto al resto de conjuntos gallegos escultóricos -resaltando por su
especial calidad técnica- obedece en buena medida al propio material empleado: frente al
duro granito, en este caso es piedra serpentina de tono verdoso oscuro la escogida, habida
cuenta de la presencia de vetas con dicho mineral en la zona, y cuyo grano fino permite
incluso la utilización del trépano (como se observa en pequeñas superficies de algunos de
los animales fantásticos aquí representados).
David Chao Castro
SAN PEDRO DE ANSEMIL (monasterio)
Historia de la comunidad
Los orígenes de la comunidad de Ansemil han sido puestos en relación con las
labores del obispo Sisnando I de Iria en 919, pero nada en la documentación corrobora
estos datos. Las primeras referencias las encontramos en un documento de donación con
fecha de 22 de junio del año 972 por el cual doña Fredeande dona a Ansemil la villa de
Sallitres. En el año 1073 Don Santio hace una donación a la comunidad de hermanos y
hermanas. Gracias a la lectura de este documento sabemos que la comunidad hasta este
momento sería de tipo dúplice, aspecto muy común en el monaquismo de la Alta Edad
Media gallega. En 1083 una donación realizada por Adosinda, ya indica que la comunidad
es solo de monjes y regida por la orden benedictina. Otro documento del mismo año nos
informa del nombre del único abad conocido, Pedro Trenazi.
Hasta el siglo XIII no volvemos a tener noticias documentales del monasterio y no
sabemos en qué momento la comunidad vuelve a ser femenina. La primera mención a la
comunidad femenina se produce en 1263 cuando la abadesa de Ansemil, Teresa
Fernández, hace una entrega de varias propiedades a Martín Fernández, juez de Saídres. El
siglo XIV marca un renacer de la comunidad a través de las relaciones con caballeros y
señores. La capilla funeraria de Diego Gómez de Deza construida en la iglesia del
monasterio es una buena muestra de ello.
En el siglo XV se produce el declive de la comunidad y el monasterio pasa a
formar parte del compostelano de San Paio de Antealtares.
Figuras destacadas
Fredeande: primera benefactora
Adosinda: benefactora
Teresa Rodríguez: abadesa en 1263
Isabel de Ulloa: última abadesa
Arquitectura del edificio
Como en tantos otros ejemplos gallegos solo resta la iglesia del antiguo
monasterio, habiéndose perdido las dependencias monásticas. La planta del edificio que
hoy conservamos sigue las pautas de la fábrica del siglo XII y responde al tipo basilical
con tres naves y tres ábsides rectangulares. Esta tipología es poco común en la
arquitectura románica gallega y se explica por los condicionamientos de la obra
prerrománica previa. Las naves se separan por pilares en los que descansan arcos formeros
de medio punto. Los cuatro pilares centrales son exentos mientras que los dos más
orientales se engarzan en el muro y se le adosan sendas columnas entregas con basas
áticas con garras, fustes lisos y capiteles con decoración vegetal en los que se incluyen
pequeñas cabezas. El tránsito entre las naves se realiza a través de arcos de medio punto
doblados y peraltados. La nave se cubre con techumbre de madera a dos aguas. En los
muros de la nave se abre una saetera en el lado meridional y otra sobre el arco triunfal. Un
tercer vano adintelado se encuentra sobre la puerta de acceso y en la actualidad acoge una
imagen del Cordero Místico, proveniente con toda
probabilidad de alguno de los piñones del edificio.
El arco triunfal es de medio punto doblado y
ligeramente peraltado, la arquivolta externa apoya
directamente en el muro y la interior descansa sobre
columnas entregas con capiteles vegetales de gran desarrollo.
Este desarrollo exagerado se puede apreciar también en las
basas, especialmente en su toro inferior.
El arco fajón del presbiterio sigue las mismas pautas con la salvedad del mayor
número de toros en las basas y la inclusión de pequeñas cabezas entre el follaje del capitel
derecho, similares a las vistas en los capiteles del tramo oriental de la nave. En el muro del
testero se conserva un vano con derrame. En el muro norte de la nave se conservan dos
sillares pertenecientes a la obra prerrománica, uno de ellos con arcos de herradura y otro
con perforaciones semicirculares.
Las capillas laterales son sencillas. El acceso se realiza por arcos de medio punto
(doblado el meridional) que apean en el muro. Ambas se cubren con bóveda de cañón y en
los te steros se abren saeteras.
Al margen de las obras prerrománica y románica, destaca en San Pedro de Ansemil
la capilla funeraria de Santa Ana. Dicha capilla, construida en torno a 1337, se adosa al
muro sur de la iglesia. Se compone de una nave rectangular precedida por un ábside
rectangular en el lado oriental. Dicho ábside presenta una altura menor que la nave. En
cada esquina se dispone una columna con capiteles troncocónicos con decoración animal y
vegetal. Chao Castro ha puesto en relación la decoración de los mismos con los presentes
en la Claustra Nova de la catedral de Ourense, Santo Domingo de Ribadavia, San
Francisco de Ourense y Santo Domingo de Bonaval en Compostela. Sobre estas columnas
se apoyan los nervios de una bóveda de crucería. El arco triunfal es apuntado con
decoración de puntas de diamante en la cara que da a la nave. El muro meridional es el
que acoge el arcosolio donde se encuentra el sepulcro de Diego Gómez de Deza. El
monumento es sencillo con una yacija con blasones en la parte central y cubierto por una
tapa a doble vertiente con la inscripción:
ERA : I : CCC : LXX NOVE : HIC : / IACET : DIEGO : GOMEZ : / DE : DEÇA
: CAVALEIRO
La espacialidad de la capilla la convierte en un espacio litúrgico al margen de los
usos de la iglesia monástica, motivados a buen seguro por su función funeraria.
La fachada occidental de la iglesia se organiza por medio de una portada
flanqueada por dos estrechas saeteras. La es abocinada con doble arquivolta de medio
punto peraltado con chambrana. La arquivolta inferior alberga un tímpano con seis líneas
equidistantes que pudieran ser el pautado para una inscripción que nunca llego a
realizarse. Dos columnillas acodilladas con fustes monolíticos sustentan la arquivolta
inferior. Las basas son áticas y los capiteles de tipo vegetal con hojas estilizadas. En el
capitel derecho se desarrolla una escena con cinco personajes difícil de interpretar.
Los muros laterales de la iglesia son sencillos y lisos a excepción de la inclusión,
en el muro norte, de un contrafuerte y una puerta con dintel decorado con una cruz de
brazos iguales. El muro sur se ve muy modificado por la construcción de la capilla de
Santa Ana, pero destaca como en ella se reutilizaron los canecillos de la obra románica.
Los motivos son diversos: de pros, león, bóvidos, figuras humanas, etc.
El aspecto exterior de la cabecera también es sencillo con los muros rectos de los
tres ábsides. En el muro central se añadió un alero que se ve surcado por canecillos
similares a los reutilizados en la capilla de Santa Ana.
De la obra gótica de la capilla, al exterior destaca la portada con un tímpano con el
Agnus Dei que sirve de base para una imagen de la Virgen de la Leche.
La iglesia de Ansemil es un interesante ejemplo de la arquitectura rural gallega que
aúna las soluciones espaciales prerrománicas con la fábrica románica del XII. Además, la
magnífica capilla gótica es un buen ejemplo de las devociones privadas funerarias de
tiempos del gótico que supusieron para la comunidad un periodo de auge previo al declive
del siglo XV.
Javier Castiñeiras López
SAN LORENZO DE CARBOEIRO (monasterio)
Según señalan Vázquez Crespo y González Alén, cuando se habla de Carboeiro se
piensa en el monasterio benedictino de dicho nombre, si bien antes de su función los
pobladores habían sido los "carbonarios", comunidad de trabajadores del carbón. Asimismo
habría que pensar que la iglesia parroquial de Santa María, de estilo Barroco, con
elementos románicos, fue levantada tras la descomposición del monasterio de San Lorenzo.
El monasterio de San Lorenzo es sin duda el conjunto capital de la comarca y uno
de los más destacados de todo el arte gallego. Su origen debe retrotraerse a mediados del
siglo IX, cuando existía un eremitorio fundado por Egica. Ya en el siglo X, los condes de
Deza, Gonzalo Betote y Teresa Eiriz, junto a la reina Aragonta realizaron diversas
donaciones a la comunidad allí existente, hasta los años 924 al 936 donde los distintos
autores sitúan su fundación, que parece referirse a una importante remodelación y ampliación
lo que ya había. De ahí surgirá el monasterio, que acogería a diversos eremitas que habitaban
en el territorio y a su consagración asistieron el obispo de Lugo D. Ero y San Rosendo,
siendo el presbítero Félix su primer abad, nombrado directamente por la condesa, por
entonces viuda, y contando con la tutela de Ramiro II. Años más tarde, la protección regia
queda mermada y la comunidad se divide en dos bandos: los partidarios de Alonso
Bermúdez y los de Arias Pelagiz, cuestión zanjada por la intervención de Bermudo II, tras
una razzia de Almanzor que lo destruye en el 997 y lleva a su restauración, a finales del
siglo, por el monje Trasuario.
Pero los restos de la época se perdieron y la fábrica conservada ha de ser observada
desde 1171, cuando se empiezan las obras de la iglesia monacal, según un epígrafe que
indica que en esa fecha el abad Fernando y la comunidad de monjes iniciaban las obras:
"ERA ICCVIIII KALENDAS IVLIIS HOC TEMPLVM FVNDAVIT ABBAS
FERNANDVS CVM SVORVM CATERVA MONACORVM".
Al abad Fernando cuyo epitafio se conserva, le sucede el abad Pedro Fróilaz, bajo
cuyo mandato se produce una donación para la obra, procedente de Urraca Fernández, en
1193.
Son numerosos los documentos en relación con el monasterio a lo largo del XIII,
aunque se constata una crisis desde mediados de la centuria que afecta al siglo siguiente.
Vázquez Crespo y González Alén indican que en 1320 contaba con 40 monjes y 35 colonos,
pero la decadencia no se resuelve a lo largo del XV, hasta que en 1499, fue anexionado al
monasterio compostelano de San Martín Pinario, por bula de Alejandro IV. A partir de
entonces se convirtió en priorato hasta su abandono dos siglos más tarde llegando al
derrumbamiento en 1880.
La iglesia es uno de los ejemplares más problemáticos, en lo que a estilo se refiere,
del arte medieval gallego, pues presenta numerosos caracteres de transición entre el
Románico y el Gótico. Su planta es de cruz latina con tres naves, poco desarrolladas debido a
su emplazamiento y capillas absidales en la cabecera -tres- y brazos del crucero -dos-. Bajo la
cabecera se halla una cripta, datada por un epígrafe en 1171, con escaleras que ascienden
hasta las torres, la cual permitió solventar el declive del terreno y posibilitó la compleja
cabecera de la iglesia, como indica Yzquierdo. En su factura revela un influjo borgoñón, bien
directo bien a través de Mateo.
En lo que atañe a la iglesia destaca la cabecera con girola. La capilla mayor posee
planta poligonal, y un alzado con arcos apuntados peraltados, para ganar altura, al igual que
ocurre en construcciones del císter como Oseira o Melón. La girola, con cinco tramos
trapezoidales, remata en sus extremos con las escaleras que descienden a la cripta y
comunican con las torres. Las capillas radiales, tangentes entre sí -peculiaridad en Galicia,
que remite a ejemplos lejanos como Saint-Denis-, poseen planta semicircular y una
decoración sobre todo de tipo vegetal.
La nave mayor y los tramos del crucero, se separan mediante pilares compuestos, y
su ornamentación sigue preferentemente esquemas mateanos, con capiteles vegetales tallados
por discípulos de Mateo, imitadores de aquéllos y otros artistas influidos por el espíritu
cisterciense según la clasificación llevada a cabo por Yzquierdo.
Más complejo resulta el estudio de las cubiertas del
edificio, pues si bien las naves laterales se cubrirían con
bóvedas de crucería cuatripartita, la central y crucero lo harían
con bóvedas de cañón o crucería, para la mayoría de los
autores, mientras en opinión de López Ferreiro, seguida por
Yzquierdo, se trataría de artesonado.
La portada principal es de lo más relevante. Poseía un
gran rosetón perdido en las reformas que en el siglo XIV
llevaron a la construcción de una torre en el noroeste. Sigue
pautas compostelanas hasta el punto de que en una de las arquivoltas -en su totalidad tiene
cuatro- nos encontramos los ancianos con instrumentos musicales al estilo de los del Pórtico
de la Gloria mateano, que demuestran el influjo que dicha obra maestra de la catedral de
Santiago, tuvo en todo el arte gallego, incluso siglos más tarde como se puede comprobar en
la portada de la iglesia de San Martín de Noia, nuevo reflejo de los ancianos músicos ya en
época del arzobispo D. Lope de Mendoza (primera mitad del siglo XV). La labra se debería a
un seguidor de Mateo o un discípulo de éste, más torpe en su ejecución. En tímpano poseía
en el centro la figura de Cristo bendiciendo flanqueado por el Tetramorfos, todo ello con una
clara ascendencia mateana tal como ha indicado Yzquierdo.
(Relieves procedentes del tímpano occidental de Carboeiro. Barcelona, Museo Marés)
Marta Cendón Fernández
SAN PEDRO DE VILANOVA DE DOZÓN (monasterio)
Historia de la comunidad
La abadía fue fundada el 26 de noviembre del año 1154 por Doña Guntroda Suárez
tras una donación de tierras que en su testamento realiza su viudo, Pelayo Martínez. En
las cercanías del río Dozón se retirará con un número indeterminado de monjas,
convirtiéndose en la primera abadesa de la abadía de San Pedro.
La nueva fundación recibirá donaciones que incrementarán notablemente su
patrimonio. De entre ellas, destacan las realizadas por los reyes Alfonso VII, en torno a
1154, y Fernando II en 1159 y 1173. El primero dona la iglesia de San Martín de
Asperelo, mientras que el segundo otorga la mitad de la iglesia de Santa Eulalia de Camba
y un privilegio de coto con exenciones regias. Estos privilegios se vieron confirmados por
los monarcas posteriores.
A lo largo de toda la Edad Media, San Pedro de Vilanova tendrá unas estrechas
relaciones con el monasterio cisterciense de Oseira que ejercería una tutela espiritual de la
comunidad de monjas.
En el siglo XV, tras la muerte de la abadesa Doña Isabel de Ulloa, el monasterio se
anexiona a la Congregación de San Benito el Real de Valladolid, según un documento con
fecha de 7 de julio de 1499 firmado por Fr. Rodrigo de Valencia, prior de Valladolid. A
partir de esta fecha la historia del monasterio queda ligada al de San Paio de Antealtares
de Santiago de Compostela hasta la desamortización de 1835.
Figuras destacadas
Doña Guntroda Suárez: fundadora y primera abadesa.
Doña Isabel de Ulloa: última abadesa.
Arquitectura del edificio
Del antiguo conjunto monástico solo conservamos la iglesia. La planta presenta
una única nave rectangular de tres tramos, de mayores dimensiones el oriental, y un ábside
semicircular.
Los muros interiores de la nave son lisos y se elevan sobre un banco de fábrica
que, en su visión actual, se encuentra embebido en el pavimento. El aparejo es granítico y
con hiladas regulares. La cubierta es de madera a dos aguas apeada sobre cinco ménsulas a
cada lado del muro. La presencia de dos columnas, interrumpidas a media altura, en cada
uno de los muros lleva a pensar en un proyecto inicial con cubierta abovedada que se vio
modificado al avance de las obras. Las columnas presentan fustes lisos realizados a base
de tambores. Las basas siguen el tradicional modelo ático y, algunas de ellas, desarrollan
bolas.
En la nave se abren tres sencillas puertas rematadas por sendos arcos apuntados,
dos en los muros laterales y la tercera en el muro de cierre occidental. La iluminación de
la nave se realiza por medio de cuatro ventanas en los muros, dos en el norte y dos en el
sur, y una en el muro occidental. La configuración es similar en los cinco vanos con un
sencillo remate en arco de medio punto y derramamiento interno.
El ábside se compone de tramo recto, cubierto por bóveda de cañón apuntado, y de
hemiciclo con bóveda de cascarón que se decora con un florón en la clave. El acceso al
tramo recto, ligeramente elevado al que se accede por dos peldaños, se realiza por un arco
triunfal levemente apuntado y doblado. El arco descansa sobre dos columnas entregas de
fustes lisos compuestas por tambores. Los capiteles son de tipo vegetal con dos niveles de
hojas. Sobre los capiteles se dispone una imposta que recorre los muros del tramo recto.
Las basas de modelo ático con garras se elevan sobre un zócalo con baquetón liso y
moldura de corta triangular que continúa su desarrollo por los muros del ábside.
Un segundo arco fajón apuntado marca el tránsito del tramo recto al hemiciclo. El
arco descansa sobre una pareja de columnas con características análogas a las vistas en el
arco triunfal. La diferencia viene dada por los capiteles, el norte troncopiramidal sin
ningún tipo de decoración y el sur, con una sección inferior lisa y decoración de bolas en
la superior. En el miro del hemiciclo se abren cinco ventanas de las cuales dos están
cegadas. Cuatro de ellas son sencillas con una sola arquivolta lisa de medio punto,
mientras que la que ocupa el centro desarrolla un baquetón en la arista que se ve surcado
por hojas. En las cuatro ventanas sencillas, los arcos descansan sobre pequeñas columnas
acodilladas con fustes monolíticos. Los capiteles son vegetales a excepción de uno de
ellos que se decora con dos aves afrontadas. Las basas siguen el modelo ático.
La austeridad decorativa vista en el interior contrasta con la riqueza ornamental
exterior. La fachada occidental se divide en tres calles por medio de la inclusión de dos
contrafuertes. En la calle central se abre la portada con dos arquivoltas apuntadas y
chambrana. Las arquivoltas se ven surcadas por baquetones y la chambrana se decora con
líneas en zig-zag. Las arquivoltas apean sobre cuatro columnas monolíticas estilizadas y
lisas sobre basas áticas con plinto sin decoración. Los capiteles tienen decoración vegetal,
encontrándose muy deteriorados los de la jamba derecha. Bajo la arquivolta inferior se
encuentra un tímpano monolítico y apuntado sin ningún tipo de decoración y apoyado en
mochetas. Sobre la puerta, en el tejaroz que uno los contrafuertes, se dispone una serie de
canecillos de proa y con motivos geométricos. En la parte superior de la fachada se abre
un vano ciego con arquivolta de medio punto baquetonado y chambrana. La arquivolta
voltea sobre columnillas acodilladas de fustes monolíticos, basas áticas y capiteles
vegetales. La fachada se remata por un piñón con una cruz de brazos iguales.
En la cabecera, el hemiciclo se divide en cinco tramos por medio de cuatro
columnas entregas con basas áticas con garras sobre plintos, dos lisos y dos decorados.
Los capiteles son todos de tipo vegetal con hojas lisas. El cornisamento se resuelve por
medio de arquillos que donan gran plasticidad. La cornisa se proyecta por el tramo recto,
delimitado por contrafuertes, con muros lisos a excepción del norte donde se abrió un
arcosolio funerario en la parte inferior. En los tramos del hemiciclo se abren ventanas
ricamente decoradas. Tienen una arquivolta baquetonada de medio punto y chambrana. La
ventana central destaca con un doble baquetonado, decorado el interior con zig-zag y el
exterior con hojas. Las arquivoltas de las cinco ventanas apoyan sobre columnillas
monolíticas acodilladas con basas según el modelo usual sobre plintos decorados con una
rica y variada decoración: zig-zag, bolas, flores, etc. Los capiteles son vegetales salvo uno
de ellos con decoración zoomorfa de águilas enfrentadas. En la calle central del hemiciclo
se abren dos rosetones. El superior, menor y más sencillo, presenta derrame cortado en
chaflán con decoración de flores. El inferior ve su círculo surcado por hojas picudas a
modo de dentado y su tracería dibuja una cruz de brazos iguales.
En el tramo norte del presbiterio se encuentra una inscripción donde puede leerse:
EGO : GONSTRODA SUARII : EDIFICAVI ISTUM MONASTEIRUM : IN HONORE :
SANCTI PETRI IN : ERA : Mª ; Cª Lª XLIIª : E? OGO
La inscripción corrobora la información que conocemos sobe el monasterio, esto
es, la fundación por parte de Guntroda. La última línea plante más problemas, para Bango
Torviso podría tratarse de la marca del maestro.
En el muro norte de la nave se encuentran cuatro contrafuertes, dos que lo
enmarcan y dos que dibujan tres tramos en el lienzo. En el hastial oriental se abre una
portada compuesta por dos arquivoltas y chambrana apuntadas. Las arquivoltas
desarrollan baquetones con decoración de hojas, el inferior, y liso el superior. La
chambrana se decora con hojas. Ambas arquivoltas descansan en columnas acodilladas
monolíticas con basas áticas con garras, decoradas con cabezas de animales, sobre plintos
decorados con arquillos doblados y columnillas con capiteles. Los capiteles, muy
erosionados, desarrollan decoración vegetal. El tímpano de la portada es apuntado
decorado con una cruz de brazos iguales con una decoración, en el centro y en los
extremos de los brazos de la cruz, de círculos con decoración vegetal. Sobre la puerta se
encuentra una cornisa entre los contrafuertes, como la vista en la portada occidental, con
decoración de arquillos. En los dos tramos restantes del muro norte se abren ventanas con
arco de medio punto y chambrana sobre columnillas con una configuración similar a las
presentes en la cabecera. La cornisa superior del muro se decora con el mismo tipo de
arquitos de las cornisas de las portadas. En el tramo oriental del muro, sobre la cornisa se
haya la espadaña compuesta por dos vanos de medio punto.
El muro sur se divide en cuatro tramos por medio de cinco contrafuertes. Una
puerta se abre en el tercer tramo desde la cabecera. Tiene una sola arquivolta apuntada y
chambrana. La chambrana se decora con tacos en damero y la arquivolta con baquetón.
Las columnas acodilladas sobre las que descansa la arquivolta son de fustes lisos y
monolíticos, basas áticas y capiteles de tipo vegetal. En el tímpano se esculpe una cruz
patada. Sobre la puerta encontramos de nuevo el característico tejaroz con canecillos en
nacela simple. En los dos tramos centrales se abren saeteras sencillas terminadas, arriba y
abajo, en arcos de medio punto.
La iglesia de San Pedro de Vilanova de Dozón, único vestigio del conjunto
monástico, sorprende por el gran contraste entre su austeridad y sencillez interiores, y el
rico ornato en portadas y ventanas en su visión exterior. A pesar de que la documentación
nos hable de una fundación en 1154, los elementos de estilo de la fábrica actual (deudores
en ciertos aspectos de la arquitectura del Císter) llevan a una datación nunca anterior al
año 1200.
Patrimonio documental
La documentación más importante referida a San Pedo de Vilanova se vincula al
monasterio de cisterciense de Oseira. Destaca la copia del siglo XVII de la carta
fundacional.
Javier Castiñeiras López
SAN MARTIÑO DE CORNOCES
Iglesia construida en una fase tardía del románico, en torno a 1200 y primeras
décadas del siglo XIII. Destaca el tímpano de su portada occidental, donde aparece
figurado el titular del templo –San Martín-, así como el conjunto de canecillos, aunque en
este caso de decoración bastante sencilla; y también la cruz antefija que figura sobre la
cabecera, y en la que se representa al Crucificado. En cualquier caso lo más notable de la
iglesia es la amplia inscripción del muro exterior sur de la nave, objeto de atención en este
viaje.
San Martiño de Cornoces resulta llamativo por su emplazamiento en lo alto de
unos “outeiros” que conforman la cumbre de una colina, y donde también la propia
toponimia del lugar –“O Castro”- parece delatar un asentamiento cristiano sobre un
antiguo espacio castrexo. La propia iglesia está levantada sobre las rocas, que asoman por
el atrio, y en buena medida su disposición parece haber condicionado las propias
dimensiones del edificio, por cuanto su nave resulta especialmente corta, y por lo mismo
semeja desproporcionadamente alta. El cementerio se ha “acoplado” alrededor, en el
mínimo espacio disponible, si bien hacia el sector meridional se conservan los restos
notables de la gran casa rectoral que quizás resultase de la reedificación sobre antiguas
estructuras monásticas totalmente desaparecidas.
David Chao Castro
Entre o Deza e o Minho
Xosé Antonio Souto
As terras e monumentos que imos percorrer na próxima excursom de 15 de abril
aparecem associados a um conjunto importante de autores da lírica galego-portuguesa,
entre eles alguns dos mais significativos do movimento poético. Nesse elenco, podemos
incluir, ordenados por orde cronológica, os seguintes :
Osório Eanes (1175-1217) => S. Martinho de Cornozes (conc. Amoeiro) etc.
Pedro Pais Bazaco (1184?-1224) => mosteiro de Dozom
Fernando Pais de Tamalhancos (1196-1242) => Tamalhancos (conc. Amoeiro)
Paio Soares de Taveirós => mosteiro de Carvoeiro, terras de Taveirós
Nuno Eanes Cérceo => Cércio (Lalim),
Afonso Soares Sarraça (1262) => igreja de Ansemil, mostº de Aziveiro
Airas Peres Vuiturom (1247-1253) => mosteiro de Dozom
Seguindo o itinerário da viage, aludimos em primeiro lugar a Afonso Soares
Sarraça, marido que foi de Teresa Eanes, membro da família dos Deza, cuja capela
funerária se encontra anexa à igreja de Ansemil.
Nom temos registos documentais de Nuno Eanes Cércio em vida, só sabemos que
em 1268 a irmá, Urraca, e os filhos, Afonso e Gonçalo, mantinham um litígio por
herdamentos que pertenceram a D. Nuno. A família era originária da freguesia de
Santiago de Cércio em Lalim, mas as suas propriedades chegavam ao rio Minho na zona
de Belesar (conc. Coles). Dª Urraca (e talvez também o irmao) possuía o direito do
patronato da igreja de S. Martinho de Paços (Silheda), mui próxima à de Santiago de
Breixa. Esta última constitui, pola sua decoraçom escultórica, um monumento até certo
ponto excecional dentro da arte románica galega. Também podemos atribuir esse adjetivo,
com muita razom, à produçom poética de Nuno Eanes Cércio, nomeadamente polo seu
conhecido descordo.
Ainda que nom temos registros documentais sobre Paio Soares de Taveirós, outros
membros da sua estirpe estám presentes na documentaçom do mosteiro de Carvoeiro.
Entre outros motivos, o trovador e o irmao Pero Velho som conhecidos polo conteúdo da
rubrica que antecede umha tençom entre eles: a notícia mais nítida sobre a existência da
corte poética de Rodrigo Gomes de Trava e a mulher Maior Afonso.
Dous trovadores aparecem relacionados com o mosteiro de Dozom, Pedro Pais
Bazaco e Airas Peres Vuiturom. O primeiro, do qual nom se conserva nengum texto
poético por lacuna nos cancioneiros, pertence a umha linhage intimamente relacionada
com esse estabelecimento monástico, de feito, duas tias do trovador, Teresa (1167-1173) e
Toda Peres (1188-1206), fôrom abadessas do mesmo.
Pedro Pais Vuiturom, pai de Airas Peres, aparece como testemunha numha doaçom
ao esse mesmo mosteiro. Provavelmente, será o próprio trovador o A. Peres “miles” que
exerce essa mesma funçom numha escritura de 1256. O texto poético em que satiriza a
entrega dos castelos ao futuro Afonso III de Portugal na guerra (1246-1248) que o
enfrentou com Sancho II, é provavelmente umha das cantigas mais interessantes do ponto
de vista histórico.
Fernando Pais de Tamalhancos e Osório Eanes aparecem relacionados, por
diversas vias, com as terras de Amoeiro. Trata-se de dous trovadores de biografia mui bem
conhecida polo grande relevo dos grupos familiares a que pertencêrom –em parte comuns-
e pola própria notoriedade política de ambos.
Fernando Pais, cujo antrotopónimo (Tamalhancos) nos leva a umha localidade de
Amoeiro, foi descendente de Fernando Eanes de Montoro, personage de grande
importáncia na corte de Afonso VII. Por outro lado, o trovador integra-se na família dos
Trava como descendente de Elvira Peres de Trava, mulher de Gomes Nunes de Celanova.
Fernando Pais foi, em 1197, alferes de Afonso IX e tenente da terra de Búval durante um
longo período (1216-1240).
Por ocasiom da excursom celebrada em outono de 2015, foi enviada ampla
informaçom sobre Osório Eanes. Recuperamos alguns dados para contextualizar a visita à
igreja de S. Martinho de Cornozes.
D. Osório, pertencente aos Trava por via materna (neto de Fernando Peres de
Trava), foi membro da estirpe dos Nóvoas, também conhecida como “de Amoeiro” ou “de
eda”, atendendo institui om religiosa a que aparecem mais diretamente vinculados:
o mosteiro de eda no concelho de Amoeiro (no qual a irmá do trovador, Urraca Eanes,
foi abadessa). Esse grupo familiar dominou, entre as últimas décadas do séc. XII e
primeiras do séc. XIII, as terras que se situam na marge setentrional do Minho entre
Ribadávia e Ourense. O próprio Osório Eanes exerceu como tenente em Ribadávia,
Castela e Búval (1187, 1195, 1204), antigo distrito medieval em que se encontra
Cornozes. Urraca Fernandes, mai de Os rio Eanes, foi a instituidora de S. Martinho
Cornozes, de acordo com a sin ular inscri om ra ada nos muros da i re a: “Urace
Fernandi qui eam funditus edificauit”. Sabemos que, em 1202, Sancha Eanes, irmá do
trovador doou a parte que lhe correspondia nessa igreja ao cabido da Sé de Ourense.
A produçom poética de Osório Eanes, considerado o mais provençalizante dos
nossos trovadores, é justamente célebre. Entre os aspetos mais originais da sua poética,
encontramos o tópico da chanson de change, caracterizado por mudar a mulher amada por
outra nova.
Urrace Fernandi que eam funditus ed i f i caui t
Aquel que se tenha dado o trabalho de ler os relatórios sobre as vertentes literária
e artística da excursom de manhá talvez tenha notado a contradiçom que existe sobre a
interpretaçom dumha das inscriçons murais da igreja de S. Martinho de Cornozes.
Naquel elaborado por mim, indico que se trata de Urraca Fernandes, filha de
Fernando Peres de Trava, mulher de Joám Airas de Nóvoa e mai do trovador Osório
Eanes. Essa interpretaçom assenta, por um lado, no único desenvolvimento possível do
nome que, de modo abre iado, aparece na pr pria inscri om “Urrace F.” e, por outro,
naquilo que conhecemos sobre a história dessa igreja. Polo contrário, no dossier
artístico foi utilizado, como suporte biblio ráfico, um arti o em que o “F” aparece
transcrito como sendo a abre iatura de “filia”, do qual resulta: “Urrace filie”.
Os autores do artigo em questom (Saco & Saco) considerárom, de feito, que nom
podia tratar-se de Urraca Fernandes de Trava:
Es difícil tomar postura en este tema, pero parece que no puede tratarse de esta
Urraca Fernandez, ya que en un documento un poco posterior, de 12021, aparece la
iglesia de Cornuziis (Cornoces) como legada en testamento al Cabildo, juntamente con
la de Rouzós [...] por una tal Sancha Yañez , que de no ser fundadora no podría
regalarla. El propio D. Angel del Castillo reconoce que en el testamento de Dª Urraca
Fernandez no figura la iglesia de Cornoces entre las muchas que cita. (p. 11)
Interpretam, assi, que a le enda de e ser entendida como: “La hi a de Urraca (fue)
la que ...”.
No entanto, as objeçons que aduzem nom tenhem razom de ser. Em primeiro
lugar, porque o último registro documental que nos apresenta Urraca Fernandes de
Trava com vida é o seu testamento (1199.07.30), mais sabemos que já morrera (havia
algum tempo) em novembro de 1202, por aquilo que consta numha doaçom que fai
umha das filhas, Urraca Eanes (abadessa de Bóveda), ao Cabido de Santiago.
Precisamente, outra das filhas de Urraca Fernandes foi Sancha Eanes; é ela a personage
feminina cuja identidade desconhecem Saco & Saco. Isto é, pouco tempo depois do
falecimento da mai, as filhas doam bens que Dª Urraca lhes legara, respetivamente, aos
cabidos de Santiago e de Ourense; em concreto, o ourensano recebe de Sancha, em
setembro de 1202, a quarta parte das igrejas de Cornozes e Rouzós. É esse o
documento que referem Saco & Saco.
É verdade que Urraca Fernandes nom cita no seu testamento o templo de
Cornozes como um das beneficiados economicamente. Isso deve-se a que as igrejas que
lhe pertenciam em propriedade – portanto nom era preciso especificá-las – nom som
referidas de modo individualizado, mais si conjuntamente: “Ad ecclesias de Trastamar
et de Buval et de Castella super quas potestatem habui et tenui et in illas pecaui et
erraui et de illis ganaui XX morabitinos per illas diuidantur et mittant eos in profectu
ecclesiarum et altariu”. S. Martinho de Cornozes situa-se na antiga terra de Búval.
Por outro lado, sabemos da vinculaçom doutros descendentes de Urraca
Fernandes a Cornozes e Rouzós. Os filhos Fernando Eanes de Duvra, irmao também de
Sancha Eanes, vendiam, em 1227, o que lhes pertencia em Cornozes e Rouzós ao
mosteiro de Sar.
Acho que o esclarecimento era necessário, tendo em conta que o destino final da
viage é S. Martinho de Cornozes e, precisamente, pola relaçom que mantém com a mai
do trovador.
1 Em relaçom ao dia de em que foi consagrada a igreja (1200.05.16), tal como reza
na outra inscriçom mural do templo.