Date post: | 05-Oct-2018 |
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Semana del 29 del 7 al 4 de Agosto
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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[Cantico Nº 51 ][E. Libro] [Inicio]
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jr cap. 12 párrs. 14-19
“COMO QUE JEHOVÁ VIVE [...] EN JUSTICIA”
14. ¿Qué injusticias se han visto últimamente?
[ 14 ] [Textos] Hay personas que han pasado años en
la cárcel por crímenes que no cometieron. Incluso ha
habido casos en que un tribunal ha condenado a muerte
a un reo y después de la ejecución han aparecido
pruebas de su inocencia. En varios países es tanta la
pobreza que hay padres que venden a algunos de sus
hijos como esclavos para alimentar al resto de la familia.
¿Cómo se siente usted cuando oye de tamañas
injusticias? ¿Cómo se sentirá Jehová? La Biblia señala
que él desea eliminar todas las causas de sufrimiento, y
él es el único que tiene el poder de hacerlo. Por eso, los
pobres y los inocentes que sufren pueden cobrar ánimo:
Jehová, el Dios de justicia, está tomando las medidas
necesarias para librarlos de sus angustias (Jer. 23:5, 6).
15, 16. a) ¿Qué realidad acerca de Jehová destaca
Jeremías? b) ¿Por qué podemos confiar en las leyes
y promesas de Dios?
[ 15 ] [Textos] En el día de Jeremías, algunos eran
conscientes de la elevada justicia de Dios. Por ejemplo,
el profeta planteó la posibilidad de que Israel se
arrepintiera de sus pecados y manifestara su cambio de
actitud con una expresión similar a esta: “¡Tan
ciertamente como que Jehová vive en verdad, en justicia
y en rectitud!” (Jer. 4:1, 2). Eso es cierto porque la
injusticia no tiene cabida en el propósito de Jehová.
Pero existen más testimonios de que él ama la justicia.
[ 16 ] [Textos] Innegablemente, Dios cumple su
palabra y no miente. Si bien muchos hombres rompen
sus promesas, Jehová nunca lo hace. Incluso las leyes
de la naturaleza, que él ha implantado y de las que
nosotros nos beneficiamos, son inquebrantables (Jer.
31:35, 36). Asimismo, podemos confiar en sus
promesas y en sus decisiones judiciales porque siempre
son buenas (léase Lamentaciones 3:37, 38)
17. a) ¿Qué hace Jehová a la hora de juzgar? b) ¿Por
qué podemos confiar en los ancianos cuando tratan
problemas de la congregación? (Véase el recuadro
“Juzgan para Jehová”, de la página 148.)
[ 17 ] [Textos] A la hora de juzgar, Jehová nunca se
queda satisfecho con la apariencia de un asunto. Va
más allá: escudriña el trasfondo para conocer todos los
detalles y evalúa los motivos de las personas
implicadas. Los médicos emplean instrumentos y
técnicas especiales para observar el corazón mientras
late o estudiar los riñones mientras filtran la sangre, lo
que les permite ver cuál es su estado. Pues bien,
Jehová hace mucho más que eso. Examina tanto el
corazón como los riñones simbólicos para evaluar los
motivos y los sentimientos más profundos de una
persona. Así se asegura de qué fue lo que la impulsó a
actuar de determinada manera y qué opina de tal
proceder. El Todopoderoso puede manejar a la
perfección la gran cantidad de detalles que revela tal
examen. Superando por mucho al juez humano más
agudo, emplea todos estos datos acertada y
equilibradamente a fin de emitir un juicio justo (léanse
Jeremías 12:1a y 20:12).
[Recuadro de la página 148] JUZGAN PARA JEHOVÁ
Mediante su Palabra escrita y la congregación, Jehová ha enseñado a los ancianos a juzgar. Los ha autorizado para que lo representen al manejar los problemas de la congregación. Tales hermanos son imperfectos y no pueden leer el corazón —como hace Jehová—, pero desean tratar a sus hermanos en consonancia con el ejemplo que les da el Dios todopoderoso. Para ello, le piden su guía y procuran imitarlo aplicando los principios bíblicos pertinentes para „juzgar con justicia‟ (Jer. 11:20). Por tanto, tenemos buenas razones para confiar en los ancianos, “porque ellos están velando por” nosotros “como los que han de rendir cuenta” (Heb. 13:17).
18, 19. ¿Qué efecto tiene en nosotros conocer la
justicia de Dios?
[ 18 ] [Textos] Tenemos razones de sobra para confiar
en Jehová, aunque sintamos de vez en cuando
remordimientos de conciencia por errores cometidos.
Nunca olvidemos que Jehová no es un fiscal inflexible
que trata de encontrar un motivo para castigarnos, sino
que es un Juez compasivo que quiere ayudarnos. Si a
alguien le inquieta su conducta pasada o tiene
pendiente algún asunto con otra persona, que le pida a
Jehová que se encargue de “las contiendas”, o sus
luchas internas, para que pueda enterrar el asunto*. Con
su ayuda, verá la importancia que Dios le otorga a su
participación continua en el servicio sagrado (léase
Lamentaciones 3:58, 59).
Nota: Si un hermano ha participado en conducta que viola
claramente la ley de Dios, se debe traer el pecado a la
atención de los ancianos para que lo traten y suministren la
ayuda espiritual necesaria (Sant. 5:13-15).
[ 19 ] [Textos] Como es normal, el Dios de justicia perfecta espera que quienes buscan su aprobación practiquen la justicia (Jer. 7:5-7; 22:3). Predicar las buenas nuevas sin prejuicio es una importante manera de manifestar la justicia divina. Cuando somos concienzudos haciendo revisitas y dirigiendo estudios bíblicos, reflejamos de manera muy provechosa la elevada justicia de Dios, pues él desea que toda clase de gente lo conozca y obtenga la salvación (Lam. 3:25, 26). ¡Qué gran privilegio tenemos de colaborar con Dios y reflejar su justicia en esta obra salvadora!
¿Cómo nos conforta la justicia de Jehová? ¿Cómo podemos confortar a otros imitando la justicia divina?
[E.M.T] [Inicio]
[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] Hechos 26, 27, 28 | Puntos sobresalientes
Lecciones para nosotros:
26:24, 25. Debemos declarar “dichos de verdad y de buen juicio” aunque sean necedad para “el hombre físico” (1 Cor. 2:14).
[Nº1] Núm. 1: Hechos 26:19-32
19 ”Por lo cual, rey Agripa, no me hice desobediente a
la vista celestial, 20
sino que, tanto a los de Damasco, primeramente, como a los de Jerusalén, y por todo el país de Judea, y a las naciones, fui llevando el mensaje de que se arrepintieran y volvieran a Dios, e hicieran obras propias del arrepentimiento.
21 Por estas cosas los
judíos me prendieron en el templo e intentaron matarme. 22
Sin embargo, porque he obtenido la ayuda que proviene de Dios, continúo hasta este día dando testimonio tanto a pequeño como a grande, pero no diciendo ninguna cosa salvo las que los Profetas así como Moisés declararon que habían de efectuarse: 23
que el Cristo había de sufrir y, como el primero en ser resucitado de entre los muertos, iba a publicar luz tanto a este pueblo como a las naciones”.
24 Ahora bien, mientras él decía estas cosas en su
defensa, Festo dijo con voz fuerte: “¡Estás volviéndote loco, Pablo! ¡El gran saber te está impulsando a la locura!”.
25 Pero Pablo dijo: “No estoy volviéndome loco,
excelentísimo Festo, sino que expreso dichos de verdad y de buen juicio.
26 En realidad, el rey a quien hablo con
franqueza de expresión bien sabe de estas cosas; porque estoy persuadido de que ni siquiera una de estas cosas hay de la que él no se dé cuenta, porque esto no se ha hecho en un rincón.
27 ¿Crees tú, rey Agripa, a los
Profetas? Yo sé que crees”. 28
Pero Agripa dijo a Pablo: “En poco tiempo me persuadirías a hacerme cristiano”. 29
A esto Pablo dijo: “Desearía de Dios que, fuera en poco tiempo o en mucho tiempo, no solo tú, sino también todos los que me oyen hoy llegaran a ser tales hombres como lo que yo también soy, a excepción de estas cadenas”.
30 Y se levantó el rey, y lo mismo hicieron el
gobernador y Berenice y los hombres que con ellos
estaban sentados. 31
Pero al retirarse iban hablando los unos con los otros, y decían: “Este hombre no practica nada que merezca muerte o cadenas”.
32 Además,
Agripa dijo a Festo: “Este hombre podría haber sido puesto en libertad si no hubiera apelado a César”.
[Nº2] Núm. 2: ¿Se llevará en secreto al cielo a los
cristianos fieles sin que tengan que morir? (rs
pág. 49 párrs. 1-4)
¿Será quizás en secreto como se llevará al cielo a los cristianos fieles, y sencillamente desaparecerán de la Tierra sin morir?
Rom. 6:3-5, VV (1977): “¿O ignoráis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? [...] Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.” (Lo que ocurrió en el caso de Jesucristo estableció el modelo. Sus discípulos, así como otras personas, sabían que él había muerto. No fue restaurado a la vida celestial sino hasta después de su muerte y resurrección.)
1 Cor. 15:35, 36, 44, VV (1977): “Dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo vendrán? Insensato, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. Se siembra cuerpo natural [físico, NM], resucitará cuerpo espiritual.” (Así que la persona tiene que morir antes de recibir ese cuerpo espiritual, ¿no es cierto?)
¿Tomará el Señor milagrosamente de la Tierra a todos los cristianos fieles antes de la gran tribulación?
Mat. 24:21, 22: “Habrá entonces grande tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos serán acortados aquellos días.” (Aquí no dice que se llevaría al cielo a todos los “escogidos” antes de la gran tribulación, ¿verdad? Más bien, se les ofrece la perspectiva, junto con sus asociados en la carne, de sobrevivir a la gran tribulación en la Tierra.)
Apo. (Rev.) 7:9, 10, 14, VM: “Después de esto, miré, y he aquí una grande muchedumbre, que nadie podía contar, de entre todas las naciones, y las tribus, y los pueblos, y las lenguas, que estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, revestidos de ropas blancas, y teniendo palmas en sus manos; y clamaban a gran voz, diciendo: ¡Atribúyase la salvación a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero! [...] Éstos son los que salen de la grande tribulación.” (Para „salir‟ de algo uno tiene que haber entrado allí o haber estado dentro de ello. De modo que esta gran muchedumbre tiene que estar compuesta de personas que realmente experimenten la gran tribulación y salgan de ella como sobrevivientes.) (Respecto al hecho de que se hallan en la Tierra, véanse las páginas 77, 78.)
[Nº3] Núm. 3: ¿Cómo se manifiesta el espíritu de
Dios en sus siervos? (Gál. 5:22, 23; Rev. 22:17)
(Gálatas 5:22, 23) Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no
hay ley.
(Revelación 22:17) Y el espíritu y la novia siguen diciendo: “¡Ven!”. Y cualquiera que oiga, diga: “¡Ven!”. Y cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida.
Consulta en jw.org biblioteca en línea.
[R. Servicio] [Inicio]
Cántico 96
10 min. Prediquemos con naturalidad. Discurso
basado en el libro Benefíciese, de la página 128,
párrafo 1, a la página 129, párrafo 1. Entreviste
brevemente a un publicador con experiencia que
haya vencido la timidez. ¿Qué lo ha ayudado a
superar el nerviosismo en la predicación?
Lección 14 Naturalidad
¿Qué implica?
Ser uno mismo: sencillo, sincero y espontáneo.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Si su forma de hablar revela nerviosismo o su estilo es forzado porque está demasiado pendiente de la impresión que cause, el auditorio puede distraerse.
CUANDO uno se expresa con naturalidad, se gana la confianza de los demás. ¿Confiaría usted en las palabras de alguien que le hablara tras una máscara? ¿Sería diferente si el rostro de la máscara fuera más atractivo que el de la persona? Difícilmente. Por lo tanto, en vez de usar un disfraz, sea usted mismo.
No hay que confundir la naturalidad con la despreocupación. Debemos evitar la gramática deficiente, la pronunciación incorrecta y la articulación poco clara, así como el lenguaje demasiado informal.
Manifestemos siempre la dignidad adecuada, tanto en la manera de hablar como en los modales. Ahora bien, la persona que actúa con naturalidad tampoco es ceremoniosa ni se preocupa excesivamente por impresionar.
En el ministerio del campo. Cuando usted se aproxima a una casa o a alguien en un lugar público con la intención de dar testimonio, ¿se pone nervioso? A la mayoría nos sucede así, pero algunos tardan más en tranquilizarse que otros. La tensión puede hacer que la voz salga forzada o temblorosa, o que los movimientos de las manos y la cabeza resulten torpes.
El nerviosismo se debe a varias razones. Tal vez el publicador esté preguntándose qué impresión causará o si su presentación tendrá éxito. Es normal pensar en tales cuestiones, pero el problema surge cuando se les da demasiada importancia. ¿Qué puede hacer si se pone nervioso cuando va a salir al ministerio? Prepárese cuidadosamente y ore con fervor a Jehová (Hech. 4:29). Reflexione en la gran misericordia que demuestra Dios al invitar a la gente a disfrutar de salud perfecta y vida eterna en el Paraíso. Piense en aquellos a quienes está tratando de ayudar y en cuánto necesitan escuchar las buenas nuevas.
Recuerde también que las personas tienen libre albedrío, de modo que pueden o aceptar el mensaje, o rechazarlo. Lo mismo ocurría cuando Jesús daba testimonio en el antiguo Israel. La asignación de usted es simplemente predicar (Mat. 24:14). Aunque no lo dejen hablar, solo con su presencia ya dará testimonio. Tendrá éxito, porque habrá permitido que Jehová lo utilice para llevar a cabo Su voluntad. Cuando sí le sea posible hablar, ¿qué caracterizará su forma de expresarse? Será atractiva y natural si aprende a concentrarse en las necesidades ajenas.
Al dar testimonio, actúe y hable como lo hace normalmente, y sus oyentes se sentirán cómodos. Quizá estén incluso más receptivos al mensaje bíblico que les quiere transmitir. En vez de darles un sermón, converse con ellos. Sea agradable; muestre interés en las personas y agradezca sus comentarios. Por supuesto, si el idioma o la cultura local exigen cierto protocolo como señal de respeto a los desconocidos, sígalo. Pero siempre puede lucir una apacible sonrisa.
10 min. Sección de preguntas. Análisis con el
auditorio a cargo de un anciano.
SECCIÓN DE PREGUNTAS
Antes de aprobar el bautismo de un publicador,
¿qué debe revelar su asistencia a las reuniones y
su participación en el ministerio?
La decisión más importante que alguien puede tomar
es la de bautizarse. Por eso, antes de que los ancianos
aprueben su bautismo, la persona debe comprender a
un grado razonable lo que Dios espera de ella.
Además, debe haber demostrado que tiene el firme
deseo de vivir de acuerdo con los requisitos divinos.A
los cristianos se nos exhorta a reunirnos con
regularidad, así que el publicador que quiera
bautizarse debe tener esa costumbre (Heb. 10:24,
25). Por lo general, participará en las reuniones
mediante sus comentarios. Y es probable que
también se haya inscrito en la Escuela del Ministerio
Teocrático, aunque este no es un requisito para el
bautismo.Además, dado que los cristianos tenemos la
comisión de predicar las buenas nuevas y hacer
discípulos, un publicador que desee bautizarse debe
estar saliendo regularmente al ministerio (Mat.
24:14; 28:19, 20). ¿Por cuántos meses debe ser
publicador antes de bautizarse? Para demostrar que
está decidido a participar con celo en el ministerio
mes tras mes, lógicamente tiene que llevar algún
tiempo predicando (Sal. 78:37). Sin embargo,
tampoco hace falta que pase muchísimo tiempo;
quizá baste con unos pocos meses. ¿Y cuántas horas
debe informar al mes? No hay reglas rígidas al
respecto. Los ancianos deben tomar en cuenta las
circunstancias particulares de cada publicador y ser
razonables (Luc. 21:1-4).Los ancianos —o en las
congregaciones con muy pocos ancianos, los siervos
ministeriales— que se reúnan con un candidato para
el bautismo deben tener presente que cada persona
es distinta y deben ejercer buen juicio al determinar
si llena los requisitos para bautizarse. Se espera que
el candidato demuestre un verdadero deseo de ser
testigo de Jehová y que valore el privilegio de
reunirse con el pueblo de Dios y de participar en la
predicación. Los ancianos reconocen que el candidato
aún no tiene la madurez espiritual ni las habilidades
de un publicador que lleva tiempo bautizado. Si los
ancianos creen que no llena los requisitos para el
bautismo, deben explicarle con bondad las razones
bíblicas por las que consideran que todavía no está
listo y encargarse de que reciba la ayuda espiritual
que necesita.
(Hebreos 10:24, 25) Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes,
25 sin abandonar el
reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.
(Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán
en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Mateo 28:19, 20) Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de
gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,
20 enseñándoles a
observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Salmo 78:37) Y su corazón no era constante con él; y no
resultaban fieles en el pacto de él.
(Lucas 21:1-4) Ahora bien, al levantar la vista, vio a los ricos
que echaban sus dádivas en las arcas de la tesorería. 2 Entonces vio a cierta viuda necesitada echar allí dos
monedas pequeñas de ínfimo valor, 3 y dijo: “En verdad les
digo: Esta viuda, aunque pobre, echó más que todos ellos. 4 Porque todos estos echaron dádivas de lo que les sobra,
mas esta echó, de su indigencia, todo el medio de vivir que tenía”.
10 min. Demostremos ser hijos de nuestro Padre
(Mat. 5:43-45). Análisis con el auditorio basado
en el Anuario 2013, página 89, párrafo 3, a página
90, párrafo 1, y página 164, párrafo 2. Pida a los
presentes que hagan comentarios sobre las
lecciones aprendidas.
Yb13 89:3-90:1
Fred Paton relató: “Durante los cuatro años que viví
en Birmania prediqué por casi todo el país. Tuve
malaria, fiebre, tifoidea, disentería y otros problemas
de salud. A menudo, después de predicar todo el día,
no tenía dónde pasar la noche. Sin embargo, Jehová
siempre se ocupó de mis necesidades y me dió de su
espíritu para seguir adelante”. Frank Dewar, un
robusto neozelandés, contó: “Me encontré con
delincuentes, rebeldes y funcionarios engreídos. Pero
descubrí que podía superar hasta los peores
obstáculos siendo amable, humilde y razonable. La
mayoría de la gente se daba cuenta enseguida de que
los testigos de Jehová no suponen ningún peligro”.
Había un marcado contraste entre los precursores y
la demás población extranjera, que en su gran
mayoría trataba a los lugareños con desprecio. Los
precursores trataban a todo el mundo con amor y
respeto. Esa cortesía llegaba al corazón de los
birmanos, personas humildes que prefieren la
amabilidad y la sutileza en vez de la brusquedad y las
discusiones. Con sus palabras y acciones, los
precursores demostraron que los Testigos son
verdaderos cristianos (Juan 13:35).
Yb13 164:2
Uno de los voluntarios, Tobias Lund, relata una
experiencia que tuvieron él y su esposa, Sofía:
“Encontramos a May Sin Oo, que tenía 16 años y era
la única publicadora de su familia, secando su Biblia
al sol entre los escombros de su hogar. Sonrió al
vernos, pero una lágrima le corría por la mejilla. Al
poco rato, llegaron los voluntarios del equipo
itinerante con sus cascos, herramientas eléctricas y
materiales de construcción y empezaron a edificar
una casa nueva para la familia. Los vecinos estaban
perplejos, se pasaron días mirando las obras, que se
convirtieron en la principal atracción de los
alrededores. Algunos decían:
‘Nunca hemos visto nada igual. ¡En su organización
hay tanta unidad y amor! Nosotros también
quisiéramos ser testigos de Jehová '. Los padres y
hermanos de May Sin Oo asisten ahora a las
reuniones, y toda la familia está progresando bien en
sentido espiritual”.
Cántico 80 y oración
[Cántico 14][Atalaya] [Inicio]
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Protejamos nuestra herencia tomando buenas
decisiones
“Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que
es bueno.” (ROM. 12:9)
Cántico 134
¿QUÉ RESPONDERÍA? * ¿Cuál es nuestra herencia espiritual? * ¿Qué lecciones encierra la historia de Esaú? * ¿Cómo podemos conservar nuestra herencia? 1, 2. a)?¿Cómo llegó a tomar usted la decisión de
servir a Dios? b)?¿Qué preguntas podemos
hacernos sobre nuestra herencia espiritual?
[ 1 ] [Textos] MILLONES de personas hemos tomado
la sabia decisión de servir a Jehová y seguir con
atención los pasos de Jesucristo (Mat. 16:24; 1 Ped.
2:21). No consideramos de poca importancia el hecho
de haber dedicado nuestra vida a Dios. En realidad,
tal elección no se basó en un conocimiento superficial
de unos cuantos textos bíblicos, sino en un estudio
cuidadoso de la Palabra de Dios. Gracias a él
aprendimos muchos detalles que nos fortalecieron la
fe, detalles relacionados con la herencia que Jehová
ofrece a los que adquieren conocimiento de él y de su
enviado, Jesucristo (Juan 17:3; Rom. 12:2).
[ 2 ] [] Para seguir siendo buenos cristianos, debemos
tomar decisiones que agraden a nuestro Padre
celestial. Por lo tanto, analicemos estas cuestiones
importantes: ¿Cuál es nuestra herencia? ¿Cuánto
tenemos que valorarla? ¿Cómo podemos asegurarnos
de conseguirla? ¿Qué nos ayudará a tomar decisiones
sabias?
¿CUÁL ES NUESTRA HERENCIA?
3. ¿Qué herencia anhelan recibir a)?los ungidos?
b)?las “otras ovejas”?
[ 3 ] [Textos] Un número relativamente pequeño de
cristianos anhela recibir “una herencia incorruptible
e incontaminada e inmarcesible”: el inestimable
privilegio de gobernar con Cristo en los cielos (1 Ped.
1:3, 4). Para recibirla, tienen que “nacer de nuevo”
(Juan 3:1-3). ¿Y cuál es la herencia de los millones de
“otras ovejas” de Jesús, las cuales colaboran con sus
discípulos ungidos en predicar las buenas nuevas del
Reino de Dios? (Juan 10:16.) La que los pecadores
Adán y Eva nunca recibieron: vida eterna en un
paraíso terrestre sin más sufrimiento, muerte o
lamento (Rev. 21:1-4). Así, Jesús pudo hacerle esta
promesa a un delincuente que murió con él:
“Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el
Paraíso” (Luc. 23:43).
4. ¿De qué bendiciones disfrutamos ya?
[ 4 ] [Textos] Pero ya disfrutamos de algunos
aspectos de nuestra herencia. Para empezar, tenemos
paz interior y una estrecha relación con Dios gracias
a que demostramos fe en “el rescate pagado por
Cristo Jesús” (Rom. 3:23-25). También
comprendemos con claridad las hermosas promesas
de la Palabra de Dios. Además, somos enormemente
felices por formar parte de una amorosa hermandad
internacional. Y es un inmenso privilegio ser testigos
de Jehová. ¡Con razón valoramos tanto nuestra
herencia espiritual!
¿Qué ha tratado de hacer Satanás a los siervos de
Dios, y qué puede ayudarnos a mantenernos
firmes contra sus artimañas?
[ 5 ] [Textos] Ahora bien, para conservar nuestra
maravillosa herencia, debemos tener cuidado con las
trampas de Satanás. Él siempre ha tratado de hacer
que los siervos de Dios tomen decisiones que
pudieran llevarlos a perder su herencia (Núm. 25:1-3,
9). Y en nuestros días, como sabe que le queda poco
tiempo, ha redoblado sus esfuerzos por extraviarnos
(lea Revelación 12:12, 17). Si deseamos mantenernos
“firmes contra las maquinaciones [o artimañas, según
la nota] del Diablo”, debemos tener siempre en alta
estima nuestra herencia ( Efe. 6:11). En este sentido,
la historia de Esaú, hijo de Isaac, encierra valiosas
lecciones para nosotros.
NO SEAMOS COMO ESAÚ
6, 7. ¿Quién fue Esaú, y a qué herencia tenía
derecho?
[ 6 ] [Textos] Hace casi cuatro mil años, Isaac y
Rebeca tuvieron gemelos: Esaú y Jacob. A medida que
fueron creciendo, los niños demostraron tener
personalidades diferentes. También usaban su
tiempo de forma distinta. La Biblia dice que “Esaú
llegó a ser hombre que sabía cazar, hombre del
campo” y que Jacob era un “hombre sin culpa, que
moraba en tiendas” (Gén. 25:27). Según el traductor
bíblico Robert Alter, la palabra hebrea que se traduce
“sin culpa” denota “integridad o incluso inocencia”.
[ 7 ] [Textos] Cuando los gemelos tenían 15 años, su
abuelo Abrahán falleció. Sin embargo, la promesa que
Jehová le había hecho no murió con él. Más tarde,
Jehová se la repitió a Isaac y le dijo que todas las
naciones de la Tierra se bendecirían por medio de la
descendencia de Abrahán (lea Génesis 26:3-5). Eso
significó que el Mesías —la fiel “descendencia”
mencionada en Génesis 3:15?— vendría mediante la
familia de Abrahán. Como Esaú era el primogénito de
Isaac, tenía el derecho legal de heredar esa promesa.
¿Valoró él tan extraordinaria herencia?
8, 9. a)?¿Qué decisión tomó Esaú respecto a su
herencia? b)?¿De qué se dio cuenta Esaú años más
tarde, y qué hizo?
[ 8 ] [] Un día en que regresaba del campo, Esaú vio a
Jacob “cociendo un guisado” y le dijo: “¡Aprisa, por
favor, dame un bocado de lo rojo... lo rojo que está
allí, porque estoy cansado!”. Jacob le respondió:
“¡Véndeme, ante todo, tu derecho de primogénito!”.
¿Qué decisión tomó Esaú? Por increíble que parezca,
declaró: “¿Y de qué provecho me es una
primogenitura?”. Así es, prefirió un plato de lentejas
antes que su derecho de primogénito. Para legalizar
la venta de ese derecho, Jacob demandó: “¡Júrame,
ante todo!”. Sin pensarlo dos veces, Esaú accedió.
Acto seguido, “Jacob dio a Esaú pan y guisado de
lentejas, y él se puso a comer y beber. Entonces se
levantó y se puso en marcha. Así que Esaú despreció
la primogenitura” (Gén. 25:29-34).
[ 9 ] [Textos] Algunos años después, cuando Isaac
pensaba que moriría pronto, Rebeca tomó medidas
para asegurarse de que Jacob recibiera el derecho de
primogénito que Esaú había despreciado. Cuando
este se dio cuenta, demasiado tarde, de que había
tomado una mala decisión, le suplicó a Isaac:
“¡Bendíceme a mí, sí, a mí también, padre mío! [...]
¿No has reservado una bendición para mí?”. Su
anciano padre le indicó que no podía cambiar la
bendición que ya había dado a Jacob; entonces, “Esaú
alzó la voz y prorrumpió en lágrimas” (Gén. 27:30-
38).
10. ¿Qué pensaba Jehová de Esaú y Jacob, y por
qué?
[ 10 ] [Textos] ¿Qué destacan las Escrituras sobre la
actitud de Esaú? Que para él era más importante
satisfacer sus deseos que conseguir las bendiciones
que recibiría como parte de su herencia. No valoraba
su primogenitura y, en realidad, no amaba a Jehová.
Además, no pensó en el efecto que su decisión tendría
en sus descendientes. ¡Qué distinto fue Jacob! Él sí
apreció su herencia. Lo demostró, por ejemplo,
cuando siguió las instrucciones de su padre para
elegir esposa (Gén. 27:46–28:3). Debido a que tomó
una decisión que exigió paciencia y sacrificio, tuvo la
recompensa de convertirse en antepasado del Mesías.
¿Qué pensaba Jehová de Esaú y Jacob? Mediante el
profeta Malaquías, expresó: “Amé a Jacob, y a Esaú lo
he odiado” (Mal. 1:2, 3).
11. a)?¿Por qué es la historia de Esaú tan
significativa para los cristianos? b)?¿Por qué
relacionó Pablo lo que hizo Esaú con la
fornicación?
[ 11 ] [Textos] ¿Por qué es la historia de Esaú tan
significativa para los cristianos de hoy? El apóstol
Pablo advirtió a sus hermanos: “Que no haya ningún
fornicador ni nadie que no aprecie cosas sagradas,
como Esaú, que a cambio de una sola comida vendió
regalados sus derechos de primogénito” (Heb. 12:16).
Esta advertencia también es válida para nosotros.
Tenemos que seguir valorando las cosas sagradas
para que los deseos egoístas no se apoderen de
nosotros y nos hagan perder la herencia. Ahora bien,
¿por qué relacionó Pablo lo que hizo Esaú con la
fornicación? Porque si, al igual que él, alguien permite
que los deseos egoístas lo controlen, es más probable
que renuncie a las cosas sagradas por cometer
pecados como la fornicación.
PREPAREMOS EL CORAZÓN AHORA
12. a)?¿Cómo nos tienta Satanás? b)?Mencione
ejemplos bíblicos que nos ayudan cuando
debemos tomar decisiones difíciles.
[ 12 ] [Textos] Claro está, los siervos de Dios no
andamos buscando tentaciones que pudieran
llevarnos a cometer inmoralidad sexual. Más bien, le
pedimos a Jehová que nunca permita que cedamos
cuando alguien nos tiente a desobedecerle (Mat.
6:13). Pero Satanás sigue tratando de debilitar
nuestra espiritualidad mientras luchamos por
mantenernos leales en este mundo tan sucio ( Efe.
6:12). Como es el dios de este sistema de cosas, sabe
aprovecharse de nuestra inclinación al pecado y nos
pone en el camino tentaciones que suelen resultarles
atrayentes a los seres humanos imperfectos (1 Cor.
10:8, 13). Imagínese que se le ofreciera la
oportunidad de satisfacer cierto deseo de forma
inmoral. ¿Qué decisión tomaría? ¿Sería cómo Esaú y
diría: “¡Aprisa, por favor, dámelo!”, o resistiría la
tentación y huiría de ella, tal como hizo el hijo de
Jacob, José, cuando lo tentó la esposa de Potifar? (Lea
Génesis 39:10-12.)
13. a)?¿Cómo han actuado igual que José muchos
cristianos de hoy? ¿Y cómo han imitado algunos a
Esaú? b)?¿Qué tenemos que hacer para no seguir
el mal ejemplo de Esaú?
[ 13 ] [Textos] Muchos hermanos nuestros han
actuado con sabiduría y han alegrado el corazón de
Jehová en situaciones en las que han tenido que optar
por ser como Esaú o como Jacob (Prov. 27:11). Pero
algunos han elegido actuar como Esaú y de este modo
han arriesgado su herencia espiritual. De hecho, cada
año un buen número de Testigos son censurados o
expulsados por inmoralidad sexual. Así que es vital
que preparemos el corazón ahora, antes de que se
ponga a prueba nuestra lealtad (Sal. 78:8). Podemos
tomar al menos dos medidas que nos protegerán de
las tentaciones y nos ayudarán a elegir bien cuando
llegue el momento.
REFLEXIONEMOS Y REFORCEMOS LAS DEFENSAS
14. ¿Reflexionar en qué preguntas nos ayudará a
aborrecer “lo que es inicuo” y seguir haciendo “lo
que es bueno”?
[ 14 ] [Textos] La primera medida es reflexionar en
las consecuencias de nuestros actos. El aprecio por
nuestra herencia espiritual depende en gran medida
de cuánto amemos a Jehová, la Fuente de dicha
herencia. Al fin y al cabo, si amamos a alguien, no
queremos lastimarlo. Todo lo contrario, tratamos de
ganarnos su aprobación. Por eso hacemos bien en
dedicar tiempo a reflexionar en el daño que nos
haríamos a nosotros y a quienes nos rodean si nos
dejáramos vencer por los malos deseos. Debemos
preguntarnos: “¿Qué efecto tendría una decisión
egoísta en mi relación con Jehová? ¿Cómo afectaría a
mi familia? ¿Y a mis hermanos de la congregación?
¿Haría tropezar a otros?” (Filip. 1:10). También
podríamos pensar: “¿Vale la pena disfrutar un rato
del pecado y sufrir después los problemas que mi
decisión acarrearía? ¿Quiero acabar como Esaú,
llorando y lamentándome de lo que he hecho?” (Heb.
12:17). Meditar en estas preguntas nos ayudará a
aborrecer “lo que es inicuo” y seguir haciendo “lo que
es bueno” (Rom. 12:9). Sobre todo, el amor por
Jehová nos impulsará a aferrarnos a nuestra herencia
(Sal. 73:28).
15. ¿Qué fortalecerá nuestras defensas contra los
elementos del mundo que ponen en peligro
nuestra espiritualidad?
[ 15 ] [Textos] La segunda medida es reforzar
nuestras defensas. Jehová nos ha dado muchos
recursos para que reforcemos nuestras defensas
contra los elementos de este mundo que ponen en
peligro nuestra espiritualidad. Entre tales recursos
figuran el estudio de la Biblia, las reuniones
cristianas, la predicación y la oración (1 Cor. 15:58).
Cada vez que oramos a Jehová abriéndole nuestro
corazón o participamos de lleno en el ministerio
cristiano, nos fortalecemos contra las tentaciones (lea
1 Timoteo 6:12, 19). En gran parte, la solidez de
nuestras defensas depende de los esfuerzos que
nosotros hagamos (Gál. 6:7). Este punto se destaca en
el capítulo 2 de Proverbios.
SIGAMOS BUSCANDO
16, 17. ¿Cómo podemos aprender a tomar buenas
decisiones?
[ 16 ] [Textos] El segundo capítulo del libro de
Proverbios nos anima a adquirir sabiduría y
capacidad de pensar. Estos dones nos permiten elegir
entre lo que está bien y lo que está mal, entre la
autodisciplina y la autocomplacencia. Pero solo
lograremos tomar buenas decisiones si estamos
dispuestos a poner de nuestra parte. La Biblia
subraya así esta verdad fundamental: “Hijo mío, si
recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios
mandamientos, de modo que con tu oído prestes
atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón
al discernimiento; si, además, clamas por el
entendimiento mismo y das tu voz por el
discernimiento mismo, si sigues buscando esto como
a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en
busca de ello, en tal caso entenderás el temor de
Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de
Dios. Porque Jehová mismo da la sabiduría;
procedentes de su boca hay conocimiento y
discernimiento” (Prov. 2:1-6).
[ 17 ] [] Está claro, pues, que para aprender a tomar
buenas decisiones tenemos que cumplir los
requisitos expresados en Proverbios. Nos
mantendremos firmes ante las tentaciones si dejamos
que los dichos de Jehová moldeen nuestra persona
interior, si oramos sin cesar por dirección divina y si
seguimos buscando el conocimiento de Dios como
quien busca un tesoro escondido.
18. ¿Qué está usted decidido a hacer, y por qué?
[ 18 ] [Textos] Jehová da conocimiento,
entendimiento, discernimiento y sabiduría a quienes
se esfuerzan por tener estos dones. Cuanto más los
busquemos y los cultivemos, más cerca estaremos de
él. Y esa estrecha amistad nos servirá de protección
cuando se nos presenten tentaciones. Acercarnos a
Dios y sentir un profundo temor piadoso nos
impulsará a evitar el pecado (Sal. 25:14; Sant. 4:8). Si
disfrutamos de nuestra amistad con él y ponemos en
práctica sus sabios consejos, lograremos tomar
decisiones que alegren su corazón y protejan nuestra
herencia.
Textos del Libro
Párrafo 14
(Jeremías 23:5, 6) “¡Miren! Vienen días —es la
expresión de Jehová—, y yo ciertamente levantaré a
David un brote justo. Y un rey ciertamente reinará y
actuará con discreción y ejecutará derecho y justicia en
la tierra. 6 En sus días Judá será salvado, e Israel mismo
residirá en seguridad. Y este es su nombre con el cual
se le llamará: Jehová Es Nuestra Justicia.”
Párrafo 15
(Jeremías 4:1, 2) “Si quieres volverte, oh Israel —es la
expresión de Jehová—, puedes volverte aun a mí. Y si a
causa de mí quitas tus cosas repugnantes, entonces no
andarás como fugitivo. 2 Y [si] ciertamente juras: „¡Tan
ciertamente como que Jehová vive en verdad, en justicia
y en rectitud!‟, entonces en él las naciones realmente se
bendecirán, y en él se jactarán acerca de sí mismas.”
Párrafo 16
(Jeremías 31:35, 36) Esto es lo que ha dicho Jehová, el Dador del sol para luz de día, los estatutos de la luna y las estrellas para luz de noche, Aquel que agita el mar para que se pongan bulliciosas sus olas, Aquel cuyo nombre es Jehová de los ejércitos:
36 “„Si estas
disposiciones reglamentarias pudieran ser quitadas de delante de mí —es la expresión de Jehová—, los que son la descendencia de Israel igualmente pudieran cesar de resultar ser nación delante de mí para siempre‟”.
(Lamentaciones 3:37, 38) ¿Quién, pues, ha dicho que ocurra algo [cuando] Jehová mismo no ha dado la orden?
38 De la boca del Altísimo no salen cosas malas
y lo que es bueno.
Párrafo 17
(Jeremías 12:1) Tú eres justo, oh Jehová, cuando me dirijo a ti con mi queja, realmente cuando hablo contigo hasta de asuntos de juicio. ¿Por qué será que el camino de los inicuos ha tenido éxito, que todos los que están cometiendo traición son los despreocupados?
(Jeremías 20:12) Pero tú, oh Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo; estás viendo los riñones y el corazón. Vea yo tu venganza en ellos, porque a ti te he revelado mi litigio.
Párrafo 18
(Lamentaciones 3:58, 59) Has tomado a tu cargo, oh
Jehová, las contiendas de mi alma. Has recomprado mi
vida. 59
Has visto, oh Jehová, el mal que se me hizo. Oh,
de veras conduce el juicio para mí.
Párrafo 19
(Jeremías 7:5-7) Porque si positivamente hacen buenos sus caminos y sus tratos, si positivamente llevan a cabo la justicia entre un hombre y su compañero,
6 si a ningún
residente forastero, a ningún huérfano de padre y a ninguna viuda oprimen, y sangre inocente no derraman en este lugar, y tras otros dioses no andan para su propia calamidad,
7 yo, en cambio, ciertamente haré que
sigan residiendo en este lugar, en la tierra que di a sus antepasados, desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido”‟”.
(Jeremías 22:3) Esto es lo que ha dicho Jehová: “Hagan derecho y justicia, y libren de la mano del defraudador a la víctima del robo; y no maltraten a ningún residente forastero, huérfano de padre ni viuda. No [les] hagan violencia. Y no derramen sangre inocente en este lugar.
(Lamentaciones 3:25, 26) Bueno es Jehová al que espera en él, al alma que sigue buscándolo.
26 Bueno es
que uno espere, aun callado, la salvación de Jehová.
Textos Atalaya
Párrafo 1
(Mateo 16:24) Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Si
alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y
tome su madero de tormento y sígame de continuo.
(1 Pedro 2:21) De hecho, ustedes fueron llamados a este
[curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles
dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado
y atención.
(Juan 17:3) Esto significa vida eterna, el que estén
adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de
aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.
(Romanos 12:2) Y cesen de amoldarse a este sistema de
cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para
que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la
acepta y la perfecta voluntad de Dios.
Párrafo 3
(1 Pedro 1:3-4) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, porque, según su gran misericordia, nos dio un
nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la
resurrección de Jesucristo de entre los muertos, 4a una
herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está
reservada en los cielos para ustedes,
(Juan 3:1-3) Ahora bien, había un hombre de los fariseos,
Nicodemo era su nombre, un gobernante de los judíos. 2Este
vino a él de noche y le dijo: “Rabí, sabemos que tú como
maestro has venido de Dios; porque nadie puede ejecutar
estas señales que tú ejecutas a menos que Dios esté con
él”. 3En respuesta, Jesús le dijo: “Muy verdaderamente te digo:
A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de
Dios”.
(Juan 10:16) ”Y tengo otras ovejas, que no son de este redil; a
esas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán
a ser un solo rebaño, un solo pastor.
(Revelación 21:1-4) Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra;
porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el
mar ya no existe. 2Vi también la santa ciudad, la Nueva
Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada
como una novia adornada para su esposo. 3Con eso, oí una
voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está
con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus
pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4Y limpiará toda
lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya
más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han
pasado”.
(Lucas 23:43) Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy:
Estarás conmigo en el Paraíso”.
Párrafo 4
(Romanos 3:23-25) Porque todos han pecado y no alcanzan a
la gloria de Dios, 24
y es como dádiva gratuita que por su
bondad inmerecida se les está declarando justos mediante la
liberación por el rescate [pagado] por Cristo Jesús. 25
Dios lo
presentó como ofrenda para propiciación mediante fe en su
sangre. Esto fue con el fin de exhibir su propia justicia, porque
estaba perdonando los pecados que habían ocurrido en el
pasado mientras Dios estaba ejerciendo longanimidad;
Párrafo 5
(Números 25:1-3,9) Ahora bien, Israel estaba morando en
Sitim. Entonces el pueblo comenzó a tener relaciones
inmorales con las hijas de Moab. 2Y las mujeres venían
llamando al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y el pueblo
empezó a comer y a inclinarse ante los dioses de ellas. 3De
modo que Israel se apegó al Baal de Peor; y la cólera de
Jehová empezó a encenderse contra Israel. 9Y los que
murieron del azote ascendieron a veinticuatro mil. (Revelación 12:12,17) A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y
los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera,
sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”. 17
Y el dragón
se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús. (Efesios 6:11) Pónganse la armadura completa que proviene
de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo;
Párrafo 6
(Génesis 25:27) Y fueron creciendo los muchachos, y Esaú
llegó a ser hombre que sabía cazar, hombre del campo, pero Jacob hombre sin culpa, que moraba en tiendas.
Párrafo 7
(Génesis 26:3-5) Reside como forastero en este país, y yo
continuaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu
descendencia daré todas estas tierras, y ciertamente pondré
por obra la declaración jurada que juré a Abrahán tu padre: 4„Y
ciertamente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de
los cielos y verdaderamente daré a tu descendencia todas
estas tierras; y por medio de tu descendencia ciertamente se
bendecirán todas las naciones de la tierra‟, 5debido a que
Abrahán escuchó mi voz y continuó guardando sus
obligaciones para conmigo, mis mandatos, mis estatutos y mis
leyes”.
(Génesis 3:15) Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre
tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en
la cabeza y tú le magullarás en el talón”.
(Génesis 25:29-34) Una vez Jacob estaba cociendo un
guisado, cuando Esaú venía del campo, y estaba
cansado. 30
De modo que Esaú dijo a Jacob: “¡Aprisa, por
favor, dame un bocado de lo rojo... lo rojo [que está] allí,
porque estoy cansado!”. Por eso fue llamado por nombre
Edom. 31
A esto dijo Jacob: “¡Véndeme, ante todo, tu derecho
de primogénito!”. 32
Y Esaú continuó: “Aquí estoy que
simplemente voy a morirme, ¿y de qué provecho me es una
primogenitura?”. 33
Y añadió Jacob: “¡Júrame, ante todo!”. Y
procedió a jurarle, y a vender su derecho de primogénito a
Jacob. 34
Y Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas, y él se
puso a comer y beber. Entonces se levantó y se puso en
marcha. Así que Esaú despreció la primogenitura.
Párrafo 9
(Génesis 27:30-38) Ahora bien, aconteció tan pronto como
Isaac hubo acabado de bendecir a Jacob, sí, en efecto aconteció cuando apenas hubo salido Jacob de delante del rostro de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de su
caza. 31
Y él también se puso a hacer un plato sabroso.
Entonces lo llevó a su padre y dijo a su padre: “Levántese mi padre y coma de la caza de su hijo, a fin de que me bendiga tu
alma”. 32
Ante esto, le dijo Isaac su padre: “¿Quién eres?”, a lo
cual él dijo: “Soy tu hijo, tu primogénito, Esaú”.33
E Isaac
empezó a estremecerse con gran temblor en sumo grado, y así que dijo: “¿Quién, pues, fue en busca de caza y vino a traérmela, de modo que comí de todo antes que pudieras
entrar tú, y lo bendije? ¡Bendito también llegará a ser!”. 34
Al oír
las palabras de su padre, Esaú empezó a clamar de una manera extremadamente fuerte y amarga, y a decir a su
padre: “¡Bendíceme a mí, sí, a mí también, padre mío!”. 35
Pero
él pasó a decir: “Vino tu hermano con engaño para conseguir
la bendición propuesta para ti”. 36
Ante aquello, él dijo: “¿No es
por eso por lo que se le llama por nombre Jacob, puesto que me suplantaría estas dos veces? ¡Mi primogenitura ya la ha tomado, y, mira, en esta ocasión ha tomado mi bendición!”. Entonces añadió: “¿No has reservado una bendición para
mí?”. 37
Pero en respuesta a Esaú, Isaac continuó: “Mira que lo
he nombrado amo sobre ti, y todos sus hermanos se los he dado por siervos, y grano y vino nuevo he otorgado para su sostén, y ¿dónde hay algo que pueda hacer por ti, hijo
mío?”. 38
Entonces Esaú dijo a su padre: “¿Es solamente una
la bendición que tienes, padre mío? ¡Bendíceme a mí, sí, a mí también, padre mío!”. Con eso Esaú alzó la voz y prorrumpió en lágrimas.
Párrafo 10
(Génesis 27:46) Después Rebeca siguió diciendo a Isaac: “He
llegado a aborrecer esta vida mía a causa de las hijas de Het.
Si alguna vez Jacob toma esposa de las hijas de Het como
estas de las hijas del país, ¿de qué me sirve la vida?”.
(Génesis 28:1-3) Por consiguiente, Isaac llamó a Jacob y lo
bendijo y le mandó y le dijo: “No debes tomar esposa de las
hijas de Canaán. 2Levántate, ve a Padán-aram, a la casa de
Betuel, padre de tu madre, y de allí tómate una esposa de las
hijas de Labán el hermano de tu madre. 3Y Dios Todopoderoso
te bendecirá y te hará fructífero y te multiplicará, y ciertamente
llegarás a ser una congregación de pueblos.
(Malaquías 1:2-3) “Los he amado”, ha dicho Jehová.Y ustedes
han dicho: “¿De qué manera nos has amado?”.“¿No fue Esaú
el hermano de Jacob? —es la expresión de Jehová—. Pero yo
amé a Jacob, 3y a Esaú lo he odiado; y finalmente hice que
sus montañas fueran un yermo desolado, y su herencia para
los chacales de[l] desierto.”
Párrafo 11
(Hebreos 12:16) que no haya ningún fornicador ni nadie que
no aprecie cosas sagradas, como Esaú, que a cambio de una
sola comida vendió regalados sus derechos de primogénito.
Párrafo 12
(Mateo 6:13) Y no nos metas en tentación, sino líbranos del
inicuo‟. (Efesios 6:12) porque tenemos una lucha, no contra sangre y
carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. (1 Corintios 10:8,13) Ni practiquemos fornicación, como
algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que
cayeron, veintitrés mil [de ellos] en un día. 13
Ninguna tentación
los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla. (Génesis 39:10-12) Resultó, pues, que al hablar ella a José
día tras día, él no la escuchó para acostarse a su lado, para
continuar con ella. 11
Pero sucedió que en este día, como en
otros días, él entró en la casa para atender a su negocio, y no había ninguno de los hombres de la casa allí en la
casa. 12
Entonces ella se agarró de él por su prenda de vestir, y
dijo: “¡Acuéstate conmigo!”. Pero él dejó su prenda de vestir en la mano de ella y echó a huir y salió afuera.
Párrafo 13
(Proverbios 27:11) Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón,
para que pueda responder al que me está desafiando con
escarnio.
(Salmos 78:8) Y no llegaran a ser como sus antepasados,una
generación terca y rebelde,una generación que no había
preparado su corazóny cuyo espíritu no fue fidedigno para con
Dios.
Párrafo 14
(Filipenses 1:10) para que se aseguren de las cosas más
importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan
tropezar a otros hasta el día de Cristo,
(Hebreos 12:17) Porque ustedes saben que después,
también, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado,
pues aunque con lágrimas procuró solícitamente un cambio de
parecer, no halló lugar para ello.
(Romanos 12:9) Sea [su] amor sin hipocresía. Aborrezcan lo
que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno.
(Salmos 73:28) Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es
bueno para mí.En el Señor Soberano Jehová he puesto mi
refugio,para declarar todas tus obras.
Párrafo 15
(1 Corintios 15:58) Por consiguiente, amados hermanos míos,
háganse constantes, inmovibles, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con [el] Señor. (1 Timoteo 6:12,19) Pelea la excelente pelea de la fe, logra
asirte firmemente de la vida eterna para la cual fuiste llamado y presentaste la excelente declaración pública enfrente de
muchos testigos. 19
atesorando para sí con seguridad un
fundamento excelente para el futuro, para que logren asirse firmemente de la vida que realmente lo es. (Gálatas 6:7) No se extravíen: de Dios uno no se puede
mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará;
Párrafo 16
(Proverbios 2:1-6) Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras
contigo mis propios mandamientos, 2de modo que con tu oído
prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al
discernimiento; 3si, además, clamas por el entendimiento
mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, 4si sigues
buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos
sigues en busca de ello, 5en tal caso entenderás el temor de
Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de
Dios. 6Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de
su boca hay conocimiento y discernimiento.
Párrafo 18
(Salmos 25:14) La intimidad con Jehová pertenece a los que
le temen,también su pacto, para hacer que lo conozcan.
(Santiago 4:8) Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.
Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón,
indecisos.
Cántico 51
A ti somos fieles, Jehová (Josué 23:8)
1. Jehová, Dios eterno, Gran Rey del universo,
tus sendas son rectas, no hay nada en ti perverso.
Tus bellas promesas las cumplirás, Señor.
A ti somos fieles, pues eres el Creador;
a tu Reino justo mostramos adhesión.
2. Justicia y derecho son bases de tu trono;
amor y verdad van delante de tu rostro.
Los mansos aceptan tu invitación con fe.
A ti somos fieles, supremo y justo Juez,
pues todas tus obras son para nuestro bien.
3. Aunque eres más alto que el cielo de los cielos,
a ti acudimos sin miedo ni recelos.
Son tus enemigos los que han de temblar.
A ti somos fieles por ser el Dios leal.
A ti, Padre amado, a ti y a nadie más.
(Véanse también Deu. 4:4; 30:20; 2 Rey. 18:6; Sal.
89:14.) Volver
Cántico 96
Busquen a los merecedores (Mateo 10:11-15)
1. Jesús enseñó cómo hay que anunciar
las nuevas del Reino de Dios:
“En cada ciudad busquen sin descansar
hasta hallar quién es merecedor.
Saluden la casa deseándole paz;
si es digna, la recibirá.
Si no, no se lleven ni el polvo al salir.
Otros hay que querrán escuchar”.
2. El que los recibe, recibe a Jesús,
y Dios le abrirá el corazón.
Su disposición noble y leal lo pondrá
en camino de la salvación.
Y no se preocupen por qué han de decir,
pues Jehová por su boca hablará.
Su contestación sazonada con sal
al humilde sabrá conquistar.
(Véanse también Hech. 13:48; 16:14; Col. 4:6.) Volver
Cántico 80
Imitemos la bondad de Jehová (Salmo 119:66)
1. Nuestro Dios es tierno y dulce,
infinito en bondad.
No hay defecto ni malicia
en su personalidad.
Es un Padre compasivo,
cariñoso y leal.
Por ser tan maravilloso,
lo queremos adorar.
2. Como el hombre fue creado
a la imagen de Jehová,
Sus hermosas cualidades
es capaz de reflejar.
Cultivemos día a día
la bondad de corazón;
forma parte del buen fruto
del espíritu de Dios.
3. Amarás especialmente
a tu hermano en la fe,
mas no olvides que a todos
deberás hacer el bien.
Ve y predica sin prejuicios
el mensaje salvador;
sé amable y bondadoso
imitando al Señor.
(Véanse también Sal. 103:10; Mar. 10:18; Gál. 5:22;
Efe. 5:9.) Volver
Cántico 14
Todo nuevo (Revelación 21:1-5)
1. Las pruebas demuestran que Cristo está
sentado en su trono de majestad.
Luchó con el Diablo y lo venció;
vendrá pronto nuestra liberación.
(ESTRIBILLO)
La tienda de Dios estará
con toda la humanidad.
No habrá ya muerte ni lamento
ni llanto ni más sufrimiento.
Dios prometió que todo nuevo hará.
¡Lo dijo y lo cumplirá!
2. Contemplen a la Nueva Jerusalén,
la novia de Cristo, ¡qué bella es!
Las gemas y el oro su adorno son;
el Sol no la alumbra, su luz es Dios.
(ESTRIBILLO)
La tienda de Dios estará
con toda la humanidad.
No habrá ya muerte ni lamento
ni llanto ni más sufrimiento.
Dios prometió que todo nuevo hará.
¡Lo dijo y lo cumplirá!
3. Sus puertas jamás se tendrán que cerrar,
pues su Dios, Jehová, la defenderá.
A su luz los pueblos caminarán;
su gloria debemos hoy reflejar.
(ESTRIBILLO)
La tienda de Dios estará
con toda la humanidad.
No habrá ya muerte ni lamento
ni llanto ni más sufrimiento.
Dios prometió que todo nuevo hará.
¡Lo dijo y lo cumplirá!
(Véanse también Mat. 16:3; Rev. 12:7-9; 21:23-25.)
Volver
Cántico 134
¿Te ves en el nuevo mundo? (Revelación 21:1-5)
1. Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo empieza a latir.
¡Qué gran placer vivir en paz
y disfrutar de la libertad!
No más dolor, no más crueldad,
tal como lo prometió Jehová.
No cabe en mi pecho la felicidad,
y como un torrente, mi voz te alabará:
(ESTRIBILLO)
“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,
un mundo nuevo ha visto la luz.
La gloria y el honor siempre tuyos serán.
Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.
2. Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo contemplo feliz.
Se fue el pesar, se fue el temor,
el mundo viejo por fin pasó.
No es ilusión, es muy real,
ya mora Dios con la humanidad.
Muy pronto, los muertos van a despertar
y junto a nosotros gozosos cantarán:
(ESTRIBILLO)
“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,
un mundo nuevo ha visto la luz.
La gloria y el honor siempre tuyos serán.
Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.
(Véanse también Sal. 37:10, 11; Isa. 65:17; Juan 5:28; 2
Ped. 3:13.) Volver
Hechos 26 a 28
26 Agripa dijo a Pablo: “Se te permite hablar a favor
de ti mismo”. Entonces Pablo extendió la mano y procedió a decir en su defensa:
2 “Acerca de todas las cosas de que soy acusado por
judíos, rey Agripa, me considero feliz de que sea ante ti ante quien haya de presentar mi defensa este día, 3 especialmente por cuanto eres perito en todas las
costumbres así como también en las controversias entre los judíos. Por eso te ruego que me oigas con paciencia.
4 ”En realidad, en cuanto al modo de vivir desde
joven que desde [el] principio llevé entre mi nación y en Jerusalén, todos los judíos
5 que me han conocido de
antes, desde el principio, saben, si tan solo desean dar testimonio, que conforme a la secta más estricta de nuestra forma de adoración yo viví fariseo.
6 Y sin
embargo, ahora, por la esperanza de la promesa que fue hecha por Dios a nuestros antepasados me hallo en pie llamado a juicio;
7 puesto que nuestras doce tribus
esperan alcanzar el cumplimiento de esta promesa rindiéndole servicio sagrado asiduamente noche y día. Respecto a esta esperanza me acusan judíos, oh rey.
8 ”¿Por qué se juzga increíble entre ustedes el que
Dios levante a los muertos? 9 Yo, personalmente, en
realidad, pensé dentro de mí que debía cometer muchos actos de oposición contra el nombre de Jesús el Nazareno;
10 lo cual, en realidad, hice en Jerusalén, y a
muchos de los santos encerré en prisiones, pues había recibido autoridad de los sacerdotes principales; y cuando habían de ser ejecutados, yo echaba mi voto contra ellos.
11 Y castigándolos muchas veces en todas
las sinagogas, trataba de obligarlos a hacer una retractación; y estando sumamente enojado contra ellos, fui hasta el extremo de perseguirlos hasta en las ciudades de afuera.
12 ”Empeñado en estas actividades, mientras viajaba
a Damasco con autoridad y una comisión de parte de los sacerdotes principales,
13 vi al mediodía en el
camino, oh rey, una luz que fulguró desde el cielo en derredor de mí y de los que conmigo iban, y su resplandor sobrepasaba el del sol.
14 Y cuando todos
habíamos caído a tierra oí una voz que me decía en el lenguaje hebreo: „Saulo, Saulo, ¿por qué me estás persiguiendo? Te resulta duro seguir dando coces contra los aguijones‟.
15 Pero yo dije: „¿Quién eres,
Señor?‟. Y el Señor dijo: „Yo soy Jesús, a quien estás persiguiendo.
16 No obstante, levántate y ponte sobre
tus pies. Porque con este fin me he hecho visible a ti, para escogerte como servidor y testigo tanto de cosas
que has visto como de cosas que haré que veas respecto a mí;
17 mientras te libro de [este] pueblo y de
las naciones, a quienes te envío, 18
para abrirles los ojos, para volverlos de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios, a fin de que reciban perdón de pecados y una herencia entre los santificados por [su] fe en mí‟.
19 ”Por lo cual, rey Agripa, no me hice desobediente a
la vista celestial, 20
sino que, tanto a los de Damasco, primeramente, como a los de Jerusalén, y por todo el país de Judea, y a las naciones, fui llevando el mensaje de que se arrepintieran y volvieran a Dios, e hicieran obras propias del arrepentimiento.
21 Por estas cosas los
judíos me prendieron en el templo e intentaron matarme. 22
Sin embargo, porque he obtenido la ayuda que proviene de Dios, continúo hasta este día dando testimonio tanto a pequeño como a grande, pero no diciendo ninguna cosa salvo las que los Profetas así como Moisés declararon que habían de efectuarse: 23
que el Cristo había de sufrir y, como el primero en ser resucitado de entre los muertos, iba a publicar luz tanto a este pueblo como a las naciones”.
24 Ahora bien, mientras él decía estas cosas en su
defensa, Festo dijo con voz fuerte: “¡Estás volviéndote loco, Pablo! ¡El gran saber te está impulsando a la locura!”.
25 Pero Pablo dijo: “No estoy volviéndome loco,
excelentísimo Festo, sino que expreso dichos de verdad y de buen juicio.
26 En realidad, el rey a quien hablo con
franqueza de expresión bien sabe de estas cosas; porque estoy persuadido de que ni siquiera una de estas cosas hay de la que él no se dé cuenta, porque esto no se ha hecho en un rincón.
27 ¿Crees tú, rey Agripa, a los
Profetas? Yo sé que crees”. 28
Pero Agripa dijo a Pablo: “En poco tiempo me persuadirías a hacerme cristiano”. 29
A esto Pablo dijo: “Desearía de Dios que, fuera en poco tiempo o en mucho tiempo, no solo tú, sino también todos los que me oyen hoy llegaran a ser tales hombres como lo que yo también soy, a excepción de estas cadenas”.
30 Y se levantó el rey, y lo mismo hicieron el
gobernador y Berenice y los hombres que con ellos estaban sentados.
31 Pero al retirarse iban hablando los
unos con los otros, y decían: “Este hombre no practica nada que merezca muerte o cadenas”.
32 Además,
Agripa dijo a Festo: “Este hombre podría haber sido puesto en libertad si no hubiera apelado a César”.
27 Entonces, como se decidió que navegáramos a
Italia, procedieron a entregar a Pablo así como a ciertos otros presos a un oficial del ejército de nombre Julio, de la banda de Augusto.
2 Subiendo en un barco de
Adramitio que estaba a punto de zarpar para los lugares costaneros del [distrito de] Asia, nos hicimos a la vela, y con nosotros estaba Aristarco, macedonio de Tesalónica.
3 Y al día siguiente arribamos a Sidón, y
Julio trató a Pablo con bondad humana y le permitió ir a donde sus amigos y disfrutar de [su] atención.
4 Y, haciéndonos a la mar desde allí, navegamos al
[abrigo de] Chipre, por ser contrarios los vientos; 5 y
navegamos por alta mar a lo largo de Cilicia y Panfilia, e
hicimos escala en Mira de Licia. 6 Pero allí el oficial del
ejército halló un barco de Alejandría que navegaba hacia Italia, y nos hizo subir a bordo.
7 Entonces,
después de navegar bastantes días lentamente, y de llegar con dificultad a Cnido, porque el viento no nos dejaba seguir adelante, navegamos al [abrigo de] Creta junto a Salmone,
8 y, costeándola con dificultad,
llegamos a cierto lugar llamado Bellos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea.
9 Como había transcurrido bastante tiempo, y para
ahora era peligroso el navegar, porque ya había pasado hasta el ayuno [del día de la expiación], Pablo hizo una recomendación,
10 y les dijo: “Varones, percibo que el
navegar va a ser con daño y gran pérdida, no solo del cargamento y del barco, sino también de nuestras almas”.
11 Sin embargo, el oficial del ejército hacía caso
al piloto y al dueño de la nave más bien que a las cosas que Pablo decía.
12 Ahora bien, como la bahía era
incómoda para invernar, la mayoría aconsejó hacerse a la mar desde allí, para ver si de algún modo lograban llegar a Fenice, bahía de Creta que mira al nordeste y al sudeste, para invernar allí.
13 Además, cuando el viento del sur sopló
suavemente, pensaron que podía darse por realizado su propósito, y levaron anclas y fueron costeando a Creta cerca de la orilla.
14 Después de no mucho tiempo, sin
embargo, se desató contra ella un viento tempestuoso llamado euroaquilón.
15 Puesto que el barco fue
prendido por la violencia y no pudo mantenerse proa al viento, cedimos y nos dejamos llevar.
16 Luego
marchamos al [abrigo de] cierta isleta llamada Cauda, y sin embargo apenas pudimos tomar posesión del esquife [que estaba en la popa].
17 Pero después de
alzarlo a bordo empezaron a emplear ayudas para ceñir el barco por debajo; y temiendo encallar en la Sirte, arriaron los aparejos, y así fueron llevados.
18 Sin
embargo, debido a que nos sacudía violentamente la tempestad, al [día] siguiente empezaron a alijar la nave; 19
y al tercer [día], con sus propias manos, arrojaron las jarcias del barco.
20 Pues bien, cuando no aparecieron ni sol ni
estrellas por muchos días, y teníamos encima una tempestad no pequeña, toda esperanza de salvarnos por fin se nos iba acabando.
21 Y cuando hubo durado
mucho tiempo la abstención de alimentos, entonces Pablo se puso de pie en medio de ellos y dijo: “Varones, ciertamente debieran haber tomado mi consejo y no haberse hecho a la mar desde Creta y haber sufrido este daño y pérdida.
22 Sin embargo, ahora les
recomiendo que estén alegres, porque no se perderá ni un alma de entre ustedes, sino solo el barco.
23 Porque
esta noche estuvo de pie cerca de mí un ángel del Dios a quien yo pertenezco y a quien rindo servicio sagrado, 24
y dijo: „No temas, Pablo. Tienes que estar de pie ante César, y, ¡mira!, Dios te ha dado de gracia a todos los que navegan contigo‟.
25 Por lo tanto, estén alegres,
varones; porque creo a Dios que será exactamente como se me ha dicho.
26 Sin embargo, tenemos que ser
echados en cierta isla”.
27 Ahora bien, como llegó la decimocuarta noche y
nos hallábamos arrojados de acá para allá en el [mar de] Adria, a la medianoche los marineros empezaron a sospechar que estaban acercándose a alguna tierra. 28
Y sondearon la profundidad y hallaron veinte brazas; de modo que siguieron adelante una corta distancia y volvieron a echar la sonda y hallaron quince brazas.
29 Y
porque temían que fuéramos a ser echados en algún lugar sobre los escollos, echaron de la popa cuatro anclas, y deseaban que se hiciera de día.
30 Pero
cuando los marineros empezaron a procurar escapar del barco y bajaron el esquife al mar so pretexto de que iban a largar las anclas desde la proa,
31 Pablo dijo al
oficial del ejército y a los soldados: “A menos que estos hombres permanezcan en el barco, ustedes no pueden salvarse”.
32 Entonces los soldados cortaron las cuerdas
del esquife y lo dejaron caer.
33 Ahora bien, faltando ya poco para que se hiciera
de día, Pablo empezó a animar a todos sin excepción a que tomaran alimento, diciendo: “Hoy es el decimocuarto día que ustedes han estado vigilando y continúan sin alimento, por no haber tomado nada. 34
Por lo tanto, los animo a que tomen algún alimento, porque esto es en el interés de su seguridad; porque no perecerá un cabello de la cabeza de ninguno de ustedes”.
35 Después que dijo esto, también tomó un
pan, dio gracias a Dios ante todos ellos, y lo partió y comenzó a comer.
36 De modo que todos se alegraron, y
ellos mismos empezaron a tomar algún alimento. 37
Ahora bien, en conjunto, éramos doscientas setenta y seis almas en el barco.
38 Cuando hubieron quedado
satisfechos de alimento, procedieron a alijar el barco, echando el trigo al mar.
39 Por fin, cuando se hizo de día, no reconocían la
tierra, pero observaban cierta ensenada con una playa, y en esta se resolvieron a varar, si podían, el barco. 40
Así que, cortando las [cuerdas de las] anclas, las dejaron caer en el mar, y al mismo tiempo aflojaron las amarraduras de los remos timoneros y, después de izar el trinquete al viento, hicieron rumbo a la playa. 41
Cuando descansaron sobre un bajío, bañado por el mar por ambos lados, encallaron la nave, y la proa se hincó y quedó inmóvil, pero la popa empezó a hacerse pedazos debido a la violencia [del mar].
42 Entonces
llegó a ser la resolución de los soldados matar a los presos, para que nadie se echara a nadar y escapara. 43
Pero el oficial del ejército deseaba que Pablo saliera a salvo, y los restringió de su propósito. Y mandó que los que pudieran nadar se echaran al mar y llegaran a tierra primero,
44 y que los demás lo hicieran, algunos en
tablas y algunos en ciertas cosas del barco. Y así sucedió que todos fueron llevados a salvo a tierra.
28 Y cuando nos hubimos puesto a salvo, entonces
nos enteramos de que la isla se llamaba Malta. 2 Y la
gente de habla extranjera nos mostró extraordinaria bondad humana, pues encendieron un fuego y nos recibieron a todos servicialmente a causa de la lluvia que estaba cayendo y a causa del frío.
3 Pero cuando
Pablo juntó cierto manojo de leña menuda y lo puso en el fuego, salió una víbora debido al calor, y se le prendió
en la mano. 4 Cuando los de habla extranjera alcanzaron
a ver la criatura venenosa colgando de su mano, empezaron a decirse unos a otros: “De seguro este hombre es asesino, y aunque logró salir a salvo del mar, la justicia vindicativa no le ha permitido seguir viviendo”. 5 Sin embargo, él sacudió a la criatura venenosa en el
fuego y no sufrió daño alguno. 6 Pero ellos estaban
esperando que se hincharía de inflamación o caería muerto de repente. Después que esperaron largo tiempo y contemplaron que no le acontecía nada perjudicial, mudaron de parecer y empezaron a decir que era un dios.
7 Ahora bien, en las cercanías de aquel lugar tenía
terrenos el hombre prominente de la isla, de nombre Publio; y él nos recibió con hospitalidad y nos hospedó tres días benévolamente.
8 Pero aconteció que el padre
de Publio estaba acostado, angustiado con fiebre y disentería, y Pablo entró a donde él y oró, puso las manos sobre él, y lo sanó.
9 Después que esto sucedió,
los demás de la isla que tenían enfermedades también empezaron a venir a él y ser curados.
10 Y también nos
honraron con muchas dádivas y, cuando nos hicimos a la vela, nos cargaron de cosas para satisfacer nuestras necesidades.
11 Tres meses después, nos hicimos a la vela en un
barco de Alejandría que había invernado en la isla y que llevaba el mascarón de proa “Hijos de Zeus”.
12 Y,
haciendo escala en Siracusa, permanecimos allí tres días,
13 desde donde rodeamos y arribamos a Regio. Y
un día después se levantó un viento del sur, y al segundo día llegamos a Puteoli.
14 Aquí hallamos
hermanos, y se nos suplicó que permaneciéramos con ellos siete días; y así nos acercamos a Roma.
15 Y de
allí los hermanos, al oír las noticias acerca de nosotros, vinieron a nuestro encuentro hasta la Plaza del Mercado de Apio y las Tres Tabernas y, cuando alcanzó a verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo.
16 Por fin,
cuando entramos en Roma, a Pablo se le permitió alojarse solo con el soldado que lo guardaba.
17 Sin embargo, tres días después él convocó a los
que eran los hombres prominentes de los judíos. Cuando se hubieron congregado, procedió a decirles: “Varones, hermanos, sin haber hecho yo nada contrario al pueblo, ni contrario a las costumbres de nuestros antepasados, desde Jerusalén fui entregado como preso en manos de los romanos.
18 Y estos, después de
haber efectuado un examen, deseaban ponerme en libertad, puesto que no había en mí causa alguna de muerte.
19 Pero como los judíos siguieron hablando en
contra de ello, me vi obligado a apelar a César, mas no como que tuviera yo alguna cosa de que acusar a mi nación.
20 En verdad, por esta causa supliqué poder
verlos y hablarles, porque a causa de la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena”.
21 Ellos le dijeron:
“Ni hemos recibido nosotros cartas acerca de ti de Judea, ni ninguno de los hermanos que han llegado ha informado ni hablado ninguna cosa inicua acerca de ti. 22
Pero nos parece propio oír de ti cuáles son tus pensamientos, porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.
23 Entonces hicieron los arreglos para un día con él, y
vinieron a él en mayor número a su alojamiento. Y él les explicó el asunto, dando testimonio cabal respecto al reino de Dios y tratando de persuadirlos respecto a Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los Profetas, desde la mañana hasta el atardecer.
24 Y algunos creían
las cosas que se decían; otros no creían. 25
Así, porque estaban en desacuerdo unos con otros, empezaron a irse, mientras Pablo hacía este único comentario:
“Aptamente habló el espíritu santo por Isaías el profeta a los antepasados de ustedes,
26 diciendo: „Ve a
este pueblo y di: “Oyendo, oirán, pero de ningún modo entenderán; y, mirando, mirarán, pero de ningún modo verán.
27 Porque el corazón de este pueblo se ha hecho
indispuesto a recibir, y con los oídos han oído sin responder, y han cerrado los ojos; para que nunca vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni entiendan con el corazón y se vuelvan, y yo los sane”‟.
28 Por lo tanto,
séales conocido que esto, el medio por el cual Dios salva, ha sido enviado a las naciones; ellas sí lo escucharán”.
29 ——
30 De modo que permaneció dos años enteros en su
propia casa alquilada, y recibía amablemente a todos los que venían a él,
31 predicándoles el reino de Dios y
enseñando las cosas respecto al Señor Jesucristo con la mayor franqueza de expresión, sin estorbo.
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