Date post: | 12-Jul-2015 |
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Spiritual |
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Quien hace de
Jesús su amigo, se
convierte en un
amigo de esperanza
y en una bendición
para las personas
con las cuales
convive.
Hermano de
Andrés, hijo de
Jonás, nacido en
Betsaida, y vivía en
Capernaum. Antes
de encontrarse con
Jesús.
Su hermano André le
dice: “Hemos hallado
al Mesías” (Juan 1:41).
Espero solo una
invitación, se
apresuró en ir al
Salvador.
“¿Quién dicen los
hombres que es el
Hijo del Hombre?” (Mateo 16:13).
“Ellos dijeron:
unos, Juan el Bautista;
otros, Elías; y
otros, Jeremías, o
alguno de los profetas” (v.14).
“Y vosotros, ¿quién
decís que soy yo?”(v. 15).
Pedro, “Tú eres el
Cristo, el Hijo del Dios
viviente”
Sí, Jesucristo, el
Dios encarnado, el
Cordero que quita
el pecado del
mundo, el Dios
Hijo, estaba siendo
revelado
verbalmente a sus
discípulos.
“Siendo el resplandor de
su gloria, y la imagen
misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las
cosas con la palabra de
su poder, habiendo
efectuado la purificación
de nuestros pecados por
medio de sí mismo, se
sentó a la diestra de la
Majestad en las alturas”.(Hebreos 1:3)
La palabra Pedro
significa piedra, canto
rodado. Pedro no era la
roca sobre la cual se
fundaría la iglesia.
Jesús estaba
hablando a su
iglesia, de la cual él
mismo es la
cabeza, la Piedra
Angular, el
fundamento y la
que sería
predestinada al
triunfo eterno.
El confiaba tanto en su
propia capacidad de
mantenerse fiel a la
amistad con Jesús que
sería incapaz de
traicionarlo.
Después de la
resurrección, en una
entrevista delante de
sus discípulos Jesús
ratifica su llamado al
apóstol. Pedro se
convirtió en uno de los
principales líderes de la
iglesia.
Jesús enseñó a
Pedro a pescar con
redes más
profundas, y Pedro
después del
pentecostés,
alcanzó a miles de
personas para
Cristo, dando
testimonio eterno
de su amor.
Fue en el diario vivir con
Cristo que el discípulo
impulsivo fue superando sus
límites y encontrando el poder
transformador del Salvador.
Al final de su vida,
después de haber
ejercido su
apostolado, Pedro
habiendo sido
sentenciado a
muerte de cruz por
causa del evangelio
que predicaba, pidió
ser crucificado de
cabeza para abajo.
Se sentía indigno
de morir como su
Maestro. ¡Estaba
dispuesto a vivir y
a morir como un
mártir de la
esperanza!
Pedro quedó
desanimado, sin
esperanza, pero
cuando Jesús se
aproximaba a él, su
corazón se llenaba de
nuevo ánimo, fe y
coraje.
Jesús fue un amigo
para Pedro y el se
convirtió en un
amigo de esperanza
para millones de
personas que
recibieron la
influencia de su
predicación y
apostolado.
Dígale a Jesús: Señor,
permito que ahora
operes en mi corazón.
¡Transfórmame y has de
mí un amigo de
esperanza!