PONENCIAS
Seminario El Estado de la investigación sobre
la Emigración Andaluza
Joaquín RecañoVerónica de Miguel
Carmen EgeaDavid Moscoso
PN10/09
El Centro de Estudios Andaluces es una entidad de carácter científico y cultural, sin ánimo de lucro, adscrita a la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía. El objetivo esencial de esta institución es fomentar cuantitativa y cualitativamente una línea de estudios e investigaciones científicas que contribuyan a un más preciso y detallado conocimiento de Andalucía, y difundir sus resultados a través de varias líneas estratégicas. El Centro de Estudios Andaluces desea generar un marco estable de relaciones con la comunidad científica e intelectual y con movimientos culturales en Andalucía desde el que crear verdaderos canales de comunicación para dar cobertura a las inquietudes intelectuales y culturales. Ninguna parte ni la totalidad de este documento puede ser reproducida, grabada o transmitida en forma alguna ni por cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, reprografito, magnética o cualquier otro, sin autorización previa y por escrito de la Fundación Centro de Estudios Andaluces. Las opiniones publicadas por los autores en esta colección son de su exclusiva responsabilidad © 2009. Fundación Centro de Estudios Andaluces. Consejería de Presidencia. Junta de Andalucía Prohibida su venta.
ÍNDICE 1 La Emigración Andaluza: cuantificación y distribución
Joaquín Recaño Universidad Autónoma de Barcelona
Verónica de Miguel Universidad de Málaga
29 El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis
Carmen Egea Universidad de Granada
40 Estudio sobre las condiciones de vida y las expectativas de retorno de los andaluces en el exterior
David Moscoso Universidad Pablo de Olavide
La Emigración Andaluza: cuantificación y distribución Joaquín Recaño Valverde
Centro de Estudios Demográficos. Universidad Autónoma de Barcelona
Verónica de Miguel Luken Universidad de Málaga
LA EMIGRACIÓN ANDALUZA: CUANTIFICACIÓN Y DISTRIBUCIÓN1
Joaquín Recaño Valverde
(Centro de Estudios Demográficos, Universidad Autónoma de Barcelona)
Verónica de Miguel Luken
(Universidad de Málaga)
Ponencia presentada en el seminario “Contexto y situación de las investigaciones sobre la
emigración andaluza. Estudio de caso”. Sevilla, 19 de noviembre de 2009
Introducción
Cuantificar a los migrantes y las corrientes migratorias es el fenómeno demográfico más
complejo de estudiar. No sólo la definición de emigrante entraña en sí misma serias
dificultades, sino que además el hecho de traspasar una frontera administrativa de carácter
estatal origina que el seguimiento de la persona en cuestión sea más laborioso, cuando no
imposible, ya que depende en buena medida de la expresa voluntad de tal persona de
aparecer en los registros oficiales oportunos. Es por ello que pese a los muchos avances en las
estadísticas públicas la tarea continúa siendo, a día de hoy, ciertamente ardua y las cifras
examinadas deben siempre comprenderse con algo de cautela. En el siguiente texto ofrecemos
una introducción, desde un punto de vista geo-demográfico, a la estructura por sexo y edad, así
como a la distribución y orígenes territoriales de los andaluces y andaluzas que actualmente
residen en el exterior.
Andalucía, en gran parte en paralelo con otras áreas españolas, experimenta dos grandes
etapas de intensos flujos emigratorios en nuestro pasado más reciente: el periodo comprendido
entre 1877-1930 y el que abarca los años 1955-1975 aproximadamente. En el primero, las
salidas se dirigieron básicamente a países latinoamericanos como Brasil, Argentina e incluso
Cuba (aunque Almería participó también en los movimientos hacia el Oranesado argelino) y
fueron fruto sobre todo de la difícil coyuntura económica que provocaron las crisis agrícolas (la
de más trascendencia fue la de la filoxera, pero también tuvo su impacto la del cereal y la de la
1 La presente comunicación se desprende de un proyecto de investigación más amplio, encargado por el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA) y dirigido por el profesor Joaquín Recaño Valverde, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. Los datos que se explotan y cuyos resultados se presentan a continuación han sido facilitados por el IEA.
1
caña de azúcar), afectando en mayor proporción a la Andalucía oriental (Puyol Antolín 1979;
Ródenas Calatayud 1994; Sánchez Alonso 2000). La nula aplicación de las discretas medidas
que el Gobierno adoptó para superar la situación, disminuyendo las cargas tributarias a las que
debían enfrentarse los agricultores, no llegaron a surtir efecto dado el sistema caciquil que
persistía en muchos de nuestros municipios.
Otros factores se vinieron a sumar al de la crisis en el campo. El afán de librarse de las
prolongadas milicias y de ser reclutado para luchar en las últimas colonias de Cuba y Filipinas,
así como más tarde en la guerra de África, influiría en el deseo de marchar de muchos (en
estos casos, de forma clandestina por los puertos de Gibraltar o Portugal) (de Mateo Avilés
1993, Pérez Murillo et al. 2000). Las catástrofes naturales también incidieron duramente a la
población, mermándola directamente a través de las numerosas epidemias vividas (entre las
que el brote de cólera de 1885 fue especialmente virulento), o debilitándola tras las sequías y
consecuentes hambrunas, como las de 1882 y 1887. Además, la incipiente industria se viene
abajo y la siderurgia andaluza, con base fundamentalmente en Sevilla y Málaga, no logra
competir con las ferrerías asturianas y vascas. Por su parte, los textiles malagueños tampoco
consiguen mantener su dinamismo y se acaban clausurando los principales centros fabriles (de
Mateo Avilés 1993; Sixirei Paredes 2006). Los desplazamientos de la población, que en una
primera fase se dirigieron del campo a la ciudad, posteriormente desembocarían en otras
alternativas como la de la emigración hacia el exterior. Las campañas de incentivación de la
inmigración (preferiblemente familiar), desde los países receptores, actuarían asimismo como
efectivo reclamo (Cazorla Pérez 1979; Sánchez Alonso 1995; Sixirei Paredes 2006).
La situación cambiaría décadas después, cuando la emigración a ultramar se convierte en
secundaria y se reduce a las provincias de Huelva, Sevilla y Málaga las que continúan
enviando efectivos -en menor número- a estos destinos (Carvajal Gutiérrez 1986). Este
descenso de la emigración a Latinoamérica se vio compensado y sobrepasade por la creciente
marcha de los españoles a países de la Europa Occidental, ya a comienzos de la segunda
mitad del siglo XX. Europa se convirtió, a partir de 1965, en destino internacional casi exclusivo
de la emigración española (Reques Velasco y Cos Guerra 2003). En esta nueva etapa, los
andaluces tuvieron mayor protagonismo que en la emigración a Latinoamérica (experimentada
en mayor medida por los gallegos y otros españoles de la franja septentrional de la península,
además de los canarios). A estas salidas al exterior, se añadía su fuerte implicación en la
movilidad inter-regional en España, en la que Cataluña y Madrid constituyen las dos
comunidades receptoras principales (Recaño Valverde 1995, 1998a).
2
Francia se convirtió para los andaluces en el primer país de destino europeo de relevancia
(además de ser uno de los primeros, ya que a principios del siglo XX empezaba a recibir las
primeras hornadas) y continuó manteniendo su posición preferente (tanto en la emigración
temporera como en la de carácter más permanente) con el repunte de la emigración española
en la década de los cincuenta (Cazorla Pérez 1979; Carvajal Gutiérrez 1986; Lara Sánchez
1977). Si bien durante la Primera Guerra Mundial ninguna provincia andaluza destacaba por
sus efectivos hacia este destino, durante la Guerra Civil, por ejemplo, Almería y Córdoba se
situaban entre aquellas con superior participación (Ortega y Silvestre 2005).
Tras Francia (que recogía inmigración de exiliados e inmigración económica), siguieron por
orden de importancia cuantitativa Alemania y Suiza, a partir de mediados de los años cincuenta
del siglo XX (Cardelús y Pascual 1979; Puyol Antolín 1979; Ródenas Calatayud 1994), si bien
para los orígenes andaluces Francia, seguida de Alemania, se mantienen como destinos
principales (Carvajal Gutiérrez 1986; Gualda Caballero 2001; Lara Sánchez 1977). Una mano
de obra a menudo no cualificada que entre 1946 y 1963 estaba mayormente constituida por
trabajadores del campo y que con posterioridad fue reemplazada en gran parte por artesanos y
trabajadores industriales (Lara Sánchez 1977). El peso de Andalucía en el conjunto español se
refleja en las cifras de Ródenas Calatayud (1994), que estima que el 70% de la emigración
continental asistida entre 1960 y 1973 procede de Galicia, Andalucía, Castilla y León y la
Comunidad Valenciana, o de Lara Sánchez (1977) que sitúa en un 28,2% la participación
andaluza en la emigración a Europa para prácticamente el mismo periodo. Carmen Carvajal
(1986) señala como, a pesar de que todas las provincias andaluzas experimentan en gran
medida la emigración hacia Europa (Huelva es aquella en la que la movilidad hacia el exterior
tiene menos impacto), en términos absolutos Granada se destaca como principal área de
‘expulsión’.
En los últimos treinta años del siglo pasado y principios de éste, la emigración internacional
desciende significativamente y coexiste con procesos de retorno de españoles y andaluces
desde el exterior (Pascual de Sans 1970; Recaño Valverde 1998b), a pesar del dinamismo que
parece emerger en el espacio general de la Unión Europea, como indican los saldos
migratorios positivos que se dan en los países que la componen entre 1993 y 2000 (Cabré y
Domingo 2002).
El hecho de que la emigración a menudo desplazara a familias enteras dificulta la comprensión
de su verdadero impacto cuando éste se intenta estimar desde los lugares de origen. Aun así,
para 2005 se calcula que aproximadamente un 4,4% (250.147) de la población adulta en
3
Andalucía tiene al menos un familiar (entre abuelos, padres, suegros, hermanos, hijos y nietos)
en otro país (de Miguel Luken 2007).
Fuentes
Para los resultados presentados en este artículo hemos empleado dos fuentes derivadas de los
Registros de Matrículas de las Oficinas o Secciones Consulares de las Misiones Diplomáticas
de España en el exterior: el PERE de 2008 (Padrón de españoles residentes en el extranjero) y
el CERA (Censo de españoles residentes ausentes) de cada año comprendido entre 1997 y
2009. En la primera fuente nuestros datos se reducen a las personas de nacionalidad española
residentes habitualmente en el exterior que están inscritas en la fecha de referencia en un
municipio andaluz mientras que, en los censos electorales, contamos igualmente con los
españoles residentes en el exterior que son nacidos en Andalucía y están inscritos en otra
Comunidad Autónoma (aunque en estos registros, que se elaboran con fines electorales,
aparece sólo la población mayor de edad, aquella con derecho a voto).
Aunque el Registro de Matrícula incluye a los residentes y a los que se encuentran
transitoriamente en la demarcación consular específica, son los primeros los que causan alta
en el PERE y, si son mayores de edad, también en el CERA. Los españoles residentes en el
exterior deben inscribirse en tal registro, así como también deben inscribir a sus hijos menores
de edad sujetos a su patria potestad, o a sus pupilos, en caso de que sean tutores. Con
carácter mensual, el INE recibe de las Oficinas o Secciones Consulares los datos del Registro
de Matrícula. Asimismo, coordina las bajas que se producen en España cuando se origina un
alta en otro país y las bajas que se producen en el PERE cuando una persona se inscribe en
un ayuntamiento español (http://www.ine.es/metodologia/t20/t203024509.pdf).
La principal desventaja del PERE es la falta de certeza sobre quién se inscribe en efecto y
quién no, pudiendo existir ciertos desajustes en la cuantificación de la población residente en el
exterior, derivados de un subregistro (quizás entre colectivos particulares, como los que viven
en países próximos o pasan temporadas no muy prolongadas) o de un sobre-registro en caso
de emigración a terceros países, fallecimiento que no se ha hecho constar o cambio de
residencia no modificado (Prieto Rosas 2008).
4
Respecto a la definición de andaluz o andaluza en el exterior, si bien los Estatutos
Autonómicos suelen adoptar un criterio de adscripción municipal2, nosotros hemos considerado
interesante distinguir en la medida de lo posible el lugar de nacimiento. Así, los datos del CERA
permiten clasificar nuestra población de interés de la siguiente manera: nacidos e inscritos en
Andalucía, nacidos en otra Comunidad Autónoma e inscritos en Andalucía, nacidos fuera de
España e inscritos en Andalucía y nacidos en Andalucía e inscritos en otra Comunidad
Autónoma. En el fichero del PERE, sin embargo, las personas englobadas en esta última
categoría no aparecen, ya que sólo figuran los registros de aquellas inscritas en algún
municipio andaluz. Como ya veremos, las importantes diferencias que se aprecian en el perfil
demográfico de estas sub-poblaciones justifican el uso de dicha clasificación.
1997 – 2009. Evolución de la población andaluza en el exterior
La población andaluza mayor de edad en el exterior ha crecido de forma sostenida
(exceptuando un par de años) durante el periodo considerado (gráfico 1), de manera que si en
1997 los registros contabilizaban un total de 110.646 inscritos de dieciocho años y más en la
Comunidad Autónoma, la cifra aumenta hasta 146.991 en 2009. Si con ellos consideramos a
los nacidos en Andalucía inscritos en un municipio español de otra región (último en cuyo
Padrón aparecían registrados), las cifras se incrementan hasta 122.555 y 157.526,
respectivamente, valores que, en cualquier caso, se sitúan muy por detrás de los barajados por
diferentes autores para otros momentos históricos. Aun teniendo en cuenta que se trata de
datos de flujos y no de stock (como los que estamos trabajando en estas líneas) y teniendo
también en cuenta que se trata de volúmenes aproximados, Elías de Mateo (1993) concluye
que entre 1884 y 1936, la emigración exterior de Andalucía se situaría en torno a las 650.000
salidas. Francisco Lara (1977:59), cita a diversos autores para llegar a cifras de emigraciones
(no emigrantes) que superan el millón de andaluces, para el periodo comprendido entre 1950 y
1970.
2 En el artículo 5 del Estatuto de Andalucía, se establece la ‘condición de andaluz o andaluza’:
1. A los efectos del presente Estatuto, gozan de la condición política de andaluces o andaluzas los ciudadanos
españoles que, de acuerdo con las leyes generales del Estado, tengan vecindad administrativa en cualquiera de los
municipios de Andalucía.
2. Como andaluces y andaluzas, gozan de los derechos políticos definidos en este Estatuto los ciudadanos españoles
residentes en el extranjero que hayan tenido la última vecindad administrativa en Andalucía y acrediten esta condición
en el correspondiente Consulado de España. Gozarán también de estos derechos sus descendientes inscritos como
españoles, si así lo solicitan, en la forma que determine la ley del Estado.
5
Gráfico 1. Evolución de la población andaluza en el exterior de dieciocho y más años. 1997‐2009
100000
110000
120000
130000
140000
150000
160000
total inscritos
total inscritos y nacidos
Fuente: elaboración propia a partir del CERA 1997‐2009
El aporte de cada uno de los colectivos identificados sobre el crecimiento global es bastante
dispar, como se aprecia en el gráfico 2. El incremento más notable se ha producido en el grupo
de españoles inscritos en Andalucía pero nacidos en el exterior que ha pasado de 4.202 en
1997 a casi igualar el peso de los nacidos en Andalucía, con 63.101 mayores de edad
registrados en 2009. En este tiempo la legislación ha cambiado en un par de ocasiones
favoreciendo la obtención de la nacionalidad española de los descendientes directos de
nuestros emigrantes. En 2002 desaparece el límite de edad de 18 años para ejercer el derecho
de solicitar la nacionalidad, por lo que los hijos de españoles de cualquier edad tienen derecho
a requerirla y, por otra parte, se reduce el tiempo exigido de residencia legal y continuada en
España a al menos un año para los nietos de españoles (Ley 36/2002; ver, por ejemplo:
Carrascosa González 2002; Vono Vilhena 2007). En 2006 se aprueba el Estatuto de
Ciudadanía Española en el Exterior (Ley 40/2006) por el que se relaja la condición de
residencia mínima en España hasta el punto de no ser requisito y permite a nietos de
españoles, con independencia del lugar de nacimiento de los padres, solicitar la nacionalidad
española.
Los valores para los nacidos en Andalucía oscilan durante el periodo, con un máximo de
85.023 personas en 2004 (año de elecciones generales, lo que pudo favorecer el interés de
algunas personas de inscribirse para poder participar en las mismas) y, aunque arrojan una
diferencia positiva entre inicio y fin del periodo, no es comparable al ritmo de crecimiento
observado para los nacidos fuera de España.
6
Por otra parte, una evolución parecida, con variaciones discretas durante los trece años
analizados, se evidencia en el subgrupo de andaluces de origen que previamente a su salida al
extranjero, emigraron a otra comunidad española (y se dieron de alta en el correspondiente
padrón). En este caso el número total desciende de 11.909, en 1997, a 10.535, en 2009. La
versión opuesta de las migraciones internas como paso precedente se halla en los nacidos en
otra comunidad e inscritos en Andalucía, colectivo que ve disminuir sus efectivos a
prácticamente la mitad de los que se contabilizaban a principios del periodo, de 9.468 a 5.019.
Gráfico 2. Evolución del stock de la población nacida o inscrita en Andalucía y residente en el exterior, según colectivo. 1997‐2009.
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
1997 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 2009
nacidos e inscritos en And. nacidos fuera de España e inscritos en And.
no consta lugar de nacimiento (inscritos en And.) nacidos en And. e inscritos en otra CA
nacidos en otra CA e inscritos en And.
Fuente: elaboración propia a partir del CERA 1997‐2009
Por último, probablemente debido a una mejora en la calidad del registro, la cifra de quienes no
tienen identificado su lugar de nacimiento desciende de forma constante, y de 37.166 en 1997
pasa a 3.308 en 2009. Luego en definitiva, el incremento del número de andaluces en el
exterior se debe al efecto del crecimiento de los nacidos en el exterior, muchos de los cuales
habrán solicitado y obtenido la nacionalidad española (hijos y nietos de emigrantes andaluces),
en el lapso temporal considerado.
El porcentaje que los nacidos fuera de España representan sobre el total de andaluces inscritos
es todavía más notorio si incluimos a toda la población (menores y mayores de edad). Según
datos del PERE de 2008, en este año éstos representan el 50% de los inscritos en Andalucía,
por encima del 45,1% de los oriundos de la región. Entre estos dos grandes grupos, más los
nacidos en otra Comunidad Autónoma española y aquellos para quienes no consta lugar de
7
nacimiento, la población inscrita en Andalucía y residente en el exterior asciende a 171.878.
Menos de la mitad de los andaluces y andaluzas en el exterior en 2008 son, por tanto,
emigrantes de origen geográfico andaluz.
Estructura por sexo y edad
No sólo la evolución de los distintos colectivos considerados es diferente, sino que también sus
estructuras por edad (y en menor medida por sexo) varían considerablemente. Nos hallamos
ante una población emigrante de dieciocho años y nacida en Andalucía que envejece desde
comienzo a fin de periodo (gráfico 3), de forma que el reemplazo que se produce por la base de
la pirámide de 2009 no llega a los niveles relativos que los mismos grupos de edad ocupaban
en 1997. El peso de la población inactiva se incrementa por la entrada en la edad de jubilación
de una parte considerable de los que emigraron en las oleadas de la segunda mitad del siglo
XX, proceso que puede tener sus consecuencias (por el acceso de estas personas a
determinadas ayudas sociales) sobre la Administración andaluza.
El panorama que refleja la pirámide para 2008, una vez que se incorporan los menores de
edad, apunta una muy escasa participación de los nacidos en Andalucía no emancipados.
Dicho de otra manera, la emigración familiar, una vez que hay descendencia aún dependiente
en el hogar, es relativamente escasa. Los hijos e hijas de los adultos jóvenes nacidos en
Andalucía que emigraron hacia el extranjero nacerán, con más probabilidad, en el país de
destino.
Los desequilibrios de género que se observan se explican, por una parte, por la sobre-
mortalidad de los hombres en las edades más avanzadas (predominio de las mujeres a partir,
sobre todo, de los 70 años) y, por otra, por el carácter más masculinizado de la emigración
andaluza hacia el exterior, como se aprecia claramente entre los 40 y los 70 años. En las
edades adultas jóvenes esa tendencia parece haber cambiado de signo, siendo discretas pero
casi invariablemente más elevadas las proporciones de mujeres que de varones entre 24 y 44
años.
8
Gráfico 3. Pirámides de población de los andaluces nacidos e inscritos en Andalucía y residentes en el exterior
3% 2% 1% 0% 1% 2% 3%
1822263034384246505458626670747882869094
población adulta
2009
1997
3% 2% 1% 0% 1% 2% 3%
048
12162024283236404448525660646872768084889296
total inscritos
nacidos e inscritos en And
total 2008
Fuente: elaboración propia a partir del CERA de 1997 y 2009, y del PERE de 2008.
No sólo la población nacida en Andalucía y residente en el extranjero envejece en el transcurso de
los años considerados, el resto de colectivos también experimenta una reducción notable de la
base de sus pirámides. En concreto, los españoles de otras Comunidades Autónomas que antes de
emigrar a otro país residieron en Andalucía se trataban en 1997 en gran medida de población activa
joven (gráfico 4). Sin embargo, en 2009 los menores de treinta años tienen una intervención casi
testimonial. Dado que las pautas migratorias internas en España con respecto a nuestra comunidad
no han cambiado tanto en el periodo analizado, cabe relacionar a los grupos más numerosos dentro
de este colectivo con los hijos de previos emigrantes andaluces en otras regiones españoles que
retornaron posiblemente en los ochenta (cuando se dieron los flujos de retorno más importantes,
9
Recaño Valverde 1995) y luego volvieron a desplazarse, esta vez hacia el extranjero. En 2008,
dicho estrechamiento de la base se prolonga demostrando el carácter coyuntural de ese paso de
otros españoles por Andalucía, como estadio anterior a la etapa internacional. Las divergencias por
género apuntan en la dirección señalada para los oriundos de Andalucía.
Gráfico 4. Pirámides de población de los nacidos en otra Comunidad Autónoma, inscritos en Andalucía y residentes en el exterior
4% 3% 2% 1% 0% 1% 2% 3% 4%
1822263034384246505458626670747882869094
población adulta
2009
1997
3% 2% 1% 0% 1% 2% 3%
159
13172125293337414549535761656973778185899397
total inscritos
nacidos en otra CA e inscritos en And
total 2008
Fuente: elaboración propia a partir del CERA de 1997 y 2009, y del PERE de 2008.
Las pirámides para la población andaluza nacida en el exterior son muy diferentes, a pesar de que
se produce una coincidencia en la evolución de las mismas. Tratándose de una población adulta
mucho más joven que las anteriores, también envejece en los años considerados, a pesar de que la
entrada de nuevas inscripciones logre mantener proporciones muy similares en la base a la que
10
ocupan los grupos que la conformaban trece años antes (gráfico 5). Es decir, la pirámide va
creciendo de forma casi rectangular. Por otra parte, los andaluces de más edad no han perdido
protagonismo e incluso para algunos grupos el número relativo de inscripciones ha crecido,
sugiriendo adquisiciones de nacionalidad española a edades ya avanzadas, probablemente como
resultado de los cambios legislativos ya comentados.
Gráfico 5. Pirámides de población de los nacidos y residentes en el exterior, e inscritos en Andalucía
7% 6% 5% 4% 3% 2% 1% 0% 1% 2% 3% 4% 5% 6% 7%
1822263034384246505458626670747882869094
población adulta
2009
1997
3% 2% 1% 0% 1% 2% 3%
048
12162024283236404448525660646872768084889296
total inscritos
nacidos en el extranjero e inscritos en And
total 2008
Fuente: elaboración propia a partir del CERA de 1997 y 2009, y del PERE de 2008.
Si bien en esta subpoblación podríamos encontrar inmigrantes extranjeros que, pasado un tiempo
en España y una vez obtenida la nacionalidad, hubiesen retornado a su país, dado lo reciente de
los flujos de inmigración exterior hacia Andalucía y el volumen tan destacado de los que desde
11
estas tierras marcharon hacia otros países, la mayor parte estará lógicamente formada por
descendientes directos (hijos y nietos) de estos andaluces de origen que emigraron en el pasado
más o menos reciente. La temporalidad e intensidad de tales flujos de salida explican, en definitiva,
el perfil observado.
Es interesante notar también como los desajustes por sexo que se manifiestan en 1997 no se
observan en 2009, año éste último en que la forma de la pirámide es muy equilibrada por géneros
(gráfico 5). El número de efectivos en uno y otro momento, como comentamos en algún párrafo
precedente, ha crecido ostensiblemente, con lo que las fluctuaciones más sensibles a volúmenes
inferiores se ven así reducidas.
En 2008, con los menores incluidos, observamos que la parte inferior de la estructura conserva su
forma quasi-rectangular, en la que alrededor de los veinte se alcanzan los mayores porcentajes.
Seguimos estando, por tanto, ante una población joven en general y que, quién sabe, podría
proporcionar candidatos a inmigrantes futuros en Andalucía.
El siguiente gráfico viene a confirmar algunas de las diferencias de comportamiento por género
(gráfico 6) ya insinuadas en la lectura de las pirámides, tal y como arrojan los datos para 2008. Los
saltos que se obtienen para los menores de edad, que podemos entender en su mayoría personas
dependientes del núcleo paterno, se justifican para los nacidos en España por las pequeñas cifras
que para estas edades estamos barajando ya que, como hemos comprobado, se trata de grupos
numéricamente reducidos. En cambio, en la población menor de edad nacida en el exterior el
equilibrio entres sexos se sostiene hasta prácticamente los 45 años (con un ligero máximo en la
categoría 35-39 a favor de los hombres) que continuará con una diferencia positiva para las
mujeres mantenida para el resto de edades.
La situación es otra cuando consideramos a los nacidos en España. Tanto para los nacidos en
Andalucía como para los nacidos en otra Comunidad Autónoma se produce una ventaja femenina
entre los 25 y los 45 años aproximadamente, mientras que en las generaciones anteriores de
nacidos en Andalucía un salto prácticamente simétrico se observa en los siguientes veinte años.
Para estas cohortes, las que en 2008 cuentan más o menos entre 45 y 65 años, los hombres
experimentaron una emigración al exterior en términos absolutos más destacada que las mujeres,
que por su parte tomaron el relevo en las cohortes posteriores.
12
Gráfico 6. Razón de masculinidad por edades de las personas inscritas en Andalucía y residentes en el exterior, según lugar de nacimiento. 2008
20
40
60
80
100
120
140
Andalucía resto España otro país
Fuente: elaboración propia a partir del PERE 2008
Entre los nacidos en otra parte de España la supremacía femenina es únicamente reemplazada por
la masculina entre los que se localizan entre los setenta y ochenta años (con excepción del pico
correspondiente a los 5-9, para los que encontramos pocos efectivos), a partir de cuya edad la
mayor representación de las mujeres se ve afectada por su superior esperanza de vida.
Lugares de nacimiento o de inscripción
Completamos la visión anterior de la estructura demográfica con una perspectiva geográfica de la
distribución de los andaluces y andaluzas en el exterior. La Andalucía oriental y la Andalucía
occidental han tenido históricamente pautas emigratorias bastante diferenciadas, hecho que debe
reflejarse en gran medida en los valores observados tanto por lugar de nacimiento como por lugar
de inscripción (tablas 1 y 2). En efecto, Huelva, muy discreta en su participación en la movilidad
tanto interna como externa, recoge los porcentajes inferiores ya sea valorada desde un ángulo u
otro. La única excepción se encuentra para los nacidos en la provincia de Cádiz que residieron en
otra Comunidad Autónoma antes de emprender la salida al extranjero, con un valor cuatro puntos
por debajo del obtenido por los onubenses.
Las cifras superiores por lugar de inscripción las comparten Granada y Málaga, dependiendo del
lugar de nacimiento. Así, si la intensa emigración granadina queda patente en el hecho de que
alrededor de un 17% de los mayores de edad nacidos e inscritos en Andalucía en 1997 y de que en
2009 prácticamente uno de cada cinco andaluces en estas circunstancias sea originario de la
13
provincia (tabla 2), atendiendo a los otros colectivos es Málaga la que adquiere más protagonismo,
llegando a valores varios puntos por encima de los que obtiene para los naturales de Andalucía. Es
decir, tanto para aquellos que eligen municipio de adscripción (nacidos en el extranjero), como
sobre todo para los que han efectuado una migración interna hacia Andalucía antes de instalarse
en otro país, Málaga es la provincia con porcentajes más elevados. En 2009, el 30% de los
españoles mayores de edad nacidos en otras regiones y el 22% de los nacidos en el exterior
aparecen vinculados a la misma, valores que permanecen casi inalterados cuando se incluye para
2008 a los menores de dieciocho años.
Tabla 1. Nacidos en Andalucía y residentes en el exterior según provincia de nacimiento. Población mayor de edad. 1997 y 2009
nacidos e inscritos en Andalucía
nacidos en And. e inscritos fuera de And.
1997 2009 1997 2009
Almería 9.373 10.367 1.433 1.097 15,67% 13,72% 12,03% 10,41%
Cádiz 9.598 10.572 970 1.099 16,05% 13,99% 8,15% 10,43%
Córdoba 7.575 8.354 1.679 1.708 12,67% 11,06% 14,10% 16,21%
Granada 10.322 14.900 1.440 1.672 17,26% 19,72% 12,09% 15,87%
Huelva 3.189 2.842 1.458 409 5,33% 3,76% 12,24% 3,88%
Jaén 4.801 5.414 2.488 1.887 8,03% 7,16% 20,89% 17,91%
Málaga 8.551 11.933 1.139 1.250 14,30% 15,79% 9,56% 11,87%
Sevilla 6.401 11.181 1.302 1.413 10,70% 14,80% 10,93% 13,41%
total 59.810 75.563 11.909 10.535 100% 100% 100% 100%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del CERA, 1997 y 2009
Merece la pena destacar, asimismo, el papel que tiene Jaén como lugar de nacimiento de los
inscritos en otra Comunidad Autónoma (tabla 1). Jaén adquiere una trascendencia especial en las
corrientes emigratorias desde Andalucía iniciadas después de los años cincuenta del pasado siglo,
tanto en los flujos hacia Europa, como hacia Cataluña, Madrid o País Vasco. Además, la relación
entre ambas movilidades es más acentuada para los que nacieron en esta provincia que para los
que lo hicieron en otras desde donde el paso hacia el exterior fue más a menudo directo.
14
Tabla 2. Españoles en el exterior según provincia andaluza de inscripción. Población mayor de edad. 1997 y 2009
nacidos e inscritos en Andalucía
nacidos en otra CA e inscritos en And.
nacidos en el extranjero e inscritos en And.
1997 2009 1997 2009 1997 2009
Almería 9.340 10.413 1.089 430 772 12.142 15,62% 13,78% 11,50% 8,57% 18,37% 19,24%
Cádiz 9.728 10.585 1.638 732 536 6.465 16,26% 14,01% 17,30% 14,58% 12,76% 10,25%
Córdoba 7.662 8.124 1.006 365 422 4.424 12,81% 10,75% 10,63% 7,27% 10,04% 7,01%
Granada 10.290 14.759 1.366 686 702 13.686 17,20% 19,53% 14,43% 13,67% 16,71% 21,69%
Huelva 2.770 2.716 387 185 154 1.821 4,63% 3,59% 4,09% 3,69% 3,66% 2,89%
Jaén 4.570 5.150 443 183 253 2.829 7,64% 6,82% 4,68% 3,65% 6,02% 4,48%
Málaga 8.830 12.450 2.198 1.500 782 14.069 14,76% 16,48% 23,22% 29,89% 18,61% 22,30%
Sevilla 6.620 11.366 1.341 938 581 7.665 11,07% 15,04% 14,16% 18,69% 13,83% 12,15%
total 59.810 75.563 9.468 5.019 4.202 63.101 100% 100% 100% 100% 100% 100%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del CERA, 1997 y 2009
Almería, pese a que ha sido un área emisora tradicional, tanto en los flujos más alejados en el
tiempo como en los más recientes, y que ha arrojado las tasas emigratorias más elevadas en
muchos periodos, pierde algo de este influjo por la probable mortalidad de muchos de sus efectivos.
De hecho, son las personas nacidas en Andalucía e inscritas en esta provincia las que en 2008
constituyen la población más envejecida (gráfico 7), seguida de Granada, Córdoba y Jaén. De
forma análoga, los nacidos en el extranjero e inscritos en Almería son los menos jóvenes en
relación con el resto de provincias, mostrando una base con inferior protagonismo que muchos de
los grupos de edad más avanzados. Muchos de los descendientes de estos emigrantes
almerienses son ya mayores. En todas se aprecia la mayor incidencia de la emigración masculina
de los nacidos en Andalucía, cuya presencia sólo se equilibra e incluso se invierte como resultado
de su sobre-mortalidad a las edades más avanzadas.
15
Gráfico 7. Pirámides de población de la población inscrita en Andalucía y residente en el exterior según provincia de inscripción, 2008
Almería Cádiz
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
Córdoba Granada
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
Huelva Jaén
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
Málaga Sevilla
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
15% 10% 5% 0% 5% 10% 15%
0-45-9
10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89
90+
nacidos en el extranjero
nacidos en Andalucía
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del CERA, 2009
16
17
En el extremo opuesto, Sevilla, Cádiz y Huelva, con el clásico comportamiento de menor intensidad
y emigración más tardía de la Andalucía occidental, presentan estructuras por edad de ambas
poblaciones algo más jóvenes y más homogéneas por género en general (si bien con una ligera
sobre-representación masculina). Existe un cierto desfase entre las pirámides de ambos colectivos
contrastados en la provincia de Córdoba, donde el perfil de los nacidos en Andalucía responde más
al modelo de la Andalucía oriental, mientras que el de los nacidos en el extranjero se concentra
sobremanera en los intervalos medios de edad, con una cúpula bastante más estrecha que en la
mayoría de provincias.
Málaga, finalmente, se sitúa en una posición intermedia entre el resto de provincias.
Atendiendo a los nacidos en Andalucía, su perfil, aunque más envejecido que el de la
Andalucía occidental (sin Córdoba), deja espacio a una mayor intervención de los grupos
adultos más jóvenes e incluso es la que presenta porcentajes, si bien muy discretos, pero algo
mayores de los menores de edad que en el resto de la región. Uniendo ambos resultados,
podríamos deducir que desde este origen se está produciendo una emigración familiar en los
últimos tiempos algo más destacada que desde los otros. Si nos centramos en los nacidos en
el exterior, el reparto por edades es algo más homogéneo que en las otras provincias, con una
base relativamente más estrecha (aunque no tanto como las de Almería y Granada) y una
punta que se acerca a las de las envejecidas Granada y Almería.
Descendemos hasta el detalle municipal para detenernos en la intensidad emigratoria de cada uno
de los municipios andaluces, entendida, dadas las limitaciones impuestas por los datos, como el
cociente (en porcentaje) entre el número de inscritos en el municipio sobre la población total
residente en el mismo en un año determinado. Continuamos después con una panorámica territorial
según edad media del total de andaluces en el exterior adscritos a cada término.
Mapa 1. Intensidad de la emigración (toda la población), 2008
<1%
1-5%
5-10%
10-20%
20-40%
40-70%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Padrón de 2008 y del PERE de 2008
18
Al observar las intensidades obtenidas, no sorprende encontrar municipios de pequeño tamaño en
las provincias de Almería y Granada fundamentalmente, como las áreas de porcentajes superiores,
tratándose de orígenes históricos de fuertes oleadas emigratorias en los distintos periodos de
mayor empuje de nuestra emigración hacia el extranjero. En concreto, destacan por sus
intensidades más altas los municipios de Murtas (70%), con 710 habitantes según el Padrón
continuo de 2008, Alpujarra de la Sierra (52%), con 1.163 habitantes y Valor (49,8%), con 650
habitantes, en Granada; Bacares (66,4%), con 283 habitantes, Olula de Castro (62,3%), con 215
habitantes, Laroya (43,7%), con 142 habitantes y Lucainena de las Torres (40,4%), con 696
habitantes, en Almería.
A éstos se añadirían, con intensidades por encima del 10%, algunos municipios malagueños de
pequeño tamaño poblacional de la Serranía de Ronda y los cordobeses de Belmez y Peñarroya-
Pueblonuevo. La particularidad de este último estriba en que es el único en los intervalos superiores
de intensidad con un tamaño poblacional medio. Si bien no conocemos el número de habitantes en
cada momento de partida de sus emigrantes, en 2008 el municipio superaba los 10.000.
La clasificación territorial según las edades medias de los andaluces y andaluzas en el exterior
según término de inscripción distingue bastante claramente una Andalucía más costera y menos
emigratoria (área más oriental y Valle del Guadalquivir), con edades medias inferiores a los 45, de
una Andalucía oriental y de interior, con una tradición más emigratoria.
Afinando un poco más, encontramos localizaciones interesantes. Por ejemplo, las edades medias
más bajas se concentran sobre todo en la provincia de Huelva, pero también en tres municipios
costeros almerienses: El Ejido, Vícar y La Mojonera, con una población en el exterior que en
promedio no sobrepasa los 35 años. Huelva, además, junto con Málaga, presenta un paisaje
heterogéneo en lo que a esta variable se refiere, combinándose en sus territorios municipios de
edades medias extremas, situándose los más jóvenes en general en las zonas litorales, más
dinámicas demográfica y económicamente.
19
Mapa 2. Edad media según municipio de inscripción (toda la población), 2008
0-20
20-35
35-45
45-55
55-65
>65
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Padrón de 2008 y del PERE de 2008
20
Lugares de residencia
Completamos el documento con la perspectiva del lugar de residencia. El peso de Europa como
continente de residencia en casi todas las categorías de lugar de nacimiento se mantiene entre
inicio y fin del periodo considerado, aunque prácticamente para todos los grupos comparados
pierde algo de protagonismo (tabla 3). Si en 1997, tres de cada cuatro nacidos e inscritos en
Andalucía vivían en algún país europeo diferente de España, en 2009 la proporción desciende
hasta un 68%, a favor de todos los demás destinos (sobre todo de América Latina). Proporciones
parecidas se observaban entonces para los andaluces de origen inscritos en otra Comunidad
Autónoma o para los nacidos en otra parte de España e inscritos en nuestra comunidad. Las
corrientes de la segunda mitad del siglo pasado superaron las experimentadas con anterioridad a
ultramar, a lo que se suma que las personas que marcharon al continente americano, de más edad,
han perecido ya en mayor proporción.
Tabla 3. Población adulta inscrita o nacida en Andalucía y residente en el exterior, según continente de residencia
nacidos e inscritos en And
nacidos en otra CA, inscritos en And.
nacidos fuera de España, inscritos en
And.
no consta lugar de nacimiento, inscritos
en And.
nacidos en And., inscritos fuera de
And. 1997 2009 1997 2009 1997 2009 1997 2009 1997 2009
europa 45.196
(75,6%) 51.357
(68,0%) 6.997
(73,9%) 3.565
(71,0%) 2.521
(60,0%) 24.520
(38,9%) 27.060
(72,8%) 1.852
(56,0%) 8.825
(74,1%) 7.877
(74,8%)
áfrica 473
(0,8%) 696
(0,9%) 357
(3,8%) 173
(3,4%) 70
(1,7%) 935
(1,5%) 1.159
(3,1%) 44
(1,3%) 195
(1,6%) 213
(2,0%)
américa latina
11.354 (19,0%)
17.754 (23,5%)
1.382 (14,6%)
621 (12,4%)
1.464 (34,8%)
35.536 (56,3%)
6.850 (18,4%)
1.241 (37,5%)
1.862 (15,6%)
1.280 (12,1%)
américa del norte
1.936 (3,2%)
3.807 (5,0%)
549 (5,8%)
456 (9,1%)
87 (2,1%)
1.302 (2,1%)
1.506 (4,1%)
106 (3,2%)
699 (5,9%)
725 (6,9%)
asia 96
(0,2%) 499
(0,7%) 59
(0,6%) 120
(2,4%) 8
(0,2%) 332
(0,5%) 175
(0,5%) 5
(0,2%) 59
(0,5%) 157
(1,5%)
oceanía 755
(1,3%) 1.450
(1,9%) 124
(1,3%) 84
(1,7%) 52
(1,2%) 476
(0,8%) 416
(1,1%) 60
(1,8%) 269
(2,3%) 283
(2,7%)
total 59.810 (100%)
75.563 (100%)
9.468 (100%)
5.019 (100%)
4.202 (100%)
63.101 (100%)
37.166 (100%)
3.308 (100%)
11.909 (100%)
10.535 (100%)
Fuente: elaboración propia a partir del CERA 1997 y 2009.
En cualquier caso, lo más destacable es la evolución observada para los nacidos en el extranjero.
Si en 1997 el 60% de los inscritos de este grupo residían en Europa, trece años después la cifra
desciende hasta un 39%, viéndose reemplazada por la supremacía de América Latina como lugar
de residencia de los andaluces nacidos fuera de nuestras fronteras, con un 56% aproximadamente.
Los cambios legislativos comentados con anterioridad encuentran mayor eco entre los
descendientes de andaluces en estos países que entre los descendientes afincados en otra nación
21
europea (las dos áreas, no obstante, crecen ostensiblemente en número de adscritos). Las razones
se hallan posiblemente ligadas a las mayores ventajas que la obtención de la nacionalidad puede
traer consigo en los países iberoamericanos, teniendo en cuenta que los principales destinos
europeos los conforman países de la Unión Europea o de la CEE. Al incluir, para 2008, a los
menores de edad, la única cifra que varía notoriamente es la correspondiente precisamente a este
colectivo, otorgando algo más de peso de nuevo al continente europeo frente al subcontinente
americano (44,5% frente a un 49,2%- datos no incluidos en la tabla), con respecto a lo obtenido
para los adultos en 2009.
Por lo que se refiere al resto de lugares de residencia, sólo Asia experimenta un ligero crecimiento
de los andaluces inscritos y nacidos en el extranjero, pasando de 0,2 a 0,5% (que se acentúa aún
más al incluir a los menores de edad en 2008: 0,8%).
La distribución dentro de cada continente es, obviamente, muy desequilibrada. En 2008, Francia es
el país de residencia de aproximadamente uno de cada cuatro andaluces de origen en el exterior
(26,2%), seguida de Alemania, con 14,8% y Argentina, con 12,6% (mapa 3). A pesar de los
cambios que en los últimos años se aprecian respecto a los países de residencia preferentes (como
veremos a continuación a través de las tasas de crecimiento), estos tres destinos históricos todavía
agrupan a más de la mitad de la población considerada en el exterior (53,6%). Por detrás sigue el
Reino Unido, que ha cobrado importancia en tiempos más recientes (5,9%), Bélgica, Estados
Unidos, Suiza y Brasil, todos muy cerca del 5%.
Mapa 3. Distribución porcentual por países de residencia de la población nacida e inscrita en Andalucía (todas las edades). 2008
0 - 1%1,001 - 3%3,001 - 5%5,001 a 10%10,001 a 20%más del 20%
Fuente: elaboración propia a partir del PERE 2008
22
Mapa 4. Distribución porcentual por países de residencia de la población nacida en el extranjero e inscrita en Andalucía (todas las edades). 2008
0 - 1%1,001 - 3%3,001 - 5%5,001 a 10%10,001 a 20%más del 20%
Fuente: elaboración propia a partir del PERE 2008
El reparto se modifica cuando el colectivo examinado es el de los andaluces nacidos fuera de
España (mapa 4). Argentina se coloca ahora en primera posición, con más de un cuarto de los
efectivos (27,6%), y le sigue Alemania, con un 15,4%. Francia en este caso se sitúa en tercer lugar,
con un 11,5%, sumando entre los tres países un porcentaje muy similar al obtenido para los
nacidos en Andalucía (54,5%). Del resto, el más reseñable es Brasil, ya que siendo uno de los
destinos más antiguos, con una pirámide de población oriunda de Andalucía realmente envejecida y
una población nacida allí de ascendientes españoles igualmente en términos comparativos bastante
envejecida, agrupa al 8,6% de los andaluces nacidos en el exterior. En la evolución de las cifras y
en la consecuente panorámica actual han intervenido no ya hijos, sino muchos nietos de los
emigrantes andaluces del pasado, en especial de los que marcharon a Argentina y Brasil.
Sin embargo, las tasas de crecimiento nos indican cómo en realidad no son las poblaciones de
estos países las que más visto incrementar su población vinculada a Andalucía en los últimos años.
Precisamente Francia y Alemania pierden efectivos, junto con otros países europeos y una cantidad
considerable de destinos africanos y latinoamericanos (mapa 5), mientras que el Este de Europa y
algunos países asiáticos, entre los que destaca China, ganan inmigrantes nacidos en Andalucía.
Debemos tener en cuenta, no obstante, y pese a que no hemos considerado los países que partían
en 1997 con menos de cinco efectivos, que muchas de estas tasas se refieren a cantidades de
partida discretas. Es sintomático, de todas maneras, el empuje de estos nuevos destinos
predominantes que están ligados a los nuevos mercados económicos internacionales y
posiblemente a un tipo de perfil de emigrante andaluz más vinculado al mundo de los negocios y de
23
las transacciones empresariales. En China pasamos, por ejemplo, de 9 a 74 inscritos y nacidos en
Andalucía entre 1998 y 2009.
En la Europa occidental, Irlanda e Italia se erigen como las principales ganadoras de población
oriunda de Andalucía, mientras que en Latinoamérica es Guatemala la que experimenta el mayor
incremento (de 8 a 69).
Mapa 5. Tasa de crecimiento anual acumulativo (%) de la población nacida e inscrita en Andalucía y residente en el exterior, 1998‐2009.
-16,00 a 0,000,01 a 10,0010,01 a 20,0020,01 a 30,0030,01 a 40,0040,01 a 52,00
Fuente: elaboración propia a partir del CERA 1997‐2009
Si nos centramos en los nacidos en el extranjero (mapa 6), sorprende que no encontremos ningún
país (con el mínimo de inscritos establecido para el comienzo de periodo) con tasa negativa. Todos
ven crecer el número de andaluces nacidos fuera de España entre 1998 y 2009. De hecho, algunos
países, como Cuba, a un ritmo vertiginoso, ya que de 11 inscritos en el primer año, aumenta hasta
1.053 en el último. Siete de los diez países con tasas más elevadas están localizados en América
Latina (Cuba, Chile, Panamá, México, Argentina, Paraguay y Brasil). Los otros tres serían Andorra,
Noruega y Estados Unidos y, excepto el primero, con una tasa próxima al 30%, los otros dos
quedarían por debajo de las del grupo de países latinoamericanos anterior.
24
Mapa 6. Tasa de crecimiento anual acumulativo (%) de la población nacida fuera de España, inscrita en Andalucía y residente en el exterior, 1998‐2009.
-16,00 a 0,000,01 a 10,0010,01 a 20,0020,01 a 30,0030,01 a 40,0040,01 a 52,00
Fuente: elaboración propia a partir del CERA 1997‐2009
Conclusiones
Es necesario conocer, hasta dónde sea posible, las características de la población a la que las
Administraciones Públicas y los distintos Gobiernos Autonómicos o estatales ofrecen sus servicios.
En este caso, hemos examinado la población andaluza en el exterior y la hemos diferenciado según
su lugar de nacimiento, fundamentalmente para entender la heterogeneidad interna del colectivo
que nos interesa pero, también, para intentar facilitar la tarea de derivar, hasta cierto punto, las
necesidades que estos sub-colectivos puedan tener.
Existe una población de andaluces en el exterior, la que emigró en algún momento del pasado, que
en general se halla muy envejecida y que tiene, en este sentido, sus necesidades propias. A ésta,
se va incorporando un nuevo perfil de andaluz emigrante, aún discreto numéricamente, más
asociado a los nuevos campos profesionales y opciones de ampliación de estudios, facilidades en
el marco de la Unión Europea, y alternativas de mercado que se van abriendo en destinos no tan
explorados tradicionalmente, como pueda ser el caso de la Europa del Este o Asia.
Por otra parte contamos con una población andaluza, descendiente en su mayoría de nuestros
emigrantes (aunque poco a poco irá aumentando la proporción de los que inmigraron a Andalucía
desde el exterior, obtuvieron la nacionalidad en algún momento y retornaron), en términos
generales bastante joven y repartida fundamentalmente entre Latinoamérica y Europa, aunque
manifiesta un ritmo de crecimiento más elevado en los países latinoamericanos.
25
En lo que se refiere a los lugares de inscripción, existe relación entre los puntos históricos de
emigración (Granada, Almería y áreas de interior, con intensidades elevadas y poblaciones en el
exterior bastante envejecidas, frente a una Andalucía occidental, a la que se añade zonas costeras
de otras provincias, con inscripciones de unos andaluces y andaluzas más jóvenes en general y
con menor intensidad emigratoria), los puntos de mayor confluencia de la inmigración exterior en el
presente y los puntos de superior dinamismo poblacional y laboral.
Es difícil adivinar cuál será la distribución en un futuro. Si se producirán movimientos de retorno
sustanciales de quienes marcharon en edad activa y van entrando en la edad de jubilación, o de
quienes emigraron por cuestiones laborales en un contexto actual de globalización con intenciones
de regresar. O si se producirán nuevas inmigraciones desde otros países de andaluces nacidos
fuera de España que se unen a los flujos de entrada desde el extranjero que en los tres últimos
lustros principalmente ha afectado a Andalucía, en paralelo con buena parte del resto de España.
En todos los casos dependerá, aparte de los factores de tipo más afectivo, de las coyunturas
económicas que se produzcan en los países de origen y en nuestra Comunidad Autónoma, y en
términos más generales, de los llamados efectos de atracción y de expulsión de las diferentes
áreas (en los que también influyen las cuestiones ambientales, políticas sociales, el mercado de la
vivienda, la efectividad de las redes sociales, etc.).
En definitiva, se debe continuar con en el propósito de profundizar en la cuestión tratada, con la
finalidad de saber más sobre esta población en el exterior que es también andaluza y, por tanto,
parte activa de nuestra sociedad, con todo lo que ello implica.
Bibliografía
- Alonso Carballés, J. J. (1998). 1937, los niños vascos evacuados a Francia y Bélgica:
historia y memoria de un éxodo infantil, 1936-1940, Bilbao: Asociación de Niños
Evacuados el 37.
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El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis
Carmen Egea Jiménez Departamento de Geografía Humana
Universidad de Granada
EL RETORNO DE EMIGRANTES EN ANDALUCIA.
BASES PARA SU ANALISIS.
Carmen Egea Jiménez Departamento de Geografía Humana.
Universidad de Granada.
1. Introducción.
El texto que se presenta se basa en aspectos teóricos y metodológicos
planteados en dos investigaciones que sobre el retorno en Andalucía se han
desarrollado de forma paralela en el tiempo (desde finales del siglo XX) y atendiendo
a la puesta en práctica de dos metodologías diferentes y complementarias: una
cualitativa y otra cuantitativa.
Con respecto a la primera investigación, esta desarrolló el proyecto titulado
La trayectoria de vida de los emigrantes jubilados de la provincia de Jaén.
Determinantes y expectativas de retorno, proyecto subvencionado por el Instituto de
Estudios Giennenses (Diputación de Jaén) y basado en planteamientos de
metodología cualitativa. La segunda investigación completó esta primera analizando
La migración de retorno en Andalucía. El proyecto fue subvencionado por la
Consejería de Asuntos Sociales (Junta de Andalucía) y se basó en una metodología
cuantitativa.
Así pues, este trabajo se basa en la experiencia obtenida en ambos proyectos,
a las limitantes y alcance de cada metodología y de los resultados obtenidos. En
primer lugar se exponen “aspectos teóricos” relacionados con el interés que el
movimiento de retorno tiene dentro del estudio de los movimientos migratorios en
general, y la complejidad y riqueza que puede presentar la misma definición de
quienes son personas retornadas; en segundo lugar se exponen aspectos relacionados
con el método de análisis para investigar el retorno, diferenciando dos grandes
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
30
campo, el de la investigación cuantitativa y cualitativa, ambas cada vez más
presentes de forma complementaria en la investigación de las ciencias sociales. En
ambos casos se indican algunos resultados de los obtenidos en sendas experiencias
investigativas sobre el retorno en Andalucía.
2. Base teórica para el estudio del retorno. Apuntes.
2.1. El interés científico del retorno en los estudios de las migraciones.
El retorno es una de las modalidades de migración que menos atención ha
recibido en el ámbito académico científico en comparación con el estudio de las
migraciones consideradas tradicionales como la emigración y la inmigración. Esto no
deja de ser paradójico en el sentido de que en todos los proyectos migratorios parece
estar incluida la idea del retorno, del regreso.
Las razones que explican este aparente “olvido” están vinculadas a razones
como el hecho de ser el retorno un fenómeno de dimensiones más reducidas que la
emigración que lo motiva donde la concreción territorial es menor, lo cual incide en
no tener una imagen social sobre los retornos y que, a su vez y en cierta medida,
influye en ser un tema poco “atractivo” de investigación; por otro lado no existe un
desarrollo estadístico adecuado que permita estudiar el movimiento con profundidad,
y en menos aún conocer el “retorno potencial”, que nunca lo facilitaría la estadística;
en tercer lugar existe una idea “tradicional” de que los movimientos migratorios
tienen una única dirección, desde el lugar de emigración al lugar de inmigración, sin
contemplar la idea del retorno como parte del “proyecto migratorio” , y/o fin de un
“ciclo migratorio”; en cuarto lugar se puede señalar que a veces la atención prestada
a algunos temas (“de moda”) invisibiliza la importancia de otros como el retorno, e
incluso las migraciones temporales.
2.2. El concepto de retorno: complejidad y riqueza.
Como término de partida se puede hacer uso del término emigración de
retorno, entendido este acto como la “vuelta de emigrantes”, con el cual se hace
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
31
referencia a la condición de salida del lugar de origen (emigrante) y la idea del
regreso al mismo (retorno). Otros términos que se utilizan para indicar este mismo
proceso son el de “movimiento de retorno”, “retorno de la emigración”, “retorno de
emigrantes”. Los términos utilizados en la literatura científica de habla no hispana
son una vez más indicativos de la riqueza y complejidad que implica el término
haciendo referencia los términos al movimiento en si: “return migrants”, “returning
emigrants”, “return movements”, “regressados”: a la idea de un nuevo movimiento
de emigración: “re-emigration”; al regreso de población originaria: “return migration
of natives”, “foreign-born emigrants”; e incluso haciendo alusión algunos de ellos a
la idea más básica del retorno como la vuelta al origen, al hogar: “to return to one´s
homeland”, “back home”, etc.
En cualquier caso lo que hace más complicado el concepto de retorno es la
concreción territorial del lugar de origen, entendido éste como el lugar del que
partió la persona que ahora decide regresar; y del lugar de salida, entendido como el
lugar desde el que se vuelve, regresa. Con respecto al lugar de origen, el regreso
puede ser al “lugar de nacimiento”; al “lugar del que se partió”, que no
necesariamente tiene que ser el de nacimiento y que indica que antes de la
emigración definitiva hubo un movimiento previo); y un lugar diferente a los dos
anteriores pero que desde una apreciación personal significa “estar en su tierra”, sería
el retorno en un sentido muy amplio.
Este mima idea de retorno en sentido amplio, puede ser interpretado a su vez
en un sentido bastante restrictivo si tenemos en cuenta el lugar desde el que se tiene
que producir el retorno. En principio todas aquellas personas que una vez emigraron
y que pasado un tiempo regresan del lugar al que emigraron realizan un movimiento
de retorno y por lo tanto son personas retornadas; sin embargo definiciones como las
de Naciones Unidas y la misma legislación española indican que el retorno se
produce cuando el movimiento de emigración ha superado los límites nacionales y
por lo tanto el retorno se realiza desde un país extranjero. Así, las Naciones Unidas
definen como retorno a “aquellas personas que tienen la nacionalidad del país del que
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
32
llegan, han pasado al menos un año en el extranjero y han retornado con la intención
de permanecer al menos un año en el país de su nacionalidad” (Naciones Unidas,
1986). En el caso de la legislación española la autora Fernández (2000) señala que
según la Ley de Emigración de 1971 “se considera retornado el regreso a la patria de
todo español emigrado, cuando lo realiza por sus propios medios y con propósito de
establecerse en España con carácter definitivo” (Fernández, 2000: 221); y en la
Orden de 30 de Diciembre de 1997, por la que se establecen y regulan los programas
de actuación a favor de los emigrantes españoles (BOE 29/1/1998) se vuelve a
insistir en la exigencia de la procedencia de la persona que retorna para considerarla
como retornada: “periodo de dos años, a partir de la fecha de vuelta, durante los
cuáles un emigrante que regresa a España definitivamente es considerado retornado”.
En definitiva, y en concreto para el caso del territorio español, habrá que
considerar que las personas que emigraron dentro del territorio nacional no se
consideran retornadas cuando deciden regresar al lugar del que salieron, y que por lo
tanto no pueden hacer uso de determinadas ayudas que reciben aquellas personas que
el retorno lo realizan desde el extranjero.
3. Métodos de análisis. Apuntes.
3.1. El análisis cuantitativo.
Uno de los problemas que presentan los estudios de las migraciones en
general es el de contar con una fuente estadística adecuada. Este problema se
reproduce aún más en el caso del retorno, lo cual se ha apuntado más arriba como
una posible limitante en la menor profusión de investigaciones sobre este
movimiento. No obstante, cabe hacer mención a una fuente de información
estadística elaborada por el Instituto Nacional de Estadística con base a las altas y
bajas padronales en los respectivos municipios que permite hacer un estudio con
cierto de detalle del movimiento de retorno, se trata de la Estadística de Variaciones
Residenciales –EVR-.
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
33
Como se ha mencionado, la EVR se elabora con las entradas (altas) y las
salidas (bajas) de personas de un municipio por cambio de residencia. Las ventajas
que tiene esta fuente con respecto a otras como el Censo de Población, es que se trata
de una fuente dinámica ya que la información es anual desde 1988, lo que permite
realizar un análisis evolutivo del fenómeno; el mismo sistema de recogida de
información de altas y bajas permite conocer no sólo el retorno sino este en el
contexto de los diferentes movimientos migratorios); se puede disponer de la
información vía Internet en la página del INE en forma de ficheros personales y
anonimizados (microdatos) lo que permite la organización personalizada de tablas1;
permite el análisis a escala municipal y conocer algunas características demográficas;
contabiliza movimientos y no personas, es decir es una fuente dinámica en el sentido
de que el alta en un lugar supone la baja inmediata en el anterior, de manera que una
misma persona se puede dar de alta y baja en repetidas ocasiones durante un período
de tiempo contabilizándose el número de altas y bajas (movimientos) acontecidos por
esa misma persona.
Las limitantes de esta fuente están relacionadas con los cambios que la
misma ha registrado en la recogida de información desde su origen y sobre todo
desde 1997. Estos cambios se concretan en dos: la escala municipal y las
características demográficas de las personas que se mueven. Con respecto a la escala
municipal desde ese año no se especifican los municipios de alta o baja con una
población inferior a los 10.000 habitantes, lo cual implica por un lado que estos
aparezcan o desaparezcan en función de ese tamaño poblacional; y por otro lado, que
en el caso del retorno no se puede concretar el lugar del retorno, teniendo en cuenta
que es posible que sea en los municipios más pequeños donde por su carácter rural y
por la importancia de la emigración previa, donde más impacto tenga el retorno. Este
nivel de “concreción territorial” se sustituye, por decirlo de alguna manera, indicando
1 El INE también publica “tablas elaboradas”. En este sentido se puede hacer referencia a la publicación del Instituto de Estadística de Andalucía con el mismo nombre de la fuente, Estadística de Variaciones Residenciales, aunque la información se ofrece con base a tablas cerradas que dan escasa información sobre el fenómeno del retorno.
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
34
el tamaño del municipio según seis categorías: menor de 10.001 habitantes; de
10.001 a 20.000; de 20.001 a 50.000; de 50.001 a 100.000.
En segundo lugar, con respecto a los cambios en las características
demográficas, también desde 1997 deja de recogerse la información referente al nivel
de instrucción y el estado civil.
Ambos cambios se pueden observar en el Cuadro 1, en el cual se recoge toda
la información contenida en la EVR en el período de su publicación (1988-2008),
diferenciándose dos períodos, 1988 a 1996 y 1997 a 2008 con base a las limitantes
apuntadas anteriormente.
Cuadro 1. Información contenida en la Estadística de Variaciones Residenciales (1988-2008)
Tema de estudio Variables Información asociada 1988-1996 1997-2008
Provincia X X Municipio X X
Lugar de nacimiento
(origen) País X X Provincia X X
Municipio X X1
Tamaño municipio X2
Mes del alta X X
Lugar de alta (destino)
Año del alta X X Provincia X X Municipio X X1
Tamaño municipio X2
País X X Mes de la baja X
Localización
Lugar de baja (procedencia)
Año de la baja X Sexo X X
Día de nacimiento X X Mes de
nacimiento X X Edad Año de
nacimiento X X
Estado civil X
Características demográficas
Nivel de instrucción X
Nacionalidad X X Mes de recepción X Otros Año de recepción X
(1) En estos dos períodos no se especifica el municipio de alta o baja cuando este tiene una población inferior a 10.000 habitantes. (2) Los municipios de alta y baja se clasifican según tamaño en 6 categorías respectivamente:
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
35
menor de 10.001 habitantes; de 10.001 a 20.000; de 20.001 a 50.000; de 50.001 a 100.000; municipio capital de provincia.
A parte de estas limitantes, la detallada recogida de información sobre la
localización de las altas y bajas y lugar de nacimiento de las personas que se mueven
permite identificar el retorno desde diferentes ámbitos y a diferentes ámbitos según
se pone de manifiesto en el Esquema 1 y Esquema 2, para cuya elaboración se ha
tomado como referencia el ámbito andaluz2. y sin olvidar en ningún momento la
dificultad de analizar el fenómeno a escala municipal.
Esquema 1. Flujos migratorios en Andalucía.
Fuente: Egea, Rodríguez y Nieto (2005) con base a la EVR. INE.
Como se puede observar en este Esquema 1 es posible diferenciar en primer
lugar tres movimientos: emigración (personas que se mueven hacia el exterior de
Andalucía); inmigración (personas que entran en Andalucía); y movimientos internos
2 No hay que olvidar que algunos de las posibilidades de movilidad como las que hacen referencia al municipio están supeditadas a las limitaciones que la EVR pone a la hora de concretar el ámbito municipal.
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
36
(los que tienen lugar dentro del territorio andaluz). En estos dos últimos, inmigración
y movimientos internos es posible identificar personas que retornan cuando éstas
procedentes del exterior han nacido en Andalucía; o cuando moviéndose dentro del
ámbito andaluz regresan igualmente al lugar en el que nacieron. De manera que al
final es posible identificar cuatro, y no tres movimientos migratorios: emigración,
inmigración, movimientos internos y retorno.
Este esquema se concreta con el Esquema 2 en el que se advierte una
clasificación del retorno según la concreción territorial del mismo haciendo coincidir
el lugar de llegada con el lugar de nacimiento. En este sentido es recordar que a la
hora de establecer esta clasificación se ha considerado como retornado en Andalucía
a todo andaluz que (1) procedente de otros puntos del territorio español o del
extranjero regresa a Andalucía; y (2) dentro de la Comunidad de Andalucía ha
residido en un municipio distinto al de nacimiento (en su provincia o en otra) y
regresa a éste para fijar su residencia.
Esquema 2. Tipos de retorno en Andalucía.
Fuente: Egea, Rodríguez y Nieto (2005) con base a la EVR. INE.
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
37
En definitiva es posible diferenciar dos tipos de retorno según la procedencia:
desde el exterior de Andalucía y desde el interior de la misma. En el primer caso, el
regreso puede tener su origen en un “país extranjero” o “desde provincias del mismo
territorio nacional”; y en el interior de Andalucía o bien es posible proceder de
municipios de otras provincias andaluzas –“movimientos interprovinciales”-, o bien
desde municipios de la misma provincia –“movimientos intraprovinciales”-.
En un tercer nivel de este Esquema, se puede concretar para cada uno de estos
movimientos el tipo de retorno según el mismo sea “al municipio de nacimiento”, “a
la provincia de nacimiento, pero no al municipio de nacimiento”, y “a Andalucía,
pero no a la provincia de nacimiento”. La primera situación respondería al retorno en
un sentido estricto y la tercera al retorno en un sentido amplio.
3.2. El análisis cualitativo.
Por su parte el análisis cuantitativo permite indagar en aspectos donde los
números no pueden llegar. En este caso el conocimiento de los “motivos y escenarios
del retorno” y las “expectativas y deseos de regresar”. En esta ocasión la información
estadística se transforma en la información facilitada por los protagonistas de la
emigración ahora del retorno a través de su “trayectorias de vida”.
Desde el punto de vista metodológico, esta forma de investigar el retorno se
enmarca dentro de lo que son los métodos biográficos que a través de entrevistas en
profundidad indagan en las historias de vida de las personas, intentando recuperar en
este caso la trayectoria de vida en la emigración de manera que esa trayectoria sea la
que ayude a comprender y conocer mejor la realidad del retorno: porque regresar o
no hacerlo después de transcurridos décadas en la emigración, que circunstancias
concurren en uno u otro caso.
En la investigación indicada al principio sobre La trayectoria de vida de los
emigrantes jubilados de la provincia de Jaén. Determinantes y expectativas de
retorno, el contenido de las entrevistas en profundidad giraban en torno a tres
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
38
momentos en la trayectoria emigratoria: el momento de la salida y las circunstancias
en las que se toma la decisión de emigrar; la llegada y estancia en el lugar destino; y
finalmente la decisión de retornar y el escenario en que se asume esa opción.
El método de análisis se basa en la “teoría fundamentada” la cual no
considera hipótesis de partida ni tiene como objetivo demostrar nada, ya que es a
partir del testimonio ofrecido por las personas emigrantes que se construyen teorías
fundamentadas en el análisis del contenido de dichos testimonios. En relación con
este planteamiento el contenido de las entrevistas se analizó con el programa Atlas.ti
que permite analizar textos, entre otra documentación, en dos niveles: nivel textual
(segmentación del texto) y nivel conceptual (nuevo análisis en base a los resultados
del nivel textual).
4. Conclusiones.
Ambos métodos de análisis, cuantitativo y cualitativo, son necesarios para
comprender el alcance del retorno de emigrantes. Con el análisis cuantitativo es
posible conocer cuántos son (volumen y evolución); localizar el geográficamente
fenómeno al estudiar desde donde llegan y adonde retornan; y en tercer lugar
advertir algunas de las características acerca de como son, concretadas en su edad y
sexo.
Y con el análisis cualitativo es posible conocer con detalle aspectos que no
son cuantificables: como el deseo y la expectativa de regresar una vez que han
transcurrido décadas en la emigración y lo que se ha mantenido desde que se partió
ha sido la idea de regresar.
El retorno de emigrantes en Andalucía. Bases para su análisis. Carmen Egea Jiménez.
39
Estudio sobre las condiciones de vida y las expectativas de retorno de los andaluces en el exterior
David Moscoso Sánchez Universidad Pablo de Olavide, Sevilla
Instituto de Estudios Sociales Avanzados, IESA-CISC
ESTUDIO SOBRE LAS CONDICIONES DE VIDA Y LAS EXPECTATIVAS DE RETORNO
DE LOS ANDALUCES EN EL EXTERIOR
David J. Moscoso Sánchez
Universidad Pablo de Olavide (UPO), Sevilla Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), Córdoba
[email protected] / [email protected]
1.- Introducción
Mi participación en esta mesa responde a una lógica razón. Como ha quedará patente
hoy en este seminario, desde hace años y, sobre todo, a raíz de la Ley 8/2006, de 24 de
octubre, del Estatuto de los Andaluces en el Mundo, la Junta de Andalucía y, en
concreto, su Consejería de Gobernación, han venido realizando un notable esfuerzo por
tener presentes y reconocer determinadas prestaciones y derechos a los andaluces y las
andaluzas que residen en el extranjero.
Prueba de ese espíritu de cohesión y solidaridad con este colectivo es el I Plan Integral
para los Andaluces y las Andaluzas en el Mundo (PIPAM), aprobado por la Junta de
Andalucía el 21 de julio de 2009, o sea, hace muy poquitos meses.
En el marco de ese Plan, la Consejería de Gobernación —administración de la Junta de
Andalucía sobre la que recae las competencias del citado Estatuto—, se propuso tres
grandes objetivos: analizar la realidad social, plantear objetivos y establecer un
horizonte temporal a medio plazo en el que desarrollar las actuaciones planificadas. Es
decir, tres objetivos que casan muy bien con la máxima de la sociología: conocer (la
realidad social), para prever (las tendencias de cambio), para proveer (medidas de
intervención).
Pues bien, en relación con el primero de esos tres grandes objetivos (analizar la realidad
social), la Consejería de Gobernación, a principios de año, realizó el encargo al Instituto
de Estudios Sociales Avanzados (IESA), centro mixto de la Junta de Andalucía y el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de llevar a cabo un estudio de
41
gran envergadura para conocer las condiciones de vida y las expectativas de retorno
de los andaluces y las andaluzas residentes en el extranjero.
En estos momentos, el estudio está a medio desarrollo, habiendo puesto en marcha una
serie de tareas de investigación —es decir, parte del trabajo de campo que explicaré con
más detalle posteriormente—, pero aún falta por finalizar las fases de recogida de
información y análisis de los datos.
En consecuencia, en mi intervención sólo quisiera dejar conocimiento de esta
investigación sin precedentes, y transmitir una serie de reflexiones acerca de este objeto
de estudio y su potencial como bien público, científico e institucional.
2.- Contexto de estudio
La investigación desarrollada desde el IESA, como es natural, ha partido de una previa
revisión de materiales (libros, artículos, trabajos de investigación…), que nos ha
permitido ponernos al día sobre los estudios realizados y las evidencias más importantes
alcanzadas hasta ahora. Entre las principales constataciones, esta tarea nos ha conducido
a las siguientes conclusiones de partida:
- Predomina una cierta escasez de trabajos sobre emigración. Son pocos los
trabajos realizados en nuestro país sobre emigración y, en específico, son pocos
los llevados a cabo después de los años setenta —quizá por el hecho de que,
realmente, la emigración no ha sido problema (social y, por tanto, tampoco
científico) para España desde entonces. En consecuencia, la mayor parte de las
investigaciones realizadas en los últimos años sobre migración se han preocupado
por la entrada de los inmigrantes y su integración.
- La emigración es tratada a nivel nacional. La mayoría de los trabajos revisados
hablan de los movimientos migratorios de españoles hacia el exterior, pero es
menor el número de los estudios que se centran en el carácter regional de los
emigrantes. Esto sólo ocurre con los estudios que analizan, en específico, los
movimientos migratorios nacionales en el interior.
42
- La centralidad de los estudios gira sobre los movimientos demográficos. Es decir,
igualmente constatamos que estos estudios, con la salvedad de unos cuantos en los
que se analizaban el grado de integración de los emigrantes españoles en los países
de destino o la incidencia económica para España, la mayoría centraba su
preocupación en la cantidad de gente que emigraba y el origen desde el que
emigraba. ¿Cuántos españoles se marchan?, ¿cuántos andaluces se van?, ¿a dónde
emigran?, eran las principales cuestiones que centraban el interés de estos
estudios.
La revisión de los trabajos sobre este asunto nos ha permitido intuir, en suma, que, con
la salvedad de algún estudio puntual, no ha existido al día de hoy una clara
preocupación en el seno de las administraciones públicas españolas por analizar cuál es
la situación de sus ciudadanos y ciudadanas en el exterior —algo que, como he
apuntado antes, seguramente tiene que ver con el hecho de que los españoles dejaron de
emigrar fuera de nuestro país, de manera masiva y por razones económicas y políticas,
después de los años setenta. Por otra parte, la salvedad mencionada es la de una
encuesta realizada por el Instituto Español de Emigración en 1966 a 7.000 trabajadores
españoles en el extranjero, a los que se les preguntaba sobre los motivos por los que
habían emigrado, que en su mayoría eran económicos (García de Blas, 1974).
En consecuencia, el desarrollo del estudio al que me vengo refiriendo no parte de
referencias consensuadas por la comunidad académica y científica, sino de una fuente
de naturaleza estadística y administrativa, que es el Censo Electoral de Residentes
Ausentes (CERA), el único de esta naturaleza existente en el momento de emprender la
investigación. Digo en el momento de emprender la investigación, porque, tras haberla
iniciado, el Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo público el Padrón de
Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), del que, se dice, se sabía su
existencia, pero nadie hacía oficial la misma.
Pues como digo, el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), como también el
Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), representan el marco de
referencia poblacional único, oficial y actualizado, de aquellos ciudadanos y ciudadanas
nacionales —y, en consecuencia, andaluces— que viven fuera de España y, por tanto, la
base para posibles estudios sobre esta población. Ambos instrumentos nos suministran
información básica (y nominal en el caso del primero) sobre las personas que residen
43
fuera de España: el país, la ciudad y el municipio (incluso el domicilio) donde residen,
la provincia y el municipio andaluz de origen (o donde se encuentran registrados los
datos de su nacionalización, en el caso de aquellos extranjeros nacionalizados por el
origen español de su familia), su edad y su sexo. Es decir, ambas fuentes nos proveen
información de carácter sociodemográfico, que puede ser tratada estadísticamente, si
bien no nos aporta ninguna información cualitativa.
3.- Marco Metodológico del Estudio
3.1.- Objetivos
Como he apuntado antes, la investigación se enmarca en la fase de diagnóstico para las
diversas actuaciones relacionadas con el Plan Integral para los Andaluces y las
Andaluzas en el Mundo, respondiendo al objetivo contemplado en el artículo 4 del
Estatuto para los Andaluces y las Andaluzas en el Mundo de “fomentar la realización
de estudios sobre las condiciones y medios de vida de los andaluces en el mundo”.
Este objetivo se concreta, a su vez, en el de conocer una serie de elementos de la
realidad de la población andaluza que reside fuera del territorio español:
1. Trayecto y proyecto migratorio. Intenciones y expectativas de retorno.
2. Situación sociolaboral y ocupacional, nivel de ingresos y grado de satisfacción.
3. Situación individual y familiar.
4. Relaciones con el entorno social. Domicilio, vivienda y convivencia.
5. Educación.
6. Necesidades y prioridades sociales. Atención y cobertura de garantía social,
especialmente en materia sanitaria y servicios sociales.
7. Características sociodemográficas de la población encuestada.
3.1.- Población de estudio y muestra
En esta parte es en la que menos me extenderé, por entender que el profesor Joaquín
Recaño haría lo propio en su ponencia sobre cuantificación y distribución de la
44
emigración andaluza. No obstante ello, sí quisiera resaltar varios aspectos sobre este
punto, a fin de que quede clara cuáles son las características de la población muestral de
nuestra investigación.
• En primer lugar, la población de referencia del estudio es la que figura en el
Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), lo que limita el número de
personas susceptibles de ser estudiadas en aquellas consideradas como mayores
de edad (18 años o más), que además están dadas de alta en este Censo. Los
menores y los no inscritos quedan fuera de las cifras que manejamos en nuestro
estudio.
• En segundo lugar, entre esta población se encuentran registrados tanto los
andaluces y las andaluzas de origen (aquellos que en un momento dado de su
vida han emigrado, por más o menos tiempo, desde Andalucía a cualquier otro
país), cuanto aquellos ciudadanos descendientes de andaluces que han adquirido
la nacionalidad española. Este aspecto resulta de gran interés, porque la
información recogida no será homogénea al conjunto de la población de
referencia.
• En tercer lugar, las posibilidades de aplicación del estudio, debido a las
dificultades implícitas que conllevan su campo (su desarrollo tiene lugar a lo
largo de 20 países y 5 continentes), no nos han permitido seleccionar una
muestra representativa por variables como la edad y el sexo. La razón de esta
decisión estriba en las dificultades propias de la técnica principal de recogida de
información (una encuesta postal) —que por otra parte es la más oportuna en un
estudio como éste—, cuyos porcentajes de respuesta rara vez exceden el 10%.
Esta circunstancia hubiera implicado, en el caso de haber querido controlar la
representatividad de variables como la edad y el sexo, realizar una encuesta a
unas 50.000 personas, no existiendo, aún así, garantías de éxito por
representatividad.
En consecuencia, la muestra seleccionada para la realización de esta investigación ha
estado determinada, fundamentalmente, por dos variables, que tienen mucho que ver
con las dos técnicas de investigación empleadas en el trabajo de campo.
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- De un lado, para la realización de la investigación cuantitativa (encuesta postal),
la muestra ha sido representativa del conjunto de la población andaluza residente
en los distintos continentes y países donde se encuentra establecida. Así, se ha
estratificado por conjuntos geopolíticos que agrupan países con condiciones
próximas. En todos los casos, ha supuesto un 10% del total de la población
agrupada en los bloques que se indican en la siguiente tabla (tabla 1).
Tabla 1. Muestra de Andaluces y Andaluzas Residentes en el Extranjero
Conjunto Número Porcentaje Muestra proporcional
Muestra propuesta
UE 71.643 49,7% 1.194 1.206
América Central y del Sur 51.440 35,7% 857 866Europa desarrollada no UE 10.364 7,2% 173 174Norteamérica 5.729 4,0% 95 96Oceanía 1.990 1,4% 33 34Magreb 1.433 1,0% 24 24África Subsahariana 362 0,3% 6Lejano Oriente 475 0,3% 8Oriente Próximo y Medio 301 0,2% 5Resto Europa y antigua URSS 138 0,1% 2Península Arábiga 132 0,1% 2
Total 144.007 100,0% 2.400 2.400
Fuente: IESA (2009)
- Del otro lado, para la realización de la investigación cualitativa (grupos de
discusión), ésta se ha desarrollado con un conjunto de jóvenes andaluces
nacionalizados (33 jóvenes) procedentes de distintas partes de América del Sur y
del Norte, Europa y Australia, aprovechando un Encuentro de Jóvenes Andaluces
en el Mundo celebrado por la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía
en Córdoba, en septiembre de 2009.
3.2.- Técnicas de investigación
El estudio Condiciones de vida y expectativas de retorno de los andaluces y las
andaluzas residentes en el exterior se basa en una metodología de investigación de
carácter mixto, al apoyarse tanto en técnicas cuantitativas como cualitativas.
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3.2.1- Estudio cuantitativo
El análisis del proyecto migratorio, de la situación de vida y de las necesidades de la
población se efectuará mediante una encuesta, suministrado el cuestionario a través de
correo postal, a una muestra de población elegida por azar entre los andaluces y
andaluzas registrados en el CERA, tal como se acaba de indicar hace unos instantes.
En el Cuestionario se contemplan siete bloques de preguntas, en virtud de los objetivos
específicos que hemos señalado, y que se caracterizan técnicamente por la forma como
son formuladas las cuestiones y las respuestas: uso de lenguaje universal (en
consecuencia con el carácter heterogéneo, en términos sociodemográficos y
socioeconómicos, de quienes participan), empleo de elementos claves (como la
denominación del país y la moneda nacional en cada caso, en aquellos momentos en los
que es necesaria su mención) y ausencia de preguntas filtro (con la excepción de un
último bloque que excluye sólo a los andaluces que no son originarios de Andalucía, a
fin de profundizar en el conocimiento de las trayectorias migratorias de esta población).
En lo que atañe a su cumplimentación, el cuestionario puede ser respondido de tres
formas diferentes, en función de las facultades y la disponibilidad de cada encuestado.
Así, además de responderlo mediante franqueo pagado, introduciendo el cuestionario,
una vez cumplimentado, en el sobre que se le adjunta, también puede hacerse mediante
una aplicación informática habilitada en el sitio de Internet www.iesa.csic.es/andaluces,
introduciendo el código con el que se identifica cada cuestionario (que es nominal), o
también mediante teléfono, dejando en un buzón de voz habilitado para este estudio su
nombre y apellidos e indicando el país desde el que llama y la hora a la que prefiere que
se le telefonee para realizarle la encuesta (Ver imagenes 1 a 2). Con esto, el objetivo no
es más que garantizar la mayor respuesta posible, facilitándole el máximo de medios
para hacerlo.
Es interesante subrayar el carácter nominal del cuestionario, ya sea a través de la
indicación de sus datos personales básicos y el código que identifica a la persona
encuestada, o ya sea mediante el empleo de alusiones (país donde reside, moneda de ese
país, etc.), porque de ello se espera una mayor tasa de identificación del encuestado con
el cuestionario, al aumentar el grado de identificación sobre su contenido.
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Figura 1
Acceso a la aplicación informática de la Encuesta
Figura 2 Acceso a la aplicación informática de la Encuesta
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3.2.1- Estudio cualitativo
El estudio cualitativo ha consistido en la realización de un conjunto de grupos de
discusión, realizados a jóvenes andaluces, aprovechando la celebración del I Encuentro
de Jóvenes Andaluces que tuvo lugar en Córdoba, entre los días 16 y 18 de septiembre
de este mismo año.
Haciendo uso de las instalaciones del Palacio de Congresos de Córdoba, durante la
celebración del Encuentro, el equipo de técnicos del IESA llevó a cabo cuatro grupos de
discusión repartidos en dos días, a un total de 34 personas. La muestra de población fue
estratégica y respondió, al igual que la encuesta, a criterios de procedencia geográfica,
estando representados en su mayoría por jóvenes andaluces residentes en América del
Sur y Centroamérica y Europa, si bien también participaron jóvenes de otros lugares
remotos (Australia, EEUU…).
Hay que tener en cuenta que el perfil de estos jóvenes era heterogéneo, en cuanto a
situación sociodemográfica y socioeconómica, y, además, también lo era en cuanto a
sus edades. A su vez, los caracterizaba el hecho de que ninguno de quienes participaron
eran andaluces (y, por extensión, españoles) de origen, sino que se habían nacionalizado
por el origen de sus familias. Por lo tanto, uno de sus rasgos distintivos era su
desconocimiento de la realidad andaluza, en muchos casos más allá de la herencia
cultural de sus familiares.
Con la participación de este grupo se pretendía conocer, precisamente, el imaginario
colectivo, las expectativas o proyecto vital en relación a Andalucía y las percepciones y
valoraciones sobre esta región compartidas entre una población originalmente no
andaluza, pero culturalmente sí unida a través de los lazos familiares a Andalucía. Por lo
tanto, fue muy interesante recoger los discursos de esta población a través de este
trabajo de campo.
4.- A modo de reflexión
El estudio que presentamos es un trabajo de investigación pionero en nuestro país. No
conocemos experiencia alguna similar que se haya realizado con anterioridad ni aquí ni
en otra comunidad autónoma española. Por esa razón, nos hemos tomado con la máxima
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responsabilidad su realización, sobre todo pensando en las posibles repercuciones
sociales que puedan derivarse del mismo.
En efecto, desde el IESA, el desarrollo de este estudio lo hemos entendido desde el
primer momento como un acto de justicia social para conocer mejor a una parte de la
sociedad andaluza que ha estado durante mucho tiempo alejada de nuestra compañía, a
pesar de estar presente siempre en nuestro imaginario y en nuestro recuerdo. Por lo
tanto, el estudio nos va a permitir analizar la situación de esa parte de la población que
conforma la sociedad andaluza, pero que se caracteriza por la singularidad de no residir
en nuestra geografía, de estar repartida por el mundo.
Este reto no es sólo un reto para este Instituto, cuya labor se centra en conocer los
problemas de la realidad social que afectan a los andaluces y las andaluzas, ni tampoco
es sólo un reto para la Consejería de Gobernación, que, con el Estatuto de los Andaluces
y las Andaluzas Residentes en el Extranjero, asumió la responsabilidad de velar por los
intereses de esta población, algo que le atribuye cuanto menos una gran responsabilidad.
Una responsabilidad, por lo demás, que han de asumir también la comunidad académica
y científica de nuestra geografía, incentivando su estudio a través de sus Universidades
y Centros Públicos de Investigación.
El reto es también un reto para la sociedad andaluza, que se va a encontrar ahora con la
oportunidad de mirarse a sí ante el espejo, a través de la realidad de unos ciudadanos y
ciudadanas cuyas trayectorias les han llevado por senderos seguidos en nuestros días
por otros muchos ciudadanos y ciudadanas del mundo que nos visitan como
inmigrantes, esperando ser acogidos con el mismo apoyo con el que muchas veces se
encontraron nuestros familiares. Por lo tanto, este estudio va a contribuir, por lo demás,
a reconstruir también la memoria histórica de los emigrantes andaluces, sirviendo ello, a
su vez, para sensibilizar a quienes se quedaron aquí en otros momentos para entender
las circunstancias que condicionan las decisiones de aquellos que dejan todo atrás para
venir hoy a nuestra tierra.
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