Años hace que nací,pocos ya para vivir,
puede que solo sea uno,para llegar a morir
¿Quien sabe de este final?Siendo la vida frágil
como el cristal.
Hoy se lo que sentiré, cuando mañana no esté.
Dejar de existir, por no ver:El éxtasis de las flores crecer,el aroma de sus pétalos oler.
Los canticos de los pájaros al amanecerQue ya jamás los oiré.
Inserté este pozo blanco, en recuerdo de Juan Ramón Jiménez en su poesía “El viaje
definitivo”
Nunca más me refrescarán las fuentes,Cuando encaminaba mis pasos,
por los senderos idílicos, De aquella montaña, entre tantos
abetos y aromáticos pinos.La frescura y belleza de esas fuentes,
La dejaré de sentir, !con pena¡
Y sus cristalinas aguas, descendiendo en cascada,
Ya no calmaran mi sed,Durante mis silenciosos paseos,Que tan poéticos eran a la vez,
Si recuerdo mi pasado,Reflexionando a la vez.
Pero sentiré más dejar de besar, con tanto amor a los seres
que fueron de mi devoción.!Ya nunca más los podré amar¡
Para mi serenidad, Ya no necesitaré,
Admirar el mar, que con el cielo azulY las olas de allá para acá,
Cama plena sentía al contemplar, tan necesaria para
meditar.
Esa tranquilidad que llegará, será eterna, para
descansar, inexorablemente, sin poderse evitar.Con nostalgia sentiré mi
salida, si presiento mi partida, al amar tanto
en la vida, la paz, la bondad, el amor, la
poesía. Fui gran admiradora de la
armonía.
Aprendí en las flores y en la luz del sol, el sentido sencillo de tus suspiros.
¡ Enséñame Dios mío a conocer el sentido de tus palabras en el dolor y en la muerte!
Al llegar mi eternidad, no sentiría tanto marchar, si al
termino de mi visita, alejándome
dijeran:”Partió para su destino, pero aquí siempre
quedará, el crisol de su bondad, que tan ejemplar
fue, para poder imitar”
¡Enciéndeme en el corazón la estrella vespertina del
descanso, y que la noche me hable bajito de amor!
Pues ella más que riqueza soñaba en
tener bondad, queriendo tanto a
los demás. Siendo así como ella
era, nunca se la debiera
olvidar, aunque esté en el
más allá.
Pues su alma era melodía de
paz, amor y bondad y su
sinfonía la poesía.