Sergio Pavez GerlachDiego Cabrera Ruiz
Marcos Barraza GómezMinistro de Desarrollo Social
Ernesto Ottone RamírezMinistro Presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
Texto: Sergio Sebastián Pavez Gerlach
Ilustraciones: Diego Esteban Cabrera Ruíz
© Ministerio de Desarrollo Social
© Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
ISBN (papel): 978-956-352-202-0
ISBN (pdf): 978-956-352-203-7
Primera edición
Primavera 2017
Santiago, Chile.
Esta obra fue seleccionada como ganadora en la categoría “Descubriendo
el mundo”, línea cuentos ilustrados del Concurso Chile Crece Contigo para
la Primera Infancia, 2016.
Chile Crece Contigo es el Sistema de Protección Integral a la Infancia del
Estado de Chile.
Encuentra más información y materiales de apoyo a la crianza en
www.crececontigo.cl y en Facebook/chcrececontigo.
CONCURSO NACIONAL DE CREACIÓN MUSICAL Y CUENTOS ILUSTRADOS
PARA LA PRIMERA INFANCIA
En la clase de artes estaban todos los niños
trabajando muy concentrados.
De pronto se escuchó fuerte
y claro una tremenda grosería desde el fondo de la sala.
¡Me corté
por la
rechu !
Disculpe profesora,
lo que pasa es que
me corté con esta
ti jera de
mier
Solo una persona podría haber sido capaz de decir tal improperio:
Boca Sucia, Ramón Boca Sucia.
Otro día estaban en el recreo. Todo el curso jugaba una entretenida pichanga. La pelota se la llevaba Mujica, se pasó a uno, se pasó a dos, a tres... y la perdió.
¡Mujica, por la
cres !
!¡comilón
mierde
Al poco tiempo, una mañana, al despertar, Ramón sintió algo raro en la cara y partió corriendo al baño para verse en el espejo.
¡N OO O !O¡Qué chu me pasó
en la cara!
La bocase le había convertido en un wáter.
Mamá mira lo
que tengo en la cara.
¡Ni ca voy al colegio así!
Ah no Ramón, tú te vistes y te vas al colegio. Y toma, lávate los dientes - dijo su mamá pasándole un escobillón.
Con su boca de wáter, Ramón no lo pasaba nada de bien. Trataba de no decir nada porque cada vez que abría la tapa salía un olor asqueroso.
Para lo único que le quedaban ganas de hablar, era para seguir diciendo garabatos.
¿Qué me miranlos hue ?
Intentaron de todo para volver la boca de Ramón a la normalidad.
Probaron poniéndole frenillos.
Con un bozal.
Incluso un gásfiter lo fue a visitar.
Pero nada, la boca seguía igual.
Una tarde, Ramón estaba en la biblioteca de su colegio junto a su curso y de pronto... se le perdió el lápiz.
¿Dónde chu
dejé mi lápiz?
¡Se me perdió por la cres
Como la bibliotecaria, era un poco estricta, todos los compañeros de Ramón pensaron lo peor cuando la vieron ponerse de pie.
La bibliotecaria se acercó a Ramón pero en vez de retarlo, le dijo:
Ramón, decir garabatos es pura falta de vocabulario. Cada grosería que dices, es perfectamente reemplazable por una buena palabra.
Luego de la conversación con la bibliotecaría, Ramón comenzó a hacer un esfuerzo por expresarse mejor y cada vez que se le iba a salir un garabato, rápidamente pensaba cómo reemplazarlo por una palabra correcta. Así, su boca poco a poco volvió a la normalidad.
¡Mujica, por lacon... tinuidad de la jugada,
comilón de miér-coles, jueves, viernes;
todos los días
lo mismo!
da el pase antes!
Este cuento está más bueno que la
. . . le ta
con papas fr itasCHU
Sergio Sebastián Pavez Gerlach es creativo publicitario de profesión y hace diez años comenzó “una vida paralela con la literatura”, como él define. Lo que en un principio partió como un hobby, fue creciendo de tal manera que hoy prácticamente dedica su vida a escribir. Escribe cuentos infantiles como: Boca Sucia y La pesadilla de Tobías, y también para adultos como el proyecto de cuentos Lavando ropa pensando en él, por el que recibió la beca de creación del Fondo Nacional del Libro 2016.
Diego Esteban Cabrera Ruiz es director de arte publicitario, con cinco años de experiencia, tiempo en que ha aprendido que el arte gráfico y la publicidad están en una constante retroalimentación. Hoy trabaja en la agencia de publicidad Porta, donde ha sido parte de importantes campañas. Boca Sucia es su primera creación para público infantil.
El estilo de ilustración de este libro se podría denominar como naif o incluso punk; se busca la utilización de los mínimos elementos posibles y el uso del color es arbitrario.
Fin