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Siglo XVI

Date post: 22-Jul-2015
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SIGLO XVI: CARLOS I FELIPE II RECURSOS
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SIGLO XVI: CARLOS I

FELIPE II

RECURSOS

La Guerra de los

Ochenta años o

Guerra de Flandes

Fue una guerra que

enfrentó a las

Diecisiete

Provincias de los

Países Bajos contra

su soberano, el rey

de España, con el

fin de conseguir la

independencia. La

rebelión contra el

monarca hispánico

comenzó en 1568 y

finalizó en 1648 con

el reconocimiento

de la independencia

de las siete

Provincias Unidas,

hoy conocidas

como Países Bajos

(u «Holanda»).

Carta de Adriano de Utrech, Gobernador del Reino, en 1520 a

Carlos V

Han sucedido tantos y tan graves escándalos en todos estos

Reinos, que nosotros estamos escandalizados de verlos y V M.

será muy deservido de oírlos. Porque en tan breve tiempo y en

tan generoso Reino parecerá fábula contar lo que ha pasado.

Dios sabe cuánto nosotros quisiéramos enviar a V. M. otras

mejores nuevas de acá de su España [...]. Comenzando a contar

de lo mucho poco, sepa V. M. que embarcándose, [...] se

encastilló la ciudad de Toledo en que tomó la fortaleza, alcanzó la

justicia, apoderóse de las iglesias, cerraron las puertas, y

proveyóse de vituallas. [...] Han hecho un grueso ejército y J.

Padilla ha salido con él en campo. [...] La ciudad de Segovia, a un

regidor que fué por procurador de Cortes de La Coruña el día que

entró en la ciudad le pusieron la horca: y esto no porque él había

ofendido, sino porque otorgó a V. M. el servicio.

PETICIONES QUE LA JUNTA SANTA ENVIO A CARLOS I

Muy poderosos, muy altos y muy católicos príncipe, reina y

rey nuestros Señores. Lo que vuestros reinos, ciudades,

villas e lugares, comunidades, vecinos y naturalles dellos,

de Cas-tilla y León, suplican a Vuestras Majestades les

otorguen por ley perpetua es:

1.° Estos reinos suplican a V. M. que tenga por bien de

venir en estos reinos brevemente, y viniendo esté en ellos

y rija y gobierne [...].

Item, que el tiempo que su Alteza estuviere ausente de

estos reinos... que los tales gobernador o gobernadores

sean naturales por origen destos reinos de Castilla e de

León, puestos y elegidos a contentamiento del reino.

EL EMPERADOR Y LUTERO

"Estoy dispuesto y resuelto a mantener todo aquello que mis mentores

establecieron hasta el presente [...]. Y lo cierto es que un solo monje debe

estar en el error cuando su opinión es contraria a la de toda la Cristiandad. De

acuerdo con su opinión toda la Cristiandad ha estado sumida en el error

durante cientos de años, y todavía en el presente persiste en su error. Para

zanjar esta cuestión he resuelto poner bajo dicha tradición mis dominios y

posesiones, mi cuerpo y mi sangre, mi vida y mi salud. Caería la desgracia

sobre mí y sobre ti, la noble y leal nación alemana, señalada por raro privilegio

y singular preeminencia para ser defensora y protectora de la Fe Católica, de

la misma manera que caerá el oprobio perpetuo sobre nosotros y nuestra

descendencia, si en nuestro tiempo y generación no sólo la herejía sino

incluso la sospecha de herejía o la merma de nuestra religión cristiana puedan

atribuirse a nuestra negligencia.

Después de la impúdica respuesta que Lutero dio ayer en presencia de todos

nosotros, declaro ahora que sentimos pesar por haber contribuido a retrasar el

proceso contra el dicho Lutero, y contra su falsa doctrina. Hemos resuelto que

nunca más, bajo ninguna circunstancia, volveremos a escucharle. Ha de ser

escoltado a su tierra inmediatamente [...]. No predicará ni seducirá al pueblo

con su ponzoñosa doctrina ni lo incitará a la rebelión".

(James Atkinson, The Trial of Luther, Batsford, 1971, pp. 177-178 -cfr. Martyn

Rady, Carlos V, Madrid, Alianza, 1991)

PROTESTA DE CASTILLA

¿Qué tiene que ver para que cesen acullá las herejías que

nosotros acá paguemos tributo de la harina? ¿ Por

ventura, serán Francia, Flandes e Inglaterra más buenas

cuanto España más pobre?.. La religión católica y la causa

y defensa de ella es común a toda la cristiandad, y si estas

guerras importan para esto, no toca a los reinos de Castilla

llevar toda la carga, estándose todos los demás reinos y

príncipes y repúblicas a la mira.

CARRERA PUJAL: Historia de la economía española.

Luis de Ortiz: Memorial a Felipe II, 1558. [1]

"Extendido está que una arroba de lana que a los extranjeros cuesta

quince reales, hace obraje de tapicerías y otros paños y cosas

labradas fuera de España, de que vuelven lo mismo a ella, valor de

más de quince ducados (...) y por el semejante de la seda cruda en

madeja de dos ducados que les cuesta la libra, hacen rasos de

Florencia y terciopelos de Génova, telas de Milán y otras de que sacan

aprovechamiento de más de veinte ducados; (...) y en el hierro y acero

de lo que les cuesta un ducado hacen: frenos, tenazuelas, martillos,

escopetas, espadas, dagas y otras armas y cosas de poco valor de

que sacan más de veinte ducados y a veces más de ciento (...) pues

con estas industrias nos llevan el dinero (...) y la misma orden se tiene

en la grana y en la cochinilla (...) que ni sabemos aprovecharnos de

ellos ni conservarlos, (...) es causa no sólo de llevamos el dinero, más

de que en estos reinos valgan las cosas tan caras por vivir por manos

ajenas, que es vergüenza y grandísima lástima de ver y muy peor lo

que burlan los extranjeros de nuestra nación (...)

"y el remedio para esto es vedar que no salgan del reino las

mercaderías por labrar, ni entren en él mercaderías labradas (...) Lo

primero que deroguen las leyes del reino por las cuales están los

oficiales mecánicos aniquilados y despreciados, y se promulguen y

hagan otras en favor de ellos, dándoles honras como se hace en

otros reinos (...). Se ha de mandar que todos aprendan letras, artes u

oficios mecánicos, aunque sean hijos de grandes y de caballeros (...)

y los que llegaren a 18 años que no supieren arte ni oficio, ni se

ejercitaren en él, sean habidos por extraños de estos reinos y se

ejecute en ellos otras graves penas (...)”

Luis de Ortiz: Memorial a Felipe II, 1558. [2] -

Continuación

Por una ley promulgada en 1558 en La Coruña, Carlos V, acompañado de su hijo Felipe,

recuerda que la facultad de conceder licencias de impresión pertenece “al presidente y

los de nuestro Consejo, y no a otras partes”. Cuatro años más tarde, Felipe II reafirma

esta norma en una Pragmática presentada en las Cortes de Valladolid, y dicta la pena

de muerte contra los libreros e impresores que la infrinjan; la misma pena amenaza a

quienes introduzcan desde el extranjero libros condenados por el Santo Oficio de la

Inquisición. Pero, al mismo tiempo que sanciona de este modo la autoridad de las

condenaciones inquisitoriales, el rey ordena “a los arzobispos, obispos y prelados

destos reynos, cada uno en su distrito y jurisdicción y diócesis… juntamente con nuestra

Justicia y Corregidores… vean y visiten las librerías y tiendas de libreros y mercaderes

de libros” para descubrir los libros sospechosos, y les ordena informar sobre los mismos

al Consejo real. El Santo Oficio se halla eficazmente respaldado por la autoridad del rey

de España.

La extensión progresiva de la censura fue acompañada de otras medidas encaminadas

a reforzar las barreras intelectuales entre España y el protestantismo. En 1559, ordenó

el retorno de todos los universitarios españoles que estaban cursando estudios en la

Universidad de Lovaina y les conminó a comparecer ante la Inquisición a su llegada a la

Península. Y ese mismo año prohibió la salida de estudiantes españoles a

universidades extranjeras.En 1557 y 1558 fueron descubiertas en Sevilla y Valladolid dos “comunidades

protestantes”, que más que Iglesias organizadas parecían reuniones de iluminados.

(Los iluminados o alumbrados eran cristianos que creían que mediante la oración

podían llegar a un estado tan perfecto, que no necesitaban practicar los sacramentos ni

las buenas obras, y se sentían libres de pecado independientemente de sus actos).

FELIPE II – POLITICA REPRESIVA -

CENSURA

“ Porque somos informados que, como quiera que en estos reinos hay insignes

universidades y estudios y colegios donde se enseñan y se aprenden y se estudian

todas artes y facultades y ciencias, en las cuales hay personas muy doctas y suficientes

en todas las ciencias que enseñan las dichas facultades, todavía muchos de los

nuestros súbditos y naturales, frailes, clérigos y legos, salen y van a estudiar y aprender

a otras universidades y estudios de ellas no hay concurso y frecuencia de estudiantes

que habría, y que las dichas universidades van de cada día en gran disminución y

quiebra. Y otrosi, los dichos nuestros súbditos que salen fuera destos reinos, allende el

trabajo, costas y peligros, con la comunicación de los extranjeros y otras naciones, se

distraen y divierten, y vienen en otros inconvenientes; y que asimismo la cantidad de

dineros que por estas causas se sacan y se expenden fuera destos reinos es grande, de

que a bien público de este reino se sigue daño y perjuicio notable. Y habiéndose en el

nuestro Consejo platicado sobre los dichos inconvenientes [...] fue acordado: que

debíamos mandar y mandamos a todas las justicias de nuestros reinos [... ] que de aquí

en adelante de los nuestros súbditos y naturales, eclesiásticos y seglares, frailes y

clérigos ni otros alguno, no puedan ir ni salir de estos reinos a estudiar ni a enseñar, ni

aprender, ni estar, ni residir en universidades ni estudios, ni colegios fuera destos reinos.

Y que los que hasta ahora y al presente estuvieren y residieren en dichas universidades

[... ] se salgan y no estén más en ellas dentro de cuatro meses después de la data y

publicación de esta nueva ley. Y que las dichas personas que, contra lo contenido y

mandado en nuestra carta fueren y salieren a estudiar y a aprender [.... ] fuera destos

reinos [... ] sean habidos por extraños y ajenos a estos reinos [... ] y que los grados y

cursos de tales universidades no les valgan

Novísima recopilación Libro VIII, Titulo IV , ley primera Reinado de Felipe II.

LA LEYENDA NEGRA [1]

La Leyenda Negra, como propaganda antiespañola, empieza a fraguarse a

partir de mediados del siglo XVI coincidiendo con la rebelión de los Países

Bajos contra el gobierno de Felipe II.

La Monarquía Hispánica, en su intento por mantener el catolicismo en

Europa, tuvo que enfrentarse abiertamente al ámbito protestante, Países

Bajos e Inglaterra, que es de donde le lloverán las críticas más feroces.

Hicieron a Felipe II objeto de una propaganda hostil que ha ensombrecido su

imagen ante la historia.

Pero gran parte de la propaganda antiespañola toma como fuente las críticas

realizadas por los propios autores españoles, como Antonio Pérez y

Bartolomé de las Casas. Dichas críticas serán posteriormente exageradas y

ampliadas en el extranjero convirtiéndose así en propaganda contra el

Imperio hispánico.

La revuelta en los Países Bajos empezó ante las medidas militares y

religiosas tomadas por Felipe II con el fin de reprimir la herejía protestante. El

duque de Alba, gobernador de la zona, para controlar las continuas

rebeliones, impuso al menos un millar de condenas a muerte [Tribunal de los

Tumultos o Tribunal de la Sangre] entre ellas las de varios nobles flamencos,

e incrementó fuertemente la presencia militar. La tardanza en el pago de los

sueldos produjo motines entre los soldados que culminaron con el saqueo de

Amberes en 1576, en el que murieron varios miles de holandeses.

LA LEYENDA NEGRA [2]

Esta visión será apoyada intensamente por Inglaterra que, a partir de la subida al trono

de Isabel I (1558), ratifica el cisma con la Iglesia de Roma iniciado por Enrique VIII.

Inglaterra fomentó la rebelión de los Países Bajos no sólo por solidaridad protestante

frente al católico Imperio hispánico sino por la amenaza que representaba tener

dominios españoles a tan poca distancia de sus costas. Por otra parte, el

enfrentamiento también se planteó en el terreno económico y político debido a las

estratagemas inglesas por participar a toda costa de las ganancias americanas. La

propaganda antiespañola inglesa se centró especialmente en la temática americana

puesto que sus intereses iban en el sentido de crear su propio imperio en el Nuevo

Mundo. La Leyenda Negra sirvió para justificar la piratería a naves y posesiones

españolas en América.

Antonio Pérez acusa al monarca de mantener relaciones adúlteras con la princesa de

Éboli y de ordenar la muerte de su primogénito don Carlos. Estas acusaciones de

Pérez fueron usadas como propaganda contra Felipe II por los holandeses en su lucha

por la independencia.

Otras críticas a Felipe II se centran en la Inquisición española, construyen un

terrorífico relato en torno a las torturas y tormentos empleados por dicha institución

La Leyenda Negra americana se apoya principalmente en las denuncias que hizo fray

Bartolomé de las Casas sobre el mal trato dado a los indígenas.

Muy poderosos y soberanos señores:

[... ] Es notorio, cómo los muchos años que ando en esta real corte y ante este

Real Consejo de las Indias, negociando y procurando el remedio de las gentes

y naturales de las que llamamos Indias, y que cesen los estragos y matanzas

que en ellas se hace contra toda razón y justicia [... ] por la grande y

desmedida codicia y ambición de los que allá han pasado [... ] la tiránica

gobernación , mucho más injusta y más cruel que la con que el faraón oprimió

a Egipto a los judíos, a que pusieron por nombre repartimento o encomienda

[... ]

Es necesario que [ Su Majestad y Vuestra Alteza ] examinen las conclusiones

que yo tengo aparejadas para ello [... ] La primera, que todas las guerras que

llamamos fueron y son injustísimas y de propios tiranos. La segunda, que

todos los reinos y señoríos de Indias tenemos usurpados. La tercera, que las

encomiendas o repartimentos de indios son iniquísimos, y de per se malos, y

así tiránicos y tal gobernación tiránica.

FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS: Memorial al Consejo de Indias, h.

1565


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