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SOCIOLOGíA · do de las relaciones sociales es. a la vez que dimensión propiamente endógena de...

Date post: 21-Apr-2020
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nociendo a Sartre nos ofrece. junto con el triunfo de las consumaciones. lo que potencialmente encierra y conjuga en el infinito número de las probabilidades. No se sabe. expresa Cesarman. si la evolución es el resultado de procesos casuales y sujetos al azar. o si bien obe- dece a un determinismo que surge de la información de los sistemas o de una adaptación a los cambios ambientales. si ha sido un proceso dialéctico. si todo obedece a una finalidad o si. simple- mente. se trata de una gran broma. Sí: ignoramos si la realidad de la ciencia o de la naturaleza es resultado de una dialéctica. de un designio o de un azar. de la misma manera que no podemos distinguir entre causalidad y casualidad y la relación entre éstas se parece a uno de esos juegos de palabras cuya posible racionalidad nos hace reír de la impo- tencia de la inteligencia. La ciencia nos da sorpresas que no pasan de serlo. Es decir. no necesaria- mente conducen a "alguna parte". Has- ta allí llega y devuelve a un Hegel irre- conocible. por ejemplo . Allí tenemos a la generación espontánea. desechada por mágica. por irracional. Pasan los años y se descubre que era cierto y po- sible. que ahora no hay nada y de re- pente sí hay. ¿Espiral hegeliana? No. Esto sucede en otro universo . el univer - so donde el tiempo no existe. ¿Qué es el antes y el después? Este universo no es el universo de Hegel. Elconocimien- to sobre todo a partir de Bohr y Heisenberq, es un insulto para los amantes de la certidumbre. los planifi - cadores del futuro . los propagadores de los mesianismos. los científicos popula - res. los que no acumulan sino borran. los que se aferran a las metodologías para asegurar la dirección del pensa- miento y evitar los errores. Y a pesar de todo ello. nos dice Cesarman -y es cierto- sería tan sencillo marcar las fronteras que separan la metafísica del pensamiento racional. aceptar que una concepción objetiva del universo es multidisciplinaria. que la homogenei- dad es la muerte. que la muerte es la gran síntesis. y que una ética verdadera es un esfuerzo conciente por luchar cuesta arriba. a contra corriente. por la vida . que es mucho más improbable que la muerte. .Livia Sedeño SOCIOLOGíA AMÉRICA LATINA: ¿QUÉ PROYECTOS DE SOCIEDAD? Los análisis sociológicos de las rea- lidades y procesos latinoamer ica - nos muestran una fidelidad escasa con la ocurrencia y resolución -so- bre todo- de los fenómenos políti - cos producidos por la realidad que pre- tenden explicar. Con esta afirmación me sitúo inmediatamente en la pers- pectiva de quienes analizan las poten- cialidades de cambio profundo (econó- mico. social. ideolóqico . polít ico) que portan en su seno los particulares teji- dos sociales de las naciones latinoame- ricanas. Pareciera que aquellos análi sis. fundados en distintos cuerpos teóricos. son portadores de una precari a capaci - dad de previsión en el mediano y largo plazo . En otras palabras. ¿cuál o cuáles estrategias teór icas (penetradas antes. en y después por los propios fenóme- nos político-sociales. y por tanto estra- tegias que son simultáneamente teóri- cas y prácticas) han resultado fructuo- sas en la anticipación explicativa - no " adivinatoria" - de lo que políticamen- .te está ocurriendo en América Latina? Pienso que ninguna: ni los análisis ce- palinos -aun en sus recientes mea cul - pa- ni las teorías de la modernización o del dualismo estructural. ni las teorías' de la dependencia. ni los enfoques que describen regímenes burocrático- autoritarios. Es como si la explicación de la ocurrencia histórica sólo fuese po- sible ex-post facto. ¿Es que las realidades no pueden aprisionarse en el molde de las teorías o es que su utilización crea contradic- ciones que las superan? La respuesta a la segunda parte de la pregunta es afir- mativa: si el tejido social. sus actores y aparatos son esencialmente no estáti - cos. siempre propondrán nuevos desa- fíos a las teorías. La respuesta a la pri - mera parte de la pregunta es mucho más compleja: si la explicación teórica de las realidades acentúa el análisis de los fenómenos estructurales (esos que son más persistentes. más afectados en el tiempo histórico y menos en el co- 46 yuntural), tiene mayores probabilidades de un diagnóstico acertado. aunque menos posibilidades de un pronóstico acertado porque en éste penetra direc- tamente la potencialidad de la coyuntu- ra y los actores sociales como forma de resolución de los "momentos" críticos . y ello ocurre porque. aceptando que la sociología pueda ejercer un mínimo de previsiones. tanto los análisis elabora- dos desde una perspectiva socialista como los elaborados desde una pers- pectiva reformista -con diferencias. claro está- han manejado presupues- tos históricos desconsiderando o no teniendo una clara idea de cuáles serían los actores -protagonistas o secunda- rios- capaces de realizar el cambio y mantener el poder cohesivo de una so- ciedad en transformación o transforma- da. Si en el pasado no muy lejano po- díamos responder que tales actores eran el proletariado y las masas con o a través del Estado. hoy necesitamos vol- ver a preguntarnos qué significa el tér- mino "proletariado" en las sociedades actuales . qu iénes son las masas y qué peso tienen o pueden tener ambos . Y más: cuáles son sus respectivos pro- yectos de sociedad . Al mismo tiempo. y también : quién es hoy el Estado. qué sectores son los que en él mejor se rea- lizan. qué régimen político lo anima. qué fuerzas sociales encarnan en su seno en Nicaragua. en México. en Chi- le. Si en los años cincuenta el Estado podía ser instrumento de cambio del sistema y podía dar un paso adelante. hoy sabemos que no es así: dentro del sistema su margen de autonomía para la reducción de las dramáticas desi- gualdades sociales -nacionales e in- es escasísimo; fuera del ststeme, un cambio por la media- ción del Estado implicaría su propia transformación cualitativa. ¿Qué hacer. entonces? Puede intentarse el bosque- JO de algunas proposiciones. Proposi- ciones. añádase. que no eliminan la acumulación histórica del conocimien- to de las distintas realidades latinoame- ricanas ni. mucho menos. las experien- cias de triunfos y derrotas de los pro- yectos populares para la construcción de sociedades menos brutales. más jus- tas. más autodeterminadas. aun en el contexto inescapable de la disposición mundial del poder. Son proposiciones o líneas por las que tiene que discurrir una reflexión so- ciológica fértil. que por "aprendizaje y
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Page 1: SOCIOLOGíA · do de las relaciones sociales es. a la vez que dimensión propiamente endógena de la dial éct ica social. lo que crean los sujetos históncos en su proceso de constitucion

nociendo a Sartre nos ofrece . junto conel triunfo de las consumaciones. lo quepotencialmente encierra y conjuga en elinfinito número de las probabilidades.No se sabe. expresa Cesarman. si laevolución es el resultado de procesoscasuales y sujetos al azar. o si bien obe­dece a un determinismo que surge de lainformación de los sistemas o de unaadaptación a los cambios ambientales.si ha sido un proceso dialéctico. si todoobedece a una finalidad o si. simple­mente. se trata de una gran broma. Sí:ignoramos si la realidad de la ciencia ode la naturaleza es resultado de unadialéctica. de un designio o de un azar.de la misma manera que no podemosdistinguir entre causalidad y casualidady la relación entre éstas se parece a unode esos juegos de palabras cuya posibleracionalidad nos hace reír de la impo­tencia de la inteligencia.

La ciencia nos da sorpresas que nopasan de serlo. Es decir . no necesaria­mente conducen a "alguna parte" . Has­ta allí llega y devuelve a un Hegel irre­conocible. por ejemplo . Allí tenemos ala generación espontánea. desechadapor mágica. por irracional. Pasan losaños y se descubre que era cierto y po­sible. que ahora no hay nada y de re­pente sí hay. ¿Espiral hegeliana? No.Esto sucede en otro universo. el univer ­so donde el tiempo no existe. ¿Qué esel antes y el después? Este universo noes el universo de Hegel. El conocimien­to ~ctual. sobre todo a partir de Bohr yHeisenberq, es un insulto para losamantes de la certidumbre. los planifi ­cadores del futuro . los propagadores delos mesianismos. los científicos popula ­res. los que no acumulan sino borran.los que se aferran a las metodologíaspara asegurar la dirección del pensa­miento y evitar los errores. Y a pesar detodo ello. nos dice Cesarman -y escierto- sería tan sencillo marcar lasfronteras que separan la metafísica delpensamiento racional. aceptar que unaconcepción objetiva del universo esmultidiscipl inaria. que la homogenei ­dad es la muerte. que la muerte es lagran síntesis. y que una ética verdaderaes un esfuerzo conciente por lucharcuesta arriba. a contra corriente . por lavida . que es mucho más improbableque la muerte.

.Liv ia Sedeño

SOCIOLOGíAAMÉRICA LATINA:¿Q UÉ PROYECTOS

DE SOCIEDAD ?

Los análisis sociológicos de las rea­lidades y procesos latinoamerica ­nos muestran una fidelidad escasacon la ocurrencia y resolución -so­bre todo- de los fenómenos políti ­cos producidos por la realidad que pre­tenden explicar. Con esta afirmaciónme sitúo inmediatamente en la pers­pectiva de quienes analizan las poten­cialidades de cambio profundo (econó­mico. social. ideolóqico. polít ico) queportan en su seno los particulares teji ­dos sociales de las naciones latinoame­ricanas . Pareciera que aquellos análi sis.fundados en distintos cuerpos teór icos.son portadores de una precari a capaci ­dad de prev isión en el mediano y largoplazo . En otras palabras. ¿cuál o cuálesestrategias teóricas (penetradas antes.en y después por los prop ios fenóme­nos político-soc iales. y por tanto estra ­tegias que son simultáneamente teóri­cas y prácticas) han resultado fructuo­sas en la anticipación explicativa - no" adivinatoria" - de lo que políticamen­

.te está ocurriendo en América Latina?Pienso que ninguna: ni los análisis ce­palinos -aun en sus recientes mea cul ­pa- ni las teorías de la modernizacióno del dualismo estructural. ni las teorías'de la dependencia. ni los enfoques quedescriben regímenes burocrático­autoritarios. Es como si la explicaciónde la ocurrencia histórica sólo fuese po­sible ex-post facto.

¿Es que las realidades no puedenaprisionarse en el molde de las teorías oes que su utilización crea contradic­ciones que las superan? La respuesta ala segunda parte de la pregunta es afir ­mativa: si el tejido social. sus actores yaparatos son esencialmente no estáti ­cos. siempre propondrán nuevos desa­fíos a las teorías. La respuesta a la pri ­mera parte de la pregunta es muchomás compleja : si la explicación teóricade las realidades acentúa el análisis delos fenómenos estructurales (esos queson más persistentes. más afectados enel tiempo histórico y menos en el co-

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yuntural), tiene mayores probabilidadesde un diagnóstico acertado. aunquemenos posibilidades de un pronósticoacertado porque en éste penetra direc­tamente la potencialidad de la coyuntu ­ra y los actores sociales como forma deresolución de los "momentos" críticos .y ello ocurre porque. aceptando que lasociología pueda ejercer un mínimo deprevisiones. tanto los análisis elabora­dos desde una perspectiva socialistacomo los elaborados desde una pers­pectiva reformista -con diferencias.claro está- han manejado presupues­tos históricos desconsiderando o noteniendo una clara idea de cuáles seríanlos actores -protagonistas o secunda­rios- capaces de realizar el cambio ymantener el poder cohesivo de una so­ciedad en transformación o transforma­da. Si en el pasado no muy lejano po­díamos responder que tales actoreseran el proletariado y las masas con o através del Estado. hoy necesitamos vol­ver a preguntarnos qué significa el tér­mino "proletariado" en las sociedadesactuales . qu iénes son las masas y quépeso tienen o pueden tener ambos . Ymás: cuáles son sus respectivos pro­yectos de sociedad . Al mismo tiempo. ytambién : quién es hoy el Estado. quésectores son los que en él mejor se rea­lizan. qué régimen político lo anima.qué fuerzas sociales encarnan en suseno en Nicaragua. en México. en Chi­le. Si en los años cincuenta el Estadopodía ser instrumento de cambio delsistema y podía dar un paso adelante.hoy sabemos que no es así: dentro delsistema su margen de autonomía parala reducción de las dramáticas desi­gualdades sociales -nacionales e in-terna~ionales- es escasísimo; fueradel ststeme, un cambio por la media-ción del Estado implicaría su propiatransformación cualitativa . ¿Qué hacer.entonces? Puede intentarse el bosque­JO de algunas proposiciones. Proposi­ciones. añádase. que no eliminan laacumulación histórica del conocimien­to de las distintas realidades latinoame­ricanas ni. mucho menos. las experien­cias de triunfos y derrotas de los pro­yectos populares para la construcciónde sociedades menos brutales. más jus­tas. más autodeterminadas. aun en elcontexto inescapable de la disposiciónmundial del poder.

Son proposiciones o líneas por lasque tiene que discurrir una reflexión so­ciológica fértil. que por "aprendizaje y

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error" constituya constantemente la

conciencia histórica de los dominados.saque a la luz la historia sepultada y no

sólo la historia de los dominadores. Ymás : una reflexión sociológica que el i ­mine -por la vía de la explicación y no

de la justificación- la falacia de las to ­talizaciones o de la homogeneidadesencial de América Latina. que salga

de las prisiones de la estructu ra enri­queciéndose con la coyuntura. que re-construya hacia atrás los actores y eltejido que producen y en el que se pro­

ducen. y. hacia adelante. sean su refe­rente e interlocutor en vez de sujetopredeterminado por que el temprano

cap italismo así lo definió. En fin : esa re ­flexión sociológica sólo puede ser his­tórica y específica . Sólo puede ser así si

combina la estructura y su expresiónsignificativa que es la coyuntura. encar­nada en los actores y sus proyectos. Víaque conduciría a mostrar las falaciasseñaladas arriba y. particularmente. amostrar la falacia de las totalizaciones ;conduciría al reconocimiento de Améri ­ca como un conjunto múltiple hetero­

géneo. cuya regularidad -digo regula­ridad y no generalidad- es el comúnestatuto histórico de países explota­dos .•

• Havan sido colon ias. sean semicolonias osean colonias.

La heterogeneidad conocida y reco ­nocida no eliminaría sino que - al con­

trario- volvería más nít ida la regulari ­

dad : la inducida por el capitalismo eu ­ropeo temprano y expansivo y. poste ­riormente . por la " ocupación" económi ­

ca e ideológica que en la fase actualreal iza part icularmente Estados UnidosVolvería más nítida esa regularidad acondici ón de analizar esa unidad en ladiversidad para rest ituir las especrncr­

dades hist ór ic as que fundan la hetero ­geneidad .· Esas especificidades hrst ón ­

cas est án conformadas por el tejido social de cada formaci ón nacional El teJl'

do de las rela ciones sociales es. a la vezque dimensi ón propiamente endógena

de la dial éct ica social. lo que crean lossujetos hist óncos en su pro ceso deconstitucion es y ruptura s. de consolida ­ción de grupos y clases social es. deproducc ión . en fin . de hegemonía. paracimentar flex iblemente los mtersncrosde la soci edad y de una contraheg emo ·nía que se cu ele por los poros de aque lcemento para constituir otro ed rhcro

socia l. Hablo de ese tejido portador deun proye ct o de sociedad que. dormnan -

• R tt ~Jul Hrld tt d untonce s - 1>1" 0 no ho,uou.,neidad - qu e IW f l1l.tlf in por lo drtm in C O I1 ~ 1r U lf

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te a secas. o hegemónico. no transitafrecuentemente por la reconquista deIas historias pamculares (o sea de lasIdentidades culturales) y por la cons­tru cción de lo nacional . que es una ta ­rea que deben recobrar los movimien­tos populares . Me refiero a cultura oIdentidad cultural en el sentido ampl io

de esas oenormnacrones : rnov rrruentode la colec ti vidad que busca una expre ­sión (no homogénea) y sus siqruficacro ­

nes (no -uniformes) Por ello es. tam ­bién . la capacidad de las " masas" po ­pul ares para expresar un a vo cación depoder (op osi cr ónl con tra la homogenei ­zación crecien te de lo s modos de Vida ypr odu cci ón Se tr at a de un procesocornple¡o de idenudad y or qarucidadqu e nos co nduce al fenómeno de lonac ional po pular y a la ca pacidad deuna clase y sus a hados para co nst ru ir

una volu nt ad nacion al popular a tr avésde esa " reform a Int el ectual y moral "que. desde la perspectiva gramsclana.enri quece al conc epto do hegemoníaentanzando la conquista - necesaria ypr evi a al poder polinco - de la SOCiedadCIVil y de la dueccr ón poliuca y cultural

LiI Idont ldad. como raílexr ón de la

socie da d sobre si rmsma. como auto ­pensami ent o y exp hc uac r ón . os parteconstituyente de la construcc ión nacro ­nal (y es co nd rcrón de toda aíurnac . ónde aut onorn ia) . aho ra bi en la int erven ­c i ón deternunante qu e 01Estado asumeen América Latina en la construccióndo la nac i ón es un fen ómeno objeto de

VigilanCia político ,Ideológica constante .esto es. de critica y transformación SIeso SI se convierte -como lo hace hoy enla mayor ía de los casos - en destruc ­ción y amenaza a la vocación de hege­monía de las masas populares. queapunta a una divergencia entre lo na ­cional defrmdo autoritariamente desdeel Estado y lo nacional defmido desde yen lo popular. esto es. lo nacional pro­ducido por el " espíritu popular creati­vo " (Gramscil. Al Iin y al cabo. pode­mos estar de acuerdo en que. en Améri­ca Launa . el Estado -o por lo menos" desde arriba"- ha producido a la so ­ciedad Civil y . por extensi ón. a la propianac ion . excepto en el caso de Cubadonde -por diversas razones- la luchaindependentista adquirió las caracte­rísticas de un movimiento enraizado enlas masas populares. Así. la construc­ción del fenómeno nacional como ver­tebrador de la liberación/transforma-

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cion no puede ser sino lo nacional­popular enfatizado en su vert iente inno­vadora y no reaccionaria . Por ejemplo. ysigu iendo la necesaria recuperación delas especificidades nacionalculturalesque hacen encarnar de modo diferenteese espíritu popular creativo. podemosanotar que los procesos históricosocia­les de Centroamérica y el Caribe -conla excepción de Cuba que aquí no anali­zo. y del actual proceso nicaragüenseen marcha - . caut ivos en un estatutomás acentuado de subordinación eco­nóm ica . sumergidos en sociedadescuya creatividad social alternativa hasido sometida a represiones duraderas.a dictaduras estabilizadas. viven o in­ventan una lucha de liberación de en­frentamiento más radica l. en el terrenopoco abonado de su sociedad civil. con­tra el Estado dictatorial. Así. la relaciónentre democracia y socialismo allí se dacomo distancia mínima entre la primera-porque es casi inexistente- y el se­gundo -rtodo por construir- . fenómenoque vuelve más urgente las luchas ar­madas contra las dictaduras . vanguar­dias alertas (frecuentemente guerrille­ras), organizaciones políticas de amplioespectro que atenúen la disgregaciónpolít ico-ideológica de las masas y que

lleven a término un costoso proceso dedemocratización popular que sin em­barqo no prescinde. ni puede hacerlo .de la revolución popular. Se trata de lalucha por una masificación de la acciónpolítica. y políticomilitar en un posteriormomento. frente a la concentración ycentralización del poder codificado o.en otros términos. frente a la aprop ia­ción cada vez más restring ida del ejerc i­cio del poder estatal y político en gene­ral.

Los procesos que viven los paísesdel sur del continente. en cambio. don­de la sociedad civil tiene una violentacontrapartida estatal dictatorial -Chi­le. Argentina y Uruguay con sim ilitudes.pero también con diferenc ias que mere ­cen el anál isis de su propia especif ici ­dad-o y donde los beneficios que de lademocracia se han logrado tuv ieronuna relativa permanencia y fructuosi­dad. evidencian de manera más nít ida ynecesaria la tarea de recuperac ión/ ­creación de la democracia que paraeste momento se plantea frente al Esta­do autoritario. Pero enfrentar al Estadosignifica que la construcción democrá­t ica. en estas condiciones. es a la vezautónoma del Estado y antiestatal. Sevuelve. entonces. al planteamiento ini-

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cial : la liberación-transformación en lonacionalpopular encarnado. realizado. através del proces o de búsqueda y cons­ti tución de la voluntad colectiva_nacio­nalpopular. Permíta semeahora. y porra­zones de espacio. dejar sólo enunciadaesta parte del probl ema.

Una de las dimensiones que permiteel acercamiento a las especificidadeshistóricas de las naciones que constitu­yen América Lati na. si nos situamos enel eje de la transformación social cuyoproceso se da entre los parámetros im­placables de la geopolítica. es. en con­secuencia. el tejido de las relacionessociales en sus contenidos de escisiónfrente al poder dominante. respecto alEstado. ese " espíritu popular creativo"-realidad que la cul tura dominante ohegemónica no logra absorber ni elimi ­nar enteramente. Y en este acerca­miento encont ramos el punto de enlacecon lo no específico . Esto es: que las es­pecif icida des históricas de las nacioneslatinoamericanas uni fican su diversidaden el común estatuto histórico de paí­ses explotados por el " ordenamiento"capitalista en una fase agresivamentesubordi nante. El círculo lógicohistóricose captura en lo común. adquiriría susignificado en lo específico y retornaría •a lo común. a la regularidad. Esta vía deanálisis nos llevaría entonces a un pri­mer reconocimi ento de ese círculo: ladiversidad o heterogeneidad provienede la relac ión peculiar de cada nacióncon el imperial ismo. de la forma de in­serción subordinada en el sistema eco­nómico mund ial (dim ensión· exógeno­endógena). Luego nos llevaría a un se­gundo reconocimiento del círculo: si lasformaciones nacion ales latinoamerica­nas const ituyen parte de una misma es­tructura de relaci ones de producción eintercambio. en posic ión subordinada. ysimultáneamen te esa posición asumeformas específicas para cada caso. lasespecific idades vendrán determinadaspor las modalidades de constitución deltejido social de cada formación social(dimensión endógeno-exógena) encuatro dimensiones esenciales. Las re­sumo:

1. La producción de la vida materialen el interior de una geografía yuna ecología determinadas. omomentum más estructural.

2. La reproducción de la vida huma­na -Le. todo el campo de la se­xualidad- que se ubica en el cru-

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Todo art ista. todo creador. asoma siem­pre la oreja. O. en ot ras palabras. dejasiempre en la opacidad de su obra unalgo de transparencia. transparenciahacia ciertos valores " universales" quees. en defin it iva. tran sparencia hacia lapropia identidad del creador como de­positario o crít ico de estos mismos va­lores. En toda obra hay así un cierto" esto es lo que yo pienso " y. en conse ­cuencia. "esto es lo que yo soy" . La

tenidos desde los dictados del Estado.de la clase o fracc iones de clase quecon él mejor se realizan. o del centroimperial. sino desde y en lo popular.para recuperar su poder de decisión so­bre la totalidad de la vida nacional. Meparece la vía más fructífera para. desen­trañando la riqueza de lo específico . fer­tili zar la estruc tura con la coyuntura.con los actores sociales y sus luchas.con sus proyectos de innovac ión socialque no siempre surgen allí donde quisi­mos preverlos.

func ión.de analistas. críticos o exégetasconsiste entonces en ir t irando de esaoreja hasta - supuestamente- hacersurgir al hombre que está detrás de laobra.

En Buñuel esto no funciona. Porquesu obra. sus obras. son de una opacidadtota l. de una concreción absoluta. Nihay transparencias ni hay orejas. Bus­car al hombre detrás de la obra se con­vierte en un ejercicio conjetural. basadoen referencias biográficas. nacionales oliterarias. Y nunca resulta . La mayorparte de los escritos " teóricos" sobreBuñuel suenan a latón inte lectual.

y sin embargo -y esta es la gran pa­radoja- Buñuel no es un art ista que seesconda detrás de su obra. Al contrar io:cada una de sus películas (especial­mente las más personales. las "másBuñuel" ) son una puesta en imágenesde sus ideas. de sus asociaciones. de suimaginaci ón. de sus opiniones. de loque Buñuel piensa. inventa. descubre.pone o quita arbitrariamente. En cadauna de sus pelícu las está todo Buñuel.entero . de bulto. casi casi como unapresencia constante y concreta ent re elespectador y el film. Querer ver a Bu-

ñuel detrás de sus películas es un errorintel ectual e intelectualista. Buñuel es­tá delante. Y esto es lo que desconc ier­ta a la mayor parte de los crít icos. Dehecho esto es lo que convier te casi to ­das las crít icas sobre Buñuel en una fe­ria de interpretaciones: psicológ icas.teológicas. socia les. políticas. estructu ­ra� es y lo que falta aún. Pero interpretara Buñuel es esconderlo en lugar de re­velarlo. En la obra de Buñuel no hay

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Susana Bruna

LUIS BUÑUEL- LUIS BUÑUEL

(1900- i 983)

ce de la producción económicacon el conjunto del pode r-cum­cultura : la reproducció n de lavida hoy tan permeada por lascamb iantes imágenes de la con­dición humana . por los medios decomunicación masiva. por la reli ­gión. la ideología.

3 . El orden social o el poder y el Es­tado que expresa vigorosamentesus relaciones con la especif ici­dad nacional-cultural (los dife ­rentes proyecto s y realizacionesdel social ismo; el papel y lugar delas fuer zas armadas en el centrodel pode r político; las form as deaprend izaje contrahegemónicopor los sectores populare s).

4. Las relaciones con la dimen sióntemporal. que sitúa el-anáhsi s enla dens idad máxima de la especi­ficida d : nada menos que el nú­cleo del campo de la cultu ra y elpensamiento o la delicada red deconstrucción de las relig iones. lasfilosofías. las ideologías.

Por esta doble vía de la riqueza de loendógeno y su enlace con lo exógeno.saldríamos de ot ra falac ia: la atribuciónde fatalidad a la situación de subordi na­ción externa o la atr ibuc ión mesiánica alas pote ncialidades internas. Se trata.en cambio. de la relac ión históricamen­te var iable entre la dimensión endóge­na y la dimensión exógena de la dialéc­t ica social : la estructuración de las so­ciedades en clases y grupo s sociales yla lucha entre ellos por la hegemonía in­terna se inscribe en el conte xto de ladisposición mundial del poder; las dosdimensiones requieren el desentraña­miento de su propia eficacia.

LLegaríamos así al últ imo momentodel círculo a trav és del análisis de losprocesos y proyectos internos en su efi­cacia para la transformación . análisisque puede priv ilegia r cualquie ra de lascuatro estrateg ias arriba propuestas.según las carencias de conocimientoque muestre la realid ad estudiada y acondición de no permane cer exclusiva ­mente en la primera. Sin emba rgo. enesta línea de anál isis me interesa privi­legiar la moda lidad de const itu ción deltejido social en la dimensión del poderdel Estado y el poder que puede desa­fiarlo: es deci r los grupos sociocultura­les autóctonos. endógena mente orien­tados y vertebrados por una identidadnacionalcultural que no recibe sus con-

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