Date post: | 10-Nov-2015 |
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El Cielo Fuera de la Ventana
Miyuki Ogawa es una chica de secundaria que vive en una cuadra de
altos apartamentos junto a sus dos padres. Una maana de Junio,
Miyuki decide no ir a la escuela por culpa de un tifn. Sus padres se
retiraron poco despus para ir a trabajar. Sola en la sala de estar, de
repente todo lo que tena alrededor le recordaba a la fuerte lluvia que
caa afuera. Empez a imaginarse cmo es que sera estar afuera. El
tren lleno de gente que tomaba cada maana para ir la escuela
probablemente tambin estaba lleno de la misma atmosfera lluviosa -
el paraguas mojado de alguien mojando la falda y piernas de otra
persona, empresarios pegados unos a otros con sus ropas apestando
a insecticida y el aire acondicionado encendido muy fuerte, haciendo
que toda la ropa mojada se sintiera incluso ms mojada
Despus de solo haber desayunado un yogurt, Miyuki volvi a su
habitacin para continuar con su trabajo. Ella estaba escribiendo una
novela de la que nadie saba an. Todava estaba incompleta e,
incluso si la consiguiera terminar, no saba qu hara despus con la
misma. Miyuki se estir un poco y comenz a pintarse las uas.
Probablemente solo quiero dejar una huella propia en este mundo.
Miyuki pronto se dio cuenta de que el viento afuera de su ventana
haba comenzado a soplar mientras silbaba a travs de los rincones
entre los edificios. Se podan escuchar sirenas. Presionando su oreja
contra el vidrio poda escuchar a los rboles moverse violentamente
por culpa del viento, camiones pasando a travs del agua y a un
letrero siendo arrojado brutalmente contra el suelo.
Escenas de la furiosa lluvia de afuera se hicieron camino a la mente
de Miyuki de nuevo techos expuestos a los vientos del tifn, los
oxidados vagones, las calles vacas, los edificios desiertos, las luces
chirriantes y sus compaeros prestando atencin a la clase en
silencio
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Mirando al cuaderno blanco delante de ella, Miyuki pens acerca del
posible futuro que le esperaba. Ella tendra sus exmenes finales
pronto, usando un nuevo uniforme y, si todo sale bien, estara
asistiendo a una escuela preparatoria privada a la cual puede llegar en
cuarenta minutos con el tren y probablemente acabara unindose al
club de baloncesto de nuevo. Trabajara a medio tiempo y tal vez
saldra con algunos chicos. Despus de graduarme de la preparatoria,
ir a la universidad, pens Miyuki para s misma.
Hmmm, la vida universitaria Despus de eso todo lo que me
quedara seran una carrera slida y el matrimonio, aunque eso no es
algo que en realidad pueda imaginar. De cualquier forma, esta novela
que estoy escribiendo ahora no debera tener ningn efecto en mi
futuro. Entonces, para que estoy escribiendo esto?
No, mi novela no tiene nada que ver con nada de eso, pens
Miyuki. No hay algo que yo quiera ahora mismo. No he hecho cosas
que quiero hacer an. Primero voy a escribir esta novela porque quiero
saber ms acerca de mi misma. Estoy segura de que habr un mundo
nuevo que explorar cuando haya acabado esto.
Miyuki se dio cuenta de que el viento se haba detenido. El silencio
reinaba tranquilamente en su habitacin. Levantando la mirada, pudo
ver lo brillante que se haba vuelto el cielo. Rayos de luz salan
disparados a travs de las nubes El sonido de las sandalias de
Miyuki haca eco mientras ella abra la ventana y sala hacia el balcn.
Pero qu mundo yaca ante su mirada!
Hace tan solo unos momentos la ciudad estaba envuelta en la lluvia
pero ahora, brillaba relucientemente mientras los rayos de luz la
baaban. Las nubes del cielo continuaban desapareciendo y un cielo
azul se revelaba detrs de ellas. Pequeas nubes negras an estaban
en el cielo, pero estaban siendo removidas por el fuerte viento.
Esta es la primera vez que veo algo as. Si, esto debe ser lo que
llaman el ojo de la tormenta
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Mirando al cielo desde el alto balcn, Miyuki pens que el color azul
era uno muy triste. ste estaba tan alto y tan lejos. An incluso
sabiendo que no lo podra alcanzar, Miyuki estiro sus manos. Ella no
saba por qu, pero durante ese poderoso lapso de tiempo, comenz a
llorar.
El da siguiente tuvo un amanecer brillante y soleado. Miyuki estaba
caminando por la acera entre varios edificios mientras se diriga a la
estacin de trenes. Detenindose, mir a su alrededor para ver a la
ciudad oculta por el cielo azul.
Nadie me creera si intentara decirles lo que vi ayer, pens Miyuki.
No s por qu pero esto ha estado molestndome Es imposible
dejar una huella de m en este inmenso mundo.
Entonces, Por qu sigo escribiendo mi historia?
Miyuki mir al lejano cielo y contino caminando.
Fin
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Episodio 1 Flores de Cerezo
Capitulo 1
Oh, parece nieve. dijo Akari.
Fue hace diecisiete aos que dijo eso. Apenas habamos entrado a
sexto ao de primaria y siempre caminbamos juntos por la pequea
arboleda en nuestro camino a casa con las mochilas en nuestras
pequeas espaldas. Era primavera y un incontable nmero de cerezos
estaban en pleno florecimiento, con sus ptalos bailando por el aire sin
sonido alguno, cubriendo el asfalto de debajo de nuestros pies de
blanco. El aire se senta caliente y el cielo colgaba por encima como si
fuera una enorme lona pintada de azul claro. No muy lejos de nosotros
estaba la calle principal y el cruce Odasaki, pero pareca que ninguno
de sus sonidos llegaban a nosotros. Solo el sonido de las aves cantar
poda ser escuchado como si fuera una bendicin de la primavera. No
haba nadie ms alrededor.
Era como cualquier pintura de una escena primaveral.
As es. Al menos en mi memoria, ese momento en el tiempo era como
una pintura. Podra decirse que era solo una coleccin de imgenes.
Cuando intento reunir todas esas viejas memorias, siento como si
estuviera mirndolo desde una perspectiva lejana. El joven chico
apenas haba cumplido once aos y la chica, que tena casi la misma
altura que l, tambin. Observo sus figuras mientras corren en la
distancia, hacia la luz que llenaba su mundo y los envolva tan
naturalmente. Yo siempre estaba mirndolos por detrs en esa
pintura. Y siempre era la chica la que corra por delante. Cuando
recuerdo esos pequeos momentos de tristeza que estremecan el
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corazn del joven nio, hacen que incluso yo, que ahora soy un adulto
mayor, se sienta triste.
En cualquier caso, recuerdo cmo Akari haba descrito a la lluvia de
ptalos de cerezo como nieve. Pero yo nunca lo vi de esa forma. An
ahora, los ptalos de cerezo son solo ptalos de cerezo y la nieve es
solo nieve para m.
Oh, parece nieve.
En serio? Hmmm, tal vez lo parece.
Oh, no importa. Akari dijo eso framente mientras daba dos
pasos adelante rpidamente antes de girarse. Su cabello caf brillaba
como si la luz del cielo fuera reflejada en l y, nuevamente, dijo algo
extrao:
Hey, he escuchado que caen a cinco centmetros por segundo.
Qu?
Qu crees t?
No lo s.
Vamos, pinsalo un poco, Takaki-kun.
An hoy no s de lo que ella estaba hablando as que honestamente le
dije que no lo saba.
Es la velocidad a la que caen los ptalos de cerezo. Ellos caen a
cinco centmetros por segundo.
Cinco centmetros por segundo. Algo sonaba extrao en esa frase. Le
deje saber lo fascinado que estaba:
Wow, sabes un montn de cosas, no, Akari?
Heehee. Akari sonri felizmente.
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Hay un montn de cosas que s. La lluvia tambin cae a cinco
centmetros por segundo, y las nubes a un centmetro por segundo.
Las nubes? Te refieres a las nubes en el cielo?
Si, a las nubes en el cielo.
Las nubes tambin caen? Qu no solo flotan?
Las nubes tambin caen. Ellas no flotan porque estn hechas de
vapor de agua. Solo parece como si estuvieran flotando porque son
muy grandes y estn demasiado lejos. Mientras que su vapor se
expande, las nubes se hacen ms y ms grandes hasta que
finalmente caen en la superficie como lluvia o nieve.
Wow Dije mientras miraba con fascinacin a las nubes todo
fascinado y para luego dirigir mi vista hacia los arboles de cerezos. La
voz joven, feliz y agradable de Akari lo hizo sonar como si fuera una
importante regla universal: Cinco centmetros por segundo.
Wow me imit, provocndome, y de repente se lanz a correr.
Ey, espera, Akari! Grit mientras corra tras ella.
* * *
Durante ese momento de tiempo, era un hbito de Akari y yo el
intercambiar pequeos conocimientos que aprendamos en libros y
viendo la televisin mientras regresbamos a casa. Pequeas partes
de conocimiento las cuales pensbamos que eran importantes ---
cosas como la velocidad a la que caen los ptalos de flor, la edad del
universo o la temperatura a la que se derreta la plata. Era como si
furamos un par de ardillas preparndose desesperadamente para el
invierno, o tal vez ramos viajeros navegando los mares intentando
aprender astrologa para que pudiramos reunir toda la luz de las
estrellas de alrededor del mundo. Por alguna razn, pensbamos que
estas pequeas partes de conocimiento nos serian realmente tiles en
el futuro.
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S. Eso era el por qu Akari y yo sabamos tanto. Sabamos en qu
posicin estaran las estrellas dependiendo de la estacin, o en qu
direccin y qu brillo tendra Jpiter antes de que fuera visible a simple
vista. Incluso sabamos por qu el cielo era azul, por qu la tierra tena
temporadas, cundo desaparecieron los neandertales y los nombres
de las especies que se extinguieron durante el periodo Cmbrico.
Ambos estbamos extremadamente fascinados por todo lo que fuera
aun ms grande que nosotros o que se encontrara bastante lejos.
Pero para m, ya he olvidado la mayora de todo eso. Todo lo que s
es que fueron pequeas partes de conocimientos que alguna vez supe
que eran la verdad para m.
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Capitulo 2
Desde el momento en que conoc a Akari hasta el momento en el que
nos separamos pens que ramos parecidos eso fue alrededor de
tres aos entre cuarto ao de primaria a sexto. Nuestros padres se
mudaban demasiado por culpa de sus trabajos y ambos habamos
llegado a la misma escuela en Tokio. Yo me haba mudado a Tokio
desde Nagano en tercero y Akari haba venido desde Shizuoka en
cuarto ao. An ahora recuerdo lo nerviosa y tensa que luca cuando
se par frente a la clase el primer da que lleg. Tena sus manos
juntas al frente mientras que la luz primaveral brillaba a travs de las
ventanas sobre ella, invocando una sombra desde detrs de sus
hombros hasta la punta de su largo cabello. Sus labios estaban
nerviosamente apretados uno contra el otro con un color rojo brillante,
sus ojos sin pestaear abiertos ampliamente como si su lnea de visin
solo abarcara a lo que tuviera enfrente de ella. Ella me recordaba a la
expresin que tena cuando llegu aqu hace un ao e inmediatamente
sent que ambos ramos bastante cercanos. Creo que fui el primero
que le habl e inmediatamente nos llevamos bien.
Akari era la nica que tena las mismas fuertes opiniones que yo el
cmo los alumnos trados de Setagaya parecan ser ms maduros, lo
difcil que era respirar entre las multitudes de la estacin, lo
sorprendentemente mal que sabia el agua embotellada. Para nosotros,
todo significaba problemas. ramos pequeos y propensos a
enfermarnos as que preferamos quedarnos en la biblioteca que salir
al patio y ese era el por qu la clase de educacin fsica era un
tormento para nosotros. Ambos, Akari y yo ramos como adultos que
preferan disfrutar teniendo una conversacin con alguien o leyendo un
libro. Durante el tiempo en el que mi padre estuvo trabajando en el
banco y mientras vivamos en un departamento de la compaa tal
vez para Akari era lo mismo siempre caminamos juntos saliendo de
clase. Naturalmente, como si nos necesitramos el uno al otro,
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pasbamos nuestros das libres y el tiempo despus de la escuela
juntos.
Por supuesto, fuimos molestados por muchos de nuestros
compaeros de clase. Ahora que lo recuerdo, la forma en la que
actuaban y las cosas que nos dijeron eran cosas que los nios
comnmente decan a esa edad, no poda manejar bien esas
situaciones y cada vez que algo pasaba, sala lastimado. La necesidad
que tenamos el uno por el otro se hizo ms fuerte por culpa de esas
situaciones.
Un da, algo pas. Yo haba ido al bao e iba de vuelta al saln
cuando vi a Akari parada sola enfrente del pizarrn. En el pizarrn
haba un dibujo de un paraguas con el nombre de nosotros dos (eso
podra haberse considerado como abuso ahora que pienso en ello),
mientras que nuestros compaeros estaban parados lejos
murmurando, mirando a Akari. Ella haba ido hacia all a tratar de
detenerlos pero probablemente estaba tan apenada que se detuvo a
medio camino. Me petrifiqu al verla ah parada sin decir nada,
entonces entr al saln, tom el borrador y rpidamente borr el
dibujo. Sin saber por qu, tome la mano de Akari y sal corriendo del
saln. Podamos escuchar las voces detrs nuestro emocionadas pero
simplemente las ignoramos y continuamos corriendo. Incluso no poda
creer lo atrevido que fui para hacer lo que hice, pero recuerdo que la
suavidad de la mano de Akari hizo que mi corazn latiera muy fuerte,
estaba algo mareado y, por primera vez, sent como si no hubiera
nada en el mundo a que temerle. Estaba seguro de que muchas cosas
malas nos sucederan durante el resto de nuestros das pero sin
importar que fuera aunque fueran los cambios de escuela,
exmenes, ir a una tierra desconocida o sentirse incomodo
conociendo a nuevas personas mientras Akari estuviera ah sera
capaz de soportar lo que sea. Creo que an ramos muy jvenes para
llamarlo amor pero, en el momento, era claro que me gustaba Akari y
poda decir que yo tambin le gustaba a ella. Mientras ms corramos
con nuestras manos agarradas firmemente, ms seguro estaba de ese
sentimiento. Mientras nos tuviramos el uno al otro no importara que
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fuera lo que pasara, nosotros creamos fuertemente que no haba
nada a que temerle.
Por tres aos esos sentimientos continuaron siendo fuertes mientras
Akari y yo pasbamos el tiempo juntos. Ambos decidimos que
asistiramos a una misma secundaria que no estuviera lejos de
nuestras casas y que estudiaramos muy duro, que pasaramos ms y
ms tiempo juntos. Probablemente nos dimos cuenta de lo maduros
que ramos a comparacin con otros nios y de que ramos
introvertidos, atrapados en nuestro pequeo mundo. A pesar de todo,
estbamos convencidos de que era parte de nuestra preparacin para
la vida de secundaria. Nos bamos a graduar de la primaria y nos
alejaramos de los compaeros con los que nunca nos llevamos bien,
empezaramos una nueva vida de secundaria con nuevos estudiantes
y nuestro mundo se volvera ms grande. Tambin esperbamos que
eso nos ayudara a definir y expresar realmente los sentimientos que
tenamos el uno por el otro. Tal vez sera el tiempo en que seriamos
capaces de expresar el amor que nos tenamos. La distancia entre
nosotros y nuestro alrededor, la distancia entre Akari y yo,
seguramente se volvera ms corta. bamos a tener ms poder e
bamos a tener ms libertad.
Ahora que pienso en ello, tal vez sabamos que bamos a perder algo
cuando nos mantenamos intercambiando esas pequeas partes de
conocimientos. Claramente estbamos cautivados el uno por el otro y
desebamos estar juntos para siempre pero tal vez porque nos
habamos transferido de escuelas demasiadas veces sabamos al
mismo tiempo que ese deseo no podra volverse realidad y sentamos
miedo en nuestros corazones. Tal vez intentamos hacer tantos
recuerdos entre nosotros porque sabamos que habra un da en el
que no podramos estar juntos.
De hecho al final, Akari y yo nos separamos y fuimos a secundarias
diferentes. Una noche de invierno cuando aun estbamos en sexto de
primaria, Akari me llam para decrmelo.
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Era raro que Akari me llamara porque difcilmente hablbamos por
telfono y era muy tarde (en realidad cerca de las nueve, tarde, pero
para los nios). Tena un mal presentimiento cuando mi madre me dijo
que era Akari y me entreg el telfono.
Lo siento, Takaki-kun. dijo Akari en voz baja. Lo que le siguieron
fueron palabras que no quise escuchar ni creer.
No podramos ir a la misma secundaria, dijo. Su padre haba decidido
que se mudaran a una pequea ciudad al norte de Kantou por trabajo.
Estaba temblando como si fuera a llorar. No pude entender por qu.
De repente sent que algo se quemaba dentro de m, pero mi cabeza
se senta fra. Solo no pude entender por qu Akari tena que decirme
eso.
Qu. Pero qu hay de la secundaria Nishinaka? Ya nos han
aceptado ah. finalmente me las arregle para responderle.
l dice que se las arreglara para que vaya a Tochigi lo siento.
Pude escuchar un carro pasar por lo que supe que me hablaba desde
una cabina telefnica. Aunque estuviera en mi habitacin, me sent en
el piso de tatami, abrazando mis rodillas como si pudiera sentir el frio
de ah subiendo por mis pies. No saba qu era lo que deba decirle a
ella pero sent que tena que decirle algo.
No, no es tu culpa Akari.
Le dije que me quera quedar con mi ta en Katsushika para que as
me pudiera quedar pero el dijo que tena que ser ms grande para
eso
Mientras escuchaba a Akari intentando no llorar, quise colgar para as
no tener que escucharla de esa forma.
Antes de que lo supiera le grit mientras lloraba:
Ya s qu es lo que me ests diciendo! poda escuchar su
jadeo pero eso no hizo que me detuviera.
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Olvdate de ello le dije con una voz firme. Solo, olvdate de
ello repet desesperadamente intentando retener mis propias
lagrimas. Por qu por qu tena que resultar de esta forma?
Despus de unos segundos de silencio Akari se las arreglo para decir
un inaudible Perdn con su sollozante voz. Mantuve el telfono
presionado fuertemente contra mi oreja, con mi cabeza colgando hacia
abajo. No poda quitarlo de mi odo y tampoco poda colgar. Saba que
lo que haba dicho por telfono haba lastimado a Akari. Pero no haba
nada que pudiera hacer. No haba aprendido cmo controlar mis
sentimientos en ese entonces. Despus de la desagradable llamada
que tuve con Akari terminara, solo me quede ah sentado abrazando
mis rodillas.
Durante los siguientes das, me sent realmente mal. Estaba bastante
avergonzado de mi mismo que no me las pude arreglar para decirle
algo lindo a Akari aunque supiera lo preocupada que estaba. Con esos
sentimientos an dentro de nuestras mentes, Akari y yo nos
separamos incmodamente en el da de la ceremonia de graduacin.
El da despus de la ceremonia, se acerc a m y dijo con su
agradable voz:
As que esto es el adis pero yo tena mi cabeza colgando en
vergenza, incapaz de contestarle nada. Pensaba para mi mismo que
era algo que no poda ser arreglado. Haba dependido de Akari hasta
este momento. Haba planeado el intentar volverme ms maduro
porque ella iba a estar ah conmigo, pero ahora no poda. Yo todava
era un nio demasiado pequeo. Pens para mi mismo que no poda
quedarme as para siempre y dejar que una fuerza invisible se llevara
todo de m. Incluso si Akari no tuviera eleccin, no estbamos
destinados a separarnos de esta forma. No estbamos destinados a
estar separados.
* * *
Esos sentimientos sin suprimir se mantuvieron conmigo hasta el inicio
del semestre de secundaria. Tuve que enfrentar esos incmodos
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nuevos das solo, aun cuando no quera. An cuando se supona que
deba asistir a la misma escuela que Akari, empec a ir solo,
lentamente haciendo nuevos amigos, unindome al club de ftbol y
esforzndome mucho. Los das eran muchos ms ocupados que mis
das en la primaria pero eso era bueno para m porque mantena mi
mente ocupada. Cuando tena tiempo a solas me senta muy
incmodo, justo como en el pasado, y claramente no poda soportar el
sentimiento. Eso fue el por qu intente mantenerme activo gastando
todo mi tiempo con mis amigos, yndome a dormir inmediatamente
despus de acabar mi tarea y levantndome temprano para que me
pudiera concentrar en mi entrenamiento del club.
Estaba seguro que Akari tambin se mantena ocupada todo el da en
su nuevo hogar. Deseaba que esos das la ayudaran a olvidarse de
m. Despus de todo fui yo quien la lastim cuando nos separamos.
Yo tambin me deb de haber de olvidado de Akari. Deberamos ya de
haber aprendido a hacerlo despus de todas las transferencias y de
las veces que hemos sido separados de los dems.
Entonces en un da de verano, durante los calientes das, llego una
carta de Akari.
Recuerdo que cuando vi ese sobre rosa claro metido entre las hileras
de buzones me sent mas confundido que feliz. Pens para m mismo,
Por qu ahora? Me haba propuesto totalmente a acostumbrarme a
un mundo sin Akari. La carta de Akari me hizo recordar lo mucho que
la extraaba.
S, en vez de intentar olvidarme de Akari, mi mente de repente se llen
de ella. Haba hecho muchos amigos pero cada vez que estaba con
ellos, solo me hacan recordar lo especial que Akari era para m. Me
podra encerrar en mi cuarto todo el da para leer y releer la carta de
Akari. Incluso en mitad de las clases la meta secretamente entre mis
libros para que as pudiera leerla. La le tantas veces que casi sera
capaz de repetir todo lo que tena escrito.
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Querido Takaki Tohno, as empezaba la carta. Era un sentimiento tan
nostlgico el ver de nuevo la hermosa letra de Akari.
Ha pasado bastante tiempo. Cmo ests? El clima en verano es
bastante pesado por aqu pero estoy segura de que es ms aceptable
que el de Tokio. Pero ahora que lo pienso, prefiero mas los veranos
hmedos y calientes de Tokio el asfalto caliente luce como si
estuviera a punto de derretirse, los edificios alzndose hacia el cielo
en medio del calor y los casi congelantes aires acondicionados de los
apartamentos y de las estaciones subterrneas.
Lo suficientemente divertida, entre la madura escritura haba
pequeas ilustraciones (como el sol o las cigarras) lo que me hacan
saber que la joven Akari que una vez conoc aun estaba all mientras
creca. Era una muy corta carta en la que me contaba cmo le estaba
yendo. Ella me cont cuando fue a su nueva escuela por los trenes de
cuatro carros, cmo se uni al club de bsquetbol para mantenerse en
forma y el cmo decidi cortarse el cabello tan corto que ahora solo le
llegaba a su oreja. Sorprendentemente todo eso me inquiet. Ella no
escribi que me extraara y por sus propias palabras poda darme
cuenta de que en su nueva vida le estaba yendo bien y que se estaba
acostumbrando a ella. Pero de alguna forma, tena la certeza de que si
escriba que me extraaba o que quera hablar conmigo, ella se
hubiera sentido muy triste. Si no era eso, nunca me hubiera escrito
una carta. Obviamente, yo me senta de la misma.
Desde entonces, Akari y yo intercambiamos cartas una vez al mes.
Sent que se haba vuelto ms fcil vivir mi vida. Por ejemplo, poda
admitir claramente qu clases eran las ms aburridas. Desde que me
separ de Akari, solo haba pensado que todo el duro entrenamiento y
las irrazonables instrucciones que mis entrenadores mayores me
daban eran solo la forma en que las cosas se llevaban a cabo, pero
ahora poda sentir que todo era un poco inaguantable. Mis
sentimientos estaban de vuelta. Extraamente, era porque poda sentir
que todo se haba vuelto ms fcil de soportar o no. Nunca nos
escribimos de nuestros disgustos o cosas tontas que pasaban en
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nuestros das, pero podamos sentir fuertemente que solo haba una
persona en este mundo que poda entendernos.
El verano y el otoo de nuestro primer ao en la secundaria pasaron
pronto y ya era invierno. Haba cumplido trece, haba crecido siete
centmetros, crecieron un poco mis msculos y ya no caa resfriado
tan fcil como antes. Me senta como si me hubiera vuelto un poco
ms cercano al mundo. Estoy seguro de que Akari tambin tena ya
trece aos. Cada vez que miraba a mis compaeras de clase en su
uniforme, poda imaginarme como lucira Akari con uno. Una vez que
escribi que quera volver a ver el florecimiento de los rboles de
cerezo conmigo algn da justo como lo hacamos cuando estbamos
en la primaria. Ella dijo que haba un enorme rbol de este tipo cerca
de su casa: Estoy segura de que los ptalos de las flores ah tambin
caen a cinco centmetros por segundo.
Estaba en tercer semestre cuando se decidi que me transferira de
escuela nuevamente.
Me iba a cambiar durante las siguientes vacaciones de verano y me
iba a ir a Kagoshima, una isla cerca de la regin de Kyuushuu. Toma
alrededor de dos horas volando desde el aeropuerto Haneda de Tokio
para llegar ah. Para m, no haba ninguna diferencia al vivir en el fin
del mundo. Pero en ese tiempo, estaba acostumbrado a esos cambios
en mi vida y no me preocupaba en lo ms mnimo. Mi principal
preocupacin era mi distancia con Akari. Desde que salimos de la
primaria no nos hemos vuelto a ver pero en realidad no nos
encontrbamos muy lejos el uno del otro, ahora que lo pienso bien.
Era tan solo un viaje de tres horas en tren desde Tokio donde yo viva
hacia Kansai Norte. Podramos habernos visto los sbados. Pero una
vez que me mudara al punto ms lejano al sur de Japn, pudiera ser
que no volviera a ser capaz de volverla a ver.
Ese fue el porqu decid escribirle a Akari que deseaba verla aunque
sea una vez ms antes de que me mudara. Le suger una lista de
lugares y el tiempo que nos podramos ver. Ella respondi
prontamente. Ambos tenamos exmenes para el tercer semestre.
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Tena que prepararme para el traslado y ella tena actividades de club
a las que no poda faltar as que no poda ser hasta el final de las
clases en la noche que nos pudiramos encontrar. Despus de revisar
nuestros horarios, decidimos que podamos encontrarnos en una
estacin cerca de su casa a las 7 p.m. De esa forma podra faltar a
mis actividades de club y tomar el primer tren saliendo de clases y
despus de pasar dos horas con Akari podra tomar el ltimo tren de
vuelta a casa. En cualquier caso, mientras fuera capaz de volver a
casa el mismo da, sera capaz de inventar alguna excusa para mis
padres. Tendra que tomar el tren en Oda, en la lnea Saikyou y
entonces cambiar de tren en Utsu en la lnea Ryouke para volver, lo
cual iba a costar alrededor de 3,500. No era una pequea cantidad
de dinero para manejar en ese tiempo pero no haba nada ms
importante que ver a Akari de nuevo.
Faltaban dos semanas para el da prometido y pas el tiempo
escribiendo una larga carta que le quera dar a Akari. Era
probablemente la primera carta de amor que haba escrito en mi vida.
Escrib en ella el futuro al cual aspiraba, cosas que me gustaban como
libros que le, la msica que escuche y lo importante que Akari era
para m tal vez an segua siendo amor de cachorros entre nosotros,
pero fui honesto con mis sentimientos y los expres lo mejor que pude.
No puedo recordar muy bien lo que escrib pero creo que abarqu
ocho pginas de papel. En ese tiempo, haba tantas cosas que quera
decirle y quera que supiera Akari. Mientras ella leyera la carta, sent
que sera capaz de soportar los das en Kagoshima. Esa era la parte
de m que quera que ella conociera.
Mientras pasaba esos das escribiendo la carta, so con Akari
muchas veces.
En el sueo, yo era un gil ave. Batiendo mis alas, volaba a travs del
cielo nocturno, a travs de una ciudad llena de rascacielos y
carreteras. Estaba emocionado y cautivado por mi pequesimo
cuerpo mientras volaba a una velocidad cientos de veces mayor a
cualquiera que pudiera imaginar controlar estando en tierra, volando
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hacia ese lugar para encontrarme con ese alguien tan especial. Al
poco tiempo poda ver una ciudad llena de luces a la distancia,
parpadeando como estrellas mientras surcaba los fuertes vientos
nocturnos, las luces de los trenes circulando como si fueran venas y
arterias. Pronto me las arregle para volar a travs de la nubes y me
encontraba volando en el lugar donde la luna las iluminaba a todas
desde arriba como si volara por encima de un vasto ocano. La
transparente luz azul de la luna hacia que los varios picos de las
nubes brillaran como si se tratara de otro planeta. Tena el poder de ir
a donde quisiera en el mundo que quisiera y mi cuerpo emplumado
brillaba con felicidad. Mientras ms me acercaba a mi meta me
lanzaba en picada emocionadamente, el lugar donde ella viva se
ampliaba rpidamente ante mis ojos. Haba campos rurales
estirndose hacia el horizonte, techos de una que otra casa, pedazos
de bosques por aqu y por all y ah, entre todo eso, haba un solo
rayo de luz movindose. Era un tren. Deb de haber estado en ese tren
tambin. Y en la plataforma pude ver a una chica esperando por ese
tren. La joven chica a la cual su cabello le llegaba hasta las orejas
estaba sentada sola frente a un enorme rbol de cerezo. Los capullos
no haban florecido an pero poda sentir un respiro de vida desde su
dura corteza. Al poco tiempo, la chica not mi presencia y mir hacia
el cielo. Pronto seriamos capaces de volver a encontrarnos
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Capitulo 3
Estaba lloviendo en el da prometido en el que Akari y yo nos
reencontraramos. El cielo era de un tono gris como si este se
encontrara encerrado bajo una enorme tapa y desde ella fras gotas de
agua de lluvia caan y se acumulaban en la tierra. Pareca un da en el
que la primavera hubiera cambiado de parecer y se hubiera ido,
dejando atrs solo la esencia del invierno. Me puse un abrigo caf de
doble capa encima de mi uniforme y despus de haber puesto la carta
que le haba escrito a Akari en mi mochila, sal hacia la escuela.
Esperaba volver tarde en la noche as que haba dejado una nota para
mis padres dejndoles saber para que as no se preocuparan mucho.
Nuestros padres no saban acerca de nosotros y dudo que nos
hubieran dejado hacer lo que tenamos planeado aunque se los
explicramos.
Me sent bastante inquieto todo el da y pas todas las clases mirando
a travs de la ventana. Era como si no pudiera entender nada de las
clases. Probablemente me estaba imaginando como lucira Akari en su
uniforme, de lo que podramos hablar y el volver a escuchar su
agradable voz de nuevo. Si, en ese momento no estaba
conscientemente de ello pero era obvio que yo amaba su voz. Su voz
haca vibrar al aire y yo amaba eso. Su amable y suave voz siempre
estimulaba mis odos. Pronto sera capaz de escucharla de nuevo.
Cada vez que pensaba en ello mi cuerpo aumentaba su temperatura
como si estuviera en llamas, lo que me haca sentir incmodo, pero
entonces fijaba la mirada en la ventana, en la fra lluvia.
Cinco centmetros por segundo. Era de da pero aun as todo estaba
iluminado con una luz griscea y poda ver tantas ventanas iluminadas
en los apartamentos y edificios mientras miraba a travs de la ventana
del saln. Las luces en la distante pista de baile de un cierto
apartamento podan verse balanceando algunas veces. Mientras
continuaba mirando a travs de la ventana, las gotas de la lluvia se
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volvan ms grandes y mientras la escuela llegaba a su final, se
convertan en nieve.
Despus de clase, me asegur de que ninguno de mis compaeros de
clase estuviera cerca antes de que sacara la carta y la libreta que
tena. An estaba un poco inseguro acerca de la carta pero la puse en
mi bolsillo. Quera drsela a Akari sin importar qu pasara as que
quera tenerla en algn lugar donde pudiera tocarla y asegurarme que
siguiera ah. En cuanto a la libreta, ah tena escrito una lista de trenes
que tena que tomar y las horas a las que llegaran. Ya haba repasado
varias veces la lista pero la repas una vez ms.
Primero tomara el tren 3-47 en la estacin Goutokuji de la lnea Oda
haca Shinjuku. Entonces cambiaria a la lnea Saikyou y viajara a la
estacin Oomiya para luego cambiar a la lnea Utsunomiya e ir a la
estacin Koyama. Una vez ah, cambiaria a la lnea Ryouke y
finalmente llegara a mi destino en la estacin Iwafune por las 6:45. Me
iba a encontrar con Akari las siete en punto en Iwafune as que lo
lograra apenas a tiempo. Era la primera vez que viajaba tan lejos en
tren solo pero me deca a mi mismo que todo saldra bien. S, todo
estara bien. Sera difcil pero estaba seguro de que nada pasara.
Hice mi camino por las delgadas escaleras y entr a donde estaban
las zapateras para cambiarse los zapatos. Estaba desierto, lo cual
hacia que el sonido del metal al cerrar fuera an ms fuerte de lo
usual. Hizo latir a mi corazn un poco ms fuerte. Decid que dejara el
paraguas que haba trado conmigo en la maana y sal, mirando
hacia el cielo. El aroma de la lluvia por la maana ahora era uno de
nieve. Era un aroma ms fcil de percibir que el de la lluvia e hizo que
mi corazn se sintiera ms animado. Mientras me quedaba parado
mirando hacia el cielo sent como si fuera a ser tragado por cientos de
miles de pequeas piezas blancas descendientes desde el cielo.
Rpidamente, me puse la capucha y corr hacia la estacin.
* * *
22
Era mi primera vez en la estacin de Shinjuku. Era una estacin que
nunca haba visitado en toda mi vida pero ahora que pienso mejor en
ello, haba ido ah una vez a ver una pelcula con un amigo. Esa vez
fuimos a Shinjuku en la lnea Oda y despus de pasar las taquillas en
la salida este del JR, nos perdimos un poco antes de lograr salir de la
estacin. Esa experiencia que tuvimos en la compleja y ocupada
estacin de Shinjuku me dej una impresin ms fuerte que la pelcula
misma.
Pas la taquilla de la lnea Oda y me detuve, mir cuidadosamente al
mapa de gua en la pared para que as no me perdiera y entonces
camin rpidamente al lugar marcado como Oficina para Tickets de la
lnea JR. Al otro lado de todos los pilares haba una enorme fila
maquinas para comprar los boletos del tren y me dirig a la que tena
menos gente formada, esperando mi turno. Por alguna razn sent
como si me doliera mucho el pecho cuando percib el perfume de la
seora de enfrente mo que estaba vestida como una regular mujer de
oficina. La fila de un lado avanz y esta vez me sent un poco mareado
cuando percib momentneamente el olor a naftalina del abrigo de un
hombre. La estacin estaba llena de tantas voces que era
imperceptible lo que decan. Las puntas de mis pies cubiertas de nieve
se sintieron fras. Mi cabeza se senta un poco revuelta. Cuando
finalmente fue mi turno para comprar mi boleto estaba un poco
confuso al descubrir que las maquinas no tenan botones (en ese
tiempo, la mayora de las maquinas tenan botones). Espi a la
persona de al lado y descubr que las maquinas tenan pantalla tctil.
Dej la mquina de boletos y prestndole mucha atencin a las
seales de las plataformas hice mi camino hacia la lnea Saikyou.
Ciclo de la Linea Externa de Yamanote, Yendo a la Lnea Sobu,
Nagano, Ciclo de la lnea Interna Yamanote, Yendo a la Lnea
Sobu, Chiba, Lnea Central Exprs, Lnea Principal Central
Exprs tuve que pasar por muchas plataformas y durante el camino
me detuve en un enorme mapa de la compleja estacin y me le qued
viendo. La lnea Saikyou estaba en su mayor parte en el centro de la
estacin. Tome la libreta de mi bolsillo y mir mi reloj (un G-Shock que
23
haba recibido por haber sido aceptado en la secundaria). El tren de
Shijuku saldra a las 4:26. Los nmeros digitales en mi reloj indicaban
que eran las 4:15. Aun tena diez minutos y lo iba a conseguir.
Mientras me diriga a la plataforma, pas al bao solo por si acaso. Iba
a ser un viaje de 40 minutos as que pens que sera lo mejor estar
preparado. Me lav las manos y me mir en el espejo. Al otro lado del
sucio espejo, una luz blanca brill sobre mi reflejo. Estaba bastante
seguro de que me haba vuelto ms alto y era ms adulto que hace
seis meses. Estaba avergonzado porque mi quijada se haba puesto
un poco roja por el frio de afuera. Iba a ver a Akari pronto.
Al principio, no pude encontrar asiento en el tren de la lnea Saikyou
porque estaba llena de gente que volva a sus casas. Me recargu en
la pared al final del vagn como varios otros y miraba los anuncios,
hacia la ventana y ocasionalmente a los otros pasajeros. No poda
calmarme y mis ojos estaban mirando a todas partes as que no pude
juntar ganas para leer la novela de ciencia ficcin que tena en mi
mochila. Una chica estaba hablando con otra de preparatoria, la cual
estaba parada frente a ella. Parecan ser amigas. Ambas llevaban
faldas las cuales revelaban partes de sus muslos desnudos y sus
calcetines.
Qu tal ese chico?
Quin?
Ya sabes, el de la prepa Kita.
Qu? l? Tienes gustos muy extraos.
No es cierto. Es totalmente mi tipo.
Ellas probablemente estuvieran hablando de un chico que conocieron
o de algn conocido. An cuando no era yo de quien hablaban, por
alguna razn me sent avergonzado. Dirig mis ojos a otro lado y
mientras me aseguraba con mis dedos que la carta segua en mi
bolsillo, mire hacia la ventana de nuevo. El tren llevaba un rato
24
transitando por un puente. Era la primera vez que viajaba en esa lnea.
La forma en la que el tren se sacuda y el ruido que haca era diferente
al que hace la lnea Oda y, extraamente, me pona de nervios. El
tenue sol de invierno ti de un naranja claro el horizonte, un hilera de
edificios podan ser vistos a lo lejos. La nieve no haba parado de caer.
Me preguntaba si ya habra llegado a Saitama. La ciudad pareca estar
toda amontonada a comparacin con la familiar escena a sus
alrededores. Todos los edificios y apartamentos en el centro parecan
como si estuvieran sepultados en el suelo.
Durante el camino, el tren se detuvo en la estacin de Murashiurawa
para dejar pasar un tren exprs. Podran todos los pasajeros que
tengan prisa cambiarse a la plataforma contraria, se escuch por el
altavoz. Cerca de la mitad de los pasajeros se salieron y fueron hasta
el otro lado conmigo siguindoles por detrs. Al este haba varias vas
de tren. La nieve segua cayendo y acumulndose mientras que la
puesta del pequeo sol poda ser vista ocasionalmente entre las
nubes, su luz brillaba vvidamente en cientos de edificios. Mir la
escena y de repente record que haba estado ah antes.
S, no era la primera vez que viajaba por estas vas.
Justo antes de tercero de primaria, haba estado en este tren antes
desde Oomiya hacia Shinjuku con mi padre cuando nos mudbamos a
Tokio desde Nagano. Estaba acostumbrado al ambiente rural de
Nagano y la completamente desconocida escena de aqu me puso de
nervios. En ese tiempo, mientras miraba a travs de la ventana el
escenario donde no haba nada ms que edificios y me daba cuenta
que ah seria donde vivira, me haba preocupado tanto que sent que
iba a llorar. Aun as, cinco aos despus haban pasado desde
entonces y ahora estaba pensando que me las arregle para sobrevivir
eso. An tena apenas trece aos pero no creo que eso fuera mucho.
Akari me haba apoyado. Rezaba porque Akari sintiera lo mismo
durante esos aos que estuvimos juntos.
La estacin de Oomiya no era tan grande como la de Shinjuku y era
solo una gran terminal. Descend unas escaleras desde la lnea
25
Saikyou despus sub otras escaleras y pas a travs de una multitud
de personas para llegar a la estacin de Utsunomiya para el
intercambio. Un fuerte olor a nieve llenaba la estacin y los zapatos de
todos estaban abarrotados de ella haciendo un raro sonido al caminar.
La lnea Utsunomiya estaba llena de personas intentado llegar a casa
y largusimas lneas hasta donde podas ver. Me par en un lugar lejos
de las personas y esperaba por el tren solo. No iba a conseguir
asiento aunque me metiera en las lneas. Por primera vez tena un mal
presentimiento. Y no pas mucho hasta que un anuncio se escucho en
la estacin.
Sepan que el tren de la lnea Utsunomiya con destino a Koyama,
Konomiya se retrasar ocho minutos debido a la nieve, deca el
anuncio.
No s por qu no haba tomado en cuenta tambin que el tren podra
retrasarse. Tom mi libreta y mir mi reloj. Tena esperado subir en el
tren de las 5:04 pero ya eran las 5:10. Me dio un escalofro. Dos
minutos despus, no me sent para nada mejor aun cuando el silbato
se escuchaba y las clidas luces del tren brillaron a la cercana.
* * *
Estaba mucho mas lleno en la lnea Utsunomiya que en la lnea Oda o
que en la Saikyou. Aun era la hora en la que todos estn tratando de
volver a sus casas despus de un da de trabajo o de la escuela. El
tren que lleg era mucho ms viejo que los trenes en los que viaj
hasta ah, sus asientos estaban acomodados de 4 en 4 vindose uno
frente al otro, lo cual me record a los trenes locales de Nagano. Me
sujet con una mano del barandal de uno de los asientos, y pona la
otra mano en mi bolsillo mientras me quedaba parado en el estrecho
pasillo entre los asientos. La calefaccin hizo que el tren estuviera
caliente y que las ventanas se empaaran con pequeas gotas de
agua escurrindose por ellas. Todos parecan cansados y nadie deca
ni una palabra. La lmpara que brillaba por encima de ellos los hizo
encajar en su lugar. Sent que era el nico fuera de lugar as que
mantuve mi respiracin silenciosa y me qued viendo hacia afuera de
26
la ventana mirando los escenarios que transitbamos mientras
intentaba mantener esos pensamientos fuera de mi cabeza.
Todos los edificios haban desaparecido de la escena y ahora solo se
vean largos campos blanqueados por la nieve hasta donde la vista
llegaba. En esa distante oscuridad, las pequeas luces de las casas
podan ser vistas esparcidas, balancendose con el viento. Los altos
postes de luz iluminados con luces rojas parecan estar alineados todo
el camino hasta las montaas. Sus siluetas los hacan parecer como
un ejrcito de gigantes manteniendo su atencin en los campos de
nieve. Era un mundo con el que estaba completamente fuera de lugar.
Mientras miraba el escenario todo en lo que poda pensar era que si
sera capaz de reunirme con Akari a tiempo. Si llegase tarde, no
habra manera para m de poderle decir el por qu. En ese tiempo, los
celulares no eran algo comn entre los chicos de secundaria y
tampoco saba el nuevo nmero telefnico de Akari. La nieve de
afuera segua ganando altura.
El prximo intercambio era en la estacin Koyama pero el tren haba
estado transitando dolorosamente lento en la ltima hora. Las
estaciones de la lnea estaban enormemente lejos una de otra en
comparacin con las de la ciudad y los trenes se detenan demasiado
tiempo en cada una. Cada vez que se detena deca siempre el mismo
mensaje. Atencin por favor. Debido al retraso en el horario el tren
debe detenerse ms tiempo en la estacin. Nos disculpamos por los
inconvenientes y les pedimos esperar pacientemente
Miraba y miraba a mi reloj rezando fuertemente que no fuera ya cerca
de las siete en punto pero eso no cambiaba lo lejos que aun me
encontraba de mi destino. Aun as, el tiempo segua corriendo y cada
vez que lo miraba, a mi cuerpo le daba un dolor el cual me quera
hacer renunciar a toda esperanza. Era como si el aire alrededor mo
hubiera hecho una jaula invisible, que se encoga con cada segundo
que pasaba.
Cuando por fin haban dado las siete en punto yo aun no haba llegado
a la estacin Koyama y el tren se haba detenido en una estacin
27
llamada Nogi que estaba a dos paradas de m destino. Aun tena que
cambiar de trenes en la estacin de Koyama por otro viaje de veinte
minutos antes de que pudiera llegar a la estacin de Iwafune donde
Akari estaba esperando. Durante las dos horas despus de dejar la
estacin de Oomiya, impacientemente y sin esperanzas continuaba
estresndome. Nunca haba sentido un dolor por tanto tiempo en mi
vida. Ya no era capaz de decir si el vagn estaba caliente o frio. Todo
lo que poda sentir era la oscuridad de la noche y mi estomago vacio
porque no haba comido nada desde el almuerzo. Pronto me di cuenta
de que el vagn no tena tanta gente como antes y de que era el nico
que aun estaba de pie. Me fui a sentar donde no estuviera cerca de
nadie y me dej caer de un golpe, mis pies se sentan tiesos y
adormecidos, y todo el cansancio que haba reunido en algn lugar de
mi cuerpo brotaba por mi piel. No haba nada que pudiera hacer para
deshacerme de ese sentimiento. Saqu la carta que tenia para Akari
de mi bolsillo y me le qued mirando. Ya haba pasado bastante
tiempo de la hora a la que habamos quedado y estaba seguro de que
ya se haba empezado a preocupar. Esto me record a aquella ltima
llamada que habamos tenido. Por qu siempre tenan que salir las
cosas de esta forma?
El tren se detuvo completamente por quince minutos antes de que
comenzara a moverse nuevamente.
* * *
Ya eran pasadas las 7:40 para cuando el tren por fin lleg a la
estacin Koyama. Sal corriendo del tren hacia la plataforma para el
intercambio con la lnea Ryouke donde aplast el intil cuaderno y lo
arroj a un basurero.
La estacin Koyama era un enorme edificio pero haba algunas
personas alrededor. Mientras entraba corriendo al interior del edificio vi
a un gran nmero de personas sentndose alrededor de una estufa en
un rea amplia. Me pregunto si haban llegado ah para recoger a sus
familiares. Se senta como si ellos encajaran perfecta y naturalmente
con la imagen. Solo yo estaba corriendo alrededor impacientemente.
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Tuve que bajar unas escaleras y pasar por un lugar que se pareca a
la estacin subterrnea que pas antes de llegar a la plataforma de la
lnea Ryouke. El piso estaba hecho de concreto plano con varios
pilares esparcidos por el lugar en filas a lo largo, tuberas entrelazadas
corriendo por todo el techo. El leve aullido del viento poda ser
escuchado mientras soplaba desde un lado de los pilares al otro.
Simples luces blancas iluminaban vagamente el rea que tanto se
pareca a un tnel. Las persianas del kiosko estaban cerradas
completamente. Pens que ya haba perdido mi transporte pero ah
tambin haban algunos otros esperando a que el tren llegara. Haba
dos clidas luces amarillas emitidas desde un pequeo puesto de
Soba y dos maquinas expendedoras pero, adems de eso, el resto del
lugar se senta helado.
Por la fuerte nevada, todos los transportes estn siendo retrasados.
Sentimos enormemente el inconveniente y les pedimos que esperen
pacientemente nos informaba el anuncio sin emociones mientras
haca eco por la estacin. Me puse la capucha para ayudarme a
protegerme un poco ms del frio y me acerqu un poco ms a uno de
los pilares de concreto para refugiarme de la corriente de aire mientras
esperaba. Una corriente de aire golpeo mi cuerpo ya que atacaba
desde el suelo de concreto. Mi impaciencia y el aire frio le quitaban el
calor a mi cuerpo y mi estmago vaco hizo que todo mi cuerpo se
sintiera demasiado tieso. Pude ver a dos hombres de negocios
parados en el puesto de Soba comiendo. Haba pensado ir a comprar
algo para m pero cuando pens que tal vez Akari tambin me
estuviera esperando con su estmago vaco, no pude acercarme al
puesto. Cambi de parecer y pens que al menos podra tomar una
lata de caf caliente y camin a una de las maquinas expendedoras.
Mientras tomaba mi cartera del bolsillo, tir la carta que haba hecho
para Akari.
Ahora que lo recuerdo, incluso si eso no hubiera pasado no s si
hubiera sido capaz de entregarle la carta a Akari o no. De cualquier
forma, no creo que hubiera cambiado el final al que nos acercbamos.
Nuestras vidas estn hechas de muchos eventos acumulados todos
29
juntos nos gusten o no y perder la carta fue uno de esos eventos. Al
final, sin importar qu tan fuerte fueran sean tus sentimientos en el
momento, lentamente cambiarn con el lento flujo del tiempo ya sea
que me las hubiera arreglado para entregarle la carta o no.
La carta que cay de mi bolsillo cuando estaba intentando sacar mi
cartera fue atrapada por el viento y en un pestaear se esfum de la
plataforma y se perdi en la oscuridad. En ese momento, quise llorar.
Pero solo apret la mandbula y contuve mis lgrimas. Y no compr
esa lata de caf.
* * *
Eventualmente, el tren al cual me haba subido en la plataforma de la
lnea Ryouke se detuvo completamente a medio camino hacia mi
destino. Debido a la fuerte nevada, nos hemos detenido para evitar
cualquier potencial problema ms adelante, inform el anuncio.
Estamos terriblemente apenados por el retraso pero no tenemos un
tiempo estimado en el que este servicio ser reanudado, continu.
Mire afuera de la ventana y todo lo que poda ver eran bastas planicies
de nieve en la oscuridad. La fuerte briza poda ser escuchada
golpeando en las ventanas. No entenda por qu haban detenido el
tren en medio de la nada. Mir a mi reloj y descubr que ya haban
pasado dos horas de la hora prometida. Me preguntaba cuntos
cientos de veces ya haba mirado mi reloj ese da. No quera seguir
mirando la hora as que me quite el reloj y lo dej en una pequea
mesita debajo de la ventana. No haba nada ms que yo pudiera
hacer. Todo lo que poda hacer era rezar porque el tren volviera a
funcionar rpidamente.
Akari haba escrito en su carta, Cmo ests Takaki-kun? Hoy me
despert temprano para ir al club y estoy escribiendo esta carta en el
tren.
Mientras imaginaba a Akari escribiendo esa carta, de alguna forma
sent que ella siempre estaba sola. Y tambin me di cuenta de que
conmigo pasaba lo mismo. Tena muchos amigos en la escuela pero
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mientras estaba ah sentado sin tener a nadie a mi alrededor, con mi
cara escondida debajo de mi capucha, me di cuenta de que este era
mi verdadero yo. La calefaccin estaba funcionando pero con tan
pocos pasajeros a bordo, los espacios vacios aun se sentan fros. No
tena idea de cmo me deb de haber sentido nunca haba
experimentado un tiempo peor en toda mi vida. Todo lo que poda
hacer era sentarme ah, mi espalda encorvada, apretando tan fuerte
mis dientas para no llorar y desesperadamente mantener la
compostura ante el malicioso paso del tiempo. Sent como si fuera a
volverme loco al imaginarme cmo estara Akari aun esperando sola
en la estacin en la fra estacin y lo tan desesperanzada que se
estara sintiendo. Dese desesperadamente que ella no estuviera
esperando ms y se hubiera ido a casa.
Pero yo saba que ella aun estara ah esperndome.
Saba que era verdad porque eso me llenaba de aun ms tristeza y
dolor. Pareca como si la nieve de afuera fuera a caer por siempre.
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Capitulo 4
Otras dos horas ms pasaron antes de que el tren volviera a moverse
y ya eran pasadas de las once en punto cuando llegu a Iwafune,
cuatro horas despus de lo que haba planeado. Para m, ya era tarde
en la noche en ese momento. Mientras descenda en la plataforma,
mis zapatos hacan un suave sonido mientras atravesaban la nieve
fresca. El viento se haba detenido por completo y cientos de copos de
nieve continuaban cayendo desde el cielo. En el lado de la plataforma
en el que me baj no haba paredes ni rejas, solo campos de nieve
yendo tan lejos hasta donde alcanzaba a ver. Las luces de la ciudad
eran distantes y pocas. Estaba completamente en silencio sin contar el
sonido del motor del tren.
Cruc un puente elevado y lentamente camine hacia las taquillas.
Poda ver toda la ciudad desde el puente. Haba pocas luces visibles y
la ciudad yaca ah silenciosamente mientras la nieve caa y la cubra.
Le entregu mi boleto al encargado y entr a la estacin de madera.
Entr a la sala de espera pasando las taquillas. Mi cuerpo estaba
envuelto con el calor y el nostlgico olor de una estufa de aceite. Todo
mi cuerpo se calent desde dentro de mi corazn y me hizo cerrar los
ojos, para poder aceptar todo lo que haba pasado Cuando volv a
abrir mis ojos, vi a una solitaria chica joven sentada al frente de la
estufa con la cabeza baja.
La delgada chica envuelta en un abrigo blanco me pareci como una
completa extraa al principio. Lentamente me acerqu a ella y la
llam. Ella reaccion a mi voz como si yo tambin fuera un extrao. Un
poco sorprendida lentamente levant la cabeza y mir a donde yo
estaba. Era Akari. Las orillas de sus ojos estaban rojas las lgrimas
se haban reunido ah. Akari luca ms madura de a cmo era hace un
ao y mientras que la luz dorada de la estufa brillaba en ella, pareca
ser la ms bella chica en la que haba podido posar mi mirada. Me
haba quedado sin habla y mi corazn palpitaba como si fuera tocado
directamente con un dedo. Era la primera vez que haba tenido ese
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sentimiento. No poda quitar mis ojos de ella. La contemplaba como si
la vista de sus lgrimas acumulndose en sus ojos fuera un momento
invaluable. Akari estir su mano y sujet la orilla de mi abrigo,
apretndolo. Di un paso adelante. El momento en el que me di cuenta
de lgrimas reunindose en sus suaves manos de un color blanco
puro, un sentimiento indescriptible y repentino me haba paralizado de
nuevo y, cuando pude reaccionar, me di cuenta de que yo tambin
estaba llorando. El agua caliente en la estufa de aceite herva
gentilmente, su sonido haca eco en la estacin.
* * *
Akari haba trado un almuerzo que ella haba hecho para m y algo de
t en un termo. Nos sentamos a un asiento de distancia entre nosotros
para que pudiramos ubicar las cosas all. Me beb el t que me haba
servido. Tena un placentero aroma, caliente, pero solo lo adecuado, y
saba muy bien.
Esto es lo ms delicioso que he probado en mi vida. le dije
desde el centro de mi corazn.
En verdad? Solo es comn t Houji.
T Houji? Esta es la primera vez que he bebido esto.
No puedes decirlo en serio. Estoy segura de que lo has de haber
bebido antes! me dijo Akari, era en verdad la primera vez que
probaba el t y saba tan bien.
Es verdad le contest y Akari me dijo:
S, claro. con una mirada de diversin.
Oh, y tengo esto tambin, Akari dijo mientras abra la caja del
almuerzo para revelar dos bandejas de plstico. Una de ellas tena
cuatro grandes onigiris mientras que la otra estaba llena de vvidos y
coloridos platillos secundarios. Haba mini hamburguesas, salchichas,
tamagoyaki, tomates pequeos y brcolis. Todos estaban bien
ordenados en parejas.
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Dado que fui yo quien lo hizo, no puedo garantizar que sepa bien
Akari me dijo mientras ella pona un poco sobre su regazo.
Pero puedes probarlo su gustas.
Gracias. pude decir al fin. Me sent muy caliente de nuevo de
repente, como si estuviera a punto de llorar otra vez. Me sent
avergonzado y desesperadamente lo mantuve dentro. Record lo
hambriento que estaba y rpidamente dije:
Estoy muy hambriento!
Akari me sonri con mucha alegra.
Tom una de los pesados onigiris y le di una mordida. Aun durante
ese simple mordisco, sent como si quisiera llorar. Baj mi cabeza
mientras masticaba, asegurndome de que Akari no se diera cuenta.
Era lo ms delicioso que haba comido nunca.
Esto es lo ms delicioso que he probado en mi vida. dije,
honestamente.
Pero si acabas de decir eso!
Lo digo en serio!
Estoy segura que solo lo dices porque ests hambriento.
En serio
Si. Creo que comer un poco. dijo Akari felizmente mientras
tomaba un onigiri tambin.
Seguimos comiendo por un rato. Incluso las hamburguesas y las
salchichas estaban sorprendentemente deliciosas. Si intentara
decrselo a Akari, ella probablemente sonreira avergonzada pero de
alguna forma orgullosa dira algo como: Despus de la escuela fui a
casa para prepararlo. Mi madre ayudo un poco.
Qu le dijiste a tu madre?
Qu le dijiste a tu madre?
34
Le deje una nota que deca que sin importar que volviera, no se
preocupe.
Hice lo mismo. Tu madre debe estar realmente preocupada ahora.
Si Pero estar bien. Cuando preparaba el almuerzo, pregunt
para quin era y yo solo le sonre. Ella pareca feliz. Tal vez sepa qu
era lo que tramaba.
Yo estaba muy curioso acerca de lo que ella saba pero no le pregunt
a que se refera y segu comiendo mi onigiri. Los onigiris eran de buen
tamao y teniendo dos de cada acompaamiento, yo estaba lleno y mi
estmago estaba contento de nuevo.
La dorada luz de la estufa brillaba en nosotros. Mi frente se senta
confortablemente clida. Nos olvidamos del tiempo y hablamos de
todo lo que nos gustaba mientras nos bebamos lentamente el t
Houji. Ninguno de nosotros pensaba en volver a casa. Ninguno de
nosotros lo dijo en voz alta pero sabamos que ese era el caso. Ambos
tenamos un sinfn de cosas de las que hablar. Estbamos dejndonos
saber lo solitarios que nos sentimos durante el ao pasado. A pesar de
que ninguno puso esos sentimientos en palabras, estbamos
conversando y al mismo tiempo le dejbamos saber al otro cunto lo
habamos extraado y lo mucho que queramos estar juntos.
Era cerca de media noche cuando el encargado de la estacin toc
amablemente en el cristal de la ventana del personal.
Es casi hora de que se cierre la estacin. Ya no hay ms trenes.
Se trataba del seor al que le haba entregado mi boleto antes. Pens
que estaba enojado con nosotros pero estaba sonriendo.
No quera interrumpirlos ya que ambos parecan estar disfrutando la
compaa del otro pero nos deca con un conocido, tono amable.
Tengo que cerrar la estacin. Por favor tengan cuidado en su
camino a casa. Hay bastante nieve.
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Le agradecimos al encargado y dejamos la estacin.
La ciudad de Iwafune estaba completamente sepultada en la nieve. Y
aun segua cayendo pero extraamente en este mundo nocturno
donde el cielo y la tierra estaban rodeados de nieve, no se senta fro
para nada. Caminamos emocionadamente uno junto al otro sobre la
recin cada nieve. Estaba orgulloso de ser unos pocos centmetros
ms alto que Akari. Las plidas lmparas de la calle iluminaban
crculos de luz frente a nosotros. Miraba mientras Akari se adelantaba
corriendo felizmente hacia uno de ellos. Su figura se haba vuelto ms
madura de lo que poda recordar.
Akari me llev a ver el rbol del que me haba hablado en su carta.
Estaba a solo diez minutos caminando desde la estacin pero estaba
en medio de unas tierras de cultivo donde ninguna casa poda ser
vista. No haba luces hechas por el hombre cerca, solo la luz que se
reflejaba de la nieve lo haca lo suficientemente brillante. Toda la
escena de alrededor estaba suavemente iluminada. Era como si el
hermoso escenario fuera una fina obra de artesana.
El rbol de cerezo se alzaba en el medio de unos campos de arroz.
Era grande y alto. Un hermoso rbol. Ambos debajo de l, mirando la
nieve caer. La nieve caa del obscuro cielo, aterrizando
silenciosamente haciendo que las ramas se doblaran un poco.
Hey, luce exactamente como la nieve, dijo Akari.
Si, realmente lo parece. le contest. Poda sentir a Akari
mirndome y sonriendo debajo del totalmente floreado rbol de
sakura.
Esa noche, Akari y yo nos besamos por primera vez. Nos besamos
muy naturalmente.
El momento en el que nuestros labios se tocaron, pude entender
donde la eternidad, el corazn y el alma estaban. Sent como si
36
estuviramos compartiendo nuestros trece aos de vida con el otro
pero despus de eso, entristec.
No saba dnde podra llevar conmigo la calidez y el alma de Akari o
como debera tratarla. Aun tenindola all enfrente de m. No saba qu
era lo que deba haber hecho. Claramente entend que no podramos
estar juntos despus de eso. Aun tenamos una larga e imprevisible
vida frente a nosotros dos esparcindose con una inmensidad de
tiempo.
Pero al poco tiempo, esa inquietud que tena se desvaneci y solo la
calidez de los labios de Akari se qued conmigo. Nada en el mundo se
pareca a la calidez y suavidad de sus labios. Fue un beso muy
especial. Ahora que lo pienso, no hubo un beso despus de ese en
toda mi vida que pudiera comparar con la felicidad, pureza y la
sinceridad que sent con ese mismo.
* * *
Pasamos la noche en un pequeo cobertizo por los campos. Entre
todo el equipo de guardado dentro de ese cobertizo de madera, Akari
y yo encontramos una vieja cobija en las estanteras, nos quitamos
nuestros zapatos y abrigos mojados, nos envolvimos juntos con la
cobija y platicamos calmadamente. Debajo de su abrigo, Akari haba
estado usando un uniforme de marinera mientras que yo usaba un
uniforme comn. Ya no nos encontrbamos solos y por eso
estbamos llenos de alegra.
Mientras hablbamos debajo de la cobija recargados uno en el otro, de
vez en cuando la suavidad del cabello de Akari rosaba con mi mejilla y
mi cuello. Cada vez que eso pasaba, el olor de su suave aroma poda
emocionarme mientras que el clido toque de su cuerpo mantena mis
sentidos satisfechos. El tono de la voz de Akari hacia que mi cabello
se meciera mientras que la ma tambin hacia que su cabello se
moviera. La nieve afuera brillaba y ocasionalmente baaba la cobija
con la luz de la luna que haca que todo pareciera solo una ilusin.
Antes de nos diramos cuenta, nos habamos quedado dormidos.
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Cuando nos despertamos eran cerca de las 6 en punto de la maana y
la nieve haba dejado de caer. Bebimos un poco del apenas tibio t
Houji que quedaba, nos pusimos nuestros abrigos y empezamos a
caminar hacia la estacin. El cielo era azul y el sol naciente brillaba
sobre el filo de las montaas, haciendo que los campos cubiertos de
nieve brillaran con su luz. Era un mundo deslumbrante.
En la plataforma en ese sbado por la maana, era el nico pasajero.
El tren pintado de naranja y verde haba llegado, viajaba por la lnea
Ryouke brillando debajo de la luz del sol al amanecer. Las puertas se
abrieron y yo me sub, me gir hacia la plataforma. La Akari de trece
aos estaba ah parada, los botones de su blanco abrigo estaban
desabotonados, revelando una parte de su uniforme de marinera.
S, me haba dado cuenta. Desde ese momento en adelante
tendramos que estar solos de nuevo y debamos regresar a nuestros
lugares en el mundo.
Aunque habamos pasado tanto tiempo hablando durante la noche,
aunque habamos estado tan cerca uno de otro repentinamente nos
bamos a separar de nuevo. Me quede en silencio, sin saber que
decirle nada. Fue Akari quien habl.
Hey, Takaki-kun.
Eh? contest con una voz como si me costara respirar.
Takaki-kun dijo una vez ms, dudando. Los campos de nieve
baados con la luz del amanecer detrs de ella brillaban como la
superficie de un lago y Akari lucia tan hermosa mientras su persona se
encontraba ante ese escenario. Repentinamente me mir a los ojos y
sigui hablando como si hubiera reunido toda su fuerza para hacerlo.
Takaki-kun, estoy segura de que estars bien! S que lo estars!
Gracias me las arregl para decirle antes de que las puertas
del tren empezaran a cerrarse.
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No poda dejarlo as. Tena que decirle ms. Grite con todas mis
fuerzas para que mi voz pudiera llegar a ella aun a travs de las
puertas cerradas.
Cudate tu tambin, Akari! Te escribir! Te llamar!
En ese momento, cre escuchar el estridente chillar de las aves.
Mientras que el tren comenzaba a moverse, nuestras manos derechas
tocaron el mismo lugar de la ventana de la puerta del tren. Fueron
separadas casi inmediatamente despus pero, por un pequeo
momento, tocaron el mismo lugar.
Mientras que el tren se mova, segu parado ah en las puertas.
No pude decirle a Akari que le haba escrito una carta a ella y tampoco
le pude decir que la haba perdido. Tena la idea de que podramos
encontrarnos despus algn da pero sent que el mundo haba
cambiado luego de nuestro beso.
Gentilmente puse mi mano en el lugar donde Akari haba tocado.
Takaki-kun, estoy segura de que estars bien.
Era como si sus palabras hubieran chocado con algo dentro de mi
algo que ni siquiera yo conoca tenan un misterioso sentimiento en
ellas. Tena la sensacin de que algn da en el muy distante futuro,
las palabras de Akari se convertiran en una muy importante fuente de
valor para m.
Pero en ese mismo momento del tiempo lo nico que poda seguir
haciendo era mirar a travs de la ventana al pasante escenario y
pensaba para mi mismo si tan solo tuviera el poder para protegerla.
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Episodio 2 Cosmonauta
Capitulo 1
El agua deslumbraba bajo el sol naciente en el horizonte. El cielo era
azul y mi cuerpo se senta ligero en el agua tibia debajo de m. Era la
nica flotando en el mar. En tiempos como ese me senta como si
fuera especial y me haca un poco feliz. Los problemas que me
preocupaban no podan molestarme en este momento.
Luego me puse a nadar con toda mi energa ola tras ola mientras
pensaba para m misma que tal vez porque solo era una optimista que
lograba ignorar mis preocupaciones tan rpido. El mar por la maana
era tan hermoso. Era difcil de describir los colores de las olas
mientras chocaban entre ellas poco a poco. Era lo suficiente para
atrapar mi atencin mientras que la tabla de surf en la que estaba se
balanceaba hacia la siguiente ola. Sent que ya estaba lista para
levantarme en la tabla pero perd mi equilibrio y ca de la ola. Fall de
nuevo. Tragu un poco de agua de mar y un poco de ella me irrit los
ojos.
Mi primera preocupacin; nunca me las poda arreglar para pararme
en la tabla de surf en los pasados seis meses.
Me las arregl para volver al estacionamiento en la orilla (era en
realidad un simple campo abierto con plantas demasiado grandes) y,
usando la alta hierba de all como cobertura, me quit el traje de
neopreno que me quedaba perfectamente contra la piel y me puse mi
uniforme de la escuela. El lugar estaba desierto. Los fuertes vientos
del mar se sentan muy bien despus de haberme entrado en calor por
el ejercicio. Mi corto pelo que apenas me llegaba al hombro se sec en
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un segundo. El sol del amanecer creaba largas y torcidas sombras de
las hierbas sobre mi blanco uniforme de marinera. Amaba el mar, pero
lo amaba incluso ms en esta temporada en particular. Si era invierno,
hubiera sido bastante incmodo haberse cambiado de ropa de esta
forma.
Mientras me pona un poco de blsamo en mis labios secos escuch
acercarse la camioneta de mi hermana mayor, por lo que tom mi
tabla de surf, mi bolsa deportiva y fui hacia ella. Llevaba puesto un
traje para correr rojo y estaba bajando la ventana del conductor
cuando me llamaba.
Kanae, Cmo te fue hoy?
Mi hermana era hermosa. Su cabello era largo y lacio, siempre
mantena la compostura y era maestra de preparatoria. Ella era 8 aos
mayor que yo y hace tiempo no me caa bien. Tal vez yo tena algn
complejo en el que siempre analizaba y comparaba mi yo promedio
contra mi brillante hermana. Pero como era ahora si me gustaba.
Antes de que lo supiera, haba empezado a respetarla despus de que
se graduara de la universidad y regresara a casa en la isla. Si ella no
usara ese viejo traje para correr lucira aun ms hermosa de lo que
luca ahora. Pero tal vez ella lo haca porque no quera destacar
mucho en esa pequea isla.
No pude hacerlo hoy tampoco. El viento venia de la costa todo el
tiempo. le contest mientras pona mi tabla en la cajuela.
No te preocupes por eso, tmate tu tiempo. Vendrs a practicar
despus de clases tambin?
S, quiero hacerlo. Estar eso bien por ti, Onee-chan?
Estar bien. Pero asegrate de estudiar tambin.
S, s!
Le contest en una voz alta y sarcstica y despus fui hacia una
scooter estacionada en una esquina del estacionamiento. Una
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motocicleta clsica de escuela, la Honda Super Cub que haba sido de
mi hermana en su tiempo de aprendizaje. En la isla no haba autos y
casi ningn autobs tampoco as que la mayora de los estudiantes
tenan que obtener sus licencias para moto cuando cumplan los 16.
Viajar con la moto era algo bastante conveniente y cmodo, pero cada
vez que iba a la playa mi hermana tena que ir conmigo porque no
poda llevar la tabla de surf en la moto. Era tiempo de que furamos a
la escuela ahora. Yo asistira a mis clases y mi hermana ira a dar las
suyas. Mientras giraba la llave para encender el motor, revise la hora
en mi reloj. Eran las 7:45. Si, aun tena tiempo. l debera aun estar
practicando. Segu a mi hermana con mi Cub y dejamos la costa
detrs.
Empec a hacer bodyboarding1 en el primer ao de la preparatoria por
la influencia de mi hermana y en el primer da fui capturada por la
magia del deporte. Ella estuvo en el club de surf durante la
universidad. No estaba muy a la moda y tampoco era difcil (por los
primeros tres meses lo nico que hicieron fue entrenamiento bsico
para prepararse para el mar, pasaban el tiempo braseando y
buceando de pato todos los das hasta que se pusiera el sol) y yo no
entenda por qu querran ir contra algo tan grande como el mar, pero
pens que era algo bastante hermoso para hacer. Entonces, un
soleado da de mi segundo ao, pens que yo tambin querra correr
las olas alguna vez. Para hacer eso tuve que aprender cmo
levantarme en una tabla corta y larga y, dado que siempre soy tan
aventurada, tendra que ser en una tabla corta para que pudiera hacer
giros y virar cuando empezara a aprender, me las arregl para poder
correr algunas olas varias veces con suerte pero despus de ese
da no he vuelto a ser capaz de poderme parar en la tabla por alguna
razn. Haba empezado a pensar que debera dejar de intentar surfear
en una tabla corta por lo difcil que era pero no estaba segura si deba
abandonar tan fcilmente algo que haba decidido por m misma y, con
1 Es lo mismo que surfear, pero lo diferente es que la tabla es pequea y vas acostado sobre ella.
Busquen una imagen en internet y entendern.
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esa molestia en mente, en un pestaeo ya estaba en tercer ao de
preparatoria y ya era verano de nuevo.
PUM! El pequeo y placentero sonido que poda ser escuchado
mezclado con las cantoras aves en la maana. Era el sonido de una
flecha atravesando una pieza de papel en una tabla siendo usado
como tiro al blanco. Ya eran diez pasadas de las ocho y yo estaba
parada en la sombra del edificio de la escuela sintindome muy
nerviosa. Haba espiado un poco hace un momento y al igual que
siempre, l estaba ah, practicando arquera.
Cada maana siempre estara practicando su arquera y esa era una
de las razones de porque yo tambin practicaba surf cada maana.
Luca tan lleno de energa en la maana de alguna forma, que me
hacia querer estar llena de energa. Era maravilloso observarlo sacar
flechas con esa seria expresin en su cara. Estaba tan avergonzada
como para obsrvalo de cerca as que siempre me mantena a 100
metros de distancia para poder observarlo. Espiando incluso.
Por alguna razn alise mi falda, arregle lo suficientemente mi uniforme
de marinero y respire profundamente. Muy bien! Actuemos
naturales, me dije a mi misma y empec a caminar hacia el rea de
arquera.
Hey, buenos das.
Me saludaba como lo haca cada maana, parando de practicar
cuando me vea pasar. Aaah! Era tan amable! Tena una voz tan
grave y genial!
Mi corazn lata rpido pero segu caminando hacia l, pretendiendo
estar en calma. Pretend solo estar pasando por ah. Le contest
cuidadosamente para que mi voz no me delatara.
Buenos das, Tohno-kun. Llegas temprano hoy tambin.
T tambin Kanae. Estabas en el mar, cierto?
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S.
Entrenaste duro, verdad?
S me sorprendi al alentarme de esa forma. Oh no, esto no es
bueno. Mi cara probablemente se haya puesto rojo brillante!
N-No en realidad Ehehehe, Nos vemos ms tarde, Tohno-kun!
Hui rpidamente, avergonzada y feliz al mismo tiempo.
Si, nos vemos mas tarde. Escuche su amable voz desde atrs
de m.
Mi segundo problema; tena un amor no correspondido por Tohno-kun.
De hecho, ha sido as por cinco aos. Nombre completo: Takaki
Tohno-kun. Solo podra estar con Tohno-kun seis meses ms antes
de que nos graduemos de la preparatoria.
Y mi tercer problema: La hoja de papel en mi escritorio lo resuma
todo. Ya eran las 8:35 y estbamos a mitad de la clase de la maana.
Apenas estaba escuchando al Sr. Matsuno. l estaba diciendo cosas
como, Es momento de que todos tomen una decisin por s mismos.
Disctanlo con su familia o algo as. En la hoja de papel estaba
escrito como ttulo, Tercer Cuestionario de Asesoras para Carrera.
Solo me las pude arreglar para contestar la mitad del papel.
12:50, medio da. Era hora del almuerzo y en el saln se estaba
reproduciendo msica clsica la cual estaba segura de haber
escuchado antes en algn lado. Por alguna razn, me encontr
imaginndome a un pingino patinando mientras escuchaba la
cancin. Con qu memorias estaba conectada esa cancin en mi
mente? Me rend a intentar recordar el nombre de la cancin y me
centr en los huevos fritos que mi mama me haba preparado para
comer. Estaban deliciosos. Poda sentir el sabor esparcirse,
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llenndome con felicidad. Estaba sentada con Yukko y Saki-chan,
quienes estaban hablando de sus elecciones de carrera.
Escuch que Sasaki-san tomar el examen de entrada para la
Universidad de Tokio.
Sasaki-san? Te refieres a Kyoko?
No, no. Me refera a Sasaki-san del grupo uno.
Oh, la Sasaki-san del club de literatura. No me sorprende!
Escuchar del grupo uno me haca sentir nerviosa. Era el grupo en el
que estaba Tohno-kun. Por cada ao, los estudiantes eran divididos
en tres grupos en la preparatoria. Estaban los grupos dos y tres en los
que se enseaban temas comunes, mientras que en el grupo uno
estaban los que ya haban planeado entrar a la universidad. Al tercer
grupo se le enseaba acera de la industria y muchos de los
estudiantes iran a una escuela especializada o a trabajar
directamente, la mayora se quedaba en la isla. Yo estaba en el tercer
grupo. Y aun no le haba preguntado a Tohno-kun, pero l
probablemente estaba intentando entrar a la universidad. De alguna
forma tena la sensacin de que l quera volver a Tokio. El huevo frito
que estaba comiendo repentinamente haba perdido su sabor.
Qu hay de ti, Kanae? Yukko repentinamente me pregunt,
pero yo no estaba lista para responderle.
No decas que planeabas ponerte a trabajar despus de
graduarte? Saki-chan contino. Yo me detuve insegura de que
decirles. Yo aun no saba qu era lo que hara despus.
No has pensado bien en esto, verdad? Dijo Saki-chan luciendo
sorprendida.
Todo en lo que ella piensa es en Tohno-kun. dijo Yukko.
Pero el probablemente ya tenga una novia en Tokio continu
Saki.
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Imposible! grit seriamente.
Las dos se rieron. Ellas saban todo de los sentimientos que intentaba
esconder.
Ah, no me importa. Voy por un yogurt de la mquina expendedora.
dije mientras me levantaba de mi asiento molesta. Saba que ellas
solo estaban bromeando pero La historia de la novia de Takaki
Tohno era demasiado para m.
Qu?! Vas a tomarte otro? Con ese sera el segundo!
Y? Tengo sed.
Esa es nuestra chica surfer!
Dej que sus bromas se deslizaran y sal al corredor donde una ligera
briza soplaba. Camin sola mirando arriba, a los cuadros que
colgaban de la parte superior de la pared. Haba fotos de despegues
de cohetes en los aires con enormes estelas de humo. H2
Lanzamiento de Cohete No. 4 Heisei 9eno Ao (2001), Agosto 17
10:53, H2 Lanzamiento de Cohete No.6 Heisei 9eno Ao (2001),
Noviembre 28 6:27 Estaba el rumor de que cada vez que hubiera
un lanzamiento exitoso, alguien de la NASDA vendra a colgar una
nueva foto.
Haba visto lanzamientos de cohetes. Puedes verlos claramente
elevarse por el cielo con su enorme estela de humo blanco sin
importar en qu parte de la isla te encuentres. Ahora que pienso en
ello, se siente como si no hubiera habido lanzamiento alguno desde
hace algunos aos. Tohno-kun solo ha estado en la isla por 5 aos
pero, me pregunto si ha visto alguno. Espero que algn da seamos
capaces de ver uno juntos. Si resulta ser la primera vez que el ve uno,
creo que estar bastante emocionado y si podemos verlo juntos a
solas solo nosotros dos, creo que nos podremos volver ms
cercanos. Pero solo faltan seis meses para que nuestras vidas de
preparatoria lleguen a su fin. Me pregunto si seremos capaces de ver
uno antes de que eso pase? Oh, Y ser capaz de levantarme en mi
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tabla de surf para entonces? Un da, quiero que Tohno-kun me vea
surfear pero no quiero lucir mal ante l. Quiero que l siempre vea mi
mejor lado. Solo quedan seis meses No, tambin hay esperanzas de
que Tohno-kun decida quedarse en la isla. Si eso pasa, entonces
tendr oportunidades de sobra para mostrarle y tambin estar segura
de trabajar en la isla al acabar la preparatoria. Pero de alguna forma,
no puedo verlo quedndose en la isla. No pareca ser el tipo de
persona que se quedara a vivir en una isla. *Suspiro*
Y entonces, todos mis problemas estaban centrados alrededor de
Tohno-kun. A pesar de que saba que no me poda seguir
preocupando por esto para siempre, tan solo segua hacindolo.
Ese fue el porqu decid que le declarara mi amor a Tohno-kun el da
que fuera capaz de montar olas una vez ms.
* * *
Ya eran las 7:10 de la tarde. El sonido de las cigarras japonesas haba
cambiado a un sonido de cigarras ms comunes. Probablemente no
faltaba mucho antes de que se pudieran escuchar los grillos. Ya
estaba un poco oscuro pero la luz de la puesta de sol segua presente
y las altas nubes brillaban de un color dorado. Si te quedaras parado
ah vindolas, podras darte cuenta de que fluan hacia el oeste. Tan
solo hace un rato, el viento soplaba hacia la costa el viento viniendo
desde el mar indica que las olas no son buenas pero ahora podra
ser un buen momento para montar olas. Pero creo que eso no
cambiara el hecho de que aun no estaba segura de poder pararme en
la tabla.
Me qued en la sombra del edificio de la escuela y espi hacia el
estacionamiento. Ya no quedaban tantas motonetas y no haba seal
de estudiantes cerca de la puerta. Todas las actividades de los clubes
del da se haban acabado. En otras palabras, haba vuelto a la
escuela despus de surfear y me estaba escondiendo, esperando que
Tohno-kun llegara al estacionamiento (me asust un poco cuando
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pens en lo que estaba haciendo) pero l tal vez ya se haba ido a
casa. Decid esperar un poco ms y dese poder montar olas pronto.
Me preocupaba que pudiera montar olas apropiadamente o no, acerca
de mi relacin con Tohno-kun y acerca de mi futuro. Por supuesto, tal
vez tenga ms problemas en mi mente pero esos eran los tres ms
grandes. Por ejemplo, otro de mis pequeos problemas era mi
bronceado. Realmente no tengo una piel oscura (tal vez) pero sin
importar cunta locin bloqueadora usara siempre terminaba con un
bronceado ms oscuro que el de mis otras compaeras. Mi hermana
deca que era natural porque surfeaba, mi amigas Yukko y Saki-chan
decan que me haca lucir linda pero me senta realmente mal cuando
mi piel era ms oscura que la del chico que me gusta. La piel de
Tohno-kun era tan blanca y hermosa.
Mis otras preocupaciones eran que el tamao de mi pecho no haba
aumentado (Tengo el mismo ADN que mi hermana as que porque el
tamao de su busto creci tanto y el mo aun no!), mis resultados en la
escuela no eran devastadoramente buenos, tal vez no tena un buen
gusto con la ropa, tal vez era demasiado saludable y no poda
resfriarme (eso me haca un poco menos linda que las otras chicas),
etc. Tena una enorme montaa de problemas que me preocupaban.
Espi de nuevo en el estacionamiento dicindome a mi misma que
recontar mis problemas no me iba a ayudar en nada. Pude ver una
muy familiar silueta acercndose desde la distancia. S! Sabia de
tenia que esperar! Demonios, soy buena! Rpidamente, tom un largo
respiro y casualmente comenc a caminar hacia el estacionamiento.
Hey, Sumida. Ya te vas a casa? Tena tan linda voz. Pronto fui
capaz de verlo claramente gracias a las luces del estacionamiento. El
tena un cuerpo delgado y tonificado, cabello largo que cubra un poco
sus ojos y caminaba por todos lados con una postura realmente
calmada.
Si Qu hay de ti, Tohno-kun? Pude sentir mi voz temblar. Oh
dios! Me gustara ser ya capaz de controlarme totalmente.
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Si, Quieres que conduzcamos juntos de regreso a casa?
Si hubiera tenido la cola de un perro, estoy segura de que estara
menendose felizmente ahora mismo. Ah, estoy tan feliz de no ser un
perro porque estoy segura de que ya me habra regalado pero,
tambin estaba agradecida porque la buena fortuna nos permitiera ir
por el mismo camino a casa.
Conducimos en fila por un estrecho camino rodeado por campos de
caas. Mientras miraba la espalda de Tohno-kun al conducir enfrente
de m, realmente pude sentir lo mucho que la buena fortuna me estaba
bendiciendo. Me sent realmente clida por dentro y, justo como
cuando falle al intentar surfear, se me tensaron los orificios de la nariz.
An no s por qu, pero el sentimiento de felicidad y tristeza se
parecen bastante.
Haba pensado para m misma que Tohno-kun era diferente de otros
chicos cuando lo mir por primera vez. El se transfiri aqu, a
Tanegashima desde Tokio durante el segundo ao de secundaria en
primavera. Aun puedo recordar claramente como luca en la
ceremonia de apertura del segundo semestre. Parado ah ante el
pizarrn negro haba un chico que no conoca. No lucia apenado o
nervioso y tena una pacifica sonrisa en su apuesto rostro.
Soy Takaki Tohno. Me mud aqu desde Tokio hace tres das por el
trabajo de mi padre. Estoy acostumbrado a transferirme de escuelas
pero aun no estoy familiarizado con esta isla. Estoy encantado de
conocerlos a todos.
No habl ni muy rpido ni muy lento, no estaba nervioso, sonaba
calmado, con una perfecta entonacin y acento. Era como un
presentador de la televisin. Si hubiera sido yo me hubiera sentido
de una forma completamente opuesta al haberme mudado de una
sper enorme ciudad a un sper enorme lugar rural (bueno, a un isla
en realidad) mi cara estara de un rojo brillante, mi mente
completamente en blanco y no dudara en estar molesta por tener un
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acento diferente al de los dems. Aun as, ah estaba l y a pesar de
que tenamos la misma edad, me