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Teoría del conocimiento

Date post: 20-Jul-2015
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Teoría del Conocimiento Cómo conoce el hombre según santo Tomás de Aquino
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Teoría del

Conocimiento

Cómo conoce el hombre

según santo Tomás de

Aquino

1. La pregunta por el

conocimiento

Toda filosofía, o más bien, toda actitud filosófica, comienza con la admiración. Todos hemos sentido admiración alguna vez en nuestras vidas, sobre todo si hemos tenido la suerte de presencias algo extraordinario. La admiración filosófica, sin embargo, es ante las cosas ordinarias que ocurren en el día a día. Una de ellas es el conocer: ¿Qué queremos decir al decir que conocemos?

“Muy propio del filósofo es el estado de tu alma: la admiración. Porque la filosofía no conoce otro origen que éste…” (Platón, Teeteto, 155d.)

• Para encaminar mejor esta reflexión,

tengamos en cuenta lo siguiente:

cuando conocemos algo, de algún

modo lo poseemos dentro nuestro. Esto

se entiende incluso con el ejemplo más

simple: yo puedo pensar en el lápiz de

mi amiga incluso cuando no lo estoy

mirando. Lo puedo imaginar

perfectamente bien, recordando el

color exacto de su tapa, su marca, los

daños que tiene por el uso y otros

detalles.

Ese lápiz que mi amiga tiene, yo lo tengo en mi mente: no materialmente, como mi amiga, pero he conocido su lápiz y por tanto puedo pensar en él cuando me dé la gana. Esto se aplica a todo lo que conozcamos, y por eso es que podemos pensar en muchas cosas que sólo hemos visto una sola vez o que no tenemos en frente.

Lápiz

Torre EiffelEsfinges

Gatos

BotellasFlores

Y las cosas van más allá todavía:

imaginemos que no conocemos ningún

otro lápiz además del de mi amiga. Sin

embargo, alguien podría aparecer con un

lápiz distinto al suyo, digamos, que me lo

regale para mi cumpleaños. Yo no me

sorprendería y diría “¿qué es esto que me

regalaste?”, sino que lo reconocería como

un lápiz y daría las gracias. Esto es porque

de algún modo he extraído la idea general

de lo que es un lápiz, y ahora puedo

reconocer todos los otros lápices.

Fijémonos con atención en lo que esto implica. Poseemos lo que conocemos, pero, ¿lo poseemos materialmente? El lápiz que conozco, ¿lo poseo dentro de mi cerebro como una copia más pequeña del lápiz original? ¿O será que lo poseo inmaterialmentedentro de mí? Pero, de ser así, ¿cómo es que el lápiz de mi amiga, claramente físico y palpable, llegó a estar inmaterialmente dentro de mi cabeza?

“…la diferencia entre los seres que tienen conocimiento y los que no lo tienen, estriba en que estos últimos no tienen más que su propia forma, mientras que a aquéllos les es connatural tener también la forma de otra cosa, pues la especie de lo conocido se encuentra en quien conoce”

(S. Th. I, q. 14, a. 1)

Son estas preguntas por el conocimiento

las que despiertan el asombro filosófico

que siempre se ha considerado como el

primer paso para la filosofía. Muchos

filósofos han intentado dar respuesta

estas preguntas. Hoy estudiaremos a uno

de los más importantes: Santo Tomás de

Aquino.

2. Santo Tomás

de Aquino

• Tomás de Aquino nació en

Italia el año 1225. Desde joven

tuvo muy clara su vocación

religiosa, a la que su familia se

oponía enérgicamente, tanto

que su padre y sus hermanos

decidieron encerrarlo durante

un año tentándolo con una

vida mundana. Finalmente su

padre muere, y entonces

Santo Tomás finalmente entra

a la orden de los Dominicos,

donde dedicó toda su vida al

estudio, a la docencia y a la

redacción de sus textos.

Tomás de Aquino se adhiere

notablemente a la filosofía de

Aristóteles, a quien en sus escritos llama

“El Filósofo”, siguiendo su pensamiento

realista. Esto quiere decir que afirma que

la existencia real de la esencia de las

cosas, y que puede ser conocida por

nosotros.

3. Ideas

preliminares a

su teoría del

conocimiento

Antes de entrar de lleno a la

explicación que da Tomás de

Aquino respecto a cómo

conocemos, veamos unas

cuantas ideas preliminares que hay que tener en mente:

• Entendimiento como tabla rasa: En la época de Tomás de Aquino era normal inscribir textos en tablas de madera o algún otro material. Que el entendimiento sea como una tabla rasa significa que es como una tabla en la que nunca se ha inscrito nada: es como una página en blanco. Cuando nacemos no hay nada anterior prescrito en nuestra mente, de manera que al conocer, no estamos recordando algo que ya sabíamos desde antes, sino que lo que conocemos es nuevo para nosotros.

Experiencia como comienzo de todo conocimiento:

Con “experiencia” me refiero a nuestro contacto con el mundo, a lo que nos viene dado por los sentidos: lo que vemos, tocamos, oímos, gustamos y olemos. No podríamos conocer nada si no tuviéramos contacto con el mundo exterior, y ni siquiera las elucubraciones más complejas podrían llevarse a cabo sin el primer paso que dan los sentidos. Pues, sin ellos, ¿cómo sabríamos que existe un mundo?

• Realismo: el hombre

conoce las esencias de las

cosas

Ya lo mencioné antes: santo

Tomás, como filósofo realista,

sostiene que la esencia de las

cosas existe y que el hombre

puede conocerla. Pero la

esencia, ¿qué es? Pues es lo

que algo es. La esencia de una

cosa es lo que hace que esa

cosa sea precisamente eso y

no algo más.

Aristóteles ya había señalado que conocemos las esencias de las cosas de este mundo.

Conocimiento como abstracción de

nociones universales

Esto ya lo explicamos con el ejemplo del

lápiz: cuando conozco un lápiz, ya puedo

reconocerlos todos. ¿Por qué sucede

esto? Pues porque mi conocimiento, sin

que yo me dé cuenta, ha extraído lo

universal de la noción de lápiz. Sé que

cualquier instrumento que sirva para

escribir del modo en que lo hace el lápiz

de mi amiga, se podrá llamar también

“lápiz”, y esto es porque al conocerlo he

extraído aquello que es universal para

todo lápiz. Y de hecho, aunque es

imposible pensar que podamos llegar a ver

todos los lápices del mundo, todos aquí

podemos decir con confianza que sin

duda podríamos reconocer la gran

mayoría, descartando lápices con diseños

disparatados.

Problema del conocimiento

Aquí surge lo que le provoca problemas a todos los filósofos: ¿cómo es que esa cosa que he conocido, física y externa a mí, se ha vuelto inmaterial y ha entrado a mi mente? ¿Cómo es que el lápiz, que en sí mismo no tiene nada que lo pueda volver inmaterial (y por tanto inteligible, puesto que no podemos pensar que haya un lápiz material dentro de nuestro cerebro cuando conocemos) se vuelve inmaterial cuando lo conocemos? ¿Qué clase de proceso podría ocurrir para que algo así ocurra?

Las respuestas que todos dan, aunque

son de índoles muy diferentes, siempre

tienen algo de misterioso. La que ofrece

Tomás de Aquino no es la excepción: el

proceso que explica el conocimiento es

llamado abstracción.

4. Proceso de

abstracción de

las esencias:

entendimiento

agente y

entendimiento

paciente

El proceso

llamado

abstracción es el

que Tomás de

Aquino plantea

para dar solución

al problema que

acabamos de

exponer.

Sigámoslo paso a

paso.

Lo mismo ocurre con los

dos momentos que

identificaré a continuación:

no es que se den en el

tiempo, como que en el

minuto 1 se dé el primer

momento y en el minuto 2

el segundo. Es algo

instantáneo que hemos

dividido para poder

comprenderlo.

Nuestro entendimiento

tiene dos facultades

que permiten identificar

dos momentos en la

abstracción. Sin

embargo hay que tener

cuidado, pues no es

que tengamos dos

entendimientos: nuestro

entendimiento es uno y

el mismo, pero para

poder entender cómo

es que conocemos,

Santo Tomás realiza esta

división que es

puramente mental y no

real.

Las dos facultades de nuestro entendimiento son:

El entendimiento

agente

y

El entendimiento

paciente

El entendimiento agente

es el que hace que la

cosa, material y por lo

tanto ininteligible para

nosotros, se vuelva

inmaterial e inteligible.

Santo Tomás dirá que

ilumina la cosa con su luz

para formar una primera

imagen, llamada especie

impresa.

• Esta primera

imagen es

confusa, pues

todavía no hemos

conocido la cosa

con toda la

precisión, pero ya

es inmaterial y por

lo tanto la

podemos

conocer.

El entendimiento agente es la respuesta

que da Tomás de Aquino al paso tan

misterioso que hay entre la cosa material

y nuestro conocimiento inmaterial de la

misma cosa, afirmando que “lo que el

entendimiento primero entiende es lo que

el entendimiento primero forma con un

conocimiento confuso y actual”. Es un

conocimiento actual porque ya está en

condiciones de ser conocido por

nosotros, y es entonces cuando actúa el

entendimiento paciente.

El entendimiento paciente toma la especie impresa y trabaja sobre ella, quitándolo todo lo

que tiene de particular y

contingente, quedándose así con su esencia: con

lo que es universal y necesario, lo que contiene

bajo lo que llamamos concepto o especie

expresa.

Con nuestro ejemplo del lápiz, sería ya esa idea

de lápiz en la que podemos pensar cuando

queramos y que nos hace reconocer no sólo el

lápiz de mi amiga, o el que me regalaron, sino a todos los posibles lápices que podría llegar a

conocer.

Se puede ver un resumen de lo recién

visto en la siguiente tabla:

•Sobre ella actúa el...Cosa

•Que produce la...Entendimiento agente

•Sobre ella actúa el...Especie impresa

•Que finalmente produce el...Entendimiento paciente

Concepto


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