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Tercer día En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu ... › ... · Tercer día En el...

Date post: 06-Jul-2020
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Virgen Peregrina de Schoenstatt SECRETARÍA DE LA VIRGEN PEREGRINA SANTUARIO DE SCHOENSTATT Camino de Alcorcón, 17 - 28223 POZUELO DE ALARCÓN (MADRID) Tel: 91 709 00 15 Fax: 91 709 03 25 e-mail: [email protected] Donativo: BARCLAYS IBAN ES53 00650185270001035653 Virgen Peregrina de Schoenstatt triduo enero/febrero 2O15 triduo enero/febrero 2O15 Tercer día En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Queridas familias: ¡Feliz año nuevo! Al inicio de cada nuevo año, la Iglesia nos invita a mirar a María, Madre de Dios, para ponernos bajo su amparo. “La primera antífona mariana de Occidente es copiada de una de Oriente que dice `Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios.´ Es la primera, la más antigua de Occidente. Pero eso viene de una tradición vieja, que los místicos rusos, los monjes rusos explicitan así: en el momento, en los momen- tos de turbulencia espiritual, no queda otra que acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que deende”. (Audiencia del Papa Francisco con la Familia de Schoenstatt, 25 de octubre de 2014) Con esta conanza plena en Ella, le hemos ofrecido una corona, pidiéndole que nos proteja, que proteja a Europa entera, de la falta de fe, del alejamiento de los valores del Evangelio, que nos deenda del espíritu mundano que nos quiere apartar cada vez más de Ella y de su Hijo Jesús, que deenda especial- mente a la familia como tal, como pequeña iglesia domestica, como cuna de santidad, donde todos: niños, jóvenes, adultos, ancianos… tienen su lugar donde aportar su riqueza, donde descansar y desde donde salir al mundo. Por eso miramos este nuevo año que comienza, con esperanza porque Dios ha nacido en nuestro corazón y está cerca de nosotros y María, su Madre, está a nuestro lado para hacer crecer la vida de Cristo para que se desarrolle plenamente en cada uno de sus hijos, especialmente en aquellos que le abren su corazón y se ponen a su disposición para llevarla al mundo. Oración: Querida Madre y Reina: al inicio de este nuevo siglo para tu Santuario quiero ofrecerme de nuevo como tu instrumento para la tarea de la nueva Evangelización. Tú esperas mis gestos de amor, mi oración, mi compromi- so para autoeducarme. Tú esperas también que esté atento para descubrir dónde te necesitan para llevarte allí sin miedo, con la conciencia de que eres Tú, la Reina, quien me envía. ¡Nada sin Ti, nada sin nosotros! Amén. Reexión: “Qué momento más emocionante ver como la Sma. Virgen había salido del Santuario y pasaba por entre la gente venida de todo el mundo, cada uno expresando su alegría, su amor a la Virgen, es como si Ella hubiera salido a buscarnos a cada uno para llevarnos de nuevo al Santuario. Ella se ha establecido de nuevo allí, desde allí quiere seguir regalándonos las gracias que necesita el hombre de hoy para encontrar el camino hacia Dios”. (Testimonio de un peregrino del jubileo en Schoenstatt) En el momento de la renovación de la Alianza de Amor, el 18 de octubre, como Familia de Schoenstatt nos encontramos en el Santuario Original, de nuevo percibimos que de lo pequeño nace algo grande…, que por la colaboración de un hombre, Dios irrumpe en la historia para regalarnos gracias de salvación. Llegado el momen- to, le pedimos a María: “Permanece el a tu Alianza. Danos fuerza para plasmar una cultura de alianza en nuestro mundo. Tu Alianza – Nuestra Misión”. Es el comienzo de un nuevo siglo para el Santuario y aquí esta- mos, nosotros, unidos a esta historia porque María cada vez que nos visita nos trae las gracias que allí derrama. ¿Queremos ser nosotros sus instrumentos para que estas gracias puedan llegar a muchas más personas? Triduo_Enero.indd 1 Triduo_Enero.indd 1 6/12/14 14:50:27 6/12/14 14:50:27
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SECRETARÍA DE LA VIRGEN PEREGRINA SANTUARIO DE SCHOENSTATT • Camino de Alcorcón, 17 - 28223 POZUELO DE ALARCÓN (MADRID)Tel: 91 709 00 15 • Fax: 91 709 03 25 • e-mail: [email protected] • Donativo: BARCLAYS IBAN ES53 00650185270001035653

Virgen Peregrina de Schoenstatttriduo enero/febrero 2O15triduo enero/febrero 2O15

Tercer día En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queridas familias:

¡Feliz año nuevo! Al inicio de cada nuevo año, la Iglesia nos invita a mirar a María, Madre de Dios, para ponernos bajo su amparo.

“La primera antífona mariana de Occidente es copiada de una de Oriente que dice `Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios.´ Es la primera, la más antigua de Occidente. Pero eso viene de una tradición vieja, que los místicos rusos, los monjes rusos explicitan así: en el momento, en los momen-tos de turbulencia espiritual, no queda otra que acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que defi ende”. (Audiencia del Papa Francisco con la Familia de Schoenstatt, 25 de octubre de 2014)

Con esta confi anza plena en Ella, le hemos ofrecido una corona, pidiéndole que nos proteja, que proteja a Europa entera, de la falta de fe, del alejamiento de los valores del Evangelio, que nos defi enda del espíritu mundano que nos quiere apartar cada vez más de Ella y de su Hijo Jesús, que defi enda especial-mente a la familia como tal, como pequeña iglesia domestica, como cuna de santidad, donde todos: niños, jóvenes, adultos, ancianos… tienen su lugar donde aportar su riqueza, donde descansar y desde donde salir al mundo.

Por eso miramos este nuevo año que comienza, con esperanza porque Dios ha nacido en nuestro corazón y está cerca de nosotros y María, su Madre, está a nuestro lado para hacer crecer la vida de Cristo para que se desarrolle plenamente en cada uno de sus hijos, especialmente en aquellos que le abren su corazón y se ponen a su disposición para llevarla al mundo.

Oración: Querida Madre y Reina: al inicio de este nuevo siglo para tu Santuario quiero ofrecerme de nuevo como tu instrumento para la tarea de la nueva Evangelización. Tú esperas mis gestos de amor, mi oración, mi compromi-so para autoeducarme. Tú esperas también que esté atento para descubrir dónde te necesitan para llevarte allí sin miedo, con la conciencia de que eres Tú, la Reina, quien me envía. ¡Nada sin Ti, nada sin nosotros! Amén.

Refl exión: “Qué momento más emocionante ver como la Sma. Virgen había salido del Santuario y pasaba por entre la gente venida de todo el mundo, cada uno expresando su alegría, su amor a la Virgen, es como si Ella hubiera salido a buscarnos a cada uno para llevarnos de nuevo al Santuario. Ella se ha establecido de nuevo allí, desde allí quiere seguir regalándonos las gracias que necesita el hombre de hoy para encontrar el camino hacia Dios”. (Testimonio de un peregrino del jubileo en Schoenstatt)

En el momento de la renovación de la Alianza de Amor, el 18 de octubre, como Familia de Schoenstatt nos encontramos en el Santuario Original, de nuevo percibimos que de lo pequeño nace algo grande…, que por la colaboración de un hombre, Dios irrumpe en la historia para regalarnos gracias de salvación. Llegado el momen-to, le pedimos a María: “Permanece fi el a tu Alianza. Danos fuerza para plasmar una cultura de alianza en nuestro mundo. Tu Alianza – Nuestra Misión”. Es el comienzo de un nuevo siglo para el Santuario y aquí esta-mos, nosotros, unidos a esta historia porque María cada vez que nos visita nos trae las gracias que allí derrama. ¿Queremos ser nosotros sus instrumentos para que estas gracias puedan llegar a muchas más personas?

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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.V

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Segundo díaV

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Primer día En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración: Querida Madre y Reina, hoy que estás aquí, frente a mí, te ofrezco ese temor que me aprisiona, que no me deja entregarme a los demás, y mirándote a los ojos quiero expresarlo con mis palabras. Ahora ya no lo tengo que sufrir solo, ahora tú lo llevas conmigo y sé que me vas a ayudar a verlo de otra manera, a descubrir lo que se esconde detrás, a ver qué respuesta espera Dios de mí. A Ti te hemos entregado la corona de Reina, ayúdanos a vencer sobre nuestros miedos y así poder servirte mejor. Amén.

Refl exión:

”Y la oración a la Virgen que es una de las cosas que en la confesión yo suelo preguntar. Bueno ¿cómo va tu relación con la Virgen?(…). Para que la Madre me acompañe, me busque, me diga dónde falta el vino, etc., esas cosas que hace ella”. (Audiencia del Papa Francisco con la Familia de Schoenstatt, 25 de octubre de 2014)

En estas palabras del Papa se vislumbra cómo es su experien-cia de María. María es la Madre que me acompaña en todas las situaciones de mi vida, es la Madre que me busca espe-cialmente cuando me pierdo por caminos equivocados, es la que me dice a mí dónde falta “el vino” cuando yo estoy tan inmerso en mis propias preocupaciones que no veo lo que necesitan de mí los que están a mi lado.

En la Alianza de Amor con la Santísima Virgen, nosotros le entregamos nuestro corazón, mostrándole con hechos con-

cretos que la amamos, y Ella nos ofrece el suyo y es así como ya nunca más estamos solos. Ella sale en nuestra búsqueda con el mismo empeño con que buscó a Jesús cuando se perdió en el templo y poco a poco nos va transformando, nos va regalando su sensibilidad para descubrir lo que sucede a nuestro alrededor y podemos así responder al Señor y encontrarnos con Él en nuestra vida y en cada uno de nuestros hermanos.

Refl exión:

“En los momentos de turbulencia espiritual, no queda otra que acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que defi en-de”. (Audiencia del Papa Francisco con la Familia de Schoenstatt 25 de octubre de 2014)

Así lo han experimentado los santos a lo largo de la historia y así lo experimentó también el P. José Kentenich. Dios lo sumergió en una desgarrado-ra crisis espiritual en sus años de juventud, por la que incluso temió perder la razón, pero también le regaló el remedio: un amor personal y profundo a María y tomar contacto con la vida y con las personas. Esta experiencia la plasmó en la Alianza de Amor con María y la ofreció a los jóvenes seminaristas que tenían que ir al frente de batalla y la ofrece también a todos los que nos acercamos hoy al Santuario. La Santísima Virgen llevó al P. Kentenich a cobijarse tan profundamente en el corazón de Dios que ya nunca sintió miedo, ni cuando estuvo en el campo de concentración, ni cuando su obra fue probada por la Iglesia.

Oración: Querida Madre y Reina, enséñame a vivir en Alianza de Amor contigo en un profundo espíritu de servicio y que pueda decir en cada situación: ¡Nada sin ti, nada sin mí! Y así como Tú, sepa preocuparme de los que Dios pone en mi vida. A Ti te hemos entregado la corona de Reina, ayúdanos a expandir el Reino de amor con cada uno de nuestros actos ofrecidos como un regalo de confi anza. Amén.

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