Date post: | 14-Jul-2015 |
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El arte es una manifestación de la época y de la sociedad de las cuales se
nutre y encuentra motivos. En el mismo sentido, un artista y su obra se vuelven
pertinentes y trascendentes cuando encuentran sintonía con el tiempo y los
avatares que le tocó en suerte vivir, cuando plasma los anhelos de su pueblo,
o los sentimientos de su trágica suerte.
Las diez obras que aquí se muestran retratan distintas épocas del Perú
republicano y en todas ellas se puede notar su raigambre nacional, nuestro
pasado milenario, y la religiosidad mitológica. Todas ellas «hablan» su verdad,
cuentan distintos pasajes de nuestro pasado y presente, y nos proyectan a un
futuro auténtico, sin nimiedades ni modas.
La selección es corta, brevísima; pero aquellos conocedores e intelectuales del
arte sabrán reconocer en estos diez artistas a verdaderos creadores de
nuestro imaginario cultural.
Nota: La numeración de las obras no
indica jerarquía.
Los Funerales de AtahualpaLUIS MONTERO
ÓLEO SOBRE LIENZO, 3.50 X 5.37 mts
FLORENCIA, 1865-1867
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Funerales de AtahualpaLUIS MONTERO
ÓLEO SOBRE LIENZO, 3.50 X 5.37 mts
FLORENCIA, 1865-1867
Portentosa obra decimonónica, una de las más importantes pinturas de
historia de Latinoamérica que valió a Montero el calificativo de «el primer pintor
sudamericano» (1)
Muestra una imagen idealizada y romántica de las exequias del último
gobernante del Tawantinsuyo. Hacia la izquierda se visualiza a las llorosas
esposas colapsadas por la muerte de su líder, pugnando por acercársele en un
vano afán de estar a su lado por última vez.
Indiferentes españoles se ubican a la derecha sin llegar a entender el drama y
el padecimiento por la muerte de un “infiel”. Atahualpa, como cristiano de
última hora, recibe una distraída e inútil lectura de la Biblia, texto ajeno a su
ideología ancestral y telúrica.
(1) Diario La Nación Argentina, 30 noviembre 1867.
Algo va’ pasarJUAN JAVIER SALAZAR
CARPETA ARTE AL PASO, SERIGRAFÍA SOBRE PAPEL, 0.65 X 1.00 mts
LIMA, 1980.
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Algo va´pasarJUAN JAVIER SALAZAR
CARPETA ARTE AL PASO, SERIGRAFÍA , 0.65 X 1.00 mts
LIMA, 1980
A fines de los setenta, en el ocaso del régimen militar de Morales Bermúdez
acosado por el creciente desborde popular, un artista integrante del emblemático
grupo E.P.S. Huayco, crea una singular escena de aquellos tiempos basándose en
un objeto de uso cotidiano y masivo: la caja de fósforos de marca La Llama.
Ésta se muestra entreabierta y los fósforos asoman prestos a salirse de su encierro
y listos a incendiar (se). El camélido ya no mira a la derecha sino que ha girado,
mirando ahora a la izquierda, incluso ha levantado una pata y se presta a andar,
luego de años de inmóvil parálisis.
Detrás de la llama un bus provinciano desciende de los cerros con un Inka parado
en la puerta listo a apearse saludando su ingreso a la ciudad. Un texto ayuda a la
comprensión de la escena: La resurección de Inkari ha empezado a cumplirse,…
(pero) los hijos alfabetos, cholos emergentes…, no necesitan ese Dios, van a
conquistar el poder. El 17 de mayo de 1980 Sendero Luminoso empezaba su
guerra contra el sistema imperante, con la destrucción de las ánforas electorales
en el pueblo ayacuchano de Chuschi. Definitivamente algo pasaría…..
El iluminadoJOSÉ TOLA
TÉCNICA MIXTA SOBRE MADERBA. 2.65 X 1.80 mts
LIMA, 1990
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El iluminadoJOSÉ TOLA
TÉCNICA MIXTA SOBRE MADERBA. 2.65 X 1.80 mts
LIMA, 1990
En los desesperanzadores inicios de los noventa una nueva fe y una nueva
iconografía surge entre las cenizas, fierros, tubos retorcidos y quemados por
la violencia terrorista que iba destruyendo todo a su paso.
Estos desechos parece haberlos tomado el artista para construir una obra
contundente y rica en formas y posibilidades. La tensión, la agresividad, lo
sangriento y hasta lo salvaje parecen confluir con la religiosidad.
En medio de este escenario el ojo divino sigue observándonos y
apiadándose de nosotros, aunque su cuerpo se encuentre mutilado y
desgarrado. El arte ha traspasado sus fronteras tradicionales y el marco es
ahora apenas un referente.
En medio del ser, un corazón rojo se muestra a pecho abierto. Rojo es el
emblema de los que empuñan un arma, pero rojo también es el dolor de un
pueblo.
El muertoMARTÍN MORATILLO
XILOGRAFÍA, 0.62 X 0.48 mts
1993
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El muertoMARTÍN MORATILLO
XILOGRAFÍA, 0.62 X 0.48 mts
1993
Obra realizada en uno de los momentos más álgidos de la lucha armada
desarrollada por Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru.
En aquellos años de muerte cotidiana, y en un estilo particularísimo, Moratillo
representa a uno de los miles de muertos trasladado en una especie de
procesión más lúdica que religiosa.
Como el mismo artista dice: “El muerto está siendo conducido a su sepultura,
lo cargan personajes mutilados sobre ruedas; las víctimas, los sobrevivientes,
quienes se ríen del destino del difunto: mejor mutilado que muerto. El cadáver
está con los ojos abiertos, está intacto y mira con terror como lo llevan a su
destino final...”.
Obra de extraordinaria factura en el dibujo y en la técnica, tanto así que recibió
el Premio Nacional de Grabado otorgado por el ICPNA en 1993.
Mar de LurinFERNANDO DE SZYSZLO
ÓLEO SOBRE LIENZO, DÍPTICO, 1.60 X 3.80 mts
LIMA, 1989
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Mar de LurínFERNANDO DE SZYSZLO
ÓLEO SOBRE LIENZO
LIMA, 1989
Sin lugar a dudas Fernando de Szyszlo es uno de los pintores más conspicuos
del Perú de nuestro tiempo. En su obra se pueden identificar signos y colores
que rememoran diversas manifestaciones de nuestras culturas milenarias.
Sin abandonar su base abstracta, sus trabajos reflejan lugares permanentes
en la memoria y cotidianidad peruana, como en este caso el mar de capital
importancia desde nuestros primeros pobladores.
Sus clásicas imágenes, cuales tótems, aparecen ahora sumergidas en nuestro
abundante y vasto mar azul, vibrante con el ritmo y sinuosidad de las olas,
plagado de mágica fauna marina expresada con su polícroma paleta, en su
estilo característico.
A sus dotes de pintor debe agregársele sus virtudes de humanista y de
persona consciente y militante de los avatares de su época y de su momento
histórico, moralidad que ha sido reconocido por toda la sociedad peruana.
La procesión de la papaGERARDO CHÁVEZ
BARRO, TIERRAS Y CARBÓN VEGETAL SOBRE YUTE, 2.00 X 15.00 mts.
LIMA, 1995-1998
5º panel.
2.00 x 2.50 mts.
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La procesión de la papaGERARDO CHÁVEZ
BARRO, TIERRAS Y CARBÓN VEGETAL SOBRE YUTE.
LIMA, 1995-1998
En la obra de Gerardo Chávez es recurrente la mitología milenaria andina en
su conocida visión y representación.
En esta portentosa obra de 30 mt2 (divididos en 6 paneles de 5 mt2.) una
muchedumbre, de sus icónicos y característicos personajes, carga con
religiosa devoción y esfuerzo un gigantesco tubérculo, una formidable
contribución del ande peruano para el mundo, ya visible en las
representaciones cerámicas de los Mochicas hace casi dos mil años.
En otro de los paneles Chávez incorpora también a una banda de músicos
que, cual comparsa folclórica, acompaña y da carácter festivo a la procesión
de los seres que parecen disputarse y atropellarse en su afán de tocar al
mágico y mítico vegetal para recibir sus dones.
El mito del guerrero rojoTILSA TSUCHIYA
ÓLEO SOBRE LIENZO, 1.39 X 1.00 mts
1976
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El mito del guerrero rojoTILSA TSUCHIYA
ÓLEO SOBRE LIENZO, 1.39 X 1.00 mts
1976
En la pintura de Tilsa es fácil reconocer la sensibilidad y delicadeza de una
mujer. Sus transparentes veladuras sólo pueden ser conseguidas por una
fémina con excepcionales virtudes para la pintura.
En este cuadro, de su serie Mitos, un poderoso guerrero aparece vigilante
dentro del bosque de piedras de Huayllay, versión plástica de aquél en Cerro
de Pasco que la artista conoció en uno de sus viajes. El personaje resguarda
su territorio ante el ingreso de indeseables. Su ceño fruncido muestra el celo
en su eterna tarea. El color rojo del guerrero destaca nítidamente en el paisaje
gris verdoso y le confiere un aire aún más impactante.
Como en otras obras, la falta de extremidades superiores de sus personajes
no afecta la grandilocuencia de éstos; no les hace falta en el fantástico mundo
donde su presencia es omnipotente.
Todos estas criaturas son símbolos espirituales extraídos de la memoria
colectiva como ella misma lo expresó en alguna oportunidad.
Toribia Flores de Cutipa.Félix Rebolledo
Piura, 1945-Lima 1986
Xilografía, 55 x 42 cmts
1982
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Toribia Flores de Cutipa.Félix Rebolledo
Piura, 1945-Lima 1986
Xilografía, 55 x 42 cmts
1982
La historia de Félix Rebolledo es una trágica pero al mismo tiempo
esperanzadora historia, del arte y la sociedad del Perú.
Nacido en el seno de una familia humilde de Catacaos, Piura. A los 16 años,
ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) de Lima egresando en
1965 con el primer premio y medalla de oro. Gracias a una beca viaja a París
donde vive las históricas jornadas de mayo 68 que lo impactan profundamente.
Regresa a Lima en 1971 y se reincorpora a la Escuela Nacional de Bellas
Artes como profesor. Allí comienza su fama y su prédica por retratar la calle
entendiendo que es ahí donde vive, sueña y sufre el poblador común, motivos
suficientes para un artista. Sus obras coinciden con su ideología y expresan la
fuerza interna de un trabajador y poblador generalmente ignorado del Perú.
En este grabado Rebolledo muestra a una mujer campesina en un rol
protagonista, ya no es la acompañante anónima del soldado. Es ella ahora la
que sale al frente y participa militantemente, protesta y marcha contra las
injusticias, aún cargando a sus hijos,
Los AndesSÉRVULO GUTIERREZ
OLEO SOBRE LIENZO 1.08 X 0.91 MTS.
1943
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Los AndesSÉRVULO GUTIÉRREZ
OLEO SOBRE LIENZO 1.08 X 0.91 MTS.
1943
Boxeador, dandy, enamoradizo, bohemio y pintor; quizás la imagen más
estereotipada de un artista en los años sesenta; así fue Sérvulo Gutiérrez.
En su obra refleja a su natal Ica, su devoción por el Cristo de Luren y Santa
Rosa, sus mujeres y amistades, pero donde se nota su fuerza interior es en
dos obras fundamentales: India desnuda y Los Andes, ambas realizadas el
mismo año luego de un viaje hacia Arequipa, Puno y Cusco.
En Los Andes, una indígena desnuda de colosales dimensiones se tapa el
rostro y los senos buscando evitar ser reconocida y a su vez protegiéndose de
las inclemencias de un cielo pronto a estallar.
Su monumentalidad la hace más grande que la cordillera que la circunda, lo
que podría interpretarse como una voluntad mayor a las circunstancias, por
adversas que éstas sean.
10Alcalde de Chinchero o El
varayocJosé Sabogal
Oleo sobre lienzo, 169 x 109 cm.
1925
Alcalde de Chinchero o El varayocJosé Sabogal
Oleo sobre lienzo, 169 x 109 cm.
1925
Pocos pintores han podido teorizar sobre su obra e influir con sus
postulados a una generación entera, José Sabogal fue uno de ellos.
Desde su primera individual en 1919 causó impacto con su lenguaje pictórico
cargado de color y sobre todo por su temática que mas tarde se calificaría
como Indigenista por los indios retratados en sus cuadros,.
Al poco tiempo fue nombrado profesor auxiliar de la Escuela Nacional de
Bellas Artes y en 1932 asume su Dirección donde tendría a un grupo
importante de seguidores como Julia Codesido, Camino Brent, Teresa Carvallo
y Raúl Pro, entre otros.
Con el cuadro Varayoc rescata no solo una indumentaria y accesorios
indígenas sino también un tipo de autoridad no reconocida por el statu quo
pero presente en la profundidad de los andes.
José Carlos Mariátegui lo llamaría el «primer pintor peruano», indicando : no
se encuentra en su obra concesiones al mercado ni coqueterías con la
frivolidad del ambiente,…. por eso su obra pertenece ya a la historia, mientras
otros no pasarán de la crónica»
Leopoldo Lituma Agüero
Magister en Arte Peruano y Latinoamericano
Música: Siglos Wiracocha, de Manuel Miranda, de su CD Pájaros voladores, Lima 2010
Caza de lobos marinos. Escena mochica que retrata el momento en que son
golpeados para extraer de sus estómagos las piedras que se creían curativas.