Date post: | 14-Dec-2015 |
Category: |
Documents |
Upload: | sara-vasquez-rodriguez |
View: | 15 times |
Download: | 0 times |
P á g i n a | 1
CALI, UNA MIRADA MULTICULTURAL: PROCESO DE INMIGRACIÓN DE
JAPONESES Y JAPONESAS A COLOMBIA
Presentado por:
Alejandra Oleas Mazuera – 1428741
Dania Liceth Velandia Zamorra – 1428718
Laura Camila Manzano Muñoz - 1425974
Sara Vásquez Rodríguez - 1419652
Profesora:
Betty Ruth Lozano Lerma
EJERCICIO SEMESTRAL DE INVESTIGACIÓN
UNIVERSIDAD DEL VALLE
FACULTAD DE HUMANIDADES
DIVERSIDAD ÉTNICA Y CULTURAL DE COLOMBIA
COLOMBIA
2014
P á g i n a | 2
CALI, UNA MIRADA MULTICULTURAL: PROCESO DE INMIGRACIÓN DE
JAPONESES Y JAPONESAS A COLOMBIA
Cali, a multicultural perspective: Japanese immigration process to Colombia
Resumen
En el siguiente trabajo pretendemos
enfocarnos en el proceso de inmigración
japonesa en el territorio Colombiano,
específicamente en Cali. Para ello, nos
basaremos en un par de entrevistas
realizadas con anticipación, dando así un
panorama histórico hablado desde las
vivencias del entrevistado o las historias
de sus familiares. En el desarrollo del
trabajo se realizará un contexto político
general del territorio colombiano y
japonés durante los años 1908 y presente.
Posteriormente se hablará de los
reconocimientos o aportes realizados por
los/las japoneses y japonesas; de igual
forma nos basaremos en artículos
científicos para una mayor ampliación del
tema y la importancia de la Asociación
Colombo Japonesa en Cali, como un
espacio de mejoramiento de intercambio
cultural entre Japón-Colombia y
viceversa
Palabras Claves: Inmigración, Japón,
Colombia, Cultura
Abstract
In this article we intend to focus on the
process of Japanese immigration in the
Colombian territory, specifically in Cali.
For this, we rely on a couple of interviews
in advance, giving a historical overview
spoken from the experiences of the
respondent or their family histories. In
developing the work a political context of
the Colombian and Japanese held territory
during 1908 and present. Later we will
talk to the surveys or contributions made
by the Japanese; likewise we will build on
scientific articles for further expansion of
the topic and the importance of the
Japanese Association Colombo in Cali, as
a space for improving cultural exchange
between Japan-Colombia and viceversa
Keywords: Immigration, Japan,
Colombia, Culture
Sumario: 1. Inmigración japonesa a Colombia: Contexto histórico y colonial; 2. ¿Cómo llegó
la comunidad japonesa a la Sucursal del Cielo, Santiago de Cali?; 3. Un poco acerca de las
costumbres, festividades y aportes de la comunidad japonesa en el territorio vallecaucano; 4.
Conclusiones; 5. Anexos, imágenes del primer encuentro japonés en Cali; 6. Bibliografía
P á g i n a | 3
1. Inmigración japonesa a Colombia: Contexto histórico y colonial
Colombia desde su independencia en el año del 1810 a diferencia de otros países
latinoamericanos se ha considerado con muy débiles relaciones internacionales, por ello, en
1847 se crea la ley 25, la cual determinaba que la comunidad asiática tenía la posibilidad de
emigrar a Colombia1.
Durante el periodo de la ´hegemonía conservadora´2, las políticas de migración colombiana
empezaron hacer más restrictivas ya que durante la Regeneración, el Estado-Nación
pensaba construirse a partir de modelos europeos, por lo tanto, las pocas migraciones que se
daban eran a europeos e ingleses3.
Lo anterior muestra, como el pensamiento eurocéntrico ha ocupado el pedestal más alto en
el poder; desde el “descubrimiento” de América en 1492 y con la imposición de un modelo
de hombre, siendo éste blanco, alto, con ojos claros, cabello rubio o castaño y
preferiblemente heterosexual. Es así como durante la hegemonía conservadora colombiana
se permitía sólo el ingreso a europeos e ingleses, ya que cumplían con el prototipo de un
“hombre ideal-perfecto”, y era mucho más complicado el ingreso de afros, indios y
asiáticos al no cumplir con ningún prototipo ideal, al del europeo.
Sin embargo, después de que Estados Unidos interviniera en la separación del Istmo de
Panamá, Colombia se vio obligada a solicitar ayuda a diferentes nacionalidades entre ellas a
Japón, tal como lo cuenta Taraji Irie (1951). La antropóloga Inés Sanmiguel (2005),
siguiendo el rastro de la inmigración japonesa a Colombia, afirma que la primera
comunidad japonesa en llegar al país fue traída por Antonio Izquierdo de la Torre en 1908;
uno de los primeros inmigrantes fue el jardinero Tomohiro Kawaguchi, del cual se sabe que
durante la celebración del primer centenario, Exposición del centenario o mejor conocida
como la segunda Exposición Agrícola e Industrial de Bogotá (1907), pretendía celebrar no
sólo el grito de Independencia, sino el avance técnico y económico que el país había
1 “La inmigración japonesa al Valle del Cauca”, por Juliana Andrea Jara, en Universidad ICESI, 2010. (p. 42)
2 La hegemonía conservadora fue el período histórico en el que el Partido Conservador de Colombia se
mantuvo en el poder durante 44 años. Inició en 1886 cuando José María Campo Serrano, asumió la
presidencia de la República de Colombia, en nombre de la Regeneración, liderada por Rafael Núñez. Ésta
hegemonía duró hasta 1930. “Los límites del poder: elecciones bajo la hegemonía conservadora (1886-
1930)”, por Eduardo Posada Carbó. Banco de la República 3 “La inmigración japonesa al Valle del Cauca”, por Juliana Andrea Jara, en Universidad ICESI, 2010. (p. 42)
P á g i n a | 4
alcanzado en sus primeros 100 años de vida en libertad, el señor Tomohiro colaboró con el
diseño del jardín, reconocido como el primer inmigrante legal japonés en Colombia.
“El Parque fue tal vez el primer lugar en donde se hizo un diseño de jardines
contratado. El encargado de ejecutarlo fue el primer inmigrante japonés que hubo
en Colombia, que a su vez introdujo especies vegetales nuevas en el paisaje
bogotano”. (Pardo, 2010)4
En la entrevista hecha al miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombo
Japonesa (ACJ), Diego Kuratomi5, la inmigración de la comunidad japonesa a Colombia
comenzó oficialmente en el año 1929 con el mando del entonces presidente colombiano
Miguel Abadía Méndez. Kuratomi cuenta que el Presidente Abadía consideraba que
Colombia tenía dentro de sus debilidades, muy pobres relaciones internacionales, para lo
cual una de sus metas de gobierno fue el mejoramiento de las relaciones internacionales del
país, por esto, reforzó la cancillería y promovió la agricultura, la cual era débil en aquél
momento.
Es así como la apertura de Japón después de un largo periodo de aislamiento, permitió a sus
ciudadanos y ciudadanas salir del país legalmente, pero de una forma controlada, creándose
así comisiones especiales auxiliadas por el gobierno para regular la migración y dirigirla,
como la Compañía de Fomento de Ultramar de Japón. Esta desarrollaba proyectos de
migración dirigida hacia países que eran considerados por ellos como un buen sitio donde
emigrar.
Cuenta Kuratomi que el lugar donde llegó la primera familia japonesa fue escogido por un
grupo de cuatro estudiantes, que habían venido previamente gracias a la Compañía de
Ultramar. Sin embargo en algunos libros sobre la inmigración japonesa a Colombia, se
nombran a dos personas quienes fueron los escogidos para que hicieran un viaje
exploratorio en 1926: Yûzô Takeshima y Tokuhisa Makijima, estos dos señores
acompañados por Takahiko Wakabayashi, el cónsul japonés en Panamá, los acompañó en
4 Cita, sacada de Revista el espectador “Cien años después…” por Santiago la Rotta, 3 de julio del 2010. En
http://www.elespectador.com/impreso/bogota/articuloimpreso-211611-cien-anos-despues 5 Entrevista realizada por estudiantes de la Universidad del Valle al Director de la ACJ, Diego Kuratomi, en el
año del 2014
P á g i n a | 5
el recorrido que hicieron entre otros lugares por la Sabana de Bogotá, Medellín y
Barranquilla, los valles del Cauca y del Magdalena, en busca de un lugar apropiado para
establecer una colonia agrícola6.
Precisamente para 1929 llegan según Kuratomi cinco familias japonesas al Departamento
del Cauca, específicamente en Corinto; entre esas familias llegó su abuelo, quien le narraba
que al llegar a Colombia no fue fácil ya que hubo dificultades en el camino: el gobierno
preguntó al Colegio Médico Colombiano, si era bueno traer japoneses, ellos respondieron
que no.
“Nuestro Ministro de Relaciones Exteriores se dirigió a la Academia de Medicina
de Bogotá, como entidad consultora del gobierno, pidiéndole su concepto en
relación con La proyectada inmigración japonesa al Valle del Cauca, y aquella
docta corporación opinó desfavorablemente basándose en razones de índole
patológica. A ese poderoso motivo alegado por La academia citada, que
indudablemente es cierto, pues los asiáticos en general sufren enfermedades
peligrosísimas, podemos agregar la más importante quizá, que estriba en el
desmejoramiento de nuestra raza en formación que, por los numerosos elementos
africanos e indígenas, exhibe señales manifiestas de inferioridad, que vendría a
empeorarse con la mezcla amarilla (…) Nuestro aplauso a la academia de medicina
de Bogotá no puede ser más entusiasta...” (Diario del Pacífico, 1929)7
Desde Aníbal Quijano (2000) se puede ver como la raza se convierte en una manifestación
del poder, constituida en un patrón mundial capitalista, colonial, moderno y eurocentrado;
considerado para la mayoría del mundo como un elemento de la naturaleza que tiene
implicaciones sociales. La idea del color de la piel determinaría según los europeos, un
comportamiento biológico, siendo así el blanco=pureza=superior e inteligente y el mestizo,
amarillo, negro=impureza=inferior e ignorante.
6 “The Hispanic American Historical”. Por Irie, Toraji; William Himel. 1951.
7 “Influjo de María. Relato sobre la inmigración japonesa y el desarrollo del capitalismo en el Valle del
Cauca”, por Germán Patiño, en su libro “Herr Simmonds y otras historias del Valle del Cauca”. Cali,
Universidad Autónoma, 1992. pp. 34-35
P á g i n a | 6
Por fortuna las primeras familias japonesas, ya se encontraban en territorio colombiano
cuando salió el comunicado de la Academia de medicina de Bogotá. Sin embargo lo dicho
por la Academia de medicina de Bogotá no afecto mucho en territorio Valluno, hubo
ciudadanos (as) de la región que no sólo respetaron a los inmigrantes japoneses, sino que
aprendieron de ellos y ellas, y se agruparon cada vez más con los empresarios agrícolas8.
En el transcurso de los años 1929, 1935 y 1960, llegaron a Colombia tres grupos de
familias japonesas. No obstante, con llegada de la Segunda Guerra Mundial dada en 1938-
1945, los japoneses y las japonesas fueron apresados por el gobierno colombiano al ser
éstos aliados de Alemania y por lo tanto fueron considerados como “espías” y una amenaza
para Colombia quien apoyaba a EE.UU en la guerra. Según Diego Kuratomi, algunos (as)
fueron llevados al Hotel Sabaneta en Fusagasugá, Bogotá donde también tenían encerrados
a italianos (as) y alemanes (as); luego de que se afirmara la derrota de Japón en la guerra,
éstas personas fueron liberadas; por ende la guerra lo único que significó para esta
comunidad fue sufrimiento, lo que dejó entrever que no era más que una minoría, sin
embargo salieron adelante y supieron integrarse en el país sobre todo en el Valle del Cauca,
donde los acogieron con gran cariño y gracias a la riqueza del territorio vallecaucano se
agruparon en asociaciones agrícolas.
2. ¿Cómo llegó la comunidad japonesa a la Sucursal del Cielo, Santiago de Cali?
Terminada la Segunda Guerra Mundial, los territorios de la colonia japonesa quienes se
encontraban en ése entonces en Corintio, Norte del Cauca, se vieron amenazados por
hostigamientos de grupos armados, además la fertilidad ya no era buena para sus cultivos
ya que durante la llegada a Colombia se dedicaron a los monocultivos de legumbres
dañando así los terrenos; todo lo anterior llevó a que los y las inmigrantes japonesas (ses) se
desplazaran a otras ciudades entre estas, Cali y Palmira.
Yuso Takeshima, un descendiente de la dinastía noble de los samurái con excelente
predominio del español, tradujo la novela “La María” de Jorge Isaac, gracias a las hermosas
descripciones del territorio Valluno, Takeshima impulsó y ayudo a inmigrar la colonia
japonesa a Cali. Diego Kuratomi cuenta que con la llegada de las familias japonesas los
8 Ibídem
P á g i n a | 7
caleños y las caleñas llenos de simpatía acogieron a la comunidad japonesa. Se sabe que
para el año de 1936 Takeshima participó en las competencias de natación realizadas por el
Club Campestre de Cali, también promovió un sahumerio matazancudos, llamado Katol
frente a la galería y fue quien trajo la técnica Nihon Toki para la producción de cerámica de
primera calidad en escala industrial, creando así en mayo del 1963 la empresa Cerámica del
Valle9.
La comunidad japonesa sintió la necesidad de retribuir el apoyo y el cariño que los
habitantes del Valle les había brindado, por ésta razón Cali al ser la capital del Valle fue
escogida para la creación de la Asociación Colombo Japonesa (ACJ) en el año 2007, sin
embargo, anteriormente se encontraba en Palmira desde el año 1975 la cual tenía el
nombre de Club Colombo Japonés donde actualmente funciona como club campestre. En
los últimos años, la ACJ se ha desarrollado como una organización que busca no sólo
estrechar la amistad entre los japoneses sino también como un espacio que incentive el
conocimiento de la cultura japonesa tradicional, el aprendizaje del idioma japonés en
Colombia, la divulgación de las artes marciales de Japón como el Judō, Karate, Aikidō,
Kendō, Jodō y el Bushidō y el reconocimiento de los y las inmigrantes y descendientes
como buenos ciudadanos colombianos quienes contribuyeron en un periodo de
industrialización en el Valle del Cauca.10
Hoy por hoy en Cali cerca de la Universidad Javeriana, se encuentra la Iglesia Tenrikyo. En
la entrevista hecha a Yoshikazu Shimada estudiante colombojaponés de cuarto semestre de
Ingeniería de Alimentos en la Universidad del Valle, cuenta como muchos japonesas
residentes en la ciudad de Cali se convirtieron a la religión católica en un principio,
motivados (as) por el hecho de poderse bautizar, debido al temor de morir y que su alma
quedara penando en el mundo, buscaron así en el catolicismo protección y seguridad para
sus vidas. Sin embargo, actualmente muchos japoneses (as) practican su religión, donde su
sede principal se encuentra ubicada la ciudad de Tenri, Japón; la religión recibe el nombre
de Tenrikyo y tiene sus orígenes en el sintoísmo11
, ya que toma muchos aspectos de este.
9 Ibídem
10 Sacado de http://www.acjcali.com/nosotros/, en ACJ, Asociación Colombo Japonesa.
11 Es el nombre de una religión nativa en Japón. Incluye la adoración de los kami o espíritus de la naturaleza.
Algunos kami son locales y son conocidos como espíritus o genios de un lugar en particular, pero otros
representan objetos naturales mayores y procesos, por ejemplo, Amaterasu, la diosa del Sol.
P á g i n a | 8
Su fundadora es la profeta Miki Nakayama (1798–1887), quien fue una carismática
campesina que a la edad de 40 años, afirmó estar poseída por un Dios de sabiduría divina,
sus escritos y acciones fueron considerados modelos divinos. A Nakayama se le conoce
comúnmente como Oyasama12
por lo cual es diosa de la religión Tenri, recibe el nombre de
Oyagamisama13
. La doctrina de Tenrikyo fue uno de los movimientos religiosos más
influyentes en Japón inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial y su
asociación alcanzaba cerca de 2.5 millones de integrantes hacia finales del siglo XX.
En Cali la Iglesia Tenrikyo se encuentra ubicada en la Calle 18 No. 115-90 Parcelación
Cañasgordas, al entrar se encuentran tres altares: el más grande (centro), es la
representación de Oyagamisama, el de la derecha es de Oyasama que es un tributo a la
fundadora y el de la izquierda hace referencia a un agradecimiento hacia los antepasados y
familiares fallecidos, agradeciendo la existencia de su ascendencia.
Shimada cuenta que la religión a comparación de la católica no castiga los pecados, sino
que entiende que cada ser sabe qué acciones son buenas o malas y por lo tanto si comente
un desliz él o ella sabrá que habrá algunas consecuencias y se atendrá a ellas. En la religión
Tenrikyo cuando una persona comete una mala acción, el corazón se empezará a llenar de
suciedad y es durante el servicio sagrado, o sea las misas que incluyen alabanzas donde se
agitan las manos para así, remover el polvo el cual ayuda a limpiar y estimular el corazón
diariamente. También se tiene una concepción sobre las enfermedades, no como un castigo
por el que se sufre, sino una orientación de Dios; por medio de esta orientación, Dios
expresa su amor, les da a conocer su voluntad y los guía hacia el Yokigurashi.14
Todos (as)
los y las creyentes de Tenrikyo están en busca del ser yoboku15
y alcanzar el yokigurashi.
Sus misas se dividen en tres partes, en la primera están sentados moviendo sus manos y
diciendo alabanzas en japonés, en un segundo momento se ponen de pie y comienzan a
danzar haciendo uso de instrumentos tradicionales que representan diferentes provincias
divinas y por último le añaden el canto.
12
Oya en japonés significa padre-madre 13
Traducido como dios-padre-madre 14
Hace referencia a cuando una persona ha alcanzado una vida plena y llena de felicidad, este es el fin último
que deberían de buscar todas las personas en el mundo. 15
Persona que viene al mundo para servir en nombre de Dios padre.
P á g i n a | 9
A diferencia de la religión católica, Tenrikyo maneja tres libros sagrados, el primero recibe
el nombre de Ofudesaki que traduce “punta del pincel de escritura” siendo el órgano más
importante de la escritura en Tenrikyo, pues en este se encuentra contenido todo
relacionado a las profecías de Oyasama. Estos escritos proporcionan las instrucciones para
devolver la mente humana a su estado natural totalmente claro. Las instrucciones
involucran el uso de todos los medios necesarios para proporcionar "un retorno pasó a paso
a la 'condición original', de manera que sean apropiadas a la hora, el lugar y la madurez
espiritual de todos los seres humanos”.
El segundo libro es el Osashizu, en él se encuentran incluidas todas las experiencias y
revelaciones que tuvo Oyasama. El último libro se llama Mikagura-uta y es el
acompañamiento lírico al servicio sagrado, conteniendo todas las alabanzas y cantos de esta
religión.
3. Un poco acerca de las costumbres, festividades y aportes de la comunidad japonesa
en el territorio vallecaucano
Diego Kuratomi nació en Palmira y ha vivido casi toda su vida en Cali, su abuelo llegó en
1929 a Colombia con la primera familia japonesa en poner pie en éste país. Su crianza fue
valluna y cuenta que Cali tiene ciudadanos muy simpáticos, amigables y con excesos de
alegría, sin embargo rescata tres principios de la cultura japonesa que aún no se practican
en ésta ciudad como los son: el respeto, la disciplina y la paciencia y afirma que tal vez por
éstos es que Japón es una de las potencias mundiales, sin embargo en un viaje que realizó a
Japón cuenta que a diferencia de los japoneses y las japonesas, los y las vallecaucanas
tienen: calidez y capacidad de hacer feliz a las demás personas, cuenta que los y las
japonesas son educadas (os) desde que nacen y que solo se tiene valor como individuo en
función de servicio y respeto a los y las demás.
Kuratomi al ser el Director de Cultura en la ACJ dice que en lo que se procura en el Centro
Cultural de asociación Colombo Japonesa es mejorar el intercambio en las dos vías: Se
trata de dar a conocer a Colombia en Japón y dar a conocer de Japón en Colombia, porque
se cree que ambas culturas se deben de complementar.
Entre los eventos que más se destacan, están:
P á g i n a | 10
Anualmente re reúnen para el saludo de año nuevo.
Celebran el natalicio del emperador el 8 de diciembre.
El día de los ancianos o Keiró No Hi, es una celebración que tiene como fin
sensibilizar a la población sobre la importancia del adulto mayor en la sociedad
Japonesa. Se constituye como una fiesta que congrega a familias y rinde tributo a
los más sabios; desde el 2003, pasó a ser celebrada a finales de septiembre.
El día deportivo o Undokai que lleva 46 años cumplidos éste 31 de julio del 2014.
El día del niño (a).
El día de los difuntos (as).
Y fuera de todos los eventos anteriores se reúnen periódicamente para realizar
juegos de azar y compartir en comunidad.
Éste 31 de septiembre del 2014, se realizó la primera muestra de cultura, organizada
por el Colegio Colombo japonés, donde se dio a conocer a todo y toda visitante
parte de la cultura japonesa, gastronomía, arte y música.
Con todo lo escrito anteriormente, destacamos los aportes realizados por la colonia
japonesa al llegar al departamento del Valle del Cauca:
Iniciaron con cultivos de frijol y soya, convirtiéndose así en pioneros de la
producción cerealera del Valle.
En 1938 la colonia japonesa poseía veinticinco tractores los cuales constituyeron la
primera Cooperativa de producción agrícola de que se tenga noticia.
Introdujeron el primer tractor a gasolina en la región.
Fomentó en la región vallecaucana la tecnología en la agricultura implementando la
mecanización agrícola a gran escala.
Fue la comunidad japonesa quien trajo el seviche de camarón
Crearon la primera Cooperativa agrícola y en 1951 la Sociedad de Agricultores
Japoneses SAJA, y más adelante sería Distribuidora Saja Ltda.
P á g i n a | 11
4. Conclusiones
En la realización del trabajo semestral, se puede observar como en un principio fueron los
intereses económicos y políticos que predominaron en ambos países, tratando así de
aprovechar la riqueza natural del territorio colombiano, especialmente de sus suelos en el
campo de la agricultura. Se observa una falta de cultura por parte de las élites colombianas
ya que inicialmente se percibía a todo aquel y aquella que no fuera de raza europea como
inferior añadiendo así la llegada de la comunidad japonesa como seres degradados que al
mezclarse con ciudadanos (as) colombianas degradarían aún más nuestra raza.
Es importante recalcar los aportes que dejaron los japoneses y las japonesas tanto en el
Valle del Cauca como en Colombia y resulta increíble ver como ésta parte de la historia
vallecaucana no es incluida en nuestra formación escolar, es trascendental ver como éstas
familias llegaron con muy pocos recurso y en un transcurso de seis años ya se habían
desarrollado y perseverado, el trabajo en equipo de éstas personas es una base clase para su
desarrollo y tal como lo decía el Director Cultural de la ACJ en Cali, Diego Kuratomi a los
colombianos y las colombianas les falta aplicar tres principios básicos japoneses como lo
son: el respeto, la disciplina y la paciencia.
Gracias a la constitución del 1991 donde se respeta la diversidad de cultos, los japoneses y
las japonesas residentes en la ciudad de Santiago de Cali cuentan con una sede de su
religión Tenrikyo abierta a todo aquel y toda aquella que desee integrarse a un nuevo modo
de vida, una purificación desde el corazón.
P á g i n a | 12
5. Anexos, Imágenes del primer encuentro Japonés en Cali
Tomadas el 31 de Septiembre en el Colombo Japonés, Cali-Valle.16
Imagen 1. Venta de vestidos japoneses
Estudiantes: Dania Velandia y Sara Vásquez.
Imagen 2. Joven Japonés
Estudiantes: Alejandra Oleas, Sara Vásquez, Dania Velandia.
16
Ubicado en la Calle 13N # 6N-40, (2) 6601818
P á g i n a | 13
Imagen 3. Niña con vestido japonés.(Kimono)
Imagen 4. Primera inmigración japonesa a Colombia.
P á g i n a | 14
Imagen 5. Segunda inmigración japonesa a Colombia
P á g i n a | 15
Imagen 6. Tercera y última inmigración japonesa a Colombia
P á g i n a | 16
6. Bibliografía
Bermúdez, J. R; Escobar, A. (2007). “Bogotá o la ciudad de la luz en tiempos del
Centenario: las transformaciones urbanas y los augurios del progreso”, APUNTES vol. 19,
núm. 2. Cali, Colombia.
Irie, T; William H. (1951). “The Hispanic American Historical Review”, Vol. 32, Nº 1.
Jara, J. A. (2010) “La inmigración japonesa al Valle del Cauca”, en Universidad ICESI.
Cali, Colombia.
La Rotta, S. (2010). “Cien años después”, en el Espectador, 3 de julio del 2010. En
http://www.elespectador.com/impreso/bogota/articuloimpreso-211611-cien-anos-despues
(Consultado el 10 de noviembre del 2014)
Patiño, G. (1992). Influjo de María. Relato sobre la inmigración japonesa y el desarrollo del
capitalismo en el Valle del Cauca”, en su libro “Herr Simmonds y otras historias del Valle
del Cauca”. Universidad Autónoma. Cali, Colombia
Sanmiguel, I. (2005). “Japan’s Quest for El Dorado. Emigration to Colombia”. Tokio,
Kojinshoten.
Sanmiguel, I. (2006). “Japoneses en Colombia. Historia de inmigración, sus descendientes
en Japón” Revista No 23. Universidad de los Andes, Bogota, Colombia. Pp. 81 – 96