Date post: | 09-Jul-2015 |
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RECOPILACIÓN EMANADA DE LA TRADICIÓN ORAL DEL PUEBLO DE LAS PIEDRAS.
VIRGEN DEL ROSARIO DE LA HIGUERA
Fuente: Entrevista realizada al Sr. Enrique Vergara.
De 65 años de edad. Residenciado en el Sector El Caney de la Parroquia Las Piedras.
El primer domingo de octubre de 1888 a una familia humilde conformada por tres
hermanos, un varón y dos mujeres, Juana, María y Aquilino se les apareció la Virgen. Juana se
dedicaba a elaborar ollas e infinidades de lozas y vasijas con arcilla, las cuales eran cambiadas
por papelón, sal, harina de trigo y harina de maíz a personas que venían de Barinas o tal vez de
Timotes. María se encargaba de los oficios del hogar, era la conchabada, y Aquilino se dedicaba
al jornal para permutar los alimentos, ninguno de los hermanos tuvo hijos y vivían en una choza de
palma ubicada en la loma de la higuera o la loma de las Piedras, por el camino real que
comunicaba a Barinas con Timotes y viceversa.
Un día muy temprano Juana se fue a sus labores, para poder cumplir con una permuta de
loza, tantos eran los compromisos que trabajaba un domingo primero de octubre, cuando de
repente oyó el llanto de un niño, rápidamente trató de buscar alrededor de la humilde choza el
origen del llanto pero no encontró a nadie, asombrada de lo ocurrido regresó a su labor, cuando
de pronto escucha una voz que le dice: Juana hoy es domingo, al recordar que era día de
consagración del señor , se asustó y rápidamente lavó la tabla, y mientras lavaba la tabla observó
que la imagen de la virgen estaba reflejada en ella, rápidamente corrió a buscar a sus hermanos
para que vieran la virgen, María y Aquilino quedaron boquiabiertos por la imagen que irradiaba la
tabla.
Los hermanos decidieron conservar el valioso tesoro que dios les había enviado hasta que
un sacerdote llegara al pueblo para enseñarle el testimonio, al enterarse las comunidades de la
Quinta y Las Piedras de la aparición de la virgen comenzaron a pagarles promesas con rezos,
versos, coplas y danzas desde el año 1890. Al llegar el primer sacerdote al pueblo
inmediatamente le enseñaron este testimonio quien al ver la imagen exclamo ¡Es un milagro, es la
virgen ténganle fe y venérenla!
Cuando los hermanos se vieron muy ancianos llevaron la imagen a la iglesia de Nuestra
Señora de La Candelaria de Las Piedras en el año 1908 y desde entonces se encuentra en este
templo donde recibe veneración de los feligreses del pueblo.
FIESTAS PATRONALES A LA VIRGEN DE LA CANDELARIA
La fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria es la principal festividad que se realiza en la
parroquia Las Piedras y también es la más antigua que se celebra en nuestra comunidad, esta
fiesta religiosa tiene su día central el 2 de Febrero en la misma se hace una eucaristía a nuestra
Señora de la Candelaria y se saca en Procesión la imagen de la Virgen por las principales calles
del pueblo, los orígenes de esta festividad se pierden en el tiempo, y la celebración religiosa se
acompaña cada año con otras actividades tradicionales tales como: Carreras de Cintas, peleas de
gallo, palo ensebado, y carreras de sacos, contando además con la participación de diferentes
grupos de musicales y de danzas religiosas de los pueblos vecinos. La tradición nos relata que las
fiestas de la Virgen de la Candelaria en nuestra población eran muy vistosas y de gran renombre
pues, coincidían con la época de verano en la cual numerosos viajeros provenientes de lugares
tan lejanos como Timotes, Barinas y Mérida se reunían en el pueblo de Las Piedras, que en siglos
pasados era una posada obligatoria debido a la ausencia de carreteras, sólo se contaba con los
caminos reales que eran los que comunicaban a estas poblaciones y en épocas de invierno eran
intransitables. Es así como en el mes de Febrero el pueblo de las Piedras por tradición reunía
numerosos visitantes que se dedicaban a celebrar con gran entusiasmo las fiestas patronales de
la Virgen de la candelaria. Por lo tanto se deben rescatar esas manifestaciones religiosas y
culturales que con el paso del tiempo debido a los procesos de transculturización se han ido
dejando en el pasado. Hace dos años, por iniciativa del Presbítero Jesús Quintero se celebra en
nuestro pueblo una Velada Cultural en la cual se reza el rosario, se encienden velas alrededor de
la plaza de nuestra población y se hace la acostumbrada serenata a la Virgen, un espectáculo que
revive las tradiciones de antaño, pues, la celebración del día de la Virgen de la Candelaria está
relacionada con el simbolismo de la luz, por lo tanto cada año se realiza reuniendo a numerosos
visitantes y debe perpetuarse esta tradición en el tiempo.
EL ENCUENTRO DE LOS ZAMUROS TABUDARES
En los años de 1950.en una vieja casa de bahareque rodeada de pinos y naranjos en el
lugar que se conoce ahora como el limoncito, un viejo baqueano y conocedor de muchas historias
llamado don Vicente Becerra se acercaba al fogón de leña donde su esposa Anita Vergara le
preparaba con frecuencia a él atol o la famosa mazamorra de churí, sus pequeños hijos se
acercaban e introduciéndose debajo de la chamarra cual polluelos buscaban abrigo en las alas de
la gallina, le pedían que le contase la historia de esos zamuros tabudares que cada año surcaban
el cielo pasando en grandes bandadas, en los días claros del mes de octubre. El abuelo después
de soplar el fogón y disfrutar de un sorbo de café procedió a contarles la historia.
Escuchen pues, mis muchachitos, esta es la historia que durante muchos años nuestros
abuelos nos han contado, por el mes de Octubre se comienzan a ver en el cielo muchísimas
bandadas de zamuros tabudares que vienen de todas las regiones de Venezuela, van unos
detrás de otros y son tantos que no se pueden ni contar, se pierden en el cielo volando hacia allá,
donde se ve el cerro de la Camacha, dice el abuelo Vicente señalando por una pequeña
ventana donde sobresalen unos Carruzos de la pared de bahareque de su casa.
Y que hacen todos esos zamuros allá abuelo, se apresuró a preguntar Matilde, ansiosa de
conocer la historia.
Bueno, pues como le digo no se sabe, los taitas decían que los zamuros van hasta allá a
mudar el pico y a bañarse en la laguna.
Y por bañarse en la laguna viajan tanto, pregunta María.
Si desde muy lejos y llegan hasta una laguna que sólo ellos conocen, porque cuando llegan
los zamuros en el mes de Octubre comienza a encapotarse el cielo y nadie se atreve a seguirlos.
Tú sabes dónde queda esa laguna. Preguntó Manuel con gran curiosidad.
Pues dicen que está entre los cerros de la Camacha y Calderas, mientras tanto, anita
prepara la mesa y llama a todos para que coman su mazamorra que humea por lo caliente que
está. Todos se alejan del fogón, y el abuelo se sacude las cenizas que salen de debajo de la
chamarra, acercándose a la mesa, pero como no es de extrañar, los niños continúan con sus
preguntas.
Y después, abuelo, después que viene decía Manuel que insistía porque le interesaba
aquella tan vieja historia.
Luego el anciano soplaba la mazamorra para que se enfriara y haciendo un gesto de
nostalgia, seguía narrando su historia a los niños.
Ah como iba contando, resulta que según contaba la gente de antes porai dicen que cada
uno de los zamuros metía su pico en una vasija de oro que se encontraba en el centro de la
laguna y luego salía con un pico nuevo.
Y después a donde iban, preguntó preocupada María.
Ya le voy a decir, respondió el anciano, quien después de tomarse la mazamorra comenzó
a sentir sueño.
Pero continúe abuelo, dijo Matilde.
Bueno los zamuros regresaban otra vez en bandadas, pero con el pico de color rojo, según
lo que cuentan. Otras veces no se veían regresar, todo eso era un misterio.
Con esas palabras el abuelo se para de la mesa un poco cabizbajo y sediento y les dice a
los niños: A ver muchachos por hoy no los atiendo más, voy a echar una siesta, esta mazamorra si
que estaba buena caray.
Los niños salen a reposar un poco y luego salen por los alrededores a buscar guayabas, al
caer la noche regresan a casa y se acuestan a dormir temprano. Al día siguiente María se
despertó sobresaltada y les cuenta a todos que soñó con los zamuros tabudares, en el sueño uno
de los zamuros le traía el tesoro que había dentro de la vasija de oro y el abuelo sonriendo con
picardía le dice, no ve niña que ese es un buen presagio mejor quédese callada a ver si el sueño
se le cumple.
EL PEINE DE ORO
Se cuenta que en la población de Las Piedras, antiguamente había una laguna ubicada a
orillas del camino que hoy conduce al actual cementerio. Dicen que por allí pasaban hombres a
caballo que se dirigían a Barinas, por ser este el antiguo camino real que conducía a esa ciudad.
Cuentan que al pasar por allí algunos de ellos no veían la laguna sino que aparecía una casa
hermosísima y en ella una mujer muy bella de cabellos rubios y largos, sentada sobre una piedra a
la entrada de la casa, peinándose el cabello con un maravilloso y llamativo peine de oro.
Comentan en el pueblo que los hombres que por allí pasaban quedaban encantados con la
belleza de la joven, y ella sabiendo esto no perdía oportunidad para establecer conversa con
dichos hombres e invitarlos a pasar a su casa, dice la costumbre que quien allí entraba no salía
jamás, ni tampoco se volvía a salir de él. En uno de aquellos días pasó un hombre en su caballo,
admirando la belleza que envolvía el rostro de esa mujer, ella de inmediato lo invitó a pasar, pero
el caballero muy respetuosamente le dijo:
Que otra cosa quisiera yo bella mujer, pero voy de paso y la prisa me urge, será en otra
ocasión, la joven suspira y mirándole a los ojos le dice: está bien, acepto que no entres, pero
recíbeme este peine de oro que te obsequio con mucho amor, el hombre lo toma y sigue su
camino, después de haber recorrido un buen trecho del mismo, le entra la curiosidad de observar
el regalo que la muchacha le había entregado y que con mucho celo había escondido en el
bolsillo, cuando lo sacó de su paltó se llevó una sorpresa horrible: el regalo era un hueso, quizás
de alguna persona muerta, éste se quedó sorprendido y aprendió la lección, no debía de andar por
ahí de picaflor, porque en el camino cualquier sorpresa se le podía presentar y de sólo recordar el
encuentro con aquella joven le corrió por su cuerpo un gran escalofrío.
LA CASA MÁS ANTIGUA DEL PUEBLO DE LAS PIEDRAS.
Es la casa del Carrizal, ubicada en el sector del mismo nombre, que actualmente forma
parte de un caserío de bella panorámica en los márgenes de los ríos Santo Domingo y Pueblo
Llano. Esta casa era una antigua posada que data de las últimas décadas del siglo XVIII, en sus
habitaciones en épocas de su mayor esplendor se podían alojar cómodamente más de treinta
personas, cuenta la tradición oral que allí se alojó José Antonio Páez en el año de 1813, después
de haberse fugado de la cárcel de los realistas en Barinas, él logró huir y tomar el camino de los
Callejones por donde llegó a Las Piedras para luego de un descanso internarse en el páramo
merideño, dicha información puede constatarse en la Biografía del mencionado héroe. Esta
posada albergaba antiguamente un trapiche para la molienda de la caña de azúcar, una fábrica de
tejas, una fragua; y en sus alrededores abunda aún hoy en día el árbol de Jumangue, utilizado
como leña para encender los fogones de los hornos de barro, donde horneaban nuestros
antepasados el tradicional pan criollo. En el sector denominado Mesa del Barro adyacente a esta
antigua casa desde tiempos inmemoriales encontramos un centro de producción de loza, mejor
conocido en nuestros días como elaboración de vasijas arcilla, en ese lugar aún puede observarse
la mina de greda de donde la familia Vergara tomaba la materia prima, para dedicarse de
generación en generación a moldear tejas, y vasijas de diferentes formas, que tuvieron una gran
demanda en la zona.
PLANTAS MEDICINALES
Recordemos que los indígenas conocían las propiedades medicinales de las plantas, junto
con el murucutú usaban el llantén y la Tacamahaca para curar males crónicos, la savia de ésta
última, resinosa, servía para contener las hemorragias y los botánicos dicen que es un cutífera
muy conocida, aunque parece escasa en las montañas altas.
MÚSICA
En la región andina como en otras regiones de Venezuela la música expresa el complejo
sincretismo de las diferentes culturas que configuran la cultura de nuestro país.
La Décima que se canta o se recita en el ambiente campesino es la llamada décima
espinela, que logró popularizarse primero en España y luego en América. Sus versos riman así:
ab, ba,ac,cd,dc. Hay una gran variedad de temáticas pero en general se dividen en dos grandes
grupos, los textos a lo divino y los que se relacionan con lo humano, los primeros se relacionan
con temas de carácter piadoso y con bases bíblicas y los segundos a temas mundanos
especialmente tratan de temas amorosos.
Además de utilizarse para la narración de hechos locales, se acostumbra en el recitado de
los velorios de la cruz por ejemplo y el canto en los velorios. A veces los cantores le ponen letra de
romance, en golpe de corrío y golpe de décima, el acompañamiento es como de joropo, y el golpe
de décima es similar a la gaita y el merengue.
LOS TONOS DE VELORIO
Es una muestra de una antigua polifonía vocal que pervive en la tradición oral de algunos
pueblos llaneros, y en los estados centrales, especialmente conservándose aún muestras de esta
tradición musical en algunos pueblos andinos.
En las expresiones musicales tradicionales de la región andina destacan los llamados
rosarios cantados, que cada vez se escuchan con menor frecuencia, eran ejecutados por un
cantor que entonaba los versos dedicados a la veneración de la Virgen del Rosario y contaba con
el acompañamiento del cuatro, para el pago de promesas que hacen los devotos. En otros
pueblos se escuchan tonos en veneración a la cruz y en hogareños velorios de santos como el día
de nuestra señora del Carmen, el día de San Isidro y en paraduras de niño en los que
frecuentemente intervienen tres cantores, uno que es llamado guía rompe a cantar, luego se le
superpone el cantor con voz más aguda a la de contralto y luego entra el tenor por debajo de las
primeras voces mencionadas.
En el pueblo de las Piedras encontramos una larga tradición en lo que respecta a la
ejecución de instrumentos de cuerda y percusión tales como el violín, la guitarra y el cuatro, el
tambor y las maracas, entre otros. Es importante destacar que debido a la ubicación geográfica
del pueblo se ha dado un proceso de confluencia de las manifestaciones culturales de la región
andina y llanera que ha echado sus raíces en la música del pueblo y que data de varios siglos
atrás, por lo cual nuestras manifestaciones musicales se han ido enriqueciendo a través de los
años en lo que respecta a ritmos y géneros. Recordamos al famoso músico autodidacta , Don
José Ignacio Rivas, excelente ejecutante del violín interpretaba y escribía música clásica,
formando coros para cantar en la Iglesia parroquial música sacra acompañado por Don Pablo
Moreno al órgano o armonio y su sobrino Julio a la guitarra, cuando faltó su sobrino Eliodoro
Rivas, que tocaba magistralmente el violín y la guitarra. Una misa cantada era un acontecimiento
musical en Las Piedras a comienzos del siglo XX y es fama que el coro de Don José Ignacio atraía
creyentes de los pueblos circunvecinos.
Actualmente la población aún le da especial importancia al desarrollo de actividades
musicales se destaca la figura del músico y compositor Rafael Valero, quien ha dedicado su vida
a la enseñanza de la música, y quien ha conformado un grupo musical integrado por sus hijos,
asegurando así la pervivencia de estas manifestaciones.
RAFAEL VALERO
GRUPO MUSICAL “LAS PIEDRAS” (1.960)