Definición:Politraumatizado es todo herido que presenta 2 o más
heridas traumáticas graves periféricas o viscerales
que conllevan una repercusión respiratoria o
circulatoria y suponen un riesgo vital para el paciente.
Valoración inicial del niño politraumatizado
En ella hay que tener en cuenta las siguientes premisas:
No hacer más daño del que ya existe.Solucionar los problemas según se van encontrando.Tiene prioridad la vida sobre la función y ésta sobre la estética.El trauma es un proceso dinámico: REEVALUAR CONTINUAMENTE.
Movilización
del niño
politraumatizado
El niño politraumatizado debe ser movilizado siempre
como un bloque
En el caso de que la gravedad de las lesiones lo
permita SIEMPRE ANTES DE MOVILIZAR HAY
QUE INMOVILIZAR
Sin material:
Tracción cervical en manteniendo el cuello en eje con el resto del cuerpo.
Con material:
Collarín cervical. El más utilizado es el
modelo Philadelphia. (collarín rígido con
apoyo mentoniano, con orificio anterior
amplio por si necesitaramos hacer una
traqueotomía)
Dejar siempre al niño con el cuello en posición neutra (para ello en
mayores de 7 años puede ser necesario rellenar el hueco del occipucio si
están en decúbito).
Inmovilización cervical
Volteo del niño de prono a supino
En el caso de pacientes hallados en decúbito prono, deberíamos
tender en los momentos iniciales a su colocación en supino.
Volteo del niño de prono a supino
Para ello pensar primero sobre qué costado vamos a hacer girar al niño.
El paciente girará sobre un eje uno de cuyos extremos es su miembro
superior colocado en elevación por encima de la cabeza y el otro es el
miembro inferior correspondiente.
Uno de los rescatadores sujetará la cabeza evitando el cruce de manos.
El siguiente cogerá al niño por el hombro y pelvis del lado contrario al que
va a girar.
Un tercero por ese mismo lado, hará girar al paciente cogiéndolo por
cadera y rodilla
Volteo del niño de prono a supino
En un primer tiempo del movimiento pasar al niño a
decúbito lateral.
Tras la recolocación de los rescatadores, se le pasaría a
decúbito supino.
A continuación se coloca el miembro superior alineado y
pegado al tronco.
Con material:
Técnica del puente holandés.Volteo lateral.Camilla de cuchara.Tablero espinal rígido
Levantamiento del niño politraumatizado
TRAUMATISMOS
DE
EXTREMIDADES
Su presencia aislada rara vez compromete la vida del
paciente, salvo encontrarnos con un sangrado relevante.
Son siempre objeto de valoración secundaria.
Traumatismos de extremidades: fracturas
Existen básicamente dos tipos de fracturas:
Cerradas: aquellas en las que no existe comunicación con el exterior. La piel
está por tanto íntegra aunque existe una deformidad importante de la
extremidad.
Traumatismos de extremidades: fracturas
Abiertas: aquellas en la que existe una solución de continuidad en piel por lo
que el niño presenta una herida que comunica esa fractura con el exterior.
Se acompañan de sangrado abundante y deben ser consideradas prioritarias
Traumatismos de extremidades
Traumatismos de extremidades: Esguinces.
Se define como esguince la separación momentánea de las superficies
articulares que se produce por la distensión o rotura de los ligamentos.
Existen varios grados que van desde el I (rotura parcial de algunas
fibras) al III (rotura con arrancamiento óseo).
El niño presentará dolor, tumefacción y equímosis
(sangrado bajo la piel), hemartros (sangrado
articular) e inestabilidad articular (dependiendo
del tipo de esguince).
Se tratan con inmovilización, hielo, vendaje
compresivo y elevación del miembro.
Traumatismos de extremidades: Luxaciones.
La luxación es la pérdida de la
posición normal de las superficies
articulares. Estas pierden contacto
entre sí, lo que clínicamente se
traduce en dolor y deformidad
manifiesta comparada con la
articulación contralateral, asociada a
limitación de la movilidad o
impotencia funcional.
Traumatismos de extremidades: Luxaciones.
NUNCA
INTENTAR
REDUCIR UNA
LUXACIÓN EN
EL LUGAR DEL
ACCIDENTE.
T. C. E.
Entendemos por TCE aquella situación que, por acción de un mecanismo
mecánico externo produce una alteración de las estructuras craneales e
intracraneales, provocando, salvo raras excepciones, una repercusión
neurológica como pérdida de conciencia de mayor o menor duración,
amnesia postraumática, focalidad, etc.
Los TCE se clasifican según la escala de coma de Glasgow
(valoración de apertura ocular, respuesta verbal y respuesta
motora) en:
Grave.
Moderado.
Leve.
Traumatismo cráneo-encefálico.
Traumatismo cráneo-encefálico.Signos de alarma en el TCE:
Pérdida de conocimiento.Tendencia anormal a dormirse o dificultad para despertarse.Dolor de cabeza persistente.Irritabilidad, alteración del carácter o actitudes anormales.
Vómitos bruscos o persistentes.
Dificultad para hablar o expresarse.
Tamaño de las pupilas claramente diferente.Pérdida de fuerza en alguna extremidad.Convulsiones.
Traumatismo cráneo-encefálico.
INMOVILIZACIÓN
TRASLADO
VALORACIÓN INICIAL:
Traumatismo cráneo-encefálico.
Consideraciones especiales:
El TCE es una lesión más fecuente en niños que en adultos.
El lactante a igualdad de lesión tiene mejor tolerancia al TCE y
éste requiere menos intervenciones neuroquirúrgicas.
Ante un TCE nunca de nada al niño por via oral.
En caso de otorragia y pérdida de consciencia, coloque al niño
en posición lateral de seguridad con la cabeza apoyada sobre el
oído que sangra.
“El mejor medio para hacer buenos a los niños, es hacerlos felices”.
(Oscar Wilde).