+ All Categories
Home > Documents > Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de...

Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de...

Date post: 05-Jun-2020
Category:
Upload: others
View: 1 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
134
Informe No. 21866-ALC Un Análisis de los Problemas de Género de la República Dominicana, Haití y Jamaica 11 de Diciembre de 2002 LCC3C Dirección Sub-regional del Caribe Grupo de Género, Unidad de Reducción de la Pobreza y Manejo Económico Región de América Latina y el Caribe Documento del Banco Mundial Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized
Transcript
Page 1: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Informe No. 21866-ALC Un Análisis de los Problemas de Género de la República Dominicana, Haití y Jamaica 11 de Diciembre de 2002 LCC3C Dirección Sub-regional del Caribe Grupo de Género, Unidad de Reducción de la Pobreza y Manejo Económico Región de América Latina y el Caribe

Documento del Banco Mundial

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Pub

lic D

iscl

osur

e A

utho

rized

Page 2: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

ACRÓNIMOS

ACOSTRAD Asociación para el Control de las Enfermedades de Transmisión Sexual Association for the Control of Sexually Transmitted Disease ALC América Latina y El Caribe AWOJA Asociación de las Organizaciones de Mujeres de Jamaica Association of Women’s Organizations of Jamaica BID Banco Interamericano de Desarrollo BWA Oficina de Asuntos de la Mujer Bureau of Women Affairs CARICOM Comunidad y Mercado Común Caribeño

Caribbean Community and Common Market CEE Comunidad Económica Europea CEDAW Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra

la Mujer Convention on the Elimination of all Forms of Discrimination against Women

CENISM Centro Nacional de Investigaciones de Salud Materno Infantil CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe CESDEM Centro de Estudios Sociales y Demográficos CHEPROF Centro Haitiano para la Investigación y Acción para el Desarrollo de la Mujer Centre Haitiene de Recherches et d’Actions pour la Promotion Féminine CIDA Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional

Canadian International Development Agency CIFD Comité Inter-agencia para la Mujer y el Desarrollo Comité Inter-agence Femme et Développement CIPAF Centro para la Investigación para la Acción Femenina CNRA Comisión Nacional de Reforma Administrativa Commission Nationale de Réforme Administrative CPS Encuesta sobre la Frecuencia de Uso de Métodos Anticonceptivos

Contraceptive Prevalence Survey CXC Consejo Examinador Caribeño

Caribbean Examinations Council

Vicepresidente: David de Ferranti Director: Rosalia Kalantzopoulos Director del sector: Ernesto May Lider del sector: Antonella Bassani Gerente: Maria Correia

ii

Page 3: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

EMMUS Encuesta sobre Mortalidad, Morbilidad y Utilización de Servicios Enquête Mortalité, Morbidité et Utilisation des Services ENDESA Encuesta Demográfica y de Salud ENGIH Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares ENMR Encuesta Nacional de Mujeres Rurales ESSJ Encuesta Económica y Social de Jamaica

Economic and Social Survey of Jamaica ETS Enfermedades de Transmisión Sexual

Sexually Transmitted Disease FAES Fondo de Asistencia Económica y Social Fonds d’Assistance Economique et Sociale FNUAP Fondo de Población De Naciones Unidas IEPD Instituto de Estudios de Población y Desarrollo IHSI Indicadores de las condiciones Sociales y Habitacionales de Haití

Indicateurs Sociaux et Suivi des Conditions de Vie des Menages en Haiti INARA Instituto Nacional de la Reforma Agraria l'Institut National de la Réforme Agraire ITS Infecciones de Transmisión Sexual IWRAW Observadores de los Derechos Internacionales de la Mujer

International Women’s Rights Action Watch JHDR Informe de Desarrollo Humano de Jamaica

Jamaica Human Development Report JIS Servicio de Información de Jamaica

Jamaica Information Service JSLC Encuesta de Condiciones de Vida en Jamaica

Jamaica Survey of Living Conditions MARNDR Ministerio de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo Ministère de l'Agriculture, des Ressources Naturelles et du Développement MCFDF Ministerio de Derechos y Condiciones de la Mujer Ministère à la Condition Féminine et aux Droits de la Femme MDE Ministerio de Medio Ambiente Ministère de l'Environnement MEF Ministerio de Economía y Finanzas Ministère de l'Economie et des Finances MJSP Ministerio de Justicia y Seguridad Pública Ministère de la Justice et de la Sécurité Publique MSPR Ministerio de Salud Pública Ministère de la Santé Publique MUDE Mujeres en Desarrollo Dominicano NCTVET Consejo Nacional de Educación y Entrenamiento Técnico y Vocacional National Council on Technical and Vocational Education and Training NFPB Consejo Nacional de Planificación Familiar National Family Planning Board OBC’s Organizaciones Basadas en la Comunidad

Community-Based Organizations OMS Organización Mundial de la Salud

World Health Organization ONG Organización No-Gubernamental ONAPLAN Oficina Nacional de Planificación OIT Organización Internacional del Trabajo RUFAMSO Organización de Apoyo a la Familia Rural Rural Family Support Organization

iii

Page 4: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

PEA Población Económicamente Activa PIOJ Instituto de Planificación de Jamaica

Planning Institute of Jamaica PIB Producto Interno Bruto PNB Producto Nacional Bruto PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PROFAMILIA Asociación Dominicana Pro Bienestar de la Familia RHS Encuesta de Salud Reproductiva Reproductive Health Survey SESPAS Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social SEM Secretaría de Estado de la Mujer SIDA Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida STATIN Instituto de Estadísticas de Jamaica

Statistical Institute of Jamaica UCG Unidad Central de Gestión Unité Centrale de Gestion UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para los Niños

United Nations Children’s Fund USAID Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

United States Agency for International Development UTECH Universidad de Tecnología

University of Technology UWI Universidad de West Indies

University of the West Indies VIH Virus de Inmunodeficiencia Humana WEDO Organización para el Entorno y el Desarrollo de la Mujer

Women’s Environment and Development Organization WDI Indicadores de Desarrollo Mundial

World Development Indicators WDR Informe de Desarrollo Mundial

World Development Report WWFT Mujeres Trabajando para la Transformación Women Working for Transformation

iv

Page 5: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

INDICE Acrónimos............................................................................................................................................. ii Indice .....................................................................................................................................................v Prefacio................................................................................................................................................vii Resumen Ejecutivo ............................................................................................................................. ix 1. Introducción ................................................................................................................................1

Objetivos y Enfoque .......................................................................................................................2 Tendencias de Género en la República Dominicana, Haití y Jamaica.....................................3 Organización del Informe ..............................................................................................................4

2. Republica Dominicana ...............................................................................................................5 Panorama de los Problemas de Género en la República Dominicana ....................................5 Un Vistazo a la República Dominicana........................................................................................7 Marco Institucional y Legal............................................................................................................7 Demografía.....................................................................................................................................10 Estructura Del Hogar ...................................................................................................................12 Salud ................................................................................................................................................13 Salud Reproductiva........................................................................................................................14 Violencia .........................................................................................................................................16 Educación .......................................................................................................................................18 Trabajo ............................................................................................................................................23 Agricultura ......................................................................................................................................29 Pobreza ...........................................................................................................................................32 Conclusiones y Consideraciones de Política..............................................................................34

3. Haití.............................................................................................................................................37 Panorama De Los Problemas De Género En Haití.................................................................37 Un Vistazo a Haití .........................................................................................................................39 Marco Institucional y Legal..........................................................................................................39 Demografía.....................................................................................................................................41 Estructura del Hogar.....................................................................................................................42 Salud ................................................................................................................................................44 Salud Sexual Y Reproductiva .......................................................................................................45 Violencia .........................................................................................................................................50 Educación .......................................................................................................................................51 Trabajo ............................................................................................................................................52 Agricultura ......................................................................................................................................53 Degradación Ambiental ................................................................................................................57 Conclusiones y Consideraciones De Política.............................................................................58

4. Jamaica........................................................................................................................................61 Panorama De Los Problemas De Género En Jamaica............................................................61 Un Vistazo A Jamaica ..................................................................................................................62 Marco Institucional y Legal..........................................................................................................63

v

Page 6: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Demografía.....................................................................................................................................66 Estructura Del Hogar ...................................................................................................................68 Salud ................................................................................................................................................72 Salud Reproductiva........................................................................................................................74 Violencia .........................................................................................................................................75 Educación .......................................................................................................................................80 Trabajo ............................................................................................................................................83 Agricultura ......................................................................................................................................86 Conclusiones y Consideraciones De Política.............................................................................88

5. Conclusiones..............................................................................................................................95 Instituciones y Bienestar del Hombre y La Mujer ....................................................................96

6. Lineamientos de Política ........................................................................................................101 Bibliografía ........................................................................................................................................103

vi

Page 7: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

PREFACIO

Este informe examina el efecto de las cuestiones de género en los resultados socioeconómicos de tres países del Caribe: La República Dominicana, Haití y Jamaica. Organizado en tres estudios separados, el informe cubre los sectores de demografía, salud, salud reproductiva, violencia, educación, trabajo y agricultura. El informe, aunque sólo cubre tres países, es parte de un esfuerzo más amplio del Departamento del Caribe del Banco Mundial, que tiene como propósito establecer una agenda social estratégica en el Caribe. Otros estudios realizados por el Banco relacionados a esta agenda social para el Caribe incluyen: El Informe Sobre Pobreza en República Dominicana (21306-RD, Diciembre 17, 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe: Problemas y Opciones (20491-ALC, Junio 2000) y Violencia y Pobreza Urbana en Jamaica: Rompiendo el Ciclo (15895-JM, Enero 1997). María Correia escribió este informe basándose en los aportes de Elizabeth Waters, Pia Peeters (LCSPG) y Elizabeth Katz (consultora), así como en los documentos técnicos escritos por Hinn Hinn Pyne (SASHP), Katrine Saito, Grace Imani Duncan, Sarah Gammage, Barbara Burton y Barbara Bailey (consultoras). Philippe Auffret y Jacqueline Mora Báez (LCCDO) llevaron a cabo un valioso análisis para el estudio de República Dominicana. María Donoso Clark (LCC3C) y Cecilia Valdivieso (PRMGE) fueron las encargadas de revisión. Selpha Nyairo y Chris Humphrey (LCSPG) aportaron apoyo en la edición. La Directora de País es Orsalía Kalantzopoulos, el Economista Principal es Antonella Bassani, el Director Sectorial es Ernesto May, el Economista en Jefe es Guillermo Perry y el Vicepresidente es David de Ferranti.

vii

Page 8: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

viii

Page 9: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

RESUMEN EJECUTIVO

INTRODUCCIÓN Muchos de los problemas socioeconómicos que hoy en día enfrentan los países del Caribe tienen una importante dimensión de género. Estos problemas incluyen crimen y violencia, problemas de salud sexual y reproductiva, bajos niveles educativos, estructuras familiares inestables, pobreza y desigualdad. Los roles y relaciones de género, afectan estos problemas socioeconómicos. Por ejemplo, el crimen violento está concentrado entre los hombres jóvenes, quienes son tanto víctimas como autores. La violencia doméstica está extendida en la sub-región del Caribe e involucra a hombres como los agresores y a mujeres como las víctimas en la mayoría de los casos. El comportamiento masculino agresivo se ha relacionado con la imposibilidad de los hombres (en particular de los hombres de bajos ingresos) de cumplir con las expectativas sociales de tener éxito y sostener económicamente a sus familias, así como con los patrones de socialización que enseñan a los niños a ser duros y a las niñas a ser sumisas.

Basado principalmente en una revisión bibliográfica y en la recopilación de fuentes secundarias, este informe presenta hallazgos sobre género en tres países caribeños claves: la República Dominicana y Haití – países que, en conjunto, contienen una proporción significativa de la población de la sub-región – y Jamaica, que es representativa del Caribe angloparlante. El informe compara la situación de hombres y mujeres como grupos diferenciados y en relación unos con otros, y examina cómo género tiene un rol en la determinación de los resultados socioeconómicos en cada uno de los tres países. El informe cubre los siguientes sectores: estructura demográfica y de los hogares, salud y salud reproductiva, educación, trabajo y agricultura. Debido a que el informe se basa en fuentes secundarias, temas como el de género y marco legal/ institucional, así como migración, aunque obviamente importantes, sólo se tratan de forma muy breve. El informe está organizado en tres secciones diferentes, cada una enfocada en un país y basada en fuentes de información múltiples.

Hallazgos

La República Dominicana, Haití y Jamaica, a pesar de su proximidad física, son un grupo de países extremadamente diversos, con distinta historia, religión y tradiciones culturales. En cuanto al tema de género, los tres países también son bastante diferentes. La información disponible sugiere que Jamaica es el más avanzado en términos de participación política, servicios de salud maternos, uso de anticonceptivos y niveles de fecundidad, educación femenina e igualdad de ingresos. Haití, por el contrario, exhibe los peores indicadores de la región en áreas como mortalidad materna, niveles de fecundidad, uso de métodos anticonceptivos y virus de inmunodeficiencia humana (VIH)/síndrome de

ix

Page 10: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

inmunodeficiencia adquirida (SIDA), con algunos indicadores en niveles peores que en países africanos con Producto Nacional Bruto (PNB) similar. También posee las leyes más anticuadas de la región de América Latina y el Caribe (ALC) relacionados a género. Dicho esto, Haití presenta mejores indicadores en términos de tasas de fecundidad y brechas de género en educación al ser comparado con países africanos de PNB similar. La República Dominicana, se coloca en algún lugar entre los otros dos países. Habiendo realizado avances en la reducción de la fecundidad y de las brechas de educación, y habiendo aprobado diferentes leyes relacionados a género, incluyendo una sobre violencia doméstica. En cuanto al abarcar problemas relacionados a género específicos de los hombres – i.e. violencia masculina, abuso de sustancias y comportamiento de riesgo, roles paternales y bajos niveles educativos de los varones – la información disponible sugiere que Jamaica ha hecho el mayor esfuerzo.

En cuanto a los problemas de género en los tres países, el análisis destaca los siguientes hallazgos:

Fecundidad. La fecundidad ha disminuido en los tres países, pero particularmente en Haití donde se redujo de 5.9 a 4.3 nacimientos por mujer entre 1980 y 1998. Sin embargo, existen grandes variaciones regionales, siendo la tasa en áreas rurales el doble de las de áreas urbanas en Haití. Las tasas de fecundidad para la República Dominicana siguen siendo mayores que el promedio de la región y son mayores entre las mujeres rurales o con menores niveles de educación.

Mortalidad Materna. Las tasas de mortalidad materna en Haití, de 600 por 100,000

nacidos vivos, son las mayores del Hemisferio Occidental (y mayores que las de Togo y Senegal, que tienen menores PNB per capita ajustados). Aunque en una categoría distinta, la República Dominicana también tiene altas tasas de mortalidad materna, particularmente dado el nivel de disponibilidad de los servicios de salud y el nivel de desarrollo económico del país. Jamaica tiene niveles de mortalidad materna favorables cuando se compara con países de nivel económico similar, sin embargo, el país tiene el objetivo de reducir la incidencia a un nivel menor.

Adolescentes /Embarazos no planeados. El embarazo en adolescentes, el cual tiene

importantes efectos intergeneracionales en términos de pobreza, es alto en Jamaica comparado con el promedio regional y está en aumento, aunque los niveles generales de fecundidad han disminuido. El embarazo en adolescentes aumentó significativamente en la República Dominicana y parece ser un problema menor en Haití, al menos en términos relativos. El 87 por ciento de los embarazos en adolescentes de Jamaica son no planeados, sugiriendo deficiencias en los servicios de salud reproductiva en ese país.

SIDA. Haití tiene la mayor tasa de infección de VIH de la región de ALC. Y en la

República Dominicana, el VIH/SIDA se situa en el 1.89 por ciento. En Jamaica el VIH/SIDA aún está concentrado entre los grupos de alto riesgo. Esta enfermedad está muy relacionada con los roles y relaciones de género. Como se indicó en la reciente publicación del Banco Mundial sobre VIH/SIDA en el Caribe, muchos hombres en los países del Caribe se involucran en comportamientos de alto riesgo, como el sexo frecuente o muy temprano con múltiples parejas y participando en sexo sin protección.

x

Page 11: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Mientras se espera que las mujeres tengan un comportamiento sumiso con sus parejas y que dependan económicamente de los hombres (Banco Mundial 2000e).

Violencia. Jamaica tiene una de las mayores tasas de homicidio de la región de ALC. El

crimen violento se concentra entre los hombres jóvenes pobres, sugiriendo una intersección de los roles y la socialización de género con la pobreza. Aunque abundan los problemas de medición, la información disponible sugiere que la violencia doméstica prevalece en los tres países.1 Por ejemplo, una de cada seis mujeres en la República Dominicana es o será víctima de la violencia física, mientras que en Jamaica una de cada cinco mujeres entre 25-60 años ha sufrido algún tipo de abuso físico. En Haití, se estima que el 70 por ciento de todas las mujeres ha experimentado alguna forma de violencia. Además, un estudio de UNICEF sugiere que el abuso sexual de las niñas está ampliamente extendido en ese país.

Educación. Las brechas de género en la educación son principalmente un problema

que afecta a los varones. Jamaica tiene una de las mayores tasas de analfabetismo masculino de la región. Las brechas de género para los hombres en repetición escolar son mayores en República Dominicana, aunque el analfabetismo es el mismo para hombres y mujeres. La falta de educación es un problema generalizado para niños y niñas haitianos.

Fuerza de Trabajo. Aunque los datos no son directamente comparables, la

información sugiere que una alta proporción de mujeres son económicamente activas en Haití y Jamaica, lo que probablemente se deba a razones muy distintas en cada caso. La participación femenina también ha aumentado en la República Dominicana, pero sigue siendo menor que la de los hombres a pesar de que las niñas son mejores estudiantes que los niños en la escuela. El desempleo femenino es mayor que el desempleo masculino en los tres países estudiados: es casi el triple que el de los hombres en la República Dominicana, el doble de la tasa masculina en Jamaica y 1.25 veces mayor que la tasa masculina en Haití.

Conclusiones

Mientras que la naturaleza y agudeza de los problemas de género varían significativamente en la República Dominicana, Haití y Jamaica, surge un tema común del análisis: la importancia de las instituciones. Primero, los roles de género son una institución importante. Al igual que en otras partes del mundo, las reglas sociales prescriben los roles que asumen los hombres y mujeres y los comportamientos esperados para cada uno de ellos. Empezando por los niños en edad escolar, los varones tienen mayores tasas de repetición debido a su participación en la fuerza laboral y las expectativas de que jueguen el rol de sostén económico de la familia. Las niñas, tienen una probabilidad mayor de abandonar la escuela debido al embarazo prematuro o a responsabilidades domésticas y de cuidado de los niños en el hogar, lo que es consistente con el rol femenino tradicional. En Haití, las mujeres enfrentan presiones sociales para criar a los hijos,

1 Para más información sobre la medición de los problemas relacionados con la violencia doméstica, ver Shrader 2000.

xi

Page 12: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

siguiendo sus roles tradicionales reproductivos y maternales. En la República Dominicana, a pesar de los mayores niveles de educación entre las mujeres, la participación femenina en la fuerza laboral es menor que la de los hombres, sugiriendo que las responsabilidades asociadas con realizar labores domésticas y cuidar de los niños restringen la actividad económica y los ingresos de las mujeres – consistente a los roles tradicionales de género.

Las instituciones del Estado también son importantes para los resultados de género. En ningún país del Hemisferio Occidental la ausencia del gobierno es tan patente como en Haití – y las consecuencias de género de estas deficiencias son obvias. Esto ha contribuido a que este país tenga las tasas más altas de mortalidad materna en el continente americano y a que existan altas tasas de fecundidad y de infección de VIH. Pero la importancia de las instituciones del estado es también clara en Jamaica y la República Dominicana. Casi ninguno de los embarazos de adolescentes en Jamaica es planificado, así como tampoco lo son la mayoría de los embarazos de todas las edades, señalando las deficiencias de los programas y políticas de salud reproductiva y sexual en este país. En la República Dominicana, el SIDA afecta al 1.89 por ciento de la población2 y los embarazos de adolescentes han aumentado, lo que probablemente se debe al hecho de que los programas de salud reproductiva están dirigidos principalmente a las mujeres casadas excluyendo otros grupos, como jóvenes y hombres. Finalmente, la institución del hogar – cómo están estructurados los hogares, los tipos de uniones que son aceptables y los efectos de las relaciones entre parejas, padres e hijos – es crítico para entender los resultados socioeconómicos y de género en los países estudiados aquí. La formación del hogar, y la relación entre sus miembros tienen importantes consecuencias en los resultados de género y bienestar socio-económico. En Jamaica, por ejemplo, el hecho de que la mayoría de los niños nazcan fuera del matrimonio y no tengan padre registrado, significa que los niños son criados, en su mayoría, sin su padre biológico. Además, la ‘relación de visita’ – un acuerdo semi-permanente en el cual el hombre no vive en la misma casa, pero la visita de vez en cuando – es común en Jamaica. La presencia de hombres en la familia, que no son los padres naturales de los niños, ha sido relacionada con los altos niveles de abuso sexual en el país. En Haití, mientras la mayor proporción de la población está en una unión estable, los hombres comúnmente se involucran en varias uniones simultáneas o tienen múltiples parejas. Aunque es un estigma para los hombres haitianos no dar apoyo a sus hijos, en realidad muchos de ellos aportan muy poco apoyo económico.

Lineamientos de Política

En el largo plazo, los países del Caribe necesitan cambiar los procesos de socialización que hacen que los hombres y mujeres asuman roles negativos y establezcan relaciones asimétricas. Estos a su vez están relacionados con algunos problemas sociales como el comportamiento violento entre los hombres, períodos de vida reducidos para los hombres, la expansión del VIH/SIDA, el embarazo de adolescentes, múltiples parejas y comportamiento de riesgo, padres ausentes, ambiente familiar inestable, deserción escolar y repetición (particularmente entre los varones), la carga desigual de la crianza y el cuidado de

2 Datos de UNAIDS para 1997, citados en Banco Mundial 2000e.

xii

Page 13: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

los niños que recae en la mujer, menor participación de la mujer en la fuerza de trabajo y en los ingresos, y la transferencia intergeneracional de pobreza y violencia.

Los procesos de socialización tienen lugar en la esfera pública y privada y son

influenciados por, entre otros factores, el sistema educativo, los medios de comunicación, las estructuras familiares y los grupos de pares. Las intervenciones de política y de los programas deberían, por lo tanto, enfocarse en estos temas. Y, para ser efectivos, los programas relacionados a género necesitan tener como objetivo tanto a hombres como a mujeres, dado que los hombres al igual que las mujeres son socializadas para comportarse de acuerdo a las expectativas y normas de género, las cuales tienen consecuencias negativas para ambos.

En cuanto a las áreas de política específicas, el informe recomienda: (a) ampliar la

cobertura y alcance de los servicios de salud sexual y reproductiva para los tres países; (b) expandir los programas dirigidos a la prevención de la violencia – tanto la violencia general como en violencia doméstica; (c) invertir en la educación inicial y en el desarrollo integral de jóvenes en todos los países, pero poniendo énfasis en Jamaica y República Dominicana; y (d) trabajar en las reformas legales, en el caso de Haití así como en el de la República Dominicana, examinando en ésta última los códigos laborales y familiares con especial atención, la provisión de cuidado infantil y la efectividad de las enmiendas al decreto de la reforma agraria.

Dada la naturaleza de extrema pobreza de Haití, el informe hace dos recomendaciones adicionales específicas a este: (a) asegurar que las oportunidades económicas alcancen tanto a hombres como a mujeres (incluyendo ingreso, empleo y programas de generación de pequeñas empresas); e (b) invertir en actividades agrícolas y no agrícolas en las áreas rurales, así como incrementar el acceso a la energía doméstica en estas áreas, dadas las importantes implicaciones de esta última en la forma en que se usa el tiempo y la productividad de las mujeres. La capacidad extremadamente limitada del Estado sugeriría que las inversiones sean dirigidas a través de las organizaciones de la sociedad civil, al menos en el corto plazo.

xiii

Page 14: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

xiv

Page 15: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

1. INTRODUCCIÓN

1. Género está relacionado con muchos de los problemas socioeconómicos que enfrentan la mayoría de los países del Caribe hoy en día, incluyendo el crimen y la violencia, embarazos en la adolescencia, la difusión del VIH/SIDA, logros educativos, estructuras familiares inestables, y pobreza y desigualdad.3 Los roles de género – referentes a los roles y expectativas de la sociedad que son impuestos sobre hombres y mujeres debido a su sexo – y las relaciones de género – las relaciones de poder entre hombres y mujeres – afectan los resultados socioeconómicos. Por ejemplo:

• El crimen violento se encuentra concentrado en los hombres jóvenes, quienes son tanto víctimas como transgresores. La violencia doméstica, menos denunciada pero extensa, involucra a hombres como los agresores y a mujeres como las víctimas en la mayoría de los casos. El comportamiento agresivo masculino está relacionado con las formas de socialización que enseñan a los niños a ser duros y la incapacidad de los hombres – en particular los de bajos ingresos – de cumplir con las expectativas sociales de ser exitoso y ser el proveedor (Barker 1998).

• La esperanza de vida, relacionada con el problema de la violencia, es un problema de género pues los factores biológicos sólo explican dos a tres años de la brecha de longevidad entre mujeres y hombres. El resto de las diferencias está relacionada con el comportamiento masculino – i.e. violencia, alcoholismo y comportamiento de riesgo – lo que, a su vez, está ligado con los roles de género masculinos.

• La propagación de VIH/SIDA – que ha alcanzado el nivel de epidemia generalizada en varios países del Caribe (Banco Mundial 2000e) – está relacionada con el comportamiento y las relaciones sexuales de hombres y mujeres. Estos, a su vez, son afectados por los roles y expectativas de género existentes. En algunos países del Caribe, por ejemplo, se espera que los hombres tengan múltiples parejas sexuales, que se involucren en sexo casual y soliciten sexo comercial. En Jamaica, los rígidos códigos tradicionales de ‘hombres machos’ se traducen en la renuencia a utilizar condones. Además, las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres hacen difícil para que la mujer negocie el uso del condón durante un acto sexual.

• La escolaridad en el Caribe – donde en la mayoría de los casos las niñas superan a los niños y permanecen más tiempo en la escuela (Banco Mundial 1996d) – también está relacionado con los roles de género. En otros países de ALC, los estudios muestran que el papel del hombre como sostén económico de la familia hace que los niños pobres

3 Para una revisión de los temas de reducción de la pobreza y desarrollo de los recursos humanos en el Caribe, ver Caribbean Countries Poverty Reduction and Human Resource Development, Report No. 15342-ALC (Banco Mundial 1996d).

1

Page 16: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

tengan mayor probabilidad de abandonar la escuela para brindar apoyo financiero a sus familias. La asistencia escolar de las niñas pobres también está basada en su rol de género: aquellas que abandonan la escuela, lo hacen generalmente por embarazo prematuro, para cuidar de sus hermanos o para realizar otras labores domésticas.

• El tema de la pobreza y la desigualdad está relacionado, entre otros factores, con la participación en la fuerza laboral y con los ingresos, teniendo ambos, componentes de género. A pesar de alcanzar mayores niveles de educación, las mujeres tienen una menor participación y reciben menores salarios que los hombres en el mercado laboral, además presentan mayores tasas de desempleo. Esta desigualdad ha sido relacionada con los roles de género, como es el caso de la renuencia de los empleadores a contratar mujeres en sus años de procreación. Por el lado de la oferta, las expectativas sociales y familiares de que la mujer desempeñe el rol doméstico y el cuidado de los niños también limitan la actividad económica de las mujeres (Katz y Correia, 2001).

• La inestabilidad en los hogares y los problemas de crianza de los hijos, que colocan a niños y jóvenes en una posición de riesgo, están conectados con la alta incidencia de nacimientos fuera del matrimonio y hogares de madres solteras, actitudes y presiones sociales respecto al embarazo en mujeres adolescentes, la expectativa de múltiples parejas por parte de loshombres y de tener hijos con más de una mujer, la presencia irregular de los padres en el hogar, y el uso de las familias extendidas para criar a los hijos (Blank, 2000).

OBJETIVOS Y ENFOQUE

Objetivos y Alcance

2. Basado principalmente en una revisión bibliográfica y en la recopilación de fuentes secundarias, este informe analiza el tema de género en tres países claves del Caribe: la República Dominicana, Haití y Jamaica. Con estos tres países, el informe cubre cerca de la mitad de la población del Caribe y una muestra representativa del Caribe anglófono. El informe documenta la situación de hombres y mujeres como grupos distintos así como la relación entre ellos, también examina cómo género influye en la determinación de los resultados socioeconómicos de estos países. El informe cubre los siguientes sectores: demografía, salud y salud reproductiva, violencia, educación, trabajo y agricultura. Se da una atención explícita al tema de la estructura del hogar, dada su importancia y las características únicas que presenta en el Caribe. La selección de los sectores incluidos en el informe estuvo basada, entre otras cosas, en la disponibilidad de información pues se utilizó casi exclusivamente información de fuentes secundarias. Por lo tanto, los temas tales como género y los esquemas institucionales/legales, así como la migración no son cubiertos de manera exhaustiva a pesar de su obvia importancia. Este informe forma parte de un esfuerzo por parte del Departamento del Caribe del Banco Mundial para analizar e identificar los problemas sociales más importantes en la sub-región, los cuales formarían la base para una agenda social estratégica en el Caribe.

2

Page 17: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Enfoque y Fuentes de Información

3. El informe está basado principalmente en una revisión de la literatura. Los resultados están organizados en tres secciones sobre los distintos países, cada una de ellas basada en fuentes de información distintas. Como se indicó previamente, el informe se basa principalmente en información secundaria, pero incluye un análisis básico de la encuesta de hogares para la República Dominicana de 1998. Las principales fuentes de información a las que se hace referencia en el texto son: la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud, 1996 (ENDESA-96) y la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares, 1998 (ENGIH-98) en el caso de la República Dominicana; la Encuesta sobre Mortalidad, Morbididad, y Utilización de Servicios (EMMUS II/DHS 94/95) en el caso de Haití; y la Economic and Social Survey 1999 y 2000 (ESSJ) y la Survey of Living Conditions, 1998,1999 y 2000 (JSLC) en el caso de Jamaica. A lo largo del informe, y con fines de comparación, se presentan indicadores de género para países de PNB per capita y tamaño similares a los de los países del Caribe que se analizan aquí.

TENDENCIAS DE GÉNERO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA, HAITÍ Y JAMAICA

4. La República Dominicana, Haití y Jamaica, aunque físicamente cercanos, conforman un grupo de países extremadamente diverso, con distinta historia y tradiciones culturales. La República Dominicana, originalmente una colonia española, está poblada de hispano parlantes de origen europeo y africano, en su mayoría practicantes de la religión Católica. Haití, donde se habla el francés y creóle, es una antigua colonia Francesa con legados de esclavitud. La religión popular y las prácticas de vudú del país – una tradición híbrida que surge de la mezcla de la herencia africana y la experiencia de esclavitud – están diseminadas entre todas las denominaciones y clases de la sociedad haitiana, a pesar de la aceptación formal tanto del Cristianismo Católico como del Protestante. La dictadura, la intervención militar y una severa inestabilidad han caracterizado a la historia haitiana. Jamaica, país de habla inglesa colonizado y gobernado por los británicos por más de trescientos años continúa siendo parte de la Comunidad Británica (Commonwealth) y mantiene la legislación inglesa. Mientras la mayor parte de la población es de descendencia africana, Jamaica tiene relaciones fuertes con los Estados Unidos y la Comunidad Europea, debido a los nexos idiomáticos, históricos y económicos.

5. A pesar de las diferencias culturales e históricas, el relativo progreso económico en Jamaica y la República Dominicana ha significado que estos países comparten muchas tendencias e indicadores en lo que se refiere a género. Pero Haití, siendo el país más pobre del hemisferio occidental, se encuentra en una categoría aparte. La Tabla 1.1 resume algunas de las estadísticas nacionales relevantes sobre género en estos tres países y para la región de ALC en conjunto. En términos demográficos básicos, las mujeres viven más tiempo que los hombres en los tres países. La brecha de género a nivel nacional es de cuatro años para República Dominicana y Jamaica y de cinco años para Haití, mientras el promedio de ALC es de seis años. La tasa de fecundidad total para Haití (4.3 nacimientos) y República Dominicana (2.9 nacimientos) están por encima del promedio de ALC de 2.7 nacimientos. La frecuencia de uso de métodos anticonceptivos es alta tanto en Jamaica (65 por ciento) como en la República Dominicana (64 por ciento) comparado con el promedio de ALC (59 por ciento), pero extremadamente baja en Haití (18 por ciento). En cuanto a la mortalidad materna, ésta varía significativamente entre los tres países, alcanzando las 600 muertes por

3

Page 18: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

100,000 nacidos vivos para Haití. La República Dominica tiene el segundo nivel más alto (220 muertes por 100,000 nacidos vivos) seguido de Jamaica con 110. La brecha de género en ingresos es baja en la República Dominicana y extremadamente baja en Jamaica.

Tabla 1.1 Indicadores de Género Indicador República

Dominicana Haití Jamaica Promedio

ALC Hombres Mujeres H M H M H M Analfabetismo (% de personas mayores de 15 años)1

17 17 50 54 18 10 11 13

Mortalidad materna (por 100,000 nacidos vivos)2

- 220 - 600 - 110 - -

Esperanza de vida al nacer3 69 73 51 56 73 77 67 73 Tasa de fecundidad total (nacimientos por mujer))4

- 2.9 - 4.3 - 2.6 - 2.7

Tasa de uso de métodos anticonceptivos5 - 64 - 18 - 65 - 59 Tasa de mortalidad en adultos (por 1000)6 153 96 432 339 117 53 216 116 Tasa de desempleo7 9 24 - - 10 22 - - Desigualdad en los ingresos8 100 76 - - 100 90 - - Fuentes: 1 Informe de Desarrollo Mundial (WDR) 2000/2001 (Datos a 1998) 2 República Dominicana: ENDESA-96; Haití: WDR, 1999/2000; Jamaica: Economic and Social Survey (ESSJ), 1999 3 WDR 2000/2001 (1998) 4 WDR 2000/2001 (1998) 5 Porcentaje de mujeres entre 15-49 años de edad, 1990-98, WDR 2000/2001 6 Probabilidad de que una persona de 15 años muera antes de los 60 años, si está sujeto a tasas de mortalidad específicas a la edad entre las edades de 15 y 60 años, WDR 2000/2001 (1998) 7 República Dominicana: Estimaciones del Banco Mundial (basadas en datos de ENGIH 1998); Jamaica: The Labor Force 1998, Statistical Institute of Jamaica (STATIN) 8 Porcentaje de los ingresos de los hombres, en promedio. República Dominicana: 1996 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); Jamaica: Base de Datos de Género de ALC.

ORGANIZACIÓN DEL INFORME

6. El informe tiene cinco secciones. Las primeras tres se centran en los estudios de país, presentados en el siguiente orden: República Dominicana, Haití y Jamaica. Cada estudio contiene una exposición de los hallazgos de los resultados, seguida por una comparación de los indicadores de género con países de ingreso per capita similar, un análisis de género por sector, y los lineamientos de política recomendados para ese país. La cuarta sección presenta las conclusiones y la sección final recomienda lineamientos de política para los tres países en conjunto.

4

Page 19: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

2. REPUBLICA DOMINICANA

PANORAMA DE LOS PROBLEMAS DE GÉNERO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

7. La estabilidad macroeconómica de 1991 trajo consigo un período de crecimiento económico excepcional para la República Dominicana. Durante los últimos nueve años, su economía ha estado entre las economías de más rápido crecimiento en el mundo, con un crecimiento económico promedio anual por encima del seis por ciento entre 1992 y 1999 (Banco Mundial 2001a). La pobreza se ha reducido durante la última década, lo que sugiere que los beneficios del crecimiento han alcanzado a los sectores más pobres de la población. Sin embargo, la pobreza persiste y es particularmente aguda en las áreas rurales.

8. Las décadas recientes han sido testigo de importantes cambios en las condiciones de vida de hombres y mujeres. En general, la fecundidad ha disminuido dramáticamente durante las dos últimas décadas, de 4.2 nacimientos en 1980 a 2.9 nacimientos en 1998 como resultado del incremento en el acceso a métodos anticonceptivos, entre otros factores. El alfabetismo ha aumentado significativamente para hombres y mujeres, sin que permanezca prácticamente alguna brecha de género. Y la participación de la mujer en la fuerza laboral ha crecido sostenidamente en la República Dominicana. Además, el gobierno ha comenzado a reconocer y a enfrentar el importante problema de la violencia doméstica. Entre las acciones clave para enfrentar este problema, se ha incluido el establecimiento de enmiendas legales para fortalecer la protección de mujeres y niños, una campaña a nivel nacional para crear más conciencia sobre la violencia doméstica, clínicas que ofrecen apoyo legal y psicológico, y estaciones de policía que se especializan en manejar los casos de violencia doméstica. El gobierno también ha realizado revisiones importantes al código laboral y al decreto de la reforma agraria, con el objetivo de reducir los prejuicios y la discriminación contra las mujeres.

9. Pero, a pesar de estos avances, muchos indicadores señalan la necesidad de continuar con los esfuerzos para enfrentar los problemas relacionados con género. La mortalidad materna en la República Dominicana es mayor que en países de ingreso per capita similar o inferior y es el doble de la tasa de Jamaica. Dado que la cobertura de los servicios de salud ha aumentado significativamente en los últimos años, la alta mortalidad materna es un indicador de problemas en la calidad de los servicios de salud del país. Y aunque la fecundidad ha disminuido en términos generales, continúa siendo mayor al promedio de ALC, y ha aumentado entre las mujeres adolescentes. También, los niveles de fecundidad varían significativamente, dependiendo del nivel de educación y de la residencia en zonas rurales o urbanas. Otro elemento de preocupación es la tasa de infección de VIH, que se encuentra entre las mayores de ALC y está creciendo a una tasa mayor en las mujeres que en los hombres. Mientras la información sobre el SIDA está difundida entre mujeres y hombres, son comunes las percepciones erróneas sobre su transmisión y es bajo el uso del condón como prevención. En cuanto a la violencia doméstica contra la mujer, ésta continúa siendo

5

Page 20: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

común, siendo particularmente vulnerables las inmigrantes haitianas dada su situación ilegal y falta de amparo legal. Las intervenciones dirigidas a los hombres para reducir la violencia masculina son incipientes en la República Dominicana.

10. Las tendencias educacionales en la República Dominicana se asemejan a los de otros países de ALC, en los que los niños presentan un desempeño inferior a las niñas. De hecho, la República Dominicana tiene la mayor brecha de género en las tasas de repetición escolar de la región. Pero, mientras actualmente las niñas superan los resultados de los niños en la escuela, la participación femenina en la fuerza laboral continúa siendo menor que la de los hombres. Más importante aún es el hecho de que la República Dominicana tiene una de las mayores brechas de género en desempleo de ALC: la tasa es nueve por ciento para los hombres, comparada con 24 por ciento para las mujeres. Además, el desempleo es particularmente alto entre las mujeres jóvenes (50 por ciento, comparado con 31 por ciento para los hombres jóvenes). La brecha de género salarial, aunque persistente, es relativamente favorable con un valor de 76 por ciento, y las diferencias de género son más prominentes entre los trabajadores con mayores niveles educacionales.

11. En cuanto a los problemas de género en la ley, la falta de centros de cuidado infantil continúa siendo un problema importante para las mujeres, con implicaciones significativas en la participación femenina en la fuerza laboral y en los ingresos. Más aún, el Código Civil continúa discriminando contra la mujer en la distribución de los bienes de la pareja, así como en la tutela de los hijos. A pesar de los cambios en el decreto de la reforma agraria, la propiedad de la tierra continúa estando concentrada en las manos de los hombres y varios aspectos de las leyes civiles y agrarias aún dificultan la situación de la mujer rural, en particular, su acceso a la tierra. Las mujeres casadas, por ejemplo, no tienen derecho sobre las tierras que ellas mismas pudieran haber heredado o comprado, y las mujeres en uniones consensuales tienen aún menos derecho sobre las tierras mantenidas en conjunto y sobre otras propiedades si estas uniones terminan.

12. Finalmente, el último Informe sobre Pobreza para la República Dominicana del Banco Mundial muestra que los hogares encabezados por una mujer tienen una probabilidad 13.4 puntos porcentuales mayor de ser pobres que aquellos hogares cuyo jefe es un hombre, manteniendo constantes otros factores. Sin embargo, un simple análisis de la pobreza por estructura del hogar, sugiere que para un hogar, el hecho de tener un solo padre – ya sea éste un hombre o una mujer – puede ser un determinante más importante de la pobreza que el sexo del jefe del hogar. Este problema necesita ser examinado más a fondo antes de llegar a conclusiones definitivas.

13. El estudio para la República Dominicana está organizado de la siguiente forma: la primera sección presenta algunos indicadores básicos de género para países de ingreso per capita similar, mientras que las secciones restantes presentan los resultados de un análisis de género sobre marco legal e institucional, incluyendo representación política, demografía, estructura del hogar, salud, salud reproductiva, violencia, educación, trabajo y agricultura. El estudio termina con consideraciones de política para la República Dominicana.

6

Page 21: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

UN VISTAZO A LA REPÚBLICA DOMINICANA

14. Una revisión rápida de indicadores globales para países de PNB per capita similar muestra que la República Dominicana tiene menores niveles de fecundidad que Paraguay y Perú, el mismo nivel de Venezuela y mayores niveles que Panamá (ver Tabla 2.1). Sin embargo, no presenta buenos resultados en términos de niveles de analfabetismo, pues sólo El Salvador y Haití, que tienen menores niveles de ingreso, presentan resultados inferiores. Además, la tasa de mortalidad materna de la República Dominicana es el doble que la de Jamaica y 1.5 veces mayor que la de El Salvador, países de menor ingreso, y casi tres veces mayor que la de Panamá, país de ingreso moderadamente mayor. Sólo Perú tiene una tasa de mortalidad materna superior a la de República Dominicana.

Tabla 2.1 Indicadores Socioeconómicos y Demográficos PIB per

Capita

(Dólares de

1999)1

Población (millones)

1999

Tasa de Fecundidad

Total (Nacimientos

por mujer) 1998

Mortalidad Materna

(por 100,000 nacidos vivos)

1990-982

Analfabetismo % personas de 15

años ó + 1998

Esperanza de Vida al Nacer (años)

1998

h m h m Haití $1,407 8 4.3 600 50 54 51 56 Jamaica $3,276 3 2.6 110 18 10 73 77 El Salvador $4,048 6 3.3 140 19 25 67 72 Paraguay $4,193 5 3.9 190 6 9 68 72 Perú $4,387 25 3.1 270 6 16 66 71 República Dominicana $4,653 8 2.9 220 17 17 69 73 Panamá $5,016 3 2.6 85 8 9 72 76 Venezuela $5,268 24 2.9 65 7 9 66 71 Fuente: WDR 2000/2001, a menos que se especifique lo contrario 1 Ajustado por paridad de poder de compra. 2 República Dominicana: ENDESA-96; Haití: WDR, 1999/2000; Jamaica: Economic and Social Survey (ESSJ), 1999; El Salvador: Organización Mundial de la Salud (OMS), datos de 1993

MARCO INSTITUCIONAL Y LEGAL

15. En respuesta al programa de acción de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995, el Gobierno Dominicano estableció un plan de acción nacional, el cual identificó la pobreza, la violencia, la participación política y el fortalecimiento institucional como prioridades.3 Importantes avances en la implementación del plan, de acuerdo a la Secretaría de Estado de la Mujer (SEM), de la República Dominicana, incluyen: (a) la creación de oficinas de la mujer, (b) la creación de mecanismos sectoriales para proveer políticas de seguimiento;4 y (c) la creación de políticas adaptadas a las necesidades de la mujer para la “separación” de las mujeres. La SEM, es la institución gubernamental encargada de la implementación del programa de acción de Beijing. Responde directamente a la legislatura nacional, pero no tiene la autoridad de iniciar acciones legislativas.

3 El plan es llamado “Plan Nacional de Género.” 4 Aún mientras existen mecanismos sectoriales, estos no son necesariamente efectivos. Por ejemplo, oficinas como la EDUC-Mujer no cuentan con el apoyo institucional necesario para llevar a cabo su mandato de principalidad de género (SEM 2000a). Para más sobre este tema ver, “Diagnóstico de Género en la Reforma y Modernización”, publicación llevada a la luz pública por United Nations Fund for Population Activities (UNFPA), conjuntamente con United Nations Development Programme (UNDP) y SEM, 2000.

7

Page 22: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

16. Desde la Conferencia de Beijing, el Gobierno ha promulgado importante legislación – tanto en la forma de enmiendas a los códigos existentes, como de leyes especiales – para avanzar la causa de la mujer. De acuerdo a CEDAW (1998), los cambios incluyen lo siguiente:

• Código Penal. El código penal fue enmendado para clasificar y establecer “penalizaciones por violencia contra la mujer y abuso doméstico e intra-familiar; el código define y establece penalizaciones por violencia sexual; penalizaciones por prostitución y tráfico de mujeres; penalizaciones por abandono de la familia; y penalidades por discriminación.”

• Reforma Agraria. El Decreto de la Reforma Agraria 55-97 reconoce la participación de la mujer en la distribución de la tierra, obviando así la discriminación establecida por la ley anterior5 hacia la mujer.

• Código Laboral. El nuevo código laboral establece que los hombres y las mujeres son iguales en términos laborales, contradiciendo el código anterior que discriminaba contra la mujer, al impedir que éstas participaran en trabajos que no fueran “apropiados a su sexo”. El nuevo código provee, mecanismos legales para la mujer durante el embarazo y luego del nacimiento del bebé. También establece reglas en lo relativo al servicio doméstico, incluyendo días de trabajo, descansos, vacaciones y beneficios laborales.

17. Sin embargo, aún persisten problemas legales relacionados con el género. Mientras la legislatura dominicana ha debatido un proyecto de ley para proveer servicios de cuidado de niños durante el día, que beneficiaría a las mujeres desproporcionadamente, no se han realizado acciones concretas al respecto. Más importante aún es que el Código Civil continúa discriminando contra la mujer, al establecer la “comunidad universal” como el régimen de legislación común administrado por el esposo, el sistema de dotes y la inmutabilidad de los Acuerdos de Matrimonio. Bajo el código civil actual, cuando una pareja se casa, se le confía al padre la administración de las propiedades personales de sus hijos menores de edad; sólo en el caso de muerte del esposo, la mujer pasa a tener este derecho. En relación a la tutela de los niños, el padre pasa a ser automáticamente el tutor de los niños en el caso de muerte de la madre, pero lo mismo no aplica a la madre si el padre muere. La custodia de los niños, en el caso de divorcio o separación se decide en la corte, pero generalmente pasa a la madre.

Representación Política y Participación

18. Recientes modificaciones a la ley electoral, requiere que las mujeres candidatas al Congreso y a las elecciones locales, constituyan un 33 por ciento del total del número de candidatos. A pesar de estas medidas, la proporción de mujeres senadoras, sub-secretarias de estado y alcaldes, es menor que el promedio regional (ver Tabla 2.2). El país sin embargo, presenta resultados mas favorables en términos de participación femenina en el Sistema

5 Ver también FNUAP /PNUD /SEM (2000) y SEM (2000a).

8

Page 23: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Judicial y en la Cámara de Diputados. Más aún, la Vicepresidente de la República Dominicana es una mujer.

19. Las mujeres se encuentran menos involucradas en los partidos políticos que los hombres. La encuesta sobre Cultura Democrática y Participación revela que en 1997, 63 por ciento de aquellas personas que declararon no pertenecer a ningún partido político, eran mujeres, y que 22 por ciento de las mujeres, contra un 8 por ciento de los hombres, declararon no estar interesadas en la política. Sin embargo, el número de asuntos relacionados con la mujer discutidos durante las campañas electorales ha incrementado así como también el número de grupos de iniciativas femeninas que se han convertido en parte de la agenda gubernamental (SEM 2000). En 1999, fue creado el Foro de las Mujeres en Partidos Políticos para promover un proceso de revisión interna dentro de los partidos políticos para alcanzar las mismas oportunidades entre hombres y mujeres. Las diferencias de género son consistentes en las actividades políticas informales, aunque las diferencias son menores cuando la acción política está dirigida a resolver problemas relacionados con el barrio, problemas de la comunidad o de la ciudad (Duarte et al. 1998). Como indica el Recuadro 2.1, los roles de género tradicionales impiden a la mujer tener una mayor participación en la vida política.

Tabla. 2.2 Indicadores de Participación y Liderazgo, 1998-99 Año República Dominicana Promedio

ALC Total Mujeres Mujeres

como % total

Mujeres como %

totala

Mujeres ministros, secretarias de estado o equivalentes

1999 17 2 11.7 11.7

Mujeres Vice-ministros, sub-secretarias o equivalentes

1998 11 1 9.1 16.1

Mujeres alcaldes 1998 115 2 1.7 8.7 Mujeres en el senado 1998 30 2 6.7 15.6 Mujeres en la cámara de diputados 1998 149 24 16.1 11 Mujeres jueces en la suprema corte de justicia

1998 15 5 33.3 16.2

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 1999c. a Último año disponible para cada país

20. Otras formas de participación de la mujer en la sociedad también han aumentado considerablemente en los últimos años. Las Organizaciones no Gubernamentales (ONG’s) han experimentado un importante incremento en la última década y las mujeres tienen una presencia activa en ellas. La participación de la mujer dentro de las ONG’s es especialmente alta, en temas relacionados con salud, problemas de las mujeres, violencia doméstica, democracia y participación ciudadana y micro-finanzas (PMA 2000). Esto sugiere que la limitada participación política de la mujer dominicana, no es tanto un problema de desinterés como de uso, por parte de las mujeres, de diferentes canales para participar en procesos políticos. Otras posibles explicaciones para las diferencias de género en la política incluyen (a) la percepción cultural generalizada de que la política formal es algo exclusivamente masculino; (b) los diferentes tipos de temas políticos tratados por partidos políticos comparados a aquellos dentro de las ONG’s y otras formas de actividades políticas informales; y (c) la falta de tiempo que tienen las mujeres para involucrarse en la política debido a sus cargas dentro del hogar.

9

Page 24: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Recuadro 2.1. Percepciones sobre la Participación Cívica y Política

La encuesta sobre Cultura Política y Democracia de 1997 revela que existe un acuerdo general entre hombres y mujeres acerca de que la mujer debería tener una participación más activa en la política, debido mayormente a los “ mejores valores personales y morales de las mujeres”.

Sin embargo, estos resultados se encuentran ensombrecidos por el hecho de que el 32 por ciento de los encuestados pensaran que las mujeres deberían participar en la política sólo si ésta no representaba una amenaza a su papel como madres y esposas. De una manera similar, un 25 por ciento de la población encuestada consideró que las mujeres sólo deberían trabajar si el salario del esposo no era suficiente para cubrir todas las necesidades del hogar. Merece la pena señalar que más mujeres que hombres piensan que (a) la política es una actividad para hombres (b) las mujeres no son tan capaces como los hombres para ser buenos políticos (c) las actividades políticas de las mujeres deben estar condicionadas a sus responsabilidades en el hogar; y (d) la mayoría de las mujeres (53 por ciento) piensan que sólo el hombre debe tomar las decisiones del hogar. Esto sugiere que la percepción de las mujeres sobre sí mismas en lo relacionado a no ser capaces de realizar ciertas actividades, es una de las principales trabas para su potencial participación en actividades económicas y otras actividades públicas relacionadas con el desarrollo nacional.

Finalmente, el 51 por ciento de las personas entrevistadas consideraban que, hablando en general, había una igualdad entre hombres y mujeres en la República Dominicana. Sin embargo, sólo un 38 por ciento de aquellos con un nivel mayor de educación pensaban que realmente había igualdad. Los entrevistados consideraron que la igualdad de género empeoró de 1994 a 1997. Sin embargo, esto no necesariamente significa un deterioro real de la igualdad de género, sino que puede deberse a una mayor apreciación de los problemas de las mujeres, lo que causa que las personas noten desigualdades que no habían percibido anteriormente.

Fuente: Encuesta sobre Cultura Política y Democracia en la República Dominicana de 1997 llevada a cabo por la Asociación Dominicana Pro Bienestar de la Familia (PROFAMILIA).

DEMOGRAFÍA

21. La República Dominicana tiene la segunda población más grande del Caribe, después de Cuba, con casi la misma proporción de hombres y mujeres. De acuerdo al último censo realizado en 1993, la población era 7,089,041, de los cuales el 50.1 por ciento eran mujeres y el 49.9 por ciento eran hombres.6 La población es relativamente joven, con 34 por ciento de la población en edades inferiores a los 15 años (Naciones Unidas, 1998). Pero la continua disminución de las tasas de fecundidad y mortalidad está cambiando gradualmente el perfil demográfico del país. La esperanza de vida aumentó de 68 años para las mujeres y 64 años para los hombres a 73 para las mujeres y 69 para los hombres en 1998 (Báez, 2000; Banco Mundial, 2001b), pero sigue siendo menor que la de Jamaica, donde es de 73 años para los hombres y 77 años para las mujeres. En todos los grupos de edad, las tasas de mortalidad son mayores para los hombres que para las mujeres. Por ejemplo, las tasas actuales son de 153 por 1000 para hombres entre 15 y 59 años de edad y de 96 por 1000 para las mujeres en 6 En 1999 la población estimada era de 8,365,000 (División de Estadísticas de las Naciones Unidas 1999).

10

Page 25: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

el mismo grupo. La disparidad en las tasas de mortalidad es más significativa en los adultos debido a causas externas, como accidentes de tránsito y homicidios.

22. La República Dominicana se está urbanizando rápidamente. En 1980 la población urbana se estimaba en 50 por ciento y ha crecido a un estimado 65 por ciento en 1995 (PAHO, 1999a). Aunque su presencia no se refleja en las estadísticas oficiales, se estima que de 400,000 a un millón de haitianos y dominicanos descendientes de haitianos viven actualmente en la República Dominicana, lo que representa aproximadamente un seis por ciento de la población total (Banco Mundial, 2000a). A pesar de su contribución a la economía, la mayor parte de la población haitiana en la República Dominicana sigue siendo pobre y vulnerable.

Fecundidad

23. La fecundidad ha disminuido significativamente en la República Dominicana durante las dos décadas pasadas. Las tasas han disminuido de 4.2 nacimientos por mujer en 1980 a 2.9 en 1998; pero siguen siendo mayores que el promedio de ALC de 1998, que es de 2.7, y que la tasa de Jamaica (2.6 niños) (Banco Mundial, 2001b). La residencia urbana o rural y la educación también influyen en la fecundidad. De acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud (ENDESA-96), en 1996, las mujeres rurales tenían 3.9 hijos en promedio, comparado con 2.7 para sus compañeras urbanas, con tasas de 4.4 y 2.8 en 1988-91. Desde una perspectiva geográfica, las mayores tasas de fecundidad se encuentran en la zona sur del país (tanto la sureste como la suroeste). La fecundidad también varía con el nivel educacional; las mujeres sin educación tienen un promedio de cinco hijos, comparado con una tasa de fecundidad promedio de 1.9 nacimientos en las mujeres con educación superior.

24. El embarazo en las adolescentes aumentó en la República Dominicana entre 1991-96, de acuerdo a la última encuesta demográfica y de salud. Alrededor del 23 por ciento de las mujeres entre 15 y 19 años había tenido al menos un embarazo en 1996, comparado con 18 por ciento en 1991 (CESDEM et al. 1997; PAHO, 1999a).7 Además, de acuerdo a ENDESA-96, el embarazo en adolescentes varía considerablemente según residencia urbana o rural, región y nivel de educación. Por ejemplo, las tasas rurales son casi el doble de las de las áreas urbanas y, de manera similar, la tasa es más del doble para aquellas mujeres sin educación comparada con aquellas de mayor educación.8 Las causas consecuencias y políticas de respuesta al embarazo de adolescentes se encuentran descritas en el recuadro 2.2.

7 Estos resultados parecen alarmantemente altos, por lo que se requiere mayor investigación para asegurar su validez. De acuerdo a los Indicadores de Desarrollo Mundial (WDI), la tasa de fecundidad en adolescentes era de 12 nacimientos por 1,000 mujeres entre 15-19 años en 1998, lo que en contraste, parece irrealmente bajo (Banco Mundial, 2000f). El PNUD indica que en 1991, 13 de cada 100 mujeres adolescentes (15-19años de edad) habían sido madres, comparado con 19 por ciento en 1996, sugiriendo un incremento de 40 por ciento en los embarazos de adolescentes (PNUD 2000). 8 Los patrones reproductivos y de crianza de las mujeres dominicanas han cambiado poco en las últimas décadas. La edad promedio del primer matrimonio es apenas justo antes de los 18 años para la mujer rural y alcanza casi los 20 años para las mujeres urbanas. El comportamiento reproductivo se caracteriza por el nacimiento de un hijo justo después del matrimonio y por el poco tiempo entre un nacimiento y otro (Naciones Unidas, 1998).

11

Page 26: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Recuadro 2.2. Causas, Consecuencias y Políticas de respuesta al Embarazo de Adolescentes en la República Dominicana

Causas: Los valores socio-culturales tradicionales y las dinámicas económicas juegan un papel importante en el fomento de los embarazos de adolescentes. El alto valor otorgado a la maternidad en la cultura dominicana y la falta de opciones profesionales y educativas para muchas mujeres jóvenes pobres, hacen que las mujeres perciban el matrimonio y la maternidad como su única oportunidad para desarrollarse, y en muchas ocasiones para su supervivencia económica. Esto, añadido al acceso limitado a preservativos, mala información sobre su uso, y a las negativas de los hombres a su uso, tiene como resultado relaciones sexuales tempranas de riesgo que mayormente terminan en embarazos. Estudios han encontrado una correlación positiva entre los embarazos de adolescentes y el bajo status socio-económico, bajo nivel educacional y bajo acceso a los medios de comunicación (IEPD/ PROFAMILA, 1997).

Consecuencias: El embarazo de adolescentes en sí tiene potenciales consecuencias negativas en la salud mental y física de las mujeres. De una manera similar, y a pesar del hecho de que el aborto no es común, las condiciones precarias en que tiene lugar ponen en riesgo la salud de las mujeres jóvenes. Más aún, el embarazo a temprana edad involucra la interrupción de actividades educacionales y productivas, y atenta contra la incorporación futura de la mujer al mercado laboral.

Respuesta Política: En la República Dominicana se han introducido algunos programas de educación sexual en los últimos años. Sin embargo, aparentemente ningún esfuerzo sistemático parece haberse hecho para fortalecer la educación sexual dentro del currículum. Una campaña nacional de educación sexual podría ser implementada utilizando las escuelas y los medios de comunicación para diseminar el mensaje. El contenido podría incluir información precisa sobre los preservativos disponibles, su uso, así como sus efectos secundarios o sus riesgos. Esta podría promover el diálogo social entre instituciones de la sociedad acerca de cómo los roles de género influyen en los embarazos de adolescentes y cómo usar estos para promover una actitud responsable entre los padres en el futuro. Paralelamente, se debería considerar la creación de opciones profesionales para las mujeres jóvenes pobres como estrategia para reducir las tasas de embarazos de adolescentes.

Fuente: Paiewonsky (1995), Tejada Holguín (1995) y otros.

ESTRUCTURA DEL HOGAR

25. La mayor parte de los hogares en la República Dominicana están encabezados por una pareja, tienen hijos y declaran al hombre como jefe del hogar. Este tipo de hogar comprende el 43 por ciento de los hogares urbanos y el 50 por ciento de los rurales (ver Tabla 2.3). Los hogares con niños en los que sólo está la madre componen otro grupo importante, particularmente en áreas urbanas donde alcanzan casi el 11 por ciento de los hogares. Esta proporción es siete por ciento en el caso de las áreas rurales. La importancia de este grupo demográfico de familias radica en que es probable que estos hogares tengan sólo un adulto que recibe ingresos y niños dependientes. Los hogares sin niños cuyo jefe es una mujer – que tienden a ser principalmente viudas o separadas – son el 15 por ciento de los hogares en las áreas urbanas y 11 por ciento en las zonas rurales. Además, de acuerdo a la información de hogares de 1998, los hogares encabezados por un hombre o una mujer en áreas rurales tienen, en promedio, el mismo número de hijos; mientras que en las áreas

12

Page 27: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

urbanas, los hogares cuyo jefe es un hombre tienden a tener más hijos en promedio que aquellos encabezados por sus contrapartes femeninas.

Tabla 2.3 Estructura de los Hogares por Residencia Urbana-Rural, 1998 Hogares

encabezados por una persona, sin

hijos

Hogares encabezados por una persona, con

hijos

Hogares encabezados por una pareja, sin

hijos

Hogares encabezados por una

pareja, con hijos

Urbana Masculino 5.9 1.4 18.1 42.5 Femenino 14.6 10.8 2.4 4.7 Rural Masculino 8.1 1.3 19.0 49.4 Femenino 11.0 7.2 1.4 2.7 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98 26. La cohabitación es la unión más común en la República Dominicana. De acuerdo a Duarte y a Brea (1999), un 38 por ciento de las parejas viven en unión consensual, comparado con un 30 por ciento formalmente casados en 1997. Esta tendencia fue aún mayor en las áreas rurales (46 por ciento contra 28 por ciento). Las tasas de separaciones y divorcios fueron bajas, representando un 11 por ciento y 3 por ciento de la población casada respectivamente. En la República Dominicana las personas tienen la tendencia a casarse o formar una unión a edades tempranas. En 1992, 45 por ciento de las mujeres entre 15 y 24 años habían estado casadas o habían vivido en unión común (Tejada Holguín, 1995). Esto tiene como repercusiones menores niveles de educación, mayor número de niños y la aceptación de responsabilidades adultas de mujeres como madres y de hombres como proveedores en etapas muy tempranas en la vida.

27. Con respecto a la migración y las remesas, podría esperarse que los hogares con jefatura femenina dependan más de las remesas que sus contrapartes masculinos, sin embargo los datos no apoyan esta hipótesis. De acuerdo al análisis de la información de hogares de 1998, la participación de las remesas en los ingresos totales de los hogares encabezados por hombres es 76 por ciento, cuando ningún adulto está trabajando. La proporción correspondiente es 69 por ciento para hogares encabezados por mujeres. En los casos de hogares con un miembro adulto de la familia empleado, la proporción de las remesas en el ingreso total del hogar es levemente superior para los hogares encabezados por mujeres (37 comparado con 34 por ciento).

SALUD

28. De acuerdo a PAHO (1999a), la República Dominicana ha experimentado una tendencia descendente en las muertes ocasionadas por enfermedades transmisibles, mientras que las muertes por causas externas están aumentando y la proporción de muertes debido a neoplasmas malignos y enfermedades peri natales permanecen relativamente estables.9 En 1994 las mujeres en la categoría de 15-44 años de edad tenían mayor probabilidad de morir

9 PAHO (1999a) recomienda tener cuidado con la interpretación de estos datos, pues las muertes no registradas fueron cercanas al 50 por ciento en 1994 y las muertes debido a síntomas “definidos como enfermedad” fueron cerca del 15 por ciento entre 1990 y 1994.

13

Page 28: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

por enfermedades de circulación pulmonar, seguidas por tuberculosis, daños por accidentes de tránsito y enfermedades cerebro-vasculares y cardíacas. Las complicaciones durante el embarazo, parto y post-parto, que en 1990 dieron cuenta del siete por ciento de las muertes, se redujeron a cinco por ciento en 1994. Para los hombres entre 15-44 años, las principales causas de muerte en 1994 fueron los accidentes de tránsito, seguidos por homicidios, otras lesiones, enfermedades de circulación pulmonar y otras enfermedades del corazón.

SALUD REPRODUCTIVA

Mortalidad Materna

29. Mientras las tasas varían dependiendo de la fuente, la mortalidad materna es alta en la República Dominicana, lo que es particularmente preocupante dado que la cobertura de los servicios de salud ha aumentado significativamente con los años. La mortalidad materna estimada para la República Dominicana en base a ENDESA-96 es de 220 por 100,000 nacidos vivos en el período 1983-94 (PAHO, 1999a).10 La información comparativa para 1990-1998 fue de 140 para El Salvador, 170 para Paraguay y 270 para Perú (ver Tabla 2.1). En la República Dominicana, la mortalidad materna más alta se situa entre las mujeres adolescentes (en edades de 15-19) y mujeres mayores (35 años o más) (PROFAMILIA/FNUAP, 1998). Las tres causas principales de mortalidad materna son toxemia (25-30 por ciento), hemorragias durante el parto (21 por ciento) y abortos clandestinos (17 por ciento) (Naciones Unidas, 1998).

30. Las altas tasas de mortalidad materna, junto con la amplia disponibilidad de servicios prenatales y natales en la República Dominicana, indican deficiencias en la calidad de los servicios de salud. En realidad, en 85 por ciento de las muertes maternas en Santo Domingo, las mujeres han recibido cuidado prenatal (PROFAMILIA/FNUAP, 1998). Según ENDESA-96, en términos del tipo de cuidado maternal, 43 por ciento de las mujeres recibieron cuidado de un médico general durante el embarazo y 55 por ciento recibieron cuidado de un médico ginecólogo/obstetra, con variaciones según la región geográfica y el nivel educacional.

Planificación Familiar

31. La frecuencia de uso de métodos anticonceptivos es alta en la República Dominicana comparado con otros países. Según ENDESA-96, el 45 por ciento de todas las mujeres en edad reproductiva y el 64 por ciento de las mujeres que estaban casadas o viviendo con una pareja utilizaban anticonceptivos en 1996. El promedio para la región ALC para el período 1990-98 fue 59 por ciento (Banco Mundial, 2000f). El uso de anticonceptivos no varía mucho según la residencia urbana o rural: 66 por ciento de las mujeres de zonas urbanas y 60 por ciento de las mujeres de zonas rurales utilizaban algún método anticonceptivo. El método más popular entre las mujeres era la esterilización femenina (64 por ciento), seguida por la píldora (20 por ciento), otros métodos modernos (9 por ciento) y métodos 10 De acuerdo al PNUD, las estimaciones de mortalidad materna varían de acuerdo a la fuente. Por ejemplo, la estimación de PAHO es 93 por 100,000 nacidos vivos entre 1988-92; la estimación del Centro Nacional de Investigaciones de Salud Materno-Infantil (CENISM) es 269 por 100,000 nacidos vivos en 1996 para el Distrito Nacional; y la estimación de PROFAMILIA es 107 por 100,000 nacidos vivos en 1994-95 para el Distrito Nacional (PNUD, 2000). Sin embargo, los servicios rurales de salud son inferiores a los del Distrito Nacional, por lo que a nivel nacional las tasas de mortalidad materna deben ser mucho mayores.

14

Page 29: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

tradicionales (7 por ciento) (CESDEM et al. 1997). El sesenta y cinco por ciento de los hombres en unión de pareja reportaron que ellos o su pareja utilizaban algún tipo de anticonceptivo. Con respecto a los proveedores, las clínicas privadas y oficinas médicas proveen cerca de la tercera parte de los anticonceptivos, los hospitales públicos (SESPAS) proveen otra tercera parte, las farmacias proveen alrededor del 15 por ciento y la ONG de salud, PROFAMILIA, provee alrededor del 13 por ciento de los anticonceptivos.

32. La cobertura y la calidad de la información y de los métodos de planificación familiar parecen presentar problemas, encontrándose en desventaja algunas áreas geográficas, los pobres y los jóvenes (ver párrafos 21 y 22). Por ejemplo, aunque el conocimiento sobre la planificación familiar está extendido entre hombres y mujeres, existen muchas percepciones erróneas. Según ENDESA-96, casi todos los hombres y mujeres han oído hablar al menos de un método de planificación familiar, siendo los más comunes la píldora, la esterilización y el condón, los cuales dijeron conocer el 98 por ciento de las mujeres. Sin embargo, cuando se les preguntó sobre detalles sobre estos métodos, pocas podían describir el anticonceptivo correctamente. La falta de educación sobre el uso de anticonceptivos, la falta de supervisión médica, las preocupaciones de las mujeres sobre los efectos secundarios de los anticonceptivos, y la oposición masculina, son algunas de las razones del mal uso o la total ausencia de uso de anticonceptivos (Paiewonsky, 1995). Cifras provenientes de La Encuesta Nacional de Jóvenes, ilustran la magnitud de su mala utilización. En 1992, a pesar de que el 65 por ciento de las mujeres jóvenes y el 56 por ciento de los hombres jóvenes utilizaban anticonceptivos, 86 por ciento de las mujeres sexualmente activas, quedaron embarazadas (Tejada Holguín, 1995). Para los jóvenes, los problemas de acceso se incrementan por los prejuicios socio-culturales. En el caso de los condones, aunque accesibles, la condena social de las relaciones sexuales a temprana edad, y los temores de los jóvenes, les impiden comprarlos, contribuyendo a los altos niveles de embarazos de adolescentes.

Aborto

33. El aborto es tanto un tabú como una práctica ilegal en la sociedad dominicana (Duarte et al. 1998). Una alta porción de las mujeres entrevistadas en la encuesta Cultura Política y Democracia (49 por ciento) declararon estar en contra del aborto. Sin embargo, los abortos ilegales ocurren, de acuerdo a algunas estimaciones, a una tasa de un aborto por cada tres partos (Paiewonsky, 1995). El acceso de las mujeres a los abortos seguros es limitado por el alto costo de los practicados ilegalmente por médicos, forzando a muchas mujeres a utilizar métodos tradicionales, los cuales suponen un serio riesgo para su salud.

VIH/SIDA

34. El VIH/SIDA es uno de los problemas de salud más serios de la República Dominicana. La tasa de infección de adultos se situa en el 1.89 por ciento a nivel nacional.4 Según UNAIDS, 130,000 adultos y niños estaban infectados con VIH/SIDA a finales de 1999. De los casos de SIDA reportados durante 1999, 71 por ciento fueron adquiridos por contacto heterosexual y ocho por ciento por contacto homosexual. En términos de género, la razón de infección hombre/mujer era 2:1 en 1997, pero se ha ido igualando con el tiempo.

4 Datos de UNAIDS para 1997, citados en Banco Mundial 2000e.

15

Page 30: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

En años recientes, la infección por VIH ha aumentado entre las mujeres embarazadas y, en menor medida, entre las trabajadoras sexuales (PAHO, 1999a).

35. La expansión del VIH a través del turismo ha sido identificada como un problema importante en el Caribe de habla hispana y holandesa en particular (Banco Mundial, 2000e). En 1998, el turismo contribuyó con el 29 por ciento del total de los ingresos de exportación de la República Dominicana o 13 por ciento del PIB (Banco Mundial, 1999).13 Las trabajadoras sexuales femeninas, así como muchachos (conocidos como “beach boys”) proveen servicios sexuales en áreas turísticas, donde las tasas de embarazo y de infección de VIH en adolescentes son altas en relación con otras áreas (Banco Mundial, 2000e). Países como Tailandia que han reconocido y enfrentado el nexo entre el turismo y los problemas de reproducción sexual han reducido con éxito la expansión del VIH, sin arriesgar los ingresos económicos del país provenientes del turismo - el reto será lograr que la República Dominicana haga lo mismo.

36. El conocimiento sobre el VIH/SIDA está extendido en la República Dominicana: casi el 100 por ciento de las mujeres y de 90-98 por ciento de los hombres dicen conocer la enfermedad. Sin embargo, es común tener información errónea. Según ENDESA-96, 64 por ciento de los hombres encuestados indicaron que “evitar las picaduras de mosquitos” era una forma de prevención, mientras que 50 por ciento indicó que “evitar el uso de baños públicos” prevenía el SIDA y el 43 por ciento indicó que podría prevenirse al “no compartir alimentos con portadores del SIDA”. Aunque estas percepciones erróneas eran más comunes entre los hombres mayores, menos educados y residentes en áreas rurales, 30-50 por ciento de los hombres educados también tenían percepciones erróneas sobre la transmisión y prevención del SIDA.

37. Habiendo reconocido la importancia del problema, el Gobierno ha considerado el VIH/SIDA como una prioridad nacional. Actualmente está creando un número de programas dirigidos a frenar la expansión de la enfermedad y a mitigar su impacto entre las personas infectadas o afectadas.14 El programa incluirá programas y actividades dirigidos a los grupos de alto riesgo; la extensión del conocimiento sobre el VIH/SIDA entre la población en general; y el fortalecimiento de la capacidad institucional para asegurar la efectividad y la sostentabilidad del esfuerzo.

VIOLENCIA

38. En comparación con otros países de la región ALC, incluyendo al vecino Jamaica, la República Dominicana es sólo moderadamente violenta, según el número de homicidios registrados. La tasa de homicidios a finales de los años 80 y principios de los años 90 fue 11.9 por 100,000, que era muy cercana a la de los Estados Unidos en ese mismo período (10.1 por 100,000) (Morrison y Biehl, 1999). Pero la violencia entre hombres – así como la violencia doméstica, que es menos reportada – son problemas importantes en la República Dominicana. Y, como se indicó previamente, los homicidios fueron la segunda causa de muerte entre los hombres de 15-44 años de edad en 1994 (PAHO, 1999a).

13 En 1997, cerca de 2.2 millones de turistas se hospedaron en la República Dominicana (Banco Mundial, 1999). 14 Uno de estos programas está recibiendo financiamiento del Banco Mundial (Proyecto ID: PE-P-071505).

16

Page 31: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

39. Los estudios realizados en otros países en la región ALC sugieren que tanto los autores como las víctimas de la mayor parte de los actos de violencia son hombres jóvenes (Ayres, 1998; Morrison y Biehl, 1999). La violencia en la región está también asociada con las clases socioeconómicas más bajas, desempleo o subempleo, menos educación, y abuso de drogas y alcohol (Buvinic et al., 1999). Haber experimentado o presenciado abuso crónico durante la niñez, incrementa significativamente la probabilidad de ser violento cuando se es adulto (Huesmann et al. 1984, citado en Buvinic et al., 1999).

40. Pero según algunos investigadores, los procesos de socialización, roles y expectativas del género masculino – cuando se combinan con la pobreza – se encuentran en la raíz de la violencia masculina. Según Barker (1998), por ejemplo, ser un hombre en la mayoría de los países es trabajar duro, ganar bien, ser responsable y proveer financieramente a la familia. Cuando estos objetivos se tornan difíciles de alcanzar, los hombres regularmente confirman su masculinidad a través de la violencia y otros comportamientos disfuncionales. Los estereotipos tradicionales – transmitidos a través de la escuela, los medios de comunicación populares y el hogar – refuerzan la agresión, la destreza física y el riesgo entre los muchachos; y la sociabilidad y la sumisión entre las muchachas (Pollack, 1998).

Violencia Sexual y Doméstica

41. Aunque los casos no reportados y la falta de información empírica hacen difícil identificar la magnitud de la violencia doméstica en la República Dominicana, éste es un problema importante, y el número de casos reportados está creciendo, particularmente los de violencia sexual contra niños y adolescentes (PAHO, 1999a). Según las estimaciones realizadas, una de cada seis dominicanas es o será víctima de violencia física. En 1995, los registros de la policía nacional mostraron que de todos los homicidios cometidos contra las mujeres, casi seis por ciento estuvieron acompañados de violación sexual y 51 por ciento fueron clasificados como “crímenes pasionales” (Naciones Unidas, 1998). Dependiendo de la fuente, la violencia doméstica es la cuarta (SEM, 2000) o sexta (Naciones Unidas, 1998) causa de muerte para las mujeres. Las mujeres inmigrantes haitianas viviendo en los bateyes,15 dada su situación generalmente ilegal y/o su estatus de segunda clase, son especialmente vulnerables a la violencia sexual, con poco o ningún recurso legal o psicológico (Banco Mundial, 2001a).

42. Al igual que en otros países, la práctica de castigar físicamente a los niños por parte de los padres y familiares – tanto masculinos como femeninos – es común en la República Dominicana. Esta situación afecta tanto a los niños como a las niñas y sus efectos de largo plazo incluyen una aceptación de la violencia (tanto en términos de utilizar o recibir violencia) y la producción de ciclos intergeneracionales de violencia. En el caso de la República Dominicana, de acuerdo a un estudio sobre violencia doméstica realizado por UNICEF en 1995, el 11 por ciento de los niños entrevistados reportó que su padre era muy agresivo con los miembros de la familia y ocho por ciento reportó que su madre era agresiva. Más del 40 por ciento de los niños recibía golpes como castigo. De acuerdo a los informes sobre derechos humanos, el abuso sexual infantil es quizás la violación más seria de los derechos humanos contra los niños (US Department of State, 2000). El Departamento de

15 Un alto número de inmigrantes haitianos, viven en bateyes, comunidades localizadas en o alrededor de las plantaciones de caña, con condiciones de vida bastante precarias.

17

Page 32: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Abuso Sexual de la Policía Nacional recibe entre 200 y 300 denuncias mensuales de violaciones de niños entre 4-11 años, de los cuales sólo el 30 por ciento llega hasta las cortes de justicia. En el 50 por ciento de los casos, el atacante es una persona cercana al niño. El abuso sexual a menores afecta principalmente a las niñas, aunque los niños también son víctimas. Finalmente, la información de la Secretaría de Salud indica que muchos de los embarazos entre jóvenes adolescentes fueron reportados como resultado de violación o incesto y eran frecuentemente acompañados por enfermedades de transmisión sexual.

Costos Económicos de la Violencia

43. Mientras la violencia es un problema de justicia social y derechos humanos, está ganando reconocimiento como problema económico, sobrecargando los servicios de salud y los sistemas judiciales, afectando la productividad y los ingresos, creando inestabilidad económica y emocional dentro del hogar, e influenciando las percepciones de seguridad y bienestar y, por consiguiente, las inversiones económicas. América Latina está gastando varios puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto (PIB) en sus sistemas militares, policiales y judiciales. Según las estimaciones, las pérdidas de vidas humanas ocasionadas por homicidios le cuesta a la región aproximadamente US$27.7 millones o casi uno por ciento del PIB de la región completa, dado que la edad promedio del ciudadano latinoamericano es 26 años y que éste esperaría vivir durante 50 años más (Ayres, 1998).

Acciones del Gobierno Contra la Violencia

44. Recientemente, el Gobierno Dominicano ha estado realizando esfuerzos significativos para reducir la violencia doméstica. Por ejemplo, realizó enmiendas al Código Penal, al Código de Procedimiento Criminal y al Código para la Protección de Niños y Adolescentes, mediante la Ley No.24-97 de enero de 1997, incrementando así la protección contra todos los tipos de violencia, especialmente la violencia doméstica contra mujeres y niños; ha establecido una campaña a nivel nacional para aumentar la conciencia sobre la violencia intra-familiar y la persecución sexual; ha abierto clínicas de ayuda legal que ofrecen orientación legal y/o sicológica a las víctimas; ha establecido programas de cooperación técnica entre la Policía Nacional, la Oficina del Procurador Fiscal, la Cruz Roja Dominicana, universidades y organizaciones de las mujeres, para enfrentar el problema de la violencia; y ha puesto en operación estaciones de policía conocidas como “Estaciones de Bienvenida a la Mujer”, que se especializan en recibir y manejar casos de violencia contra las mujeres y de violencia familiar; han capacitado jueces y a la policía para tratar de una manera más eficiente y sensible la violencia contra la mujer; y ha abierto delegaciones provinciales de la SEM.

EDUCACIÓN

45. El nivel de alfabetización ha aumentado significativamente en la República Dominicana en las décadas recientes, especialmente en las áreas rurales, y prácticamente ha desaparecido la brecha de género. En 1998, según ENGIH, las tasas de alfabetización nacional eran de 85 por ciento para los hombres y de 84 por ciento para las mujeres, presentándose menores tasas en las áreas rurales (75 por ciento para los hombres y 74 por ciento para las mujeres) (ver Tabla 2.4). Los resultados son ligeramente menores para la población mayor de 15 años (83 por ciento, tanto para hombres como para mujeres – ver Tabla 2.1). Como se esperaría, las tasas de alfabetización disminuyen con la edad, como

18

Page 33: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

resultado de un aumento de la cobertura de educación primaria a través del tiempo. El nivel de alfabetización es mayor para las mujeres entre 15-34 años que para los hombres en el mismo grupo, mientras que las tasas son mayores para los hombres que para las mujeres en la población mayor que los 35 años de edad. Este cambio en la brecha de género se debe a las mayores tasas de matriculación para las niñas que para los niños que se han presentado en los últimos años (ver Tabla 2.5).

Tabla 2.4 Tasas de Alfabetismo en la República Dominicana, 1998 Nacional Urbana Rural 15-19

años 30-34 años

35-39 años

Masculino 85.1 91.4 75.1 91.7 88.8 88.2 Femenino 83.9 88.9 73.7 95 90.4 85.7 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98 Matriculación y Asistencia

46. Los niveles de matriculación preescolar continúan siendo bajos para niños y niñas, encontrándose las niñas con una ligera desventaja. En 1998, 56 por ciento de los niños entre 3-5 años no estaban matriculados en la escuela, comparado con 58 por ciento de las niñas. Los niveles de matriculación preescolar están fuertemente relacionados con los niveles de ingreso. Por ejemplo, en 1998 el 76 por ciento de los niños entre 3-5 años de edad pertenecientes al quintil de ingresos más bajos no estaban matriculados en la escuela, comparado con 21 por ciento para el quintil de ingresos más altos. Un problema serio con el desarrollo de la niñez inicial es la casi absoluta ausencia de centros de cuidado infantil en la República Dominicana. Además de los efectos negativos sobre el desarrollo cognoscitivo e intelectual de los mismos niños, la ausencia de educación inicial limita las posibilidades de los padres para trabajar – particularmente de las madres – que deben gastar recursos en el cuidado de los niños y/o rechazar oportunidades en el mercado laboral.

47. Al nivel primario, las tasas de matriculación neta son similares para niños y niñas urbanos, pero en las áreas rurales los niños se encuentran en desventaja.16 Después de controlar por el factor riqueza, la proporción de niños que no están matriculados en la escuela primaria es significativamente mayor entre las familias pobres que entre las no pobres. Además, las niñas pobres presentan mejores resultados que los niños en términos de matriculación escolar, mientras que lo contrario ocurre entre los más ricos. A nivel urbano, por ejemplo, el 15 por ciento de los niños pobres con edades entre 6-13 años no estaban matriculados en la escuela, comparado con 11 por ciento en el caso de las niñas. Sorprendentemente, las tasas de matriculación urbana y rural de los no pobres son similares (ver Tabla 2.6).

16 La escuela primaria en la República Dominicana está compuesta por ocho grados, para niños entre 6-13 años, en dos ciclos. La escuela secundaria cubre cuatro grados, en dos ciclos. El primer ciclo, de dos años, tiene un enfoque general, mientras que el segundo ciclo ofrece un enfoque general o un enfoque técnico/ vocacional. Las tasas de matriculación netas se definen como los niños del grupo de edad correspondiente que están matriculados y asistiendo a clases y aquellos que están matriculados y esperando el inicio de un nuevo período escolar. Se excluyen los niños matriculados que no asisten a la escuela por otras razones, tales como ayudar a sus padres en el trabajo.

19

Page 34: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

48. Existe una fuerte correlación entre la educación de las madres y la asistencia a la escuela de los niños de entre 5-14 años; la educación de los padres, sin embargo, no es significativa para la educación de los niños. Además, el ingreso de la familia tiene un efecto mayor en la educación de los niños que en la educación de las niñas. Controlando por el nivel de educación del padre y la madre, jefe del hogar, residencia urbana-rural, ingreso del hogar y remesas, las regresiones probit desagregadas de género indican, por ejemplo, que la probabilidad de que un niño cuya madre tiene educación secundaria asista a la escuela es 7 por ciento mayor que para un niño cuyos padres no tienen educación (ver Tabla 2.5); la probabilidad correspondiente para las niñas es de 4 por ciento. La correlación entre madres que han finalizado la educación secundaria y la asistencia escolar de los hijos es mayor para las niñas que para los niños. Como se esperaría, para ambos sexos, vivir en áreas rurales reduce la probabilidad de asistir a la escuela. Finalmente, el ingreso familiar tiene un impacto positivo en la asistencia escolar, siendo el efecto más importante para los niños que para las niñas. Esto podría ser explicado por el mayor coste de oportunidad de que los niños vayan a la escuela debido a que los salarios esperados son mayores para los niños que para las niñas.

Tabla 2.5 Determinantes de la Asistencia Escolar para Niños y Niñas entre 5-14 Años, 19981/

Parámetros Niños Niñas Mujer jefe de hogar * 0.025 0.051 (0.70) (1.49) Padre con educación primaria* -0.00027 0.0071 (-0.02) (0.57) Padre con educación secundaria * -0.0063 0.0077 (-0.34) (0.46) Padre con educación superior * 0.016 0.021 (0.57) (0.73) Madre con educación primaria * 0.046 0.049 (4.25) (4.37) Madre con educación secundaria * 0.065 0.037 (5.16) (2.93) Madre con educación superior * 0.044 0.059 (2.39) (2.98) Rural* -0.035 -0.032 (-3.55) (-3.18) Log (ingreso per capita) 0.034 0.019 (5.01) (2.82) Padre de familia soltero* 0.0021 -0.017 (-0.64) (-1.15) Madre de familia soltera* -0.031 -0.072 (0.09) (-0.70) Dummy x Log (remesas per capita) 2/ 0.0017 0.0049 (0.77) (2.16) Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98 1/ Variable dependiente: Variable ficticia que toma el valor de 1 si el niño está asistiendo a la escuela y 0 en otro caso. 2/ Esta variable ficticia toma el valor de 1 si la familia recibe remesas y 0 si no las recibe. * Los coeficientes representan el efecto marginal de la variable sobre la probabilidad condicional. Nota: Los números en paréntesis son los valores z para el test de que el coeficiente subyacente sea igual a cero.

49. Las tasas de matriculación en la escuela secundaria continúan siendo bajas en la República Dominicana siendo más altas para las niñas que para los niños tanto en las áreas urbanas como rurales. En 1998, la matriculación secundaria neta para los niños en las áreas rurales fue menor que la mitad de la de las niñas (17 por ciento comparado con 36 por

20

Page 35: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

ciento). La disparidad de género es menor en las áreas urbanas donde la matriculación neta para niños y niñas es 40 y 47 por ciento, respectivamente. Las tasas de matriculación netas son significativamente mayores entre los no pobres que entre los pobres, lo cual no es sorprendente. Además, la proporción de niños que no asisten a la escuela secundaria es similar para los no pobres y para los pobres, después de controlar por variables de riqueza.

50. Las tasas de matriculación netas para la educación superior – aunque son bajas en general – están correlacionadas con los niveles de ingreso y con la residencia urbana-rural. En cuanto a las diferencias de género, las tasas de matriculación netas son mayores para las mujeres que para los hombres, excepto entre los pobres (ver Tabla 2.7). En 1998, el 16 por ciento de los hombres entre 18-23 años en las áreas urbanas estaban matriculados en la universidad, comparado con 21 por ciento de las mujeres. En las áreas rurales, tres por ciento de los hombres estaban matriculados, comparado con cinco por ciento de las mujeres. Es interesante que en las áreas rurales las tasas de matriculación netas para hombres pobres y no pobres son similares, pero éste no es el caso para las mujeres rurales. En todos los niveles, la baja asistencia escolar en la República Dominicana se debe principalmente a los altos costos de la educación para los pobres, los bajos retornos en la educación primaria y secundaria, particularmente en las áreas rurales y a la inaccesibilidad a las escuelas para la población pobre y residente en el área rural (Banco Mundial, 2001a).

Tabla 2.6 Tasas de Matriculación Netas en Primaria y Secundaria, 1998 Urbana

Masculino Femenino No

matriculados Primaria Secundaria No

matriculados Primaria Secundaria

6-13 años Total 9.4 87.7 1.2 8.5 87.7 2 Pobres* 14.6 83.1 0.9 10.9 85.6 1.8 No Pobres* 2.8 90.1 1.7 5.4 89.1 3.1 14-17 años Total 16.1 42.5 40.5 16.7 35.2 47.1 Pobres 15.9 54 29.7 20.2 45.9 33.9 No Pobres 16.5 23.6 58.6 12 20.9 65.7

Rural Masculino Femenino No

matriculados Primaria Secundaria No

matriculados Primaria Secundaria

6-13 años Total 11.7 85.5 0.5 9.5 89.1 0.4 Pobres 14.5 83.9 0.1 10.9 87.4 0 No Pobres 3.8 93.1 2.3 6.8 93.2 0 14-17 años Total 23.6 59 17.1 20.1 43.7 36.2 Pobres 24.4 63 12.3 22.9 45.8 31.3 No Pobres 23.8 50.1 26 16.1 35.1 48.8 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98 *El grupo “pobres” corresponde a los hogares en los quintiles de ingresos 1ero y 2do, mientras que los “no pobres” incluye a los hogares en los quintiles de ingresos 4to y 5to. Los quintiles de ingresos están basados en el Informe sobre la Pobreza de la República Dominicana (Banco Mundial, 2001a).

21

Page 36: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Repetición y Deserción

51. Las tasas de repetición y deserción en la República Dominicana están entre las mayores de ALC, encontrándose las mayores brechas de género en repetición y deserción de la región. A nivel primario, el 38 por ciento de las niñas y el 47 por ciento de los niños estaban en un grado escolar inferior al correspondiente a su edad en 1991 (Filmer, 1999) .17 En la educación secundaria, de aquellos estudiantes entre 14-17 años, el 49 por ciento de los niños aún estaban matriculados en la primaria, comparado con el 38 por ciento de las niñas (datos de 1998). Las tasas de repetición para los pobres no son mayores que para los no pobres, pero las tasas de deserción son mayores para los pobres que para los no pobres (Banco Mundial, 2001a).

52. Las altas tasas de repetición son en parte ocasionadas por la baja calidad de la educación, incluyendo entrenamiento inadecuado de los profesores, falta de materiales escolares y acceso insuficiente a la enseñanza en ciertas áreas (Banco Mundial, 2001a). Las diferencias entre las tasas de repetición y deserción entre niñas y niños, sin embargo, probablemente sean generadas por los roles de género. Dado que los niños tienen mayores salarios esperados que las niñas – especialmente en las áreas rurales – enfrentan mayores costos de oportunidad en términos de asistir a la escuela, así como mayores presiones de los padres, en algunos casos, para que comiencen a trabajar muy jóvenes. Para los grupos en edad de primaria y secundaria, el 80 por ciento de los niños que trabajan son varones (ENGIH 1998). A pesar de que las niñas tienen menores probabilidades que los niños de desertar y repetir en la escuela, su desempeño educacional también está influenciado por los roles de género. Por ejemplo, la necesidad de que las niñas cuiden de sus hermanos y/o realicen las labores domésticas puede hacer que éstas abandonen sus estudios. Los datos de ENDESA-96 muestran que cuando las mujeres con hijos menores de seis años entran a la fuerza laboral, otros niños suelen hacerse cargo de los hermanos menores, especialmente en las áreas rurales. Esta tendencia es mucho más fuerte para las mujeres con bajos niveles de educación que para las mujeres con educación superior, quienes tienden a depender más de las empleadas domésticas (ENDESA-96).

Logros Educacionales

53. Los logros educacionales continúan siendo bajos en la República Dominicana y, en general, los niños tienen peores resultados que las niñas. En 1996, las mujeres habían completado un promedio de 6.5 años de escuela, comparado con 6.2 años para los hombres (CEPAL 1999a). La brecha de género es mayor para la población económicamente activa, con niveles de escolaridad de 8.5 años para las mujeres y 6.7 años para los hombres. La brecha de género es también mayor para los no pobres que para los pobres. Las tasas de logro educacional son significativamente menores en las áreas rurales que en las urbanas, tanto para el sexo femenino como masculino. Entre la población rural de 15-19 años, sólo el

17 Estos datos representan la mayor brecha de género entre los ocho países de ALC estudiados. La proporción de estudiantes que estaban en un grado inferior al correspondiente a su edad era 12 por ciento para los hombres y 11.3 para las mujeres en Bolivia; 52 por ciento para hombres y 47 por ciento para mujeres en Brasil; 25 por ciento para hombres y 22 por ciento para mujeres en Colombia; 22 por ciento para hombres y 19 por ciento para mujeres en Guatemala; 62 por ciento para hombres y 58 por ciento para mujeres en Haití; 21 por ciento para hombres y 17 por ciento para mujeres en Paraguay; y 20 por ciento para hombres y 19 por ciento para mujeres en Perú (Filmer, 1999).

22

Page 37: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

44 por ciento de los niños habían alcanzado el 6to grado en 1996, comparado con el 60 por ciento de las niñas. En las áreas urbanas, el 73 por ciento de los niños de 15-19 años había alcanzado el 6to grado, comparado con el 81 por ciento de las niñas (Filmer, 1999). Las tasas de finalización de estudios para los niños pertenecientes al 20 por ciento más rico de los hogares son mayores que para las niñas, mientras que las tasas de finalización para las niñas pertenecientes a los hogares más pobres son mayores que para los niños (Filmer, 1999). Esto sugiere que los niños pobres quedan rezagados o son presionados a desertar de la escuela para dar apoyo en la generación de ingresos de la familia, mientras que el trabajo doméstico tradicional que típicamente realizan las niñas pobres es más compatible con la escuela.

Tabla 2.7 Mayores Tasas de Matriculación Neta en la Educación, 1998 Urbana Rural Pobre No Pobre Total Pobre No Pobre Total

Masculino 6.8 24.9 15.9 3.1 4.3 3.3 Femenino 9.8 30.8 20.6 2.7 11.5 4.7 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98

Diferencias de Género en la Trayectoria Profesional

54. Los hombres y las mujeres en la República Dominicana tienden a elegir trayectorias académicas y, consecuentemente, carreras profesionales que son consistentes con sus roles de género tradicionales. En la educación técnica y vocacional existe una diferencia de género en los cursos a los que se asiste. La segregación del entrenamiento técnico y vocacional es semejante a lo que ocurre en la educación superior, donde las profesiones en las que se matriculan y de las que se gradúan la mayor parte de las mujeres son aquellas socialmente definidas como “femeninas”, tales como educación, sicología, farmacia, bio-análisis y enfermería (Naciones Unidas, 1998). Mientras las diferencias de género en la trayectoria académica y vocacional no son problemáticas per se, y se deben principalmente a la auto-selección, la trayectoria académica y vocacional de las mujeres tiende a reflejar roles de género tradicionales y conduce a trabajos y oportunidades de ingresos menos prometedores.

TRABAJO

55. La participación femenina en la fuerza laboral ha crecido sostenidamente a lo largo de las décadas, pero continúa siendo significativamente menor que la participación masculina.18 Desde 1991, las tasas de participación de la mujer en la fuerza laboral han aumentado, particularmente para las mujeres entre 35-49 años de edad, mientras que las tasas de participación para hombres y mujeres jóvenes han disminuido significativamente (Sapelli, 1999; Banco Mundial, 2001a). En 1998, el 87 por ciento de los hombres estaban dentro de la fuerza laboral, comparado con 53 por ciento de las mujeres (ver Tabla 2.8). Mientras las 18 La fuerza laboral se define como el porcentaje de la población en edad de trabajar (15 a 70 años de edad) que se encuentra trabajando, buscando trabajo o esperando respuesta a una solicitud de trabajo y los trabajadores desalentados. Los trabajadores desalentados son aquellos que ya no están buscando trabajo, debido a que estuvieron buscando trabajo y no pudieron encontrar uno. Los trabajadores desalentados representan el 2.8 por ciento de la fuerza de trabajo (4.8 por ciento de las mujeres y 1.5 por ciento de los hombres). De los trabajadores desalentados, el 67.6 por ciento son mujeres. Cuando se utiliza la fuerza laboral definida como el porcentaje de la población en edad de trabajar que está trabajando o buscando trabajo, las tasas de participación de los hombres en la fuerza de trabajo son 85.3 por ciento, comparado con 48.6 por ciento para las mujeres.

23

Page 38: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

tasas de participación masculina urbana y rural son similares, las tasas de participación femenina son significativamente mayores en las áreas urbanas que en las zonas rurales: las tasas son 85 por ciento para los hombre urbanos y 54 por ciento para las mujeres urbanas, comparado con 88 por ciento para los hombres rurales y 43 por ciento para las mujeres rurales. Entre los grupos de edad, los niveles de participación de los hombres entre 20-54 años son similares, mientras que para las mujeres las tasas de participación en la fuerza de trabajo se incrementan con la edad, encontrándose los mayores niveles de participación en el grupo de 35-44 años.

Tabla 2.8 Participación en la Fuerza Laboral por Grupo de Edad, Residencia Urbana-Rural y Sexo

Urbana 15-19 20-25 25-34 35-44 45-54 55-70 Total

Masculino 56.5 91.3 97.2 97.5 95.2 76.4 86.5 Femenino 31.8 64.9 68.5 71.4 60 27.0 56

Rural 15-19 20-25 25-34 35-44 45-54 55-70 Total

Masculino 66.7 91.8 95.4 98.2 96.1 87.6 88.8 Femenino 32.4 47.7 52.8 58 48 31.1 45.8 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98 56. Mientras los niveles de escolaridad de la fuerza laboral continúan siendo muy bajos, las mujeres tienen mayores niveles de educación que los hombres en promedio (ver Tabla 2.9). En 1998, el 67 por ciento de la fuerza laboral masculina no tenía educación o sólo tenía educación primaria, comparado con 47 por ciento de la fuerza laboral femenina (similar a los niveles de 1991). Aunque la proporción de la fuerza laboral sin educación o sólo con educación primaria no ha cambiado desde 1991, el porcentaje de la fuerza laboral con educación universitaria ha aumentado, especialmente para las mujeres. Este aumentó de 16 por ciento en 1991 a 22 por ciento en 1999 para las mujeres y 10-12 por ciento para los hombres (Banco Mundial, 2001a).

57. La educación está correlacionada positivamente con la participación en la fuerza de trabajo para las mujeres, pero no para los hombres. Regresiones probit realizadas utilizando datos de 1998, controlando por nivel educacional, edad, estructura del hogar, residencia urbana-rural, número de personas en el hogar, remesas y nivel de pobreza, muestran una fuerte correlación positiva entre la participación de la mujer en la fuerza de trabajo y la educación. Esto no es cierto para los hombres, con excepción de los hombres con educación secundaria, para los que existe una pequeña correlación positiva (ver Tabla 2.10). Por ejemplo, es 14 por ciento más probable que una mujer con educación secundaria esté en la fuerza de trabajo que una mujer sin educación; una mujer con educación universitaria tiene 33 puntos porcentuales más de probabilidad de estar trabajando. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para 14 países de ALC encontró que los niveles de educación constituyen el factor más importante para explicar la decisión de la mujer de participar en la fuerza laboral en casi todos los países analizados (BID, 1999). Una mujer educada tiene la capacidad de obtener altos ingresos en el mercado laboral y contratar trabajadoras domésticas por salarios bajos, por lo que sus beneficios marginales de entrar a la fuerza laboral exceden sus costos marginales. Para las mujeres sin educación, sin embargo, dado su bajo potencial de generación de ingresos, los costos marginales de entrar a la fuerza laboral podrían exceder los beneficios marginales. En ausencia de adecuados programas de

24

Page 39: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

planificación familiar, apoyo a la familia y servicios de cuidado de niños, tener un hijo podría forzar a una mujer pobre a quedarse en la casa e impedirle su participación en la fuerza de trabajo (Banco Mundial, 2001a).

Tabla 2.9 Nivel de Educación de la Fuerza Laboral por Sexo, 1991-1999

Fuente: Banco Mundial 2001a

Total Femenino Masculino 1991 1999 1991 1999 1991 1999

Sin educación 7.5 8.1 5.3 5.1 8.7 9.8 Educación Primaria 52.2 52.3 44.2 44.1 56.4 56.7 Educación Secundaria 28.6 24.4 34.9 29.0 25.4 21.8 Educación Universitaria 11.6 15.2 15.6 21.8 9.5 11.6 Total 100 100 100 100 100 100

58. De acuerdo al Informe sobre Pobreza de la República Dominicana, los inmigrantes descendientes de haitianos o los dominicanos con raíces haitianas componen una parte importante de la fuerza de trabajo no calificada (Banco Mundial, 2001a).19 Con los cambios recientes del mercado laboral interno, incluyendo la privatización de la industria azucarera y el crecimiento de los sectores de servicios y construcción, muchos de estos trabajadores haitianos se han trasladado desde los bateyes hacia los centros urbanos y turísticos, dejando las mujeres y los niños atrás. La mayoría de estas mujeres y niños viven en condiciones de subsistencia, pues por ley se les impide participar en actividades laborales como el corte de la caña y tienen limitadas actividades de generación de ingresos. Como se mencionó anteriormente, también están sujetos a la violencia sexual.

59. Ser jefe del hogar está fuertemente relacionado con la participación en la fuerza laboral, especialmente para las mujeres (ver Tabla 2.10). Mientras que el hecho de ser soltero no está correlacionado con la participación en el mercado laboral, las mujeres solteras tienden a participar mucho más en la fuerza laboral que las mujeres casadas. Las remesas del exterior y ser pobre son factores que están negativamente correlacionados con la participación en la fuerza de trabajo, siendo la correlación mucho más fuerte para las mujeres que para los hombres. Además, las mujeres pobres tienden a participar mucho menos en la fuerza de trabajo que las mujeres más ricas.

60. El desempleo ha disminuido en la República Dominicana (Banco Mundial 2001a) pero sigue siendo muy alto para las mujeres, a pesar de las tasas de crecimiento promedio anual de ocho por ciento entre 1996 y 1999.20 Para las mujeres, las tasas generales de desempleo son similares en las áreas urbanas y rurales, mientras que las tasas de desempleo de los hombres en las áreas urbanas son casi dos veces las de las áreas rurales (Tabla 2.11).

19 Las estimaciones van desde 400,000 a un millón (siendo medio millón la estimación preferida de la mayoría de las ONG’s), sugiriendo que aproximadamente el seis por ciento de la población son inmigrantes haitianos o dominicanos descendientes de haitianos (Banco Mundial, 2000a). 20 La tasa de desempleo se define como el porcentaje de la fuerza laboral que está buscando trabajo o esperando respuesta a una solicitud de trabajo y los trabajadores desalentados. Los trabajadores desalentados representan el 18 por ciento de los desempleados. Los niveles de desempleo también incluyen a personas que están buscando trabajo, pero que también están estudiando. Cuando los niveles de desempleo no incluyen a los trabajadores desalentados, los niveles de desempleo urbano son 10 por ciento para los hombres comparado con 22 por ciento para las mujeres; en las áreas rurales son de cinco por ciento para los hombres comparado con 20 por ciento para las mujeres.

25

Page 40: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Las mujeres y los jóvenes tienen una probabilidad desproporcionadamente mayor de estar desempleados. En 1998, el nueve por ciento de la población masculina económicamente activa (PEA) estaba desempleada, comparado con 24 por ciento de las mujeres, lo que representa una de las mayores brechas de género en desempleo de la región ALC. El desempleo en los jóvenes era 33 por ciento en total y alcanzó el 53 y 50 por ciento para las mujeres jóvenes en las áreas urbana y rural, respectivamente. El problema, sin embargo, puede ser de inserción en el mercado laboral (Marquez y O’Connell, en proceso). Sin embargo, mientras el desempleo es mayor entre las mujeres que entre los hombres, las mujeres pueden retomar más fácilmente sus roles tradicionales en el hogar de reproducción y de cuidado de los niños. Para los hombres, el desempleo amenaza su único rol como proveedor de la familia y esto, generalmente, lleva a problemas de baja autoestima, depresión, violencia y abuso de sustancias.

Tabla 2.10 Determinantes de la Probabilidad de Participación en la Fuerza Laboral, Población entre 25-64 años, 1998

Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98

Femenino Masculino Primaria1/ 0.062 0.0044 Secundaria1/ 0.14*** 0.025*** Vocacional1/ 0.29*** 0.019 Universitaria1/ 0.33*** 0.016 Post-universitaria1/ 0.21** 30-39 años 0.0082 0.0051 40-49 años -0.031 -0.023** 50-59 años -0.20*** -0.090*** 60 años o + -0.37*** -0.23*** Soltero 0.12*** -0.0040 Jefe de Hogar 0.14*** 0.084*** Resto urbano -0.084*** 0.0018 Resto rural -0.070*** 0.020*** Número de Miembros: 0-5 años -0.025** 0.0086** 6-13 años 0.011 0.0063** 14-17 años 0.034*** 0.0021 18-24 años 0.016 0.0019 25-64 años -0.0042 -0.0019 65 años o + -0.0084 0.010* Remesas del extranjero -0.13*** -0.035*** Pobre -0.13*** -0.059***

1/ Corresponde a niveles completados Nota: *** , ** , y * representan significación al 99 por ciento, 95 por ciento, y 90 por ciento, respectivamente.

Tabla 2.11 Niveles de Desempleo por Grupo de Edad, Residencia Urbana-Rural y Sexo Urbana

15-19 20-24 25-34 35-44 45-54 55-70 Total Masculino 29.4 19.6 8.4 5 5.2 5.8 11.2 Femenino 53.1 40.5 22.2 17.8 14.4 13.8 25.3

Rural 15-19 20-24 25-34 35-44 45-54 55-70 Total

Masculino 17.2 9 5 1.1 1.1 6.1 6.2 Femenino 49.8 33.9 23.2 19.4 14 8.9 24.4 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98

26

Page 41: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Brechas Salariales de Género

61. La República Dominicana tiene una brecha de género relativamente baja en salarios comparada con otros países de ALC y con algunos países industrializados. En 1996, el salario de las mujeres era el 76 por ciento del salario de los hombres, teniendo las áreas rurales una mayor brecha de género (63 por ciento) (CEPAL, 1999b). La brecha de ingreso por género urbana en la República Dominicana está entre las más pequeñas de la región: sólo Colombia y Costa Rica tienen brechas menores (CEPAL, 2000c). Los análisis de la información de los hogares de 1998 sugieren que, después de controlar por nivel educacional (y experiencia, en la medida de lo posible), la brecha salarial de género varía.21 En relación con sus contrapartidas masculinas, las mujeres con educación primaria, secundaria y universitaria tienden a ganar cinco, 14 y 10 por ciento menos respectivamente. Por otro lado, los hombres sin educación o con educación técnica tienden a ganar menos que sus contrapartes femeninos (Banco Mundial, 2001a). Por ejemplo, el salario promedio para las mujeres sin educación ni experiencia tiende a ser alrededor de 16 por ciento mayor que el de los hombres. Esto probablemente se debe a la competencia que enfrentan los hombres con los inmigrantes haitianos de sexo masculino no calificados, que están dispuestos a trabajar por menores salarios. Finalmente, los diferenciales de salarios basados en el género aumentan con la edad (CEPAL, 1999a).

62. Generalmente se considera que la discriminación es una de las causas de las brechas salariales de género. Sin embargo, la autoselección, las preferencias y la menor experiencia de trabajo pueden también contribuir a las brechas salariales de género. Cuando las mujeres entran a la fuerza de trabajo, generalmente toman decisiones basadas en su preferencia por compaginar trabajo y familia, que puede hacerlas optar por trabajos con mayor flexibilidad pero con menores salarios. Además, con respecto a los hombres, las mujeres tienden a elegir áreas de estudio con menores posibilidades de generación de ingresos (Furchtgott-Roth, 1999). Y, debido a que las mujeres suelen entrar y salir de la fuerza de trabajo para tener sus hijos y atender las labores domésticas, ellas tienden a acumular menos experiencia de trabajo que los hombres. En el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, para el cual existen datos sobre la experiencia laboral de mujeres y hombres, diferentes estudios muestran que, cuando se controla por educación y tipo de ocupación (entre otras cosas), las brechas salariales de género disminuyen significativamente (Blau, 1998; Furchtgott-Roth, 1999). Además, combinar el trabajo con las labores domésticas puede hacer que la mujer reduzca sus horas de trabajo y, por tanto, se reducen sus salarios y opciones de empleo. Aún después de controlar por horas de trabajo en el mercado, las mujeres pueden reducir su nivel de esfuerzo efectivo por hora debido a su responsabilidad con los quehaceres domésticos y el cuidado de los niños (Becker, 1985, en Blau, 1998).

21 Usualmente, se toma en consideración la experiencia restando a la edad de la persona seis años (de pre-escolar) y el número de años de escolaridad logrados por el individuo. Mientras esta aproximación funciona para los hombres, es menos útil para las mujeres porque ellas tienden a suspender sus trayectorias laborales para procrear y cuidar de sus hijos. Los cálculos para el Informe sobre la Pobreza para la República Dominicana toman en cuenta la experiencia, a la vez que reconocen la posibilidad de un sesgo en la estimación debido a las limitaciones de los datos.

27

Page 42: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Trabajo en el Hogar

63. Al igual que en otros países, el trabajo doméstico y el cuidado de los niños continúa siendo, en su mayor parte, la responsabilidad de las mujeres. De acuerdo a ENGIH-98, sólo el 0.5 por ciento de los hombres reportaron las labores domésticas como su principal ocupación, comparado con 29 por ciento de las mujeres, presentándose mayores niveles para las mujeres rurales (ver Tabla 2.12). Mientras esto no nos dice nada sobre quién realiza las actividades del hogar sobre una base de medio tiempo, podemos asumir que el trabajo doméstico y el cuidado de los niños continúa siendo principalmente una responsabilidad femenina.

Tabla 2.12 Trabajo en el Hogar por Residencia Urbana-Rural y Sexo, 1998

Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98

Nacional Urbana Rural Masculino 0.5 0.6 0.5 Femenino 28.7 24.7 36.8

Trabajo Infantil y Juvenil

64. Aunque el trabajo infantil ha disminuido significativamente durante la última década dentro de la región ALC, la República Dominicana aún tiene uno de los niveles más altos de trabajo infantil (Banco Mundial, 2000f).22 El porcentaje de jóvenes trabajadores entre los 10 y 19 años, descendió de un 27 por ciento en 1991 a 22 por ciento en 1999. Los varones continúan realizando la mayor parte del trabajo infantil remunerado. Aunque la mayoría de los niños que trabajan también asisten a la escuela, tienen un riesgo más alto de abandonar la escuela, particularmente si provienen de familias pobres. Para los niños que trabajan, las tasas de no asistencia son de 14 por ciento, comparado con siete por ciento para los niños que no trabajan. Mientras que el porcentaje de niños pobres y no pobres que trabajan es similar, la gran mayoría de los niños que trabajan y no asisten a la escuela pertenecen a familias pobres.

65. Debido a los roles de género, los niños urbanos y rurales tienen mayor probabilidad de participar en labores remuneradas, mientras que las niñas tienden a ayudar indirectamente a sus familias tomando responsabilidades en las labores domésticas y de cuidado de los niños. En 1998, el 10 por ciento de los niños de las áreas urbanas trabajaban, comparado con el tres por ciento de las niñas. En las áreas rurales, el 19 por ciento de los niños trabajaban, comparado con tres por ciento de las niñas (ver Tabla 2.13). Por tanto, la influencia de los roles de género – que dictan que el rol primario de los hombres debería ser de sostén económico de la familia, mientras que el rol principal de la mujer debería ser el del cuidado de los niños – comienza a tener efecto temprano en la República Dominicana, así como en otros países de ALC. Mientras trabajar no necesariamente significa que los niños abandonarán la escuela, esto puede tener un efecto negativo en su desempeño educacional y conducir a la deserción escolar. Además, el trabajo infantil de tiempo completo es un resultado y una causa de la pobreza, pues trabajar disminuye las posibilidades de acumulación de capital humano y, por tanto, incrementa la probabilidad de permanecer en la pobreza (Banco Mundial, 2000d).

22 El trabajo infantil se define aquí como el porcentaje de niños entre 10-14 años de edad que declaran el trabajo como su principal actividad.

28

Page 43: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Tabla 2.13 Trabajo Infantil por Residencia Urbana-Rural y Sexo, 1998 Nacional Urbana Rural

Masculino 13.3 9.6 18.5 Femenino 2.9 2.6 3.3 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98

Cuidado Infantil

66. Un número de agencias gubernamentales ha realizado esfuerzos para establecer servicios de cuidado infantil en la República Dominicana, lo que facilita la entrada de las mujeres al mercado laboral. Actualmente, la Secretaría de Salud Pública opera siete centros infantiles públicos y cinco hogares-escuela; el Consejo Nacional para la Niñez opera 15 centros para cuidado de niños durante el día; el Instituto Dominicano de Seguridad Social opera una guardería infantil; y la Secretaría de Educación opera 3,198 jardines de infantes (CEDAW, 1998). Sin embargo, la demanda reportada es mucho mayor que la oferta.

AGRICULTURA

67. La República Dominicana es una sociedad relativamente urbanizada con ligeramente más de la tercera parte de la población residiendo en áreas rurales y la agricultura contribuyendo una proporción cada vez menor del ingreso nacional (13 por ciento en 1997). La pobreza en las áreas rurales es el doble que en las áreas urbanas (42 por ciento comparado con 21 por ciento), y más de la mitad de los hogares pobres y extremadamente pobres están en el campo (Banco Mundial, 2001a). La economía rural está bien diversificada: aproximadamente la cuarta parte del ingreso rural (pero 42 por ciento del empleo) es generado por las actividades agrícolas, 15 por ciento por la manufactura rural y los servicios relacionados con la agricultura, y el resto por el empleo no agrícola y las remesas. Los cultivos tradicionalmente importantes que generan empleo agrícola estacional incluyen azúcar, café, cacao y tabaco. Las exportaciones agrícolas más recientes, que son notables por sus altas tasas de empleo femenino, incluyen frutas y vegetales frescos y procesados, así como flores y plantas ornamentales.

Participación en la Fuerza Laboral Rural

68. La tasa de participación de las mujeres en la fuerza laboral rural es de 46 por ciento comparado con 89 por ciento para los hombres (ver Tabla 2.8). Aproximadamente el 13 por ciento de las mujeres en 1998 estaban involucradas en alguna forma de trabajo remunerado (excluyendo el servicio doméstico) comparado con el 29 por ciento de los hombres, mientras que el 21 por ciento de las mujeres estaban auto empleadas comparado con el 51 por ciento de los hombres (ver Tabla 2.14). La Encuesta Nacional de Mujeres Rurales23 mostró que entre las mujeres con empleo agrícola remunerado, la mayoría (68 por ciento) estaban empleadas durante la cosecha y otro 25 por ciento trabajaban en el proceso post-cosecha 23 La Encuesta Nacional de Mujeres Rurales (ENMR), de 1985, es la más reciente encuesta de hogares con una suficiente desagregación de género como para permitir realizar un análisis de género que tenga sentido. La encuesta fue realizada por el Centro para la Investigación para la Acción Femenina (CIPAF). En la encuesta, aproximadamente el 22 por ciento de los hogares eran encabezados por mujeres, lo que es consistente con la información de ENGIH-98. En base a ENMR, aproximadamente el 15 por ciento de las mujeres estaban involucradas en algún tipo de trabajo remunerado, lo que también es comparable con los hallazgos de ENGIH-98 (13 por ciento).

29

Page 44: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

(Mones y Grant, 1987). Las mujeres tenían más probabilidades de ser empleadas en cultivos de mano de obra intensiva como café, algodón, tabaco y cada vez más en el sector hortícola que se encuentra en expansión. En comparación, el empleo masculino en el sector agrícola estaba más diversificado. Sus actividades incluían preparación del suelo (13 por ciento), plantación (12 por ciento), aplicación de fertilizantes (13 por ciento) y actividades de cosecha y post-cosecha (64 por ciento). La caída de la industria azucarera, así como su subsiguiente privatización en 1999, tuvo como resultado que miles de hombres dominicanos y haitianos perdieran sus trabajos en este sector.

Tabla 2.14 Clasificación de la Fuerza Laboral Rural por Género como Porcentaje del Total de la Fuerza Laboral Rural y del Total de la Población en Edad de Trabajar (PET)

Asalariados (porcentaje

de PET)

Auto-empleados

(porcentaje de PET)

Propietarios de empresas

(porcentaje de PET)

Miembros de la familia sin

remuneración (porcentaje de

PET)

Trabajadores domésticos

(porcentaje de PET)

Total (porcentaje de

PET)

Masculino 32.9 (28.7) 57.8 (50.5) 3.3 (2.9) 5.9 (5.2) 0.1 (0.09) 100 (87.3) Femenino 31.8 (13.2) 49.5 (20.5) 1.3 (0.5) 8.1 (3.4) 9.2 (3.8) 100 (41.4) Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98

División del Trabajo por Género

69. Aunque existen algunas variaciones por región y nivel de riqueza en la división del trabajo por género en las áreas rurales, la mayoría de las fuentes parecen coincidir en que la contribución económica de la mujer a la producción del hogar está centrada en las tareas específicas a su género en la agricultura (donde los cultivos de subsistencia como arroz, habichuelas y yuca (o mandioca) son cosechados), atención de cultivos en el jardín del hogar (dedicados principalmente a vegetales de ciclo corto), cuidado de pequeños animales (especialmente gallinas y cabras) y un amplio rango de actividades “domésticas”. Estas últimas, que pueden ocupar 10-15 horas del día de una mujer rural, incluyen: recolección de madera y agua, cocinar, limpiar, lavar la ropa, hacer las compras y cuidar de los niños. Además, algunas mujeres se involucran en la producción artesanal (como la manufactura de entretejidos de hojas de palma en la Sierra) y/o en servicios del sector informal como rifas y venta de boletos de lotería, o en actividades mercantiles de pequeña escala (usualmente la venta de alimentos y ropas producidos en la casa). Para los hombres, la responsabilidad primaria por el conuco (parcela de subsistencia) y crianza de animales grandes (como ganado vacuno para carne y bueyes) constituye su principal contribución a la producción del hogar.

El Sector de Exportaciones Agrícolas No-Tradicionales

70. Para las mujeres dominicanas del área rural, la expansión del sector de exportaciones agrícolas no tradicionales ha generado quizás el cambio más grande en sus prospectos de empleo y en su capacidad de generación de ingresos. Desde los años 80, el sector de exportaciones agrícolas no tradicionales ha crecido en importancia en la economía agrícola dominicana. Este sector, que ha sido activamente promocionado por el Gobierno Dominicano y por las agencias de desarrollo internacional como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), comprende la producción y procesamiento de frutas y vegetales frescos, congelados y enlatados, así como nueces, flores y plantas ornamentales. El sector está geográficamente disperso en todo el país, con sólo 16

30

Page 45: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

por ciento de las empresas agrupadas alrededor de Santo Domingo (Raynolds, 1998). Durante los años 80, y especialmente desde la caída de la industria azucarera, la agricultura no tradicional ha absorbido una proporción creciente de la fuerza de trabajo rural.

71. Un estudio de 1990 sobre las mujeres en la agricultura no tradicional estimó que aproximadamente el 40 por ciento de la fuerza de trabajo de la agricultura no tradicional es femenina, concentrándose estas mujeres en las industrias alimenticias intensivas en mano de obra, como tomates enlatados y producción de melones y piñas frescos (ibid.).24 Sin embargo, existe una clara división del trabajo por género, encontrándose los trabajos profesionales y de supervisión reservados casi exclusivamente para los hombres. A nivel de los trabajadores en la producción, predominan las mujeres en las líneas de operaciones de ensamblaje rápido, donde se requiere destreza y velocidad, tales como selección, lavado, llenado de latas y empacado de producto fresco en cajas. Los hombres, por otro lado, supervisan la maquinaria de procesamiento y las etapas de empacado y transporte. Una encuesta25 basada en las empresas sugiere que una tercera parte de las trabajadoras de la agricultura no tradicional son jefes de hogar y que cerca de tres cuartas partes son madres, implicando que no son las mujeres jóvenes y solteras las que predominantemente adquieren estos nuevos trabajos (ibid.).

Tierra

72. A pesar de cuarenta años de reforma agraria, la propiedad de la tierra está extremadamente concentrada en la República Dominicana: más de la mitad de la población rural no tiene tierras y casi tres cuartas partes de aquellos que poseen la tierra tienen plantaciones demasiado pequeñas como para generar ingresos por encima del nivel de pobreza. En el otro extremo, 200 familias ricas controlan la mitad del total de la tierra arable del país (Banco Mundial, 2001a). Otro 15-20 por ciento de la tierra agrícola aún es propiedad del Gobierno. Además, se ha estimado que solo 40-60 por ciento de la tierra está legalmente registrada. Dado lo anterior, no existen estadísticas fiables sobre la división de género en la propiedad de la tierra (CEDAW, 1999), sin embargo, Mujeres en Desarrollo Dominicano (MUDE) estimó en 1996 que ocho por ciento de los títulos de propiedad de las tierras fueron registrados por mujeres. La falta de títulos de propiedad de las tierras tiene un efecto negativo sobre la productividad de la tierra, el acceso al crédito en el sector formal y sobre los incentivos de los agricultores a invertir en bienes de capital relacionados con la tierra, entre otras cosas (Banco Mundial, 2001a), y de ese modo incrementa la probabilidad de ser pobre.

73. Además de la altamente desigual distribución de la propiedad de la tierra, algunos aspectos de la ley civil y agraria hacen difícil para la mujer rural, en particular, tener un mayor acceso a la tierra. De acuerdo a la ley de la Reforma Agraria de 1962, todas las propiedades compradas u obtenidas durante el matrimonio pasaban a ser administradas (lo que significaba vender, hipotecar o realizar cualquier otro tipo de contrato legal) por el esposo

24 Los parámetros de la participación de las mujeres en la agricultura no tradicional sólo pueden ser estimaciones, dada la ausencia de estadísticas nacionales sobre las compañías o los trabajadores que componen el sector (Raynolds, 1998). 25 Nótese que el estudio se realizó sobre una muestra pequeña y, por tanto, no permite hacer extrapolaciones para una escala mayor.

31

Page 46: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

(Alvear Valenzuela, 1992; Galán, 1998). Las mujeres casadas, por lo tanto, no tenían derecho ni sobre las tierras que ellas mismas habían heredado o comprado; y las mujeres en unión consensual – quienes no son reconocidas en el Código Civil del país – tenían aún menos derecho a reclamar por las tierras y otras propiedades mantenidas en común si sus uniones terminaban. En el caso de muerte del esposo, la ley dominicana concedía derechos hereditarios a hijos, padres y hermanos de la persona fallecida (en ese mismo orden). Las viudas eran elegibles para recibir hasta la cuarta parte de la propiedad del esposo, pero sólo si éste escribía un testamento antes de morir.

74. La ley de la Reforma Agraria, aprobada en 1997, tiene potencial para mejorar considerablemente el acceso de las mujeres a las tierras y al crédito. Bajo la nueva ley, los títulos de tierra están registrados con el nombre de ambos esposos o compañeros. Para la administración legal de tierras, el consentimiento de ambos es necesario. La reforma también permite a las mujeres beneficiarse tanto como los hombres respecto a entrenamientos técnicos y planificación del hogar. Asimismo, la ley quiebra el requerimiento previo de aprobación del esposo/pareja para tener acceso al crédito.

75. Pero aún existen problemas en la ley. Los beneficiarios son identificados normalmente mediante un proceso en el cual las asociaciones de campesinos sin tierras, cuyos miembros son hombres exclusivamente, presentan listas de candidatos potenciales. En el caso de muerte del beneficiario masculino, las esposas deben llegar a un acuerdo con todos los potenciales herederos sobre la administración futura de la parcela o correr el riesgo de reclamación por el Instituto Agrario Dominicano (IAD). Si el esposo abandona la parcela, se deja a la discreción del IAD si se permite a un hijo o a la esposa – “quien tenga mayor habilidad para cumplir con el contrato” – continuar trabajando la tierra o si la reclamaban para redistribuirla a un nuevo beneficiario.

76. A pesar de las limitaciones de la ley, la proporción de mujeres propietarias de tierras tuvo un incremento de 7 por ciento en 1996 a 10 por ciento en 1999. Además, se han firmado acuerdos entre el Banco de Crédito y las organizaciones de mujeres, y en 1998, las mujeres fueron las beneficiarias del 36 por ciento de los recursos prestados por el Banco de Crédito (Rosario, 2000). Sin embargo, la efectividad de la nueva ley aún no es clara dado su corto período de aplicación. Además, a menos que el nuevo marco legal esté acompañado por otras medidas en el proceso de implementación, es improbable que mejore el acceso de la mujer a la tenencia de tierra en áreas rurales.

POBREZA

77. El Informe sobre la Pobreza del Banco Mundial para la República Dominicana encontró los siguientes problemas de género relacionados con la pobreza:

• La pobreza está asociada con la estructura del hogar y género. Controlando por el número de miembros de la familia, el nivel educativo del jefe del hogar y de su compañero(a), fuentes de ingreso y acceso a los servicios básicos, los hogares encabezados por mujeres tienen una probabilidad mayor de ser pobres que aquellos hogares encabezados por hombres, siendo la diferencia de 4.6 puntos porcentuales. En las áreas urbanas, alrededor de 41 por ciento de los hogares

32

Page 47: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

pobres eran encabezados por mujeres aunque éstos eran sólo el 32 por ciento del total de hogares urbanos.

• La educación de la madre está fuertemente correlacionada con la reducción de la pobreza. Debido al nexo con la situación nutricional de los niños, la educación de la madre está fuertemente correlacionada con la reducción de la pobreza. Por tanto, aunque se ha logrado paridad de género en el nivel de escolaridad, la educación de las niñas continúa siendo una estrategia crítica para combatir la pobreza.

• Las mujeres – particularmente las mujeres pobres – tienen una menor participación en la fuerza de trabajo que sus contrapartes masculinos. Debido a que la movilización del trabajo femenino es una respuesta común de los hogares a la pobreza, el Informe sobre la Pobreza sugiere que las mayores tasas de fecundidad y, por consiguiente, las responsabilidades domésticas y de cuidado de los niños dificultan a las mujeres pobres su participación en la fuerza laboral y la generación de ingresos.

78. Un simple análisis de la pobreza por estructura del hogar sugiere, sin embargo, que el hecho de que un hogar esté encabezado por una persona soltera puede ser un determinante más importante de la pobreza que el sexo del jefe del hogar. Como se muestra en la Tabla 2.15, las familias con hijos que son encabezadas por un hombre en las áreas rurales son las que tienen mayor probabilidad de ser pobres – 57 por ciento de estos hogares son pobres – aunque éstos representan sólo una pequeña proporción (1.3 por ciento) de los hogares rurales. En contraste, el 50 por ciento de los hogares rurales encabezados por mujeres y que tienen niños son pobres, y representan una proporción más significativa de los hogares (7 por ciento). También se debe resaltar que el 40 por ciento de los hogares formados por una pareja, que declaran que el hombre es el jefe del hogar son pobres y este grupo representa casi el 50 por ciento de las familias rurales en la República Dominicana. En las áreas urbanas, la categoría que llama la atención es la de los hogares encabezados por una mujer soltera, de los cuales el 27 por ciento son pobres.

Tabla 2.15 Tasas de Pobreza por Estructura del Hogar y Residencia Urbana-Rural

Hogares

encabezados por una persona

soltera, sin hijos

Hogares encabezados por

una persona soltera, con hijos

Hogares encabezados por una pareja, sin

hijos

Hogares encabezados por una pareja, con

hijos % que

son pobres

% del total de hogares

% que son

pobres

% del total de hogares

% que son

pobres

% del total de hogares

% que son

pobres

% del total de hogares

Urbana Masculino 7.9 5.9 19.0 1.4 9.8 18.1 16.9 42.5 Femenino 17.9 14.6 27.0 10.8 9.1 2.4 23.0 4.7 Rural Masculino 12.3 8.1 56.5 1.3 22.7 19.0 39.8 49.4 Femenino 36.6 11.0 49.6 7.2 41.7 1.4 45.5 2.7 Fuente: Estimaciones del Banco Mundial, basadas en ENGIH-98

33

Page 48: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES DE POLÍTICA

79. Mientras los indicadores relacionados con género tales como la fecundidad, educación de las niñas e igualdad en ingresos son favorables y la República Dominicana ha llevado a cabo recientemente importantes pasos para avanzar en cuanto a la situación de las mujeres, aún persisten una serie de problemas. Estos incluyen preocupaciones sobre la salud sexual y reproductiva (mortalidad materna, embarazo en adolescentes y VIH/SIDA); prejuicios de género en la ley o en la ejecución de la ley – incluyendo problemas relacionados con el cuidado de los niños, la familia, los códigos laborales y la reforma agraria; la incidencia de la violencia doméstica; y problemas relacionados con la educación de los varones y la educación inicial. Estos problemas y breves recomendaciones relacionadas con cada uno de ellos, se discuten a continuación.

Salud Sexua y Reproductiva l

80. La mortalidad materna es relativamente alta en la República Dominicana, el embarazo en la adolescencia ha aumentado durante la última década (de acuerdo a ENDESA-96), y la incidencia del VIH/SIDA afecta al 1.89 por ciento de la población. En este último caso, el Gobierno ha hecho del problema del SIDA una prioridad nacional y está trabajando para contener y reducir la expansión de la enfermedad. En cuanto a los problemas relacionados con género, sería importante tanto para los programas apoyados por el Gobierno como para los demás programas considerar que el uso del condón es dificultado por un número de factores, incluyendo falta de comunicación en las relaciones sexuales, y por los roles de género tradicionales, que hacen difícil para la mujer negociar el uso del condón y promueve la conducta arriesgada machista entre los hombres. Para reducir la mortalidad materna, un primer paso crítico sería identificar por qué – en el contexto de una alta cobertura de cuidados de salud materna – la tasa continúa siendo alta.

81. Para enfrentar el embarazo en la adolescencia, sería importante averiguar si, al igual que en otros países, los programas de salud reproductiva se enfocan hacia las mujeres a la vez que excluyen a los jóvenes y a los hombres y, si lo hacen, ampliar la cobertura de los servicios para alcanzar a estos grupos. Los programas para jóvenes que existen deberían ser hechos a la medida de las necesidades de los jóvenes. Por ejemplo, la experiencia internacional sugiere: (a) implementar programas integrados que enfrenten los problemas de desempleo, violencia, sexualidad, enfermedades transmitidas sexualmente (ETS) y SIDA, que operan mejor que los programas de salud convencionales; (b) utilizar trabajadores jóvenes para alcanzar otros jóvenes; (c) utilizar el aprendizaje participativo en la forma de desempeño de roles y ejercicios de autoafirmación, en lugar de los métodos de entrenamiento didáctico tradicionales; (d) enfrentar los factores causales relacionados con la actividad sexual de los adolescentes, incluyendo autoestima, toma de decisiones, roles de género, valores y otros; y (e) abordar a los jóvenes en los lugares donde normalmente se reúnen, o sea la escuela, la comunidad, la calle, el lugar de trabajo, etc. (Barker y Fontes, 1996).

Marco Legal

82. Los problemas de género relacionados con la ley incluyen: (a) disparidades en el código civil que dan ventaja a los hombres; (b) leyes laborales que pueden discriminar implícitamente contra la mujer; (c) ausencia de centros para el cuidados de niños durante el

34

Page 49: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

día, lo que dificulta la participación de la mujer en la fuerza laboral; y (d) recientes enmiendas al decreto de la reforma agraria, que podrían no ser suficientes o tener problemas en su implementación. Por tanto, se requiere continuar los esfuerzos para revisar y evaluar el esquema legal de la República Dominicana. En este contexto, identificar los mecanismos para mejorar la provisión de cuidado infantil – particularmente para los hogares de mujeres pobres y padres solteros – sería una de las prioridades principales, dado que los hogares encabezados por mujeres tienen mayor probabilidad de ser pobres y que las mujeres pobres tienen menor participación en la fuerza laboral que sus contrapartes masculinas. Expandir los programas de educación inicial sería otra consideración importante, dado que esto no sólo facilita la entrada de las mujeres en el mercado laboral, sino que también promueve el desarrollo de las habilidades cognoscitivas y académicas de los niños, reduciendo así sus posibilidades de encontrarse en una situación de riesgo más adelante. Promover políticas laborales que acomoden las necesidades de las familias en las leyes laborales sería una prioridad final para conceder a los padres de familia (las madres) la flexibilidad de combinar el trabajo con el cuidado de los niños.

Violencia Doméstica

83. Al igual que en otras partes de la región, la violencia doméstica prevalece y, mientras el Gobierno ya ha tomado acciones importantes para enfrentar el problema, asegurar una cobertura adecuada de los programas y enfocarse en la prevención son pasos esenciales. De acuerdo a Morrison y Loreto Biehl (1999), el sistema educativo, las organizaciones comunitarias y los medios de comunicación son vehículos importantes para la prevención de la violencia. El sistema educativo, por ejemplo, puede ser usado para modificar los valores culturales que promueven el comportamiento violento. Las acciones posibles incluyen: (a) entrenamiento de profesores para asegurar que no promuevan el comportamiento violento entre los niños y la sumisión entre las niñas; (b) eliminar los estereotipos de género en los libros de texto y otros materiales pedagógicos; y (c) desarrollar programas innovadores para enseñar a los niños capacidades de solución de problemas sin violencia y promover los valores cívicos. Las organizaciones comunitarias pueden utilizarse para enseñar a los ciudadanos sobre las sanciones legales contra la violencia y para proveer servicios sociales para las víctimas de la violencia. Y, finalmente, los medios de comunicación – incluyendo radio, televisión y material impreso- pueden ser utilizados para promover el comportamiento no violento. En América Latina, las telenovelas en particular, han sido un poderoso medio masivo para transmitir mensajes sociales. En cuanto a la aplicación de la ley de violencia doméstica, los esfuerzos para integrar, informar y educar a policías, jueces, potenciales víctimas y ofensores sobre la ley han sido introducidos exitosamente en la República Dominicana y en otros lugares y podrían, por tanto, ser ampliados.

El Sistema Educativo / Educación Inicial

84. La educación inicial debería ser la segunda área clave de política para la República Dominicana. Los niños que asisten a preescolar se desempeñan mejor académicamente y tienen mejores habilidades cognoscitivas, reduciendo las probabilidades de que se encuentren en una situación de riesgo más adelante. El preescolar es también crítico para las madres, porque facilita su entrada al mercado laboral remunerado e incrementa sus oportunidades económicas. Esto último es particularmente importante, dado que la participación de las mujeres en la fuerza laboral es una estrategia importante para los pobres.

35

Page 50: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

85. En cuanto a los jóvenes en riesgo – y particularmente para mantener a los varones en la escuela – la experiencia internacional sugiere que establecer programas que complementen el sistema escolar público funciona mejor que colocar toda la responsabilidad en un sistema educativo ya cargado (Barker y Fontes, 1996). Las reformas del sector público de base amplia deberían, por supuesto, continuar enfocándose en la reducción de la deserción escolar y de las tasas de repetición. Pero las organizaciones comunitarias, ONGs y otras instituciones gubernamentales deberían trabajar en paralelo con el sistema público apoyando los programas y sistemas para mantener a los jóvenes en la escuela. Ejemplos de estos programas incluyen Cidade Mae, un programa brasileño comunitario de apoyo académico en entrenamiento vocacional después de la escuela, que también provee educación en temas de salud, recreación y consejos para los jóvenes; el programa Cities in Schools en los Estados Unidos, que provee consejos individuales y de grupos, educación en habilidades para la vida, preparación para entrar en la fuerza de trabajo, educación remedial y tutorías en asociación con el gobierno, ONGs de servicio social y negocios comunitarios; 26 y el Liceu de Artes e Oficios, otro programa brasileño que provee entrenamiento vocacional y educación en habilidades para la vida y sobre salud para jóvenes de bajos ingresos que están de acuerdo en continuar estudiando mientras participan en el programa.

26 Las habilidades para la vida incluyen entrenamiento, actividades y discusión en: auto-conocimiento, paternidad, nutrición, salud y educación sexual; prevención del abuso de drogas; deportes y recreación; literatura básica y estudios sociales; servicios comunitarios, temas empresariales y preparación para el empleo (Barker y Fontes, 1996).

36

Page 51: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

3. HAITÍ

PANORAMA DE LOS PROBLEMAS DE GÉNERO EN HAITÍ

86. Haití es el país más pobre del Hemisferio Occidental. La pobreza es endémica; más del 60 por ciento de la población vive bajo la línea de pobreza. La desnutrición afecta aproximadamente a la mitad de los niños menores de cinco años, y menos de la mitad de la población tiene acceso a agua potable. Más de la mitad de la población adulta es analfabeta, y sólo uno de cada 7 adolescentes asiste a la escuela secundaria. Como la pobreza ha aumentado en años recientes, la evidencia sugiere que la desigualdad de ingreso ha aumentado también; se estima que el índice de gini es de 0.5, sobrepasado solamente por Brasil y Guatemala en la región de ALC.

87. Siendo el país más pobre del Hemisferio Occidental, Haití exhibe algunos de los peores indicadores de género. Por ejemplo:

• La mortalidad materna es de 600 por cada 10,000 nacidos vivos;

• La esperanza de vida al nacer es de 56 años para las mujeres y de apenas 51 años para los hombres;

• El nivel general de fecundidad es de 4.3 hijos con grandes diferencias a nivel regional;

• El uso de anticonceptivos modernos es el menor del Hemisferio Occidental;

• La tasa de infección de VIH es la más alta en ALC, con igual tasa tanto para hombres como para mujeres;

• La violencia sexual y doméstica contra mujeres y niñas, parece ser común.

88. Los avances legales y constitucionales relacionados con la mujer también aparentan ser mínimos en Haití, y el código legal sigue siendo mantiene anticuado en términos de igualdad de género. El adulterio es clasificado como crimen de segundo grado, y las mujeres que son descubiertas pueden recibir entre 3 meses y dos años de cárcel, mientras que los hombres apenas pagan una multa. La violación no se encuentra realmente definida dentro de la ley, pero está clasificada como “ofensa contra la decencia pública”. El aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia, aún en casos terapéuticos, y se castiga con una condena de 3 a 9 años de cárcel. Y aunque sólo la minoría de las parejas haitianas están legalmente casadas, la ley no reconoce la mayoría de los derechos de las mujeres en uniones informales, particularmente en temas relacionados con herencias.

37

Page 52: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

89. Haití tiene niveles muy bajos de escolaridad en general, pero al contrario de los países africanos con niveles similares de desarrollo económico como Togo y Senegal, sólo una pequeña brecha de género existe a favor de los hombres. Los logros educacionales de primaria y secundaria son similares tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, el analfabetismo es mayor entre las mujeres (54 por ciento) que entre los hombres (50 por ciento).

90. Es interesante que Haití tiene una de las tasas más altas de Población femenina Económicamente Activa (PEA) dentro del mundo en desarrollo, con un 62 por ciento de las mujeres trabajando. De 1981 a 1999, la proporción femenina de PEA aumentó de 40 a 48 por ciento mientras que la proporción masculina de PEA descendió de 60 a 52 por ciento. Esto no es sorprendente dado que la participación femenina en la fuerza laboral tiende a ser curva, dependiendo de la etapa de desarrollo económico en que se encuentre el país (Blau et al. 1996). Esto quiere decir que, típicamente la participación de la mujer es alta cuando el desarrollo económico de un país es bajo, y el país está en una etapa de agricultura de subsistencia, como es el caso de Haití. Sin embargo, el empleo de las mujeres- estimado en un 44 por ciento en 1993- es sustancialmente mayor que el de los hombres (35 por ciento).

91. La situación en el Haití rural es particularmente aguda dado el estancamiento en la agricultura de subsistencia, la falta de servicios de infraestructura básicos, y la extensa degradación ambiental. Estas severas condiciones en áreas rurales tienen consecuencias diferenciales entre hombres y mujeres. Por ejemplo, la tasa total de fecundidad es 5.9 hijos y sólo 9 por ciento de las mujeres rurales embarazadas dieron a luz en hospitales (comparado con un 31 por ciento de sus contrapartes urbanas). Mientras que datos sobre uso de tiempo no se encuentran disponibles, es probable que los trabajos del hogar, tradicionalmente tareas de las mujeres, sean particularmente onerosos debido a la escasez de combustible y la falta de agua potable.

92. La estructura del hogar influencia significativamente las realidades de género en Haití. Diversos tipos de uniones heterosexuales existen, con la “unión consensual” siendo la más común y el nivel de estabilidad de estas uniones varía ampliamente. La importancia de estas uniones va más allá de cohabitar; estas uniones frecuentemente influencian, entre otras cosas, el tipo de apoyo que el hombre está obligado a proveer y que la mujer espera, así como la estabilidad económica y emocional, las decisiones sobre la planificación familiar y los comportamientos sexuales seguros o inseguros.

93. El estudio de Haití está organizado de la siguiente manera: la primera sección provee algunos indicadores básicos de género para países con ingresos per cápita similares tanto dentro como fuera de ALC; y la segunda sección presenta los resultados de los análisis de género en las siguientes áreas: marco legal e institucional (incluyendo representación política), demografía, estructura del hogar, salud, salud reproductiva, violencia, educación, trabajo, agricultura y degradación ambiental. El tema de salud sexual y reproductiva, que incluye VIH/ SIDA, recibe más atención que los demás por dos razones. Primero la reciente encuesta demográfica y de salud provee la más reciente información representativa para Haití actualmente, facilitando así un análisis más completo. Segundo, la seriedad del VIH/ SIDA en Haití justifica una discusión más profunda de las dimensiones de género de ésta epidemia. El estudio concluye con una sección sobre recomendaciones de política para Haití

38

Page 53: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

UN VISTAZO A HAITÍ

94. Haití cuenta con algunos de los peores indicadores socio-económicos del Hemisferio Occidental. Aún cuando es comparado con algunos países de África con menores PNB per cápita, presenta pobres resultados. Por ejemplo, la mortalidad materna en Haití es peor que en Togo y Senegal, países con ingresos menores (ver Tabla 3.1). Sin embargo, comparado con estos países Haití tiene menores niveles de fecundidad, y brechas de género en analfabetismo. Para los países de ALC, los indicadores de Haití son mucho peores que los de Nicaragua, el segundo país más pobre del Hemisferio Occidental, en términos de fecundidad total, mortalidad materna, analfabetismo y esperanza de vida.

Tabla 3.1 Indicadores Socio-económicos y Demográficos para Países Comparables PNB per

cápita 1999

dolares1

Población (millones)

1999

Tasa de fecundidad

total (nacimientos por mujer)

1998

Mortalidad materna (por

100,000) nacidos vivos)

1990-982

Analfabetismo % personas

mayores de 15 años 1998

Esperanza de vida al

nacer (años) 1998

Senegal $1,341 9 5.5 560

H 55

M 74

H 51

M 54

Togo $1,346 5 5.1 480 28 62 47 50 Haití $1,407 8 4.3 600 50 54 51 56 Nicaragua $2,154 5 3.7 150 34 31 66 71 Honduras $2,254 6 4.2 220 27 27 67 72 Jamaica $3,276 3 2.6 110 18 10 73 77 República Dominicana $4,653 8 2.9 220 17 17 69 73

Fuente: WDR 2000/2001 a menos que se diga lo contrario 1 Ajustado por paridad de poder adquisitivo 2 República Dominicana: ENDESA-96: Haití: WDR, 1999/2000: Jamaica: ESSJ 1999

MARCO INSTITUCIONAL Y LEGAL

95. El Ministerio de Derechos y Condiciones de la Mujer es la institución gubernamental del gobierno responsable del estatus de la mujer. Como Ministerio, tienen la autoridad de presentar legislaciones al parlamento y reportar al parlamento (Organización para el Entorno y el Desarrollo de la Mujer, WEDO 1998). Debido a la fragilidad de las agencias del gobierno, agencias internacionales de desarrollo como PNUD, FNUAP, UNICEF, USAID y la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (CIDA) han jugado un papel importante en atacar a los problemas de género en Haití. En lo que se refiere a la servicios básicos, ninguna organización gubernamental lleva a cabo gran parte del trabajo relacionado al género en Haití.27

27 Los datos son escasos, pero información existente sugiere que los sectores privados y ONG’s ayudan a compensar por la inhabilidad del sector público de proveer servicios de salud, educación y expansión. Entre 1992 y 1994 las ONG’s entregaron un 60 por ciento del total de los servicios de salud en Haití (Schneidman y Levine, 1998) y aproximadamente el 80 por ciento de todas las escuelas primarias y secundarias son manejadas

39

Page 54: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

96. El progreso de Haití ha sido mínimo en lo que se refiere a reformas legales e institucionales relacionadas a mujeres. Limitados avances recientes incluyen:

• 1982: Haití estableció un decreto histórico que declara a la mujer en estado igualitario al hombre, particularmente dentro del matrimonio. Sin embargo, se continúan aplicando diferentes penalizaciones por incumplimientos de leyes, aún cuando puedan contradecir este decreto, la Constitución de 1987 y tratados ratificados.

• 1994: El gobierno establece el Ministerio de Derechos y Condiciones de la Mujer para trabajar en la eliminación de “toda forma y práctica de violencia en contra de la mujer” y de “proponer y promover la reforma legal, administrativa y disciplinaria con respecto a los principios constitucionales de igualdad entre el hombre y la mujer”.28

• 1981 y 1986: Haití ratificó la Convención de Eliminación de todo tipo de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Inter-Americana para la Prevención, Castigo y Erradicación de la Violencia Contra la Mujer, pero estos tienen poca significación práctica o incluso formal.29

97. Algunos ejemplos que demuestran la naturaleza anticuada de las leyes de Haití en lo referente al género incluyen:

• El adulterio es clasificado como delito o crimen de segundo grado, y las mujeres que son descubiertas pueden recibir entre 3 meses y dos años de cárcel, mientras que los hombres apenas pagan una multa. El asesinato cometido por un hombre que encuentra a su esposa y su amante in flagrante delicto puede ser excusado por un juez o penalizado con no más de dos años de prisión.

• La violación no se encuentra realmente definida dentro de la ley, pero está clasificada como “ofensa contra la decencia pública”(atteintes aux bonnes moeurs). Las cortes tienden a dar menor importancia a la violación de mujeres no vírgenes con el pretexto de que su honor no está en discusión. Certificados médicos son requeridos para probar una violación y son difíciles o imposibles de conseguir para la mayoría de las mujeres.

• El aborto es ilegal en cualquier circunstancia, aún en casos terapéuticos, y es castigado con una condena de 3 a 9 años de cárcel. Un médico o cualquier otra persona que realice un aborto puede ser encarcelado por un período de 3 a 15 años, aunque los procesamientos son bastante raros.

por el sector no gubernamental (Salmi, 1998; OXFAM, 1995). El desarrollo de este estado paralelo es en gran medida el resultado de estrategias de donantes que han dado prioridad al sector ONG frente a un débil e ineficiente sector público operando bajo sucesivos regímenes militarizados y represivos. 28 Ministère à la Condition Fémenine et aux Droits de la Femme. 29 Por ejemplo, bajo tanto la dictadura como la democracia, Haití ha ignorado su compromiso de proveer reportes de progreso a CEDAW.

40

Page 55: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

• La violencia es castigada con leyes contra asalto y agresión de acuerdo a las circunstancias del ataque y del grado de heridas causadas a la victima, el asalto a un padre o padre adoptivo es señalado con penalidades adicionales, pero no se hace mención especial del asalto por un hombre a una mujer. El abuso doméstico se ha visto tradicionalmente como un asunto interno familiar y no se penaliza (Fuller, 1999).

• Aunque sólo la minoría de las parejas haitianas están legalmente casadas, la ley no reconoce la mayoría de los derechos de las mujeres en uniones informales (plaçage), la forma más común de unión, particularmente aquellos relacionados con herencias. Entre otras distorsiones causadas por el no reconocimiento por parte de la ley de las prácticas sociales, un hombre casado no puede reconocer como suyos hijos nacidos de otra mujer que no sea su esposa, llevando a que algunas veces estos sean registrados falsamente como hijos de la mujer casada (Fuller, 1999).

• En áreas rurales, la costumbre prevalece sobre la ley status/civil. Aunque las leyes de herencia han sido creadas para tratar tanto a hombre como mujeres de igual manera, prácticas tradicionales excluyen a las mujeres de la tenencia de tierras (N’Zengou-Tayo, 1998).

Representación Política

98. En el período de 1997-99, las mujeres comprendían el 17 por ciento de los ministros y 60 por ciento de los vice-ministros pero sólo un 4 por ciento de las autoridades locales y diputados (CEPAL, 1999c). No hay mujeres jueces de la Suprema Corte. La proporción de mujeres ministros y vice-ministros es alta en Haití comparada a los promedios de ALC de 12 y 16 por ciento, respectivamente.

DEMOGRAFÍA

99. Haití tiene una de las densidades de población más altas de América Latina, con un estimado de 283 habitantes por kilómetro cuadrado en 1999 (Banco Mundial, 2001b). En 1999, el total de la población de Haití era de alrededor de ocho millones, con aproximadamente dos tercios de los haitianos viviendo en áreas rurales. La joven estructura de edad de la población de Haití refleja alta fecundidad y mortalidad elevada; 40 por ciento de la población se encuentra por debajo de los 15 años y 56 por ciento se encuentra entre 15 y 64 años. En 1998, Haití presentó una razón de dependencia de edad de 0.82 (dependientes con respecto a la población en edad de trabajar), una de las más altas en la región de ALC (WDI 1999).

100. La esperanza de vida al nacer es la menor en ALC, con 51 años para los hombres y 56 para las mujeres (Banco Mundial 2001b). La probabilidad de morir entre la edad de 15 y 59 para los hombres es de 432 por cada 1,000, comparado con 339 por cada 1,000 para las mujeres. Los hombres están bajo representados en la población, con 96 hombres por cada 100 mujeres, debido mayormente al aumento de migraciones internacionales y el exceso de mortalidad entre los hombres.

41

Page 56: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Migración

101. El colapso de la agricultura en combinación con la violencia y represión durante el reciente período de golpe de Estado logró un significativo aumento en la emigración de Haití.30 La emigración tiene características de género y clase distintas y varía de acuerdo a los factores de impulso y recursos de que se pueden desplegar en migración. La migración interna es dominada mayormente por la mujer (el doble de mujeres que hombres migran de las áreas rurales hacia las urbanas), mientras que la migración hacia el otro lado de la frontera es dominada por el hombre (Laguerre 1998; Akman 1992). Los hombres emigran desproporcionadamente por temporada o semi-permanentemente hacia la República Dominicana, para buscar trabajo cosechando caña o bananas en plantaciones y granjas.31 Las mujeres tienden a emigrar hacia áreas urbanas buscando empleos como empleadas domesticas o en zonas de procesamiento de exportaciones.32 La naturaleza temporal o permanente de estas decisiones de migración, afecta la formación del hogar tanto en áreas rurales como urbanas.

102. Para muchos hogares haitianos, la habilidad de captar remesas es clave para diversificar ingresos y sacar a los hogares de la pobreza (Gammage y Jumelle 2000; CARE 1997b). Casi 70 por ciento de los encuestados en la encuesta de hogares en la Artibonito Noroeste y Norte rural reportaron tener al menos un pariente fuera del país, que envía anualmente remesas de alrededor de 1,500 gourdes.33 Las remesas parecen ser desproporcionadamente importantes para los hogares mantenidos por mujeres y encabezados por mujeres permitiéndoles adquirir un rango de artículos de consumo que les ayuda a mitigar la pobreza y asegurar los ingresos. Las remesas proveen aproximadamente un 43 por ciento del total de ingresos para los hogares dirigidos por mujeres y menos de 29 por ciento para los hogares dirigidos por hombres (ADRA, 1994). Los hogares que reciben remesas tienen más probabilidades de tener una microempresa o de participar en comercio a baja escala.

ESTRUCTURA DEL HOGAR

103. El hogar es una entidad dinámica en Haití, que no es fácil de definir definida o de captar por los instrumentos de una encuesta convencional. Los hogares se forman o disuelven debido a las periódicas o temporales migraciones, los procesos de dar y tomar 30 Entre 1990 y 1997 un estimado de 220,000 haitianos, o casi un cuatro por ciento del total de la población, emigró hacia Estados Unidos (US Census Bureau, 1999). 31 Mientras los hombres son la mayor parte de los emigrantes internacionales, las mujeres también emigran y en algunos casos encuentran más serias explotaciones y discriminaciones que sus contrapartidas masculinos. La Coalición Nacional para los Derechos Haitianos reporta que en la República Dominicana, que se estima tiene el mayor número de inmigrantes haitianos, la explotación económica y racial se encuentra más exacerbada para mujeres quienes como trabajadores tienen menos derechos que los hombres (por ejemplo, no se les permite legalmente trabajar en plantaciones de caña, y no son elegibles para recibir casa, cuidados de salud, y otros servicios sociales, y son frecuentemente objeto de violencia sexual) (Correia, 1998; Banco Mundial, 2001a). 32 Aunque los hombres también emigran a las ciudades y obtienen trabajo en el sector informal urbano, una proporción significativa lo hace como una estrategia interina para asegurar contactos que eventualmente los ayudarán a migrar hacia otras islas del Caribe o a los Estados Unidos. 33 La tasa de cambio al momento de escribir el informe era 25.30 gourdes = 1US$.

42

Page 57: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

niños en adopción,34 al tener múltiples parejas y a la alta proporción de uniones conyugales informales (Correia, 1998; CARE, 1997a; de Zalduondo, et al. 1993; Anglade, 1986). La importancia de la unión va más allá de la cohabitación; frecuentemente la unión influencia el tipo de apoyo que el hombre se ve obligado a proveer y que la mujer espera, así como la estabilidad emocional y económica, y las decisiones sobre la planificación familiar y los patrones sexuales seguros e inseguros.

104. El tipo de unión más común es la cohabitación (place) (Cayemittes et al., 1995a; Akman, 1992; Maynard-Tucker, 1996), seguido por el matrimonio legal (marye), y la unión sin cohabitar (vivavek) (ver Tabla 3.2). Como indica la Tabla 3.3, las diferencias de género son menores dentro del status de marye y place. Sin embargo, los hombres son más propensos a estar solteros que las mujeres (la proporción siendo 43 y 32 por ciento respectivamente). Además, una mayor proporción de mujeres que hombres, declararon estar en relaciones menos estables, o estaban separadas o divorciadas. Es importante notar que el status de “unión” no es de mutua exclusividad o estática. Los hombres pueden estar involucrados en varias uniones a la vez o tener múltiples parejas, incluyendo casuales (Akman, 1992). Aunque no es extraño que las mujeres en uniones no legales tengan más de una pareja, se espera que las mujeres se mantengan monógamas (Maynard-Tucker, 1996).

Tabla 3.2 Tipos de unión en Haití, por Orden de Estabilidad Tipo de unión Definición Características

Marye Matrimonio legal

Generalmente involucra estabilidad y coexistencia. En áreas rurales, no es comúnmente practicado por el alto costo de los rituales y ceremonias. El hombre es usualmente obligado de proveer soporte económico para la mujer y los hijos.

Place Establecer un hogar

Generalmente involucra coexistencia y puede ser tan estable como el marye. Fue creado originalmente como una forma de sociedad porque los residentes rurales no confiaban en los sistemas legales ni en los oficiales civiles, y querían evitar bodas costosas y la influencia del estado o la restricción de parejas por parte de la Iglesia (Akman, 1992).

Vivavek/Menaj Vivir como pareja

Puede involucrar la coexistencia, es menos estable que Place. El apoyo económico por parte de los hombres es limitado (Akman, 1992).

Remen Amante Más común entre personas jóvenes en áreas rurales, involucra relaciones sexuales. Podría llevar a place.

Fyanse Comprometido Más común entre personas jóvenes en áreas urbanas, y practicado generalmente por las clases sociales de mayor poder económico.

Antente, Flirte, Wik’en

Casual Involucra relaciones sexuales inestables y casuales.

105. Paternidad. Atribuir la paternidad es algo tremendamente importante en la sociedad haitiana, y la inestabilidad de un hombre para proveer para sus propios hijos (sin importar cuantos y de quien sean) es un estigma. Por ley y costumbres, los hijos de un hombre casado con otra mujer no pueden convertirse en herederos, aunque la renuencia de algunos hombres de casarse legalmente podría interpretarse como el deseo de evitar desheredar a

34 Los procesos de dar y tomar niños en adopción son frecuentes como parte de un compleja estrategia de acomodo que permite a los hogares mantener sus requerimientos de subsistencia diarios. Aproximadamente 28 por ciento de los hogares urbanos y 24 por ciento de los hogares rurales reportaron tener a su cuidado niños adoptados, de acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud de 1994/1995 (Cayemittes et al., 1995). Los hijos adoptados usualmente son parientes.

43

Page 58: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

futuros hijos (Lowenthal, 1984). Pero aunque la presencia de hijos es, en teoría, una garantía del soporte económico por parte del padre, la realidad es que muchas madres Haitianas no reciben esta ayuda, y deben aceptar como propia la total responsabilidad de los hijos (Brown, 1991; Farmer, 1999).

Tabla 3.3 Predominio de los Tipos de Unión por Sexo

Estado “Marital” %Mujeres %Hombres Marye* 17.9 17.5 Place* 27.8 26.1 Vivavek** 11.4 5.7 Renmen/Fyance** 1.0 0.9 Separados/Divorciados 8.0 5.4 Viudos/as 2.1 0.9 Solteros/as 31.8 43.4 Total 100.0 100.0 Fuente: Cayemittes et al., 1995 *unión con coexistencia (estable) ** unión sin coexistencia (inestable)

SALUD

106. Haití se mantiene con bajos resultados en la región de ALC con respecto a los indicadores de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) Haití se situa en el puesto 138 entre los 191 países en términos del manejo total del sistema de salud, el menor puesto en el área de ALC. La esperanza de vida para las mujeres es más alta que para los hombres, a pesar de la alta tasa de mortalidad materna. El sistema de salud adolece de problemas de acceso desigual, cobertura limitada y baja calidad en los servicios, con los pobres soportando desproporcionadamente la carga. La infraestructura de salud continúa deteriorándose, con la mayoría de los centros de salud siendo los mismos desde mediados de 1930 (Schneidman y Levine, 1998). Además, la baja tasa de utilización fue relacionada a la baja cantidad de personal, equipos y suplementos, largo tiempo de espera, costo de viajes e inconveniencias. La distribución geográfica de médicos y centros de servicios de salud está altamente sesgada hacia las áreas urbanas, en particular Port-au-Prince.

Salud de Niños e Infantes

107. Los niños sufren de tasas de mortalidad moderadamente más altas que las niñas (ver Tabla 3.4). Aunque la tasa de mortalidad infantil en Haití está declinando, a un poco menos de 74 por cada 1,000 nacidos vivos, se mantiene como una de las más altas de la región. Esta alarmante tasa de mortalidad infantil está vinculada al bajo nivel educacional para las mujeres en Haití (Rokx, 1997). La desnutrición infantil está asociada con más del 50 por ciento del total de la mortalidad infantil (Pelletier y Rokx, 1997),35 y la mayoría de los niños mal

35 Aunque dar el seno es una práctica casi universal en Haití (96 por ciento), la demanda sobre la mujer de generar algún tipo de ingreso significa que muchas mujeres abandonan esta práctica muy temprano y destetan prematuramente. Sólo tres por ciento de los niños son alimentados exclusivamente por el seno los primeros tres meses de vida. La introducción temprana de líquidos y sólidos de una manera dramática incrementa el

44

Page 59: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

nutridos no son hospitalizados (Rokx 1997). La desnutrición en la infancia y la niñez se manifiesta como baja estatura para la edad (impedimento al crecimiento) y bajo peso para la edad (debilitamiento), los cuales son más altos en los quintiles de ingresos más bajos (ver Tabla 3.5). Las niñas son mejor cuidadas uniformemente, excepto en los quintiles de medianos ingresos.

Tabla 3.4 Tasa de Mortalidad Infantil por Sexo (Muertes por cada 1,000 nacidos vivos) 1980-85 1990-95 Niñas 116 70 Niños 128 78 Razón de niñas respecto a niños 0.91 0.90 Fuente: CEPAL, 2000 Tabla 3.5 Salud Infantil por Sexo Baja estatura para la edad Bajo peso para la edad Quintil de Ingresos Quintil de Ingresos Pobre Medio Rico Pobre Medio Rico Por ciento de niñas con desnutrición 1994-95 43.5 33.3 10.5 37.3 28.6 8.5

Razón de niñas respecto a niños 1994-95 0.91 1.06 0.73 0.92 1.14 0.75 Fuente: Gwatkin et al., 2000

SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA

Fecundidad

108. Las mujeres haitianas tienen como promedio 4.3 alumbramientos durante sus años reproductivos, con brechas diferenciales por región (Banco Mundial, 2001b). En áreas rurales, la tasa total de fecundidad se encuentra en 5.9, mientras que en Port au Prince es un 3.0, y en otras áreas urbanas es de 3.9. La preferencia de género en los hijos no es evidente en Haití (Akman 1992). La mayoría de las mujeres haitiana prefieren alrededor de 3 hijos (Cayemittes et al. 1995). Las mujeres rurales prefieren un número de hijos un poco mayor (3.6 hijos) que las mujeres urbanas (3.0 hijos). Y casi no existe diferencia entre los hombres (3.4 hijos) y las mujeres (3.3 hijos). La alta tasa de fecundidad en áreas rurales, sugiere que la necesidad insatisfecha de planificación familiar es extrema en estas regiones.

Fecundidad de Adolescentes

109. Los adolescentes entre 15 y 19 años contribuyen a la alta fecundidad de Haití en una pequeña pero significativa proporción: las madres adolescentes dan a luz al 8 por ciento del total de todos los nacimientos. De acuerdo a ENDESA 1994/95, las niñas en áreas rurales eran más propensas a haber iniciado su fecundidad que sus contrapartes urbanas durante el tiempo de la encuesta (Cayemittes et al., 1995). Como es esperado, los hombres haitianos en general son más propensos que las mujeres a experimentar su primera experiencia sexual a una edad temprana. Entre las edades de 15-19, ocho por ciento de las niñas habían tenido

riesgo de enfermedades infecciosas, diarrea y por último la muerte para el infante (PAHO en Rokx, 1997; Álvarez, 1990).

45

Page 60: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

sexo para la edad de 15 años, comparado con un 20 por ciento de los niños, que es consistente con lo establecido en otras encuestas.36

Uso de Anticonceptivos

110. Aunque Haití ha sido testigo de una mejora en el uso de anticonceptivos en los años recientes, el país aún tiene la menor tasa en el Hemisferio Occidental, a pesar de los numerosos programas apoyados por donantes y numerosas organizaciones internacionales. De acuerdo a los últimos resultados (1998) en el uso de anticonceptivos, 18 por ciento de los haitianos en sus años reproductivos estaban utilizando anticonceptivos (Banco Mundial, 2001b). ENDESA 1994/95 reporta que sólo 13 por ciento de las mujeres y 17 por ciento de los hombres en sus años reproductivos estaban utilizando anticonceptivos modernos (que en Haití incluye la píldora, inyectables, esterilización femenina, implantes hormonales, condones y esterilización masculina). Las diferencias regionales y de género son dignas de mención: las mujeres residentes en áreas rurales estando en uniones tienen menos tendencias a utilizar planificación familiar (13 por ciento) que sus contrapartes de áreas urbanas (27 por ciento) (Cayemittes et al. 1995). Este patrón es también evidente entre los hombres. Alrededor de 39 por ciento de los hombres urbanos en uniones han utilizado planificación familiar, comparado con un 28 por ciento de sus contrapartes en áreas rurales. Cuando sólo se consideran los métodos modernos, la tasa de utilización de anticonceptivos cae aún más.

Grafico 3.1 Porcentaje de hombres y mujeres en unión que utilicen anticonceptivos

39.4

12.8

28.226.6

0102030405060

Mujeres Hombres Mujeres Hombres

Urbanos Rurales

Por

cen

taje Tradicional

Moderno

111. El uso de anticonceptivos difiere significativamente por el tipo de unión. Tanto para hombres como para mujeres, aquellos sexualmente activos pero no en unión eran más propensos a utilizar anticonceptivos que quienes estaban en unión. Es interesante notar que uso de anticonceptivos era más común entre hombres y mujeres en relaciones inestables (sin cohabitar) que entre quienes estaban en relaciones estables (cohabitando). La resistencia al 36 El Instituto de Salud de la Niñez encontró que en su muestra, 10 por ciento de las mujeres jóvenes sexualmente activas y 24 por ciento de los hombres jóvenes sexualmente activos habían tenido sexo antes de los 15 años (citado en Holschneider, 1999). La encuesta de Planificación Familiar y Prevención del SIDA de Haití, conducida en 1998, reveló un nivel aún mayor de iniciación sexual temprana: 35 por ciento de mujeres sexualmente activas menores de 18 años habían tenido sexo antes de los 15 años (citado en Holschneider, 1999). La Encuesta Nacional Haitiana de Anticonceptivos de 1989 encontró que, entre los hombres encuestados, ocho por ciento habían tenido sexo entre las edades de 7 y 11 años (OMS, 1996).

46

Page 61: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

uso de anticonceptivos y planificación familiar en Haití es reforzada por varios factores; ver Recuadro 3.1 para una discusión detallada.

112. El limitado uso de anticonceptivos es generalizado entre adolescentes sexualmente activos, que acrecienta las posibles consecuencias adversas a la salud de la iniciación sexual temprana. Sólo nueve por ciento de las jóvenes entre 15 y 24 años ha utilizado algún tipo de anticonceptivo, y de éstos, sólo 4 por ciento ha utilizado métodos modernos (OMS, 1998). La mitad de las adolescentes atendidas en una clínica importante de Port-au-Prince reportaron haber tenido uno o más abortos (Guest, 1994). Estos números revelan una vasta necesidad de incluir a los adolescentes en programas de salud reproductiva.

Mortalidad Materna

113. De cada 100,000 nacidos vivos en Haití, unas 600 mujeres mueren a causa del parto (OMS/PAHO, 1998), dando lugar a la mayor tasa de mortalidad materna en ALC. La OMS identificó las principales causas directas de mortalidad materna en Haití como: eclampsia (31 por ciento), hemorragias (22 por ciento), infecciones (20 por ciento), desórdenes ginecológicos (11 por ciento), y otras complicaciones por infecciones o condiciones neurológicas, (16 por ciento). La alta tasa de mortalidad materna en Haití se relaciona con los abortos clandestinos e inseguros, y en gran parte refleja los fallos del sistema de salud del país, el cual tiene cuidados natales y prenatales inadecuados. Sólo nueve por ciento de las mujeres rurales embarazadas dieron a luz en hospitales, así como 31 por ciento de sus contrapartidas urbanas.

114. La pobre calidad de los servicios engendra una falta de confianza en los centros médicos por parte del público. Barnes-Josiah et al. (1998) estudiaron 12 casos de mortalidad materna e identificaron tres causas principales: demora en buscar ayuda médica en emergencias, demora en llegar hasta un centro de obstetricia apropiado, y el no haber recibido cuidados adecuados en las clínicas. Además, un estimado de 25-40 por ciento de todas las muertes maternas podrían ser prevenidas a través de la planificación familiar (Schneidman y Levine, 1998). Junto a un sistema de salud fallido, la alta tasa de mortalidad tiene lugar dentro de un ambiente socio-cultural que promueve altas tasas de fecundidad, altos valores económicos y sociales de niños y expectativas de género sobre la mujer y la maternidad.

47

Page 62: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

115. Detrás el sistema formal de salud en clínicas, hospitales y profesionales médicos, un rico y perfectamente estructurado sector de salud tradicional continúa creciendo en Haití (Barnes-Josiah et al. 1998). Diversos tipos de sanadores participan asistiendo en el embarazo y el parto y en el cuidado de problemas relacionados, como shamanes (practicantes de vudú), herbalistas y parteras tradicionales. Mientras que los primeros asisten generalmente durante el embarazo o problemas relacionados con el parto, las parteras tradicionales, casi siempre tienen la responsabilidad principal del parto. Como se puede esperar, las mujeres que viven en áreas rurales tienen menos acceso a médicos y enfermeras que las mujeres urbanas. Personal sin entrenamiento asistió a más de la mitad de los partos entre las mujeres rurales, comparado con un cuarto entre las mujeres urbanas, de acuerdo a ENDESA 1994/95 (Cayemittes et al., 1995). El lugar de nacimiento difiere ampliamente según la región. La mitad de las mujeres en Port-au-Prince dieron a luz en hospitales, comparado con un 31 por ciento de las mujeres en áreas urbanas.

Recuadro 3.1 El Reto de Reducir la Fecundidad en Haití

La resistencia a la planificación familiar en Haití es reforzada por varios factores religiosos, sociales y prácticos. Como en muchos otros países pobres, los Haitianos ven a los hijos como activos para su trabajo, en tareas tales como ayudar a las madres a mantener el hogar, y cuidar de los hijos más pequeños. Además, las mujeres ven a los hijos como medios de fortalecimiento de los lazos familiares de sus parejas. Esto es particularmente cierto en relaciones inestables e inseguras, como vivavek o remen. El tener un hijo ayuda a las mujeres a asegurar sus relaciones de pareja (Akman, 1992; Maynard-Tucker, 1996).

Las creencias religiosas también promueven las altas tasas de fecundidad. El Catolicismo es la religión primaria en Haití, con la religión Protestante ganando terreno entre los pobres rurales y urbanos. Junto al Cristianismo, el vudú es ampliamente practicado por la mayoría de los haitianos. La oposición en contra de los anticonceptivos modernos ha surgido por medio de un gran número de líderes religiosos de diversos grupos (Maynard-Tucker, 1996). Por ejemplo, sacerdotes del vudú, que tienen un importante papel como sanadores, ven el uso de anticonceptivos como un asalto a la creencia de que la mujer puede ser poseída y a su vez salir embarazada de un dios durante los rituales (Maynard-Tucker, 1996).

Más aún, las mujeres sin hijos o con pocos hijos llevan un estigma. Las mujeres con sólo uno o dos hijos o que tienen dificultades para quedar embarazadas son consideradas como “infértiles” o “pedisyon”-una enfermedad especifica de la cultura en que la mujer se cree está embarazada pero el embarazo se detiene. Muchos haitianos creen que la esterilidad proviene de la magia negra hacia la mujer (Maynard-Tucker, 1996). Coreil et al. (1996) sugiere que la pedisyon permite a las mujeres infértiles o sub-fecundas a contrarestar las presiones sociales de tener hijos.

Epidemia de VIH/SIDA

116. Haití se encuentra en medio de una crisis devastadora de VIH/SIDA, la peor de ALC. Aunque los hombres se vieron afectados desproporcionadamente por VIH durante las primeras etapas de la epidemia, la tasa de infección en las mujeres ha aumentado

48

Page 63: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

dramáticamente hasta igualarse a la de los hombres (Ulin et al., 1993). UNAIDS estima que 5.2 por ciento de la población general entre 15 y 49 años ha sido infectada con VIH. Un total de unos 190,000 adultos y niños estaban viviendo con VIH/SIDA para finales de 1997. Más de 90 por ciento de las infecciones ocurrieron por contacto heterosexual (Deschamps 1996).

117. El VIH/SIDA ha sido una epidemia generalizada desde finales de los años 80,

Recuadro 3.2 Vulnerabilidad hacia el VIH en Haití

La epidemia de VIH en Haití es probable que continue expandiéndose dado el contexto de elevada vulnerabilidad, ejemplificada por lo siguiente:

• Mientras una gran mayoría de las personas en Haití ha oido hablar del VIH/SIDA, algunos grupos, por ejemplo, mujeres rurales, cuentan con pocas fuentes de información.

• El SIDA provoca miedo en ciertos segmentos de la sociedad, de acuerdo a la encuesta de 1993 de 1,300 hombres y 1,300 mujeres entre los 15 y los 49 años. El miedo y el estigma pueden mantener la epidemia fuera de la luz pública e inhibir a las personas de realizarse análisis o buscar consejo profesional, y de discutir e inquirir sobre la enfermedad.

• A pesar del conocimiento general sobre los condones, el uso real (prevalencia a lo largo de la vida) entre la población sexualmente activa es extremadamente bajo, particularmente en áreas rurales. Sólo un quinto de los hombres rurales han utilizado condones, comparado con un 46 por ciento de los hombres urbanos (ENDESA, 1994/95). Entre el 12 por ciento de las mujeres activas sexualmente que han utilizado condones, sólo 41 por ciento lo utiliza en cada encuentro sexual. El uso de condones es más alto entre los solteros, seguido por las mujeres en relaciones inestables. Entre los hombres sexualmente activos, el uso de condones era mayor para los hombres separados o divorciados, seguido por los hombres en relaciones inestables. Las barreras socio-culturales contra el condón abundan en Haití.

• El mantener múltiples parejas sexuales en Haití es más una norma que una excepción (Ulin et al., 1993; Holschneider, 1999; Maynard-Tucker, 1996). Por ejemplo, los hombres en uniones inestables tanto en áreas urbanas como rurales, habían tenido un promedio de 2.4 parejas en los 12 meses anteriores a ENDESA 1994/95. El mantener múltiples parejas sexuales es común entre las mujeres, aunque no es tan común o tan aceptado como para los hombres.

• Aunque el alcance de la industria de comercio sexual no es conocido, el pagar por sexo es común en Haití. Ocho por ciento de todos los encuestados en la ENDESA 1994/95, afirmaron haber pagado por sexo en los últimos 12 meses, teniendo en cuenta que los hombres rurales (nueve por ciento) son más propensos que los hombres urbanos (seis por ciento) a pagar por sexo. La magnitud y tipo de servicios de comercio sexual disponibles, particularmente en áreas rurales, no son conocidas y necesitan más investigación.

• La vulnerabilidad al VIH es exacerbada por los movimientos de la población, particularmente de la migración masculina. La falta de nexos y control social, las razones de sexo sesgadas y la disponibilidad de trabajos sexuales ayudan a fortalecer, entre otras cosas, los comportamientos de riesgo relacionados con el VIH.

49

Page 64: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

esparciéndose más allá de los grupos más vulnerables de la población. En 1989, 42 por ciento de los trabajadores involucrados en la industria de sexo comercial en grandes zonas urbanas de Haití ya estaban infectados con VIH. En 1998, la prevalencia ascendió hasta un 70 por ciento (UNAIDS, citado en Hoschneider, 1999), algunas mujeres embarazadas en las grandes zonas urbanas manifestaron la enfermedad desde 1986. En unas pruebas hechas a 1,237 mujeres atendidas en clínicas prenatales en los barrios de Port-au-Prince, nueve por ciento eran VIH positivas (Boulos, et al. 1990). Aunque gran parte de la atención se ha concentrado en áreas urbanas, algunos estudios indican que el VIH ha podido hacerse su camino hacia las áreas rurales (OlleGoig et al., 1994).

118. En ausencia de una respuesta pronta y adecuada para el VIH/SIDA, y dado el contexto de alta vulnerabilidad en Haití, la epidemia continuará esparciéndose (ver Recuadro 3.2). Comportamientos sexuales de alto riesgo, particularmente entre los hombres, como múltiples parejas sexuales, y relaciones con trabajadores sexuales, el limitado uso de condones y la iniciación sexual temprana son comunes. El proceso de expansión del VIH está facilitado por la falta de tratamientos para ETS, cuidados y manejos, y la alta movilidad (rural-urbana y hacia la frontera), particularmente migración masculina. Los comportamientos sexuales se ven reforzados por normas sobre la sexualidad masculina y femenina, los roles y relaciones de género en torno a decisiones sobre las relaciones sexuales y reproductivas.

VIOLENCIA

119. Mientras que no se encuentran disponibles datos específicos en Haití, el débil marco institucional del país implica que en realidad no existe una ley reguladora y que la violencia es una experiencia generalizada tanto para hombres como para mujeres. Así como en otros países, la violencia tiene importantes dimensiones de género. Aunque tanto hombres como mujeres son frecuentemente participes y víctimas de violencia, los hombres son tanto víctimas como autores mientras que las mujeres son generalmente las víctimas.

120. La limitada información existente sugiere que la violencia contra la mujer, y particularmente el abuso sexual a niñas, es bastante extendido en Haití. De acuerdo a una investigación de 1996 del Centre Haitien de Recherches et d’Actions pour la Promotion Féminine (CHREPROF) financiada por UNICEF, más del 70 por ciento de la población femenina ha experimentado alguna forma de violencia, de las cuales 37 por ciento es de naturaleza sexual (Adams et al., 1998; Fuller, 1999). Un tercio de las encuestadas dijo haber sido víctima de violencia física y 50 por ciento de los agresores fueron novios o esposos. También de acuerdo al estudio, un importante 49 por ciento de las niñas haitianas han sido abusadas sexualmente, de las cuales 33 por ciento han experimentado este abuso entre las edades de 5 y 9 años, y 43 por ciento entre 10 y 14.37 A pesar de este nivel de incidencia, 66 por ciento de las víctimas nunca reportan los crímenes, aún cuando el 79 por ciento podría identificar a los autores. El hecho de que no se reporten los casos de violencia se atribuye a que muchas mujeres haitianas no saben que tienen el derecho de presentar cargos en contra de sus

37 Las referencias para el estudio no mencionan el rango de edad específica de las “niñas”, pero sí dividen los rangos entre 5-9 y 10-14. Aunque no se encuentra realmente clarificado en el informe, “niñas” probablemente se refiere a 15 años y menores.

50

Page 65: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

agresores y que tienen el derecho a no ser golpeadas por sus parejas.38 Las mujeres podrían también rehusar hablar con la policía o hacer reclamos ante las cortes por la falta de confianza en estas instituciones.

121. Como un problema generalizado en Haití, la violencia pone en peligro la salud y la seguridad de todos sus ciudadanos. Desde hace un largo tiempo reconocida como un problema de justicia social y de los derechos humanos, la violencia está ganando reconocimiento en ALC como un problema económico, imponiendo cargas a los sistemas de cuidado de salud y judicial, afectando la productividad y los ingresos, creando inestabilidad económica y emocional dentro del hogar, influenciando percepciones de seguridad y bienestar, y consecuentemente, inversiones económicas (Ayres 1998; Morrison y Biehl, 1999).39 Además, una investigación internacional de salud pública muestra que la violencia juega un papel importante en los resultados de salud y fecundidad (UNICEF, 2000; Ellsberg, 1997; Heise, 1994).

EDUCACIÓN

122. Los niveles de analfabetismo en Haití son los mayores en la región de ALC tanto para hombres como para mujeres, aunque son mayores para las mujeres que para los hombres. Mientras que las brechas de género han declinado gradualmente, alrededor de 50 por ciento de los hombres y 54 por ciento de las mujeres mayores de 15 años son analfabetos (Banco Mundial, 2001b). Los niveles de analfabetismo son mayores entre mujeres que entre hombres en todos los rangos de edad excepto en la categoría de 15-24 años, en la cual el analfabetismo masculino sobrepasa levemente el femenino. Sin embargo, en el grupo de edad de 25-34, el analfabetismo femenino es doble que el masculino, de acuerdo a los datos de EMMUS II para 1991.

123. Haití tiene la menor tasa de matriculación para la educación primaria en el Hemisferio Occidental, siendo ésta de un 56 por ciento. El problema con la educación básica es particularmente severo en áreas rurales (Salmi, 1998). Una proporción similar de niños y niñas entre las edades de 6-10 se encuentran matriculados en las escuelas, con una mayor proporción de niñas matriculadas en las áreas rurales y lo contrario en las áreas urbanas. La brecha a favor de las niñas incrementa entre las edades de 11-15 años, particularmente en áreas urbanas. Entre 16-20 años, sin embargo, una proporción significativamente mayor de niños se encuentra matriculados en las escuelas. Los datos, sin embargo, son insuficientes para dar una imagen más clara. Es posible, por ejemplo, que algunos niños estén repitiendo años escolares no completados anteriormente. El hecho de que los niños tiendan a tener 38 Cuando se les preguntaba a los hombres encuestados sobre violencia, 80 por ciento creía que la violencia contra la mujer estaba algunas veces justificada, como en los casos en que la mujer era irrespetuosa (tapageuse), extravagante, se oponía a obedecer, o había cometido adulterio (CHEPROF, 1996, en Fuller, 1999), CHEPROF (1996) y otras fuentes también reportaron que 29 por ciento de las mujeres no habían dado el consentimiento a sus primeras experiencias sexuales. El mismo estudio también tomó nota de un predominio de expresiones violentas utilizadas comúnmente por los hombres al referirse al acto sexual (tales como aplastar, pegar, golpear etc.). 39 América Latina está gastando muchos puntos porcentuales de su PIB en su milicia, reforzamiento legal y sistema judicial (Banco Mundial, 1997a). De acuerdo a un estimado, la pérdida de la vida debido a homicidio le cuesta a la región aproximadamente US$28 millones o casi un uno por ciento del PIB de toda la región, dado que la edad promedio de un ciudadano de América Latina es de 26 y que se esperaría que viviera 50 años más (Londoño, 1996).

51

Page 66: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

altas tasas de repetición escolar en otros países de ALC (y particularmente en los países del Caribe) podría explicar la alta proporción de niños matriculados en las escuelas. La información obtenida sugiere que los padres en Haití no presentan preferencia de género para enviar a sus hijos a la escuela, más bien basan su decisión en las posibilidades económicas y las aptitudes de los hijos (Smucker en el Fondo de Asistencia Económica y Social, FAES 1999a; Cayemittes et al., 1995).

124. El desempeño educacional es similar para hombres y mujeres. Datos de 1999 (EMMUS II) indican que las tasas de desempeño educacional en primaria y secundaria son bajas tanto para niños como para niñas, con muy poca diferencia entre los dos. Los desempeños educacionales en primaria para las niñas entre 15-19 años fueron un 60 por ciento, comparado con 58 por ciento de los niños. Para la escuela secundaria las tasas de matriculación y finalización son muy bajas, con apenas 29 por ciento de niños y 28 por ciento de niñas entre 15-19 recibiendo alguna educación de nivel secundario.

TRABAJO

125. La economía haitiana tiene una alta tasa de participación en la fuerza laboral para ambos sexos, y tiene una mayor proporción de mujeres económicamente activas que ninguna otra sociedad en desarrollo en el mundo, con excepción de Lesotho (Farmer, 1999).40 En 1995, el BID estimó las tasas de participación en la fuerza laboral en un 87 por ciento para los hombres y un 62 por ciento para las mujeres (BID, 2000). De 1981 a 1999, la proporción de mujeres en la población económicamente activa aumentó de 40 a 48 por ciento, mientras que la participación masculina decayó de 60 a 52 por ciento.

126. Como en otros países, la distribución de ocupaciones varía por género. Como lo indica la Tabla 3.6, las mujeres constituyeron 82 por ciento del total de trabajadores involucrados en comercio e intercambio menor en 1999; un 44 por ciento de la PEA femenina trabajó en este sector.41 Poco más de la mitad de la fuerza laboral masculina se vio involucrada en la agricultura. Las mujeres también tuvieron una participación activa en la agricultura, comprendiendo 37 por ciento del total de los trabajadores en este sector, comparado con apenas 12 por ciento en el resto de ALC (Organización Internacional del Trabajo, OIT, 2000; Anglade, 1995).

127. La participación de la mujer en el sistema de comercio varía significativamente, de comerciante de privisione que vende pequeñas cantidades de productos producidos en el hogar, al Madam Sara que compra en cantidades a los productores o intermediarios para vender a precios mayores en centros urbanos (Correia, 1998). Aunque las mujeres participan mayormente en el intercambio menor, a medida que el valor de la mercancía aumenta, también aumenta el porcentaje de hombres trabajando en las ventas (Brown, 1991).

40 Las tasas de participación en la fuerza laboral están conformadas por los empleados y los desempleados expresados como porcentaje del número total de individuos en edad de trabajar (i.e. entre las edades de 15 y 65). 41 Las tasas de autoempleo tanto para hombres como para mujeres en Haití son también mucho mayores que en cualquier otro lugar del Caribe o Centro América (Charmes, 2000). Datos preliminares de la encuesta de hogares de 1999-2000 (Indicateurs Sociaux et Suivi des Conditions de Vie des Ménages en Haïti, IHSI) en presupuestos de hogares y consumo revelan que 68 por ciento de los hombres y 84 por ciento de las mujeres se auto emplean.

52

Page 67: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Desafortunadamente, para la mayoría de las mujeres trabajando en este sector, las bajas ganancias les dificultan el proceso de inventario y beneficiarse de economías de escala. Las condiciones económicas obligan a muchas mujeres a trabajar bajo estas condiciones, haciendo de éste un sector competitivo y de pocas ganancias. Las mujeres se concentran en el comercio e intercambio menor porque la entrada es relativamente abierta, los requerimientos capitales y de habilidades son bajos, las horas son flexibles y el trabajo es consistente con la responsabilidad de crianza de los hijos.

Tabla 3.6. Población Económicamente Activa (más de 10 años) por Sector y Sexo, 1999 Total %Hombres %Mujeres % del sector femenino Agricultura 44.5 53.6 34.5 37.1 Industria y Manufactura 12.9 18.3 7.0 25.9 Comercio, intercambio menor y restaurantes

25.7 9.0 43.9 81.7

Servicios 17.0 19.1 14.6 41.2 Total 100 100 100 47.8 Fuente: Charmes, 2000 128. Desempleo. El desempleo en Haití es extremadamente alto tanto para hombres como para mujeres, aunque es más alto para las mujeres. Los datos desagregados de género en desempleo son escasos y notoriamente inexactos, particularmente en áreas rurales. De acuerdo a un estudio de UNICEF de 1993, la tasa de desempleo nacional era de 39 por ciento, 44 por ciento para las mujeres y 35 por ciento para los hombres (UNICEF, 1994). La puesta en circulación de los datos de la última encuesta de hogares podría proveer mejores estimaciones de los datos de desempleo por género.

129. Brechas Salariales. Los datos desagregados de género en salario son escasos, sin embargo información obtenida sugiere que los salarios diferenciales por género persisten en Haití. El estudio de 1993 de UNICEF encontró que una mayor proporción de mujeres trabajadoras que de hombres trabajadores estaban en los menores niveles de ingresos, tanto en el sector formal como en el informal (ver Tabla 3.7). Alrededor de 83 por ciento de las mujeres trabajadoras en el sector formal estaban en los niveles más bajos de ingresos, comparado con 44 por ciento de los hombres.

Tabla 3.7 Distribución Laboral por Nivel de Ingreso, Formalidad y Sexo Nivel de Ingreso Sector Formal Sector Informal Hombres Mujeres Hombres Mujeres Tercio Menor 43.8% 82.9% 69.4% 87.4% Tercio Medio 39.3% 11.0% 20.0% 5.3% Tercio Mayor 16.9% 6.1% 10.6% 7.3% Fuente: UNICEF, 1994

AGRICULTURA

130. El sector agrícola de Haití ha ido estancándose con el tiempo. El sector contribuye apenas con un tercio del PIB. La producción declinó consistentemente hasta 1998, donde fue registrado un modesto incremento de dos por ciento. La porción de exportación del sector declinó de alrededor de 50 por ciento en 1980 a menos de 10 por ciento en 1998. La capacidad del sector agrícola de emplear trabajadores también ha declinado. El porcentaje de

53

Page 68: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

la población empleada en agricultura declinó de 61 por ciento en 1971 a 31 por ciento en 1989 (UNICEF, 1993) y probablemente ha declinado aún más en la última década. Mientras los datos de empleo son sospechosos, dado que muchas personas en agricultura están empleadas a medio tiempo, es claro que el sector agrícola es incapaz de dar un apoyo sustancial a la población rural, quienes deben buscar trabajo fuera de las granjas o emigrar. El estado de abandono del sector rural ha disminuido el tamaño de las propiedades y ha llevado a un complejo sistema informal de tenencia. Estas condiciones obstaculizan las decisiones de los trabajadores agrícolas y desaniman la inversión a largo plazo.

Pobreza Rural

131. De acuerdo a CARE (1997b), poco más de 74 por ciento de todos los hogares haitianos se enfrentan a una extrema inseguridad alimenticia o a una pobre seguridad alimenticia (ver Tabla 3.8). En promedio, 28 por ciento de los hogares rurales son administrados por mujeres y 72 por ciento son administrados por hombres (Wiens y Sobrado, 1994), pero por cada hogar encabezado por mujeres en extrema inseguridad alimenticia, hay cuatro hogares encabezados por hombres en extrema inseguridad alimenticia. Puesto que tradicionalmente las mujeres han estado involucradas en la producción de alimentos, podría resultar que los hogares manejados por mujeres dirijan sus energías a mantener su seguridad alimenticia a expensas de otras actividades generadoras de ingresos (Kennedy y Peters, 1992). Cuando las categorías de extrema y débil alimentación son agregadas, sin embargo, hay poca diferencia entre la pobreza por el sexo del cabeza de familia.

Tabla 3.8 Seguridad Alimenticia por Sexo del Jefe de Familia Niveles de seguridad alimenticia %Hombres %Mujeres %Total Extrema inseguridad alimenticia 32.7 9.1 27.5 Débil seguridad alimenticia 41.7 64.8 46.9 Seguridad alimenticia moderada 23.6 23.9 23.7 Seguridad alimenticia 1.9 2.3 2.0 Fuente: CARE, 1997b 132. Género es un factor importante vinculado a la pobreza en áreas rurales de Artibonite (Gammage y Jumelle, 2000).42 Sólo 24 por ciento de los hogares no-pobres son encabezados por mujeres, mientras que el 36% de los hogares en extrema pobreza son encabezados por mujeres (ver Tabla 3.9).43 El porcentaje de los hogares con mujeres trabajadoras decrece en los quintiles de ingreso más altos. La mayor concentración de hogares con mujeres trabajadoras se encuentra en el más bajo quintil de hogares.44 Además de ser pobre, los

42 El género del cabeza de familia no es un buen punto de referencia para medir la predisposición de género respecto a la pobreza y debe compararse con una variedad de otros indicadores que captan la carpeta de género del ingreso. 43 Aproximadamente 36 por ciento de todos los hogares en el primer quintil de ingresos son encabezados por mujeres, mientras que sólo 24 por ciento de los hogares en el quintil de ingresos más alto son encabezados por mujeres. La Tabla 3.9 demuestra que hay una mayor proporción de hogares encabezados por mujeres en los menores quintiles de ingresos que en los mayores quintiles de ingresos. 44 Un análisis de la correlación de pobreza entre estos hogares, revela que duplicar la razón de la mujer trabajadora de 0.5 por ciento a 1.0 incrementa las probabilidades de que el hogar sea pobre en unos 19 puntos porcentuales, y extremadamente pobre en unos 21 puntos porcentuales. El que el hogar esté encabezado por

54

Page 69: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

hogares encabezados por mujeres son también propensos a tener menores tasas de nacimientos y menores tasas totales de fecundidad (Lorge Rogers, 1995). A pesar de las bajas tasas de nacimientos, los hogares encabezados por mujeres tienen una mayor proporción de dependencia, lo que puede restringir sus actividades económicas y su habilidad de generar ingresos.

Fuentes de Ingresos

133. En Haití rural, los pobres dependen enormemente de los salarios de agricultura, y las ventas de carbón y madera, mientras que los hogares de mayores ingresos dependen de la producción no agrícola, trabajo artesanal y otras fuentes de ingresos a mayor extensión. De acuerdo a la encuesta de hogares de USAID, el menor quintil de ingresos deriva apenas 28 por ciento de ingresos de los salarios de agricultura, 23 por ciento de los salarios no-agrícolas, 28 por ciento por venta de carbón y madera, 10 por ciento por ingreso artesanal y 12 por ciento de otras fuentes (Wiens y Sobrado, 1998). Los datos no hacen distinción por género en la participación en actividades de producción de ingresos.

Tabla 3.9 Quintiles de Ingresos en Artibonite Rural por Sexo del Jefe del Hogar Cabeza de Familia Razón por sexo del trabajador

Quintil de Ingreso Hombre Mujer Hombre Mujer Dual 1 64 36 30 46 24 2 68 32 33 39 27 3 73 27 30 39 31 4 75 25 34 34 32 5 76 24 43 29 28

Fuente: Gammage y Jumelle, 2000

División por Género del Trabajo en los Sistemas Agrícolas

134. Como hemos visto anteriormente, con un 37 por ciento, la participación de la mujer en la fuerza laboral agrícola es más alta que en otros países de ALC. Sin embargo, los números reales podrían ser aún más altos dado que los datos de empleo tienden a pasar por alto a los trabajadores agrícolas de medio tiempo, los cuales son una gran proporción en Haití. Algunas evidencias sugieren que las mujeres reciben menores salarios que los hombres. Por ejemplo, las mujeres que trabajan en la agricultura en grupos (escouades) reciben apenas de un medio a cuatro quintos de los salarios de los hombres (CEE, 1998).

135. Aunque los roles de género en la agricultura han sido pobremente documentados, algunos estudios cualitativos y específicos de ciertas regiones ayudan a entender la división del trabajo por género en el sector agrícola y la importancia de la contribución femenina a este sector. En general, tanto hombres como mujeres contribuyen a la cosecha, recogida y procesamiento agrícola, con los hombres llevando a cabo los trabajos más difíciles físicamente como son la limpieza de la tierra y el arado (Plotkin, 1984). Las actividades típicas de las mujeres consisten en cosechar tubérculos (ñames, yuca, papas), épierrage (alejar a las aves y animales de los sembradíos), regar los sembradíos y comprar las provisiones agrícolas. Usualmente las mujeres son responsables del cuidado de animales pequeños como

una mujer, sin embargo, incrementa las probabilidades de ser pobre apenas unos 4 puntos porcentuales y extremadamente pobres unos 9 puntos porcentuales (Gammage y Jumelle, 2000).

55

Page 70: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

gallinas, conejos, y cerdos mientras que los hombres manejan a los más grandes (Correia, 1998). Las mujeres son también responsables del procesado, mantenimiento y comercialización de los productos agrícolas. Los hombres tienden a estar más involucrados en la pesca, caza y cuidado de abejas (CEE, 1998).

136. La división del trabajo por género varía grandemente por región, condiciones socio-económicas y composición del hogar. Por ejemplo, las mujeres participan a un mayor nivel en el trabajo y salario agrícola en regiones de tierras bajas donde es requerido un trabajo intenso mayor (Smucker, 1981; CEE, 1998). En Maissade, los hombres generalmente son los responsables de la producción de caña y la cosecha de yuca en parcelas familiares, mientras que las mujeres producen cereales, batatas, molondrones, berenjenas, plátanos y árboles frutales en jardines familiares (Correia 1998).

137. En cuanto a la productividad, la diversificación de la cosecha y los sistemas agrícolas en lo que a género se refiere, existe una correlación moderadamente positiva entre el porcentaje de producción total dedicado a las cosechas de arroz o productos de exportaciones y el valor de producción por hectárea (Wiens y Sobrado, 1998). Una correlación positiva más débil aparece en la proporción de la producción de guineos/cocos y ganado con la productividad y similarmente una correlación moderadamente negativa con la proporción de granos de altiplanicies, animales pequeños, aves y legumbres y el valor de la producción. De acuerdo a análisis estadísiticos, una producción minifundista adecuada depende de la medida en que la cosecha y el ganado estén diversificados, de acuerdo a análisis estadísticos.45 Esto sugiere que la diversificación de la cosecha como resultado de la división del trabajo por género podría reducir las probabilidades de ser pobre.

Tenencia de Tierras

138. Aunque tanto hombres como mujeres jefes de familia poseen propiedades en Haití, las diferencias de género existen. Alrededor del 93 por ciento de los hogares rurales reportan tener acceso a tierras, con los pobres teniendo sus parcelas más alejadas de sus casas que los hogares más ricos (Wiens y Sobrado, 1998).46 Pero de acuerdo a CARE(1997b), los hogares clasificados como encabezados por mujeres tienen en promedio menos y más pequeñas parcelas, y cultivan áreas más pequeñas que aquellos clasificados como encabezados por hombres (ver Tabla 3.10). El reducido tamaño de las granjas es uno de los mayores impedimentos para la producción del hogar (Wiens y Sobrado, 1998).

139. La proporción de hogares encabezados por hombres y mujeres con acceso a la posesión de tierras a través de herencias es similar. Sin embargo, una gran proporción de los hogares encabezados por mujeres tenía la tendencia a comprar tierra mientras que un gran porcentaje de los hogares encabezados por hombres tendía a compartir las cosechas o

45 La interacción entre las decisiones de cosecha y zonas agrícolas, es también un determinante del éxito de las pequeñas empresas agrícolas, con el arroz siendo una estrategia más efectiva en áreas costeras húmedas y planos irrigados, y el café, cacao, caña de azúcar y tabaco siendo más efectivos en todas partes, excepto en zonas montañosas húmedas (Wiens y Sobrado, 1998). 46 El promedio de las parcelas es de 1.78 ha. cada una, de las cuales un promedio de 1.23 ha. están cultivadas, representando el 69 por ciento de la tierra disponible de Haití. Mientras que hay una pequeña variación en el tamaño de las fincas, las parcelas de los pobres tienden a estar a una distancia promedio de casi el doble de distancia de la granja que aquellas de las familias más ricas.

56

Page 71: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

alquilar la tierra. Esto último es importante en lo concerniente a los patrones de cosechas, la diversificación, la intensidad de los insumos y las prácticas de conservación que pueden variar por el tipo de tenencia de tierra, teniendo los aparceros normalmente mayores incentivos para usar prácticas extensivas, ahorradoras de insumos y que degradan las tierras.

140. La información sobre la seguridad de tierras para las mujeres que no son cabeza de familia es un poco vaga. Información anecdótica sugiere, sin embargo, que debido a que los derechos de propiedad de la mujer se derivan frecuentemente de su status como esposas, madres o tutoras y no tanto como individuos, las mujeres pueden en ocasiones perder sus derechos al cambiar su status dentro del hogar (Morris-Hughes, 1999).

Tabla 3.10 Posesión de Tierras y Medios de Acceso por Sexo del Cabeza de Familia Sexo del cabeza de familia

Tenencia de tierra por hogar Medios de acceso %

No. de parcelas

Área total (ha)

Área cultivada

(ha)

Heredada Adquirida Rentada Cosecha compartida

Otros

Hombres 2.16 1.62 1.33 26.3 23.4 7.4 27.7 15.2 Mujeres 1.45 0.82 0.68 24.9 33.3 6.9 17.5 17.5 Total 1.98 1.41 1.17 26.0 25.2 7.3 25.8 15.6 Fuente: CARE, 1997b

Migración

141. La migración es una importante estrategia de supervivencia para los pobres rurales en Haití, teniendo en cuenta que los hogares encabezados por mujeres reciben mayores remesas que sus contrapartidas masculinos. De acuerdo a la encuesta de hogares rurales con fondos de USAID llevada a cabo en 1994-96, el 29 por ciento de los hogares rurales ha tenido miembros emigrantes (Wiens y Sobrado, 1998). Mientras que las remesas no difirieron mucho entre los quintiles de ingresos, los hogares encabezados por mujeres reciben más del doble de remesas que los hogares encabezados por hombres.

DEGRADACIÓN AMBIENTAL

142. Extensa información se encuentra disponible sobre los efectos por daños ambientales causados por la falta de tierras, la tenencia insegura y los derechos de tierra inciertos en Haití. Los problemas ambientales incluyen el uso abusivo o excesivo de las tierras frágiles, acortamiento de los períodos inactivos, deforestación y efectos ecológicos secundarios relacionados con estos. Por ejemplo, durante el reciente embargo, la deforestación se incrementó en un 30 por ciento, mientras los hogares cambiaron hacia la producción de carbón vegetal para compensar los bajos beneficios de la agricultura y los crecientes costos de los insumos (Morris-Hughes, 1999).47 El cultivo en tierras marginales con cuestas y elevaciones, la invasión de los bosques y la destrucción de las cuencas han contribuido a agravar la precaria situación ambiental de Haití.48

47 Morris-Hughes documenta que en 1992 con la depreciación del gourde, los costos del petróleo comenzaron a subir y la demanda de carbón incrementó en casi cinco veces en algunas partes del país (Morris-Hughes, 1999). 48 En Mayo de 1999, la Comisión Ambiental Inter-Ministerial presentó un Plan de Acción Ambiental al Gobierno para ser aprobado, el cual provee un marco general acerca de las áreas prioritarias a ser tratadas dentro de los próximos 15 años. No se encontró información subsiguiente para determinar el progreso.

57

Page 72: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

143. Mientras que no hay información sobre el impacto de género de la degradación ambiental en Haití, es posible que tenga consecuencias diferenciales. Por ejemplo:

• Inicialmente los productores de carbón eran hombres, siendo las mujeres responsables de la comercialización, pero existe evidencia de que la división del trabajo por género no está tan arraigada como antes. La intensidad de tiempo del procesamiento de carbón se reporta que ha incrementado. Muchos hogares en el Noroeste han recurrido a la recogida de ramas, tocones y a desenterrar raíces para producir carbón. Producir carbón de raíces es una tarea particularmente intensa (CARE, 1997a).

• Los efectos de los cortes de energía en el uso del tiempo son normalmente mayores en las mujeres, quienes se mantienen desproporcionadamente involucradas en la recolección de madera para combustible para el consumo doméstico (Plotkin, 1984; Stevenson, 1989).

CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES DE POLÍTICA

144. Las políticas relacionadas con género en Haití necesitan ser parte de un gran esfuerzo para reducir la pobreza, mejorar el gobierno, incrementar la efectividad de las instituciones del sector público y el gasto del gobierno, consolidar la estabilidad política, y fortalecer la estabilidad macroeconómica. Las intervenciones de género específicas deben atacar las necesidades básicas y simultáneamente intentar evitar la perpetuación de los roles de género negativos y los estereotipos. En base a lo encontrado en este informe, las políticas de género deben dirigirse a: (a) mejorar los cuidados de salud sexual y reproductiva, y en particular, cumplir con la necesidad insatisfecha de anticonceptivos; (b) atacar la violencia desde una perspectiva de prevención y de género; (c) asegurarse de que las oportunidades económicas alcancen tanto a hombres como a mujeres; y (d) mejorar la productividad rural, incluyendo la dotación de un mejor acceso a la energía domestica.

Mejorar los Servicios de Salud Sexual y Reproductiva

145. Mejorar los programas de salud sexual y reproductiva es una de las principales prioridades políticas en Haití, particularmente en áreas rurales, dado el alto costo de reducir la fecundidad, la evidencia de demandas incumplidas para la planificación familiar, los altos niveles de mortalidad materna y la incidencia del VIH/SIDA. El informe recomienda, específicamente, integrar a los curanderos tradicionales y practicantes al sistema de parto, dado la fragilidad del sector privado y el estructurado y rico sistema de cuidado de salud tradicional disponible en Haití, e identificar, cómo las practicas tradicionales podrían complementar los servicios de cuidado de salud modernos.49 La naturaleza altamente descentralizada del cuidado de salud y tratamientos tradicionales darían una oportunidad de

49 Diversos tipos de sanadores participan en la asistencia en embarazos y partos y el cuidado a problemas relacionados con estos: shamanes (practicantes de vudú), herbalistas y parteros tradicionales. En la división laboral de la medicina tradicional haitiana, se cree que hay enfermedades apropiadas para los médicos, enfermedades para herbalistas y parteras y enfermedades para curanderos espirituales. Cada tipo de sanador se cree tiene su propio “territorio” (Farmer, 1992; Singer et al. 1988).

58

Page 73: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

mejorar las corrientes de información y ofrecer servicios a una mayor cantidad de clientes. Los curanderos tradicionales podrían también aconsejar a los profesionales de la medicina moderna sobre cómo comunicarse con los pacientes de una manera más efectiva, lo que en retorno llevaría a una recolección de información más acertada, diagnósticos más apropiados, y a cuidados de salud más comprensivos y efectivos (Brodwin, 1996; Farmer, 1992; Singer et al., 1988).

146. Los servicios de cuidados de salud sexual y reproductiva necesitan ser más accesibles tanto para mujeres como para hombres, así como para los jóvenes. Los servicios necesitan dirigirse a sectores específicos en los diferentes ambientes en que operan e interactúan, por ejemplo, en el lugar de trabajo y de comercio, en las escuelas a través de la radio y la televisión y en los eventos deportivos. La información y los materiales sobre salud sexual y reproductiva también deben ser distribuidos en Créole y en formatos populares educativos.

Abarcar la Violencia desde una Perspectiva de Género y P evención r

147. Una segunda consideración de política es asegurar que los programas de lucha contra la violencia se centren en la prevención, y que tengan una dimensión de género. Unas cuantas sugerencias incluyen: (a) trabajar a través de organizaciones basadas en la comunidad para ofrecer programas de educación informal sobre la no-violencia y resolución de conflictos; (b) trabajar con hombres y mujeres para identificar y lidiar con las causas principales de la violencia y la influencia de los roles de género en el comportamiento violento; (c) usar a los medios de comunicación para educar a hombres y mujeres en los valores cívicos y promover el comportamiento no-violento; y (d) capacitar a los educadores y profesores para evitar la perpetuación de la conducta violenta entre los niños y la docilidad entre las niñas.

Asegurar que las Oportunidades Económicas Alcanzan a Hombres y Mujeres

148. Dado que existen programas de generación de empleo e ingreso, una tercera prioridad es el asegurarse de que estos ataquen a los diferentes impedimentos de participación que enfrentan hombres y mujeres. De acuerdo a un estudio de generación de empleos/reducción de la pobreza realizado a finales de la década de los 90’s en Haití, sólo 20 por ciento de los beneficiarios eran mujeres (Charlier, 1998).50 Sin embargo, los programas pasaron por una precipitada preparación, poniendo en juego la participación de las comunidades y autoridades beneficiarias. También se hizo hincapié en la parte técnica de los sub-proyectos (i.e. construcciones) en lugar de la parte intelectual (entrenamiento y mantenimiento), así como apoyo para actividades productivas (bajo crédito) las cuales podrían incrementar la participación femenina. En los dos mayores programas de empleos temporales de Argentina, por ejemplo, un programa de trabajos públicos emplea aproximadamente en un 90 por ciento a hombres y un programa de trabajos de servicios comunitarios beneficia en más de 90 por ciento a mujeres (Correia, 2000). Los programas de empleos deben confrontar las barreras más sutiles que enfrentan las mujeres en la participación debido a que el trabajo entre en conflicto con su rol tradicional, por ejemplo,

50 En general, los programas de reducción de pobreza fueron diseñados para promover la participación de la mujer (Charlier 1998). Las mujeres se encontraban mayormente involucradas en actividades como cargar agua y otros materiales de construcción aunque también eran responsables de la supervisión y trabajos físicamente exigentes.

59

Page 74: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

permitiendo horarios de trabajo flexibles, ofreciendo tarifas fraccionadas y trabajos que puedan ser realizados en el hogar y apoyando a los centros de cuidados infantiles y a los servicios locales de empleo para orientar a las mujeres. Trabajar a través de organizaciones comunitarias locales y grupos de mujeres para dirigir dichos impedimentos es una opción.

149. De igual modo, los programas establecidos para agilizar la pequeña empresa y el sector informal en Haití deben tomar en consideración los diferentes impedimentos que confrontan tanto hombres como mujeres en la utilización los servicios financieros. Algunas consideraciones específicas incluyen: (a) ofrecer productos financieros suficientemente flexibles para alcanzar a solicitantes de préstamo de ambos sexos (por ejemplo, establecer términos y horarios de pago, requerimientos colaterales, y tasas de interés que respondan a las necesidades tanto del hombre como de la mujer); y (b) desarrollar una mezcla de productos financieros que reconozcan las diferencias de género en el tamaño del negocio, concentraciones sectoriales, estrategias de mercado, y acceso a tierras y colaterales (por ejemplo, los agricultores requieren generalmente de préstamos mayores y a más largo plazo para cubrir los gastos de sus inversiones agrícolas, mientras que los menores agricultores y comerciantes buscan préstamos pequeños y a corto plazo).

Mejorar la Productividad Rural y el Acceso a la Energía Doméstica

150. Una cuarta prioridad es el asegurar que los programas de desarrollo rural ataquen los distintos impedimentos experimentados por las mujeres y hombres para incrementar la productividad e ingresos, dado que ambos sexos se involucran en actividades agrícolas y no agrícolas. El hecho de que los pobres rurales obtengan gran parte de sus ingresos de las actividades no agrícolas, y que las actividad agrícola sea baja entre los pobres, sugiere que las inversiones en la producción agrícola y no agrícola están justificadas (Wiens y Sobrado, 1998). Dichas inversiones deben tomar en cuenta las diferencias de hombres y mujeres en sus necesidades tecnológicas, sus patrones de uso del tiempo, su habilidad de participar entre granjeros y otros grupos y su acceso diferencial a la tierra y al crédito.

151. Dada la carga de tiempo de la recolección de madera para combustible, la escasez de fuentes de energía en Haití y la necesidad de energía domestica para cocinar y calentar, el aumentar el acceso a la energía doméstica es otra prioridad política importante, con mayores implicaciones en el uso del tiempo de las mujeres y su bienestar. Hacer disponibles estufas más eficientes a nivel de energía y reducir los costos de salud relacionados con el cocinar en ineficientes estufas abiertas es una consideración clave. Mejorar las técnicas de producción de carbón e introducir alternativas como la producción de briquetas carbonizadas es otra (Centro Ambiental Global 1995). Las intervenciones de energía doméstica deben trabajar en conjunto con las mujeres para asegurar que las alternativas de energía sean técnicamente viables y de bajo costo.51

51 Aunque el keroseno y el gas propano pueden proveer fuentes de energía domésticas relativamente baratas y eficientes energéticamente, el costo de adquirir una estufa de propano podría ser un impedimento para muchos hogares rurales pobres. Además, para que estos sean utilizados continuamente necesitan estar a disposición interrumpida, lo que requeriría de producción doméstica de keroseno y propano con un suplemento seguro de petroquímicos importados, mercados bien desarrollados y buenas redes de distribución.

60

Page 75: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

4. JAMAICA

PANORAMA DE LOS PROBLEMAS DE GÉNERO EN JAMAICA

152. A pesar de los altos niveles de inversión y apoyo externo, Jamaica ha tenido una evolución económico decepcionante en las últimas décadas. Muchos de los indicadores sociales del país, sin embargo, son esperanzadores. La esperanza de vida al nacer y el acceso al agua potable y a condiciones sanitarias seguras han aumentado, por ejemplo, y Jamaica ha presenciado una tendencia a la reducción de la incidencia de la pobreza desde 1988 cuando el gobierno comenzó a monitorear sus estándares de vida (Banco Mundial, 2000b). Y con su bien establecida tradición de participación democrática y su próspera sociedad civil, a Jamaica también le va bien en lo concerniente a las medidas de ‘gobernación’. Los indicadores sugieren que Jamaica se encuentra bastante avanzada en lo referente a los problemas de género comparada con otros países de la región, particularmente en términos de servicios de salud materna, uso de anticonceptivos y niveles de fecundidad y la participación de la mujer en la educación.

153. Pero mientras que Jamaica ha hecho progresos en los indicadores sociales y en el avance de la mujer, continúa enfrentando un sinnúmero de retos clave. La violencia reportada sigue estando entre las más altas en el hemisferio, aún cuando ha declinado desde 1997. Aún más, los pobres tienen un acceso desproporcionadamente bajo a la educación de calidad y enfrentan una gran exposición a la violencia. Los jóvenes pobres se encuentran particularmente en riesgo en Jamaica debido a la baja calidad de la educación, altas tasas de absentismo escolar, falta de oportunidades de empleo, servicios de salud reproductiva limitados, hogares con ambientes inestables y la participación y exposición hacia actividades ilícitas o violentas. Los problemas de género se reflejan en la mayoría de estos problemas socio-económicos que enfrenta Jamaica hoy en día. Por ejemplo:

• Mientras que la tasa cruda de nacimientos ha declinado y el uso de anticonceptivos ha aumentado significativamente, casi 70 por ciento de los embarazos en Jamaica no son planificados, con la proporción siendo 87 por ciento en el caso de los embarazos de adolescentes. La actividad sexual también comienza a temprana edad para muchos jamaiquinos. Los datos ofrecidos por la Cámara Nacional de Planificación Familiar indican que la edad media para la primera relación sexual es de 15.9 para las mujeres y 13.9 aproximadamente para los hombres y que 38.0 por ciento de las mujeres jóvenes y 64 por ciento de los hombres jóvenes entre 15-17 años han tenido experiencias sexuales (ESSJ, 2000). Estos números apuntan al hecho de que existe una iniciación sexual temprana para ambos sexos, particularmente para los varones.

• Al igual que en muchos otros países, el crimen violento se concentra entre los hombres jóvenes, quienes son tanto víctimas como autores. En el año 2000, hombres entre 16 y 35 años constituían el 84 por ciento del total de arrestos por homicidios y estos eran también las principales víctimas y ofensores de todos los

61

Page 76: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

crímenes serios. La violencia doméstica también prevalece en Jamaica. Una de cada cinco mujeres entre 20 y 60 años ha sufrido algún tipo de abuso físico.

• En 1999, la Encuesta de Alfabetismo Adulto mostró que las tasas de analfabetismo para los hombres eran de 26 comparado con 14 por ciento para las mujeres (ESSJ 2000). La menor participación de los niños vis-à-vis las niñas se refleja en la creciente brecha de niños-niñas en la matriculación escolar, la cual se incrementa con el nivel de educación.

• Las mujeres tienen una de las mayores tasas de participación en la fuerza laboral en ALC pero su nivel de desempleo es el doble que el de los hombres. A pesar de que sus niveles de educación son significativamente mayores que los de los hombres, ganan, en promedio, 17 por ciento menos que estos.

154. Al igual que en Haití, la estructura del hogar y las relaciones de sus miembros, son clave para entender los resultados de género de Jamaica. Cerca de 43 por ciento de los hogares reportan tener como cabeza de familia a la mujer. Los hogares con ambientes inestables, la falta de habilidades de crianza, violencia y embarazos adolescentes, los cuales han sido documentados como problemas claves en Jamaica, tienen un impacto en la estructura del hogar y las relaciones familiares. El abuso sexual a los niños, por ejemplo, se reporta como una práctica común en Jamaica debido a la preponderancia de las múltiples relaciones de co-existencia y la gran proporción de niños siendo criados por hombres que no son sus padres biológicos. Los procesos de socialización en Jamaica están dirigidos a hacer niños fuertes, lo que se traduce como disciplina agresiva de los niños. La importancia de experimentar la violencia en el hogar es clara. Estudios han demostrado que los niños que han sido expuestos a la violencia a una edad temprana son más propensos a ser autores y/o víctimas de la violencia al llegar a la edad adulta.

155. El estudio de Jamaica está organizado de la siguiente manera: una primera parte provee algunos indicadores de género básicos para países de ingreso per cápita similar en ALC. La siguiente provee los resultados de los análisis de género conducidos en las áreas siguientes: marco legal e institucional (incluyendo representación política), demografía, estructura del hogar y dinámica, salud, salud reproductiva, violencia, educación, trabajo y agricultura. La última parte ofrece consideraciones de política para Jamaica. En la preparación de este estudio se hizo énfasis en la violencia así como en el hogar debido a su importancia en Jamaica. El estudio también incluye una corta discusión sobre el papel de los hombres en la familia, la cual es relevante para entender una serie de problemas sociales que afectan a la sociedad de Jamaica en estos tiempos.

UN VISTAZO A JAMAICA

156. Los indicadores de género generales para Jamaica son favorables. Comparado con Guatemala y Paraguay, quienes tienen mayores PNB per cápita ajustados, los niveles de fecundidad de Jamaica son menores, la esperanza de vida para ambos sexos es mayor, y la mortalidad materna es la mitad de la de estos países. Los niveles de analfabetismo, sin embargo, son peores que los de Paraguay, aunque en Jamaica la brecha de analfabetismo por

62

Page 77: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

género favorece a la mujer, mientras que en Paraguay, más mujeres que hombres son analfabetas.

Tabla 4.1 Indicadores Socioeconómicos y Demográficos para Países Comparables

Fuente: WDR 2000/2001 a menos que se indique lo contrario

PIB per cápita

(dólares, 1999)1

Población (millones)

1999

Tasa total de fecundidad

(nacimientos por mujer) 1998

Mortalidad materna (per 100,000

nacidos vivos) 1990-982

Analfabetismo % personas

mayores de 15 años 1998

Esperanza de vida al nacer

(años) 1998

m f m f Haití $1,407 8 4.3 600 50 54 51 56 Jamaica $3,276 3 2.6 110 18 10 73 77 Guatemala $3,517 11 4.4 190 25 40 61 67 Paraguay $4,193 5 3.9 190 6 9 68 72 Perú $4,387 25 2.7 270 6 16 66 71 Trinidad y Tobago $4,430 1.33 1.83 75 República Dominicana $4,653 8 2.9 220 17 17 69 73

1Ajustado por paridad del poder adquisitivo 2República Dominicana: ENDESA-96; Haití: WDR, 1999/2000; Jamaica: Encuesta social y Económica 1999; Trinidad y Tobago: PAHO 1999b 3WDI 2000

MARCO INSTITUCIONAL Y LEGAL

157. Jamaica ha alcanzado un considerable progreso en las reformas legales e institucionales para la mujer. El gobierno de Jamaica fue el primero de los países de la Comunidad y Mercado Común Caribeño (CARICOM) en establecer un cuerpo gubernamental dedicado a los asuntos de la mujer. La cronología de los eventos más significativos relacionados con los derechos de la mujer y la protección de los niños en las últimas tres décadas es la siguiente:

1974 Nombramiento de un consejero en Asuntos de la Mujer nombrado y establecimiento de un Escritorio de la Mujer

1975 Establecimiento del Acta de Empleo estableciendo salario igualitario para mujeres y hombres

1976 Promoción del Escritorio de la Mujer a la Oficina de Asuntos de la Mujer. 1976 Establecimiento del Acta de Licencia de Maternidad 1976 Establecimiento del Acta de salario mínimo 1981 Ratificación de la Convención sobre la Eliminación de toda Forma de

Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) y la Convención de los Derechos del Niño.

1987 Aprobación por el Gabinete de la Declaración de Política Nacional sobre la Mujer

1989 Establecimiento del Acta de Causas Matrimoniales 1993 Establecimiento del Acta de Herencia (Provisión para Familia y

Dependientes) 1994 Informe Nacional sobre el Status de la Mujer en Jamaica preparado para la

Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.

63

Page 78: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

1996 Establecimiento del Acta de Violencia Doméstica 1996 Comité Gubernamental encargado de crear una comisión sobre Equidad de

Género y Social (recomendaciones del Comité Gubernamental esperan la acción parlamentaria)

1999 Presentación de Enmiendas a las Actas de Derechos de Propiedad de los cónyuges y Ofensas Contra la Persona; actualmente en forma de Proyecto de Ley ante el Comité de Selección Adjunta del Parlamento

2000 Informe Nacional preparado por la Conferencia Mundial sobre la Mujer Beijing+5

158. Los eventos señalados anteriormente han ayudado a dar un empujón hacia adelante a los diversos asuntos que enfrentan las mujeres en Jamaica. La Oficina de Asuntos de la Mujer recientemente completó un proyecto que examina leyes que afectan a las mujeres en Jamaica. Sin embargo, algunas leyes y enmiendas aún no han sido promulgadas y aún esperan ser aprobadas. Estas incluyen las enmiendas a las Actas de los Derechos de Propiedad de los cónyuges y Ofensas Contra la Persona. En adición, no existe ninguna legislación para el acoso sexual.

Agencias Gubernamentales

159. La agencia gubernamental oficialmente responsable por el status de la mujer es la Oficina de Asuntos de la Mujer (BWA), la cual se dirige ampliamente a dar mayor poder a la mujer y asegurar su completa participación en la vida nacional. Para lograr esto, uno de los papeles críticos del Ministerio es dirigir las políticas y programas del gobierno hacia los sectores económicos y sociales. La BWA fue enviada recientemente al Ministerio de Turismo y Deportes. Desde el cambio de Ministerio, la oficina ha tenido una base de recursos más fuerte y se ha beneficiado del poder emplear a un equipo técnico mejor calificado. (Todos los oficiales tienen títulos universitarios y muchos han recibido entrenamientos internos, participado en seminarios, y se han beneficiado de una exposición internacional a la planificación y programación de género.) Existe, sin embargo, una necesidad de evaluar la posición de la agencia en el proyecto general de gobierno en términos de su habilidad para afectar la integración de género del sector público.

160. Jamaica ha progresado en la implementación de la Cuarta Conferencia Mundial de la Plataforma de Beijing de Acción para la Mujer de 1995, la cual establece específicamente que el gobierno y otros actores deben promover una política visible y activa para integrar una perspectiva de género en todas las políticas y programas para que los posibles efectos diferenciales en hombres y mujeres puedan ser identificados. El Instituto de Planificación de Jamaica (PIOJ) ha visto participado en un proyecto que tiene como finalidad fortalecer la capacidad de su equipo para involucrarse en un análisis de género y una Lista de Equidad de Género ha sido concluída.52 La Oficina del Primer Ministro (OPM) también ha llevado a cabo un programa para entrenar analistas de política en los ministerios y agencias en análisis y planificación de género. Y la BWA maneja un grupo centrado en revisar políticas y legislaciones desde una perspectiva de género. Esto último involucraría a miembros de la

52 La “Lista de Equidad de Género”se desarrolló como parte de un proyecto de “Fortalecer la Capacidad del Instituto de Planificación en el Análisis y Planificación de Género”el cual comenzó en 1997 y fue una iniciativa conjunta entre PIOJ y el Fondo Canadiense de Equidad de Género en Jamaica.

64

Page 79: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Red de Analistas Políticos, la cual es coordinada por la Unidad de Revisión y Análisis de políticas de la OPM. Finalmente, el Centro de Estudios de Desarrollo y Género de la Universidad de West Indies (UWI) ha jugado un importante papel en términos de desarrollar materiales de entrenamiento en análisis de género en planificación y política, y facilitando el entrenamiento de una masa de personas involucradas en estas iniciativas de evolución de género.

Organizaciones No Gubernamentales

161. Las organizaciones no gubernamentales son extremadamente activas e innovadoras. Por ejemplo: (a) la Colectiva del Teatro Sistren, un grupo de mujeres locales iniciado en 1977, utiliza el drama para movilizar a las mujeres y grupos de la comunidad a través de los asuntos de género; (b) Mujeres Inc., la cual se inició en 1984, da apoyo a mujeres maltratadas; (c) la Organización de Apoyo a la Familia Rural (RUFAMSO), establecida en 1986, trabaja con hombres y mujeres jóvenes en temas de embarazos de adolescentes y paternidad; (d) Padres Inc., iniciada en 1991, lucha contra los estereotipos masculinos negativos y da consejo profesional a los niños adolescentes sobre la paternidad, ETS y VIH/SIDA; y (e) Mujeres Trabajando para la Transformación (WWFT), iniciada en 1999 y con más de 100 hombres y mujeres como miembros, utiliza los alcances comunitarios para atraer cambios importantes a los problemas de género. La Asociación de Organizaciones de Mujeres de Jamaica (AWOJA) fue establecida en 1987 en la iniciativa del grupo de Estudios de la Mujer y el Desarrollo del UWI como una asociación coordinadora para las organizaciones de la mujer. Ha funcionado como dirigente y centro de coordinación para más de 60 actividades y organizaciones de la mujer en todo el mundo.

162. A pesar de los numeroso logros, las ONG’s continúan enfrentando retos muy severos en cuanto a los recursos humanos, técnicos y financieros. Además, tanto las organizaciones gubernamentales como las no gubernamentales, tienden a continuar utilizando alguna aproximación de Mujer en el Desarrollo53 o un enfoque basado en el modelo asistencialista y de pequeños proyectos de bienestar para atacar los problemas de las mujeres y de género. Luego de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en 1995 ha habido un cambio a la prioridad de género como enfoque al Desarrollo y al género.54 En Jamaica, esta iniciativa ha sido iniciada en el Ministerio de Salud, dirigida por la BWA. Además, el Centro de Estudios de Desarrollo y Género de UWI tiene un papel crítico que jugar en dar capacitación en análisis de género, particularmente en lo relacionado al desarrollo de políticas y programas. El centro ha compilado recientemente un manual de entrenamiento de análisis de género para creadores de políticas.

Representación Política

163. Mientras que los hombres continúan controlando la vida política, la proporción de mujeres políticas es relativamente alta comparada con los promedios de ALC. Las mujeres 53 El enfoque de la Mujer en el Desarrollo, fundamentado en la teoría de modernización y popularizado por las feministas liberales, enfatiza estrategias y programas que minimizan la subordinación de la mujer hacia el hombre en el campo productivo terminando la discriminación contra la mujer. 54 El enfoque de Género y Desarrollo tiene bases teoréticas en el feminismo socialista y analiza ambas la esfera productiva y la reproductiva como los orígenes de la opresión femenina, y cambia la dirección del objetivo hacia el género y las relaciones de género.

65

Page 80: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

comprenden el 13 por ciento de los miembros en la Casa de Representantes (el promedio de ALC es 11 por ciento); 24 por ciento de los senadores (el promedio de ALC es 16 por ciento); 12 por ciento de miembros del gabinete (el promedio de ALC es 12 por ciento); y 13 por ciento de alcaldes (el promedio de ALC es 9 por ciento). Con un 11 por ciento, Jamaica se encuentra por debajo del promedio de ALC de 16 por ciento en términos de Jueces de la Suprema Corte (CEPAL, 1999c; PIOJ, 2000). Los partidos políticos de Jamaica (Partido del Trabajo de Jamaica; Movimiento Democrático Nacional; y Partido Nacional del Pueblo) han establecido secciones de mujeres para informar acerca de sus posiciones respecto a los problemas de la mujer. Las mujeres dirigen actualmente los dos partidos políticos creados más recientemente, el Partido Democrático Nacional y el Partido del Pueblo Unido.

164. Aunque el número de mujeres en la política se ha incrementado, las mujeres continúan enfrentando mayores retos que los hombres en este área. La Junta Política de Mujeres de Jamaica fue creada en 1992 para incrementar el número de mujeres en la representación política. La Junta está involucrada en el entrenamiento de las mujeres candidatas a la vida política y en la provisión de apoyo financiero para sus campañas electorales.

Tabla 4.2 Las Mujeres en Liderazgo y Toma de Decisiones, 1994 y 2000 1994 2000 Área de

Gobierno Hombres Mujeres Total % Mujeres

Hombres Mujeres Total %Mujeres

Casa de Representantes

53 7 60 12 52 8 60 13

Senado 17 4 21 19 16 5 21 24 Gabinete 13 1 14 7 15 2 17 12 Gobierno Local 163 24 187 13 173 54 227 24 Juzgado de Paz (1997)

ND ND ND ND 2861 1111 3972 28

Fuente: Comisión Preparatoria Nacional de Jamaica 1994 y PIOJ Nota: ND se refiere a No disponible

DEMOGRAFÍA55

165. La población de Jamaica fue estimada en 2,605,400 personas a finales del año 2000, con ligeramente más mujeres (50.1 por ciento) que hombres (49.9 por ciento). La tendencia hacia la urbanización continúa en Jamaica. Un estimado 50 por ciento de la población vivía en áreas urbanas en 1991 comparado con 41 por ciento en 1970 (STATIN 1998). Jamaica continúa teniendo una población moderadamente joven pero en proceso de envejecimiento con una edad media de 25 años. Este envejecimiento se refleja en el declive de la población joven entre 15-29 años de un 29 por ciento en 1995 a un 27 por ciento en el año 2000. La esperanza de vida al nacer en el año 2000 era de aproximadamente 73.4 años para las mujeres y 69.8 para los (Banco Mundial, 2001b; STATIN, 2000).

166. La tasa cruda de mortalidad se ha mantenido relativamente baja en los últimos 15 años y era de 5.1 por cada 1,000 personas en el año 2000. Las tasas de mortalidad por edades específicas en el grupo de edad de 15-40 años, sin embargo, revela altos niveles de mortalidad especialmente entre los hombres, debido a accidentes de vehículos de motor, 55 Esta sección está basada en la ESSJ 1999 a menos que se indique lo contrario.

66

Page 81: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

crimen, violencia y otros accidentes relacionados, la muerte en el grupo de edad de 50 años o mayor tiende a reflejar el predominio de enfermedades no comunicables o enfermedades relacionadas al modo de vida. Las causas principales de la mortalidad de la mujer en 1988 eran enfermedades metabólicas y endocrinas. Otras causas principales por rango eran enfermedades cerebro vasculares, enfermedades hipertensas y enfermedades cardiovasculares (STATIN, 2000).

Fecundidad

167. La tasa total de fecundidad de Jamaica ha declinado en las últimas dos décadas, cayendo de 3.7 nacimientos por mujer en 1980 a 2.8 nacimientos por mujer en 1997 (Banco Mundial, 2001b; Encuesta sobre Salud Reproductiva de Jamaica RHS-97; NFPB, 1997). La Encuesta de Salud Reproductiva de Jamaica de 1997 reportó incrementos en las tasas de fecundidad de adolescentes de 15 a 19 años y mujeres de 20 a 24 años, comparado con los mismos rangos de edad para el año 1993. Con aproximadamente 100 nacimientos por 1,000 mujeres entre los 15-19 años, la tasa de fecundidad de adolescentes es alta comparada con los promedios de ALC de 74 nacimientos. Un estimado 85 por ciento de los bebés en Jamaica son hijos de madres solteras y más de 50 por ciento no tiene padres registrados (STATIN, 2000). Sin embargo, esto no implica que el padre del bebé sea desconocido y/ o no esté involucrado en la vida del bebé.

Migración Internacional

168. La emigración continúa jugando un papel integral en las dinámicas de población en Jamaica, con 80 por ciento de los emigrantes yendo a Estados Unidos, seguido por Canadá y el Reino Unido. El número de mujeres emigrando es ligeramente más alto que el de los hombres: los números para el 2000 indican que 55 por ciento de los emigrantes hacia los Estados Unidos eran mujeres. La edad media de los emigrantes era de 25 años para los hombres y 28 años para las mujeres. Muchos de los hogares jamaiquinos son dirigidos por mujeres y muchas mujeres emigran dejando frecuentemente a los hijos con otros familiares, generalmente alguna tía o abuela, o con amigos y en ocasiones como huéspedes con extraños. Estos niños se conocen como “niños de barril”o “niños de Western Union” debido a que dependen de los paquetes y remesas enviados por sus padres ausentes. Algunas personas de visita en otros países por cortos períodos deciden quedarse en ellos ilegalmente. En estos casos el viajar nuevamente a Jamaica es casi imposible y la relación emocional subsiguiente en la crianza de sus hijos puede ser extremadamente limitada.

67

Page 82: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

ESTRUCTURA DEL HOGAR56

169. La sociedad Jamaiquina ha sido clasificada como materna dado que casi la mitad del total de hogares se encuentra encabezado por mujeres. Entre 1989 y 1997, los hogares encabezados por mujeres incrementaron de 42 a 45 por ciento pero decrecieron a 43 por ciento en 1999 (ver Tabla 4.3). De acuerdo a un estudio del Banco Mundial sobre Jamaica, tres cuartos de los hogares encabezados por mujeres son encabezados por mujeres en la generación más vieja del hogar y que no tiene esposo o pareja en la casa (incluyendo matrimonios legales y unión consensual así como “unión de visita”, que se refiere a una relación semi- permanente en la que el hombre no vive en el mismo hogar que la mujer pero visita de vez en cuando, con variaciones en la regularidad y el tiempo de estas visitas). En la mayoría del cuarto restante de los hogares, la mujer cabeza de familia también pertenece a la generación más vieja pero tiene un esposo o pareja.57 La proporción de hogares encabezados por hombres con una esposa o pareja, en contraste, es de 59 por ciento. El estudio no da información sobre si el jefe de la familia contribuyó con mayor ingreso u horas de trabajo al bienestar familiar que los que no son jefes de familia o si se vio más involucrado en los patrones de las decisiones dentro del hogar.

170. Es importante señalar las limitaciones de examinar las dinámicas de género y del hogar en Jamaica utilizando los datos sobre cabeza de familia. Al igual que en otros países, los datos son recolectados basándose en los dirigentes reportados y no tanto en conceptos más rigurosamente definidos como lo es el apoyo económico, o la posición de negociación/toma de decisiones en el hogar (Banco Mundial 1993a).58 La heterogeneidad de los hogares se pierde con este tipo de sistema de clasificación. Una vez hecha esta advertencia, información disponible sobre los hogares en Jamaica sigue a continuación.

Status y Tamaño del Hogar

171. Los hogares encabezados por mujeres, en promedio, son mayores que aquellos encabezados por hombres en Jamaica, una tendencia que ha permanecido constante en la última década (ver Tabla 4.4). En 1999, los hogares encabezados por mujeres tenían un promedio de 3.8 miembros, comparado con 3.2 para los hombres (PIOJ, 1999). Los hogares encabezados por mujeres tenían como promedio 0.7 niños menores de 5 años, comparado con 0.5 niños para los hogares encabezados por hombres.

56 A menos que se indique lo contrario, esta sección está basada en el Informe del Banco Mundial (1993a): Las implicaciones de Bienestar de la Mujer como Cabeza de Familia en los Hogares Jamaiquinos, LSMS Working Paper No. 96 57 De acuerdo al estudio, en los hogares declarados como encabezados por una mujer, la mujer o no tiene pareja, o tiene mayores ingresos, o son mayores en edad o mejor educadas que sus parejas. 58 Como observado por Rosenhouse (1989), siendo implícito en términos de cabeza de familia, entre otras cosas, está la concepción de que existe una relación jerárquica entre los miembros del hogar, que la cabeza está presente en el hogar, que la cabeza tiene completa autoridad en la toma de decisiones y es en consecuencia el miembro más importante de la familia, y que la cabeza provee apoyo económico consistente y central para la familia. Estas concepciones tan comunes oscurecen una realidad mucho más compleja de Jamaica y otros países. Para más información sobre esto, ver What we Sow and What We Reap: Problems in the Cultivation of Male Identity in Jamaica, de Barry Chevannes’ 1999, Jamaica: Fundación Grace Kennedy.

68

Page 83: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

172. Los hogares encabezados por hombres y mujeres son bastante diferentes en términos del status de la unión del hogar. En 1999, los hogares encabezados por hombres tenían más probabilidades de reportar la presencia de una esposa (72 por ciento). Setenta y cinco por ciento de los hogares encabezados por mujeres reportaron la ausencia de un hombre y 69 por ciento reportaron la presencia de hijos. Estos números son similares a los encontrados en el informe del Banco Mundial (1993a) donde los hombres cabeza de familia eran dos veces más propensos a estar involucrados en unión legal (44 por ciento comparado con 20 por ciento), más propensos a estar en unión consensual (22 comparado con 15 por ciento), y dos veces más propensos a estar en “unión de visita” que lmujeres cabeza de familia. En contraste, las mujeres cabeza de familia eran tres veces más propensas a ser viudas, dos veces más propensas a estar divorciadas y casi dos veces más propensas a estar solteras (Banco Mundial, 1993a).

Tabla 4.3 Porcentaje de Hogares por Sexo del Jefe del Hogar

Año Sexo 1989 1993 1997 1999

Masculino 58.5 54.6 55.3 57.5 Femenino 41.5 45.4 44.7 42.5 Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida de Jamaica Table 4.4 Tamaño del Hogar por Sexo del Jefe del Hogar

Año Sexo 1989 1993 1997 1999

Masculio 3.8 3.6 3.4 3.2 Femenino

4.1 4.1 3.8 3.8

as

Participación en la Fuerza Laboral por tipo de Hogar

173. Los hogares encabezados por mujeres y hombres no difieren mucho en términos de la participación laboral de sus miembros. En 1989, la mitad de los miembros de hogares en edad de trabajar con mujeres como cabeza de familia estaban en el mercado laboral, comparado con 61 por ciento de sus contrapartidas masculinas. Por otro lado, 15 por ciento de los miembros de familias en edad de trabajar provenientes de hogares con mujeres como cabeza de familia, estaban desempleados, comparado con 10 por ciento para los hogares con hombres como cabeza familiar (Banco Mundial, 1993a).

174. Existen diferencias claras en el status laboral de la cabeza familiar, con los hombres siendo más propensos a estar en la fuerza laboral activa. Para el año 2000, 95 por ciento de todos los hombres en la fuerza laboral identificados como cabezas familiares estaban empleados, mientras que esto sólo resultó ser así en un 85 por ciento de las mujeres cabezas de familia (PIOJ 2000). Lo encontrado en un estudio del Banco Mundial utilizando datos de 1989 indican que aproximadamente 79 por ciento de los hombres cabeza de familia estaban trabajando comparado con apenas 50 por ciento para las mujeres cabeza de familia. Más aún, las mujeres cabeza de familia eran dos veces más propensas a estar desempleadas y tres veces más propensas a estar fuera de la fuerza laboral, esto se reporta como una decisión de acuerdo a los entrevistados en la encuesta de 1989. Al contrario a los pensamientos convencionales, las mujeres cabeza de familia fuera de la fuerza laboral no eran significativamente más propensas a tener hijos adultos en el hogar, eran menos propensas a tener hijos menores de 0-5 años, y eran menos propensas a tener pareja comparadas a sus contrapartes masculinas. Finalmente, el status educacional de hombres y mujeres como cabeza familiar no varía significativamente.

69

Page 84: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

175. Las mujeres declaradas como cabeza de familia son apenas ligeramente más propensas a estar en el mercado laboral que las mujeres no declaradas como cabeza de familia. Para las mujeres sin acceso a ingresos no trabajados, la probabilidad de estar en el mercado laboral siendo cabeza de familia era de 65 por ciento, comparado con 58 por ciento para una mujer no cabeza de familia, de acuerdo a los datos de 1989. Como se esperaría, los ingresos no trabajados en forma de remesas reducen las probabilidades de las mujeres cabeza de familia de entrar al mercado laboral. Así, las remesas recibidas por las mujeres cabeza de familia eran 38 por ciento mayores que aquellas recibidas por los hombres cabeza de familia en 1989 (Banco Mundial 1993a).

Bienestar y Pobreza por Tipo de Hogar

176. Mientras que hay evidencia en distintos sentidos y no existe una fuerte relación, el liderazgo femenino está correlacionado con la pobreza en Jamaica. Además, mientras que los hogares encabezados por hombres y mujeres tienen patrones de consumo similares, el tipo de gasto varía según el tipo de hogar. Un análisis de los datos de 1989 produjo los siguientes resultados:

(a) Utilizando consumo ajustado medio, los hogares encabezados por hombres se encuentran en mejor posición que sus contrapartes femeninas en unos 15 puntos en promedio. La diferencia es aún mayor en Kingston (28 por ciento). Debido a que los hogares con jefatura femenina son más propensos a tener más hijos, los números son menores para los ingresos per cápita medios no ajustados.

(b) Un análisis multivariado indica que el liderazgo femenino tiene un efecto independiente y negativo independiente en los niveles de bienestar del hogar. Los niveles de consumo de los hogares multipersonales encabezados por mujeres son 11 por ciento menores que los hogares encabezados por hombres con las mismas características. Entre los hogares de personas solteras, los niveles de consumo son aproximadamente cinco por ciento más altos para aquellos encabezados por hombres que para los encabezados por mujeres. El bajo bienestar está también asociado con un mayor número de hijos, hijos más jóvenes y menor estabilidad de la unión. Los hogares con matrimonios legales tienen mayores niveles de consumo que otros tipos de unión, exceptuando los divorciados y viudos.

(c) Utilizando una línea de pobreza correspondiente al 30 por ciento más pobre de la población, los hogares encabezados por mujeres son más pobres que los encabezados por hombres, sin importar la medida de pobreza utilizada.

(d) Un análisis multivariado indica que el tener como cabeza a una mujer incrementa la probabilidad de ser pobre. Sin embargo, el efecto cuantitativo es mínimo y los resultados sólo se aplican a una menor línea de pobreza (correspondiente al 10 por ciento más pobre de la población): los hogares encabezados por mujeres tienen 1.4 por ciento más de probabilidad de ser

70

Page 85: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

pobres que sus contrapartidas masculinas. Este no es el caso con la línea de pobreza más alta o utilizando gastos per cápita ajustados.59

(e) Las diferencias en los patrones de consumo por el sexo de la cabeza de familia son mínimas. Sin embargo, comparado con sus contrapartidas masculinas, los hogares encabezados por mujeres son más propensos a comprar alimentos de mejor calidad y gastar menos en alcohol, manteniendo constantes otros factores.

(f) El análisis no apoya la noción convencional de que los hijos provenientes de hogares encabezados por mujeres se encuentran en desventaja. Ni el sexo del niño ni de la cabeza familiar determina la probabilidad de un niño de tener diarrea o del status nutricional del niño. Algunas diferencias educacionales son aparentes (ver la sección en educación siguiente), pero éstas son más favorables para niños en hogares encabezados por mujeres que para aquellos en hogares encabezados por hombres (Banco Mundial 1993a).

El Papel de los Padres en la Familia

177. El estereotipo de padre ausente e irresponsable prevalece en Jamaica, pero investigaciones recientes disputan la creencias comúnmente aceptadas sobre los padres y su comportamiento y arroja una luz sobre cómo los roles tradicionales de género le dan forma a los comportamientos y actitudes de los hombres en la crianza de los hijos. Un estudio de 1990 que incluyó a 700 hombres jamaiquinos tanto en áreas rurales como urbanas, descrito en Brown y Chevannes (2001) revela lo siguiente:

(a) El hombre se enfrenta a un sinnúmero de responsabilidades hacia la familia a lo largo de su vida, incluyendo a sus propios padres (en particular a su madre), a sus hermanos y sus hijos, a sus hijos de unión consensual/esposa legal, o compañera con la que esté involucrado actualmente, y con sus hijos de uniones previas. Los hijos de una unión actual, sin embargo, generalmente obtienen la mayor atención y la calidad de las relaciones con sus hijos depende generalmente de la relación con la madre de estos. El impacto de los padrastros no ha recibido gran atención en Jamaica.

(b) Siguiendo los roles tradicionales de género, la responsabilidad principal del hombre para sus hijos es la de proveer apoyo financiero. Si el hombre es capaz de cumplir ese papel, es juzgado como el jefe de la familia y quien decide las acciones disciplinarias, aún cuando no sea residente en el hogar. Si el hombre no puede o no cumple este papel, es automáticamente excluido, “literalmente, o figurativamente.” Al igual que en otros países, el cuidado y la crianza de los hijos es una responsabilidad de la madre; “los hombres en sí no le dan valor a [estos papeles].”

59 El análisis controló por área, residencia urbana-rural, estructura familiar, estatus de salud del hogar, y características de la cabeza familiar (incluyendo edad, educación, sector laboral y status de la unión).

71

Page 86: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

(c) Los hombres se enfrentan a las contradicciones de que su principal papel en la sociedad como proveedor familiar puede verse dificultado debido al contexto de la alta tasa de desempleo en Jamaica. Mientras muchos hombres desean ser buenos padres y modelos a seguir para sus hijos, las situaciones económicas lo impiden, señalando así la importancia de cambios tanto estructurales como de actitudes en Jamaica en caso de que los hombres jueguen un papel más central en la vida de sus hijos.

(d) Una segunda contradicción es que la identidad masculina está asociada con “proezas sexuales con las mujeres, preferiblemente con varias,” y la aceptación de la paternidad de los hijos. Pero el tener muchos hijos desde una temprana edad supone que este no podrá cumplir el estándar de proveedor económico para un número de hijos demasiado alto.

178. Un estudio subsiguiente sobre los hombres en Jamaica, Guyana y Dominica llevado a cabo por Brown y Chevannes (1998), revela tendencias similares. El concepto de masculinidad se concentra principalmente en tres elementos: (a) la sexualidad del hombre/la identidad sexual medida según el número de parejas consecutivas o simultáneas y el número de hijos producidos de estas uniones; (b) la habilidad del hombre de cumplir con su papel como proveedor y protector- “un hombre que no pueda proveer para su familia no es un hombre”; y (c) la habilidad del hombre de ejercer su autoridad sobre la mujer y la prole, lo que como vimos anteriormente, se basa en su capacidad de proteger y proveer económicamente.

SALUD60

179. El perfil epidemiológico de Jamaica muestra que existen distintas diferencias en las enfermedades enfrentadas por hombres y mujeres. Comparadas a los hombres, las mujeres son más propensas a sufrir de desórdenes genitourinarios, enfermedades cardiovasculares, infecciones del tracto respiratorio, diabetes mellitus, hipertensión, ETSs y desordenes psiquiátricos. En contraste, los hombres son más propensos a sufrir lesiones y envenenamiento, VIH, apendicitis, hernias y otras enfermedades del tracto respiratorio (ver Tabla 4.5).

Tabla 4.5 Visitas Curativas a los Centros de Cuidado de Salud Primaria, Sector de Salud Pública siguiendo las Cinco Condiciones Prioritarias, 1998 Número Condiciones Hombres % Mujeres % Total % 1 Hipertensión 28,191 19.8 113,991 80.2 142,182 100 2 Infecciones de tracto

respiratorio 46,439 42.4 63,114 57.6 109,553 100

3 Enfermedades de la piel 40,351 43.8 51,839 56.2 92,190 100 4 Diabetes 13,590 20.7 52,080 79.3 65,670 100 5 ETSs 15,351 29.5 36,698 70.5 52,049 100 Fuente: Ministerio de Salud (1998)

72

60 Esta sección toma notas de PIOJ, PNUD, y CIDA (2000) a menos que se indique lo contrario.

Page 87: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

180. Las lesiones y traumas relacionados con accidentes de vehículos de motor y actos de violencia, continúan entre las principales causas de mortalidad entre los hombres de 20-44 años, de acuerdo a los datos del Ministerio de Salud (ver Tabla 4.6). La mayor proporción de los pacientes en las unidades de emergencia son tratados por laceraciones accidentales y accidentes de vehículos de motor, y la mayoría de estos son hombres con la mayor brecha de género en los grupos de edad de 10-19 y 20-29. El VIH/SIDA y las ETSs también se encuentran entre las principales causas de mortalidad entre los hombres. Para el año 2000, los hombres comprendían el 61 por ciento de las personas viviendo con SIDA y 63 por

ciento de las 3,131 muertes reportadas debido al SIDA entre los años 1982 y 2000. Los hombres entre 30-34 años representan el mayor grupo de personas viviendo con SIDA (ESSJ, 2000). Los factores de riesgo incluyen el tener múltiples parejas, el abuso de substancias y el uso inconsistente de condones. Los hombres en Jamaica han rehusado tradicionalmente el uso de condones, declarando que los hombres de verdad prefieren “cabalgar a pelo” como es dicho comúnmente.

181. Los datos del Registro de Cáncer de Jamaica de 1997 muestran que la incidencia total del cáncer es mayor para las mujeres que para los hombres: 55 por ciento de los casos de cáncer afectan a mujeres. Las mayores tasas tanto para hombres como para mujeres ocurren en lugares relacionados al sistema reproductivo (PAHO, 1997). Los cinco lugares más comunes de cáncer para las mujeres eran seno (45 por ciento), cervical (28 por ciento), linfoma no-Hodgkin (9 por ciento), colon (8 por ciento) y pulmón (5 por ciento). A diferencia de los hombres, la incidencia de cáncer entre las mujeres era mayor (59 por ciento) para aquellas menores de 60 años, mayormente entre las edades de 40-49 años (Ministerio de Salud, 1998).

Tabla 4.6 Pacientes Atendidos en las Unidades de Emergencias de Hospitales Públicos por Condición, Sexo y Edad, 2000 Condiciones Total

de Casos Vistos

Menores de 5 años

5-9 años 10-19 años 20-29 años 30-44 años 45-64 años 65 años o +

Total %M

Total %M

Total %M

Total %M

Total %M

Total %M

Total % M

Quemaduras 1,897 681 42.1 294 46.6 282 44.3 246 48.0 247 46.2 108 46.3 50 34.0 Envenenamiento 1,381 847 43.1 152 39.5 106 46.2 105 37.1 98 37.8 51 49.0 18 55.5 Mordeduras 3,709 369 38.5 629 39.0 833 44.0 590 49.3 656 51.8 440 50.9 169 48.5 Puñaladas 3,821 27 48.1 36 27.8 919 27.0 1,494 23.0 1,505 23.8 211 19.0 43 18.6 Disparos 1,229 7 71.4 11 27.3 203 14.8 481 10.2 378 12.2 89 20.2 33 27.3 Lesión menor 9,578 316 41.8 457 32.8 2,147 44.5 2,654 52.1 2,472 45.3 1,087 34.4 391 42.7 Asalto Sexual 1,123 75 93.3 160 92.5 649 97.2 142 95.8 61 93.4 27 92.6 8 87.5 Intento de Suicidio

145 0 0.0 3 100 46 76.1 46 69.6 32 37.5 9 22.2 7 42.9

Accidente de vehículo de motor

11,658 415 39.5 853 40.0 2,182 40.2 3,211 30.4 3,043 31.4 1,355 35.1 473 35.1

Laceración accidental

15,589 2,345 34.8 3,086 31.8 3,680 27.0 2,640 28.4 3,043 31.4 1,065 29.4 369 34.4

Lesiones en el cráneo y fracturas

9,544 1,080 43.4 946 34.2 1,806 30.1 1,604 39.8 1,831 42.8 1,298 47.1 900 52.7

Génito urinario 15,257 137 33.6 120 48.3 1,381 61.8 2,539 63.6 3,096 58.9 3,309 37.9 4,608 8.9

Fuente: Instituto de Planificación de Jamaica, basado en los datos del Ministerio de Salud Nota: ‘M’ se refiere a mujeres

73

Page 88: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

SALUD REPRODUCTIVA

Mortalidad Materna

182. La mortalidad materna es moderada en Jamaica. De acuerdo a la ESSJ 2000, la tasa era de 111 por cada 100,000 nacidos vivos. De acuerdo a las estimaciones de UNICEF, el 95 por ciento de los nacimientos entre 1990-99 fueron atendidos por personal de salud capacitado. Las mujeres embarazadas tuvieron un promedio de 4.5 visitas prenatales a las clínicas pero las mujeres de más bajos ingresos y aquellas viviendo en áreas rurales iniciaron sus cuidados prenatales más tarde que el resto. Una comparación hecha con algunos países seleccionados del Caribe muestra que Jamaica obtiene el tercer lugar más bajo entre los números totales de visitas prenatales entre los catorce países (PAHO 1997).

Uso de Anticonceptivos

183. En general, el uso de anticonceptivos es alto en Jamaica. De acuerdo a la Encuesta de Salud Reproductiva de 1997 (RHS-97), la Tasa de Frecuencia de uso de Métodos Anticonceptivos para Jamaica era de 66 por ciento. Una manera más detallada de analizar los números, utilizando la Encuesta sobre la Frecuencia de Uso de Métodos Anticonceptivos (CPS-93), revela que el uso de anticonceptivos es relativamente alto entre las mujeres casadas y aquellas viviendo en unión consensual: 62 por ciento de las mujeres entre 15-44 años en uniones y 69 por ciento de los hombres entre 15-54 años utilizan algún método. La encuesta de 1993 también muestra que sólo 43 por ciento de las mujeres y 21 por ciento de los hombres entre 15-24 años usan anticonceptivos la primera vez que tienen relaciones sexuales. Sin embargo, estos números se incrementan en la encuesta de 1997 donde 56 por ciento de las mujeres y 31 por ciento de los hombres utilizaron anticonceptivos en su primera experiencia sexual. Aún así, casi el 70 por ciento de los embarazos no son planificados. Aproximadamente el 93 por ciento de las visitas a los centros de salud del Estado para planificación familiar fueron hechas por mujeres, indicando que, al igual que en muchos países, la planificación familiar es primordialmente una responsabilidad femenina. Finalmente, de acuerdo a la CPS-93, el sector privado es el mayor proveedor de anticonceptivos. Apenas 6 por ciento de la población a la cual está dirigida (mujeres entre 15-48 años) obtiene anticonceptivos de las clínicas públicas.

184. La actividad sexual comienza a temprana edad para muchos jamaiquinos. De acuerdo a la RHS-97, la iniciación sexual empieza a los 10 años para algunos y para la edad de 11-12 años, alrededor de 20 por ciento de los niños y niñas han tenido relaciones sexuales. Más de un 40 por ciento de las adolescentes sexualmente activas reportaron no estar utilizando o no haber utilizado anticonceptivos en su última relación, y 87 por ciento de los embarazos entre los adolescentes no habían sido planificados. El nivel de conocimientos sobre sexualidad y anticonceptivos es alto entre los adolescentes, pero esto no se traduce en un comportamiento preventivo.

Embarazos en los Adolescentes

185. Como se estableció anteriormente, la fecundidad entre la juventud se ha incrementado en Jamaica, aunque la fecundidad total ha decaído. Los bajos niveles educacionales y la pobreza generalmente resultan en una mayor tendencia a quedar

74

Page 89: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

embarazadas (Banco Mundial, 1997; Banco Mundial, 2000g). Otros factores de riesgo incluyen los padres ausentes, frágil apoyo familiar, características individuales (i.e. falta de autoestima) y factores relacionados con la familia como es la exposición al abuso sexual y haber nacido de una madre adolescente (Banco Mundial, 2000g). Las actitudes sociales, presión de grupo, y la creencia de que el embarazo llevará a un sostén económico de parte del padre también conllevan a los embarazos de adolescentes (Banco Mundial, 1997; Banco Mundial, 2000g; Blank, 2000). Finalmente, el acceso a la planificación familiar por parte de los adolescentes podría ser otro factor limitante para evitar los embarazos. En términos de consecuencias, los embarazos tempranos contribuyen a las deserciones escolares y al desempleo y conllevan a menores oportunidades para las mujeres jóvenes (Banco Mundial, 1997; Marshall, 1999). Esto también tiene importantes efectos intergeneracionales. La ausencia de la mujer en el hogar debido al trabajo y la limitada presencia del hombre, especialmente entre los pobres, frecuentemente tienen como resultado abuso y negligencia crónica de los hijos (Banco Mundial, 1997).

VIH/SIDA

186. Aunque se mantiene concentrado entre los grupos de alto riesgo, el VIH/SIDA es un problema en crecimiento en Jamaica. Con un 0.99 por ciento, la incidencia actual es menor que en Haití, las Bahamas, Barbados y República Dominicana, pero considerablemente más alta que el promedio de ALC de 0.57 por ciento (Banco Mundial, 2000e). Cerca del 70 por ciento de la población VIH positiva es masculina (Banco Mundial, 2000e), aunque la incidencia de VIH está creciendo a una mayor velocidad entre las mujeres que entre los hombres (ESSJ, 2000). Los adolescentes entre 10 y 19 años tienen la mayor incidencia de ITS, lo que es conocido como un factor de riesgo para el VIH/SIDA. El número de reportes de infección de VIH casi se ha duplicado entre los adolescentes, siendo las adolescentes tres veces más propensas a contraer VIH que los adolescentes (Blank, 2000). Esto probablemente se debe a los altos niveles de abuso sexual a las niñas así como también a tener relaciones sexuales con hombres mayores.61 Además, los atributos fisiológicos de las niñas pre-pubescentes y pubescentes incrementan el riesgo.

VIOLENCIA62

187. Jamaica es una de las sociedades más violentas de la región de ALC. La tasa total de homicidios es 35 por cada 100,000 personas.63 Dentro de la región, sólo Guatemala, El Salvador y Colombia tienen tasas mayores que Jamaica. Los crímenes violentos tienden a concentrarse geográficamente en las comunidades urbanas pobres (Banco Mundial 1997) y Kingston se reporta con una de las mayores tasas de homicidios del mundo.65

64

61 Esta declaración está basada en el hecho de que la infección de VIH puede desarrollarse hasta 10 años después de ser contraída (Blank 2000). 62 A menos que se especifique lo contrario, esta sección se basa en Moser y Holland (1997). Su trabajo, titulado Urban Poverty and Violence in Jamaica y publicado por el Banco Mundial, se basa en un estudio de cinco comunidades en Jamaica. 63 Basado en los datos de 1996 (citado en Morrison y Biehl, 1999). 64 Las tasas eran de 150 homicidios por 100,000 personas para Guatemala y El Salvador y 89.5 para Colombia (PAHO, 1997 citado en el Banco Mundial, 1997). 65 El Sunday Gleaner, Octubre 17, 1998.

75

Page 90: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

188. La violencia en Jamaica está muchas veces relacionada con las actividades de pandillas. De acuerdo a un estudio del Banco Mundial sobre la juventud en Jamaica, cuatro de las cinco comunidades estudiadas percibían los conflictos de pandillas como el tipo de violencia más serio. La violencia de pandillas comienza alrededor de finales de la década de los 60’s cuando los dos partidos políticos de mayor influencia crearon milicias no oficiales para controlar a los barrios pobres. Estos grupos eventualmente llegaron a ser independientes económicamente a través del contrabando de droga y actualmente forman una mafia suelta que opera en Jamaica e internacionalmente. La violencia también se vincula a la disponibilidad de armas. Entre 1997 y 1999, 68 por ciento del total de homicidios fueron cometidos utilizando armas de fuego (Banco Mundial, 1997).

189. El carácter generalizado de la violencia en la sociedad jamaiquina tiene importantes consecuencias económicas y sociales. Para los hombres entre 15-44 años, las lesiones representan cerca del 60 por ciento de los Años de Vida de Ajustados por Incapacidad (DALY’s) perdidos. Para la población en general, las lesiones representan un cuarto de DALY’s perdidos, y en 1990, uno de cada 10 DALY’s era debido a homicidio. El impacto de la violencia, aunque difícil de cuantificar, también aparece a nivel macroeconómico. Por ejemplo, la industria de turismo de Jamaica y la habilidad del país de atraer a inversionistas extranjeros se ve afectada por la publicidad dada a la violencia (Banco Mundial, 1997). La violencia también tiene un efecto negativo en el empleo y los logros educacionales limitando la movilidad de los niños y adultos y causando que las escuelas cierren (Banco Mundial, 1997; Blank, 2000). Los residentes de áreas altamente violentas pueden ser discriminados por los empleadores (Banco Mundial, 1997). Finalmente, la violencia lleva a la disolución familiar y al trauma al causar muertes y encarcelamiento a miembros de la familia así como también incrementando las probabilidades de emigrar (Moser y Holland, 1997).

Recuadro 4.2 La Exposición de Varones a la Violencia en Jamaica

De acuerdo a una encuesta comisionada por PIOJ

llevada a cabo por Meeks-Gardener (2001) sobre los factores causantes de agresión entre estudiantes, los niños agresivos encuestados se encontraban expuestos más frecuentemente a la violencia. La mayoría de los niños agresivos habían visto víctimas de asesinatos y habían conocido personalmente a víctimas de disparos, puñaladas y otros crímenes violentos; además, se veían más disputas entre los miembros de familias pertenecientes a los grupos agresivos.

La encuesta involucró a 202 niños de 30 escuelas de

Kinston y St. Andrews. Un segundo estudio comisionado por PIOJ también llevado a cabo por Meeks-Gardener relacionó los castigos corporales en las escuelas con la agresión en los niños de las escuelas primarias Jamaiquinas. Este último estudio involucró a 1,416 niños entre los 9 y los 13 años de edad en 29 escuelas en Kingston y St. Andrews. Fuente: Jamaica Observer, Kingston, Junio 3, 2001

La Exposición Mascul na a la Violencia i

190. La exposición masculina a la violencia comienza desde muy temprana edad. A través del sistema escolar, la familia, los medios y aún más importante, las calles, los niños son preparados socialmente para ser violentos, haciendo de la agresión masculina un comportamiento aceptable (ver Recuadro 4.2). Tanto las víctimas como los autores tienden a

76

Page 91: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

ser hombres jóvenes, los cuales representan de un 25 a un 36 ciento del total de arrestos por homicidios en los últimos cuatro años; para el año 2000, los jóvenes entre 21-25 años eran los principales ofensores y víctimas del total de crímenes serios y representaban un 37 por ciento del total de los asesinatos cometidos en ese año, de acuerdo a la Encuesta Económica y Social PIOJ 2000. Estudios realizados en Jamaica y otros países arrojan luz sobre las posibles causas principales de violencia:

(e) Falta de Guía Parental. La falta de guía parental y los hogares rotos son las principales causas de violencia y actividades de pandillas en Jamaica y otros países (Samms-Vaughan, 2001; Meeks-Gardener 2001; Gomart, 2001; Banco Mundial, 2000g).66 Los infractores violentos tienden a haber experimentado la negligencia o ausencia de supervisión durante su niñez, conflictos o abusos, disciplina errática o falta de calor emocional en la familia. Los embarazos de adolescentes han sido también vinculados a la violencia y otros comportamientos de alto riesgo, dado que los padres adolescentes tienen menos experimentados y han tenido menos tiempo para desarrollar sus habilidades como padres y tutores (Banco Mundial, 1997).

(f) Hogares/Características Familiares. La violencia está asociada a la estructura del hogar y a otras características del hogar. Los niños más agresivos tenían más probabilidades de tener una madre en unión consensual y menos de tener una madre sin ningún matrimonio previo, de acuerdo a estudios conducidos por Meeks-Gardener (2001).67 Otro asunto es la falta de la presencia de una figura paterna para proporcionar a los hijos un conjunto de códigos de comportamiento. En las comunidades controladas por pandillas, la figura de “don” generalmente asume este papel para los jóvenes (Gunst, 1995, como fue citado en Blank, 2001). Finalmente, la naturaleza de la figura del padre para los niños, la presencia de estos, y el intercambio de los niños tienen mayor efecto en los desórdenes de conducta de los hijos, de acuerdo a un estudio realizado por Samms-Vaughan (2001) en Kingston y St. Andrews.68 Los niños viviendo o siendo criados por los padres biológicos tienen menores problemas de comportamiento. Y en el caso de intercambio de los hijos, las figuras paternas y maternas en serie eran igualmente angustiosas para los hijos. 69

66 Para una revisión de la literatura internacional sobre juventud, ver Gomart (2001). 67 De acuerdo a Marshall (1999), en muchos hogares dirigidos por mujeres solteras, las madres obligan a sus hijos a ser los patriarcas de la familia en la ausencia de un padre. En un intento de mantener el respeto dentro del hogar, estos jóvenes tienden a desertar de la escuela y verse involucrados en formas ilegales de generación de ingresos al igual que con pandillas. El no ser capaces de proveer sustento económico para la familia puede llevar a estos jóvenes a sentirse inútiles y recurrir a comportamientos violentos. 68 El estudio involucró a 1,720 niños menores de 12 años, residentes en Kingston y St. Andrews matriculados en escuelas en esas áreas. 69 Los problemas detectados por Samms-Vaughn estaban mayormente relacionados con problemas de atención, delincuencia y agresión, lo cual podría ser un reflejo de identificar más fácilmente problemas externalizados.

77

Page 92: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

(g) La Falta de Educación/Desempleo. La falta de educación de calidad puede llevar a la violencia, ya sea directamente reduciendo la autoestima (Banco Mundial, 1997) o indirectamente reduciendo las habilidades necesarias para obtener un buen trabajo. El desempleo también es propenso a ser alto en las economías de islas pequeñas debido a la globalización y las distorsiones del mercado laboral (Banco Mundial, 1996d). En países con altas tasas de desempleo, la juventud sin preparación (muchos de los cuales son desertores de la escuela) tiene dificultades para entrar a la fuerza laboral. Esto los deja con grandes cantidades de tiempo para participar en pandillas, drogas y otras actividades criminales (Ayres, 1998; Banco Mundial, 1997).

(h) Procesos de Socialización. La violencia entre los hombres también tiene su origen en los procesos de socialización dirigidos a crear niños fuertes, y a prácticas de crianza que enfatizan los castigos físicos fuertes (Blank, 2000). Los castigos a los varones son generalmente más severos que los castigos a las niñas. Debido a la creencia en el castigo corporal como medio para controlar y “doblegar el árbol mientras aún es joven”, muchos jamaiquinos creen que tan pronto un niño alcanza la adolescencia, sólo un hombre es lo suficientemente fuerte para doblegar un árbol caprichoso. Hasta esta edad, el castigo corporal era inflingido por la madre, pero al sobrepasarla es inflingido por el padre, tíos o hermanos mayores quienes son capaces de manejarlo.

Violencia Contra la Mujer

191. Al igual que en muchos países de ALC, la violencia doméstica en contra de la mujer ocurre en un número significativo de hogares, no sólo en las clases más bajas de la sociedad donde la práctica es frecuentemente más abierta, pero también entre las clases medias y altas de la sociedad. Las actitudes culturales también refuerzan la creencia social de que la violencia en la familia es un asunto privado entre el hombre y la mujer y que nadie más debe interferir. También, la vergüenza, la culpabilidad y los estigmas relacionados a la violencia contra la mujer, el acoso sexual y la violación impiden a muchas mujeres admitir y reportar abiertamente la violencia cometida contra ellas. La falta de conocimientos y sensibilidad de parte de la policía es otro problema. Las mujeres jamaiquinas no son propensas a reportar estas ofensas por no creer que la policía tomará las medidas adecuadas. En términos de la incidencia de violencia, la información obtenida sugiere lo siguiente:

• Una de cada cinco mujeres Jamaiquinas entre los 25 y los 60 años de edad ha sufrido algún tipo de abuso físico (Brown, 1999). Haniff (citado en el “Informe Nacional sobre la situación de la Violencia en Contra de la Mujer y las Niñas en Jamaica 1999” del Centro de Estudios de Género y Desarrollo) encontró en su investigación que una de cada 11 mujeres entre las edades de 5 y 60 experimentarían un acto de violencia en un año en Jamaica basándose en los casos reportados. Sin embargo, sostiene que esto es conservador y que el número real estimado se encuentra más cerca de una de cada 5.

• De acuerdo a una encuesta de 450 mujeres estudiantes de 13-14 años en Kingston, 13 por ciento habían experimentado intentos de violaciones (la mitad de estos

78

Page 93: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

ocurrieron antes de los 12 años) y un tercio de las niñas habían sido abusadas sexualmente (Brown, 1999).

192. La creación del Centro de Investigación de Ofensas Sexuales y Abuso a Menores (anteriormente la Unidad de Investigación de Violaciones) y la Unidad de Apoyo a las Víctimas en 1998 han ayudado a lograr una aproximación más delicada al manejo de ofensas sexuales y otras ofensas cometidas en contra de la mujer y los niños.

Violencia en Contra de los Niños

193. La violencia en contra de los niños es un problema serio en Jamaica, en parte como resultado de las dinámicas y la estructura del hogar. El abuso sexual a los niños, por ejemplo, es común en Jamaica debido a la preponderancia de múltiples relaciones de unión consensual y convivencia y la gran proporción de niños siendo criados por hombres que no son sus padres biológicos. En algunos casos el visitador o compañero de la madre es el autor del abuso sexual en contra del niño. Las prácticas de crianza también ofrecen aprobación legal y tácita al castigo corporal de los hijos. Estos son frecuentemente golpeados, azotados y hasta amenazados con armas. Las leyes jamaiquinas no requieren el reporte de los abusos físicos en contra de los menores, pero la evidencia de abuso sexual debe ser reportada a las autoridades. Los efectos intergeneracionales de la violencia contra los niños son importantes. Estudios han mostrado que los niños que han estado expuestos a la violencia a una edad temprana son más propensos a ser autores y/o víctimas de violencia al llegar a la edad adulta (Morrison y Biehl, 1999).

Esfuerzos Gubernamentales y No-Gubernamentales para Reducir el Crimen y la Violencia

194. En vista de que los niveles de crimen y violencia en Jamaica están en aumento, diversas iniciativas fueron puestas en práctica en el año 2000 en un esfuerzo para reducir el número de incidentes violentos (ESSJ, 2000). Esto incluye ampliar el alcance de la capacitación entrenamiento ofrecido en la Academia de Policía de Jamaica para hacer mayor énfasis en acercamientos alternativos a la política y los derechos del ciudadano y no a la fuerza y las armas; la introducción de un Programa de Seguridad y Justicia para el Ciudadano que se centrará en el desarrollo de una actualización a la estrategia de prevención del crimen y la violencia al igual que en iniciativas de acción comunitarias; y una revisión del sistema judicial juvenil con miras a hacerlo más consistente con los estándares internacionales.

195. Otras iniciativas en preparación para lidiar con la violencia en Jamaica incluyen: programas de resolución de conflictos en comunidades y escuelas, tales como los programas Peace and Love in Schools y Change from Within, Disputes Resolution Fundation Limited, para entrenar oficiales de policía y mediadores en los Servicios Correccionales; y la Asociación de Planificación Familiar de Jamaica, que trabaja con violadores. Diversas agencias examinan el problema de la violencia basada en el género, incluyendo la BWA, la Mujeres Vigilantes en los Medios de Difusión y el Centro para Estudios de Género y Desarrollo. El Centro se prepara para comenzar un proyecto de investigación para identificar las causas que originan la violencia basada en el género en Jamaica con miras a informar a la educación pública, programas e intervenciones dirigidas a reducir los casos de violencia por género.

79

Page 94: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

EDUCACIÓN

196. En comparación con otros países con niveles de ingresos similares, Jamaica ha logrado considerables progresos en expandir la covertura educativa : el país casi ha logrado la educación universal hasta el noveno grado (Banco Mundial, 2000b). Las tasas de matriculación, sin embargo, bajan en la educación secundaria, con una disminución considerable en el noveno grado debido en parte a una decreciente capacidad física a este nivel.

197. En promedio las mujeres tienen más educación que los hombres. Como lo indica la Tabla 4.7, en 1997 una mujer jamaiquina tenía en promedio 9.1 años de estudios, comparada a un hombre jamaiquino que tenía un promedio de 8.9 años de educación escolar. De igual modo, un trabajador jamaiquino tendría en promedio 8.4 años de educación, comparado con 8.9 años para una mujer jamaiquina. Los números de analfabetismo también reflejan las brechas de género entre hombre y mujer, con la tasa siendo 50 por ciento más altas para los hombres que para las mujeres. De acuerdo al Informe de Desarrollo Humano de Jamaica 2000, 81 por ciento de las mujeres se encontraban alfabetizadas comparado al 69 por ciento de los hombres.70

Tabla 4.7 Promedio de Número de Años de Estudio por Sexo Año Población como total Fuerza laboral Hombres Mujeres Hombres Mujeres 1990 8.31 8.60 8.43 8.91 1993 8.45 8.51 8.61 9.04 1997 8.54 9.09 8.37 8.87 Fuente: Base de Datos de Género de ALC del Banco Mundial

Matriculación

198. En los dos años estudiados, 1996/97 y 1999/2000, una ligera proporción mayor de niños que niñas fueron matriculados en los niveles de educación temprana y primaria. Para ambos años la proporción de niñas se encontraba justo bajo el 50 por ciento. La tendencia, sin embargo, cambió en los niveles de estudios secundarios a favor de las niñas. Del séptimo al noveno grado las niñas representaban poco más del 50 por ciento de los matriculados para ambos años. En los grados de décimo a onceavo se incrementó la brecha de género a favor de las niñas, con un porcentaje de 8.8 y 5.2 entre la matriculación femenina y masculina en 1996/97 y 1999/2000, respectivamente (ver Tabla 4.8).

199. Los niveles de matriculación para ambos sexos declinaron en el noveno grado debido a un descenso en la capacidad, aunque más aún para los niños que para las niñas. En 1999/2000 la matriculación neta a nivel secundario en escuelas públicas era de 83 por ciento. Para los niveles de séptimo a noveno grado era de 77 por ciento para las niñas y 79 por ciento para los niños, mientras que en décimo y undécimo grado la matriculación neta era de 52 por ciento y 48 por ciento, respectivamente. En los duodécimo y décimotercero grados, donde los estudiantes se preparan para ser examinados a un nivel avanzado, el descenso en la matriculación fue aún más dramático. Apenas 9 por ciento de las niñas y 5 por ciento de los

70 Los indicadores de WDI fueron ligeramente diferentes: 90 por ciento para las mujeres y 82 por ciento para los hombres para la población mayor de 15 años de edad.

80

Page 95: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

niños hicieron la transición del undécimo al duodécimo grado en 1999/2000. Esto lleva a un nivel terciario donde la razón niñas con respecto a niños era de cerca de 2:1 con un anterior dando cuenta de 65 por ciento de la matriculación en ambos años.

200. Un análisis de los datos de los hogares de 1989 confirma que más niñas que niños están matriculadas en la exclusiva trayectoria de la educación secundaria de Jamaica (Banco Mundial, 1993a). Sin embargo, los niños provenientes de hogares encabezados por mujeres tienen una mayor tendencia a estar matriculados en las escuelas que aquellos provenientes de hogares encabezados por un hombre. Bailey y Brown (1999) encontraron que la mayor parte de los graduados en la sub-muestra provenían de hogares encabezados por mujeres. Esta distinción no se aplica a las niñas. Estos resultados están sustentados por la utilización de un análisis probit que controla por el sexo del estudiante y de la cabeza familiar, edad del estudiante, consumo per cápita, educación de los padres y su presencia en el hogar, y el acceso al transporte.

Tabla 4.8 Matriculación en el Sistema Educativo de Jamaica por Sexo y Nivel, 1996/97 y 1999/2000 Nivel Mujeres (%) Hombres (%) Total 1996/97 1999/2000 1996/97 1999/2000 1996/97 1999/2000Niñez temprana 49.7 49.4 50.3 50.6 131,060 17,049 Primaria 49.0 49.1 51.0 50.9 293,863 309,808 Secundaria (total) 52.0 50.8 48.0 49.2 214,313 226,384 7-9 grado 50.8 50.5 49.2 49.5 148,091 154,813 10-11 grado 54.4 52.6 45.6 47.4 62,496 75,937 12-13 grado 63.4 63.0 36.6 37.0 3,726 4,634 Terciaria 64.7 65.5 35.3 34.5 27,069 398,870 Fuente: Ministerio de Cultura y Educación, Unidad de Estadísticas 1997 y 2000

201. Datos sobre las entradas a los exámenes del Consejo de Examinación Caribeño 2000 (CXC)71 sobre Jamaica confirman la tendencia a una mayor participación de la mujer en la escuela a este nivel.72 Hubo un total de 49,867 candidatos enrolados para los exámenes de Junio 2000, de los cuales 31,900 (64 por ciento) eran del sexo femenino. En ese año las entradas femeninas sobrepasaron a las masculinas tanto en los campos académicos como técnicos/ vocacionales, con una predominancia de mujeres destacándose aún más en este último. En el campo académico la razón femenina de entradas era 64:36 y en el técnico/vocacional la razón era 67:33 (Ministerio de Educación y Cultura, Unidad de Estadísticas 2000). Más niñas que niños utilizan actualmente el CXC como ruta de certificación al término del ciclo secundario, logrando de esta manera los requerimientos para la matriculación universitaria.

202. Datos de dos de las mayores universidades de Jamaica demostraron grandes brechas de género entre la participación masculina y femenina. En el año académico 2000/2001 más del doble de mujeres (7,753) que hombres (3,198) se encontraban matriculadas en la Universidad de West Indies (UWI) tanto en los programas de estudiantes no graduados como de los graduados. En la Universidad Tecnológica (UTECH) la brecha de género era menos severa con las matriculaciones siendo 55 por ciento para las mujeres (3,762) y 45 por

71 CXC es la certificación más buscada a nivel secundario por quienes abandonan la escuela en la región. 72 Esta sección toma de PIOJ, PNUD y CIDA (2000).

81

Page 96: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

ciento para los hombres (2,913), debido a la naturaleza técnica de los cursos ofrecida en la institución (ver Tabla 4.9)

Tabla 4.9 UTECH y UWI* Matriculación por Sexo (2000/2001) Mujeres Hombres Universidad

Número Porcentaje Número Porcentaje Total

UTECH 3826 51.9 3549 48.1 7375 UWI No graduados 5295 71.4 2117 28.6 7412 UWI Graduados 1125 65.5 590 34.4 1715 Total UWI 6420 70.3 29.7 29.7 9127 Fuente: Oficina de Planificación e Investigación Institucional, UWI y División de Mercadeo, UTECH *Jamaiquinos sólo en Mona

Repetición y Asistencia

203. En Jamaica, la repetición entre los estudiantes matriculados en la escuela secundaria está vinculada en una mayor proporción a la residencia rural y a la edad, que al sexo del estudiante o de la cabeza familiar (Banco Mundial, 1993a). En los hogares encabezados por mujeres, los niños entre los 13 y los 19 años repiten menos que los niños en hogares encabezados por hombres; para las niñas, el sexo del dirigente familiar no es determinante. Controlando por área, el sexo del estudiante y de la cabeza familiar, la edad del estudiante, el consumo per cápita, la educación de los padres y la presencia en el hogar, el acceso a transporte y tipo de escuela produce los mismos resultados.

Desempeño

204. Los diferenciales de género a favor de las mujeres son evidentes en todos los niveles del sistema educativo. En el Examen de Logros de Sexto Grado de 1999/2000 administrado a estudiantes del ciclo primario, las niñas se desempeñaron mejor que los niños en las cinco áreas: matemáticas, ciencias, estudios sociales, lenguas y comunicaciones. Al nivel secundario, los datos de las examinaciones de CXC de Junio 2000 indicaron que un mayor porcentaje de niñas que de niños que obtuvieron grados 1, 2 y 3 aprobó en 10 de las 17 asignaturas académicas. Un mayor porcentaje de niños, sin embargo, obtuvo aprobación a este nivel en cinco de las 9 asignaturas de ciencias básicas, incluyendo matemáticas y niñas en seis de las 8 asignaturas de ciencias humanas (Ministerio de Educación y Cultura, Unidad de Estadísticas, 2000). Para los años académicos de 1999/2000 y 2000/2001, 75 por ciento de todos los diplomas entregados en UWI fueron otorgados a mujeres (Oficina de Planificación e Investigación Institucional, UWI). En términos de tipo de diplomas otorgados en 2000/2001, 2.9 por ciento de los graduandos recibieron distinciones mientras que apenas 1.4 por ciento de las graduandas recibieron distinciones; los hombres recibieron 3.2 por ciento de los honores de primer grado, comparado con 3.7 por ciento para las mujeres.

Estereotipos de Género en Educación

205. Investigaciones en Jamaica sugieren que algunos materiales del curriculum presentan imágenes y enseñan mensajes explícitos sobre identidades de género y sus comportamientos y roles correspondientes. Por ejemplo, en su trabajo sobre el tema, King y Morrisey (1988) señalan que el hombre es la figura predominante en los libros de texto de la mayoría de las

82

Page 97: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

escuelas. El sexismo aparece en el uso de la lengua, palabras masculinas son usadas frecuentemente para referirse a la población general. Cuando aparecen, las mujeres son representadas en papeles secundarios o subordinados. Los libros de texto también fallan al no presentar la contribución femenina al desarrollo del Caribe. Un estudio más reciente por Bailey y Parkes (1995) confirma esto en textos utilizados por estudiantes en niveles de primero a tercer grado. Estos autores presentan imágenes de dominio masculino y de la subordinación femenina y su invisibilidad.

TRABAJO73

206. Las tasas de participación en la fuerza laboral –definida como el porcentaje de la población en edad de trabajar (14 años en adelante), actualmente empleada, desempleada, o en busca de empleo- se han mantenido bastante estables para los hombres entre los años 1990 y 2000, pero han disminuido ligeramente para las mujeres desde el 1995 (ver Tabla 4.10). En el año 2000 la tasa de empleo para los hombres era de 90 por ciento, comparada con 78 por ciento para las mujeres. Mientras que la fuerza laboral masculina en Jamaica es similar a la de otros países de ALC, la participación femenina en la fuerza laboral se encuentra entre las mayores de la región.

Tabla 4.10 Distribución de la Participación en la Fuerza Laboral*, Tasas de Empleo, Desempleo y Búsqueda de Empleo por Sexo, 1999/2000 Año Tasa de participación

en la fuerza laboral Tasa de empleo Tasa de desempleo Tasa de búsqueda de

empleo Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres 1990 76.4 62.4 90.7 76.9 9.3 23.1 4.4 10.1 1991 76.3 62.4 90.6 77.2 9.4 22.8 3.7 8.0 1992 75.0 62.4 90.3 77.1 9.7 22.9 4.3 8.5 1993 74.6 62.4 88.8 78.5 11.1 21.5 5.6 8.0 1994 76.5 62.4 90.5 78.2 9.5 21.8 5.9 10.9 1995 76.8 61.8 88.7 76.8 11.3 23.2 4.9 9.4 1996 75.5 60.6 89.4 76.9 10.6 23.1 4.6 10.9 1997 74.6 59.0 90.2 77.3 9.8 22.7 4.5 11.0 1998 73.9 57.8 90.2 77.8 9.8 22.2 4.8 10.2 1999 73.0 56.5 89.5 77.1 10.5 22.9 5.0 11.4 2000 72.9 54.3 89.8 77.6 10.2 22.4 5.6 11.7 Fuente: Ricketts y Benfield (2000) * Población de más de 14 años de edad

Desempleo

207. En Jamaica, las mujeres y los jóvenes son más vulnerables al desempleo (Banco Mundial 2000b).74 En el año 2000, 10 por ciento de los hombres y 22 por ciento de las mujeres fueron incapaces de encontrar empleos formales (ver Tabla 4.10). La brecha de género es aún mayor entre los jóvenes: 62 por ciento de las jóvenes y 37 por ciento de los jóvenes entre 14 y 19 años estaban desempleados en el año 2000 (ver Tabla 4.11). Mientras

73 A menos que se indique lo contrario, esta sección utiliza los números del último cuatrimestre del año (Octubre). 74 Los problemas relacionados al empleo entre los pobres están asociados a la baja calidad y productividad de los empleos al igual que a salarios bajos más que al desempleo (Banco Mundial 2000b).

83

Page 98: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

que los niveles de desempleo son mayores para las mujeres que para los hombres, muchas mujeres se involucran en actividades económicas informales cuando no les es posible encontrar empleo. Las mujeres no solo experimentan mayores niveles de desempleo que los hombres, sino que también son más vulnerables a los despidos. En 1998 las mujeres representaban 68 por ciento del total de los despidos excesivas, 62 por ciento en 1999 y 67 por ciento en el 2000 (Bailey, 2001). Una consecuencia de estos despidos es que el número de “auto-empleados” se ha incrementado, profesionales, oficiales superiores y técnicos representaban 37 por ciento de esta categoría de trabajadores. Este porcentaje se ha triplicado desde 1991 cuando apenas comprendían un 11 por ciento de los auto-empleados. Sin embargo, a pesar del potencial del sector informal en Jamaica de absorber el trabajo excesivo, se mantuvo como un área volátil en el último cuatrimestre del año 2000, 12,900 personas estaban desempleadas debido a un negocio fallido de los cuales 8,400 (67 por ciento) eran mujeres (STATIN, 2000b).

Tabla 4.11 Tasa de Desempleo por Edad y Sexo, 1998, 1999, 2000 Edad 1998 1999 2000 Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres 14-19 37.5 74.0 34.5 65.3 37.0 61.9 20-24 17.9 37.4 19.7 43.5 18.7 39.5 25-34 6.9 20.4 7.5 21.3 7.9 20.6 35-44 4.8 11.1 5.7 12.4 5.8 16.0 45-54 4.5 9.1 3.9 8.0 2.7 10.3 55-64 3.7 6.7 5.7 2.6 5.9 2.6 65 y más 1.3 2.2 4.2 6.5 2.7 6.2 Source: STATIN (1998) y STATIN (2000b)

Educación y Participación en la Fuerza Laboral

208. La educación superior no se ha traducido en igualdad de ingresos o independencia económica para las mujeres, de acuerdo a un informe sobre el Estado de la Mujer Caribeña preparado en 1996 por el Secretariado para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de CARICOM. Las cifras desagregadas de desempleo por género también sugieren que las mujeres han tenido dificultades para hacer la transición de la preparación a las oportunidades en el campo laboral. Por ejemplo, el desempleo para mujeres con niveles de educación secundarios se encuentra justo bajo el 16 por ciento, comparado con ocho por ciento para los hombres con educación secundaria.75 En el año 2000, 12 por ciento de las mujeres jamaiquinas empleadas en la fuerza laboral tenían entrenamiento

Recuadro 4.3 Género, Educación y Participación en la Fuerza Laboral

Una hoja informativa publicada por PIOJ

reportó que:

“Estudios han demostrado que las mujeres en posiciones similares a sus contrapartidas masculinas tienden a estar mejor calificadas; que las mujeres ganan menos que sus contrapartidas masculinas; y que aunque las mujeres están manejando más posiciones ejecutivas que antes, se mantiene una barrera para que las mujeres alcancen puestos de poder real.”

Fuente: Bailey (2000)

84

75 Base de Datos de Género de ALC del Banco Mundial

Page 99: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

profesional con títulos o diplomas, comparado con apenas seis por ciento de los hombres (STATIN, 2000b). Similarmente, ocho por ciento de las mujeres tenían entrenamiento vocacional con certificados, mientras que este era el caso para apenas tres por ciento de los hombres. En vista de estas diferencias y dado que las mujeres experimentan mayores niveles de desempleo, se puede concluir que los hombres con menores niveles de educación obtienen empleo más fácilmente que sus contrapartidas femeninas, y que las mujeres jóvenes en particular se enfrentan a limitaciones en el mercado laboral.

Diferencias Ocupacionales

209. La segregación ocupacional en el mercado laboral se encuentra bastante marcada, como se muestra en la Tabla 4.12. En el año 2000, las mujeres se situaron como predominantes entre las categorías de: “Profesionales, Oficiales Superiores, y Técnicos” (23 por ciento), “Oficinistas” (16 por ciento) y “Trabajadores de Servicios y Ventas de Mercado” (24 por ciento). También sobrepasaron a los hombres en la categoría de “Ocupaciones Elementales” (22 por ciento, incluyendo ayudantes domésticos). Los hombres predominaron en las categorías de “Agricultura Especializada y Pesca” (27 por ciento), “Artesanías y Oficios Relacionados” (25 por ciento) y “Ensambladores y Operadores de Plantas y Maquinarias” (ocho por ciento) (La Fuerza Laboral, 2000). Aunque las mujeres tienen en promedio mayores niveles de educación, la mayoría se concentra en las categorías de “Ocupaciones Elementales” y “Trabajadores de Servicios y Ventas de Mercado”. Casi la mitad de todas las mujeres empleadas se concentran en estos sectores de bajos salarios, que requieren de menores habilidades técnicas, tienen menores estatus, y por lo general pagan el salario mínimo aprobado por el gobierno.76

210. Mientras que las mujeres superan en número a los hombres en la categoría ocupacional de “Profesionales, Oficiales Superiores y Técnicos,” aún se mantienen sub-representadas en los niveles más altos de administración. Las mujeres poseen el 10 por ciento de las posiciones superiores en los sectores público y privado, y su presencia en las juntas de las compañías es limitada, a pesar del hecho de que constituyen dos tercios de los graduados universitarios. Por otro lado, estos sectores ofrecen flexibilidad de tiempo y facilidad de entrada y salida, permitiendo así a las mujeres compaginar el trabajo con las responsabilidades domésticas y de cuidados.

Brechas Salariales

211. En 1997, las mujeres ganaron en promedio 83 por ciento de las ganancias de los hombres (ver Tabla 4.13). Sin embargo, los hombres probablemente trabajaron más horas que sus contrapartidas femeninas. De acuerdo al informe de la Encuesta de la Fuerza Laboral del STATIN, unas 37,400 mujeres trabajaron más de 49 horas por semana en el último cuatrimestre de 2000; esto representaba 29 por ciento de todas las personas trabajando más de 49 horas.77

76 El salario mínimo es JA$6,000 por mes. Con la tasa de cambio a US$1=JA$45.25 en Enero 31, 2002, el salario mínimo es igual a US$132 por mes. 77 De acuerdo a una encuesta dirigida por la Federación de Empleados de Jamaica en colaboración con el Centro de Estudios de Género y Desarrollo en 1995, las mujeres comprendían 72 por ciento de las personas trabajando más de 49 horas a la semana. Sin embargo, estos datos no eran representativos del nivel nacional.

85

Page 100: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Tabla 4.12 Distribución Ocupacional de la Fuerza Laboral Empleada, 1996, 1998 y 2000 por Sexo

1996 1998 2000 Categoría Ocupacional H M %M H M %M H M %M

Profesionales, oficiales superiores y técnicos

9.5 18.0 58.0 11.7 21.8 57.4 11.6 22.7 57.6

Oficinistas 3.0 13.1 76.3 3.4 15.5 76.6 4.0 16.3 74.0 Trabajadores de servicios y ventas de mercado

10.6 21.5 59.8 11.5 23.9 60.0 11.3 23.8 59.4

Agricultura especializada y Pesca

27.6 9.6 20.4 27.3 8.0 17.6 26.6 7.7 16.7

Artesanías y relacionados 26.1 6.4 15.2 24.1 5.7 14.7 24.7 5.3 12.9 Operadores y ensambladores de plantas y maquinarias

8.6 6.1 34.4 9.1 3.6 22.3 8.4 2.2 15.1

Ocupaciones elementales 14.6 25.3 56.0 12.8 21.4 54.7 13.4 22.0 53.2 Total 100 100 ... 100 100 ... 100 100 ... Fuente: STATIN (1999) y STATIN (2000) 212. Investigaciones en otros países sugieren que los diferenciales en los salarios podrían deberse a discriminación, auto-selección o preferencias (Banco Mundial 2000h). Los bajos salarios de las mujeres podrían también deberse a interrupciones en sus historiales de trabajo y menos cantidad de experiencia acumulada. Un análisis de los diferenciales en los salarios para la región de ALC encontró que las diferencias en la experiencia laboral representaba alrededor de 10 por ciento de las diferencias de ingresos laborales, mientras que el género explicaba alrededor de cuatro por ciento (BID, 1999).

Tabla 4.13 Brechas de Salario por Género (salario femenino por hora medio/salario masculino por hora medio)

Edad Año 15-19 20-24 25-34 35-44 45-54 54-70 Total

1990 1.34 0.89 0.79 0.6 0.7 0.75 0.75 1993 1 0.74 0.8 0.75 0.53 0.76 0.83 1997 1 1 0.77 0.75 0.57 0.85 0.83 Fuente: Base de Datos de Género de ALC del Banco Mundial

AGRICULTURA78

213. Mientras que la tendencia ha sido hacia la urbanización, la mitad de la población de Jamaica continúa residiendo en áreas rurales, de acuerdo al último censo. El análisis de género de la población rural se encuentra equilibrado, pero las mujeres representan 62 por ciento de la población adulta (de 14 a 65 años de edad) (ver Tabla 4.14).

214. De acuerdo a estadísticas oficiales, la agricultura es dominada por los hombres en Jamaica. El censo de Agricultura de 1996 reportó que las mujeres “operarias de granjas” constituían 26 por ciento de todos los granjeros y los hombres el 74 por ciento (ver Tabla 4.14). Sin embargo, al igual que en otros países de ALC, la contribución femenina es

78 Las estadísticas e informaciones contenidas en esta sección provienen de PIOJ, PNUD y CIDA (2000) a menos que se especifique lo contrario.

86

Page 101: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

probablemente infravalorada.79 En el caso de Jamaica, estas estadísticas no incluyen el número de mujeres que trabajan como trabajadoras sin sueldo para la familia, trabajadoras en granjas, comerciantes (que representa aproximadamente 80 por ciento de las frutas, vegetales, y materia prima comercializadas en Jamaica) y agro-procesadoras comerciales y basadas en la comunidad.

Recuadro 4.4 División Laboral de Género en Jamaica

Al igual que en la mayoría de los países, los hombres y las mujeres de Jamaica se encuentransocialmente predispuestos a ver el trabajo doméstico como responsabilidad femenina y el trabajofuera del hogar como responsabilidad del hombre. El hecho de que muchos niños deban realizartareas de “niñas”, como puede ser el caso en las familias conformadas en su mayoría por hombres,o que muchas niñas deban asumir tareas “masculinas”, en el caso de los hogares conformados pormujeres, es de poca importancia en lo que se refiere a las normas de comportamiento. Aún cuandose ven involucrados en estas actividades propias de otro género, los menores toman conciencia de lasignificación de su género, la cual es normalmente racionalizada como preparación para una vidaindependiente y auto-suficiente. Estos roles de género caen también dentro de la percepción deeducación. Evidencias anecdóticas indican que los varones son los primeros en sufrir privacionesen lo concerniente a la educación. Si los recursos impiden que todos los menores asistan a la escuelaal mismo tiempo, las niñas reciben ventajas sobre los niños.

El eje proveedor y cuidador forma una de las bases de la identidad de género entre los niños. Mientras que las niñas adquieren conocimientos de crianza y cuidado doméstico, los niños aprenden desde una temprana edad la necesidad de adquirir dinero. En las comunidades rurales, las iniciativas agrícolas en los niños son fomentadas; mientras que en las comunidades urbanas, sus iniciativas de generación de ingresos se desarrollan en las calles y los mercados. En la escala de prioridades, la educación para los niños resulta por debajo de la necesidad de hacer dinero. Un estudio sobre las estrategias de ajuste en una comunidad en la ciudad encontró que los hombres se espera que “hagan la vida” por medios honrados o dudosos: “lucha si puedes, juega si debes.” El no hacer nada es ser calificado como “sin valor”.

215. Una encuesta de 1993 sobre las mujeres productoras de alimentos indicó que 61,600 mujeres estaban empleadas en agricultura en 1993 (ver Tabla 4.14). Esto deja a un 207,283 o 77 por ciento de la población femenina rural entre los 14 y los 64 años de edad y no asistiendo a la escuela sin ser contabilizada en la fuerza laboral agrícola. Innerarity (2000) opina que muchas mujeres en esta categoría no contabilizada trabajan en realidad en granjas operadas por hombres y postula que suponiendo que sólo una mujer trabajara en cada una de estas granjas, otro 105,826, o en 51 por ciento de esa población rural femenina que no va a la escuela podría ser contabilizada. Esta re-estimación significaría que el número total de mujeres trabajando en agricultura habría aumentado de 61,600 a 166,426 dejando apenas 20 por ciento de la población rural femenina trabajando en otros sectores. Si este es el caso, podría significar que las mujeres están participando en la fuerza laboral rural con un número relativamente cercano al obtenido para los hombres.

79 El problema de los conteos reducidos es más agudo para las mujeres que para los hombres debido a la naturaleza de supervivencia de sus actividades, la irregularidad de sus trabajos, y la integración de los empleos femeninos con sus deberes domésticos.

87

Page 102: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Tabla 4.14 Indicadores de Género de la Población Rural Indicador Número PorcentajePoblación rural como % del total de la población (Censo 1991) 1,180,379 49.5 Población rural femenina como % de la población rural total 602,234 51.0 Población rural femenina entre 14 y 64 años de edad 373,285 62.0 Mujeres en la escuela como % del total de las mujeres mayores de 14 años 104,548 28.0 Mujeres no en la escuela como % del total de las mujeres mayores de 14 años 268,883 72.0 Mujeres en la fuerza laboral agrícola, 14-64 años h /m * 61,600 16.5 Mujeres sin participación en la fuerza laboral agrícola, 14-64 años, h /m 207,283 83.5 Fuente: Estudio de la Encuesta de Mujeres Productoras de Alimentos 1993 Nota: *Estadísticas oficiales; h/m = hombres/mujeres

216. Tanto los granjeros como las granjeras experimentan problemas de acceso a ciertos recursos y beneficios de los programas y políticas sectoriales agrícolas. Pero, al igual que en otros países de ALC, las prácticas culturales, reforzadas por estereotipos sostenidos por oficiales de desarrollo rural, resultan en la tendencia de no reconocer a las mujeres como “granjeras”. Esto es exacerbado por la errónea representación de la mujer en las estadísticas agrícolas. Aunque tanto hombres como mujeres rurales enfrentan dificultades, las mujeres granjeras y las trabajadoras agrícolas son muchas veces el último grupo considerado en las políticas y en los programas de iniciativas en el sector agrícola.

Tabla 4.15 Distribución de Propietarios Individuales de Fincas por Sexo y Parroquia, 1996

Porcentaje Parroquia Hombres Mujeres

JAMAICA 74.3 25.7 St. Andrew 83.6 16.4 St. Thomas 75.0 25.0 Portland 82.2 17.8 St. Mary 72.0 28.0 St. Ann 79.8 20.2 Trelawny 73.0 27.0 St. James 72.7 27.3 Hanover 70.1 29.9 Westmoreland 76.2 23.8 St. Elizabeth 66.8 33.2 Manchester 76.0 24.0 Clarendon 74.0 26.0 St. Catherine 77.1 22.9 Fuente: STATIN (1996)

CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES DE POLÍTICA80

217. Pobreza y género se entremezclan en Jamaica. Existe una tendencia en la sociedad jamaiquina de asignar un alto valor social a los roles de género y comportamientos que en realidad exacerban las penurias económicas entre los pobres. Para los hombres, existe una identificación popular de la masculinidad con las proezas sexuales, lo que se define en términos de su habilidad de procrear hijos con múltiples parejas. Para las mujeres, la presión social de tener hijos es doble. Por un lado, la identidad de la mujer y su papel se identifican con la maternidad. Por el otro, las mujeres muchas veces quedan embarazadas con la 80 Esta sección está basada mayormente en Barker y Fontes (1996).

88

Page 103: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

creencia de que esto asegura el sustento económico por parte de su pareja. Estos comportamientos tienen consecuencias sociales y económicas. Una alta tasa de desempleo, particularmente entre aquellos con bajos niveles educativos o pocas habilidades, indica que el hombre no siempre es capaz de proveer para las necesidades económicas de estos hijos; y los embarazos tempranos tienen como resultado la deserción escolar y oportunidades de empleo limitadas para las jóvenes madres. La contradicción inherente a este caso es que un alto valor social se atribuye a comportamientos que tienen como consecuencia un alto costo social y económico.

218. Dada la cercana relación entre los comportamientos de género y la pobreza, asegurar que las estrategias de reducción de la pobreza consideran este importante nexo de género-pobreza es una recomendación clave de este informe. En términos de prioridades políticas de género específicas, los resultados sugieren lo siguiente: (a) reducir los embarazos juveniles no intencionados, así como dirigirse a la iniciación sexual temprana; (b) promover la participación activa del hombre en la crianza de los hijos y las tareas domésticas; (c) reducir el crimen masculino, los comportamientos de riesgo y la violencia, incluyendo la violencia doméstica; (d) reducir la deserción escolar y la repetición entre los niños; y (e) reducir los altos niveles de desempleo, particularmente entre las mujeres, en el grupo de edad de 14-24 años. Específicamente, este informe recomienda una estrategia de prevención centrándose en los niños y la juventud en riesgo, que tome en cuenta los puntos mencionados anteriormente pero basándose principalmente en la generación futura.81 Basándose en una revisión a la experiencia internacional llevada a cabo por Barker y Fontes (1996), una estrategia de éxito para la juventud en riesgo incluiría: (a) apoyo educacional y programas de prevención de deserción; (b) entrenamiento vocacional y habilidades para empleos; (c) servicios y promoción de salud; (d) apoyo a familias en riesgo. El informe hace tres recomendaciones adicionales: (a) promover el trabajo basado en la comunidad a nivel local para abordar los problemas sociales como la violencia; (b) dirigirse a la socialización de género negativa a través del sistema educativo; (c) recolectar y analizar mejores datos de hogares para reflejar los roles de género, las dinámicas y la toma de decisiones. Estas recomendaciones se describen brevemente a continuación.

Apoyo Educacional y Programas de Prevención de Deserción Escolar

219. La juventud en riesgo de Jamaica, particularmente los hombres, frecuentemente requieren de algún tipo de apoyo para prevenir su deserción escolar y asistirlos en la transición de la escuela al trabajo. Las escuelas de “servicio completo,” que involucran actividades recreativas y extra-curriculares, servicios de salud, y participación de los padres y de la comunidad, han sido un modelo exitoso utilizado en los Estados Unidos para mantener a los niños en las escuelas. Pero esto podría no ser posible en el contexto de un sistema educativo débil y sin una base fuerte. Los modelos de América Latina y el Caribe han utilizado organizaciones basadas en la comunidad, ONG’s y gobiernos locales para 81 De acuerdo a Barker y Fontes (1996), la juventud en riesgo es definida como las personas entre 10-19 años con la desventaja social de no encontrarse matriculados en la escuela o en riesgo de desertar; trabajo en lugares dañinos a su salud y desarrollo (incluyendo el verse involucrados en actividades ilícitas); pasar una gran cantidad de su tiempo en las calles o dormir en ellas; haber sido abusados física o sexualmente o haber sido descuidados por sus familias; vivir en hogares institucionales debido a abandono o por preferencia; vivir en situaciones familiares estresantes; o vivir en áreas con altos niveles de delincuencia, violencia, abuso de sustancias o tráfico de drogas.

89

Page 104: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

desarrollar programas juveniles, los cuales complementan al sistema educativo formal. Como se señalaba anteriormente en las políticas de recomendaciones para la República Dominicana, programas de apoyo educacionales privados o no gubernamentales que han tenido éxito, han ofrecido una serie de los siguientes tipos de servicios: entrenamiento vocacional basado en la comunidad, apoyo académico después de la escuela, educación en la salud, actividades recreativas, terapias individuales y de grupo, educación en las habilidades diarias, preparación para la fuerza laboral, educación correctiva y tutorías. Muchos de estos programas operan en colaboración con el gobierno, otros servicios sociales, ONG’s y negocios comunitarios, fortaleciendo así su sustento.

220. En Jamaica, un programa importante- el Centro Learning for Earning Activity Program (LEAP) – emergió siguiendo a una investigación conducida en 1986 por el Ministerio de Educación, la cual indicó un creciente número de niños de la calle. El Centro, el cual opera bajo el patrocinio de la División de Programas Especiales de la Agencia HEART Trust (NTA), provee de asilo temporal, servicios de salud, y comidas calientes, al igual que una escuela diurna y centro para la educación correctiva y habilidades básicas para los niños de la calle.

221. Algunas ONG’s también tienen programas basados en la comunidad que se dirigen a las necesidades de la juventud. Estas incluyen: Oportunidades Ilimitadas para los Jóvenes, que relaciona jóvenes con voluntarios que les sirvan de guía personal; Los Niños Primero, un programa que provee apoyo académico y otros tipos de apoyo para los niños y sus padres utilizando un enfoque basado en los derechos; El Centro de la Mujer de la Fundación Jamaica, que opera programas para los padres y las madres jóvenes, sus padres y la juventud en riesgo; Padres Inc., el cual contradice los estereotipos negativos de los hombres y ofrece consejerías a los padres jóvenes. Y el Programa de Desarrollo de la Juventud de YMCA, el cual ofrece educación correctiva y entrenamiento vocacional para los niños de la calle.

Habilidades Laborales y Entrenamiento Vocacional

222. Muchos niños en riesgo provienen de hogares con presiones de desempleo persistente, por tanto se han diseñado muchos programas para dar capacitaciones pagadas, o cortos entrenamientos vocacionales para facilitarle a la juventud la entrada inmediata a la fuerza laboral. Lecciones de estos programas incluyen la necesidad de brindar ‘orientación” vocacional, la cual podría ser tan importante como el entrenamiento vocacional en sí dado que los niños en riesgo no pueden recibir consejos de sus familias o compañeros sobre cómo encontrar o conservar un empleo. Por ejemplo, el Proyecto de Mujeres en Ocupaciones No-Tradicionales- también operado a través de HEART Trust/NTA- capacita en habilidades para la vida (auto-conocimiento, paternidad, educación sexual, nutrición, alfabetización básica, etc.), servicios comunitarios y entrenamiento laboral para 400 mujeres durante tres años. Los programas ligados a las industrias locales han tenido éxito en dar capacitación en el trabajo para muchos jóvenes al igual que asegurar que exista un mercado para las habilidades adquiridas por estos jóvenes al completar los cursos. En algunos casos, las asociaciones han dado resultado con una organización comunitaria local que da orientación vocacional o habilidades de vida y empresas del sector privado pautando el curriculum de entrenamiento vocacional y dando capacitación en el trabajo. Finalmente, la igualdad de género es un elemento importante del entrenamiento vocacional. El programa de Trinidad y Tobago enfatiza los cursos no tradicionales para las mujeres (en carpintería, plomería,

90

Page 105: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

mecánica, etc) y para los hombres (crianza, cuidado de niños, etc.) para reducir los estereotipos de género negativos.

223. En Jamaica, bajo el componente de los Niños y los Jóvenes en riesgo del Gobierno de Jamaica/el Programa de País de UNICEF, las ONG’s están patrocinadas para proveer programas vocacionales, y recreativos para fortalecer a los niños de la calle (principalmente a los varones) con nuevas habilidades, conocimientos y oportunidades para mejorar sus probabilidades de empleo y reintegración con la familia y el sistema educativo formal. El gobierno ha firmado un Memorandum de Entendimiento con ILO para la eliminación de las peores formas de trabajo infantil en Jamaica, incluyendo el mercado de la droga y la prostitución. HEART Trust/NTA ofrece un sinnúmero de programas de entrenamiento para los desertores escolares a través de 16 Centros de Entrenamiento Vocacional, programas de entrenamiento en el empleo, proyectos especiales basados en la comunidad y un Programa de Mejoramiento de la Fuerza Laboral. En el año 2000, un total de 4,316 (56 por ciento de las mujeres) examinadas fueron recomendadas para certificación bajo el Consejo de Capacidad Vocacional Técnico de Jamaica (NVQ-J), una examinación basada en la competencia.82

Programas de Salud de Prevención

224. Comparado con los adultos, los adolescentes se enfrentan a un sinnúmero de problemas de salud asociados mayormente al comportamiento y los estilos de vida. Esto incluye los embarazos juveniles, ETS, transmisión de VIH, abuso de sustancias, comportamientos de riesgo y violencia. La experiencia internacional sobre la asistencia de salud y la promoción de salud para la juventud sugiere que: (a) las intervenciones de salud para la juventud deben estar integradas en programas de desarrollo de la juventud más amplios (por ejemplo, en generación de ingresos y anti-violencia); (b) servicios de salud personalizados para servir las necesidades de la juventud; (c) los servicios de salud deben contar con personal joven en la medida de lo posible; (d) los servicios de salud deben concentrarse en los lugares de encuentro de la juventud y donde estos se encuentren más cómodos – ofreciendo distintos tratos a hombres y mujeres de acuerdo a sus necesidades; (e) ser efectivo, el personal de salud trabajando con jóvenes debe estar entrenado sobre como tratar con sus sentimientos y con la sexualidad juvenil.

225. Algunos ejemplos de programas o intervenciones de éxito en Jamaica incluyen: el Comité Nacional de SIDA, el cual se concentrará en la juventud y el SIDA en su Foro Nacional programado para el 2002 y ha establecido una página web para atraer a la juventud; el programa de comunicación de Cambio de Comportamiento del Ministerio de Salud, el cual incluye diversos talleres y actividades para la juventud; la Asociación para el Control de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ACOSTRAD), una ONG que ha diseñado panfletos de información sobre sexualidad e infecciones de transmisión sexual para los adolescentes; la Cruz Roja de Jamaica, que entrena a la juventud y a grupos del centro de la ciudad acerca de los problemas del VIH/SIDA; y la campaña de la Fundación Jamaica para las Enfermedades Cardíacas “Heart for Life” lanzada en Enero de 2002, dirigida a evitar el

82 El examen es ofrecido a candidatos en instituciones de entrenamiento, escuelas, firmas/compañías e individuos registrados privadamente. Esta cifra representa 48 por ciento de quienes aplicaron, una mejora respecto a la cifra de 3,337 o 38 por ciento, recomendados en 1999.

91

Page 106: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

incremento en la obesidad entre los niños a través de un programa para estudiantes de cuarto grado.83

Apoyo a Niños y Familias en Riesgo – Incluyendo Apoyo a los Padres

226. Los programas de apoyo familiar se han implementado en los Estados Unidos para asistir a las familias en riesgo y mejorar las habilidades de los padres en la crianza y cuidados de los hijos. La premisa de estos programas es la prevención, las intervenciones promueven la salud, el desarrollo de niños y adolescentes para evitar problemas futuros e intentar acabar con el ciclo de pobreza. En muchas comunidades, los centros de recursos familiares proveen una combinación de entrenamientos, servicios de posicionamientos laborales, sesiones de crianza, servicios educacionales, comunicaciones, desarrollo infantil, referencias sobre salud reproductiva, tutorías y guías para los diferentes miembros de una familia basándose en sus necesidades. Al hacer esto, los programas también trabajan con problemas más profundos como son la responsabilidad paterna, el alcoholismo y el abuso de sustancias, violencia doméstica y embarazos juveniles.

227. El problema de la paternidad recibe una gran atención pública, particularmente el estereotipo de padre ausente e irresponsable. La desproporcionada porción de responsabilidades de la mujer en este área se resalta en el Informe de Desarrollo Humano de Jamaica 2000. La Evaluación de la Situación Parental en Jamaica llevada a cabo por UNICEF identificó los principales problemas de crianza la falta de comunicación, la limitada cantidad de tiempo de calidad entre padres e hijos, la sobre-compensación con cosas materiales y una preparación inadecuada para los roles de padres. Diversas estrategias para fortalecer las habilidades de crianza se han llevado a cabo por algunas agencias. Esto incluye el programa de desarrollo de materiales y estándares para los padres por el Consejo Nacional de Entrenamiento; el establecimiento de una línea telefónica de ayuda para los padres por la Fundación para los Niños de Jamaica; la Coalición Gobierno de Jamaica/UNICEF para Mejorar la Crianza, que provee asistencia técnica para desarrollar Estándares para el Consejo Nacional de Educación y Entrenamiento Técnico y Vocacional (NCTVET). Y la Conferencia de Educación a los Padres del Consejo Nacional sobre Educación. Este último apoyado por el Proyecto Nuevos Horizontes del Gobierno de Jamaica/USAID –entrenó 343 padres como coordinadores de entrenamiento en el 2001. Tanto los padres como las madres necesitan beneficiarse de estas instalaciones y los padres deben ser tomados como objetivos en estos temas.

Atacar la Socialización de Género a Través del Sistema Educativo

228. Las escuelas son un importante medio para reforzar o contradecir los estereotipos de género negativos y los sesgos, los cuales, a su vez, afectan los comportamientos y las decisiones de los hombres y mujeres a lo largo de sus vidas y por último afectan su bienestar. El Secretariado de CARICOM en asociación con el Centro de Estudios de Género y Desarrollo de UWI ha producido un módulo para la educación de los maestros llamado Problemas de Género en la Educación del Caribe. El objetivo de este módulo es hacer a los maestros tomar conciencia acerca de las maneras en que los sesgos y estereotipos de género,

83 El programa incluye ejercicios aeróbicos y educación sobre las funciones del corazón y la importancia de las actividades físicas.

92

Page 107: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

y la discriminación sexual en contra tanto de la mujer como del hombre, son reproducidos a través de sus propios comportamientos y de una variedad de procesos de la escuela. El Centro también ha encabezado el desarrollo de un programa comprensivo de investigación regional dirigido a tratar problemas de disparidades de género en los sistemas educativos en el Caribe con vistas a facilitar la contribución total de hombres y mujeres al desarrollo nacional y del Caribe. Sería importante utilizar estas herramientas para cambiar las prácticas de enseñanza negativas tanto en el sistema educativo formal como en el informal.

Promover Intervenciones Comunitarias

229. Los programas a nivel local y los basados en la comunidad pueden ser un fuerte medio para tratar un sinnúmero de problemas sociales relacionados con género. El trabajar a través de organizaciones de la sociedad civil y a un nivel local ofrece diversas ventajas: ellas ejercen una fuerte presión de grupo e influencian al operar cerca o interactuar con los grupos objetivo, conocen mejor el contexto local y pueden adaptar programas de acuerdo a las condiciones y prácticas locales, pueden también ser costo-efectivas. Un buen ejemplo sobre como las acciones comunitarias lidian con los problemas sociales de género es el de Craigtown, uno de los distritos más empobrecidos de Kingston Occidental. Aquí los residentes locales lidian con la violencia mediante negociaciones de paz directas con las pandillas locales. Como resultado, los homicidios en Kingston Occidental vieron un declive de 200 en 1997 a 69 en 2000.84 El gobierno podría jugar un papel importante en apoyar las iniciativas con base en la comunidad tales como la de Craigtown al popularizar los procesos de paz y extendiéndolos a otras partes violentas de Jamaica.

Recolección y Análisis de Datos de Hogar

230. Una última política de consideración sería establecer mejores datos sobre las características, dinámicas y estructura de la familia con el objetivo de mejorar el alcance de los programas de asistencia social y productiva. El atributo de jefe de familia no es el adecuado para entender las complejidades de género y de los hogares, particularmente cuando se auto-reporta y en el contexto de diversos arreglos de hogar complejos, ambos se dan en Jamaica.

84 Radio Pública Nacional EE.UU. (2001).

93

Page 108: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

94

Page 109: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

5. CONCLUSIONES

231. Los problemas relacionados con género son prominentes en los tres países del Caribe examinados en este informe, siendo los más sobresalientes: (a) problemas en la provisión de atenciones de salud sexuales e integradas, que han ocasionado elevados niveles de mortalidad materna, embarazos no planificados (particularmente entre adolescentes) y la mayor incidencia de infección de VIH en ALC; (b) el predominio de violencia masculina, incluyendo violencia doméstica, social y económica, así como violencia intergeneracional; (c) bajo nivel de escolaridad, con tasas de repetición particularmente altas entre los niños en la República Dominicana y Jamaica; (d) grandes brechas de género en desempleo con desventaja para las mujeres, encontrándose la mayor brecha en la República Dominicana; (e) la presencia de discriminación en las leyes, debido a su obsolescencia (Haití) o porque implícitamente discriminan contra las mujeres (República Dominicana); y (f) la pobreza, la cual está relacionada con la estructura del hogar y con las familias encabezadas por personas solteras, hogares inestables, ausencia de los padres y falta de habilidades fraternales. A continuación se presentan ejemplos para cada país.

232. En la República Dominicana los niveles de mortalidad materna son altos pese a la amplia cobertura de los servicios de atenciones de salud. Mientras la fecundidad total ha disminuido en términos generales, los nacimientos entre adolescentes han aumentado. La alta fecundidad en la República Dominicana es generalmente asociada con bajos niveles de educación y con la residencia en áreas rurales. Más importante es que la tasa de infección de VIH está creciendo a una tasa más rápida entre las mujeres que entre los hombres. La violencia doméstica sigue estando ampliamente extendida y aceptada en la sociedad, estando las mujeres inmigrantes ilegales de Haití en una situación particularmente vulnerable. Los problemas de género en la educación están relacionados con el bajo desempeño de los niños (varones): la República Dominicana tiene la mayor brecha de género en las tasas de repetición escolar de la región. Pero mientras actualmente las niñas superan el desempeño de los niños en la escuela, la participación de la mujer en la fuerza laboral continúa siendo menor que la de los hombres. Dentro de ALC, la República Dominicana tiene una de las mayores brechas de género en desempleo, con desventaja para las mujeres; el desempleo entre las mujeres jóvenes es casi el doble de la tasa de los hombres jóvenes. Finalmente, mientras la República Dominicana ha realizado importantes cambios a sus leyes, reconociendo los problemas de violencia doméstica, aún persisten problemas con el código civil y otras preocupaciones legales; la participación política de las mujeres también parece ser baja comparada con otros países de la Región.

233. Las condiciones de extrema pobreza de Haití se traducen en algunos de los peores indicadores de género del Hemisferio Occidental. Dentro de la Región ALC, Haití exhibe las mayores tasas de mortalidad materna, la menor esperanza de vida para mujeres y hombres, la mayor tasa de fecundidad en general, los menores niveles de uso de métodos anticonceptivos, y las mayores tasas de infección por VIH. La situación en las áreas rurales es particularmente severa, dada la falta de oportunidades económicas y de infraestructura

95

Page 110: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

básica y de servicios. La violencia doméstica y sexual también parece estar extendida en la sociedad haitiana. Y a pesar de tener uno de los mayores niveles de participación femenina en la fuerza laboral, los niveles de desempleo para las mujeres son significativamente mayores que para los hombres. Además, el alto nivel de empleo femenino está probablemente menos relacionado con la emancipación de la mujer que con las necesidades de subsistencia y supervivencia básicas. Finalmente, los avances legales y constitucionales relacionados con las mujeres han sido mínimos. Las anticuadas leyes haitianas tratan al hombre y a la mujer en formas distintas.

234. En el caso de Jamaica, el abrumador número de embarazos no planeados y la incidencia del VIH apuntan a los problemas que tienen los servicios de salud reproductiva para llegar hasta hombres y mujeres. En cuanto a la violencia, Jamaica es una de las sociedades más violentas en ALC, con el crimen concentrado entre los hombres jóvenes, los cuales son las principales víctimas y ofensores de todos los crímenes serios. La violencia sexual y doméstica, que es menos reportada, también está extendida en Jamaica. En términos relativos, la educación es un problema para los hombres en Jamaica: el analfabetismo es 50 por ciento mayor para los hombres que para las mujeres. Y mientras las mujeres tienen una de las mayores tasas de participación en la fuerza laboral de ALC, de manera consistente con otros países, las mujeres jamaiquinas tienen mayores niveles de desempleo, siendo éstos el doble de los niveles de los hombres.

INSTITUCIONES Y BIENESTAR DEL HOMBRE Y LA MUJER

235. Mientras los antecedentes culturales e históricos de la República Dominicana, Haití y Jamaica difieren, surge un tema en común del análisis de los problemas de género desarrollados aquí: la importancia de las instituciones. En todos los países analizados las “normas de género” de la sociedad, el Estado y los hogares son instituciones críticas en términos de su influencia sobre los resultados de hombres y mujeres. También son centrales en la comprensión de cómo mejorar el bienestar de hombres y mujeres y el de sus familias.

Normas de Género

236. Al igual que en otras partes del mundo, las normas sociales prescriben los roles que toman los hombres y mujeres y los comportamientos apropiados para cada uno de ellos durante sus vidas. Comenzando con los niños en edad escolar, los varones presentan mayores tasas de repetición debido a su participación en la fuerza laboral y a las expectativas de que jueguen el rol de sostén económico de la familia. En Jamaica, en la escala de prioridades masculinas, la educación recibe un rango menor que la generación de dinero, lo que tiene implicaciones claras en los resultados de los hombres en la acumulación de capital humano y en el mercado laboral. Las niñas, en contraste, tienen una probabilidad mayor de abandonar la escuela debido a un embarazo prematuro o a responsabilidades domésticas y de cuidado de los niños en el hogar, lo que es consistente con el rol tradicional femenino. En Haití, las mujeres enfrentan presiones sociales para tener hijos, siguiendo sus roles tradicionales reproductivos y maternales.

237. En cuanto a los adultos, a pesar de los altos niveles de educación entre las mujeres dominicanas y jamaiquinas, la participación de la mujer en la fuerza laboral es menor que la de los hombres y sus tasas de desempleo son sustancialmente mayores. La evidencia de

96

Page 111: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

otros países sugiere que las responsabilidades específicas al género de realizar las labores del hogar y de cuidado de los niños restringen la actividad económica y los ingresos de la mujer (Katz y Correia, 2001), con implicaciones obvias sobre ellas y sobre el bienestar de sus familias. Otro ejemplo de la importancia de los roles de género en determinar los resultados está relacionado con la violencia, la cual está altamente extendida en la sociedad jamaiquina. Los altos niveles de desempleo masculino – que son típicos de los estados en islas pequeñas – y la incapacidad de los hombres de cumplir con las expectativas en su papel de sostén económico de la familia ha sido citado como una de las principales causas del incremento en la violencia en la sub-región (Ayres, 1998; Barker, 1998).

238. Los roles de género y los comportamientos esperados también están relacionados con la formación del hogar y su estabilidad. Por ejemplo, tener múltiples parejas sexuales es un comportamiento bien aceptado entre los hombres en la sociedad haitiana, lo que compromete la capacidad de los hombres de formar una unión y un hogar estable. Esto también reduce la capacidad de los hombres de proveer apoyo económico a sus hijos. La presencia de los hombres (y padres) en el hogar, o la falta de ello, en cambio, influye en las decisiones sobre fecundidad, precauciones relacionadas con el comportamiento sexual, participación en la fuerza laboral, bienestar psicológico de los niños y estabilidad de la familia.

Instituciones del Estado

239. La información presentada aquí sugiere que las instituciones del estado son importantes en cuanto a los resultados de género. En ningún país del Hemisferio Occidental la ausencia del gobierno es tan notable como en Haití, y las consecuencias de género de estas deficiencias son obvias. Esto ha conducido a las tasas más altas de mortalidad materna y ha contribuido a que existan altas tasas de fecundidad y de infección de VIH. Notablemente, sólo nueve por ciento de las mujeres rurales dan a luz en un hospital. Pero la importancia de las instituciones del estado es también clara en Jamaica y la República Dominicana. Casi ninguno de los embarazos de adolescentes son planificados en Jamaica, así como tampoco lo son la mayoría de los embarazos de todas las edades, señalando lo inadecuados que son los programas y políticas de salud reproductivas y de salud sexual en el país. En la República Dominicana los embarazos de adolescentes han aumentado, lo que probablemente se debe, al menos en parte, a que los programas de salud reproductiva se enfocan principalmente a las mujeres casadas, excluyendo a jóvenes y hombres. Además, en la República Dominicana, varios aspectos de la ley civil y agraria hacen difícil para las mujeres rurales en particular tengan acceso a la tierra, lo que contribuye a los bajos niveles de propiedad de la tierra de las mujeres e incrementa su probabilidad de ser pobre.

240. La importancia de las instituciones del estado en determinar los resultados a nivel de los hogares es fascinante en el caso de Haití. La figura de la unión informal place en Haití surgió originalmente porque los residentes rurales no creían ni en el sistema legal ni en los oficiales civiles y porque querían evitar bodas costosas, así como la intervención del Estado o la Iglesia en la restricción de las parejas. El acuerdo de hogar place es ahora la forma más común de unión en Haití.

97

Page 112: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

El Hogar como una Institución

241. Comparado con otros países de ALC, uno de los aspectos más prominentes de las sociedades haitiana y jamaiquina es la naturaleza única del hogar, esto es, cómo los hogares están formados, los tipos de uniones que son aceptables y las relaciones que en consecuencia se dan entre la pareja, padres e hijos. La formación del hogar, su estructura y sus relaciones tienen importantes consecuencias de género e intergeneracionales. En Jamaica, por ejemplo, el hecho de que la mayoría de los niños nazcan fuera del matrimonio y no tengan padre registrado significa que los niños son criados, en su mayoría, sin su padre. Además, un tipo común de relación en Jamaica es la “relación de visita”, un acuerdo semi-permanente en el cual el hombre no vive en la misma casa que la mujer, pero la visita de vez en cuando. La presencia de hombres en la familia, que no son los padres biológicos de los niños, ha sido relacionada con los altos niveles de violencia sexual en Jamaica. En Haití, mientras la mayor proporción de la población está en una unión estable, la situación de “unión” no es mutuamente excluyente o estática. Los hombres pueden estar involucrados en varias uniones al mismo tiempo o tener múltiples parejas. Y aún cuando es un estigma para los hombres haitianos no dar apoyo a sus hijos – independientemente de cuántos tengan y del tipo de unión de la que vengan los hijos – en realidad, muchas madres no reciben el apoyo económico del padre y deben aceptar los hijos como una responsabilidad sólo de ellas.

242. Aunque está fuera del alcance de este informe explicar la compleja naturaleza de la formación del hogar y de las relaciones en Haití y Jamaica, la literatura sobre la economía familiar provee algunas reflexiones útiles.85 Desde la perspectiva de los economistas neoclásicos, las decisiones en cuanto a la formación y desintegración de la familia, o la fecundidad se determinan en base a si los beneficios exceden los costos. El matrimonio fue visto, entonces, como ventajoso en muchas sociedades donde las mujeres se especializaban en el trabajo doméstico y los hombres en las labores del mercado de trabajo, llevando a incrementos en la productividad de la pareja y de su bienestar económico.86 Pero el incremento en la educación de la mujer, el descenso de la discriminación sexual y los incrementos consiguientes en la participación de la mujer en la fuerza de trabajo en muchos países han llevado a una mayor productividad de la mujer en el mercado y, en cambio, menores tasas de matrimonio. Y la disminución de oportunidades económicas para los hombres los ha hecho parejas menos atractivas para las mujeres, lo que también ha contribuido a reducir las tasas de matrimonio. En los Estados Unidos, por ejemplo, los matrimonios en la comunidad afro-americana han disminuido dramáticamente, reflejando el aumento en los niveles de empleo de las mujeres y las bajas perspectivas laborales de los hombres. En ciudades del interior, las altas tasas de crimen y encarcelación han reducido aún más la oferta de hombres “casaderos”. Además, menores diferenciales salariales de género entre los afro-americanos han significado menores ganancias de la especialización del trabajo que puedan ocurrir con el matrimonio. Por tanto, en el caso de Haití y Jamaica (y en menor medida República Dominicana), el incremento en la educación de las mujeres y las mayores oportunidades económicas, junto con el declive del status de los hombres en el mercado laboral, también ayudan a explicar la dinámica de los hogares.

85 Esta sección está basada principalmente en “The Economics of Women, Men and Work” por Blau et al. (1996). 86 Otros factores que contribuyen al matrimonio incluyen las economías de escala en la vivienda y mercancías y consideraciones no económicas como el amor y la compañía.

98

Page 113: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

243. En muchos países del mundo, las actitudes hacia el matrimonio, la separación y el divorcio, la cohabitación, las relaciones sexuales fuera del matrimonio y las parejas múltiples también han jugado un papel importante en la formación de los hogares y en las relaciones. En el caso del Caribe, los acontecimientos históricos -en especial la esclavitud- tuvieron un rol fundamental en la formación de los hogares (Patterson 1975, citado en Williams 2002). Los terratenientes, propietarios de las plantaciones, desalentaron activamente a sus esclavos en la afirmación de los roles de padres y concubinos (idem). Para ampliar el tema y comprender el contexto histórico de la formación y estructura de los hogares en el Caribe ver Clarke (1957) y Barrow (1999). En cuanto a la República Dominicana, es probable que la Iglesia Católica haya jugado un importante papel en dictar los patrones de formación de los hogares pero, al igual que en otros países de ALC, estas normas han comenzado a quebrarse, en cierta forma como resultado del aumento de la educación de las mujeres y de su inserción en la fuerza de trabajo.

99

Page 114: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

100

Page 115: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

6. LINEAMIENTOS DE POLÍTICA

244. Al largo plazo, el trabajo sobre género en los tres países estudiados debería continuar tratando los procesos de socialización y las normas que hacen que los hombres y mujeres asuman roles negativos y establezcan relaciones asimétricas. Estos procesos de socialización están relacionados con el comportamiento violento entre los hombres, períodos de vida reducidos para los hombres, la expansión del VIH/SIDA, el embarazo de adolescentes, múltiples parejas sexuales y padres ausentes, ambiente familiar inestable, deserción escolar y repetición (particularmente entre los varones), la carga desigual de crianza de los hijos que recae en la mujer (lo que tiene implicaciones en su participación en la fuerza laboral y en los ingresos), y la transferencia intergeneracional de pobreza y violencia. Los procesos de socialización tienen lugar en la esfera pública y privada y son influenciados por, entre otros factores, el sistema educativo, los medios de comunicación, las estructuras familiares y los grupos modelos/grupos de referencia. Las intervenciones de política y de los programas deberían, por tanto, centrarse en estos temas.

245. Como muchos grupos y agentes de desarrollo del Caribe han detectado por la experiencia, los temas de género no pueden continuar enfocándose sólo en las mujeres si las barreras de género se han de romper. Tanto los hombres como las mujeres están socializados y se comportan de acuerdo a las normas y las expectativas de género, lo que conduce a problemas para ambos grupos. Mientras los problemas de las mujeres son bien conocidos y están bien documentados, los problemas de los hombres relacionados con la masculinidad – incluyendo violencia, alcoholismo y abuso de sustancias, comportamiento riesgoso, el efecto del desempleo y la paternidad activa – están relativamente poco investigados y extremadamente importantes en la sub-región del Caribe. Las experiencias en ALC, así como en la mayoría de los países industrializados como el Reino Unido y los Estados Unidos, sugieren que se necesitan esfuerzos paralelos hacia los hombres, si se quiere lograr cambios reales.

246. En cuanto a las áreas de política específicas, el informe recomienda enfocarse en los siguientes temas:

• Salud sexual y reproductiva, que incluiría: (a) ampliar la cobertura de los servicios más allá de las mujeres en unión para incluir a los jóvenes (masculinos y femeninos) y a los hombres en los tres países; (b) incrementar la cobertura de los servicios en Haití – y en las áreas rurales en particular – con medios creativos como el uso de remedios tradicionales para satisfacer las necesidades de anticonceptivos y reducir la mortalidad materna; y (c) ampliar el alcance de los servicios para abarcar la salud sexual así como la reproductiva en los tres países.

• Reducción de la violencia – tanto la violencia masculina como la violencia

doméstica – con énfasis en la prevención, lo que incluiría el uso del sistema

101

Page 116: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

educativo, intervenciones basadas en la comunidad, y medios de difusión/herramientas de comunicación. Para mejorar la aplicación de las leyes relacionadas con la violencia doméstica, se ha introducido programas exitosos para integrar, informar y educar a la policía, jueces, víctimas potenciales y ofensores sobre la ley, los cuales podrían ser ampliados en Jamaica y la República Dominicana y duplicados en el caso de Haití.

• Reformas legales, en Haití, en particular, están justificadas dada las leyes anticuadas,

que evidentemente discriminan contra la mujer. En la República Dominicana, examinar los códigos laborales y familiares para ver cómo éstos discriminan implícitamente contra las mujeres y los hombres es una prioridad, así como examinar si las enmiendas al decreto de la reforma agraria han tenido los efectos deseados. Otra prioridad sería analizar el problema de cuidado de los niños y las políticas de trabajo flexible en el contexto de las leyes laborales.

• Educación inicial y jóvenes en riesgo, en todos los países pero principalmente en

Jamaica y la República Dominicana: los programas de jóvenes en riesgo deberían ayudar a reducir la deserción escolar (particularmente entre los varones), enfrentar el desempleo juvenil, reducir el embarazo en adolescentes y los efectos intergeneracionales de la pobreza y jóvenes en riesgo, reducir las actividades relacionadas con pandillas y abuso de sustancias, promover la paternidad responsable (en particular el papel del padre en la crianza y el cuidado de los niños), y enfrentar las desigualdades en los roles y relaciones de género. El sistema escolar, los medios de comunicación, los grupos comunitarios y los gobiernos locales podrían utilizarse para implementar estos programas. Además, el sector privado podría ser utilizado de forma creativa para financiar dichas intervenciones. Finalmente, las inversiones en la educación inicial incrementarían las capacidades cognoscitivas y académicas de los niños (reduciendo así sus posibilidades de estar en una situación de riesgo en el futuro) y liberarían tiempo de los padres (las madres) para que puedan involucrarse en actividades económicas.

247. Las espantosas condiciones sociales y de pobreza de Haití, la inestabilidad política y las débiles instituciones del gobierno ponen al país en una categoría única dentro de la región. Aquí las políticas necesitan ser parte de un esfuerzo mayor encaminado a aliviar la pobreza, mejorar la gobernabilidad, incrementar la efectividad de las instituciones del sector público y del gasto del gobierno, consolidar la estabilidad política y fortalecer la estabilidad macroeconómica. En términos de género, sin embargo, el informe hace dos recomendaciones adicionales: (a) asegurar que las oportunidades económicas alcancen tanto a hombres como a mujeres (incluyendo programas para generar ingresos, empleos y pequeñas empresas); e (b) invertir en actividades agrícolas y no agrícolas en las áreas rurales, así como incrementar el acceso a la energía doméstica, dadas las importantes implicaciones de esta última en el tiempo y la productividad de las mujeres rurales. La capacidad extremadamente limitada del Estado sugiere que las inversiones sean dirigidas a través de las organizaciones de la sociedad civil, al menos en el corto plazo.

102

Page 117: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

BIBLIOGRAFÍA

Adams, R, Morris, G., Martin P., y H. Baldwin (1998). Gender Analysis of USAID/Haiti's Strategic Objectives. Washington, D.C.: WIDTECH/USAID.

ADRA (Datos de Encuesta) (1996). A Baseline Survey of Livelihood Security in the Departments of

the Artibonite, Center, North, Northeast and West, Republic of Haiti. Tucson Arizona: Departamento de Investigación Aplicada en Antropología, Universidad de Arizona.

Adrien, D. A. (1998). "Sécurité Alimentaire: Stratégie Méthodologique, Proposition de Lignes

Stratégiques". Justice Economique, Octubre 1997-Enero 1998. Port-au-Prince: PAPDA. Ahmed, I. (1985). Technology and Rural Women: Conceptual and Empirical Issues. Londres: Allen y

Unwin. Akman, G. (1992). Both Sides Now: Gender Relations in Credit and Agriculture Cooperatives in Rural

Haiti. Ann Arbor, MI: Universidad de Michigan, Series de Disertaciones. Alvarez, M. (1990). Early Infant Feeding in Haiti: A Synopsis and a Proposal. Arlington, Virginia:

Proyecto de Cuidado Materno /John Snow, Inc. Alvear Valenzuela, M.S. (1992). "Situación de la Mujer Campesina Frente a la Legislación:

Estudio Comparativo de Chile, Guatemala, Perú y la República Dominicana," en Mujeres Campesinas en América Latina: Desarrollo Rural, Acceso a la Tierra, Migración y Legislación. Roma: Organización de Agricultura y Alimentos de las Naciones Unidas (FAO).

Anderson, M. B. (1991). “Technology Transfer: Implications for Women,” en Gender Roles in

Development Projects. Eds. C. Overholt, M. B. Anderson, K. Cloud and J. Austin. Kumarian Press.

Anderson, P. (1997). Youth Employment in Jamaica. Organización Internacional del Trabajo Anglade, M.A. (1986). L'Autre Moitié du Développement: A Propos du Travail des Femmes en Haïti.

Port-au-Prince: Editions des Alizés. Anglade, M. (1995). La Femme Haitienne en Chiffres. Haiti: UNICEF. Antrobus, P. (2000). The Rise and Fall of Feminist Politics in the Caribbean Women’s Movement

1975-1995. The Lucille Mathurin Mair Lecture 2000. Kingston, Jamaica: Centro de Estudios de Desarrollo y Género, UWI.

103

Page 118: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Atelier Inter-Agences de Coordination (1998). "Rapport du Groupe de Travail sur l'Emploi Productif en Haiti." Moulin sur Mer, 11-13 de Noviembre, 1998.

Ayres, R. (1998). Crime and Violence as Development Issues in Latin America and the Caribbean.

Washington, D.C.: El Banco Mundial. Banco Interamericano de Desarrollo (1999). Facing up to Inequality. Washington D.C.: Banco

Interamericano de Desarrollo. Banco Mundial (1993a): Welfare Implications of Female Headship in Jamaican Households, LSMS

Working Paper No. 96. Washington D.C.: El Banco Mundial. Banco Mundial (1993b). World Development Report: Investing in Health, World Development

Indicators. New York: Prensa de la Universidad de Oxford. Banco Mundial (1996a). Country Assistance Strategy for the Republic of Haiti. Washington, D.C.:

El Banco Mundial. Banco Mundial (1996b). World Development Report: From Plan to Market. New York: Prensa de

la Universidad de Oxford. Banco Mundial (1996c). El Salvador. Moving to a Gender Approach: Issues and Recommendations.

Report No. 14407-ES. Washington D.C.: El Banco Mundial.

Banco Mundial (1996d). Caribbean Countries Poverty Reduction and Human Resource Development. Report No. 15342-LAC. Washington D.C.: El Banco Mundial.

Banco Mundial (1997). Jamaica. Violence and Urban Poverty in Jamaica: Breaking the Cycle. Report

No. 15895-JM. Washington D.C.: El Banco Mundial. Banco Mundial (1998). Haiti: The Challenges of Poverty Reduction, Volume 1. Washington D.C..:

Banco Mundial. Banco Mundial (1999). Country Assistance Strategy for the Dominican Republic. Washington,

D.C.: El Banco Mundial. Banco Mundial (2000a). A Review of the Haitian Immigrant Population in the Dominican Republic.

Draft. Washington, D.C.: El Banco Mundial. Banco Mundial (2000b). Country Assistance Strategy for Jamaica. Washington, D.C.: El Banco

Mundial. Banco Mundial (2000c). Dominican Republic Social and Structural Policy Review. Washington,

D.C.: El Banco Mundial. Banco Mundial (2000d). Ecuador Gender Review. Washington, D.C.: El Banco Mundial.

104

Page 119: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Banco Mundial (2000e). HIV/AIDS in the Caribbean: Issues and Options. Washington, D.C.: El Banco Mundial.

Banco Mundial (2000f). World Development Indicators. Washington, D.C.: El Banco Mundial. Banco Mundial (2000g). Trinidad and Tobago. Youth and Social Development. An Integrated

Approach for Social Inclusion. Report No. 20088-TR. Washington D.C.: El Banco Mundial.

Banco Mundial (2000h). Gender and Labor Markets in Latin America. Washington D.C.: El Banco Mundial.

Banco Mundial (2001a). Dominican Republic Poverty Assessment. Draft. Washington, D.C.: El

Banco Mundial. Banco Mundial (2001b). World Development Report 2000/2001 Attacking Poverty. Washington,

D.C.: El Banco Mundial. Banco Mundial (2001c). HIV/AIDS Prevention and Control Project. Project Appraisal Document.

Draft. Washington D.C.: Banco Mundial. Bailey, B. (1997). “Not an Open Book: Gender Achievement and Education in the

Caribbean.” Working Paper Series 1 Mona. Ed. Patricia Mohammed. Kingston, Jamaica: Center for Gender and Development Studies, UWI.

______ (1997). “Introduction, Gender Perspectives in Education,” in Gender: A Caribbean

Multi-Disciplinary Perspective. Eds. Barbara Bailey, Christine Barrow and Elsa Leo-Rhynie. Kingston, Jamaica: Ian Randle Editores: 130-132.

______ (2000). Issues of Gender and Education in Jamaica: What About the Boys? EFA in the

Caribbean: Assessment 2000. Monograph Series No. 15 Kingston: UNESCO. ______ (de próxima publicación). “Globalization and Labor Market Transformation:

Implications for Women’s Human Resource Development in Jamaica,” en Human Resource Development and Workplace Governance in the Caribbean. Eds. Noel M. Cowell y Clement Branche.

Bailey, B. y M. Brown. (1999). "Gender Perspectives on the School Experiences: What are

the Issues?" Kingston, Jamaica: Canadá-Fondo de la Equidad de Género del Caribe. Barker, G. (1998). Boys in the Hood, Boys in the Barrio: Exploratory Research on Masculinity,

Fatherhood and Attitudes Toward Women Among Low Income Young Men in Chicago, USA, and Rio de Janeiro, Brazil. Presentado en el Seminario IUSSP/CENEP sobre los Hombres, Formación Familiar y Reproducción, 13-15 de Mayo 1998, Buenos Aires, Argentina.

105

Page 120: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Barker G. y M. Fontes (1996). Review and Analysis of International Experience with Programs Targeted on At-Risk Youth. LASHC Paper Series No. 5. Washington D.C.: El Banco Mundial.

Barrow, C. (1999. Families in the Caribbean: Themes and Perspectives. Princeton NJ;

Markus Wiener Publishers, Inc. Barnes-Josiah, D., C. Myntii, y A. Augustin (1998). “The Three Delays as a Framework for

Examining Maternal Mortality in Haiti.” Social Science and Medicine. 46 (8): 981-93. Barriteau, E. (1998). "Theorizing Gender Systems and the Project of Modernity in the

Twentieth Century Caribbean." En Feminist Review No. 59: 186-210 Beckles, H. (1996). “Black Masculinity in Caribbean Slavery”. Informe presentado en el

Centro para Estudios de Género y Desarrollo, UWI (St. Augustine), Conferencia sobre la Construcción de la Masculinidad del Caribe: Hacia una Agenda de Estudio, Enero 11-13, 1996.

Behets, F., Desormeaux, J., Joseph, D., Adrien, M., Coicou, G., Dallabetta, G., Hamilton, H.,

Moeng, S., Davis, H., Cohen, M., y R. Boulos (1995). “Control of Sexually Transmitted Diseases in Haiti: Results and Implications of a Baseline Study among Pregnant Women Living in Cité Soleil Shantytowns.” Journal of Infectious Diseases. 172: pp. 764-71.

Bernstein, J. y E. Houston (2000). Crime and Work: What we can Learn from the Low-Wage

Labor Market. Washington D.C.: Instituto de Políticas Económicas. Blank, L. (2000). Youth-at-Risk in Jamaica Note. Manuscrito Inédito. El Banco Mundial. Blau, F. D. (1998). “Trends in the Well-Being of American Women, 1970-1995.” Journal of

Economic Literature. Marzo 1998. Blau, F.D., Ferber, M. A. and A.E. Winkler (1998). The Economics of Women, Men and Work.

Upper Saddle River, NJ: Prentice-Hall, Inc. Boserup, E. (1970). Women’s Role in Economic Development. London: Allen & Unwin. Boulos R, Halsey N.A., Holt E., Ruff A., Brutus J.R., Quinn T.C., Adrien M., y C. Boulos

(1990). “HIV-1 in Haitian Women 1982-1988.” The Cite Soleil/JHU Equipo de Proyecto SIDA. 1990; 3 (7): 721-8.

Brock, C. y N. Cammish (1997). Factors Affecting Female Participation in Education in Seven

developing Countries. Londres: Departamento para el Desarrollo Internacional. Brodwin, P. (1996). Medicine and Morality in Haiti: The Contest for Healing Power. Cambridge,

U.K.: Prensa de la Universidad de Cambridge.

106

Page 121: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Brown, I. (1999). “Resultado de la Violencia Domestica el 45 por Ciento de Los Asesinatos Jamaiquinos.” Índice Informativo de CIMAC.

Brown, J. y B. Chevannes (1998). “Why Man Stay So: Tie the Heifer, Loose the Bull.” An

Examination of Gender Socialization in the Caribbean. Kingston, Jamaica: Universidad de West Indies, Mona.

Brown, J. and B. Chevannes (2001). “Redefining Fatherhood: A Report from the

Caribbean.” Early Childhood Matters. February 2001, No. 97: pp. 25-37. The Hague: Fundación Bernard van Leer.

Brown, K. M. (1991). Mama Lola: A Vodou Priestess in Brooklyn. Berkeley: Prensa de la

Universidad de California. Brown, M, Yusuf-Khalil, Y, y B. Bailey (2000). Gender Issues in Caribbean Education: A Module

for Teacher Education. Kingston: CARICOM Secretariado y el Centro para Estudios de Género y Desarrollo, Unidad Coordinadora Regional, UWI.

Bruch, E. (1995). Another Violence Against Women: The Lack of Accountability in Haiti.

Minneapolis, MN: Minnesota Advocates for Human Rights. Burton, B, Duvvury, N., and N. Varia (2000). Justice, Change and Human Rights: International

Research and Responses to Domestic Violence. PROWID Synthesis Paper, International Center for Research on Women, Washington, D.C.

Buvinic M., Morrison A. and M. Shifter (1999). “Violence in the Americas: A Framework

for Action,” in Too Close to Home: Domestic Violence in the Americas. Eds. Andrew R. Morrison and Maria Loteto Biehl. Washington D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo

CARE (1997a). "Women's Commercial Activities in the Northwest and Northern

Artibonite Haiti: A Baseline Survey for the Rural Recapitalization Project". CARE Haiti, Small Enterprise Activities Development (SEAD) PN-55.

CARE (1997b). An Update of Household Livelihood Security in Northwest Haiti. CARE Haiti, Monitoring & Targeting Impact Evaluation Unit. Cayemittes, M.A., et al. (1995). Enquete Mortalité, Morbidité, et Utilisation des Services (EMMUS

II/DHS). Calverton, MD: Instituto Haitiano de la Infancia y Macro Internacional Inc.

CEE (1998). L’Integration de la Dimension Genre dans la Cooperation entre l’Union Europeenne et le

Gouvernment d’Hait: Rapport de Mission en Haiti 1998. Port-au-Prince: Comunidad Económica Europea (CEE).

Centro para Estudios de Género y Desarrollo (2000). "National Report on the Situation of

Violence Against Women and Girls in Jamaica 1999." Preparado por el Programa de

107

Page 122: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Desarrollo de las Naciones Unidas. Universidad de West Indies, Unidad de Coordinación Regional, CGDS Mona Campus, Jamaica.

CEPAL (1999a). Género en el Desarrollo de la República Dominicana. Santo Domingo: CEPAL. CEPAL (1999b). Informe de la Reunión Regional de Expertos sobre el uso Productivo de las Remesas

Familiares y Comunitarias en Centroamérica. México, D.F., 5 de noviembre de 1999. Http://www.cepal.org.mx/

CEPAL (1999c). Participation and Leadership in Latin America and the Caribbean: Gender

Indicators. Santiago de Chile: CEPAL. CEPAL (2000a). Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 1999. Santiago de Chile:

CEPAL. CEPAL (2000b). Aspectos Económicos de la Equidad de Género. Documento de Referencia, Séptima

Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: CEPAL.

CEPAL (2000c). Panorama Social de América Latina 1999-2000. Santiago de Chile: CEPAL. CESDEM, PROFAMILIA, ONAPLAN, DHS (1997). Republica Dominicana: Encuesta

Demográfica y de Salud. Informe Preliminar. Santo Domingo: CESDEM, PROFAMILIA, ONAPLAN, DHS.

Charles, C. (1995). “Gender and Politics in Contemporary Haiti: The Duvalierist State,

Transnationalism, and the Emergence of a New Feminism (1980-1990).” Feminist Studies 21.1, Primavera: 135-164.

___________ (2000). Gender and Development in Haiti: A Report Prepared for the UNDP,

February 25, 2000. Port-au-Prince: UNDP. Charlier, G. (1998). “Review of the Impact and Effectiveness of Donor-Financed Poverty

Alleviation Programs” en Haiti: The Challenges of Poverty Reduction, Volume 2. Washington D.C.: El Banco Mundial.

Charmes, J. (2000). Indicateurs Sociaux et Suivi des Conditions de Vie des Ménages en Haïti: Rapport

D'Etape. Rapport de la Mission Effectuée pour le PNUD en Haïti, del 7 al 15 de Enero y del 13 al 18 de Enero 2000. Port-au-Prince: PNUD.

Chéry Frédéric, G. (1999). "Place de la Femme Haïtienne dans les Secteurs Économiques de

la Société", Institut des Femmes Entrepreneures (IFE) Colloque Femmes Haïtiennes: Produire pour le Triosième Millénaire, Intervention sur Femmes, Reforme Agraire et Production Agricole en Haiti. Port-au-Prince: IFE.

Chevannes, B. (1999). What We Sow and What We Reap: Problems in the Cultivation of Male

Identity in Jamaica. Jamaica: Fundación Grace Kennedy.

108

Page 123: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Chisholm, L y N. Malange (1999). School Girls, Rape and Sexual Harassment in South Africa. Paper Presented for African Women Educationalists, (FAWESA). Capetown, Sudáfrica: FAWESA.

Clark, E.(1999) (revised, original publication 1957). My Mother who Fathered Me. A

Study of Families in Three Selected Communities in Jamaica. Kingston: The University of the West Indies Press.

Cleeves Mosse, J. (1993). Half the World, Half a Chance: An Introduction to Gender and

Development. Oxford: OXFAM. Comisión Nacional de Prevención y Lucha Contra la Violencia Intrafamiliar,

(CONAPLUVI) (2000). Plan Estratégico Nacional para la Prevención y Atención a la Violencia Intrafamiliar. Santo Domingo: Secretaria de Estado de la Mujer.

Comité para la Eliminación de la Discriminación en Contra de la Mujer (1998). State Party

Reports: Dominican Republic. http://www.hri.ca/fortherecord1998/ documentation/tbodies/cedaw

Correia, M. (1998). “Gender and Poverty in Haiti” in Haiti: The Challenges of Poverty Reduction,

Volume 2. Washington D.C.: El Banco Mundial. Correia, M. (2000). Las Relaciones de Género en la Argentina. Un Panorama Sectorial. Buenos

Aires: El Banco Mundial. Deschamps, M., J. Pape, A. Hafner y W. Johnson. (1996). “Heterosexual Transmission of

HIV in Haiti.” Annals of Internal Medicine. 125: pp. 324-330. De Zalduondo, B. O., J. M. Bernard (1993). Sexual-Economic Exchange in Urban Haiti:

Culture, Gender and Sexual Risk Behavior. Rio de Janeiro, Brazil: Culture, Health and Sexuality Project/Johns Hopkins University School of Hygiene and Public Health.

DHS 1994/95. Encuesta Demográfica y de Salud, Macro Internacional. Http://www.measuredhs.com/.

Dieng, A. (1999). Situation of Human Rights in Haiti. New York: Naciones Unidas. Duarte, I., y R. Brea (1999). Entre la Calle y la Casa: las Mujeres Dominicanas y la Cultura Política

a Finales del Siglo XX. Santo Domingo: PROFAMILIA. Duarte, I., Brea, R., y R. Tejada Holguin (1998). Cultura Política y Democracia en la Republica

Dominicana. Santo Domingo: Instituto de Estudios de Población y Desarrollo/PROFAMILIA.

Durocher, A., B. Grimard, y M. Cato (1996). PSI Haiti Condom Social Marketing:

Professor Pante. I Abstract. Conferencia Internacional sobre SIDA.

109

Page 124: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Dutta, S. (1997). "Role of Women in Rural Energy Programmes: Issues, Problems and

Opportunities". Energia News, No. 4, 1997. Economist Intelligence Unit (1999-2000). Country Profile: Dominican Republic. Kent, UK:

Redhouse Press Ltd. Ellis, P. (1986). Women of the Caribbean, Introduction. Ed. Pat Ellis. Kingston, Jamaica:

Kingston Publishers Limited: 1-19. Ellsberg, M. (1997). Candies In Hell: Domestic Violence Against Women in Nicaragua. León

Nicaragua: Universidad Umea, Universidad Autónoma Nacional de Nicaragua. ENGIH (1999). Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares. Santo Domingo: ENGIH. Epstein, C. (1993). “Positive Effects of the Multiple Negative” in Changing Women in a

Changing Society. Ed. J. Huber. Chicago: Prensa de la Universidad de Chicago. Etienne S. P. (1997). Haiti: l'Invasion des ONG. Port-au-Prince: Centre de Recherche et de

Formation Economique et Sociale pour le Developpement (CRESFED). FAES (1997). La Methode de Distribution Budgetaire par Commune et la Methode de Priorisation des

Projets pour L'Evaluation, Fonds D'Assistance Economique et Social, janvier 1997. Port-au-Prince: FAES.

FAES (1999a). Document de Présentation, Fonds d'Assistance Economique et Social, 30 de junio 1999.

Port-au-Prince: FAES. FAES (1999b). Social Assessment of Haiti: 1998-1999. Port-au-Prince: FAES. Farmer, P. (1992). AIDS and Accusation: Haiti and the Geography of Blame. Berkeley: Prensa de

la Universidad de California. ___________ (1999). Infections and Inequalities: The Modern Plagues. Berkeley: Prensa de la

Universidad de California. Filmer, D. (1999). The Structure of Social Disparities in Education: Gender and Wealth. Draft.

Washington, D.C.: El Banco Mundial. Freeman, R. (1991). “Crime and the Employment of Disadvantaged Youths.” Working

Paper No. 3875. Cambridge, MA.: Departamento Nacional de Investigación Económica

Freeman, R. y W.M. Rodgers III (1999). “Area Economic Conditions and the Labor

Market Outcomes of Young Men in the 1990s Expansion.” Working Paper No. 7073. Cambridge, Massachusetts: Departamento Nacional de Investigación Económica.

110

Page 125: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Fuller, A. (1999). Challenging Violence: Haitian Women Unite, Women’s Rights and Human Rights. Special Bulletin on Women and War. Association of Concerned Africa Scholars.

Furchtgott-Roth, D. y C. Stolba (1999). Women's Figures, An Illustrated Guide to the Economic

Progress of Women in America. Washington D.C.: AEI Press. Gagnon, G. (1998). "Food Security Issues in Haiti" in Haiti: The Challenges of Poverty Reduction

Volume 2. Washington D.C.: El Banco Mundial. Galán, B.B. (1998). Aspectos Jurídicos en el Acceso de la Mujer Rural a la Tierra en Cuba, Honduras,

Nicaragua y República Dominicana. Roma: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).

Gammage, S. e Y. Clement Jumelle (2000). The Gender Dimensions of Poverty and Inequality in

Haiti: The Case of the Artibonite. Washington, D.C.: PNUD, CEASDES. Global Environment Facility (1995). Mali Household Energy Project. GEF. Washington, D.C.:

El Banco Mundial. Gregory, P. (1998). Employment and Unemployment in the Dominican Republic. Consulting

Assistance on Economic Reform Discussion Papers. Cambridge Massachusetts: Guest, I. (1994). “Haiti Beyond the Headlines.” Populi. 21 (10):12-13. Gunst, L, (1995). Born Fi’ Dead. Henry Holt and Company. Gupta, G. y E. Weiss (1998). Bridging the Gap: Addressing Gender and Sexuality in HIV Prevention.

Washington, D.C.: International Center for Research on Women. Gwatkin D. R, Rutstein, S., Johnson, K., Pande, R., y A. Wagstaff (2000). Socio-Economic

Differences in Health, Nutrition, and Population in Haiti. Manuscrito Inédito. El Banco Mundial.

Hamilton, M. 1999. "Women and Higher Education in the Commonwealth Caribbean:

UWI- A Progressive Institution for Women?" Working Paper #2. Cave Hill, Barbados: Working Paper Series, Center for Gender and Development Studies, UWI.

Handa, Ashu (1995). An Analysis of the 1993 Survey of Living Conditions Employment Module.

Working Paper No. 1. Kingston: Jamaica: Policy Development Unit, Instituto de Planificación de Jamaica.

Hawkins, K. y B. Meshesha. (1994). “Reaching Young People: Ingredients of Effective Programs.” in Population Policies Reconsidered: Health, Empowerment and Rights. Eds. Sen, et

al. Cambridge, Massachusetts: Prensa de la Universidad de Harvard. Heise L., Moore, K. and N. Toubia (1995). Sexual Coercion and Reproductive Health: A Focus on

Research. New York: Consejo de Población.

111

Page 126: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

_________ (1994). “Violence Against Women: The Hidden Health Burden.” World Bank

Discussion Paper 225. Washington, D.C.: El Banco Mundial. Heward, C. (1999) “The New Discourses of Gender, Education and Development,” in

Gender, Education and Development: Beyond Access to Empowerment. Eds. Christine Heward and Shiela Bunawaree. Londres: Zed Books Ltd.

Huesmann, L.R., et al. (1984). “The Stability of Aggression Over Time and Generations.”

Development Psychology 20: 1120-1134. Huesmann, L.R. (1987). “The Development of Aggressive Behavior from the Perspective of a

Developing Behaviorism.” American Psychologist 42: 435-442. Human Rights Watch Women's Rights Project (1995). “Rape in Haiti,” in The Human Rights

Watch Global Report on Women's Human Rights. Ed. Regan Ralph. New York: Human Rights Watch: 31-56.

Human Rights Watch/National Coalition for Haitian Refugees (1993). Silencing a People: The

Destruction of Civil Society in Haiti. New York: Human Rights Watch. IFFF/RHO y AVSC Internacional (1998). Memorias del Simposio Sobre Participación Masculina

en la Salud Reproductiva: Nuevos Paradigmas. New York: AVSC Internacional. IEPD (1997). Madres Adolescentes en la Republica Dominicana 1996. Santo Domingo: Instituto

de Estudios de Población y Desarrollo/PROFAMILIA. Innerarity, F. (1999). Gender Relations in Rural Jamaica: Implications for Women’s Economic and

Social Development. Background Paper for the Jamaica Human Development Report. Kingston Jamaica.

International Women’s Rights Action Watch (2000). IWRAW Country Reports: the Dominican

Republic. http://www.igc.org/iwraw/publications/countries/ Jamaica National Preparatory Commission (1994). National Report on the Status of Women in

Jamaica. Prepared for the Fourth World Conference on Women, Beijing, China: September, 1995. Kingston, Jamaica: Center for Gender and Development Studies, UWI.

Jejeebhoy, S. (1995). Women’s Education, Autonomy and Reproductive Behaviour: Experiences from

Developing Countries. Oxford: Prensa de la Universidad de Oxford. Johnson, N. (1998). “Child Labor in Jamaica.” Kingston Jamaica: Interpress Service. _________ (1998). “Women Hit Hardest in Spate of Factory Closures.” Kingston Jamaica:

Interpress Service. Johnson, U. (1996). “The Reconstruction of Masculinity: Breaking the Link between

Maleness and Violence”. Paper presented at Center for Gender and Development

112

Page 127: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Studies, UWI (St. Augustine), Conference on the Construction of Caribbean Masculinity: Towards a Research Agenda, Enero 11-13, 1996.

Justice Economique (1998a). "Porquoi Une Campagne sur la Sécurité et l'Autosuffisance

Alimentaires?" Justice Economique, Octubre 1997-Enero 1998. Port-au-Prince: PAPDA. Kabeer, N. (1997). “Editorial: Tactics and Trade-Offs, Revisiting the Links Between Gender

and Poverty.” Institute of Development Studies Bulletin, Vol. 28, No. 3. Katz, E. y M. Correia (2001). The Economics of Gender in Mexico: Work, Family, State, and

Market. Washington D.C.: El Banco Mundial. King, R. y M. Morrissey (1988). Images in Print: Bias and Prejudice in Caribbean Textbooks.

Kingston, Jamaica: Instituto de Investigación Social y Económica. Kurz, K y C. Johnson Welch (1994). The Nutrition and Lives of Adolescents in Developing

Countries. Washington, D.C.: International Center for Research on Women. Laguerre, M.S. (1998). Diasporic Citizenship, Haitian Americans in Transnational America. New

York: Prensa de St. Martin. Latortue, F. (1997). L'Economie Rurale, Et Les Problèmes de Développement en Haïti. Washington

D.C.: Comité Interamericano para el Desarrollo Agrícola Leo-Rhynie, E. (1996). “Gender Issues in Education and Implications for Labour Force

Participation,” in Women and the Sexual Division of Labour in the Caribbean. Ed. Keith Hart. Kingston Jamaica: Canoe Press, UWI.

Lewis, L.A., y W. J. Coffey (1985). "The Continuing Deforestation of Haiti." Ambio 14, No.

3: 158-60. Lindsay, K. (1997). “Caribbean Male: Endangered Species?” Center for Gender and

Development Studies: Working Paper Series 1 Mona. Ed. Patricia Mohammed. Kingston, Jamaica: Center for Gender and Development Studies.

Londoño, J.L. y M. Szekely (1997). Persistent Poverty and Excess Inequality: Latin America, 1970-

1995. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo. Lorge Rogers, B. (1995). “Alternative Definitions of Female Headship in the Dominican

Republic.” World Development, 23 (12): 2033-2039. Lowenthal, I. P. (1984). “Labor, Sexuality and the Conjugal Contract in Rural Haiti,” en

Haiti Today and Tomorrow: An Interdisciplinary Study. Eds. C. Foster and A. Valdman. Lenham: University Press of America: 15-33.

Magloire, D. M. Merlet, and I. Paulus (1998). "L'Integration de la Dimension Genre dans la

Coopération entre l'Union Européenne et le Gouvernement d'Haiti", Rapport de Mission en Haiti du 4 Novembre au 23 Decembre 1997 et 15 du Janvier au 15

113

Page 128: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Février 1998, Pour la Commission Européenne Directorat Général de Développement.

Marquez, G. y L. O'Connell (forthcoming). The Labor Market Participation Dilemma in the

Dominican Republic. Washington D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo. Marshall, R. (1999). Study on Gender Dimension of Youth Development in Trinidad and Tobago.

Manuscrito Inédito. Washington D.C.: El Banco Mundial. Maynard-Tucker, G. (1996). “Haiti: Union, Fertility, and the Quest for Survival.” Social

Science and Medicine. 43 (9): 1379-1387. Meeks-Gardener, J., Powell, C. y S. Grantham-McGregor (2001). A Case Control Study of

Family and School Determinants of Aggression in Jamaican Children. PIOJ Policy Department Unit Sixth Working Paper. Kingston: PIOJ.

Ministerio de Salud (1998). Ministry of Health Annual Report 1998. Kingston: Ministerio de

Salud Mones, B. y L. Grant (1987). "Agricultural Development, the Economic Crisis, and Rural

Women in the Dominican Republic," en Rural Women and State Policy: Feminist Perspectives on Latin American Agricultural Development. Eds. Carmen Diana Deere y Magdalena León. Boulder, Colorado: Westview Press.

Montas, R. (1998). "Emploi et Chomage en Haiti: Analyse de la Situation Actuelle et

Perspectives Pour 1998-2010," Projet d'Appui Institutionnel en Aménagement du Territoire. Port-au-Prince: PNUD/HABITAT.

Morris-Hughes, E. (1999). “Findings of Exploratory Mission to Haiti,” Nota sobre la región

de ALC. Washington, D.C.: El Banco Mundial. Morrison, A. R., y M. L. Biehl; editores, (1999). Too Close to Home: Domestic Violence in the

Americas. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo. Morrison, A.R. y M.B. Orlando (1999). "Social and Economic Costs of Domestic Violence:

Chile and Nicaragua." in Too Close to Home: Domestic Violence in the Americas. Eds. A.R. Morrison and M.L. Biehl. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo.

Morton, A. (1998). "NGO Sector Study," in Haiti: The Challenges of Poverty Reduction. Volume 2.

Washington D.C.: El Banco Mundial. MUDE (1996). Mujer Rural en República Dominicana ’96. Santa Domingo: Mujeres en

Desarrollo Dominicana, Inc./Fondo de Población de las Naciones Unidas (FUNAP/ UNFPA).

Naciones Unidas (1997). Population by Sex, Sex Ratio and Percentage of Population Under Age 15,

1997. Http://www.un.org/depts/unsd/gender/.

114

Page 129: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Naciones Unidas (1998). Committee on the Elimination of Discrimination against Women. Fourth

Periodic Report of States Parties: Dominican Republic. New York: Naciones Unidas. Naciones Unidas (2000a). Indicators on Child-bearing. División de Estadísticas de las Naciones

Unidas. Naciones Unidas (2000b). Indicators on Population. United Nations Statistics Division. Naciones Unidas (2000c). Statistics and Indicators on the World’s Women. United Nations

Statistics Division. National Family Planning Board (NFPB) (1997). Jamaica Reproductive Health Survey. Kingston:

NFPB. NCHR (1998). Can Haiti's Police Reforms Be Sustained? New York: National Coalition for

Haitian Rights. N'Zengou-Tayo, M. (1998). “Fanm Se Poto Mitan: Haitian Woman, the Pillar of Society.”

Feminist Review 59. Summer: 118-142. Olle-Goig, J, A. Rodes, y J. Casabona (1994). “The Impact of HIV Infection in a Rural

Hospital in Haiti.” Journal of Tropical Medicine and Hygiene. 97: 21-25. OXFAM (1995). Rebuilding Haiti: Views from the Grassroots on Haiti's Reconstruction Needs.

Oxfam America. Organización Internacional del Trabajo (2000). LABORSTA http://www.laborsta.ilo.org/

cgi -bin/broker.exe. Organización Mundial de la Salud (1996). The World Health Report 1996. Geneva: WHO. Organización Mundial de la Salud (1998). The World Health Report 1998. Life in the Twenty-first

Century: A Vision for All. Geneva: WHO. Organización Mundial de la Salud (2000). The World Health Report 2000 Health Systems:

Improving Performance. Geneva: WHO. Http://www.who/whr/. Organización Panamericana de la Salud (1993). Resolución XIX: Violencia y Salud.

Washington D.C.: PAHO. Organización Panamericana de la Salud (1997). Health Conditions in the Caribbean. Washington

D.C.: PAHO. Organización Panamericana de la Salud (1999a). Dominican Republic: Basic Country Health

Profiles, Summaries 1999. Http://www.paho.org/english/sha/prfldor.htm.

115

Page 130: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Organización Panamericana de la Salud (1999b). Trinidad and Tobago: Basic Country Health Profiles, Summaries 1999. Http://www.paho.org.

Paiewonsky, D., (1995). Determinantes Sociales y Consecuencias del Aborto Inducido en la Republica

Dominicana. Santo Domingo: Instituto de Estudios de Población/ PROFAMILIA. Pape, J. and D. Johnson (1993). “AIDS in Haiti: 1982-1992”. Journal of Clinical Infectious

Diseases. 17 (Suppl 2): 341-5. Patterson, O. (1975). The Sociology of Slavery: An analysis of the origins, development

and structure of Negro slave society in Jamaica. London. Farleigh Dickenson University Press.

PIOJ (1996, 1998, 1999). Economic and Social Survey. Kingston: Instituto de Planificación de

Jamaica. PIOJ (1998, 1999). Jamaica Survey of Living Conditions. Kingston: Instituto de Planificación de

Jamaica. PIOJ (2000). Jamaica Human Development Report 2000. Kingston: Instituto de Planificación de

Jamaica. PIOJ, UNDP, and CIDA (2000). The Construction of Gender Development Indicators for Jamaica:

Sector Studies. Ed. Patricia Mohammed. Kingston: Instituto de Planificación de Jamaica/ Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas/ Agencia Internacional de Desarrollo Canadiense.

Plotkin D. (1984). The Participation of Women in Development: Agriculture. Monograph. Port-au-

Prince: PNUD. PMA (2000). Brechas de Género. Santo Domingo : Programa Mundial De Alimentos. Pollack, W. (1998). Real Boys. Rescuing Our Sons from the Myths of Boyhood. New York: Henry

Holt and Company Inc. Posner, R. (1986). Economic Analysis of Law. Toronto, Canada: Little Brown and Co. PROFAMILIA/ UNFPA (1998). La Mortalidad Materna en la Republica Dominicana: El caso del

Distrito Nacional. Santo Domingo: PROFAMILIA. Racine, M.B., con K.Ogle (1999). Like the Dew that Waters the Grass: Words from Haitian

Women. Washington D.C.: EPICA Publications. Rathgeber, E. (1990). "WID, WAD, GAD: Trends in Research and Practice." Journal of

Developing Areas No. 24 July: 489-502.

116

Page 131: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Raynolds, L.T. (1998). "Harnessing Women's Work: Restructuring Agricultural and Industrial Labor Forces in the Dominican Republic." Economic Geography 74(2): 149-169.

Richardson, L. (1997). Feeding Dependency, Starving Democracy: USAID Policies in Haiti. Boston:

Grassroots International. Ricketts, H. and W. Benfield (2000). "Gender and the Jamaican Labour Market: the Decade

of the 90s," in The Construction of Gender Development Indicators for Jamaica, Ed. Mohammed, M. Kingston: PIOJ:41-57.

Rokx, C. (1997). Haiti Basic Education Project: School Nutrition and Health Sub-Component.

Technical Note for the World Bank. Washington, D.C.: El Banco Mundial. Rosario, E., (2000). Diagnóstico de Género de la Reforma y Modernización. Santo Domingo:

Secretaría de Estado de la Mujer/ FNUAP/ PNUD. Rosenhouse, S. (1989). “Identifying the Poor: Is Headship a Useful Concept?” LSMS

Working Paper No. 58. Washington, D.C.: El Banco Mundial. Salmi, J. (1998). "Equity and Quality in Private Education", in Haiti: The Challenges of Poverty

Reduction, Volume 2. Washington D.C.: El Banco Mundial. Samms-Vaughan, M. (2001). Cognition, Educational Attainment and Behaviour in a

Cohort of Jamaican Children. Planning Institute of Jamaica, Working Paper No. 5. Kingston: Planning Institute of Jamaica.

Sapelli, C. (1999). Education and the Labor Market in the Dominican Republic (1991-1997). Santo

Domingo: Pontificia Universidad Católica de Chile/Banco Mundial. Schneidman M., y R. Levine (1998). "Health and Nutrition Sectors," in Haiti: The Challenges

of Poverty Reduction, Volume 2. Washington D.C.: El Banco Mundial. Secretaría de Estado de la Mujer (SEM) (2000a). Carpeta de Perfiles de Proyectos de la Secretaría de

Estado de la Mujer. Santo Domingo: SEM. Secretaría de Estado de la Mujer (SEM) (2000b). Estadísticas para la Planificación Social con

Perspectiva de Género. Santo Domingo: SEM. Secretaría de Estado de la Mujer (SEM) (2000c). Evaluación de la Aplicación de la Plataforma de

Acción de Beijing en la República Dominicana 1995-2000. Santo Domingo: SEM. Secretaría de Estado de la Mujer (SEM) (2000d). Plan Nacional de Equidad de Género. Acciones

Coordinadas Desde el Estado para el Desarrollo de la Mujer. Santo Domingo: SEM. Secretaría de Estado de la Mujer (SEM) (2001). Parcelera Conoce tus Derechos sobre la Tierra:

Versión Popular y Explicada de la Ley 55/97 sobre Reforma Agraria. Santo Domingo: SEM.

117

Page 132: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Sen, G. (1990). Gender and Cooperative Conflicts. Persistent Inequalities: Women and World

Development. Ed. Irene Tinker. New York: Prensa de la Universidad de Oxford. Sen, P. (1998). "Development Practice and Violence Against Women." Gender and

Development, Vol. 6 (3): 7-16. de Sherbinin, A. (1996). “Human Security and Fertility: The Case of Haiti.” Journal of

Environment and Development 5.1. Shrader, E. (2000). Methodologies to Measure the Gender Dimensions of Crime and Violence.

Manuscrito Inédito. Singer, M., L. Davison, and G. Gerdes (1988). “Culture, Critical Theory and Reproductive

Illness Behavior in Haiti.” Medical Anthropology Quarterly: 370-385. STATIN (1998). Statistical Abstract 1998. Kingston: Instituto Estadístico de Jamaica. STATIN (2000). Demographics. Kingston: Instituto Estadístico de Jamaica STATIN (2000). The Labour Force 2000. Kingston: Instituto Estadístico de Jamaica Stevenson G. (1989). "The Production, Distribution, and Consumption of Fuel wood in

Haiti." Journal of Developing Areas, 24, Octubre 1989: 50-76 Tejada Holguin, R., (1995). “La Juventud Dominicana: Divino Tesoro o Infernal Problema.”

Revista Población y Desarrollo, 5, pp 9-29. UCG (1997). Programme de Création D'Emplois, Juillet 1995-Avril 1997, Rapport Final, Unité

Centrales de Gestion, 30 Juin 1997. Port-au-Prince: UCG Ulin, P., M. Cayemittes y E. Metellus (1993). Haitian Women's Role in Sexual Decision-Making:

The Gap Between AIDS Knowledge and Behavior Change. AIDSTECH, Salud Familiar Internacional. Durham, NC.

UNAIDS/PAHO/WHO (2000). Dominican Republic: Epidemiological Fact Sheet on HIV/AIDS

and Sexually Transmitted Infections. Http://www.unaids.org PNUD (1993). Haiti: Emergency Economic Recovery Program. Preliminary Report of the Joint Mission.

Port-au-Prince: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). UNDP/ PNUD (2000). Desarrollo Humano en la República Dominicana. Santa Domingo:

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. UNFPA/UNDP/SEM (2000a). Diagnóstico de Género en la Reforma y Modernización. Santo

Domingo: UNFPA/ UNDP/ SEM.

118

Page 133: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

UNFPA/UNDP/SEM (2000b). Estadísticas para la Planificación Social con Perspectiva de Género. Santo Domingo: UNFPA/ UNDP/ SEM.

UNICEF (1993). Germaine Chercher la Vie. Port-au-Prince: UNICEF. UNICEF (1994). Analyse de la Situation des Femmes et des Enfants en Haïti (Période 1980-1993).

Port-au-Prince: UNICEF. UNICEF (1999). The State of the World's Children. New York: UNICEF. UNICEF (2000). Domestic Violence Against Women and Girls. Innocenti Digest Report, No. 6,

Mayo 2000, New York. UNICEF/ ONAPLAN (1997). Análisis de situación de la niñez y la mujer en la República

Dominicana. Santo Domingo: UNICEF/ ONAPLAN. United States Census Bureau (1999). Foreign Born Population in the United States. Current

Population Survey, Current Population Reports. Http://www.census.gov. U.S. Department of State (2000). Human Rights Report for 1999: Dominican Republic.

Http://www.state.gov. USDoS (2000). 1999 Country Reports on Human Rights Practices: Dominican Republic.

Washington D.C.: Departamento de Democracia, Derechos Humanos, y Trabajo, U.S. Departamento de Estado. Http://www.state.gov/www/global/human_rights /1999 _hrp_report/.

US Radio Pública Nacional (2001). Morning Edition from NPR News. March 28, 2001.

Washington D.C.: Radio Pública Nacional. Van Bronkhorst, B. (1999). Youth Violence in Latin America and the Caribbean: Causes, Costs and

Interventions. LCSES Technical Paper. Washington D.C.: El Banco Mundial. Varela, D. y V. Mayani (2000). The Dominican Republic. A First Statistical Review of the Justice

Sector. World Bank Working Paper. Volume I of III. Manuscrito Inédito. Vassell, L. 2000. "Power, Governance and the Structure of Opportunity for Women in

Decision-Making in Jamaica." The Construction of Gender Development Indicators for Jamaica. Ed. Mohammed, P. Kingston: Instituto de Planificación de Jamaica. (83-95).

WEDO (1998). Mapping Progress. Assessing Implementation of the Beijing Platform 1998. New

York: Women’s Environment and Development Organization (WEDO). Wiens T. y C. Sobrado (1998). “Rural Poverty in Haiti” in Haiti: The Challenges of Poverty

Reduction. Volume 2. Washington D.C.: El Banco Mundial. Williams, L. (2002). A Review of the issues arising from selected quantitative and qualitative

literature on youth in the Caribbean. Unpublished manuscript.

119

Page 134: Un Análisis de los Problemas de Género de la …...2005/10/12  · 2001), Desarrollo Social y de la Juventud de Trinidad y Tobago (20088-TR, Junio 2000), VIH/ SIDA en el Caribe:

Weisbrot, M. (1997). "Structural Adjustment in Haiti," Monthly Review, Vol. 48, No. 8. Wolff, L. y C. Castro (2000). Secondary Education in Latin America and the Caribbean. The

Challenge of Growth and Reform. Washington D.C..: Banco Interamericano de Desarrollo.

Woodson, D.G., y J. Schrag-James (1997). "Livelihood Systems" in Woodson, D.G., M.A.

Barro, T. J. Finan, D.A. Giuliano, C. Bart, K. Coelho, J. Schrag-James, A. Bocar N'Diade, J. Manthei and H. Ilahiance A Baseline Study of Livelihood Security in the Departments of the Artibonite, Center, North, Northeast and West, Republic of Haiti. Tucson, Arizona: Departamento de Investigación Aplicada en Antropología, Universidad de Arizona.

120


Recommended