Planeación y Evaluación
Educativa 55
* María Guadalupe Pacheco Gutiérrez*Jorge Martínez Fraga
[email protected] [email protected]
UN RECORRIDO HISTÓRICO, EPISTEMOLÓGICO Y CURRICULAR SOBRE EL
PERIODISMO Y LA COMUNICACIÓN
El artículo expone la importancia del periodismo y la comunicación
en tres escenarios: el histórico, el epistemológico y el curricular.
El inicio corresponde a la trascendencia del periodismo como
contribuyente a la libertad de expresión en
México. Enseguida se diserta sobre la
transición del oficio periodístico
a su estudio formal, junto con la
comunicación, en la FES Aragón.
En este rubro se presentan los aportes teórico-
conceptuales básicos de la especialidad.
Finalmente se realiza una prospectiva de la carrera.
También se consideran criterios esenciales deontoló-
gicos sobre el periodismo y la comunicación.
*Profesores de Carrera, Tiempo Com-pleto Definitivos adscritos a la Licen-
ciatura en Comunicación y Periodismo, por la FES Aragón, UNAM.
RESUMEN
La conquista de América se inicia 50 años des-
pués de la invención de la imprenta, descubrimien-
to que desde un inicio fue aprovechado para el
desarrollo cultural y, por supuesto, para la consoli-
dación gradual de la comunicación escrita. Surgía
como una herramienta útil para la sociedad, aun-
que en un inicio fue un instrumento de apoyo para
la naciente burguesía del Nuevo Mundo.
La aparición del periodismo remite a un parto
difícil por condiciones de una sociedad esclavo-
feudalista regida por un absolutismo monárquico.
La primera imprenta en el continente americano
se instaló en la Nueva España mediante las gestio-
nes del impresor sevillano Juan Pablos quien insta-
ló la maquinaria en nuestro territorio en 1539. El
hecho propició que La Corona se preocupara al
identificar la imprenta como un arma peligrosa en
tanto sus publicaciones se convertirían en vehícu-
los informativos, aunque de escasa difusión.
Cabe anotar que en el siglo XVI los pregoneros
son los considerados como antecesores de los pe-
riodistas, puesto que difundían noticias. El pregón
es, de hecho, la prehistoria del oficio periodístico.
Se pregonaba en plazas, mercados, calles concu-
rridas. En forma de pregón se convocaba a cele-
brar las fiestas religiosas y asistir a actos públicos.
Como se ve, el pregonero cumplía una función
social, de la misma manera que ahora lo vemos
claramente con los periodistas.
Después de tres siglos de régimen colonial, los
criollos constituían un conglomerado importante;
del seno de ese grupo surgieron los periodistas.
Se gesta la tradición de publicar pasquines, mo-
dalidad periodística que se practicó durante siglos,
mientras se consolidaban los periódicos. En los
inicios del siglo XIX los pasquines informaban so-
bre el conflicto entre criollos y peninsulares acerca
de los propósitos independentistas de la Nueva
España.
Otro formato periodístico que creció paralela-
mente a los pasquines y hojas volantes fueron las
gacetas; esta modalidad ya se caracterizaba por
tener publicidad. Las gacetas pronto representaron
medios informativos confiables donde los criollos
informaban acerca de los conflictos de la región.
La compilación de gacetas significó una estrate-
gia adecuada para documentar el devenir históri-
co de la Nueva España. Esta práctica compilatoria
puede ser considerada como métodos educativos
Planeación y Evaluación
Educativa 17
Carlos María de Bustamante
para conocer la historia de nuestro país. En otras
palabras, el periodismo siempre representó una
vía educativa para entender la realidad.
La lucha entre el absolutismo monárquico y el
crecimiento de grupos de criollos, conscientes de
lo impostergable de la independencia, coincidió
con fuerza en el periodismo con tintes liberales,
como El Diario de México, dirigido por Carlos Ma-
ría de Bustamante. Esta publicación primero mos-
traba el desarrollo técnico para imprimir; y segun-
do insinuaba lo que ahora es denominado estilo
periodístico, con sus características básicas: clari-
dad, sencillez, concisión. En fin, aquellas cualida-
des que faciliten la comunicación con el público
cada vez más heterogéneo.
Mientras se peleaban por lograr la independen-
cia, se presentó la cuestión del cambio no sólo
político sino también cultural.
Pedro Henriquez Ureña lo expresa así: “No era
mucho, desde luego, lo que podía emprenderse
en medio de la lucha política y militar, de modo
que la principal expresión de cultura fue la que
mejor servía a la causa de la libertad: la prensa”.1
El periodismo, pues, en México creció ligado
a la lucha independentista, sirvió a ella y fue un
medio de comunicación en las circunstancias más
difíciles. En los años de lucha independentista apa-
recieron más periódicos que en los tres siglos de
régimen colonial.
Durante la Reforma y con la restauración de la
República aparecieron periódicos, tanto liberales
como conservadores. Los primeros defendían al
gobierno republicano errante y combatían la mo-
narquía. En esta época se entremezclan los temas
literarios, científicos y políticos. Prevalece, por las
condiciones políticas (guerra contra Estados Uni-
dos, intervención financiera) la prensa partidista y
doctrinaria.
La actividad periodística estuvo marcada por
persecuciones a los periodistas y clausuras de pe-
riódicos.2
1 Cfr. Pedro Henríquez Ureña, Historia de la cultura en la América Hispánica, México, FCE, 1970.2 Cfr. Ruiz Castañeda, Ma. del Carmen, El periodismo en México, 450 años de historia, México, UNAM, 1980, 396 pp.
Carlos María de Bustamante
La prensa en el porfiriato fue amordazada con el
pretexto de que no convenía alborotar la “caba-
llada”. Frase que Porfirio Díaz expresaba con frui-
ción. La oposición porfirista contra la prensa men-
guó la edición del periodismo político. Únicamen-
te el gobierno permitía el periodismo amarillista y
aquél que protegía a la élite del poder. A pesar de
esto surge “El hijo del Ahuizote”, de Ricardo Flores
Magón. Los pocos periódicos liberales, afirma Je-
sús Silva Herzog, “contribuyeron a mantener vivo
el descontento, así como a preparar los gérmenes
ideológicos del movimiento revolucionario”.3
En la revolución el periodismo fue partidista, se-
gún la facción revolucionaria y el caudillo que la
comandaba. Reina la anarquía. Pero se produce
un fenómeno vital: por las condiciones políticas y
sociales emerge una avidez por difundir informa-
ción a la sociedad. En este periodo nacen la ma-
yoría de los grandes periódicos que aún existen: El
Universal, Excélsior, La Prensa, etcétera.
En el transcurso de la “revolución institucionaliza-
da”, la prensa se convierte en una actividad em-
presarial sometida al presidente en turno. Prevale-
ce la censura oficial y también se “institucionaliza”
la persecución a periodistas críticos del sistema (no
olvidar el caso Excélsior bajo la dirección de Julio
Scherer García). El parteaguas del 68 hizo nacer,
en poco tiempo, periódicos como El Unomásuno,
La Jornada y la revista considerada como paradig-
mática de la libre expresión en México: Proceso.
El gran José Martí estaba convencido de que
3 Jesús Silva Herzog, Breve historia de la revolución mexicana, Fondo de Cultura Económica, México, 1960, p. 55.4 José Martí en Nydia Sarabia, El periodismo: una misión histórica, La Habana, Editorial Pablo de la Torriente, 1987, p. 47.
Toca a la prensa encaminar, explicar,
enseñar, guiar, dirigir. Tócale examinar
los conflictos, no irritarlos con juicios
apasionados; no encarnizarlos con alar-
des de adhesión tal vez extemporánea:
tócale proponer soluciones, madurarlas
y hacerlas fáciles, someterlas a consul-
tas y reformarlas según ellas: tócale
establecer y fundamentar enseñanzas
si pretende que el país la respete y con-
forme a sus servicios y merecimientos,
la proteja y la honre.4
Planeación y Evaluación
Educativa 19
El periodismo y la comunicación como disciplinas de estudio en la FES Aragón
Han transcurrido 35 años desde que el entonces
rector de la UNAM, doctor Guillermo Soberón
Acevedo, inaugurara, el 16 de enero de 1976, la
Escuela Nacional de Estudios Profesionales Ara-
gón, con el propósito de cumplir con el Programa
de Descentralización Universitario y de atender
al alumnado residente en la zona noroeste de la
Ciudad de México, interesado en cursar diversas
carreras, entre ellas la de Periodismo y Comunica-
ción Colectiva.
Dicha carrera tiene su precedente en la Escuela
Nacional de Ciencias Políticas y Sociales. En 1949
Lucio Mendieta y Núñez, en aquel entonces direc-
tor del Instituto de Investigaciones Sociales, viajó
a París con el propósito de fundar la Asociación
Internacional de Ciencia Política. Posteriormente,
en Oslo, Noruega, asistió a la reunión que tuvo
como fin organizar la Asociación Internacional de
Sociología. En ambos encuentros se acordó que
todos los delegados al volver a sus respectivos paí-
ses, constituyeran agrupaciones nacionales de las
mencionadas asociaciones.
Al respecto, Mendieta y Núñez, escribió:
5Lucio Mendieta y Núñez, “Origen, organización, finalidades y perspectiva de la ENCPyS”, en Revista Ciencias Políticas y Sociales, p. 35.
“Me pareció más conveniente intentar,
al propio tiempo que la fundación de las
Asociaciones Mexicanas de Ciencia Polí-
tica y Sociología, la creación de una Es-
cuela de Ciencias Políticas y Sociales den-
tro de la Universidad Nacional, en donde
se formaran sucesivas generaciones de
estudiosos de estas disciplinas que fueran
creando el medio y el clima propicio para
su comprensión y desarrollo”.5
Con este propósito elaboró un proyecto de regla-
mento orgánico en el que se contemplaba la nece-
sidad de vincular los resultados de la investigación
científica con las disciplinas sociales que serían ahí
impartidas.
Su creación fue aprobada por el Consejo Univer-
sitario el 3 de mayo de 1951 e inició actividades el
25 de julio del mismo año, cuya primera sede se
estableció en la calle de Miguel E. Schultz Nº 24
del Distrito Federal. La Escuela Nacional de Cien-
cias Políticas y Sociales se orientó en el contexto
de una tendencia académica, dominante entonces
en el mundo, que pretendía interpretar la comple-
jidad social con herramientas científicas distintas
a las de las matrices tradicionales del derecho y
la economía. Innovadora a tal punto, que la nue-
va institución educativa dio vida a las carreras de
Diplomacia, Ciencias Sociales, Periodismo y Cien-
cias Políticas. En cuanto pionera en su tipo en el
país, la escuela no contaba con profesores espe-
cializados, por lo que integró su planta docente
con abogados, economistas, antropólogos y pe-
riodistas empíricos.6
A casi dos décadas de su fundación y, ya en Ciu-
dad Universitaria, la escuela se convierte en facul-
tad el 26 de enero de 1968,7 al crearse los estu-
dios de doctorado en Ciencia Política, Sociología,
Administración Pública, Relaciones Internacionales
y Estudios Latinoamericanos. Tres años después, se
introdujo una de sus características que ha pre-
valecido hasta ahora: la imbricación de la tarea
de investigación con el quehacer docente. En el
ámbito del periodismo el fenómeno de la comu-
nicación cobró relevancia: se hicieron interesantes
análisis sobre el objeto y método para estudiarla y
se pasó de la mera formación de periodistas a la
preparación de comunicadores y comunicólogos.8
Ante el incremento de su población estudiantil,
la UNAM emprendió en 1974 –previa aprobación
del Consejo Universitario– un proyecto de descon-
centración educativa, a partir del cual se crearon
las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales.
La primera de ellas fue la de Cuautitlán, inau-
gurada ese mismo año. En 1975 se pusieron
en marcha Acatlán e Iztacala; y, finalmente,
en 1976, las de Aragón y Zaragoza. Entre las
licenciaturas con que iniciaron las escuelas
de Acatlán y Aragón se incluyó la carrera de
Periodismo y Comunicación Colectiva, mis-
ma que retomaron del plan de estudios
vigente (1971) en la FCPyS.
6 Cfr.Leeda Arguedas y Aurora Loyo, La sociología en las humanidades en México 1950-1975, p. 25.7 Sergio Colmenero, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales 1951-2001, p. 77.8 Cfr. José Alejandro Salcedo Aquino (coord.), “Comunicación” en Chehaibar Náder, Lourdes, M., et. al. (coord. gral.), La UNAM por México, tomo I, pp. 414-435.
Planeación y Evaluación
Educativa 21
Luego de casi seis lustros de intensa labor con-
junta entre profesores, alumnos, trabajadores y
autoridades, las entidades multidisciplinarias Aca-
tlán en 2004 y Aragón en 2005 se consolidaron
académica y culturalmente al recibir, por parte del
Consejo Universitario, el rango de Facultad de Es-
tudios Superiores.
De esta manera, el área de conocimiento de la
comunicación, como fenómeno social, ha sido
abordado en la UNAM en el ámbito de la docen-
cia y la investigación por las tres entidades: la Fa-
cultad de Ciencias Políticas y Sociales, la Facultad
de Estudios Superiores Acatlán y la Facultad de Es-
tudios Superiores Aragón.
La comunicación es por esencia interacción, ya
sea entre los individuos y el entorno o entre los
mismos individuos. Ramón Xirau concibe a la
comunicación de esta manera: “El mundo de los
hombres está así hecho de seres en comunicación
que se perciben unos a otros como semejantes
porque comparan al otro con ellos mismos”.9
El eje rector de las escuelas de comunicación se
ha caracterizado por tomar conciencia del papel
de los procesos de comunicación, sobre todo a
partir de la década de los 70. La incorporación
de la comunicación en el ámbito de las ciencias
sociales contribuyó a una organización curricular
a partir de tópicos eminentemente teóricos con
una manifiesta escisión con la técnica y la práctica
profesional. Lo riesgoso de esto y que específica-
mente en el plan de estudios de la carrera en la
FES Aragón se ha tratado de equilibrar es que el
egresado no se pierda en el campo laboral como
resultado de una formación académica desfasada
de la realidad comunicativa de la sociedad con-
temporánea.
En los 80 y hasta nuestros días, las escuelas de
comunicación se han consolidado y se practica
una formación especializada con la mira de que
los estudiantes no sólo manejen teorías sino desa-
rrollen habilidades propias como creativos en los
medios, productores, diseñadores de campañas
publicitarias y propagandísticas, etc. El curriculum
en la FES Aragón está diseñado para implementar
un modelo pedagógico que equilibre los saberes
del periodismo y la comunicación sin que se mar-
ginen las cuestiones instrumentales, pero tampoco
el conocimiento de las teorías clásicas de la comu-
nicación y algunos postulados (todavía incipientes)
sobre las nuevas tecnologías de información y
comunicación.
9 Ramón Xirau, Introducción a la historia de la filosofía, México, UNAM, 2002, p. 437.
En un esfuerzo por condensar los aportes teórico-
epistemológicos sobre comunicación de masas, es
posible establecer que los discursos más sólidos
han sido los referidos a los medios y la manipu-
lación, significación, refuerzo de estereotipos,
consumismo, etc. Una categoría que integre los
diferentes enfoques sería lógicas comunicativas en
uso, cuyo común denominador es desconstruir el
fenómeno comunicativo.
En 1927, Harold Lasswell publica un texto bási-
co para la comunicación funcionalista: Propaganda
Techniques in the World War. Ahí este autor enfatiza
la importancia de la propaganda en caso de con-
flictos entre naciones. De igual manera otro factor
que alertó sobre la eficacia de la propaganda fue
el crecimiento de la propaganda nazi.
Alrededor de los años 1930-35 los sociólogos
estaban impresionados en los Estados Unidos por
el crecimiento explosivo alcanzado en poco tiempo
por los grandes medios de información colectiva:
prensa, radio, cine y una incipiente televisión.
Al inicio de la década de los treinta, se refuerza
la regulación de las redes internacionales de co-
municación, al crearse la Unión Internacional de
Telecomunicaciones. De ahí aparece oficialmente
el término “telecomunicación” y se maneja el con-
cepto “información” como una especie de catego-
ría primaria para referirse a los mensajes merece-
dores de difusión masiva. Cobra importancia un
slogan que no ha perdido vigencia hasta nuestros
días: “El acceso a la información debe ser libre en
todo el mundo”.
Entre los años 1930-1950 la mayor parte de los
países de América Latina había optado por el perfil
comercial. Esa región siempre ha representado un
espacio propicio para inversiones de capital pro-
veniente de los Estados Unidos.
Por su parte, desde los años 20 la radio fue un
medio muy explotado para fortalecer las estra-
tegias de difusión propagandística de la Unión
Soviética así como de la Alemania nazi. En los 30,
el fascismo mussoliniano utilizó a ese medio con
fines de proselitismo.
Sobra decir que estas prácticas mediáticas die-
ron lugar a tensiones y desinformaciones en las
correspondientes opiniones públicas de los países
involucrados.
Planeación y Evaluación
Educativa 23
En la Segunda Guerra Mundial, los Estados Uni-
dos aprovechan la eficiencia del medio radiofó-
nico a través de Voice of América. Para el efecto,
se cooptan publicistas y especialistas en relacio-
nes públicas, además de psicólogos y sociólogos,
quienes eran los responsables de diseñar la pro-
gramación ad hoc a los propósitos hegemónicos
del gobierno de Washington.
Ante este panorama, algunos investigadores se
han “pragmatizado” y por tanto sus propuestas crí-
ticas son escasas; se presenta un evidente proceso
de despolitización de los comunicólogos que se
refleja en la elección de problemas comunicativos
para investigar y la consecuente construcción de
teorías.
Los estudios sobre comunicación fueron impor-
tantes en América Latina durante los sesenta y los
setenta, esto como consecuencia de los procesos
políticos y sociales ahí acontecidos.
En esencia las investigaciones sobre medios
masivos estuvieron enfocadas a correlacionar sus
estructuras de propiedad y control en relación di-
recta con su vinculación con gobiernos y grupos
de poder locales. Otros enfoques se relacionaban
con los contenidos ideológicos que transmitían:
investigaciones y teorías exponían que los medios
evitaban presentar contenidos que no reforzaran
a las instituciones de control político y social, ma-
quillando a la realidad de ese entonces como la
idónea.
En América Latina, la naciente disciplina fue útil
para explicar experiencias comunicativas relacio-
nadas con la hegemonía de los países desarro-
llados, principalmente Estados Unidos. Asimismo,
algunos estudios se preocupaban por la práctica
de la censura estatal y el contubernio de algunos
medios con el gobierno.
A partir de los ochenta, las investigaciones per-
dieron academicismo y compromiso social para
dirigirse hacia aspectos relacionados con la comu-
nicación organizacional. Hay un retroceso y una
pérdida de posturas críticas. Javier Esteinou lo ex-
plica de la siguiente manera:
Debido al cultivo de la tendencia mercan-
tilista y pragmática que ha caracterizado
el desarrollo de la estructura cultural del
modelo neoliberal en México y América
Latina, al final de la década de los ochenta
y principio de los noventa se ha acentua-
do la dinámica de desproteger o incluso
desaparecer la investigación de la comuni-
cación de carácter humanista y social, y se
ha impulsado desde las políticas oficiales
científicas y educativas de los Estados na-
cionales latinoamericanos hasta estudios
tecnológicos, pragmáticos y eficientistas de
la información… Se ha olvidado el análisis
de los procesos de democratización de los
medios de comunicación, el empleo de las
nuevas tecnologías para impulsar el desa-
rrollo social…10
En otras palabras, se ha caído en investigaciones
llenas de datos pero descontextualizados, donde
se margina el contexto del proceso de emisión y
recepción del mensaje. El punto clave entonces
es plantear un nuevo episteme de relación entre
la práctica comunicativa, que convierte los con-
tenidos mediáticos en productos mercantiles, y la
relación de esos contenidos con la cotidianidad de
los receptores.
La primera aproximación teórica que explicaba
la dinámica comunicativa humana fue a través del
paradigma de Lasswell, con su célebre modelo be-
havorista-funcional.
La Escuela de Frankfurt alertaba sobre los peligros
de la industria cultural generada por el boom de los
medios masivos. Las teorías sobre comunicación
iban en direcciones sociológicas y psicológicas.
10 Javier Esteinou, “Investigaciones de la comunicación, leyes de mercado y final de siglo”. Revista Comunicación y Sociedad, Universidad de Guadalajara, No. 30, pp. 246-247.
En los sesenta el énfasis fue puesto en la corriente
estructuralista, de bases antropológico-lingüísti-
cas. Las teorías e investigaciones se desarrollaban
en estructuras de significación accionadas por los
mensajes.
Establecer un diagnóstico sobre la formalidad
de la comunicación como ciencia, nos conduce
a afirmar que no hay suficientes elementos para
considerarla como ciencia única, dado su carácter
interdisciplinario y multimetodológico, a pesar de
que existen diversas teorías de la comunicación.
En todo caso al no tener una ciencia tenemos un
campo problemático.
Frente a este panorama, la intención pedagógica
de nuestra carrera en la FES Aragón es entonces
multidireccional. A saber:
1.- Evitar una visión reduccionista de la realidad.
2.- Diseccionar procesos históricos del periodismo y la
comunicación.
Planeación y Evaluación
Educativa 25
3.- Plantear una formación teórico-práctica.
4.- Relacionar la comunicación y el periodismo con la
cultura.
5.- Procurar una armonía y sistematización de conteni-
dos entre materias antecedentes y consecuentes.
6.- Ubicar las tecnologías de información como instru-
mentos de comunicación que se dan en un contexto
político y económico, no como objetos de fetiches de la
época contemporánea.
7.- Contribuir a una especialización para el desempeño
profesional, competente y crítico, de los egresados en
el campo laboral.
8.- Impulsar la investigación como columna vertebral de
la actividad del alumno.
periencia con vertientes en lo humano, lo literario,
lo filosófico y lo estético. Así se han atendido líneas
de estudio vinculadas con la inter, multi y transdis-
ciplina. En cuanto al periodismo, la carrera ha he-
cho de este oficio una profesión con un saber y un
código ético específicos. Aquí se han formado no
sólo periodistas, sino líderes de opinión capaces
de orientar la interpretación de los hechos. Aquí se
han formado profesionales capaces de contribuir
al desarrollo de una mejor sociedad.
El proceso de acreditación sobre la calidad de
un plan de estudios se ha convertido en un me-
canismo obligatorio. Este filtro conlleva a realizar
un ejercicio de reflexión sobre el estado actual,
los retos y alcances de cada institución, además
de ser un incentivo en la búsqueda de nuevos
parámetros acordes con los tiempos de globaliza-
ción. En 2005 la licenciatura en Comunicación
y Periodismo de la FES Aragón fue acreditada por
la Asociación para la Acreditación y Certificación
de Ciencias Sociales (Acceciso), organismo au-
La renovación curricular en comunicación y
periodismo debe estar enfocada pedagógica y
didácticamente hablando a entender que el plan
de estudios no es copia fiel de la realidad comu-
nicativa de las sociedades sino una representación
conceptual jerárquica y lógica que dinamice el
análisis, la crítica y la propuesta, tanto de docentes
como de estudiantes.
El trabajo de docencia e investigación en la actual
carrera de Comunicación y Periodismo de la FES
Aragón, concibe a la comunicación no sólo como
un fenómeno masivo sino también como una ex-
torizado por el Consejo para la Acreditación de
estudios Superiores. Con ello se avaló su calidad
académica.
La noción interdisciplinaria de la comunicación
permite reflexionar sobre enfoques socio-fenome-
nológicos, donde se plantea que en la dinámica
comunicacional, tanto el emisor como los recep-
tores son actores sociales ubicados en un contexto
económico, político, estético, mediático, tecnoló-
gico. En fin, el escenario es complejo y confiable
marco de referencia para la interpretación de la
realidad o segmentos de ella.
Prospectiva de la carrera de Comu-nicación y Periodismo
La globalización, las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), las desigual-
dades sociales creadas por el capitalismo salvaje
y los desafíos que presenta la acción política, to-
dos son temas que competen y comprometen los
fundamentos de la carrera de Comunicación y Pe-
riodismo. Circunstancia que plantea la necesidad
de una renovada formación de profesionales de la
comunicación que no sólo sepan operar las TIC
sino que conozcan sus alcances y riesgos: un pro-
fesional acorde con las necesidades del siglo XXI.
Ante los vertiginosos cambios experimentados
cotidianamente por la hoy llamada era de la in-
formación y la tecnología digital, los contenidos
de la carrera de Comunicación y Periodismo se
ven desfasados rápidamente. El profesionista ac-
tual debe adquirir un conocimiento general de su
carrera, además de especializarse en alguna área;
debe estar al tanto de las novedades relaciona-
das con la escritura y elaboración de los géneros
periodísticos: innovadores modos de hacer perio-
dismo y nuevos modelos de comunicación en el
ciberespacio. Es así como revisar y actualizar el
plan de estudios de manera permanente, se torna
indispensable para mantener su competitividad.
Lo antes expuesto converge con los Lineamientos
para la elaboración de una propuesta académica
para el periodo 2007-2011 del rector de la UNAM,
Planeación y Evaluación
Educativa 27
José Narro Robles,11 donde indica la necesidad de
expandir el uso y aplicación de nuevas tecnolo-
gías, sobre todo de la información y la comuni-
cación, para proporcionar a todos los alumnos
una formación integral que incluya la tecnología.
Introducir en los planes de estudio el aprendizaje
de tecnologías de la computación, es otro de sus
planteamientos para elevar el nivel de competitivi-
dad del egresado en el campo profesional.
También es importante considerar que vivimos
en una etapa de transición, de la era de la co-
municación de masas a la era de la información
multimedia y las comunidades virtuales. En este
contexto la formación académica y la investigación
deben reflexionar lo relacionado con los modelos
de comunicación emergentes, en particular el fe-
nómeno del ciberespacio, y al mismo tiempo tener
la capacidad de analizar los efectos de las trans-
formaciones tecnológicas referentes a los medios
convencionales. El análisis teórico debe orientarse
igualmente hacia la prospectiva, al interpretar los
procesos inéditos y, sobre todo, la convergencia
de factores diversos como cultura, comunicación y
desarrollo económico.12
Las tecnologías de la información se han con-
vertido en herramientas inseparables de las gene-
raciones del naciente milenio. Al mismo tiempo,
microtargeting, correo electrónico, blogs, redes
sociales, telefonía móvil y otras tecnologías emer-
gentes, han abierto un extenso campo de acción
en el entorno cambiante de los medios. La inves-
tigación en comunicación aumenta cada vez más
y busca crear herramientas teórico-metodológicas
que contribuyan al desarrollo y expansión de los
medios recién estrenados, como la relativa al ci-
berperiodismo, “…que permiten una transferencia
de conocimiento más eficaz y eficiente en el actual
esquema de la docencia basado en la enseñanza
+aprendizaje+tutoría”.13
Internet es una revolución en la forma de comu-
nicar e informar. El uso de blogs, redes sociales,
como Messenger, Twitter, Facebook, Myspace,
entre otras, y comunidades virtuales en el manejo
de la información en el que han incursionado los
11 José Narro Robles, Lineamientos para la elaboración de una propuesta académica para el periodo 2007-2011, en http://www.dgi.unam.mx/rector/html/lineamientolec.pdf.12 Cfr. Blanca Chong López y Azucena de Santiago Rodríguez, Los egresados de la carrera de comuni-cación en el campo laboral, p. 16.13 “El potencial de las redes sociales para el periodismo”, culturared, http://www.madrimasd.org/blogs/culturadered/2009/01/13/111112, 13 de enero de 2009.
medios de comunicación escritos y audiovisuales
–impactados por dicha revolución– vienen trans-
formando no sólo la actividad periodística sino
el perfil profesional. El reto de los investigadores
y emprendedores en este ecosistema de medios
consiste en reinventar las aplicaciones del ciberes-
pacio en el ámbito académico y empresarial.
De la misma forma, Narro planteó –en la Línea
rectora 6– reforzar las reformas curriculares con
programas específicos de formación y actualiza-
ción de los profesores, de manera que estén en
condiciones de añadir las nuevas tecnologías a su
trabajo docente.14
Otra iniciativa del rector para incrementar las
oportunidades de acceso a las TIC es el programa
PCpuma que, en el caso de la FES Aragón, pone
a disposición de alumnos y maestros hasta 6 mil
375 horas-PC mensuales. La UNAM está haciendo
grandes esfuerzos por incorporarnos a la sociedad
del conocimiento; sin embargo, en materia de in-
fraestructura falta mucho por hacer.
La irrupción de las nuevas tecnologías, de los
sistemas multimedia ligados al microtargeting,
la computadora personal y en particular la pro-
liferación de comunidades virtuales (creación de
entornos personales y culturales, germen del con-
cepto de ciber-cultura) en un espacio abstracto o
ciber-espacio, nos lleva a vislumbrar un caudal de
percepciones y concepciones hasta ahora descono-
cidas. Hoy nos enfrentamos a dos tipos de proceso
enseñanza-aprendizaje, el tradicional y el que utiliza
las flamantes tecnologías; este último nos obliga a
plantear estrategias de comunicación en consonan-
cia con los alumnos y a re-emprender una práctica
docente transformadora y progresista.
Constituye una tarea compleja promover el uso
de las TIC entre los profesores para que las ge-
neraciones venideras de estudiantes puedan utili-
14 José Narro Robles, art. cit.
Planeación y Evaluación
Educativa 2915 María Elsa Guerrero Salinas y Judith Kalman Landman, “Aproximación de las tecnologías de la informa-ción y comunicación para su uso en el aula”, Eutopía, pp. 63-64.16 Juan Antonio Flores Lira, “Uso de las nuevas tecnologías para la enseñanza de la física”, Eutopía, p. 19.
zarlas como mind tools (herramientas de la mente).
Implica que los docentes construyan una concep-
tualización de las tecnologías digitales que reco-
nozca que la computadora, las representaciones
dinámicas y multimodales y la conectividad, son
un medio que permite la apropiación de otras for-
mas de aproximación al conocimiento –median-
te la producción, manipulación y análisis de re-
presentaciones diversas– en las que el educando
construye, elabora o transforma significados al
hacer uso de los programas y servicios para resol-
ver problemas. Desde esta lógica, el estudiante es
activo en tanto construye su propio conocimiento y
no en tanto escucha activamente para reproducir
la versión del maestro.15
De ahí que resulta esencia impulsar la formación
tecnológica que conlleve, además, una metodolo-
gía de apoyo para que el docente pueda evolucio-
nar desde su papel de transmisor de conocimien-
tos a filtrador y guía en la interpretación de los
mismos. Es innegable que el empleo de las nuevas
tecnologías y de las TIC en el proceso de ense-
ñanza-aprendizaje hace más lúdica la actividad
docente y captura la atención de los discípulos.
Como educadores debemos brindar al es-
tudiante lo que necesitará para vivir en el
presente siglo, por lo que es necesario estar
actualizándose continuamente, tanto en la
disciplina como en el manejo de las nuevas
tecnologías y en las TIC. Si nos opusiéra-
mos a la utilización de los nuevos recursos
tecnológicos sólo lograríamos automargi-
narnos.16
El acelerado desarrollo de las TIC ha cambiado
de manera radical la forma en que vivimos, inte-
ractuamos y aprendemos, y nos ha permitido pasar
de una situación en la que la información era un
bien escaso a una sociedad donde la información
es un recurso abundante e incluso excesivo. Ante
esta otra realidad –digital y virtual– la carrera de
Comunicación y Periodismo tiene el compromiso
de preparar individuos autónomos, capaces de
adquirir información por su cuenta, de justipreciar
la validez de la misma y hacer, a partir de ella,
inferencias racionales, lógicas y coherentes para
su difusión.
Sentando las bases de una deonto-logía periodístico-comunicacional
Deontología es el tratado de los deberes, en rela-
ción directa con las conductas y actitudes empren-
didas, a partir de un
paradigma ético. Se
infiere que la deon-
tología profesional
es el deber ser ético
comprometido intrín-
secamente en el ám-
bito de la concien-
cia al ejercer una
profesión.
El cómo estaría relacionado con las fun-
ciones públicas y las potestades que pudiera
¿Quién y cómo se vigila la deontología pro-
fesional? De manera formal serían los cole-
gios profesionales los responsables de man-
tenerla, defenderla y vigilarla.
La ética, como ciencia normativa de la conducta,
el carácter, el modo de ser permite al profesional
elegir, entre distintas opciones, un proceder en el
ejercicio de su disciplina. Ética y deontología impli-
can la práctica de la libertad individual con apego a
la conciencia y a la praxis, en una relación unívoca
donde no haya discordancia sino congruencia ideo-
lógica y de obra.
Dice Emmanuel Derieux: “Gracias a la deon-
tología, la ética profesional
personal adquiere un recono-
cimiento público, y la moral in-
dividual se hace trascendente
en el campo de la profesión.
Tales efectos proporcionan a
la deontología autoridad, co-
hesión y unidad, facilitan su
otorgarles el Estado a los colegios al prever nor-
mas específicas que deberían ser acatadas por los
profesionales.
aplicación y asegu-
ran su respeto. De
Planeación y Evaluación
Educativa 31
esa forma, los profesionales pueden adquirir una
conciencia más exacta, más práctica y más justa de
sus deberes y de sus responsabilidades”17
El instrumento normativo donde se establezcan los
deberes profesionales es el código deontológico,
espacio donde se explicitan los lineamientos y crite-
rios aceptados por un gremio profesional. Se puede
afirmar entonces que el código deontológico asig-
na identidad y status a una profesión.
A partir de los supuestos an-
teriores, es pertinente argu-
mentar sobre ciertas particu-
laridades de la deontología
periodística y comunicacional.
Con estos conceptos se quiere
integrar al ejercicio
del periodismo y la
comunicación tanto
www
en medios impresos como en los audiovisuales,
puesto que –obviamente- estas actividades no son
exclusividad de periódicos y revistas; también la
radio, la televisión e internet son ámbitos de prác-
tica periodística.
Ejercer el periodismo en los medios implica apo-
yarse en la garantía constitucional referida a la li-
bertad de prensa. (Art. 7°)
En nuestros días no
es muy arriesgado
afirmar que las cien-
cias sociales cono-
cen aplicaciones
aún más importan-
tes que las de la
física nuclear. Bajo
este criterio, la so-
ciedad contempo-
ránea no puede
explicarse sin la participación de las ciencias
sociales, espacio donde la ciencia de la co-
municación es vital.
En el transcurso del siglo XX, sus postula-
dos teóricos se han ido sistematizando pau-
latinamente en un proceso incesante de rigor
científico.
Ahora en los inicios del siglo XXI la comunicación
tiene claro que su objeto de estudio: el hombre,
17 Emanuel, Derieux, “Cuestiones ético-jurídicas de la información”, EUNSA, Pamplona, 1983 pp. 39-40.
debe ser analizado bajo la perspectiva de la inter-
disciplinariedad.
De esta manera, el proceder esencial es deslin-
dar fenómenos cambiantes y dinámicos a través
de estudios e investigaciones sustentados en pro-
cedimientos formales a fin de reforzar el conoci-
miento.
En esta perspectiva, la tarea será renovar e in-
novar teorías, métodos, técnicas como cimientos
heurísticos para entender e interpretar nuestro há-
bitat comunicacional.
Los periodistas y comunicólogos creen en la tras-
cendencia de una información libre. Pero, ¿hasta
dónde se puede ir en la práctica de la libertad
de expresión frente a la lógica empresarial que
exige competencia entre medios y que modifica
la relación entre periodistas y comunicólogos? El
profesional debe saber guardar distancia entre
los códigos de ética de la profesión y los intereses
de los grupos del poder mediático, económico y
político.
En nuestro entorno, la información es un produc-
to mercantil regido por las leyes de la oferta y la
demanda. Es a los periodistas y comunicólogos,
individual y colectivamente, a quienes corresponde
romper con esta inercia y anteponer –precisamen-
te la ética y el deber ser de un profesional de la
comunicación y el periodismo.
Esta problemática conlleva a decidir entre lo
deontológicamente aceptable para esos profesio-
nales lo que beneficia a los intereses particulares
de la empresa informativa. El deber de informar es
el objetivo nato que permitirá ejercer el oficio pe-
riodístico ante sus variadas implicaciones y riesgos
éticos.
Es indispensable advertir que el profesionalismo
periodístico-comunicacional implica diversas for-
mas de proceder, tanto en el plano deontológico
como en el de la especialización; ésta implicaría
Planeación y Evaluación
Educativa 33
no sólo ser competente en cubrir alguna fuen-
te, sino especialista en redes electrónicas. Aquí
surge el problema de evaluar la credibilidad de
la información proveniente de cientos de sitios
web y del correo electrónico. Internet es, ade-
más de un medio de comunicación, una fuente
de información.
Vigilar en el periodismo cibernético el
contexto en el que se desarrolle su tra-
bajo: la política, la lógica empresarial y
la tecnología de punta. ¿Cómo decodi-
ficar la información y datos generados
por ese triple contexto? ¿Cómo distin-
guir la información confiable y real de
la propaganda? Ante la cibernética,
¿Cómo evitar caer en la tecnologización
periodística marginando el trabajo nece-
sario de investigación? Una manera de
proceder es priorizar los compromisos
éticos sobre los intereses empresariales
y también desarrollar un desiderátum
dirigido a la libertad, primero para alle-
garse información (libertad para infor-
marse) y después libertad para informar
a la opinión pública.18
Bajo estas premisas, la comunicación y el perio-
dismo deberán responder a un eje rector sustan-
cial: la responsabilidad profesional.
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