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Una necesaria revisión de las cerámicas andalusíes ... · vaciones de la alcazaba de Mértola n....

Date post: 12-Oct-2018
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* MARQ (Museo Arqueológico Provincial de Alicante). La monumental investigación llevada a cabo por Graziella Berti y Liana Tongiorgi sobre los bacini que decoraban las iglesias de Pisa (1981), permitió elaborar una primera información sobre las importaciones cerámicas andalusíes de los siglos X al XV halladas en las iglesias de Pisa, que se presentó, ese mismo año, en el II Coloquio de Cerámica Medieval del Medi- terráneo Occidental celebrado en Toledo (BERTI, TONGIORGI, 1986). Aquel encuentro sir- vió para organizar una importantísima inves- tigación en colaboración con Guillermo Ros- selló que permitió documentar en Mallorca la existencia de un taller de cerámicas decora- das en “verde y manganeso”, de fines del siglo X y principios del siglo XI (BERTI, ROSSELLÓ, TONGIORGI, 1986). Aquellas primeras investigaciones fueron ampliándose con estudios mineralógicos desa- rrollados en colaboración con el profesor Tizia- no Mannoni, lo que les permitió no sólo con- firmar la existencia del taller mallorquí, sino también identificar otros centros alfareros anda- lusíes dedicados a la producción de cerámicas en “cuerda seca total” o a la tan mencionada “loza dorada” de al-Andalus (BERTI, MANNONI, 1995). Gracias a estos estudios desarrollados por nuestros colegas investigadores italianos y cuya última síntesis fue presentada por la misma Gra- ziela Berti en el XXXI Convenio Internacional de la Cerámica de Albisola (1997-8) y en el I Congreso Nacinal de Arqueología Medieval de Una necesaria revisión de las cerámicas andalusíes halladas en Italia Rafael Azuar* RESUMEN Transcurridos más de veinte años desde la publica- ción de la monumental investigación sobre los "baci- ni" de las iglesias de Pisa y más de cinco desde que la profesora G. Berti publicara su última revisión y actua- lización sobre las importaciones andalusíes. Es nece- saria una revisión de los diversos centros de pro- ducción de las cerámicas provenientes de al-Andalus y de sus cronologías. PALABRAS CLAVE: Al-andalus, cerámicas, alfa- res, exportacion, Italia, mediterráneo. ABSTRACT More than twenty years have passed since the publi- cation of the important investigation on the "bacini" of the churches of Pisa and more than five years since Professor G. Berti published her latest review and update on Andalusi imports. Therefore a review of the different centres of production of Al-Andalus pot- tery and their chronologies is necessary. KEY WORDS: Al-Andalus, pottery, potter's works- hop, export, Italy, Mediterranean. 175 AyTM 12.1, 2005
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* MARQ (Museo Arqueológico Provincial de Alicante).

La monumental investigación llevada a cabopor Graziella Berti y Liana Tongiorgi sobre losbacini que decoraban las iglesias de Pisa (1981),permitió elaborar una primera informaciónsobre las importaciones cerámicas andalusíesde los siglos X al XV halladas en las iglesiasde Pisa, que se presentó, ese mismo año, enel II Coloquio de Cerámica Medieval del Medi-terráneo Occidental celebrado en Toledo(BERTI, TONGIORGI, 1986). Aquel encuentro sir-vió para organizar una importantísima inves-tigación en colaboración con Guillermo Ros-selló que permitió documentar en Mallorca laexistencia de un taller de cerámicas decora-das en “verde y manganeso”, de fines del sigloX y principios del siglo XI (BERTI, ROSSELLÓ,

TONGIORGI, 1986).

Aquellas primeras investigaciones fueronampliándose con estudios mineralógicos desa-rrollados en colaboración con el profesor Tizia-no Mannoni, lo que les permitió no sólo con-firmar la existencia del taller mallorquí, sinotambién identificar otros centros alfareros anda-lusíes dedicados a la producción de cerámicasen “cuerda seca total” o a la tan mencionada“loza dorada” de al-Andalus (BERTI, MANNONI,

1995).

Gracias a estos estudios desarrollados pornuestros colegas investigadores italianos y cuyaúltima síntesis fue presentada por la misma Gra-ziela Berti en el XXXI Convenio Internacionalde la Cerámica de Albisola (1997-8) y en el ICongreso Nacinal de Arqueología Medieval de

Una necesaria revisión de las cerámicasandalusíes halladas en ItaliaRafael Azuar*

RESUMEN

Transcurridos más de veinte años desde la publica-ción de la monumental investigación sobre los "baci-ni" de las iglesias de Pisa y más de cinco desde quela profesora G. Berti publicara su última revisión y actua-lización sobre las importaciones andalusíes. Es nece-saria una revisión de los diversos centros de pro-ducción de las cerámicas provenientes de al-Andalusy de sus cronologías.

PALABRAS CLAVE: Al-andalus, cerámicas, alfa-res, exportacion, Italia, mediterráneo.

ABSTRACT

More than twenty years have passed since the publi-cation of the important investigation on the "bacini"of the churches of Pisa and more than five years sinceProfessor G. Berti published her latest review andupdate on Andalusi imports. Therefore a review ofthe different centres of production of Al-Andalus pot-tery and their chronologies is necessary.

KEY WORDS: Al-Andalus, pottery, potter's works-hop, export, Italy, Mediterranean.

175AyTM 12.1, 2005

Italia, celebrado en Pisa en el año 1997 (BERTI,

2000), –un avance de estas conclusiones ya habíasido presentada por la misma G. Berti, en cola-boración con Sauro Gellici, en el congresoMedieval Europe 92 celebrado en York (Ingla-terra), cuyo texto fue publicado en nuestroBoletin de Arqueología Medieval (BERTI, GELLI-

CI, 1992)–, hoy, en el ámbito mediterráneo, sehabla de determinadas producciones cerámicasandalusíes de exportación que se han halladoen Italia y que, paradójicamente, todavía no sehan localizado sus centros de producción en lapenínsula ibérica.

Sobre esta cuestión y sobre la difícilmenteexplicable alta cronología de las cerámicas anda-lusíes halladas en Italia, de tal manera que deter-minadas producciones poseen una cronologíadeposicional un siglo anterior a la de su origenen al-Andalus, ya me pronuncié en mi estudioque realicé sobre “Al-Andalus y el comercio medi-terráneo del siglo XI, según la dispersión y distri-bución de las producciones cerámicas” (AZUAR,

1998). Recientemente, he tenido ocasión devolver sobre este tema en una investigaciónmás amplia presentada en el IV Seminario inter-nacional ANSER, sobre Rotte e porti del medi-terraneo dopo la caduta dell’Impero romano d’occi-dente, celebrado en el mes de Junio de esteaño 2004 en Génova y que trataba de las “Rutasy comercio de al-Andalus con las repúblicas ita-lianas de Génova, Pisa y Amalfi, de los siglos XIal XIII”, en la que revisé las diversas produc-ciones y los talleres identificados no sólo en losricos conjuntos de bacini que decoran las igle-sias italianas, sino también en las cerámicas halla-das en el transcurso de los últimos veinte añosde excavaciones en Italia, cuya geografía deaparición y dispersión ha sido motivo de variosestudios de Alberto Garcia Porras (1999-2000;2003) Esta investigación es la base de la infor-mación que presentamos, con el objetivo deque sirva de interés y motivo de reflexión paralos investigadores de las cerámicas y sus cen-tros de producción en al-Andalus, con el fin deaunar criterios encaminados a ratificar o refu-tar las hipótesis asumidas en la investigacióninternacional sobre las producciones cerámicasde al-Andalus, su cronología y su dinámica enel Mediterráneo.

I. LA PRODUCCIÓN CERÁMICAEN “VERDE Y MANGANESO / MORADO” DE MALLORCA

La identificación de ejemplares con deco-ración en “verde y morado” entre los ricosconjuntos de bacini ya fue dada a conocer porG. Berti y L. Tongiorgi (1981). La presentaciónde estos hallazgos en el coloquio internacionalcelebrado en Toledo (BERTI, TONGIORGI, 1986),supuso el inicio de una serie de investigacio-nes posteriores y específicas sobre esta pro-ducción, en colaboración con Guillermo Ros-selló (1986) y con el profesor Tiziano Mannoni,que realizó exhaustivos análisis metalográficosde sus pastas y vidriados (BERTI, MANNONI, 1991,

1997); de tal manera que les llevó a la claraidentificación de un grupo de cerámicas pro-cedentes de un centro productor de Mallorca,con una clara cronología del último cuarto delsiglo X y primer cuarto del siglo XI (BERTI, ROS-

SELLÓ, TONGIORGI, 1986).

Los bacini procedentes de Mallorca, segúnlos análisis de sus pastas, serían los números11 (BERTI, TONGIORGI, 1981, tv. CII, 193), 18,19, 53, 59 y 62 (BERTI, TONGIORGI, 1981, tv,CII, CI, C, IC, XCVIII, fg.86, 191-2), todos elloshallados en la iglesia de San Piero a Grado ycon el mismo y característico perfil carenadocon una pequeña moldura en el labio de suborde superior, excepto el caso del ejemplarnº 11 que es de perfil curvo, sin carena y detamaño mucho más reducido. Todos ellos fue-ron objeto de un estudio específico y com-parativo con los ataifores hallados en Mallor-ca, realizado en colaboración con G. RossellóBordoy (BERTI, ROSSELLÓ, TONGIORGI, 1986) enel que se analizaban decorativamente los n.19 y 59 (Fig.1) que portan, como algo excep-cional, la representación de unas naves, cuyosrasgos coinciden con la descripción que elpoeta dianense Ibn al-Labbâna efectuó, a prin-cipios del siglo XII, de la parada naval que sedesarrolló en la bahía de Palma, con motivode celebrar el solsticio de verano (ROSSELLÓ,

1993).

En el mismo conjunto de ataifores proce-dentes de Mallorca, se encuentra el número

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53 (BERTI, TONGIORGI, 1981, tv. XCVIII, fg. 86) conuna decoración fitomorfa formada por unaorganización geométrico-estrellada cuyos tallosterminan en ocho piñas u hojas (Fg. 2). Desimilar decoración, aunque de cuatro hojas,y forma es un ataifor aparecido en las exca-vaciones de Santa Catalina de Sena de Ma-llorca (ROSSELLÓ, 1978, 110, fg.56) que fue es-tudiado conjuntamente (BERTI, ROSSELLÓ,

TONGIORGI, 1986) y que, sin embargo, en laexposición de Marsella del año 1996, G. Ros-selló retomó su consideración primera, cata-logándolo como un ataifor de época Taifa,con una datación de los siglos XI-XII (ROS-

SELLÓ, 1996, 110, n.85).

II. LA PRODUCCIÓN EN “VERDEY MANGANESO” DE MÁLAGA?

De entre el grupo de bacini decorados en“verde y manganeso” y considerados comoandalusíes no procedentes de Mallorca (BERTI,

TONGIORGI, 1981), los análisis metalográficosefectuados recientemente por G. Berti y T.Mannoni (1997, 435) les ha permitido aislar eidentificar una reducida serie de ataifores conun posible centro de producción en el área deMálaga.

Entre ellos, el más importante sería el baci-ni n. 2, procedente de San Zeno (BERTI, TON-

GIORGI, 1981, tv. LVI, fg. 50, 167) que presenta evi-dentes diferencias formales con los hallados enla iglesia de S. Piero a Grado, procedentes deMallorca. Es decir, este ataifor es de paredesabiertas ligeramente curvas, con borde exva-sado y en su base presenta un pie anular, leve-mente marcado, distinto a los pies desarrolla-dos de los ejemplares mallorquines. Si su formaes totalmente diferente, lo es más su decora-ción y tratamiento, ya que presenta como moti-vo una escena de zoomorfos de carácter sim-bólica, inusual en los ejemplares de Mallorca,en la que aparece un pavón en posición inver-tida sobre un león andante. Las figuras pose-en un tratamiento muy estilizado, rematándo-se el conjunto con una decoración de ovas ensu borde (Fg. 9.1).

Sus rasgos tipológicos y decorativos lo sepa-ran evidentemente del conjunto mallorquí. Porcontra, posee muchas similitudes, formales ydecorativas, con el ataifor hallado en las exca-vaciones de la a lcazaba de Mér tola n.CR/VM/0001 (Fg. 9.2), que fue dado a cono-cer por Claudio Torres en la exposición deLisboa (TORRES, 1987) y estudiado poste-riormente por Susana Gómez, considerándo-lo en aquel momento como de origen Kai-rauaní (Túnez) (1994, fg. 55, 124), aunque,con motivo de la exposición “Portugal Islâmi-co” organizada en Lisboa en el año 1998, sereplanteó este origen, admitiendo la posibili-dad de que proceda de al-Andalus y con unacronología de la segunda mitad del siglo XI(1998, n.62, 100), siguiendo las conclusionesde los análisis efectuados por G. Berti y T.Mannoni (1997)

El debate sobre el origen de esta produc-ción no se ha cerrado, tras el descubrimientode los hornos califales-taifales de Dénia, su des-cubridor Josep A. Gisbert llegó a sugerir queestas cerámicas en “verde y manganeso”, juntocon los ataifores decorados con escenas debarcos, considerados como mallorquines comose ha visto, podrían proceder de los alfares cali-fales de Dénia (GISBERT, 2003, 75-6). La cuestiónentre los investigadores españoles está total-mente abierta y sin los necesarios estudios queclarifiquen si estos singulares ataifores proce-den de desconocidos alfares malagueños o dia-nenses, o por el contrario proceden de algúncentro alfarero del norte de Africa. Para losinvestigadores italianos, no ofrece lugar a dudasla producción malagueña de los mismos, conla salvedad de que G. Berti considera al ejem-plar pisano como del primer cuarto del sigloXI (BERTI, 1997-8, 243), mientras que el ejemplarde Mértola, arqueológicamente, está fechadohacia la segunda mitad del siglo.

III.DEL INCIERTO ORIGENDE LOS BACINI EN “CUERDA SECA TOTAL”

El estudio de las cerámicas que decoran lasiglesias de Pisa permitió la identificación de

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1 Es una técnica decorativa de la cerámica andalusí, de la que se efectuó un primer intento de identificación de sus orígenes a cargode M. Casamar y F. Valdés (1984) y a la que definitivamente se la considera como una producción propiamente de al-Andalus(RETUERCE, ZOZAYA, 1986). Su producción está documentada en distintos centros alfareros, como serían Toledo (AGUADO,1983, 1990) o Badajoz (VALDÉS, 1985), aunque por la distribución y concentración de su aparición en la península ibérica no seríaextraña la existencia de otros centros en el área de la desembocadura del Gudalquivir, entre Sevilla y el Algarbe (TORRES, 1987),en el área de Málaga (PUERTAS TRICAS, 1989) o en el mismo centro de la ciudad de Valencia ( SOLER FERRER, 1990), sin olvi-dar su posible procedencia de los alfares de la ciudad de Murcia, en atención a los análisis de sus pastas (BERTI, MANNONI, 1995)y al alfar de Almería, en donde se ha constatado su presencia (FLORES et alii, 1999).

varios ejemplares realizados con la técnica dela “cuerda seca total” 1 y que son los siguien-tes: dos ataifores en la fachada de las iglesiasPisanas de San Piero a Grado (nn. 31 y 63) yuno en la de San Zeno (n. 6) (BERTI, TONGIORGI,

1981, 163-5, tav. LII yLIV); otro ejemplar en la igle-sia de San Sisto de Lucca (n, 154 ) (BERTI, TON-

GIORGI, 1981, 163-5, tav. LIII). En sus investigacio-nes hacen mención de otro documentado enSan Nicolás de Chiastra (Córcega). A esta cono-cida y reducida lista de piezas hay que añadirun pequeño fragmento (PSC 3078-9) apareci-do en el transcurso de las recientes excavacionesrealizadas en la Plaza de Santa Caterina deFinalborgo (Savona) (FRONDONI, MURIALDO,

PALAZZI, PANIZZA, PARODI, 1999-2000), que fueestudiado por A. García Porras el cual nos diceque se encontró en un nivel cronológico de lasegunda mitad del siglo XIII (GARCIA, 2003, 243,

Tav. I.1) y que por su reducido tamaño apenasse puede decir algo más del mismo.

De los hallados en San Piero a Grado, elejemplar más completo es el número 63 (Fg.3.1) Es un ataifor de perfil quebrado y que pre-senta como rasgo tipológico diferenciador, indis-cutiblemente, su marcado borde en ala. En subase posee un repie anular. Se decora al inte-rior con una red de rombos realizados en colorverde, con rombos inscritos en color meladocon gotas de esmalte verde en su centro quecontrastan con el color blanco del fondo (BERTI,

TONGIORGI, 1981, fg. 48, 164). Su característicoperfil quebrado podría emparentarse, como yaavanzaran G. Berti y T. Mannoni (1995, 401),con el tipo 2 de la colección procedente de laalcazaba de Málaga y en concreto con el ejem-plar B-7 (PUERTAS, 1989, fg. 16, 12).

En esta misma colección de la alcazaba deMálaga, encontramos cuatro ataifores (PUERTAS,

1989, n B-8, 28, 41, 80, fg. 18, 20, 21,22; BERTI, MAN-

NONI, 1995, 401) de forma y decoración similaral n. 31, hallado en la misma iglesia de San Pieroa Grado (BERTI, TONGIORGI, 1981, fg. 47, 164, LIV.2),del que también se conocen ejemplares enMallorca (ROSSELLÓ, 1978, fg. 62, pp. 116) y en laalcazaba de Mértola (Portugal) (Fg. 3.2) (TORRES,

GÓMEZ, 1996, fg. 82, 102) Todos ellos con unaamplia cronología de los siglos XI y XII, que enel caso del ejemplar portugués en este momen-to se le considera como propio del siglo XII(GÓMEZ, 2002, N. 37, 129; GÓMEZ, DELERY, 2002).

De San Sisto procede el nº 154, de perfilsimilar al nº 31, pero con una decoración total-mente diferente, de motivos vegetales divi-diendo el fondo el ataifor en cuatro espaciosiguales. Esta ordenación decorativa no la hemosencontrado en las cerámicas de “cuerda seca”aunque claramente está inspirada en las deco-raciones de la cerámica “verde y manganeso”,como así se aprecia en los registros de Madi-nat al-Zahrâ (CANO, 1996), o las produccionesdel alfar de San Nicolás de Murcia (NAVARRO,

1990, fg.6-17), por citar algunos ejemplos.

El ejemplar hallado en Lucca presenta unadecoración geométrica con motivos vegetalesque, aunque no hemos hallado un ejemplarsimilar, el trazo y el diseño decorativo sugiereuna evidente afinidad con las cerámicas a “cuer-da seca” malagueñas, sobre todo en el trata-miento de las “piñas” en los ataifores del tipo3, aunque su perfil con borde moldurado noaparece en su registro formal (PUERTAS, 1989).

Los paralelos formales y decorativos deestos bacini son, hasta el momento, muy esca-sos; apenas se identifican con claridad los de laiglesia de San Piero a Grado (Pisa), excep-tuando el ejemplar número 31, con claros para-

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lelos en la península y de una amplia geografíade aparición: en Málaga, Mallorca y en Mérto-la, así como de una cronología imprecisa entrelos siglos XI y XII. Sin embargo, las datacionesque nos aportan los edificios de donde pro-ceden en Italia nos sitúan ante un horizonte cro-nológico diferente y muy anterior (BERTI, GELI-

CHI, 1992). Así, según afirma la profesora G.Berti los números 6, 31 y 63, precisamente losde esta iglesia de San Piero a Grado, fueroncolocados entre el último decenio del siglo Xy los primeros años del siglo XI (BERTI, TON-

GIORGI, 1981, 153-7; BERTI, MANNONI, 1995, 400;

BERTI, 1997-8, 244).

Cronología que, como ya expuse en otraocasión (AZUAR, 1998, 57), es imposible paraestas cerámicas con esta técnica decorativa,pues sus contextos arqueológicos de apariciónen los yacimientos de la península ibérica sonsiempre posteriores al siglo X, –en contra dela opinión de C. Delery (2003)–, y en el casodel Sharq al-Andalus o en el levante, se limitaexclusivamente a su segunda mitad (AZUAR,

1989, 324-327), al igual que sucede en la mese-ta interior de la península (RETUERCE, 1998, 415-

6). Más aún, la técnica continuará desarrollán-dose en los siglos XII y XIII, como atestiguanlas excavaciones, como son los casos de los con-juntos hallados en las alcazabas de Mértola(TORRES, GÓMEZ, 1996; GÓMEZ, DELERY, 2002) oen la alcazaba de Málaga (PUERTAS, 1989), aspec-to éste que ya demostré al estudiar los con-juntos procedentes de Denia (AZUAR, 1989, 324-

327), en donde se constata la presencia decerámicas decoradas a la “cuerda seca” entrelos materiales aparecidos en sus alfares de épocaalmohade (GISBERT, AZUAR, BURGUERA,1991; GIS-

BERT, GURGUERA, BOLUFER, 1992).

Otro dato importante que confirma la cro-nología de esta producción como del siglo XIpleno es que esta técnica, hasta el momento,no se ha documentado en ninguno de los alfa-res conocidos y estudiados de época califal enlos que se fabricaban las cerámicas en “verdey manganeso”. Así, no se ha documentado enlos niveles califal-Taifal de los alfares de Deniahallados en la calle Ramón Ortega (GISBERT,

2000); ni en los complejos alfareros murcianosde C/ Ceferino, Cortés y Pedro de la Flor

(MUÑOZ, 1996, 25-28) en cuyo estudio se hacemención específica de la ausencia de esta téc-nica decorativa (MUÑOZ, 1993, 183); ni en losalfares de Pechina (Almeria) de pleno siglo X(ACIÉN, 1990; 1996, 21-2); ni en los alfares del circode Toledo (MARTINEZ, 1990), así como tampo-co se ha documentado en los alfares califalesde Zaragoza (MOSTALAC,1990). Hasta el día dehoy, en ninguno de los centros alfareros deépoca califal de los siglos X y principios delsiglo XI, publicados, se ha podido documentarla presencia de esta producción tan específicacomo es la técnica de la “cuerda seca “. Portodo ello, resulta muy problemática la adscrip-ción cronológica defendida por la profesora G.Berti para el conjunto italiano (1997-8), a noser que los mismos no se hubieran producidoen al-Andalus; aunque, según el estudio reali-zado junto con el profesor T. Mannoni (1995),parece ser que los bacini n. 63 de San Piero aGrado y el n. 154 de de la iglesia de S. Zeno(Pisa), mineralógicamente son similares entreellos e idénticos a la composición de pasta deun ataifor de loza dorada procedente de alfa-res de Murcia (BERTI, MANNONI, 1995, 403; BERTI,

1997-8, 244). Es decir, no hay lugar a dudas sobreque los mismos procedan de al-Andalus, aun-que curiosamente la cronología del ataifor dereferencia, con la técnica de la “loza dorada”,sea del siglo XII.

IV.LOZA DORADA PROCEDENTEDE LOS ALFARES DEAL-ANDALUS

A finales de los años setenta, los análisis quí-micos realizados en Francia permitieron a G.Berti y L. Tongiorgi establecer que la mayoríade las lozas doradas halladas en Italia procedí-an o habían sido fabricadas en la península ibé-rica (1980, 84-85). Tras la publicación de los baci-ni de Pisa se identificaron casi una treintena depiezas de “loza dorada” como procedentes deal-Andalus y perfectamente enmarcables oencuadrables en el siglo XII (BERTI, TONGIORGI,

1981, 262-268). Escasos años después se produ-jo el extraordinario hallazgo en las excavacio-nes efectuadas en un solar de la calle SerranoAlcázar, junto a la muralla islámica de la ciudadde Murcia, de un ataifor en loza dorada, con

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una decoración vegetal de cuatro piñas en sucentro, muy similar en forma y decoración a algu-no de los bacini de las iglesias de Pisa. Estehallazgo fue presentado por Julio Navarro enel congreso de Siena de 1984 (NAVARRO, 1986),en donde también dio a conocer el resultadode los análisis metalográficos realizados por M.Picón, sobre 10 fragmentos de loza dorada,dos hallados en la ciudad de Murcia y el restoencontrados en el cerro del castillo de Cieza,lo que les permitió confirmar que todas laslozas doradas eran producciones locales, reali-zadas en algún alfar de Murcia (PICÓN, NAVA-

RRO, 1986), ratificando arqueológicamente lainformación documental del geógrafo musul-mán Ibn Sa’id el Magribí (1213-1286), quiénafirmaba: “se fabrica en Murcia, Málaga y Alme-ría un vidrio de calidad y una cerámica vidriadodorada” (MARTINEZ CAVIRÓ, 1995, 149).

Aquellos primeros resultados fueron con-firmados con el análisis metalográfico efectua-do años después por T. Mannoni el cual, gra-cias a la comparación de los resultados delanálisis del ejemplar de loza dorada de Murciacon el efectuado a las cerámicas decoradas a“cuerda seca” de Pisa, pudo confirmar que tení-an una procedencia también murciana (BERTI,

MANNONI, 1995, 403). De este, todavía no iden-tificado alfar murciano, podría provenir el ejem-plar de ataifor de Zavellá (Palma de Mallorca),estudiado por el propio J. Navarro y de unacronología del primer cuarto del siglo XIII, aun-que opinaba que podría datarse en la segun-da mitad del siglo XII (NAVARRO, 1987, 229).

Ciertamente, el ataifor murciano se carac-teriza por su perfil quebrado y borde en ala.Forma y tipo éste que, como afirmaron G. Bertiy L. Tongiorgi, sólo corresponden al n. 165,procedente de la iglesia de S. Sisto (1981, fg.222, 262), ya que todos los demás poseen unmismo perfil de paredes curvas, que les da laapariencia de ataifores de casquete esférico(BERTI, TONGIORGI, 1981, 262-6). De paredes cur-vas y decoración muy parecida al n. 364 (BERTI,

TONGIORGI, 1981, fg. 229, tv. CCII, 268) es el atai-for hallado en la Cova dels Amagatalls de Mallor-ca con una inscripción en cursiva nesjí y con latípica forma de cuenco abierto, característicode los ataifores hallados en esta cueva, con una

cronología del primer cuarto del siglo XIII, coin-cidiendo con la cronología de los bacini italia-nos (BERTI, TONGIORGI, 1981, 230; BERTI, 1997-8, 246)

(Fg. 4).

La definición de este grupo como proce-dente de al-Andalus (BERTI, 1987-8) abre gran-des expectativas para la investigación en lapenínsula, ya que hasta el momento no se haavanzado nada respecto a las investigaciones quedesarrollara J. Navarro en la década de losochenta y que permitieron identificar la pro-ducción murciana de “loza dorada”, caracteri-zada por ataifores de perfil quebrado, de las quese desconoce su alfar o centro de producción,con una cronología que nuevamente es mediosiglo posterior a la datación de los ejemplareshallados en Italia, quedando por aclarar, entreotras cuestiones, si los ataifores de perfil curvo,los más abundantes en Pisa, proceden de cen-tros de producción andalusíes.

V. BACINI CON DECORACIÓNESTAMPILLADA BAJO CUBIERTAVIDRIADA DE COLOR VERDE

Ampliamente tratada e identificada esta pro-ducción por G. Berti en su reciente revisión delas cerámicas andalusíes halladas en Pisa (BERTI,

1997-8, 245), gracias a la cual sabemos que con-forma uno de los lotes cuantitativamente másimportantes de piezas andalusíes halladas en Ita-lia, que asciende a la cifra de 17 bacini o atai-fores. El más antiguo, fechado en el segundocuarto del siglo XI, sería el n. 87 procedentede la iglesia de San Stefano (BERTI, TONGIORGI,

1981, tv. CXXXVIII, fg. 132, 215-9) que abre un grupode piezas con una decoración en su interior,de estampillas caracterizadas por su disposi-ción en tres o cuatro anillos concéntricos, enlos que son frecuentes las bandas de motivosde orlas o lunas punteadas. En este grupo sehallarían los n. 108, 110, 119, 123, 137, 147 y148 (BERTI, TONGIORGI, 1981, tv. CXXXVIII-IX, CXL-

I, fg. 133-6, 215-8), todos ellos decoraban la igle-sia de S. Sisto y responden tipológicamente ados grupos claramente diferenciados: el pri-mero lo formarían los n. 87, 110, 108, 123 y119, todos ellos de perfil quebrado, con care-na alta y muy abierto, con borde exvasado y

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con repie anular. El segundo grupo formal loconstituye los ataifores n. 137 y 148, de pare-des curvas y borde regruesado con ligero pieanular. Forma muy similar a la del ataifor n.2decorado en “verde y manganeso”. En su pri-mera publicación fueron considerados comode la segunda mitad del siglo XI y en su revi-sión, G. Berti concreta una cronología paratodos ellos, excepto el n. 87, como del tercercuarto del siglo XI (1997-8, 245) (Fg. 5).

La serie más moderna de ataifores con deco-ración estampillada estaría formada por los n.194, 228, 229, 233 y 235 (BERTI, TONGIORGI,

1981, fg. 138, tv.CXXXVI y CXLII, 219-220) (Fg. 6.1),encontrados todos ellos en la iglesia de SanAndrea, con una cronología del primer cuartodel siglo XII (BERTI, 1997-8, 245), y en generalpresentan evidentes diferencias formales y deco-rativas respecto a los del primer grupo. Así, susperfiles corresponden al tipo “bol” o de pare-des curvas con ligero borde exvasado y conmarcado repie anular y en su interior sólo pre-sentan en su umbo un solo anillo decoradocon estampillas vegetales de rosetas. De tipo-logía similar, sería el fondo de ataifor con estam-pillas hallado en Savona y que ha sido datadocomo de los siglos XII-XIII (GARCÍA PORRAS,

1999-2000, 190, fg. 1,2).

Este último tipo de ataifores con decoraciónestampillada en un solo anillo, ya se había docu-mentado en las excavaciones en Denia (GIS-

BERT, 1985) y posteriormente se pudo confir-mar que son cerámicas producidas en el alfarde la calle Teulada (GISBERT, BURGUERA, BOLU-

FER, 1992, 90, fg. 21), aunque los perfiles de losataifores son algo diferentes, al presentar unaligera carena en su parte alta y el típico bordeen pico de ave y no nos extraña que poseanuna cronología algo más moderna que los ita-lianos, es decir del segundo tercio del siglo XII,primer tercio del siglo XIII, como son los casosde los ataifores números 20 y 21 del catálogo(GISBERT, BURGUERA, BOLUFER, 1992, 135-136). Cro-nología que coincide con el grupo de estam-pilladas bajo cubierta del alfar (AZUAR, 1998a, 61;

AZUAR et alii, 1995, 142) (Fg. 6.2).

La cronología y el perfil de estos ataiforesgeneran severas dudas sobre el origen de Denia

del grupo de la iglesia de San Andrea, cuestiónésta necesitada de análisis metalográficos. Sinembargo, hasta el momento, en la península sólose ha podido identificar esta producción en losalfares de Denia, en claros contextos de lasegunda mitad del siglo XII y principios del sigloXIII y con una geografía claramente valenciana,como ya definimos en su día (AZUAR, 1989, 315-

6; AZUAR et alii, 1995) y en los alfares de Man-darim Chinês del arrabal occidental de Lisboa,en el que, por desgracia, sólo se han docu-mentado los fondos decorados de los ataifo-res, por lo que se desconoce su forma com-pleta, aunque la cronología de los mismos essimilar a los de Denia, es decir del siglo XII(BUGALHO, FOLGADO, 2001).

Revisando en la distancia esta producción ya la vista de las investigaciones actuales en lapenínsula, hoy podemos afirmar que, –aunquefue considerada en su día como de época emi-ral por su similitud con las estampilladas bajoim-periales procedentes del norte de Africa (ZOZA-

YA, 1980; RETUERCE, ZOZAYA, 1986)–, estaproducción, de estampillas en un solo anillo, noes anterior al siglo XII, como lo atestiguan suaparición en los yacimientos de Lorca (AMO-

RES, 1986), de Murcia (AMORES, 1987) y ya, en elinterior de la península, han aparecido en lasexcavaciones de Calatrava en su período almo-hade (1185-1212) (RETUERCE, 1998, 422). Cro-nología ésta, perfectamente constatada arque-ológicamente y que pone en duda las datacionestaifales propuestas en su día por F. Valdés paralas encontradas en los yacimientos de Mesasde Villaverde, Calatalifa, Alcalá de Henares y enlos de la provincia de Guadalajara, como Zori-ta de los Canes, Hita, Montarón, Peñafora, etc,así como en Badajoz (VALDES, 1985).

Confirman esta cronología de época almo-hade, las cerámicas estampilladas encontradasen las excavaciones urbanas de la ciudad de Sevi-lla (LAFUENTE, 1996), en las alcazabas portugue-sas del castillo de Silves (VARELA, 1988,, 228ss) ode Mértola (GÓMEZ, 1997a, 318), con una granvariedad de repertorio de estampillas en ambosyacimientos. Es decir, creo que las investiga-ciones y descubrimientos de los últimos añospermiten constatar la cronología almohade deesta técnica decorativa de estampillas bajo

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cubierta, insertas en una faja central en el umbode los ataifores. Igualmente, hasta el momen-to sólo conocemos como centros producto-res los alfares de Denia y de Lisboa. Por la geo-grafía cuantitativa de aparición de la produccióndianense, podemos definirla como una pro-ducción destinada a los mercados urbanos ycomercializada por vía marítima a través de lospuertos de Valencia, Denia, Sevilla, llegando aMértola remontando el Guadiana, y a Silves, através de su antiguo estuario.

Esto es lo que sabemos de estas cerámicascon estampillas dispuestas en un solo anillo; sinembargo, no hemos encontrado, en la penín-sula, cerámicas como las del primer grupo debacini italianos, con estampillas dispuestas envarios círculos y de una cronología de la segun-da mitad del siglo XI (BERTI, 1997-8). Ahora bien,sabemos que en la península, con posteriori-dad a la época almohade, comienzan a pro-ducirse y distribuirse una serie de ataifores deparedes carenadas con una decoración en suinterior de estampillas bajo cubierta mono-croma, distribuidas en varios círculos y hasta ensus paredes superiores, de factura muy similara las italianas, pero que en al-Andalus poseenuna cronología de la segunda mitad del sigloXIII-principios del XIV, como las halladas en laciudad meriní de Al-Binya (Algeciras),–fundadaen el año 1279 y ocupada por los cristianos en1344 (TORREMOCHA, NAVARRO, SALADO, 1999,

166-8)–, que han sido recientemente estudiadasy sistematizadas y entre ellas podemos obser-var los ejemplares n. 162 y 164 que disponenlas estampillas sobre toda la superficie del atai-for (TORREMOCHA, OLIVA, 2002, 37, 250 y 253). Lomismo sucede con el ataifor R.E. 4640 delMuseo de la Alhambra que presenta un mismotipo formal con decoración estampillada bajocubierta por todo su interior, llegando hasta elborde y que sabemos es de época nazarí conuna cronología de los siglos XIV-XV y que seexhibió en la exposición “Arte islámico de Gra-nada” (1995b, n.82, 289). Es decir, estos atai-fores con estampillas bajo cubierta dispuestasen toda su superficie interior se documentanen la península en centros musulmanes, comola ciudad meriní de Al-Binya, o en Granada,antiguo reino nazarí, con una cronología de lossiglos XIII-XIV, coincidiendo con el movimien-

to cultural conocido como “mudéjar” que sedesarrolló en la península en la baja edad Media,caracterizado por la incorporación de estam-pillas en casi todas las formas cerámicas. Portodo ello, la presencia en Pisa de bacini con estadecoración y de una cronología de la segundamitad del siglo XI, nos genera grandes dudassobre que sean de procedencia andalusí, comoafirma G. Berti (1997-8), a no ser que los dela iglesia de S. Sisto sean de cronología másreciente.

VI. LAS CERÁMICAS CONVIDRIADO MONOCROMO

El último grupo de cerámicas provenientesde al-Andalus y halladas en las iglesias de Pisaes el formado por aquellas cerámicas que pre-sentan un vidriado o esmaltado, uniforme ymonocromo por su superficie. Este grupo, segúnla última revisión de G. Berti constituye un con-junto que supera con mucho el centenar debacini y con un ámbito cronológico enmarca-ble en el siglo XII, con contados ejemplaresque podrían fecharse ya en la primera mitaddel siglo XIII (BERTI, 1987-8, 245-6). De entre todosellos, creemos poder identificar el subgrupoformado por los vidriados en verde con la pre-sencia, en la mayoría de los casos, en el umbode una espiral en relive, a modo de marca dealfarero. Este subgrupo fue descrito por G.Berti y L. Tongiorgi, como del primer cuartodel siglo XII (1981, fg. 142-3, 221) y está for-mado por los n. 177, 178, 181, 186, 187, 191y 193 de la iglesia de San Silvestro y de la igle-sia de San Andrea provendrían los n. 204, 217,231, 247 y 248 . Estos responden a dos tiposmuy claros, el grupo de ataifores de paredesbajas y borde en ala, correspondientes a la fg.142 y los de paredes curvas y altas, tipo “bol”con ligero borde exvasado, agrupados en la fg.143 (BERTI, TONGIORGI, 1981, 221) (Fg. 7.1).

Al estudiar las producciones del alfar almo-hade de Denia ya pusimos de relieve como sepodía identificar como marca de alfar aquellosataifores con espiral en el umbo (AZUAR et alii,

1995, 142) y que precisamente encontramos enestos de Pisa con formas también muy simila-res y que, curiosamente, responden al mismo

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tipo de los ataifores o que portan la mismadecoración estampillada en un anillo central(Fg. 7.2).

Con todo ello, se puede identificar a estosbacini como provenientes de los alfares deDenia, con la diferencia de que su cronologíaen Italia, de la primera mitad del siglo XII, espor lo menos medio siglo anterior a la crono-logía de estas producciones en Denia (GISBERT,

BURGUERA, BOLUFER, 1992).

VII. CENTROS DE PRODUCCIÓNANDALUSÍES: MALLORCA,MÁLAGA, MURCIA Y DENIA

Gracias a los trabajos y a los análisis lleva-dos a cabo por el profesor T. Mannoni, desdelos laboratorios mineralógicos de la Universi-dad de Génova, en colaboración con la pro-fesora Graziella Berti, con quien desarrolló unintenso programa de estudios y análisis de losbacini hallados en Pisa (BERTI, MANNONI, 1991;

1995;1997), y que les ha permitido, como se havisto, identificar una serie de produccionescerámicas que podrían provenir de comple-jos alfareros andalusíes, los cuales pasarmos aanalizar.

VIIa) La producción en “verdey manganeso” de Mallorca

Como se ha visto anteriormente, dentro delconjunto de cerámicas decoradas con esta téc-nica se pudo identificar un grupo bastanteimportante de ataifores como procedentes deMallorca y que fueron dados a conocer en unapublicación conjunta de los profesores G. Berti,G. Rosselló y E. Tongiorgi (1986). Esta prime-ra identificación se basaba en la similitud esti-lística y decorativa existente entre varios atai-fores hallados en Mallorca y los ejemplaresPisanos. Caracterizados por su decoraciónrecargada, con motivos vegetales y sobretodo,por la excepcionalidad de representar escenasde barcos. En cuanto a su forma, hay que resal-tar otro rasgo y es su característico perfil que-brado con su desarrollado repie anular ; ras-gos todos ellos que fueron motivo de un análisis

posterior debido al propio Guillermo Rosse-lló (1988) quien, al efectuar una síntesis com-parativa de las formas asociadas a las cerámi-cas decoradas en “verde y manganeso” enal-Andalus, ponía de relieve las diferencias exis-tentes entre las consideradas como produci-das en Mallorca y las del resto de al-Andalus.De tal forma que, a estos ataifores encuadra-dos dentro de su tipo II, llega a considerarloscomo una producción de clara influencia orien-tal, con un marco de difusión Este-Oeste (Ifri-qiya-Mallorca-Valencia), no constatada o docu-mentada en la península (ROSSELLÓ, 1987, 133)

y claramente encuadrable en el período Taifa(siglo XI) de la isla, con una desaparición brus-ca de la producción a finales de siglo (ROS-

SELLÓ, 1987, 128).

Ciertamente, la simple comparación formalcon los tipos identificados de Madina Az-Zahra(ESCUDERO, 1988-90), de Madina Elvira (CANO,

1993), así como con los ataifores procedentesdel alfar de san Nicolás de Murcia (NAVARRO,

1990) etc. nos permite concluir que nos halla-mos ante ataifores totalmente diferentes y másdesarrollados o evolucionados que los de pare-des curvas y bajas, que en la mayoría de loscasos no presentan pie, correspondientes altipo “O” de G. Rosselló, el más antiguo y decronología de fines del siglo X-primer cuartodel siglo XI (ROSSELLÓ, 1987) (Fg. 8).

Con todo ello, nos encontramos con unaproducción de ataifores perfectamente repre-sentada en la zona de Pisa que proceden deun centro alfarero de la isla de Mallorca, conuna cronología en Italia del último cuarto delsiglo X-primer cuarto del siglo XI, ratificadapor la propia profesora Graziella Berti en susúltimas publicaciones (BERTI, 1997-8, 243; 2000),que en al-Andalus presenta grandes interro-gantes, como dijo G. Rosselló en su primerasíntesis efectuada sobre el tema y en el quedefendía su primera cronología (ROSSELLÓ, 1978)

para esta producción como propia de la Taifade Mallorca y por tanto de pleno siglo XI (ROS-

SELLÓ, 1987), ratificando esta cronología en laexposición internacional que sobre las cerámi-cas en “verde y morado”se organizó en Mar-sella en 1996 (ROSSELLÓ, 1996, 110, nº 85).

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VIIb) El posible taller de Málaga(Fg.: 2)

Dentro del grupo de producciones en “verdey manganeso”, los análisis metalográficos efec-tuados recientemente por G. Berti y T. Man-noni (1997, 435) les ha permitido aislar e iden-tificar un posible centro de producción en elárea de Málaga, de donde, como ya analizamos,provendría el n. 2 con decoración zoomórficamuy similar en forma y tratamiento al conoci-do ataifor hallado en las excavaciones de Mér-tola (Portugal) (TORRES, 1987; GÓMEZ, 1998, n. 62,

100).

La singularidad formal y decorativa de estosataifores permite diferenciarlos del compactogrupo de ataifores de perfil quebrado, proce-dentes sin discusión de alfares mallorquines.De la misma ciudad de Mallorca, al realizarexcavaciones en el palacio de la Almudaynaaparecieron varios fragmentos cerámicos deun ataifor que permitieron a Guillermo Rosse-lló su reconstrucción y su posterior publica-ción (ROSSELLÓ, 1985), en la que lo identificó porsu característico perfil abierto de paredes altasy con la técnica del reticulado de los rellenosde la figura central (Fg. 9. 4) como adscribiblea este grupo de producción en “verde y man-ganeso”. El conjunto se completaría con elhallazgo posterior del famoso ataifor de la“nave”, en las excavaciones de El Fortí de laciudad de Denia (GISBERT, BURGUERA, BOLUFER,

1992, nº 1, 119) (Fg. 9. 3).

Hasta aquel momento esta serie de ataifo-res de similar perfil y tratamiento decorativo fueconsiderada como procedente de Kairauancomo así lo consideraban G. Berti y L. Tongiorgi(1981) y el propio G. Rosselló (1985) en aten-ción a sus evidentes similitudes con los ejem-plares tunecinos publicados en su día por elprofesor A. Daoulatli (1979). Tras los análisisefectuados posteriormente por G. Berti y T.Mannoni, como se ha dicho, defendieron y asílo reitera la profesora G. Berti (1997-8) el ori-gen malagueño de esta producción, aunque trasel descubrimiento y excavación del alfar califalde Dénia, el mismo J. A. Gisbert ha venido aplantear el que esta producción podría proce-der de este centro alfarero (GISBERT, 2003, 75-6).

El debate está abierto, de tal manera quela misma Susana Gómez Martínez en su inédi-ta tesis doctoral sobre “La cerámica islámica deMértola. Producción y comercio”, leída el pasadomes de Septiembre en la Universidad Com-plutense de Madrid y a la que he tenido acce-so al formar parte del tribunal, y por lo queagradezco el que me dé la oportunidad de dara conocer su revisión del origen o proceden-cia de este extraordinario ataifor, del que vienea resucitar su posible origen norteafricano.

Indiscutiblemente, el origen de esta seriecerámica está demandando una necesaria revi-sión de sus pastas y el que se contrasten losdatos mineralógicos de los laboratorios italia-nos, con los obtenidos de los alfares de Denia,lo que permitirá a la postre identificar con cla-ridad la procedencia de esta excepcional pro-ducción, así como su cronología.

VIIc) Los alfares de “loza dorada” y“cuerda seca” de Murcia (Fg.: 3)

Los análisis metalográficos han sido la prue-ba determinante de la existencia de un tallero centro productor de loza dorada en Murcia.Análisis que fueron corroborados en Italia (BERTI,

MANNONI, 1995) y que han confirmado la noti-cia dada por las fuentes árabes, en concretopor Ibn Sa’id al-Magribi, referentes a la existenciaa finales del siglo XII de talleres en donde sehacía loza dorada en la ciudad de Murcia.

Aquellos primeros análisis permitieron a J.Navarro identificar como murcianos una seriede ataifores de perfil quebrado y fechados en lasegunda mitad del siglo XII, con una geografía cen-trada en Murcia, Valencia y Mallorca (NAVARRO,

1986), sólo representado en Italia por un ejem-plar, –el n. 165 (BERTI, TONGIORGI, 1981, fg. 222, 262)–,el cual posee una cronología deposicional mediosiglo anterior. Sin embargo, la continuación de losestudios metalográficos han llevado a considerarcomo murcianos al grupo mayoritario de éstos,caracterizados por su perfil curvo y con similarcronología (BERTI, 1997-8, 246).

Con este característico perfil curvo son lamayoría de los ataifores decorados en reflejometálico que se conocen en al-Andalus y que

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se engloban dentro del tipo IIIb de la tipologíade G. Rosselló, con una cronología de finalesdel siglo XII, principios del siglo XIII (1983,1983a), por lo que no es extraño que el ejemplar deataifor de loza dorada procedente de la “covadels Amagatalls” de Mallorca sea formal y deco-rativamente muy similar al n. 364 (BERTI, TON-

GIORGI, 1981, fg. 22, 268) que también posee estacronología de principios del siglo XIII (BERTI,

1997-8).

A la problemática de la diferencia cronoló-gica entre los ejemplares hallados en Italia y losandalusíes, hay que añadir, en este caso, el quehasta el momento desconocemos: cual y dondeestaría este complejo alfarero en Murcia, yaque entre los conocidos de época almohadeno se ha podido documentar esta producciónde “loza dorada” (AZUAR, 1998a; MUÑOZ, 1993).Complejo o centro en donde podrían tambiénproducirse cerámicas decoradas a la “cuerdaseca”, según confirman los análisis metalográfi-cos efectuados en Italia, en donde se ha podi-do constatar (BERTI, MANNONI, 1995, 403) que losbacini de “loza dorada” números 218 y 249,tendrían la misma composición que los de“cuerda seca” números 154 y 63 y a su vez,mineralógicamente hablando, serían idénticos alos ataifores en “cuerda seca” murcianos nº324, 477 y 478, del catálogo de cerámicas publi-cado por J. Navarro y de una amplia cronolo-gía de los siglos XI-XII (1996a, 152 y 222).

En conclusión, los datos mineralógicos per-miten afirmar que la gran mayoría de las lozasdoradas documentadas en las iglesias de Pisaprovienen de un centro productor, no identi-ficado, de Murcia, del que también pudieronfabricarse algunos ataifores decorados con latécnica de la “cuerda seca total” y que, en con-junto, permiten aventurar que este centro o cen-tros alfareros estuvieron funcionando a lo largodel siglo XII, con perduración hasta la primeramitad del siglo XIII.

VIId) El alfar almohade de Denia

El alfar de Denia es, hasta la actualidad, elúnico alfar de época almahode excavado enextensión y con toda su producción cerámica

perfectamente publicada (GISBERT, BURGUERA,

BOLUFER, 1992) lo que nos permite identificarentre los bacini una serie de ellos como pro-cedentes de este alfar. Nos referimos a la seriecon estampillas bajo cubierta verde, dispuestasen un solo anillo en su fondo y que serían,como se ha visto, los números 194, 228, 229,233 y 235, todos ellos procedentes de la igle-sia de San Andrea de Pisa y con una cronolo-gía del primer cuarto del siglo XII (BERTI, 1997-

8, 245). Por el contrario estos ataifores conestampillas bajo cubierta se localizan en el nivelsuperior del alfar de Denia, con una cronolo-gía de la segunda mitad del siglo XII y con unageografía de aparición en la península clara-mente meridional y costera, ya que se handocumentado en Valencia, Murcia, Sevilla, Alge-ciras, Mértola, Silves y Ceuta.

De este mismo centro alfarero y con idén-tica cronología serían los esmaltados en mono-cromo verde y que presentan, como rasgo pro-pio e identificador, en su umbo una “espiral”en relieve. Estos serían los n. 177, 178, 181, 186,187, 191 y 193, procedentes de la iglesia de S.Silvestro y los números 204, 217, 231, 247 y248 que precisamente proceden de la iglesiade San Andrea, con una cronología de la pri-mera mitad del siglo XII (BERTI, 1997-8, 245).

A la vista de estos datos, es razonable pen-sar que del alfar de Denia pudieron procederla mayoría de los bacini o ataifores con deco-ración estampillada bajo cubierta en un solo ani-llo y aquellos monocromos con una espiral enrelieve en su fondo que, en conjunto, consti-tuyen cuantitativamente el lote más importan-te y el más uniforme, en cuanto se refiere asus formas, ya que responden en su mayoríaal tipo de paredes curvas y repie anular. Porúltimo, es necesario señalar la diferencia cro-nológica existente entre las dataciones de la pro-ducción de Denia, perfectamente encuadrableentre la segunda mitad del siglo XII, primeramitad del siglo XIII, y las dataciones claramen-te altas de Italia, confirmadas como de la pri-mera mitad del siglo XII. Estas evidentes dife-rencias, están necesitando una revisión, así comode los necesarios análisis metalográficos paraconfirmar la presencia de las producciones deDenia entre los bacini italianos.

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VIII. Una necesaria revisión

Han transcurrido más de veinte años desdela publicación de la monumental investigaciónsobre los bacini de las iglesias de Pisa y más decinco desde que la profesora G. Berti publica-ra su última revisión y actualización sobre lasimportaciones andalusíes y todavía no ha habi-do una necesaria respuesta a los importantísi-mos hallazgos e identificación que ha realizado,en colaboración con el profesor Tiziano Man-noni, de los diversos centros de producción delas cerámicas provenientes de al-Andalus.

Gracias a estas investigaciones, ratificadaspor los datos arqueométricos y mineralógicos,se documentaron, y así está asumido por lainvestigación internacional, tres centros de pro-ducción en al-Andalus: Mallorca, Málaga y Mur-cia. La identificación de la producción de atai-fores mallorquina fue ratificada gracias a losestudios realizados conjuntamente con Gui-llermo Rosselló Bordoy, como se ha visto, aun-que la coherencia formal de la serie, con atai-fores de perfil quebrado y pies desarrollados,no dejaba dudas de la originalidad de la pro-ducción, totalmente distanciada y desvinculadade las producciones califales en “verde y man-ganeso” procedentes de cualquiera de los cen-tros alfareros de la península. Esta evidentediferencia, llevaba al propio G. Rosselló a con-siderar seriamente un influjo oriental, con unmarco de difusión este-oeste y una cronologíapara la producción algo posterior a la crono-logía deposicional propuesta por los italianos,es decir, esta producción no sería de fines delsiglo X-principios del siglo XI, sino propia delmomento de esplendor de la Taifa de Mallor-ca, es decir de pleno siglo XI, y sin continui-dad, desapareciendo con la taifa a finales delsiglo XI.

Situación muy diferente es la que atañe a laotra producción de ataifores en “verde y man-ganeso” y que gracias a los análisis mineralógi-cos efectuados por T. Mannoni, permitieron ala profesora G. Berti identificarla como otraproducción de origen andalusí, desdiciéndosede su primera interpretación como producciónTunecina. Nos estamos refieriendo a la serie deataifores de paredes rectas y abiertas con la

característica técnica de relleno, utilizando losreticulados y de la que conocemos hasta elmomento cuatro ejemplares, tres de ellos halla-dos en Mértola, Denia y la misma Mallorca,como se ha visto. La producción fue conside-rada por los italianos como procedente deMálaga, sin embargo, el hallazgo de los alfarescalifales de Denia, han llevado a plantear la hipó-tesis de que pudieran proceder de sus hornos.

El tema está abierto a falta de los necesa-rios análisis, pero lo que sí está claro es que elorigen malagueño de esta producción, segúnlos datos mineralógicos, difícilmente se sostie-ne, así como hay muchas dudas, por falta deanálisis, sobre que Málaga pudiera identificarsecomo centro productor de las ricos y variadasserie de cerámicas en “cuerda seca” halladasen el interior de su alcazaba. Todo ello, nos llevaa demandar la necesaria investigación sobre elorigen de estas producciones y de estos posi-bles centros de producción, todavía hoy nodescubiertos.

Lo que no ofrece lugar a dudas es que almenos la serie de loza dorada de ataifores deborde en ala, se fabricaba en Murcia, ratifican-do así la información aportada por las cróni-cas árabes. Sin embargo, esta importantísimainvestigación y descubrimiento empezado porJulio Navarro en el año 1986, no ha tenidocontinuidad y hoy en día, seguimos sin saberdónde estaban estos alfares y si de ellos pro-ceden la serie almohade de ataifores de perfilcurvo, la más abundante en la península y quese importó a mediados del siglo XIII a Italia.

Según los datos y análisis mineralógicos estosmismos alfares murcianos debieron producircerámicas a la “cuerda seca total”; produccióntodavía no identificada claramente, aunque hoyen día sabemos de esta producción en los alfa-res de Zavellá (Mallorca), de Almería, de Denia,de Toledo, etc. y en todos ellos con una cro-nología no anterior al siglo XI, lo que está enclara contraposición con la cronología de ori-gen para los bacini de las iglesias de Pisa quela profesora G. Berti sigue considerándolos,atendiendo a la cronología de los edificios, comode fines del siglo X y principios del siglo XI. Cues-tión ésta no resuelta, que llevo reclamando

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desde el año 1995 y que parece no importara mis colegas especialistas que tratan esta pro-ducción en la península.

El descubrimiento y la excavación de losalfares califales y almohades de la ciudad deDenia creo que ha venido a ampliar nuestroconocimiento de los centros de producciónandalusíes, así como a identificar por primeravez, de forma rigurosa, una producción deépoca almohade de al-Andalus. Esto permiteel plantear la posibilidad de que algunas pro-ducciones en “verde y manganeso” identifica-das en Italia pudieran provenir de estos alfares,algo lógico, si pensamos que la Taifa de Deniaen el siglo XI estaba plenamente inmersa en ladinámica comercial del mediterráneo. Igual-mente, el conocimiento de las producciones deépoca almohade me ha permitido, desde elanálisis tipológico, el proponer la identificaciónentre los bacini, de las series de ataifores deco-rados con decoración estampillada bajo cubier-ta verde y los monocromos con espiral en suumbo, como procedentes de Denia. Cuestiónésta pendiente de un necesario contraste mine-ralógico.

Por último, creo necesario un contraste delas dataciones de estas producciones andalusí-es en Italia y en la península; ya que en la actua-lidad se sigue admitiendo que la cronologíadeposicional de estas cerámicas en Italia es unsiglo anterior a la de su origen en al-Andalus.Cuestión ésta imposible, aunque si es cierto quecomo nos vamos acercando hacia los siglos XIIy XIII las cronologías se igualan. Esta extrañahorquilla cronológica, admitida internacional-mente, exige una respuesta y una reflexión delos que nos dedicamos a la investigación de lascerámicas de al-Andalus.

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191AyTM 12.1, 2005

Fig. 1. Serie de ataifores en “verde y manganeso” producción mallorquina. Bacini, procedente de la iglesiade San Piero a Grado de Pisa.

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Fig. 2. Serie de ataifores en “verde y manganeso” producción mallorquina. Bacini procedente de la iglesia deSan Piero a Grado de Pisa.

Fig. 3. Cerámicas en “cuerda seca”. 1.- Serie de perfil quebrado. Bacini de la iglesia de San Piero a Grado dePisa. 2.- Serie de perfil curvo. Ataifor de la alcazaba de Mértola (Portugal).

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Fig. 4. Producciones de “loza dorada”. Serie de perfil quebrado: 1. bacini de San Sisto de Pisa. 2. Ataifor de lac/ Serrano Alcázar de Murcia. Serie de perfil curvo. 3. bacini nº 364 y 250 de Pisa. 4. Ataifor de la Cova

dels Amagatalls de Mallorca.

Fig.

5.

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Fig. 6. Cerámicas con decoración estampillada en el anillo, bajo cubierta verde. 1.- Motivos y perfiles de losbacini de Pisa. 2.- Producción del alfar de Denia.

Fig. 7. Cerámicas con vidriado monocromo en verde. 1.- Serie formal de los bacini de Pisa.2. Producción del alfar de Denia.

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Fig. 8. Tipología de los ataifores en verde y manganeso andalusíes, según la clasificaciónde G. Rosselló (1988).

Fig. 9. Serie de producción en “verde y mangeso” de procedencia malagueña o dianense?. 1.-San Zeno (Pisa).2.-Alcazaba de Mértola (Portugal) 3.-Denia 4.-Almudayna (Mallorca).

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