Universidad Autónoma de Sinaloa
Facultad de Historia
Maestría en Historia
Vivienda de interés social y planeación urbana en Culiacán 1972-1980
Tesis que para obtener el grado de
Maestro en Historia
Presenta
Ricardo Carvajal Morales
Directores: Dr. Félix Brito Rodríguez
Dr. Jesús Rafael Chávez Rodríguez
Culiacán Rosales, febrero de 2019
La Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México)
protege el contenido de la presente tesis. Los usuarios de la información contenida en ella
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intelectual. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será
perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor.
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
Índice
Introducción------------------------------------------------------------------------------------------1
Capítulo I presupuestos teóricos y conceptuales --------------------------------------6
1.1 Teoría neoinstitucional-----------------------------------------------------------------------7
1.2Teoría urbana-----------------------------------------------------------------------------------12
1.3 Metodología------------------------------------------------------------------------------------20
Capítulo II Antecedentes del crecimiento urbano en Culiacán--------------------21
2.1 Crecimiento económico ------------------------------------------------------------------21
2.1 .1 Crecimiento económico a nivel nacional.----------------------------------------21
2..2 Crisis del desarrollo estabilizador.----------------------------------------------------25
2.2 Crecimiento poblacional.-----------------------------------------------------------------27
2.2 .1 Crecimiento poblacional en México.-----------------------------------------------27
2.2 .2 Crecimiento poblacional en Sinaloa. ----------------------------------------------28
2.3 Vivienda y su institucionalización.-----------------------------------------------------34
2.3 .1 INFONAVIT----------------------------------------------------------------------------------36
2.3 .2 FOVISSSTE----------------------------------------------------------------------------------38
2.3.3 Otras instituciones en materia de vivienda---------------------------------------39
Capítulo III La vivienda en Culiacán 1972 – 1980---------------------------------------43
3.1 Antecedentes del problema de vivienda en Culiacán: invasiones---------43
3.2 Vivienda y legalización de lotes en Culiacán.-------------------------------------54
3.3 Aplicación de programas de viviendas de interés social en Culiacán.----67
3.4 Programas de viviendas para burócratas y maestros.--------------------------86
Capítulo IV Planeación urbana en Culiacán----------------------------------------------91
4.1 Antecedentes de la planeación urbana-----------------------------------------------91
4.2 Acciones emprendidas por el Ayuntamiento---------------------------------------95
4.3 Desarrollo y auge en el crecimiento de la ciudad---------------------------------99
Conclusiones-------------------------------------------------------------------------------------115
Bibliografía----------------------------------------------------------------------------------------122
Agradecimientos
A mis padres, quienes me han apoyado a lo largo de todas las etapas de mi
formación.
A mis asesores Félix Brito Rodríguez y Jesús Rafael Chávez Rodríguez, a mi
lector Eduardo Frías Sarmiento por su tiempo y valiosa ayuda a lo largo de este
proceso.
A la Facultad de Historia, y a mis profesores por su valioso empeño en mi
formación como historiador.
A todos los que creyeron en mí y me apoyaron en el transcurso de esta
investigación.
A todos ellos les reitero mi gratitud.
1
Introducción
El presente tema es de suma importancia al tratarse de uno de los elementos más
básicos para la vida: la vivienda. En la capital sinaloense, los proyectos para la
construcción de fraccionamientos de interés social proliferaron a partir de 1972,
con la implementación de los programas de vivienda impulsados por el gobierno
federal.
En las décadas de los sesentas y setentas del siglo XX, se registró un
acelerado crecimiento urbano en la ciudad de Culiacán, propiciado por la
migración masiva del campo a la ciudad. Para conocer la problemática es
necesario contextualizar el caso y remontarse a periodos anteriores.
Si bien, el fenómeno de expansión urbana y el crecimiento demográfico
habían alcanzado altas tasas de crecimiento en los países industrializados desde
años atrás, presentándose de manera más temprana, es decir desde el siglo XIX
muchas ciudades del mundo desarrollado ya se habían convertido en importantes
centros de manufactura, que eran a su vez receptores de nuevos pobladores
procedentes del ámbito rural y que emprendían un éxodo en busca de mejorar
sus condiciones de vida.
Lo anterior pone de manifiesto que dicho fenómeno ocurrió en muchas
partes del mundo, aunque con diferentes características, por ejemplo, en los
países subdesarrollados la migración masiva del campo a la ciudad se acentuó a
mediados del siglo XX. El costo elevado de las viviendas profesionalmente
construidas, llevó a muchos de los habitantes de las grandes ciudades apropiarse
de terrenos ilícitamente y en masa en las zonas suburbanas y a construir sus
propias viviendas de los terrenos que ocupaban. 1 En la mayoría de las invasiones
de terrenos estaban organizadas a menudo con el apoyo de partidos políticos o
funcionarios del gobierno, siendo característico que los invasores continuaran
1 Susan Eckstein, Poder y protesta popular movimientos sociales latinoamericanos., México, Ediciones siglo XXI, 2001, p .37.
2
movilizándose y luchando para la obtención de servicios para la colectividad:
introducción de agua, caminos y derechos legales sobre los terrenos.
En México, este proceso de expansión demográfica ocurrió en los años
posteriores a la Segunda Guerra Mundial, primeramente, en la ciudad de México y
en ciudades como Guadalajara y Monterrey, posteriormente en las capitales
estatales y en otras localidades, donde las tasas de crecimiento poblacional
aumentaron drásticamente.
Las condiciones económicas sentaron las bases para que el valle de
Culiacán se convirtiera en receptor de nuevos pobladores, en este contexto
económico de bonanza y auge entran en juego las políticas institucionales que
influyeron de manera sustancial a lo largo del siglo XX, sin embargo a medida que
aumentaba la población urbana se empezaba a gestar un nuevo problema, un
crecimiento demográfico sin precedentes donde la capacidad y las facultades de
los ayuntamientos y los distintos niveles de gobierno se vieron rebasadas, en
cierto punto fueron insuficientes para garantizar condiciones de vida dignas a los
habitantes. La tendencia más común fue la siguiente: las instituciones públicas
centraron su atención y canalizaron el presupuesto hacia el primer cuadro de la
ciudad y las colonias de alto nivel adquisitivo, lugares donde se llevaron a cabo
obras de mejora urbana, es decir reparación de calles y obras de iluminación, así
como la introducción de los servicios públicos (agua potable, alcantarillado,
electricidad y teléfono).
Evidentemente, los nuevos pobladores necesitaban viviendas dignas para
sus familias, donde sus miembros pudieran acceder a todas las comodidades y
servicios, sin embargo persistía un alto déficit de vivienda y muchos jefes de
familia optaban por instalarse en asentamientos irregulares, es decir invadían
predios donde construían sus propias viviendas de una manera improvisada. Esta
situación alcanzó altas proporciones durante la década de los sesentas y setentas,
ante una creciente demanda de viviendas por parte de la población trabajadora el
gobierno federal creó instituciones dedicadas a atender el problema de vivienda
durante la década de los setentas.
3
Esta problemática no ha sido abordada desde una perspectiva
historiográfica, ante la falta de estudios que aborden esta temática se hace
perentorio analizar el crecimiento urbano de Culiacán así como la vivienda de
interés social.
El periodo propuesto para la presente investigación es de 1972 a 1980, la
razón que fundamenta a lo anterior se debe a que el año de inicio coincide con la
creación de importantes instituciones encaminadas a combatir el déficit de
vivienda a nivel federal: El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores, (en adelante INFONAVIT) y el Fondo de la vivienda del instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, (en adelante
FOVISSSTE), cuyas acciones y programas implementados fueron un parteaguas
en la historia de la vivienda de interés social a nivel nacional. En cuanto al año
1980 como fin de dicha periodización se debe a la necesidad de abordar las
acciones en materia habitacional promovidas por el Estado en un contexto de
crisis económica, debido a que la edificación de vivienda estuvo condicionada a lo
largo de la década de los setentas por los altibajos económicos del país, en el que
se identifica precisamente una primera etapa de crisis económicas: de 1972 hasta
el inicio de la década los ochentas.
La hipótesis propuesta implementación de programas de viviendas para la
población trabajadora y la proliferación de fraccionamientos de interés social
contribuyó al mejoramiento en la calidad de vida, asimismo la aplicación de dichos
programas de vivienda en la década de los setentas influyeron en la morfología
urbana de ciertos sectores de la ciudad de Culiacán brindado mayor orden y
planeación.
Asimismo, se sostiene que el déficit de vivienda no se resolvió en su
totalidad durante la década de los setentas, debido a que en un principio, el
número de créditos otorgados no era suficientes para atender la demanda, sin
embargo la cantidad de créditos fue aumentando.
4
Los fraccionamientos planeados empezaron a aparecer en el espacio
urbano, representando un logro destacable si se toma en cuenta que buena parte
de la población vivía en las colonias de la periferia, sectores que habían crecido de
manera anárquica y sin planeación alguna, desprovistos de los servicios públicos
más elementales. Entrando de manera implícita las prácticas clientelares entre la
clase política y la sociedad.
El objetivo general de esta investigación es analizar las acciones
gubernamentales en materia de vivienda durante la década de los setentas, y la
influencia de las mismas en la morfología urbana, de igual manera se busca
explicar el proceso en el cual se experimentó un mejoramiento en la calidad de
vida de la población con medidas de planeación urbana.
En cuanto a los objetivos específicos se busca analizar y explicar cómo se
modificó la traza urbana de Culiacán, centrándose en tres aspectos esenciales:
planeación, orden y servicios públicos; analizar cómo se daba el acceso a los
créditos para vivienda; identificar los aciertos de dichos programas, donde se
instauró la dotación de créditos para la población trabajadora; explicar la influencia
de las instituciones públicas en la expansión urbana de Culiacán, asimismo se
busca explicar si se cumplieron las metas de las autoridades de otorgar viviendas
dignas en asentamientos planeados y dotados de todo tipo de servicios públicos;
indicar si el número de créditos entregados a la población fue suficiente para
combatir el rezago de vivienda; identificar si hubo mejoras sustanciales en la
calidad de vida respecto a los años previos a la implementación de los programas
de vivienda, finalmente se busca analizar los cambios producidos en la fisonomía
urbana a raíz de la construcción de los fraccionamientos de interés social.
En cuanto a las teorías que sustentan a la presente investigación se aborda desde
una perspectiva económica con la teoría Neoinstitucional propuesta Douglass
North, la cual sostiene que las instituciones tienen una influencia preponderante en
la economía. También será necesario utilizar otra corriente teórica que se centre
de manera particular en el aspecto urbano, para lo cual resulta necesario un
5
acercamiento a la expansión urbana desde un enfoque sociológico e histórico a
través de diferentes exponentes.
En el aspecto metodológico se recurrió a la búsqueda de información
mediante la consulta de archivos hemerográficos así como de instituciones
públicas, los aspectos anteriormente expuestos serán explicados con mayor
detenimiento.
El presente trabajo se encuentra estructurado en cuatro capítulos, el
primero se centra en las corrientes teóricas que sustentan a la investigación.
Posteriormente los capítulos se empiezan delimitar según la temática, por ejemplo,
el segundo capítulo ofrece un acercamiento a los antecedentes del problema de
déficit de vivienda particularmente a principios de década de los setentas. En el
tercer capítulo se aborda la creación de los programas gubernamentales de
vivienda de interés social. Finalmente en el cuarto capítulo se aborda la
planeación urbana en Culiacán.
6
Capítulo I
Presupuestos teóricos y conceptuales
El proceso de urbanización no se remite a una sola disciplina o corriente
historiográfica, evidentemente para poder ahondar lo ocurrido en un contexto
determinado, es necesario implementar las líneas teóricas o puntos de vista que
se acerquen a la temática. Por lo tanto, se busca utilizar y compaginar distintas
propuestas metodológicas, que ponen de manifiesto la diversidad de esta
problemática, cada propuesta teórica dentro de la presente temática se inserta de
una manera que muestra las distintas características entorno al problema de
vivienda. La especialización es importante y el remitirse solamente al punto de
vista económico ocasionaría que la visión de este tema se lleve de una manera
parcial, de igual manera ocurriría si sólo se centra en el aspecto los procesos
sociales dejando a un lado a otras corrientes historiográficas. Por lo tanto, el uso
de distintas propuestas traerá consigo una visión más completa de la
problemática.
Para el adecuado desarrollo de una temática acerca de la vivienda de
interés social en la década de los setentas en la capital sinaloense, se abordará
desde perspectivas de naturaleza económica para conocer el mecanismo de
financiamiento y el marco gubernamental que dieron lugar a los programas de
vivienda en el país.
Al tratarse de un tema de ámbito urbano, resulta necesario acercarse a los
estudios inherentes a la expansión urbana desde un punto de vista sociológico e
histórico que ha sido abordado por reconocidos exponentes en la materia, desde
el historiador francés Henri Lefebvre hasta investigadores más contemporáneos
como lo son Manuel Castells y José Luis Lezama. Cada uno de estos
especialistas tiene su visión concreta sobre lo urbano, sin embargo se pueden
encontrar similitudes en sus planteamientos e incluso es notoria la influencia de
Lefebvre en los segundos.
7
Compaginar ambas perspectivas (la económica y la urbana) brindan las
metodologías necesarias para conocer de cerca el proceso histórico, ajustándose
al contexto de la ciudad de Culiacán en la década de los setentas, el estudiar
varias corrientes historiográficas de manera aislada son insuficientes para ahondar
de manera efectiva en una temática que tiene diversas implicaciones.
Es una manera de ampliar la visión y no restringirse a una sola propuesta
metodológica. Sin embargo ambas perspectivas se entrelazan y relacionan debido
a que en ejemplos anteriormente mencionados se pone de manifiesto una
simbiosis que nos muestra la complejidad de la temática, misma que tiene
diversas connotaciones, puesto que al hablar de vivienda surgen numerosas
implicaciones que no sólo se remiten al aspecto económico o de planeación
urbana sino que conlleva aspectos de distintas índoles que van desde un marco
legal hasta la convivencia dentro de este tipo de asentamientos urbanos. La
influencia de esta tipología de vivienda y los respectivos desarrollos urbanos en
los cuales se encuentran situadas, ha sido muy importante, pues a pesar de su
relativamente reciente implantación a escala masiva, han impactado en el ámbito
urbano.
1.1 Teoría neoinstitucional
La vivienda fue Promovida por instituciones gubernamentales, que a través de sus
programas influyeron en las políticas de vivienda y de urbanización en años
posteriores. Para estudiar este proceso, será necesario hacerlo desde una óptica
inclinada al estudio de las instituciones, mismas que influyen en la transformación
de la sociedad y su economía.
Por lo tanto, para el desarrollo de la presente investigación será necesario
avocarse en la teoría neoinstitucional propuesta por el economista norteamericano
Douglass C. North, de acuerdo a dicho especialista, las instituciones y las
condiciones de desarrollo creadas por las mismas pueden influir de manera
positiva en la economía, sin embargo, por otra parte, pueden producir
8
estancamiento cuando se trata de gobiernos o administraciones que no estimulan
la innovación y el crecimiento.
Para Douglas North las instituciones son las reglas del juego en una
sociedad, o más formalmente son las limitaciones ideadas por el hombre que dan
forma a la interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivos e
intercambio humano, sea político, social o económico. 2
Es innegable que las instituciones y las políticas de gobierno influyen en la
economía, North hace hincapié en la participación del Estado y las instituciones en
el crecimiento de la misma, sin embargo, esta influencia puede ser para bien o
para mal. Este autor, normalmente recurría a ejemplos sobre esta situación, como
el de las administraciones coloniales británica y española en el siglo XVI, la
primera contaba con una burocracia más eficiente y mejor organizada, mientras
que España contaba con una burocracia centralizada, que a la vez era costosa
para la metrópoli, y que posteriormente se reflejó en la quiebra y decadencia del
imperio español.
North planteó la importancia de las instituciones en un sentido amplio para el logro
del crecimiento económico de las naciones o de su decrecimiento, a partir del
estudio de situaciones concretas en países determinados.3
En este caso la situación concreta, es la influencia institucional del gobierno
federal en el aspecto urbano, concretamente en el plano de la vivienda de interés
social.
El interés de North en las instituciones gubernamentales para incentivar el
crecimiento económico es evidente, de igual manera sus seguidores y
especialistas en esta temática destacan las diferencias entre países anglosajones
y naciones como España y Portugal o de América Latina, poniendo de manifiesto
2 Douglas C. North, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 13. 3 Juan González García, Teoría del desarrollo económico institucional, una alternativa a la pobreza en el siglo XXI, México, Miguel Ángel Porrúa, 2009, p.18.
9
el dinamismo de las instituciones en el caso de Inglaterra y el freno del capitalismo
en el caso de las segundas.
Este tipo de análisis, brinda una visión amplia sobre los efectos que pueden
tener la administración gubernamental en el devenir económico de una región en
particular. La historia es importante para examinar las instituciones que dan forma
al intercambio y revelar cuáles contribuyeron al desarrollo profundo de occidente.4
La preocupación de Douglass North por el crecimiento y el desempeño
económico se manifestó desde el inicio de su carrera académica, no se restringía
solamente al ámbito de la interpretación histórica; estaba consciente de las
implicaciones prácticas de las teorías que criticaba. Para él una organización
eficiente conducía al establecimiento de arreglos institucionales y derechos de
propiedad y a su vez creaban incentivos para canalizar el esfuerzo económico
individual.
El Estado juega un papel crucial en el modelo propuesto por Douglass C.
North y Robert Thomas, siendo esencial para el crecimiento económico, por otra
parte, puede llegar a ser la fuente de la declinación económica, los cambios
producidos por las instituciones tienden a ser graduales pero su influencia es tan
grande que se consideran como fuentes importantes de cambio institucional.
En las economías de tercer mundo y de Europa del este también son
producto de sus instituciones, en estas naciones donde históricamente el
desempeño económico no ha sido óptimo, se ha observado una simple
transferencia de reglas formales (políticas y económicas) que fueron exitosas en
naciones desarrolladas, pero la aplicación de las mismas en economías atrasadas
o en transición no es condición para lograr un buen desempeño económico, ya
que los resultados dependen también de las reglas informales y de la aplicación
de las mismas.
4 Salvador kalmanovitz, El neoinstitucionalismo como escuela, “Revista de economía institucional”, Vol. 5 No. 9, Universidad Externado de Colombia,Bogotá, 2003, p. 200, http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41900909 , consultada el 29 de junio de 2017
10
La visión de este historiador norteamericano ejemplifica de manera clara el
uso de varias disciplinas, en este caso la historia y economía pueda ayudarnos a
entender los procesos históricos, en este caso desde una perspectiva económica
que muestra las causas o factores que convierten a ciertas regiones focos de
desarrollo o auge. En el caso del presente estudio, se trata de la influencia de
políticas gubernamentales en la edificación de viviendas en la ciudad de Culiacán.
La influencia es innegable, hasta la fecha se observa un auge en cuanto a
la edificación de fraccionamientos a la orilla de la ciudad, si antes la tendencia era
la creación espontánea de asentamientos informales en la periferia mediante
invasiones, en la actualidad se observa cómo se levantan nuevos núcleos
habitacionales constituidos por viviendas de interés social. Esto es producto de las
políticas de vivienda implementadas durante la década de los setentas a nivel
federal. El Estado influyó con diferentes reglas de las legislaciones en materia de
vivienda, primeramente con una injerencia en casi todos los ámbitos de edificación
con los diseños y creación de proyectos así como la posterior intervención de las
compañías constructoras como se observa en la actualidad.
El enfoque neoinstitucional propuesto por North se ha difundido alrededor
del mundo, convirtiéndolo en uno de los economistas históricos más influyentes.
En sus planteamientos North advierte que es preciso fortalecer al Estado para
que sea capaz de establecer y aplicar reglas económicas eficientes.5 Entre otras
condiciones, para crear instituciones proclives al crecimiento se requiere que las
instituciones políticas estén respaldadas por organizaciones que tengan interés en
su perpetuación, tanto las instituciones formales como las creencias cambien para
que una reforma tenga éxito, y se consoliden regímenes democráticos que
respeten la ley. Asimismo quiere hacer esfuerzos para desarrollar estructuras
institucionales flexibles, que puedan soportar conmociones y cambios, y permitan
realizar ajustes oportunos sin provocar demasiadas fricciones.
5 Gustavo A. Prado Robles ”El pensamiento económico de Douglass North”, Revista Laissez-Faire, No. 9, (Sept 1998), p. 17, http://laissezfaire.ufm.edu/index.php/Laissezfaire09_2.pdf, consultada el 29 de junio de 2017.0
11
Los planteamientos propuestos por Douglass North han cambiado
progresivamente, a través de los años sus análisis y perspectivas eran distintas,
sus investigaciones se hicieron más innovadoras, esta evolución en la manera de
trabajar se manifestó desde sus primeros años como investigador. En 1961, North
analizó el crecimiento económico de los Estados Unidos desde una perspectiva
neoclásica, en un trabajo que se convertiría en pieza fundamental de la cliometría
y de la nueva historia económica , en 1971 ya concebía el cambio institucional
como factor determinante del crecimiento, aunque en esa época el enfoque
eficientista de la tradición neoclásica dominaba la tendencia del cambio
neoinstitucional, para 1973 empezó a apartarse del enfoque neoclásico para iniciar
el estudio de las instituciones ineficientes como causa del fracaso económico y en
1981 incorporó los costos de transacción, y señaló que una teoría de las
instituciones se debía a cimentar sobre una teoría sobre los derechos de
propiedad, una teoría de la percepción y la ideología así como una teoría del
Estado.6
En la década de los ochentas, sus investigaciones se centraron en las
instituciones políticas, entendidas como reglas que reducen los costos de
transacción de toda economía. Este interés político lo llevó a formular una teoría
política de los costos de transacción, que reorientó la economía política moderna,
su principal aporte a la nueva economía institucional ha sido la obra antes
mencionada: Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, obra en
la que modificó los supuestos neoclásicos sobre la conducta de los individuos,
destacando el papel de las instituciones formales, analizando los procesos del
cambio institucional en dicha obra desarrolla el concepto de dependencia de la
trayectoria. Dicho libro se convirtió en un clásico de la economía institucional.
6 Gonzalo Caballero, Cambio cultural, dinámica institucional y ciencia cognitiva: hacia una comprensión
multidisciplinaria del desarrollo económico, Revista de Economía Institucional, Vol. 7 No. 13(2005), p..327. http://www.scielo.org.co/pdf/rei/v7n13/v7n13a16.pdf, consultada el 28 de junio de 2017.
12
Poniendo de manifiesto la importancia multidisciplinaria, trasladó el eje de
su investigación de los aspectos políticos a los factores mentales y cognitivos, y al
proceso de aprendizaje, mismos que son esenciales para entender el desarrollo
económico. De esta manera, el autor que dio impulso a la nueva historia
económica y después a la nueva historia institucional siguió innovando a una edad
avanzada. Continuó publicando obras, como la comprensión del proceso de
cambio económico.
De esta manera adopta un enfoque multidisciplinario que trata de integrar
los factores políticos, culturales, sociales, cognitivos e históricos y además
construye un puente entre la ciencia económica y la ciencia cognitiva con una
propuesta promisoria y novedosa para entender el comportamiento económico.
La experiencia de North a través de las décadas lo convirtió en un
importante exponente de la historia económica, debido a su especialización, por
ejemplo su inclinación hacia el cálculo económico se compaginaba con una de sus
grandes pasiones: la historia. El siempre reconoció la importancia de la historia, lo
cual se pone de manifiesto a través de sus obras con su notable interés en las
instituciones, mismas que estudió para conocer la influencia de estas dentro de la
economía.
1.2 Teoría urbana
Dada la naturaleza de la temática, es necesaria dicha perspectiva institucional que
muestre la influencia gubernamental en los programas de vivienda a nivel federal a
partir de la década de los setentas, y el neoinstitucionalismo se ajusta de manera
eficaz para explicar el presente estudio histórico.
Así como se ha mostrado la perspectiva económica de la presente temática,
también se incluye una óptica urbana, es decir encaminada a analizar la
planeación urbana y el crecimiento de las ciudades.
Un exponente importante dentro de esta temática es José Luis Lezama,
quien a través de sus obras plantea mejoras en las localidades urbanas así como
13
la calidad de vida en las mismas, sin dejar de lado la influencia el espacio urbano
en la sociedad. También se destacan las aportaciones de Manuel Castells quien
es especialista en urbanismo. Así como los antecedentes planteados por el
historiador francés Henri Lefebvre.
En sus obras, dichos especialistas definen al espacio urbano de una
manera que muestra varias perspectivas, donde ciertos aspectos como lo puede
ser la planeación urbana no son tratados de manera aislada sino que muestran
distintas implicaciones, es decir más allá del urbanismo, se interesan también por
cuestiones de índole sociológica.
El proceso de formación de las ciudades está en la base de las redes
urbanas y condiciona la organización social del espacio. Sin embargo la mera
presentación global y sin especificación de una tasa de crecimiento demográfico,
tan sólo conduce a fundir en un mismo discurso ideológico la evolución de las
formas espaciales de una sociedad y la difusión un modelo cultural a través de
una dominación política. Los análisis del proceso urbanización se sitúan
generalmente en una perspectiva teórica evolucionista, según la cual cada
formación social se va dando sin ruptura, produciendo un desdoblamiento de los
elementos de la formación social anterior. Las formas de implantación espacial
son entonces una de las expresiones más visibles de las modificaciones.7
Explicar el proceso social que fundamenta la organización del espacio no se
reduce a situar el fenómeno urbano en su contexto. Una problemática sociológica
de la urbanización debe considerarse como un proceso de organización y
desarrollo, y en consecuencia, partir de la relación entre fuerzas productivas,
clases sociales y formas culturales.
Es decir, la urbanización y la conformación del espacio urbano son un
conjunto de procesos sociales e históricos que definen a las mismas,
evidentemente hay muchos retos y distintas circunstancias dentro de una temática
77 Manuel Castells, La cuestión urbana, España, Siglo XXI, 1974, p. 13.
14
relativa a lo urbano. En este sentido, encontramos a especialistas que destacan la
importancia de los estudios en materia urbana:
De acuerdo a Ernesto Velasco, la importancia del asentamiento humano
como detonador del urbanismo y del surgimiento y conformación de la vivienda es
fundamental porque solo entendiendo esta realidad histórica tenemos la capacidad
de explicarnos el presente. En el caso específico de la vivienda, se requiere una
presentación que incida en sus orígenes, dado que estos, con el paso del tiempo,
van conformando el proceso cultural de las sociedades.8
A lo largo de la historia, la ciudad ha estado en el centro del pensamiento
moderno y del proceso de modernización. Ha sido su escenario y su ideal, su
objeto de transformación y su más eficaz catalizador. Las polis se concebían como
la expresión más elevada de las instituciones políticas y el modo de vida de la
civilización griega, era el espacio perfecto para alcanzar su realización. En algunos
momentos se acerca a ese ideal, pero la mayoría de las veces falla.
Manuel Perló Cohen, por su parte se remite a Platón, cuando describe su
ideal de sociedad perfecta y dichosa, es una ciudad destinada a albergarla,
aunque demasiado rígida, pequeña, aislada, autosuficiente.
En pocos individuos encontraremos expresado con tanta fuerza y
vehemencia el espíritu platónico del modernismo como en Le Corbusier. Su carta
de Atenas, sustentada en un conjunto de axiomas que no son tales, propone una
serie de principios urbanísticos cuya observancia debía conducir al hombre a la
felicidad, al bienestar y a la plenitud. Era necesario, sin embargo, no mirar hacia
atrás sino de cara al futuro. 9 Todavía después de la Segunda Guerra Mundial, el
urbanismo modernista era la visión hegemónica de planeación urbana para los
arquitectos y los constructores de la ciudad.
8 Manuel Perló, La modernización de las ciudades en México, México, Universidad Nacional Autónoma de
México , 1990, p.265
9 Ibíd. p. 11
15
Los cambios económicos y sociales posteriores se reflejaron en diferentes
posturas teóricas. Como lo ha demostrado Manuel Castells, el modelo de
urbanización metropolitana que ha imperado en el desarrollo y en el subdesarrollo,
durante muchas décadas, condujo a una crisis urbana generalizada en materia de
vivienda, servicios y control social.
El rápido proceso de urbanización experimentado en América Latina
durante las últimas décadas se ha manifestado de manera notoria en la
concentración masiva de la población. Diversos problemas asociados con este
fenómeno afectan a grandes volúmenes de población y en especial a la población
de bajos ingresos.
El crecimiento de las ciudades mexicanas a mediados del siglo XX, generó un
fenómeno de expansión urbana nunca antes visto.Surgió una preocupación por el
crecimiento urbano y su estudio, de esta manera, en nuestro país los estudios
urbanos cobraron auge dado el rápido crecimiento de las ciudades.
Esta situación ha sido campo fértil para el surgimiento de instituciones
académicas especializadas en desarrollo urbano y regional en las que científicos
sociales latinoamericanos han investigado diferentes aspectos del proceso de
urbanización.10 La importancia de los estudios urbanos se ha puesto de manifiesto
a lo largo del siglo XX con la proliferación de obras que abordan distintos temas
relacionados a la expansión urbana desde la óptica de diferentes disciplinas como
lo son la sociología, antropología, geografía, urbanismo, demografía, historia y
economía.
El interés de estudiar el fenómeno urbano se dio por la necesidad de
abordar una realidad social que estaba en plena efervescencia, es decir el éxodo
masivo del campo la ciudad había alcanzado un punto álgido, fenómeno en el cual
la población buscaba alcanzar el progreso en el creciente ámbito. Ese ideal de
10 Luis Unikel, Desarrollo urbano y regional en América Latina: problemas y políticas, México, Fondo de
Cultura Económica, 1976, p.7.
16
superación progreso no siempre he encontrado por los nuevos pobladores que se
enfrentaban a una difícil realidad y que a su vez empezaron a demandar servicios
de los cuales carencia. Este proceso forma parte esencial del crecimiento de
muchas ciudades latinoamericanas.
La demanda de tierra por parte de los sectores populares que migraban
hacia las ciudades fue mucho mayor que la oferta, por lo tanto apareció una serie
de colonias proletarias irregulares en la periferia de las principales urbes. El sector
público a través del Banco Nacional Hipotecario y de Obras públicas elaboró
importantes estudios sobre el problema de la vivienda marginal. Pocos años
después un grupo de investigadores realizaría en el instituto Nacional de la
Vivienda un conjunto de proyectos que contribuyeron a entender la problemática
habitacional popular, dentro de las cuales se publicaron: colonias proletarias
(1958), Herradura de tugurios (1958) y Tacubaya (1958). En dichos trabajos se
denunció el agudo problema de vivienda que sufría gran parte de la población de
la Ciudad de México, creando una angustiosa demanda de espacio habitable que
desembocaría en invasiones generalizadas y anomalías jurídicas en torno al
arrendamiento. Desafortunadamente este grupo de investigación se desintegró
con la desaparición de la institución, que fue sustituida por el Instituto Nacional
para el Desarrollo de la Comunidad Rural y la Vivienda Popular (INDECO).11
Como es evidente, en nuestro país se han elaborado numerosos trabajos
sobre la cuestión urbana, sin embargo se ha dejado a un lado la perspectiva
histórica, la cual se considera como un elemento muy importante, debido a que
estudia el aspecto social. De ahí la importancia de estudiar y retomar a expertos
en la materia.
Dentro de la cuestión urbana encontramos a importantes exponentes como
el español Manuel Castells, de acuerdo a este autor las ciudades son producto de
11 Gustavo Garza Villareal, Cincuenta años de investigación urbana en México 1940-1991, México, EL Colegio de México, 1996, p. 48.
17
la historia, tanto de las formas y funciones urbanas heredado del pasado como del
nuevo significado que les asigna el cambio histórico conflictivo.12
La importancia de la historia para este autor español, se pone de manifiesto
a lo largo de su obra. La ciudad, entendida como el hábitat humano, es el espacio
generador partir de la adecuación del territorio, seleccionado como emplazamiento
idóneo, tomando en cuenta características morfológicas y medioambientales que
favorezcan el desarrollo de actividades sociales y productivas, para alcanzar el
soporte material e inmaterial del asentamiento humano, componentes esenciales
para la supervivencia y el desarrollo cultural. 13
Para Manuel Castells el cambio histórico, es la lucha histórica para cambiar los
viejos esquemas y objetivos le dan soporte y razón de ser a la sociedad y, por
tanto, a la ciudad. Cambios urbanos generados a partir de transformaciones y
renovaciones espaciales, con la finalidad de edificar a nuevas formas, funciones y
significados urbanos. (Las clases sociales se rebelan). En este caso serían
servicios.14
El cambio urbano es consecuencia directa del cambio histórico. No es
posible entender el cambio urbano sin haber caracterizado dicho cambio.
Es importante ubicar desde esta perspectiva el fenómeno urbano, entender cuál
es el desarrollo histórico de la ciudad para comprender las funciones y significados
urbanos por las que transitan la formación de la ciudad en el tiempo, en la que
participan actores en conflicto y que dan como resultado el cambio histórico, con
las implicaciones sociales y culturales que le otorgan el significado y que en
actualidad se revela como huellas del pasado, como cultura material.
La definición del significado urbano según Castells, no es sólo la asignación
acrítica de una simple categoría cultura, como un conjunto de ideas, sino más bien
se entiende como un proceso social en su sentido material. Las ciudades del
12 Gladis Beatriz Mascareño López y Horacio Roldán López, Imaginarios colectivos en las ciudades red, Culiacán, UAS, 2013. p. 183.
13 Ibíd p.183. 14 Ibíd. p. 184.
18
espacio son productos inacabados de los debates y conflictos históricos que
atañen al significado, la función y la forma.15
Manuel Castells ha desarrollado sus planteamientos desde la década de los
años sesentas, y aunque sus enfoques han cambiado a lo largo del tiempo, la
influencia de Henri Lefebvre es innegable en sus obras. Su interés en un tema tan
cotidiano de suma actualidad como lo es la cuestión urbana ha servido a
numerosos exponentes de esta temática. La urbanización es un fenómeno
característico de la sociedad actual, dicho proceso está ligado al desarrollo
económico, social y cultural de una región. Los cambios históricos y sociales
propician la transformación y el crecimiento de las ciudades, por lo tanto es
interesante acercarse al estudio de una problemática tan vigente. En el ámbito
urbano se ponen de manifiesto distintos aspectos, como por ejemplo el papel
cultural. La ciudad es la materialización de las ideas en el espacio y tiempo. Esto
trae consigo la significación cultural dominante en una sociedad. De igual manera,
la ciudad es producto de la historia y juega un rol preponderante en la
organización de los grupos sociales que la integran.
En la visión socioespacial destaca el pensamiento que considera a la
ciudad como un producto de la historia, por lo que sus transformaciones físicas se
realizan por la acción política de los sujetos que la habitan, provocando cambios
urbanos que conducen a cambios sociales e históricos.16
Uno de los primeros exponentes de esa visión fue Henri Lefebvre, quien
concebía a la ciudad como una realidad espacial que se ordena, socializa y divide
por la acción política del estado para imponer los intereses de la clase social
dominante. Así el espacio urbano expresa la jerarquía que le asigna la estructura
económica, social y política dominante y se convierte en un instrumento para el
ejercicio del poder y la reproducción social.
15 Ibíd p. 186. 16 Horacio Roldán López, La urbanización Metropolitana de Culiacán, México, Fontamara, 2006, p.53.
19
Manuel Castells retoma la visión de Henri Lefebvre, con nuevos enfoques,
considerando que el espacio es una entidad que asume su carácter urbano en
relación directa con los fenómenos sociales que acontecen en la ciudad. 17La obra
de Henri Lefebvre en cuanto urbanismo fue amplia y a su vez reconocida por los
exponentes en la materia, sus aportaciones han sido de gran trascendencia y sus
diferentes obras: El derecho a la ciudad (1968), La ciudad y lo urbano (1971), De
lo rural a lo urbano (1973) y Espacio y política (1976) son un claro ejemplo de su
importancia dentro del ámbito de la historia urbana.
Castells redefinió la cuestión urbana a partir de una crítica profunda a toda la
producción sociológica de lo urbano efectuada durante el siglo XX. 18 Es decir,
adaptó las posturas de Henri Lefebvre con una visión propia. La crítica a la que
somete Castells a la teoría urbana, no solo pone en cuestionamiento los
productos teóricos obtenidos, a los cuales califica de ideológicos, sino también al
mismo objeto de estudio de la sociología urbana.19
Manuel Castells estudia diversos aspectos importantes del ámbito urbano
entre los cuales se destacan la estructura económica y la institucional, así como
las luchas ciudadanas y los movimientos sociales.
Los distintos momentos que integran la llamada escuela francesa de
sociología urbana dan cuenta de uno de los esfuerzos más significativos para
explicar los principales problemas propios de la sociedad moderna (cuyo ámbito
de expresión territorial es la ciudad), que se haya realizado por toda la tradición
sociológica del siglo XX.
La construcción del objeto de estudio, para esta escuela de pensamiento,
como es natural en una disciplina que toma su especificidad de un elemento
territorial, ha tenido que enfrentar el problema del estatuto teórico del espacio y
17 Ibíd. p.54. 18 José Luis Lezama , Teoría social, espacio y ciudad , México D.F, El colegio de México, 1993, p .258
19 Ibíd. p.259
20
deslindar su participación o ausencia, como elemento constitutivo de un conjunto
particular de conductas o problemas considerados como urbanos. 20
Manuel Castells , tuvo la capacidad de sistematizar y someter a una crítica
rigurosa toda la producción teórica que le antecedió en el campo de la sociología
urbana. Sus propuestas iniciales, contenidas en la cuestión urbana, desechan toda
irrupción del espacio en la conducta social y la cataloga como un producto de
combinatorias específicas de diversos elementos sociales, regidos por la lógica del
modo de producción capitalista.21
Entre otros exponentes importantes que abordan la cuestión urbana es
necesario mencionar a Gustavo Garza y a Jaime Sobrino quienes aportan varios
estudios relativos a esta temática, destacando una obra que publicaron en
conjunto y en la cual abordan por el fenómeno urbano analizando a la ciudades
sinaloenses, esta obra es industrialización periférica en el sistema de ciudades de
Sinaloa, también destacan otros estudios en el que se centra una ciudades del
país.
1.4 Metodología
En cuanto a la metodología utilizada para la presente investigación, se ha
recurrido al rastreo de información de campo, mediante la consulta diferentes
archivos hemerográficos así como de instituciones públicas que brindan
información valiosa sobre los distintos programas de vivienda, por ejemplo los
periódicos consultados han sido El Diario de Culiacán, el Sol de Sinaloa, y
Noroeste, en cuanto a las dependencias gubernamentales que han ofrecido
información se encuentran el Archivo Histórico General de Sinaloa, en adelante
(AHGS), la Crónica de Culiacán, institución al que ofrece importante información a
través de las actas de cabildo, forman parte de los acervos consultados.
20 Ibíd p. 294 21 Ibíd p. 295
21
Capítulo II Economía y sociedad, un acercamiento a la Institucionalización de
la vivienda en México y Sinaloa.
2.1 Crecimiento económico.
A mediados del siglo XX, la economía mexicana experimentó un periodo de auge,
mismo que se caracterizó por una notable estabilidad económica, un bajo nivel de
inflación y con un alza en el poder adquisitivo. Dicho fortalecimiento en la
economía nacional fue motivado a raíz de las exportaciones de productos
agrícolas hacia Estados Unidos, mismas que aumentaron considerablemente
desde la Segunda Guerra Mundial y de manera mayor después de la década de
los cincuentas. Varias actividades económicas se vieron beneficiadas durante este
período de auge, particularmente la agricultura que gozó de un notable incremento
en la producción gracias a los subsidios, créditos y otras acciones implementadas
por el gobierno encaminado a modernizar la agroindustria. Situación que tendría
un efecto muy especial en el estado de Sinaloa.
2.1 .1 Crecimiento económico a nivel nacional.
Esta etapa significó para muchas regiones del país bonanza y prosperidad,
mismas que se reflejaron en el rápido crecimiento de las ciudades de tamaño
medio así como en las capitales estatales, sin embargo dicha expansión
demográfica llegó a darse manera desmedida en algunas ciudades, debido a que
los centros urbanos se convirtieron en receptores de pobladores provenientes del
ámbito rural. Los campesinos llegaron a muchas ciudades atraídos por la pujanza
económica.
A este período comprendido entre 1952 y 1970, se le refiere comúnmente,
como el desarrollo estabilizador, debido a que durante dos décadas se mantuvo
una estabilidad económica que nunca antes se había visto y el producto interno
22
bruto (PIB) tuvo tasas de crecimiento altas, ya que la tasa media anual de
crecimiento era de 6.8 %22
La economía mexicana se fortaleció de manera especial después de la
Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos aumentó su demanda en varios
productos y materias primas, de esta manera se beneficiaron las actividades
económicas en nuestro país, además en de las relaciones comerciales con el país
vecino, también hubo otros factores de orden interno que dieron lugar a una
bonanza económica en el país, como por ejemplo las políticas gubernamentales
encaminadas a incentivar a la industria y a la agricultura.
El inicio de la segunda guerra mundial tuvo consecuencias de gran
importancia en el desarrollo económico del país. La reorientación de los Estados
Unidos hacia una economía de guerra implicó un aumento muy significativo en la
demanda de productos industriales mexicanos. 23
La creciente demanda de materias primas por parte de los norteamericanos
tuvo un efecto inmediato en la economía. En lo político, hubo un marcado cambio
de actitud del gobierno estadounidense hacia nuestro país, pues quería
asegurarse de que México lo apoyara en el esfuerzo económico que implicaba la
guerra y de que formara parte del grupo de países aliados.
Con los beneficios económicos directos que provocó la segunda Guerra
Mundial y los nuevos términos de la relación con los Estados Unidos, México inició
una nueva etapa en su desarrollo, caracterizada esencialmente por un notable
esfuerzo de industrialización. El gobierno llevó a cabo una activa política de
promoción de industrias. La magnitud de la tarea demandaba un esfuerzo conjunto
del sector público y de los particulares.24
A continuación se muestra una tabla estadística en relación al desempeño
económico del país durante la etapa del desarrollo estabilizador.
22 Carlos Tello, Estado y Desarrollo Económico México 1929-2006, México, Universidad Nacional Autónoma de México, , 2007, p. 366 23 Antonio Ortiz Mena, El desarrollo estabilizador: reflexiones sobre una época, México D.F, El Colegio de México, 1998, p.24. 24 Ibíd.p.31.
23
Cuadro 1
Crecimiento Promedio Anual (%) durante el desarrollo estabilizador
Periodo
PIB
Real
Precios PIB
Real
per
cápita
Dólar Import.
Totales
Export.
Totales
Import.
USA
Export.
USA
Desarrollo
estabilizador
1941-1970
6.05 7.77 2.86 3.31 9.11 5.92 76.52 69.39
Fuente: Proyecto de Dr. Abraham Aparicio Cabrera, Economía mexicana 1910-2000, UNAM, 2010.
Para impulsar tanto las actividades primarias como las secundarias, el
gobierno federal invirtió en infraestructura con diferentes proyectos alrededor del
país, por ejemplo con la ampliación de la red de carreteras. En el caso de la
agricultura se realizaron importantes inversiones en la referente a obras
hidráulicas, una de las zonas más beneficiadas en este rubro fue la región
noroeste, particularmente el estado de Sinaloa, la cual gracias a sus
características climáticas y la calidad de su tierra representó una región
predominantemente agrícola. Para detonar el desarrollo se necesitaba la
construcción de presas tanto para la irrigación de las tierras de cultivo así como
para la generación de electricidad.
La política agropecuaria aplicada en los años del desarrollo estabilizador
cumplió con los objetivos que se habían planteado. Además del importante
esfuerzo que se realizó durante el periodo para industrializar al país, se logró que
la producción agrícola, ganadera y pesquera creciera a un promedio de 3.2%
anual en términos reales entre 1958 y 1970, mientras que el ingreso per cápita de
la población rural aumentó a una tasa anual de 2.2% en términos reales entre
24
1960 y 1970. La producción de los principales cultivos agrícolas se incrementó
sustancialmente, el maíz aumentó casi 70% entre 1958 y 1970, al pasar de 5.3
millones de toneladas a 8.9 millones, es decir, tuvo una tasa de crecimiento
promedio anual de 4.8%. En los mismos años, la producción de trigo se duplicó, la
de frijol aumentó 80% y la de sorgo pasó de un nivel mínimo en 1958 a 2.7
millones de toneladas en 1970. 25
En Sinaloa, este período significó un gran crecimiento en la actividad
agrícola, los apoyos gubernamentales fueron decisivos para poder lograr el
dinamismo en el sector agrícola gracias a los créditos, la construcción de presas y
canales de irrigación y la dotación de tierras ejidales en los valles.
Todos los apoyos a la agricultura tanto en materia de infraestructura de
irrigación así como el otorgamiento de créditos para los agricultores, fueron
detonantes de una bonanza económica en Sinaloa,
El auge en esta actividad tuvo como efecto un importante incremento
demográfico, debido que los pobladores procedentes de la región de los altos y
sus cercanías empezaron a arribar a la localidades ubicadas en los valles, este
fenómeno tuvo su impacto en la capital sinaloense, con una expansión urbana de
notorias proporciones.
La política proteccionista y de intervención en la economía implementada
por el gobierno a partir de 1947 había tenido como objetivo restringir las
importaciones, elevando los aranceles para beneficiar a la industria nacional,
estableciéndose una política de sustitución de importaciones con la cual se
buscaba estimular la economía .Para lograr que dicha política económica tuviera
éxito, el gobierno estableció subsidios directos e indirectos al sector industrial e
intensificó las inversiones públicas tales como la dotación de energía
combustibles a bajo costo. 26
25 Ibíd p. 186. 26 Enrique Cárdenas, La política económica en México: 1950-1994, México D.F, Fondo de Cultura Económica 1996, p.67.
25
El periodo más exitoso de esta política económica ocurrió en la década de
los cuarentas y cincuentas, cuando el índice de sustitución de importaciones de
bienes de consumo se redujo de 22.2% en 1949 a 5.7 % en 1958, reduciendo de
esta manera los requerimientos de compra de mercancías en el extranjero.27
En efecto, entre 1950 y 1970 México experimentó un desarrollo económico
importante, reflejándose en años de estabilidad política, de consolidación
institucional, eran pues los años del milagro mexicano. Pero también fueron años
de desplazamientos poblacionales, de crecimiento demográfico explosivo y de una
intensa demanda de un lugar para poder vivir, por parte de una población en
constante crecimiento.
2.1.2 Crisis del desarrollo estabilizador
El modelo económico de sustitución de importaciones había tenido éxito durante
sus primeros años de implantación, debido a que permitió que el sector industrial
creciera rápidamente. Sin embargo, el mantener dicho esquema de protección
tuvo sus consecuencias. El desarrollo de la industria al amparo de empresas
públicas y del propio erario estatal, llevaba el efecto de no alcanzar el nivel de
competitividad adecuado. El desgaste de dicho modelo no solo se limitó al ámbito
industrial, sino también a otros sectores de la economía, que paulatinamente
empezaron a desacelerarse debido a una errónea política que consistía en guiar el
crecimiento económico por medio del gasto público. Evidentemente la
participación de paraestales en las actividades económicas no tuvo efectos
positivos debido al alto costo para el erario público.
Dicho modelo empezó a evidenciar signos de agotamiento pues el
reemplazo de bienes de consumo inmediato había culminado y no se diseñaron
las políticas de investigación y tecnológicas indispensables para impulsar la
producción de bienes de capital de una manera competitiva y moderna. El
comportamiento económico del país entró en una etapa de crisis cíclicas, cada vez
27 Gustavo Garza, La urbanización de México en el siglo XX, México D.F, El Colegio de México, 2003, p.41
26
más serias, y de mayor duración, alternadas con periodos de recuperación y auge
cada vez más efímeros, al mismo tiempo la población seguía aumentando.
El paulatino agotamiento del sistema sustitutivo de importaciones
evidenciado desde los años setenta no se enfrentó oportunamente, lo que produjo
la desaceleración industrial y una crisis generalizada durante la década de los
ochentas. A principios de la misma, ocurre específicamente un profundo quiebre
económico expresado en el aumento de las tasas de interés e inflación, la abrupta
reducción de los salarios reales y el crecimiento explosivo de la deuda externa28
A partir de la década de los setentas, el deterioro en la economía ya era
evidente, con una constante inflación de precios que terminó por afectar a la clase
trabajadora, en virtud de que el poder adquisitivo había disminuido de manera
notoria en relación a décadas anteriores. El desmedido crecimiento poblacional
agravó dicha situación, y en muchas ciudades del país los cinturones de la
periferia reflejaban una nueva realidad. Las reivindicaciones sociales, las protestas
y la reiterada demanda de servicios públicos por parte de colonos de dichos
asentamientos humanos aumentaron de manera significativa. Por su parte del
gobierno federal carecía de una adecuada política de desarrollo social para
mejorar la calidad de vida en la zonas urbanas.
La década de los setenta evidenció el agotamiento del llamado milagro
mexicano con la crisis cambiaria de agosto de 1976 que terminaba con 22 años de
estabilidad del peso frente al dólar y se establecía un sistema de flotación de la
moneda. En los primeros dos meses la devaluación mexicana había sido de más
del 100%.29
El impacto de la crisis se reflejó en la dinámica del desarrollo urbano, en las
condiciones de vida la población e incluso en las obras de infraestructura, por la
continua alza en los precios y materiales para la construcción influyó, durante esta
28 Op. Cit. Gustavo Garza Villareal, cincuenta años de investigación urbana en México 1940-1991, p. 101. 29 Ibíd. p. 45 la urbanización de México en el siglo XX
27
época en la calidad de las obras de construcción. Ante dicho panorama de
incertidumbre los ciudadanos necesitaban acciones del gobierno para resolver
diversas problemáticas, entre las cuales destacaba una de las más urgentes
necesidades que era el acceso a una vivienda digna y dotada con los servicios
públicos básicos, para combatir ese grave déficit se necesitaban acciones
concretas y legislaciones pertinentes para lograr dicho propósito.
Los signos eran notorios y mostraban las fisuras del modelo económico
hacia adentro o comúnmente llamado de sustitución de importaciones y que en
años anteriores había sido el símbolo del milagro mexicano, marcando el fin del
llamado periodo del desarrollo estabilizador.
2.2 Crecimiento poblacional
En 1940 se presentó un punto de inflexión en el proceso urbanización del país. El
ritmo con al que interesen tanto la población total en urbana como el número de
ciudades y su tamaño es muy significativo. El grado urbanización del país (medido
como el porcentaje de la población que vive en localidades de más de 15 000
habitantes registró un ascenso constante: de 20% en 1940 pasó a 28% en 1950, a
36.55 en 1960, a 44.9% en 1970 y a 52.75 en 1980. 30
2.2.1 Crecimiento poblacional en México
El crecimiento de la población urbana fue producto tanto del crecimiento natural
como de intensa migración hacia las ciudades, la cual tuvo lugar principalmente en
el período 1940-1970, cuando migraron a los centros urbanos más de seis
millones de campesinos. Sólo en la década de 1940 a 1950, el crecimiento de la
población urbana se debió más a la migración que al número de personas que
nacía en las ciudades. A partir de entonces, el crecimiento natural ha superado
social. 31
El crecimiento es determinado por el número de nacimientos y defunciones,
es decir si el número de nacimientos es superior a la cifra de fallecimientos,
30 José Luis Soberanes, La reforma urbana, México D.F, Fondo de Cultura Económica, 1995, P.24. 31 Ibíd. p.25
28
tenemos un crecimiento natural positivo. Mientras que el crecimiento demográfico
de tipo social, se determina con la diferencia entre el número de migrantes menos
los inmigrantes en un año determinado.
Las tasas de crecimiento poblacional en la ciudad de México fueron de 7.4
% en la década de los cuarentas, de 6.7% en la década de los cincuentas y de
6.8% en la década de los sesentas, en Guadalajara la tasas de crecimiento fueron
de 6.0% en los años cuarenta, de 9.3% en el periodo 1950-1960 y de 7.5 en la
década de los sesentas. La tercera ciudad del país, Monterrey tuvo tasas de
crecimiento de 8.2% en la década de los cuarentas, de 8.9% en el periodo 1950-
1960, y de 7.6% durante la década de los sesentas.32
Las altas tasas de crecimiento poblacional tendrían una repercusión
negativa en las ciudades, reflejándose en un detrimento de la calidad de vida. Los
servicios y el equipamiento público de la mayoría de las ciudades eran
insuficientes para satisfacer las demandas de la creciente población.
De esta manera las tres principales ciudades del país crecieron a un ritmo
vertiginoso. Para 1970, la ciudad de México llegó a los 8’541,000 habitantes,
Guadalajara tenía 1’487,000 habitantes y Monterrey contaba con 1’177,000
habitantes.33
2.2.2 Crecimiento poblacional en Sinaloa
Como se mencionó anteriormente el porcentaje de población urbana superó a la
rural en cuestión de décadas, hacia 1980 México se convirtió en una nación con
predominio urbano. Esta rápida expansión demográfica se tradujo en altas tasas
de crecimiento de poblacional. Este proceso tuvo características diferentes según
la región, por ejemplo en el caso de las ciudades antes mencionadas el
crecimiento se dio de manera más temprana, mientras que en las capitales
estatales y en otras ciudades de provincia ocurrió de manera tardía, y en el caso
de Sinaloa fueron poblaciones varias las que crecieron rápidamente durante el
32 Juan Ignacio Barragán del cien años de vivienda México, Monterrey, Urbis, 1994, p. 53 33 Enrique Padilla Aragón, México desarrollo con pobreza, México, siglo XXI editores, 1979, p. 46.
29
periodo 1940-1960, destacando entre ellas: Los Mochis, Culiacán, Guasave,
Guamúchil y Mazatlán.
Durante el periodo 1960-1970, Sinaloa pasó de 838,404 a 1’266,528
habitantes. La tasa de crecimiento anual de la población fue de 4.21%, con un
crecimiento natural de 3.45% y social de 1.02%, es decir, tuvo un saldo neto
migratorio positivo que la colocó como una entidad de atracción moderada. La
población neta que llegó de otros estados y del extranjero fue de 89, 577.34
El crecimiento poblacional experimentado en las ciudades del estado, tuvo
un mayor auge en la capital sinaloense
Cuadro 2
Crecimiento Poblacional en el municipio de Culiacán
Censo y
sexo
Población
total
AlfabeItizada No alfabet. Pob.
Activa
Pob.
Inactiva
(Años)
-1950
Total
147,106 74698 43,687 45306 101,100
Hombres 72,909 35132 22,338 39,490 33,419
Mujeres 74,197 34566 21,349 * 68,381
-1960
Total
208,982 113 321 52,555 65,723 143,239
Hombres 105,507 56,002 27,329 53,894 51,613
Mujeres 103,475 47,041 25,226 11,229 91,645
*: No se mostraron datos en el censo.
Fuente: Censo General de Población y Vivienda 1960 INEGI, 1960. 34Gustavo Garza Jaime Sobrino, Industrialización periférica en el sistema ciudades de Sinaloa, México D.F, El Colegio de México, 1989, p. 26.
30
El éxodo de pobladores procedentes de los altos no solo obedecía a
razones económicas, sino que también era producto de la inseguridad, el
combate al narcotráfico tuvo consecuencias como el desplazamiento de los
habitantes que huían de la violencia.
En la década de los setentas, en Sinaloa, el gobierno federal y el estatal
implementaron ante la ola de violencia suscitada por narcotráfico, la campaña
policiaco-militar bautizada como operación cóndor, con el fin de erradicar en la
zona de los altos el cultivo de estupefacientes y el tráfico de los mismos. La
operación tuvo resultados funestos para la actual sociedad urbana sinaloense,
debido a la violencia y a las agresiones por parte del ejército, persiguiendo a los
habitantes de los altos y cercanías de la sierra. De esta manera, se produjo un
éxodo forzado de los habitantes hacia las zonas urbanas. La llegada los centros
urbanos de esas personas provocó una diversidad de problemas de índole social y
económica, trayendo consigo el incremento acelerado en los índices de la
criminalidad.35
Los asentamientos humanos localizados en la periferia ampliados por la
expansión demográfica, producto de dicho éxodo, se convirtieron en focos de
inestabilidad socioeconómica y urbanística que, más tarde habrían de contribuir a
la ejecución de delitos. Debido a los bajos recursos de los pobladores
provenientes de las comunidades serranas, su principal destino al llegar a la
capital sinaloense eran las colonias populares, mismas que proliferaban a raíz del
acelerado crecimiento poblacional.
Ante el éxodo masivo de pobladores provenientes de los altos, la demanda
de vivienda digna y dotada de servicios básicos aumentó de manera considerable,
al no haber programas de viviendas la población optaba por invadir predios, de
esta manera se observaba cómo las condiciones de vida eran cada vez más
35 Gustavo Aguilar Aguilar y Víctor Miguel Vélez, Memoria del XVII congreso de historia regional: Historia de la violencia, criminalidad y narcotráfico en el noroeste, Culiacán Universidad Autónoma de Sinaloa, , 2002, p. 140
31
deplorables, en sus primeros años de creación muchos de los asentamientos
periféricos carecían de electricidad, agua potable, drenaje, alumbrado público y
recolección de basura, ocasionando que la calidad de vida de los nuevos
pobladores fuera baja.
Dicho estaba relacionado con la violencia generada por el narcotráfico y
particularmente con la instrumentación de la operación cóndor que el estado
diseñó para el combate a las drogas.
El acelerado crecimiento poblacional de Sinaloa tuvo como consecuencia
una aguda problemática social, debido a que las ciudades crecían rápidamente
pero la infraestructura era insuficiente. En la capital sinaloense la carencia de
servicios públicos fue una constante durante la década de los sesentas y setentas
situación derivada a raíz de la proliferación de las colonias ubicadas en la periferia.
Al no existir programas de vivienda o algún apoyo gubernamental, los pobladores
optaban por invadir predios, donde edificaban improvisadas construcciones con el
fin de proporcionar a sus familias un lugar para vivir. A medida de que aumentaba
la población la problemática social tomaba proporciones más grandes. Calles sin
pavimentar, inseguridad y servicios públicos ineficientes se convirtieron en
elementos característicos de dichos asentamientos.
El acelerado crecimiento poblacional se la ciudad se tradujo en un aumento
sin precedentes de la superficie urbana. A continuación se muestran dos tablas
que ejemplifican dicho fenómeno:
Cuadro 3
Crecimiento poblacional en la ciudad de Culiacán
AÑO POBLACIÓN TASA
(CRECIMIENTO
32
Fuente: Luis Alfonso Paredes Verdugo, José Manuel López Cruz, proyecto del servicio
social: La determinación de la necesidad de vivienda en las colonias proletarias de
Culiacán (1975).
Cuadro 4
Crecimiento territorial de Culiacán (1930-1970)
Año
Superficie total (Hectáreas) Número de Habitantes Densidad (Habitantes por
Hectarea)
1930 269.2 18,202 68
1940 465.12 22,025 47
1950 548.02 48,936 89
1960 1094.40 87,497 80
1970 2688 174,511 64
Fuente: El Sol de Sinaloa, domingo 14 de febrero de 1971.
ANUAL)
1940 22,025 1.9
1950 48,936 5.7
1960 85,024 8.3
1970 167,956 5.7
1971 179,712 7.0
1972 192,292 7.0
1973 205,753 7.0
1974 220,156 7.0
1975 235,560 7.0
33
Ilustración 1
Mancha Urbana en 1943
Fuente: INEGI (Presentación de Diapositivas Culiacán Histórico).
Ilustración 2
Creación de la mancha urbana por décadas
Fuente: Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN).
34
Evidentemente el crecimiento de la ciudad se dio de manera anárquica, sin
previsión alguna de los problemas sociales que esto podía conllevar.Un gran
sector de la población de escasos recursos se enfrentaba con el hacinamiento, la
falta de higiene, o pésimas condiciones en los servicios y por lo general, los
predios se encontraban en condiciones de desventaja, ya sea por estar muy
retirados de los centros de trabajo o por localizarse en sitios de riesgo y difícil
acceso. Su sobrevivencia estaba marcada por su lucha, ya fuera individual o
colectiva por ejercer su derecho a la vivienda.
En la serie de obstáculos que las familias de bajos ingresos tenían que
enfrentar para acceder a una vivienda era hacer valer su derecho al suelo,
comúnmente la única posibilidad que se les presentaba a las personas de escasos
recursos para hacerse de una vivienda era la ocupación ilegal de predios, y la
improvisación una vivienda con el material más precario y económico que
pudieran conseguir. El carácter de los asentamientos provocaba fuertes tensiones
sociales, ya que el colono vivía con temor de ser desalojado en cualquier
momento, no podía tener acceso servicios urbanos mientras sus predios no
estuvieran regularizados. Y era imposible la adquisición de créditos para construir
sus viviendas. Tal situación se traducía en la proliferación de asentamientos
irregulares, dispuestos en forma anárquica en contradicción con las estrategias y
programas para el desarrollo equilibrado de las ciudades.
2.3 La vivienda y su institucionalización.
La creación de los actuales programas de vivienda de interés social han sido
resultado de la evolución histórica que establece el derecho de los trabajadores
para una vivienda digna que se remonta a los postulados básicos de la
constitución de 1917, estableciéndose que el Estado mexicano debía atender a la
problemática habitacional, el cumplimiento de ese encargo constituye la acción de
los actuales organismos de vivienda, mismo que se sustentan en el marco jurídico
y de planeación proporcionado en la carta magna.
Dicha ley, emanada de la fracción XII del apartado “A” del artículo 123,
consigna el derecho de los trabajadores a la vivienda. Esta disposición
35
constitucional que marca el punto de partida de los pasos institucionales para
dotar de vivienda a los obreros, recogió algunos planteamientos y propósitos poco
con créditos. Previamente, en 1906 se promulgó la ley sobre casas de obreros y
empleados públicos para los residentes de la ciudad Chihuahua, constituyendo
esta normativa común importante antecedente, sin embargo no se estipulaba la
obligación patronal por lo tanto nunca llegó a cumplirse de manera satisfactoria. 36
La reforma constitucional del 6 de septiembre de 1929 otorgó facultades al
Congreso de la Unión para expedir las leyes del trabajo reglamentarias del artículo
123 de la constitución. Esto posibilitó en agosto de 1931 la creación de la Ley
Federal del Trabajo. Este código laboral incorporó, en materia habitacional, la
fórmula establecida en la Constitución. Con dicha modificación se sentaron las
bases de las obligaciones patronales, mismas que servirían de pauta para años
posteriores.
A pesar de que el derecho a la vivienda para los trabajadores estaba
estipulado en la carta magna, era necesaria la implementación de programas de
edificación de viviendas accesibles para la población.
El gobierno federal comenzó a invertir en materia de financiamiento de
vivienda en 1925, cuando creó el programa de créditos para empleados federales,
que más tarde, en 1934, facultó al Departamento de Distrito Federal para la
construcción de viviendas económicas destinadas a los empleados de menores
ingresos. Asimismo, cuando en 1943 se creó el Instituto Mexicano del Seguro
Social, en adelante (IMSS), este también empezó a financiar programas
habitacionales para sus derechohabientes. En 1947, el banco nacional hipotecario
y de Obras Públicas (BANOBRAS), a través del fondo de casas baratas (luego
fondo de habitaciones populares), intensificó los programas habitacionales
dirigidos a los sectores medios y bajos de la población. 37 La reforma en 1962 a la
Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares facilitó la
36 INFONAVIT, 15 años de servir a los trabajadores, Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, México, INFONAVIT,1988, p. 3 37 Martha Schteingarth, Vivienda y vida urbana en la ciudad de México, México, el Colegio de México1998,p. 22.
36
creación por medio del Banco de México, de los fideicomisos, el fondo de
operación y descuento bancario de la vivienda (FOVI) y el Fondo de Garantía y
Apoyo a los Créditos Bancarios (FOGA), estableciéndose por primera vez un flujo
de créditos destinados a la vivienda de interés social. Los créditos que cubrían un
80% del costo de la vivienda presentaban condiciones accesibles con respecto al
enganche y a las cuotas correspondientes para el pago de la deuda.
2.3 .1 INFONAVIT
El fundamento original con el cual se creó el INFONAVIT parte de espíritu de
justicia , ya que permitía que los trabajadores sin acceso a créditos pudieran
disponer de un ahorro, y por otra parte a los que adquirieron una vivienda pudieran
disponer de un patrimonio que la diera seguridad, mejorando sustancialmente sus
condiciones de bienestar. Se mencionaba reiteradamente que la solidaridad era la
premisa principal que sustentaba a dicho organismo, creando un mecanismo que
propiciaba el cumplimiento de una obligación patronal.
En un principio la premisa original de esta dependencia era la solidaridad y
apoyo al trabajador, atender al sector más relegado de la sociedad. El sentido
social de este organismo público se fue perdiendo, posteriormente la institución
se empezó a centrar en el aspecto financiero.
Si bien, desde mediados del siglo XX ya se habían desplegado esfuerzos
para atacar el déficit de vivienda, las necesidades y la demanda de alojamiento
habían crecido más de prisa que la oferta de vivienda. Fueron varias las
instituciones públicas que implementaron acciones de vivienda. A pesar de estos
antecedentes, sus proyectos no tuvieron la cobertura suficiente, y no se extendían
a todo el ámbito federal. En este sentido, existía una gran necesidad de un
programa masivo de vivienda.
Entre las dependencias e instituciones públicas que habían contribuido al
fomento de la vivienda estaban el Instituto Mexicano del Seguro Social, la
Dirección de Pensiones Civiles, el Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras
Públicas y el Instituto Nacional de la Vivienda.
37
Era necesario que el Estado interviniera de manera más eficaz en materia
de vivienda de interés social, la acción gubernamental era insuficiente para abatir
el problema de vivienda. El establecimiento de instituciones y de programas era
hasta el momento insuficiente ya que los presupuestos asignados eran
relativamente bajos para enfrentar la problemática social. Existía una necesidad
que las dependencias e instituciones gubernamentales formulara en conjunto
programas de acción del Estado y coordinación con el sector empresarial con
objetivos, medios de acción así como mecanismos de coordinación efectivos.
Fue hasta 1970 que se estableció una comisión redactora de un proyecto
de nueva Ley Federal del Trabajo, cuando se planteó nuevamente la necesidad de
reglamentar la fracción XII del apartado A del artículo 123 constitucional con la
finalidad de que los patrones hicieran efectivas obligación de proporcionar
viviendas cómodas e higiénicas a sus trabajadores.38
El INFONAVIT surgió mediante ley del 21 de abril de 1972, publicada en el
diario oficial del día 24 del mismo mes y año, como un organismo de servicio
social, con personalidad jurídica y patrimonio propio y cuyos objetivos
fundamentales, eran administrar los recursos del fondo nacional de la vivienda,
para establecer y operar un sistema de financiamiento que permitiera los
trabajadores obtener créditos baratos, así como coordinar y financiar programas
de construcción de habitaciones destinadas a ser adquiridas en propiedad por los
trabajadores.39
Con base a lo anterior, el Estado mexicano empezó a implementar políticas
de vivienda alrededor del país; al fundarse dicho instituto no había en México una
industria de construcción de la vivienda suficientemente desarrollada que
permitiera generar oferta para los primeros acreditados, aún sobre la base de los
entonces reducidos recursos de dicha acción. Es por ello que la primera etapa del
38 Ibíd. p. 8. 39 Ibíd p. 18
38
INFONAVIT, este organismo tuvo que promover y financiar la conducción de los
conjuntos habitacionales de manera directa.40
La función de financiar la construcción de viviendas para la población
trabajadora, tenía como factor condicionante la disponibilidad de terrenos en los
cuales habrían de asentarse los conjuntos habitacionales. La escasez relativa de
reservas territoriales, repercutía en su precio y por ende en el precio final de las
viviendas. El organismo, para evitar caer en los peligros de la especulación o por
la disyuntiva de adquirir predios en lugares mal localizados, se determinó disponer
progresivamente y en coordinación con otras dependencias oficiales, de tierra
suficiente en el corto, mediano y largo plazo, para controlar el precio y la calidad
de producción de las viviendas, controlar el valor comercial de los terrenos
destinados a la edificación de fraccionamientos, además se buscaba ejecutar
desarrollo de viviendas relacionados con programas integrales de desarrollo
urbano, mediante el uso social y racional del suelo, incorporación de terrenos
baldíos, revalorización de terrenos decadentes, articulación del área urbana de
terrenos de régimen ejidal comunal o de dominio público. Ese mismo año se creó
otra institución con la misma finalidad pero dirigida a los empleados del Estado, el
FOVISSSTE.
2.3.2 FOVISSSTE
Fue hasta 1972 cuando el Estado implementó un novedoso e importantes
programa de financiamiento de la vivienda, creando dos fondos nacionales de la
vivienda: INFONAVIT y FOVISSSTE.
Con la creación de dichos organismos se logró facilitar el acceso a
viviendas dignas para millones trabajadores del país, en el caso del INFONAVIT,
se realizaba con aportaciones que no sólo eran gubernamentales, sino que
también estaban compuestas de aportaciones tanto patronales como de los
asalariados. El mecanismo financiamiento fue concebido de manera tripartita
(obrero, patrón y gobierno) para el beneficio de la clase trabajadora.
40 Rafael Catalán Valdés, Las Nuevas políticas de vivienda, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, p.45
39
Se creó como un órgano desconcentrado del ISSSTE mediante decreto
emitido por el Congreso de la Unión, el cual fue publicado por el Diario Oficial de la
federación con fecha 28 de diciembre de 1972, con una duración indefinida.
Teniendo como misión ministra los recursos del fondo de la vivienda, integrado
con las aportaciones recibidas de las dependencias y entidades a favor de los
trabajadores; establecer y operar un sistema de financiamiento a que permita los
trabajadores obtener un crédito barato y suficiente para la adquisición o
construcción de vivienda, reparación, ampliación o mejoramiento sus habitaciones
del pago de los pasivos contraídos por conceptos anteriores.
2.3.3 Otras instituciones en materia de vivienda.
A medida de que la población urbana aumentaba, el gobierno federal tenía que
atender las necesidades que demandaba este creciente sector de la población,
por lo tanto se institucionalizó la política urbana regional así como acciones para
atacar el déficit de vivienda.
El 29 de diciembre de 1976 se creó la Secretaría de Asentamientos
Humanos y Obras Públicas, en adelante (SAHOP). La creación de esta
dependencia fue el símbolo central de la implementación de la planificación
territorial del país, pues a esta nueva importante secretaria de estado se le
asignaron las funciones de articular el sistema de planificación urbana nacional.
Dicha institución se encargaban también que la realización de la obra pública
nacional, por lo que a la función normativa se le agregaba la capacidad
implementar de inversión. Un año y medio después en la dependencia
presentaría el primer plan nacional de desarrollo urbano.41 Por carecer de
especialistas capaces de formular planes realistas, así como por las inercias
negativa del sistema político mexicano esta transcendental iniciativa no logró su
propósito central y en gobiernos siguientes se importancia fue disminuyendo hasta
convertirse en una dependencia de asistencia social.
41Gustavo Garza, La Urbanización de México en el Siglo XX, Op. Cit, p.62.
40
Se buscaba promover un desarrollo urbano integral y equilibrado, el plan
antes mencionado fue el primer instrumento de su tipo en el país, algo
indispensable si tomamos en cuenta que la ciudades crecían sin ordenamiento
alguno debido a las recurrentes invasiones de predios que resultaban un en una
expansión urbana anárquica y ausente de normativas.
El primer instrumento normativo del estado para intervenir en la
organización del territorio fue la Ley General de Asentamientos Humanos (LGAH)
promulgada en 1976 y a su vez, reformada en 1981, 1983 y 1993. Esta ley
estableció la necesidad de homogeneizar las disposiciones legales sobre
desarrollo urbano en los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal; y, a
su vez dispuso la elaboración de un plan nacional de desarrollo urbano (PNDU),
aprobado en su versión final en mayo de 1978. Este plan estableció los principales
objetivos y estrategias de desarrollo urbano y regional para todo el territorio
nacional. En este sentido, fue un instrumento precursor porque, por primera vez en
la historia de la planeación territorial, se llevaban a cabo estas acciones para todo
el país.42
En cuanto a la población que no contaban con un empleo formal, y que por
lo tanto no eran derechohabientes del IMSS, se encontraban excluidas de todo
programa de vivienda. Respecto a esta situación se creó o el Instituto Nacional
para el Desarrollo de la Comunidad y la Vivienda Popular, en adelante (INDECO),
organismo que operó desde 1970 hasta 1980 realizó una serie de actividades
encaminadas a la formación de un banco de tierra, tanto para sus propios
programas, como para que ellos correspondientes a otros organismos públicos.
Más aún estaba facultado para expropiar bienes ejidales o comunales con la
finalidad de conformar fraccionamientos urbanos, e incluso prestar asesoría otros
organismos como INFONAVIT y FOVISSSTE, en cuanto políticas de adquisición
de tierras.43
42 Adrián Guillermo Aguilar, Boris Grazboird Ed y Álvaro Sánchez Crispín, Política pública y base económica en seis ciudades medias de México, México, el colegio de México, 1997. 43 Alejandro Mohar, Vivienda para pobladores de bajos ingresos políticas e instituciones, México, Consejo Consultivo del Programa Nacional de Solidaridad, , 1993,p.27
41
El INDECO fue un organismo público descentralizado, que a lo largo de
poco más de una década, atendió en forma ilimitada a la demanda de vivienda de
la población no asalariada, que recibió ingresos de entre 0.5 y tres veces el salario
mínimo y que, por tanto, no era sujeto de crédito ni podía ser considerada por
otros organismos de vivienda.
Una de las características más destacadas del INDECO fue la capacidad
para conformar reservas territoriales para uso habitacional, era un organismo
regulador de mercado de tierra con vocación urbana, que tenía como propósito
formar una bolsa de tierra a disposición de los organismos de vivienda del sector
público. En concurrencia con dicha característica los criterios que regían a
INDECO establecían que en virtud de que la vivienda se realizaban forma
mayoritariamente mediante autoconstrucción, y para evitar la irregularidad de la
tenencia de la tierra y la precariedad de las viviendas, la solución radicada en
ofrecer a las familias terrenos para construcción, a un precio accesible a su
capacidad económica. El objetivo era contener la tendencia histórica de posesión
ilegal de predios y crecimiento irregular de los asentamientos humanos. Las
políticas del INDECO se dirigían al desarrollo de la comunidad, ocupándose de la
regeneración de viviendas insalubres, tanto en el medio rural como en el urbano.
Al desaparecer el INDECO, fue sustituido por el Fondo Nacional de
Habitaciones Populares, en adelante (FONAHPO), al acreditar tanto las
organizaciones sociales, los gobiernos municipales y estatales y otras entidades
del sector público para la adquisición de suelo. A principios de 1981 iniciaron las
funciones de dicho organismo público. 44
Muchas de las políticas de vivienda que INDECO incorporó siguieron
vigentes en FONAHPO, así como otras acciones en materia de suelo que fueron
rescatadas para la implementación de programas de vivienda subsiguientes.
Hasta antes de 1972 las necesidades de vivienda de los trabajadores eran
atendidas en forma parcial con algún acuerdo obrero patronales es a partir de este
44 Ibíd. p.75.
42
año cuando se encuentra un cauce jurídico constitucional y reglamentario
mediante el cual se establece.
43
Capítulo III Implementación de los programas de vivienda en Culiacán
3.1 Antecedentes del problema de vivienda en Culiacán: invasiones.
La invasión de lotes en diversos sectores de la ciudad se convirtió en una práctica
común a principios de la década de los setentas, en el presente apartado se
analizan las acciones llevadas a cabo por los grupos de colonos de las colonias
populares de la ciudad, en dichos movimientos eran evidentes las relaciones con
el estado, tanto para proceder a las invasiones como en el posterior proceso de
legalización de lotes se ponían de manifiesto las prácticas clientelares, los
invasores para tener legitimidad y con ello mejorar su calidad de vida se
incorporaban a grupos, entre los que se puede mencionar la Alianza
Revolucionaria de Colonias Populares, organización que en su nombre evidencia
su afiliación al Partido Revolucionario Institucional , también destaca otra
organización activa durante las invasiones de predios en los años setentas en
Culiacán: Unión de Obreros y Campesinos de México (UGOCM).
Otra organización que intervenía en las invasiones, era la Confederación
de Organizaciones Populares (CNOP), organización que también estaba afiliada
al partido oficial, dicho organismo junto con el ayuntamiento fueron determinantes
en la creación de las colonias periféricas. La mayor parte población urbana vivía
en las colonias populares.
La expansión de la mancha urbana en zonas inadecuadas en forma
irregular, así como la falta de servicios y equipamientos de dichos asentamientos,
convirtió las demandas de regularización de predios, en una de las más sentidas
por la población de las colonias periféricas. La tarea de regularización era un
proceso complejo, ya que estaban en juego muchos intereses: los derechos de los
ejidatarios por los núcleos agrarios afectados; la seguridad el colono (ya que para
ellos el título de propiedad se traducía en la certidumbre de que nadie donde se
apoderaría de su vivienda) y las políticas de reordenamiento urbano. La
regularización de la tenencia resultaba ser un mecanismo relativamente
económico para disminuir la tensión social en los asentamientos populares.
44
Las organizaciones populares se conformaban a partir de su lucha por la
vivienda, es importante conocer las modalidades que asumían para tener acceso a
una vivienda, las prácticas clientelares con la autoridad eran característica de la
creación de los asentamientos irregulares.
La búsqueda de mejores condiciones de vida conllevaba estrategias de
sobrevivencia. La conquista de un lote para construir una vivienda y la lucha para
tener acceso a servicios de consumo colectivo implicaba frecuentemente la
ruptura de ciertas formas predominantes de actuación política frente al estado y
sus instituciones. En estas organizaciones participaba una amplia gama de grupos
de colonos, posesionarios, inquilinos, solicitantes de tierra urbana, demandante de
servicios públicos, trabajadores no asalariados.
La características esenciales de las formas de organización popular que
estaban en la base de los movimientos sociales, era el empleo de recursos
existentes en la cultura cotidiana y el uso de redes de interacción, tejidas a partir
del conocimiento previo entre los participantes, practicas presentes en las
tradiciones, en la memoria colectiva de los grupos, pero también en la cultura
urbana, alimentan las estrategias que se ponen en marcha para dar impulso a una
naciente organización.
Al organizarse dichos grupos intervenían distintos factores en su
conformación, en su consolidación o por el contrario en su desintegración. Entre
ellos se enlistan los siguientes: poseer una base de estructuración espacial y un
espacio compartido; compartir carencias similares, la definición de una ideología o
proyecto común, conciencia de los efectos urbanos y políticos logrados gracias a
la organización como factor de refuerzo en la integración.
A continuación se muestran las prácticas llevadas a cabo por los habitantes
de las zonas periféricas de la ciudad, así como su conjunta acción con
organizaciones populares, poniendo de manifiesto las prácticas clientelares.
Los invasores llegaban a los predios, y lotificaban manzanas enteras,
generalmente llegaban en la madrugada. En muchas ocasiones, los invasores
45
eran apoyados por grupos de estudiantes universitarios, como en julio de 1972,
cuando un grupo de 22 jefes de familia, invadieron una manzana de terrenos
ejidales en la Colonia Hidalgo, ubicada entre las calles Hidalgo e Indio de
Guelatao, iniciando de inmediato la construcción de sus humildes viviendas,
utilizando cartones y láminas viejas. Los colonos del citado asentamiento estaban
dispuestos a pagar el valor de los terrenos, desde luego a precios muy bajos y de
acuerdo a sus posibilidades. Dichos terrenos pertenecían al ejido El Barrio. 45 Los
colonos, eran en su mayoría, personas humildes, de escasos recursos, pero
también se encontraban acaparadores de lotes. En la colonia Hidalgo, algunos de
los lotes invadidos eran propiedad del Ayuntamiento. Los invasores también
llamados paracaidistas, simplemente llegaban a los terrenos y se establecían, sin
importar quien fuera el propietario.
En el transcurso de 1972, se registraron múltiples invasiones de lotes
baldíos en la colonia Miguel Hidalgo. Para ese año quedaban menos terrenos
baldíos en dicha zona de la ciudad, en un principio los colonos se posesionaban
de manzanas enteras, pero a medida que quedaban menos terrenos, tomaban
cualquier lote que no estuviera fincado.46 Los lotes urbanos abandonados, eran
tomados por los invasores. Para ellos no importaba si era una manzana completa
o un pequeño lote, o si era un basurero, solo llegaban y empezaban a construir
con madera y láminas, cartón y mantas
Respecto a esta problemática, y la reiterada proliferación de
asentamientos irregulares, gobierno del estado elaboró un padrón de los
habitantes de las colonias populares para conocer las necesidades, y de esa
manera realizar obras de infraestructura.
45 El Diario de Culiacán viernes, 14 de julio de 1972 , p. 12 46 El Diario de Culiacán Domingo 6 de agosto de 1972, p.1
46
Ilustraciones 3 y 4.
Condiciones de vida en las colonias invadidas
Fuente: El Diario de Culiacán, sábado 15 de julio de 1972.
La prensa local seguía de cerca las acciones de los colonos de la periferia y
de las agrupaciones que realizaban las invasiones, mismos que se daban en todo
47
los puntos cardinales de la ciudad. De manera reiterada se observaban dichas
acciones, un ejemplo de un asentamiento en aquel entonces de la periferia de la
capital sinaloense es la colonia 6 de Enero, al norte de la ciudad. Una de las
invasiones registradas en este sector, ocurrió en julio de 1972 más de cien familias
se posesionaron de una superficie de una hectárea de terrenos pertenecientes al
ejido 6 de Enero. Los paracaidistas, fueron dirigidos por grupos de estudiantes,
mismos que empezaron a ayudarlos en el levantamiento de sus humildes
viviendas formando seis manzanas con lotes ocupados. La acción de los
precaristas para invadir los terrenos, comenzaron en la tarde noche, y en pocas
horas lograron levantar más de 50 viviendas, construyéndolas con madera,
láminas y otros materiales rústicos, los terrenos estaban ubicados, frente a la
recién creada colonia Lombardo Toledano, la cual había sido invadida por
miembros de la UGOCM (Unión de Obreros y Campesinos de México). Mientras
que los invasores de la colonia 6 de Enero, no pertenecían a ninguna organización
o grupo de colonos, solo contaban con la participación de líderes estudiantiles 47
Se presentó otra acción de invasores, en otro sector de esa colonia, en el
extremo norte de dicho asentamiento por líderes del Partido Popular Socialista
(PPS), parte de la zona invadida correspondían a propiedades urbanas del
licenciado Froilán Alvarado. Martín Carrillo Oliva, fue señalado como uno de los
que invitó a las familias a posesionarse de los lotes. Los colonos tenían
proyectado ponerle el nombre de Genaro Vázquez a la nueva colonia, y en pocos
días las construyeron sus viviendas de manera improvisada, sin embargo seguían
lotificando en terrenos adyacentes. 48
Un mes después, en agosto de 1972, cien familias invadieron terrenos en la
colonia Sinaloa, posesionándose de una amplia zona lotificada, e inmediatamente
empezaron a construir sus chozas con madera y lámina de cartón, la mayoría de
los invasores rentaban casas en otros sectores de la colonia, pero no podían con
47 El Diario de Culiacán Viernes 28 de julio de 1972, p.1.
48 El Diario de Culiacán, sábado 29 de julio de 1972, p.1.
48
el gasto, y finalmente optaban por invadir, ya que era la única manera para
hacerse de un patrimonio para sus familias, construyeron sus casas en lomas y
terrenos muy irregulares, pero no estaban dispuestos a abandonar los lotes, ni
siquiera la intervención de la policía los hacía desistir. Los estudiantes y líderes de
colonias eran quienes repartían los lotes, y al terminar de invadir y lotificar,
buscaban otro lugar para repetir sus acciones de invasión49
Había periodos en los cuales las pugnas por la tierra y la lucha por
posesionarse, alcanzaban puntos álgidos y en ciertas ocasiones llegaba a
intervenir la fuerza policiaca. Esto ocurría debido a que ciertos predios eran
propiedad de políticos influyentes o de sus allegados.
Los diversos ejidos que circundaban a la capital sinaloense, fueron el
destino de los invasores de predios. Al estar fuera del fundo legal de la ciudad,
dichos asentamientos se encontraban excluidos de todo tipo de servicio público, y
para la obtención de los mismos ocupaban legalizar la tenencia de los lotes que
previamente habían invadido. Para lograr esto y tener una certeza jurídica de sus
viviendas, recurrían a las autoridades competentes para su obtención.
Colonias como Salvador Alvarado, Gustavo Díaz Ordaz, Industrial El
Palmito, PEMEX y Libertad pertenecían al ejido El Palmito. Al iniciarse las pláticas
para la legalización de los predios, muchos de sus habitantes se negaron a pagar
los precios asignados por el Comité Regional de la Comisión para la
Regularización de la Tenencia de la Tierra, (en adelante CORETT), alegando que
la dependencia les cobraba hasta 50 pesos por metro cuadrado cuando los
mismos colonos no estaban dispuestos a pagar más de cinco pesos ni tampoco a
cubrir la cantidad de 600 pesos por el pago de escrituras. 50
En otro caso relativo a la tenencia de predios, la Alianza Revolucionaria de
Colonias Populares propuso suspender el pago de terrenos y títulos de propiedad
en la colonia Gabriel Leyva, rompiendo toda plática con CORETT, debido a la
49 El Diario de Culiacán Jueves 17 de agosto de 1972, p.1. 50. El Sol de Sinaloa, martes 6 de mayo de 1975, p.1.
49
inconformidad de muchos colonos con los precios asignados por la dependencia.
Según el dirigente de la alianza Revolucionaria de Colonias proletarias, Ponciano
Escobar Ramírez, el CORETT inicialmente les había fijado un precio de trece
pesos por metro cuadrado, pero posteriormente les hizo fijar un precio de 21
pesos. El área ejidal de la colonia Gabriel Leyva comprendía una superficie total
de 30,000 m². Las quejas y protestas contra la institución, no solo se dieron en
esa zona, sino que también se presentaron en las colonias el palmito, 5 de mayo
Gustavo Díaz Ordaz, Francisco Villa, Industrial El Palmito y Libertad.
El organismo antes mencionado, que a su vez era parte del partido oficial
(PRI), apoyaba abiertamente a los colonos, debido a que ese apoyo les
garantizaba simpatía política.
Durante mayo de 1975 se registró una invasión en la zona sur de la ciudad,
más de una veintena de lotes baldíos ubicados en la colonia Rosales fueron
entregados a jefes de familia que carecían de vivienda, lo cual fue causa de
protestas. De acuerdo con el dirigente de la colonia Rosales Antonio Soto Conde,
la entrega de dichos lotes se dio a partir de una lista proporcionada por gobierno
del estado conjuntamente con el ayuntamiento y a partir de un estudio
socioeconómico a las familias solicitantes. Acciones similares también se dieron
en las colonias Benito Juárez, Sinaloa, Rafael Buelna y 5 de Mayo, con el aval del
gobernador Alfonso Calderón y del alcalde Fortunato Álvarez Castro.51
Al sureste de la ciudad, se encontraba otro caso, la colonia Lázaro
Cárdenas estaba habitada por más de mil familias que habían invadido terrenos
ejidales, sector donde además de familias de escasos recursos también se
infiltraron acaparadores que no tenían necesidad de invadir lotes, situación que
hacía perentoria la intervención del gobierno para expulsar a los acaparadores. De
acuerdo a los invasores de los predios, el antiguo comisario ejidal Rosario Hurtado
51 El Diario de Culiacán, miércoles 7 de mayo de 1975, p.1.
50
Bárcenas fue responsable de invadir un predio donde se localizaban los estadios
de béisbol y de fútbol de la colonia Sinaloa. 52
Cuadro 5
Invasiones por sectores de la ciudad
Fecha Colonia Procedimiento Colectivos
Condición del
predio
Julio de 1972 6 de Enero Invasión UGOCM Terreno ejidal
Julio de 1972 Miguel
Hidalgo
Invasión Efectuada por
colonos
Terreno ejidal
Julio de 1972 6 de Enero Invasión Partido
Popular
Socialista
(PPS)
Propiedad
privada
Agosto de
1972
Sinaloa Invasión Efectuada por
colonos
Terreno ejidal
Mayo de 1975 Margarita Invasión Efectuada por
colonos
Propiedad
privada.
Fuente: Elaboración propia, con datos El Diario de Culiacán.
Las invasiones de lotes urbanos que se proliferaban en distintos puntos de
la ciudad provocaban fricciones y disputas, debido a conflictos de intereses donde
las personas necesitadas acusaban a influyentes de acaparar predios sin
necesidad. Los habitantes que tenían necesidad buscaban la intervención de las
autoridades tanto estatales como municipales para que actuaran en favor de sus
intereses. De esta manera se buscaba poner término a la situación legal de las
52 El Diario de Culiacán, viernes 9 de mayo de 1975, p.1.
51
posesiones de lotes, asimismo se buscaba poner freno a la proliferación de
invasiones.
Eran muy constantes los problemas que se suscitaban a raíz del
acaparamiento de lotes, en diversos sectores se observaba el acaparamiento
desmedido, ejemplo de esta situación era la construcción bardas en grandes lotes
sin habitar. La problemática habitacional y el déficit de vivienda eran
característicos de la capital sinaloense, situación que evidenciaba la falta de
esfuerzos gubernamentales en materia de planeación y urbanización, que si bien
existían diferentes programas la cobertura era insuficiente para atender las
demandas de una población en constante aumento.
Desde décadas atrás la ciudad de Culiacán había crecido en forma
anárquica, sin previsión alguna de los problemas de urbanización, condenando de
esa manera a las colonias populares de la periferia a padecer la deficiencia de los
distintos servicios públicos esenciales. Ante dicha necesidad de ordenamiento se
creó la dirección de planeación urbana del municipio de Culiacán. El Plan General
Urbano de Culiacán o también llamado Plano Regulador, que contemplaba la
elaboración de 60 planos provisionales con la finalidad de revelar las deficiencias
en la estructura urbana, la existencia de grandes núcleos de población sin
servicios prevalecía en la ciudad como las colonias Emiliano Zapata, Guadalupe
Victoria, 21 de Marzo y Miguel Hidalgo del sector oriente de la ciudad, eran zonas
marginadas con graves deficiencias en cuanto a servicios públicos. De igual
manera, la colonia Díaz Ordaz, Libertad y ampliación Díaz Ordaz se encontraban
en condiciones similares pero sus problemas se agudizaban por las condiciones
topográficas, demasiado accidentadas donde las obras tenían mayor grado de
dificultad y por lo tanto eran más costosas. Las calles en este asentamiento fueron
trazadas de manera arbitraria por los líderes de colonias, limitando las manzanas
a su gusto.
Para 1975 el área urbanizada de Culiacán estaba integrada en un 70% por
terrenos ejidales, gran cantidad de terrenos ejidales eran regularizados por el
CORETT y de esa manera podían pasar a la jurisdicción municipal como terrenos
52
urbanos. Dichos núcleos de población urbana se formaba como producto de
invasiones, los vecinos se instalaba en cualquier tipo de terreno, es decir dónde
podían, muchas de las veces en lugares de difícil acceso. Con la creación del
plano regulador el ayuntamiento se encontraba posibilidades de solucionar los
problemas de urbanización y de viviendas.53
Ilustración 5
Mancha Urbana en 1970.
Fuente: INEGI (Presentación de Diapositivas Culiacán Histórico).
53 El Diario de Culiacán, martes 7 de octubre de 1975, p.1.
53
Los habitantes de las colonias populares luchaban para la obtención de
mejoras en el rubro de servicios y de urbanización, para lograr esto se tenían que
incorporar o afiliar agrupaciones políticas que estaban vinculadas al partido oficial,
por lo tanto era muy común que los grupos de colonos y sus dirigentes se afiliarán
a grupos tales como la Alianza Revolucionaria de colonias populares, el nombre
de dicha organización pone en evidencia su relación con el Partido Revolucionario
Institucional, en adelante (PRI). Lógicamente al haber estos vínculos entre la
sociedad y la clase política se observa de manera abierta una relación clientelar
en la que ambos sectores obtenían beneficios.54
La invasión de lotes urbanos se registraba tanto en zonas alejadas de la
ciudad como en las colonias ya establecidas, es decir en ciertos sectores que se
encontraban ya trazados pero con predios sin habitar llegaban a ser invadidos por
familias. Se instalaban en lotes baldíos y se posesionaban de los predios a
construir viviendas improvisadas con materiales de desperdicio.
Agrupaciones como la Alianza Revolucionaria de Colonias Populares se
quedaban con la pretensión de convertirse en bastiones políticos para ganar
adeptos en las en la periferia de la ciudad, de esta manera cada dirigente de las
colonias populares servía de mediador entre los colonos y la clase política. En
ciertas zonas de la ciudad se suscitaban conflictos de intereses y constantes
disputas, evidentemente había muchos dirigentes de colonias populares que
aprovechaban sus posiciones para acaparar predios y actuar en beneficio propio.
Las pugnas en las invasiones de predios involucraban, naturalmente a los
líderes de las colonias a quienes acusaban de acaparadores y también a
instituciones como CORETT, de las cuales protestaban por los precios fijados para
legalizar los predios, situaciones de conflicto que se presentaban en toda la
periferia de la ciudad.55
54 El Diario de Culiacán, lunes 20 de octubre de 1975, p.1.
55 El Diario de Culiacán, miércoles 11 de febrero de 1976, p.1.
54
A pesar de dichas quejas presentadas en las oficinas de la delegación de
dicho organismo, se alegaba que la institución no hacía nada para detener a los
especuladores ya que se continuaba vendiendo lotes de manera indiscriminada,
de acuerdo con la prensa local los vecinos reiteraban su inconformidad ante la
institución.56
Por otra parte, los líderes clamaban velar por los intereses de los colonos,
pero en realidad abusaban de sus cargos, y más allá de actuar en beneficio
propio, acaparaban predios de una manera desmedida. Dicho acaparamiento de
lotes urbanos era una práctica común en las colonias periféricas, las proliferación
de extensos terrenos alrededor de la ciudad se dio como consecuencia de abusos
por parte de los dirigentes de colonias así como el solapamiento por parte de las
autoridades, muchos predios fueron adquiridos por algunos particulares desde
antes de la legalización de los terrenos, mismos que previamente habían sido
ejidales.57
Era urgente que el gobierno implementara regulaciones tendientes al
ordenamiento urbano. El caos y la situación de ilegalidad de diferentes áreas de la
ciudad habían conducido a diferentes problemas sociales resultado de las pésimas
condiciones de los servicios públicos.
3.2 Vivienda y legalización de lotes en Culiacán
En el presente apartado se muestran los antecedentes para el caso particular de
la capital sinaloense, abordándose las acciones implementadas por los distintos
organismos públicos que implementaban programas de vivienda de interés social
para los trabajadores de la iniciativa privada, desde sus primeros antecedentes en
la década de los setentas, incluyendo así instituciones estatales, entre las que se
56 El Diario de Culiacán, miércoles 31 de marzo de 1976, p.1.
57 El Diario de Culiacán, sábado 22 de abril de 1978, p.1.
55
puede destacar a la Comisión Estatal de Vivienda de Interés Social (CEVIS),
misma que había sido creada en 1969 y operaba con fondos federales destinados
específicamente al sector de la vivienda así como a la legalización de predios.
Asimismo, al no haber una suficiente oferta de vivienda, se implementaron
programas de legalización de lotes, los cuales eran predios previamente
invadidos. Estos, al no tener certeza jurídica, se encontraban pendientes de
escrituración. En este sentido un la autoridad encargada de otorgar los certificados
de propiedad a los colonos era CORETT. Cuando se procedía a efectuar la
entrega de los mismos, se realizaban eventos multitudinarios en las propias
colonias populares, ya que la entrega se realizaba a cientos de personas.
Mediante la gestión de esta dependencia gubernamental se realizaron
acciones tendientes a la ampliación de las reservas urbanas, ya que buena parte
de los asentamientos de la periferia pertenecían núcleos ejidales. Esta situación
impedía la introducción de los servicios públicos indispensables, debido a que se
encontraban fuera de la condición urbana. Con la subsecuente legalización de
predios se ampliaba la superficie perteneciente a la ciudad de Culiacán. Las
acciones de esta institución se realizaban en coordinación con los poderes
municipales y estatales.
Los créditos otorgados a través del INDECO se solicitaban en las
oficinas de la Comisión Estatal de Vivienda de Interés Social CEVIS, mientras
que las ciudades de los casos de los Mochis y Mazatlán se solicitaban en los
departamentos de acción municipal. 58 Los programas de vivienda que ya se
empezaban a implementar desde inicios de la gubernatura de Alfredo Valdés
Montoya, eran insuficientes para atender las demandas de los habitantes, muy
pronto iniciarían los programas de vivienda implementados por el Gobierno
Federal para la ciudad de Culiacán. En el caso de la tenencia de la tierra y los
problemas en las zonas ejidales, se tomaban cartas en el asunto, y la
dependencia federal encargada era la CORETT.
58 El Diario de Culiacán, domingo 9 de enero de 1972, p.1.
56
En virtud de que Culiacán estaba rodeado por terrenos cuya forma de
tenencia era ejidal, los nuevos pobladores se embarcaron frecuentemente en
proyectos de líderes que no sólo representaban prácticas ilegales, sino que
también desplegaban clientelismo políticos y en ocasiones, terminaba violentando
los derechos agrarios al apropiarse del patrimonio de grupos campesinos.
Dicha situación provocaba severos conflictos y contradicciones que ponían
en juego el uso racional del suelo y el equilibrio con respecto a los derechos
agrarios y las necesidades de los pobladores urbano. En muchas ocasiones
predios ejidales con vocación agrícola o bien reservas ecológicas de importancia
fundamental para la ciudad, eran utilizadas para asentamientos humanos. La
situación de ilegalidad de los colonos que ocupaban tales terrenos, los hacia
vulnerables a la voluntad de líderes, autoridades menores y otros agentes.
Se establecía entonces un largo proceso, mismo que consistía inicialmente
en la invasión de predios, posteriormente se procedía a la regularización así como
la dotación de servicios, mismos que iban acompañados de actos de corrupción y
abuso sobre la necesidad social. Esta situación resultaba negativa para toda la
sociedad. Los grupos en los cuales se organizaban los colonos exigían a las
autoridades la dotación de servicios a las viviendas, mismas que se encontraban
alejadas de la infraestructura y del equipamiento urbano básico.
Esta situación era palpable en la ciudad de Culiacán, por ejemplo en 1972
persistían denuncias por parte vecinos de numerosas colonias populares, en las
que se puede mencionar el caso de El Barrio, ocurrían quejas derivadas de la
venta de predios, ya que todavía era un ejido. Dichos terrenos eran vendidos a
particulares interesados en fincar, el problema radicaba en que era poca la
superficie cultivable en el ejido El Barrio, ya que la construcción de viviendas en la
zona, iba en aumento.59
Problemas como éste no eran aislados, sino que se registraban en varios
sectores de la ciudad, por ejemplo sí nos referimos a lo que entonces era el ejido
59 El Diario de Culiacán, sábado 22 de enero de 1972, p. 12.
57
de El Palmito, se pueden mencionar varias colonias populares que se encontraban
aún bajo jurisdicción de dicho núcleo agrario: Gustavo Díaz Ordaz, Libertad,
Francisco Villa así como la denominada colonia industrial El Palmito.
Esto demuestra que muchas áreas de la ciudad aún no estaban
regularizadas, y a pesar de estar dentro de la ciudad, permanecían como áreas
ejidales, y por esta razón quedaban excluidas de los beneficios de las obras
urbanas como los son la pavimentación o la introducción de servicios públicos.
En el transcurso de la década de los setentas se dio más Impulso a la
vivienda de interés social, el Instituto de Desarrollo de la Comunidad Rural y de la
Vivienda Popular INDECO ofrecía facilidades a jefes de familia para adquirir casas
a un costo de treinta mil pesos. A principios de 1972 Gobierno del Estado a
través de la CEVIS y el Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad
INDECO promovieron un proyecto de viviendas de tres recamaras con un valor de
30,000 pesos.60
En las ciudades de Los Mochis, Culiacán y Mazatlán se ofrecían viviendas
populares de 3 recamaras, pero construidas con materiales de calidad, con
cimientos de concreto, dala reforzada, ladrillo recocido y techo de concreto, con
todos los servicios: drenaje, agua potable y energía eléctrica, en terrenos de
aproximadamente 160 metros cuadrados.
El INDECO a nivel federal, apoyó con el financiamiento y dotación de
recursos, a los planes habitacionales de Gobierno del Estado en conjunto con los
ayuntamientos de Ahome, Culiacán, y Mazatlán. Los créditos para la construcción
de dichas viviendas, fueron otorgados a plazos de 15 años y con intereses del 6
por ciento anual. El enganche fue fijado en 1,500 pesos aproximadamente y las
mensualidades de abono en 310 pesos y en ellas se comprendían no solo la
amortización del adeudo, sino también los seguros de vida y de daños de las
fincas.
60 El Sol de Sinaloa, domingo 9 de enero de 1972, p.1.
58
Las solicitudes de vivienda a la Comisión Estatal para la Vivienda de Interés
Social (CEVIS), aumentaron considerablemente en 1971, a raíz de un proyecto de
casas ubicadas en la colonia El Palmito para maestros y burócratas, dicho
programa estaba financiado por el INDECO.61
Dicha dependencia estatal, (CEVIS) emprendió una campaña para
promover viviendas para empleados de dependencias públicas, anteriormente
destinadas para maestros y empleados federales, y en 1972 para los trabajadores
del Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS, a través del INDECO. Las
viviendas contaban con tres recamaras, cocina, baño y sala.
A pesar de que la CEVIS y el INDECO fueron creadas con el propósito de
mejorar la calidad de vida de los habitantes de las colonias y de mejorar las
viviendas no lograron resolver el problema de déficit, por parte del Gobierno
Federal había apoyos y programas, pero no para las ciudades de tamaño media,
rango que aún tenía la ciudad de Culiacán, debido que solamente que estaban
dirigidas a los burócratas así como a los empleados del magisterio.
Ante la constante problemática, Gobierno del Estado afirmaba que se
estaba buscando resolver el déficit de vivienda en las ciudades sinaloenses. Se
anunciaban en la prensa, grandes proyectos para solucionar dicho problema. En
Junio de 1972, se anunció la construcción de 3000 viviendas de interés social, con
un valor total de 105 millones de pesos, en las ciudades de Culiacán, Los Mochis,
y Mazatlán, a través del Instituto de desarrollo de la comunidad rural y de la
vivienda popular (INDECO) 62
A pesar de la implementación de los programas de vivienda y ciertos
apoyos Resulta lógico, que las invasiones continuaran con la misma fuerza que
en la década anterior, ya que las labores de la Comisión Estatal de la Vivienda de
61 El Sol de Sinaloa,, jueves 13 de Enero de 1972 ,p.1. 62 El Diario de Culiacán Domingo 19 de Junio de 1972 p.12.
59
Interés Social (CEVIS) y INDECO eran insuficientes para atender a la creciente
demanda.
A principios de la década de los setentas, parecía que los programas de
vivienda acabarían con el problema de las invasiones, sin embargo la cobertura de
los programas de vivienda en el estado no eran suficientes para atender el
creciente problema de déficit de vivienda. Los apoyos de vivienda eran muy
limitados antes de la creación del INFONAVIT, ya que para atacar el problema de
raíz, era necesario crear un programa de créditos para adquirir casas, pero al
alcance de todas las personas.
En 1972 el programa habitacional del INDECO tuvo como objetivo otorgar
viviendas para 1200 jefes de familia en el transcurso de ese año. Sergio Villarreal
Vízcaíno representante de dicha institución a nivel estado, también fungía como
director del CEVIS Comisión Estatal de la Vivienda de Interés Social. Con ese
proyecto se buscaba y beneficiar a familias económicamente humildes, y se les
fijó un plazo de 15 años y cómodas mensualidades. El INDECO también atendió
el programa habitacional en la zona norte y sur del estado, concretamente en las
ciudades de Los Mochis y Mazatlán .63
Ante la proliferación de invasiones en las orillas de la ciudad, el
Ayuntamiento se propuso ponerle fin al acaparamiento de lotes, para esto era
necesario identificar quienes realizaban negocio con los terrenos, y quienes tenían
la verdadera necesidad de invadir para fincar sus viviendas. Había pleitos para
ocupar los lotes, algunos colonos eran acusados de lucrar al acaparar terrenos.64
Por su parte Gobierno del Estado anunciaba la creación de un padrón de
habitantes de colonias populares, en todo el estado, con la finalidad de obtener
información precisa sobre el número de habitantes de las colonias populares, y de
esa manera beneficiarlos con las obras de introducción de servicios públicos. Para
censar a dicha población, recabarían los siguientes datos: número de
63 El Diario de Culiacán Martes 4 de julio 1972, p.2. 64 El Diario de Culiacán Domingo 20 de agosto de 1972, p.1.
60
componentes de cada familia, ingresos obtenidos, origen según sea urbano o
rural.65
Además de las acciones implementadas tanto por el Gobierno Federal y el
Estatal en el aspecto de vivienda de interés social, se buscaba resolver los
problemas en las zonas urbanas ejidales. La delegación regional de CORETT
regularizó la tenencia de lotes ubicados, asignando al INDECO. Mientras que
Gobierno del Estado se encargó de emitir el decreto a expropiatorio. Los
participantes activos de este tipo de gestiones eran los dirigentes de los comités
de colonias, así como la Oficialía Mayor de Gobierno. Con la participación de
varios sectores se logró agilizar los procesos de obtener mejores resultados.66
A mediados de 1974, CORETT procedió a la regularización de
asentamientos urbanos ubicados en zonas ejidales, en el caso de esta ciudad,
fueron los ejidos de El Palmito, El Barrio, y Gabriel Leyva Solano. La expropiación
estuvo a cargo de Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad y la
Vivienda Popular (INDECO). Con esta acción se buscaba solucionar los
problemas patrimoniales de los colonos. Beneficiando a dieciocho colonias
populares de la ciudad, entre ellas las colonias Francisco villa, Salvador Alvarado,
Industrial el Palmito, PEMEX, Gustavo Díaz Ordaz, Libertad, Independencia,
Emiliano Zapata, Las Vegas, Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, 6 de enero, Niños
Héroes, La Lima y Guadalupe Victoria, también fueron beneficiadas porciones de
las colonias Humaya, Juntas de Humaya, y Tierra Blanca.67
65 El Diario de Culiacán Jueves 31 de agosto 1972, p. 2.
66 El Sol de Sinaloa, sábado, 1º de junio de 1974,p.1 67 El Sol de Sinaloa, jueves, 13 de junio de 1974,p.1
61
Ilustración 6
Sectores de Culiacán y sus respectivos años de creación (Zona norte)
Fuente: Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN).
Ilustración 7
Sectores de Culiacán y sus respectivos años de creación (Zona sur)
Fuente: Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN).
62
En 1974, había aproximadamente 200 mil habitantes en colonias ubicadas
en zonas ejidales. Los pobladores necesitaban certeza jurídica en cuanto a la
posesión de sus viviendas, con los programas de regularización se buscaba se la
legalización de 35000 lotes, que comprendían 1300 hectáreas de terreno en los
ejidos Gabriel Leyva, El Palmito, El Barrio, integrando un total de. En las etapas
posteriores se regularizaron terrenos en Humaya, Tierra Blanca y Bachigualato.68
En junio de 1974 de CORETT, anunció un programa de legalización de
predios, con un total de 7500 lotes al de los cuales 3700 se proyectaron para ser
vendidos a cinco pesos por metro cuadrado en una superficie expropiada al ejido
El Palmito, las personas beneficiadas con dicho programa fueron habitantes de las
colonias el palmito, libertad, Pemex, Francisco villa y 5 de mayo. Dicha institución
dio oportunidad a los colonos de escasos recursos económicos para que cubriera
el importe de los lotes en tres años. Las acciones no sólo se remitieron a dicho
sector de la ciudad, sino que también se buscó beneficiar a los habitantes del
entonces el ejido Gabriel Leyva con la legalización de 1254 lotes en las colonias
Ignacio Allende, Gabriel Leyva y 6 de Enero.69
Mientras se habían asignado precios para la regularización de lotes en
ciertas colonias populares, gran cantidad de vecinos de dichas áreas manifestaron
su inconformidad ante las cantidades fijadas por el organismo, asimismo grupo de
vecinos de las colonias El Palmito, Díaz Ordaz, Libertad, Pemex y Salvador
Alvarado acusaron a los líderes de las colonias de provocar el acaparamiento de
lotes, mediante concesiones a influyentes que poseían verdaderos latifundios
urbanos. Lo colonos de dicho sector acusaron a ejidatarios de El palmito, donde
se encontraban enclavadas las colonias antes mencionadas, de lucrar con la venta
de lotes que fueron colocados al mejor postor con precios que oscilaban entre
1,000 y 5,000 pesos . Respecto a los precios fijados por el CORETT los vecinos
no estaban dispuestos a pagar más de cinco pesos por metro cuadrado. Las
68 El Sol de Sinaloa, jueves 27 de junio de 1974, p.1. 69 El Diario de Culiacán, sábado 26 de abril de 1975, p.1.
63
colonias antes mencionadas comprendían una superficie de 550 hectáreas de
terreno.70
Al no existir una regularización debidamente planificada no se podía
terminar con el problema de especulaciones de lotes en las colonias populares.
Aun cuando la institución colaboraba tanto con gobierno del estado como con el
ayuntamiento así como con los colonos para frenar el acaparamiento de predios
urbanos, prevalecían los abusos, de esta manera se observaba que personas sin
escrúpulos que aprovechaban de la ignorancia de los colonos de escasos
recursos para lucrar con terrenos. En 1976 existían más de 30 colonias ubicadas
en zonas ejidales, un alto porcentaje de los terrenos encontraban en manos de
acaparadores que hacía negocio con la reventa de amplia superficie de terreno,
mientras que personas con necesidades afrontaban serios problemas al no contar
con lotes para edificar sus propias viviendas.71
La rápida expansión de la capital sinaloense había ocasionado que muchos
terrenos que anteriormente pertenecían a ejidos pasarán a formar parte de la zona
urbana. En este contexto se observaba una anarquía debido a la falta de legalidad
de los predios. Se buscaba establecer un control más rígido con el fin de acabar
con el acaparamiento en las colonias populares, debido a que la intervención
directa de los líderes, derivaba en el acaparamiento desmedido de lotes en
beneficio propio y lucrando con las personas que realmente se encontraban
necesitabas. Para suprimir irregularidades de este tipo, la institución propuso
realizar estudios socioeconómicos así como investigaciones para determinar los
casos de acaparamiento y las distintas maniobras situadas por los dirigentes
deshonestos a quienes se les planeaba adjudicar responsabilidades.72
70 El Diario de Culiacán, martes 8 de mayo de 1975, p.1.
71 El Diario de Culiacán, martes 31 de agosto de 1976, p.1.
72 El Diario de Culiacán, domingo 1º de mayo de 1977, p.1.
64
Las pugnas entre organizaciones de colonos y autoridades eran comunes,
esta situación se ejemplifica con el caso de un grupo afiliado al partido oficial, por
ejemplo en mayo de 1977 , miembros de la Unión Revolucionaria de Colonias
Populares calificó de difamatorias las declaraciones formuladas por el ingeniero
Flavio Romo Angulo delegado estatal del CORETT, quien señaló que el
acaparamiento de terrenos en las colonias populares era provocado por líderes
corruptos, exigiendo los representantes de 57 colonias populares que se retractara
de las declaraciones mencionadas y que de igual manera comprobará la
acusación. Los líderes rechazaban tajantemente las acusaciones por parte del
funcionario, los representantes de la alianza revolucionaria de colonias populares
se encontraban indignados y dispuesto a acusarlo de difamación. Asimismo
aseguraron que Claudio Ríos, acusado penalmente por vender lotes en la colonia
Lázaro Cárdenas no pertenecía a dicha organización.73
A pesar de haber pagado el valor de sus lotes, los habitantes de la colonia
Francisco Villa, no recibían sus títulos de propiedad. Los colonos estaban
indignados debido a que CORETT no les había proporcionado una respuesta
adecuada.74
La proliferación de colonias populares, se tradujo en constantes problemas
y malestar social producto de los carentes servicios de dichos asentamientos
humanos. Contrastando con esta falta de orden en cuanto al crecimiento urbano
empezaban a construirse fraccionamientos y conjuntos habitacionales para
personas de clase media y que eran de origen privado. 75
73 El Diario de Culiacán, domingo 23 de abril de 1978, p.1.
74 El diario de Culiacán, jueves, 12 de abril de 1979, p.1.
75 Noroeste, lunes, 16 de julio de 1979, p.1.
65
Ilustración 8
Publicidad del fraccionamiento Villa Universidad
Fuente: El Sol de Sinaloa, sábado ,17 de febrero de 1973.
Mientras existían familias sin vivienda propia, había gran cantidad de lotes y
grandes superficies terrenos que se encontraban acaparados y sin uso alguno. En
muchas colonias de la ciudad pero sobre todo en las colonias populares, era fácil
darse cuenta de la existencia de solares abandonados, muchos de ellos
bardeados al o simplemente con alambres de púas para impedir el acceso a los
66
mismo. Colonias como 21 de Marzo, Sinaloa, Lázaro Cárdenas, Guadalupe
Victoria y Seis de Enero tenían una cantidad de solares ociosos.76
Las personas de bajos recursos y que buscaban proporcionar viviendas a
sus familias, a menudo acudían a las diversas dependencias municipio, federales
y a las representaciones populares en busca de Solares. Para dar respuesta a la
creciente le demanda era necesario que se implementara un control efectivo para
evitar el acaparamiento desmedido de predios alrededor de la ciudad.
El INDECO tenía como misión atender a todas las demandas del suelo
urbano para vivienda familiar. La base legal parte del decreto a toda la reservas
territoriales pasaron a formar parte del dicha dependencia, mismo que fue
publicado publicado en el Diario Oficial de la Federación establecía que habiendo
reformado el 26 de marzo de 1979, CORETT dejaría de tener facultades para
programar la disponibilidad de espacios libres y su acción sólo se centraría en la
regularización de la tenencia de la tierra donde existieran asentamientos humanos
irregulares en zonas ejidales o comunales absorbidos por la mancha urbana en
todo el país. 77
Asimismo por la reformas a la ley que dio origen al INDECO (el 29 de
diciembre de 1978), dicha institución tenía como objetivo promover y ejecutar en el
país los programas de vivienda de interés social, integrando el sistema tendiente
satisfacer las necesidades de tierra para desarrollo urbano que requiriera los
centros de población. Con el fin de cumplir con el decreto de referencias, el pago
de indemnizaciones que correspondían a los terrenos pasaban a ser competencia
de dicha institución. Para dicho fin, se debían fijar los precios a en los decretos
expropiatorios.
76 El diario de Culiacán, martes 24 de julio de 1979, p.1.
77 El Diario de Culiacán, martes 8 de agosto de 1979, p.1.
67
Por su parte el INDECO que había sido creado 21 de febrero de 1971, con
atribuciones sólo para realizar la investigación y estudios, planes y programas de
vivienda, reformando se sus funciones el 29 de diciembre de 1978, a fin de
adecuarla a su campo de acción, para el cumplimiento de su objetivo se le facultó
de atender en lo general la demanda de suelo urbano para la vivienda familiar.
Además de fraccionar, comparar, enajenar y construir inmuebles por cuenta propia
con el objetivo de dar adecuada regulación al mercado de los terrenos, ejecutando
las acciones que le correspondían en zonas libres de uso inmediato.
Había una urgente necesidad de organizar la tenencia de la tierra, debido a
la baja densidad de población y al acaparamiento de lotes, la falta de
concientización de la problemática social, y no acatar el control de natalidad. En
1979 el municipio de Culiacán contaba con una densidad de 66 habitantes por
kilómetro cuadrado, la más alta en el estado. En la capital sinaloense se debían
las consecuencias del acelerado crecimiento poblacional con el encarecimiento de
los servicios públicos debido al acaparamiento de predios y a la rápida expansión
de la mancha urbana, por ejemplo proliferaban terrenos baldíos sin uso al alguno.
Por lo tanto era necesaria la implementación de normas y regulaciones con la
finalidad de brindar orden al crecimiento de la ciudad. 78
3.3 Aplicación de los programas de vivienda de interés social
(edificación de fraccionamientos para empleados de la iniciativa privada)
A través del presente se abordan los primeros esfuerzos en cuanto a la
construcción de los primeros fraccionamientos para la población trabajadora, se
analizarán las acciones del INFONAVIT así como del INDECO, este último a pesar
de participar en el desarrollo de viviendas en comunidades rurales, incursionó a
partir de finales de la década de los setentas con la construcción de un desarrollo
a las afueras de la ciudad con la creación del fraccionamiento Bugambilias,
78 El Diario de Culiacán, miércoles, 19 de septiembre de 1979, p.1.
68
asimismo INFONAVIT construyó durante esa década el conjunto habitacional
Humaya (1973), Las Flores (1979) y algunas edificaciones en promociones
externas.
En 1972 con la creación del INFONAVIT, los programas estatales de
vivienda prácticamente pasaron a un segundo plano, e inició una campaña masiva
para promover a la dependencia federal. En febrero de 1973, el director del
INFONAVIT Jesús Silva Herzog, visitó Culiacán para exponer la misión de la
institución y sobre las acciones que llevaban a cabo para resolver el problema de
vivienda en el país, Durante su visita, también explicó las facilidades
que ofrecía la institución para la adquisición de viviendas y habló sobre el número
de viviendas que habían financiado alrededor del país79
En una primera etapa los esfuerzos del INFONAVIT se encaminaron a
informar a los patrones sobre las obligaciones que les imponía nuevo sistema de
vivienda. De esta manera se dotó de elementos a las organizaciones
empresariales y a los patrones en lo particular, para la inscripción de sus
trabajadores y aportar las cantidades exactas.
El instituto diseñó proceso de calificación, con el fin de otorgar
financiamiento de manera imparcial, el proceso básico era siguiente: el trabajador
debería estar inscrito por su patrón en el INFONAVIT, posteriormente los
beneficiarios debían llenar un cuestionario socioeconómico (tarjeta de
información), que a su vez debía entregarse a las oficinas locales de dicha
dependencia, una vez que el instituto tenían su poder los datos aportados por el
trabajador, se calificaban de una manera impersonal y totalmente automática, a
través de un sistema de cómputo para la realización del otorgamiento de créditos
de una manera equitativa, estos a su vez, se 80otorgaban a través de los
siguientes criterios: el nivel de ingresos de los trabajadores, el grado de necesidad
de vivienda de los propios trabajadores, el número de dependientes económicos
de los trabajadores que Vivian en el mismo domicilio.
79 El Diario de Culiacán sábado 17 de febrero de 1973 p. 2. 80 Gaceta de información del INFONAVIT, No. 2, 15 de octubre de 1973, p. 7.
69
El INFONAVIT se creó como un organismo financiero de vivienda, pero
también era un mecanismo de promoción habitacional, debido a que anteriormente
la oferta de viviendas era insuficiente. Es decir que el instituto también financiaba
la edificación de los conjuntos habitacionales.
El monto de los créditos otorgados por este organismo dependía de la
capacidad de pago del trabajador, es decir de su salario. Al ser creado
originalmente como un mecanismo solidario, los trabajadores de menores ingresos
eran una prioridad para el instituto. En sus primeros años gran parte de las
viviendas otorgadas era destinada a los trabajadores que percibían de 1 a 1.5
veces el salario mínimo.
Cuadro 6
Número de viviendas promovidas 1973-1980
Organismo 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980
INFONAVIT 5084 22122 35554 38472 20544 30477 40991 37737
FOVISSSTE 122 7678 7021 8215 8317 9126 3643 8516
INDECO 243 2911 4571 5991 2613 2148 430 ---
FUENTE: FOVISSSTE, Informes anuales de actividades 1975-1980, INFONAVIT, informes anuales de actividades 1975-1980, Estadística básica de vivienda 1973-1980,
México 1982. Manual de estadísticas básicas. Sector de asentamientos humanos, tomo I, SPP, México, 1980.
Cuadro 7
Programas de vivienda. Inversión realizada por organismos. 1973 -1980 (millones de pesos corrientes y porcentajes)
Año Porcentaje
final
INFONAVIT
final
Porcentaje
final
INDECO
final
Porcentaje
final
FOVISSSTE
1973 1 503.1 177.4 399.4
1974 3,621.4 431.1 1413.8
70
1975 5,432.4 273.9 2085.5
1976 7,072.3 805.5 2,746
1973-
1976
55.1 17,629.2 20.8 6,644.7
1977 5,701.3 459.4 2,653.9
1978 8,233.5 462 5,305.9
1979 10,936 499.5 5,815
1980 17,277 550.8 7,354.9
1977-
1980
46.1 42,147.8 1.6 1512.3 23.1 21,129.7
FUENTE: FOVISSSTE, Informes anuales de actividades 1975-1980, INFONAVIT, informes anuales de actividades 1975-1980, Estadística básica de vivienda 1973-1980, México 1982. Manual de estadísticas básicas. Sector de asentamientos humanos, tomo I, SPP, México, 1980.
En el momento en el cual se empezaron a aplicar los primeros programas
federales de vivienda de interés social persistía un grave déficit. Esta situación se
debía a que el financiamiento tradicional de la vivienda se basaba tanto en fondos
de carácter presupuestal, lo cual limitaba los programas así como el recurso del
sistema bancario, cuyas condiciones crediticias dificultaba atender las
necesidades de las personas de ingresos reducidos. Otra situación se debía a la
participación relativamente baja de la industria de la construcción en el país.
Por primera vez en la historia, se habían emprendido programas
habitacionales con la magnitud e importancia del INFONAVIT y de FOVISSSTE,
ambas dependencias creadas en 1972, atendían a segmentos específicos de la
población asalariada, mientras el primero se centraba en los trabajadores de la
iniciativa privada, el segundo centraba sus acciones en los empleados del estado.
En julio de 1973 se inició la construcción de cuatro casas modelo en la
unidad habitacional INFONAVIT Humaya, con el fin de que los trabajadores
71
conocieran los diseños, que tendrían las 500 casas de la primera etapa del
fraccionamiento INFONAVIT Humaya, 81 Para septiembre de ese mismo año
fueron autorizados los primeros créditos de esta dependencia en Culiacán,
mismos que oscilaban en un rango de 34,727 pesos hasta 100,000 pesos. 82
Ilustración 8
Aspecto de una de las primeras casas muestra, en la Unidad INFONAVIT Humaya
Fuente: El Sol de Sinaloa jueves 13 de diciembre de 1973.
Las primeras 68 casas del INFONAVIT Humaya fueron entregadas en
febrero de 1974, así como sus respectivos títulos de propiedad,
durante ese mes, se dio a conocer la nueva forma de pago del crédito
INFONAVIT, con el descuento en los sueldos de los trabajadores, esto fue dado a
conocer a través de un boletín de prensa. Era un novedoso mecanismo de
81 El Diario de Culiacán Pag. 3 El 17 de Julio de 1973 82 El Diario de Culiacán miércoles 5 de septiembre de 1973 Pag. 4
72
cobranza, más práctico. 83 Al iniciarse la segunda etapa de la Unidad Habitacional
Humaya, el delegado del INFONAVIT en Sinaloa Fernando Urdanivia Coria,
anunció que se elevarían los costos de las viviendas en un 15 % . Este tipo de
aumentos se volvían comunes durante esa época, debido a la inflación.84
Para Mayo de 1974 el INFONAVIT, había entregado en Sinaloa, un total
de 966 créditos, que representaban un total de más de 42 millones de pesos, y en
Culiacán ya habían construido 687 viviendas. Dicho organismo anunció la
inversión de 563 millones de pesos en el estado de Sinaloa para el período 1973-
1979, de los cuales 103 millones se proyectaban para el año 1976, con la
construcción de un total de 1100 viviendas en varias localidades del estado.
Se planeaba construir una cantidad de 1100 viviendas que estaban
distribuidas de las siguientes maneras: en Culiacán; 330 casas en Mazatlán; 200
en los Mochis 230 y el resto en otras localidades de menor tamaño. Con esa
inversión se buscaba hacer frente a la creciente necesidad de vivienda en la
entidad, misma que fue motivada por la fuerte explosión demográfica que se había
registrado así como también por la creación de nuevas fuentes de trabajos.85
El INFONAVIT exigía a las compañías constructoras el cabal cumplimiento
de sus compromisos con la institución. La contratación de los servicio de las
constructoras se hacía tomando en consideración la capacidad técnica y financiera
de dichas empresas y por los mismo, la actuación de los contratistas se tenía que
regir dentro de las normas más altas de profesionalismo y responsabilidad. Esta
información fue declarada por el delegado regional del INFONAVIT Fernando
Urdanivia Coria respecto a quejas sobre la calidad de las primeras viviendas
entregadas por la institución.86
83 El Diario de Culiacán Jueves 21 de febrero de 1974 Pag.3 84 El Diario de Culiacán , viernes 3 de mayo de 1974 p.. 1. 85 El diario de Culiacán, sábado 18 de enero de 1975, p. 1
86 El diario de Culiacán, domingo 2 febrero de 1975, p.1
73
A principios de 1975, se reveló que de las 399 casas construidas,
contempladas en la primera etapa de los programas del INFONAVIT en la capital
sinaloense, 120 tenían defectos de construcción y 20 de ellas presentaban
cuarteaduras. Las autoridades de dicho organismo aceptaron las deficiencias de
las viviendas. Esta situación provocó que hubiera protestas por parte de los
vecinos de la recién construida unidad habitacional Humaya.87
El problema se afrontó de la siguiente manera: se incorporó un nuevo
delegado regional para esta dependencia, y los defectos en la edificación pudieron
ser resueltos con la contratación de una compañía norteamericana que brindó
asesoría en cuanto a las técnicas de construcción.
En el tercer año de funciones del INFONAVIT se anunció la entrega de 100
nuevas viviendas en el conjunto habitacional Humaya con lo cual se lograba un
total de 764 casas en Culiacán, dentro de los programas ofrecidos por dicha
institución federal.88
De un total de 7,590 viviendas programadas para construirse en el conjunto
habitacional Humaya, el INFONAVIT invirtió una cantidad de 51’700,000 pesos
para la construcción de viviendas y 26´749,000 pesos en urbanización de terrenos,
al iniciar sus funciones en la entidad, la institución proyectó la construcción de un
total de 504 viviendas para los trabajadores en la capital sinaloense y
posteriormente en una segunda etapa aumentó el número de casas por construir a
759 con el fin de satisfacer las necesidad de vivienda propia por parte de los
trabajadores. Para mayo de 1975 se había concluido la construcción de 421
viviendas de las cuales 319 ya habían sido entregadas a sus propietarios. Para
ese año el organismo había cumplido tres años de funciones a nivel nacional. 89
87 El diario de Culiacán, miércoles 5 de febrero de 1975, p.1.
88 El Diario de Culiacán, jueves 10 de abril de 1975, p.1.
89 El Diario de Culiacán, jueves 1° de mayo de 1975, p.1.
74
Para octubre de 1975 el INFONAVIT , había captado 132 millones de pesos
en aportaciones patronales en el estado de Sinaloa, mientras la inversión en
construcción de viviendas era de 246 millones de pesos. Hasta el momento la
inversión para la construcción del conjunto habitacional Humaya era de 144
millones de pesos. 90 Para diciembre de 1975 y después de tres años de haber
sido creado, el INFONAVIT había logrado asignar 61,503 créditos a nivel nacional,
de los cuales 36,118 habían sido ejercidos por los derechohabientes.91
Durante ese mes, se anunció el sorteo de 165 viviendas para
derechohabientes del INFONAVIT para realizarse en la primera quincena de enero
de 1976. Con esto se planeaba que para esa fecha todas las viviendas del
conjunto habitacional Humaya se ocuparan en su totalidad.92
Para marzo de 1976, el organismo había logrado entregar la vivienda
número 87,000 a nivel nacional. 93 Asimismo para el ejercicio del periodo 1976 se
anunciaron proyectos para la construcción de viviendas en las ciudades más
importantes de la entidad: Culiacán, Mazatlán y Los Mochis contratado 22
compañías constructoras para su programa de viviendas a lo largo de 1976. Los
núcleos habitacionales fueron construidos por empresas sinaloenses.94
Las cuotas patronales para los derechohabientes de la institución y su
modalidad de pago no eran conocidos por muchos trabajadores, los patrones no
debían descontar a los trabajadores beneficiados las cuotas de manera inmediata,
sino que ésta se tenían que realizar hasta que el propio instituto lo indicara, lo que
generalmente sucedía dos meses después de que se diera aviso a la propia
empresa. El artículo 6° del reglamento del instituto especificaba claramente que
los patrones debían iniciar a descontar a sus trabajadores en tanto porcentaje
90 El Diario de Culiacán, lunes 20 de octubre de 1975, p.1.
91 El Diario de Culiacán, viernes 19 de diciembre de 1975, p.1. 92 El Diario de Culiacán, domingo 28 de diciembre de 1975, p.1.
93 El Diario de Culiacán, lunes 1º de marzo de 1976, p.1.
94 El Diario de Culiacán, lunes 19 de abril de 1976, p.1.
75
correspondiente al crédito asignado, y de ninguna manera en el momento en el
que trabajador apareciera en las listas de asignados. Incluso el INFONAVIT
señalaba a partir de qué fecha iniciaban los descuentos a los trabajadores. La
indicación del delegado obedecía a que varios cientos de trabajadores se habían
presentado en las oficinas del instituto para protestar enérgicamente por los
descuentos inmediatos que les hacían sus patrones.95
Uno de los problemas que retrasaba constantemente las obras de
construcción del INFONAVIT era la escasez de materiales y la inflación
generalizada de precios, particularmente tabique, cemento y varilla. Ante dicha
problemática el delegado de la institución Faustino López Osuna manifiesto en
abril de 1976, que el organismo trabajaría para evitar ese tipo de contingencias,
asimismo reveló que las inversiones erogadas se habían incrementado hasta en
un 60 % respecto a 1973, año en el que se estableció dicha institución en la
entidad.96
La modalidad de créditos del INFONAVIT también comprendían el
asignamiento de créditos para remodelar y ampliar viviendas, el mecanismo para
la asignación de los montos era similar a los otros programas de vivienda, con la
única variante de un estudio socioeconómico que era realizado para determinar
las necesidades financieras de los derechohabientes para edificar o remodelar sus
casas.97
A pesar de la creciente inflación en los costos de materiales para la
construcción, en la delegación regional del INFONAVIT se reiteraba que los
precios de las viviendas se mantendrían sin alteraciones, señalando que los
precios seguirían siendo los mismos de años anteriores, oscilando en un rango
95 El Diario de Culiacán, sábado 24 de abril de 1976, p.1.
96 Diario de Culiacán, jueves 10 de junio de 1976, p.1.
97 El Diario de Culiacán, lunes, 26 de julio de 1976, p.1.
76
150,000 a 200,000 pesos. La institución buscaba hacer frente a los fenómenos
inflacionarios sin elevar el costo para los derechohabientes.98
Para poder garantizar las obras en Sinaloa, la delegación regional del
INFONAVIT buscaba directamente a las compañías constructoras por las obras
realizadas, evitando la necesidad de recurrir a la dirección General en la ciudad
de México, de esta manera se buscaba agilizar los trabajos. Con dicha autonomía
la delegación ofrecía un mejor servicio, asimismo le fue asignado un presupuesto
de 20 millones de pesos destinado íntegramente al pago para la construcción de
viviendas en la entidad.99
El INDECO, que había iniciado la construcción de una unidad habitacional
para 500 familias había suspendido las obras para su construcción, los terrenos
para dicho proyecto quedaron abandonados durante algunos años. Se trataba de
un predio contiguo a Bachigualato, donde la institución había dejado materiales y
tuberías e incluso había iniciado la construcción de un sistema drenaje para el
fraccionamiento que estaba proyectado. Entre los matorrales destacaba un
almacén donde había una cantidad considerable de materiales, evidentemente se
había realizado un gasto enorme para la adquisición de los insumos antes
mencionados para una obra que había quedado suspendida que supuestamente
era para dotar de vivienda a personas de escasos recursos.100
A mediados de 1976 la inflación de precios alcanzaba ya niveles
importantes, es decir los precios de muchos productos así como de insumos y
materiales para la construcción habían aumentado de manera considerable,
causando preocupación entre los derechohabientes y personas próximas a
adquirir viviendas. La flotación del peso había causado una reacción en cadena
98 El Diario de Culiacán, miércoles 28 de julio, p.1.
99 El Diario de Culiacán, miércoles 11 de agosto de 1976, p.1.
100 El Diario de Culiacán, miércoles 1º de septiembre de 1976, p.1.
77
con un aumento generalizado de precios y la institución se había propuesto a no
subir los precios de las viviendas.101
Ante la insistencia de la opinión pública, el delegado del INDECO Arturo
Luján anunció la reanudación de las obras de construcción del conjunto
habitacional contiguo a Bachigualato, mismas que se encontraban paralizadas
desde años atrás teniendo como consecuencia una inversión muerta que si bien
se había concebido con la finalidad de subsanar el déficit de vivienda no tuvo un
seguimiento adecuado.102
Por su parte los créditos promovidos por el INFONAVIT para la
remodelación o construcción de viviendas en terrenos propios fueron proyectados
para iniciarse en 1977. Aunque las intenciones eran haber promovido dicho
programa desde tiempo antes, una serie de factores adversos impidió que se
pudiera ejercer ese tipo de crédito. Uno de esos problemas era la flotación del
peso, ya que la inflación aumentaba un ritmo galopante durante esos años y el
alza de precios era constante, el consejo directivo de dicho organismo aprobó el
presupuesto para todos los programas de vivienda de 1977, contemplando una
suma de 180 millones de pesos para construir 1056 viviendas en Sinaloa y
Durango, ya que ambas entidades dependían de la misma delegación regional.103
El plan nacional del INFONAVIT para 1977 a nivel federal incluía la
construcción de 37,000 viviendas con una inversión de 7,000 millones de pesos
además de 1,000 millones para la concesión de créditos a los trabajadores para la
construcción o ampliación de sus viviendas. Dicha información fue dada a conocer
en Guadalajara, Jalisco por el director general de la institución José Campillo
Sainz.104
101 El Diario de Culiacán, martes 7 de setiembre de 1976, p.1.
102 El Diario de Culiacán, martes 7 de septiembre de 1976, p.1.
103 El Diario de Culiacán, miércoles 8 de diciembre de 1976, p.1.
104 El Diario de Culiacán, sábado 29 de enero de 1977, p.1.
78
A pesar de que el otorgamiento de viviendas de interés social era para
resolver una necesidad básica de la población, eran muchos los derechohabientes
que no las habitaban y las rentaban. Ante esta situación el delegado regional del
INFONAVIT, Faustino López Osuna anunció la realización de una campaña para
lograr la ocupación de todas las viviendas entregadas.105
A iniciativa de la comisión consultiva del INFONAVIT se inició la promoción
de nuevas líneas de créditos, mismas que se habían anunciado desde meses
antes, los programas en cuestión eran aquellos créditos que servían para construir
viviendas en terrenos propios o para hacer mejoras y ampliaciones.106
Los sorteos realizados por la institución tuvieron un ajuste en mayo de
1977, ya que para la aplicación de los mismos se hicieron selecciones acordes a
las auténticas demandas de los trabajadores. Se buscaba que el organismo
optimizar el uso de los recursos en todas las líneas y en el caso de los programas
habitacionales se quería reducir el impacto los costos de construcción sin
demeritar la calidad de las obras. Se trataba en síntesis de operar con la mayor
eficiencia posible.107
A mediados de 1977 el INFONAVIT inició sus programas de vivienda para
dicho año, para la realización de los mismos, la delegación regional adjudicó las
obras a diez compañías constructoras. De acuerdo al programa aprobado por la
dirección General de la dependencia, en Culiacán se proyectaban de 212 casas
con una inversión de 40 millones de pesos, en Mazatlán 179 con una inversión de
34 millones de los Mochis 140 viviendas con un costo de 27 millones de pesos.108
De acuerdo con la disposición de sus recursos el INFONAVIT autorizó los
créditos por paquete a sindicatos o empresas con grupos solicitantes de viviendas,
105 El Diario de Culiacán, lunes 7 de marzo de 1977, p.1.
106 El Diario de Culiacán, jueves 10 de marzo de 1977, p.1.
107 El Diario de Culiacán, sábado 14 de mayo de 1977, p.1.
108 El Diario de Culiacán, viernes, 20 de mayo de 1977, p.1.
79
ésta era una de las líneas que la dependencia pretendía institucionalizar entre las
promociones externas que ejecutaba, esto permitía el financiamiento de viviendas
fuera de los conjuntos habitacionales y con los proyectos elaborados o al gusto
personal los trabajadores. Una vez determinadas las demandas y necesidades
reales de los trabajadores se procedía a la entrega los créditos.109
Además de la inscripción de empleados afiliados a centrales sindicales que
el organismo aceptaba la inscripción voluntaria los trabajadores que después de
haber suspendido las relaciones laborales durante un plazo de doce meses podía
seguir recibiendo los beneficios del instituto.110
Los dirigentes del sector empresarial criticaban reiteradamente al
INFONAVIT argumentando que la dependencia padecía de desorganización y
funcionalidad y que serios desajustes la imposibilitaban para informar con rapidez
y eficiencia sobre el estado de cuenta de los obreros, de acuerdo a su punto de
vista la institución no cumplía de manera cabal el artículo 32 de la ley del
INFONAVIT que concedía los trabajadores el derecho de acudir a solicitar
informes correspondientes a sus ahorros.111
Las inversiones del INFONAVIT en el estado superaban con mucho a las
aportaciones realizadas por los patrones, mismas que comprendían el 5% del
salario del trabajador, estas se estimaban aproximadamente en unos 300 millones
de pesos. Esto ponía de manifiesto que el organismo había invertido en la entidad
una cantidad superior a los 200 millones de pesos respecto a las captaciones que
había realizado. Es decir las erogaciones superaban en el orden de los 500
millones de pesos.112
109 El Diario de Culiacán, domingo, 10 de julio de 1977, p.1.
110 El Diario de Culiacán, viernes 19 de agosto de 1977, p.1.
111 El Diario de Culiacán, viernes 23 septiembre de 1977, p.1.
112 El Diario de Culiacán, sábado 5 de noviembre de 1977, p.1.
80
A finales de 1977, se anunció el presupuesto para la delegación regional de
dicho organismo, mismo que era de 280 millones de pesos, comprendiendo a los
estados de Sinaloa y de Durango para ejercerse a lo largo de 1978. De la cantidad
antes mencionada, 170 millones eran los correspondientes para Sinaloa. 113
Problemas relativos a al pago de los cumplimientos patronales fueron
surgiendo, debido a que se registraba una fuerte evasión de las aportaciones al
INFONAVIT, de que muchos patrones no realizaban la aportación de 5% para la
vivienda de sus trabajadores. A pesar de esto, las inversiones por parte del
instituto seguían en ascenso, y se siguieron construyendo las subsecuentes
etapas del conjunto habitacional Humaya.
La etapa correspondiente a 1978 del fraccionamiento INFONAVIT Humaya,
se inició con la construcción de 160 viviendas, cuyo costo ascendía a 24 millones
de pesos. En un acto se iniciaron las excavaciones y cimientos de las viviendas
programadas para el 24 de noviembre de ese mismo año. De esas viviendas sin
fueron construidas para familias con salario mínimo, 50 de ellas para quienes
percibían 1.25 salarios mínimos mientras que 10 casas fueron contempladas para
quienes percibían tres veces el salario mínimo. 114
Como se comentó al inicio del presente apartado, también se crearon
promociones externas, en las cuales las obras de edificación no contaban con la
injerencia del organismo, como es el caso de viviendas multifamiliares que fueron
construidas a finales de la década de los setentas.
En el sur de la ciudad se inició la construcción de otro conjunto habitacional
por parte del INFONAVIT en terrenos contiguos a la colonia Lomas de Guadalupe.
Las viviendas de dicha unidad habitacional eran para atender la necesidad de
trabajadores que percibían el salario mínimo. El proyecto de construcción consistía
en cinco edificios multifamiliares dotados de viviendas de tres recamaras, la
113 El Diario de Culiacán, miércoles 4 de enero 1978, p.1.
114 El Diario de Culiacán, miércoles 26 de abril de 1978, p.1.
81
inversión estaba valorada en 25´572,000 pesos. La ceremonia de colocación de la
primera piedra estuvo presidida por el gobernador Alfonso Calderón.115
A la par de esto, la edificación de viviendas unifamiliares proseguía en la
capital sinaloense, en octubre de 1978, el INFONAVIT asignó 244 casas para
trabajadores. La asignación de las 244 casas fue hecha mediante sorteo por
computadora en la ciudad de México. Posteriormente a la asignación de los
créditos, los derechohabientes podían pasar a las oficinas con sus documentos
respectivos, los resultados de dichas asignaciones eran publicados regularmente
en la prensa local.116
Durante ese mes, el presupuesto contemplado era de 44 millones de pesos
para el estado de Sinaloa, el INFONAVIT planeaba la construcción de 200
viviendas de las cuales estaban contempladas para Culiacán, esto, para los
meses restantes de 1978. Tal acuerdo fue tomado por el consejo de
administración de la institución, donde también se informó que el resto de las
casas correspondían para Mazatlán y para Los Mochis, la distribución de las
viviendas se estableció con base en el acuerdo de la comisión consultiva de la
delegación regional en el estado, y se contemplaba que una vez integrado los
apoyos técnicos de las promociones externas que formaban dicho programa se
estaría posibilidad de iniciar las obras correspondientes.117
En cuanto a dichas promociones externas, el sector empresarial de
Culiacán prometió al INFONAVIT cinco conjuntos habitacionales para construirse
durante 1979, lo cual significaba alrededor de 400 viviendas para solucionar el
problema habitacional de los trabajadores. Dichos conjuntos habitacionales
propuestos por el sector patronal de Culiacán incluían una ampliación en la colonia
lomas de Guadalupe, la construcción de otro conjunto habitacional en Las Flores,
115 El Diario de Culiacán, miércoles 28 de junio de 1978, p.1.
116 El Diario de Culiacán, martes 3 octubre de 1978, p.1.
117 El Diario de Culiacán, jueves 12 de octubre de 1978, p.1.
82
uno más en villa universidad y otro a un lado del conjunto habitacional Humaya.
Dichas promociones externas estaban programadas para ser ejecutadas en
1979.118
Para 1978 el INFONAVIT había construido en la capital sinaloense los
siguientes desarrollos habitacionales: Humaya y apartamentos en Lomas de
Guadalupe. Durante el periodo 1975-1978 la institución construyó 2385 viviendas
en los principales centros urbanos de la entidad. Para lograrlo, el instituto adquirió
154.4 hectáreas en distintas localidades del estado. Durante ese lapso se
financiaron viviendas con un monto global de $517´568,000 .119
La dependencia había desarrollado para los trabajadores de la iniciativa
privada, conjuntos habitacionales en las siguientes localidades del estado:
Culiacán, Mochis, Mazatlán, Guamúchil, Guasave y El Rosario con una inversión
total de 604 millones de pesos en el periodo de 1975 a 1978. Mientras que en
proceso de construcción encontraban 1329 al viviendas con una erogación de 313
millones de pesos.
El 66% de las viviendas financiadas eran para trabajadores que percibían
de 1 a 1.25 veces el salario mínimo, el 18% para empleados con ingresos que
oscilaban entre 1.26 a 2 salarios mínimos y el 16% para quienes percibían más de
2 salarios mínimos. Esto demuestra que se le daba atención a las personas con
bajas percepciones salariales. El instituto, además fomentaba la convivencia entre
los derechohabientes, estimulando las organizaciones de tipo social, se procuró
también que los servicios fueran eficientes, creando áreas verdes e infraestructura
de alcantarillado pluvial para evitar las recurrentes inundaciones en temporadas de
lluvias. Las promociones externas de construcción dentro de las reservas
territoriales del INFONAVIT, comprendían la construcción de edificios
multifamiliares como el ubicado frente al Hospital Civil y otro contiguo al
118 El Diario de Culiacán, domingo 12 de noviembre de 1978, p.1.
119 El Diario de Culiacán, sábado 2 de diciembre de 1978, p.1.
83
fraccionamiento Lomas de Guadalupe, desarrollos que comprendían 22 y 72
viviendas, respectivamente.
La inflación y el alza en los costos de producción plantearon, Culiacán era
la ciudad donde más constaba edificar viviendas. El índice general del costo de
edificación de vivienda de interés social en la al capital sinaloense eran más alto
nivel nacional según estudios realizados por el banco de México, de diciembre de
1977 a noviembre de 1978 los índices de incremento en los precios de los
materiales de construcción fueron de 23 %, mientras que el promedio nacional era
del 20.9 %. 120
La escasez de materiales como lo es el cemento, contribuyó a la
paralización de obras, tanto del gobierno estatal como de particulares. Algunos
programas de construcción de viviendas se vieron afectados por dicho incremento,
tal es el caso edificación de viviendas de INFONAVIT, INDECO y FOVISSSTE.
Los constructores se veían en la necesidad de abastecerse de materiales
provenientes del centro del país. Aunado a esto las fábricas de ladrillos no eran
suficientes para satisfacer las demandas del estado.
En julio de 1979 fue concluida en su totalidad la construcción de 120
viviendas en edificios multifamiliares, construyó el INFONAVIT en L alomas de
Guadalupe. 121 Por su parte lo líderes patronales afirmaban que no podían pagar
las cuotas patronales al INFONAVIT. Manuel J Clouthier como representante del
sector empresarial, afirmaba que no se encontraban en condiciones de un
aumento al 10 % las cuotas.122
Existían varias modalidades para acceder a créditos, algunas eran para
empleados afiliados a centrales obreras, también existían programas para
120 El diario de Culiacán, lunes, 2 de abril de 1979, p.1.
121 Noroeste, sábado, 14 de julio de 1979, p.1.
122 El Diario de Culiacán, Viernes, 3 de agosto de 1979, p.1.
84
aquellos que no estaban afiliados a ningún organismo, en este sentido, dentro del
programa externó para no sindicalizados ,se inició la construcción de 123 casas en
la unidad habitacional Las Flores, al poniente de la ciudad la inversión de 30
millones de pesos, más 3 ½ para la realización de las obras de drenaje, agua
potable y pavimentación, para la edificación se dejó una reserva de diez hectáreas
para nuevas opciones y que los beneficiarios tuvieran a su disposición terrenos
para su comodidad. 123
Como se evidencia, en año 1979 planteó numerosos retos debido a la
inflación generalizada de precios, para afrontar la situación, se optó por la
edificación de edificios triplex y condominios para personas de bajos salarios,
como alternativa para abatir los costos de construcción y aumentar la capacidad
de edificación de viviendas. Dicha medida estará enfocada a beneficiar
fundamentalmente los trabajadores que percibían un salario mínimo, quienes en
viviendas tipo unifamiliar tendrían acceso a casas de muy pequeñas, mismas que
no alcanzaban a cubrir sus necesidades. 124
Ilustración 9
Viviendas del conjunto habitacional Infonavit Las Flores (1979-1982)
123 El Diario de Culiacán, jueves, 20 de septiembre de 1979, p.1.
124 El Diario de Culiacán. Viernes, 21 de septiembre de 1979, p.1.
85
Fuente: INFONAVIT, 15 años de servir a los trabajadores, Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, México, INFONAVIT p.142, 1988.
Ilustración 10
Plantas de los edificios multifamiliares de cuatro niveles del conjunto habitacional INFONAVIT Las Flores.
Fuente: INFONAVIT, 15 años de servir a los trabajadores, Instituto del Fondo Nacional de la
Vivienda para los Trabajadores, México, INFONAVIT p.142, 1988.
La política del INFONAVIT dictaba que todos sus programas se incluyeran
este tipo de casas habitación para facilitar a los trabajadores de menor ingreso el
acceso a la vivienda. A la par de la construcción del conjunto habitacional Las
Flores, también se encontraba en proceso una nueva etapa del conjunto
habitacional Humaya que consistía en 160 viviendas triplex (planta baja y dos
pisos), este tipo de viviendas eran las destinadas a los trabajadores de salarios
mínimos. Para su edificación se realizó un inversión de 46 millones de pesos. El
programa de trabajo del INFONAVIT para 1980 contemplaba la construcción de
2583 viviendas y una erogación de 452’000,000 de pesos. Dicho programa era
86
superior en 75 % respecto a la inversión ejercida en 1979, y en cuanto a número
de viviendas era superior en un 60%.125
En el rubro de viviendas para los afiliados a las centrales obreras, el
INFONAVIT proyectó en mayo de 1980 la construcción de viviendas unifamiliares
de una sola planta para la construcción de la unidad habitacional CTM en dicha
urbanización se al invirtieron 6’000’000 pesos al para la construcción de áreas
verdes, al alumbrado público. El 50% de las casas fue destinada para trabajadores
que percibían el salario mínimo, el 35 % de éstas para quienes ganaban dos
veces el salario mínimo 15% restante para quienes ganaban arriba del dos veces
el mínimo, con lo que los beneficios se enfocaron así aquellas personas con más
bajos ingresos. 126
3.4 Programas de vivienda para burócratas y maestros sindicalizados.
A continuación se muestran los proyectos de viviendas dirigidos a los trabajadores
del sector público, tanto a empleados federales a través de FOVISSSTE, así como
a empleados del magisterio quiénes fueron beneficiados a través del ISSSTESIN.
En mayo de 1976 se anunció la construcción de un conjunto habitacional
para burócratas federales con una inversión de 120 millones de pesos. Dichos
programas de vivienda contemplaba la construcción de 488 casas, cuyo costo
oscilaba entre 199,000 y 265,000 pesos, con plazos de 15 y 20 años defendiendo
la situación económica de los trabajadores. Se proyectaron cinco tipos de casas.
En cuanto lo ubicación del fraccionamiento FOVISSSTE una amplia superficie de
terreno en la prolongación de la colonia Chapultepec.127
En cuanto a las viviendas dirigidas al sector magisterial, se proyectó en
1976 la construcción de 300 viviendas para maestros estatales, con una inversión
de 180 millones de pesos. El proyecto dicho fraccionamiento se contemplaba en
125 El Diario de Culiacán, miércoles 14 de mayo de 1980, p.1.
126 El Diario de Culiacán, domingo 13 de julio de 1980, p.1.
127 El Diario de Culiacán, sábado 29 de mayo de 1976, p.1.
87
una ubicación en la salida norte de la ciudad, junto al conjunto habitacional
Humaya, dicho proyecto era obra directa del ISSSTESIN con financiamiento y
dirección técnica propios, para ahorrar costos y abaratar la construcción de las
casas de los maestros. De acuerdo al proyecto en mención se planeaba la
edificación de cinco modelos distintos de casas, con un valor máximo de 200,000
pesos y la oportunidad para su adquisición no sólo era para los maestros sino
también para personal de intendencia, mismos que eran los trabajadores
sindicalizados con los ingresos más bajos dentro del SNTE.128
La sección 27 de maestros federales en Sinaloa, gestionaba en forma
directa un crédito por 20 millones ante el fondo de la vivienda del ISSSTE a efecto
de construir la unidad habitacional que habían proyectado anteriormente,129
Para julio de 1977, las 358 viviendas del fraccionamiento FOVISSSTE
Chapultepec, estaban próximas a terminarse. Dicha unidad habitacional construida
para los burócratas federales representaba en su momento adelantos de orden
urbanístico y en el aspecto estructura de las viviendas registraba un avance del
74%.130
A pesar de la rapidez de las obras, se presentaron deficiencias en los
acabados de las casas recién construidas. Los burócratas federales se
encontraban inconformes al percatarse que las viviendas del conjunto habitacional
FOVISSSTE Chapultepec presentaban cuarteaduras, además se mostraban
inconformes debido a que la totalidad de las viviendas no fueron construidas en el
plazo prometido.131
128 El Diario de Culiacán, miércoles 2 de marzo de 1977, p.1.
129 El Diario de Culiacán, domingo 20 de marzo de 1977, p.1.
130 El Diario de Culiacán, martes 26 de julio de 1977, p.1.
131 El Diario de Culiacán, jueves 4 de agosto de 1977, p.1.
88
Ilustración 11
Aspecto de la Unidad FOVISSSTE Chapultepec
Fuente: El Diario de Culiacán, jueves 25 de mayo de 1978, p.1.
A raíz de las numerosas quejas por parte de los burócratas, el FOVISSSTE
buscó responsabilizar a las compañías constructoras de los desperfectos de las
casas construidas en el fraccionamiento FOVISSSTE Chapultepec.132
La segunda etapa de construcción del fraccionamiento FOVISSSTE
Chapultepec que contemplaba la edificación de cuatro edificios multifamiliares y
210 viviendas individuales fue anunciada en agosto de 1977, así como la
adjudicación y entrega de las primeras siguiente actas construidas dentro de la
132 El Diario de Culiacán, martes 23 de agosto de 1977, p.1.
89
primera etapa del conjunto habitacional. El dirigente sindical explicó que la
inversión para 1978 aún se desconocía, y sólo pudo revelar la cantidad de
viviendas de la segunda etapa y con fecha de inicio en las obras para el 15 de
enero de 1978.133
En marzo de 1978 se realizó la inauguración oficial del fraccionamiento
FOVISSSTE Chapultepec, al acto acudieron del gobernador Alfonso calderón y el
Presidente de José López Portillo, durante el evento se les es dijo que algunas
de las viviendas del conjunto fueron entregadas a personas que ganaban
únicamente el salario mínimo, beneficiando de esa manera a las empleados
sindicalizados con menos recursos económicos. 134
El financiamiento de la unidad habitacional ISSSTESIN para maestros fue
autorizado a través de créditos de la banca oficial así como de la privada por un
monto de 500 millones de pesos. Dicho financiamiento fue canalizado a través del
ISSSTESIN, permitiendo de esa manera que los maestros adquirieran viviendas
dignas para sus familias. Para abril de 1978 ya se habían realizado los trabajos de
trazado en un predio de aproximadamente 8 hectáreas contiguas al
fraccionamiento INFONAVIT Humaya. 135
Las viviendas del fraccionamiento FOVISSSTE Chapultepec, adquiridas por
burócratas y maestros, eran objeto de reiteradas quejas ante la deficiencia en la
construcción de las mismas. Por esta situación los habitantes del recién creado
fraccionamiento se quejaban ante el FOVISSSTE. La cantidad que pagaban por
concepto de mensualidades era equivalente al 30% su salario.136
Debido al alza en los costos, aumentaron los precios en los materiales para
la construcción como el ladrillo. Otros productos como la arena y los instrumentos
133 El Diario de Culiacán, lunes 14 de noviembre de 1977, p.1.
134 El Diario de Culiacán, martes 14 de marzo de 1978, p.1.
135 El Diario de Culiacán, sábado 22 de abril de 1978, p.1.
136 El Diario de Culiacán, jueves 10 de agosto de 1978. , p.1.
90
de trabajo como lo son las carretillas y palas registraron también una sensible alza
en sus precios. 137
En octubre de 1979, se registró una invasión en el fraccionamiento
FOVISSSTE Chapultepec. Donde varias familias se posesionaron de las viviendas
sin autorización alguna mismos que fueron demandados ante el ministerio público
federal por tratarse de un delito del fuero federal. El departamento jurídico de
FOVISSSTE inició dicho proceso para poder desalojar a los invasores que se
habían posesionado de las viviendas durante un período de dos meses. El
propósito de dicha acción era de regularizar los condominios de dicho
fraccionamiento. Eran 30 familias las que se habían establecido sin previa
autorización.138Finalmente y ante el peligro de ser aprehendidos por la justicia,
algunos de los invasores de las viviendas determinaron abandonar las casas.
Por su parte el FOVISSSTE, tenía proyectos para Mazatlán y los Mochis,
donde fueron construidas 1183 viviendas con una inversión total de 503 millones
de pesos. INDECO al en el ámbito rural ha detectado un inversión de 21 millones
de pesos. Cabe mencionar que al final de la década de los setentas, el sindicato
de trabajadores al servicio del estado (STASE), también implementó un programa
de construcción de viviendas que contemplaba en su primera etapa una inversión
de doce millones de pesos en beneficio de los burócratas de la capital sinaloense.
137 El diario de Culiacán, martes, 30 de enero de 1979, p.1.
138 El Diario de Culiacán, lunes, 29 de octubre de 1979, p.1.
91
Capítulo IV Planeación urbana en Culiacán
4.1 Antecedentes de la planeación urbana
La adecuada planeación de los centros urbanos conduce a un desarrollo armónico
de la sociedad e influye en la calidad de vida de sus habitantes. En el caso de la
ciudad de Culiacán, la planeación urbana estuvo ausente durante mucho tiempo,
si bien desde mediados del siglo XX se buscaba brindar orden y regulación al
crecimiento de la ciudad, este proceso se fue dando de forma paulatina más no
inmediata, debido en parte, a la falta de recursos necesarios para la aplicación de
estudios y planes maestros de urbanización. El proceso fue lento, por una parte, la
capital sinaloense tenía la necesidad apremiante de contar con una planeación
integral de su desarrollo urbano que atendiera tanto sus necesidades y rezagos,
por otro lado se observaba un ritmo de crecimiento poblacional acelerado y una
incipiente planeación, lo cual no brindaba las condiciones apropiadas para un
crecimiento urbano equilibrado.
Es necesario identificar el proceso mediante el cual se fueron desarrollando
las normas y legislaciones en materia de urbanización. Las leyes en materia de
planeación urbana creadas por las autoridades federales se aplicaron en todo el
país, naturalmente esto también ocurrió en el estado de Sinaloa y de manera
particular en la ciudad de Culiacán al ser la de mayor ritmo de crecimiento urbano
así como poblacional, con tasas de incremento anual muy elevadas, que rondaban
el 7% . Las normas de orden estatal sobre materia de reglamentación urbanística
se formularon, fueron influidas en su totalidad por las leyes de planeación
existentes en el ámbito federal.
El crecimiento de la ciudad se dio durante muchos años, de una manera
casi anárquica, en muchas ocasiones a partir de invasiones de predios, sin
regulación alguna ni estudios previos. Esta situación tendría un efecto negativo en
la dotación de los servicios públicos así como la calidad de vida de los habitantes.
El aumento poblacional y la falta de una intervención oportuna por parte de las
92
autoridades tuvieron como consecuencia un crecimiento de urbano
desproporcionado.
Culiacán experimentó un fuerte impulso económico así como una
importante migración que la llevó a transformarse en pocos años, de una ciudad
tranquila y relativamente pequeña, a una importante aglomeración urbana pero
con una planeación urbana escasa.
Desafortunadamente este importante incremento poblacional, provocó un
crecimiento caótico, sin orden y control, caracterizado por las invasiones de
asentamientos irregulares en zonas carentes de servicios poco propicias para un
desarrollo urbano armónico. Todo esto rebasó las previsiones y recursos de las
sucesivas administraciones gubernamentales, las cuales no tenían una
preocupación por regular o impulsar un proyecto urbano definido.
Es importante señalar que al municipio le corresponde planear sus
asentamientos humanos, así como el otorgamiento de los servicios públicos
además de optimizar los recursos existentes mediante la planeación. Para lograr
esto se dictaron normas de planeación desde la autoridad al federal para hacerlas
extensas a todos los ayuntamientos del país.
La preocupación por la planeación, el desarrollo urbano y el ordenamiento
territorial surge como resultado del acelerado proceso de expansión urbana que
experimentaron algunos centros de población, principalmente a mediados del siglo
XX así como de los agudos desequilibrios sociales que se manifestaron a partir de
esos años.
Un importante antecedente de la planeación urbana en México es la ley de
planificación y zonificación del distrito federal y del territorio de Baja California,
decretada 1933.139
En dicha legislación se estipulaba la organización de comisiones
encargadas de realizar las planificaciones y zonificación en las ciudades mediante
139 Diario oficial de la Federación, martes 17 de enero de 1933, p.5.
93
la implementación de los planos reguladores. La apertura de nuevas vías como
calles y bulevares. Así como la rectificación, ampliación alineamiento,
prolongación y mejoramiento de las vialidades. Comprendiendo además las
subdivisiones notificación de los terrenos de poblaciones; la creación de plazas,
parques y jardines, campos de juego, estadios y reservas forestales; la ubicación y
construcción de edificios públicos, escuelas, mercados, cementerios, terminales; la
localización, construcción ampliación y mejoramiento de los servicios municipales
como abastecimiento de agua, desagües iluminación, así como electricidad y
teléfono.
Se estipulaba también la zonificación, implicando la restricción y
reglamentación convenientes de los usos de la propiedad pública y privada así
como la aplicación de normas de las construcciones, incluyendo sus alturas y
volúmenes. Esta importante ley sentaría las bases de la planificación urbana en
las ciudades mexicanas, y su aplicación se daría en las décadas posteriores.
La creación de dicha ley obedece a una apremiante necesidad de regular el
crecimiento de las urbes, pero también se engloba dentro de un contexto en el
cual las ciudades norteamericanas y algunas capitales de América Latina
implementan la planeación urbana como un elemento integral del desarrollo
urbano así como el económico.
94
La ley de planeación urbanística del estado de Sinaloa fue expedida en 1958.
En la ciudad de Culiacán, estas normas serían implementadas hasta la
década de los años cincuenta, como se explicará más adelante.
Hacia finales de la década de los sesentas y principios de los setentas
surge un conjunto amplio de iniciativas enfocadas en el rubro de asentamientos
urbanos, estas a su vez se acompañaban de múltiples disposiciones legales
En 1976 con la Ley General de asentamientos humanos que buscaba
establecer la participación de los municipios, las entidades federativas así como la
95
federación para en la ordenación y regulación de los asentamientos humanos; así
como la creación de las normas básicas para planear el crecimiento de los centros
de población, así como su mejoramiento.140 La creación de dicha ley obedece a
la preocupación por mejorar el trazado urbano para influir en un mejoramiento en
la calidad de vida de los habitantes. Se buscaba un equilibrio en las ciudades a fin
de evitar impactos económicos negativos así como grave deterioro social y
humano.
En 1978 surge otra ley que influirían en las legislaciones de orden estatal: el
Plan Nacional de Desarrollo Urbano.141 Fue concebida con la finalidad de
racionalizar la distribución en el territorio nacional, de las actividades económicas y
de la población, localizándolas en las zonas de mayor potencial del país; asimismo
se buscaba se buscaba promover el desarrollo urbano integral y darle continuidad
a la premisa establecida en de equilibrar a los centros de población
Como resultado de la misma, se creó el Plan Estatal de Desarrollo Urbano,
el cual fue expedido en mayo de 1979 y fue concebido como un instrumento rector
de la ordenación territorial. Se buscaba propiciar condiciones favorables para que
la población pudiera resolver sus necesidades de suelo urbano, vivienda, servicios
públicos, infraestructura y equipamiento a través de la ordenación y la regulación
de la estructura urbana del país.
Las políticas urbano-regionales buscaban reducir el crecimiento de la
metrópoli principal en cada región, fortalecer ciudades de tamaño medio,
minimizar la migración rural-urbana, etc. Lo anterior implicaba una adecuada
distribución territorial de la población y tenía como objetivo principal un equilibrio
entre ciudades que incidiera de manera directa en la población.
4.2 Acciones emprendidas por el Ayuntamiento
Las acciones del ayuntamiento o en cuanto a la planificación urbana, era casi
nula, no existían muchas regulaciones y normas para la construcción, por lo tanto
140 Diario Oficial de la Federación, 26 de mayo de 1976, p.29. 141 Diario Oficial de la Federación, 12 de junio de 1978, p.8.
96
era necesaria la implementación efectiva para una correcto crecimiento de la
ciudad, que incidiera a su vez en la calidad de vida de la población.
A finales de la década de los cincuentas Culiacán era una ciudad
relativamente pequeña, pero cuya mancha urbana empezaba a expandirse a un
ritmo rápido. Surgía la necesidad de ordenar el crecimiento de la ciudad, era
perentorio crear normas. Es en este contexto cuando surge una incipiente
planeación urbana con miras al futuro.
Los Planos reguladores se crearon con la finalidad de que estos fueran la
base para la construcción de obras públicas, y evitar el crecimiento desordenado
en la ciudad. Asimismo, tenían como finalidad ordenar la circulación en las calles,
la nomenclatura así como el crecimiento armónico de la ciudad, además de
regular el uso de suelo en la zona urbana, determinando los territorios idóneos
para casa habitación, zonas industriales y reservas para futuros crecimientos.
La implementación de estas medidas de previsión, constituirían la primera
de la planeación y desarrollo urbano en la ciudad, conforme Culiacán crecía y las
necesidades iban aumentando, fue necesaria la implementación de proyectos de
mayor envergadura e importancia.
En 1959 el área urbana de Culiacán se reducía al primer cuadro, el sector
Tierra Blanca y Gabriel Leyva, y en el sur de la ciudad se encontraban una
pequeña cantidad de colonias que en el momento eran consideradas como
periferia, zonas que en la actualidad son consideradas céntricas y de buena
ubicación. A continuación se muestra un plano de la ciudad, que pone de
manifiesto la reducida extensión de la mancha urbana en aquellos años.
97
Ilustración 12
Plano de Culiacán en 1959
. Fuente: Acta de cabildo No.13. 28 de mayo de 1959.
En el mapa anterior se puede observar un área urbana notablemente
pequeña, zonas que actualmente están urbanizadas se encontraban alejadas de
la ciudad, por ejemplo en el sector norte se aprecia una nula presencia de
viviendas y vialidades, lo único que existía en la entonces salida norte de la
ciudad era el hotel tres ríos, la fábrica de cerveza del Culiacán de la compañía
98
Cuauhtémoc Moctezuma, así como una gasolinera denominada autoservicios del
Humaya. Se aprecia además como la ciudad colindaba al oriente con el entonces
ejido El Barrio.
La pequeña ciudad se convertiría en poco tiempo en un centro urbano
importante, con numerosas vialidades y con un tráfico vehicular en constante
ascenso. Es por esta situación que se necesitaba un departamento municipal
encaminado a resolver el problema. Un lugar en el cual laboraran ingenieros y
arquitectos. Naturalmente, existían obstáculos destacando principalmente el
financiero, las necesidades fueron planteadas en mayo de 1959 por Miguel Báez,
jefe de la oficina del plano regulador quien presentó peticiones al cabildo
municipal, destacando la necesidad de la dependencia de un local fuera del
edificio del ayuntamiento por no contar con un lugar apropiado dentro de las
instalaciones del mismo. Así mismo, pedía la asignación de un asesor legal y
personal con el objetivo de detectar los reglamentos y leyes sobre el plano
regulador fueran revisados por dichos profesionistas.142
La necesidad de contar con mobiliario adecuado, equipo de oficina así
como de topografía, de igual manera se solicitó presupuesto para laborar de una
manera eficaz.
Lo anterior pone de manifiesto que ya existía un interés en brindar un
ordenamiento al crecimiento urbano, sin embargo existía una apremiante
necesidad de destinar recursos para poder lograrlo. Las necesidades de personal
y mobiliario como las expuestas anteriormente, son solamente algunas porque
faltaba un apoyo decisivo por parte del ayuntamiento, un interés que se
manifestara a través de un apoyo financiero suficiente para beneficiar a la
población con un ordenamiento urbano a la altura de una capital.
142Acta de cabildo No.13. 28 de mayo de 1959.
99
Otras funciones del ayuntamiento en materia de urbanización consistían en
autorizar la edificación de fraccionamientos. Las compañías enviaban planos de
superficie y lotificación, para ser autorizados por el cabildo.
Para lograr que el crecimiento económico fuera más dinámico y que toda la
población fuera partícipe del mismo, era necesario un desarrollo urbano
equilibrado, con infraestructura adecuada y suficiente, pero sobre todo con un
proyecto definido. La respuesta a lo anterior se encuentra en la planeación.
Dichas acciones implementadas por el Ayuntamiento se regían bajo las
leyes urbanísticas estatales, mismas que fueron emanadas de leyes del orden
federal .La ley de planeación urbanística del estado de Sinaloa tenía como
finalidad para el desarrollo de las poblaciones del estado para que las mismas,
reunieran condiciones necesarias de salubridad, seguridad, comodidad y belleza.
Se habían desplegado los primeros esfuerzos en materia de ordenación
territorial a través de los principales instrumentos: (planes, leyes, etc.) y de sus
mecanismos específicos a nivel local (programas de prestación de servicios,
controles de uso de suelo etc.)
4.3 Desarrollo y auge en el crecimiento de la ciudad
A la par del crecimiento en los índices demográficos, así como un despegue en el
comercio, la industria y otras actividades, se demandaba de parte de la
administración pública una mayor actividad y mejores perspectivas en materia de
infraestructura.
Las bases estaban sentadas, debido a que previamente se habían expedido leyes
y normas destinadas a reglamentar y ordenar la expansión urbana, se necesitaba
en ese momento, implementarlas y llevarlas a cabo, dado que el crecimiento de la
ciudad requería una mayor atención.
A partir de la década de los cincuentas se emprenden de manera masiva
obras de ampliación de calles en el primer cuadro, con la finalidad de brindar
mayor fluidez vehicular a la principal zona comercial de la capital sinaloense, estas
100
importantes obras conllevaban la demolición de algunas propiedades para darle
amplitud a las calles y avenidas de la ciudad. Además de la ejecución de estas
obras se emprendían obras de pavimentación en la zona del centro histórico y
zonas adyacentes. Este impulso sería uno de los primeros signos de la
modernidad urbana, cambiar el aspecto de las calles y su respectiva ampliación
sería la primera etapa de los cambios que empezaba a experimentar la ciudad.
Aunado a los proyectos emprendidos por las autoridades gubernamentales,
también existían desarrollos y proyectos emprendidos por la iniciativa privada, los
cuales también detonaron un crecimiento en la ciudad.
Desde la primera mitad del siglo XX, cuando el crecimiento de la ciudad era
aún incipiente e incluso antes de la década de los cincuentas, compañías
fraccionadoras ya comenzaban a urbanizar zonas ubicadas en las afueras de
ciudad. Las construcciones y lotificaciones de terrenos, se regían mediantes los
lineamientos y normas dictadas el ayuntamiento.
Un antecedente importante constituye la urbanización de la zona ubicada al
sur de las vías del Ferrocarril Occidental Mexicano, que en la época actual
corresponde al Boulevard Gabriel Leyva. El impulsor de dicho proyecto era el
empresario Jorge Almada, cuyo apellido daría nombre a este sector que se
constituyó como uno de los primeros ensanches fuera del primer cuadro de la
ciudad.
La Compañía Occidental Fraccionadora de Terrenos S.A propietaria de la
colonia Almada presentó un convenio sobre el ensanchamiento la ciudad
incorporando esta colonia a la zona urbana. Se firmó un convenio firmado por
dicha compañía, estipulando se en sus términos los gastos de protocolización,
logrando de esa manera la incorporación a la ciudad de Culiacán. Otorgando con
ello extensivos los servicios públicos municipales al mencionado sector. La
urbanización de dicha zona se componía de 120 manzanas con superficie de 8 a
101
10 mil m² cada una. Esto al significó un avance importante para la urbanización de
Culiacán durante la década de los treinta.
En las décadas posteriores el proceso de expansión fue tomando un ritmo
más acelerado. Esta etapa se caracterizó por la conversión de terrenos que
antiguamente eran de uso agrícola a uso habitacional. Con una demanda de suelo
cada vez mayor, la zona urbana empezó a expandirse hacia todos los puntos
cardinales.
Fuera de la zona centro, Culiacán carecía prácticamente de todo, esto en
cuanto a vialidades así como el equipamiento respectivo para la fluidez vehicular.
Conforme avanzaba la década de los cincuentas el equipamiento y la ampliación
de las vialidades en el primer cuadro iba avanzando, mas no en las zonas
periféricas, el avance por parte de los desarrollos emprendidos por compañías
privadas y constructoras tendría un papel importante en la transformación del
paisaje urbano.
En 1959 la empresa Fraccionamientos y Viviendas S. de R.L, obtuvo por
parte de la Dirección de comunicaciones y Obras Públicas del Gobierno del
Estado la aprobación del plano para el proyecto de localización, lotificación y
planificación del fraccionamiento denominado: colonia Moderna Industrial, ubicada
al norte de la ciudad y perteneciente a la misma compañía, autorizándose en la
venta de lotes, con cumplimiento en el artículo 32 de la Ley de planeación,
urbanización y cooperación, haciendo donación al ayuntamiento o de la superficie
los terrenos correspondiente a las vías públicas, así como en los terrenos
comprendidos en el plano de dicho proyecto, para destinarse a los servicios
públicos.
La Ley de Planeación Urbanística del Estado de Sinaloa, expresaba que de
acuerdo con lo señalado en el artículo dieciséis de la misma ley, los
ayuntamientos estaban facultados para fijar la anchura de las calles principales
con secundarias en los nuevos fraccionamientos y que ningún caso sería inferior
a 20 metros, cuando se trataran de fraccionamientos residenciales, populares o
102
industriales que en relación con la construcción de nuevos edificios que no
estuvieran comprendidos en terrenos de nuevos fraccionamientos, no era
aplicable dicha disposición, ya que si se tratara de ampliar las calles o avenidas de
la ciudad, correspondería definirlo a la comisión de planeación integral del estado,
teniendo como base para ello el plano regulador de la ciudad de Culiacán, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 12 de la ley general de planeación
del estado y 87 de la ley de planeación urbanística. 143
A la par de esto, la empresa Aeronaves de México S.A, a finales de 1958
iniciaban las gestiones para traspasar al Ayuntamiento un lote de terreno con
superficie de 221, 445 metros cuadrados, ubicados En el Palmito, según el acta
levantada al efecto, en virtud del traslado de las oficinas de la misma empresa al
entonces nuevo aeropuerto construido en Bachigualato. Esto fue realizado con la
finalidad de que los terrenos del antiguo aeropuerto fueran destinados para otros
usos, entre los cuales se contemplaba la posibilidad de darle uso habitacional y se
propuso la cancelación del permiso público como campo de aterrizaje a través de
un decreto municipal.
Para abril de 1959 se autorizó la venta al Gobierno del estado de Sinaloa,
mediante subasta parte del inmueble ubicado en El Palmito, donde operaba el
antiguo aeropuerto de Culiacán a un precio de 10 pesos por metro cuadrado, de
la siguiente manera: gobierno del estado pagó en efectivo y pesos por metro
cuadrado y los cuatro restantes fueron considerados como cooperación del
ayuntamiento, dada la finalidad que se perseguía de destinará para la
construcción de viviendas populares.144
En abril de 1959 fueron determinados los costos de urbanización de la
colonia Ejidal, solicitándose al banco nacional hipotecario y de obras públicas un
crédito por 11´ 907, 000 de pesos para cubrir dichos gastos. La planificación de
143 Acta 4, jueves 6 de Febrero de 1959 bajo la presidencia de Emilio Aguerrebere. 144 Acta 9, 9 de abril de 1959. , bajo la presidencia de Emilio Aguerrebere.
103
dicha colonia quedo a cargo del comité del plano regulador mismo que definió las
vías de circulación. 145
En este sentido, la oficina de obras públicas municipales presentó para su
aprobación los planos y proyectos del denominado sector, así como la
autorización para llevar acabo construcciones privadas en diversos lugares de la
ciudad, de conformidad con los artículos con lo dispuesto los artículos 42 de la ley
orgánica municipal y lo relativo a los fraccionamientos urbanos en el municipio.
Mientras tanto, seguía avanzando el conjunto de obras de ampliación y
pavimentación de la avenida Álvaro Obregón, en mayo de 1959 el tramo
comprendido de boulevard Madero al sur, hasta la calle Francisco Zarco. En dicho
proyecto de ampliación se contemplaban a las propiedades afectadas durante las
obras.146
Con dicho proyecto de mejoramiento, se emprendía un mejoramiento
estético de la principal avenida de la ciudad dándole mayor amplitud y
funcionalidad a esta vialidad.
La ciudad necesitaba con urgencia la ampliación de calles y avenidas que
facilitaran el flujo de tráfico de la ciudad, existía la necesidad de darle continuidad
al malecón niños héroes hacia el oriente, comprendiendo entre las calles Ruperto
L. Paliza y presa valsequillo en el actual fraccionamiento Las Quintas. Dicha obra
servía para dar acceso al puente sobre rio Tamazula, mismo que se encontraba
en ejecución a la altura de la avenida Xicoténcatl . Este importante proyecto de
ampliación proporcionada a los habitantes de la ciudad un paseo por la rivera de
este rio. Para su realización el ayuntamiento solicito al H. Congreso Del Estado la
cantidad 8’000,000 de pesos.
Una ciudad que crecía a un ritmo acelerado, pero con una infraestructura
insuficiente y con una profunda necesidad de vialidades, de puentes, bulevares
145Acta 8, jueves 2 de Abril de 1959, bajo la presidencia de Emilio Aguerrebere. 146 Acta No. 10, jueves 14 de mayo de 1959, bajo la presidencia de Emilio Aguerrebere.
104
para que existiera una fluidez eficaz en cuanto al tráfico de vehículos. Culiacán
necesitaba proyectos urbanos a la altura de una ciudad capital, conforme a su
importancia de centro agrícola e industrial.
La necesidad de equipamiento urbano adecuado era cada vez más
apremiante, y se demandaban mejoras notables en la calidad de vida de la
población así mismo, era perentorio un crecimiento urbano planificado, ordenado.
Las obras de urbanización entendidas como detonante del desarrollo
urbano no sólo eran promovidas por el sector público, sino que también le han
resultado de constructoras y compañías fraccionadoras de capital privado. Este
tipo de inversiones fueron cobrando auge desde de la década de los sesentas con
fraccionamientos como Las Quintas, sin embargo desde épocas anteriores ya
figuraban otros desarrollos residenciales como lo son Chapultepec y Guadalupe.
Los citados fraccionamientos contaban con calles y vialidades bien
trazadas, algo que no era muy común en esa época dado que la mayoría de los
asentamientos eran informales y muchas de las colonias de las colonias de la
ciudad no contaban con planeación alguna.
En las siguientes décadas el auge en la construcción de fraccionamientos
residenciales fue en ascenso, los sectores más privilegiados de la sociedad
buscaban establecerse en los lugares con mejor equipamiento urbano y desde
luego con buena ubicación. Dichas zonas contaban con una buena planeación, lo
cual se veía reflejado.
El fraccionamiento Lomas de Boulevard se edificó en los terrenos del
antiguo aeropuerto, al poniente de la ciudad. en dicho proyecto se pretendía
construir viviendas para personas con un buen nivel adquisitivo debido a que eran
promovidas por una compañía privada y no eran de interés social, dicha empresa
era denominada Terrenos y Urbanizaciones de Sinaloa S.A . Más tarde se fueron
incorporando nuevos fraccionamientos en zonas más alejadas de la ciudad para
configurarse como suburbios de clase media alta y alta, un ejemplo de lo anterior
105
son los desarrollos de La campiña y Colinas de San Miguel a principios de la
década de los ochentas.
Ilustración 13
El gobernador Alfonso G. Calderón, durante el inicio de las obras para el fraccionamiento Colinas de San Miguel.
Fuente: El diario De Culiacán, jueves 11 de diciembre de 1980.
4.4 Proyectos y desarrollos hacia la década de los setentas y ochentas
Para principios de la década de los setentas se gestaba en la capital sinaloense
un nuevo tipo de crecimiento urbano, un detonante que haría crecer la ciudad de
manera aún más rápida del ritmo que llevaba hasta el momento: la edificación de
fraccionamientos de interés social, que a partir de 1972 con las iniciativas de
106
origen federal aplicadas actual las entidades de la república, pero con al especial
énfasis a las ciudades medianas y sobre todo las capitales al de los estados. Este
desarrollo significó para las administraciones municipales más responsabilidades
al aumentar de manera importante el área urbana y la dotación de servicios que
esto conllevaba.
Se contaba con reservas territoriales suficientes para asegurar la
continuidad del proceso de edificación de viviendas y la habilitación de
infraestructura primaria, lo cual significaba el crecimiento seguiría de manera
prolongada en la ciudad. Se adquirieron reservas territoriales importantes tanto en
coordinación con autoridades estatales y municipales gracias al apoyo recibido de
la administración pública, con la finalidad de facilitar las acciones que
contribuyeran a un desarrollo urbano adecuado
La tierra es en realidad un factor cada vez más escaso en el desarrollo
urbano de toda ciudad, se trataba por lo tanto un recurso agotable que requería
un tratamiento de carácter social para atender a la población demandante de
vivienda, al momento de edificar era necesario que se tomara en cuenta la
cercanía a los centros de trabajo, y que contaran con áreas verdes.
Para el éxito de dichos proyectos era necesaria política territorial más activa
por parte del Gobierno Federal y aún más de las autoridades locales.
Los programas de desarrollo urbano debían ser ejecutados mediante el uso
racional de suelo, con la incorporación de terrenos baldíos, la revalorización de
terrenos decadentes así como la articulación al área urbana de terrenos de
régimen ejidal, comunal o de dominio público. Así mismo una adecuada
planeación local, regional y nacional con el objetivo de propiciar una mejor
distribución territorial, de esa manera se contribuirían a un desarrollo armónico de
las distintas regiones y localidades del país.
Eran necesarias acciones de coordinación entre distintas dependencias, es
decir tanto de las instituciones que llevaban a cabo los desarrollos habitacionales
así como con las administraciones públicas. Esto significaba para las instituciones
107
en materia de vivienda el dotar a los conjuntos con servicios e instalaciones que
se convertirían en responsabilidad de otras instituciones. Especialmente, las
medidas orientadas a racionalizar la actuación de los ayuntamientos y fortalecer
las finanzas municipales, y facilitar el proceso de entrega de los conjuntos. Siendo
de gran responsabilidad actuar coadyuvando con los esfuerzos nacionales de
coordinación de las entidades gubernamentales y, en especial, en materia de
asentamientos humanos y de desarrollo regional.
De esta manera los nuevos centros habitacionales de la ciudad,
previamente construidos por dependencias federales, pasaban a ser
responsabilidad del ayuntamiento, incluyendo en onda las calles, andadores,
bulevares y avenidas de dichos asentamientos humanos así como la
nomenclatura y numeración de los mismos.
El crecimiento de la ciudad que durante gran parte de las décadas de los
sesentas y setentas se había dado de manera anárquica trajo consigo graves
consecuencias, destacando entre ellas el problema de los servicios públicos y la
falta de vialidades en buen estado, adecuadas para la circulación vial. Debido que
al edificar los sentamientos de origen espontaneo, es decir las invasiones, los
colonos se establecían en todo tipo de terreno, sin importar el riesgo o condiciones
ya fuera en superficies rocosas donde se dificultaba la introducción de agua
potable y el servicio de alcantarillado o en zonas de alto riesgo y propensas a las
inundaciones.
108
Ilustración 14
El crecimiento urbano sin planeación alguna, se manifestaba en la falta de servicios en muchas colonias de la ciudad.
Fuente: El sol de Sinaloa, domingo 20 de julio de 1975.
Ilustración 15
Panorámica de la Colonia 5 de Mayo
Fuente: El Sol de Sinaloa jueves 9 de octubre de 1975.
109
Para 1980, la ciudad de Culiacán contaba con un total de 57 colonias, el
caso de la capital sinaloense era contrario al de otras ciudades que conforme
crecían en población también crecían en cuanto a servicios urbanos. Culiacán
contaba con suministro limitado de agua potable y con gran deficiencia en otros
servicios. Eran pocos los sectores dotados plenamente de infraestructura.
En 1979 fue concebido un desarrollo de tipo comercial y administrativo que
daría una imagen de modernidad a la ciudad de Culiacán, contemplándose dentro
del proyecto oficinas, plazas comerciales así como la construcción de la unidad
administrativa conformada por el palacio de gobierno así como el judicial. Para su
edificación se contemplaron nuevas vialidades. Dicho proyecto fue denominado
Centro Sinaloa con una finalización estimada para junio de 1980.147
Ilustración 16
Avance de las obras de construcción de la unidad administrativa.
Fuente: El Diario de Culiacán, miércoles 3 de octubre 1979.
147El Diario de Culiacán, miércoles 3 de octubre 1979, p.1.
110
Ilustración 17
Panorámica del fraccionamiento Cañadas.
Fuente El Diario de Culiacán, domingo 2 de diciembre de 1979.
Ilustración 18
Panorámica de la construcción del desarrollo Centro Sinaloa y el Palacio de Gobierno
Fuente El Diario de Culiacán, domingo 3 de febrero de 1980.
111
A principios de 1980 inició la venta de terrenos en dicho desarrollo. Este
proyecto de regeneración urbana se concibió como respuesta a una necesidad
apremiante, de contar con un área urbana que reuniera las características para
absorber el crecimiento comercial y empresarial de Culiacán, ya que se carecía de
una zona donde se concentraran oficinas gubernamentales así como índole
privada. La ubicación era privilegiada al encontrarse cerca del primer cuadro de la
ciudad.
El lugar era previamente ocupado por la colonia Ruiz Cortines, que
posteriormente fue reubicada al sur de la ciudad y parte de los patios del
ferrocarril, las características de urbanización contempladas eran las siguientes:
gran capacidad para estacionamiento, áreas verdes, cableado subterráneo y
andadores peatonales.
La construcción de vialidades también fueron concebidas para desahogar el
tráfico de la ciudad, ya que gran parte de los vehículos que circulaban rumbo al
valle, lo hacían por una sola vía: la carretera de Recursos Hidráulicos. La
entonces nueva avenida insurgentes contaba con 38 metros de anchura y seis
carriles, el doble de los existentes en avenida Álvaro Obregón.148 El proyecto no
sólo contemplaba oficinas gubernamentales sino que también se planeó la
edificación establecimientos comerciales.
Ilustración 19
Publicidad del proyecto Centro Sinaloa.
Fuente: El Diario de Culiacán, domingo 10 de febrero de 1980.
148 El diario de Culiacán, lunes 4 de febrero de 1980, p.1.
112
Ilustración 20
Aspecto de la zona comercial y administrativa Centro Sinaloa durante su construcción.
Fuente: El diario de Culiacán, jueves 24 abril de 1980.
En julio de 1980 se iniciaron las obras de construcción de la vialidad norte
sobre la carretera internacional, comprendiendo una instalación de seis carriles de
circulación, un camellón central de una longitud de más de 900 metros de
alumbrado ornamental, jardines, banquetas y guarniciones con un costo
aproximado de seis millones de pesos. Dicha obra constituyó un avance
importante en la capital sinaloense, tanto de índole estética y porque servía para
mejorar la circulación de vehículos. 149
Dicha obra significó una base importante para el sector norte de la ciudad,
debido a que en los años subsecuentes, el sector Humaya crecería de manera
importante.
149El diario de Culiacán miércoles, 9 de julio de 1980, p.1.
113
Ilustración 21
Ampliación de la salida norte de Culiacán, (actual sector Humaya)
Fuente: el diario de Culiacán, miércoles, 9 de julio de 1980.
El área donde se levantó la unidad administrativa, fue hasta 1978, una zona
de manifiesto precarismo, donde más de 500 familias residían en condiciones de
marginalidad.
La construcción de dicha obra funcionó como un detonante del desarrollo
urbano de la ciudad, requiriendo para ello el reacomodo de la población precaria a
una nueva colonia urbanizada dotada con sus servicios públicos
correspondientes.
El complejo de oficinas para la unidad administrativa fue inaugurado por el
Presidente José López portillo y el gobernador del estado Alfonso calderón en
setiembre de 1980
114
Ilustración 22
Aspecto de las obras finalizadas del palacio de gobierno
Fuente: El Diario de Culiacán, jueves 29 de septiembre de 1980.
Culiacán se encontraba en un acelerado proceso de crecimiento, con desarrollos
urbanísticos de este tipo se buscaba brindar un orden adecuado a la ciudad, de
acuerdo a sus necesidades dado su importancia comercial.
Se observa durante la década de los ochentas un acercamiento a la modernidad
urbana, este sin embargo no se hacía extenso a toda el área urbana, se
concentraba, como se pudo observar, en las zonas céntricas de mayor
concentración comercial
115
Conclusión
El periodo de nuestro estudio abarca una etapa de transición, en cuanto a la
forma de edificar dentro los asentamientos urbanos, así mismo en la planeación
para un desarrollo óptimo y lograr una mejora sustancial en la calidad de vida de
sus habitantes. Dicha transición, trajo consigo cambios muy importantes en la
capital sinaloense, tanto de índole social con la transformación en la morfología
del paisaje urbano; así como una influencia importante en el desarrollo de las
actividades económicas en el valle de Culiacán. Además de abordar el tema de la
planeación urbana el estudio y análisis de la vivienda de interés social y la
instauración de dichos programas tienen especial preponderancia. Es indudable la
importancia del estudio de esta temática para conocer cómo en qué condiciones
se dio el reciente crecimiento de la ciudad. A lo largo de estas páginas se pudo
observar el proceso en el cual pasó de ser una capital de tamaño relativamente
pequeño a una ciudad en crecimiento
Dicho periodo abarca desde principios de la década de los setentas hasta el inicio
de los años ochenta (1972-1980), haciendo además, un énfasis en el estudio de
las instituciones públicas que participaron en este proceso, mismas que tenían
como función el otorgamiento de créditos accesibles para la población trabajadora
así como el diseño de los planes habitacionales.
Este estudio se encuentra dividido en cuatro capítulos, el primero se centra
en las corrientes teóricas empleadas para la realización del mismo. Los capítulos
subsecuentes se centran tanto en el contexto previo al periodo abordado y
posteriormente se observa un acercamiento directo a la temática de la vivienda así
como de la urbanización por ejemplo, el segundo capítulo brinda un enfoque a
los antecedentes del problema de déficit de vivienda particularmente en los
década de los setentas. En el tercer capítulo se aborda la creación de los
programas gubernamentales de vivienda de interés social. Finalmente en el cuarto
capítulo se aborda la planeación urbana en Culiacán.
116
Las conclusiones conservan el orden del resto del trabajo, por lo que
primero aparecen las concernientes al primer capítulo y al final las del cuarto.
En el primer capítulo “presupuestos teóricos y conceptuales” , al se abordan
las dos corrientes historiográficas empleadas en la presente investigación, las
cuales consisten en el enfoque en económico así como en el aspecto urbano;
primeramente se presenta la teoría neoinstitucional, misma que sirve para
destacar la influencia gubernamental en los programas de vivienda a nivel federal
El estudio de las instituciones y su influencia en la transformación de la
sociedad y su economía, constituyen una base importante para el entendimiento
de la temática de vivienda de interés social. Lo cual hace perentorio el empleado
la teoría neoinstitucional, la cual sostiene que las instituciones y las condiciones de
desarrollo creadas por las mismas pueden influir de manera positiva en la
economía, las cuales, por otra parte pueden tener un efecto negativo produciendo
estancamiento cuando se trata de gobiernos o administraciones que no estimulan
un crecimiento óptimo de la economía.
Se entiende por instituciones como reglas del juego en una sociedad, o más
formalmente son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la
interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivos e intercambio
humano, sea político, social o económico. 150
En el caso de Culiacán la influencia institucional del gobierno federal en el
aspecto urbano tuvo efectos directos en el crecimiento de la ciudad, dicho
fenómeno socio gracias a los programas de vivienda de interés social,
transformando de manera importante el paisaje urbano y modificando la manera
de urbanizar y edificar que hasta principios de la década de los setentas se
realizaba de manera muy distinta, paulatinamente esta tipología de vivienda así
como la planeación de los nuevos fraccionamientos se hicieron cada vez más
comunes.
150 Douglas C. North, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 13.
117
Dicha transición en cuanto a la instauración de programas de vivienda de
interés social y la subsecuente instauración de la planeación urbana se refiere al
cambio institucional que no sólo se vivió en Culiacán y el resto del estado de
Sinaloa sino también en todo el país.
Si bien la teoría anteriormente mencionada nos brinda un acercamiento al
tema, es necesario recurrir a otro enfoque, centrándonos en el estudio de lo
urbano; el interés de estudiar el fenómeno urbano surgió por la necesidad de
abordar una realidad social que estaba en plena evolución, la migración masiva
del campo a la ciudad comenzó a cobrar un importante auge. En el caso de
México el auge de los estudios urbanos se dio durante la década de los cincuenta
del siglo XX, con las publicaciones realizadas por dependencias gubernamentales
con la elaboración de estudios sobre el problema del déficit de vivienda.
Posteriormente la historia urbana en el país empezó a ser influida por
importantes historiadores, por ejemplo el destacado investigador mexicano José
Luis Lezama, plantea la optimización de las localidades urbana, teniendo un
enfoque en la influencia el espacio urbano en la sociedad. En cuanto a
historiadores exponentes extranjeros destaca también Manuel Castells quien es
especialista en urbanismo, dentro de esta disciplina también destacan los
planteamientos propuestos por el historiador francés Henri Lefebvre.
Los especialistas anteriormente mencionados definen al espacio urbano
con varias perspectivas y más allá del urbanismo, se interesan también por
cuestiones de índole sociológica. Abordar el proceso social que fundamenta la
organización del espacio no se reduce a situar el fenómeno urbano en su contexto
es por eso existe un importancia en el enfoque sociológico de la urbanización.
Conforme se avanza en la lectura, la información ofrecida empieza a
centrarse en los antecedentes y posteriormente en el tema central de esta
investigación, por lo tanto al llegar al segundo capítulo nos encontramos con los
orígenes y gestación del crecimiento poblacional que dieron a su vez, lugar a un
crecimiento económico importante en la región, conjunto de factores que incluiría
118
de manera directa en el auge de la ciudad de Culiacán. Se observa a lo largo de
dicho capítulo, en efecto de las actividades agroindustriales en el crecimiento
urbano. Acciones impulsadas por el gobierno como la construcción de importantes
obras de irrigación (presas, canales e infraestructura para la distribución de agua),
así como el otorgamiento de créditos fueron uno de los detonantes de que en el
estado de Sinaloa la agricultura cobrara especial importancia. La región de los
valles al tuvo un incremento considerable en su población como consecuencia
directa de dicho fenómeno.
En los años subsecuentes a la década de los cincuentas, Culiacán empezó
a recibir a gran de pobladores procedentes del medio rural, muchos de ellos
llegaban de la zona serrana del estado, personas que al llegar a la ciudad tenían
la apremiante necesidad de contar con una vivienda para sus familias, sin
embargo para muchos de ellos era difícil edificar o comprar, es entonces cuando
se empieza a gestar un grave problema social, mismo que se agravando conforme
la población aumentaba, al no existir condiciones favorables para la adquisición de
inmuebles muchas personas optaron por ciertas medidas para acceder a un
hogar, siendo una de ellas la invasión. Esta consistía en el posesionamiento de
predios sin autorización alguna, en dichos terrenos eran construidas viviendas
improvisadas.
Los asentamientos donde se edificaban que este tipo de vivienda, surgían
de manera espontánea sin ningún tipo de reglamentación ni planeación alguna,
esto desde luego ocasionó un caos en toda la zonas periféricas de la ciudad,
debido a que estas áreas no contaban con los servicios públicos adecuados, las
condiciones de vida eran precarias y para acceder a las nuevas colonias
populares no existían vialidades adecuadas, ya que estas lugares al durante
mucho tiempo carecieron de pavimentación y de muchos otros elementos con los
cuales deben de contar los suburbios o áreas habitacionales de la ciudades.
119
Cuando este problema empezaba a tomar grandes proporciones a finales
de la década los sesentas y principio de los setentas se hace necesaria una
intervención decisiva por parte de las autoridades para contrarrestar el problema
de la vivienda que se arrastraba el país desde años atrás. Por lo tanto se crean a
partir de 1972 un conjunto de instituciones especializadas en el otorgamiento de
créditos para la vivienda, como los cuales fueron concebidos como una premisa al
social la cual partía del derecho de los trabajadores a contar con un hogar. Son
fundados ese mismo año el INFONAVIT y FOVISSSTE, el primero dirigido a los
empleados de la iniciativa privada y el segundo para los trabajadores del Estado.
En el tercer capítulo se aborda sobre dichas instituciones y los programas
habitacionales llevados a cabo en Culiacán. A partir de 1973 se construye el
primer conjunto habitacional del INFONAVIT, el cual fue denominado en el sector
norte de la ciudad, posteriormente se construyen diversas etapas dentro dicho
fraccionamiento, mismas que se fueron llevando a cabo durante el transcurso de
esa década, a lo largo de estos años se promovieron distintos modelos de
viviendas, ofreciéndose desde el tipo unifamiliar hasta las del tipo tríplex así como
edificios multifamiliares de cuatro plantas, estos últimos se empezaron a edificar
cuando se experimentaron altos índices inflacionarios y se tuvo que recurrir a
medidas para contrarrestar el aumento en el costo de la construcción.
Después del primer proyecto habitacional emprendido en la ciudad,
continuaron los programas en otras zonas, en 1976 FOVISSSTE inició la
construcción de su fraccionamiento contiguo a la colonia Chapultepec. Dicho
proyecto consistió en su primera etapa en la edificación de 488 casas para
burócratas federales.
Otros fraccionamientos emprendidos en el transcurso de la década de los
setentas Y principios de los ochentas fueron INFONAVIT Las Flores (1979) en la
zona poniente de la ciudad e INFONAVIT CTM (1980) ubicado en el sector norte.
120
Por último, el capítulo 4 “planeación urbana en Culiacán” presenta la
evolución del desarrollo urbano de la capital sinaloense. Se analizan las leyes
creadas tanto por el orden federal como por el estatal para regular el crecimiento
de las ciudades. La planeación para un óptimo desarrollo urbano es uno de los
elementos esenciales, el cual es imprescindible para prever el futuro de los
centros urbanos y asegurar de esa manera la calidad de vida de quienes habitan
en ellos, de ahí la imperiosa necesidad de implementar planes que regulen y
brinden orden en la edificación de zonas habitacionales, así como en las
vialidades.
Durante muchos años la ciudad de Culiacán careció de planes de desarrollo
urbano, esta ausencia normativa trajo consigo numerosos problemas debido a que
el crecimiento se dio prácticamente de forma anárquica, que se construya en
zonas poco atrás para el uso habitacional, por ejemplo cuando se registraban las
invasiones de predios muchas personas establecían a lugares proclives a riesgos
como lo pueden ser barrancas y colinas o zonas donde se dificultaba la
introducción de servicios. Incluso en la década de los cincuentas no se contaban
con planes adecuados, expresamente en estos años cuando se empiezan a crear
los planos reguladores. Al antecedente se configuró como base de crecimiento en
años posteriores, sin embargo, cuando la ciudad crecía a un ritmo aún más
acelerado las necesidades fueron cambiando y era necesario proyectos de gran
contundencia no sólo para alojar a la población que se encontraba en constante
incremento sino que también existía una apremiante necesidad de crear nuevas
vías (bulevares, avenidas, calles, calzadas, etc.) para desahogar el tráfico debido
al incremento en el parque vehicular.
121
Todos los elementos anteriormente mencionados nos permitieron explicar el
proceso de urbanización experimentado en la ciudad de Culiacán. Es evidente que
si hubo cambios así como ciertas mejoras tanto por la aplicación de los programas
de interés social así como la instauración de los planes de desarrollo urbano, pero
necesario reconocer que muchas de las premisas originales que dieron lugar a la
creación de las instituciones públicas mencionadas a lo largo de este trabajo,
fueron cambiando, sobre todo lo que concierne a las políticas de vivienda así
como el otorgamiento de créditos. Se puede inferir de esta manera que la
modalidad en cuanto a la edificación de casas era muy distinta al actual, la
injerencia de la institución era mucho mayor, participaban el diseño los proyectos
habitacionales y delegaba la funcionan de ejecutar las obras a las compañías
constructoras. Los diseños de los distintos modelos eran también realizados por lo
por la institución. Tanto INFONAVIT como FOVISSSTE adquirían las reservas
urbanas y las constructoras edificaban las viviendas, para lo cual se buscaba que
fueran contratistas y compañías locales, en esa primera etapa de la institución la
forma operar era muy diferente al actual, y el retomar el al fundamento original con
el que fueron concebidas beneficiaría a quienes actualmente cuentan con un
crédito, sobre todo en lo que se refiere a la facilidad para poder pagar una
vivienda.
122
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