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UNIVERSIDAD DE PLAYA ANCHA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
PROGRAMA DE DOCTORADO EN POLÍTICAS Y GESTIÓN EDUCATIVA VALPARAÍSO-CHILE
Cultura Organizacional
Profesor. Dr. José A López
“Evolución del concepto Inteligencia hasta Howard Gardner”
Autor: Daisy González Parada
Agosto, 2009
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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo comprende la evolución histórica que ha involucrado
el concepto inteligencia, hasta llegar a la conceptualización más reciente
planteada por Howard Gardner en 1983 con su Teoría de las Inteligencias
Múltiples, la cual ha marcado un hito histórico tanto en el mundo social como
educativo.
Luego se aludirá al aporte e impacto en la Cultura que ha tenido la
nueva visión del concepto inteligencia.
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EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO INTELIGENCIA
Los científicos llevan casi un siglo intentando definir qué es la
inteligencia, llegando a conformar una de las áreas más estudiadas en
psicología.
El término Inteligencia lo introdujo Cicerón (106 AC 43 AC) (de Inter
(entre) – legere)) para traducir al latín los términos griegos de nous y logos y
así designar la capacidad de entender y comprender, capacidad atribuida por
estos pensadores al alma humana (Yela, 1987).
Las antiguas concepciones de la Inteligencia consideraban que era una
facultad propia del alma racional. Estas concepciones se mantuvieron vigentes
durante la Edad Media e influyeron, de forma muy significativa en las teorías
sobre la inteligencia dominante en la ciencia y la cultura occidental hasta finales
del sigo XIX.
A partir de los primeros años del sigo XX, la concepción de inteligencia
cambió como facultad del alma, y se formularon las primeras teorías
propiamente psicológicas de la inteligencia. Estas teorías consideraban a la
inteligencia como una capacidad psicológica de origen natural. Con esta
premisa facilitó el acceso empírico del conocimiento, característica de los
organismos animales (Pueyo, 1997)
El concepto de facultad mental proviene de la filosofía de Aristóteles, la
cual planteaba que la composición de la mente es un conjunto de facultades
independientes, cuyos orígenes se encuentran en la teoría que clasifica las
funciones del alma y de la vida espiritual en varias categorías: conocimientos,
sentimientos, apetitos, razonamiento y actuación. Durante el siglo XX se
añadieron otras facultades, como la capacidad de juicio, la percepción y otras.
Con la aportación de la frenología quedaría definitivamente asumido, en la
cultura y en la ciencia occidental, que estas facultades estaban relacionadas
con ciertas partes identificables del cerebro.
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La categorización de estos factores mentales, especialmente después
de los trabajos de los primeros factorialistas ingleses y americanos que se
dedicaron a estudiar la inteligencia empíricamente, sustituyeron las reflexiones
filosóficas sobre las facultades mentales por modelos psicológicos de las
capacidades cognitivas (Spearman, Thurstone). Fue así como surgieron las
actuales capacidades verbal, numérica, la inteligencia espacial y la propia
inteligencia general. La inteligencia quedaría definida como una capacidad
cognitiva compleja, permitiéndole a los individuos manejar símbolos abstractos,
generalizar aprendizajes, adaptarse a situaciones nuevas, resolver problemas
entre otras (Pueyo, 1997).
Desde los primeros desarrollos de la cuantificación en las ciencias
sociales, el concepto inteligencia en el campo de la psicología ha sido el más
estrechamente ligado con la mediación (Anderson, 2001). La filosofía clásica,
definía a la inteligencia como una potencialidad del alma o facultad racional,
conceptualización que se vio transformada a partir del siglo XIX, en una
facultad mental (psicológica). Así fue entendida por A. Bain y H. Spencer en el
siglo XIX, hasta que la inteligencia obtuvo un consenso implícito en cuanto a su
definición conceptual y explícita acerca de su definición operacional, lo cual no
sucedió hasta el siglo XX con la formulación del Cociente de Inteligencia (CI).
A principios del siglo XX en Francia, Alfred Bidet y su colega, Theodore
Simon, exponen la primera prueba mental individual del funcionamiento
intelectual. Esto fue en respuesta a la necesidad del Ministerio de Educación
francés de poder diferenciar a los niños que requerían una atención
educacional especial, de aquellos que podrían beneficiarse de la provisión de
educación normal en los salones de clases.
Bidet y Simon originan la idea de una prueba mental con una serie de
preguntas sobre temas específicos que habían sido desarrollados por Blin y su
alumno, Demaye, como ayuda para diagnosticar la deficiencia mental (Bidet y
Simon, 2002).
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Bidet y Simón apoyaban un nuevo método para determinar el grado o
nivel de inteligencia de un individuo. Para ello su objetivo principal era
desarrollar una escala psicológica que supone un continuo desarrollo
fundamental o una variable latente de habilidad. Según el concepto de
continuo, los reactivos se ordenaban acordes a su grado de dificultad y las
edades en que se podía esperar que los niños y niñas los contestaran en forma
correcta. Tales reactivos podían ser asignados con una calificación
relativamente, permanente de los estados de ánimo idiosincrásicos o los
intereses de cualquier examinador individual (Anderson, 2001).
El Cociente de Inteligencia (CI) representa la aproximación psicométrica
de la inteligencia, en otras palabras es la apreciación de ésta por medio de los
tests de inteligencia (Pueyo, 1997)
Desde una perspectiva histórica, el Cociente Intelectual o CI, fue definido
como la proporción de la edad mental y la edad cronológica multiplicada por
cien. Actualmente, el CI es medido en formas notablemente diferentes, pero
todavía es conceptualizado como una escala (con una media de cien y una
desviación estándar de más o menos 16) (Pueyo, 1997).
El Cociente Intelectual (CI) es un estimador cuantitativo de aquellas
capacidades mentales que reflejan la acción o efectos de la inteligencia natural.
Así, el Cociente Intelectual (CI) refleja la inteligencia natural, pero en términos
de capacidades propias de la inteligencia social. El CI es un concepto más
inclusivo que la inteligencia natural, porque incluye los conocimientos, lo
efectos de la personalidad en el rendimiento, el esfuerzo, el estado psicológico
y la motivación del individuo. El CI es una radiografía de la inteligencia natural.
Sin embargo la inteligencia natural no se puede definir en términos de los
ítemes específicos de cualquier test mental, ya que éstos solamente son
vehículos de estimación de la inteligencia natural (Pueyo, 1997)
(por inteligencia natural se entiende aquella que corresponde al sentido
de disposición natural y que presenta el individuo.
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Ésta es más hipotética o abstracta que la inteligencia social. La
inteligencia social en cambio hace referencia al desenvolvimiento cotidiano
donde el individuo se desenvuelve de manera real, es la que podemos
observar a través de la conducta diaria del sujeto).
El trabajo de Bidet y Simon, constituye un ejemplo directo de la estrecha
relación que existía en aquella época entre el desarrollo de la medición y la
teoría. Las pruebas empleadas eran tareas apropiadas para edades desde un
año hasta la edad adulta y, por tanto, suponían el desarrollo de la inteligencia
de acuerdo con la edad (Anderson, 2001).
Otro enfoque presentado en este período fue el propuesto por Jean
Piaget (1971); el cual se centró en la construcción y el desarrollo de la
inteligencia a través de un estudio de la naturaleza de las respuestas
incorrectas a tareas aún más complejas mediante el uso de un enfoque clínico
similar de diagnóstico.
En este enfoque el administrador tenía más libertad para sondear las
interpretaciones de quienes respondían y asignar una etapa con base en la
calidad de la respuesta. Esta propuesta fue clasificada como enfoque de
desarrollo cognitivo y percibido como cualitativo a diferencia del enfoque
psicométrico, recopilado pro Bidet y Simon (1905/1980), el cual fue
considerado como un enfoque cuantitativo de ver la inteligencia.
Para muchos autores estos enfoques se excluyen mutuamente (como
por Ejemplo De Vries, 1974 y Kohlberg, 1977) en cambio para otros son
complementarios (Andrich y Styles, 1994; Elkind, 1975).
La mayor parte de la investigación sobre la posibilidad de integrar las
aproximaciones de Piaget y los tests psicométricos han utilizado el análisis de
factores, donde los resultados fueron interpretados como indicadores de dos
inteligencias diferentes (Carrol, 1988), concluyendo que no era posible la
integración. Más recientemente, Lim (1988) ha interpretado los resultados de
la integración como una señal de que las dos mediciones que él usó (la
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psicométrica y la de Piaget) reflejan una variable similar, aunque también un
factor por separado de “razonamiento formal” que, de nuevo limita las dos
aproximaciones.
Tradicionalmente, en el contexto de la Psicología Diferencial, se
plantean cinco modelos factoriales de la inteligencia: el Primero de ellos fue el
de Spearman (1920), el cual relacionó las medidas de los tests de capacidades
con la función sensorial. Dando origen así un modelo jerárquico de
inteligencia, en el cual existía un factor general que presidía todos los demás
factores de grupo. Más tarde este modelo fue ampliado y desarrollado por C.
Burt y P. Vernon.
El segundo modelo es el de L. Thurstone, que lo desarrolló
paralelamente al de Ch. Spearman, el cual consideraba que estos factores de
grupo actuaban de forma independiente y estaban relacionados entre sí, en
tanto que las exigencias de las tareas a resolver así lo demanden (Thurstone,
1967).
El tercer modelo corresponde al de Guilford (1967 – 1973). Este modelo
postula que la inteligencia, está constituida por 120 capacidades o aptitudes
independientes, cada una de ellas caracterizadas por la intersección de una de
cinco operaciones mentales (cognición, memoria, pensamiento divergente,
pensamiento convergente y evaluación), sobre uno de cuatro contenidos
(figural, semántico, simbólico y conductual), para producir uno de seis
productos posibles (unidades, clases, sistemas de relaciones, cambios e
implicaciones).
El cuarto modelo corresponde al de R. B. Cattel, el cual se considera
como uno de los modelos más integradores de las capacidades humanas. Él
propone la necesidad de diferenciar dos tipos de inteligencias: la fluida, que
reflejaría las capacidades básicas de razonamiento con procesos mentales
superiores y la cristalizada que mostraría en parte la extensión en que el
individuo posee una inteligencia fluida, complementada por una cantidad de
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conocimientos adquiridos. En otras palabras pretendía determinar
factorialmente la estructura de la inteligencia y su influencia.
El último modelo es el propuesto por J. B. Carroll en 1993, el cual fue
realizado sobre la base de integrar, en un modelo exhaustivo, todas las
investigaciones factoriales de inteligencia. Carroll, combina las aportaciones de
los enfoques jerárquicos y multifactoriales como modelos de síntesis de la
estructura de la inteligencia.
De acuerdo a Carroll, podríamos decir que la estructura de la inteligencia
está organizada como un conjunto de capacidades más o menos específicas o
generales que se ordenan de forma jerárquica ocupando el nivel más alto de la
jerarquía, la capacidad más general e inespecífica que en el contexto
diferencialista identificamos con el factor “g” (es la relación entre las
correlaciones obtenidas de comparar las medidas de las capacidades
cognitivas, entre sí. Éstas eran todas positivas y mostraban una relación
jerárquica. Es decir, que además de correlacionar positivamente mantenían un
nivel de relación jerárquica de menor a mayor con un factor denominado “g”)
postulado inicialmente por Ch. Spearman.
La connotación actual del término inteligencia, proviene de la experiencia
clínica que ha constatado la estrecha relación que existe entre el
funcionamiento anómalo del cerebro y la disminución de la capacidad
intelectual (Hebb, 1944). Como resultado de estas ideas, la inteligencia hoy se
entiende como una capacidad, aptitud o potencialidad (naturaleza), que tiene
como finalidad la adaptación al medio (función) y que está localizada en el
cerebro (ubicación) (Pueyo, 1997).
Recopilando las ideas fundamentales, podemos decir que las tres
consideraciones principales y expuesta previamente acerca de la inteligencia
(potencialidad del alma; Conciente de Inteligencia y capacidad de adaptarse al
medio) han marcado todo el desarrollo de la investigación moderna de la
inteligencia (Eysenck, 1986; Sternberg, 1985).
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Las actuales tendencias que hoy en día persisten al definir el concepto
Inteligencia son principalmente dos, la primera de ellas entiende a la
inteligencia como una capacidad general única y la segunda comprende
aquellos que ven la inteligencia compuesta de cierto número de factores
distintos y separados. Aún así, en un sentido puro, ambas tendencias ven a la
inteligencia como una habilidad cognitiva que permite comprender los
acontecimientos o la información, procesándola luego racionalmente para
reaccionar adecuadamente a lo que sucede a nuestro alrededor (Gordon,
2003). Las teorías más amplias sobre la inteligencia (como la teoría de las
inteligencias múltiples de Howard Gardner) van más allá de la capacidad
mental, abarcando la habilidad cerebral de interactuar con el resto del cuerpo.
Nuestro cerebro representa la fuente de todo pensamiento y acción
inteligente. Un cerebro individual consta de 8 y 10 millones de neuronas, cada
una de las cuales posee entre 1.000 y 10.000 sinapsis con otras neuronas. Lo
interesante es que en el caso del cerebro humano gran parte de estas
conexiones no están destinadas a realizar funciones físicas o fisiológicas y por
lo tanto se encuentran “libres” para realizar otras actividades mentales como: el
aprendizaje, la comunicación, la memoria y el razonamiento.
El cerebro se divide en tres capas concéntricas:
a) El Sistema Nervioso Central, encargado del equilibrio, del
movimiento fluido de los músculos, los órganos sensoriales y de
regular el metabolismo.
b) El Sistema Límbico; encargado de satisfacer las necesidades e
instintos básicos y finalmente,
c) El Cerebro, el cual registra las sensaciones, y el procesamiento
de las altas funciones mentales, como por ejemplo los actos
voluntarios, la toma de decisiones y la formulación de planes.
Aún cuando cada área cerebral dispone de funciones específicas,
estas interactúan entre sí.
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Intuitivamente las personas difieren entre sí; algunas destacan donde
otras tiene problemas, y viceversa. Uno de los debates más recurridos en el
campo de la psicología se centra en las diferencias que los individuos
presentan al desarrollar las distintas actividades de su vida diaria. Quedando
como gran incógnita si estas diferencias se deban a nuestra composición
genética, y por tanto forman parte de nuestra naturaleza biológica, o si más
bien se deben a factores medioambientales.
LA TEORÍA DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
Con el fin de determinar y replantear los fundamentos sobre inteligencia
que hasta ahora se contaban surge una teoría revolucionaria con respecto a la
apreciación del concepto inteligencia que hasta ahora se tenía. Esta es la
Teoría de la Inteligencias Múltiples propuesta por Howard Gardner en 1983. Él
es un neuropsicólogo, profesor de la Universidad de Harvard, es codirector del
Proyecto Zero en la Escuela Superior de Educación de Harvard, donde además
se desempeña como profesor de Educación. También realiza labores docentes
como profesor de Psicología y Neurología en la Facultad de Medicina de la
Universidad de Boston.
En 1983 presentó su teoría en el libro “Frames of Mind: The Theory of
Multiple Intelligences” y, en 1990, fue el primer americano en recibir el Premio
de Educación Grawmwyer de la Universidad de Lousville. En 1993 publicó su
gran obra La Inteligencia Múltiple, en 1997, Mentes Extraordinarias. Además
escribió quince libros entre los cuales se destacan: Arte, Mente y Cerebro; La
Mente no Escolarizada; Educación Artística y Desarrollo Humano y La Nueva
Ciencia de la Mente, entre otros títulos y varios centenares de artículos
(http://rehue.csociales.uchile.cl).
Gardner define la inteligencia como “la capacidad para resolver
problemas o crear productos que son valorados en uno o más escenarios
culturales” (1983).
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Gardner, transforma la concepción unitaria y cuantificable de
inteligencia, afirmando que las personas muestran siete tipos de inteligencia,
(posteriormente añadió una octava). Donde cada una de ellas se desarrolla a
nivel particular, dependiendo del perfil individual de la inteligencia de cada uno.
Las inteligencias descritas por Gardner fueron: la Inteligencia Musical, Corporal
– Cinestésica, Lingüística, Lógico – Matemática, Espacial, Interpersonal,
Intrapersonal y Naturalista (Gardner, 1999).
Gardner pone de manifiesto lo que muchos sabían de manera intuitiva, y
es que la brillantez académica no lo es todo. Al momento de desenvolverse en
la vida no basta con tener un excelente expediente académico. Hay muchas
personas con gran capacidad intelectual pero incapaces, por ejemplo, de elegir
bien a sus amigos y por el contrario personas con menor brillantez académica
que triunfan en el mundo de los negocios y vida personal. Para avalar su
Teoría Gardner centra sus estudios en las personas que presentan el Síndrome
Savant, (personas que muestran habilidades excepcionales dentro de áreas
definidas relativamente estrechas, pero cuya función intelectual general es muy
inferior al promedio) (Anderson, 2001).
Gardner en 1983, llega a la conclusión de que estos casos, junto con
probar que el daño cerebral identificable puede afectar de manera severa
alguna función cognitiva mientras que deja a otras funciones intactas,
demuestra que la inteligencia no es un concepto unitario. Afirma, por tanto que
una sola calificación, Coeficiente Intelectual (CI) que la exprese no podría ser
representativa de la capacidad total del individuo. Sin embargo, reconoce que
pueden tener algunas implicaciones para los sistemas educativos.
Gardner afirma que las habilidades humanas abarcan un amplio
espectro, por lo tanto su definición se sustenta mejor en términos de varias
inteligencias independientes. Otros investigadores (como Howe, 1999; Smith y
Tsimpli, 1995) han aceptado que los individuos que presentan Síndrome
Savant muestran la imposibilidad
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de asignar en forma única una calificación de CI, por lo que la idea de un factor
de inteligencia general (g) como lo propuso Spearman (1955) sería
improductiva desde el punto de vista Teórico (Howe, 1999).
Gardner abre nuevamente el debate sobre la naturaleza de la
inteligencia que sostuvieron Spearman, Thrustone y otros investigadores
durante la primera mitad del siglo XX (Sternberg, 1985). En esencia este fue
un debate psicométrico, en términos de cómo interpretar mejor el análisis
factorial de las pruebas, a diferencia de Gardner, el cual ha utilizado diversas
fuentes para sustentar sus conclusiones, como por ejemplo: las pruebas para la
localización de la función cerebral, observaciones sobre diferencias culturales y
casos de extrema habilidad. En definitiva, esta teoría significa rechazar lo
planteado por Rearman (1955) (el cual contempla la inteligencia como una sola
habilidad) y regresar a la doctrina Oligárquica (la cual ve a la inteligencia como
integrada por varios factores) de las facultades.
Volviendo a la definición de Gardner que da de inteligencia, es
importante rescatar que la define como una capacidad, convirtiéndola en una
destreza que puede ser desarrollada (sin embargo no niega el componente
genético). Al nacer todos traemos marcadas unas potencialidades genéticas,
pero éstas se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del
medio ambiente, nuestras experiencias y la educación que el individuo reciba
entre otras (Gardner, 1994).
En estos alcances que hace referencia Gardner sobre inteligencia se
encuentran involucrados ciertos factores como los Genéticos, Ambientales y
Evolucionistas.
Cada uno de estos factores conforma sus propias teorías con respecto al
concepto de inteligencia. Todos ellos han influido de manera directa en las
ideas y fundamentos de las Inteligencias Múltiples. A continuación, se darán a
conocer de manera breve los métodos de estudio que utilizan cada una de las
corrientes junto con algunas de las ideas concluyentes que han llegado hasta el
momento, ya que cada una de estas concepciones; Biológica, Genética y
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Evolucionista se encuentran en pleno desarrollo para poder dilucidar de
manera certera la pregunta: ¿Qué es la inteligencia?
En lo que respecta a la Corriente Genetista, estos basan sus estudios
en las conductas que manifiestan los individuos, las cuales les permiten
diferenciar los efectos de la herencia y del medio (Bouchard, 1997).
Los investigadores cuantifican el grado en el que los diferentes parientes
se asemejan genéticamente. El estudio es realizado en gemelos monicigotos,
hermanos adoptados, los padres, los cuales comparten y no comparten genes
en común. Esta cuantificación ayuda a los genetistas a determinar lo
hereditario.
Además de medir el nivel de semejanza genética, los genetistas usan las
investigaciones familiares que puedan obtener de los hijos/as gemelos y los
adoptivos para ver las variaciones de los parientes que puedan presentar al ser
criados juntos o separados con el fin de determinar el grado de influencia que
ejercen los factores genéticos y el medio (Gardner, 2000).
Una de las conclusiones más relevantes que han podido determinar con
respecto a la inteligencia, es que, en lo que respecta a las habilidades
cognitivas, los factores genéticos se tornan más importantes con la edad
(Plomin, 1990).
Las Corrientes Ambientales, en cambio centran sus estudios en la
estructura del cerebro humano. Estos investigadores han podido determinar,
mediante grabaciones con microelectrodos, que el Sistema nervioso no
funciona como un conjunto de miles de centros aislados que “se disparan” a
voluntad. Por el contrario, está orquestado de manera tal que las respuestas
raramente se interfieren entre sí. La conducta humana por consiguiente es
organizada, intencional e integradora. Según John Eccles, ganador del premio
Nobel, expresa: “Nuestro cerebro es una democracia de diez millones de
células nerviosas que, de todos modos, no ofrecen una experiencia unificada”
(Eccles, 1980).
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Para algunos neuropsicólogos, como Marcel Kinsbourne (1980), destaca
que la inteligencia humana está más relacionada con la forma de fluidez o
flexibilidad sistemática que con el peor o mejor funcionamiento de algún
mecanismo o dispositivo concreto de la maquinaria nerviosa. (Gardner, 2000).
Para algunos investigadores, la inteligencia es una propiedad del sistema
nervioso y por lo tanto están en el camino correcto para descubrir de qué
propiedad se trata (Eyseneck, 1986).
Finalmente la Corriente Evolutiva, puede brindar una perspectiva más
compleja de qué es la inteligencia y cómo se relaciona con factores biológicos.
Desde una perspectiva evolucionista, plantean que desde el período
fetal el niño/a está sometido a una multitud de experiencias, las cuales se
encuentran insertas en una sociedad determinada. Cada una de estas
experiencias tendrá su impacto en la mente y cuerpo del individuo (Berry, 1998,
Berry y Irving, 1998; Cole y Cole, 1989; Collier, 1994; Le Vine, 1991; Rogoff,
1990). Esta comprensión ha planteado una idea concluyente con respecto a la
inteligencia que manifiestan las personas y es que en el estudio de la evolución
humana,: el organismo en crecimiento selecciona su propio medio (Scarr y
McCartny, 1983). Sugieren, que todas las experiencias, tanto previas al
nacimiento como posteriores a él, pueden afectar la estructura final y el
funcionamiento del cerebro (Gardner, 2000).
En los últimos años han surgido nuevas formas de ver la inteligencia,
como aptitudes cognitivas y resolución de problemas. Entre estas
concepciones se encuentra inserta la visión de inteligencia que propone
Gardner. Para él “… una competencia intelectual humana debe dominar un
conjunto de habilidades para la solución de problemas – permitiendo al
individuo resolver los problemas genuinos o las dificultades que encuentre y,
cuando sea apropiado, crear un producto efectivo- y también debe dominar la
potencia para encontrar o crear problemas – estableciendo con ello las bases
para la adquisición de Nuevo Conocimiento” (Gardner, 1994)
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Con este planteamiento Gardner conforma los prerrequisitos necesarios
para establecer su listado de inteligencias. De esta manera puede asegurar
que cada inteligencia humana seleccionada para su Teoría sea genuinamente
útil e importante, al menos en determinados ambientes culturales. A
continuación se presentan ocho criterios independientes entre sí, necesarios
para que una inteligencia se constituya como tal (Gardner, 1994).
Primer Criterio: “POSIBLE AISLAMIENTO POR DAÑO CEREBRAL” (Gardner, 1994)
Este Criterio hace referencia a la pérdida de una facultad cognitiva
específica producto de un daño cerebral puntual. Esto comprobaría la
autonomía de las facultades humanas. En otras palabras el cerebro posee
conjuntos de sistemas neuronales responsables de procesar y responder a los
contenidos específicos de cada inteligencia.
Cuadro 2: Presentación de cada Inteligencia con su ubicación cerebral Inteligencias Sección Cerebral Ubicación Cerebral
Musical Lóbulo anterior derecho y frontal
Espacial Hemisferio derecho, zona
parietal posterior y lóbulo
occipital
Cinestésico – Corporal Cerebelo
Intrpersonal e Interpersonal Lóbulos frontales (zona que
integra los estados internos y
externos)
Naturalista Lóbulo parietal izquierdo
Lóbulo frontal
Zona parietal
Lóbulo occipital
cerebelo
Lóbulos frontales
Lóbulo Parietal izquierdo
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Lógico-Matemática Lóbulos parietales izquierdo,
temporales adyacentes y áreas
de asociación occipital.
Hemisferio izquierdo y derecho y
además el sistema frontal.
Linguística Hemisferio izquierdo y lóbulos
temporales y frontales
Segundo Criterio: “LA EXISTENCIA DE IDIOTS SAVANTS” (Gardner, 1994)
Este criterio está basado en los estudios realizados a individuos que
presentan un perfil muy disparejo de habilidades y deficiencias. Así por
ejemplo en el caso de niños prodigio, encontramos que puedan ser muy
precoces en uno o más aspectos de la competencia humana contra un
trasfondo de desempeños humanos mediocres o extremadamente retrasados
en otros dominios. Estos casos corroboran una vez más que la inteligencia
humana presenta desempeños independientes.
Tercer Criterio: “UNA OPERACIÓN MEDULAR O CONJUNTO DE OPERACIONES
IDENTIFICABLES” (Gardner, 1994)
Este Criterio alude a que en una inteligencia debe existir una o más
operaciones o mecanismos básicos de procesamiento de información de tal
manera que puedan coordinar clases específicas de entrada, es decir que la
inteligencia humana responda a las exigencias del medio como resultado de un
mecanismo neuronal o sistema de cómputo que está dotado genéticamente
para activarse o “dispararse”
Lóbulos frontales Lóbulo
parietal
Lóbulo occipital
Lóbulo temporal
Lóbulos frontales
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Cuarto Criterio: “HISTORIA DISTINTIVA DE DESARROLLO Y CONJUNTO DEFINIBLE DE DESEMPEÑOS EXPERTOS DE “ESTADO FINAL” (Gardner, 1994)
Este Criterio pone de manifiesto la existencia de un desarrollo claro y
específico de una inteligencia desde el período embrionario del individuo hasta
su madurez biológica y psicológica. Siendo claramente identificable a lo largo
del proceso de crecimiento y evolución de la persona. De igual manera debe
de ser claramente identificable el nivel de desempeño que va manifestando
desde el nivel más simple hasta el nivel con el cual se desempeñan los talentos
o prodigios.
Quinto Criterio: “UNA HISTORIA EVOLUCIONISTA Y LA EVOLUCIÓN VEROSÍMIL” (Gardner, 1994)
El quinto Criterio está referido a la evolución biológica y adaptativa que
ha presentado la inteligencia a lo largo de la historia de las distintas especies.
De tal manera que se puedan observar las capacidades y evolución que ésta
ha manifestado a lo largo de la historia de la humanidad.
Sexto Criterio: “APOYO DE TAREAS PSICOLÓGICAS EXPERIMENTALES” (Gardner, 1994)
En este Criterio se hace imprescindible que la inteligencia pueda ser
sometida a experimentación empleando distintos métodos de la psicología
cognitiva. De tal manera que permita la realización de un estudio detallado de
sus características y comprobar al mismo tiempo su relativa autonomía frente al
resto de las inteligencias involucradas.
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Séptimo Criterio: “APOYO DE HALLAZGOS PSICOMÉTRICOS” (Gardner, 1994)
En lo que respecta al último Criterio para denominar una inteligencia
como tal, es el que hace referencia a la necesidad de ser expresada a través
de un sistema simbólico pertinente, el cual permita responder a las
necesidades culturales en la cual se encuentra inserta. De esta manera va
conformando sistemas de significados, ideados culturalmente para captar
formas importantes de información y comunicación humana del conocimiento.
LAS OCHO INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
A continuación se expondrán las ocho Inteligencias Múltiples propuestas
por Gardner, cada una de las cuales cumple con los criterios expuestos
anteriormente señalados (Gardner, 1994).
a) Inteligencia Lingüística:
La Inteligencia Lingüística es la capacidad de desarrollar con eficacia las
cuatro habilidades del lenguaje: la fonología, (que se encarga de la
producción y procesamiento de sonidos del habla); la sintaxis, (que incluye
las reglas del orden y la forma de las palabras o gramaticales); la semántica
(que alude al procesamiento del significado) y la pragmática (que incluye la
entonación del habla, el significado práctico y el contexto). Los
neuropsicólogos cognitivos, han podido determinar con precisión que el
área cerebral involucrada con el habla y el lenguaje es el hemisferio
izquierdo. Entre las áreas de Broca y de Wernicke.
La característica principal de la inteligencia verbal incluye el uso de palabras
de manera efectiva para leer, escribir y hablar. Las habilidades lingüísticas
son importantes para proveer explicaciones, descripciones y expresividad.
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En síntesis cubre la necesidad básica de persuadir, demostrar nuestras
emociones y transmitir sentimientos.
Las personas con buena inteligencia lingüística pueden disfrutar contando
historias, participando en debates y conferencias, leyendo en voz alta,
actuando, investigando un tema por medio de libros, escuchando o
escribiendo un diario.
Gardner, describe a los poetas como máximos representantes de esta
inteligencia. Como por ejemplo: Pablo Neruda, Shakespeare y Cervantes
entre muchos otros.
b) Inteligencia Lógico – Matemática:
La Inteligencia Lógico – Matemática es la capacidad para usar los números
de manera efectiva y de razonar adecuadamente. Incluye la sensibilidad a
los esquemas y relaciones lógicas, las afirmaciones y las proposiciones, las
funciones y otras abstracciones relacionadas, también la utilización del
pensamiento abstracto, utilizando la lógica y los números para establecer
relaciones entre distintos datos.
Su ubicación cerebral está localizada en el Hemisferio izquierdo y derecho y
además el sistema frontal: lóbulos parietales izquierdos, temporales
adyacentes y áreas de asociación occipital.
La característica principal de la inteligencia lógico – matemática es la
capacidad de realizar cálculos matemáticos complejos, y la utilización de
conceptos abstractos para resolver problemas. Las habilidades lógico –
matemática son importantes porque nos ayudan a extraer un significado de
nuestros entornos inmediatos, y nos permite cuantificar, planificar de
antemano, predecir y descubrir cosas. Las personas con buena inteligencia
lógico – matemática, les gusta resolver problemas, medir, secuenciar, reunir
datos, realizar cálculos matemáticos, clasificar, relacionar cantidades,
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utilizar el razonamiento analógico, cuestionar, experimentar y resolver
problemas lógicos.
Gardner, describe ingenieros, matemáticos y científicos como máximos
representantes de este tipo de inteligencia. Como por ejemplo: Julian
Bigelow (ingeniero), Von Neuman (matemático) y Newton (científico) entre
otros.
c) Inteligencia Musical:
La Inteligencia Musical es la capacidad para pensar en términos de sonido,
ritmos y melodías; la producción de tonos y el reconocimiento y creación de
sonidos. Implica el uso de instrumentos musicales y el canto como medio
de expresión.
Cerebralmente la capacidad musical se ubica con predominancia en el
hemisferio derecho en el lóbulo anterior derecho y frontal. Sin embargo las
actuales investigaciones en neurociencia han podido establecer que el
hemisferio izquierdo se encargaría del procesamiento musical que requieren
evaluaciones sobre la duración, el orden temporal, la secuenciación y el
ritmo, mientras que el derecho está involucrado cuando se necesitan
apreciaciones sobre memoria tonal, timbre, reconocimientos de melodías e
intensidad.
La característica principal de la inteligencia musical es que involucra los
aspectos emocionales del sonido como pertenecientes a las áreas
funcionales de la apreciación musical. Por lo tanto requieren de una
habilidad especial que involucre un pensamiento musical creativo.
Las personas con buen desarrollo de la inteligencia musical tienen la
habilidad de expresar emociones y sentimientos a través de la música. De
igual manera pueden percibir, pensar, crear y sentir a partir de ritmos y de
melodías.
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Gardener describe a los músicos, como máximos exponentes de este tipo
de inteligencia. Entre ellos destacan Mozart, Stravinski, Arrau y Strauss
entre otros
d) Inteligencia Espacial:
La Inteligencia Espacial es la capacidad de pensar en tres dimensiones.
Permite percibir imágenes externas e internas, recrearlas, transformarlas o
modificarlas, recorrer el espacio o hacer que los objetos lo recorran y
producir o decodificar información gráfica. Esta capacidad está ubicada en
el hemisferio derecho, zona parietal posterior y lóbulo occipital.
La característica principal de esta inteligencia es poder manipular
mentalmente objetos tridimensionales y reconocer un objeto o forma cuando
la veamos desde distintos ángulos.
Las personas con buen desarrollo de esta inteligencia se manifiestan a
partir de imágenes, cuadros, ilustraciones y aman diseñar, dibujar y
visualizar.
Gardner describe que las personas con mayor capacidad espacial son los
marinos, pilotos, escultores, pintores, arquitectos e ingenieros. Como por
ejemplo: Einstein, Friedrich Kekulé (dio con la estructura del anillo del
benceno) y Leonardo Da Vinci, entre otros.
e) Inteligencia Cinestésico – Corporal: La Inteligencia Cinestésico – Corporal es la capacidad para usar todo el
cuerpo en la expresión de ideas y sentimientos, y la facilidad en el uso de
las manos para transformar elementos. Incluye habilidades de
coordinación, destreza, equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad, como así
también la capacidad cinestésico y la percepción de medidas y de
volúmenes.
22
Esta inteligencia está ubicada en el cortex motor, donde cada hemisferio
controla el movimiento del lado opuesto, (zona parietal posterior y lóbulo
occipital).
La característica principal de esta inteligencia es el control que se ejerce
sobre el cuerpo transformando el entorno inmediato. Conlleva una gestión
interna de los movimientos corporales y otra gestión externa de los objetos
que manipulan con el cuerpo.
La personas con buen desarrollo de esta inteligencia son expertas en el
control de sus cuerpos para realizar movimientos creativos, como la danza y
el teatro, las manualidades y los deportes. Pueden imitar los gestos o
manierismos de otras personas, les gusta desmontar objetos y volver a
montarlos, y no pueden estar mucho tiempo sentados.
Gardner, describe a los arquitectos, ilustradores, bailarines, actores,
deportistas, mecánicos, terapeutas físicos, carpinteros, chefs, cirujanos y
joyeros como poseedores de un excelente nivel de desarrollo Cinestésico –
Corporal. Como por ejemplo, Wayne Gretzky (jugador de Jockey), y Jack
Nicklaus (campeón de golf) entre otros.
f) Inteligencia Interpersonal:
La Inteligencia Interpersonal es la capacidad de relacionarse y entender
a otras personas. Armonizar y reconocer las diferencias entre las
personas y apreciar sus perspectivas siendo sensitivo/a a sus motivos
personales e intenciones.
Los principales componentes de esta inteligencia son: la habilidad para
organizar grupos; negociar soluciones; establecer conexiones
personales y análisis social.
23
Esta ubicada en los lóbulos frontales (zona que integra los estados
internos y externos).
La característica principal de esta inteligencia es la capacidad de
interactuar de manera eficaz con los otros, lo que significa que son
capaces de conocer, reconocer e influir en los deseos, necesidades e
intenciones de sus pares.
Las personas con buen desarrollo de esta inteligencia piensan
relacionándose con la gente y aman liderar, organizar, medir y participar.
Por tal motivo, manifiestan interés por participar en actividades grupales,
les gusta enseñar a otros.
Para Gardner, los mejores representantes de esta inteligencia son: los
docentes, asesores, vendedores, políticos y todas aquellas personas
dedicadas a los servicios sociales.
g) Inteligencia Intrapersonal:
La Inteligencia Intrapersonal es la capacidad de gestionarnos por medio
de conocimiento, reconocimiento y comprensión de nuestros
sentimientos, deseos e intenciones. La persona está consciente de sus
puntos fuertes y de sus debilidades para alcanzar las metas de la vida.
El lóbulo frontal (zona que integra los estados internos y externos) juega
un papel importante en esta inteligencia.
La característica principal de esta inteligencia es la capacidad para
distinguir entre sentimientos y construir modelos mentales precisos de
uno mismo.
Las personas con buen desarrollo de esta inteligencia tienen un acabado
conocimiento de si mismos y son capaces de utilizar ese conocimiento
personal para desenvolverse de manera eficaz en su entorno. Esto
24
significa conocer las propias fortalezas, limitaciones, el propio modo de
ser, de pensar y de sentir.
Para Gardner, las personas con alto nivel de esta inteligencia son: Los
psicólogos, líderes espirituales o sociales y los filósofos.
h) Inteligencia Naturalista:
La Inteligencia Naturalista es la capacidad de entendimiento con el
mundo natural incluyendo las plantas, los animales y la observación
científica de la naturaleza. Presentando una habilidad especial para
reconocer y clasificar individuos, especies y relaciones ecológicas. De
igual manera existe una relación con las criaturas vivientes y el
discernimiento de patrones de vida y fuerzas naturales.
Esta inteligencia se encuentra ubicada en el lóbulo parietal izquierdo.
La característica principal de esta inteligencia es la habilidad para
entender el comportamiento de los animales, sus necesidades y
características de igual manera para trabajar con plantas y conectarse
con las fuerzas energéticas de la vida.
Las personas con un buen desarrollo de esta inteligencia interactúan con
gran facilidad con las criaturas vivientes y saben discernir con patrones
de vida y fuerzas naturales.
Gardner, describe a los granjeros, naturalistas y al científico, como
personas con un alto desarrollo de esta inteligencia.
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APORTES A LA CULTURA La aplicación de este enfoque teórico durante más de diez años ha
traído innumerables aplicaciones al mundo de la Educación y la Sociedad.
EDUCACIÓN En el ámbito de la educación, la teoría de las Inteligencias Múltiples ha sido
un gran aporte en cuanto a fomentar y desarrollar cada potencial que los
alumnos y alumnas de colegios han manifestado. El hecho que la Inteligencia
no se conciba como un factor numérico amplia sus alcances a una forma
positivista de ver las capacidades de los educandos por cuanto cada uno es
poseedor de una habilidad en particular. Desde este punto de vista la
instrucción en los establecimientos educacionales están destinados a la
implementación de esta variedad metodológica ha hecho que el nivel de
autoestima en los niños y niñas aumenten por cuanto la tarea de aprendizaje
se facilita cuando el objeto a estudiar es procesado por una canal cognitivo
conocido y de fácil acceso al cerebro, como lo es cuando estudian por el tipo
de inteligencia dominante. De igual manera aumenta el interés y la dedicación
al aprendizaje, desarrollando habilidades de cooperación y liderazgo dentro de
su grupo de pares. Al aumentar la confianza en si mismo de los logros y
alcances que los alumnos y alumnas experimentan, los problemas de conducta
se minimizan y el sentido del humor se va haciendo una actitud más
permanente en ellos.
Los principales responsables de implementar estas estrategias
metodológicas que fomenten las Inteligencias Múltiples son los docentes,
interviniendo principalmente en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Luego
los alumnos y alumnas, los apoderados y finalmente el colegio, el cual
proporciona todos los recursos necesarios para que se lleven acabo estas
estrategias metodológicas basadas en las Inteligencia Múltiples.
26
SOCIEDAD
En cuanto a la aplicación de las Inteligencias Múltiples en el mundo, esta ha
sido aplicada en países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Venezuela,
Israel e Italia, entre otros, están trabajando sobre este tema. Estados Unidos es
el país que ha tomado la delantera, ya hay más de cincuenta escuelas
estatales de Inteligencias Múltiples en funcionamiento.
La implementación de esta teoría de las Inteligencias Múltiples contempla
una serie de tareas a realizar para su aplicación en las aulas escolares. Si bien
es cierto, no existe un modelo metodológico único para llevarlo acabo, esta
debe considerar el acuerdo entre los profesores, directores, padres y
apoderados por cuanto conlleva una visión integra del educando, la cual debe
ser apoyado por toda su comunidad escolar y familiar.
Lo primero para transformar una escuela tradicional en una escuela basada
en las Inteligencias Múltiples, el primer paso es aprender a cabalidad la Teoría
de las Inteligencias Múltiples, para ello los docentes deben ser voluntarios en
este proceso de cambio, por cuanto requiere de una participación activa y
entusiasta. Luego formar equipos que puedan desarrollar diferentes partes de
este cambio, así por ejemplo un grupo deberá trabajar en las modificaciones a
implementar en torno al aula, otro equipo en la implementación de
estrategias,etc…
Como síntesis, se puede decir que el principal aporte de la Teoría de las
Inteligencias Múltiples desarrollada por Howard Gardner ha sido el cambio a un
pensamiento positivo frente a las diversas potencialidades que el ser humano
puede presentar en cuanto a la forma de procesar, almacenar y responder a los
distintos estímulos que el medio le presente. Desde este punto de vista es una
Teoría que responde a la heterogeneidad que presentan los alumnos y
alumnas en las aulas y en los trabajos que conforman nuestra sociedad.
Según Gardner, el potencial intelectual, es decir la inteligencia se expresaría
como “la capacidad para resolver problemas o crear productos que son
27
valorados en uno o más escenarios culturales” (1983), humanizando así la
visión de ser humano en cuanto a sus potencialidades, ya que no estaría
predeterminada por una expresión numérica, sin posibilidad de ser mejorada y
modificada.
La Teoría de las Inteligencias Múltiples, es positivista por cuanto postula a
que podemos desarrollar una serie de inteligencias a lo largo de nuestras vidas
siempre y cuando seamos instruidos en ella, por tanto no estaría
predeterminada y no seria absoluta. Pudiendo lograr la máxima optimización de
los procesos cognitivos de los educandos en cada escuela donde se
implemente esta visión moderna de inteligencia.
Esta teoría daría así respuesta a una serie de preguntas que surgen durante
el proceso de enseñanza y aprendizaje, así por ejemplo: ¿Cómo aprenden los
educandos?, ¿Cuán rápido son para resolver problemas?, ¿Cuál es o son los
talentos que ellos poseen?, ¿Cómo mediar y potencializar el desarrollo de sus
talentos?, ¿Cómo facilitar la formación de líderes en torno a sus Inteligencias
dominantes?, ¿Cómo facilitar sus procesos de aprendizaje y adquisición de
conocimientos en torno a sus procesos mentales?, ¿Cómo personalizar el
proceso de enseñanza a la hora de implementar estrategias de aprendizaje?,
¿Cuáles son las Inteligencias dominantes en un grupo curso?, ¿Cómo lograr
mayores índices de tolerancia entre el grupo de pares basado en el respeto de
las potencialidades y virtudes que cada alumno y alumna posee?,¿Cuáles son
las debilidades de los alumnos y alumnas de mi clase?, ¿Cuáles son las
actividades más pertinentes para mi clase?, ¿Cómo aprenden hoy los
educandos?, entre otras.
Esta visión positivista del alumno y alumna de sus capacidades, permiten
favorecer en el docente la creencia de que todos los alumnos y alumnas son
capaces de aprender y lograr los más altos niveles de rendimiento académico.
28
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