1
UNIVERSIDAD DEL ISTMO
PROGRAMA DE DOCTORADO EN ADMINISTRACIÓN
DE NEGOCIOS
TESIS DOCTORAL
EVALUACIÓN DE LA GESTIÓN DE RIESGOS A LOS
DESASTRES EN LOS PROCESOS ADMINISTRATIVOS
EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA SUPERIOR
PRESENTADO POR:
MARÍA ISABEL ALVARADO ABREGO
PANAMÁ
SEPTIEMBRE, 2013
2
UNIVERSIDAD DEL ISTMO
PROGRAMA DE DOCTORADO EN ADMINISTRACIÓN
DE NEGOCIOS
TESIS DOCTORAL
EVALUACIÓN DE LA GESTIÓN DE RIESGOS A LOS
DESASTRES EN LOS PROCESOS ADMINISTRATIVOS
EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA SUPERIOR
Para optar por el título de Doctor en Administración de Negocios
Presentado por:
MARÍA ISABEL ALVARADO ABREGO
JURADO EVALUADOR:
Dr. Vicente Herrera Dra. Yolanda Portillo
Director del Programa de Doctorado Asesora de Tesis Doctoral
Dra. Dayra García
Miembro del Jurado
3
DEDICATORIA
Dedico este trabajo principalmente a Dios, por haberme dado la vida y permitirme el
haber llegado hasta este nivel de formación profesional.
A mi esposo Antonio, por ser el pilar más importante y demostrarme siempre su
cariño y apoyo incondicional.
A mi padre Alberto, a pesar de nuestra distancia física, siento que estás conmigo
siempre y aunque nos faltaron muchas cosas por vivir juntos, sé que este momento
hubiera sido tan especial para ti como lo es para mí.
A mí amada madre Aleida, por hacer de mí una mejor persona, a través de sus
consejos, enseñanzas y amor.
A mis hermanos Alberto, Gilberto y a mí querida hermana Ana.
A todos mis adorados sobrinos, sobrinas y ahijadas.
4
AGRADECIMIENTO
Agradezco en primer lugar a Dios, quien me dio la vida y me ha llenado de
bendiciones en todo momento, a él que con su infinito amor me ha dado la sabiduría
suficiente para realizar una carrera universitaria.
Agradezco también de manera especial a mi Asesora de tesis, la Dra. Yolanda Portillo
y al Director del Programa de Doctorado, el Dr. Vicente Herrera, quienes con sus
conocimientos y soporte supieron guiarme en el desarrollo de la presente
investigación, desde el inicio hasta su culminación.
Gracias a todas aquellas personas que de una u otra forma me ayudaron a crecer como
persona y como profesional.
A todos muchas gracias…
6
ÍNDICE GENERAL
Pág.
HOJA DE APROBACIÓN 2
DEDICATORIA 3
AGRADECIMIENTO 4
ÍNDICE GENERAL 5
ABSTRACT 14
EXTRACTO 16
INTRODUCCIÓN 18
CAPÍTULO I. MARCO REFERENCIAL 24
1.1. ANTECEDENTES 25
1.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 35
1.2.1. Problema general 38
1.2.2. Sub-problemas 38
1.3. RELEVANCIA DEL PROBLEMA 39
1.4. DELIMITACIÓN, ALCANCE Y COBERTURA 40
1.5. OBJETIVOS 40
1.5.1. Objetivo general 40
1.5.2. Objetivos específicos 40
1.6. RESTRICCIONES O LIMITACIONES 41
1.7. JUSTIFICACIÓN 41
7
1.8. APORTE 43
CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO 45
2.1. LA EVALUACIÓN 46
2.1.1. Concepto de evaluación 46
2.1.2. Principios básicos de la evaluación 48
2.1.3 Tipos de Evaluación 50
2.2. LA GESTIÓN DEL RIESGO COMO ENFOQUE 56
2.2.1. La relación entre amenaza y vulnerabilidad: riesgo de desastres 58
2.2.2. Las amenazas y tipos de amenazas 62
2.2.3. La vulnerabilidad y los factores de vulnerabilidad 70
2.2.4. Procesos de la gestión del riesgo de desastre 93
2.2.5. Tipos de gestión para reducir el riesgo 94
2.3. EVOLUCIÓN DE LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO 95
2.3.1. Evolución del tema de reducción de riesgos en los últimos decenios 95
2.3.2. Enfrentando mitos 98
2.4. LA EVALUACIÓN DEL RIESGO. 105
2.4.1. Pasos del proceso de evaluación de riesgo. 106
2.4.2. Aspectos a considerar en la evaluación de riesgos. 107
2.5. REDUCCIÓN DE VULNERABILIDAD EN EL SECTOR
UNIVERSITARIO
108
8
2.5.1. Aspectos a fortalecer en el sector universitario para hacerlo 111
menos vulnerable (más fuerte) a los riesgos y desastres.
2.5.2. Planes Educativos de reducción de vulnerabilidad y 115
atención de emergencia.
2. 6. ESTRATEGIAS MUNDIALES PARA INCORPORACIÓN
DE LA REDUCCIÓN DEL RIESGO A LOS DESASTRES. 120
2.6.1 Objetivos de Desarrollo del Milenio. 120
2.6.2. Marco de Acción de Hyogo. 123
2.6.3. El Decenio de Naciones Unidas de la Educación para el
Desarrollo Sustentable (EDS) 2005-2014 130
2.7. PANAMA EN LA GESTIÓN DE RIESGOS A DESATRES. 131
2.7.1 Política Nacional de Gestión Integral de Riesgo (PNGIRD). 131
2.7.2 Declaración de Panamá sobre la Reducción del Riesgo de 133
Desastres en el Sector Educativo de América Latina y el Caribe.
CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO 135
3.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN 136
3.2. MÉTODO 136
3.3. FUENTES DE INFORMACIÓN 137
3.3.1. Fuentes Primarias 137
3.3.2. Fuentes Secundaria 138
9
3.4. HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN 138
3.5. VARIABLES 138
3.5.1. Definición Conceptual de Variables 138
3.5.2. Definición Operacional de Variables 141
3.6. POBLACION MUESTRA 142
3.6.1. Población 142
3.6.2. Muestra 143
3.7. CRITERIOS DE INCLUSIÓN 144
3.8. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN 144
3.9. INSTRUMENTACIÓN 144
3.9.1. Descripción del Cuestionario 145
3.9.2. Formato de Encuesta 145
3.9.3. Importancia y Fines de la Encuesta 146
3.9.4. Aplicación del Instrumento 146
3.9.5. Cuestionario Final 146
3.9.6. Tabulación 147
3.9.7. Procedimiento de la Investigación. 147
CAPITULO IV: PRESENTACION Y ANALISIS DE RESULTADOS 150
4.1. ANÁLISIS DE LOS DATOS SOCIO- DEMOGRÁFICOS 151
4.1.1. Sexo del Encuestado 151
4.1.2. Edad del Encuestado 152
10
4.2. ANÁLISIS DEL TEMA DE GESTIÓN DE RIESGO A LOS DESASTRES
4.2.1. Comité de Gestión de Riesgo a Desastres 153
4.2.2. Plan de Emergencias o Desastres 154
4.2.3. Contenido del Plan de Emergencias o Desastres 155
4.2.4. Capacitación en el tema de Riesgos a los Desastres 156
4.2.5. Capacitación en Primeros Auxilios 157
4.2.6. Capacitación en el uso y manejo de extintores 158
4.2.7. Rutas y Salidas de Emergencias 159
4.2.8. Señalización de las Rutas y Salidas de Emergencias 160
4.2.9. Simulacro de Evacuación 161
4.2.10. Puntos de reunión en caso de evacuación de emergencia 162
4.2.11. Participación en el Comité de Gestión de Riesgo a los Desastres 163
4.3. EVALUACIÓN DE RIESGO-VULNERABILIDADES 165
4.3.1. Universidad Especializada de las Américas – Edificio 806 165
4.3.2. Universidad del Istmo –Sede Principal 170
4.4. PRUEBA DE HIPÓTESIS 175
CAPÍTULO V: CONCLUSIONES, RECOMENDACIONES
Y PROPUESTA 177
5.1. CONCLUSIONES 178
5.2. RECOMENDACIONES 181
5.3. PROPUESTA 184
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 200
11
INDICE DE ANEXOS
A 01 FORMATO DE LA ENCUESTA 208
A 02 RESUMEN DEL MARCO DE ACCIÓN DE HYOGO 210
A03 GACETA OFICIAL PANAMÁ 12 DE ENERO 2011.
POLÍTICANACIONALDE GESTIÓN INTEGRAL DE RIESGO
(PNGIRD) DECRETO EJECUTIVO N°1101. 219
A 04 DECLARACIÓN DE PANAMÁ SOBRE LA REDUCCIÓN DEL
RIDE DESASTRES EN EL SECTOR EDUCATIVO DE AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE 247
12
ÍNDICE DE CUADROS Y GRÁFICAS
CUADRO N° 1: SEXO DEL ENCUESTADO 151
GRÁFICA N° 1: SEXO DEL ENCUESTADO 151
CUADRO N° 2: EDAD DEL ENCUESTADO 152
GRÁFICA N° 2: EDAD DEL ENCUESTADO 152
CUADRO N° 3: COMITÉ DE GESTIÓN DE RIESGO A DESASTRES 153
GRÁFICA N° 3: COMITÉ DE GESTIÓN DE RIESGO A DESASTRES 153
CUADRO N° 4: PLAN DE EMERGENCIA 154
GRÁFICA N° 4: PLAN DE EMERGENCIA 154
CUADRO N° 5: CONTENIDO DEL PLAN DE EMERGENCIA 155
GRÁFICA N° 5: CONTENIDO DEL PLAN DE EMERGENCIA 155
CUADRO N° 6: CAPACITACIÓN EN EL TEMA DE RIESGOS A LOS
DESASTRES 156
GRÁFICA N° 6: CAPACITACIÓN EN EL TEMA DE RIESGOS A LOS
DESASTRES 156
CUADRO N° 7: CAPACITACIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS 157
GRÁFICA N° 7: CAPACITACIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS 157
CUADRO N° 8: CAPACITACIÓN EN EL USO Y MANEJO
DE EXTINTORES 158
13
GRÁFICA N° 8: CAPACITACIÓN EN EL USO Y MANEJO
DE EXTINTORES 158
CUADRO N° 9: RUTAS Y SALIDAS DE EMERGENCIAS 159
GRÁFICA N° 9: RUTAS Y SALIDAS DE EMERGENCIAS 159
CUADRO N° 10: SEÑALIZACIÓN DE LAS RUTAS Y SALIDAS DE
EMERGENCIAS 160
GRÁFICA N° 10: SEÑALIZACIÓN DE LAS RUTAS Y SALIDAS DE
EMERGENCIAS 160
CUADRO N° 11: SIMULACRO DE EVACUACIÓN 161
GRÁFICA N° 11: SIMULACRO DE EVACUACIÓN 161
CUADRO N° 12: PUNTOS DE REUNIÓN EN CASO DE EVACUACIÓN
DE EMERGENCIA 162
GRÁFICA N° 12: PUNTOS DE REUNIÓN EN CASO DE EVACUACIÓN
DE EMERGENCIA 162
CUADRO N° 13: PARTICIPACIÓN EN EL COMITÉ DE GESTIÓN
DE RIESGO A LOS DESASTRES 163
GRÁFICA N° 13: PARTICIPACIÓN EN EL COMITÉ DE GESTIÓN
DE RIESGO A LOS DESASTRES 163
14
ABSTRACT
This research entitled “RISK MANAGEMENT EVALUATION TO DISASTERS IN
THE ADMINISTRATIVE PROCESSES IN HIGHER EDUCATION
INSTITUTIONS”, aims to determine the level of knowledge of the administrative
personnel about risk management to disasters in higher education institutions and to
identify their vulnerabilities.
The first chapter presents the background of the Risk Management Disaster in Higher
Education; it explains the importance, contributions and delimitations that this
research has; also the objectives are formulated, the justification and the list of
restrictions for the development of the research. The following question shows the
problem statement: Is it important to evaluate the risk management of disasters in the
administrative processes of higher university education?.
The second chapter describes the theoretical framework of the research, in which the
concept of risk management to disasters is broadly defined and its development
during the last ten years in the higher education sector.
It also includes basic information related to evaluation, its principles, types and
applied aspects to risk evaluation.
15
The third chapter develops the methodological framework of the research and its
components such as: the method, sources of information, formulation of the
hypothesis, type of research, definition of variables, the population and the selected
sample and the instruments designed to evaluate the risk management evaluation to
disasters in the administrative processes chosen that were applied in the higher
education institutions that participated in the research.
Chapter four presents the information generated after the application of the
instruments; it describes the socio-demographic characteristics and shows the results
of the surveys, including the vulnerabilities found in the evaluation of the higher
education institutions.
The conclusions, recommendations and research proposal are detailed in chapter five
which allowed the researcher to fulfill the main objectives of this research.
16
EXTRACTO
Esta investigación titulada: “EVALUACION DE LA GESTIÓN DE RIESGOS A
LOS DESASTRES EN LOS PROCESOS ADMINISTRATIVOS EN LA
EDUCACIÓN UNIVERSITARIA SUPERIOR”, tiene como objetivo determinar el
nivel de conocimiento del personal administrativo en la educación universitaria superior
e identificar sus vulnerabilidades.
El primer capítulo presenta los antecedentes de la Gestión de Riesgo a los Desastres
en la Educación Universitaria Superior, se explica la importancia, los aportes y
delimitación que tiene esta investigación; además se plantean los objetivos, su
justificación y la lista de restricciones para el desarrollo de la investigación.
La siguiente pregunta presenta el planteamiento del problema: ¿Es importante evaluar
la gestión de riesgos a los desastres en los procesos administrativos de la educación
universitaria superior?.
El segundo capítulo describe el marco teórico de la investigación, en el cual se define
ampliamente el concepto de gestión de riesgo a desastres y su desarrollo durante los
últimos diez años en el sector educativo universitario. También se incluye
información básica concerniente a la evaluación, sus principios, tipos y aspectos
aplicados a la evaluación del riesgo.
17
El tercer capítulo desarrolla el marco metodológico de la investigación y sus
componentes como los son: el método, las fuentes de la información, planteamiento
de la hipótesis, tipo de investigación, definición de las variables, la población y la
muestra y los instrumentos diseñados para la evaluación de la gestión de riesgos a
desastres en los procesos administrativos seleccionados que fueron aplicados en en
las instituciones universitarias participantes de la investigación.
En el capítulo cuatro se presenta la información generada después de la aplicación de
los instrumentos; se describen las características socio-demográficas de la muestra
seleccionada para el estudio y los resultados de las encuestas, incluyendo las
vulnerabilidades encontradas en la evaluación de los centros universitarios.
Las conclusiones, las recomendaciones y la propuesta de investigación se detallan
en el Capítulo Quinto, lo que le permitió a la investigadora alcanzar los objetivos
formulados en esta investigación.
19
Los desastres son la manifestación de un proceso continuo de construcción de
condiciones de riesgo. Se expresan en pérdidas y daños que ocasionan un impacto
social, económico y ambiental determinado por las condiciones preexistentes de
debilidad social del área afectada. La recurrencia y severidad de los desastres, y la
generación de condiciones de riesgo como una construcción social, pone de
manifiesto la necesidad de ubicar el tema en la agenda política de los países y de
avanzar en la elaboración de instrumentos jurídicos, técnicos y financieros que
permitan gestionar el riesgo de desastres.
La gestión del riesgo a los desastres (GdRD) es el conjunto de políticas, instrumentos
y medidas orientadas a reducir los efectos adversos de fenómenos peligrosos,
comprende las actividades de prevención, mitigación y preparación (ex ante), así
como las de atención y rehabilitación (ex post), y tiene como objetivo articular los
diferentes tipos de intervención, dándole un papel principal al desarrollo de las
políticas de reducción del riesgo que en el largo plazo conduzcan a disminuir de
manera significativa las necesidades de intervenir sobre los desastres ya ocurridos.
Igualmente la gestión del riesgo debe preocuparse de que los procesos de
reconstrucción no supongan la reconstrucción de las vulnerabilidades existentes
previas a la ocurrencia del desastre, sino que consoliden un desarrollo más seguro
buscando la sostenibilidad de las áreas reconstruidas.
20
La gestión del riesgo prospectiva busca anticiparse a la configuración del riesgo
futuro que, integrada a los procesos de desarrollo y a la planificación del territorio,
exige a los nuevos programas y proyectos incorporar criterios que consideren las
condiciones de peligro/amenaza y vulnerabilidad. La planificación del uso del suelo
teniendo en cuenta las restricciones y potencialidades del mismo, el adecuado manejo
ambiental de nuevos proyectos de infraestructura y la reconversión de actividades
productivas en el marco de la sustentabilidad, se conciben como acciones
prospectivas de gestión del riesgo. Esta perspectiva implica que la gestión del riesgo
debe ser parte de un proceso endógeno a la gestión ambiental y al desarrollo
sostenible, en el que la planificación se constituya en uno de sus instrumentos
fundamentales.
La gestión del riesgo correctiva o compensatoria se fundamenta en la reducción de la
vulnerabilidad y de las amenazas que existen en el territorio como producto de una
acumulación histórica de patrones de desarrollo no adecuados al entorno. Las
intervenciones compensatorias como el reforzamiento de infraestructura, la
estabilización de taludes y la reubicación de viviendas entre otros, son necesarias para
reducir el riesgo existente, en tanto, las intervenciones prospectivas son esenciales
para evitar la construcción de nuevos riesgos en el corto, mediano y largo plazo.
Los procesos de reducción de riesgos requieren para su gestión de horizontes de
tiempo de mediano y largo plazo; por ello paralelamente es preciso apoyar el
fortalecimiento de las capacidades de respuesta que permitan a las poblaciones e
21
instituciones afrontar el riesgo residual; esto se ha denominado como la gestión
reactiva o intervención del desastre. En este sentido se desarrollan actividades como
la planificación de la respuesta a emergencias, la generación de sistemas de alerta
temprana y el fortalecimiento de capacidades que permitan a las instituciones y a las
poblaciones en riesgo reaccionar de manera eficiente y oportuna.
La gestión del riesgo tiene implicaciones de carácter político, económico, social y
cultural, ya que el conjunto de actores sociales que participan en la construcción del
riesgo de desastres, son también responsables de implementar los procesos de
intervención sobre riesgos y desastres. La gestión de riesgos exige la participación
plena de todos los agentes interesados: los gobiernos en las diferentes escalas
territoriales, las organizaciones regionales e internacionales, la sociedad civil
organizada y no organizada, los voluntarios/as, el sector privado y la comunidad
científica y académica.
La generación de estrategias que conduzcan a una gestión del riesgo efectiva exige
tener claridad frente a la relación que existe entre riesgo y desarrollo, y ello
evidentemente implica un desafío para nuestra sociedad. Es necesario contar con un
enfoque conceptual integral, desarrollar metodologías participativas en los diferentes
niveles y procesos del desarrollo; así también generar, organizar y optimizar
información que permita una adecuada toma de decisiones, tener políticas claras y
definidas en torno a la organización y las estrategia para la reducción de riesgos de
22
desastres, promover una cultura de prevención a través de la educación y la
comunicación para la mejora de conocimientos, actitudes y comportamiento que
permitan actuar sobre los diferentes factores generadores de riesgo, pero sobre todo,
implica una voluntad firme y una apuesta por el desarrollo sostenible de los pueblos.
América Latina y el Caribe es la segunda región en el mundo, luego de Asia, en
registrar el mayor número de situaciones de desastres producidos por eventos de
origen natural en contextos vulnerables. Todas las estadísticas nacionales e
internacionales evidencian el incremento sostenido del número de desastres, aunque
si bien se ha reducido el número de víctimas fatales, las pérdidas económicas han
aumentado de manera importante. Ningún sector de la sociedad es ajeno a los efectos
negativos de los eventos adversos.
El sector educativo de los países de América Latina y el Caribe, se ve seriamente
afectado cada vez que ocurre una emergencia o desastre. Según evaluaciones
realizadas por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Comunidad
Andina de Fomento (CAF) y otros, que abarcan el periodo 1976-2004, se reporta más
de 1,500 millones de dólares en pérdidas; más de 12,000 escuelas destruidas; daños
por más de 31 millones debido al uso de escuelas como albergues y en promedio,
suspensión de 6 semanas o más de clases después de un desastre.
23
Todo lo anterior no solo pone en riesgo el logro de las metas de Educación para
Todos, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y otras metas asociadas a la
formación de los millones de estudiantes, sino que vulnera el derecho a la educación
que deben tener todos los niños, niñas, adolescentes y adultos de los distintos niveles
y modalidades educativas en los países de América Latina y el Caribe (LAC).
Reflexionar sobre la fragilidad del planeta tierra y las posibilidades que tienen los
seres humanos de organizarse para enfrentar las vicisitudes de la vida, más que una
necesidad, es un deber ciudadano, pero también un derecho de cada persona de
conocer las raíces (sus causas) de los problemas y prepararse para enfrentarlos,
cuando los eventos ocurren.
La evaluación o análisis de riesgo de desastres busca brindar seguridad a la
población, sus bienes, medios de vida y ecosistemas a través del conocimiento de los
factores que lo originan con el fin de tomar y priorizar- en forma planificada y
concertada- decisiones y aplicar medidas destinadas a reducir los factores de
vulnerabilidad a través de acciones de prevención, mitigación, preparativos,
rehabilitación y reconstrucción post desastre.
Esta investigación busca mostrar a las autoridades, administrativos, docentes y
estudiantes universitarios la importancia de incorporar la gestión de riesgos a los
desastres, en todos los procesos de la educación universitaria superior.
25
1.1. ANTECEDENTES
Desde los años 80 en Centroamérica el tema de la educación y la prevención y
atención de desastres fue abordado por las oficinas de defensa civil y los ejércitos,
con una débil participación de los ministerios de educación.
A medida que las oficinas de defensa civil fueron convirtiéndose en instituciones que,
además de trabajar para la respuesta en situaciones de emergencia, comenzaron a
delinear su trabajo en la reducción de riesgos que podían convertirse en desastres,
también iniciaron procesos de capacitación en preparativos en población escolar, con
un significativo apoyo para este fin, de la Oficina para la Asistencia de Catástrofes en
América Latina y el Caribe (OFDA).
El desarrollo de la temática desde el sector educación ha sido lento. No obstante, la
educación centrada en preparativos para la emergencia de los años 80, pasó a una
concepción más amplia en los años 90, y se comenzó a trabajar además en la gestión
del riesgo desde este sector.
América Central desempeñó en los años 90, a nivel internacional, un rol precursor en
los esfuerzos para la reducción de desastres de origen natural. Un sin número de
actores locales, nacionales, regionales e internacionales, estatales y no
gubernamentales, trabajaron y promovieron el desarrollo de estrategias e
26
instrumentos tanto para la reducción de riesgos, como para la atención de
emergencias.
En diciembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el
Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN). El
objetivo del Decenio fue “reducir, a través de una acción internacional concertada,
especialmente en los países en desarrollo, la pérdida de vidas, el daño a la propiedad
y el desorden social y económico causado por desastres naturales tales como
terremotos, incendios, infestaciones de saltamontes y langostas, sequía,
desertificación y otros desastres de origen natural”.
En 1993 se declaró en el marco del DIRDN el año de la Reducción de la
Vulnerabilidad de Escuelas y Hospitales, se organizaron actividades de capacitación
con la participación de profesionales, vinculados a los programas de planta física y
planes de emergencia escolar de los respectivos ministerios de educación de cada
país. Con la cooperación de la Oficina Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO),
se implementaron proyectos de reducción y preparación para emergencias dándole de
este modo continuidad a los esfuerzos enfocados al proceso de reducción de la
vulnerabilidad en la infraestructura escolar. Se elaboraron planes nacionales y
manuales de mantenimiento de edificios escolares específicos en cada país.
27
En 1995 OEA/DDS lanzó el Programa de Reducción de Vulnerabilidad del Sector
Educativo a los Peligros Naturales (PRVSEPN) en Centroamérica y el Caribe con
apoyo de la Oficina Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO). El PRVSEPN
incluyó el desarrollo de las políticas de reducción de vulnerabilidad del sector,
planificación de la infraestructura educativa, proyectos de mitigación de las escuelas,
y programas escolares de preparativos para emergencias.1
Como antecedente histórico podemos citar la fundación del Centro de Coordinación
para la Reducción de Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC),
encargado desde 1995 por los gobiernos de Guatemala, El Salvador, Honduras,
Nicaragua, Costa Rica y Panamá de coordinar los múltiples esfuerzos y fortalecer la
gestión de riesgo en la región que, tras una década de guerras civiles en los años 90,
procura abrir en tiempos de paz nuevos caminos hacia el desarrollo. Desde entonces
hay avances significativos en la gestión para reducir, eliminar e intervenir los riesgos
de desastre en los países.
En septiembre de 1997, durante la I Conferencia Hemisférica del Sector Educativo a
los Desastres Socio- Naturales, se elaboró y aprobó el Plan Hemisférico de Acción
1 Para el desarrollo de los programas se utilizó como referencia la historia de desastres naturales en la región, el análisis de la vulnerabilidad a los
peligros naturales y las acciones de mitigación tanto estructurales como no estructurales. Al cierre del PRVSEPN los países participantes en
América Central y el Caribe tuvieron sus Planes Estratégicos Sectoriales para Reducir la Vulnerabilidad a los Peligros
Naturales. También, en
cooperación con el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales de América Central (CEPREDENAC) y la Coordinación
Educativa y Cultural Centroamericana (CECC), OEA/DDS apoyó la elaboración del Plan Estratégico del Sector Educación para Reducir la
Vulnerabilidad a los Peligros Naturales en Centroamérica.
28
para la Reducción de la Vulnerabilidad del Sector Educativo a los Desastres
(EDUPLAN Hemisférico), que buscaba mejorar y adecuar a los requerimientos de la
prevención, los aspectos académicos (contenidos), la formación ciudadana y la planta
física educativa.2
Relevante fue también la ocurrencia del huracán Mitch (1998) y sus efectos
desastrosos. A través de este acontecimiento regional se produjo una sensibilización
en todas las capas sociales y de la comunidad internacional que apoyó y promovió
iniciativas para el desarrollo de instrumentos, políticas, planes y acciones varias y en
diversos sectores para promover la gestión de riesgo en la región.
La ocurrencia del huracán Mitch en 1998 y los graves daños derivados del desastre
pusieron en evidencia las diversas vulnerabilidades en las que se encontraba la
población centroamericana, relacionadas con la baja capacidad de los Estados para
cuidar e intervenir el medio ambiente, planificar el uso del territorio, la debilidad de
las organizaciones e instituciones, la baja conciencia de la población acerca de las
amenazas, los riesgos, y maneras para su reducción.
2 Entre los documentos técnicos elaborados en el marco del EDUPLAN destacan El Rol de los Organismos Internacionales de Cooperación Técnica y
Financiamiento en la Reducción de la Vulnerabilidad del Sector Educativo a los Peligros Naturales en Centroamérica, la Estimación de Daños/Infraestructura
Escolar por País y Objeto, Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana CECC y del Sistema de Integración Centroamericana SICA, producido en
diciembre de 1998, y el Paquete de Información OEA-ECHO para la Reducción de Vulnerabilidad del Sector Educativo a los Peligros Naturales en
Centroamérica.
29
El proceso de reconstrucción después del paso del huracán Mitch enfatizó sobre la
necesidad de reducir los riesgos implicando la participación de los actores del
desarrollo; en particular se reconoció el papel protagónico que deben jugar las
municipalidades y las escuelas, subrayando en que la gestión local y la gestión
educativa resulta fundamental para la gestión de riesgos. Una de las mayores
carencias encontradas fue la baja capacidad para el reconocimiento de riesgos,
amenazas y vulnerabilidades, así como las estrategias para manejarlas. Hasta
entonces el trabajo en el tema había sido para los preparativos y respuesta para casos
de emergencias, con una alta participación de municipalidades e instituciones
educativas.
La manifestación política explícita de ese cambio de conciencia se plasmó en la
declaración común de los seis jefes de Estado en el mes de octubre de 1999, en la
cual resaltaron la importancia de la prevención y proclamaron el período de 2000 a
2004 como el quinquenio de los esfuerzos por reducir los desastres. Entre los cinco
campos de acción a profundizar estaban el fortalecimiento de estructuras locales para
la gestión de riesgo y desde el sector educativo.
La Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres en Hyogo, Japón, en el
año 2005 propuso incrementar el perfil internacional de la reducción del riesgo de los
desastres; promover la integración de la reducción del riesgo en la planificación y la
30
práctica del desarrollo y fortalecer las capacidades locales y nacionales para abordar
las causas de los desastres.
Como parte del seguimiento al Plan de Acción de la Conferencia Mundial sobre la
Reducción de los Desastres, los gobiernos centroamericanos desarrollaron un proceso
consultivo y elaboraron un Plan Regional, como actividad dinamizadora para
incorporar la cultura de gestión de riesgos. Las organizaciones aglutinadas alrededor
de la concertación regional de gestión de riesgos han estado participando
activamente, llevando la voz de muchas comunidades que sistemáticamente padecen
de los embates de los desastres.
De acuerdo con los lineamientos del Marco Estratégico del Plan Regional de
Reducción de Desastres -PRRD-, los principios que orientan las políticas, planes,
estrategias y proyectos de CEPREDENAC son la promoción del enfoque integral de
reducción de vulnerabilidad como elemento indispensable de los procesos de
desarrollo; la ampliación de la participación hacia otros sectores institucionales y de
la sociedad civil; y el fortalecimiento de capacidades locales para la reducción del
riesgo y la respuesta a desastres.
En enero del año 2000 en Tegucigalpa tuvo lugar el Taller Centroamericano sobre
Reconstrucción de Escuelas auspiciado por la Oficina Regional de Asistencia
31
Exterior de Desastres (USAID/OFDA) y el Comité Permanente de Contingencias de
Honduras (COPECO).
En septiembre de 2004, se llevó a cabo la Reunión Latinoamericana y del Caribe
sobre Educación para el Riesgo y la Reducción de Desastres, promovida y organizada
por la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (EIRD) de las
Naciones Unidas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), OEA/DDS, la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI) y el
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales – Servicio Nacional de Estudios
Territoriales de El Salvador (MARN-SNET).
En enero de 2006, con apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional Alemana
(GTZ) el departamento de desarrollo sostenible de la OEA, se propuso crear un
proceso sostenible por medio del cual las comunidades pudieran acceder a apoyos
para readecuar centros educativos de primaria y secundaria vulnerables en América
Central, utilizando donaciones para complementar contribuciones locales
organizacionales, mano de obra y asistencia técnica.3En junio de 2006, tuvo lugar en
3 Esta iniciativa se enmarca en el Programa de Readecuación de Escuelas en Centro América (PRECA) cuyo objetivo es crear un proceso sostenible por
medio del cual se contribuya a la reducción de la vulnerabilidad de las escuelas al peligro de interrupción de las clases como resultado de eventos naturales
extremos de origen hidrometeorológico, eólico, sísmico y volcánico. El Programa busca fortalecer las capacidades nacionales y locales para readecuar
escuelas primarias y secundarias vulnerables, optimizando el uso de recursos locales – materiales de construcción, mano de obra, y recursos financieros, en
armonía con el ambiente y los procesos de desarrollo.
De igual manera, con el se pretende fortalecer la capacidad de gestión de riesgo del sector educativo, incluyendo la identificación de vulnerabilidades y
evaluación de riesgos, en forma integral; y la gestión financiera para optimizar la cooperación internacional, la disponibilidad de servicios y productos en los
32
Panamá el “Taller sobre la integración de gestión de riesgo de desastres en el sector
educación en América Latina”, organizado por la EIRD y UNICEF para la
identificación de herramientas y mecanismos de colaboración para la inclusión del
tema en el sector. El objetivo del taller fue identificar acciones concretas en toda la
región, productos, herramientas y modalidades de cooperación para avanzar en la
integración de la gestión del riesgo de desastres en el sector educación, con énfasis en
educación primaria; asegurando el derecho de los niños a vivir en un ambiente seguro
y garantizando el acceso a la educación durante las emergencias.
Actualmente se desarrolla la Fase II de PRECA con el apoyo de la Agencia
Canadiense de Desarrollo Internacional (CIDA), OEA/DDS. El objetivo de esta fase
es reducir la vulnerabilidad a los peligros naturales de las edificaciones escolares
públicas en los países de Centroamérica, fortaleciendo la capacidad de los actores del
sector público y privado de desarrollar estrategias para la gestión y readecuación de
edificaciones educativas de acuerdo a su vulnerabilidad a los peligros naturales. Entre
sus objetivos están: el mejorar la coordinación entre las diferentes organizaciones que
interactúan con la infraestructura del sector educación; promover estrategias para
mercados nacionales y locales y el uso de presupuestos nacionales. El Programa permitirá reorientar la toma de decisiones con respecto a la infraestructura
educativa basadas en el conocimiento de la vulnerabilidad y las posibles consecuencias de los desastres. Las actividades del Programa complementan y
apoyan:
• Políticas para reducir vulnerabilidad;
• Procesos de planificación para el uso de información sobre peligros naturales; y
• Proyectos para mitigar daños.
La aplicación del Programa involucra a los Ministerios de Educación, organismos nacionales para la ejecución de infraestructura educativa, organismos
regionales y organismos internacionales de cooperación técnica y financiamiento.
33
modificar los procesos de planificación, diseño, construcción y mantenimiento para
los edificios, incluyendo la adopción de códigos y estándares de construcción; apoyar
el diseño y ejecución de programas nacionales para la reducción de la vulnerabilidad
a los peligros naturales en el sector educación.
En enero del 2005, en la Conferencia Mundial sobre Reducción de Desastres
(CMRD) que se realizó en Kobe, Hyogo, Japón, 164 gobiernos, instituciones
regionales y del Sistema de Naciones Unidas, autoridades locales, organizaciones no
gubernamentales y expertos en este campo, al igual que las instituciones financieras
internacionales, se comprometieron a tomar acciones tendientes a reducir el riesgo de
desastres, para lo cual se acogieron al llamado Marco de Acción de Hyogo 2005-
2015.
El período 2005-2014 ha sido declarado por la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como el Decenio de las
Naciones Unidas de la Educación con miras al Desarrollo Sostenible. Su objetivo
desde el punto de vista educativo, consiste en integrar los principios, valores y
prácticas del desarrollo sostenible en todas las facetas de la educación y el
aprendizaje. Así mismo, establece como parte de las perspectivas medioambientales,
diversos temas como recursos hídricos, cambio climático, diversidad biológica y
prevención de desastres.
34
En octubre 2011 en Panamá, se firmó la “Declaración de Panamá sobre la reducción
del riesgo de desastres en el Sector Educativo de América Latina y el Caribe”, aquí
las autoridades educativas se comprometen a impulsar acciones para la reducción de
riesgos en el sector educativo y garantizar el derecho a la educación en situaciones de
emergencia y desastres.
La declaración, además de fortalecer el sector educativo en la reducción del riesgo de
desastre, alineará el trabajo integrado entre los Estados garantes y las agencias e
instituciones de cooperación internacional que apoyan este tema, a fin de lograr un
mayor impacto a beneficio de todos los niños, niñas, jóvenes y comunidades de
América Latina y el Caribe. Documento firmado por los representantes de los
ministerios de educación de 18 países participantes, y como testigo de honor
UNICEF, UNESCO, UNISDR, Visión Mundial, Save the Children,
USAID/OFDA/LAC.
En 2012, se realizó en la Ciudad de Panamá el Foro Latinoamericano de Reducción
del Riesgo de Desastre en la Educación Superior. El encuentro contó con el auspicio
financiero de USAID y fue patrocinado por la Red de Universitarios de América
Latina y el Caribe para la Reducción de Riesgos de Emergencias y Desastres
REDULAC/RRD, la Universidad Especializada de Las Américas (UDELAS), el
Consejo Nacional Universitario Centroamericano (CSUCA), la Oficina Regional de
35
Asistencia para Desastres para América Latina y el Caribe (OFDA/LAC), y la Oficina
de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISRD).
El objetivo de este foro fue el promover la institucionalización de la Reducción del
Riesgo de Desastres en la Educación Superior.
Las dos universidades escogidas para ésta investigación, la Universidad Especializada
de las Américas (UDELAS) como centro educativo oficial con más de 15 años desde
que inició su trayectoria y la Universidad del Istmo (UDI) con más de 25 años desde
que abrió sus puertas como centro educativo particular; ambas universidades fueron
escogidas por el hecho, que de alguna u otra forma ya han incorporado el tema de
Gestión de Riesgo a Desastres en algunos de sus procesos, ya sean académicos o
administrativos.
1.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Desde hace más de cinco décadas los eventos naturales y antropogénicos, han
golpeado fuertemente el mundo, la gestión del riesgo a los desastres ha adquirido
mayor relevancia y atención, incluyendo la necesidad de contar con una base sólida
que cubra los aspectos regulatorios y legislativos. Poco a poco, y a través de
esfuerzos e iniciativas internacionales y regionales, Centroamérica ha aprendido que
la gestión del riesgo no sólo depende de un entendimiento de la amenaza, sino
36
también de la decisión y voluntad política para reducir la vulnerabilidad por parte de
las autoridades y la sociedad en su conjunto.
Sin embargo, aunque se ha llegado a la conclusión de que la gestión del riesgo a
desastres involucra varias etapas y la participación de un gran número de actores y
sectores, desafortunadamente ésta aún no es abordada de forma integral; es decir, no
considera plenamente la participación conjunta de actores de gobierno y actores
sociales locales establecidos en programas, estrategias y planes de acción. Tampoco
se ha asimilado que procesos como la mitigación y atención de las emergencias son
un complemento del camino de la reducción del riesgo y que involucran aspectos
tales como la prevención y la adaptación.
Cuando se habla de amenazas, se debe pensar en un peligro latente representado por
la posible ocurrencia de un fenómeno peligroso, de origen natural (como la
probabilidad de que ocurra un sismo, inundaciones, deslizamientos, incendios
forestales) o fenómenos tecnológicos provocados generalmente por el mal uso que
hace el hombre de la tecnología o manejo de substancias químicas, estructuras u otros
eventos, capaces de producir efectos adversos en las personas, los bienes, los
servicios públicos y al ambiente.
Igualmente cuando se habla de vulnerabilidad que es la causa más importante de la
existencia del riesgo, se debe pensar en problemas relacionados con la pobreza, con la
construcción de edificaciones, con el desarrollo de asentamientos humanos en zonas
37
de alto potencial de amenaza, de errores políticos en la distribución de recursos, en
las debilidades de la educación sobre esta materia, en el mal uso que se le da al suelo;
pero sobre todo, en la indiferencia ante la importancia de la organización y la
previsión de lo previsible. Especialmente la vulnerabilidad es una condición
intrínseca de poder ser impactado por un suceso básicamente por la incapacidad o
limitaciones para recuperarse del impacto de un evento, debido a ese complejo
conjunto de condiciones y procesos, sociales, económicos y ambientales entre otros.
El sistema educativo tiene el compromiso de formar individuos capaces de preservar
el medio ambiente, prevenir o enfrentar circunstancias adversas como la presencia de
diversas amenazas y la vulnerabilidad que es la principal causa del riesgo y que puede
desencadenar un desastre.
La organización del personal administrativo y docente en un centro universitario,
con un plan de reducción del riesgo, pretende no solo reducir anticipadamente el
riesgo de que la estructura o parte de ella se desplome, se incendie, sea afectada por
una inundación, con el lamentable efecto que esto pueda tener para los estudiantes y
la comunidad en general, sino también busca recomendar diversas medidas o
acciones que pueden tomarse si se practican anticipadamente, para actuar y proteger
la vida, si esas situaciones se presentan.
38
1.2.1. Problema general
Todo lo anteriormente expuesto representa un motivo para investigar la posible
respuesta a la siguiente interrogante:
¿Es importante evaluar la gestión de riesgos a los desastres en los procesos
administrativos de la educación universitaria superior?
1.2.2. Sub-problemas
La contestación a esta interrogante requiere que respondamos los sub problemas que
a continuación planteamos en forma de pregunta y detallamos:
1. ¿Cuál el nivel de conocimiento sobre gestión de riesgos a los desastres del personal
administrativo en la educación universitaria superior?
2. ¿Cuáles son las vulnerabilidades encontradas en los procesos administrativos de la
educación universitaria superior?
3. ¿Cuáles son las medidas de mitigación para la reducción de vulnerabilidades en
los procesos administrativos de la educación universitaria superior.
39
1.3. RELEVANCIA DEL PROBLEMA
La Gestión del Riesgo a los Desastres es, sin lugar a dudas, un tema de importancia y
demanda social, que debe ser integrado a los procesos de capacitación en la
educación básica, media y superior en los países de la región y del mundo. Para
viabilizar esta meta, en los últimos años se han venido construyendo avances
significativos en materia de normatividad, políticas, estrategias y programas, en aras
de lograr su incorporación y apropiación en los currículos educativos en todos sus
niveles. En coherencia con los diagnósticos sobre las necesidades de capacitación a
docentes, la educación para la Gestión del Riesgo debe articular los procesos de
enseñanza aprendizaje a las exigencias de cada contexto educativo.
La necesidad de abordar el estudio y comprensión de la Gestión del Riesgo en
Latinoamérica ha crecido sustancialmente en las últimas décadas, basada en el
reconocimiento de los desastres como problemas sociales, a los cuales se llega desde
una construcción histórica, en la que inciden, fundamentalmente, las debilidades de
nuestros modelos de desarrollo. Por eso se busca que, desde la educación, y a través
del proceso pedagógico, logremos superar el énfasis dado a la preparación para actuar
en momentos de emergencia, partiendo de la reflexión y el conocimiento del entorno
(natural y social) con miras a integrar acciones de educación para la prevención,
mitigación, atención, reconstrucción y rehabilitación.
40
1.4. DELIMITACIÓN, ALCANCE O COBERTURA
Se pretende realizar ésta investigación en dos universidades una oficial y una
particular que estén ubicadas en el Área Metropolitana. Se encuestará al personal
administrativo y se valorará las condiciones vulnerables de ambas instalaciones. Las
universidades evaluadas son la Universidad Especializada de las Américas (Edificio
806) como centro oficial y la Universidad el Istmo (Sede Principal) como centro
particular.
1.5. OBJETIVOS
1.3.1. Objetivo general
Evaluar la importancia de la gestión de riesgos a los desastres en los procesos
administrativos, en la educación universitaria superior.
1.3.2. Objetivos específicos
1. Determinar el nivel de conocimiento sobre gestión de riesgos a los desastres del
personal administrativo en la educación universitaria superior.
2. Identificar las vulnerabilidades encontradas en los procesos administrativos de la
educación universitaria superior.
3. Presentar las medidas de mitigación para la reducción de vulnerabilidades en los
procesos administrativos de la educación universitaria superior.
41
1.6. RESTRICCIONES O LIMITACIONES
Encontramos que las limitaciones o restricciones para llevar a terminar este trabajo de
investigación fueron:
a) Demora en los permisos para que el investigador obtuviese acceso a los centros
universitarios, para aplicar las encuestas y realizar la evaluación.
b) Disposición de algunas de las personas, al solicitarle responder las encuestas.
c) Desconocimiento de algunos encuestados sobre el tema de gestión de riesgo a los
desastres.
1.7. JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
A pesar de que los desastres son tan antiguos como la existencia misma de la
humanidad, la peculiaridad que hace visible una mayor recurrencia y su aumento
continuo en las pérdidas de vidas humanas y su impacto en las economías, radica en
el aumento del número de poblaciones, infraestructura y producción, ubicados en
sitios no aptos para preservar de manera segura la vida y el valor de las procesos de
trabajo, o sea en sitios de riesgo y en condiciones de vulnerabilidad que los hacen
susceptibles de sufrir daños y pérdidas de tal magnitud que enfrentan severas
dificultades para recuperarse.
Las formas poco racionales de intervenir sobre los ecosistemas, ha creado nuevos
peligros, en los cuales se combina la presencia de factores totalmente de carácter
42
natural, con otros de carácter social y antrópico. La interacción de estos factores en
distintos contextos genera ámbitos muy amplios de riesgo.
América Latina y el Caribe es la segunda región en el mundo, luego de Asia, en
registrar el mayor número de situaciones de desastres producidos por eventos de
origen natural en contextos vulnerables. Todas las estadísticas nacionales e
internacionales evidencian el incremento sostenido del número de desastres, aunque
si bien se ha reducido el número de víctimas fatales, las pérdidas económicas han
aumentado de manera importante. Ningún sector de la sociedad es ajeno a los efectos
negativos de los eventos adversos.
El sector educativo de los países de América Latina y el Caribe, se ve seriamente
afectado cada vez que ocurre una emergencia o desastre. Según evaluaciones
realizadas por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Comunidad
Andina de Fomento (CAF) y otros, que abarcan el periodo 1976-2004, se reporta más
de 1,500 millones de dólares en pérdidas; más de 12,000 escuelas destruidas; daños
por más de 31 millones debido al uso de centros educativos como albergues y en
promedio, suspensión de 6 semanas o más de clases después de un desastre.
Considerando que las universidades son instituciones donde se aprenden, socializan y
difunden valores, conocimientos y actitudes; se pretende contribuir con la reducción
de riesgos de desastre en estos centros educativos, a través de dos acciones
prioritarias: 1. la educación para la reducción del riesgo, 2. la seguridad a través de la
43
elaboración de un Plan de Emergencia para la reducción de riesgos de desastres en el
que se incluya: evaluación de vulnerabilidades, medidas de mitigación, la
participación activa y protagónica de toda la comunidad universitaria, (docentes,
administrativos, estudiantes).
1.8. APORTE
Los desastres (entendidos como la concreción de una amenaza en una localidad
vulnerable), ocurren muchas veces, sin un aviso previo y por eso es importante que
desde el nivel geográfico local (micro) hasta el nivel nacional y regional (macro), se
propicien espacios organizativos orientados a la prevención de riesgos y desastres,
pero también la atención de situaciones ocasionadas por estos.
Es importante resaltar que el riesgo a desastres está conformado por condiciones de
vulnerabilidad con respecto a distintas amenazas que de no ser modificadas
(reducidas o eliminadas), terminan por ocasionar daños y pérdidas, y por afectar a
seres humanos, a otros seres vivos y al mismo ambiente. Las amenazas suelen ser
clasificadas en: naturales, socionaturales y tecnológicas.
El ser humano debe estar preparado para enfrentar las distintas manifestaciones
del riesgo; la organización es una instancia necesaria para enfrentar cualquier
situación, sin embargo, la mayoría de las veces, no siempre predomina una actitud de
previsión.
44
Conocer y aprender las principales dimensiones teóricas y conceptuales de la gestión
del riesgo a desastres se constituye el punto que permitirá transformar paradigmas
acerca de la concepción de esta temática, utilizando como vehículo a la educación.
La educación universitaria superior tiene un rol importante en la gestión del riesgo,
con la formación de ciudadanos y ciudadanas conscientes de los riesgos a desastres a
los cuales están expuestos y de cómo reducirlos o eliminarlos en el mejor de los
casos.
La realidad nos ha demostrado que en la mayoría de los desastres o emergencias la
falta de planeación en la preparación, aumenta la vulnerabilidad, de ahí la
importancia de contar con un plan para la reducción de riesgos de desastres, el cual
debe estar planificado y ejecutado en conjunto. Las medidas de preparación son
importantes para prevenir daños en la infraestructura, pero también es importante
impulsar medidas de prevención y difusión con relación a los desastres a los que
están expuestos, con la finalidad de que la población universitaria esté enterada y
sepa cómo actuar ante un evento adverso, esto permite reducir la vulnerabilidad y
disminuir el impacto emocional posterior a un desastre.
Frente a ésta situación, es que se plantea esta investigación, cuya intencionalidad
explícita es sembrar la semilla de la previsión (prevención) y motivar a los las
autoridades, estudiantes, al personal administrativo y docente en reducir las
vulnerabilidades existentes, a fin de estar preparados para responder ante un evento
adverso.
46
2.1. EVALUACIÓN
2.1.1. Concepto de evaluación.4
El término evaluación es uno de los más utilizados por los profesionales de la
educación. En buena parte de las ocasiones dicho uso está asociado a los exámenes y
las calificaciones, es decir, a la valoración de los productos del aprendizaje. Esta
utilización tiene que ver con la concepción de la evaluación que tiene la mayoría de la
población. El propio Diccionario de la Real Academia Española5 da dos definiciones
de la voz evaluación: “1. Señalar el valor de una cosa. 2. Estimar, apreciar, calcular el
valor de una cosa”.
En términos generales evaluar viene a ser comparar cualitativa o cuantitativamente
con posterior emisión de juicio de valor. Evaluamos continuamente, cuando vamos de
compras, cuando decidimos qué película grabar o visionar, cuando escuchamos un
coloquio y nos quedamos con determinados conceptos, cuando decidimos cómo y
dónde pasar las vacaciones,... En todos los actos de nuestra vida que suponen una
reflexión o que realizamos instintivamente, evaluamos. Lo que ocurre es que los actos
instintivos, habituales, mecánicos,... son fruto de evaluaciones anteriores que se han
fijado, por repetición mecánica o sistemática.
4 http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/90/cd/cursofor/cap_4/cap4a.htm
5 RAE Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española. (Vigésima Segunda Edición). Recuperado el 23 de abril de 2009. http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=formativo
47
Las siguientes concepciones de evaluación:6
El Joint Committee (1981), entiende la evaluación como un enjuiciamiento
sistemático del valor de un objeto. La evaluación, que debe ser útil, exacta,
factible y ética, se entiende como sistemática, en el sentido de que debe ser
seguida y realizada dentro de un contexto.
Cronbach (1980), introduce la idea de reorientación de la evaluación basada en
los objetivos como puntos de referencia cualitativa educacional, en el sentido de
evaluación formativa: la información recogida nos suministra datos para mejorar
la acción y toma de decisiones sobre la marcha, a medida que avanzamos.
Cajide y Tejedor (1988; 1), entienden que la evaluación debe ser "del contexto,
proceso y producto pero siendo conscientes de que lo ideal es incorporar en el
análisis todos los elementos que intervienen positiva o negativamente en el
funcionamiento de la institución". No pueden evaluarse aspectos aislados, fuera
del contexto educativo en el que se hallan implicados.
Para Tyler (1950), el resultado se mide al final del proceso. Al final del proceso y
cuando pueda comprobarse si se han alcanzado los objetivos previstos. La
6 http://usie.es/articu/arti18.htm
48
evaluación, en este caso sumativa, nos permitirá comprobar el nivel de
adquisición de las previsiones.
Vista la evaluación sólo como el logro de los objetivos o como la mejora
procesual de los mismos a lo largo de su desarrollo, deja de lado un importante
aspecto: la adecuación o no de los objetivos a los fines perseguidos, apreciación
muy tenida en cuenta por Scriven (1967).
Casanova y otros (1991; 10-11), definen la evaluación como "una actividad
continua, incorporada a todos los momentos del proceso educativo -institucional o
de aprendizaje- que nos facilita los datos necesarios para valorar ese proceso y, en
consecuencia, ajustar la actuación en lo que sea preciso".
2.1.2. Principios básicos de la evaluación.7
Las definiciones anteriores parten de una serie de principios básicos, según los cuales
la evaluación:
Es un proceso, cuyas fases son las siguientes: planificación, obtención de la
información, formulación de juicios de valor y toma de decisiones.
Debe estar integrada en el currículo.
7 http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/90/cd/cursofor/cap_4/cap4a.htm
49
Debe ser continua. Si la evaluación no fuera continua no sería posible tomar
decisiones de mejora en el momento adecuado.
Debe ser criterial, es decir debe referirse a criterios establecidos previamente, para
lo cual es imprescindible que los objetivos educativos estén claramente definidos.
Deber ser flexible, vinculándose tanto a los referentes y criterios de evaluación
como a las circunstancias propias de cada proceso de enseñanza-aprendizaje.
Debe ser sistemática, por lo que deberá atenerse a normas y procedimientos
minuciosamente planificados y desarrollados.
Debe ser recurrente, reincidiendo en el desarrollo del proceso de enseñanza-
aprendizaje para tratar de perfeccionarlo.
Debe ser decisoria, en cuanto que la obtención y el tratamiento de la información
se ha hecho con este fin.
Debe ser formativa, ya que el objetivo principal de la evaluación educativa es
mejorar tanto el proceso de enseñanza-aprendizaje como sus resultados.
Debe ser cooperativa, en cuanto afecta a un conjunto de personas (alumnos y
profesores) cuya participación activa en las distintas fases del proceso mejoraría
el desarrollo de éste y sus resultados.
Debe ser técnica, pues los instrumentos y sistemas que se utilicen deben obedecer
a criterios debidamente contrastados.
50
2.1.3. Tipos de Evaluación
En el esquema presentado a continuación en la figura 18, Casanova (1998, 2007)
representa la clasificación de la evaluación del aprendizaje en función de dimensiones
tales como la funcionalidad u objetivo de la misma, la temporalidad en la cual se sitúa
el proceso, el normotipo o tipos de referencias para la interpretación de los resultados
de la evaluación; y finalmente la dimensión de los agentes, es decir quiénes van a
emitir los juicios de valor.
El normotipo9 se refiere a la clasificación de los tipos de referencias o criterios que
subyacen a las interpretaciones, en términos de si tales referencias o criterios son
externos o internos al propio estudiante o persona sujeta a evaluación.
8 CASANOVA, M. (1998). La Evaluación Educativa. Editorial Muralla. España.2007. Pág.77 9 http://www.ses.unam.mx/curso2012/pdf/Guia_evaluacion_aprendizaje2010.pdf
Figura N° 1, Tipos de Evaluación. Casanova (1998, 2007)
51
La evaluación nomotética10
, cuyo referente es externo, puede ser referida a una norma
la cual depende de la población o grupo del cual forma parte el sujeto evaluado, o
bien a un criterio establecido en algún programa educativo formal.
Cuando la referencia es normativa nos permite la comparación del rendimiento de
cada alumno con respecto al logrado por el grupo, entonces es común escuchar que
tal alumno tiene un rendimiento superior al rendimiento promedio de su grupo; o bien
que un grupo específico está una desviación estándar por debajo del promedio
nacional o estatal, ya que generalmente la norma representa la media de la población
evaluada y los puntajes de cada persona o grupo evaluado pueden distribuirse en
torno a esta media en una distribución normal. Si la referencia empleada es criterial,
la interpretación es independiente del nivel logrado por el grupo o población a la cual
pertenece el alumno o persona evaluada, en este caso el interés se centra en
determinar el nivel de competencia del alumno con respecto a uno o más estándares
previamente fijados.
Por otra parte si lo que se requiere es conocer la evolución de cada alumno a lo
largo de su proceso educativo, el criterio contra el cual comparar su ejecución es
interno y es lo que se denomina evaluación ideográfica11
; la cual nos permite
determinar los progresos que ha realizado cada alumno con respecto a su propia
10
CASANOVA, M. (1998). La Evaluación Educativa. Editorial Muralla. España.2007. Pág.85 11 http://www.ses.unam.mx/curso2012/pdf/Guia_evaluacion_aprendizaje2010.pdf
52
ejecución, en otros cursos o momentos de un curso y comparar con ellos las nuevas
adquisiciones. Esta historia personal o individualizada resulta esclarecedora respecto
a las causas de cada situación, en un momento dado y permite proyectar su posible
evolución en el futuro, así como diseñar un proceso de intervención adaptado y con
garantías de efectividad.
La dimensión de funcionalidad12 se refiere a la función que cumplirá el proceso
evaluativo respecto al alumno, determina el uso que se hará de los resultados del
mismo, generalmente en la bibliografía se encuentra ligada a la dimensión de
temporalidad. De acuerdo con la naturaleza de la evaluación como actividad
proyectada sobre todos los componentes del proceso didáctico, las decisiones tanto
iniciales o diagnósticas, como continuo‐formativas y finales, se proyectarán sobre la
misma función docente, la metodología, los recursos y las circunstancias
contextuales. Sólo a través de la evaluación sistemáticamente utilizada y aprovechada
es factible transitar con cierta seguridad tanto en los procesos de planeación como de
desarrollo del proceso educativo. La evaluación se relaciona con la planeación y la
ejecución como parte de un todo absolutamente integrado.
La evaluación inicial o diagnóstica13
proporciona información acerca de los
conocimientos y las habilidades previas del sujeto. Debe considerarse siempre en
términos de su utilidad para facilitar adaptaciones constructivas de los programas
12 http://www.ses.unam.mx/curso2012/pdf/Guia_evaluacion_aprendizaje2010.pdf 13 CASANOVA, M. (1998). La Evaluación Educativa. Editorial Muralla. España.2007. Pág. 91
53
educativos a los individuos. En este sentido cumple con la función reguladora que
asegure que las características del sistema se ajusten a las de las personas a quienes se
dirige; es decir que va a servir de base para adoptar decisiones relativas a la
realización de actividades de apoyo, específicamente orientadas a la superación de
problemas que presente el alumno, o bien dará lugar a modificaciones específicas en
otros componentes de la enseñanza en función de los problemas detectados.
La evaluación formativa o procesual14
cumple una función reguladora de los procesos
de enseñanza y de aprendizaje lo cual nos permite llevar a cabo ajustes y
adaptaciones de manera progresiva durante el curso porque se centra más que en los
resultados del aprendizaje en los procesos que se ponen en juego para el logro de tales
resultados. Sólo centrados en los procesos podremos identificar áreas de oportunidad
para poder ofrecer una retroalimentación apropiada a los estudiantes, de manera que
ellos sepan qué es aquello que deben hacer o ajustar de su proceso para alcanzar los
resultados esperados. Una estrategia de evaluación formativa requiere un marco
conceptual que precise y justifique los:
Los procesos implicados en la solución de diversas tareas (análisis de tareas)
Las dificultades presentadas por la mayoría de los alumnos en el aprendizaje
Métodos y técnicas para obtener información de los procesos implicados
(métodos cualitativos de recogida de información)
14 http://www.ses.unam.mx/curso2012/pdf/Guia_evaluacion_aprendizaje2010.pdf
54
Principios de interpretación de esta información mediante marcos teóricos
apropiados
Estrategias de retroalimentación oportuna a los alumnos
Pasos a seguir en la adaptación de estos procesos de aprendizaje
La evaluación final o sumativa15
constituye un balance general de los conocimientos
adquiridos o de las competencias desarrolladas después de que se ha operado un
programa de intervención educativa, se centra en los resultados del aprendizaje; es
decir que se orienta a verificar el cumplimiento de los objetivos y estándares
previamente determinados en el programa, y por lo tanto nos permite emitir un juicio
de acreditación académica. Tal función de control, obliga a que el tipo de evaluación
sea criterial en cuanto a su normotipo. Adicionalmente posibilita la comparación de
grupos y la conexión entre niveles secuenciados, por lo que exige un espectro amplio
de conductas representativas y significativas del aprendizaje alcanzado. La
información cuantitativa proporcionada por la evaluación sumativa, permite además
cumplir con la función de y acreditación del aprendizaje, imprescindible para la
planeación y sistematización de la práctica educativa.
Una reflexión relativa a la dimensión de funcionalidad es la relativa a los procesos
mixtos; es decir, en los que se combinan consecuencias de ambos tipos en la
evaluación ‐ se identifican recomendaciones de mejora, al tiempo que se utiliza la
información para apoyar una decisión de carácter sumativa.
15 http://www.ses.unam.mx/curso2012/pdf/Guia_evaluacion_aprendizaje2010.pdf
55
En relación con la tipología en función de los agentes, 16 la autoevaluación se produce
cuando el sujeto evalúa sus propias actuaciones, es un tipo de evaluación que toda
persona realiza a lo largo de su vida; en el caso que nos ocupa, es de suma
importancia que el alumno realice de manera continua ejercicios de valoración de su
aprendizaje, de manera que le sea posible identificar aspectos que debe mejorar. En la
medida en que un alumno logre contrastar sus avances contra estándares de actuación
establecidos, podrá identificar áreas de mejora, con lo cual estará en condiciones de
regular su aprendizaje hacia el logro de competencias útiles para su desarrollo social
y profesional.
La coevaluación17
, la describe como la evaluación mutua, conjunta de una actividad o
trabajo determinado realizado entre varios. En este caso, lo recomendable es que
después de una serie de actividades didácticas, los participantes tanto alumnos como
el profesor evalúen ciertos aspectos que consideren importantes de tal actuación
conjunta.
Generalmente tras un trabajo en equipos, de manera natural, cada uno valora lo que le
ha parecido más interesante de los otros, por ejemplo se puede valorar si las
actividades resultaron atractivas, si el contenido del trabajo realizado es pertinente, si
el nivel de colaboración facilitó el logro de los objetivos, etc.; es muy importante en
16 CASANOVA, M. (1998). La Evaluación Educativa. Editorial Muralla. España.2007. Pág.95 17 http://www.ses.unam.mx/curso2012/pdf/Guia_evaluacion_aprendizaje2010.pdf
56
la conducción de estos procesos de coevaluación pedir a los alumnos que se centren
en la valoración tanto de los aspectos positivos o que ellos consideren como los más
destacados, como en aquellos que es necesario trabajar más para mejorar la calidad
del trabajo desarrollado en conjunto.
La heteroevaluación18
consiste en la evaluación que realiza una persona sobre el
trabajo, actuación o rendimiento de otra persona. Es aquella que habitualmente hace
el profesor de sus alumnos. Dado que es un proceso importante e imprescindible de
control en los esquemas y modelos educativos vigentes, rico por los datos y
posibilidades que ofrece, delicado por el impacto que tiene en las personas evaluadas,
y complejo por las dificultades técnicas que supone la emisión de juicios de valor
válidos y objetivos; es que estamos proponiendo esta guía práctica para profesores.
2.2. LA GESTIÓN DEL RIESGO COMO ENFOQUE.
El grado de conocimiento del riesgo de desastre depende en gran medida de la
cantidad y calidad de la información disponible y de las distintas maneras en que las
personas perciben el riesgo. La gente es más vulnerable cuando no tiene conciencia ni
conocimiento de las amenazas y vulnerabilidades que ponen en peligro su vida y sus
bienes. La percepción del riesgo varía según la sensibilidad de cada persona y de la
realidad social, cultural, política, ambiental y económica en la cual se desarrolla.
18 CASANOVA, M. (1998). La Evaluación Educativa. Editorial Muralla. España.2007. Pág.99
57
Tener conocimiento de las amenazas y de la vulnerabilidad, así como el disponer de
información precisa y oportuna al respecto, puede influir en esta percepción19
.
El análisis particular de la percepción del riesgo de desastres está relacionado
directamente con el conocimiento, las experiencias, reacciones y conductas humanas,
guiadas por interpretaciones subjetivas de la realidad. Los riesgos de desastres son
esquemas teóricos estimados o construidos que pueden ser tanto anticipados como
cuantificados.
La conceptualización frecuentemente utilizada de riesgos objetivos versus riesgos
subjetivos, se refiere a diferentes métodos de evaluación de los riesgos, basándose la
evaluación objetiva en datos estadísticos disponibles y en cálculos matemáticos,
mientras que el riesgo subjetivo está relacionado con juicios intuitivos20
.
El uso de la información es, por lo tanto, fundamental para el conocimiento del
riesgo. No sólo se trata de un esquema de estímulo – respuesta, sino que entra en
juego cómo las personas perciben, comprenden el mundo que habitan, asimilan la
información obtenida, la incorporan en la vida cotidiana y en la construcción de su
identidad con base al criterio de utilidad.
19 Adaptado de EIRD, Vivir con el riesgo: Informe mundial sobre iniciativas para la reducción de
desastres, Naciones Unidas Ginebra, Suiza, 2004.pág. 5 20 La Percepción del Riesgo, Centro de Investigación del Riesgo de Estocolmo, Suecia, 1994.
58
Si pasamos revista a los acontecimientos de los cincuenta años, sorprende constatar
cuantos desastres podrían haberse evitado con una mejor información y comunicación
para decenas de miles de personas. Un ejemplo es el desastre generado por el tsunami
en el Océano Índico, en diciembre del 2004, el cual afectó vidas humanas, viviendas,
ecosistemas y medios de subsistencia. Los científicos de toda la región disponían de
tecnología para registrar el violento maremoto frente a las costas de Sumatra, pero
carecían de medios para informar sobre lo que sucedería o lo que había que hacer.
Ahora bien, iniciativas oficiosas dieron resultado, allí donde fallaron las alertas
oficiales: el 26 de diciembre, por la mañana temprano, Vijayakumar Gunasekaran,
residente en Singapur, escuchó en la radio la noticia del impacto devastador del
tsunami; entonces, advirtió por teléfono a sus familiares de Nallavadu, en la costa
oriental de la India, lo que permitió evacuar y poner a salvo a los 3.630 vecinos de esa
localidad21.
2.2.1. La relación entre Amenaza y Vulnerabilidad: Riesgo de Desastres22
El riesgo de desastre es la magnitud probable del daño a las personas y sus bienes en
un territorio o ecosistema específico (o en algunos de sus componentes) en un período
21 Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja, Informe mundial sobre desastres,
2005.pág. 7
22 EIRD. Manual - Desarrollo en el Marco de la Estrategia Internacional para la Reducción de
Desastres de las Naciones Unidas. 2010. Pág. 9.
59
o momento determinado de tiempo, que está relacionado con la presencia de una o
varias amenazas potenciales y con las condiciones de vulnerabilidad o debilidades
que existen en ese entorno. El poder o energía que puede desencadenarse se
denomina “amenaza o peligro” y la predisposición a sufrir el daño, “vulnerabilidad”.
Una amenaza se refiere a la posibilidad de que la ocurrencia o la concreción de un
evento físico (de origen natural o humano) potencialmente destructor, pueda causar
algún tipo de daño a las personas, los bienes y ecosistemas de un territorio (huracán,
sismo, incendio, explosión, deslizamiento, contaminación, etc.).
La vulnerabilidad se refiere a una serie de características de la sociedad, de las
infraestructuras, medios de vida y ecosistemas que los predisponen a sufrir daños
frente al impacto de un evento físico y que dificultan su posterior recuperación
(ubicación inadecuada de los asentamientos, pobreza y falta de empleo digno,
inseguridad estructural de las edificaciones, debilidades organizativas y de
participación, carencia de políticas y mecanismos adecuados de prevención,
conocimientos y recursos limitados, ambiente y ecosistemas deteriorados o débiles,
etc.).
El riesgo de desastres surge de la función que relaciona directamente las amenazas y
las vulnerabilidades de un lugar específico o grupo social determinado. Se considera
60
Riesgo Amenaza Vulnerabilidad
muy relacionado a la realidad de cada sociedad, dado que el nivel de riesgo y los
medios para enfrentarlo dependen de las condiciones, capacidades y recursos que
estas tengan.
Diferentes grupos sociales, personas, instituciones, autoridades y otras, pueden
entender en forma muy distinta el riesgo de desastres y por ende la forma que
dispondrán sus habilidades, conocimientos y capacidades para hacerle frente. La toma
de conciencia de la percepción sobre el riesgo de desastres por parte de las
comunidades, es la base para impulsar políticas y acciones para su reducción.
Fig. .N° 2, La relación amenaza, vulnerabilidad y riesgo23
El impacto del desastre dependerá de factores determinados por las características de
los fenómenos (probabilidad e intensidad) y por la susceptibilidad de los elementos
expuestos a ella de acuerdo con las condiciones naturales, físicas, sociales,
económicas, políticas y organizacionales imperantes en la zona de impacto.
23 Fuente: EIRD Manual - Desarrollo en el Marco de la Estrategia Internacional para la Reducción de
Desastres de las Naciones Unidas. 2010. Pág. 9.
61
Una mirada más detenida a la naturaleza de las amenazas y a los conceptos de
vulnerabilidad y capacidad permiten comprender mejor los retos que plantea la
reducción del riesgo de desastres. El reconocimiento de que la vulnerabilidad es un
elemento clave en la generación del riesgo se ha visto acompañado de un interés
creciente por vincular las capacidades y conocimientos de las personas para hacer
frente a los efectos de eventos físicos destructores. Esto permite formarse una idea de
que las capacidades pueden reducir el alcance de las amenazas y el grado de
vulnerabilidad. 24
En resumen, el que uno o varios eventos o fenómenos se consideren peligrosos para
la sociedad, dependerá de que en el lugar donde estos se manifiesten, existan
comunidades, actividades humanas o ecosistemas vulnerables. El que un fenómeno
físico se considere una amenaza dependerá de la probabilidad de su ocurrencia en
esos contextos. Y el que se convierta en un desastre, dependerá de la magnitud real
con que efectivamente se produzca el fenómeno y del nivel de vulnerabilidad del
entorno.
El riesgo de desastres se construye socialmente a través de las actividades que los
seres humanos realizamos para desarrollarnos y habitar nuestro planeta, regiones o
territorios determinados. La forma de convivencia que tengamos con nuestro entorno
24 Muchos autores consideran las capacidades de los territorios como un elemento fundamental
relacionado con el riesgo y que influye en la forma y la resiliencia de una comunidad con respecto al
mismo. La Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR)
ha desarrollado ampliamente este concepto.
62
natural y físico puede incidir negativamente y generar desequilibrios entre las
relaciones humanas y los ecosistemas que sustentan nuestra supervivencia. Así como
nuestras acciones son las que desencadenan situaciones que ponen en peligro nuestra
propia existencia, corresponde también a nuestras mismas actividades reducir,
controlar y trasformar los riesgos que hemos construido o podemos construir.
El desastre es entonces la concreción del riesgo y el efecto final de un proceso de
construcción de vulnerabilidades que causa daños y trastornos severos en un
determinado territorio, el cual puede tener dificultades en retornar a condiciones de
vida favorables y reconstruir las actividades de desarrollo que han sido afectadas.
Lo que se trata es evitar que las actividades sociales se trasformen en amenazas para
la naturaleza y que estas, a través de los fenómenos naturales, se conviertan en
amenazas para las comunidades.
2.2.2. Las amenazas y tipos de amenazas
Para poder conocer la naturaleza de las amenazas es preciso ocuparse de casi todos
los fenómenos físicos que se producen en el planeta. Empezando por los movimientos
lentos en el manto terrestre que provocan el desplazamiento de los continentes y la
formación de los fondos marinos. Estos movimientos levantan montañas y moldean el
63
paisaje. Además, dan origen a volcanes y desencadenan terremotos que pueden tener
consecuencias catastróficas para las comunidades.
Las amenazas son fenómenos o eventos físicos potencialmente destructores de origen
natural, socio-natural o producidos por la actividad humana (origen antrópico) que
pueden causar muertes, lesiones, epidemias, daños materiales, interrupción de la
actividad social y económica o degradar el ambiente de una comunidad o territorio en
un determinado período de tiempo. Las amenazas pueden ser individuales,
combinadas o secuénciales en su origen y efectos. Cada una de ellas se caracteriza
por su localización, magnitud o intensidad, frecuencia y probabilidad con la cual se
manifiestan. Un lugar donde convergen varios tipos de amenazas, suele denominarse
“escenario multiamenaza”.25
La mayoría de las amenazas naturales no se pueden evitar pero sí se puede conocer y
estudiar el comportamiento histórico y territorial de éstas. La ciencia -desde un
enfoque interdisciplinario sigue avanzando y aportando conocimiento sobre la
naturaleza y sus condiciones, principalmente las de origen físico natural. Los estudios
se han orientado en el aporte de métodos y herramientas de análisis cuantitativo y
cualitativo que permiten comprender y plasmar proyecciones, modelos y escenarios
donde éstas inciden. En ese sentido, es importante destacar que el trabajo científico ha
25
EIRD. Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el
Marco de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas..2010.
Pág. 11.
64
logrado constatar que muchos fenómenos naturales se han intensificado a
consecuencia de las actividades humanas en este último tiempo. Los efectos volátiles
del cambio climático en el caso de la recurrencia e intensidad de los huracanes en el
Gran Caribe, son un ejemplo de ello.
Es precisamente la información científico-técnica el insumo y la punta de lanza para
que los actores involucrados en la problemática de riesgo y las autoridades
competentes dispongan de información válida y actualizada.
Un requerimiento necesario en cualquier sociedad es relacionar el aporte de la ciencia
con el conocimiento y la experiencia empírica popular. Estas últimas están plasmadas
en valores, percepciones socio-culturales y vivencias que los diferentes grupos
poblacionales y pueblos originarios van acumulando de generación en generación.
Esta relación de conocimiento constituye una riqueza de información y un punto de
partida basado en experiencias generalmente exitosas y validadas.
Tipología de amenazas:
Amenazas de origen natural26
Las amenazas de origen natural son aquellas que forman parte de procesos de la
dinámica terrestre y que tienen lugar en la biosfera de nuestro planeta, que en caso de
26 EIRD. Manual - Marco Teórico y Glosario- Desarrollo en el Marco de la Estrategia Internacional para la Reducción de
Desastres de las Naciones Unidas. 2010. Pág.23.
65
materializarse, pueden transformarse en un evento perjudicial y destructor.
Fenómenos naturales amenazantes que pueden variar en magnitud o intensidad,
frecuencia, duración, extensión, velocidad de impacto, dispersión espacial y temporal.
Se pueden clasificar por su origen en: hidrometeorológicas, geológicas o biológicas.
1. Hidrometeorológicas, son aquellas de origen atmosférico, hidrológico u
oceanográfico que dependen de la temperatura, precipitaciones, comportamiento
hidráulico de cuerpos de agua y de la evapotranspiración, entre otros aspectos.
Comprenden ciclones tropicales, granizadas, heladas, sequías, inundaciones, olas
de calor o de frío, trombas marinas, avalanchas de nieve y hielo, tormentas de
arena o polvo, desertificación, etc.
2. Geológicas, son aquellas que se refieren a procesos terrestres internos
(endógenos) o de origen tectónico, tales como terremotos, tsunamis, actividad de
fallas geológicas, actividad y emisiones volcánicas; así como procesos externos
(exógenos) tales como movimientos en masa: deslizamientos, caídas de rocas,
avalanchas, colapsos superficiales, licuefacción, suelos expansivos,
deslizamientos marinos y subsidencias sísmica, erupciones volcánicas, erosión y
comportamiento de masas de tierra.
3. Biológicas, son procesos de origen orgánico o provocados por vectores biológicos
que incluyen la exposición a microorganismos patógenos, toxinas o sustancias
bioactivas, que pueden causar la muerte o lesiones, daños materiales, disfunciones
sociales y económicas o degradación ambiental. Se pueden mencionar como
66
ejemplos brotes de enfermedades epidémicas, enfermedades contagiosas de
origen animal o vegetal, plagas de insectos e infestaciones masivas.
Amenazas de origen socio-natural27
Se refiere a aquellas amenazas que pueden presentar un peligro latente asociado a la
probable ocurrencia de fenómenos físico-naturales cuya existencia, intensidad y
recurrencia es exacerbada por procesos de degradación ambiental y por la
intervención humana directa.
Algunos casos concretos son:
Inundaciones y deslizamientos resultantes de fenómenos naturales, incrementados
o influenciados en su intensidad por procesos de deforestación y degradación o
deterioro de cuencas;
Erosión costera, exacerbada por la acción humana, que se traduce en detrimento o
destrucción de humedales, manglares, dunas, bosques;
Inundaciones urbanas ocasionadas por ubicación de los asentamientos humanos,
falta de sistemas adecuados de drenaje de aguas pluviales o por la
impermeabilización del suelo producto del uso del asfalto y la concentración de la
construcción, que provoca el aumento de la escorrentía superficial hacia cuerpos
27
EIRD Manual – El Riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 13
67
de agua (acequias, quebradas, ríos) lo cual reduce y satura la capacidad de
evacuación natural y por ende, produce desbordamiento de las aguas.
Entre algunas de las amenazas socio-naturales de gran impacto están:
El Cambio Climático producto del calentamiento global resultado del aumento de
concentraciones de gases con efecto invernadero tales como el dióxido de
carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos, incidiendo en el aumento
de la temperatura planetaria.
El inadecuado manejo y gestión de las cuencas hidrográficas que incide en el
aumento de las inundaciones, deslizamientos y deterioro ambiental y de los
recursos naturales. Las cuencas hidrográficas en general no son visualizadas
como unidades de planificación del territorio y están sometidas a diversidad de
intervenciones que responden a propósitos individuales tanto del Estado,
empresas privadas como de la misma comunidad. Intervenciones que se realizan
dentro de marcos normativos obsoletos y con naturaleza institucional o sectorial
y no desde una óptica de gestión integral de cuencas.
La desertificación y la pérdida del suelo por erosión. El Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente estima que el 30% de la superficie cultivable del
planeta está sufriendo desertificación entre ligera y severa, con otro 6% que sufre
“desertificación extremadamente severa” y son ya tierras irrecuperables.
68
(PNUMA, Nairobi 1984). Además, según las Naciones Unidas, unos 900 millones
de personas están en peligro a causa de este problema.
Amenazas de origen antrópico28
Son aquellas relacionadas con el peligro latente generado por la actividad humana en
el deterioro de los ecosistemas, la producción, distribución, transporte y consumo de
bienes, servicios y sustancias peligrosas, así como la construcción y el uso de las
edificaciones.
Son producidas tanto por actividades colectivas como individuales -públicas o
privadas- debido entre otros, a la disposición o falta de recursos y mecanismos
apropiados que garanticen la provisión y/o aplicación de leyes, regulaciones,
normativas, sistemas de control y seguimiento, así como también, por intereses
particulares (generalmente económicos) la falta de conciencia pública y de
conocimientos sobre los riesgos que una determinada acción puede ocasionar y poner
en peligro a la sociedad, sus bienes y los ecosistemas.
Las amenazas antrópicas comprenden las distintas formas de contaminación del
recurso hídrico, el aire y el suelo; las explosiones, los incendios forestales y
estructurales; el uso de materiales peligrosos de origen químico, radiactivo y
biológico; así como las guerras, las rupturas de presas hidroeléctricas o de captación
28 EIRD. Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 14.
69
de agua potable y la destrucción de los ecosistemas. Por ejemplo, las actividades
humanas que utilizan materiales y sustancias peligrosas sin las debidas medidas de
prevención y preparación ante accidentes o contingencias, como es el caso de zonas
industriales, transporte de materiales, depósitos de sustancias inflamables,
gasolineras, laboratorios (donde se utilizan materiales radioactivos y/o corrosivos),
polvorines militares, etc. cercanos a centros poblados, estratégicos o vulnerables.
Cuadro N° 1
Clasificación de las Amenazas según la EIRD29
AMENAZA AMENAZAS NATURALES
Evento físico, potencialmente perjudicial,
fenómeno y/o actividad humana que puede causar la
muerte o lesiones, daños materiales, interrupción de la
actividad social y económica o degradación
ambiental.
Procesos o fenómenos naturales que tienen lugar en la
biosfera que pueden producir un evento perjudicial y
causar muerte o lesiones, daños materiales,
interrupción de la actividad social y económica o
degradación ambiental.
Amenazas hidrometeorológicas Ejemplos
Procesos o fenómenos naturales de origen
atmosférico, hidrológico u oceanográfico, que pueden
causar la muerte o lesiones, daños materiales,
interrupción de la actividad social y económica o
degradación ambiental.
Inundaciones, flujos de lodo y detritos
Ciclones tropicales, marejadas, vientos, lluvias y
otras tormentas severas, ventiscas, rayerías.
Sequías, desertificación, incendios forestales,
temperaturas extremas, tormentas de arena o
polvaredas.
Heladas, avalanchas de nieve.
Amenazas geológicas Ejemplos
Procesos o fenómenos naturales terrestres, que
puedan causar pérdida de vida o daños materiales,
interrupción de la actividad social y económica o
degradación ambiental.
Terremotos, tsunamis, actividad y erupciones
volcánicas
Movimientos de masas, deslizamientos,
desprendimiento de rocas, licuefacción
deslizamiento de los fondos marinos
Colapso de superficies, actividad de fallas
geológicas
Amenazas biológicas Ejemplos
Procesos de origen orgánico o transportados por
vectores biológicos, incluidos la exposición a
microorganismos patógenos, toxinas y sustancias
bioactivas, que pueden causar la muerte o lesiones,
daños materiales, disfunciones sociales y económicas
Brotes de enfermedades epidémicas
Contagio de plantas y animales y pandemias.
29 Fuente: Extraído del Libro Vivir con el Riesgo, Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones
Unidas -EIRD, 2004, pág. 43.
70
o degradación ambiental.
AMENAZAS TECNOLÓGICAS DEGRADACIÓN AMBIENTAL
Amenaza originada por accidentes tecnológicos o
industriales, procedimientos peligrosos, fallos de
infraestructura o de ciertas actividades humanas, que
pueden causar muerte o lesiones, daños materiales,
interrupción de la actividad social y económica o
degradación ambiental.
Ejemplos: contaminación industrial, actividades
nucleares y radioactividad, desechos tóxicos, rotura
de presas; accidentes de transporte, industriales o
tecnológicos (explosiones, fuegos, derrames).
Disminución de la capacidad del ambiente para
responder a las necesidades y objetivos sociales y
ecológicos. Los efectos potenciales son variados y
pueden contribuir al incremento de la vulnerabilidad,
frecuencia e intensidad de las amenazas naturales.
Algunos ejemplos: degradación del suelo,
deforestación, desertificación, incendios forestales,
pérdida de la biodiversidad, contaminación
atmosférica, terrestre y acuática, cambio climático,
aumento del nivel del mar, pérdida de la capa de ozono.
2.2.3. La vulnerabilidad y los factores de vulnerabilidad.
¿Qué es la vulnerabilidad? La vulnerabilidad es el grado de exposición o
susceptibilidad que tienen las personas y la sociedad a sufrir daños frente a la
manifestación de un evento físico potencialmente destructor, que pueden dificultar,
en mayor o menor grado, su recuperación posterior a la ocurrencia de un fenómeno
determinado.30
Son condiciones determinadas por procesos ambientales, sociales, culturales,
económicos, productivos, políticos e institucionales, tanto individuales como
colectivos, que se configuran y cambian permanentemente por las actitudes,
conductas, capacidades, conocimientos y acciones que las personas y comunidades
ejercemos en la gestión del desarrollo y en detrimento de los ecosistemas.
30 EIRD. Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 16.
71
Sabemos que la Tierra es un planeta vivo, dinámico y cambiante sujeto a toda clase
de transformaciones, algunas con expresiones repentinas y violentas (terremotos,
maremotos, erupciones volcánicas, etc.), otras graduales y a veces imperceptibles en
la vida cotidiana (cambio climático, aumento o disminución de precipitaciones,
deshielo de glaciares, etc.). También sabemos que los seres humanos somos
igualmente dinámicos y cambiantes y, por consiguiente, las relaciones de interacción
entre una y otros, pueden llegar a ser armónicas y constructivas, cómo también
conflictivas y destructivas31
.
Cuando las interacciones de las prácticas políticas, económicas, sociales o
ambientales entre los seres humanos y nuestro entorno físico y natural presentan
desequilibrios o inequidades entre sí, se crean condiciones que nos hacen susceptibles
y vulnerables ante fenómenos de la naturaleza que pueden representar un peligro para
las sociedades. El riesgo de desastres se arraiga en estos desequilibrios que es
necesario prevenir, evaluar, manejar y minimizar en forma continua, para poder
construir sociedades más seguras.
En los últimos 30 años la humanidad ha evolucionado mucho en comprender que los
desastres no son consecuencia exclusiva de la ocurrencia de un evento físico
destructor, sino que ha tomado conciencia que estos son también producto de una
31 Adaptado de la Organización Panamericana de la Salud-OPS, 2005.
72
serie de aspectos relacionados con la fragilidad y las debilidades en la gestión del
desarrollo.
Los primeros en utilizar el concepto de vulnerabilidad fueron los ingenieros, al
proponer diseños constructivos que guardaban relación con el grado de resistencia de
las edificaciones a las fuerzas físicas que ejercen los movimientos del suelo, los
vientos y el agua. Surgió así, paulatinamente, un nuevo campo de preocupaciones en
la lucha contra los desastres al entender que en el conocimiento de la vulnerabilidad
radica gran parte de las medidas físicas-estructurales que se pueden adoptar para
minimizar o mitigar el efecto de los fenómenos naturales y reducir el riesgo.
Poco a poco se ha ido evolucionado en el reconocimiento de otros aspectos tan o más
importantes de la vulnerabilidad al tomar conciencia que, más allá de los factores
fiscos-estructurales, existen otros que tienen que ver con aspectos correspondientes a
todas las dimensiones del desarrollo. Es así como podemos hablar de factores socio-
culturales, económico-productivos, político-institucionales y ambientales de la
vulnerabilidad.
73
Fig. N° 3, -La relación de la vulnerabilidad entre los ámbitos económicos, políticos y ambientales32
.
Los Factores de Vulnerabilidad.
Vamos a analizar la vulnerabilidad desde los distintos ámbitos del desarrollo local y a
la vez advertir que, cada uno de estos factores constituye un ángulo particular del
gran espectro de la misma, los cuales a su vez, están estrechamente interrelacionados
y que en forma conjunta, nos reflejan el panorama general de toda la dimensión de la
vulnerabilidad. Difícilmente podríamos entender, por ejemplo, los factores sociales,
sin considerar su relación con los económicos y políticos; o éstos últimos, sin tomar
en cuenta aspectos ambientales, sociales y nuevamente, económicos. Es el enfoque de
conjunto, de comprensión integral de la realidad y de los vacíos en los diferentes
32 Fuente: Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 17.
Social
Político
Ambiental
Económico Condiciones de
Vulnerabilidad
74
campos del desarrollo, el que debe prevalecer en los estudios de la vulnerabilidad y
por ende, en la reducción del riesgo de desastres.
Factores socio-culturales de la vulnerabilidad33
Los factores socio-culturales se expresan a través de los niveles y formas de
organización y participación; la identidad de la comunidad con el territorio y las
relaciones con que nos desenvolvemos en nuestro entorno y con los demás miembros
de la sociedad; los conocimientos técnicos y las capacidades que poseemos; las
formas de actuar, las percepciones, los valores, las creencias e interpretaciones a
través de las cuales desarrollamos nuestro hábitat y construimos nuestras sociedades.
Los factores socio-culturales guardan relación con el grado de bienestar y calidad de
vida de las personas y las comunidades en un medio determinado. Comprenden
aspectos vinculados con el nivel de alfabetización y educación; las condiciones de
paz y seguridad; el acceso a los derechos humanos fundamentales, la cultura y la
recreación; los sistemas de buena gobernabilidad, equidad e integración social; los
valores tradicionales, las costumbres y convicciones ideológicas y los sistemas de
organización colectiva en general.
33 EIRD Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 17.
75
Una comunidad es socialmente vulnerable en la medida en que las relaciones que
vinculan a sus miembros entre sí y con el conjunto social no pasen de ser meras
relaciones de vecindad física, en la medida en que estén ausentes los sentimientos
compartidos de pertenencia y de propósito y, en la medida en que existan o no formas
de organización de la comunidad que encarnen esos sentimientos y los traduzcan en
acciones concretas.
La diversificación y el fortalecimiento de organizaciones sociales cuantitativa y
cualitativamente representativas de los intereses de la comunidad, constituye una
medida importante de mitigación. La cohesión social aumenta la capacidad de
superación, mientras que la inseguridad social acrecienta la vulnerabilidad.
Ejemplos de los factores socio-culturales de la vulnerabilidad:
Debilidades de organización comunitaria y de base en los territorios.
Carencia o deficiencias en el acceso a la información y al conocimiento técnico y
científico sobre los desastres.
Creencias, costumbres, conductas, valores y mitos que predisponen a sectores de
la población ante las amenazas y los desastres.
Vacíos en propuestas, planes, capacidades, herramientas y preparación territorial
para reducir el riesgos y enfrentar los desastres.
Desencuentros entre el saber local y popular, y los conocimientos científicos y
técnicos.
76
Desencuentros entre el nivel central y el nivel local sobre las formas y la
organización para enfrentar el riesgo.
Debilidades en la composición y estructura familiar relativas a la educación,
salud, mortalidad, migración, hacinamiento, etc.
Diferencias entre las percepciones del riesgo de desastres en los diferentes grupos
de intereses y la comunidad.
Vacíos y desvaloración de la memoria colectiva e individual sobre experiencias
de desastres en los territorios.
Sustitución de prácticas culturales tradicionales endógenas probadas y efectivas
en el territorio por modelos exógenos poco conocidos o efectivos.
Marginalización y exclusión de sectores sociales por sexo, edad, raza, cultura u
origen.
Inseguridad ciudadana, violencia social e intrafamiliar.
Carencia de espacios de desarrollo de la cultura y el esparcimiento de la
población.
Factores económicos de la vulnerabilidad.34
Se trata de factores relacionados con la creación, acumulación y distribución de la
riqueza y los procesos de producción, adquisición e intercambios de bienes que
34
EIRD. Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 18.
77
caracterizan los diferentes territorios. Incluye la magnitud de reservas económicas
individuales, comunitarias y nacionales, los medios de subsistencia y producción
territoriales, las fuentes de empleo, el grado de solvencia económica y el acceso a
créditos, préstamos y seguros.
La vulnerabilidad económica se manifiesta por la carencia o falta de recursos
económico-productivos o el uso inadecuado de los existentes, por la especialización
productiva y prácticas económicas dependientes y depredadoras, por la concentración
y distribución desigual de la riqueza, la carencia de empleo digno y mercados justos,
por la falta de competitividad y oportunidades para un territorio de participar en las
economías regionales, nacionales e incluso supranacionales, etc.
Las economías menos diversificadas y dependientes generalmente son más
vulnerables porque no cuentan con mecanismos, reservas o capacidades para
solventar una situación de crisis. Esta situación se ve reflejada en los países
monoproductores o los Estados islas que dependen, por ejemplo, del turismo, la
producción del café, el banano o la caña de azúcar. Asimismo, las personas están
expuestas a mayor riesgo cuando su acceso a la infraestructura socioeconómica
básica, que incluye las redes de comunicación, servicios de utilidad pública y
suministros, transporte, agua potable, alcantarillado y servicios de salud, es
inadecuado.
78
La población pobre -grupo que en la mayoría de regiones está formado por una
excesiva proporción de mujeres y ancianos- generalmente es mucho más vulnerable
que los segmentos más acomodados de la sociedad. Lo mismo ocurre con la
población indígena o pueblos originarios que generalmente han sido usurpados de sus
territorios, recursos naturales y medios de subsistencia obligándolos a enfrentar altas
condiciones de vulnerabilidad. Esto se relaciona con el hecho de que al producirse un
desastre lo más probable es que sus pérdidas sean proporcionalmente mayores al resto
de la población y, al mismo tiempo, que su capacidad de recuperarse, sea más
limitada.
La vulnerabilidad económica está representada no sólo por la carencia de recursos o
medios de satisfacción para las necesidades básicas de las personas, sino también por
la ausencia de otros derechos fundamentales, como el acceso al trabajo y contar con
ingresos dignos, la participación en los beneficios del desarrollo, las posibilidades de
ocio y tiempo libre, etc.
Ejemplos de los factores económicos de la vulnerabilidad:
La pobreza endémica.
La especialización productiva, la monoproducción y la falta de diversificación
productiva.
Debilidades o carencia de recursos y medios de subsistencia dignos (productivos,
económicos,
técnicos, fuentes de empleo, etc.).
79
Distribución y concentración inadecuada de la riqueza en pequeños segmentos de
la población en agentes ajenos al territorio.
Carencia de mercados y de competitividad de productos de los territorios en áreas
geográficas externas.
Concentración de la tenencia de la propiedad y medios de producción en pocas
manos.
Sistemas económicos-productivos basados en el lucro, que no contemplan sus
efectos futuros en la afectación social, económica y ambiental de las personas, las
sociedades, los ecosistemas y el riesgo de desastres.
Desarrollo de programas y proyectos estratégicos nacionales y programas de
ajuste o impacto económico que no contemplan los factores endógenos de los
territorios, su impacto negativo en sectores específicos y su relación con la
generación del riesgo.
Sistemas de desarrollo generadores de dependencia económica y de deuda
externa.
División y ubicación de la población según estrato socio-económico o según
ocupación y empleo (formal e informal).
80
Factores político-institucionales de la vulnerabilidad.35
Son los factores vinculados con la gobernabilidad del territorio relacionadas con un
proyecto colectivo específico y los niveles de autonomía/dependencia;
capacidades/debilidades, posibilidades y disposición institucional y normativa que las
autoridades y los actores clave del desarrollo local tienen para tomar, influir y llevar
adelante decisiones y mecanismos de gestión necesarios para implementarlo. Es el
marco que permite (o no permite) a los poderes locales fortalecer e impulsar el
desarrollo y el potencial socioeconómico y ambiental, enfrentando y resolviendo los
bloqueos administrativos, económicos, organizativos, participativos y políticos.
En América Latina los procesos de intervención social han sido planteados y
decididos fundamentalmente por Estados centralizados y paternalistas o gobiernos
caudillistas y dictatoriales con enfoques reducidos a lo sectorial, ignorando y
extinguiendo muchas veces la autonomía local. Procesos frecuentemente conducidos
por políticos que imponen el poder por la coerción, creando la división estatal entre
gobernantes y gobernados, que en las condiciones actuales llega a constituirse en
fuentes de desigualdad y explotación.36
35 EIRD Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 19.
36 Informe de la Organización Panamericana de la Salud, Prevención de las Enfermedades de los/las niñas/ños en Emergencias
Complejas o Situaciones de Desastres, 2002.
81
La vulnerabilidad política se relaciona con debilidades en las estructuras
democráticas y espacios de participación e incidencia social; por la carencia de
normas, directrices o las correspondientes estructuras institucionales adecuadas para
implementarlas, por la falta de políticas, proyectos o planes estratégicos colectivos
que permitan gobernar, administrar y regular adecuadamente el territorio. Se
relaciona también, con deficiencias en el liderazgo de las autoridades locales, la falta
de acceso a recursos legales y administrativos, la concentración del poder y la falta de
descentralización
El arraigamiento y posicionamiento de instituciones obsoletas que no se han adaptado
a las circunstancias de la realidad actual, acompañadas de serios problemas de
gobernabilidad y la carencia de instituciones ágiles, descentralizadas y democráticas,
perpetúan los factores de vulnerabilidad, incluso mucho más allá del riesgo de
desastres, sino también del desarrollo integral y sostenible de los territorios.
La vulnerabilidad político-institucional incide a su vez, en la vulnerabilidad social,
económica y ambiental y conlleva al menos, a un proceso de estancamiento general o
parcial en el territorio, cuando no se producen retrocesos en el desarrollo.
Ejemplos de los Factores político-institucionales de la vulnerabilidad:
Carencias de políticas públicas, planes y lineamientos relacionados con la
reducción del riesgo de desastres y desarrollo local aplicables al ámbito territorial.
82
Falta de instrumentos o herramientas para la planificación del territorio que
orienten las inversiones en el ámbito local (planes estratégicos territoriales,
desarrollo urbano, ordenamiento del territorio, zonificación y uso del suelo, etc.).
Carencia de Sistemas de Información Geográfico o Territorial democráticos y
accesibles a los usuarios
Concentración de toma de decisiones en instancias nacionales de gobierno y falta
de mecanismos de descentralización, autonomía y gestión en el ámbito territorial.
Decisiones externas y de niveles jerárquicos de escalas geográficas superiores sin
incidencia de los niveles locales.
Mala gobernabilidad y concentración del poder en un pequeño grupo de personas
(en el ámbito local o nacional).
Carencia potestades/capacidades y/o liderazgo de las autoridades y los actores
locales en la disposición de recursos, planificación, participación y toma de
decisiones en los territorios.
Instituciones públicas locales débiles y con bajos niveles de eficiencia.
Carencia de políticas, normas y directrices de control que regulen el uso de los
recursos naturales y del suelo.
Debilidades o falta de instituciones o instrumentos adecuados en los entornos
locales que den seguimiento a las normativas, políticas y directrices existentes.
Carencia de normas de ética, moral y sanciones para quienes generan el riesgo.
Politización, burocratización, corrupción, falta de flexibilidad y otros obstáculos
para llevar adelante procesos de desarrollo local.
83
Factores ambientales (ambiente natural y físico-ambiental) de la
vulnerabilidad.37
Los factores ambientales son aquellos relacionados con el uso de los recursos
naturales y nuestra convivencia con los ecosistemas territoriales y globales que son el
sustento de las acciones que realizamos a corto mediano y largo plazo. El “ambiente”
es el sistema global constituido por elementos naturales y artificiales que pueden ser
de naturaleza física, química, biológica, socioculturales y de sus interrelaciones, las
cuales están en permanente transformación por la acción humana o los procesos
naturales que rigen o condicionan la existencia o desarrollo de la vida.
Los seres vivos, los ecosistemas, el conjunto de la biosfera, la Tierra, el Universo, son
sistemas complejos en los que se establecen infinidades de relaciones entre sus
componentes. Cada modificación tiene su incidencia en los mismos y no siempre es
fácil predecir cuales van a ser las consecuencias; como por ejemplo, a nivel macro,
las incertidumbres que existen con respecto a los efectos del cambio climático, la
desertificación, el aumento del nivel del mar, los agujeros en la capa de ozono, entre
otros.
Una sociedad es vulnerable en términos ambientales, cuando nuestra relación con los
ecosistemas pone en peligro nuestra vida y bienes y las capacidades de resiliencia de
los mismos, para subsistir en condiciones que puedan mantener un equilibrio entre los
37 EIRD. Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 21.
84
diferentes componentes que lo conforman y se ocasionan trastornos severos en su
ciclo normal de funcionamiento. Algunos de estos aspectos pueden ser la explotación
inadecuada de los recursos renovables y no renovables; la pérdida de la biodiversidad,
la contaminación del aire, el agua y la tierra; la deforestación, el mal manejo de
cuencas hidrográficas, la gestión irresponsable de desechos, entre otros.
También es vulnerable en términos ambientales cuando el entorno físico construido
se transforma en un peligro para las comunidades; como por ejemplo, la densidad de
población y hacinamiento urbano; el transporte y almacenamiento de sustancias
peligrosas en centros poblados; la ubicación de los asentamientos en lugares
propensos a amenazas, la mala calidad y resistencia de las edificaciones y
deficiencias en líneas vitales de funcionamiento e infraestructura básica, etc.
Factores de origen ambiental-natural38
El ambiente natural se refiere a los factores o dimensiones inherentes a la vida como
son el agua, la tierra, el aire, los bosques, la fauna, y los ecosistemas.
Producto de los sistemas de desarrollo que se han implementado, se ha generado un
alto grado de agotamiento de los recursos naturales y degradación ambiental
produciendo, por una parte, ecosistemas altamente vulnerables sin posibilidades de
38 EIRD. Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el
Marco de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010.
Pág. 21.
85
auto ajustarse internamente para compensar los efectos directos e indirectos de la
acción humana y, por otra, altamente riesgosos para las comunidades que los explotan
y los habitan.
La atención insuficiente en la preservación y protección de los recursos naturales que
sustentan la vida y los impactos generados en ellos pone en peligro la vida presente y
futura, hecho que afecta de manera más severa e inmediata, a quienes dependen
directamente del entorno para su supervivencia diaria y a poblaciones expuestas a
condiciones ambientales adversas sin preparación, recursos y capacidades para
hacerles frente39
.
Cuando disminuye el acceso al aire limpio, agua potable y saneamiento y, cuando las
formas de gestión de los desechos son inadecuadas, particularmente en medios
densamente poblados y urbanos, tiende a aumentar la vulnerabilidad. El incremento
sostenido de la vulnerabilidad ambiental, por ejemplo, en condiciones de merma de la
biodiversidad, degradación del suelo o de creciente escasez de agua puede fácilmente
poner en peligro la seguridad alimentaria de personas cuya subsistencia depende de
productos agrícolas, bosques y pastizales y del medio marino.
39 Organización Panamericana de la Salud, ¿Fue el 2005, el año de los desastres naturales?, OPS, 2006.
86
El vivir en un ambiente contaminado implica exponer la salud de las personas a
mayores riesgos. A medida que aumenta la escasez de recursos naturales, se van
limitando las alternativas de que disponen las comunidades, disminuyendo sus
aptitudes para desarrollar soluciones a fin de enfrentar situaciones de riesgo, así como
la resiliencia local frente a amenazas o su capacidad de recuperarse de un desastre.
Los factores ambientales pueden aumentar aún más la vulnerabilidad con el tiempo,
puesto que van creando nuevos e indeseables patrones de discordia social,
privaciones económicas que, eventualmente, provocarán la migración obligada de
comunidades completas.
La humanidad deberá afrontar todavía muchos riesgos (convertibles en desastres)
de origen supuestamente ecológico, en los años venideros:
El incremento de las radiaciones solares nocivas que alcanzan la superficie de la
Tierra, como consecuencia de la destrucción de la capa de ozono (la regresión de
una de las principales conquistas de la Vida en el planeta).
La alteración global del comportamiento de la biosfera, debida a la creciente
destrucción de las selvas tropicales.
La alteración de los ecosistemas por la pérdida de la diversidad genética.
La alteración de la temperatura (calentamiento global) de la superficie terrestre
por el “efecto invernadero”.
87
Las consecuencias del cambio climático y su incidencia en la periodicidad e
incremento de fenómenos naturales cono los huracanes, lluvias, ondas de calor, el
Fenómeno del Niño, etc.
El aumento de enfermedades degenerativas desencadenadas por “agentes
ambientales”.
El producto real de la desnaturalización de los procesos que sostienen la Vida.
Es necesario adquirir conciencia de que la vulnerabilidad ambiental no puede ser
solamente responsabilidad de un gobierno, ni siquiera del conjunto del Estado. El
problema de nuestra debilidad ante el desarrollo de la naturaleza y de la historia que
tiene sus raíces en nuestras estructuras materiales y mentales, y es por igual una
vulnerabilidad económica, política y social.
Ejemplos de los factores naturales-ambientales de la vulnerabilidad:
Deforestación producto de nuevos asentamientos, explotación maderera, agrícola
y pecuaria, fuentes de energía doméstica, etc.
Degradación ambiental por el uso de tecnología y productos contaminantes (uso y
manejo de químicos, agroquímicos, sustancias peligrosas, etc.).
Agotamiento de los recursos no renovables debidos a prácticas depredadoras de
extracción.
88
Pérdida de la biodiversidad y de la capa de ozono por transformaciones en los
ecosistemas y la generación de gases peligrosos.
Cambios en los ciclos y procesos naturales de la tierra como el incremento del
nivel del mar, de los huracanes, las lluvias y desertificación producto del
calentamiento global y los cambios generados en y por el clima.
Destrucción y debilitamientos de ecosistemas como playas, arrecifes, cuencas y
líneas costeras debido a prácticas nocivas.
Contaminación de las aguas, el aire y la tierra como por ejemplo a través de la
disposición y evacuación inadecuada de los desechos, uso de pesticidas,
plaguicidas y otros químicos.
Degradación y sobreexplotación del uso del suelo (asentamientos humanos,
prácticas agropecuarias y productivas, proyectos turísticos, áreas industriales
peligrosas, etc.).
Cambios geomorfológicos del curso de las fuentes de aguas de los ríos,
quebradas, esteros debidos a construcción de mega proyectos como represas,
carreteras, aeropuertos, etc.
Sedimentación de canales, ríos, esteros debido a la disposición de escombros y
desechos.
Inestabilidad de laderas, destrucción de riveras de los ríos y esteros debidos a la
deforestación e introducción de especies exógenas.
Migración y extinción de especies debidos a las transformaciones y cambios en
los ecosistemas.
89
Factores de origen físico-ambiental40
La vulnerabilidad física se refiere a la forma y a la calidad de cómo el medio
construido por los seres humanos y sus actividades de apoyo se relaciona con el
entorno natural y los ecosistemas, como por ejemplo, los centros urbanos, las
ciudades, los asentamientos humanos, la infraestructura, las líneas vitales de
funcionamiento, los servicios públicos y las condiciones estructurales de las
construcciones.
Tradicionalmente este concepto tiene una connotación material que proviene de las
corrientes de la ingeniería, la arquitectura y del urbanismo. Aunque el alcance de los
aspectos físicos de la vulnerabilidad se amplía en forma permanente, éstos todavía se
relacionan principalmente con consideraciones y susceptibilidades con respecto a las
debilidades del entorno construido frente a determinadas amenazas. Desde este
ámbito, la vulnerabilidad física puede describirse como “exposición y debilidad”, o
“estar en el lugar equivocado en el momento equivocado”. Puede determinarse por
aspectos tales como la densidad de la población, la distancia, la accesibilidad y
ubicación que se encuentran un asentamiento, un centro urbano o edificación; así
40
EIRD. Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en el Marco de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010. Pág. 23.
90
como aspectos relativos al diseño, la tecnología y los materiales que se utilizan para
construir la infraestructura vital, las viviendas, los edificios y las ciudades y el
mantenimiento y cuidado que se les da a los mismos.
Por ejemplo, la vulnerabilidad física frente a la amenaza sísmica se traduce, primero,
en la localización de la comunidad en cercanías a fallas geológicas activas y,
segundo, en la ausencia de estructuras sismo-resistentes y uso de materiales
apropiados en las edificaciones. Este tipo de vulnerabilidad puede entonces, reducirse
o mitigarse mediante medidas estructurales, o sea con técnicas constructivas y
diseños sismo-resistentes para edificios públicos y viviendas. El Programa de
Autoconstrucción que se promovió en el Cauca, Colombia, después del terremoto del
31 de Marzo de 1983, demostró que es perfectamente posible dotar de características
sismo-resistentes a las viviendas populares, construidas comunitariamente por sus
propietarios. El programa contribuyó, mediante inversiones módicas, a reducir la
vulnerabilidad física y ambiental de las comunidades participantes y, por “contagio”,
la de quienes, sin haber
participado en el programa, adoptaron los mismos criterios técnicos en la
construcción de sus viviendas.41
De las condiciones y seguridad con que creamos nuestro hábitat físico depende en
gran parte la calidad de vida y también la vulnerabilidad ambiental puesto que, por
ejemplo, un terremoto puede causar no sólo daños en las edificaciones: el mismo
41 Gustavo Wilches-Chaux, La Vulnerabilidad Global, Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina.
91
evento destructor puede romper presas, que a su vez, causan inundaciones y
destrucción de bosques, flora, fauna, y medios de subsistencia.
También puede dañar o destruir redes o líneas vitales de funcionamiento, ruptura de
tuberías de gas que ocasionan explosiones, incendios o accidentes en las carreteras,
etc.
Dependiendo de la vulnerabilidad de nuestro entorno una sola amenaza o evento
destructor, puede convertirse en una serie de amenazas o eventos concatenados
menores o mayores provocando pérdidas en el sector productivo, servicios,
transporte, vivienda, salud, ambiente, entre otros.
Ejemplos de los factores físico-ambientales de la vulnerabilidad:
Edificios y viviendas mal construidas o en mal estado.
Infraestructura como puentes, carreteras y represas inapropiadas o mal
construidas.
Falta o mala contención, mantenimiento y reforzamientos de laderas, muros,
viviendas, edificios o áreas peligrosas.
Ubicación de viviendas, asentamientos y centros urbanos en lugares y zonas de
peligros o de confluencia de amenazas.
Hacinamiento, carencia de viviendas y espacio adecuado para desarrollarse.
Urbanización sin control, reglamentación y oportunidades.
Uso de técnicas, diseños y materiales de construcción poco adaptados a las
características y a las necesidades de su uso.
92
Líneas vitales, desagües, drenajes, vías de evacuación, en mal estado o
inapropiadas.
Traslado y almacenamientos de sustancias peligrosas en condiciones de
inseguridad.
Ubicación de edificaciones y servicios estratégicos como hospitales, escuelas,
puertos, aeropuertos en lugares peligrosos.
Ubicación de fábricas, industrias o actividades peligrosas o contaminantes en la
cercanía de centros urbanos, escuelas, hospitales, fuentes de aguas, etc.
Disposición inapropiada de los centros de tratamientos de desechos.
Fig. N° 4 - La relación entre riesgo, territorio y desastres.42
42 Fuente: Manual – El riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. Desarrollo en
el Marco de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.2010.
Pág. 25.
VULNERABILIDADES
AMENAZAS
RIESGO DE
DESASTRES
TERRITORIO COMUNIDAD
FENÓMENO O
EVENTO
DESTRUCTOR
DESASTRE
93
2.2.4. Procesos de la gestión del riesgo de desastre43
.
A continuación los procesos que componen la gestión del riesgo de desastre.
Estimación del riesgo
Es un proceso esencial que permite identificar y valorar el riesgo, para tener una
visión integral de la exposición al mismo que pudiera tener un determinado grupo
social.
Esta visión se logra por medio de la interpretación de la información disponible y su
uso sistemático para identificar las amenazas, vulnerabilidades y capacidades, para
poder determinar la probabilidad de ocurrencia de eventos potencialmente adversos,
sean emergencias, desastres o catástrofes. Permite también estimar su posible impacto
y la magnitud de daños que se puedan ocasionar en un determinado territorio, al
suscitarse un evento adverso.
Propone un enfoque de gestión hacia múltiples amenazas o peligros y no solamente
hacia una única amenaza.
Apoyándose en la construcción de escenarios de riesgo, este proceso puede contribuir
a que la comunidad pueda determinar niveles aceptables de riesgo y definir las
prioridades de intervención para mitigarlos.
Prevención y reducción del riesgo
43 ULLOA, F. (2011), Manual de Gestión de Riesgos de Desastre para Comunicadores Sociales. Perú.
Pág.14
94
Contempla las acciones que se orientan a evitar la generación de nuevos riesgos
en la sociedad y a reducir las vulnerabilidades y riesgos existentes en el contexto
de la gestión del desarrollo sostenible.
Preparación, respuesta y rehabilitación
Son las acciones que se realizan con el fin de procurar una óptima respuesta de la
sociedad en caso de desastres, garantizando una adecuada y oportuna atención de
las personas afectadas, así como la rehabilitación de los servicios básicos
indispensables, permitiendo normalizar las actividades en la zona afectada por el
desastre.
Reconstrucción
Contempla las acciones que se realizan para establecer condiciones sostenibles de
desarrollo en las áreas afectadas, reduciendo el riesgo anterior al desastre y
asegurando la recuperación física, económica y social de las comunidades
afectadas.
2.2.5. Tipos de gestión para reducir el riesgo.44
Pueden darse tres tipos de gestión para reducir el riesgo:
1. La gestión correctiva, se refiere a la adopción de medidas y acciones de manera
anticipada para reducir las condiciones de riesgo ya existentes. Se aplica en base a
44
ULLOA, F. (2011). Manual de Gestión de Riesgos de Desastre para Comunicadores Sociales. Perú
Pág.15
95
los análisis de riesgos teniendo en cuenta la memoria histórica de los desastres,
buscando fundamentalmente revertir o cambiar los procesos que construyen los
riesgos.
2. La gestión prospectiva, implica adoptar medidas y acciones en la planificación del
desarrollo para evitar que se generen nuevas condiciones de riesgo. Se desarrolla
en función de riesgos “aún no existentes” y se concreta a través de regulaciones,
inversiones públicas o privadas, planes de ordenamiento territorial, etc.
3. La gestión reactiva, implica la preparación y la respuesta a emergencias, de tal
modo que los costos asociados a las emergencias sean menores, se presente un
cuadro de daños reducido y la resiliencia sea alta.
2.3. EVOLUCIÓN DE LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO.
2.3.1 Evolución del tema de reducción de riesgos en los últimos decenios.
Aunque aún persisten grandes vacíos en el entendimiento y aplicación del
conocimiento, no se puede negar una evolución positiva en los últimos decenios y
que el tema de reducción del riesgo de desastre ha adquirido relevancia a escala
mundial.
Diferentes momentos podemos identificar en este proceso:45
45 EIRD. 2009. Los Procesos de Globalización descentralización y desarrollo frente al impacto de los
desastres en el territorio. Programa Delnet OIT Pág. 69.
96
De la emergencia a la preparación, los años 1970. Un primer momento en el cual
se ha avanza y logra romper con la concepción histórica que las acciones ante
desastres están relacionadas únicamente con la emergencia y la ayuda
humanitaria. Poco a poco se ha ido entendiendo la necesidad de estar preparados
ante acontecimientos adversos y se han puesto en práctica acciones de
preparativos ante desastres que permiten a la comunidad y a las organizaciones
responsables, contar con planes para llevar adelante una respuesta organizada con
el fin de salvar vidas, proteger infraestructuras, enfrentar la emergencia y la
rehabilitación.
De los preparativos a la prevención, los años 1980. Un segundo momento en que
además de los preparativos, se comienza entender la necesidad de actuar antes de
que ocurra un desastre a través de acciones de prevención y mitigación para
reducir las vulnerabilidades ante el impacto de eventos potencialmente peligrosos.
Este proceso ha sido acompañado con acciones destinadas a la toma de conciencia
en la población, a la planificación física, así como a la protección de las
estructuras.
De la prevención a la reducción integral del riesgo de desastres, los años 1990
(DIRDN). Un tercer momento en que se comienza a entender que los desastres
son consecuencia de un proceso contínuo de acumulación del riesgo, relacionados
con factores de desarrollo y de incidencia humana. Se ha concebido como la
97
necesidad de actuar en todo el proceso del llamado “ciclo del desastre”; es decir:
antes, durante y después de una catástrofe y de incorporar la reducción del riesgo
como un eje transversal en proyectos de desarrollo.
El desarrollo local sostenible como factor esencial para la reducción del riesgo de
desastres, del año 2000 en adelante se puede diferenciar un cuarto momento que
está surgiendo a raíz del impacto de los desastres en las comunidades y del
proceso de toma de conciencia a escala global y local relacionado con la poca
sostenibilidad de los sistemas de desarrollo actuales y la relación de éstos, con la
generación del riesgo y de sociedades vulnerables.
Toma cada vez más fuerza la idea y el concepto que la reducción del riesgo de
desastresno sólo debe ser parte integral y transversal de los procesos de desarrollo, de
las inversiones, programas y proyectos, sino que es realmente el desarrollo local
sostenible el cual podrá evitar la construcción de sociedades vulnerables atacando las
raíces de los problemas que generan el riesgo y avanzar hacia un mundo más seguro.
Esta nueva visón ha sido ratificada a través del lanzamiento de la EIRD, en el Plan
de Implementación de Johannesburgo, la Declaración del Milenio y, sobre todo, en el
Marco de Acción de Hyogo.
98
2.3.2. Enfrentando Mitos.46
No es poco usual que ciertas creencias, interpretaciones, aseveraciones sin
fundamento, incluso peligrosas, incidan negativamente en la percepción del riesgo de
desastres y también en las medidas para reducirlos. Muchos mitos o concepciones
estigmatizadas son ampliamente difundidos no sólo por las personas que desconocen
el tema, sino también por investigadores, incluso expertos y por medios de
comunicación que tienden a fortalecer la visión fatalista y pesimista de que los
desastres no se pueden evitar o son consecuencia de factores que no están
relacionados con nuestras actividades, nuestras relaciones con el ambiente o con la
forma como construimos nuestras sociedades. Se ha llegado a plantear que “los
desastres” son un tema que sólo puede ser abordado por especialistas. En esta sección
trataremos de enfrentar algunos de estos mitos:
Mito 1: los desastres son naturales.47
Realidad: los desastres no son naturales, son sociales. En su dinámica de cambio
constante, la naturaleza se manifiesta con eventos que pueden significar una amenaza
para la población y sus bienes, si están expuestos a ésta. En este sentido, se ha dado
una simplificación del concepto de desastre, pues se ha utilizado como sinónimo del
46
EIRD. 2009. Los Procesos de Globalización descentralización y desarrollo frente al impacto de los
desastres en el territorio. Programa Delnet OIT Pág. 70.
47 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html
99
fenómeno natural, cuando en realidad intervienen diversos factores físicos, sociales,
políticos, económicos y ambientales.
Surge entonces la expresión educativa de que “los desastres No son naturales”,
acotando a esa responsabilidad social que tenemos en la construcción del riesgo. La
relación de la humanidad con la naturaleza es contradictoria y desequilibrada; las
actividades humanas mal planificadas y en ocasiones inescrupulosas, generan
desequilibrios peligrosos para la misma vida de las personas. Está constatado que los
seres humanos construimos los desastres, por eso podemos afirmar que es una
construcción social.
Mito 2: Las Epidemias Y Plagas Por Presencia De Cadáveres Son Inevitables
Después De Un Desastre Y Requieren Una Vacunación Masiva.48
Realidad: Las epidemias no surgen espontáneamente después de un desastre, y los
cadáveres no causarán brotes catastróficos de enfermedades exóticas. ni se requiere
vacunación masiva a la población afectada. la clave para prevenir las enfermedades es
mejorar las condiciones sanitarias y educar a la población. La idea de que las
epidemias de enfermedades transmisibles por cadáveres son inevitables y que se
requiere realizar vacunación masiva constituye un mito de los más comunes y
perdurables. Uno de los factores que más ha incidido en la permanencia del mito es el
manejo que realizan los medios de comunicación y políticos locales, que piden
campañas masivas de vacunación después de un desastre.
48 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html
100
Mito 3: cualquier ayuda en situaciones de desastre es mejor que nada.49
Realidad: El despliegue indiscriminado de donaciones o ayuda por parte de la
comunidad nacional, local o internacional a los afectados sin evaluación de
necesidades, genera una inadecuada gestión de los recursos. La ayuda humanitaria en
situaciones de desastre nacional, local o internacional, debe enmarcarse a partir de las
características y el impacto del evento, donde se evalúen las necesidades vs.
demandas que la sociedad requiera y el ambiente.
El ingreso masivo de donaciones no solicitadas puede llegar a exceder la capacidad
de recepción de los países. A menudo compiten por el uso de los medios de
transporte, los cuales a su vez, muchas veces son escasos, y las instalaciones de
almacenaje tienden a saturarse por suministros inapropiados.
Mito 4: después de un desastre todo regresa a la normalidad en pocas semanas.50
Realidad: Los efectos en las personas, la infraestructura y el ambiente duran mucho
tiempo: desde meses hasta años. la atención de la emergencia o desastre desde el
punto de vista operativo no significa que todo concluye, al contrario. los procesos de
rehabilitación y sobre todo reconstrucción, inician en su mayoría aislados a
programas de desarrollo.
49 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html 50 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html
101
Mito 5: el agua es un recurso inagotable y no amenaza a la población por sequias,
inundaciones o enfermedades hídricas.51
Realidad: el agua y/o recurso hídrico es agotable y que amenaza a la humanidad por
la carencia, contaminación y enfermedades hídricas en muchas zonas geográficas del
mundo. hoy el agua se convierte en el líquido más preciado y necesitado.
Mito 6: únicamente el personal y los servicios especializados pueden afrontar la
problemática de salud mental en torno a los desastres.52
Realidad: El apoyo en salud mental puede provenir de grupos no especializados como
la misma familia, grupos comunitarios, medios de comunicación social, personal de
salud, etc.
Mito 7: los hombres y mujeres resultan afectados por igual ante un desastre.53
Realidad: Los desastres afectan de manera diferenciada a mujeres y hombres. Las
condiciones de desigualdad de las mujeres respecto a los hombres en las estructuras
sociales patriarcales, les coloca en una posición de mayor vulnerabilidad y de
limitaciones en la reducción del riesgo. Estudios realizados en diversos contextos,
demuestran que la pobreza afecta más crudamente a las mujeres y sus hijos e hijas
menores de edad, generando una vulnerabilidad diferenciada en este segmento de
51 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html 52 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html 53 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html
102
población y una mayor afectación en una situación de desastre. Esta vulnerabilidad se
relaciona con su posición en el ámbito familiar y social, su participación en la toma
de decisiones y la posibilidad o imposibilidad de ejercer acciones con criterio propio.
En los desastres, las mujeres son más vulnerables porque tienen menor acceso a los
recursos, son víctimas de la división del trabajo según género; la mayoría de las veces
se encargan de cuidar a los niños y niñas, ancianos y ancianas, discapacitados y
discapacitadas. Esto significa que tienen más dificultades para ocuparse de labores
relacionadas con la administración de los recursos para la rehabilitación. También son
afectadas por el desempleo que sigue a la catástrofe, y sobrecargadas de
responsabilidades domésticas que las deja menos libres para buscar opciones de
supervivencia.
Mito 8: en los desastres las mujeres tienen un desempeño social reducido, por su
condición de víctimas.54
Realidad: las mujeres desempeñan un papel activo en diversas labores en la reducción
del riesgo y la atención de emergencias. no siempre son víctimas.
Mito 9: la prevención de los desastres es un gasto.55
54 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html 55 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html
103
Realidad: La prevención es una inversión en transformaciones que reducen el riesgo a
desastres y por tanto, los daños económicos, sociales y ambientales.
Mito 10: la mejor alternativa es ubicar a los afectados de los desastres en
campamentos.56
Realidad: Los campamentos deben ser la última alternativa para los damnificados.
Cuando ocurre un desastre de dimensiones complejas donde los efectos sobre las
personas, infraestructura y ambiente rompen con la seguridad, es necesaria la
movilización de las personas a lugares seguros.
Mito 11: la información que emiten los medios es incuestionable.57
Realidad: La información que emiten los medios es cuestionable en su origen,
circulación y percepción. La información es el insumo que utilizan los medios
informativos, de acuerdo a sus características como organización, donde intervienen
aspectos sociales, políticos y económicos. Es difícil generalizar cuando se habla de
ellos, pues sus dinámicas son variadas, dependiendo del origen, contexto y desarrollo
que hayan logrado.
Mito 12 : la responsabilidad de brindar la respuesta en la emergencia le corresponde
únicamente al gobierno o autoridades58
56 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html 57 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html
104
Realidad: En situaciones de emergencia o desastres todos los actores sociales tienen
la responsabilidad y/o juegan un rol en las acciones de respuesta que se realicen a
nivel familiar, comunal, local, regional o nacional. Cuando se da una emergencia o
desastre a nivel local o nacional, de inmediato la ciudadanía identifica la intervención
de los organismos de respuesta en su mayoría de carácter institucional, como los
responsables de salvaguardar la vida de humana.
Mito 13: los desastres son un castigo divino.59
Realidad: Los desastres son el resultado de un proceso histórico.
Los seres humanos desde la antigüedad, han procurado interpretar la realidad que los
circunda, buscando explicar los temas de mayor trascendencia, desde la religión y en
ella, por medio de la tradición y los mitos.
Romper estos mitos y la dependencia predisponen a una sociedad a ser menos
vulnerable y la motiva a buscar y desarrollar sus propios métodos, potenciando el uso
de sus propios recursos y capacidades.
58
http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html 59 http://www.cridlac.org/cd/cd_mitos/index.html
105
2.4. LA EVALUACIÓN DEL RIESGO.
Desde una perspectiva histórica, la humanidad siempre se ha involucrado en la
valoración del riesgo. No hay nada que conlleve cero riesgos, no es posible hacer algo
seguro al cien por cien. Desde la simple construcción de una vivienda hasta grandes
proyectos de infraestructura como aeropuertos, carreteras o represas necesitan
considerar los riesgos a los que están expuestos sus estructuras. Aun cuando algo
parezca completamente seguro, siempre existen probabilidades de accidentes,
incendios, explosiones, contaminación, inundaciones, lluvias torrenciales, sequias,
epidemias, etc…
El análisis del riesgo de desastres es una metodología para identificar y evaluar
posibles daños y pérdidas (humanas, medios de susbsistencia, empleos, entornos
físicos y ambientales) ante el impacto de un fenómeno peligroso- en un periodo de
tiempo y espacio determinado- que presenta ciertas condiciones de vulnerabilidad. Se
realiza a través del análisis y conocimiento del territorio, de amenazas y de las
vulnerabilidades.
La evaluación o análisis de riesgo de desastres busca brindar seguridad a la
población, sus bienes, medios de vida y ecosistemas a través del conocimiento de los
factores que lo originan con el fin de tomar y priorizar- en forma planificada y
concertada- decisiones y aplicar medidas destinadas a reducir los factores de
106
vulnerabilidad a través de acciones de prevención, mitigación, preparativos,
rehabilitación y reconstrucción post desastre.
La información que se obtiene a través del análisis del riesgo permite establecer
políticas y medidas de carácter imparcial, determinar los recursos necesarios y
desarrollar acciones pertinentes para reducir el riesgo de desastres.
2.4.1. Pasos del proceso de evaluación de riesgo.60
1. Conocimiento del territorio: análisis de los principales factores de desarrollo,
características de la realidad y de la historia y acontecimientos de desastres.
2. Análisis de las amenazas: identificación de la ubicación, naturaleza, intensidad,
características y probabilidad de que uno o varios eventos físicos puedan
transformarse en peligro/s para un territorio.
3. Análisis de la Vulnerabilidad: determinación de la existencia y el grado de
exposición y vulnerabilidad de una sociedad frente a esas amenazas.
4. Evaluación del Riesgo: estimación y valoración de daños y pérdidas potenciales
conforme a la realidad, las amenazas y las vulnerabilidades que existen en el
territorio, asi como identificación, priorización y diseño de alternativas destinadas
a su reducción integrando los enfoques de desarrollo.
60 EIRD. El Riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. 2010. Pág. 60.
107
2.4.2. Aspectos a considerar en la evaluación de riesgos61
.
Identificar y analizar las causas que generaron el riesgo, las raíces del problema y
las relaciones que puedan existir entre una o varias amenazas, la vulnerabilidad y
las capacidades.
Elaboración de mapas indicativos o escenarios de riesgo el cual nos permite
valorar, estimar, analizar y obtener una visión general sobre la situación y las
condiciones de riesgo en las cuales se encuentra un determinado territorio.
Cuantificar los daños esperados y las consecuencias que los desastres pueden
tener en la población, la economía local, los ecosistemas y la comunidad en su
conjunto.
Evaluar las capacidades, las fortalezas y los recursos que dispone el territorio en
función de la reducción del riesgo de desastre para buscar soluciones y valorar los
recursos y las capacidades que habrá que gestionar y fortalecer para llegar a
implementar las soluciones que se adopten.
Buscar soluciones realistas y alternativas adaptadas a la situación de cada
territorio en correspondencia con las capacidades, los recursos, las amenazas y las
vulnerabilidades existentes.
Análisis de costo y beneficio de las acciones de inversión considerando y
priorizando en primer lugar, la seguridad de las personas, los medios de vida, la
61 EIRD. El Riesgo de desastres: origen, evaluación, reducción y prevención. 2010. Pág. 61.
108
infraestructura básica, el ambiente natural, el patrimonio público, versus los
costos económicos.
Establecer prioridades y áreas de intervención (planes, programas y proyectos)
delimitar e identificar a la población, los medios de subsistencia, edificaciones y
los sitios críticos o lugares más amenazados y vulnerables para establecer
prioridades según el grado de riesgo y la importancia que estos tienen el el
desarrollo del territorio.
Elaborar propuestas, estrategias y acciones destinadas a reducir el riesgo de
desastres: medidas de prevención y mitigación, estrategias para la gestión y
consecución de recursos y fortalecimiento de capacidades, metodologías para la
incorporación de la reducción de riesgos en planes y políticas de desarrollo entre
otras.
2.5. REDUCCIÓN DE VULNERABILIDAD EN EL SECTOR
UNIVERSITARIO.
Los centros universitarios constituyen un espacio privilegiado para la construcción
cultural pero también forma parte de los escenarios donde ocurren los desastres.
Ambas situaciones constituyen retos indudables para la gestión de riesgo.
La calidad en la educación no puede alcanzarse si los valores y las actitudes no se
orientan a la protección de la vida. La equidad y los derechos, la responsabilidad
109
social, la cultura organizacional y la sostenibilidad del desarrollo, constituyen
sustentos necesarios para la reducción presente y futura de los riesgos de desastres.
Pero los centros universitarios también conviven con las situaciones de riesgo y, al
igual que el resto de la comunidad, sufre frecuentemente los embates de los desastres;
en por ello entonces como retos la reducción de la vulnerabilidad y el desarrollo de
capacidades para afrontar las emergencias y desastres.
En concordancia con la conceptualización del tema de riesgo y con la definición
propuesta por Lavell (2004) “el riesgo de desastre se entiende como la probabilidad
de daños y pérdidas futuras asociadas con el impacto de un evento físico externo
sobre una sociedad vulnerable, entendida esta como frágil, débil para recibir el
impacto y los efectos del evento y recuperarse de ellos”. El autor enuncia que tan
significativos son los llamados grandes desastres (como los daños producidos por el
Huracán Mitch en 1998), como aquellos que se producen año tras año en nuestros
países y que son denominados “pequeños o medianos desastres”, los cuales también
generan grandes pérdidas a nuestras economías centroamericanas, muchas veces no
contabilizadas por los estados e invisibilidades.
Retomando el concepto de riesgo de desastre, lo entendemos como la condición
latente que presagia o anuncia probables daños y pérdidas futuras que serán
enfrentadas con los recursos de las mismas localidades y poblaciones y sin mayores
110
apoyos externos. El riesgo deriva de la relación dinámica entre las llamadas amenazas
físicas y las vulnerabilidades que presenta una sociedad, una localidad.
En cuanto a las vulnerabilidades, representan características internas de los elementos
expuestos a las amenazas, es decir en la población, asentamientos, producción,
infraestructura, etc., que los hacen propensos de sufrir daño al ser impactados por
distintos eventos físicos. Las vulnerabilidades significan una falta de ‘resiliencia’ y
resistencia y, además, condiciones que dificultan la recuperación y reconstrucción
autónoma de los elementos afectados. Hablamos entonces de distintos tipos o niveles
de vulnerabilidad: económicos, sociales, organizacionales e institucionales,
educacionales y culturales, entre otros, que en un sistema de compleja interacción,
crean condiciones de lo que se ha dado en llamar, la “vulnerabilidad global” de un
elemento, unidad o estructura social particular (Wilches Chaux, 1993). En general, es
aceptado que las vulnerabilidades son específicas a distintos tipos de amenaza, lo que
significa que no existen vulnerabilidades generales, sino más bien vulnerabilidades
con referencia a amenazas o conjuntos de amenazas específicas.
Al hablar del riesgo, es necesario reconocer que las amenazas y las vulnerabilidades
están mutuamente condicionados y son interdependientes. Para poder hablar de una
amenaza y de su intensidad o magnitud, es necesario considerar, a la vez, los niveles
de vulnerabilidad existente, y viceversa.
111
2.5.1. Aspectos a fortalecer en el sector educativo para hacerlo menos
vulnerable (más fuerte) a los riesgos y desastres.62
Podríamos decir que existen dos dimensiones, las cuales debemos fortalecer para que
el sector educativo sea menos vulnerable frente a los riesgos y desastres. Estas son los
factores estructurales y no estructurales y que comentaremos a continuación:
a. Factores Estructurales
Los factores estructurales incluyen los inmuebles donde funciona la universidad, el
mobiliario y equipos con que está dotada y la calidad y periodicidad del
mantenimiento que se les otorga a unos y a otros. La seguridad de la edificación o
edificaciones en donde funciona la universidad depende de factores como:
Ubicación geográfica de la infraestructura física en donde haya el menor número
posible de amenazas de distinto origen, y que la comunidad y sus instituciones
estén en capacidad de manejar o gestionar adecuadamente los riesgos existentes
para evitar que se conviertan en desastres.
Que el centro universitario esté situado en un lugar que el respectivo Plan de
Ordenamiento Territorial determina como apto para esa actividad (en el caso de
que el Plan exista y se aplique).
62 ALPIZAR, M. (2009). Educación y Reducción de Riesgos y Desastres en Centroamérica: Gestión
del Riesgo. Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, (CECC/SICA). San José, Costa Rica.
Pág. 64
112
Que la estructura de la edificación o edificaciones haya sido diseñada y construida
teniendo en cuenta el tipo de dinámicas de origen natural, socio-natural o
antrópico a que va a estar sometida de manera permanente o esporádica. Así por
ejemplo:
En una zona sísmica, el diseño arquitectónico y la estructura de la universidad
deben cumplir las normas y requisitos que garantizan su carácter
sismorresistente.
El centro universitario no solamente debe estar en capacidad de aguantar sin
derrumbarse los efectos de un terremoto o de cualquier otro evento, sino que
el diseño debe contemplar rutas adecuadas para la evacuación, puertas que en
caso de emergencia se puedan abrir sin obstáculos, lugares de encuentro libres
de amenazas secundarias como caída de elementos de fachadas, postes y
cables eléctricos, entre otros.
El ideal, no siempre posible, es que las puertas de salida de una institución no
desemboquen directamente sobre vías de tráfico intenso.
En una zona sometida a huracanes y fuertes vientos de cualquier origen, el
diseño y la construcción, particularmente de los techos, tanques de agua,
avisos, antenas y otros elementos propios o anexos a la estructura, deben
permitirles resistir los efectos de este tipo de amenazas, o deben estar
instalados de manera tal que puedan ser removidos fácilmente y de manera
preventiva en caso de necesidad. En cualquier caso se debe evitar que algunos
113
elementos (como tejas de zinc o calaminas) se desprendan de la estructura y se
conviertan en amenazas letales.
En una zona vecina a un río o a otro cuerpo de agua, la edificación o
edificaciones en donde funciona la universidad, deben estar suficientemente
lejos de las zonas de inundación y, de encontrarse en zonas lacustres o
similares, deben ser lo suficientemente elevadas como para evitar que la
subida “normal” de las aguas se convierta en desastre.
En una zona donde llueva con frecuencia o esporádicamente, la
edificación debe poseer sistemas de desagüe y alcantarillado adecuados para
los máximos niveles de pluviosidad que se pueden esperar. Este factor
también debe tenerse en cuenta al momento de diseñar corredores, ventanas y
otros elementos arquitectónicos. No sobra repetirlo: el diseño debe ser
adecuado a las condiciones ambientales del lugar en donde va a estar ubicada
la universidad, no solamente frente a los eventos “excepcionales” que pueden
provocar un desastre, sino también frente a las dinámicas normales del medio.
En una zona que eventualmente pueda estar sometida a la caída de cenizas por
una erupción volcánica, los techos, terrazas, canales, desagües y similares del
edificio deben estar diseñados y construidos para resistir la carga adicional
que van a tener que soportar en ese caso. Así mismo, deben poseer
características que faciliten la rápida limpieza o remoción de esa carga.
En una zona de conflicto armado, cuando resulte imposible “aislar” al centro
universitario de los efectos del mismo, la estructura de la edificación (muros,
114
techos) debe ofrecerles la máxima seguridad posible a los integrantes de la
comunidad escolar y debe contemplar refugios que garanticen una especial
protección en caso de que el centro educativo llegue a quedar envuelto en un
fuego cruzado.
b. Factores no estructurales
Los factores no estructurales tienen relación directa con el enfoque que la institución
educativa tiene y aplica sobre el mundo, sobre los seres humanos (en especial sobre
sus propios estudiantes y docentes), sobre el proceso de enseñanza aprendizaje, sobre
las relaciones entre comunidad y escuela, y sobre sí misma. Este enfoque se concreta
en cómo se abordan los contenidos curriculares y en la metodología con la cual se
desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje, no solamente en la teoría, sino
especialmente en la práctica:
En el currículo incluir en los planes de estudio de todo el sistema educativo
nacional la temática para la reducción de riesgos y desastres, vinculada a la
educación ambiental, y no de manera fragmentada como contenidos aislados. No
sólo los contenidos y abordaje deben ser apropiados, sino también la corriente de
aprendizaje y pedagogía para su enseñanza. Acompañado de los contenidos y
metodología, se deben diseñar materiales didácticos apropiados para la enseñanza.
Integrar en los planes institucionales del centro universitario con los planes de
protección a emergencias o desastres.
115
Prever que en los preparativos del sector educación frente a emergencias y
desastres se definan acciones que garanticen la continuidad del proceso de
enseñanza y aprendizaje, a pesar de la ocurrencia de un evento de efectos
adversos.
Promover y facilitar la realización de simulaciones y simulacros en los centros
universitarios.
Docentes de todos los niveles deben contar con procesos de formación sobre los
contenidos, abordaje y metodologías para el tratamiento de la reducción de
riesgos y desastres.
Promover el desarrollo y aplicación de políticas orientadas a fortalecer la gestión
de la infraestructura física educativa para la reducción de su vulnerabilidad.
2.5.2. Planes Universitario de Reducción de Vulnerabilidad y Atención de
Emergencia.63
Un Plan universitario de reducción de vulnerabilidad y atención de emergencia podría
definirse como el resultado de un proceso de planificación de acciones, realizadas por
la comunidad universitaria para identificar los riesgos (y sus componentes) a los
cuales los centros educativos están expuestos, así como las acciones para su
reducción y/o eliminación. Este proceso debe sustentarse en la organización del
63
ALPIZAR, M. (2009). Educación y Reducción de Riesgos y Desastres en Centroamérica: Gestión
del Riesgo. Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, (CECC/SICA). San José, Costa Rica.
Pág. 66
116
personal docente y administrativo, las y los estudiantes. El objetivo final es lograr que
los miembros de la comunidad educativa sepan cómo prevenir, mitigar y responder a
su seguridad y la de su colectivo en una situación de emergencia. Paralelamente
conocer y actuar en pro de la reducción de sus vulnerabilidades frente a las amenazas
latentes en su territorio.
El Plan tiene como objetivo, tanto el relacionarse específicamente con el evento
concreto del desastre, como el de implementar iniciativas locales de desarrollo. En su
expresión más específica, el propósito del plan es salvar el mayor número posible de
vidas humanas y proteger los bienes materiales de la escuela en caso de desastre. A
nivel más amplio, su objetivo se relaciona con la formación de capacidades y la
promoción de mecanismos e instrumentos descentralizados, participativos y
sostenibles a fin de generar y fortalecer capacidades locales para identificar,
planificar y ejecutar proyectos relacionados al desarrollo de la comunidad.
Los principales componentes del Plan Universitario de reducción de vulnerabilidad y
atención de emergencia son:
Conocimiento de las amenazas de distinto origen (natural, socio natural o
antrópico) que en algún momento pueden afectar a la comunidad educativa.
Conocimiento de los factores de vulnerabilidad y de sostenibilidad que reducen o
fortalecen la capacidad de la comunidad universitaria para resistir sin
117
traumatismos los efectos de dichas amenazas, e identificación de acciones
necesarias y posibles para prevenir las amenazas y mitigar los factores de
vulnerabilidad.
Caracterización anticipada de los riesgos o efectos adversos que podría sufrir la
comunidad universitaria en caso de que efectivamente llegara a materializarse la
amenaza. (Riesgo = Amenaza x Vulnerabilidad).
Medidas de preparación para responder adecuadamente a una situación de
emergencia o desastre, en términos de reducir las pérdidas sobre bienes y vidas
humanas y facilitar la recuperación.
Identificación de los recursos con que cuenta la comunidad universitaria, para
responder adecuadamente en caso de emergencia o desastre.
Evaluación de la capacidad del centro universitario para apoyar a la comunidad
circundante en caso de desastre.
Directorio de personas responsables de las distintas actividades propias de la
gestión del riesgo en la comunidad universitaria, en el municipio y en la
provincia.
La elaboración, validación y actualización permanente de planes universitarios de
reducción de vulnerabilidad y atención de emergencia, para la gestión del riesgo es
una responsabilidad de las autoridades de todo centro universitario. El rector o rectora
118
se deben apoyar en Comités para la gestión del Riesgo, pero sin olvidar que la gestión
del riesgo constituye una función normal, propia e indelegable de su cargo.
En cada establecimiento educativo debe existir un Comité de Gestión de Riesgo,
conformado por regla general de la siguiente manera:
Que el comité exista y funcione, y que en lo posible cuente con los recursos
necesarios, es una responsabilidad indelegable y requiere voluntad política de los
directivos del centro.
El coordinador o la coordinadora del comité debe ser un o una persona entusiasta,
sin afán de protagonismo, con sentido pedagógico del liderazgo y con un
compromiso de vida con el tema. Es decir, que encuentre en la coordinación del
comité una oportunidad para avanzar en su proyecto de vida y en su realización
humana y profesional. Preferible, aunque no obligatoriamente, debe poseer
capacitación y experiencia como voluntario o voluntaria de algún organismo de
socorro (como protección civil o cruz roja), y mucho mejor aún si participa en
grupos o actividades ambientalistas, pues esto le permitirá entender y asumir la
gestión del riesgo como una herramienta de la gestión ambiental para el desarrollo
sostenible.
119
Cada Comité debe designar por lo menos una o un coordinador suplente, con un
perfil similar al de la o el principal, capaz de asumir la coordinación del comité y
de sus actividades en caso de ausencia de quien ejerza la coordinación principal.
Una de las principales funciones de la o el coordinador es estimular y fortalecer la
participación permanente y efectiva de sus colegas, los estudiantes, trabajadores
del centro, en fin, de toda la comunidad universitaria en el comité.
El Comité desarrolla sus objetivos a través de comisiones o grupos (brigadas)
conformados por administrativos, docentes y alumnos, que se encargan de temas
o responsabilidades específicas pero interrelacionadas entre sí.
Cada Comité determinará el número de comisiones o grupos (brigadas) que lo
conformarán, teniendo en cuenta que solamente deben existir aquellos elementos
necesarios para la elaboración del Plan, comisiones que realmente tengan
voluntad y capacidad de operar.
120
2.6. ESTRATEGIAS MUNDIALES PARA INCORPORAR LA
REDUCCIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES.
2.6.1. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio.64
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio constituyen un conjunto de indicadores
objetivos y una herramienta importante y práctica para la Gestión del Riesgo en
distintos niveles, en la medida en que el fin último de ésta, al igual que el reto del
desarrollo sostenible, no es simplemente reducir los desastres, sino incrementar la
seguridad humana, la calidad de la vida y, en últimas, las condiciones que hacen
posible la felicidad humana. Y, más ampliamente, la capacidad de cada territorio para
ofrecerle seguridad integral a sus habitantes y a los ecosistemas que lo conforman. Es
decir, lo que en este texto estamos denominando la seguridad territorial.
De hecho, en la región se están llevando a cabo distintas experiencias tendientes a
evaluar el desarrollo regional y local con base en esos objetivos, al igual que a aplicar
el índice de Desarrollo Humano a regiones específicas, lo cual permite, entre otras
ventajas, monitorear los avances o retrocesos de los procesos de desarrollo utilizando
indicadores que permitan comparar unas regiones con otras.
64 http://www.un.org/es/millenniumgoals/
121
Algunas de las estrategias y de las herramientas con las cuales es posible avanzar
hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, están consagradas en el
Marco de Acción de Hyogo. Una adecuada incorporación de la gestión del riesgo en
todos los procesos relacionados con el desarrollo, contribuirá a otorgarles
sostenibilidad a esos procesos, no solamente en términos temporales (permanencia en
el tiempo), sino también en términos de evitar que como subproductos no deseados
del desarrollo se generen nuevas amenazas y nuevos factores de vulnerabilidad.
El Informe de Naciones Unidas 2011 valora los progresos logrados a la fecha para
alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) e intenta cuantificar los
posibles beneficios que arrojaría su consecución de aquí al año 2015.
Metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 65
Meta 1: Reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre. 1,200 millones de
personas todavía viven con menos de $1 dólar al día. Sin embargo, 43 países, que
suman más del 60 por ciento de los habitantes del mundo, ya han logrado o están
en camino de lograr la meta de reducir a la mitad el hambre para el año 2015.
65 http://www.cinu.mx/minisitio/ODM8/los_8_objetivos_del_milenio/
122
Meta 2: Lograr la enseñanza primaria universal. 113 millones de niños no asisten
a la escuela, aun así, esta meta se encuentra al alcance. India, por ejemplo, tendrá
al 95 por ciento de sus niños en la escuela para el año 2005.
Meta 3: Dar autonomía a las mujeres y promover la equidad entre mujeres y
hombres. Dos terceras partes de los analfabetos del mundo son mujeres y 80 por
ciento de los refugiados son mujeres y niños. Desde la Cumbre de Microcréditos
del año 1997 se han hecho progresos para dar autonomía a las mujeres pobres,
casi 19 millones de mujeres pobre se han beneficiado tan sólo en el año 2000.
Meta 4: Reducir en dos terceras partes la mortalidad de niños menores de cinco
años. 11 millones de niños mueren todos los años, pero ese número está por
debajo de los 15 millones que morían en el año 1980.
Meta 5: Reducir en tres cuartas partes la mortalidad materna. En el mundo en
desarrollo, el riesgo de morir durante el parto es de uno por cada 48. Sin embargo,
ahora virtualmente todos los países tienen programas de maternidad segura y
están logrando progresos.
Meta 6: Combatir la propagación de enfermedades, sobre todo el VIH/SIDA y el
paludismo. Las enfermedades mortales han acabado con una generación de logros
del desarrollo. No obstante, países como Brasil, Senegal, Tailandia y Uganda han
demostrado que podemos detener al VIH.
123
Meta 7: Garantizar la sostenibilidad medioambiental. Más de mil millones de
personas todavía carecen de agua potable segura. Sin embargo, durante los años
noventa, casi mil millones de personas obtuvieron acceso al agua potable segura,
y otros tantos, a mejores condiciones de salud.
Meta 8: Establecer una asociación mundial para el desarrollo, con objetivos sobre
ayuda, comercio y alivio de la deuda. Demasiados países en desarrollo están
gastando más en el pago de la deuda que en servicios sociales. Sin embargo, los
nuevos compromisos de ayuda firmados tan sólo durante la primera mitad del año
2002 alcanzarán anualmente los $12 mil millones de dólares adicionales para el
año.
2.6.2. Marco de Acción de Hyogo
El Marco de Acción de Hyogo (MAH)66
es el instrumento más importante para la
implementación de la reducción del riesgo de desastres que adoptaron los Estados
miembros de las Naciones Unidas. Su objetivo general es aumentar la resiliencia de
las naciones y las comunidades ante los desastres al lograr, para el año 2015, una
reducción considerable de las pérdidas que ocasionan los desastres, tanto en términos
de vidas humanas como en cuanto a los bienes sociales, económicos y ambientales de
las comunidades y los países. El MAH ofrece cinco áreas prioritarias para la toma de
acciones, al igual que principios rectores y medios prácticos para aumentar la
66 http://www.preventionweb.net/files/1217_HFAbrochureSpanish.pdf
124
resiliencia de las comunidades vulnerables a los desastres, en el contexto del
desarrollo sostenible. Desde la adopción del MAH, diversos esfuerzos realizados en
los ámbitos mundial, regional, nacional y local han abordado la reducción del riesgo
de desastres de una forma más sistemática. Sin embargo, todavía queda mucho por
hacer.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha hecho un llamado a la
implementación del MAH y ha reafirmado la importancia del Sistema multisectorial
de la EIRD, al igual que de la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de
Desastres para apoyar y promover el Marco de Hyogo. Asimismo, la Asamblea
General ha instado a los Estados miembros a establecer plataformas nacionales
multisectoriales para coordinar la reducción del riesgo de desastre en los respectivos
países. También, diversos entes regionales han formulado estrategias a ese nivel para
la reducción del riesgo de desastres en la región andina, Centroamérica, El Caribe,
Asia, el Pacífico, África y Europa, de conformidad con el MAH. Más de 100
gobiernos ya han designado puntos oficiales de enlace para el seguimiento y la
implementación del MAH. Algunos han tomado acciones para movilizar el
compromiso político y para establecer centros de promoción de la cooperación
regional para la reducción del riesgo de desastres.
Prioridades del MAH para 2005-201567
:
67 http://www.unisdr.org/files/18197_provisionalspanishversionmidtermrev.pdf
125
1. Lograr que la reducción del riesgo de desastres sea una prioridad : Garantizar que
la reducción del riesgo de desastres (RRD) sea una prioridad nacional y local con
una sólida base institucional para su implementación.
Para salvar vidas y fuentes de sustento que las amenazas naturales ponen en
riesgo, es necesario un sólido compromiso en los ámbitos nacional y local. De la
misma forma en que actualmente se requiere de evaluaciones de impacto
ambiental y social, las amenazas naturales deben tomarse en cuenta en la toma de
decisiones de los sectores público y privado. Por lo tanto, los países deben
desarrollar o modificar políticas, leyes y marcos organizativos, al igual que
planes, programas y proyectos con el propósito de integrar la reducción del riesgo
de desastres. Los países también deben asignar los recursos suficientes para
brindar apoyo a estos esfuerzos y mantenerlos.
Esto incluye lo siguiente:
Crear plataformas nacionales multisectoriales y efectivas para orientar los
procesos de formulación de políticas y para coordinar las diversas actividades;
Integrar la reducción del riesgo de desastres a las políticas y la
planificación del desarrollo, tales como las Estrategias para la Reducción
de la Pobreza; y,
Garantizar la participación comunitaria, con el fin de que se satisfagan las
necesidades locales.
126
2. Conocer el riesgo y tomar medidas: Identificar, evaluar y observar de cerca los
riesgos de los desastres, y mejorar las alertas tempranas. Con el propósito de
reducir sus vulnerabilidades frente a las amenazas naturales, los países y las
comunidades deben conocer el riesgo que están enfrentando y tomar medidas con
base en tal conocimiento. Esta comprensión del riesgo requiere de inversión en las
capacidades científicas, técnicas e institucionales para observar, registrar,
investigar, analizar, predecir, modelar y elaborar mapas de las amenazas
naturales. También es necesario desarrollar y diseminar herramientas. En ese
sentido, la información estadística en tomo a los desastres, los mapas de riesgos y
los indicadores de vulnerabilidad y de riesgo son esenciales.
Más importante aún, los países necesitan utilizar este conocimiento para
desarrollar efectivos sistemas de alerta temprana, adaptados adecuadamente a las
circunstancias singulares de la gente que enfrenta los riesgos. Se ha aceptado
ampliamente que la alerta temprana es un componente vital de la reducción del
riesgo de desastres. Si los sistemas de alerta temprana son efectivos, se brinda
información a la población vulnerable sobre una amenaza y se ponen en marcha
los planes necesarios para tomar medidas, se podrán salvar miles de vidas.
3. Desarrollar una mayor comprensión y concientización: Utilizar el conocimiento,
la innovación y la educación para crear una cultura de seguridad y resiliencia a
todo nivel.
127
Los desastres pueden reducirse considerablemente sí la gente se mantiene
informada sobre las medidas que pueden tomar para reducir su vulnerabilidad y si
se sienten motivados, para actuar.
Las principales actividades dirigidas a desarrollar una mayor concientización
sobre la prevención de desastres incluyen las siguientes:
Brindar información relevante sobre el riesgo de desastres y medios de
protección, en particular para aquellos ciudadanos que habitan en zonas de
alto riesgo;
Fortalecer las redes y promover el diálogo y la cooperación entre los expertos
en desastres, los especialistas técnicos y científicos, los encargados de la
planificación y otros actores;
Incluir el tema de la reducción del riesgo de desastres en la educación formal
y no formal, al igual que en actividades de capacitación;
Desarrollar o fortalecer los programas de base para la gestión del riesgo de
desastres; y,
Trabajar conjuntamente con los medios de comunicación en actividades
dirigidas a la concientización sobre la reducción del riesgo de desastres.
128
4. Reducir el riesgo: Reducir los factores fundamentales del riesgo.
La vulnerabilidad frente a las amenazas naturales se incrementa de muchas
formas, por ejemplo:
Al ubicar a las comunidades en zonas propensas a estas amenazas, tales como
las planicies aluviales;
Al destruir los bosques y los humedales, con lo cual se daña la capacidad del
medio ambiente de hacerle frente a las amenazas; y,
Al no contar con mecanismos de seguridad social y financiera.
Los países pueden desarrollar su resiliencia ante los desastres al invertir en
medidas simples y muy bien conocidas para reducir el riesgo y la
vulnerabilidad.
Los desastres pueden reducirse al aplicar normas relevantes de construcción
para proteger infraestructuras vitales, tales como escuelas, hospitales y
hogares.
Los edificios vulnerables se pueden modernizar para lograr un nivel más alto
de seguridad. La protección de valiosos ecosistemas, tales como arrecifes de
coral y manglares, permite que los mismos actúen como barreras naturales a
las tormentas.
Las iniciativas efectivas en materia de seguros y microfinanzas pueden
contribuir a transferir el riesgo y ofrecer recursos adicionales.
129
5. Estar preparado(a) y listo(a) para actuar: Fortalecer la preparación en desastres
para una respuesta eficaz a todo nivel.
El hecho de estar preparados, que incluye realizar evaluaciones del riesgo antes de
invertir en el desarrollo a todo nivel de la sociedad, le permitirá a la gente ser más
resistente a las amenazas naturales. La preparación implica diferentes tipos de
actividades, entre las que se encuentran:
El desarrollo y puesta a prueba con frecuencia de los planes de contingencia;
El establecimiento de fondos de emergencia para brindarle apoyo a las
actividades de preparación, respuesta y recuperación;
El desarrollo de enfoques regionales coordinados para una efectiva respuesta
ante un desastre; y,
Un diálogo continúo entre las agencias encargadas de las actividades de
respuesta, los responsables de la planificación y los gestores de políticas, y las
organizaciones de desarrollo.
Asimismo, los ejercicios frecuentes de preparación en desastres, incluyendo
los simulacros de evacuación, también son esenciales para garantizar una
rápida y eficaz respuesta ante los desastres.
La organización y los planes efectivos de preparación también ayudan a
hacerle frente a muchos de los desastres de pequeña y mediana magnitud, los
cuales se producen reiteradamente en muchas comunidades. Las amenazas
130
naturales no pueden prevenirse, pero sí es posible disminuir su impacto al
reducir la vulnerabilidad de la gente y de sus fuentes de sustento.
2.6.3. El Decenio de Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo
Sustentable (EDS) 2005-2014.68
El Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible
(EDS) es una empresa compleja y de gran alcance. Las implicaciones ambientales,
sociales y económicas son enormes y tocan muchos aspectos de la vida a la población
mundial. El objetivo global del EDS es integrar los principios, valores y prácticas del
desarrollo sostenible en todos los aspectos de la educación y la enseñanza. Este
esfuerzo educativo fomentará cambios en el comportamiento que crearan un futuro
más sostenible en términos de integridad ambiental, viabilidad económica y una
sociedad justa para las generaciones presentes y futuras.
El principal objetivo del EDS es integrar los valores inherentes al desarrollo
sostenible en todos los aspectos de la enseñanza para fomentar cambios en el
comportamiento que faciliten la consecución de una sociedad más sostenible y justa
para todos.
68 http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001486/148654so.pdf
131
El objetivo primordial del Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible se
expuso en la Resolución 59/237 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en
la que esta última “Alienta a los gobiernos a que consideren la posibilidad de incluir
(...) medidas para aplicar el Decenio en sus respectivos sistemas y estrategias
educacionales y, cuando proceda, en sus planes nacionales de desarrollo”. Asimismo,
la Asamblea General “Invita a los gobiernos a que promuevan la concienciación de la
opinión pública y una mayor participación en el Decenio, entre otras cosas, mediante
la cooperación y las iniciativas en que participen la sociedad civil y otras partes
interesadas, especialmente al principio del Decenio”.
2.7. PANAMA EN LA GESTIÓN DE RIESGOS A DESATRES EN EL
SECTOR EDUCATIVO.
2.7.1. Política Nacional de Gestión Integral de Riesgo (PNGIRD)
En Panamá, el 12 de enero de 2011 se aprobó la Política Nacional de Gestión Integral
de Riesgo (PNGIRD)69
, a través del Decreto Número 1101. La PNGIRD se elaboró
bajo la coordinación del Sistema Nacional de Protección Civil, SINAPROC, y contó
con la participación de diferentes sectores y entidades.
69
Anexo N° 03: Gaceta Oficial Panamá 12 de enero 2011.Política Nacional de Gestión Integral de Riesgo (PNGIRD)-Decreto
Ejecutivo N°1101.
132
Con este paso, Panamá concreta a nivel nacional la adopción de la Política
Centroamericana de Gestión Integrada del Riesgo (PCGIR), que fuera aprobada en la
XXXV Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de los países del SICA,
en junio de 2010, en la ciudad de Panamá. Los lineamientos de la orientación y una
referencia fundamental para la formulación de este documento de Política.
La elaboración de la Política Nacional de Gestión Integrada de Riesgos surge de la
necesidad y el compromiso de la República de Panamá de contar con un marco guía
que oriente las acciones y las decisiones políticas desde una perspectiva integral de
reducción del riesgo a desastres, como componente indispensable del desarrollo
estratégico sostenible del país, y bajo las premisas de una participación sin exclusión
de género, el empoderamiento social, la acción intersectorial y la interculturalidad.
Asimismo, se sustenta en una serie de compromisos adoptados por Panamá a nivel
internacional y regional, que han servido de base para la formulación de este
documento.
Esta Política complementará el desarrollo nacional, insertando procesos de
coordinación y promoción interinstitucional que contribuyan a la intensificación y
aumento en la calidad de la de gestión integral del riesgo en Panamá, proporciona una
serie de orientaciones para desarrollar un proceso sostenido de reducción del riesgo
de desastres como parte integral de la planificación del desarrollo sostenible del país.
133
Incluye lineamientos, compromisos, acciones generales de corto y mediano plazo
para guiar la agenda nacional de reducción de riesgos del país. Establece los alcances
que permiten delimitarla y garantizar que se aborde adecuadamente la gestión del
riesgo como tema y la integralidad como característica.
Con la implementación de esta política Panamá avanza en la planificación del
desarrollo incorporando en forma efectiva acciones participativas a todo nivel de
gestión del riesgo como contribución al mejoramiento de la calidad de vida de las
personas de manera individual y colectiva, poniendo énfasis en las necesidades y
participación de las comunidades más vulnerables y en el fortalecimiento de sus
capacidades de autogestión y desarrollo.
2.7.2. Declaración de Panamá sobre la Reducción del Riesgo de Desastres en el
Sector Educativo de América Latina y el Caribe.
La “Declaración de Panamá sobre la reducción del riesgo de desastres en el Sector
Educativo de América Latina y el Caribe”70
se firmó el marco de la Conferencia
Regional de Reducción de Riesgo de Desastres en el Sector Educativo, celebrada en
la ciudad de Panamá del 12 al 14 de octubre de 2011. Por medio de la misma, las
autoridades educativas se comprometen a impulsar acciones para la reducción de
70
Anexo N° 04 : Declaración de Panamá sobre la reducción del riesgo de desastres en el Sector Educativo de América Latina y
el Caribe
134
riesgos en el sector educativo y garantizar el derecho a la educación en situaciones de
emergencia y desastres.
Esta declaración fue firmada por los Ministros de Educación de: Belice, Ecuador,
Venezuela y Guatemala y los delegados de los Ministros de Educación de :
Argentina, Costa Rica, Colombia, Cuba, Chile, El Salvador, Honduras, México,
Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, St. Kitts & Nevis, y St. Vincent &
The Grenadines y como testigos de honor firmaron los representantes de las oficinas
regionales de UNICEF, UNISDR, Plan Internacional, UNESCO, Save the Children,
RET, Visión Mundial, OFDA / USAID.
136
Con la finalidad de recopilar la información necesaria en torno a la evaluación de la
gestión a los desastres en los procesos administrativos en la educación universitaria
superior, se han desarrollado los siguientes acápites:
3.1. TIPO DE INVESTIGACION
La investigación que desarrollamos es descriptiva y correlacional ya que se describe
a las características de los participantes del estudio y se establecen correlaciones
entre variables.
Esta investigación nos proporcionará la información necesaria para que una vez
analizada presentemos una propuesta que contribuya a la reducción de las
vulnerabilidades existentes en los procesos administrativos de la educación
universitaria superior.
3.2. MÉTODO
El método utilizado para calcular la confiabilidad de ésta investigación fue el
Test-retest.
A fin de determinar la confiabilidad de éste método, se efectuó una prueba piloto con
20 colaboradores administrativos de la Universidad Santa María La Antigua
(USMA), la primera aplicación del instrumento fue el día 5 de Junio de 2013 y una
137
segunda aplicación cuatro semanas después; esta segunda aplicación se realizó en
condiciones similares a la primera, es decir a un mismo grupo de personas.
Para calcular la correlación entre ambas aplicaciones se aplicó el coeficiente de
Pearson dando como resultado un 95% de correlación.
El coeficiente de correlación de Pearson se simboliza con la letra Px,y siendo la
siguiente expresión que nos permite calcularlo:
3.3. FUENTES DE INFORMACIÓN
A continuación se describen las fuentes de información que se utilizaron en esta
investigación para recopilar la información que fue analizada.
3.3.1. Fuentes Primarias
En esta investigación se utilizó como fuente de datos primarios un cuestionario
sencillo, en donde el encuestado pueda responder “SI” o “NO” a las preguntas
referentes al tema de gestión de riesgo a los desastres. También se realizó una
evaluación de las vulnerabilidades presentes en la instalación universitaria, como
posible desencadenadora de una emergencia y/o al momento de evacuar la instalación
que límite o retrase ese procedimiento.
138
3.3.2. Fuentes Secundarias
Indagamos en fuentes de datos secundarios localizadas en libros, revistas, manuales
de autores internacionales. Todos estos documentos fueron localizados en la web a
través de páginas de organismos internacionales y ONGs, que manejan el tema
desde hace ya varios años.
3.4. HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN
Hipótesis Nula (H0) = La evaluación de la gestión de riesgos a los desastres no es
conocida en los procesos administrativos de la educación universitaria superior.
Hipótesis (H1) = La evaluación de la gestión de riesgos a los desastres es
conocida en los procesos administrativos de la educación universitaria superior.
3.5. VARIABLES
A continuación se definirán conceptualmente y operacionalmente las variables
dependientes e independientes de ésta investigación.
3.5.1. Definición Conceptual de Variables
Variables Independientes (VI)
139
Evaluación:
La evaluación es una forma de investigación social aplicada, sistemática,
planificada y dirigida; encaminada a identificar, obtener y proporcionar de manera
válida y fiable, datos e información suficiente y relevante en que apoyar un juicio
acerca del mérito y el valor de los diferentes componentes de un programa (tanto
en la fase de diagnóstico, programación o ejecución), o de un conjunto de
actividades específicas que se realizan, han realizado o realizarán, con el
propósito de producir efectos y resultados concretos; comprobando la extensión y
el grado en que dichos logros se han dado, de forma tal, que sirva de base o guía
para una toma de decisiones racional e inteligente entre cursos de acción, o para
solucionar problemas y promover el conocimiento y la comprensión de los
factores asociados al éxito o al fracaso de sus resultados. (Ander Egg, 2000).71
La Gestión de Riesgos:72
El proceso sistemático de utilizar directrices administrativas, organizaciones,
destrezas y capacidades operativas para ejecutar políticas y fortalecer las
capacidades de afrontamiento, con el fin de reducir el impacto adverso de las
amenazas naturales y la posibilidad de que ocurra un desastre.
71 Cano Ana, 2005. Elementos para una Definición de Evaluación. Pág.2
http://www.ulpgc.es/hege/almacen/download/38/38196/tema_5_elementos_para_una_definicion_de_evaluacion.pdf 72 ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES DE LAS NACIONES UNIDAS. (2009).
Terminología de Gestión de Riesgo a Desastres. Ginebra Suiza Pág. 19.
http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
140
Evaluación del Riesgo:73
Una metodología para determinar la naturaleza y el grado de riesgo a través del
análisis de posibles amenazas y la evaluación de las condiciones existentes de
vulnerabilidad que conjuntamente podrían dañar potencialmente a la población, la
propiedad, los servicios y los medios de sustento expuestos, al igual que el
entorno del cual dependen.
Desastres:74
Una seria interrupción en el funcionamiento de una comunidad o sociedad que
ocasiona una gran cantidad de muertes al igual que pérdidas e impactos
materiales, económicos y ambientales que exceden la capacidad de la comunidad
o la sociedad afectada para hacer frente a la situación mediante el uso de sus
propios recursos.
Variable Dependiente (VD):
Los procesos administrativos:75
Se denomina proceso administrativo al conjunto de funciones y actividades que se
desarrollan en la organización, orientadas al logro de los fines y objetivos.
73 ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES DE LAS NACIONES UNIDAS. (2009).
Terminología de Gestión de Riesgo a Desastres. Ginebra Suiza Pág. 16.
http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf 74
ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES DE LAS NACIONES UNIDAS. (2009).
Terminología de Gestión de Riesgo a Desastres. Ginebra Suiza Pág. 13.
http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf 75
Buenas Tareas: http://www.buenastareas.com/ensayos/Proceso-Administrativo/667018.html
141
Educación universitaria superior:76
Educación superior: Proceso de educación permanente que se realiza una vez
terminada la educación media, y que abarca las modalidades de educación
superior universitaria y educación superior no universitaria y postmedia.
Universidad: institución de educación superior creada mediante ley y autorizada
mediante decreto ejecutivo, que tiene como misión generar, difundir y aplicar
conocimientos por medio de la docencia, la investigación la extensión y la
producción, así como formar profesionales idóneos, emprendedores e innovadores
y ciudadanos comprometidos con la identidad nacional y el desarrollo humano
sostenible del país.
3.5.2. Definición Operacional de Variables
Cuadro N° 2 : Definición Operacional de las Variables
Variables Indicadores
VI: La
evaluación de la
gestión de riesgos
a los desastres
Evaluación: respuestas afirmativas y/o negativas sobre las
preguntas.
Procesos que componen la gestión del riesgo de desastre.
Estimación del riesgo
Prevención y reducción del riesgo
Preparación, respuesta y rehabilitación
Reconstrucción
76 Ley 30 del 20 de julio 2006 gaceta oficial
http://www.asamblea.gob.pa/legispan/PDF_NORMAS/2000/2006/2006_548_1788.pdf
142
VD: Los procesos
administrativos
de la educación
universitaria
superior
Se evaluaron en los siguientes procesos:
Acreditación y evaluación
Tecnología
Servicios Generales y Compras
Recursos Humanos
Vice rectoría
Ingeniera y Arquitectura
Maestrías y Postgrados
Archivos
Registro y Control
3.6. POBLACION Y MUESTRA
A continuación se presentan la población y la muestra de esta investigación:
3.6.1 Población
Población: es el conjunto total de individuos, objetos o medidas que poseen algunas
características comunes observables en un lugar y en un momento determinado.
Para el desarrollo de la presente investigación hemos considerado como elemento de
la población, dos universidades una oficial y otra particular ubicadas en el área
metropolitana de Panamá.
El Centro Universitario oficial investigado es la Universidad Especializada de las
Américas (Edificio 806) que alberga cincuenta (50) personal administrativo y el
centro universitario particular, la Universidad el Istmo (Sede Principal) que alberga a
143
cincuenta y cuatro (53) personal administrativo, dándonos una población total de
ciento cuatro (103) personal administrativo de ambas universidades.
3.6.2. Muestra.
Subconjunto de la población o colectivo que se investiga. Debe ser representativa del
conjunto de la población.
Al calcular la muestra se utilizó una fórmula para poblaciones finitas; en este caso es
finita porque conocemos la cantidad de personal administrativo que labora en ambos
centros universitarios
Los parámetros son:
N= 103 (N = Total de la población)
Za2 = 1,96 (si la seguridad es de 95%)
p = proporción esperada (en este caso 50% = 0,5)
q = 1 – p (en este caso 1 – 0,5 = 0,5)
d = precisión (en este caso se desea 5%)
La fórmula para población finita es77
:
n = N * Za2 p * q / d2 *(N – 1) + Za2 * p * q
Se remplazan los datos:
n = (103) * (1.96)2 (.5) * (.5) / (.05)2 *(103 – 1) + (1.96)2 * (.5) * (.5) = 82
La muestra fue de: 82 personal administrativo 40 de la UDI (Sede Principal) y 42
de la UDELAS (Edificio 806).
77 Calculadora de Muestras: http://www.netquest.com/panel_netquest/calculadora_muestras.php
144
3.7. CRITERIOS DE INCLUSIÓN
Universidades oficiales y particulares que de alguna forma hayan introducido el
tema de gestión de riesgo a los desastres en algunos de sus procesos.
Personal administrativo que labora de manera permanente en ambas
universidades.
Sedes universitarias ubicadas dentro del área metropolitana.
3.8. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN
Docentes universitarios y estudiantes.
Autoridades administrativas de nivel jerárquico superior.
Personal en horario nocturno.
3.9. INSTRUMENTACIÓN
Los instrumentos de una investigación son los dispositivos que nos ayudan a recoger
una información a realizar las mediciones sobre el aspecto investigado.
En este estudio se dispuso de una encuesta, que se le realizaron los ajustes necesarios
para que respondiera los criterios de validez y confiabilidad.
Además se realizó una evaluación de las vulnerabilidades en las instalaciones
universitarias.
145
Estos instrumentos sintetizan en sí, toda la labor previa de investigación: resume los
aportes del marco teórico al seleccionar datos que corresponden a los indicadores y,
por lo tanto, a las variables o conceptos utilizados; pero también expresa todo lo que
tiene de específicamente empírico nuestro objeto de estudio pues resume, a través de
las técnicas de recolección, el diseño concreto seleccionado para el trabajo.
3.9.1. Descripción del Cuestionario
El diseño del cuestionario fue diseñado, para que la persona encuestada no se
confunda al momento de llenarlo, que pueda responder con mucha facilidad y
precisión las preguntas que allí se le formulan.
3.9.2. Formato de Encuesta
En el formato de la encuesta primero aparece el encabezado: el nombre de la
universidad y título de la encuesta. Se hizo una pequeña introducción del tema, se
plantea el objetivo de la encuesta e indicativos de cómo llenarla.
Se le proporcionará un espacio de tiempo al encuetado para responder todas las
preguntas allí plasmadas.
El cuestionario consta de trece (13) preguntas. Dos datos socio -demográficos y once
preguntas donde se valorará el nivel de conocimiento o manejo al tema de gestión de
riego a los desastres, del personal administrativo de ambas universidades (Ver Anexo
N° 1).
146
3.9.3. Importancia y Fines de la Encuesta
La importancia de la aplicación de este tipo de encuesta, está en el poder evaluar el
nivel de conocimiento sobre la gestión de riesgos a los desastres, del personal
administrativo de las universidades bajo estudio.
En este estudio no solo se aplicarán encuestas, además se realizará una evaluación de
riesgo, que nos permitirá ver a groso modo, las vulnerabilidades latentes en la
UDELAS y en la UDI.
Por ende, el fin de ambos instrumentos, es el poder brindar una propuesta que
encamine a las autoridades de ambas universidades, a incorporar el tema de riesgo a
los desastres, de forma permanente a los procesos administrativos.
3.9.4. Aplicación del Instrumento
Antes de aplicar el cuestionario, se realizó una prueba piloto que involucró a veinte
personas de la USMA, quienes presentaban similares características a las que serían
encuestadas en la UDELAS y la UDI, lo cual nos orientó como debería ser el proceso
al momento de la aplicación del instrumento.
3.9.5. Cuestionario Final
Después de haber realizado una prueba piloto, utilizando el método apropiado y
hecho los ajustes al instrumento, de manera que le brindara confiabilidad a nuestra
investigación, procedimos a aplicar la encuesta a la totalidad de 82 sujetos (40 = UDI
y 42= UDELAS) quienes integraban la muestra del estudio.
147
3.9.6. Tabulación
Los datos generados por las encuestas, se tabularon con el programa SPSS, quien
suministró las tablas y gráficos.
3.9.7. Procedimiento de la Investigación
Durante el desarrollo de la presente investigación se han realizado una serie de pasos
o procesos que a continuación se detallan:
Revisión Bibliográfica: se hizo una profunda revisión de la bibliografía
existente. La mayoría fue encontrada a través de la web, en las páginas de
organismos internacionales especialistas en el tema.
Elaboración del proyecto de investigación: este documento fue redactado a
partir de los libros, manuales, estudios; todos citados en la bibliografía.
Evaluación de asesores expertos en Metodología de Investigación, quienes
realizaron las recomendaciones y ajustes necesarios al documento.
Visita a las personas encargadas de llevar el tema, se realizaron pláticas con
las personas encargadas del tema en ambas universidades.
Diseño de instrumentos de investigación: Se redactó una encuesta de trece
(13) preguntas que guían al encuestado a responder de forma reflexiva las
preguntas presentadas.
148
Validación de los instrumentos: se realizó una prueba piloto aplicando la
encuesta a veinte (20) sujetos (personal administrativo) de la Universidad
Santa María La Antigua, para establecer la confiabilidad del instrumento.
Aplicación de los instrumentos: se aplicó la encuesta al personal
administrativo de la Universidad Especializada de la Américas y al personal
administrativo de la Universidad del Istmo; además se realizó una evaluación
de vulnerabilidades en ambos centros universitarios.
Organización y Tabulación de la información: después de tener llenar las
encuestas, se organizaron e introdujeron a la base de datos creada, en el
programa SPSS y se procedió a tabular la información.
Análisis de la Información: el programa SPSS fue utilizado para el análisis de
la información. Este análisis fue consultado con un experto en estadística.
Elaboración del Informe preliminar: una vez analizada la información, se
redactó un informe preliminar con sus respectivas conclusiones y
recomendaciones después de evaluar de la gestión de riesgos a los desastres
en los procesos administrativos en la educación universitaria superior.
Entrega el borrador del documento: se le entregó a los asesores de la tesis un
borrador para que le realicen las observaciones necesarias, antes que se
solicite la fecha, para la sustentación final de la investigación.
Sustentación del Trabajo: se realizó en la fecha y hora programadas por la
Universidad, se sustentó los resultados de éste trabajo de investigación y la
149
propuesta ante un jurado evaluador, con objeto de conseguir su aprobación y
consecuente grado de Doctor en Administración de Negocios.
Revisión y Ajuste: Una vez recibido los comentarios del Jurado Evaluador, se
procede a realizar los ajustes indicados para lograr un trabajo de investigación
que satisfaga los estándares de calidad requeridos por la Universidad.
151
4.1 ANÁLISIS DE DATOS SOCIO-DEMOGRÁFICOS
A continuación se realiza un análisis de los datos socio-demográficos recopilados por
medio de la encuesta realizada al personal administrativo de dos universidades, una
oficial (UDELAS) y otra particular (UDI), ambas ubicadas en la Ciudad de Panamá.
4.1.1 Sexo del encuestado:
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
CUADRO N° 1: SEXO DEL ENCUESTADO
Universidad
Total UDELAS UDI
Femenino Cantidad 23 30 53
Porcentaje 28.0% 36.6% 64.6%
Masculino Cantidad 19 10 29
Porcentaje 23.2% 12.2% 35.4%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8 100%
0
5
10
15
20
25
30
Femenino Masculino
23
28.0 %
19
23.2%
30
36.6%
10
12.2%
Sexo
GRÁFICA N° 1: SEXO DEL ENCUESTADO
UDELAS UDI
152
El Cuadro N° 1 y la Gráfica N° 1 revelan que el 64.6 % de los encuestados de ambas
universidades, son de sexo femenino (53 de los 82 encuestados) y el 35.4 %
pertenecen al sexo masculino (29 de los 82 encuestados).
4.1.2 Edad del encuestado:
CUADRO N° 2: EDAD DEL ENCUESTADO
Universidad
Total UDELAS UDI
18-29
Cantidad 8 16 24
Porcentaje 9.8% 19.5% 29.3%
30-41
Cantidad 13 14 27
Porcentaje 15.9% 17.1% 32.9%
42-53
Cantidad 8 9 17
Porcentaje 9.8% 11.0% 20.7%
+ de 54
Cantidad 13 1 14
Porcentaje 15.9% 1.2% 17.1%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
-
2
4
6
8
10
12
14
16
18-29 30-41 42-53 más de 54
8
9.8%
13
15.9%
8
9.8%
13
15.9%
16
19.5% 14
17.1%
9
11.0%
1
1.2%
GRÁFICA N° 2: EDAD
UDELAS UDI
153
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
La distribución entre los grupos de edad descritos en el Cuadro N° 2 y la Gráfica N° 2
presentados es homogénea. Se destaca que el 29.3%, corresponde al grupo entre 18 y
29 años; el 32.9% de los encuestados tiene entre 30 y 41 años; el 20.7% tienen entre
42 y 53 años de edad; mientras 17.1 % restante tienen más de 54 años.
4.2. ANÁLISIS DEL TEMA DE GESTIÓN DE RIESGO A LOS DESASTRES.
A continuación se analizan las encuestas aplicadas al personal administrativo de la
Universidad Especializada de las Américas y de la Universidad del Istmo, con sedes
en la Ciudad de Panamá; identificaremos cual es el nivel de conocimiento de la
Gestión de Riesgo a Desastres, objeto de ésta investigación.
4.2.1. Comité de Gestión de Riesgo a los Desastres (GdRD)
CUADRO N° 3: COMITÉ DE GdRD
Universidad
Total UDELAS UDI
Conoce usted si existe
un Comité Gestión de
Riesgo o algún
equivalente?
SI
Cantidad 28 6 34
Porcentaje 34.1% 7.3% 41.5%
NO
Cantidad 14 34 48
Porcentaje 17.1% 41.5% 58.5%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 4.8% 100.0%
0
5
10
15
20
25
30
35
SI NO
28
34.1%
14
17.1%
6
7.3 %
34
41.5%
GRÁFICA N° 3: Comité de GdRD
UDELAS UDI
154
0
5
10
15
20
25
30
35
SI NO
25
30.5%
17
20.7%
9
11.0 %
31
37.8%
GRÁFICA N° 4 : PLAN DE EMERGENCIA
UDELAS UDI
El Cuadro N° 3 y la Gráfica N° 3 revelan que el personal administrativo de la UDELAS y de
la UDI, un 41.5 % conocen de la presencia de un Comité Gestión de Riesgo o algún
equivalente, mientras que un 58.5% no saben si existe un Comité Gestión de Riesgo o algún
equivalente.
4.2.2. Plan de Emergencias.
CUADRO N° 4: PLAN DE EMERGENCIA
Universidad
Total UDELAS UDI
Sabe usted si existe
un Plan de
Emergencias?
SI
Cantidad 25 9 34
Porcentaje 30.5% 11.0% 41.5%
NO
Cantidad 17 31 48
Porcentaje 20.7% 37.8% 58.5%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
155
0
5
10
15
20
25
30
35
40
SI NO
9
11.0%
33
40.2%
4
4.9 %
36
43.9%
GRÁFICA N° 5: CONTENIDO DEL PLAN
DE EMERGENCIA
UDELAS UDI
El Cuadro N° 4 y la Gráfica N° 4 revelan que el personal administrativo de la
UDELAS y de la UDI, un 41.5 % saben que existe un Plan de Emergencia, mientras
que un 58.5% no saben si existe un Plan de Emergencia.
4.2.3. Contenido del Plan de Emergencia.
CUADRO N° 5:
CONTENIDO DEL PLAN DE EMERGENCIA
Universidad
Total UDELAS UDI
Conoce usted el
contenido del Plan de
Emergencia?
SI
Cantidad 9 4 13
Porcentaje 11.0% 4.9% 15.9%
NO
Cantidad 33 36 69
Porcentaje 40.2% 43.9% 84.1%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
156
0
5
10
15
20
25
30
35
SI NO
20
24.4 %
22
26.8%
9
11.0 %
31
37.8%
GRÁFICA N° 6: CAPACITACIÓN EN EL TEMA
DE RIESGOS A LOS DESASTRES
UDELAS UDI
El Cuadro N° 5 y la Gráfica N° 5 revelan que en el personal administrativo de la
UDELAS y de la UDI, solo un 15.9 % conocen el contenido del Plan de Emergencia,
mientras que un 84.1% no conocen el contenido del Plan de Emergencia.
4.2.4. Capacitación en el tema de Riesgos a los Desastres
CUADRO N° 6:
CAPACITACIÓN EN EL TEMA DE RIESGOS A LOS DESASTRES
Universidad
Total UDELAS UDI
Ha recibido
capacitación en el
tema de riesgos
a los desastres?
SI Cantidad 20 9 29
Porcentaje 24.4% 11.0% 35.4%
NO Cantidad 22 31 53
Porcentaje 26.8% 37.8% 64.6%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
157
0
5
10
15
20
25
SI NO
24
29.3 %
18
22.0%
22
26.8 %
18
22.0%
GRÁFICA N° 7 :
CAPACITACIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS
UDELAS UDI
El Cuadro N° 6 y la Gráfica N° 6 indican que el personal administrativo de la
UDELAS y de la UDI, solo un 35.4 % han recibido capacitación en el tema de
Riesgos a los Desastres, mientras que un 64.6 % no han recibido capacitación en el
tema de Riesgos a los Desastres.
4.2.5. Capacitación en Primeros Auxilios
CUADRO N° 7:
CAPACITACIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS
Universidad
Total UDELAS UDI
Ha recibido
capacitación en
Primeros Auxilios?
SI
Cantidad 24 22 46
Porcentaje 29.3% 26.8% 56.1%
NO
Cantidad 18 18 36
Porcentaje 22.0% 22.0% 43.9%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
158
0
5
10
15
20
25
30
SI NO
15
18.3 %
27
32.9%
14
17.1 %
26
31.7%
GRÁFICA N° 8:CAPACITACIÓN EN EL USO Y
MANEJO DE EXTINTORES
UDELAS UDI
El Cuadro N° 7 y la Gráfica N° 7 indican que el personal administrativo de la
UDELAS y de la UDI, un 56.1 % han recibido capacitación en el tema de Primeros
Auxilios y que un 43.9 % no han recibido capacitación en el tema de Primeros
Auxilios.
4.2.6. Capacitación en el uso y manejo de extintores.
CUADRO N° 8: CAPACITACIÓN EN USO Y MANEJO DE EXTINTORES
Universidad
Total UDELAS UDI
Ha recibido
capacitación en el
Uso y Manejo de
Extintores?
SI
Cantidad 15 14 29
Porcentaje 18.3% 17.1% 35.4%
NO
Cantidad 27 26 53
Porcentaje 32.9% 31.7% 64.6%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
159
0
5
10
15
20
25
30
35
40
SI NO
36
43.9 %
6
7.3%
28
34.1 %
12
14.6%
GRÁFICA N° 9: RUTAS Y SALIDAS DE EMERGENCIAS
UDELAS UDI
El Cuadro N° 8 y la Gráfica N° 8 indican que el personal administrativo de la
UDELAS y de la UDI, un 34.5% han recibido capacitación en el uso y manejo de
extintores y que un 64.6 % no han recibido capacitación en el uso y manejo de
extintores.
4.2.7. Rutas y Salidas de Emergencias
CUADRO N° 9: RUTAS Y SALIDAS DE EMERGENCIAS
Universidad
Total UDELAS UDI
Sabe usted cuáles son
las Rutas y Salidas de
Emergencias?
SI
Cantidad 36 28 64
Porcentaje 43.9% 34.1% 78.0%
NO
Cantidad 6 12 18
Porcentaje 7.3% 14.6% 22.0%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
160
0
5
10
15
20
25
30
35
SI NO
34
41.5 %
8
9.8%
27
32.9 %
13
15.9%
GRAFICA N° 10: SEÑALIZACIÓN DE LAS RUTAS
Y SALIDAS DE EMERGENCIAS
UDELAS UDI
El Cuadro N° 9 y la Gráfica N° 9 indican que el personal administrativo de la
UDELAS y de la UDI, un 78.0 % si conocen las Rutas y Salidas de Emergencias y
que un 22% no conocen las Rutas y Salidas de Emergencias.
4.2.8. Señalización de las Rutas y Salidas de Emergencias
CUADRO N° 10:
SEÑALIZACIÓN DE LAS RUTAS Y SALIDAS DE EMERGENCIAS
Universidad
Total UDELAS UDI
Están señalizadas
las rutas y salidas
de emergencias?
SI
Cantidad 34 27 61
Porcentaje 41.5% 32.9% 74.4%
NO
Cantidad 8 13 21
Porcentaje 9.8% 15.9% 25.6%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
161
0
5
10
15
20
25
30
35
SI NO
31
37.8 %
11
13.4%
6
7.3 %
34
41.5%
GRÁFICA N°11: SIMULACRO DE EVACUACIÓN
UDELAS UDI
El Cuadro N° 10 y la Gráfica N°10 indican que el personal administrativo de la
UDELAS y de la UDI, un 74.4 % si se han percatado que las Rutas y Salidas de
Emergencias están señalizadas y un 25.6 % no se han percatado que las Rutas y
Salidas de Emergencias están señalizadas.
4.2.9. Simulacro de Evacuación
CUADRO N° 11: SIMULACRO DE EVACUACIÓN
Universidad
Total UDELAS UDI
Del tiempo de laborar
en la institución,
usted ha participado
en algún Simulacro
de Evacuación?
SI
Cantidad 31 6 37
Porcentaje 37.8% 7.3% 45.1%
NO Cantidad 11 34 45
Porcentaje 13.4% 41.5% 54.9%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
162
0
5
10
15
20
25
30
35
SI NO
23
28.0 %
19
23.2%
7
8.5 %
33
40.2%
GRÁFICA N° 12:
PUNTOS DE REUNIÓN EN CASO DE EVACUACIÓN
UDELAS UDI
El Cuadro N° 11 y la Gráfica N°11 indican que el personal administrativo de ambas
universidades, un 45.1% si han participado de un simulacro de evacuación (37.8 %
UDELAS // 7.3% UDI) y un 54.9% no han participado de un simulacro de
evacuación (13.4 %UDELAS // 41.5% UDI).
4.2.10. Puntos de reunión en caso de evacuación de emergencias.
CUADRO N° 12: PUNTOS DE REUNIÓN EN CASO DE EVACUACIÓN
Universidad
Total UDELAS UDI
Conoce usted los
Puntos de Reunión en
caso de realizarse una
Evacuación?
SI
Cantidad 23 7 30
Porcentaje 28.0% 8.5% 36.6%
NO
Cantidad 19 33 52
Porcentaje 23.2% 40.2% 63.4%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
163
El Cuadro N° 12 y la Gráfica N°12 indican que el personal administrativo de ambas
universidades, un 36.6 % conocen los Puntos de Reunión en caso de realizarse una
Evacuación (28.0 % UDELAS // 8.5 % UDI) y el 63.4 % no conocen los Puntos de
Reunión en caso de realizarse una Evacuación (23.2 % UDELAS // 40.2 % UDI).
4.2.11. Participación en el Comité de Gestión de Riesgo a los Desastres.
CUADRO N° 13:
PARTICIPACIÓN EN EL COMITÉ
Universidad
Total UDELAS UDI
Estaría usted
interesado en
participar en el
Comité de GdR a
Desastres?
SI Cantidad 22 28 50
Porcentaje 26.8% 34.1% 61.0%
NO Cantidad 20 12 32
Porcentaje 24.4% 14.6% 39.0%
Total
Cantidad 42 40 82
Porcentaje 51.2% 48.8% 100.0%
Fuente: Encuesta al personal administrativo de la UDELAS y la UDI, 2013.
0
5
10
15
20
25
30
SI NO
22
26.8 %
20
24.4%
28
34.1 %
12
14.6%
GRÁFICA N °13 : PARTICIPACIÓN EN EL COMITÉ
UDELAS UDI
164
El Cuadro N° 13 y la Gráfica N°13 indican que el personal administrativo de ambas
universidades, en un 61.0 % están interesados en participar en el Comité (26.8 %
UDELAS // 34.1 % UDI) y el 39.0 % no están interesados en participar en el Comité
(24.4 % UDELAS // 14.6 % UDI)
165
4.3. EVALUACIÓN DE RIESGO // VULNERABILIDADES.
A continuación se presentan algunos factores de riesgo encontrados en ambas
universidades, que hacen aún más vulnerables a sus ocupantes al momento de
presentarse una emergencia o desastre; además se presentan algunas recomendaciones
para reducir dichas vulnerabilidades.
4.3.1 Universidad Especializada de las Américas – Edificio 806
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Vías de Circulación
E
s
c
a
l
e
r
a
s
Las escaleras se encuentran
despejadas.
La mayoría no tienen colocadas
las cintas
antidezlizantes.
Colocar las cintas
antideslizantes
a todas las
escaleras.
P
a
s
a
m
a
n
o
s
Los pasamanos se encuentran en
su mayoría en
buen estado, debidamente
ubicados en las
diferentes
escaleras y rampas.
Reforzamiento y
mantenimiento
oportuno.
166
Aspecto Vulnerable Observación Recomendación
Vías de Circulación
P
a
s
i
l
l
o
s
Los pasillos se
encuentran en su mayoría
despejados solo
en algunas áreas hay mesas u otros
muebles.
En algunos
pasillos los
estudiantes han
colocado carteles informativos en
los techos.
Mantener
siempre despejados
todos los
pasillos de todo tipo de
muebles,
carteles, cajetas.
R
a
m
p
a
Existe una rampa en la parte
posterior del
edificio, pero no
puede ser utilizada debido a
que el techo que
se encuentra encima de la
rampa se esta
desprendiendo.
Reparar el techo.
Habilitar la
rampa
permanente mente.
167
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Soportes en caso de Emergencia
Señ
ali
zaci
ón
de
las
Ru
tas
de
Ev
acu
aci
ón
Evacu
aci
ón
En algunas áreas existe letreros
indicando la ruta
de evacuación
(desalojo), sin embargo son de
diferentes colores
y tamaños, además de estar
ubicadas a
diferentes alturas partiendo del
suelo.
Solo deben ser utilizadas
señalizaciones
de color verde
para indicar evacuación y
fabricadas con
material fotoluminiscen
tes.
Deben ser colocadas a la
misma altura
partiendo del
suelo y de forma
simétrica.
Pu
erta
s d
e S
ali
das
de
Em
ergen
cia
Las puertas de las
salidas de emergencia, en su
mayoría se
encuentran
clausuradas u obstruidas.
Estas puertas son
de madera, material de fácil
combustión.
Las señalizaciones de
las salidas de
emergencias son
de diferentes colores.
Establecer un
mecanismo que las puertas
puedan ser
abiertas
inmediatamente al momento
de presentarse
una emergencia Solo deben ser
utilizadas
señalizaciones de color verde
para indicar la
“Salida de
Emergencia” y ser fabricadas
con material
fotoluminiscente.
168
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Soportes en caso de Emergencia
E
x
t
i
n
t
o
r
e
s
Existen extintores
en los diferentes
pisos, pero no son suficientes
para todo el
edificio.
En algunos lugares no están
colocados,
además se encuentra
obstruido su
acceso.
Se encuentran ubicados a una
altura no
adecuada. Las
señalizaciones
indicativas no son las
adecuadas.
Adquirir más
extintores tipo ABC.
Quitar
cualquier tipo
de obstrucción en el lugar que
se colocan los
extintores. Colocar todos
los extintores a
la misma altura
del suelo y ponerles
señalizaciones
rojas fotoluminiscen
tes.
Esc
ale
ra
de
Em
ergen
cia
de
Em
erg
ecia
La escalera de
emergencia que
se encuentra ubicada en la
parte lateral
derecho del edificio se
encuentra
clausurada de
forma permanente,
además presenta
deterioro.
Mantener ésta
puerta accesible en
caso de
presentarse una evacuación,
darle el
mantenimiento
adecuado.
E
X
TI
N
T
O
R
R
E
X
TI
N
T
O
R
169
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Mantenimiento
Inte
rno
Las áreas donde
se encuentran los paneles eléctricos
estan siendo
utilizados como
depósitos.
Las conexiones
de paneles se encuentran
expuestos,
además en esos sitios existen
filtraciones de
agua.
Falta de cielos
rasos en algunas
áreas.
Darle
mantenimeinto adecuado a las
áreas donde se
encuentran los
paneles eléctricos y
A/A.
Revisar y darle manteniemitno
al techo y
cielos rasos del edificio.
Exte
rno
de
Em
erg
ecia
Techo de tejas
desmoronándose.
Áreas externas
(detrás de
escaleras puerta principal) se han
destinado para
depósito de material de
desecho.
Aires acondicionados
presentan
deterioro.
Reparar techos
de teja.
Desalojar áreas que mantienen
materiales de
desecho.
Darle
mantenimiento a los aires
acondicionados
Ordenar mejor algunas áreas
externas.
170
4.3.2. Universidad del Istmo –Sede Principal:
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Vías de Circulación
E
s
c
a
l
e
r
a
s
Las escaleras se
encuentran despejadas y
habilitadas.
Algunas no tienen colocadas
las cintas
antidezlizantes.
Colocar las
cintas antideslizantes
a todas las
escaleras.
P
a
s
a
m
a
n
o
s
Los pasamanos
se encuentran en
su mayoría en
buen estado, debidamente
ubicados en las
diferentes escaleras y
rampas.
Darle
mantenimiento
oportuno.
171
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación
Vías de Circulación
P
a
s
i
l
l
o
s
Los pasillos se
encuentran en su
mayoría
despejados.
Mantener
siempre
despejados
todos los pasillos de todo
tipo de
muebles y cajas.
R
a
m
p
a
s
Existen rampas
en diferentes
áreas del edificio, se requiere que
todas esten
habilitadas y en
buen estado.
Habilitar la
rampa que da
acceso al gimnasio.
Darle
mantenieminto
contínuo a las demás.
172
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Soportes en caso de Emergencia
Señ
ali
zaci
ón
de
las
Ru
tas
de
Ev
acu
aci
ón
Eva
cua
ció
n
En algunas áreas existe letreros
color verde en
forma de flecha sin embargo no
existen
señalizaciones
que indique que esa es la ruta de
evacuación;
además no estan colocadas a la
misma altura.
Colocar en
todas las áreas
los indicativos de evacuación
de color, tipo
(fotoluminiscentes) y forma
adecuadas.
Deben ser
colocadas a la misma altura
partiendo del
suelo y de forma
simétrica.
P
uer
tas
de S
ali
das
de
Em
ergen
cia
Todas las puertas de “Salidas de
Emergencia” se
encuentran cerradas de forma
permanente con
la observación que las llaves se
encuentran en
una cajita al lado
de la puerta. Algunas puertas
estan obstruidas
con muebles.
Establecer un mecanismo
expedito para
abrir las puertas de
emergencia al
momento de darse un
evento y haya
que evacuar el
edificio. Estandarizar el
tipo
(fotoluminiscentes) y forma
de las
señalizaciones
de las salidas de emergencia.
173
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Soportes en caso de Emergencia
Exti
nto
res
Exti
nto
res
Se observa la
presencia de
extintores en las
diferentes áreas del edificio, estan
vigentes.
Solo en pocas
áreas hace falta colocarlos y
señalizarlos.
Adquirir más extintores de
acuerdo al
lugar que
estarán ubicados.
Colocar todos
los extintores a la misma altura
del suelo de
manera que sean de fácil
acceso a la
persona que lo
va a utilizar, además
colocarles
señalizaciones fotoluminiscent
es.
L
uce
s y A
larm
as
Existen alarmas y
luces de
emergencias
También existe
botiquín para
brindar primeros auxilios.
Revisar
periódicamente
el buen
funcionamiento de los sistemas
de alarmas y
luces.
E
X
TI
N
T
O
R
E
X
TI
N
T
O
174
Aspecto Vulnerable
Observación
Recomendación Mantenimiento
I
nte
rno
Se han creado áreas de depósito
para materiales
de desecho, que no estan
destinadas para
ese propósito.
Algunos aires
acondicionados
no presentan un mantenimiento
adecuado.
Filtraciones en el techo -algunas
áreas
Limpiar y ordenar
algunos lugares
improvidados para depósitos.
Darle
mantenimiento adecuado a los
aires
acondicionado
Darle mantenimiento
oportuno a los
paneles eléctricos.
Reparar
filtraciones
Exte
rno
de
Em
erg
ecia
El edificio en su
parte externa
presenta un buen mantenimiento,
excepto el techo
que debe ser
reemplazado ya que las tejas se
están
dependiendo en su mayoría.
Reemplazar el
techo de tejas.
175
4.4. PRUEBA DE HIPÓTESIS
La prueba de hipótesis es para determinar si es o no conocida la evaluación de la
gestión de riesgos a los desastres en los procesos administrativos de la educación
universitaria superior.
Para probar la hipótesis se realizó un cuadro que muestra los resultados de las
opiniones sobre el Plan de Emergencias y Desastres, se utilizaron los resultados de la
pregunta N° 3 y la N° 4.
Cuadro N° 14
Prueba de la Hipótesis
Preguntas →
↓
Preg. N° 4: Conoce el contenido
del Plan de Emergencias o
Desastres
Total
SI NO
Preg. N° 3: ¿Sabe usted si existe
un Plan de Emergencias o
Desastres
SI 12 22 34
NO 1 47 48
Total 13 69 82
De los 82 encuestados que son personal administrativo de ambas universidades: 34
(41.5%) manifiestan que existe un Plan de Emergencia y 48 (58.5 %) que no existen
un Plan de Emergencia y solo 13 (15.9 %) de los que manifestaron que existe un Plan
de Emergencia conocen el contenido del Plan; es decir 69 administrativos (84.1%)
desconocen el contenido del Plan de Emergencias. Por lo tanto, se puede concluir que
no saben si existe un Plan de Emergencia, y que hay desconocimiento del contenido
del Plan de Emergencia.
176
Se realizó una prueba de Chi cuadrado para ver la significancia estadística de los
datos. Es decir queremos ver si existen diferencias significativas en los grupos. A
continuación la prueba de Chi cuadrado:
Cuadro N° 15
Pruebas de Chi-cuadrado
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Sig. exacta
(bilateral)
Sig. exacta
(unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 16.455(b) 1 .000
Corrección por
continuidad(a) 14.060 1 .000
Razón de verosimilitudes 17.836 1 .000
Estadístico exacto de Fisher .000 .000
Asociación lineal por lineal 16.254 1 .000 a Calculado sólo para una tabla de 2x2.
b 0 casillas (.0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 5.39.
La prueba de Chi cuadrado presenta una significancia de .000, la regla de decisión
dice que si la significancia es menor .05 se rechaza la hipótesis nula, y si es mayor se
acepta; como en este caso es de .000 se rechaza la hipótesis nula. La prueba Chi
cuadrado muestra una significancia de .00, quiere decir que se rechaza de que no
existe diferencia de los grupos, ya que si vemos el cuadro de contingencias vemos
que hay diferencias, dado que hay más respuestas hacia que no conocen el Plan de
Emergencia y hacia que no existe un Plan de Emergencias. Producto de esto,
podemos afirmar que “La evaluación de la gestión de riesgos a los desastres no es
conocida en los procesos administrativos de la educación universitaria superior”.
178
5.1. CONCLUSIONES
Las conclusiones derivadas de este estudio de investigación responden a la
información teórica consultada y al análisis e interpretación de los resultados de las
encuestas.
1. El Riesgo a los Desastre se entiende como la magnitud probable de daño a las
personas, sus bienes y ecosistemas, en un territorio específico o en algunos de
sus componentes. Los riesgos están relacionados con la existencia de
determinados factores de amenazas y vulnerabilidades que predisponen a la
sociedad a sufrir ante un desastre.
2. La Reducción del Riesgo de desastres y el aumento de la capacidad de respuesta
ante eventos adversos en diferentes sectores del desarrollo pueden tener efectos
multiplicadores y acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio.
3. La Evaluación de Riesgo de desastres per se no es una solución al problema,
sino es una herramienta de análisis que forma parte de procesos más integrales
de planificación y de estrategias de desarrollo destinadas a garantizar mayor
sostenibilidad en nuestras actividades; busca brindar seguridad a la población,
sus bienes, medios de vida y ecosistemas a través del conocimiento de los
factores que lo originan con el fin de tomar y priorizar- en forma planificada y
concertada- decisiones y aplicar medidas destinadas a reducir los factores de
179
vulnerabilidad a través de acciones de prevención, mitigación, preparativos,
rehabilitación y reconstrucción post desastre.
4. El Marco de Acción de Hyogo (MAH) es el instrumento más importante para la
implementación de la reducción del riesgo de desastres que adoptaron los
Estados miembros de las Naciones Unidas. Su objetivo general es aumentar la
resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres al lograr, para el
año 2015, una reducción considerable de las pérdidas que ocasionan los
desastres, tanto en términos de vidas humanas como en cuanto a los bienes
sociales, económicos y ambientales de las comunidades y los países.
5. La ONU proclamó el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible,
2005-2014. La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) permite que cada
ser humano adquiera los conocimientos, las competencias, las actitudes y los
valores necesarios para forjar un futuro sostenible; significa incorporar los
temas fundamentales del desarrollo sostenible a la enseñanza y el aprendizaje,
por ejemplo, el cambio climático, la reducción del riesgo de desastres, la
biodiversidad, la reducción de la pobreza y el consumo sostenible.
6. En Panamá el 12 de enero de 2011, se aprobó la Política Nacional de Gestión
Integral de Riesgo (PNGIRD), a través del Decreto Número 1101. Es un marco
guía que orienta las acciones y las decisiones políticas desde una perspectiva
integral de reducción del riesgo a desastres, como componente indispensable del
desarrollo estratégico sostenible del país, y bajo las premisas de una
180
participación sin exclusión de género, el empoderamiento social, la acción
intersectorial y la interculturalidad.
7. Del personal encuestado un 41.5% manifestaron saber de la existencia de un
Plan de Emergencia y un 58.5 % no saben si existe un Plan de Emergencia y
solo un 15.9 % de los que manifestaron saber de la existencia de un Plan,
conocen su contenido, revelándonos que un 84.1 % de los encuestados no
conocen el Contenido de Plan de Emergencia o Desastre.
8. Del total de encuestados, un 64 .6 % nunca han recibido capacitación en el tema
de gestión de riesgo a desastres; un 56.1% si han recibido capacitación en el
tema primeros auxilios y un 64 .6 % no han sido capacitados en el uso y
manejo de extintores.
9. A pesar que en ambas centros universitarios han realizado de manera esporádica
simulacros de evacuación, un 54.9 % de los encuestados nunca han participado
de un simulacro de evacuación y un 45.1 % si han participado en simulacros de
evacuación.
10. Podemos determinar que un 61% de los encuestados están interesados en formar
parte del Comité Universitario de Gestión de Riesgo (CU-GdR) y participar de
las actividades relacionadas con el tema.
11. De acuerdo a la evaluación de riesgo realizada pudimos demostrar que existen
vulnerabilidades desencadenadoras de emergencias y/o limitantes al momento
de evacuar, en ambos centros universitarios.
181
12. La elaboración, validación y actualización permanente de planes de gestión de
riesgo para la reducción de vulnerabilidades y atención de emergencias, es una
responsabilidad de las autoridades de todo centro universitarios.
13. Podemos concluir que un 84.1 % de los encuestados desconocen el contenido
del Plan de Emergencia a pesar que existe dicho instrumento, por ello se acepta
la hipótesis nula que dice: La evaluación de la gestión de riesgos a los desastres
no es conocida en los procesos administrativos de la Educación Universitaria
Superior.
5.2. RECOMENDACIONES
A continuación realizamos las recomendaciones en base a lo concluido por medio de
la realización de este trabajo de investigación:
5.2.1. Desde la gestión prospectiva del riesgo.
Recordemos que la gestión prospectiva del riesgo se refiere a la realización de
acciones que eviten la generación de nuevas vulnerabilidades en distintos contextos,
para ello la intervención debe ser prospectiva y anticipada.
De ahí que la planificación en los procesos administrativos de la educación superior,
se convierte en los importantes contextos para desarrollar estas acciones.
De acuerdo a esto, podemos recomendar como acciones prospectivas de la gestión del
riesgo para la educación superior las siguientes:
182
1. Promover la existencia e implementación de políticas y estrategias universitarias,
vinculadas a la educación en gestión del riesgo.
2. Insertar de forma permanente el tema de gestión del riesgo en los procesos de
planificación, es decir incorporarlo en el presupuesto universitario.
3. Incorporar el tema de gestión de riesgo en el currículo, como asignatura en las
diferentes carreras.
4. Que el personal administrativo, docente y estudiantes se involucren en las
actividades que promueven la gestión del riesgo en la universidad.
5. Crear una oficina (coordinadora) dedicada a la planificación y organización de las
actividades relacionadas al tema de gestión de riesgo a los desastres.
5.2.2. Desde la gestión correctiva del riesgo.
Las acciones correctivas pretenden mitigar el riesgo mediante la intervención sobre
las vulnerabilidades existentes.
De acuerdo a esto, podemos recomendar como acciones correctivas de la gestión del
riesgo para la educación superior, las siguientes:
1. Conformación del Comité Universitario de Gestión del Riesgo y Atención de
Emergencias y sus grupos de apoyo focalizados (Brigadas).
183
2. El rector o rectora se debe apoyar en Comités Universitarios para la Gestión del
Riesgo, pero sin olvidar que la gestión del riesgo constituye una función
normal, propia e indelegable de su cargo.
3. Evaluación constante de las vulnerabilidades existentes en la instalación
universitaria.
4. Elaboración de un Plan de Gestión de Riesgo a los Desastres (Plan de
Reducción de Vulnerabilidad, Plan de Emergencia, Plan de Evacuación).
5. Divulgación de los diferentes Planes a los administrativos, docentes y
estudiantes de la universidad.
6. Señalizar las rutas de evacuación y sitios seguros en caso de evacuación y
promover la instalación de equipos básicos para la reducción de vulnerabilidad,
como detectores de humo, luces de emergencia, alarmas, extintores, entre otros.
7. Mantener un Plan de Capacitación permanente en el tema de gestión del riesgo,
principalmente para el Comité de Gestión del Riesgo y a las Brigadas.
8. Que los docentes y estudiantes, se involucren en las organizaciones y
actividades que promueven la gestión del riesgo a los desastres.
9. Realizar ejercicios de simulación y simulacros, por lo menos dos veces al año.
10. Mantener comunicación y coordinación constante con otras universidades y
grupos locales de apoyo (SINAPROC, Cruz Roja, Bomberos, entre otros) en el
tema de gestión de riesgo a las emergencias y los desastres.
184
5.3. PROPUESTA
Manual para la Reducción de Riesgo a los Desastres.
Este Manual es una herramienta que tiene como propósito guiar a las autoridades
universitarias a un mayor conocimiento de los riesgos a los que se encuentra expuesto
el centro educativo, con el fin de orientar los procesos que permitan reducirlos,
eliminarlos en la medida de lo posible, atender una situación de emergencia, así como
recuperarse en caso de haber tenido que enfrentar una emergencia o desastre.
Como primer paso, para incorporar la gestión de riesgo en los procesos
administrativos de la educación un universitaria superior, es necesario se familiaricen
con los siguientes términos *:
Emergencias
Desastres
Amenazas
Vulnerabilidades
Riesgo
Resiliencia
Gestión del Riesgo
Conocer que la Gestión del Riesgo a Desastres, tiene procesos a seguir como los son:
1. Estimación del riesgo
2. Prevención y reducción del riesgo
3. Preparación, respuesta y rehabilitación
4. Reconstrucción
185
Y que la gestión del riesgo es de tres tipos:
1. La gestión correctiva.
2. La gestión prospectiva.
3. La gestión reactiva.
* ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES DE LAS NACIONES UNIDAS. (2009).
Terminología de Gestión de Riesgo a Desastres. Ginebra Suiza.
A. Evaluación de Vulnerabilidades
Se puede reducir el riesgo a desastres, si se trabaja en la identificación y reducción de
las condiciones de vulnerabilidad o si bien, se limitan los elementos expuestos ante
una amenaza.
A continuación se presentan los aspectos a evaluar para determinar el grado de
vulnerabilidad de un centro universitario.
1) Aspectos relacionados con la ubicación geográfica.
2) Aspectos relacionados con la seguridad estructural.
3) Aspectos relacionados con la seguridad no‐estructural.
4) Aspectos relacionados con la seguridad en base a la capacidad funcional.
1. Ubicación
geográfica
Este componente permite la identificación rápida de amenazas o
peligros y el grado de exposición ante la misma, así como la
información que se obtenga sobre el tipo de suelo.
La información se registra como referencia del entorno del centro
universitario y debe ser tomada en cuenta al momento de establecer
el grado de seguridad de los aspectos evaluados.
Si el resultado de este componente nos indica riesgo alto, será
186
necesario realizar un informe en donde se hacen las
recomendaciones necesarias para que el riesgo se pueda disminuir o
eliminar.
2. Seguridad
estructural
Permite evaluar la seguridad del centro universitario en función al
tipo de estructura, material de construcción y antecedentes de
exposición a amenazas.
El objetivo es definir si la estructura física cumple con las normas
mínimas de seguridad que le permitan continuar con su función
normal y seguir prestando servicios a la población en caso de
desastres o bien puede ser potencialmente afectada alterando su
seguridad estructural.
La seguridad del centro universitario se evalúa según los
antecedentes y el sistema estructural. La seguridad relacionada con
los antecedentes del centro educativo analiza la exposición de la
institución a amenazas de acuerdo con la historia de la misma o su
posición relativa en un contexto vulnerable, así como el impacto y
las consecuencias que los desastres han tenido sobre la institución y
cuál fue su nivel de resiliencia.
Se relaciona con el sistema estructural (diseño, estructura y material)
los riesgos potenciales y evalúa la seguridad relativa con variables
relacionadas con el tipo de diseño, estructura, materiales de
construcción y elementos de la estructura considerados críticos. Los
sistemas estructurales tienen una gran importancia en el contexto de
un desastre para la estabilidad y resistencia de la edificación. Los
materiales de construcción están directamente vinculados a los
anteriores e influyen en los mismos, tanto en la calidad como en
cantidad utilizada.
187
3. Aspectos
relacionados
con la
seguridad no
estructural
Los elementos relacionados con la seguridad no estructural, por lo
general, no implican peligro para la estabilidad del edificio. El riesgo
de los elementos se evalúa teniendo en cuenta si están desprendidos,
si existe la posibilidad de caerse o volcarse y afectar zonas
estructurales estratégicas verificando su estabilidad física (soportes,
anclajes y depósito seguro) y la capacidad de los equipos de
continuar funcionando durante y después de un desastre.
También se evalúan los elementos arquitectónicos a fin de verificar
la vulnerabilidad del revestimiento del edificio, incluyendo puertas,
ventanas y cornisas, así como penetración de agua, humedad y el
impacto de objetos sueltos. Las condiciones de seguridad de las vías
de acceso y las circulaciones internas y externas son tomadas en
cuenta, junto con los sistemas de iluminación, líneas vitales,
protección contra incendios, cielos falsos, entre otros.
Los objetivos de la evaluación del componente de capacidad
funcional son: conocer los aspectos que intervienen en la seguridad
funcional y describir el contenido técnico de la lista de verificación.
4. Aspectos
relacionados
con la
seguridad
con base en
la capacidad
funcional
Esto se refiere al nivel de capacidad instalada del centro
universitario, área en metros cuadrados por usuario, áreas destinadas
para personas con discapacidad, mantenimiento de la infraestructura,
preparación de la población educativa ante emergencias y desastres,
así como el nivel de organización del Comité Universitario de
gestión para la reducción del riesgo.
188
B. Plan de Acción para Reducir las Vulnerabilidades.
El Plan de Acción para Reducir las Vulnerabilidades utiliza como base a las
vulnerabilidades identificadas para determinar las acciones que pueden minimizarla:
Plan de Acción para Reducir las Vulnerabilidades (Preparación)
Vulnerabilidad
Identificada
(Problema)
Acciones para
reducir
vulnerabilidades
Detalle de las Acciones
Quién
lo va a
hacer?
¿Cuándo
se va a
hacer?
¿Cómo
se va a
hacer?
¿Qué se
va a
necesitar?
1.
2.
3.
En la columna “Vulnerabilidad Identificada” se indican las vulnerabilidades o
problemas detectados en el centro educativo; en la columna “Acciones para reducir
vulnerabilidades” se detallan las actividades que permitirán minimizar las
vulnerabilidades del centro educativo. Se indica así mismo el detalle de las acciones,
de acuerdo a:
“¿Quién lo va a hacer?”: Responsable de la acción; es importante tomar en
cuenta en este punto a los miembros del comité de gestión de riesgos del
centro educativo, a las diferentes brigadas, padres de familia, profesores y
estudiantes, a los cuales se les puede designar alguna responsabilidad a fin de
desarrollar correctamente las acciones.
“¿Cuándo se va a hacer?: Indica el tiempo en el cual se realizarán las
actividades.
189
“¿Cómo se va a hacer?”: Indica la forma en la que se realizarán las
actividades; es un detalle más minucioso de la acción.
“¿Qué se va a necesitar?”: Se detallan los recursos necesarios a fin de ejecutar
las acciones.
C. Plan de Gestión de Riesgo a los Desastres
Un Plan de Gestión de Riesgo a los Desastre podría definirse como el resultado de un
proceso de planificación de acciones, realizadas por la comunidad universitaria para
identificar los riesgos (y sus componentes) a los cuales el centro está expuesto, así
como las acciones para su reducción y/o eliminación. Este proceso debe sustentarse
en la organización del personal docente y administrativo, las y los estudiantes.
El objetivo final es lograr que los miembros de la comunidad universitaria sepan
cómo prevenir, mitigar y responder a su seguridad y la de su colectivo en una
situación de emergencia.
Paralelamente conocer y actuar en pro de la reducción de sus vulnerabilidades frente
a las amenazas latentes en su territorio.
El Plan tiene como objetivo, tanto el relacionarse específicamente con el evento
concreto del desastre, como el de implementar iniciativas locales de desarrollo. En su
expresión más específica, el propósito del plan es salvar el mayor número posible de
vidas humanas y proteger los bienes materiales de la instalación en caso de desastre.
190
La elaboración de los diferentes Planes (emergencia, evacuación, entre otros) para
hacerle frente a una Emergencia o Desastre, es un proceso en el que participa la
comunidad universitaria. La implementación de los planes requiere de un Comité
especial, que se llama, Comité Universitarios de Gestión de Riesgo (CU-GdR). Este
Comité será el responsable de que los planes se diseñen, apliquen y funcionen.
Sus funciones básicas son: establecer, dirigir, ejecutar y evaluar la organización y el
desarrollo del plan, y responsabilizarse de todas las situaciones de emergencia o
desastre que se presenten en el centro educativo
¿Quiénes conforman este comité? Autoridades, administrativos, docentes y
estudiantes. Será numeroso si la institución es numerosa; será pequeño si la
institución no cuenta con muchas personas. Lo conformarán siempre:
Presidente del Comité
Coodinador General del Comité
Brigada de Primeros Auxilios
SINAPROC Cruz Roja
Brigada de Seguridad-
prevención contra incendios
SUME
9-1-1 Policía
Brigada de Evacuación
Bomberos
Grupos de Apoyo Interno Brigadas
Grupos de Apoyo Externo Instituciones de Prevención-
Respuesta - Emergencias
191
Presidente: rector/a. Él o ella será quien presida éste comité, será su cabeza
principal.
Coordinador General: Puede ser personal administrativo o docente, designado
por el presidente, quien dirigirá el Comité.
Grupos de Apoyo Interno: Formadas por administrativos, docentes, y
estudiantes. Serán los y las responsables de las diferentes áreas y actividades
que se planifiquen las brigadas de: Brigada de Primeros Auxilios, Brigada de
Seguridad y Protección Contra incendios y Brigada de Evacuación.
Grupos de Apoyo Externo: Son otras personas fuera de la institución, que
pueden ayudar en situaciones específicas. Los grupos de apoyo son: Policía,
Bomberos, Cruz Roja y SINAPROC, SUME 9-1-1.
Cargo Funciones
Presidente del
Comité (Rector)
Establecer las Políticas y Estrategias para la
incorporación del tema de gestión de riesgo a desastres
en los procesos docentes y administrativos de la
educación universitaria superior.
Incorporar en el Presupuesto Anual Universitario los
fondos necesarios para reducir las vulnerabilidades
existentes.
Apoyar al Comité Universitario de Gestión del Riesgo y
las Brigadas en todas las actividades planificadas.
Solicitar la participación de Organismos externos
192
Especializados para la Capacitación de las Brigadas.
Evaluar la incorporación del tema de gestión de riesgo a
desastres en todos los procesos universitarios.
Coordinador
General del
Comité
Reemplazar al Presidente del Comité en caso de
ausencia.
Participar en la elaboración de los diferentes Planes
Universitarios para prevención y atención en caso
Emergencias o Desastres.
Coordinar acciones con los Jefes de Brigadas.
Encargarse de socializar Planes entre administrativos,
docentes y estudiantes los Planes.
Organizar Simulacros y dirigir su evaluación.
Participar en la evacuación (real o simulada) de la
población universitaria a la zona de seguridad
establecida.
Elaborar informes para el conocimiento y aprobación de
la rectoría.
Evaluar el Plan Institucional y sugerir modificaciones
Grupos de Apoyo Interno
Brigadas
Las brigadas son grupos de trabajo conformados por docentes,
alumnos y miembros del personal administrativo del centro
universitario, que se organizan para cumplir con una tarea
específica y así responder de forma inmediata y adecuada antes,
durante y después a una emergencia o desastre. Para el fin que
se designe, todos deben capacitarse y prepararse con voluntad y
responsabilidad.
Se recomienda, crear y organizar las brigadas tomando en
193
cuenta las actividades más importantes a desarrollarse frente a
una emergencia, considerar las habilidades de los miembros,
elegir un coordinador y un número no muy grande de
integrantes para asegurar una buena participación.
Se sugiere constituir las siguientes brigadas:
Brigada de Evacuación:
Funciones:
Definir un lugar seguro en caso de evacuación del
centro universitario.
Determinar y señalizar las vías de evacuación.
Vigilar que las vías de evacuación estén habilitadas.
Determinar y señalizar las zonas de seguridad dentro y
fuera del centro educativo.
Ayudar a que las personas se movilicen en forma
ordenada y rápida, usando las salidas y vías de
emergencia señalizadas hacia las zonas de seguridad.
Ayudar a las personas a mantener la calma y el orden.
Participar en simulaciones y simulacros.
Asegurarse de que todas las personas estén siendo
evacuadas durante la emergencia o el simulacro.
Controlar el acceso de personas extrañas al centro, en
caso de emergencia.
Ayudar a mantener el orden y prevenir los saqueos en la
universidad.
Elaborar informes sobre el evento.
Coordinar y apoyar a otras brigadas en sus actividades.
Brigada de Primeros Auxilios
Funciones:
194
Programar actividades de capacitación sobre primeros
auxilios y atención física y emocional.
Identificar y mejorar los recursos disponibles para
atender a las personas que requieran primeros auxilios
durante una situación de emergencia o desastre
Ubicar botiquines completos en diferentes áreas del
centro universitario.
Coordinar con los organismos de auxilio/socorro de la
comunidad, para dar atención a las víctimas en caso de
ser necesario.
Retirar a los curiosos que obstruyen la atención a los
lesionados.
Dar información a los organismos de socorro/auxilio
para el rescate de las personas atrapadas o en peligro.
Coordinar y apoyar a otras brigadas en sus actividades.
Elaborar informes sobre el evento.
Brigada de Seguridad y Protección Contra Incendios
Funciones:
Elaborar y velar por el cumplimiento de normas de
seguridad en el centro universitario.
Identificar y prevenir nuevos riesgos en el centro
educativo.
Coordinar acciones con otros grupos de apoyo, tanto
interno como externo del centro educativo. (Protección
Civil, Bomberos, Policía, Cruz Roja, 9-1-1).
Gestionar el equipamiento básico para responder en
caso de incendio: extintor, alarma, etc.
Coordinar con el Cuerpo de Bomberos de la localidad,
195
charlas y campañas sobre prevención, medidas de
autoprotección y combate de incendios, dirigidas al
personal administrativo, docente y estudiantil.
Mejorar los recursos disponibles para combatir el fuego.
Realizar inspecciones periódicas en la institución,
revisar riesgos y recursos, tanto humanos como
materiales, para la prevención y control de incendios.
Coordinar y apoyar a otras brigadas en sus actividades.
Mantener informadas a todas las brigadas sobre los
distintos eventos
Elaborar informes sobre el evento.
D. Validación del Plan de Gestión de Riesgo a los Desastres.
Una vez que tengamos construido nuestro Plan, deberemos probar si funciona,
tenemos que evaluarlo. Para esto, tenemos varias herramientas entre ellas:
Simulación:
Es un ejercicio parcial, que sirve también para representar algunas actividades
puntuales que debemos realizar durante una emergencia. Se la realiza en un aula
simulando mover recursos humanos y materiales.
Simulacro:
El simulacro es otro recurso que podemos utilizar para validar el plan y estar mejor
preparados ante una situación de emergencia, pero también sirve para evaluar si
196
estamos bien organizados. Como su nombre lo indica, consiste en representar de
manera simulada todos los pasos y actividades que deben realizarse en el momento de
enfrentar un evento adverso.
Si practicamos con cierta regularidad diferentes simulacros sobre todo el de
evacuación, habremos aprendido e incluso, mecanizado ciertos pasos y
comportamientos que van a facilitar el enfrentar adecuadamente situaciones reales de
emergencia o desastre.
Se sugiere que la evaluación del Plan de Gestión de Riesgo a los Desastres, se lleve a
cabo dos veces al año, considerando los siguientes puntos:
a. Si se cumplieron los objetivos del Plan.
b. Si el CU-GdR y las brigadas están organizadas y funcionan adecuadamente.
c. Identificar las fallas o vacíos del Plan que se evidenciaron en las simulaciones
y simulacros.
E. Instrumento para la Valoración de un Simulacro de Evacuación
Formulario de Evaluación de Simulacro
Instrucciones:
Marque con una (x) en todos los cuadros que correspondan con sus observaciones.
En algunos incisos tendrá que marcar varios cuadros.
1. La alarma se escucha en todo el centro universitario:
197
� Con toda claridad
� Parcialmente
� No se escucha
2. La reacción de la comunidad universitaria al escuchar la alarma fue:
� Desorden
� Gritos
� Llantos
� Risas
� Silencio
� Estar listos para actuar
� Otras conductas observadas: __________________________________________
3. Se observó la activación inmediata de las brigadas:
� Evacuación
� Primeros Auxilios
� Brigada de Seguridad y Protección Contra Incendios
� Otras:________________________
4. La actuación de las brigadas fue:
� Lenta
� Demasiado precipitada
� Desordenada
� Adecuada
5. Durante la evacuación de los grupos se observa.
� Se mantiene en la fila
198
� Chocan unos con otros
� Muestran conducta inadecuada (gritan, empujan, entre otras… )
� Son acompañados por el responsable de la evacuación
� Se movilizan muy lentamente
� Se movilizan demasiado rápido
� Se moviliza en forma fluida y ordenada
6. En la zona de Concentración los evacuados
� Se ubican en el área asignada
� Mantienen posición de alerta
� Se colocan alrededor del responsable de la evacuación
� Reciben indicaciones por el Coordinador General o de más miembros del Comité
� Se mantiene el orden
� El responsable de la evacuación no se encuentra.
7. El tiempo de la evacuación, desde la señal de alarma hasta el ingreso a la zona de
concentración fue de: ___________________________________________________
8. Se encuentran señaladas en el Centro Universitario
� Las rutas de evacuación
� Las zonas de concentración
� Las áreas de riesgos
9. El Comité Universitario de Gestión de Riesgo:
� Da instrucciones
� Permanece en los lugares Preestablecidos según el Plan de Emergencias
� Vigila la realización de la evacuación, según lo planeado
� Controla el tiempo de la evacuación
199
� Revisan el estado físico de las instalación
� Vigila que todos estén en la zona de concentración
10. El retorno a las actividades se realiza:
� Manteniendo las filas
� Chocando unos con otros
� En forma lenta
� Con comentarios y risas
� Con conducta inadecuada gritos, empujones, golpes, entre otras.
11. Cada una de la brigadas recupero su equipo.
� Primeros Auxilios
� Evacuación
� Brigada de Seguridad y Protección Contra Incendios
Observaciones Específicas por Brigadas
Primeros Auxilios:
______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________
Evacuación:
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
Brigada de Seguridad y Protección Contra Incendios
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
Nombre del evaluador: _________________________________________________
Institución: ___________________________________________________________
200
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1) ALPIZAR, M. (2009). Educación y Reducción de Riesgos y Desastres en
Centroamérica: Gestión del Riesgo. Coordinación Educativa y Cultural
Centroamericana, (CECC/SICA). San José, Costa Rica.
2) CASANOVA, M. (1998). La Evaluación Educativa. España. Editorial Muralla.
2007.
3) COMISIÓN NACIONAL DE PREVENCIÓN DE RIESGOS Y ATENCIÓN DE
EMERGENCIAS (CNE) (2000). Organización del centro educativo para la
prevención de riesgos y atención de emergencias. San José Costa Rica. CNE.
4) ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
(EIRD) (2008). La Gestión de Riesgo Hoy. Contextos Globales Herramientas
Locales. ONU. Ginebra Suiza.
5) FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE SOCIEDADES DE LA CRUZ ROJA Y
DE LA MEDIA LUNA ROJA (IFRC). (2006). ¿Qué es el AVC?: Introducción al
análisis de vulnerabilidad y capacidad. Ginebra Suiza. IFRC.
6) HENDERSON N. (2005). Resiliencia en la Escuela. Buenos Aires, Argentina. Editorial
Paidós.
7) HIMMEL, E. Y OTROS (1999). Hacia una Evaluación Educativa, Aprender para
Evaluar y Evaluar para Aprender. Pontificia Universidad Católica de Chile.
8) LAVELL, A. (2003). La gestión local del riesgo: nociones y precisiones en torno al
concepto y la práctica. Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres
201
Naturales en América Central (CEPREDENAC), Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD).Centroamérica.
9) MINISTERIO DE GOBERNACIÓN (2005). Plan de Emergencia Escolar. Comité
de Emergencia Nacional. El Salvador.
10) OLIVARA, J. (2005). Gestión de riesgo en las instituciones educativas. Oficina de
Asuntos Humanitarios de la Comunidad Europea (ECHO).Lima Perú.
11) PROVENTION CONSORTIUM Y FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE LA
CRUZ ROJA (2007). Herramientas para la integración de la reducción del riesgo
de desastres. Ginebra Suiza.
12) RAMÍREZ, M. (2008). La Educación en la Gestión del Riesgo de Desastre: Una
experiencia de todas y todos. EIRD Informa: Reducción de Desastres en las
Américas. Costa Rica.
13) RED INTERINSTITUCIONAL PARA LA EDUCACIÓN EN SITUACIONES
DE EMERGENCIA (INEE) (2004). Normas Mínimas para la Educación en
Situaciones de Emergencia. Paraguay.
14) RENGIFO, FRANCISCO Y OTROS (2008). Herramientas De Gestión De Las
Instituciones Educativas, Perú.
15) SANTIBÁÑEZ, J. (2001). Manual para la Evaluación del Aprendizaje
Estudiantil: Conceptos, Procedimientos, Análisis e Interpretación para el Proceso
Evaluativo. (Primera Edición). México: Trillas 2001.
202
INFOGRAFÍA:
1) BARAJAS, Y. (2010). Evaluación del Aprendizaje.
http://www.ses.unam.mx/curso2012/pdf/Guia_evaluacion_aprendizaje2010.pdf
2) CENTRO REGIONAL DE INFORMACIÓN SOBRE DESASTRES (CRID).
Biblioteca Virtual.
http://www.crid.or.cr/index.shtml
3) DECLARACIÓN DE PANAMÁ SOBRE LA REDUCCIÓN DEL RIESGO DE
DESASTRES EN EL SECTOR EDUCATIVO DE AMÉRICA LATINA Y EL
CARIBE.(2011)
http://www.ineesite.org/uploads/files/resources/Declaracion_Panama_RRD_Secto
r_Educativo_firmada.pdf
4) ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
DE LAS NACIONES UNIDAS (2007). Campaña Mundial para la Reducción de
Desastres. La Reducción de los Desastres Empieza en la Escuela.
http://www.unisdr.org/2007/campaign/wdrc-2006-2007-sp.htm
5) ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
DE LAS NACIONES UNIDAS. Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015:
Aumento de la Resiliencia de las Naciones y las Comunidades ante los Desastres.
http://www.eird.org/cdmah/
6) ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
DE LAS NACIONES UNIDAS. (2009). Terminología de Gestión de Riesgo a
Desastres. Ginebra Suiza.
203
http://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf
7) GACETA OFICIAL. Política Nacional de Gestión Integral de Riesgo (PNGIRD).
Decreto Ejecutivo N°1101. Gaceta Oficial Panamá 12 de enero 2011.
http://www.gacetaoficial.gob.pa/pdfTemp/26699_A/GacetaNo_26699a_2011011
2.pdf
8) Herramientas y Recursos sobre Educación y Gestión del Riesgo /Planes de
Emergencia.
http://www.eird.org/cd/herramientas-recursos-educacion-gestion-
riesgo/informacion_preparacion_planes.html
9) INSTITUTO NACIONAL DE DEFENSA CIVIL (INDECI). Centro de
Información. Perú.
http://bvpad.indeci.gob.pe/html/es/home.html
10) NACIONES UNIDAS (2011). Objetivos de Desarrollo del Milenio, Informe 2011
http://www.un.org/es/millenniumgoals/pdf/11-
31342(S)MDG_Report_2011_Book_LR.pdf
11) ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD (OPS)/
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS). Biblioteca Virtual de
Salud y Desastres.
http://www1.paho.org/spanish/dd/ped/about-vdl.htm
204
12) RAE Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española. (Vigésima
Segunda Edición). Recuperado el 23 de abril de 2009.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=formativo
13) UNESCO. Resolución 57/254 de la Asamblea General de las NN.UU. de
declaración del Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible 2005-
2014.
http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001486/148654so.pdf
REVISTAS, MANUALES Y BOLETINES:
1) ALAYO, L. (2007). La Educación para los Desastres. Revista Iberoamericana de
Educación /ISSN: 1681-5653 Nº 44/2, Edita: Organización de Estados
Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Perú.
2) BOLLIN, CHRISTINA. (2003), Gestión Local de Riesgo. Experiencias de
América Central. Edita. GTZ. Alemania.
3) COORDINADORA DE EDUCACIÓN Y CULTURA DE CENTROAMÉRICA
(CECC) Y OTROS (2008). Escuela Segura en Territorio Seguro. Reflexiones
sobre el papel de la comunidad educativa en la gestión del riesgo. Edita
UNICEF/EIRD. Naciones Unidas. Ginebra Suiza.
4) ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
(2008). Sistematización de mejores prácticas educativas para la gestión del riesgo
en Centroamérica. Naciones Unidas. Ginebra Suiza.
205
5) ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
Y OTROS, (2001). Vivir con el Riesgo, Naciones Unidas. Ginebra Suiza.
6) FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE SOCIEDADES DE LA CRUZ ROJA Y
DE LA MEDIA LUNA ROJA (2007). Indicadores de Reducción de Riesgos y
Preparación ante Desastres, Primera Edición. Comisión Europea. Perú.
7) LA FACILIDAD GLOBAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES Y LA
RECUPERACIÓN, EL BANCO MUNDIAL Y LA ORGANIZACIÓN
PANAMERICANA DE LA SALUD (2010). Índice de Seguridad de Centros
Educativos: Guía del evaluador de centros educativos seguros Basado en el Índice
de Seguridad Hospitalaria. Guatemala.
8) MEDINA, JUVENAL Y OTROS (2009). Inserción de la Reducción de Riesgos
en la Educación. Ed. Soluciones Prácticas. Perú.
9) MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y OTROS (2010). Manual de la Gestión de
Riesgo de Desastre para Personal Directivo de Instituciones Educativas. Perú.
10) PNUD (2012). Manual para la Prevención de Riesgos de Desastres en Procesos
de Recuperación y Desarrollo. Chiapas – México.
11) PREDECAN (2009). Educación para la Gestión del Riesgo de Desastre.
Herramientas Conceptuales y Metodológicas para su incorporación en la
Currícula, Edita, Proyecto Apoyo a la Prevención de Desastres en la Comunidad
Andina, (PREDECAN). Lima – Perú.
206
12) RED INTERINSTITUCIONAL PARA LA EDUCACIÓN EN SITUACIONES
DE EMERGENCIA (2007). Normas mínimas para la educación en situaciones de
emergencia, crónicas y reconstrucción temprana. Edita INEE. Paraguay.
13) ROCA, D. Y OTROS (2009). Gestión del Riesgo en Instituciones Educativas,
Maxi Graphica Impresores, Perú.
14) ULLOA, F. (2011), Manual de Gestión de Riesgos de Desastre para
Comunicadores Sociales.
15) UNESCO Y OTROS (2011). Conceptos y herramientas sobre sistemas de alerta
temprana y gestión del riesgo para la comunidad educativa. Edita UNESCO.
Costa Rica.
209
UNIVERSIDAD DEL ISTMO
VICERRECTORÍA ACADÉMICA
DIRECCIÓN DE POSTGRADOS Y MAESTRÍAS
Doctorado en Administración de Negocios
El sector educativo tiene un rol importante en la gestión del riesgo, desde la
formación de ciudadanos y ciudadanas conscientes de los riesgos de desastres a los
cuales están expuestos y de cómo reducirlos o eliminarlos en el mejor de los casos.
El objetivo de esta encuesta es el determinar el nivel de conocimiento sobre la
gestión de riesgos a los desastres del personal administrativo de la la universidad.
Indicaciones: Colocar una cruz o un gancho en la opción que usted escoja.
ENCUESTA
Ítems F M
1) Sexo
2) Edad : 18 -29 _____ 30 -41 _____ 42-53 _____ + de
54 _____
Si No
3) Conoce usted si existe en la universidad un Comité para la
Gestión el Riesgo a los Desastres o algún equivalente?
4) Sabe usted si existe un Plan en caso de Emergencia o
Desastre?
5) Conoce usted el Contenido del Plan?
6) Ha recibido capacitación en el tema de Riesgos a los
Desastres?.
7) Ha recibido usted alguna vez capacitación de primeros
auxilios?
8) Ha recibido capacitación en el uso y manejo de extintores?
9) Sabe usted cuales son las rutas y salidas de emergencia?
10) Están señalizadas las rutas y salidas de emergencias?
11) Del tiempo de laborar en la institución usted ha participado de
algún simulacro de evacuación?
12) Conoce usted los puntos de reunión en caso de realizarse una
evacuación?
13) Estaría usted interesado en participar en el Comité de Gestión
de Riesgos a Desastres de la universidad?.
219
ANEXO N° 3:
GACETA OFICIAL PANAMÁ 12 DE ENERO 2011.
POLÍTICA NACIONAL DE GESTIÓN INTEGRAL DE
RIESGO (PNGIRD)
DECRETO EJECUTIVO N°1101.
247
ANEXO N° 04:
DECLARACIÓN DE PANAMÁ SOBRE LA REDUCCIÓN
DEL RIESGO DE DESASTRES EN EL SECTOR
EDUCATIVO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE