UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA
FACULTAD DE RECURSOS NATU|RALES RENOVABLES
PROYECTO DE TESIS
“BIOMASA AÉREA Y VARIACIÓN DE LA COMPOSICIÓN FLORÍSTICA , EN
DOS PARCELAS PERMANENTES DE MEDICIÓN (PPM) EN EL BOSQUES
RESERVADOS DE LA UNIVERISDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA
– TINGO MARÍA”
PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN : DEFORESTACIÓN Y CAMBIO
CLIMATICO
LINEA DE INVESTIIGACION : BOSQUE Y CAPTURA DE CARBONO
EJECUTOR : Bach. SOTO SHAREVA, Luis Enrique
ASESORES : Ing. MSc. VALDIVIA ESPINOZA, Luis
Alberto
: Ing. MSc. AGUIRRE ESCALANTE
Casiano
LUGAR DE EJECUCIÓN : UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA
DE LA SELVA – TINGO MARÍA
DURACIÓN DEL TRABAJO : 7 meses
TINGO MARÍA – PERU
2015
I. INTRODUCCIÓN
En las tres últimas décadas se han realizado esfuerzos por buscar
soluciones al problema del cambio climático global. El cambio climático es el
cambio distorsionado de clima a nivel del planeta, debido principalmente al
aumento en la atmosfera de gases de efecto invernadero. El ciclo del carbono
ha recibido atención de parte de diferentes ámbitos, con la premisa principal de
que el 60% del calentamiento global observado es atribuible al aumento de la
concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera (GRACE, 2004).
Por otra parte, hay cada vez más evidencias de que la vegetación puede influir
tanto a una escala regional como a mayores escalas, incluso mundial (KELLER
et al., 2004), (MAGNUSSON et al., 2008).
Los bosques cumplen un papel fundamental en la mitigación de las
emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) porque las plantas a
través de la fotosíntesis fijan en la biomasa estos gases, de este modo se crea
un reservorio importante para almacenar CO2 y otros gases de invernadero por
un periodo de tiempo prolongado, por ello es preciso cuantificar el carbono
almacenado en los bosques nativos, para disminuir el cambio climático global.
Estimar las reservas de biomasa de los bosques es una
herramienta útil para valorar la cantidad de carbono que se almacena en las
estructuras vivas en un momento dado, lo cual es importante para evaluar su
contribución al ciclo del carbono (BROWN, 1997). Ya que en la actualidad no
tenemos antecedentes en lugar de datos que representen las estimaciones de
biomasa aérea y variación florística arbórea en parcelas permanentes de
muestreo a través de parcelas permanente en el Bosque Reservado de la
Universidad Nacional Agraria de la Selva
La investigación sobre la variación de la biomasa, diversidad de la
composición florística y cambios en la dinámica de biomasa en la selva
Peruana es escasa y requiere de metodologías estandarizadas para constituir
redes de parcelas permanentes y luego evaluarlas periódicamente lo cual es
complejo debido a la gran riqueza de especies que poseen estos bosques. Los
datos generados a largo plazo proporcionan múltiples informaciones sobre la
dinámica del bosque y los procesos que ahí se generan, así como analizar la
influencia de los factores climáticos extremos (sequia) sobre estos ambientes
documentando el grado de vulnerabilidad pudiendo ser comparados en tiempo
y lugar. (LOPEZ y GONZALEZ et al., 2010).
Con la presente investigación se aportara información que podrá
ser de uso para la Universidad Nacional Agraria de la Selva, las instituciones
públicas o privadas que tienen lineamientos en planes de conservación y
trabajos de restauración ecológicas, así como también servirá como materia
dentro de los bienes y servicios ambientales, y que sustente decisiones
administrativas, políticas en el futuro para la Universidad Nacional Agraria de la
Selva , el cual será ejemplo para otras áreas naturales de conservación ya sea
privada o administrada por el estado en estudio , ya que existe un mercado
crédito de carbono, que se da a través del Protocolo de Kyoto con el
Mecanismo de Desarrollo en Limpio (MDL).
En este sentido se plantea la siguiente interrogante ¿el carbono
almacenado en las parcelas permanentes de medición del Bosque Reservado
de la Universidad Nacional Agraria de la Selva varían en cuanto a diversidad,
composición florística y biomasa? Planteando la siguiente hipótesis: “la
cantidad de carbono almacenado entre las parcelas permanentes de medición
es diferente en el Bosque Reservado de la Universidad Nacional Agraria de la
Selva en cuanto a su diversidad, composición florística”. Razón por la cual se
plantea los siguientes objetivos
Objetivo general
- Estimar la variación de la biomasa aérea y diversidad de la composición
florística , en dos parcelas permanentes de medición (ppm) en el
Bosques Reservados de la Universidad Nacional Agraria De La Selva –
Tingo María”
-
Objetivo específicos
- Realizar un inventario de las especies predominantes existentes en dos
parcelas permanentes de medición en el Bosque Reservado de la
Universidad Nacional Agraria de la Selva.
- Determinar la composición florística arbórea y variables poblacionales
(frecuencia, densidad, abundancia y dominancia) en dos parcela
permanente de medición en el Bosque Reservado de la Universidad
Nacional Agraria de la Selva
- Cuantificar el aporte de biomasa aérea y su variación en dos parcelas
permanente de medición.
II. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. Generalidades del Bosque Reservado de la Universidad Nacional
Agraria de la Selva (BRUNAS)
2.1.1. Aspecto legal
El BRUNAS fue creado mediante Resolución Nº 1502-56-UNASTM
de fecha 31 de diciembre de 1,971, con la finalidad de preservar en conjunto
los recursos naturales existentes en dicha área. Formalmente, consta con título
de propiedad Nº 05788 – 95 otorgado por la Municipalidad Provincial de
Leoncio Prado y asentado en los registros Públicos de Tingo María; abarca una
extensión aproximada de 260 has (CÁRDENAS, 1995).
2.1.2. Estudio de diversidad vegetal
Alberga en su interior especies como: Senefeldera inclinata
(Huangana caspi), Hevea brasiliensis (Shiringa), Psychotria caerulea (cicotria),
J acaranda copaia (Huamansamana) , Pouteria caimito (caimito), Cecropia
sciadophylla (cetico), Virola sp (cumala), Nectandra magnoliifolia(moena
amarilla ), Cinchona officinalis (quinaquina), Vitex pseudolea (paliperro),
Eschweilera coriácea ( machimango), Guatteria alata (carahuasca), Cedrelinga
cateniformis (tornillo), Jacaratia digitata (Papaya caspi), shimbillo ( Inga altísima
Ducke) , miconia ( Miconia poeppigii triana ), ucshaquiro ( Tachigalia setifera
(Ducke)entre otras (RODRIGUEZ, 2000).
CÁRDENAS (1995) en un inventario realizado en el BRUNAS con
parcelas rectangulares, determino la existencia de 32 familias, 70 géneros, 111
especies, de igual forma, indica que los cincos especies más abundantes en el
bosque de producción forestal son Senefeldera macrophylla (184 individuos),
Pseudolmedia laevis (47 individuos), Hevea guianensis (36 individuos),
Pouroma minor (34 individuos) y Crecropia engleriana (32 individuos) en un
muestreo de 3 ha. El mayor volumen y menor volumen de individuos están
entre 10-39 cm, de diámetro del pecho (dap).
RIOS (2008) cálculo el Índice de Valor Importancia en el Bosque
Reservado de la Universidad Nacional Agraria de la Selva. Las especie
registradas fueron: Huangana caspi (45.99%), Cumala blanca (12.04%), requia
de atura (9.24 %), siringa (13.23 %), uvilla minor (8.37%), cetico cedofila
(7.98%) y cumala hoja marron (7.64%).
2.2. La problemática ambiental en torno a los Gases de Efecto
Invernadero (GEI)
El efecto invernadero es un fenómeno natural que ha permitido el
desarrollo de la vida en el planeta. El mismo es causado por la presencia de
gases en la atmósfera, principalmente vapor de agua y gas carbónico,
permitiendo la retención de parte de la energía calórica que recibe del sol, y el
mantenimiento de una temperatura dentro de límites que han permitido el
desarrollo de la vida como la conocemos. Sin la concentración natural de estos
gases en la atmósfera, la temperatura promedio en la superficie de la tierra
sería similar a la de la luna, unos 18° C bajo cero (CENTENO, 1992). Los
gases del efecto invernadero permiten el paso de las radiaciones solares de
onda corta, calentando la superficie de la tierra. A la vez, absorben parte del
calor que emana de la superficie de la tierra, en forma de radiaciones
infrarrojas, de mayor longitud de onda, manteniendo una temperatura en la
superficie del planeta de aproximadamente 15° C (CENTENO, 1992).
En las últimas décadas, los ciclos naturales de oscilación en la
temperatura y la precipitación, se han visto caracterizados por fuertes
variaciones que conducen a extremos climáticos y meteorológicos en diferentes
partes del planeta. Algunas actividades del ser humano producen
contaminación con gases de efecto invernadero, lo que genera marcadas
oscilaciones en la variabilidad climática. Muchos científicos coinciden en que
los efectos de la variabilidad climática interanual se están mezclando y
potenciando con los efectos del cambio climático (ZWIERS et al., 2003),
(SINHA RAY y De 2003).
Según el IPCC (2007) la concentración de Gases de Efecto
Invernadero (GEI) ha incrementado a lo largo del siglo pasado. En torno a este
tema se han generado diversos estudios en los que se concluye que si el
incremento de los GEI continua los efectos casa vez serán más significantes
para el cambio de clima; consecuentemente, se generara un desequilibrio en el
sistema.
Figura 1. Diagrama del efecto invernadero (fuente: UNEP-GRID-ARENDAL
2002).
2.3. Cambio climático
El Cambio Climático es la variación del estado del clima
identificable (p. e. Mediante pruebas estadísticas) con relación al valor medio
y/o en la variabilidad de sus propiedades, la cual persiste durante largos
períodos de tiempo. El Cambio Climático se debe a procesos naturales, fuerzas
externas o cambios antropógenos persistentes hacia la composición de la
atmósfera o el uso de la tierra ORTEGA et al. (2010).
El panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) lo
define como “un posible aumento en la temperatura superficial del planeta que
se produciría como consecuencia de un aumento importante y rápido de las
concentraciones de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, y que se
suma a la variabilidad natural del clima observado durante periodos de tiempo
comparables, la causa fundamental de este incremento es la emisión de estos
gases provocados por actividades humanas.
Ante esta preocupante realidad, se han planteado dos estrategias,
propuestas en la Convención marco de las Naciones Unidas para el cambio
climático (CMNUCC). Estas, son la adaptación o reducción de la vulnerabilidad
y la mitigación o reducción de los gases de efecto invernadero (GEI). Ambas
Estrategias requieren del desarrollo de capacidades e investigación que
sustenten los programas y proyectos en acción.
En el cambio climático global, la biomasa forestal juega un papel
importante debido a que cumple la función de sumidero de los gases de efecto
invernadero; principalmente, en la fijación y almacenamiento de carbono a
través del proceso de fotosíntesis (KANNINEN, 2000).
2.3.1. Convención sobre Cambio climático
Actualmente existe un consenso científico que trata de reducir las
concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero para evitar el
daño en el sistema climático mundial. Considerando que para el año 2050 las
emisiones de CO2 deberían reducirse entre 60 y 70% con respecto a los datos
de 1999, esto según IPCC (2002, 2007) en Brasil en el año 1992 se suscribe la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(CMNUCC), el 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se
comprometieron, en la ciudad de Kyoto, a ejecutar un conjunto de medidas
para reducir los gases de efecto invernadero. Los gobiernos signatarios
pactaron reducir en un 5% de media las emisiones contaminantes entre 2008 y
2012, tomando como referencia los niveles de 1990. El acuerdo entro en
vigencia el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación por parte de Rusia
el 18 de noviembre de 2004 ONU, (1998), PÉREZ et al. (2007).
Figura 2. Posición de los países el 2005 respecto al Protocolo de Kyoto
Fuente: ONU (1998)
Para cumplirlo, fue aceptada la propuesta de distinguir
responsabilidades comunes, es decir, mediante el comercio de emisiones entre
países del Anexo B, en el que un país con emisiones menores a sus objetivos
puede intercambiar su “exceso” de reducciones con otro país (del Anexo I)
mediante acción de implementación conjunta. BEAUMONT (1999) considera
que así como el Protocolo de Kyoto en su Artículo 6, abre el camino a la
implementación conjunta, mediante el intercambio de reacciones/ absorción/
compensaciones de emisiones de GEI, al establecer la posibilidad de que una
parte del Anexo I, pueda transferir o recibir de otra parte también perteneciente
al Anexo I, las unidades de reducción de emisiones provenientes de proyectos
destinados a reducir emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero
o incrementar la absorción por sumideros en cualquier sector de la economía
Se estableció que el compromiso seria de cumplimiento obligatorio
cuando lo ratificasen los países industrializados responsables de al menos, un
55% de las emisiones de CO2. Con la ratificación de Rusia en noviembre de
2004, después de conseguir que la Unión Europea pague la reconversión
industrial, así como la modernización de sus instalaciones, el protocolo entro en
vigencia. El gobierno de Estados Unidos firmo el acuerdo pero no lo ratifico (ni
el presidente Bill Clinton, ni el presidente George W. Bush), por lo que su
adhesión solo fue simbólica hasta el año 2001 en el cual el gobierno del
presidente G. W. Bush se retiró del protocolo (IPCC, 2007).
Además del cumplimiento que estos países hicieron en cuanto a la
emisión de gases de efecto invernadero se promovió también la generación de
un desarrollo sostenible, de tal forma que se utilice también energías no
convencionales y así se disminuya el calentamiento global.
2.3.2. Papel de los bosques en el cambio climático global
Los bosques juegan un papel importante en el ciclo de carbono a
nivel mundial dado que absorben casi la tercera parte de las emisiones
antropogénicas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Estos capturan el
carbono (C) de la atmósfera mediante el proceso de la fotosíntesis convirtiendo
la energía en biomasa forestal y a su vez emitiendo de nuevo el carbono a la
atmósfera durante la respiración y descomposición de las plantas. A nivel
mundial, este intercambio de carbono entre los bosques y la atmósfera es
influido por disturbios naturales y los causados por el hombre (IPCC, 2000).
Sin embargo, evidencias científicas muestran que desde la
revolución industrial, la quema de combustibles fósiles y la destrucción de los
bosques han aumentado las concentraciones de gases de efecto invernadero
(GEI), que atrapan el calor para aumentarlo de manera significativa en nuestra
atmósfera, a una velocidad y magnitud mucho mayor que las fluctuaciones
naturales (IPCC, 2007).
STRECK y SCHOLZ (2006) indica que los bosques actúan como
almacenes de carbono y así juegan un papel importante en la mitigación del
cambio climático, en consecuencia, cuando los bosques son talados liberan
carbono y actúan como una fuente de emisiones de GEI, y cuando se restauran
secuestran carbono, convirtiéndose en sumideros de éste. Por ello, los
bosques juegan un papel importante en el ciclo global del carbono tanto como
un "sumidero" (absorción de dióxido carbono), como una "fuente" (emitiendo
dióxido de carbono), y su uso puede agravar el problema del cambio climático,
pero al mismo tiempo puede ser una herramienta en la formulación de nuevas
formas de mitigarlo.
Del total del bosque reportado, la mayoría de los sumideros de
carbono están localizados en los bosques tropicales de latitud baja (62%),
mientras que la mayoría del carbono del suelo está localizado de alta altitud
(boreal) con 45 %. En estas zonas, la cantidad de carbono presente en la
vegetación forestal es prácticamente igual a la que hallan en el suelo (BROW,
1996). El carbono que está en sumideros superficiales varía entre 60 y 230 Mg
C ha-1 en bosques primarios entre 25 y 190 Mg C ha-1, en bosques secundarios
(KANNINEN, 2000).
DE JONG et al. (2004) indica que encontraron que el manejo de los
bosques y las selvas naturales son las mejores opciones para secuestrar
carbono, ya que presentan las mayores tasas de captura neta por hectárea.
Señalan que las selvas podrían capturar entre 148 y 182 tC ha-1, mientras que
los bosques templados capturarían entre 94 y 134 tC ha-1. El IPCC (2001)
estima que los bosques podrían capturar entre 60 y 87 GtC (Gigatoneladas)
para el año 2050. Considerables cantidades del carbono secuestrado por los
bosques regresan a la atmósfera por causas diversas, por lo que el manejo
forestal representa una opción de gestión para maximizar la captura de
carbono, al disminuir la probabilidad de ocurrencia de eventos que inducen a la
liberación excesiva de CO2 a la atmósfera
2.4. Ciclo del carbono
El ciclo del carbono es considerado como un conjunto de cuatro
depósitos interconectados: la atmósfera, la biosfera terrestre (incluyendo los
sistemas de aguas frescas), los océanos y los sedimentos (incluso los
combustibles fósiles). Estos depósitos son fuentes que pueden liberar el
carbono, o sumideros que son los que absorben carbono de otra parte del ciclo.
Los mecanismos principales del intercambio del carbono son la fotosíntesis, la
respiración y la oxidación (CIESLA, 1996).
En general, las plantas absorben el CO2 de la atmósfera a través
de la fotosíntesis y este compone las materias primas como la glucosa, que
participa en procesos fenológicos para la formación de componentes (flores,
frutos, follaje, ramas y fuste) del árbol. Estos a su vez proporcionan elementos
necesarios para su desarrollo y el crecimiento en altura, diámetro, área basal y
diámetro de copa principalmente. El carbono se deposita en follaje, tallos, y
sistemas radiculares y, principalmente, en el tejido leñoso de los troncos y
ramas principales de los árboles. Estos componentes aportan materia orgánica
al suelo y al degradarse dan origen al humus, que a su vez contiene CO2 Por
esta razón "los bosques son considerados importantes reguladores en el nivel
de carbono atmosférico" ORDOÑEZ (1999).
Los árboles actúan como sumideros de carbono y liberan oxígeno
(O2), reteniendo el carbono en la biomasa, principalmente en la madera. La
madera contiene un 48% de lignina y celulosa; para almacenar una tonelada de
carbono es necesario producir 2.2 toneladas de madera (FWPRDC, 1996). Al
quemarse la madera el proceso se revierte, usando el oxígeno (O2) del aire y el
carbono almacenado en la madera para liberar al final CO2. Los bosques
pueden ser sumideros pero también fuentes de carbono, esto dependerá de
cómo y con qué propósito sean manejados y cómo sean utilizados sus
productos (CHATURVENI, 1994).
Figura 3. Ciclo de Carbono. Fuente: SMITH (1993).
2.4.1. El ciclo del carbono en los bosques tropicales
Los bosques tropicales juegan un papel importante en el ciclo
global del carbono, debido a la gran cantidad de stock de carbono que
almacenan (aprox. 424 mg C incluyendo los suelos, o 37 % del carbono
almacenado en los ecosistemas boscosos y los grandes flujo de carbono que
estos bosques procesan cada año. Fijan aprox. 46 Pg C año-1, o 33% de la
productividad primaria neta terrestre global (GROSSO et al., 2008).
La amazonia, con sus 6 millones de km2, es el bosque tropical más
grande del mundo y alberga aprox. 86 mg C, excluyendo el carbono del suelo,
la mayoría de este carbono está almacenado en la biomasa viva; la necromasa
contribuye aprox. 9.6 Pg C (CHAO et al., 2009). El carbono en el suelo es un
componente importante del stock de carbono total y puede contribuir aprox. 50-
70 % del carbono almacenado en los otros componentes del bosque (malhi et
al., 2009; mencionado por CRUZADO (2010).
El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico natural en el cual,
inicialmente y como dióxido de carbono (CO2), este elemento es transferido de
la atmósfera hacia la tierra y océanos donde reside antes de retornar a la
atmósfera bajo la misma forma. Los principales flujos del ciclo global del
carbono son los que conectan el dióxido de carbono atmosférico con la
vegetación terrestre y los océanos. Hoy, este proceso está lejos de encontrarse
en estado de equilibrio. La emisión de combustibles fósiles y transformación de
los ecosistemas naturales y especialmente los forestales a otros usos de la
tierra ha provocado un incremento en las concentraciones de CO2, gas que
contribuye al calentamiento global.
En lo que se refiere a la distribución de este elemento, KÖRNER
(2003) propone en forma gráfica lo que denomina como el “destino” del
carbono en la planta (Figura 4). La ganancia en términos de biomasa para la
planta está representada por el resultado neto en la asimilación del carbono
entrante (fotosíntesis neta en las hojas) menos la cantidad saliente (respiración,
humificación). Las pérdidas por mortalidad sumadas a la producción de
exudados tienen dos destinos finales: la salida de CO2 hacia la atmósfera a
través de la respiración o la incorporación al suelo en forma de materia
orgánica.
El CO2 atmosférico es incorporado a los procesos metabólicos de
las plantas mediante la fotosíntesis, retirando gas carbónico de la atmosfera y
el agua del suelo, emitiendo oxígeno y capturando carbono en su biomasa por
medio de su crecimiento, produciéndose este proceso en presencia de luz y por
acción de la clorofila de las plantas. Este CO2 participa en la composición de
todas las estructuras necesarias para que el árbol pueda desarrollarse (follaje,
ramas, raíces y tronco). Al crecer, éste incrementa su follaje, ramas, flores,
frutos y yemas de crecimiento (que en conjunto conforman la copa) así como
su altura y el grosor de su tronco. La copa necesita espacio para recibir energía
solar sobre las hojas, lo que da lugar a que las copas de los árboles compitan
por esta energía y, a su vez, los troncos, al ir aumentando su diámetro y altura,
alcancen un tamaño aprovechable en términos comerciales, pudiéndose
extraer productos elaborados (muebles y tablas).Estos productos finales tienen
un tiempo de vida determinado, después del cual se degradan aportando CO2
al suelo y a la atmósfera
Figura 4. Distribución y dinámica del carbono en la planta. Fuente: Körner, (2003)
Si queremos estudiar este ciclo, lo más importante que debemos
entender, es la diferencia entre un stock y un flujo de carbono (Figura 5). En un
bosque tropical, el stock de carbono es todo aquello que se encuentra
almacenado en los diferentes componentes y los flujos son todos aquellos
procesos que afectan el stock. Cuando cuantificamos el stock de un bosque,
muestreamos: a) la biomasa viva almacenada en las hojas, las ramas, el fuste
y las raíces; b) la necromasa almacenada en la hojarasca y la madera muerta;
y c) el carbono en la materia orgánica del suelo. Cuando cuantificamos los
flujos del carbono en el bosque muestreamos: a) la fotosíntesis de las hojas, b)
la respiración autotrófica (ej. árbol) y la respiración heterotrófica (ej. hojarasca,
madera muerta, suelo); c) la mortalidad de troncos, ramas, hojas y raíces; y d)
la descomposición de la madera y la hojarasca causada por los organismos
degradadores. El incremento neto en la biomasa debido a la fotosíntesis,
excluyendo el carbono utilizado en la respiración se denomina productividad
primaria neta, esta se cuantifica midiendo el crecimiento del fuste y la
producción de ramas, hojas y raíces. (HONORIO y BAKER, 2010).
Figura 5. Diagrama de los stocks y flujos de carbono en un bosque tropical que
podría estar estacionalmente inundado Stock (cajas negras), Flujos
(las flechas). .Fuente. (HONORIO y Baker, 2010)
Si entendemos la diferencia entre un stock y un flujo de carbono
Podemos considerar el significado de los términos sumidero y fuente de
carbono. Un área determinada de bosque es considerada como un sumidero
de carbono, si la cantidad almacenada de carbono aumenta con el tiempo. Es
decir si el cambio en el stock de carbono es positivo.
En un bosque, esto ocurre si los flujos que agregan carbono al
stock, como el crecimiento, son más altos que los flujos que disminuyen el
stock, como la mortalidad, por un periodo dado. Por otro lado un área de
bosque es considerada como una fuente de carbono cuando el stock de
carbono disminuye con el tiempo. En general el punto clave, es que los
cambios en el stock de carbono ocurren debido al balance entre todos los flujos
que entran o salen del componente. Entonces, es importante estudiar los
stocks y los flujos de carbono para tener una idea completa del ciclo de
carbono de un bosque.
Asimismo, es importante también mencionar algunas de las
unidades que usualmente son utilizadas para el estudio de almacenamiento de
carbono y los diferentes flujos que hacen posible su distribución por parte de la
planta (cuadro 1).
Cuadro 1. Unidades utilizadas en la cuantificación de carbono en árboles y
ecosistemas.
Variable Se expresa Unidades Abreviatura
Relación con otras
unidades
alternativas
Área Hectáreas ha 1ha =104 m2=0.01km2
Flujos de
Carbono
(ecosistema)
Y
Producción
Primaria Neta
(PPN)
Carbono por
unidad de
área
incluyendo
la variable
tiempo
Gigatoneladas de
carbono por
hectárea por año
Gt C ha-1 año -1 1Gt=1,000,000,000Mg
Megagramos de
carbono por
hectárea por año
Mg C ha-1 año-1 1Mg = 1,000 Kg = 1T
Toneladas de
carbono por
hectárea por año
T C ha-1 año -1 1T = 1Mg = 1,000 Kg
Petagramos de
carbono por
hectárea por año
Pg C ha-1 año-1 1Pg= 1 Gt
Reservas Carbono por Gigatoneladas Gt C ha-1
(Stocks) de
Carbono
unidad de
área
Megatoneladas Mg C ha-1
Toneladas T C ha-1
Petagramos de
carbono por
hectárea
Pg C ha-1
Concentración
de CO2
Volumen Partes por millón ppm1ppm= 1 μmol C(mol
aire)-1
Fuente: VILANOVA (2007)
2.4.2. Reservas de carbono en un bosque tropical
Las actuales reservas de Carbono en los bosques del mundo se
estiman en 861 Toneladas, con (44 %) en el suelo y (42 %) en biomasa viva
(por encima y debajo de la tierra), 8 % en madera muerta y 5 % en hojarasca,
geográficamente el 55 % está almacenado en los bosques tropicales, el 32 %
en los bosques boreales y 14 % en bosques templados. Pero existe una
diferencia fundamental pues los bosques tropicales tienen el 56 % de carbono
almacenado en la biomasa viva y el 32 % en el suelo, mientras que los
bosques boreales solo el 20 % se encuentra en la biomasa y el 60 % en el
suelo.(PAN et al., 2011).
Figura 5. Almacenamiento de Carbono en el Bosque (valores aproximados).
Fuente: Manual de Capacitación: Medición de Carbono REDD, 2011.
GIBBS et al. (2007) señalan que en bosques tropicales la mayor
cantidad de carbono es secuestrada en tejidos vivos sobre la superficie (por
ejemplo, árboles), con stocks secundarios en suelos y desechos gruesos de
madera. Los stocks de carbono en las raíces y el suelo componen en promedio
un 20 % del carbono total almacenado en los bosques tropicales y la
necromasa producida por la mortalidad de los árboles compone un promedio
de 10 % de la biomasa viva sobre la superficie. Durante el tiempo en que el
CO2 se encuentra constituyendo alguna estructura del árbol y hasta que es
enviado nuevamente al suelo o a la atmósfera, se considera almacenado.
Los stocks y los flujos de carbono no presentan valores similares
en cualquier parte de la Amazonía. Para analizar el ciclo de carbono en
diferentes lugares, se debe tener en cuenta la variación de las condiciones
ambientales que presenta la zona de estudio así como también la condición del
bosque, se ha estimado que el carbono en la biomasa de los bosques primarios
y secundarios varía entre 60 y 230 y entre 25 y 190 T ha-1, respectivamente
(BROWN, 1997) y que el C en el suelo puede variar entre 60 y 115 T ha-1.
2.4.3. El impacto de los bosques en el ciclo del carbono
Un beneficio inherente en la conservación de los bosques es el
almacenamiento de grandes cantidades de carbono, que de estar libres en la
atmosfera se sumarían a los GEI. Por ende se debe permitir que los bosques
prosperen y hagan su trabajo en la captación de carbono para reducir la
amenaza del cambio climático.
El ciclo del carbono comienza con la fijación del CO2 por medio de
la fotosíntesis realizada por la plantas, el carbono se almacena tanto en forma
de biomasa (troncos, ramas, hojas, raíces, etc.), como en forma de carbono
orgánico en el suelo (WINJUM et al., 1993). Con el tiempo los bosques
acumulan carbono a través del crecimiento de los árboles, por lo tanto, los
bosques inmaduros secuestran carbono a tasas elevadas, mientras que el
secuestro en bosques maduros es eventualmente igual, es decir, el balance de
carbono del ecosistema alcanza un estado estacionario (STRECK y SCHOLZ,
2006), por lo que el bosque es sólo un depósito de carbono, pero ya no actúa
como un sumidero de carbono lo anterior significa que los bosques actúan
como reservorios para el carbono de la atmósfera; de esta manera las fuentes
de GEI depende de varios factores como la edad del bosque, del régimen de
manejo, de las alteraciones bióticas y abióticas (por ejemplo, plagas de
insectos, incendios forestales, etc.) y de la deforestación inducida por el ser
humano.
2.5. Biomasa
MARTINELLI et al. (1994) definen la biomasa como la cantidad
expresada en masa del material vegetal en un bosque. Los componentes de la
biomasa generalmente estimados son: Biomasa Horizontal (sobre el nivel del
suelo), compuesta de árboles y arbustos y Biomasa bajo el nivel del suelo,
compuesta por las raíces. La biomasa total es dada por la suma de todos los
componentes. La estimación de la biomasa es fundamental en los estudios
relacionados al reciclaje y stock de nutrientes, principalmente en bosques
tropicales y su importancia creció enormemente por la emisión de dióxido de
carbono a la atmósfera causada por los cambios en el uso de la tierra.
SALINAS y HERNANDEZ (2008) mencionan que es aquel material
orgánico biodegradable no fosilizado originado de plantas, animales y
microorganismos; incluyendo productos, subproductos, residuos y desechos de
la agricultura, forestaría e industria afines. También se dice que es la masa
total de los seres vivos presentes en una determinada aérea en un momento
determinado y suele expresarse en toneladas de materia seca, tarta de un
concepto útil al proporcionar una orientación sobre la riqueza en materia
orgánica que un determinado momento posee un ecosistema.
Se calcula que por lo menos el 40% del carbono de la biomasa del
árbol completo se encuentra en las hojas y en las ramas que se queman o se
descomponen rápidamente después de la corta del árbol. Del 60% del carbono
restante, las operaciones de transformación dejan menos de la mitad del
volumen total en el producto final; esto significa que aproximadamente el 75%
del carbono que había almacenado en el árbol regresa a la atmósfera
(SCHROEDER et al., 1993).
2.5.1. Biomasa vegetal
La biomasa forestal se define como el peso de la materia orgánica
que existe en un determinado ecosistema forestal por encima y por debajo de
la superficie del suelo, expresado en toneladas por hectárea. La dendrometría
mide la biomasa forestal por secciones del árbol. Estimar la biomasa arbórea
es fundamental para conocer la estructura, funcionamiento y dinámica en los
sistemas forestales (MONTERO et al., 2005).
La biomasa arbórea o vegetal es un tipo de depósito de carbono
muy importante debido a que contribuye al almacenamiento de carbono en el
suelo por medio de la acumulación de la materia orgánica. Además, realizar la
medición de la biomasa arbórea permite establecer la cantidad de CO₂ que
puede ser removido de la atmósfera por la reforestación (MANSON, 2008).
BROWN (1997) indica que la biomasa de las comunidades
vegetales es la cantidad de material vegetal o la suma total de la materia viva
que se encuentra en un ecosistema en un período determinado, expresado en
peso de materia seca o verde (toneladas) por unidad de área, la biomasa de la
vegetación leñosa es un depósito importante de los gases de efecto
invernadero (GEI) y contribuye al almacenamiento de carbono en el suelo a
través de la acumulación de la materia orgánica.
Cuadro 2. Reservorios de carbono vegetal
Biomasa Viva Muerta
AéreaBiomasa(Troncos, ramas, hojas de
vegetación leñosa y no leñosa)Madera y hojarasca
Subterránea Biomasa ( raíces , fauna)Carbono del suelo
( incluye turba)Fuente: Elaboración propia
2.1.1. Tipos de biomasa arbórea
De acuerdo con la Guía de Buenas Prácticas del Uso de la Tierra,
cambio del uso de la tierra y bosques (GBP-UTCUTS) del IPCC son 4 los
depósitos de carbono a considerar: 1. biomasa viva que comprende biomasa
sobre el suelo, 2. biomasa subterránea, 3. materia orgánica muerta conformada
por madera muerta y hojarasca, 4. suelos que la constituye la materia orgánica
del suelo (IPCC, 2005).
A continuación, se determina como está compuesto cada uno de
los tipos de biomasa arbórea y que incluye la medición, definida por las fuentes
bibliográficas citadas anteriormente.
2.5.1.1. Biomasa Viva Aérea
Abarca todos los troncos leñosos, ramas y hojas de árboles vivos,
plantas rastreras, enredaderas y epífitas, así como las plantas del sotobosque y
la vegetación herbácea. Es muy importante hacer notar que el componente
más importante de esta fuente son los árboles. La estimación de la Biomasa
Aérea de los árboles es esencial para estudios de almacenes y flujos de
carbono en los ecosistemas forestales. Por ello es necesario entender el papel
que juega el aprovechamiento forestal a distintas intensidades y la dinámica de
biomasa que esta perturbación genera y la respuesta de los distintos tipos de
bosque.
2.5.1.2. Biomasa Viva Subterránea:
Se refiere a las raíces del árbol, realizar la medición de este tipo de
biomasa es un proceso costoso para lo que se estima con un porcentaje de la
biomasa árboles sobre el suelo (biomasa aérea). Se excluyen las raíces finas
de menos de 2 mm de diámetro, debido que no se las identifica en la materia
orgánica del suelo. Abarca las raíces, la fauna del suelo y los microorganismos.
2.5.1.3. Biomasa Muerta: de árboles y troncos caídos
Es la madera que yace en la superficie, las raíces muertas y los
tocones7; no se considera la hojarasca. Para la medición se utiliza funciones
de biomasa de árboles vivos pero se toma en cuenta un factor de descuento
alrededor del 70 % de la biomasa viva. Esto sucede porque los árboles muertos
pasan por un estado de pudrición y pierden parte de sus hojas, ramas, corteza
y raíces. La materia orgánica muerta (es decir, la necromasa) incluye árboles
caídos y tocones, otros desechos leñosos gruesos, la capa de hojarasca y el
carbón vegetal (o materia orgánica parcialmente carbonizada) sobre la
superficie del suelo.
2.5.1.4. Biomasa en el suelo
En el suelo la cantidad de carbono se encuentra en sus primeros
30 cm. Para cuantificar carbono en el suelo es necesario definir en el
laboratorio su densidad aparente8 y el contenido de carbono. La
descomposición de los materiales orgánicos aumenta la cantidad de carbono
almacenado en el suelo, que es mayor que la cantidad total que hay en la
vegetación y la atmósfera
Abarca el carbono orgánico, el carbono inorgánico y el carbón
vegetal. El principal tipo de carbono en el suelo se encuentra en diversas
etapas de humificación, y los plazos de recambio llegan hasta cientos (o
incluso miles) de años. La información de biomasa, se usa para diferentes
propósitos como : a) estimación del contenido de Carbono en el Bosque ; b)
cuantificación de la cantidad de nutrientes en los ecosistemas; c) determinación
de la fijación de energía en ecosistemas forestales; d) descripción cuantitativa
de ecosistemas y fuentes de biomasa disponibles ; e) evaluar cambios en la
estructura del bosque; f) cuantificación de la cantidad de gases de efecto
invernadero que no se libera evitando la deforestación, g) cuantificación del
incremento y rendimiento de bosques, crecimiento y productividad. (BROWN,
1997).
2.6. Metodologías para cuantificar la biomasa
Existen dos tipos de evaluaciones de la biomasa y
consecuentemente de carbono almacenado en esta, el método directo y
destructivo que implica determinación de ambos parámetros y el método
indirecto no destructivo que implica estimación de éstos. Existe una distinción
conceptual entre determinación y estimación.
Determinación hace referencia a la medición real hecha
directamente en la biomasa, donde por ejemplo se puede mencionar el pesado
de un fuste entero por medio de un dinamómetro o una balanza. Cuando no se
realizan estas determinaciones de manera directa sobre la vegetación forestal
entonces se está en presencia de estimaciones que se llevan a cabo a partir de
relaciones cuantitativas o matemáticas, como razones o regresiones. Por tal
motivo la literatura hace distinciones entre los métodos directos e indirectos de
evaluación de la biomasa (SANQUETTA y BALBINOT, 2004).
2.6.1. Metodologías directas
Los métodos directos implican determinaciones, estas no son
posibles en grandes extensiones forestales, siendo usadas en parcelas de
muestreo en la población a fin de ajustar y calibrar modelos empleados para
estimar biomasa.
2.6.1.1. Muestreo destructivo
Esta metodología está basada en la gravimetría de los diferentes
componentes de un bosque usando una balanza. Se aplica generalmente para
los componentes menores como: el peso de arbustos, hierbas, árboles con
diámetro menor a 3 cm, madera muerta con diámetro menor a 10 cm,
hojarasca y raíces finas. En el caso de los árboles de mayor tamaño, esta
metodología se utiliza para obtener o verificar ecuaciones alométricas que
relacionan la biomasa del árbol con variables medibles en el bosque como el
diámetro del árbol, altura, etc., y luego se prueba estadísticamente cuál de las
variables medidas está más relacionada con la biomasa.
2.6.2. Metodologías indirectas
Los métodos indirectos implican estimaciones que deben estar
basados en datos provenientes de determinaciones. De esta forma se puede
decir que la mayoría de los estudios de biomasa forestal que se realizan son
estimaciones y no determinaciones.
2.6.2.1. Muestreo no destructivo
Esta metodología permite hacer estimaciones indirectas de la
biomasa usando ecuaciones alométricas. El diámetro del árbol es una variable
relativamente fácil de medir en campo y estima muy bien la biomasa (CHAVE
et al., 2005) sin embargo, para hacer comparaciones de stock de carbono entre
diferentes lugares o tipos de bosque es necesario considerar otras variables
como la altura de los individuos y la densidad de la madera. Entre las
metodologías indirectas se tiene.
Figura 6. Proceso para la estimación de la biomasa aérea de los bosques
tropicales a partir de la información de parcelas permanentes de
muestreo. Fuente: CHAVE et al. (2004)
2.7. Relación biomasa - carbono
La habilidad de cuantificar de manera precisa la cantidad de
carbono almacenada y secuestrada en los bosques es un tema sustancial en la
agenda del Convenio Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático
(UNFCCC) dada su importancia en el ciclo del 21 carbono en la Tierra,
particularmente en la mitigación de emisiones (BROWN, 2002).
La captura de carbono es la extracción y almacenamiento de
carbono de la atmósfera en sumideros de carbono a través de la fotosíntesis.
Los árboles absorben dióxido de carbono (C02) atmosférico junto con
elementos en suelos y aire para convertirlos en biomasa. Aproximadamente 42
% a 50 % de la biomasa de un árbol es carbono (GIBBS et al., 2007).
Es común utilizar un factor de 0,5 ya que, en promedio, la materia
vegetal seca contiene un 50 % de carbono (BROWN et al., 2005). El carbono
es un indicador fundamental para analizar la integridad de un ecosistema y la
provisión de bienes y servicios ambientales, este es sensible a los efectos
directos de la deforestación y la degradación, así como en los impactos
esperados por anomalías climáticas y las posibles alteraciones en la
productividad de los ecosistemas. (REDD, 2011).
2.8. Secuestro de carbono
La cantidad de carbono secuestrado, se relaciona con la capacidad
del bosque de mantener una cierta cantidad de biomasa por hectáreas, la cual
está en función de su heterogeneidad y está determinado por las condiciones
del suelo y clima. Las plantas, tienen la capacidad de almacenar CO2 de la
atmosfera, basados en el hecho de que durante la fotosíntesis se fija carbono;
que luego utilizan para generar el alimento necesario para su crecimiento. Se
estima, que una hectárea de plantación absorbe alrededor de 10 Mg de
carbono por ha/año de la atmósfera dependiendo de las condiciones del lugar
(AREVALO et al., 2003).
La cobertura boscosa cumple un papel fundamental en el secuestro
de carbono, cuyo potencial de almacenamiento en los bosques tropicales se
estima que es de 340 Pg de biomasa aérea y 620 Pg de C en el suelo. Por eso
los cambios en estos reservorios, pueden tener un impacto considerable en el
balance global de carbono y consecuentemente en el cambio climático del
planeta (BROWN, 1996).
CATRIONA (1998) menciona que en los trópicos, el carbono en
sumidero superficiales varían en 60 y 230 MgCh-1 en los bosques primarios y
entre 25 y 190 MgCha-1en los bosques secundarios El (IPPC (2001) menciona
que los distintos tipos de vegetación natural y plantaciones forestales pueden
capturar entre 4.79 y 1.65 Mg Cha-1año-1). Los bosques naturales pueden ser
considerados en equilibrio dinámico en relación al carbono bajo ciertas
condiciones climáticas y para ciertas concentraciones atmosféricas de CO2
(FAO, 2007). La amazonia es el ecosistema que contiene la mayor cantidad de
carbono (305 MgCha-1, encontrándose el 28% en el suelo).
WOOMER et al. (1998) mencionan que la amazonia es el
ecosistema que contiene la mayor cantidad de carbono (305 Mg Cha-1,
encontrándose el 25 % en el suelo). Todos los cambios en el manejo de tales
ecosistemas inducen cambios importantes en la dinámica del carbono, dando
lugar a menor existencia de carbono en el bosque original
2.9. Carbono almacenado en bosques mundiales
Los ecosistemas terrestres constituyen una reserva mayor a
2000Gt C que actúan como sumidero neto de C con alrededor de 1.5 Gt C/año,
los bosques tropicales representan una gran proporción (IPCC, 2007).
LEWIS et al. (2009) mencionan que el mundo, en cuanto a
absorción anuales de carbono es de 1.3 Gt C aproximadamente y se calcula
que los bosques tropicales de América Centra y Sur absorben
aproximadamente 0.6 Gt C, los de África poco más de 0.4 Gt y los de Asia
cerca de 0.258 Gt.
LOGUERCIO (2005) indica que un bosque primario cerrado
almacena entre suelo y vegetación cerca de 200 t C y poco más si se convierte
en pastizal o agricultura permanente. Asimismo el IPCC (2001) añade que los
bosques son un sumidero neto de carbono durante los próximos cien años, que
ayudarían a reducir del 20 a 50 % de las emisiones netas de CO2 en la
atmósfera a través del manejo silvicultura de los bosques nativos existentes y
la creación de nuevos bosques, áreas donde no existen árboles, utilizando con
ello su potencial para mitigar los cambio del clima
IPCC (2001) indica que los distintos tipo de vegetación natural y
plantaciones forestales pueden capturar entre 4.8 y 1.6 t C/ha-1/año-1.
CATRIONA (1998) indica que los trópicos el C de los sumideros
superficiales varía entre 60 y 230 t C/ ha-1 en los bosques primarios y entre 25 y
190 t C/ha-1 en bosques secundarios.
Asimismo PERCY et al. (2003) manifiestan que el flujo neto
terrestre del C es la diferencia entre la captura (sumideros) y las fuentes.
Durante los años noventa del siglo XX, la biosfera terrestre (de la cual los
bosques forman una gran parte) absorbió el C a una velocidad de
aproximadamente 1.4 Gt/ año, se estimó que los árboles y suelos forestales
contienen 1.146 Gt de C.
Cuadro 1. Densidad de carbono estimado para bosques mundiales.
Continentes /paísesDensidad de carbono (t/ha-1)
Vegetación suelo
Alta
Rusia 83 281
Canadá 28 484
Alaska 39 212
Madia
EEUU continental 62 108
Europa 32 90
China 114 136
Australia 45 83
baja
Asia 132-174 139
África 99 120
América 130 120
Fuente: PERCY et al. (2003).
2.10. Biomasa en la amazonia peruana
BALDOCEDA (2001) indica que en aérea de influencia de la
carretera Neshuya a Curimaná, Ucayali, determinó que la tasa promedio de
secuestro de carbono aéreo para bosque secundarios de 2 a 10 años es de
9,26 t/ha-1/año-1 como se muestra en el cuadro 2.
Cuadro 2. Tasa de secuestro de carbono en bosques secundarios del área de influencia
de la zona Neshuya – Curimaná, Pucallpa, Perú.
Edad del Bosque (año)
Carbono aéreo (t ha-1)
Tasa de secuestro de carbono almacenado
(tha-1/año-1)
2 10.85 5.424 23.14 6.156 48.68 12.778 79.5 15.4
10 92.61 6.56Promedio general 50.96 9.26
Fuente: BALDOCEDA (2001).
CAMONES (2014) en estudios realizados determino el stock de
carbono en el componente vegetal en diferentes estratos del Bosque
Reservado de la Universidad Nacional Agraria de la Selva-Tingo María, en la
provincia de Leoncio Prado, distrito Rupa Rupa. Utilizando la metodología
propuesta por el Protocolo para la determinación del Carbono en el Suelo y en
la Biomasa Vegetal Aérea de los bosques de la Concesión para la
Conservación Alto Huayabamba: Versión 1.0 (CRUZADO, 2010). A
continuación se resume la biomasa área en diferentes estratos.
Cuadro 4. Biomasa y carbono total por coberturas en el Bosque Reservado de la
Universidad nacional agriaría de la selva.
Estrato Biomasa Carbono
Media
t ha-1
Media
t ha-1
Ds
t ha-1
Cv
%
Es
t ha-1
Área
(ha)
Li (t) Ls (t)
Colina Baja Clase 1 102 51 11.5 22.62 8.16 19.83 849.45 1173
Colina Baja Clase 2 128.55 64.27 9.88 15.37 6.99 30.75 1761.5 2191.2
Colina Alta Clase 1 153.42 76.71 6.39 8.33 4.52 87.39 6308.7 7098.1
Colina Alta Clase 2 119.58 59.79 11.4 19.1 8.08 36.19 1871.4 2455.8
Montaña 91.9 45.95 11.3 24.64 8.01 19.36 734.76 1044.8
Cobertura boscosa subtotal 193.5 11526 13963
Colina Baja Clase 1 6.94 3.47 1.03 29.75 0.73 3.31 9.07 13.91
Colina Baja Clase 2 3.17 1.58 0.13 8 0.09 3.55 5.31 5.95
Colina Alta Clase 1 6.88 3.44 0.65 18.91 0.46 5.3 15.79 20.66
Colina Alta Clase 2 5.84 2.92 0.28 9.69 0.2 4.25 11.57 13.27
Montaña 2.47 1.23 0.33 2.28 0.22 7.29 8.85 9.14
Cobertura herbácea sub total 23.7 50.59 62.93
Total 217.2 11576 14026
Fuente: CAMONES (2014)
SALAZAR (2012) en estudios de cuantificación de carbono aéreo
en la cuenca de Aguaytia encontró aquellos bosques que almacenaron mayor
cantidad en los distintos componentes , determinándose en los sectores Las
Palmeras (158.6 t Cha-1), Nuevo Satipo (157.4 t Cha-1) y Bellavista (151.3 tCha-
1), considerándose la composición florística en el estrato arbóreo , a una
especie de maderas con más alta densidad , este factor en la madera de un
árbol es una variable importante que nos la cantidad de carbono que la planta
contiene en su estructura variando durante la vida de la planta y entre
individuos de una misma especie .
Cuadro 5. Carbono aéreo total del bosque primario remanente en distintos sectores
Sector SUTArbórea
(tha-1)
Arbustiva-
Herbácea
(tha-1)
Hojarasca y
madera
muerta (tha-1)
Total
(tha-1)
Bejaico Bosque 114 1.3 11.6 126.9
Bellavista Bosque 137.6 1.5 12.2 151.3
Los Olivos Bosque 69.9 0.2 25.5 95.5
Miguel Grau Bosque 117.1 1.5 4.9 123.5
Las Palmera Bosque 124.2 1.9 32.5 158.6
Nuevo Satipo Bosque 142.4 0.6 14.4 157.4
Promedio 135.53
Fuente: SALAZAR (2012)
LEIVA (2013) menciona que en estudio realizados en la región de
Ucayali ha estimado el stock de carbono aéreo en el bosque ubicado en la
zona de Boquerón (142.69 t ha-1, en comparación al bosque localizado en la
pampa Hermosa (101.06 th-1). En ambos bosques el componente arbóreo
aporto valores mayores al 75 % de carbono al total encontrado, mientras que la
componente herbácea arbustiva ha influido en menos del 1% del carbono total
aéreo
Cuadro 6. Stock de carbono aéreo en dos zonas de la región Ucayali.
Componente Boquerón % Pampa Hermosa %
Arbóreo 121.93 85.45 76.31 75.51
Sotobosque 5.31 3.72 5.56 5.5
Herbáceo y arbustivo 0.05 0.03 0.51 0.51
Árbol muerto en pie 1.88 1.32 3.75 3.71
Árbol muerto en suelo 8.55 5.99 5.2 5.15
Hojarasca 4.97 3.49 9.73 9.63
Total C (tha-1) 142.69 100 101.06 100.01
Fuente: LEYVA (20013)
CRUZADO (2010) determinó los valores estadísticos de la biomasa
y carbono aéreo total en los bosques alto andino de la CCAH. El promedio de
biomasa aéreo calculado fue de 167.11 t ha-1, variando esta proporción entre
los diferentes componentes evaluados, concentrándose la mayor cantidad de
biomasa en el componente arbóreo con 72.5 % del total, también se encontró
un importante cantidad en la Necromasa mayor 11.7 %, mientras el sotobosque
se almacenó el 6.3 %. Así mismo, en la hojarasca o Necromasa menor se
almaceno el 4.8%; en el dosel 2.8 % y el valor más bajo de biomasa se obtuvo
en el componente herbáceo que solo almaceno el 1.9% en general, en el
componente arbóreo vivo se almacena 83.5% y en la Necromasa el 16.5 %
Cuadro 7. Contenido de carbono almacenado en la biomasa aérea de cada componente
estudiado en los bosques alto andino de la CCAH.
ComponenteBiomasa aérea
(tha-1)
contenido
carbono
(t ha-1)
ES
Biomasa arbórea viva 139.54 69.77 12.8
Componente arbóreo (≥ 10) 121.18 60.59
Sotobosque (2.5 - 10) 10.49 5.24
Herbáceo (1 - 2.5) 3.22 1.61
Dosel 4.66 2.33
Necromasa 27.56 13.78 1.63
Necromasa mayor 19.52 9.76
Necromasa menor (hojarasca) 8.04 4.02
Total 167.11 83.55 12.9
Fuente: CRUZADO (2010)
ALEGRE et al. (2002) determinaron el carbono en diferente sistema
de uso de tierra; en Yurimaguas encontrándose que el bosque tiene los
contenidos más altos de carbono total. El barbecho natural aumenta su
contenido de carbono con el tiempo, mientras que en los sistemas manejados
son más bajos; sin embargo el contenido de carbono en la biomasa aérea en
los sistemas perennes con árboles y coberturas es más alto. Lo indica que
cultivos de árboles perennes basado en sistemas multiestratos alcanzan del
20% a 46% de carbono secuestrado del bosque primario, comparado con solo
10% de los sistemas anuales.
Cuadro 9. Reservas de carbono encontrados en la biomasa aérea de diferentes
sistemas de uso de tierra (SUT) en Yurimaguas, Perú.
Sistema de Uso de Tierras (SUT) Árbol Sotobosque HojarascaSuelo
t ha-1
Total
(t /ha-1)
Forestal
Bosque ligeramente desmontado
de 40 años 290 3.63 3.93 38.76 336.32
Barbecho
Bosque secundario (15 años) 184.4 0.82 4.03 46.54 235.79
Bosque secundario (5 años) 42.1 1.89 2.96 47.27 94.22
Bosque secundario (3 años) 2.4 1.25 3.44 43.8 50.89
Cultivos
Áreas quemada 46 0 0 50.36 96.36
Cultivo anual (arroz) 16.8 1.91 2.96 43.6 65.27
Pasto
Pastura degradado 30 años
(quemado) 0 4.83 5.73 54.5 65.06
Pasto mejorado de B. decumbens
(15 año) 0 1.76 2.366 72.6 76.726
Sistema agroforestal
Plantación de pijuayo de (16 años) 0.4 82.69 2.16 56.1 141.35
Plantación multiestrato 57.3 1.25 6.09 47.03 111.67
Fuente: ALEGRE et al. (2002)
CALLO – CONCHA et al.(2001) mencionan que en estudios
realizados en tres pisos ecológico de la amazonia (Selva alta- Previsto ,Selva
Baja- Aguaytia y Ceja de Selva – San Agustín ) donde evaluó el
almacenamiento de carbono diferentes de uso de la tierra (bosque primario,
huerto casero, Bosque secundario, café bajo sombra, Silvo pastura y pastura),
mediante la metodología propuesta por INIA y el ICRAF, encontró que los
bosques primarios retienen la mayor cantidad de carbono en la biomasa aérea ,
en comparación con los otros sistemas.
Cuadro 10. Cuantificación de carbono secuestrado en sistemas agroforestales y testigos,
en tres pisos ecológicos de la amazonia del Perú.
SUTÁP
(% C)
ÁCM
(%C)
AH
(%C)
H
(%C)
E
(% )
Total
( t Cha-1)
Bosque primario 42.1 35.9 0.16 0.7 21.2 465.8
Bosque secundario 37.51 7.62 0.43 1.42 53 181
Café bajo sombra 23.44 16.7 0.33 0.88 58.6 193.7
Silvopastura 25.38 1.17 0.76 0.54 72.1 119.8
Pastura 2.36 0 1.32 0.72 95.6 97.3
Huerto casero 39.55 3.19 0.28 0.52 56.5 195.7
AP= Arboles en pie; ACM = Árboles caídos muertos; AH= Arbustivo y Herbáceo; H= Hojarasca; E=
Edáfico. Fuente: CALLO et al. (2001).
2.11. Antecedente de biomasa aérea en parcelas permanentes
BAKER et al. (2004) analizan los cambios de la biomasa en
parcelas en bosque amazónicos, donde estiman que la biomasa aérea en
árboles que tienen más de 10 cm de diámetro ha aumentado desde el
establecimiento de las parcelas por 1.22 ± 0.43 Mg ha -1 año -1. Entre los sitios
evaluados se encuentran 17 parcelas en Perú ubicadas en la Amazonía norte
(Iquitos) presentando valores negativos, en cambio en el sur (Madre de Dios)
los valores son entre (0.43 y 3.50 Mg ha-1 año-1) donde se nota claramente un
mayor incremento de biomasa aérea. Los resultados sugieren que la biomasa
total en promedio en la Amazonía está incrementándose y que ha habido un
sumidero de carbono a escala regional en los bosques amazónicos de viejo
crecimiento durante las dos décadas anteriores. Después de estudios
realizados respecto al tema afirmaron posteriormente la estrecha relación que
existe entre la biomasa aérea y el DAP en donde la biomasa depende
directamente del DAP; esto permite deducir que a mayor DAP del árbol a
evaluar, mayor es la acumulación de biomasa, asimismo esta acumulación se
aplica en clases diamétricas.
MALHI et al. (2002) proponen un red internacional para la
supervisión de la estructura, composición y dinámica de los bosque
amazónicos denominada Red Amazonia de Inventarios Forestales – RAINFOR,
utilizando parcelas permanentes a largo plazo para monitorear la biomasa y la
dinámica del bosque y relacionarla con el suelo y el clima; la información puede
proveer ideas vitales dentro del mecanismo que subtienden las respuestas
actuales de los ecosistemas de la Amazonia ente el clima y el posible futuro de
la Amazonia bajo el cambio global de los escenarios
CHAVE et al. (2005) proponen modelos de regresiones alométricas
para convertir las mediciones de los árboles a estimaciones de biomasa aérea,
adicionando parámetros como la densidad de la madera (gravedad específica)
que junto al DAP forman modelos que representan menos sesgo en la
evaluación.
URETA (2009) indica que evaluó las diferencias altitudinales
significativas en contenido de carbono y biomasa arbórea dentro del Parque
Nacional Yanachaga Chemillen (PNYCH), en parcelas permanentes del Jardín
Botánico de Missouri donde toma árboles ≥ 10 de DAP para posteriormente
determinar el contenido de carbono y biomasa arbórea. Obteniendo una
biomasa aérea de 64.66 t/ ha en bosque montano y 1001,12 t/ha en bosque
amazónico donde hay valores más representativos.
PHILLIPS et al. (2009) indica que usaron registros de múltiples
parcelas a lo largo de la Amazonía para valorar las respuestas de los bosques
a la intensa sequía del 2005, un posible análogo de futuros acontecimientos.
Los bosques afectados perdieron biomasa, invirtiendo un gran sumidero de
carbono a largo plazo, con los más grandes impactos observados donde la
estación seca fue inusualmente intensa. Comparado con las condiciones
previas al 2005 los bosques sujetos a un déficit de agua perdieron 5.3 Mg de
carbono de biomasa aérea por hectárea. Los bosques amazónicos por lo tanto
se muestran vulnerables al incremento del estrés de la humedad, con potencial
para grandes pérdidas de carbono que retroalimentan el cambio climático.
PHILLIPS y GENTRY (1994) realizaron un análisis sobre la tasa
de reemplazo en 40 parcelas permanentes en la Amazonía en el que afirman
que debido al cambio climático global y a procesos como la fragmentación de
hábitats, las tasas de mortalidad y reclutamiento de árboles han aumentado en
las últimas décadas en muchos bosques tropicales ;lo cual supone un
incremento en el dinamismo de los bosques tropicales, que podría afectar
significativamente la composición y diversidad de especies arbóreas presentes
en dichos ecosistemas.
2.11.1. Importancia de las parcelas permanentes para la
estimación de biomasa aérea
Es importante destacar que los estudios a largo plazo desarrollados
en parcelas de bosque para estudiar los cambios en la biomasa son de gran
importancia al momento de aplicar ecuaciones alométricas (PHILLIPS et al.,
1998). El valor potencial de los datos a largo plazo en las parcelas de los
bosques tropicales fue destacado en 68 sitios pantropicales para estudiar los
cambios en la biomasa (PHILLIPS et al., 1998). Si se realizan repeticiones de
medidas en las mismas parcelas, éstas pueden parcialmente proporcionar
estimaciones directas sobre los cambios en la biomasa en bosques tropicales
(BAKER et al., 2004) y así se puede detectar cuanto C está acumulado estos
bosques (DE CASTHILO et al., 2010) porque la 22 proporción de C en los
tejidos vivos es, en general, la mitad de la biomasa de la planta (MALHI y
GRACE, 2000).
2.12. Parcelas permanentes de medición (PPM)
La PPM se establece con el fin de mantenerse indefinidamente
instalado en el bosque y cuya adecuada demarcación permita la ubicación
exacta de sus límites y puntos de referencia a través del tiempo, así como de
cada uno de los individuos que la conforman, donde todos los árboles
existentes han sido identificados, medidos y etiquetados, los cuales se evalúan
periódicamente. (AGUILAR y REYNEL, 2009).
Una PPM es una superficie de terreno debidamente delimitada y
ubicada geográficamente en donde se registran datos ecológicas y
dasométricos con la finalidad de obtener resultados sobre incremento,
mortalidad, reclutamiento (ingresos) u otro tipo de información previamente
determinada (PINELO, 2000).
Las PPM son espacios de investigación a largo plazo
permanentemente demarcado y periódicamente medido. La instalación y
monitoreo de un conjunto de PPM conllevan varios objetivos los cuales deben
ser claramente definidos antes de indicar el estudio (CAMACHO, 2000).
Las parcelas permanentes son usadas para medir los flujos de
carbono en áreas de muestreo definidas. Las mediciones son repetidas en el
tiempo con el fin de calcular la fijación o pérdida de carbono debido a la
productividad, mortalidad y respiración. El crecimiento o productividad suele
estimarse midiendo los parámetros directamente, por ejemplo: el crecimiento
de los árboles se estima midiendo el diámetro, la producción de hojas se
estima recolectando las hojas que caen del dosel, la producción de raíces
colectando las raíces en volúmenes determinados de suelo, etc. La mortalidad
se estima con la pérdida de árboles en la parcela, la caída de ramas, hojas,
entre otros. (HONORIO y BAKER, 2010).
2.12.1. Forma y tamaño de las parcelas
Es recomendable que una PPM en el bosque tropical tenga forma
cuadrada debido al menor perímetro con respecto a parcelas rectangulares. Lo
que reduce el costo de demarcación y minimiza el riesgo de cometer errores de
medición en árboles que se encuentran al borde de las parcelas. Igualmente
las PPM en bosques tropicales deben tener el tamaño mínimo de una hectárea
con la finalidad de abarcar mayor variabilidad posible y facilitar el análisis
estadístico de la información, según Alder (1980), citado por PINELO (2000).
2.12.2. Distribución de parcelas
Las PPM se pueden distribuir al azar o en forma sistemática, pero
siempre basadas en la estratificación; es decir en condiciones similares
(estratos) para posteriormente comparar y unir los resultados obtenidos en
cada una de ellas. No obstante todas las áreas deben tener la misma
probabilidad de ser incluidas en una parcela.
Cuando el objetivo es estudiar el comportamiento de ciertas
especies comerciales, la aleatorización debe tomar en cuenta las áreas con
mayor abundancia de dichas especies, pues si se incluye todo el área cabe la
posibilidad de que las parcelas se instalen en zonas en donde es mínima la
presencia de las especies de interés; para ello se tiene dos formas de
distribución de las parcelas permanentes de medición: al azar y sistemático
(PINELO, 2000).
2.12.3. Composición florística
La composición de un bosque se enfoca como la diversidad de
especies de un ecosistema lo cual se mide por su riqueza, representatividad y
heterogeneidad resultando de procesos que operan a distintas escalas
espaciales y temporales, estos procesos actúan como filtros que seleccionan a
aquellas especies que poseen las características adecuadas para soportarlos
(DIAZ et al., 1998).
Casi todos los trabajos de composición florística, se centran en
árboles, pues éstos, además de constituir la mayor parte de la biomasa del
bosque, determinan en gran parte su estructura y funcionamiento (BERRY,
2002). Los estudios sobre la composición florística es una excelente
contribución al conocimiento de la sistemática de plantas vasculares en
general, además que permite comparar con otras floras locales (VASQUEZ et
al., 2003).
Cualquier estudio florístico en los países tropicales, tardará mucho
tiempo en ser completamente conocida por la gran diversidad que alberga, por
eso se requiere analizar la vegetación a fin de obtener suficiente información
para mejorar el manejo y utilidad de los recursos naturales del bosque
(servicios ambientales importantes).Los estudios sobre la composición florística
es una excelente contribución al conocimiento de la sistemática de las plantas
vasculares en general, además que permite comparar con otras floras locales
(VÁSQUEZ et al., 2003
2.13. Marco legal
2.13.1. Protocolo de Kyoto
El protocolo de Kyoto fue firmado en 1997, tiene como objetivo que
los países desarrollados se reduzcan en promedio 5.2% de las emisiones de
GEI con respecto a las emitidas en el año 1990, el primer periodo de
compromiso está fijado entre los años 2008 y 2012. Dentro de las herramientas
propuestas en el protocolo de Kyoto se encuentra el mecanismo de desarrollo
limpio (MDL), este les permite a los países desarrollados invertir en proyectos
en países en vías de desarrollo, que mitiguen o capturen gases invernaderos,
esto se logrará a través de la venta de Certificados de Reducción de Emisiones
(CER`s). Se estableció que el compromiso sería de obligatorio cumplimiento
cuando lo ratificasen los países industrializados responsables del al menos un
55% de las emisiones de CO2. El protocolo entraría recién en vigor con la
ratificación de Rusia en noviembre del 2004, después de conseguir que la
Unión Europea (EU), pague la reconversión industrial, así como la
modernización de las instalaciones, en especial las petroleras. Además del
cumplimiento que estos países deben conseguir con respecto a las emisiones
de gases de efecto invernadero, se promovió también la generación de un
desarrollo sostenible, de tal forma que se utilice también energías no
convencionales y así disminuya el calentamiento global.
El gobierno de Estados Unidos firmó el acuerdo más no fue
ratificado, por lo que su adhesión sólo fue simbólica hasta el 2001 en el cual el
gobierno de Bush se retiró del protocolo ineficiente e injusta al involucrar sólo a
países industrializados, y excluir, de esta manera, a algunos de los mayores
emisores de gases en vía de desarrollo (China e India particularmente) con lo
cual se considera que perjudicaría gravemente la economía estadounidense.
(ONU, 1998).
III. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1. Lugar de estudio
3.1.1. Características generales del área de estudio
La investigación se realizará en dos parcelas permanentes de
medición (PPM) ubicado en el Bosque Reservado de la Universidad Nacional
Agraria de la Selva (BRUNAS), constituido por un área con cobertura forestal
propia de selva alta, representa una de la zona boscosa poco intervenida en la
provincia de Leoncio Prado. Fue creado por resolución N° 1502-UNASTM el 31
de diciembre de 1971, como zona intangible a fin de conservar los recursos
naturales: flora, fauna, suelo, agua y diversidad biológica, existentes en estos
bosque.
3.1.2. Ubicación política y extensión
Se encuentra a 1.5 km de la cuidad de Tingo María en el margen
izquierdo de la carretera Fernando Belaúnde Terry tramo Tingo María Lima,
políticamente pertenece a la región Huánuco, provincia Leoncio Prado, distrito
Rupa Rupa. Cuenta con una extensión 217.22 ha, de las cuales solo 185 ha
presenta cobertura boscosa, la superficie restante ha sido perturbada por
actividades antrópicas como cultivo ilícitos en la parte altas del BRUNAS, en la
década de los 70. Del total de cobertura boscosa, 76.5 ha se encuentra dentro
de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional de Tingo María
3.1.3. Zona de vida
Ecológicamente de acuerdo a la clasificación de zona de vida o
formaciones vegetales del mundo y el diagrama bioclimático de HOLDRIDGE
(1987), el BRUNAS se encuentra en la formación vegetal bosque húmedo
premontano Tropical transicional a bosque muy húmedo pre-montano tropical
(bh – PT / bmh-PT) y de acuerdo a las regiones naturales del Perú, se
encuentra en la selva alta o Rupa Rupa.
3.1.4. Condiciones climáticas
Respecto al clima del área de estudio, presenta alta pluviosidad
con la precipitación anual promedio de 3,428.8 mm. Las mayores
precipitaciones se producen en los meses de setiembre a abril y alcanza un
máximo extremo en el mes de enero con un promedio mensual de 483.6 mm.
Con una humedad relativa de 87 % de temperatura máxima de 29.4 °C, mínima
de 19.2 °C y la media anual de 24.3 °C.
3.1.5. Fisiografía
Altitudinalmete el área se encuentra ubicado desde los 650 hasta
1,120 msnm determinándose tres unidades fisiográficas bien definidas: Colina
baja con una extensión de 22.91 ha, seguida de colina alta con 150.74 ha, que
presenta la geoforma con mayor superficie y finalmente la zona montañosa con
43.57 ha, esta unidad lleva el nombre de Cerro Cachimbo por encontrarse en
su mayor parte desprovista de vegetación arbórea. Respecto a la pendiente; el
70.74% del área total del El BRUNAS presenta una pendiente cuyo valores
superan al 25%, lo que indica que pertenece a una zona eminentemente de
protección (PUERTA, 2007).
3.1.6. Recurso hídrico
Cuenta con seis quebradas: Córdoba, Cocheros, Naranjal,
Asunción Saldaña, Del Águila y Zoocriadero, que se inician en la parte
montañosa y desemboca en el rio Huallaga. En su recorrido de Este a Oeste
provee de agua a la UNAS, así como asentamiento humanos ubicados
adyacentes a esta área como Buenos Aires, Asunción Saldaña, Stiven
Erickson, Mercedes Alta, Quebrada del Águila y San Martin (DUEÑAS, 2009).
3.1.7. Composición florística
Alberga en su interior especies como: Senefeldera inclinata
(Huangana caspi), Hevea brasiliensis (siringa), Psychotria caerulea (cicotria),
Jacaranda copia (huamansamana), Pouteria caimito (caimito) , Cecropia
sciadophylla), virola pavonis (cumala), Nectandra magnoliifolia (moena),
Cinchona officinalis (quina), Vitex pseudolea (paliperro), Couratori
macrosperma (machimango), Guatteria modesta (carahuasca), Persea grandis
(moena), cedrelinga cateniformis (tornillo), Jacaranda digitata (papaya
caspi),entre otras (RODRIGUEZ, 2000).
3.2. Materiales y equipos
3.2.1. Material
Wincha de 50 m, cinta métrica, placa de aluminio, bolsa (plástico,
papel), sorbetes, rafia, pintura esmalte (pintado y codificación), machetes,
brocha, pincel, plumón indeleble, etiquetas, cinta diamétrica, papel periódico
cuaderno de apunte, cartografía (Carta Nacional), estacas, pinceles y formatos
de campo para el registro de datos, vernier.
3.2.2. Equipos
Se necesitaran los siguientes equipos: GPS, Cámara fotográfica,
Brújula (SUUNTO), Impresora (Epson), Computadora Microsoft office 2013;
ArcGIS10.2
3.3. Metodología
3.3.1. Fase de pre campo
Para la investigación se realizará las coordinaciones con el jefes
encargados del BRUNAS y , a quien se le solicitara permiso para la ejecución
del estudio, se recopilara de distintas informaciones que presenta el Bosque
Reservado de la Universidad Nacional Agraria de la Selva y así como datos de
las parcelas permanentes de medición de años anteriores ejecutadas por los
investigadores A su vez se definirán claramente los objetivos y la metodología,
usándose las propuesta por el (CHAVE et al., 2005) y la metodología
estandarizada para la remedición de parcelas permanentes de RAINFOR
(PHILLIPS et al., 2009).
3.3.1.1. Elaboración de mapa fisiográfico del área en estudio
Con la finalidad de elegir zonas poca intervenida en el Bosque
Reservado de la Universidad Nacional Agraria de la Selva, se elaborará el
mapa fisiográfico utilizando imágenes satelitales en el software ArcGis 10.3.
Teniendo en cuenta las variables de pendiente, altitud y ubicación de las
parcelas permanentes establecidas.
3.3.1.2. Reconocimiento de la zona de estudio
Con la ayuda de sistema de posicionamiento global (GPS), se
ubicará las posibles áreas de estudio, aproximándose a la posible área de
estudio, se realizará un recorrido para revisar el estado y los caracteres más
resaltantes, teniendo en cuenta la accesibilidad, que no se encuentre muy
alterada en su ecosistema, que determinará la elección y ubicación de las
Parcelas Permanente de medición (PPM).
3.3.2. Fase de Campo
3.3.2.1. Ubicación del área a instalar la parcela permanente
de medición
Para la presente investigación se ubicaran dos parcelas
permanentes de medición (PPM) ya establecidas en el Bosque Reservado de
la Universidad Nacional Agraria de la Selva. El tamaño de la unidad de
muestreo que se establecerá será de 1 ha. (100m x100m), siendo de forma
cuadrado, dividido en 25 sub parcelas de 20 m x 20 m.
Las parcelas serán orientadas de Este – Oeste o Norte- Sur,
dependiendo de la orientación de la ladera; es decir el eje mayor de la parcela
se ubicará de preferencias de forma perpendicular a la dirección de la
pendiente del terreno; permitiendo una caracterización eficiente y detallada de
la composición florística, dispersión de las especies y de los parámetros
volumétricos y biomasa de la vegetación
El modo de desplazamiento para la toma de datos o registro se
tomara en forma ordenada, empezando del punto (0,0) en coordenadas X e Y
respectivamente, los árboles serán plaqueados sistemáticamente moviéndose
alrededor de cada subparcela con el ultimo árbol plaqueado en cada sub
parcela cerca al punto de partida de la próxima subparcela.
La delimitación e instalación de las parcelas permanentes de
medición, se establecerá siguiendo los protocolos de la Red Amazónica de
Inventarios Forestales (RAINFOR). Según esta metodología se incluyen todos
los individuos mayores e iguales a 10 cm de diámetro.
Figura Disposición y modo de desplazamiento de una parcela permanente.
Fuente: RAIFOR, 2009).
3.3.2.2. Inventario
Una vez establecida las parcelas y sub parcelas se procederá a
determinar las actividades siguientes.
- Codificación de individuos en la PPM
Se codificara cada individuo de la PPM, cada código llevara el
orden siguiente a). Numero de PPM, b) Numero de subparcela y numero de
árbol. Y se registrara: Número de placa, Nombre común, coordenadas (x, y),
altura, diámetro y punto óptimo de medida (POM).
- Medicion de los arboles
Se medirá el diámetro en el punto óptimo de medida (POM) que
estandarizado es a 1.30 m sobre el nivel del suelo, utilizando una cinta
diamétrica se registrará a todos los árboles con DAP ≥ 10 cm en cada parcela.
Cada individuo será marcado con placas de aluminio a 30 cm encima o debajo
del POM según corresponda la estructura del árbol.
El perímetro del tronco del árbol donde se medirá el diámetro se
marcara con pintura roja con la finalidad de garantizar que las posteriores
mediciones se realicen en el mismo POM de la primera medición. (PINNELO Y
CAMACHO, 2000).
Figura 04: Codificacion del árbol individual
- Identificación de las muestras vegetal
La muestra vegetal es considerada como el factor de mayor
importancia en un trabajo de tipo florístico, en razón a ello se colectará varios
ejemplares cuya identificación no es confiable en campo o hayan cambiado de
identificación, las muestras botánicas serán colectadas con la ayuda del equipo
para trepar árboles, (patas de loro) en todos aquellos individuos que tengan el
fuste cilíndrico relativamente recto y alto, y de este árbol o individuo se
colectara otros especímenes cercanos que se encuentren dentro del transecto,
en cada colecta se tratara de obtener una muestra con flor o fruto para facilitar
su determinación tanto en el campo como en el herbario, todas las muestras
posteriormente serán conservadas y preservadas con alcohol al 76% para su
posterior tratamiento en el secadero de plantas.
Al momento de la colecta de cada árbol se anotara en la libreta de
campo las características dendrológicas consistentes en: forma del fuste, color
de la corteza interna y externa, olor, sabor, color de resina, látex; igualmente la
forma, disposición, textura, de las hojas; color de flores frutos etc.
- Herborizacion y montaje
Una vez colectados los ejemplares evaluados serán
inmediatamente procesados y sometidos al secado en el laboratorio (estufa) de
la Facultada de Recursos Naturales Renovables (UNAS), con la metodología
de herborización tradicional, para su posterior identificación
- Identificacion
Para la identificación del material botánico, se morfoespeciará, con
ejemplares patrón identificados y codificados en el Herbario Jardín Botánico
Missouri", Oxapampa. Se utilizará también para la identificación, bibliografía
especializada, claves dicotómicas para todas las Familias, Géneros y Especies.
Los nombres científicos serán revisados y actualizados con listados
en la página web de TROPICOS (http://www.tropicos.org/) y Forest Plots
Database www.foresplots.net.
3.3.3. Fase de gabinete
Después de la recolección de datos de campo se procesaran los
datos ecológicos y dasonómicos, evaluados en las PPM, para ello se utilizaran
las siguientes formulas.
3.3.3.1. Análisis de la composición florística
- Índice de Valor Importancia (IVI)
El análisis de VI nos permite tomar decisiones o emitir
recomendaciones a favor de conservar los taxas en el área amenazado. Éste
valor revela la importancia ecológica relativa de cada especie, se obtiene de la
sumatoria de sus valores relativos de densidad, frecuencia y dominancia,
brindándonos información acerca de la influencia que posee cada especie
dentro de la comunidad, estos valores varían de 0-300.
Para determinar el IVI se utilizará la siguiente fórmula según Curtís
y Mc. Intosh, citado por LAMPRECHT (1990) (ecuación 1).
IVI = Fr% + DiR% + Dr%.................................................................
(1)
Dónde
IVI = Índice de valor importancia
Fr = Frecuencia relativa
Ar = Abundancia relativa
Dr = Dominancia relativa de cada especie
- Frecuencia (F)
Es la probabilidad de hallar un atributo o más en una unidad
muestreal en Particular. Este porcentaje se refiere a proporción de veces que
se mide en las unidades muestréales
……………………………………………………………(2)
La Frecuencia relativa Es el porcentaje frecuente absoluta de una
especie en relación con la suma de las frecuencias absolutas de las especies
presentes, Se expresa por el porcentaje del número de unidades muestréales
en que la especie (mi) aparece en relación al número total de unidades
muestréales (M). (LAMPRECHT, 1990) (Ecuación 3).
………………………(3)
- Densidad (D)
Es un parámetro que permite conocer la abundancia de una
especie (Mostacedo 2000) y viene a ser él número de individuos de una
especie (N), presentes en un área determinada (A).
………………………………………………………(4)
Donde:
Dr : Densidad relativa
D : Densidad de la especie
: Sumatoria de la densidad de todas las especie.
- Abundancia (A)
Viene a ser el número de individuos por especie el cual constituye
la abundancia absoluta
Abundancia Absoluta = Número de individuos por especie
La abundancia relativa: Indica el porcentaje de participación de
cada especie, referidas al número de árboles totales encontrados por
hectáreas, además permite identificar aquellas especies que por su escasa
representatividad en la comunidad son más sensibles a cambios o
perturbaciones ambientales. (BASCOPE y JORGENSEN, 2005) (ecuación 5).
…………………………………(5)
- Dominancia (Do)
La dominancia absoluta está determinada por el área basal de una
especie; donde se considera la medida del diámetro a la altura del pecho
(DAP), es decir, a 1.3 m del suelo en cada individuo.
………………………………….....
(6)
La dominancia relativa constituye la relación del área basal de una
especie con respecto al área basal de todas las especies. (LAMPRECHT,
1990)
…………………………………………...
(7)
3.3.3.2. Índice de diversidad de SHANNON-WIENER
Se utiliza para un conjunto de muestras que se distribuyen
normalmente porque son susceptibles a analizar con pruebas paramétricas
robustas como ANVA (MAGURRAN, 1988). Expresa la uniformidad de los
valores de importancia a través de todas las especies de la muestra, mide el
grado promedio de incertidumbre (BAEV y PENEV, 1995).
MAGURRAN (1988) indica que los individuos son seleccionados al
azar y que todas las especies están representadas en la muestra, adquiere
valores entre cero, cuando hay una sola especie; y el logaritmo de 10 cuando
todas las especies tienen el mismo número de individuos. Considera dos
componentes de diversidad: Número de especies y equitatividad de la
distribución del número de individuos de cada especie; cuanto mayor sea el
número de especies, incrementa la diversidad así como la uniformidad.
(FRANCO, 1989).
………………………………………………...(8)
Dónde:
= Diversidad (Bits/ individuo)
= Proporción del número de individuo de la especie y respecto al
total
La uniformidad de la distribución para la comunidad puede medirse
comparando la diversidad observada en ésta, con la diversidad máxima posible
para una comunidad hipotética con el mismo número de especies. Puede
demostrarse que cuando Pi = 1 /S para todo pi, y alcanza la uniformidad
máxima.
……………………………………………………(9)
Dónde:
= Valores máximo posible para la función Shannon
– Wiener
S = Numero de especie en la comunidad
La Equitatividad de Evenness, basada en la función Shannon –
Wiener. Nos indica el acercamiento a una escala de heterogeneidad relativa en
un máximo valor, donde cada especie de la unidad muestreal es representativa
por algún número de individuos. Éste índice se ajusta a 0-1, donde 1
representa una máxima diversidad y 0 una baja diversidad.
…………………………………………………………………….
(10)
3.3.3.3. Índice de diversidad alfa de FISHER (F)
Establece de manera explícita que la diversidad (Riqueza de
especies), desde el punto de vista matemático, este índice controla y elimina
por el tamaño de la muestra el efecto positivo que tiene la abundancia sobre la
diversidad.
……………………………………………………(11)
Dónde
S = Numero de especie
N = Número de individuos
a = el índice mismo de diversidad
Ln = Logaritmo natural
3.3.3.4. Cuantificación de biomasa aérea almacenada (AGB)
3.3.3.4.1. Estimación del stock de biomasa aérea
individual
La biomasa se estimara por cada árbol en función al diámetro (D) y
a la gravedad específica de madera (ρ) siguiendo un modelo alométricos para
árboles tropicales basado en todos los datos alométricos pantropicales
disponibles para bosques húmedos (CHAVE et al., 2005), en la que se usan
datos de DAP, altura y densidad de la madera para árboles con DAP ≥ 10 cm.
Donde:
= Biomasa área (kg/ha)
Ρ = Densidad de la madera (g/cm3)
D = Diámetro a la altura del pecho (DAP)
La densidad p para cada árbol será estimado de los datos
neotropicales (ZANNE et al., 2009), y Global Wood Density Database, donde
no hay datos a nivel de especie se usara una media global a nivel de especie
(0.62 g/cm3) para algunos tallos sin información taxonómica y para las familias
que no tienen información sobre densidad.
3.3.3.4.2. Estimación del stock de biomasa aérea
(Tha-1)
Se estimara como la sumatoria de la biomasa arbórea de todos los
árboles de la parcela, donde:
……………………………………………(13)
Donde :
= Biomasa arborea sobre el suelo
Área = Tamano de la parcela en hectarea.
IV. PLAN DE EJECUCIÓN
Actividades2015 2016
Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr
Presentación y aprobación del proyecto x
Ubicación de las parcelas permanentes x
Planificación de la evaluación de campo x
Delimitación de las parcelas x x
Evaluación de la vegetación x x x
Identificación de las especie x x
Análisis e interpretación en gabinete x x
Redacción y corrección de la tesis. x x
Presentación y sustentación de la tesis. x
V. PRESUPUESTO
Rubros unidad cantidadCosto unit. S/.
Costo sub total s/.
Costo total s/.
1. Investigación
A. Personal (campo) 800
Personal jornal /día 30 20 600
Matero jornal 2 100 200
2. operaciones B. materiales y suministros 291.75
Rafia Rollo 10 8 80
Tablero de campo unidad 2 3 6
Pintura esmalte unidad 7 25 175
Alambre de cobre kg. 0.5 10 5
Lapicero unidad 3 1 3
lápiz unidad 2 2 4
Plumón indeleble unidad 5 2.5 12.5
Bolsa de polietileno Millar 0.5 4.5 2.25
Libreta de campo unidad 2 2 4
3. Equipos C. Material de escritorio 212
Fotocopias unidad 120 0.1 12
Laptop alquiler 1 50 50
Papel bond unidad 500 0.1 50
Internet mes 3 20 60
Impresiones unidad 200 0.2 40
4. Equipo D. Materiales de campo 1770
Tijera telescópica unidad 1 650 650
Pata de loro unidad 1 450 450
GPS alquiler 1 25 25
Brújula unidad 1 120 120
Binoculares alquiler 1 30 30
Wincha 50 m unidad 1 45 45
Wincha 5 m unidad 1 15 15
Placa de aluminio unidad 10 10 100
Cinta diamétrica unidad 1 25 25
Vernier unidad 1 40 40
Cámara fotográfica unidad 1 150 150
Botas de campo pares 2 15 30
Machete unidad 2 10 20
Poncho unidad 2 25 50
Eclímetro alquiler 1 20 20
5. Equipo E. Materiales de laboratorio 170
Estufa (alquiler) alquiler 5 20 100
Estereoscópico día 1 10 10
Lupa unidad 1 30 30
Alcohol unidad 2 15 30 3243.75
sub total
3243.75
Improvistos (10%)
324.375
Total 3568.125
VI. REVISION DE BIOBLIOGRÁFICA
ALEGRE, J. et al. 2002. Manual – Reservas de Carbono y Emisión de Gases
con Diferentes Sistemas de Uso de la Tierra en Dos Sitios en la
Amazonía Peruana.
AREVALO, E., ALEGRE, J. 2003. Manual Determinación De Las Reservas
Totales De Carbono En Los Diferentes Sistemas de uso de la Tierra en
Perú. ICRAF. Ministerio de Agricultura. Perú.
BALDOCEDA, R. 2001. Valoración económica del servicio ambiental de
captura de CO2 en la zona de Neshuya – Curinamá – Pucallpa.
Conservación y manejo de la biodiversidad y ecosistemas frágiles
BIOFOR. Programa de becas de investigación sobre valoración
económica de la diversidad biológica y servicios ecosistémicos .112 p.
BAEV, P., L., PENEV. 1995. BIODIV: Program for calculating biological
diversity parameters, similarity, niche overlap, and cluster analysis.
PENSOFT. Sofia-Moscú
BAKER, T., R., PHILLIPS, O., L., MALHI, ALMEIDA, S., ARROYO, L., DI
FIORE, A., KILLEEN, T., LAURANCE. 2004. Increasing biomass in
Amazonían forest plots. Philosophical Transactions of the Royal Society
of London Series B 359, 353- 365 p.
BROWN, S. 1997. Los bosques y el cambio climático: el papel de los terrenos
forestales como sumideros de carbono. XI Congreso Forestal Mundial.
TR. Consultado el: 17 may. 2011.
BROWN, S. 2002). Measuring carbon in forests: current status and future
challenges Environ. Pollut. 116 363–72 p.
CÁRDENAS, S. 1995. Inventario exploratorio del potencial maderable en los
bosques de la Universidad Nacional Agraria de la Selva Tingo María-
Perú. Tesis Ing. En Recursos Naturales Renovables, Mención
Forestales. Tingo María, Perú. Universidad Nacional Agraria de la
Selva. 91. p.
CAMONES, J. 20014. Stock de carbono en el componente vegetal en
diferentes estratos del Bosque Reservado de la Universidad Nacional
Agraria de la Selva. Tesis Ing. Recursos Naturales Renovables Mención
Forestal. Tingo María, Perú. Universidad nacional agraria de la selva 126
p.
CAMACHO, M. 2000. Parcelas permanente de muestreo en bosque natural
tropical: “Guía para el establecimiento y medición “Turrialba, Costa Rica
CAME, 200. Manual Técnico N° 42/ CATIE:
CATRIONA, P. 1998. Actualidad Forestal Tropical. Boletín de Manejo Forestal
Producido por la Organización de Maderas Tropicales para Fomentar la
Conservación y el Manejo Sostenible de los Recursos Forestales
Tropicales en la Región de América Latina y el Caribe (Japón). Volumen
6, Número 4. 31 p.
CALLO-CONCHA, D., CRISHNAMURTHY, L., ALEGRE, J. 2001.
Cuantificación del Carbono Secuestrado por algunos SAF y testigos, en
Tres pisos Ecológicos de la Amazonia del Perú. Simposio Internacional
Monitoreo de la captura de Carbono en ecosistemas forestales del 18 al
20 de octubre del 2001. Valdivia, Chile. 23 p.
CENTENO, J. 1992. El efecto Invernadero. PLANIUC. 11 y 12 (18-19): 75-96
p.
CIESLA, W. 1996. Cambio Climático, bosques y ordenación forestal: una visión
de conjunto.
CHAO, K., J., PHILLIPS, O., BAKER, T., PEACOCK, J., LOPEZ-GONZALEZ,
G., VASQUEZ, R., MONTEAGUDO, A., TORRES-LEZAMA. 2009. After
trees die: quantities and determinants of necromass across Amazonía.
Biogeosciences 6, 1615-1626 p.
CHATURVENI, A. 1994. Sequestration of atmospheric carbon in India's forest.
Ambio 23: 461.p.
CHAVE,J., ANDALO, C., BROWN, S., CAIRNS, M., A., CHAMBERS, J. Q.,
EAMUS, D., FOLSTER, H., FROMARD, F., HIGUCHI, N., KIRA, T.
LESCURE, J.-P., NELSON, B. W., OGAWA, H., PUIG, H., RIERA, B.,T.
YAMAKURA. 2005. Tree allometry and improved estimation of carbon
stocks and balance in tropical forests. Ecosystem Ecology.
Oecología.145: 87-99 p.
CRUZADO BLANCO 2010. Determinación de las reservas de carbono en la
biomasa Aérea de los bosques Alto andino de la concesión para
conservación Alto Huayabamba- San Martin: Tesis ing. Recursos
Naturales Renovables Mención Forestal. Tingo María. Perú: Universidad
Nacional Agraria de la Selva 140 p.
DUEÑAS, M. 2009. Valorización económica del servicio hídrico en el
BRUNAS. Tesis. Maestro en Ciencias en Agroecología mención Gestión
Ambiental. Tingo María .Universidad Nacional Agraria de la Selva. 80 p.
DE JONG, J., B.H., MASERA, O. Y T.T. TEJEDA. 2004. Opciones de captura
de carbono en el sector forestal, en cambio climático una visión desde
México. Red de monitoreo de políticas públicas
CCMSS.www.ccmss.org.mx/modulos/biblioteca_consultar.php?folio=185
FRANCO, L., J. et al. 1992. Manual de Ecología edit. Trillos- México
GIBBS, H., BROWN, S., NILES, J., FOLEY, J. 2007. Monitoring and
estimating tropical forest carbon stocks: making REDD a reality.
Environmental Research Letters 2, doi: 10.1088/1748-9326/2/4/045023
GRACE, J. 2004. Understanding and managing the global carbon cycle. J.
Ecol. 92: 189–202 p.
GROSSO,S.,PARTON,W.,STOHLGREN,T.,ZHENG,D., PRINCE, S., HIBBARD,
K., OLSON, R. 2008. Global potential net primary production predicted
from vegetation class, precipitation, and temperatura. Ecology 89: 2117-
2126.p
HONORIO E., BAKER., T. (2010). Manual para el Monitoreo del ciclo del
Carbono en Bosques Amazónicos. Instituto de Investigaciones de la
Amazonía Peruana/ Universidad de Leeds. Lima, 54 p.
IPCC. 2005. Orientación del IPCC sobre las buenas prácticas para UTCUTS.
Orientación sobre las buenas prácticas para uso de la tierra, cambio de
uso de la tierra y silvicultura. Ginebra, Suiza: Panel Intergubernamental
del Cambio Climático.
IPCC (intergovernmental Panel on Climate Change). 2007. Cambio climático
2007: Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de trabajo I, II y III
al Cuarto Informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático [Equipo de redacción principal:
Pachauri, R.K. y Reisinger, A. (directores de la publicación)]. IPCC,
IPCC. 2001. Climate Change 2001: Synthesis Report. A Contribution of
Working Groups I, II, and III to the Third Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate Changem [Watson, R.T., and the
Core Writing Team (Eds.)]. Cambridge University Press, Cambridge,
United Kingdom and New York, NY, 398 p.
KELLER, M., ALENCAR, A., ASNER, G.P., BRASWELL, B., BUSTAMENTE,
M.,DAVIDSON, E.,FELDPAUSCH, T., FERNÁNDES, E., GOULDEN, M.;
KABAT, P., KRUIJT, B., LUIZÃO, F., MILLER, S., MARKEWITZ, D.,
NOBRE, A. D., NOBRE, C. A., PRIANTE-FILHO, N., DA ROCHA, H.,
SILVA- DIAS, P., VON RANDOW., L. VOURLITIS. 2004. Ecological
research in the Largescale Biosphere–Atmosphere experiment in
Amazonia: Early results. Ecol. Appl. 14: 3–16 p.
KANNINEN, M. 2000. Secuestro de carbono en bosques: el papel de los
bosques en el ciclo global de carbono.II Conferencia Electrónica
Agroforestería para la Producción Animal en América Latina.
Documento, 20 Mayo. 2010.
KÖRNER, C (2003). Carbon limitation in trees. Journal of Ecology 91: 4-17.
LAMPRECHT, H. 1990. Silvicultura en los Trópicos: Los ecosistemas
forestales en los bosques tropicales y sus especies arbóreas;
posibilidades y métodos para un aprovechamiento sostenido. Deutsche
Gesellschaft fur Technische Zunsammenarbeit. Berlín, Alemania. 335 p.
LOPEZ-GONZALEZ., G., LEWIS, S., L. BURKITT, M., PHILLIPS, O.L. (2010).
Application and research tool to manage and analyse tropical forest plot
data. Journal of Vegetable Science 22:610-613 p.
LEWIS, L., LOPEZ,G., SONKE,B., FFUM-BAFFOE,K., BAKER, T., PHILLOPS,
O., REITSMA,J., WHITE,L., COMISKEY, J.,EWANGO,G.,
HAMILTON,A., GLOOR,M.,HART,T., LLOYD,J., LOVETT,J MAKANA,J.,
REMY,M.,PEACOCK,J., PEHK., SHEIL,D., SUNDERLAND,T.,
SWAINE,M., TAPLIN,J., TAYLOR,D., WOLL,H. 2009 . Increasing carbón
storage in intact African Tropical forestes, Nature, 457, 1003-1006.
LEIVA, S. 2013. Determinación del Stock de carbono en los suelos bosques de
la zona propuestas para área de conservación regional Velo de la Novia
eb la Region Ucayali. Tesis Ing. Recursos Naturales Renovables.
Universidad Nacional Agraria de la Selva. 139 p
MARTINELLI, L., MOREIRA, Z., BROWN, S., VICTORIA, L. 1994. Incertezas
Associadas Estimativas de Biomasa en Florestas Tropicais: O Exmplo
de uma floresta situada no estado de Rodonia.En: Seminario Emissao y
sequestro de CO2-Uma nueva oportunidade de negocios para o Brasil.
Porto Alegre. Anais do seminario. Comphania Vale do Río Doce, Río do
Janeiro: 192-221 p.
MANSON, R., H, ED. 2008. Agroecosistemas cafetaleros de Veracruz:
biodiversidad, manejo y conservación 1. Ed. México: Instituto de
Ecología: Instituto Nacional de Ecología
MAGURRAN. 1988. Diversidad Ecológica y Medición. Ediciones Vedra. S.A.
MAGNUSSON, W.E., COSTA, F., LIMA, A., BACCARO, F., BRAGA-NETO, R.,
LAERTE ROMERO, R., MENIN, M., PENHA, J., HERO, J.M., & B.E.
LAWSON. 2008. A program for monitoring biological diversity in the
Amazon: An alternative perspective to threat-based monitoring.
Biotropica. 40: 409–411 p.
MALHI, Y., PHILLIPS, O.L., BAKER, T., ALMEIDA, S., FREDERICKSEN, T.,
GRACE, J., HIGUCHI, N., KILLEEN, T., LAURANCE, W.L., LEAÑO, C.,
LLOYD, J., MEIR, P., MONTEAGUDO, A., NEILL, D., NÚÑEZ VARGAS,
P., PANFIL, S., PITMAN, N. et al. 2002). An international network to
understand the biomass and dynamics of Amazonían forests
(RAINFOR). Journal of Vegetation Science. 13, 439-450 p.
MONTERO, G., RUIZ- EINADO, R., MUÑOZ, M. 2005. Producción de
biomasa y fijación de CO2 por los bosques españoles.
MOSTACEDO B., FREDERICKSEN., T. 2000. Manual de métodos básicos de
muestreo y análisis en ecología vegetal” BOLFOR, santa Cruz de la
sierra Editora el País Bolivia 2000, Pág. 21 p.
ONU. 1998. Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático. Naciones Unidas 25 p.
ORDÓÑEZ, A. 1999. Estimación de la captura de carbono en un estudio de
caso. Instituto Nacional de Ecología. SEMARNAP. México D.F.
PUERTA, R. 2007. Modelo Digital de Elevación del Bosque Reservado de la
Universidad Nacional Agraria de la Selva. Tesis Maestro en ciencias en
Agroecología Mención Gestión Ambiental. Tingo María. Universidad
Nacional Agraria de la Selva. 119 p
PEREZ, C.; LOCATELLI, B.; VIGNOLA, R., IMBACH, P. 2007. Importancia de
los bosques tropicales en las políticas de adaptación al cambio climático.
Recursos Naturales y Ambiente. No. 51: 6 – 13.
PHILLIPS, O., HIGUCHI., N., VIEIRA, S., BAKER, TR., CHAO, KJ., LEWIS, SL.
2009. Changes in Amazonían forest biomass, dynamics, and
composition, 1980–2002. Amazonía and Global Change: Geophysical
Monograph Series 186:373-387 p.
PHILLIPS, O., GENTRY, A., H. 1994. Increasing turnover through time in
tropical forest. Science 263, 954-958 p.
PHILLIPS, O., MALHI, Y., HIGUCHI, N., LAURANCE, W., NÚÑEZ, P.,
VÁSQUEZ, R., LAURANCE, S., FERREIRA, L. 1998. Changes in the
Carbon Balance of Tropical Forests: Evidence from Long-Term Plots.
Science 282, 439-442 p.
PINELO. 2000. Manual para establecimiento de parcelas permanentes de
muestreo en la reserva de biosfera Maya, Petén, Guatemala. Manual
técnico n° 40.
RIOS, R 2008. Caracterización dendrológica de los árboles del Bosque
reservado de la Universidad Nacional Agraria de la Selva. Tesis ing.
Recursos Naturales Renovables. Tingo María, Perú. 81 p.
RODRIGUEZ, W. 2000. Estudio cuantitativo de la diversidad forestal del
BRUNAS. Tesis Ing. Recursos Naturales Renovables. Tingo María.
Universidad nacional Agraria de la Selva. 119 p.
REDD. 2011. Estimación de los Costos de Oportunidad de REDD+, Manual
de Capacitación, Versión 1-4 p.
SANQUETTA, C., BALBINOT, R. 2004. Metodología para determinação de
biomassa florestal. Fixação de carbono: Atualidades, projetos e
pesquisas. Curitiba, Brasil.
SALINAS, Z., HERNANDEZ, P. 2008. Guía para el diseño de proyecto MDL
forestales y bioenergía. Turrialba, C.R: CATIE.117 p.
SALAZAR, E. 2012. Cuantificación del carbono en la biomasa aérea de tres
diferentes usos de la tierra en la cuenca de Aguaytia sectores: Irazola,
Curimana y Campo Verde- Región Ucayali. Tesis Ing. Recursos
Naturales Renovables. Universidad Nacional Agraria de la Selva. 116 p.
STRECK, C., SCHOLZ, S., M. 2006. Journal Compilation. Blackwell
Publishing Ltd/The Royal Institute of International Aff airs. International
Aff airs 82: 5 (2006) 861–879 p.
SMITH. 1993. Captura De Carbono en un Bosque Tropical. Michoacan –
México.
SCHROEDER, P., R., DIXON, J., WINJUM, J. 1993. Ordenación forestal y
agrosilvicultura para reducir el dióxido de carbono atmosférico. Unasylva
173 Vol 44 52-60.p.
URETA, M. 2009. Diferencias Altitudinales de Contenido de Carbono y
Biomasa Arbórea en el Parque Nacional Yanachaga Chemillén, Pasco-
Perú. Tesis para optar el título de Biólogo. Facultad de Ciencias.
Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann- Tacna 125 p.
VILANOVA, E. 2007. Impacto de la extracción selectiva de maderas sobre el
almacenamiento de carbono en un bosque de la Guayana Venezolana,
Tesis de Maestría en Manejo de Bosques, Facultad de Ciencias
Forestales, Universidad de los Andes- Venezuela
WINJUM, J., K., DIXON R. K AND, P, E., SCHROEDER. 1993. ‘Forest
management and carbon storage: an analysis of 12 key forest nations’,
Water, Air, and Soil Pollution, 70: 1–4, 1993, pp. 239–57.
WOOMER, L., PALM, C., QURESHI, J., KOTTO- SAME, J 1998. Carbon
Secuestration and organice Resource Management in African
Smallholder Agriculture [En linea] FAO,
http://www.fao.org/org/docrep.html, documento, 29 Jul.2009.