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XIII ENCUENTRO DE PASTORAL AFROAMERICANO (XIII EPA)
Tema: “EL PUEBLO AFROAMERICANO Y CARIBEÑO PROTAGONISTA
DE SU HISTORIA Y DESARROLLO HUMANO INTEGRAL”.
Lema: NEGRITUD SOLIDÁRIA, FUERZA TRANSFORMADORA.
Documento de Base
CAMP-PERRIN (SUR) - HAITI
20 - 27 de Julio 2015
SECRETARIA DE PASTORAL AFROAMERICANA (SEPAC/CELAM) COMISIÓN EPISCOPAL DE CULTURA E INCULTURACIÓN (CECI/HAITI)
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SUMÁRIO
PRESENTACIÓN…………………………………………………………………. 3
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………… 4
TEMA I - VER
ANÁLISIS DE LA REALIDAD DE LOS AFROS
I - Objetivos del tema…….………….…………………………………………..7 II - Introducción................................................................................ 7 III - Nueva configuración socioeconómica en América Latina………………..... 7
IV - La identidad negra y los Estados caribeños……………………………….... 8
V - Situación de los negros en Haití…………………………………………;… 8
VI - Herencia religiosa de los negros………………………………………….… 9
VII - Población afro en América Latina…………………………………………. 10
VIII - Globalización y las comunidades negras………………………………….... 10
IX - Preguntas para la reflexión y el aporte de los países……………….………. 11
TEMA II – JUZGAR LA IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS AFROAMERICANOS
I - Objetivo…………………………………………………………………………………………………… 12 II - Introducción………………..…………………………………………..…...12
III - Iluminación del magisterio de la iglesia y de la teología………….………. 13
IV - Una iglesia que toma conciencia de la presencia negra……………………. 14
V - Preguntas para la reflexión y el aporte de los países……………,,……… 16
TEMA III - ACTUAR
DESARROLLO ALTERNATIVO Y SOLIDARIO
I - Objetivos del tema………………………………………………..………. 17
II - Introducción………………..………………………………………….…. 17
III - Construcción de una sociedad digna y solidaria sin exclusión y desigualdad
social…………………………………………………………………… …. 17
IV - Propuestas de la inculturación……………………….. …………………… 18
V - Cultura de dialogo y diálogo interreligioso……………………………….. 19
VI - Preguntas para la reflexión y el aporte de los países……………………….. 20
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PRESENTACIÓN
Tenemos el gusto de presentar el Documento de Base a todos ustedes que lo van
utilizar con miras el XIII EPA que se va celebrar en Haití, en el pueblo de Camp-Perrin,
los días de 20 a 27 de julio de 2015.
Es un documento muy bien equilibrado que tiene en cuenta las enseñanzas del
Magisterio y de la Sagrada, Escritura y, por otra, respeta los datos de las ciencias
humanas.
Los miembros del SEPAC (Secretariado de la Pastoral Afroamericana y
Caribeña) y del CECI (Comisión Episcopal de Cultura e Inculturación), organismo de la
Conferencia Episcopal de Haiti, elaboraron este documento al cual consagraron su
tiempo, su disponibilidad y su competencia.
Es importante que los representantes de cada Conferencia Episcopal que van a
participar en el XIII EPA utilicen el documento para preparar sus aportes. El uso previo
de un mismo documento garantiza la unidad, la centralidad y las riquezas de los debates.
Agradeciendo a los autores del documento de base se lo recomendamos à todos
y todas ustedes, delegados y delegadas de distintos países, que van a llevar a cabo el
XIII EPA.
Les deseo una labor muy fructuosa.
Hasta julio 2015 en Haití que los está esperando con cariño.
Mons. Pierre-Antoine Paulo, OMI
Obispo de Port-de-Paix
Presidente de CECI
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INTRODUCCIÓN
Del 20 al 27 de julio de 2015, Haití recibe el XIII EPA continental con objetivo
general: Renovar el compromiso de la Pastoral Afroamericana y Caribeña, en el
marco del decenio de las afrodescendientes, impulsando el protagonismo en la
construcción de un desarrollo sostenible, justo y solidario.
Además este encuentro tendrá como objetivos específicos:
1. Analizar la actual situación de los pueblos afrocaribeños y afroamericanos, en lo
social, político y religioso.
2. Valorar los diferentes aspectos de la identidad de los pueblos afrocaribeños y
afroamericanos.
3. Impulsar iniciativas que favorezcan un desarrollo sostenible, justo y solidario.
El tema: “El pueblo afroamericano y caribeño protagonista de su historia y
desarrollo humano integral”; y el lema: Negritud solidaria, fuerza transformadora.
En toda la tradición de los EPAs hemos recorrido un largo camino en el proceso
de recuperación de la memoria afro y de integración de nuestras historias y culturas en
el compromiso evangelizador de la Iglesia para el desarrollo humano integral de
nuestros pueblos.
Decía el Papa Benedicto XVI, “El Evangelio es un elemento fundamental de
desarrollo”1. En este XIII EPA queremos compartir y analizar la situación hodierna de
nuestros pueblos desde el punto de vista humano y socio eclesial a la luz de las ciencias
humanas, de la teología y del Magisterio de la Iglesia.
El Papa Juan XXIII, en su encíclica Pacem in terris (1963), habla sobre la
solidaridad activa, en el orden internacional es necesario que las comunidades políticas
se muevan en la ola del convencimiento del bien común particular «que no puede
ciertamente separarse del bien propio de toda la familia humana».2 Este es uno de los
puntos de mayor novedad de la encíclica, porque presupone la existencia del «bien
común universal». Siguiendo en la misma dirección, el Papa Pablo VI, en su encíclica
Populorum Progressio (1967), hace énfasis en que ese desarrollo tiene que ver en
liberarse del yugo del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la
incultura; de los que ansían una participación más intensa en los frutos de la
civilización, una más activa apreciación de sus humanas peculiaridades; y que,
finalmente, se orientan con constante decisión hacia la meta de su pleno desarrollo, este
desarrollo de los pueblos -decimos- es observado con tanta atención como esperanza por
la Iglesia misma.
1 BENEDICTO XVI, PAPA, 29/0/2009, Caritas in veritate, n. 18.
2 JUAN XXIII, PAPA, Pacem in terris, 11/04/1963, n.98.
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El Papa habla de un desarrollo integral del ser humano y de un desarrollo
solidario de la humanidad. Además este desarrollo tiene que ver de pasar de condiciones
de vida menos humanas a condiciones de vida más humanas. Que los pueblos sean
constructores de su propio desarrollo, pero nunca lo realizarán en el aislamiento. Se
requieren acuerdos regionales entre los ‘pueblos débiles’ a fin de sostenerse
mutuamente, los acuerdos más amplios que pueden venir en su ayuda, las convenciones
más ambiciosas entre unos y otros para establecer programas concertados, son los
valores de este cambio que conduce a la paz.
Los afroamericanos y caribeños vivimos un ‘nuevo Kairos’ en la Iglesia y en la
sociedad. Según el documento de Aparecida los afrodescendientes son “otros” y
“diferentes” que exigen respeto y reconocimiento, aunque la sociedad tienda a
menospreciarlos, desconociendo sus diferencias. Con la irrupción en la sociedad de
nuevos actores, como son los afro americanos, se está fortaleciendo la democracia
participativa y tomando conciencia del poder que tienen en sus manos y de la
posibilidad de generar cambios importantes siendo así que los afroamericanos cuentan
con comunidades muy vivas que aportan y participan activa y creativamente en la
construcción de este continente. La historia de los afroamericanos ha sido atravesada
por la exclusión, social, económica, política y sobre todo racial. En la actualidad, los
afroamericanos y los indígenas, siguen amenazados en su existencia física, cultural y
espiritual y sus comunidades no son tratadas con dignidad e igualdad de condiciones
ni tienen las mismas oportunidades de progresar por eso la Iglesia los acompaña en
sus luchas por su legítimos derechos.3 (cfr. DA. 88-89).
Es necesario seguir caminando, fortaleciendo el protagonismo de nuestros
pueblos afroamericanos, latinoamericanos y caribeños, acogiendo la propuesta del Papa
Francisco para que asumamos “una conversión pastoral y misionera, que no deje las
cosas como están”. Sino buscar ante todo una “reforma de las estructuras” eclesiales
para que “todas ellas se vuelvan más misioneras”.4 Es vital que la Iglesia salga a
anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras,
sin asco y sin miedo, continuar asumiendo la opción preferencial por los pobres para
que juntos: obispos, presbíteros, religiosos, religiosas, agentes de pastoral afro
continuar apostando por la pastoral afro en el continente Latinoamericano y caribeño
para que nuestros pueblos en Jesucristo tengan vida.
En este sentido para dar continuidad a nuestro caminar se ha elegido para el
próximo XIII EPA en Haití los Subtemas:
I - ANÁLISIS DE LA REALIDAD DE LOS AFROS EN EL PLANO DE
LA IGLESIA Y DE LA SOCIEDAD: (mundial, americana latina, Caribeña y
Haitiana)
1. La identidad de los pueblos afroamericanos.
2. Cultura de dialogo y diálogo interreligioso.
3. Desafíos a la inculturación.
3 Documento de Aparecida (DAp), n. 88 y 89. 4 DAp, n. 370.
6
II – LA IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS AFROAMERICANOS Y
CARIBEÑOS
1. Lo particular de los afrodescendientes en América Latina y el Caribe.
2. Población afroamericana en América Latina y Caribe.
3. Una Iglesia que toma conciencia de la presencia negra.
4. Iluminación Teológica Pastoral.
III - DESARROLLO ALTERNATIVO Y SOLIDARIO
1. Una pastoral afroamericana y caribeña: que incentive a nuestros pueblos
para que sigan siendo protagonistas de desarrollo alternativo.
2. La solidaridad social y familiar
3. Construcción de una sociedad digna y solidaría sin exclusión y
desigualdad social.
5. Desafíos de la inculturación.
6. Cultura de Diálogo y Diálogo Interreligioso.
METODOLOGÍA que será utilizada:
Ver: la realidad como personas de fe.
Juzgar: desde la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia.
Actuar: desde la reflexión asumir compromisos concretos en favor de nuestros pueblos
afros.
Con relación a la ESTRUCTURA DE LOS TEMAS a desarrollar se propone la
siguiente:
1. Objetivo del tema.
Introducción
2. Reflexión a la luz del Magisterio de la Iglesia.
3. Iluminación Bíblico-teológica.
4. Preguntas para la reflexión y el aporte de los países.
Esperamos que el presente documento sea una herramienta útil que nos ayude a
reflexionar y para recoger los aportes de cada país para enriquecer los trabajos del XIII
EPA, así como también nos ayude a recobrar la esperanza y soñar con otra Iglesia más
misionera que sepa acoger a esos “otros” que son diferentes y que son capaz de
enriquecer a nuestras comunidades.
SEPAC Y CECI (HAITI)
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TEMA I
ANÁLISIS DE LA REALIDAD DE LOS AFROS EN EL PLANO DE LA IGLESIA Y DE LA SOCIEDAD
VER
OBJETIVOS DEL TEMA
1. Conocer los procesos de integración de los países latinoamericanos, redescubrir
sus implicaciones y potenciar la solidaridad y el desarrollo de nuestros pueblos.
2. Conocer la realidad: cultural, social, política y religiosa de los países caribeños
para fortalecer la unidad en la diversidad.
3. Descubrir el papel histórico y presente que ha desempeñado la Iglesia en el
acompañamiento de los pueblos negros del Caribe.
Introducción
La V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano reunida en Aparecida,
Brasil, del 13 al 31 de mayo de 2007, dedicó un espacio importante a la reflexión sobre
la realidad social de América Latina y El Caribe, como tarea de los discípulos
misioneros de Jesucristo. In efecto, el Evangelio nos lleva a comprometernos en el
desarrollo humano integral de los pueblos: «Nos sentimos interpelados a discernir los
“signos de los tiempos” a la luz del Espíritu Santo, para ponernos al servicio del Reino,
anunciado por Jesús, que vino para que todos tengan vida y “para que la tengan en
plenitud” (Jn 10,10)»5.
1. NUEVA CONFIGURACIÓN SOCIOECONÓMICA EN AMÉRICA LATINA
La creciente importancia económica y política de las potencias emergentes (los
llamados BRICS Brasil, Rusia, India, China y, recientemente Sudáfrica), coloca
elementos nuevos para pensar la dinámica económica y política de un mundo
multipolar.
Hoy en día, el 54% de la población latinoamericana vive en países regidos por
gobiernos progresistas. Es un hecho inédito en la historia del continente. El otro
46%, unos 259 millones de personas, vive bajo gobiernos de derecha aliados a
Estados Unidos e indiferentes a la agudización de la desigualdad social y la
violencia. Es la primera vez que tantos gobiernos del continente se mantienen
alejados de los dictados de la Casa Blanca. Y también es la primera vez que se crean
5 Aparecida, n. 33.
8
articulaciones continentales y regionales (ALBA6, CELAC7, UNASUR8, etc.) sin la
presencia de Estados Unidos.
2. LA IDENTIDAD NEGRA Y LOS ESTADOS CARIBEÑOS
Para referirnos a la identidad negra de los Estados caribeños, es necesario tomar en
cuenta la compleja realidad histórica de esta región.
La realidad colonial nos presenta una serie de componentes históricos que nos
remiten al análisis de temas interrelacionados, tales como: las plantaciones y la
economía, la esclavitud y su repercusión social, los cimarrones y su aporte cultural,
los cambios de lenguas, la raza y su mezcla, la religión y la sincretización, la
creolización, etc.
Un gran desafío para el Caribe es el problema de la emigración por motivo laboral
hasta países extranjeros como Canadá, el Reino Unido, y mayoritariamente los
Estados Unidos. Entre Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Jamaica y Haití
existen más de diez millones de residentes en naciones extranjeras.
2.1. SITUACIÓN DE LOS NEGROS EN HAITÍ
Política - Haití es la primera república negra del mundo, después de haber
adquirido su independencia el 1º de enero del 1804. Sin embargo, los antiguos
esclavos no gozaban de derechos, sino muy teóricos y las clases privilegiadas
siempre mantuvieron el control del poder, hasta la llegada de Duvalier en el año
1957, quien instauró una dictadura feroz en el país.
Demográfica - Según el Instituto Haitiano de Estadística y de Informática
(IHSI), en 2009, la población haitiana era alrededor de diez millones. Según este
estudio, la situación demográfica del país está marcada por una mortalidad
moderada, una emigración masiva. Hay que contar también con la mortalidad
infantil y la mortalidad materna. Sin embargo, el país presenta una
predominancia de la juventud (edad mediana de 25 años).
Económica - La independencia económica nunca fue conseguida. La producción
agrícola conoce una disminución drástica desde hace medio siglo. Actualmente,
no cubre que una mínima parte de las necesidades alimenticias del país.
Social religiosa - Las religiones en presencia son mayoritariamente el
cristianismo y el vudú. También el Islam empieza a enraizarse en la sociedad.
Hay una explosión de las confesiones protestantes (bautista, pentecostales,
adventistas y metodista), aunque el catolicismo siga siendo teóricamente
6 Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. 7 Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe. 8 Unión de Naciones Suramericanas.
9
vinculado al Estado por el Concordato de 1960. Hasta el momento existe una
relativa harmonía entre las religiones.
2.3. HERENCIA RELIGIOSA DE LOS NEGROS
En las Américas, llegó la religión católica, en el XV siglo, con una mentalidad
de conquista. Fue la primera gran contradicción en la historia de la Iglesia en la
región.
Desde aquel momento algunas figuras sobresalientes, como los órdenes de
sacerdotes católicos como los Jesuitas y Dominicos (de éstos Bartolomeo de Las
Casas y Antonio de Montesinos, respectivamente protectores de los Indios y de
los Negros), se opusieron siempre a la esclavitud, a las condiciones de terror y
de humillación que vivían los Afrodescendientes bajo el régimen colonial.
Luchaban para la dignidad y más tarde la libertad de los esclavos. La palabra del
Evangelio empezaba su caminar profético en nuestra región.
Aún, el Código Negro, (le Code Noir: ley rigiendo la esclavitud) ordenó que
los esclavos fueran bautizados. Es decir que fueron reconocidos como seres
humanos. En esta segunda gran contradicción, catequizar a los esclavos vino a
ser una práctica en las colonias, pero se trataba de un catequismo rudimentario.
Lo mismo sucedió en los países de América Latina donde existía también la
esclavitud con Negros deportados de África.
Son los descendientes de estos Afrolatinos y Afrocaribeños quienes llevan la
palabra del Evangelio más allá, hoy día. ¡Ojalá que esta palabra de liberación
siga dibujando un verdadero camino de solidaridad y brinde la esperanza de una
vida mejor en la tierra como en el cielo!
Desde 1950, se encuentran muchas religiosas, muchos religiosos, sacerdotes y
laicos negros comprometidos quiénes, hoy en día, vienen a ser misioneros,
misioneras y que se encuentran en Europa, Canadá y Estados Unidos de
América por hacer un trabajo de evangelización. La pregunta importante que
siempre vuelve es la de saber ¿que aportamos más? Podemos hacer la misma
reflexión con respecto a todas las comunidades cristianas de negros inmigrantes
tales como los africanos/as en Estados Unidos de América y en Europa, los
haitianos/as en Estados Unidos y en Canadá. Es sumamente importante recordar
también que a menudo, no nos dan el lugar nuestro sino que tuvimos que luchar
por conseguirlo. Es en este sentido que existen la mayoría de organizaciones y
movimientos de negros dentro de la Iglesia.
10
3. POBLACIÓN AFRO EN AMÉRICA LATINA
Según la CONAPRED9 de México, todos los países de América Latina incluyen
en sus censos una referencia a los pueblos indígenas -preguntas asociadas a la auto-
identificación o la lengua-.En cambio, cuando se trata de identificar y contabilizar a las
poblaciones afrodescendientes, las dificultades son de dos tipos: por una parte,
solamente en Brasil y Cuba los censos preguntan por los rasgos físicos (raza/color) o, en
otros países como Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Honduras aplican el criterio de
“grupo étnico” que permite identificar a los afrodescendientes. Por otra parte, cuando
los censos investigan la variable raza/color, las respuestas varían en función de la
conciencia que tiene el entrevistado de su negritud.
Lo particular de los afrodescendientes en América Latina y el Caribe: América
Latina y el Caribe están caracterizados por su diversidad étnica y cultural, lo cual no
implica fragmentación, sino una unidad compleja en donde lo que unifica es un
conjunto de elementos diversos pero con una historia compartida y un origen común.
Esto es lo que está en el fondo de las múltiples y complejas formas de resistencia étnica
y cultural en nuestro Continente contrarias a la avalancha “globalizadora” de signo
homogeneizador y a las políticas neoliberales negadoras de lo nacional sobre todo
cuando ello tiene un carácter popular.
En las comunidades afroamericanas, subyace un deseo de participación, que
expresan en las fiestas patronales, hermandades, las fiestas de semana santa, de navidad,
los velorios, entierros, novenarios.
El pueblo afroamericano y caribeño es profundamente religioso, a partir del cual,
armoniza todos los aspectos de su vida.
4. GLOBALIZACIÓN Y LAS COMUNIDADES NEGRAS
“La situación de las comunidades negras está relacionada directamente con el gran
contexto económico, político y social. Por tanto, es necesario tener presente estas
realidades cuando analizamos nuestra situación en particular. La globalización incluye el
neo-capitalismo, neo-liberalismo y la occidentalización. El fenómeno no sólo abarca la
manipulación de mercados, precios de las materias primas, la injerencia en los asuntos
internos de las naciones, sino también, la concentración de los medios de comunicación en
manos de muy pocos y por lo tanto, la manipulación del pensamiento, e incluso de los
criterios del pueblo. La globalización de la economía tiene como consecuencia la
mundialización de la miseria. Las víctimas, como siempre, son los sectores más vulnerables.
Las consecuencias recaen sobre los más pobres, por lo tanto directamente en negros,
indígenas, migrantes.”10
Las Comunidades Afroamericana y Caribeña tiene una historia de muchas
generaciones de negro(a)s y no negro(a)s de ayuda y de organización en las iniciativas que
nacen en la vida cotidiana de las comunidades, en el rescate de las culturas afro-americanas
y caribeñas, despertando la conciencia individual y colectiva.
En los últimos años el progreso del movimiento negro como protagonista importante
en el proceso de inclusión social y potenciación ciudadana de la población afro-americana y
caribeña. Pero, ¿qué es el protagonismo? Protagonista es aquel o aquella que protagoniza. 9 CONAPRED: Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. México. “afrodescendientes en
México; reconocimiento y propuestas antidiscriminación”. Diciembre de 2006 p. 9. 10 VIII ENCUENTRO DE LA PASTORAL AFRO-AMERICANA – EPA. “Reflexiones en torno a la
solidaridad como un camino para el desarrollo alternativo de las comunidades negras. Las Comunidades
Negras en la actual Situación Económica”. Salvador (Bahía – Brasil): Arquidiócesis, Sepafro/Celam,
Pastoral Afro-brasileña 1999, p. 19.
11
La palabra protagonista viene del griego Protagonistés. El luchador principal. El personaje
principal de una obra dramática, persona que desempeña u ocupa el primer lugar en un
evento. El protagonismo del pueblo negro está relacionado a dos aspectos inter-conectados:
el proceso de rescate de culturas seculares y las amenazas a sus respectivos patrimonios,
bases de mantenimiento de las culturas y de la forma de vida original.11 El fortalecimiento
del protagonismo de las comunidades Afroamericanas y Caribeñas es la llave para garantizar
sus derechos. Estas comunidades tienen una visión del mundo y forma de vida específica lo
cual ha permitido su protagonismo. Esto también requiere políticas y programas a su medida
que respeten sus identidades y organizaciones. Siendo necesario para esto, que estas
comunidades participen efectivamente en la formulación de políticas y programas.
Los objetivos de cualquier sociedad es construirla libre, justa, solidaria,
garantizando el desarrollo, erradicando la pobreza y la marginación, reduciendo las
desigualdades sociales, promoviendo el bienestar de todos/as, sin preconceptos de origen,
raza, etnia, género, color y todas las formas de discriminación. Para todo esto, se hacen
necesarias reformas estructurales, cambios políticos que busquen soluciones conjuntas y
duraderas. Garantizar la participación de todo el pueblo, a través de la formulación de leyes,
decisiones y mecanismos de participación popular en las decisiones de políticas públicas.
Así se podrá corregir las desigualdades que a finales de los años 1980, fueron decisivas para
contener las fuerzas populares, el protagonismo del pueblo en la lucha contra la dictadura y
poder refrenar los cambios.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN Y EL APORTE DE LOS PAÍSES
1. ¿Qué características tiene la comunidad negra de tu país?
2. «No a una economía de la exclusión y la inequidad». “Así la inequidad genera
tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni
resolverán jamás”. (EG, 53,60). Como ves este en su país?
3. ¿De qué manera la población Afro es protagonista en su país?
11 Cf. DAp, n. 53 y 65.
12
TEMA II
LA IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS AFROAMERICANOS
JUZGAR
Objetivo: Fortalecer la identidad de los afrodescendientes desde sus valores propios
para que como agentes de pastoral fortalezcan el proceso de evangelización en una
Iglesia que toma conciencia de la presencia negra.
INTRODUCCIÓN
Entre los grupos emergentes cuyas identidades etnoculturales se han manifestado
de diversas maneras en las últimas décadas en nuestra América, los afroamericanos, se
resisten, a ser encasillados en una denominación ideológica como lo es la de una
“América mestiza” que esconde el carácter diverso de la población latinoamericana.
Esta diversidad etnocultural12 exige un tratamiento específico para cada una de sus
variantes. Y hablamos de diversidad, conscientes de que durante los últimos años, se ha
generado el apuntalamiento de un pretendido pensamiento único originado en los
centros de poder transnacional y, por otro lado, se ha puesto de moda lo que pareciera
ser una tendencia a fragmentar la realidad mediante enfoques propios de un
posmodernismo que desprecia la teoría, rompe en buena medida con el imperio de la
razón y rechaza el postulado de la totalidad13.
La identidad es un mecanismo que permite identificar a una cultura de otras
culturas a partir de sus características distintivas o de sus expresiones culturales
particulares.
La Declaración de Principios de la Cooperación Cultural Internacional en su
Art. 1 especifica que:
1. Toda cultura tiene una dignidad y un valor que deben ser respetados y protegidos.
2. Todo pueblo tiene el derecho y el deber de desarrollar su cultura.
3. En su fecunda variedad, en su diversidad y por la influencia recíproca que ejercen
unas sobre otras, todas las culturas forman parte del patrimonio común de la humanidad.
Según los antropólogos culturales14 uno de los factores que determinan la
exclusividad de una cultura, es la particular selección de ciertos elementos culturales
comunes a muchas culturas: cada cultura tiene sus preferencias particulares que varían
de acuerdo al tiempo y al lugar. La cultura es una especie de tejido social que abarca las
distintas formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las
costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las
normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura. Sin embargo no hay
ninguna sociedad particular que ponga el mismo acento en todas las facetas de todas sus
costumbres, como tampoco ninguna cultura está perfectamente integrada. La
persistencia y la estabilidad de una cultura, depende de la buena integración de sus
elementos entre ellos y de la medida en que satisfacen los objetivos deseados.
12 Etnocultura: Etno; viene de raza Cultura son las costumbres y tradiciones que definen a un
pueblo Etnocultura = costumbres y tradiciones que definen una etnia o raza en específico. Siendo etnia, la comunidad de hombres y mujeres con ciertas afinidades culturales, raciales. 13 “El estudio de América Latina frente al posmodernismo y al positivismo” de Jaime Osorio, en Cuadernos Americanos, n. 118, (2006), pp., 47-64. 14 Cfr. LINTON, Cultura y personalidad, Bogotá 1967; M.J. HERSKOVITS, Cultural antropology, New York 1969; KLUCKHOHN, Clyde, Antropología México 1977.
13
Lo particular de los afrodescendientes en América Latina y el Caribe, están
caracterizados por su diversidad étnica y cultural, lo cual no implica fragmentación, sino
una unidad compleja en donde lo que unifica es un conjunto de elementos diversos pero
con una historia compartida y un origen común. Esto es lo que está en el fondo de las
múltiples y complejas formas de resistencia étnica y cultural en nuestro Continente
contrarias a la avalancha “globalizadora” de signo homogeneizador y a las políticas
neoliberales negadoras de lo nacional sobre todo cuando ello tiene un carácter popular.
En las comunidades afroamericanas, subyace un deseo de participación, que se
expresan en las fiestas patronales, hermandades, las fiestas de semana santa, de navidad,
los velorios, entierros y novenarios.
El pueblo afroamericano y caribeño es profundamente religioso, a partir del cual,
armoniza todos los aspectos de su vida.
1. ILUMINACIÓN DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA Y DE LA TEOLOGIA
América Latina y El Caribe están en el umbral de un cambio de época15, esto es,
en un periodo de la historia donde hay una mutación profunda de los valores y formas
de comportamiento tanto individuales como colectivos que caracterizaron
tradicionalmente a la mayoría de la población. Enfoque que no estaba presente en las
Conferencias anteriores de manera clara y sistemática.
Para la V Conferencia Episcopal Latino Americana, América Latina y El Caribe
atraviesan un proceso de cambio profundo en todos los aspectos de su vida socio-
cultural, económica, política y ambiental. Pero la “novedad de estos cambios, la
diferencia de los ocurridos en otras épocas, es que tienen un alcance global que, con
diferencias y matices, afectan al mundo entero”16. Estos cambios traen nuevos
problemas que constituyen auténticos retos y desafíos (narcotráfico, pérdida de
soberanía económica, deterioro ambiental global, etc.), o bien refuerzan otros
ancestrales que han caracterizado a nuestros pueblos durante generaciones (desigualdad
social, exclusión económica, etc.), pero también ofrecen oportunidades para construir
sociedades más justas, como es la posibilidad de formar redes mundiales de solidaridad
a favor del desarrollo y bienestar de nuestros pueblos.
En la Exhortación Apostólica, La Iglesia en América, del Papa Juan Pablo II
(1999) se puede identificar algunos valores similares, como la piedad popular;17 la
presencia de la Iglesia en la educación y en el trabajo social;18 una visión de la Iglesia
comunión , los frutos de la inculturación de los fieles laicos, la conciencia ecológica;19 a
pesar de los abusos a ese nivel, así como al nivel socio-político con, entre otras cosas, la
explotación de mujeres y niños y la discriminación contra los pueblos indígenas y
afrodescendientes y contra los inmigrantes.20
Las diferentes Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano y del
Caribe han hecho de la promoción de la cultura un aspecto importante de la
evangelización. En Puebla, la IIIª Conferencia del CELAM (23/03,1979), reconocía,
entre los crucificados de la historia, los «rostros de Indígenas y con frecuencia de
Afroamericanos, que viviendo marginados y en situaciones inhumanas, pueden ser
considerados como los más pobres entre los pobres».21 15 DAp, n.43. 16 DAp, n. 34. 17 JUAN PABLO II, PAPA, Exhortación Apostólica, La Iglesia en América (EAm), n. 16. 18 EAm, n. 18. 19 EAm, n. 25. 20 CF. EAm, n. 64; DAp, n. 88 y 90. 21 PUEBLA, n. 31-38.
14
En Santo Domingo, la Cuarta Conferencia (12-28/10/1992), se ha comprometido en
una evangelización inculturada después de pedir disculpas a los Indígenas y
Afroamericanos, «por todo lo que ha estado marcado por el pecado», lo que significaba
específicamente hacia los Afroamericanos un compromiso para «apoyarlos en la
defensa de su identidad y el reconocimiento de sus propios valores», para «ayudarlos a
mantener vivas sus costumbres compatibles con la doctrina cristiana», para «promover
la manifestación de las expresiones religiosas propias a sus culturas», para «desarrollar
una conciencia del mestizaje, no sólo racial sino cultural, que caracteriza las grandes
mayorías entre mucho de nuestros pueblos, porque esta conciencia está ligada a la
inculturación del Evangelio».22
La realidad que viven nuestros hermanos/as afroamericanos/as está marcada por
realidades de desigualdad, pobreza extrema, discriminación, xenofobia, racismo,
invisibilidad, pérdida de identidad, entre otros. Es desde la contramano de la historia
que Dios se revela con un rostro muy concreto en el continente: el rostro negro. Somos
descendientes de un Continente cuna de la humanidad: África. Como descendientes de
seres humanos que fueron esclavizados no tendremos que esconder nunca más nuestra
identidad o camuflar nuestras actitudes manifestándolas solamente en ambientes de
absoluta confianza. No tenemos que dejar de ser negras/os para ser cristianas/os. Como
Iglesia católica tenemos que comprender que África puede ayudarnos a cumplir nuestra
misión evangelizadora en América Latina y el Caribe.
Los negros que vinieron del África no eran politeístas, ellos y ellas creían en un
Ser supremo, creador de todo. Si bien los pueblos de cultura nagó-yorubá lo llaman
Olorum -el Inaccesible-; los hebreos lo denominaban Elohim; los bantos lo llaman
Nzambi -Aquel que dice y que hace-, o Kalumga -Aquel que reúne-, o Pampa, o
Mandau, como los griegos lo llamaban Theos; nosotras/os lo llamamos Dios y los
indígenas Tupá. Él es siempre el Supremo, o inalcanzable, Señor del cielo y de la tierra.
El papa Pablo VI afirmó: “La idea de un Dios como causa primera y última de todas las
cosas es el elemento común importantísimo en la vida espiritual de la tradición
africana. Ese concepto, percibido más que analizado, vivido más que pensado, se
expresa de forma muy diversa de cultura a cultura. En realidad la presencia de Dios
penetra la vida africana como la presencia de un Ser superior, personal y misterioso”23.
Para la cultura africana de la cual nosotros/as somos herederos/as la persona es una
unidad: alma y cuerpo, no existe dicotomía. La muerte es una continuidad de la vida en
plenitud.
Según la experiencia de la comunidad del discípulo amado, Jesús vino para que
todos tengan vida y vida plena. (cfr. Jn 10,10) El sueño del pueblo negro es recuperar su
propio rostro, su palabra, su identidad, su espacio de participación ciudadana, vida
digna y justicia para todos y todas.
1.2. UNA IGLESIA QUE TOMA CONCIENCIA DE LA PRESENCIA NEGRA
La Iglesia Católica siempre estuvo presente en las ciudades. Sin embargo la
conciencia y la peculiaridad de ésta presencia casi en todos los países latinoamericanos
y caribeños se percibió al final de la década de los 60, cuando el proceso de
urbanización se hizo de manera acelerada y las ciudades emergieron como un desafío
debido al gran éxodo del campo a la ciudad.
22 DAp, n. 248. 23 Mensaje Africae Terrarum, N:8 citada en Raul Ruiz de Asua Altuna, Cultura Tradicional Banto,
Luanda, Secretariado Arquidiocesano de pastoral, 1985, pp 390-391.
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Para la Iglesia correspondía a la implantación del Concilio Vaticano II, que entre
otros aspecto asumía el diálogo con la modernidad, al declarar solemnemente la
importancia de asumir: ‘las alegrías y las esperanzas de los hombres y mujeres de hoy,
sobre todo de los que sufren’ (GS, 1).
Puebla sin duda fue el detonante de las posteriores acciones de la Iglesia en
cuanto al reconocimiento y evangelización de las culturas afroamericanas. “La situación
de extrema pobreza generalizada del Continente Latinoamericano “que adquiere en la
vida real rostros muy concretos en los que deberíamos reconocer los rasgos sufrientes
de Cristo, el Señor, que nos cuestiona e interpela.24 A partir de ahí se va a configurar
una pastoral específicamente orientada a los afroamericanos en el continente. Como
primer fruto nacen los Encuentros de Pastoral Afroamericana (EPA). El primer EPA se
realizó en Buenaventura, en la costa pacífica colombiana, que cuenta con 90% de
población negra.
El documento de Santo Domingo nos interpela para denunciar los atropellos
cometidos con los afroamericanos y otros grupos vulnerables. “Denunciar
valientemente los atropellos a las mujeres latinoamericanas y caribeñas, sobre todo a
las campesinas, indígenas, afroamericanas, migrantes y obreras, incluso los que se
cometen por los medios de comunicación social contra su dignidad”.25
El Documento de Aparecida expresa su preocupación sobre los grupos indígenas
y afros para que como Iglesia nos preocupemos en ayudar a preservar la identidad de los
pueblos que emergen como un Kairós en la Iglesia y en la sociedad: “La Iglesia
defiende los auténticos valores culturales de todos los pueblos, especialmente de los
oprimidos, indefensos y marginados, ante la fuerza arrolladora de las estructuras de
pecado manifiestas en la sociedad moderna.26
En la misma línea el papa Francisco habla de la cultura de la muerte, de la
globalización como sistema que arrasa con la vida de nuestros pueblos: “En la cultura
predominante, el primer lugar está ocupado por lo exterior, lo inmediato, lo visible, lo
rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo real cede el lugar a la apariencia. En muchos
países, la globalización ha significado un acelerado deterioro de las raíces culturales
con la invasión de tendencias pertenecientes a otras culturas, económicamente
desarrolladas pero éticamente debilitadas”.27
Los negros fueron objeto de mercancía y vendidos a Europa, Estados Unidos y
América perdieron toda identidad: familiar, cultural, religiosa. Humillados, marcados a
hierro caliente, sin libertad para practicar sus cultos, sin embargo nuestras abuelas
guardaron y cuidaron con cariño la fe de nuestros ancestros y las trasmitieron de
generación en generación para conservar la memoria. A pesar de que los cultos fueron
prohibidos y vistos como algo del demonio, existen a lo largo y ancho del continente
vestigios de nuestras religiones provenientes del África: Vudú, Xango, Santería,
Candomble entre otras.
Cada una de las religiones de matrices africanas tenían sus cultos: En Haiti se
llama Peretil; en Trinidad y Tobago se llama Pale; en Brasil se llama Terreiro. Estos
lugares eran espacios de refugio y de defensa y formaba la base de la identidad y
resistencia.
A pesar de los atropellos sufridos se debe notar que los pueblos negros sacaran
fuerzas de sus religiones tradicionales. Ahí buscaban un Dios humano que el sistema de
esclavitud les había negado.
24 Puebla, n. 31-39. 25Santo Domingo, n. 107. 26 DAp, n 532. 27 FRANCISCO, Papa. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 45.
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PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN Y EL APORTE DE LOS PAÍSES
1. Cuándo el negro asume plenamente su identidad ¿Qué consecuencias trae para sí
mismos y para la Iglesia?
2. Las expresiones religiosas de base africana: ¿Qué ofrecen a la práctica de los
católicos de tu comunidad?
3. ¿Qué criterios tenemos, como Pastoral Afrocaribeña y Afroamericana, para una
evangelización inculturada y al pluralismo religioso?
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TEMA III: DESARROLLO ALTERNATIVO Y SOLIDARIO
ACTUAR
OBJETIVOS DEL TEMA
1. Una pastoral afroamericana y caribeña: que incentive a
nuestros pueblos para que sigan siendo protagonistas de
desarrollo alternativo.
2. La solidaridad social y familiar.
3. Construcción de una sociedad digna y solidaría sin exclusión y
desigualdad social.
4. Desafíos de la inculturación.
5. Cultura de Diálogo y Diálogo Interreligioso.
INTRODUCIÓN
Ser una pastoral afroamericana y caribeña, que impulse a nuestros pueblos para que
sigan siendo los gestores del desarrollo alternativo. “Las características de la situación
actual de nuestros pueblos en el aspecto social, desde el punto de vista objetivo, muestra un
estado de subdesarrollo causado por fenómenos masivos de marginación, alienación y
pobreza condicionada, en última instancia, por la estructura de la dependencia económica,
política y cultural con respecto a las metrópolis industrializadas que tienen el monopolio de
la ciencia y la tecnología (neo-colonialismo). Desde el punto de vista subjetivo, surge una
conciencia de la situación, provocando en muchos sectores de la población de América
Latina y el Caribe, actitudes de protesto y aspiraciones de liberación, desarrollo y justicia
social. Medellín, conclusiones 10,7).”28
1. CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD DIGNA Y SOLIDARIA SIN
EXCLUSIÓN Y DESIGUALDAD SOCIAL.
"El impacto social devastador producido en las comunidades negras, indígenas
y mestizas de América Latina pone de manifiesto que el modelo de planificación
económica diseñada desde la perspectiva política de los países ricos es, por eso mismo,
tecnológicamente desarrollado y les ha permitido imponer patrones de producción y
mercado que no satisfacen los requisitos del modo de vida de los pobres. Ante esta
imposición, afirmamos que la negritud es un proyecto político que tiene una visión del
mundo que permite el rescate de valores e ideas de una sociedad igualitaria, donde se
construya el diálogo interétnico a partir de las diferencias, y no por encima de ellas, y
donde la religión en su dimensión política, es un ingrediente de enlace. Reafirmamos el
ideal de una nueva orden auténtica, radical y profunda (una nueva sociedad),
superando la visión estructuralista y funcionalista de la sociedad que no sólo proponga
una nueva política de reajuste económico, sino un nuevo modelo de relaciones sociales,
donde la persona y la vida sean elementos motivadores del proceso político-
económico.”29
28 ASHLEY, Don Uriah, “Una Iglesia solidaria con la causa de las comunidades afro-americanas.
Encuentros de la Pastoral Afro-americana”. Quito: Cuadernos de la Pastoral Afro-americana, 7-8, junio
de 2001, p. 108, 109. 29 ATABAQUE/ASETT, “Teología Afro-americana: II Consulta Ecuménica de Teología y Culturas
Afro-americana y Caribeña”. São Paulo, Paulus, 1997, p. 136, 137.
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Para construir una sociedad digna, solidaria y sin exclusión, es necesario vivir
los fundamentos de la ciudadanía y de la dignidad de la persona. Ser ciudadano o
ciudadana que conozca sus derechos y obligaciones (suyos y de los otros), y hacer con
que sean respetados en la práctica. La ciudadanía es la participación de las personas en
la sociedad en que viven, teniendo derecho a los bienes materiales, sociales,
económicos, políticos, culturales y religiosos. Es participar en las decisiones de interés
para la comunidad. La ciudadanía expresa un conjunto de derechos que concede a la
persona la posibilidad de participar activamente de la vida social. Quién no tiene
ciudadanía está marginado o excluido de la vida social y de la toma de decisiones,
quedando en una posición de inferioridad dentro del grupo social.
En cuanto a Haití, un país con población completamente negra, es un ejemplo
clásico de la situación y de la lucha de los negros en el mundo, aun cuando los
problemas son más internos. El análisis de la situación por la Conferencia Episcopal de
Haití (CEH) en 1986 está todavía actual y traduce de alguna manera lo que pasa en el
Caribe:
Vivimos en un país, pero somos como dos pueblos atrapados entre dos sistemas
culturales. Tenemos una mentalidad y una cultura de base que nos hacen haitianos
todos, pero a partir de este fondo común, dos grupos humanos yuxtapuestos y
paralelamente orientados: — Los campesinos numéricamente mayoritarios
vinculados a la tierra e identificándose con ella [...]. — Los urbanos, minoritarios,
vueltos hacia el Occidente [...]. Esto resulta con dos pueblos que viven en el mismo
piso y que hablan dos lenguas diferentes: creol y francés, y sometidos a dos leyes
diferentes: el Código Rural y el Código Civil. Este clivaje, pesante herencia
colonial pesa desde casi dos siglos sobre Haití, especialmente sobre los
campesinos. Pero hoy día, es cada vez más importante debido a enormes desafíos
que enfrentan30.
2. PROPUESTAS DE LA INCULTURACIÓN
Nuestra reflexión que hemos venido haciendo nos va conduciendo a realidades
más complejas. Hemos visto que todas las religiones son importantes porque re-ligan al
ser humano con Dios. En el contexto que viven nuestros pueblos afroamericanos
marcados por un fuerte pluralismo religioso, abrirse al dialogo significa aceptar que el
único sol es Dios, alrededor del cual giran todas las religiones. ¿Cómo encajar la
propuesta de Jesús en estos ambientes de pluralismo religioso? ¿Cómo inculturar el
evangelio? Una definición breve para empezar: "La inculturación es la respuesta
inédita de una determinada cultura al primer anuncio del Evangelio y luego a la
evangelización permanente"
El Papa Pablo VI, en la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, enseñó que
la evangelización, además de centrar como siempre sus fuerzas principales en la
evangelización de las personas, también debe ocuparse de evangelizar las culturas:
conseguir que la fuerza de la Palabra de Dios penetre en la vida personal y social de los
hombres, cambiando o rectificando lo que en el pensamiento, en los valores
predominantes, en los criterios de juicio, en los modelos o estilos de vida, se oponga al
Evangelio: “…La ruptura entre Evangelio y cultura es, sin duda alguna, el drama de
nuestro tiempo, como lo fue también en otras épocas. De ahí que hay que hacer todos
los esfuerzos con vistas a una generosa evangelización de la cultura o, más
exactamente, de las culturas. Estas deben ser regeneradas por el encuentro con la
30 CONFERENCE ÉPISCOPALE HAÏTIENNE, « Présence de l’Église en Haïti», p. 260.
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buena nueva. Pero este encuentro no se llevará a cabo si la buena nueva no es
proclamada”31.
3. CULTURA DE DIALOGO Y DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
Nuestros pueblos afros tiene gran desafío: la necesidad de seguir avanzando en
la cultura de dialogo y diálogo interreligioso. El diálogo inter-religioso és “una actitud
de apertura en la verdad y en el amor debe caracterizar el diálogo con los creyentes de
las religiones no cristianas, a pesar de los varios obstáculos y dificultades,
particularmente los fundamentalismos de ambas partes. Este diálogo interreligioso es
una condición necesaria para la paz en el mundo, y por lo tanto es un deber para los
cristianos, así como para otras comunidades religiosas. Este diálogo es, en primer lugar,
una conversación sobre la vida humana o simplemente, como proponen los Obispos de
la India, «estar abiertos a ellos, compartiendo sus alegrías y penas».32 Así aprendemos a
aceptar a los otros en su modo diferente de ser, de pensar y de expresarse. De esta
forma, podremos asumir juntos el deber de servir a la justicia y la paz, que deberá
convertirse en un criterio básico de todo intercambio”.33
Los pueblos han experimentado inicialmente una dificultad de relación. Sus
instituciones religiosas se han sentido desafiadas por la existencia de otras instituciones
semejantes y se han negado al diálogo. Sus símbolos religiosos han parecido
incompatibles, y el pueblo sencillo todavía no ha tenido tiempo de reaccionar, educado
como estaba a la obediencia ciega a sus dirigentes. En esa situación, la convivencia se
hace conflictiva y las religiones, en vez de dar motivos para la convivencia pacífica del
mundo, echan leña al fuego de las diferencias y los conflictos que ya el mundo vive de
por sí. Es por eso que se dice lo que recordábamos al principio: «No habrá paz en el
mundo sin diálogo entre las religiones».
El paradigma que hoy surge, el del pluralismo religioso, propone que ninguna
religión está en el centro como un sol, sino que el único sol es Dios, alrededor del cual
giran todas las religiones: por eso se dice que es una verdadera revolución
«copernicana». No habría una religión «central». Todas las religiones estarían girando
alrededor de Dios, como hermanas. Casi todas las religiones se sienten desafiadas,
destronadas, como amenazadas por el pluralismo religioso.
“Se impone una evangelización que ilumine los nuevos modos de relación con
Dios, con los otros y con el espacio, y que suscite los valores fundamentales. Es
necesario llegar allí donde se gestan los nuevos relatos y paradigmas”.34
En eso habrá que concentrarse, de eso hay que dialogar urgentemente entre las
religiones, y eso es lo que hay que esforzarse por descubrir y poner en práctica. En este
contexto lo que más nos debe preocupar es crear primero las condiciones del diálogo.
«Antes que dialogar con otros, hay que dialogar con nosotros mismos». Antes que el
diálogo religioso hay que llevar a cabo el «intradiálogo», como dice Panikkar. Lo
urgente no es todavía el diálogo, sino, su condición previa: la aceptación consciente,
ilustrada, madurada, sincera del pluralismo religioso35. Y mirando nuestra propia
realidad latinoamericana: ¿Cómo dialogar con las diversas religiones presentes en
nuestro contexto: Vudú, Santería, Candomble entre otras?
31 PABLO VI, “Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi”, 19-20: AAS 68, 17-19. 32 Conferencia dos Bispos da Índia, Decl. final da XXX Assembleia Geral: The Church’s Role for a
Better India (8 de Março de 2012), 8.9. 33 FRANCISCO, Papa. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 250. 34 FRANCISCO, Papa. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 74. 35 Agenda Latinoamericana, en http://latinoamericana.org/2003/pluralismoreligioso.