Date post: | 28-May-2015 |
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Spiritual |
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¿Qué es la Iglesia?
La Iglesia es una anciana señora con muchas arrugas. Pero es mi madre. Y a una madre no se la insulta.
Karl Rahner, teólogo alemán del siglo XX
Si no vas a la Iglesia porque está llena
de hipócritas, recuerda:
La Iglesia es el hospital
de los pecadores, no el museo de los santos y perfectos.
G. K. Chesterton
¿Por qué la Iglesia no es un club para perfectos?
El mismo Jesús se mezcló con gente normal pero también peligrosa; trató al mismo nivel a María Magdalena, la criatura de los bajos fondos, al publicano Zaqueo, a la mujer sorprendida en adulterio, a gente terrible como Judas, que después le traicionó, a Pedro, que le negó antes de que el gallo cantara tres veces. Si en la Iglesia sólo pudieran estar hombres y mujeres sin tacha, estaría probablemente vacía. Por lo menos yo no tendría ninguna oportunidad de tener en ella un lugar pequeñito; me conozco, soy capaz de todo. La Iglesia concreta no es un club de perfectos, sino que, según la voluntad de Jesús, es un lugar para la transformación paulatina de personas totalmente normales. Personas que a veces se equivocan, que tienen todo tipo de delitos en su haber, que necesitan urgentemente que les acepten y les mejoren. Por suerte, el mismo Jesús nos aseguró: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Todos estamos un poco perjudicados: uno tiene problemas con el dinero, otro con la verdad, el tercero con el sexo, con el cuarto no se puede contar, el quinto es cabezota, y el sexto soy yo. No avanzamos al son de una marcha triunfal. Cojeamos, tropezamos, avanzamos lentamente. Pero caminamos. Y además juntos. Ésa es la Iglesia en la que me gusta estar.”
Bernhard Meuser, Cristianismo para principiantes
María, madre y modelo de la Iglesia
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo
Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de su variedad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo. Hemos sido bautizados en un solo Espíritu, para formar un único cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, yo no soy del cuerpo». Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo» Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad. Muchos son los miembros, mas uno el cuerpo. Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza a los pies: «¡No os necesito!» Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles, son indispensables. Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte. 1 Corintios 12, 12-28
La Iglesia, templo del Espíritu Santo
El misterio de la Iglesia: una dimensión ins6tucional y una dimensión espiritual
Organización de la Iglesia (según la vocación y la misión)
Sacerdotes Religiosos/as Laicos
Misión de la Iglesia “La Iglesia no es un fin en sí misma”. Dios no se alegra en absoluto si sólo da vueltas sobre sí misma. Le ha dado una misión para el bien de los hombres. Debe ser, por su propia naturaleza, signo e instrumento para la unión más ín6ma con Dios, y para la unidad de toda a humanidad”. Concilio Va6cano II
Anunciar la Palabra de Dios Celebrar los sacramentos Servir con amor a los más pobres