FACULTAD DE PEDAGOGIA INCORPORADA A LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
“AULA DE PEDAGOGÍA HOSPITALARIA ADAPTADA AL PROJECT ZERO PARA NIÑOS DE LA TERCERA INFANCIA ENFERMOS DE CÁNCER”
TESIS QUE PRESENTA
MARTHA ESPINOSA DEL RÍO PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN PEDAGOGÍA
DIRECTOR DE LA TESIS: MTRA. ANA SOFÍA GÓMEZ ROBLEDO
MÉXICO, D.F. 2012
1
A mis papás
Por siempre impulsarme y apoyarme para realizar mis sueños,
por ser ejemplo de lucha incansable y amor
A mis hermanas Sofía y Cristina,
gracias por cada momento compartido;
son y serán siempre mi motor para seguir adelante.
A mis Abellos
Por su apoyo incondicional y por demostrarme
que cada paso cuenta para lograr grandes cosas.
A mis profesores de la Universidad, en especial a Ana Sofía
porque gracias a ti logré esta meta,
has sido la mejor compañera.
A mis amigas, mi soporte, alegría y fortaleza.
2
“AULA DE PEDAGOGÍA HOSPITALARIA ADAPTADA AL
PROJECT ZERO PARA NIÑOS DE LA TERCERA INFANCIA
ENFERMOS DE CÁNCER”
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 5
CAPÍTULO I. Pedagogía Hospitalaria 8
I.1. Definición de Pedagogía Hospitalaria 8
I.2. Finalidad y objetivo de la Pedagogía Hospitalaria 12
I.3. Tareas de la pedagogía hospitalaria 16
I.3.1. Enseñanza escolar 18
I.3.2. Actividades lúdico- recreativas 20
I.3.3. Orientación personal y familiar 21
II.3.4. Estrategias psicopedagógicas específicas de intervención 22
I.4. El pedagogo en el hospital 26
I.4.1. Formación del pedagogo hospitalario 34
I.4.2. Maestro, educador social y psicólogo dentro del hospital 35
I.5 Aula hospitalaria 38
I.6. Pedagogía Hospitalaria en México 43
I.6.1. Iniciativa Sigamos Aprendiendo… en el hospital 46
I.6.2. Iniciativa privada 48
CAPÍTULO II. Enfermedad, hospitalización y cáncer 50
II.1. Definición de enfermedad 51
II.1.1. Enfermedades crónicas infantiles 52
II.1.2. Diagnóstico de la enfermedad infantil 56
II.1.3. Respuestas del paciente pediátrico ante la enfermedad 57
3
II.2. Hospitalización infantil 59
II.2.1. Efectos de la hospitalización infantil 61
II.2.2. El dolor 67
II.3. Cáncer infantil 68
II.3.1. ¿Qué es el cáncer? 69
II.3.2. Causas del cáncer 70
II.3.3. Tipos de cáncer infantil 72
II.3.3. Pruebas médicas para diagnosticar el cáncer infantil 74
II.3.5. Tratamientos contra el cáncer y sus efectos 76
II.3.6. Efectos psico-educativos del cáncer en el niño 81
CAPÍTULO III. Educación estética 84
III.1. Definición de educación estética 84
III.2. Experiencia estética en educación 88
III.3. Educación estética y educación de la afectividad 93
III.4. Creatividad, imaginación y libertad en la actividad creadora 96
III.4.1. Imaginación y creatividad 96
III.4.2. Actividad creadora y libertad 99
III.4.3. Los niños, la creatividad y la fantasía 102
III.4.4. Imaginación y creatividad en la educación estética 104
CAPÍTULO IV. El arte en la infancia 106
IV.1. Definición de arte 106
IV.2. Arte en la infancia 113
IV.3. Manifestaciones artísticas 118
IV.3.1. Pintura y escultura 118
IV.3.2. Música 122
IV.3.3. Danza y teatro 126
IV.3.4. Literatura 128
4
CAPÍTULO V. Aula hospitalaria del Project Zero 131
V.1. Durante los 44 años del Project Zero 131
V.2. Misión del Project Zero y la adaptación a las Instituciones médicas 137
V.3. Aula Project Zero en los hospitales 141
CAPÍTULO VI. Aula de pedagogía hospitalaria del Project Zero en niños de la tercera edad enfermos de cáncer
151
VI.1. “El dolor y el enojo” en el Aula Hospitalaria del Project Zero 151
VI.2. Plan de sesión 154
CONCLUSIÓN 168
FUENTES DE CONSULTA 172
ANEXOS 181
5
INTRODUCCIÓN
Contar con educación de calidad durante todas las etapas de la vida es un proceso
fundamental para el perfeccionamiento y la superación personal; lo anterior constituye un
derecho y necesidad innegable de todo ser humano. Hoy en día existen políticas, leyes y
normas que trabajan por regular la inclusión educativa para que pese a las circunstancias
personales todos tengan acceso a una educación de calidad. Así, toda persona merece y
necesita ser educado, incluso si se encuentra enfermo o internado en un hospital, pues el
ser humano a pesar de sus condiciones o limitaciones físicas debe continuar con su
desarrollo emocional e intelectual.
Es imprescindible mencionar que la educación es clave para el progreso de una sociedad
siendo ésta la base del desarrollo; pero logar atender las distintas necesidades educativas
es responsabilidad compartida entre el gobierno y la sociedad para formar individuos
independientes, libres, autónomos y productivos.
Una enfermedad u hospitalización rompe con el ciclo natural de la vida, es una etapa en la
que la persona se ve obligada a modificar sus hábitos para enfocarse a la recuperación
física, interrumpiendo sus actividades cotidianas. Cuando la enfermedad que padece una
persona es crónica como el cáncer el tiempo de recuperación y los efectos secundarios,
emocionales y físicos incrementan. En el caso de los niños enfermos de cáncer existe una
ruptura con la actividad escolar pues la prioridad se vuelve la recuperación física, dejando
de lado el desarrollo y tratamiento cognitivo, emocional y social.
Durante todo el estudio se habla de “niños” haciendo referencia a niños y niñas en edad
escolar de 7 a 12 años hospitalizados enfermos de cáncer que han tenido que interrumpir
sus estudios y se encuentran expuestos a tratamientos agresivos contra la enfermedad.
Se ha escogido esta etapa de la infancia pues es aquí cuando forjan su personalidad, el
ámbito escolar es indispensable, comienzan a dar explicación científica a los sucesos y el
contacto social se vuelve trascendente para ellos.
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Es por eso que la presente tesis tiene por objetivo estudiar y proponer un Aula del Project
Zero adaptada a la pedagogía hospitalaria que, a través del arte, dé continuidad a la tarea
educativa de los niños o niñas de la tercera infancia que se encuentran hospitalizados y
enfermos de cáncer para que ayude a afrontar la enfermedad y fomentar una experiencia
estética de calidad.
La metodología de estudio es una investigación descriptiva con una propuesta concreta
adaptada a la pedagogía hospitalaria en México. La presente tesis se divide en seis
capítulos con la intención de abordar con detalle cada uno de los temas relevantes para la
investigación:
Capítulo I. Pedagogía Hospitalaria
Capítulo II. Enfermedad, hospitalización y cáncer
Capítulo III. Educación estética
Capítulo IV. El arte en la infancia
Capítulo V. Aula hospitalaria del Project Zero
Capítulo VI. Aula de pedagogía hospitalaria del Project Zero en niños de la tercera
edad enfermos de cáncer
Contar con un programa de pedagogía hospitalaria para las personas enfermas o internas
en un hospital, permite que tengan la posibilidad de continuar con el desarrollo de
habilidades cognitivas y emocionales para afrontar la situación de crisis en la que se
encuentran, mientras que continúan con la educación formal.
Por otro lado, es importante considerar que la ayuda brindada a un niño enfermo y
hospitalizado se extiende a aquellas personas con las que se tiene contacto como la
familia, amigos, médicos y personal sanitario.
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El arte será un puente importante durante el proceso de hospitalización, pues permite que
el niño comprenda su enfermedad y aislamiento en la institución médica a través de
cuentos, pinturas, música o incluso pequeñas obras teatrales y logre afrontarlo. Muchas
son las estrategias o propuestas metodológicas para llevar a cabo un programa educativo;
en este trabajo de investigación se presenta la educación estética como el mejor medio
para abordar la problemática y crear un Aula Hospitalaria adaptada al Project Zero idóneo.
Encontrar un medio y un espacio para ayudar a las personas dentro del hospital es
fundamental para abordar este problema, y tomar como base aquellos programas que se
han desarrollado para mejorar los sistemas educativos y adaptarlos a las necesidades
específicas de cada caso, es la estrategia que se sugiere en esta tesis. El Project Zero es
un programa de la Escuela de Postgrado de Educación de Harvard que a través de la
educación estética pretende desarrollar la comprensión y reflexión para formar
competencias clave en el desarrollo de una persona.
8
CAPÍTULO I
PEDAGOGÍA HOSPITALARIA
La educación durante toda la vida, juega un papel fundamental pues constituye el camino
adecuado para el desarrollo de habilidades, conocimientos y aptitudes que permiten la
mejora personal y la adaptación social; cualidad innata y necesaria; “la misión de la
educación es permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus talentos y todas sus
capacidades de creación. Lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí
mismo y realizar un proyecto personal” (Delors, J., 1996: 18). Por lo tanto, es importante
considerar que la educación posee dos características innegables: primero, es un derecho
para todos, sin hacer excepción por las condiciones personales y segundo constituye una
necesidad para todas las personas, sin importar el lugar en donde se encuentren o el
ámbito en el que se desarrollen.
Partiendo de esta idea, podemos afirmar que no importa la edad, sexo, raza, religión o
situación personal, toda persona tiene el derecho de acceder a una educación que se
adapte a sus necesidades y circunstancias personales sin excluir a aquellos que se
encuentren enfermos y/u hospitalizados.
I.1 Definición de Pedagogía Hospitalaria
El papel de la educación es clave para el progreso de una sociedad. La educación forma
personas autónomas, libres, independientes y productivas; desde antiguas civilizaciones,
como los griegos, los egipcios o la antigua china ha existido la preocupación por que los
habitantes tengan una educación continua que les permita desarrollar habilidades
concretas para un oficio; con el tiempo la finalidad de la educación ha ido evolucionando,
sin embargo, el propósito es el mismo: desarrollar habilidades cognitivas, emocionales y
sociales que permitan la adaptación y afrontamiento a los retos de la vida.
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El desarrollo de habilidades cognitivas, emocionales y sociales, de acuerdo a la etapa del
desarrollo, son fundamentales para la madurez y formación personal, de tal modo, una
persona que continua su proceso y pasa exitosamente por las etapas evolutivas estará
preparado mental y emocionalmente para afrontar los problemas y adaptarse a diferentes
ambientes a lo largo de la vida.
La hospitalización constituye una alteración en el desarrollo de cualquier individuo y como
tal, conlleva repercusiones psicológicas y emocionales resultantes de la ansiedad y
depresión que caracteriza este hecho. Para un niño, la hospitalización resulta una
experiencia traumática pues concibe la enfermedad y los procedimientos médicos desde el
aspecto emocional. Sin embargo, el estado de salud, no es un impedimento para tener
acceso a una educación formal, permitiendo el desarrollo de habilidades cognitivas y
sociales propias a la edad, que contribuyen al progreso integral de la persona.
Los esfuerzos de la tarea educativa deben, en todo momento, orientarse a la mejora y
adaptación social, siendo así indispensable que se impulse una rama de la pedagogía que
atienda la diversidad y trabaje simultáneamente con médicos y familiares de las personas
hospitalizadas y que encauce sus esfuerzos a la recuperación del paciente y a la
adaptación de la circunstancia que se vive en el momento. Percibiendo entonces que la
pedagogía hospitalaria es una necesidad social.
Así, surge la necesidad de adaptar algunos planes y programas escolares para responder
a la exigencia educativa que presentan niños hospitalizados no sólo en el plano
académico, también abarcar la acción educativa en las esferas psicológica, familiar, física,
social y emocional fundamentales en la persona, para mejorar y dirigir su vida así como
afrontar mejor la enfermedad. Sin embargo, esto sólo será posible si los niños enfermos
hospitalizados tienen acceso a un programa interdisciplinario que permita adaptarse a su
situación y desarrollar sus potencialidades.
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A pesar de ser un tema relativamente nuevo en el área educativa, algunos autores se han
dado a la tarea de definir la pedagogía hospitalaria como una rama de la pedagogía, es
decir, como un área educativa que aplica los principios de la pedagogía en cuanto a que
se encarga de la educación y el desarrollo integral de la persona, pero aplicados a un
ámbito específico como el hospital. Algunas definiciones proporcionadas por
investigadores del tema son:
“Rama diferencial de la pedagogía que se encarga de la educación del niño enfermo y hospitalizado, de manera que no se retrase en su desarrollo personal ni en sus aprendizajes, a la vez que procura atender a las necesidades psicológicas y sociales generadas como consecuencia de la hospitalización y de la concreta enfermedad que padece.” (Lizasoaín, O., 2000:110) “La Pedagogía Hospitalaria, desde el contexto de la Educación Especial, en el marco de una escuela abierta a la diversidad, está basada en el principio de normalización y el derecho que todo niño tiene a ser atendido en sus necesidades, incluyendo las múltiples que puedan derivarse de su situación de enfermedad.” (Ortiz, C., 2001: 32) “La Pedagogía Hospitalaria es una rama de la Pedagogía Social que tiene por objeto la atención socioeducativa de las personas que se encuentran en una situación de enfermedad crónica, con la vida condicionada por esta circunstancia.” (Cárdenas, R., López, F., 2005:60) “Una ramificación de la Educación Especial por cuanto se ocupa de forma específica de los niños con problemas de salud, al fin y al cabo de niños con necesidades educativas especiales.” (Fernández, M., 2000: 140)
Haciendo una síntesis de las definiciones propuestas anteriormente, construiré mi propia
definición de Pedagogía Hospitalaria: es la rama de la pedagogía cuyo objeto de estudio
es el individuo enfermo y hospitalizado ya sea niño, adolescente o adulto, con el objetivo
de responder a las necesidades psicológicas, educativas, emocionales y sociales del
enfermo, lograr su adaptación a la hospitalización y continuar con su aprendizaje formal e
informal de tal forma que sea capaz de hacer frente a su condición particular y a las
situaciones que se puedan derivar de la enfermedad.
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De acuerdo a la Dra. Olga Lizasoaín Rumeau (2000:106) la pedagogía hospitalaria se
sustenta sobre dos modelos; el tecnológico y el humanista.
a) Modelo tecnológico, hace referencia a aquel modelo que persigue ante todo el
logro de resultados observables y cuantificables en el proceso educativo recibiendo
gran influencia de la psicología conductual.
b) Modelo humanista, aquel modelo que persigue un desarrollo integral y unitario de
la persona, incluyendo aspectos cognitivos y afectivos que configuran la
personalidad. Este modelo recibe una gran influencia de la filosofía.
Ambos modelos aportan aspectos distintos pero esenciales dentro del trabajo de la
pedagogía hospitalaria, no podríamos hablar de una educación integral si ésta no pudiera
ser observable, ni de un cambio conductual si éste no implica un desarrollo unitario de la
persona. Es evidente que los modelos sobre los que se sustenta la pedagogía hospitalaria
resultan necesarios y complementarios, por lo que se debe tomar una actitud de apertura y
realizar una adaptación de los modelos a cada caso concreto.
Resulta imposible tratar de conceptualizar la pedagogía hospitalaria sin considerar su
carácter interdisciplinar. Es fundamental aclarar las distintas relaciones a las que se hace
referencia al hablar de este carácter:
En primer lugar pedagogía hospitalaria a pesar de ser reconocida como una
“profesión de ayuda”, pues depende directamente de la pedagogía, toma forma
independiente por las circunstancias y el lugar en el que se lleva a cabo, (Lizasoaín,
O., 2000:106) se sustenta en disciplinas educativas concretas como la educación
especial, la didáctica y la orientación familiar y personal, tomando de ellas algunas
bases, técnicas, normas y saberes que permiten un mejor conocimiento y logro de
objetivos al llevarlas al terreno práctico con el niño hospitalizado.
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Un segundo enfoque del carácter interdisciplinar hace referencia a que el éxito de la
pedagogía hospitalaria y el logro de los objetivos depende directamente del trabajo
en conjunto y coordinación de todos los colectivos profesionales y humanos
implicados en el ámbito hospitalario (Ortiz, C., 2001:50).
Tras definir la Pedagogía Hospitalaria, es importante mencionar que la complejidad de
dicha rama de la pedagogía, no radica en conceptualizar o hacer teorías que reformen las
nociones anteriores que, aunque marcan un camino no representan un reto educativo. El
verdadero desafío de la pedagogía hospitalaria es poner en práctica los conocimientos
sobre el tema para ser acompañantes y guías en el proceso educativo para lograr la
adaptación del enfermo hospitalizado a su nueva circunstancia y colaborar con su proceso
educativo.
Poner en marcha un programa de Pedagogía Hospitalaria implica un gran esfuerzo en
todos los niveles. No sólo el enfermo y la familia deben participar activamente en el
proceso; el sistema educativo debe proporcionar maestros capacitados para la
regularización en niveles básicos de enseñanza y certificar los estudios cursados en las
aulas hospitalarias y por otro lado, representa una gran inversión por parte del centro de
salud brindar atención integral a los pacientes, además del trabajo de coordinación y
orientación que implica para el departamento psicopedagógico.
I.2 Finalidad y objetivo de la Pedagogía Hospitalaria
En el tratamiento a favor de la salud, se debe reconocer que la ciencia sola no basta para
una recuperación total e integral de una persona enferma, debe complementarse con un
aspecto psicológico que refleje un estado de salud completo. Al poner en marcha un
programa de pedagogía hospitalaria es importante plantear objetivos concretos que nos
permitan orientar los esfuerzos para brindar una mejor calidad de vida al niño o adulto
enfermo hospitalizado, con la intención de que, a pesar de la situación especial en la que
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se encuentra, aprenda y se prepare para los cambios que le esperan. La pedagogía
hospitalaria debe invertir sus mejores energías en conseguir que el niño – a pesar de la
discontinuidad que supone la enfermedad- siga creciendo, se desarrolle, se sienta
motivado, reconquiste su libertad y sea autónomo, es decir, se realice como persona
(Lizasoaín, O., 2000). Esta rama de la pedagogía se debe especializar en brindar, a las
personas hospitalizadas y enfermas, oportunidades para mejorar la calidad de vida.
Existe pues la necesidad de atender a los niños hospitalizados de forma integral, es decir
ser un apoyo emocional para lograr la adaptación y dar regularización a los niños
enfermos u hospitalizados con “la finalidad de trascender en su avance educativo durante
el tiempo de hospitalización y después de ella” (Knaul, F., 2006: 255).
Con la intención de establecer la finalidad de la pedagogía hospitalaria en términos
generales, retomaré la idea de la Dra. Olga Lizasoaín: la finalidad de la pedagogía
hospitalaria es “el desarrollo integral de la persona, persiguiendo el máximo desarrollo de
todas sus capacidades, incluso en una situación anómala como es la del estar enfermo y
hospitalizado” (Lizasoaín, O., 2000:107). Para efectos del presente trabajo se habrán de
establecer objetivos específicos de la pedagogía hospitalaria en el trabajo con niños de la
segunda infancia. Se contemplará la regularización escolar como elemento clave para que
la enfermedad no sea factor decisivo en el rezago escolar y en la discontinuidad de la
educación formal.
Al circunscribir la pedagogía hospitalaria dentro de la Pedagogía, afirmamos que como
todo proceso educativo debe buscar la mejora y el desarrollo de la persona para que
continúe la búsqueda de la felicidad; sin embargo, es primordial que se determinen ciertos
objetivos o metas específicas dentro del ámbito hospitalario con la intención de orientar
todos los esfuerzos, en un primer momento, a la adaptación a la hospitalización; y más
tarde, a la recuperación integral del niño enfermo. Por un lado, al igual que la meta de la
educación, la pedagogía hospitalaria debe responder a las necesidades educativas para
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mejorar la calidad de vida y coadyuvar en el desarrollo de habilidades que permitan la
integración al medio y la mejora personal, incluso en una situación como la hospitalización.
Por su parte la autora Carmen Ortiz (2001:40) contempla la responsabilidad de los
profesionales implicados para responder a las necesidades educativas del niño mientras
se encuentra hospitalizado, generalizando algunas líneas de acción que se pueden
traducir en objetivos concretos de la pedagogía hospitalaria:
a) El apoyo a la carencia educativa
b) El proceso de adaptación del niño a la institución
c) La instrucción como complemento a la pérdida escolar
d) La preparación para integrarse cuando salga del hospital en la familia, en la escuela
y en el medio social, cuando salga del hospital
El apoyo a la carencia educativa. Entendiendo como carencia la necesidad que
tienen, los niños hospitalizados de apoyo escolar para continuar su formación y
contribuir a su recuperación, no sólo haciendo referencia a reducir los déficits escolares
sino buscar aprendizajes significativos a través de la experiencia y actividades
recreativas para la formación humana sin importar la edad o el estado físico o mental.
La escolarización es la tarea primordial a desarrollar como medio especifico de
formación, desarrollo y socialización (Polaino, A., 2000).
El proceso de adaptación del niño a la institución. Lograr la adaptación del niño a la
institución médica es una tarea ardua que necesita respaldo de profesionales de la
salud y del ámbito educativo además de la familia. Para lograr dicha adaptación
primero se debe reducir la ansiedad que genera la hospitalización y la situación de
enfermedad para animarlo a trabajar y cultivar su alegría mediante actividades lúdico-
recreativas. Para el logro de este objetivo es fundamental que exista buena
comunicación e información entre todas las personas involucradas en la recuperación
del niño hospitalizado.
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La instrucción como complemento a la pérdida escolar. Brindar regularización
académica y escolar atendiendo a la diversidad en materia educativa además de
disminuir el rezago escolar; es preciso llevar a cabo las adaptaciones curriculares a
cada caso para responder a las necesidades especiales que tiene el niño hospitalizado,
y así seguir, en la medida de lo posible, con la escolaridad ordinaria (Ortiz, C., 1994).
La comunicación entre la escuela y los responsables de la enseñanza dentro del
hospital es elemental para lograr este objetivo.
La preparación para integrarse cuando salga del hospital en la familia, en la
escuela y en el medio social. Este objetivo hace referencia a habilitar al niño para que
al regresar a su ambiente “normal” escolar, social y familiar se pueda integrar con
facilidad haciendo frente a las secuelas de la enfermedad. Para lograrlo es
indispensable dar seguimiento a la labor educativa con trabajo domiciliario y orientación
personal.
Los objetivos de la pedagogía hospitalaria deben ser congruentes y responder a las
necesidades que presentan los niños hospitalizados, así como estar delimitados por las
posibilidades de la acción educativa. A continuación se presentan objetivos específicos
que debe perseguir la pedagogía hospitalaria de acuerdo a la Dra. Olga Lizasoaín (2000:
107-198):
a) Lograr la adaptación a la hospitalización y a la situación de enfermedad
b) Proporcionar apoyo emocional al niño y paliar sus déficits afectivos
c) Disminuir la ansiedad, y demás factores negativos, desencadenados como
consecuencia de la hospitalización
d) Mejorar la calidad de vida del niño hospitalizado
e) Atender a la formación del carácter y la voluntad del niño, en el sentido de apelar a
su esfuerzo y animarle al trabajo
f) Fomentar la actividad, procurando que el niño ocupe provechosamente su tiempo
libre
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g) Reducir los déficits escolares
h) Cultivar la natural alegría infantil y las relaciones sociales
i) Orientar personal y profesionalmente al paciente
j) Orientar a sus familiares
Es importante mencionar que en cada caso se deben plantear objetivos específicos y
trabajar de forma interdisciplinar para adaptar éstos de acuerdo a la etapa evolutiva,
características personales y necesidades educativas especiales de cada niño. Así los
objetivos específicos se modifican y adaptan buscando que el niño desarrolle habilidades
personales que le ayuden a sobrellevar la enfermedad con las menores secuelas posibles
y recupere su autonomía.
Sintetizando, lo que la pedagogía hospitalaria persigue es una idea global de
recuperación, en donde se trabaja paralelamente con padres, médicos y educadores,
para generar resultados cualitativos ayudando al enfermo a entender y adaptarse a la
situación de desventaja que supone una hospitalización y aprovechando el tiempo libre
para que los niños hospitalizados se vean beneficiados con diversas actividades
destinadas a favorecer su formación y en pocas palabras a mejorar su calidad de vida
antes, durante y después de la hospitalización.
I.3 Tareas de la Pedagogía Hospitalaria
Desde el momento de ingresar en la institución médica, se plantean nuevas rutinas y
limitaciones; en la mayoría de los casos, la hospitalización infantil representa una
experiencia completamente nueva y distinta. Durante este periodo, tanto pacientes como
familia necesitan adaptarse al entorno que les rodea para recuperarse de forma integral.
Para conseguir los objetivos mencionados en el apartado anterior, la pedagogía
hospitalaria pone en práctica actividades que inciden directamente en el niño y en aquellos
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que lo rodean durante todo el proceso de la enfermedad y la hospitalización. Entonces, un
evento como la hospitalización, que por sus efectos secundarios e implicaciones físicas,
es potencialmente negativo, puede ser transformado, con la oportuna intervención, en
experiencia positiva de crecimiento para muchos (Thompson, R., Stanford, G., 1981).
Al hablar de la pedagogía hospitalaria y sus diversas acciones en el ámbito hospitalario,
no sólo hacemos referencia a las actividades que se hacen con los niños dentro del
hospital, en realidad va mas allá, pues si se quiere ayudar de forma integral es
fundamental que cumpla con un programa y adaptación que contemple todo el proceso.
Existen tres momentos que merecen ser estudiados y en los que es necesaria una
intervención pedagógica al estar implicados en un contexto hospitalario: ingreso, estancia
y alta (Ortiz, C., 2001).
En cuanto al primer momento, durante el ingreso se puede hacer hincapié en dos
acciones preventivas a cargo de la pedagogía hospitalaria: primero, dentro de las escuelas
e instituciones escolares, brindar Educación para la salud1 para prevenir cualquier tipo de
enfermedad mejorando los hábitos personales; por otro lado, es importante dar
capacitaciones y sensibilizar a niños y maestros entorno a los procedimientos médicos
básicos a los que estarán expuestos en caso de requerir hospitalización.
Consecuentemente la percepción del hospital no será como un lugar desconocido sino
como una institución de ayuda, bajando así el nivel de ansiedad por la nueva situación y
facilitando la adaptación a esta nueva experiencia.
Como segunda tarea dentro del momento de ingreso, la pedagogía hospitalaria podrá
incidir en la orientación e información a los padres y al niño sobre los procedimientos
futuros y las expectativas al ingresar a la institución médica después de realizarse el
diagnóstico; éstas son algunas de las estrategias psicopedagógicas específicas de
intervención en las que se hará hincapié más adelante. 1 La Educación para la salud es la disciplina que integra los “aprendizajes, conductas, hábitos y actividades dirigidos a capacitar a los alumnos para prevenir los comportamientos y acciones que pueden entorpecer el proceso vital” (Diccionario de las ciencias de la educación, 2003:506).
18
Durante la estancia del niño en el hospital, Claudia Grau y Carmen Ortiz (Grau, C., Ortiz,
C., 2001) en su libro Perspectivas de la pedagogía hospitalaria en el marco de una
educación inclusiva, consideran que se debe evaluar la estancia del niño en el hospital
desde tres perspectivas: perspectiva de los padres, perspectiva de los profesionales y
perspectiva del voluntariado2.
Una vez que el niño se encuentra en el hospital es importante que tanto familiares como
médicos, personal sanitario3 y todas las personas interesadas en el bienestar del niño
sumen esfuerzos para su pronta recuperación trabajando de forma interdisciplinaria. De
esta manera es la pedagogía hospitalaria quien se encarga de ser una guía y apoyo para
el niño y su familia con el fin de alcanzar la autonomía y salud emocional a través de
actividades que favorezcan la adaptación y aceptación de la enfermedad. La Dra. Olga
Lizasoaín (2000) contempla cuatro modos de actuación pedagógica durante la estancia en
el hospital y el trabajo domiciliario después del alta:
a) Enseñanza escolar.
b) Actividades lúdico-recreativas.
c) Orientación personal y familiar.
d) Estrategias psicopedagógicas específicas de intervención.
I.3.1 Enseñanza escolar
El principal problema que tienen los niños con enfermedades crónicas o de larga duración
es el absentismo escolar, por lo que es imprescindible establecer servicios que favorezcan
la continuidad escolar (aulas hospitalarias, enseñanza domiciliaria y adaptaciones en el
centro escolar de referencia) (Grau, C., Ortiz, C., 2001). La prioridad en cualquier hospital
2En caso de existir voluntarios laborando en el proyecto de pedagogía hospitalaria. 3Para este caso al mencionar al personal sanitario dentro del hospital se hace referencia a “todas las personas que llevan a cabo tareas que tienen como principal finalidad promover la salud” (Organización Mundial de la Salud, febrero 8 de 2012).
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son los tratamientos médicos; sin embargo, es vital que el niño no pierda el ritmo de
estudios ni el nivel académico, debe proseguir con el currículo escolar y realizar diversas
actividades que fomenten las habilidades cognitivas y sociales favoreciendo la adaptación
al hospital, además “el programa escolar añade interés a su día, pudiendo aliviar sus
angustias y proporcionándole el ánimo para recuperarse” (Lizasoaín, O., 2000: 79).
Las funciones de la enseñanza escolar dentro del ámbito hospitalario son (Lizasoaín, O.,
2000:79):
Función educativa. Para fomentar la conciencia de la responsabilidad y el hábito
intelectual.
Función compensatoria. Para equilibrar el nivel de aprendizaje y suplir los estudios
que ha perdido por la hospitalización.
Función terapéutica. Para favorecer la adaptación al hospital y cambiar la rutina
diaria añadiendo valor a su día.
Función normalizadora. Para regularizar la actividad escolar cotidiana.
Función integradora. Para fomentar el trabajo en grupo y así contribuir a su
adaptación.
En concreto, la enseñanza escolar dentro del hospital es una tarea elemental de la
pedagogía hospitalaria pues contribuye a la adaptación del niño y a reducir el rezago
educativo que implica la hospitalización. Desafortunadamente son pocos los países que
contemplan políticas educativas que sistematicen la acción educativa en el ámbito
hospitalario.
20
I.3.2 Actividades lúdico-recreativas
Una forma de brindar al niño enfermo hospitalizado bienestar y confianza es añadir a las
tareas de la pedagogía hospitalaria actividades escolares, incorporando el juego y
actividades recreativas (a través del arte); para abrir un camino de comunicación entre el
educador y el niño en donde la empatía y los afectos se unen para trabajar en conjunto.
La hospitalización infantil puede convertirse en una situación altamente estresante; el
juego o las artes como estrategias educativas tienen beneficios terapéuticos, al ayudar al
niño a expresarse, combatir sus miedos y clarificar ideas erróneas sobre la hospitalización
(González, R., Benavides, G., Montoya, I., 2000). Este tipo de actividades lúdico
recreativas serán indispensables para sensibilizar al niño ante el diagnóstico de la
enfermedad y la hospitalización, además de familiarizarlo con los procedimientos médicos
previstos reduciendo el miedo y la ansiedad.
Debido a la situación especial en la que se encuentran los niños enfermos hospitalizados,
las actividades lúdico recreativas deben estar dirigidas por profesionales de la educación
para ayudar al niño a canalizar sus inquietudes y al mismo tiempo tener espacios de ocio,
alegres e interesantes para él.
La pedagogía hospitalaria tiene la tarea de poner en marcha programas con actividades
lúdico-recreativas para que durante la hospitalización el niño use el juego o las artes como
herramientas para identificar y expresar sus emociones, miedos y deseos.
Las funciones de las actividades lúdico-recreativas en el hospital son (González, R.,
Benavides, G., Montoya, I., 2000:97):
Acelerar la recuperación.
Facilitar la comprensión de la enfermedad.
Promover el desarrollo del niño.
Favorecer el afrontamiento de la hospitalización.
21
Establecer el rapport4 con el personal sanitario.
Facilitar la comunicación con el niño.
Potenciar la confianza en el personal sanitario.
Facilitar la cooperación del niño.
Informar sobre la hospitalización.
Preparar al niño para los procedimientos.
Facilitar la expresión de los sentimientos.
Convertir la hospitalización en una experiencia lo más positiva posible.
Los padres, médicos y personal sanitario pueden formar parte de estas actividades
siempre que su acción se oriente a facilitar las interacciones entre los niños, la expresión
de sus sentimientos y la utilización de los materiales didácticos (Lizasoaín, O., 2000). La
naturaleza de las actividades lúdicas recreativas puede ser muy diversa, algunos ejemplos
son: bailes y movimientos, escribir historias o cuentos, memoramas, juegos de mesa,
trabajos de creatividad, pintura, etc.
I.3.3 Orientación personal y familiar
La orientación personal consiste en “una relación de persona a persona para la
deliberación conjunta con el enfermo sobre sus problemas personales, sus sentimientos,
estados de desánimo o falta de energías psíquicas, físicas o morales, es decir, sobre
temas que afectan al intimidad personal” (Lizasoaín, O., 2000:82). La orientación personal
y familiar es una tarea continua y necesaria durante los tres momentos de la
hospitalización (ingreso, estancia y alta).
El paciente pediátrico, al encontrarse en un entorno desconocido, necesita orientación
personal. Dicha orientación le permitirá crear un vínculo con el profesional a cargo y
revelar sus sentimientos y percepciones acerca de la enfermedad. Como resultado, el
4 Entendido como el establecimiento de confianza y comunicación efectiva que establece el profesional en educación entre el niño y el personal sanitario.
22
orientador podrá incidir directamente en las actitudes del niño y apoyarlo en la adaptación
a la institución médica.
Al diagnosticar a un niño con una enfermedad, la dinámica familiar cambia, las prioridades
se reestructuran y tanto padres como hermanos generan emociones y reacciones distintas
como ajuste a la enfermedad u hospitalización. Las reacciones de los padres se verán
influidas por muchos factores como la severidad de la enfermedad, el temperamento del
niño, el entorno, la naturaleza de los procedimientos quirúrgicos (de existir), entre otros.
Por esta razón, el trabajo de la pedagogía hospitalaria no se limita al contacto con el niño
enfermo, aunque es prioridad, los padres deben iniciar un proceso de orientación que les
permita acceder a la información sobre la enfermedad y los tratamientos médicos,
acompañar a su hijo en la hospitalización para reducir la ansiedad que ésta le genera, así
como recibir a través del diálogo apoyo y guía para el ajuste familiar ante la situación. Se
ha comprobado que si se les dan instrucciones claras a los padres y se les asesora
correctamente, la mayor parte del cuidado del niño podría ser realizado por ellos (Ortiz, C.,
2001).
I.3.4 Estrategias psicopedagógicas específicas de intervención
Como ya se mencionó, durante el proceso de hospitalización infantil existen muchos
factores, experiencias y procedimientos médicos que generan ansiedad y temores en los
niños enfermos. Por esto es necesario que se creen programas de preparación para niños
y padres con el fin de fortalecer habilidades de afrontamiento (Ortigosa, J., Méndez, F.,
2000) y tolerancia a la frustración, adaptando a cada caso la información y las actividades
de acuerdo a la edad, etapa del desarrollo, madurez cognitiva, experiencias hospitalarias
previas y tipo de enfermedad o tratamiento al que cada niño estará expuesto.
Dichas estrategias preparan psicológicamente al niño y a sus padres para adaptarse de
forma rápida y recobrar el esfuerzo diario de lucha por la vida. Asimismo evitan las
23
secuelas negativas que pueden derivarse de una experiencia hospitalaria traumática
(Lizasoaín, O., 2000).
Desgraciadamente son pocos los programas que contemplan las estrategias de
intervención educativa con los niños antes de ser hospitalizados por la inversión que
implica y la prontitud con la que se debe planear un evento como la hospitalización. En el
libro Hospitalización Infantil; repercusiones psicológicas teoría y práctica, se exponen
cuatro estilos de preparación psicológica al niño antes de ser ingresado a un hospital
(Ortigosa, J., Méndez, F., 2000):
Preparación psicológica basada en la información: basada en métodos cuya
finalidad es informar bien al niño y a sus padres sobre la enfermedad y las
estrategias de afrontamiento. La información debe ser coherente, exacta, suficiente,
eficaz y adecuada al nivel cognitivo del niño.
Preparación psicológica basada en el juego: basada en el juego como estrategia
para reducir el estrés y la ansiedad del niño y de los padres por la hospitalización.
Para que sea eficiente es importante que integre las exigencias del contexto
hospitalario y se use con fines terapéuticos.
Preparación psicológica basada en el audiovisual: basada en el uso de las nuevas
tecnologías como estrategia para informar sobre los procedimientos y la experiencia
de la hospitalización a los niños y sus padres. Disminuye la ansiedad por la
hospitalización o procedimientos médicos y cirugías de forma dinámica.
Preparación psicológica basada en el afrontamiento: basada en un programa que
entrena al niño y a sus padres para fortalecer habilidades de afrontamiento a la
enfermedad. Usualmente se aplica para niños que han tenido experiencias previas
de hospitalización.
24
Por otro lado, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)5 son un recurso
potencialmente útil para fomentar la comunicación dentro y fuera del hospital, con los
padres, médicos, personal sanitario y por supuesto con el niño enfermo. Representan
también un excelente medio de comunicación que puede ser puesto en práctica para que
los niños dentro del hospital puedan ponerse en contacto con niños que viven la misma
situación en distintos hospitales, aproximándose al mundo exterior y romper el aislamiento;
incluso puede lograr que continúe sus cursos ordinarios a través de la conexión con su
escuela (Lizasoaín, O., 2000). Para hacer uso de este recurso es indispensable que
aquellas personas que tengan contacto con el niño enfermo hospitalizado estén en una
actitud de ayuda y a favor de la vida. Por lo tanto, este recurso debe ser monitoreado y
controlado por un profesional. Por ejemplo, si la persona con la que se establece contacto
por internet se halla en la misma situación (hospitalización), es importante asegurar que
está en fase de recuperación, pues si muere o deteriora su salud, el estrés del niño
aumentará y puede perder las esperanzas de recuperación al ver que otro niño en
condiciones similares no ha sobrevivido.
Mucho se ha hablado de las ventajas y desventajas que las nuevas tecnologías tienen en
la actualidad; para la pedagogía hospitalaria las TIC permiten el acceso a programas
educativos a aquellos niños que deben permanecer en sus habitaciones por cuestiones de
salud o incluso en su casa después de la hospitalización. A pesar de no ser un modelo de
intervención frecuente en los hospitales, por la falta de recursos, es eficiente y favorece el
logro de los objetivos.
En un tercer momento se encuentra el alta de la hospitalización, pues a pesar de que el
ámbito de actuación principal de la pedagogía hospitalaria es dentro de la institución
médica, al terminar el tiempo de estancia se puede llevar a cabo un seguimiento de la
labor pedagógica en casa, a esto se le llama la atención domiciliaria. La atención
domiciliaria consiste en continuar con la labor pedagógica acompañando la revisión
5 Se definen las Tecnologías de Información y Comunicación, mejor conocidas como TIC`s, como el conjunto de tecnologías que transmiten y gestionan información (Servicios TIC, febrero 8 de 2012).
25
médica con visitas para la recuperación y la integración total del enfermo en su
comunidad.
Las estrategias que se realizan durante la atención domiciliaria contribuyen al logro de
objetivos pues el proceso educativo no podrá estar completo si no se realiza seguimiento a
cada caso; sobre todo en un ámbito como la pedagogía hospitalaria pues las secuelas
negativas de la hospitalización pueden ocasionar traumas emocionales importantes. La
atención domiciliaria como una tarea más de la pedagogía hospitalaria y del aula
hospitalaria también se hace posible gracias a las TIC. Este gran recurso permite dar un
seguimiento y mantener contacto directo entre el niño y el docente, psicólogo y/o
pedagogo. A través de internet se pueden diseñar actividades que amplíen la cobertura y
atiendan la diversidad.
En función del periodo de hospitalización serán las secuelas psicológicas, académicas y
sociales (Ortiz, C., 1996), por esto la pedagogía hospitalaria debe gastar sus mejores
esfuerzos en lograr la adaptación del niño a su entorno cotidiano con las menores
secuelas posibles de la hospitalización.
La coordinación del programa hospitalario es una gran tarea que requiere mucha
comunicación y contacto con los médicos, la familia y el niño enfermo. Es imprescindible
contar con un programa hospital/escuela bien definido y organizado que incluya: espacios
educativos llamados aulas hospitalarias, estrategias de intervención para la adaptación a
la enfermedad, atención educativa domiciliaria y programas de preparación para la vuelta
al colegio, todo ello en el marco de una escuela inclusiva6 donde se atiendan las
necesidades educativas especiales, se adecuen las actividades de enseñanza a las
capacidades de cada niño y se tomen en cuenta las semejanzas, no las diferencias
resultantes de la enfermedad.
6 Escuela inclusiva se le llama a la institución educativa que promueve la educación para todos, incluso a aquellos alumnos con necesidades educativas especiales adaptando la currícula escolar a los distintos medios y estilos de aprendizaje (Secretaría de Educación Pública, febrero 8, 2012).
26
I.4 El pedagogo en el hospital
El rol del pedagogo se modifica dependiendo del ámbito en el que se encuentre, sin
embargo, nunca abandona la esencia educativa y toda acción que emprende va
encaminada a desarrollar habilidades que perfeccionen a la persona; el ámbito hospitalario
no es la excepción.
Llegados a este punto es necesario que se dé respuesta a interrogantes como ¿Qué hace
un pedagogo en un hospital? ¿Cuáles son sus tareas en los programas hospitalarios? o
¿Por qué debe ser un pedagogo el que esté a cargo del programa hospitalario y no un
psicólogo o docente? Muchas son las funciones y tareas de la pedagogía hospitalaria y
muchas las personas que tienen contacto e incidencia en el niño durante la
hospitalización. Sin embargo, para educar y formar dentro de las condiciones de
enfermedad, es vital que se trabaje interdisciplinariamente y se coordinen las acciones
encaminadas a la recuperación integral del niño enfermo.
El pedagogo juega un papel fundamental en el proceso educativo durante la
hospitalización, pues posee competencias7 que le permiten orientar los esfuerzos
científicos y humanitarios a la adaptación del niño, la regularización escolar y a mejorar la
calidad de vida durante y después de la hospitalización.
“Para llevar a cabo una acción global sobre el niño hospitalizado y su familia, el pedagogo hospitalario ha de tener una sólida personalidad, un dominio de las técnicas de intervención y un conocimiento de la tecnología educativa, así como una formación en actitudes, habilidades y destrezas para esta tarea de rango interdisciplinar y multiprofesional” (Grau, C., Ortiz, C., 2001:16).
Médicos, personal sanitario, maestros, psicólogos, educadores, etc. son profesionales de
la salud que interactúan con el niño en el proceso de la enfermedad y hospitalización, de
tal forma, el pedagogo hospitalario podrá ser el puente de comunicación entre el niño, su
7 Más adelante se hará hincapié en este término.
27
familia y los profesionales de la salud. Trabajar conjuntamente es la clave para alcanzar el
éxito en la recuperación del paciente pediátrico, realizando “actividades que faciliten la
colaboración y el entendimiento mutuos: participando en jornadas, en trabajos de
investigación conjuntos, creando grupos de trabajo y espacios y tiempos de coordinación”
(Fernández, M., 2000:148).
A pesar de que las funciones del pedagogo pueden ser numerosas, es necesario definirlas
y englobarlas en campos de acción concretos que abarquen toda la tarea educativa dentro
del hospital. La autora Carmen Ortiz (2000:48) propone el siguiente esquema para
señalizar las funciones del pedagogo hospitalario.
28
Cuadro 1.
Funciones pedagogo hospitalario (Ortiz, C., 2000:48)
29
Como se muestra en el Cuadro 1, el pedagogo hospitalario tiene a su cargo la tarea de
mediar las acciones emprendidas entre los médicos, el niño y su familia con el objetivo
claro de curación, aspecto prioritario en cualquier momento. Como líder del proyecto
emprendido, el pedagogo hospitalario será quien encuentre el equilibrio para trabajar con
un equipo psicopedagógico, quien se encargará de brindar herramientas al niño para
seguir con el desarrollo de habilidades personales y académicas. Por último, podrá
canalizar las emociones y brindar orientación al niño y a la familia para que le brinden
apoyo y guía al niño hospitalizado, esta labor se facilita con el uso de actividades lúdico
recreativas y la colaboración de todos los integrantes de la familia.
Para lograr el ajuste a la enfermedad por parte del niño, es importante realizar un
diagnóstico integral que surge a partir de la evaluación inicial; tomando en cuenta
aspectos físicos, sociales, familiares y personales. La evaluación es el punto de partida
para el trabajo del pedagogo dentro del hospital (Lizasoaín, O., 2000) mostrando la
realidad del paciente y de su familia. Nos brinda un preámbulo sobre la percepción que
tiene el niño de la situación a la que se enfrenta y permite conocer la dinámica familiar y
los vínculos de los padres con los hijos, todo con la finalidad de adaptar el plan de acción
a la situación particular del niño enfermo. Las funciones del pedagogo hospitalario se
pueden englobar en cinco áreas:
Diagnóstico, asesoría y orientación educativa
El diagnostico sirve para establecer un marco de trabajo que se va a hacer con el
paciente pediátrico y con su familia. De éste surge un nuevo programa encaminado
a cubrir las necesidades del niño y elaborar, en un primer momento, un perfil
personal y familiar que considere aspectos como las relaciones interpersonales, las
habilidades intelectuales, respuestas ante la enfermedad, desarrollo emocional, etc.
(Lizasoaín, O., 2000).
30
Así mismo, la asesoría y orientación educativa quedan a cargo del pedagogo quien
a su vez puede trabajar con el psicólogo para alcanzar el ajuste del niño a la
enfermedad y hospitalización.
Planificación
La tarea de planificación del pedagogo hospitalario consiste en elaborar programas
de intervención educativa que se individualicen a las necesidades de cada niño. En
muchas ocasiones es necesario que el pedagogo coordine el plan de acción, pero
que no sea directamente quien lo lleve a cabo, pues se necesita el trabajo
interdisciplinar de profesionales involucrados en el proceso de recuperación del niño
hospitalizado, que con sus conocimientos específicos aporten mejoras en el
tratamiento del niño. Los profesionales involucrados en el proceso son médicos,
personal sanitario, docentes, psicólogos y médicos. Para que el equipo de
profesionales alcance los objetivos del programa educativo, es primordial que
conozca primero al niño y establezca una relación empática con él (Lizasoaín, O.,
2000).
Evaluación de programas
Una vez terminados los programas, el pedagogo hospitalario debe encargarse que
en efecto, dichos planes sean adecuados a la situación del paciente y se evalúen
de manera adecuada, con el fin de mejorar el ajuste y aceptación de la enfermedad.
La evaluación contemplará a todas las personas involucradas y principalmente al
niño hospitalizado pues si se alcanza el objetivo planteado, será él quien
manifestará un aprendizaje significativo y progreso respecto a la percepción de la
enfermedad y la respuesta ante ella. Es posible que sea una tarea difícil y hasta
cierto punto subjetiva para el pedagogo hospitalario, ya que aún no se cuenta con
instrumentos o pruebas de evaluación específicos, “actualmente la evaluación del
niño hospitalizado se realiza mediante instrumentos generales, desarrollados y
validados en la población no hospitalizada” (Quiles, M., Pedroche, S., 2000:52).
31
Investigación
Una de las competencias que debe desarrollar el pedagogo hospitalario es la
investigación. Esto con el fin de buscar nuevas soluciones y diseñar nuevos
instrumentos o metodologías que brinden beneficios para los niños. Para ello, es
necesario que el pedagogo se mantenga en contacto con las publicaciones
recientes relacionadas con el tema y sobre todo con las necesidades del niño
enfermo y su familia (Lizasoaín, O., 2000). Asimismo, el pedagogo que dedique
tiempo para la investigación obtendrá instrumentos que ayuden a estandarizar y
evaluar el desarrollo de las acciones educativas en dicho ámbito.
Coordinación y gestión de intervenciones y/o programas
Esta función es más del tipo administrativo, pues el pedagogo debe lograr un
equilibrio entre los programas educativos, las necesidades del paciente, los
recursos con los que se dispone y las personas colaborando en las actividades
educativas. “La figura del pedagogo se convierte así en un elemento decisivo para
el ajuste psicológico, social y educativo del niño enfermo” (Lizasoaín, O., 2000:77),
será quien coordine los esfuerzos para orientarlos a la meta y así conseguir el
ajuste a la enfermedad o a las necesidades educativas especiales para que al final
del tratamiento el paciente hospitalizado regrese a su ambiente cotidiano con las
menores secuelas escolares y emocionales de la enfermedad.
La autora Castañeda (2006) en su artículo Educando en el Hospital: demanda tareas y
competencias para un equipo pedagógico multidisciplinar propone tareas específicas
que debe llevar a cabo el pedagogo hospitalario en cada una de las funciones antes
mencionadas, a continuación mencionaré aquellas que tengan más relevancia para la
presente investigación:
32
Diagnóstico, asesoría y orientación educativa.
‐ Exploración y diagnóstico de necesidades educativas de los estudiantes.
‐ Elaboración de diagnósticos educativos y de protocolos de atención para
cubrir las posibles necesidades educativas más específicas de una persona
concreta.
‐ Comunicación y coordinación con los médicos y personal sanitario para
conocer la situación médica actual del enfermo y determinar cuáles son sus
necesidades actuales y cómo éstas pueden determinar de una u otra forma
el proceso educativo.
‐ Información y asesoramiento al personal docente sobre determinadas
necesidades educativas de pacientes concretos y cómo optimizar la actividad
educativa en esos casos.
‐ Asesorar y orientar a los pacientes y familiares respecto la oferta educativa
disponible dentro del hospital.
Planificación
‐ Crear actividades y recursos que puedan favorecer los procesos de
enseñanza-aprendizaje.
‐ Diseñar procesos de cambio a través de la educación, ya sea a nivel de
servicios sanitarios o del personal educativo relacionado con el hospital
‐ Planificación de programas o líneas prioritarias de atención educativa a los
pacientes del hospital.
‐ Coordinar el reparto las responsabilidades entre el equipo.
‐ Planear y negociar las actividades o decisiones con entes internos o externos
al grupo de trabajo.
‐ Justificación de la acción educativa, selección y priorización de objetivos
generales y específicos de los programas educativos de aplicación general
en el centro, selección y secuenciación de contenidos, elección de materiales
33
y recursos idóneos para lo planificado, elección y justificación de
metodologías a emplear, secuenciación de actividades.
Evaluación
‐ Planificar el proceso educativo.
‐ Integrar y motivar la participación de los agentes involucrados en el proceso
de evaluación.
‐ Conseguir la percepción de la actividad evaluadora como parte inherente del
proceso educativo.
‐ Selección de metodología, tiempos, instrumentos y materiales para la
evaluación.
‐ Llevar a cabo una evaluación inicial, continua y final.
‐ Realizar informe cualitativo y cuantitativo de la evaluación.
‐ Hacer propuestas de mejora que optimicen las acciones realizadas en cada
caso.
Investigación
‐ Crear soportes y recursos para favorecer el proceso de enseñanza-
aprendizaje.
‐ Diseñar modalidades para la enseñanza.
‐ Diseñar nuevos procesos de cambio a través de la educación.
Coordinación y gestión de programas
‐ Coordinar la actividad educativa del equipo de trabajo.
‐ Coordinar el personal educativo, espacios y recursos.
‐ Hacer la programación docente.
‐ Supervisar el cumplimiento de los programas.
‐ Seguimiento en los gastos e ingresos de las acciones educativas.
‐ Realización de estudio esfuerzo/beneficio de acciones y proyectos
formativos.
34
Las cinco áreas antes mencionadas son indispensables durante el proceso educativo del
niño hospitalizado, cada una tendrá indicadores distintos que se complementan y permiten
que la labor del pedagogo sea completa en el ámbito hospitalario. La esencia del trabajo
del pedagogo será la coordinación y diseño de nuevos procesos para lograr una mejora
integral en la salud del paciente. Las tareas que menciona Castañeda (2006) son
elementales en la labor del pedagogo hospitalario para que el logro de los objetivos sea
efectivo y significativo.
La relación que se debe establecer entre la escuela y el centro de salud es cardinal para la
incorporación del niño a su escuela, los profesores deben conocer el trabajo que se lleva a
cabo en las aulas hospitalarias y el sistema educativo debe proporcionar las bases legales
para validar y certificar los estudios cursados en el tiempo de hospitalización.
I.4.1 Formación del pedagogo hospitalario
En cuanto a la formación del pedagogo hospitalario para su actuación en el ámbito que
nos concierne en este estudio, Carmen Ortiz (2001:47) menciona importantes
competencias8 formativas que debe tener el pedagogo:
Diseñar y elaborar proyectos curriculares adaptados a las aulas hospitalarias.
Tratar las áreas curriculares en el contexto hospitalario, adecuando recursos,
metodología y actividades.
Utilizar recursos informáticos y audiovisuales en las aulas hospitalarias.
Elaborar y desarrollar programas de atención domiciliaria.
8 Entendidas como “la capacidad, la aptitud, el talento que requiere la persona para construir aprendizajes con la finalidad de acceder al conocimiento, así como generar actitudes positivas y favorables, y desarrollar h el conjunto de hababilidades intelectuales de orden superior e inferior (las habilidades manuales o motrices son de gran relevancia), todo ello de forma integrada e integral, con laboriosidad y en circunstancias y situaciones específicas” (VILLALOBOS, M. 2009:20).
35
El eje transversal de todas las funciones y tareas específicas del pedagogo se fundamenta
en la coordinación y comunicación con el equipo de trabajo, con los padres y familiares del
paciente pediátrico y con el mismo niño hospitalizado. Todos ellos deben mantenerse
informados de sus tareas y recibir una adecuada preparación para la situación a la que se
enfrentan, pues cada caso supone diferencias y adaptaciones individuales. Sin
comunicación ni trabajo interdisciplinario bien coordinado, el trabajo de la pedagogía
hospitalaria resulta inútil.
I.4.2. Maestro, educador social y psicólogo dentro del hospital
Docente o maestro titular de grupo escolar
El docente dentro del hospital es aquella persona encargada de brindar los conocimientos
correspondientes al grado escolar que cursa cada niño enfermo, siendo guía en el proceso
de instrucción y enseñanza. Sin ser muy extensos, el maestro se dedica a la docencia
dentro del ámbito hospitalario (Castañeda, L., 2006) para lograr la regularización escolar.
Es indispensable que el docente cuente con las habilidades, conocimientos y aptitudes
adecuadas para el trabajo con niños de cualquier grado escolar, que al mismo tiempo
viven con una carga emocional tan fuerte como la hospitalización.
Dichos docentes deben contar con capacitaciones periódicas que los habiliten para el
trabajo con los niños dentro del aula hospitalaria y poseer conocimiento suficiente sobre la
situación particular de los pacientes pediátricos, “lo ideal sería que su conocimiento de las
enfermedades que padecen los alumnos fuese tan detallada que pudieran explicarles en
qué consiste aquélla, así como el porqué de los detalles de los programas empleados en
su rehabilitación” (Polaino, A., 1987:75). Así, con el apoyo del pedagogo hospitalario,
podría sensibilizar al resto del grupo para recibir al niño que ha sido dado de alta del
hospital y plantear actividades que atiendan la necesidad educativa especial que presenta,
generando un ambiente educativo inclusivo.
36
Psicólogo
La psicología es la ciencia de la conducta y de los procesos mentales. Constituye una
más de las ciencias que se encargan de estudiar la conducta humana (Morris, CH.,
Maisto, A., 2001) y en el caso del ámbito hospitalario la psicología es un gran apoyo al
intervenir en aspectos emocionales y reducir la ansiedad que supone una hospitalización
para cualquier persona. Los psicólogos son capaces de estudiar la motivación, la
percepción, el aprendizaje, la personalidad y la emoción y a partir de ello hacer
inferencias, canalizar o diseñar planes de acción en un trabajo interdisciplinario con el
pedagogo.
La principal función del psicólogo en los programas de pedagogía hospitalaria es la
realización de la “auditoría emocional” (Moix, J., 2000:177), dicho de otro modo, los
psicólogos pueden encargarse de las asesorías y orientaciones para el niño enfermo y
para la familia del mismo, haciendo una evaluación diagnóstica de la situación emocional.
Siguiendo la línea de la autora, dentro del hospital “el principal objetivo del psicólogo es
que los niños sufran la menor ansiedad posible durante la hospitalización” (Moix, J.,
2000:184); asimismo el psicólogo puede fungir como asesor para médicos y personal
sanitario ayudando a determinar las posibles reacciones ante la enfermedad y así atenuar
los factores que generan estrés.
Psicodiagnóstico, psicoterapia, prevención de problemas psicológicos, asesoría y
orientación psicológica son las tareas que propone Castañeda (2006) en su artículo
Educando en el Hospital: demanda tareas y competencias para un equipo pedagógico
multidisciplinar para el psicólogo dentro del hospital. Todas ellas aludiendo a la ayuda
emocional a la que deben tener acceso aquellos involucrados en el proceso educativo
dentro del hospital, para fomentar habilidades que permitan el cumplimiento de objetivos y
estrategias para afrontar la enfermedad.
37
Educador social
Al ingresar al hospital cualquier persona rompe importantes vínculos sociales y esta
discontinuidad puede llegar a afectar en gran medida a la persona hospitalizada. La
educación social se enfoca en las relaciones humanas y el contacto social, de hecho “tiene
como objeto el logro de la madurez social del individuo” (Cárdenaz,R., López, F., 2005: 68)
sin importar el lugar en el que se encuentre.
El educador social en el hospital, concentra su atención en las relaciones sociales y los
vínculos que el paciente tiene, su intervención tiene un carácter socio-cultural y funge
como tutor y apoyo dentro del proceso educativo en el hospital. Los autores Cárdenas y
López (2005) mencionan algunas funciones que realiza el educador social dentro del
ámbito hospitalario:
Tomar en cuenta el contexto social que envuelve al paciente en el proceso
educativo.
Evitar la marginación del proceso social del paciente hospitalizado, así como el
aislamiento social.
Observar los contextos, actitudes, comportamientos y detectar a sujetos y/o grupos
que están en esta situación de riesgo.
Lograr una vuelta normalizada al entorno del paciente una vez que abandone el
hospital.
Dinamizar las relaciones de convivencia en el contexto hospitalario.
Mediar entre los familiares, el paciente y el personal sanitario.
Favorecer el desarrollo global del paciente.
Cualquier institución médica, como un hospital, requiere el trabajo de profesionales de la
salud y profesionales que dediquen tiempo a la atención psicoeducativa de las personas
enfermas hospitalizadas. El pedagogo en dicho ámbito es ser el puente de comunicación
entre los padres, los médicos, el paciente hospitalizado y la comunidad (Ortiz, C., 2001)
además del diagnóstico, planeación, realización y evaluación de planes y programas
individualizados con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la persona hospitalizada.
38
El pedagogo hospitalario debe brindar los conocimientos específicos de su materia y
trabajar interdisciplinariamente con los profesionales que intervienen en el proceso de
recuperación para conciliar ideas y actuar a favor del bienestar bio-pscio-social del niño
hospitalizado. Es él quien debe disponer y dar el seguimiento al programa que inicia en el
hospital así como coordinar los esfuerzos para integrar un sistema educativo efectivo que
promueva el ajuste a la enfermedad en todas las esferas de la persona y le brinde
autonomía.
I.5 Aula Hospitalaria
Tras lo expuesto anteriormente será mucho más fácil comprender la necesidad de un
espacio dentro del hospital para el programa de pedagogía hospitalaria. El aula
hospitalaria constituye el lugar en donde se lleva a cabo el proceso educativo, es ahí en
donde los niños hospitalizados interactúan con los profesionales de la educación,
comienzan su regularización escolar y se llevan a cabo actividades recreativas y artísticas.
Para cubrir las necesidades sociales, escolares y afectivas de los niños enfermos, es
elemental un espacio dentro del hospital que integre tanto el área de conocimientos, para
dar regularización académica y reducir el déficit escolar, como el área psicoafectiva que
sin duda se ve perjudicada por la ansiedad que causa la hospitalización. Ambas áreas son
atendidas por la pedagogía hospitalaria, en concreto en el aula hospitalaria, pues tiene
doble función: terapéutica y de regularización escolar.
Función terapéutica en cuanto a que se pueden realizar actividades lúdicas y artísticas
que permiten que el niño hospitalizado se adapte a la situación de enfermedad, además
de socializar y recibir el apoyo psicológico y afectivo que necesita para la pronta
recuperación. La función de regularización escolar incide directamente en el área
académica pues a través de estrategias oportunas para la edad y situación de los niños,
se fomentan habilidades intelectuales e imparten los conocimientos correspondientes al
grado escolar y programa curricular que siguen en la escuela regular.
39
El aula hospitalaria resulta entonces un lugar en donde el paciente pediátrico no se siente
más dentro de un hospital, es un espacio que constituye un rincón diferente; un lugar
dentro del propio hospital que busca “subsanar la discontinuidad que se produce con un
significado integrador” (Fernández, M., 2000:144) haciendo referencia a la educación
formal e informal en cuanto a que el niño pueda hacer de éste su espacio de terapia, juego
y regularización escolar.
El aula hospitalaria entonces constituye una “escuelita” dentro del hospital que en afinidad
con las escuelas regulares, está diseñada y creada para lograr los objetivos del aula a
través de los planes y programas curriculares que determinen las estrategias que se llevan
a cabo, la metodología adecuada para cada estudiante, los contenidos precisos que se
impartirán, los recursos que se necesitan y los tiempos requeridos para cumplir con los
programas.
Grau y Ortiz (2001) y Caballero (2007) explican cómo se deben llevar a la práctica los
objetivos, metodología y recursos dentro del aula hospitalaria. El objetivo general es
“permitir que los niños y/o adolescentes internados en una institución médica puedan
continuar con sus estudios y cuenten con un espacio de recreación” (Caballero, S.,
2007:157).
Los objetivos específicos que exponen las autoras son:
Prevenir y evitar la marginación del proceso educativo durante el periodo de
hospitalización.
Satisfacer la necesidad cognitiva y recreativa que tiene el niño y el adolescente.
Permitir el proceso de socialización del niño y/o adolescente hospitalizado.
Dar continuidad al proceso de enseñanza aprendizaje.
Lograr la adaptación del niño y adolescente a la institución educativa al salir del
hospital.
40
La metodología dentro del aula hospitalaria, debido a la situación anormal que viven los
niños dentro del hospital, debe ser activa empleando actividades artísticas y lúdicas para
desarrollar el potencial del niño y lograr aprendizajes significativos. Los contenidos que
se impartan deben adaptarse al nivel de conocimiento, grado escolar y habilidades de
cada alumno; haciendo alusión al aprendizaje recreativo, expresión y comunicación de
sentimientos, educación para la salud, educación para tolerar las diferencias culturales y
animación a la lectura.
En cuanto a los recursos, se contemplan aspectos como la infraestructura y el material de
trabajo recreativo, didáctico y tecnológico. Tener una pequeña biblioteca o sección de
lectura es esencial para fomentar la lectura y el interés por diversos temas. “Los niños y
adolescentes enfermos de cáncer encuentran en el libro un refugio y un espacio donde su
creatividad y su fantasía pueden desarrollarse” (Caballero, S., 2007: 159).
De la misma forma un rincón del arte es un excelente espacio dentro del aula hospitalaria
donde el niño podrá expresar de forma libre sus emociones y pensamientos. Se podrán
aclarar los miedos y fantasías que los niños manifiestan y encontrar un medio para
conocerse a sí mismos.
El educador del aula hospitalaria es también responsable del cumplimiento de objetivos,
aprovechando de la mejor manera el tiempo, debe estar preparado, desarrollar su
sensibilidad y habilidades preceptivas que le permitan detectar los estados de ánimo del
niño, además de actualizarse en aspectos vinculados a la situación particular de cada
alumno y los tratamientos que recibe (Plá, N., 2007), ser consciente de la realidad en la
que se vive, dominar el sistema de enseñanza a multigrado9 y recibir capacitaciones de
actualización periódicas respecto a la evolución de la enfermedad del niño, para hacer
frente al reto de educar dentro de este difícil escenario.
9 El profesor multigrado es aquel que posee los conocimientos de dos o más grados escolares y la habilidad de enseñar en un grupo donde los alumnos tienen características diversas. En el caso de las aulas hospitalarias el profesor multigrado representa una necesidad pues los niños internos en el hospital no siempre serán del mismo grado escolar.
41
Un aspecto fundamental en cualquier programa de pedagogía hospitalaria es la
coordinación y comunicación de carácter interno y externo; es decir, debe existir una
estrecha comunicación entre los profesionales que laboran dentro del aula hospitalaria
para que se cumplan los objetivos planteados (comunicación interna), así como una
comunicación directa con los médicos y personal sanitario. Por otro lado, es indispensable
que el responsable del programa y del aula hospitalaria establezcan una comunicación
efectiva con la escuela regular, los profesores y la familia (comunicación externa),
haciendo coincidir los contenidos curriculares y colaborando para que la reintegración del
niño al salir del hospital no sea un proceso largo y problemático.
Entre los beneficios de contar con un aula hospitalaria se encuentran: la distracción y
ocupación del tiempo libre; la ayuda que reciben para complementar el aspecto pisco-
educativo de su recuperación, el espacio para la expresión artística; el desarrollo de
habilidades de afrontación a la enfermedad y un espacio en donde se puede socializar y
contribuir a que la vida del niño siga su curso cotidiano y normal dentro de la institución
médica.
Como desventaja encontramos que por las circunstancias y condiciones que presentan los
educandos de las aulas hospitalarias, la educación se vuelve un proceso complejo e
individualizado, el logro de objetivos en este espacio depende del bienestar físico del niño.
Por esta razón el proceso educativo pasa a segundo término, dejando como prioridad el
ámbito médico, así que cualquier actividad dentro o fuera del aula hospitalaria se puede
ver interrumpida por tratamientos médicos o incluso recaídas anímicas y afectivas creando
una gran dificultad para determinar un tiempo justo para el alcance de los resultados.
El uso de la tecnología dentro de las aulas hospitalarias es indispensable; algunos
pacientes pediátricos que se encuentran hospitalizados no cuentan con la autorización
médica para abandonar la cama o la habitación, deben permanecer en reposo y no por
esto se encuentran fuera del programa educativo. Las TIC facilitan la comunicación y el
42
proceso educativo en este caso pues el docente podrá enviar la información por internet al
paciente pediátrico aislado o diseñar un programa de actividades para que el niño lo siga
en su habitación. Una de las grandes ventajas de la tecnología es poder acercar a dichos
niños a los contenidos de los programas de estudio para que continúen con sus
actividades escolares y reducir el déficit escolar.
Hoy, es fundamental la apertura a la comunicación, con Internet dentro del hospital se crea
un espacio de conexión en donde los niños pueden mantener contacto con el mundo
exterior (amigos de la escuela, hermanos o familiares e incluso profesores) y evitar el total
desapego de su vida social. Además de fomentar destrezas intelectuales y tecnológicas a
través del uso de los juegos educativos en las computadoras.
Un aula hospitalaria que cuente con recursos tecnológicos, personal capacitado, cobertura
completa para los niños dentro del hospital y profesionales coordinando los planes y
programas curriculares, conlleva una gran responsabilidad. Representa un esfuerzo por
parte de la institución de salud y por parte de la entidad educativa del estado en donde se
lleve a cabo. Desafortunadamente, la inversión económica que implica un aula hospitalaria
es grande y no todas las instituciones de salud cuentan con la infraestructura para
solventar este proyecto.
Algunos autores consideran que el aula hospitalaria constituye un espacio para crear una
cultura de tolerancia y una oportunidad para la educación inclusiva considerando que uno
de los objetivos del aula hospitalaria es “brindarles igualdad de oportunidades y hacer que
desarrollen todas sus capacidades y habilidades dentro de un clima de tolerancia y
respeto a las diferencias” (Caballero, S., 2007: 157).
El aula hospitalaria debe ser un lugar flexible, que imparta enseñanza formal e informal de
calidad a todos y atendiendo a la diversidad. Es un camino para acabar con el rezago
académico y el déficit escolar así como la oportunidad para educar en la inclusividad y
responder a las necesidades de la sociedad desde la perspectiva social, política y escolar.
43
I.6 Pedagogía Hospitalaria en México
En México, las aulas hospitalarias que existen en el sector público están a cargo de la
Secretaría de Educación Pública10. Dicha Secretaría se encarga de facilitar maestros
capacitados que con su experiencia y conocimientos continúen con la labor escolar dentro
del hospital para eliminar el rezago educativo. Por otro lado, es el hospital quien tiene que
asumir la responsabilidad de proporcionar los recursos, espacios y facilidades para
permitir que sea posible establecer este tipo de aulas en las instituciones de salud pública.
Para lograr un adecuado sistema de ayuda en el ámbito hospitalario, hace falta que el
sector salud de cada país establezca un programa de acción con el sector educación
(Lieutenant, CH., 2007) para lograr la adaptación de los contenidos curriculares a la
formación de los pequeños que están dentro de una institución como el hospital y que
claramente tienen derecho a la educación y formación por parte del estado.
No dar atención integral a las personas enfermas y hospitalizadas representa una
paradoja; es decir, salir de la enfermedad venciendo una batalla de vida para regresar a la
sociedad sin estudios ni habilidades para hacerle frente y perdiendo así oportunidades
para mejorar su calidad de vida a pesar de “gozar” de salud física.
Antes, los hospitales no se preocupaban por la atención integral al niño enfermo; la
prioridad era el tratamiento médico y la salud física. Sin embargo, la necesidad que
cualquier persona interna en el hospital manifiesta por desarrollarse personalmente ha
estado presente en todo momento. España, como el país precursor de esta praxis
educativa ha sido pionero en defender los derechos de los niños hospitalizados y en
promover los servicios psicoeducativos en este ámbito, considerado por muchos,
específico del área científica.
10 La Secretaría de Educación Pública es la institución en México encargada de controlar y administrar a ivel Nacional la educación en sus distintos niveles (Secretaría de Educación Pública, febrero 8 de 2012).
44
En países europeos y en Estados Unidos, el tema de la pedagogía hospitalaria resulta ya
un aspecto indispensable para la sociedad, incluso se han creado actas como “Los
derechos de los niños hospitalizados” (Parlamento Europeo de 1985) en donde se resalta
la importancia del apoyo psicopedagógico para aquellos niños que por la enfermedad se
ven obligados a rescindir de las actividades escolares comunes y son separados de su
familia.
Así alrededor del mundo se han creado diversas asociaciones cuya finalidad es buscar
una mejor atención y desarrollar habilidades en el paciente interno en un hospital para
brindarle autonomía, trato digno y una mejor calidad de vida. La principal asociación
europea encargada de brindar apoyo y promover la pedagogía hospitalaria es la
Asociación Europea de Pedagogos Hospitalarios (H.O.P.E.) creada en el año 1988, donde
los miembros alrededor del mundo buscan brindar un servicio integrador y proteger los
derechos de los niños enfermos y hospitalizados (Hospital Organisation of Pedagogues in
Europe. Enero 10, 2012).
Algunas otras asociaciones encargadas de la labor educativa en los hospitales son
(Lizasoaín, O., 2000):
La Asociación Europea de Educación Especial EASE (European Association for
Special Education).
La Asociación Europea para Niños Hospitalizados EACH (European Association for
Children in Hospital).
La Asociación para la Formación de Profesores en Europa ATEE (Association for
Teacher Education in Europe).
La Federación Internacional de Comunidades Educativas FICE.
45
En nuestro país son pocas las iniciativas públicas o privadas que han sido aprobadas e
instituidas en los hospitales generales o pediátricos. Desgraciadamente no contamos con
políticas públicas que institucionalicen la labor pedagógica en los hospitales o apoyen las
iniciativas propuestas para dicha acción. Por tanto la pedagogía hospitalaria en México es
considerada, por muchos, un aspecto secundario de los tratamientos médicos.
La Constitución Política de la República Mexicana cita en su artículo tercero:
Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado -federación, estados, Distrito Federal y municipios-, impartirá educación preescolar, primaria y secundaria. La educación preescolar, primaria y la secundaria conforman la educación básica obligatoria. La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia (Dirección Nacional de Compilación y Consulta del Orden Jurídico Nacional, febrero 8, 2012).
La ley de nuestro País establece que cualquier individuo tiene el derecho y la obligación
de recibir educación de calidad, cuando menos de educación básica. Es así, como el
estado debe brindar cobertura educativa no sólo a aquellas personas que asistan a
instituciones educativas regulares como escuelas, también debe mostrar interés por
desarrollar las facultades de aquellas personas que por su situación particular como la de
una enfermedad no pueden asistir a una escuela o centro educativo.
Para desarrollar todas las facultades armónicamente, como lo menciona la Constitución en
su artículo 3°, es imprescindible mantener un equilibrio entre el aspecto emocional, físico,
psíquico y social. Llevando esto al plano de la pedagogía hospitalaria, es vital que
instituciones médicas, gobierno y sociedad actúen para fomentar actividades intelectuales
y recreativas en los niños y adultos enfermos internos en un hospital.
46
Desafortunadamente, en México son pocas las iniciativas educativas que brindan
protección a los niños que se encuentran internos en un hospital, a pesar de las iniciativas
no existe un programa que abarque las necesidades educativas especiales de los niños
que se encuentran hospitalizados durante los tres momentos de actuación pedagógica.
El reto de la pedagogía hospitalaria en México es lograr que se haga imprescindible y se
comprenda, a nivel sociedad y gobierno, que la tarea de la pedagogía hospitalaria es llevar
educación de calidad a una población de la sociedad que se encuentra aislada por su
condición física y que a pesar de ello, necesita una acción formativa y ayuda profesional
que colabore en su desarrollo emocional e intelectual, al brindar herramientas para salir
adelante y ser autónomos.
Estar enfermo y aislado en un hospital representa una condición especial; no discriminar a
estas personas especiales y desarrollar programas pedagógicos de inclusión educativa ha
sido en los últimos años una necesidad del Sistema Educativo Mexicano.
I.6.1 Iniciativa Sigamos Aprendiendo… en el Hospital
La primera iniciativa de nuestro país para dar cobertura en materia de educación a la
población que se encuentra dentro de los hospitales es el programa “Sigamos
Aprendiendo… en el Hospital”. Dicho programa comparte las bases de la pedagogía
hospitalaria y se avoca a la enseñanza de los contenidos escolares, estipulados en los
planes y programas curriculares de la educación básica de México, que el niño
hospitalizado pierde por la estancia en la institución médica. El proyecto hospitalario surge
a partir de la iniciativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Secretaría de Salud
(SALUD), Instituto Nacional para la Educación de Adultos (INEA) y la colaboración del
sector privado (Knaul, F., 2006) quienes trabajan en conjunto para subsanar la
discontinuidad escolar que se presenta en una situación como la hospitalización.
47
La finalidad de este proyecto es “disminuir el rezago y la deserción escolar, además de
incrementar el grado académico de los mexicanos en escenarios diferentes a las escuelas
convencionales” (Knaul, F., 2006: 259). “Sigamos Aprendiendo… en el Hospital” ha sido el
programa pionero en México de pedagogía hospitalaria buscando objetivos concretos para
eliminar el rezago educativo y poder certificar los estudios de aquellos niños que entren a
las aulas educativas del programa, a continuar su aprendizaje y actividad escolar.
Misión del programa (Sigamos aprendiendo en el hospital, marzo 2 de 2012):
Garantizar que niños y jóvenes que se ven en la necesidad de ser hospitalizados tengan la
oportunidad de adecuar su ritmo de aprendizaje a sus condiciones de salud; así como
reintégralos a sus escuelas de origen.
Visión del programa (Sigamos aprendiendo en el hospital, marzo 2 de 2012):
Impartir una autentica formación humana de calidad a los niños y jóvenes hospitalizados
dándoles educación integral en todas las dimensiones de la personalidad.
Es así como el 9 de marzo del 2005, durante el gobierno del Presidente Vicente Fox11, se
instalan e inician trabajo dentro de las aulas hospitalarias en cinco hospitales de la Ciudad
de México: Hospital General de México, Instituto Nacional de Rehabilitación, Instituto
Nacional de Pediatría, Hospital Infantil de México Federico Gómez y Hospital General Dr.
Manuel Gea González. Dichas aulas fueron sólo el inicio de una gran labor educativa;
pues para el mes de octubre del año 2006 el proyecto contaba con aulas en 47 hospitales
y tres albergues de 20 entidades federativas mexicanas y Distrito Federal (Knaul, F.,
2006).
11 El ex presidente de la República Mexicana, Vicente Fox Quesada, perteneciente al Partido de Acción Nacional al ser elegido como presidente marcó el final de 70 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional para dar inicio a un periodo de democracia. Permaneció en la Presidencia durante los años 2000 a 2006 (Presidencia de la República, febrero 8 de 2012).
48
En el 2010 la Secretaría de Educación Pública contaba con 80 aulas hospitalarias en 16
estados de la República en las cuales se atienden a niñas, niños y jóvenes en desventaja
de salud. En el Distrito Federal existen 23 aulas hospitalarias en 15 instituciones de salud
de alta especialidad y generales. El número de alumnos en estas aulas es de más de 9 mil
niñas, niños y jóvenes (Secretaría de Educación Pública, enero 10 de 2012).
“Los niños y jóvenes que viven con enfermedad representan un nuevo y creciente reto y
obligación para el sistema educativo” (Sigamos Aprendiendo en el Hospital, febrero 8 de
2012). Cualquier niño interno en un hospital público, que asista a consulta o inicie
cualquier tratamiento médico puede ser parte del programa y regularizar sus estudios para
más tarde reingresar a la escuela regular.
Sigamos Aprendiendo… en el Hospital se financia a través de fondos federales. Así en
cada hospital se acondiciona un aula destinada a la “Escuelita” y se suministran los
recursos materiales, humanos y administrativos necesarios para iniciar esta labor
educativa.
“Las respuestas a estas inquietudes tienen que darse a través del desarrollo y planteamiento de una estrategia a mediano y largo plazo para el programa SIGAMOS y para la extensión y profundización del proyecto educativo” (Knaul, F., 2006: 231).
I.6.2 Iniciativa privada
Dentro de la iniciativa privada, son pocos los hospitales que se han preocupado por dar un
servicio integral a los pacientes atendiendo, no sólo las necesidades físicas, sino también
las necesidades psicológicas y educativas.
La pedagogía hospitalaria trabaja a favor del desarrollo de ambientes de aprendizaje que
respeten los derechos humanos y eliminen la discriminación para suscitar la equidad y
autonomía de los pacientes internos en un hospital.
49
Otro de los retos de la pedagogía hospitalaria en México es estudiar y teorizar la práctica
educativa para que sea mayor el impacto educativo. Trabajar multidisciplinariamente para
lograrlo, es el eje transversal de dicha investigación de la práctica educativa.
Tanto el estado como la sociedad deben organizarse para crear estrategias de acción a
mediano y largo plazo que cubran las necesidades de las distintas modalidades
educativas. Nuestro país está iniciando un proceso de transición en donde las nuevas
propuestas educativas tienen alto impacto social y conducen a un bien común importante.
El objetivo es dar pequeños pasos que nos acerquen a la meta de la inclusión educativa.
Propagar iniciativas y cubrir las necesidades sociales, genera un avance educativo y social
necesario en el que todos somos beneficiados.
50
CAPÍTULO II
ENFERMEDAD, HOSPITALIZACIÓN Y CÁNCER
EN EL NIÑO
Actualmente es inusual que las familias o escuelas dialoguen con los niños sobre
cuestiones como la muerte o la enfermedad, incluso intentan ocultar dichos temas y se les
miente con la intención de evitar futuros “traumas”. Desafortunadamente no contemplamos
la posibilidad de prepararlos para afrontar situaciones difíciles a través de una educación
del dolor; siendo ésta fundamental para enfrentarse a la vida, sobre todo porque
escenarios como el que una enfermedad u hospitalización sugieren, están latentes a lo
largo de la vida de toda persona y debemos proporcionarles herramientas y estrategias
psicológicas de adaptación necesarias para hacerle frente. No estamos preparados para
sobrellevar estas situaciones de duelo y dolor que generan un mayor y prolongado
impacto psicológico. Creer que es sólo el cuerpo quien sufre las consecuencias ante la
enfermedad u hospitalización es un error, el ser humano es complejo y como tal cada
función o disfunción está ligada a dimensiones psicológicas y sociales.
El cuerpo humano es como una orquesta sinfónica: se compone de diferentes familias de
instrumentos, separadas de acuerdo a la naturaleza del instrumento y sonido que emiten
(cuerdas, metales, alientos, maderas y percusiones); durante la interpretación de una
pieza musical cada familia de instrumentos debe hallar el equilibrio para la perfecta
coordinación de sonidos a fin de ejecutar una obra armoniosa, afinada y bella. Cada
instrumento tiene su propia partitura, normas y funcionamientos; sin embargo, todos deben
tener una visión global, compartir tiempos y dar vida a la obra; cuando uno de los
instrumentos desafina o emite la nota incorrecta afecta la armonía, ritmo y compás de
toda la obra.
51
Lo mismo sucede con el cuerpo humano; al ser un sistema cuyos órganos están
diseñados para cumplir unas funciones específicas, la lesión en uno o la falla en su
funcionamiento aqueja al resto del sistema. Así como en la orquesta sinfónica existen
familias de instrumentos, la persona por su naturaleza se constituye por esferas distintas
que unifican la actividad humana, ya que para hablar de salud es primordial considerar el
aspecto psicológico, cognitivo y social, no sólo el físico.
II.1 Definición de enfermedad
Cualquier falla en el cuerpo humano repercute en el resto de las esferas y funciones, por
ello la Organización Mundial de la Salud definió la salud como un “estado de completo
bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades” (Organización Mundial de la Salud, febrero 9 de 2012).
Consecuentemente, si buscamos una interpretación correcta de la pieza y armonía en el
sistema, es imprescindible el bienestar en todas las partes constitutivas pues la persona
es una realidad bio-psico-social en la que no se puede independizar cada dimensión
(Ortigosa, J., Méndez, F., 2000).
La enfermedad es entonces, aquella falta de salud o dolencia que se produce por la falla
en algún sistema biológico, social o psicológico de la persona que aqueja al concepto
global de cuerpo humano y lo daña en alguna o todas las esferas constitutivas. Siendo tan
amplio el concepto es claro que el número de enfermedades existentes es interminable,
así pues se pueden clasificar de acuerdo a múltiples criterios. Rodriguez J. (Rodriguez J.,
1995) sugiere que la incidencia de cualquier enfermedad en una persona depende de
múltiples factores:
‐ Tipos de síntomas; diferenciando entre una simple molestia o un dolor agudo para
la adaptación a la enfermedad.
‐ Diferencias individuales; que se deben a factores biológicos o incluso a
aprendizajes y pautas comportamentales.
52
‐ Factores situacionales que modifican la percepción de la enfermedad y la
atención que se le pone al tratamiento o síntomas.
‐ Influencias psicosociales; tomando en cuenta factores cognitivos y sociales. El
estrés y ansiedad se comprenden en este apartado.
Una enfermedad siempre representa un proceso de pérdida, no sólo pérdida de la salud
sino también pérdida de autonomía y privacidad, pérdida de la rutina cotidiana y de la
tranquilidad que el estado de bienestar físico supone. En el caso de los niños una
enfermedad también comprende un desajuste emocional y un proceso de duelo
psicológico en donde “las ideas y el conocimiento que tenga el paciente de su enfermedad
tienen importantes implicaciones para la evolución de la misma” (Lizasoaín, O., 2000: 17).
La comprensión y asociación que harán los pacientes pediátricos respecto a las causas
de la enfermedad depende de las experiencias previas relacionadas con la enfermedad u
hospitalización además del nivel de desarrollo cognitivo propio de la edad.
II.1.2 Enfermedades crónicas infantiles
Una enfermedad física constituye una experiencia desagradable que, como menciona
Aquilino Polaino (Polaino, A., 2000), desorganiza el sentido personal de la vida y la
capacidad de control. Existen innumerables enfermedades que atacan a los niños y
adultos; sin embargo, no todas las enfermedades conllevan el mismo impacto emocional o
psicológico, dependiendo de la gravedad, la duración y del tratamiento de la enfermedad,
el paciente se verá más o menos afectado en su estado físico y mental.
Las enfermedades crónicas hacen referencia a aquellas enfermedades que duran por un
periodo de seis o más meses y que se caracterizan por tener una progresión lenta por lo
que necesitan tratamientos médicos constantes y prolongados que en el caso de los niños,
afectan el desempeño escolar y el desarrollo propio de la edad. Según las autoras del libro
La pedagogía hospitalaria en el marco de una educación inclusiva las principales
enfermedades crónicas que afectan a los niños son (Grau, C., 2001:57-71):
53
Cáncer
Diabetes
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida - SIDA
Epilepsia
Asma
Trastornos alimenticios
Fibrosis quística
Hemofilia
Insuficiencia renal crónica
Las causas a las que se le puede atribuir una enfermedad crónica son variadas; sin
embargo es imposible determinar a ciencia cierta una sola razón o fenómeno que haya
dado pie a la enfermedad infantil. Algunos estudios revelan que las causas etiológicas de
las enfermedades crónicas infantiles se dividen en (Lizasoaín, O., 2000: 34):
Genéticas: 55% de los casos
Enfermedades adquiridas: 20% de los casos
Alteraciones prenatales: 15% de los casos
Anomalías cromosómicas: 10% de los casos
A pesar de los distintos agentes causales, lo prioritario será el tratamiento y el control de la
enfermedad crónica infantil. Gracias a los avances médicos y la cobertura en materia de
salud, las tasas de mortalidad infantil según la CONAPO12 en México han disminuido a
razón de un 0.613 respecto al año 1990, en cuanto a la tasa de mortalidad infantil en el año
2000 se registraron 19,400 muertes mientras que en el año 2011 fueron 13,700 (Consejo
Nacional de Población, marzo 3 de 2012).
12 La CONAPO es el Consejo Nacional de Población, institución gubernamental dedicada a la planeación demográfica del país, considerando los programas de desarrollo económico y social para regular aquellos fenómenos que afecten a la población (Consejo Nacional de Población, febrero 9 de 2012). 13 Se expresa por miles.
54
De acuerdo a cifras del TELETÓN14, en México cada cuatro horas muere un niño a causa
del cáncer constituyéndose como la segunda causa de muerte infantil; en los casos en los
que el diagnóstico es oportuno y el tratamiento adecuado las oportunidades de sobrevivir
son mayores. Sin embargo; esta situación de desventaja presenta secuelas importantes a
nivel personal y de índole académico por el ausentismo escolar y la necesidad educativa
especial que se presenta al desarrollar una enfermedad.
Enfermedad crónica infantil en la tercera infancia
Los niños representan el crecimiento y futuro de la sociedad y como tal deben constituir
una prioridad, sobre todo en el tema de salud; por lo tanto, la sociedad, los padres de
familia y el estado deben contemplar su bienestar como parte fundamental del desarrollo y
mejora de la comunidad, además de promover estrategias y programas de educación de la
salud, que reduzcan el índice de enfermedades y consecuencias de las mismas.
La tercera infancia es aquella etapa de la niñez comprendida aproximadamente desde los
7 años hasta los 12, justo antes de la adolescencia. Es en esta etapa cuando el niño
desarrolla habilidades que le sirven para diferenciar entre los objetos de su alrededor y sí
mismo, para encontrar explicaciones y significados a las experiencias propias (Maier, H.,
2003). La explicación de la enfermedad infantil en los niños de 7 a 12 años se puede
atribuir a causas menos imaginativas pues su mundo pasa de lo mitológico a lo científico,
demandan una explicación de su estado y un vasto conocimiento sobre el desarrollo del
tratamiento de la enfermedad que padecen.
Piaget diferencia, en la tercera infancia, dos fases distintas por sus niveles de abstracción,
así como la forma de organizar las experiencias: primero, la etapa de operaciones
concretas (7 a 10 años) y segundo la etapa de operaciones formales (11 y 12 años)
(Maier, H., 2003). Depende del nivel de abstracción, experiencias previas y características
personales, la comprensión que tendrá el niño sobre las causas de su enfermedad y los
tratamientos que debe seguir dentro de un hospital. 14 TELETÓN es un proyecto Mexicano cuyo objetivo es promover la unidad nacional para la recuperación e integración de personas con discapacidad a través de la construcción de centros de rehabilitación para menores y así lograr que los pacientes tengan mejor calidad de vida. (Teletón, febrero 8 de 2012)
55
En esta etapa del desarrollo, una enfermedad crónica infantil representa una ruptura con el
juego social, generando ansiedad y efectos emocionales negativos importantes para la
continuidad de su vida.
Para derivar las menores repercusiones negativas posibles en el paciente pediátrico, la
explicación de la enfermedad debe ser detallada, específica y adecuada al nivel cognitivo
propio del niño. Los padres deben asegurar que la información proporcionada no se haya
distorsionado y la interpretación que el niño le ha dado a la enfermedad sea la correcta,
asegurando una mejor adaptación, respuesta y reduciendo el estrés ocasionado por la
incertidumbre que una enfermedad entraña (Lizasoaín, O., 2000).
Durante esta etapa de la infancia el ámbito escolar se vuelve indispensable para los niños
pues es el lugar normal de desarrollo y aprendizaje; al tener una enfermedad crónica se
pierde la continuidad en el desarrollo, afectando la autoestima e interacciones sociales.
Incluso se puede llegar a sentir rechazo por parte de los pares ocasionando
modificaciones en el comportamiento, reduciendo así sus oportunidades de éxito y calidad
de vida.
Olga Lizasoaín (2000) divide los efectos de la enfermedad en niños de la tercera infancia
de acuerdo a la misma clasificación que propone Piaget. Argumenta que los niños entre 7
y 10 años atribuyen las causas de la enfermedad como resultado de los gérmenes o
bacterias que se encuentran a su alrededor. Por otro lado, aquellos niños que tienen un
mejor desarrollo intelectual y se encuentran en la etapa de las operaciones formales,
comprenden que una enfermedad es el resultado de un proceso y como tal colabora con el
personal médico para su recuperación.
56
II.1.2 Diagnóstico de la enfermedad infantil
El primer paso dentro del proceso de la enfermedad es la aparición de los síntomas e
identificación de uno mismo como “enfermo”, esta concepción que aparece sobre la
situación personal de enfermedad es importante pues marcará el rumbo y evolución de la
enfermedad. Aún así, hasta no contar con las pruebas y revisiones médicas oportunas que
determinen el diagnóstico, un niño no tendrá conocimiento del alcance de la enfermedad y
por lo tanto no dará pie al proceso de duelo o ajuste ante la situación.
Tras realizar los exámenes y estudios médicos, los primeros en recibir el diagnóstico son
los padres; el médico expone la situación física por la que atraviesa el niño, los
tratamientos adecuados para cada caso, medicamentos recomendados y pronósticos de
salud. Son los padres quienes deben primero, tomar la decisión sobre el tratamiento
médico a seguir por la responsabilidad que tienen sobre el menor como tutores; más tarde
deberán encarar al niño para explicar su situación de enfermedad de acuerdo a su edad y
nivel de comprensión. El lenguaje que deben usar los padres, médicos y personal sanitario
para comunicarse con el niño debe ser claro y preciso, pues la percepción y concepción
de la enfermedad infantil está subordinada a la etapa que atraviesan los niños así como a
su capacidad de imaginación.
Al momento de diagnosticarse una enfermedad crónica el autoconcepto cambia
radicalmente pues el cuidado y aprecio por el cuerpo se demerita, afectando el área
emocional y corporal de cada persona; en el caso de enfermedades crónicas, es
fundamental el tiempo transcurrido, entre los primeros síntomas y la ayuda médica
oportuna, pues es a partir del diagnóstico cuando se determina el tratamiento médico a
seguir e inicia el proceso de adaptación a la enfermedad (Rodriguez, J., 1995).
Esta primera etapa diagnóstica constituye un momento de estrés importante tanto para los
padres que deben comunicarle al niño su enfermedad, como para el niño por el proceso
de cambio e interrupción en las actividades escolares que supone una enfermedad, así
como su adaptación al nuevo escenario.
57
Para reducir el estrés y facilitar la adaptación de la familia a la enfermedad, incluyendo la
del paciente pediátrico, es importante que el médico tenga una comunicación asertiva y
una actitud de apertura y escucha. Apegarse al tratamiento y estar en comunicación con el
personal sanitario y los médicos reduce la incertidumbre; por tanto, el estrés y ansiedad
son sobrellevados de mejor manera.
II.1.3 Respuestas del paciente pediátrico ante la enfermedad
Un niño de la tercera infancia que es diagnosticado con una enfermedad infantil puede
llegar a desarrollar trastornos emocionales o regresiones conductuales que dificultan el
desarrollo cognitivo y psicológico normal a su edad. Si bien es cierto que durante la tercera
infancia los niños poseen más madurez intelectual para comprender las causas e
importancia del tratamiento de la enfermedad, también es esencial considerar que los
niños se encuentran en un estado vulnerable y las respuestas que manifiesten ante la
situación afectará la recuperación de forma positiva o negativa. Los niños que logran una
mejor adhesión al tratamiento, es decir, que siguen las indicaciones médicas y tienen los
cuidados recomendados, manifestarán menos problemas psicológicos lo que ayuda para
su autoimagen y autoestima (Lizasoaín, O., 2000).
Las respuestas conductuales que un niño de la tercera infancia manifiesta ante una
enfermedad crónica son reflejo del proceso de duelo que vive por la pérdida de
continuidad en su vida, las implicaciones psicosociales y el efecto de la enfermedad en el
autoconcepto.
Para determinar el grado en el que la enfermedad ha afectado a cada niño, los factores
que se deben tomar en cuenta son la gravedad y el pronóstico de la enfermedad, el
temperamento y personalidad del paciente, historia y apoyo familiar y la respuesta de las
personas que se encuentran alrededor del paciente, tales como padres y hermanos
(Lizasoaín, O., 2000 y Grau, C., Ortiz, C., 2001).
58
Las etapas de duelo por las que pasa un niño para la adaptación de una enfermedad son
muy parecidas a las de los padres y familiares; sin embargo manifiestan de forma distinta
las emociones pues comprender la situación y expresar con exactitud sus emociones, e
impresiones ante la enfermedad que padecen es un proceso complejo a su edad. Las
etapas por las que atraviesan son (Grau, C., 2001:84):
Negación. En los niños se manifiesta como poco entendimiento del diagnóstico, no
creen que en realidad estén enfermos y necesiten el tratamiento.
Ira. Caracterizada por un malestar emocional general, los niños están
constantemente enojados y molestos con cualquier persona, especialmente con el
médico o personal sanitario.
Pacto. El pacto se refiere a tratar de retrasar el proceso de la enfermedad y el
tratamiento médico que supone, para no afrontar la realidad.
Depresión. Existe un sentimiento de culpabilidad y tristeza por no prevenir la
enfermedad y la actitud ante las actividades cotidianas carece de sentido. Los niños
están decaídos e incluso llegan a modificar los hábitos alimenticios, de sueño y la
falta del juego.
Aceptación. Se hace consciente la gravedad de la enfermedad y el tratamiento que
necesitan, los niños comprenden su situación y comienzan a adaptarse al nuevo
entorno y procesos médicos a los que se verán expuestos.
Al diagnosticarse una enfermedad crónica infantil, el paciente pediátrico pierde el control
en sus actividades diarias y enfoca su atención a la recuperación física. Esto le puede
originar desajustes en el área emocional, problemas de interacción social, interrupción de
la escolarización, cambios en hábitos normales de sueño y alimentación, largos o cortos
periodos de hospitalización, dolores y malestar físico que se reflejarán en cambios
conductuales y que pueden suscitar regresiones o trastornos psicológicos al no recibe la
ayuda adecuada.
59
Es fundamental considerar que el estrés, ansiedad y depresión asociados a la enfermedad
infantil incrementan o reducen los efectos negativos en el comportamiento del paciente
pediátrico modificando los hábitos básicos, ocasionando cambios emocionales y
actitudinales del niño. Por ello se deben monitorear las conductas para prevenir recaídas o
trastornos emocionales desencadenados por una enfermedad. Una enfermedad crónica
infantil constituye una pérdida escolar importante y deteriora el desarrollo académico,
generando importantes dificultades de aprendizaje y necesidades educativas especiales.
II.2 Hospitalización infantil
Un hospital es una institución social dedicada al diagnóstico, tratamiento y estudio de la
salud (Ortigosa, J., Méndez, F., 2000). Mientras el paciente pediátrico se encuentra interno
en dicha institución está aislado del mundo exterior por lo que se concentra en el
tratamiento de la enfermedad como única prioridad; es así como muchas veces, el objetivo
que se plantea la institución médica no considera la atención cognitiva y emocional del
paciente como factor decisivo en la recuperación del mismo. Consecuentemente quedan
de lado dichas dimensiones que sin duda son fundamentales para la recuperación integral
del enfermo.
La estructura de un hospital es muy compleja, para su funcionamiento inciden aspectos
internos como el tamaño de la institución o el personal laborando en ella; y aspectos
externos tal como el sistema de salud de cada país (Rodriguez, J., 1995), aun así la meta
es muy clara: devolverle al paciente la salud.
Con el tiempo, el concepto de hospital ha incursionado y se ha adaptado a las diferentes
necesidades sociales, así se han constituido hospitales dedicados al estudio y tratamiento
de las enfermedades particulares o ramas diferenciales. Un ejemplo son los hospitales
pediátricos, creados para dar calidad en la asistencia al paciente y especializarse en el
estudio y tratamiento de enfermedades que aquejen a dicha población en particular. Así
60
desde los años 50 se persigue que los niños sean atendidos en hospitales pediátricos,
evitando la hospitalización con los adultos y la separación de sus padres (Belver, M.,
2007). Después de investigar acerca de las instituciones médicas en México, encontré que
existen algunos hospitales que destinan un área o piso específicamente a la medicina
pediátrica y a las enfermedades infantiles. Por otro lado existen también algunos
hospitales pediátricos dedicados únicamente a buscar la salud en el niño como15:
Instituto Nacional de Pediatría
Hospital Infantil de México Federico Gómez
Hospital Pediátrico Moctezuma
Hospital Pediátrico de Sinaloa
Hospital Pediátrico Legaria
Hospital Pediátrico San Juan de Aragón
Hospital Pediátrico la Villa
Hospital Infantil Privado
Tener hospitales que se especialicen en la etapa infantil anima al niño y tiene ventajas
importantes en la recuperación pues se logra identificar con los demás pacientes, no se
pierde la actividad social y lúdica; además los doctores han tratado con pacientes de las
mismas características y conocen la etapa del desarrollo por la que atraviesan. Incluso la
estructura y decoración del hospital está configurada para dar ánimo y esperanza
haciendo que la adaptación a la institución sea activa y pronta.
15 Todos los hospitales a los que se hará referencia se encuentran dentro de la República Mexicana y no constituye el total de instituciones médicas que buscan o destinan un espacio para el tratamiento específico de niños.
61
II.2.1. Efectos de la hospitalización infantil
La hospitalización para cualquier persona constituye un estado de máxima dependencia
en donde su rol cambia y debe asumir el papel de enfermo hospitalizado para ajustarse a
los cambios e instrucciones que los médicos sugieren. Dicho estado de dependencia
sumado al estrés de la hospitalización genera efectos psicosociales y emocionales
negativos en cualquier paciente. Rodriguez J. (1995) menciona algunos efectos que
prevalecen en pacientes internos en instituciones médicas:
Impacto del marco físico, es decir, los cambios internos y externos que manifiesta el
cuerpo en respuesta a diferentes tratamientos y enfermedades.
Pérdida de la intimidad.
Ignorancia de lo que sucede con su estado físico y social, así como
desconocimiento del mundo exterior.
Dependencia a los doctores y tratamientos.
Despersonalización en la pérdida de la identidad personal e intimidad.
Interrupción de los roles habituales.
Exigencia de adopción del rol de paciente hospitalizado.
Por estos efectos mencionados, para cualquier persona estar interno en una institución
médica es una experiencia negativa. El caso de los pacientes pediátricos no es la
excepción; los niños hospitalizados poco entienden sobre las razones de su aislamiento el
cuál, como ya se mencionó, no sólo conlleva dolor físico, malestar y separación de la
rutina; también genera estrés, depresión y mucho temor al encontrarse en un estado de
dependencia, todo esto sumado a las fantasías que puede experimentar sobre el tema de
la muerte.
62
La hospitalización en el niño genera una ruptura en su mundo social y académico al no
tener acceso a las tareas escolares, es decir, se restringe la actividad lúdico recreativa, lo
que implica una pérdida de la relación social con los compañeros de clase. Asimismo, la
separación de sus padres genera sentimiento de vulnerabilidad. Todo lo anterior
constituye sin duda un panorama crítico en el que es probable que el niño experimente
depresión y ansiedad.
El impacto que la hospitalización tiene en el niño varía de acuerdo a múltiples factores,
muchos de ellos generados por factores personales de los pacientes y muchos otros por la
estructura del hospital. Los autores Thompson y Stanford (Thompson, R., Stanford, G.,
1981) sugieren cuatro factores a los que se les atribuye el estrés de los niños
hospitalizados:
Desconocimiento del entorno hospitalario
Separación de los padres
Edad y etapa cognitiva
Experiencias hospitalarias previas
Las respuestas ante la hospitalización siempre serán diferentes; sin embargo, podemos
mencionar algunas de las alteraciones comportamentales comunes (Lizasoaín, O., 2000:
50) en la etapa infantil:
Conductas de oposición
Agresividad
Falta de adhesión a la medicación
Trastornos del sueño
Respuestas de evitación
63
Mutismo
Déficits de atención
Estas alteraciones en ocasiones son difíciles de percibir pues se dan gradualmente y de
forma sutil, del mismo modo se dan como forma de ajuste ante la discontinuidad de la
hospitalización; lo importante es mantener una actitud de escucha y alerta ante los
cambios conductuales. Los niños hospitalizados requieren estar en observación constante
por parte de los padres y el personal médico, para la detección temprana de las
necesidades.
El estrés y ansiedad de la hospitalización infantil se reconocen como uno de los aspectos
negativos de la experiencia, haciendo difícil la adaptación y comprensión de la realidad,
además de alterar al niño en las distintas esferas personales. Con el objetivo de hacer que
“la hospitalización sea transformada en una experiencia positiva y de crecimiento para
muchos” (Thompson, R., Stanford, G., 1981: 16) resulta cardinal que se implementen
estrategias de intervención y mediación de las variables negativas para prevenir que los
malos hábitos o respuestas de los niños se vuelvan patrones de alteración psicológica.
Para lograrlo, es fundamental que tanto padres como personal del hospital, atiendan las
necesidades del niño y se involucren en actividades físicas acordes al tratamiento médico
o bien, actividades de juego que proporcionen apoyo y cuidado al paciente pediátrico.
En el caso de los niños de edad escolar, el mayor temor es perder el control sobre las
situaciones, sobre todo si son sometidos a procedimientos que necesiten anestesia. Por
otro lado, una de las ventajas de esta etapa es que usan la lógica y buscan respuestas
reales a la enfermedad, por lo que se reducen los temores infantiles y las fantasías que la
experiencia hospitalaria conlleva.
64
Temores infantiles ante la hospitalización
Ya se han mencionado algunos factores que generan alteraciones emocionales y
psicológicas en la hospitalización infantil, muchos de ellos relacionadas con la etapa
evolutiva del niño y con la estructura del hospital. Sin embargo; poco se ha hablado sobre
los temores que los niños tienen ante el hecho de la hospitalización.
La falta de información que se le presenta al niño sólo puede conducirlo a crear fantasías y
por lo tanto temer a los procedimientos médicos y al hospital mismo, pues si bien es cierto
que los factores personales en ocasiones dificultan el proceso de adaptación a la
hospitalización, la organización misma de la institución médica puede también generar
estrés y temores infantiles, tales como los temores a los hombres en batas blancas, las
inyecciones, chequeos médicos o instrumentos utilizados para los estudios preliminares.
Entonces, la incertidumbre por falta de información es un factor importante vinculado con
los temores infantiles durante esta experiencia.
Por otro lado, si el niño no ha percibido correctamente la razón de la hospitalización es
probable que experimente sentimientos de temor y cree fantasías sobre los médicos y el
personal sanitario pues siente que son intrusivos al controlar su estancia en el hospital.
Otro de los temores que el niño puede desarrollar durante la hospitalización, es el miedo al
abandono de sus padres, por lo que ellos deben encontrase presentes durante el proceso
para que el paciente pediátrico sienta el apoyo. Procedimientos como cirugías,
inyecciones, quimioterapias o anestesia son factores que generan temor en los niños
hospitalizados (Geist, H., 1976).
En concreto, durante la tercera infancia las fantasías infantiles constituyen una variable
importante en el proceso de adaptación aunque los miedos están presentes ante los
procedimientos médicos y sobre todo ante la posibilidad de la muerte.
65
Efecto de la hospitalización y la enfermedad en los padres
La enfermedad infantil altera el sistema familiar y exige un ajuste emocional por parte de
cada miembro, buscando que cada integrante logre estabilidad y sobrellevar la situación
para salir adelante y adaptarse de la mejor manera posible. La respuesta de los padres en
esta primera etapa es crucial y puede llegar a determinar el curso del tratamiento. A pesar
de que la dinámica familiar, a partir del diagnóstico, se modifica, los mecanismos de
defensa y adaptación de los padres serán fundamentales para que el paciente pediátrico
se sienta acompañado recibiendo apoyo psicológico y moral. Autoras como Prentice,
(Prentice R., 1999); Janes y Keene (Janes H., y Keene N., 2002) proponen algunas de las
reacciones emocionales y psíquicas comunes de los padres, ante la enfermedad crónica
de sus hijos:
Enfermedad y malestar. Los hábitos se modifican, duermen menos por el estrés y
modifican las actividades diarias; esto puede generar malestar físico general.
Confusión y parálisis. El cerebro no permite que la situación se vea claramente y
se protege de la gran carga emocional creando un estado de parálisis o
entumecimiento en los padres.
Negación. Sencillamente no pueden creer que su hijo ha enfermado y necesita un
tratamiento. Es una respuesta muy común por parte de los padres; sin embargo,
cuando aceptan el diagnóstico médico comienzan a creer que hay una solución y se
vuelven más optimistas.
Culpa. Les invade la sensación de haber fallado en la tarea de proteger al niño y
proporcionarle un estado de bienestar.
Miedo y desesperación. Los padres sienten que han perdido el control y no
pueden proporcionarle estabilidad a su hijo lo que les genera miedo ante lo
desconocido, esta reacción es común en padres rígidos que se apegan a las reglas.
Enojo. Reacción típica a la situación de enfermedad en la que los padres
descargan su carga emocional (frustración, enojo o estrés) con los médicos, familia,
personal sanitario o incluso con el mismo niño enfermo.
66
Tristeza y dolor. La sensación de no poder lidiar con la situación de enfermedad y
posible muerte causa una reacción normal de dolor.
Esperanza. Creer que existe la posibilidad de un mejor mañana para el niño y su
familia.
Indudablemente la respuesta que manifiesten los padres ante la situación se hace notoria
también en el niño o niña enfermo y/u hospitalizado, pues son ellos quienes reciben el
estrés de los padres y el miedo que tienen “hacia lo desconocido, a las nuevas
condiciones que se presentan, y al desenlace próximo o lejano de la enfermedad” (Knaul,
F., 2006: 10).
Las estrategias educativas y terapéuticas empleadas por el equipo psicopedagógico
hospitalario y por los padres para el ajuste a la enfermedad deberán estar presentes
durante el todo el proceso de la enfermedad; contribuyendo a que las secuelas y efectos
negativos se atenúen y se orienten los esfuerzos a una mejor y más plena recuperación.
Cuando la enfermedad hace necesaria la hospitalización las exigencias físicas y
psicológicas del paciente pediátrico aumentan pues ya no sólo debe alertar su sistema
para recuperarse de la enfermedad y comprometerse con el tratamiento; ahora el niño se
debe adaptar a un entorno diferente en donde se fragmenta su estilo de vida y genera una
separación física importante con sus padres y la escuela.
Los padres son los encargados de llevar la familia, responsables de brindar salud y
protección a los hijos. Una enfermedad, al inicio, les hará sentir que han fallado a su
tarea; sin embargo, es sólo una parte del proceso de duelo que deben vivir. La falta de
control de la situación y la confusión de la enfermedad genera estrés y depresión en los
padres, originando una sensación de malestar que se contagia al niño, entorpeciendo la
adaptación y recuperación. Contrario a lo anterior si los padres del niño proporcionan
apoyo y canalizan el estrés, contribuirán a regular los comportamientos del niño pues es
evidente que "el comportamiento de los padres influye notablemente en las reacciones
infantiles” (Ortigosa, J., Méndez, F., 2000:38).
67
Todo el sistema familiar debe ajustarse desde el inicio a los cambios que se presentan
ante una situación como la enfermedad u hospitalización, pues la prioridad en ese
momento será la salud del niño enfermo. El resto de la familia, es decir los hermanos,
contará con más responsabilidades y menos atención por parte de los padres (esto
constituye así una preocupación más para ellos) pudiendo generar sentimientos de
envidia, culpa o miedo en los hermanos. Encontrar el equilibrio y apoyarse los unos a los
otros es importante en un escenario como el de la hospitalización infantil, pues cambian
los hábitos, las responsabilidades y la rutina en la que viven.
La actitud que tenga cada uno de los padres es clave para la recuperación del niño
hospitalizado, pues serán el contacto externo habitual que tendrán y el apoyo emocional
que necesiten. La presencia de los padres será beneficiosa para el niño si se encuentran
dispuestos a afrontar los procedimientos médicos y a apoyar a su hijo en el proceso de
recuperación.
Las preocupaciones de los padres del niño hospitalizado son distintas a las que tienen los
pequeños ya que son los padres quienes deben sobrellevar los gastos excesivos de la
enfermedad, lograr que el niño se adhiera al tratamiento, suministrar los medicamentos y
encontrar fortaleza para que el sistema familiar se adapte a la nueva situación.
El trabajo en conjunto no sólo debe ser dentro de la familia, desde el inicio los padres
deben estar en comunicación con los médicos y estar presentes en el hospital para evitar
el sentimiento de abandono.
II.2.2 El dolor
El dolor que experimente el niño será determinante en la experiencia de enfermedad ya
que ocasiona sufrimiento y malestar constante sin permitir tranquilidad. Las alteraciones
que el cuerpo sufre serán prioridad en el tratamiento de la salud; el dolor agudo o
constante dificulta que el paciente hospitalizado tenga control de su cuerpo y sus
pensamientos. El malestar físico que aqueja al niño origina efectos secundarios que lo
68
mantienen irritado, provocando un círculo que se repite, ya que el dolor genera estrés y
éste a su vez entorpece la recuperación de la enfermedad.
El dolor físico es uno de los estresores principales, modificando la conducta y deteniendo
el proceso de recuperación del niño pues si éste no se encuentra en condiciones
apropiadas para su adaptación y recuperación; mucho menos podrá prestar atención a los
procesos educativos en los que participa en la regularización escolar e integración social.
El dolor en la enfermedad crónica es frecuente durante los tratamientos, a pesar de no ser
agudo en todo momento.
Como ya lo hemos revisado, es importante saber que las alteraciones emocionales que
conlleva la hospitalización infantil serán un obstáculo para la recuperación integral del
paciente y constituye entonces una necesidad de los centros médicos brindar ayuda
psicológica y pedagógica antes, durante y después de la hospitalización.
II.3. Cáncer infantil
La infancia es una etapa de la vida en donde se forja la personalidad y se establecen los
cimientos de la persona. Como se mencionó antes, una enfermedad constituye una
experiencia que desorganiza el sentido personal del niño, generando impacto en la
dimensión afectiva y social. Cuando dicha enfermedad es crónica es necesario que el
tratamiento sea oportuno en tiempo y forma, para que la esperanza de vida y
productividad no se vean afectadas.
Actualmente, el cáncer es un problema social al ser la segunda causa de muerte infantil
que afecta directamente a la población mexicana. Son crudas las cifras que hacen
referencia a la mortalidad asociada al cáncer infantil; en México, sólo en el año 2008, se
registraron 574 muertes de niños en edad escolar a causa de la leucemia (Sistema
69
Nacional de Información en Salud, febrero 9 de 2012) impactando directamente en los
índices de deserción escolar y ausentismo16.
Condiciones como la pobreza, las diferencias socioeconómicas y las políticas de salud
afectan directamente la transición epidemiológica del país, aumentando las posibilidades
de enfermarse y haciendo poco homogéneas las oportunidades de recuperación.
II.3.1 ¿Qué es el cáncer?
La Organización Mundial de la Salud define el cáncer como “un proceso de crecimiento y
diseminación incontrolados de células” (Organización Mundial de la Salud, febrero 9 de
2012). Cáncer es el nombre que se emplea para definir la agrupación de las células que
adquieren un comportamiento anormal alterando mecanismos que regulan la división
celular en determinado tejido u órgano.
Las células cancerosas pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo y poco a poco
invadir y destruir tejidos vecinos. Si las células son colonizadoras, es decir, son capaces
de contagiar a otro órgano o tejido será considerado como un tumor maligno o carcinoma
que ya no está vascularizado; esta condición será el punto de partida para la metástasis17.
El cáncer y las consecuencias de éste no se delimitan a una cierta edad o características
personales, por el contrario esta enfermedad crónica es potencial y puede desarrollarse a
cualquier edad y en cualquier persona. Surgiendo como un tumor de células localizadas
en el cuerpo que podría generar (dependiendo de su cuidado y detección temprana)
metástasis. La detección temprana de esta enfermedad mejora notablemente el
tratamiento. La prevención e información es clave para evitar el cáncer. “Todos los seres
humanos desarrollamos lesiones pre-malignas en repetidas ocasiones durante la vida.
16 El ausentismo escolar es la ausencia repetida de niños o adolescentes de la escuela o institución educativa. 17 La metástasis se conoce como la “multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos” (Organización Mundial de la Salud, febrero 9 de 2012)
70
Nuestro sistema inmunológico generalmente detecta estas alteraciones moleculares o
celulares, y actúa impidiendo su crecimiento” (Shalkow-Klincovstein, J., Guzmán-Mejía,
J.I., Palacios-Acosta, J.M., 2010: 145).
II.3.2 Causas del cáncer
Aún es imposible determinar con certeza absoluta la causa de una enfermedad como el
cáncer; sin embargo, la mayoría de los tipos de cáncer están relacionados con factores del
medio ambiente y resultado de la información genética.
En cuanto a la herencia, se ha descubierto que toda persona tiene información genética
que ha sido transmitida desde la concepción. El hombre está formado por 10 billones de
células; dentro de cada una se encuentra un ácido desoxirribonucleico (ADN) donde se
almacena y organiza la información personal en 23 pares de cromosomas. Algunas de
estas células manifiestan un trastorno genético o mutación.
Los oncogenes, resultantes del trastorno genético, son genes alterados que participan en
la comunicación y división celular y que transmiten información inapropiada al resto de las
células, generando así una masa tumoral. Para activar las células cancerosas es requisito
que actúen al menos dos oncogenes en una célula.
La radiación de la luz ultravioleta del sol, la exposición a químicos y los rayos X, son
algunos ejemplos de los agentes que pueden modificar la carga genética y crear una
mayor propensión al desarrollo de tumores cancerosos. Otra forma de adquirir oncogenes
es por medio de los retrovirus18, pues al entrar en contacto con la información de las
células la modifican hasta transformar una célula normal en un protooncogen19 potencial.
18 Un retrovirus es un virus que se almacena en el ARN (Ácido Ribonucleico) con la capacidad de introducirse en el ADN y modificarlo, siendo así un factor que puede causar enfermedades como el cáncer. Algunos ejemplos son: Virus linfotrópico de células T humanas, Virus de inmunodeficiencia humana y Virus sincitial humano. (Biocancer, febrero 9 de 2012). 19 Los protooncogenes son “genes incluidos en el genoma humano que regulan el crecimiento y la diferenciación celular” que tienen la capacidad de transformar los virus. (Biocancer, febrero 9, 2012).
71
Las principales causas ambientales del cáncer hacen referencia a los hábitos personales,
vicios y exposiciones excesivas a cierto tipo de agentes dañinos para la salud. Algunos
propuestos por la autora Cristina Cortinas en su libro Cáncer: herencia y ambiente
(Cortinas, C., 1991) son:
Tabaco y alcohol. Los grandes consumos de estas sustancias por tiempo
prolongado constituyen uno de los mayores riesgos por la alta propensión a
desarrollar cáncer en pulmones, laringe, boca, hígado y esófago entre otros.
Radiaciones. Si existe una predisposición genética no identificada para desarrollar
cáncer de piel, cualquier tipo de exposición prolongada podrá alterar las células
creando así un tumor canceroso.
Contaminación ambiental. Sobre todo en ciudades industrializadas, con tráfico
vehicular y alta población, el aire que se respira diariamente puede estar permeado
de virus y carcinógenos a los que nos encontramos expuestos constantemente
generando el riesgo de desarrollar cáncer.
Alimentación. El exceso de cierto tipo de alimentos como el café o las grasas,
sumado a la predisposición para el cáncer pueden crear un cambio en las células y
posteriormente un tumor canceroso en zonas como el estómago.
Estrés. Debilitando el sistema inmunológico y dando oportunidad a las células
cancerígenas de desarrollarse y dividirse de forma anormal.
En los niños, el cáncer es en su mayoría, resultado de efectos genéticos, pues es poco
probable que la exposición a los agentes ambientales sea prolongada y determinante en el
desarrollo de un tumor cancerígeno.
72
II.3.3. Tipos de cáncer infantil
El cáncer infantil, gracias al avance de la medicina, es curable en un 70% de los casos.
Los tipos más frecuentes en el caso de pacientes pediátricos son (Grau, C., 2001: 58 -63):
Nombre Explicación Síntomas Diagnóstico Tratamiento
Leucemia Enfermedad de la
sangre producida
por células que se
encuentran en la
médula ósea. Los
tipos de leucemia
infantil son: mieloide
crónica y mieloide
aguda.
Hemorragias,
aumento del tamaño
de los ganglios
linfáticos,
debilitamiento general
del cuerpo, pérdida de
peso, sudoración
nocturna.
Examen de la sangre
y de las células de la
médula ósea.
Quimioterapia,
radiaciones,
cirugía,
transfusión de
plaquetas y
glóbulos rojos,
trasplante de
médula ósea.
Linfomas Cáncer de los
ganglios linfáticos.
Puede afectar las
amígdalas, el bazo y
timo. Se divide en
linfoma Hodgkin y
no Hodgkin.
Ganglios linfáticos de
gran tamaño, fiebre,
pérdida importante de
peso, sudores,
escalofríos, pérdida
de apetito, tos
persistente, disnea y
picazón en el cuerpo.
Biopsia, exámenes
sanguíneos,
radiografías
especiales,
tomografía axial
computarizada,
estudios isotópicos y
ultrasonidos.
Depende del
tipo de
Linfoma que
se presente.
73
Tumores
cerebrales
Son clasificados por
el tipo de tejido en el
que se desarrollan:
ependinomas,
meduloblastoma,
astrocitomas, etc.
Presentan secuelas
neurológicas y
necesitan múltiples
programas de
rehabilitación.
Convulsiones,
cefaleas matutinas,
vómitos, irritabilidad,
somnolencia y
cambios en los
hábitos de comer o
vestir.
Radiografías de
cráneo, tomografía
axial computarizada y
resonancia nuclear
magnética.
Cirugía,
radioterapia y
quimioterapia.
Neuro-
blastoma
Se localiza en la
región abdominal el
80% de los casos.
Diarrea persistente y
dolor abdominal.
Importante pérdida de
peso.
Análisis sanguíneos,
ecografía y
tomografía axial
computarizada.
Cirugía,
radioterapia y
quimioterapia.
Tumor de
Wilms
Tipo de cáncer que
se origina en los
riñones.
Masa abdominal,
fiebre, pérdida de
apetito, dolor
abdominal.
Ecografía y
tomografía axial
computarizada.
Cirugía más
quimioterapia.
Radioterapia.
Rabdomio-
sarcoma
RMS
Sarcoma de partes
blandas que afecta
las células
musculares.
Generalmente se
localiza en cuello,
cabeza, pelvis y
extremidades.
Dependen de la zona
en la que se localiza.
Algunos síntomas en
común son:
protuberancias
dolorosas, congestión
o sangrados, son
tumores que parecen
lesiones.
Biopsia y
discriminación del
tumor por radiografías,
pruebas isotópicas,
tomografía axial
computarizada y
examen de médula
ósea.
Cirugía y
quimioterapia.
Radioterapia.
74
Sarcoma
osteogénico
Forma de cáncer en
los huesos. Los más
afectados son las
extremidades
superiores (húmero)
e inferiores (fémur).
Aparición de un tumor
doloroso y de
consistencia dura.
Radiología y biopsia
del hueso.
Cirugía,
amputación,
procedimientos
ortopédicos,
radioterapia y
quimioterapia.
Sarcoma de
Edwin
Cáncer en los huesos
que afecta también
los huesos planos.
Los lugares de mayor
diseminación son los
pulmones y los
huesos.
Fiebre, escalofríos y
sudoración.
Estudio histológico de
la biopsia, tomografía
axial computarizada de
hueso, pulmón, hígado
y cerebro.
Quimioterapia y
radioterapia
intensiva.
II.3.4. Pruebas médicas para diagnosticar el cáncer infantil20
Para hacer un diagnóstico completo y correcto sobre el cáncer, es fundamental hacer un
examen médico físico exhaustivo con el objetivo de determinar las posibles causas o
tratamientos, asimismo es necesario en todos los casos análisis sanguíneos y
radiografías. El diagnóstico temprano y oportuno del cáncer permite dar un panorama de
las posibilidades y expectativas de la enfermedad dependiendo del caso, así con las
pruebas adecuadas el médico será capaz de fijar el protocolo de tratamiento más
adecuado. Los métodos de diagnóstico21 más comunes para la detección del cáncer
infantil son:
20 La información de las pruebas médicas para diagnosticar el cáncer infantil fue extraída de diferentes fuentes médicas y sintetizada para fines de la presente tesis. 21 Algunos de ellos ya se mencionaron, sin embargo, me permitiré profundizar un poco más en cada uno de ellos con el objetivo de detallar el procedimiento médico que implican.
75
Biopsia
Consiste en extirpar parte del tejido de la masa tumoral para analizarla con microscopio
para evaluar el tipo de células que contiene y la magnitud del daño causado por el cáncer.
En los niños la biopsia más utilizada es la de médula espinal o médula ósea haciendo
necesaria una exploración seminvasiva.
Análisis de sangre y de orina
El análisis de la sangre y de la orina permite al médico establecer el tejido dañado más no
la magnitud del tumor. Estas pruebas permiten determinar si alguna función del cuerpo ha
sido dañada por las células malignas. Al hacer estas pruebas es elemental
complementarlas con otras pruebas diagnósticas que permitan evaluar la magnitud de la
enfermedad. “El laboratorio permite identificar enzimas, antígenos, proteínas oncofetales y
hormonas ectópicas útiles en el diagnóstico específico del cáncer y de su metástasis”
(Arraztoa, J., 1997: 83).
Pruebas radiológicas
A través de los rayos X se consigue una imagen de cualquier parte del cuerpo que se
desee. Estas pruebas ayudan al médico a determinar en qué fase está el tumor y si éste
ha hecho o no metástasis. Son pruebas simples que se usan en cualquier otro tipo de
lesión o enfermedad.
Tomografía Axial Computarizada (TAC)
La TAC se clasifica dentro de las pruebas radiológicas ya que es una emisión de rayos X
con la que se puede visualizar todo el cuerpo y sobre todo las lesiones primarias o
secundarias por imágenes. Gracias al TAC se puede saber la dimensión de la lesión y la
presencia de metástasis. La ventaja que presenta este método de diagnóstico es visualizar
el tumor de acuerdo a “diferentes cortes e inclinaciones, lo que facilita la acción y decisión
del cirujano” (Arraztoa, J., 1997: 83).
76
Resonancia Magnética
Dentro de los métodos no invasivos para diagnosticar el cáncer se encuentra la
resonancia magnética que se utiliza para detallar imágenes que no son claras en la TAC.
A pesar del alto costo de esta prueba, los médicos la solicitan para visualizar la
vascularización y extensión del tumor canceroso. La resonancia magnética no es aversiva
ni dolorosa; sin embargo, durante la prueba el paciente debe permanecer inmóvil, solo y
con una luz tenue, todos estos factores elevan la ansiedad del niño.
Ecografía
Es una prueba diagnóstica que utiliza las ondas de ultrasonido para detectar masas
sólidas. Es un método no invasivo utilizado para distintos tipos de diagnóstico no
exclusivos del cáncer. La ecografía es una prueba que ayuda a situar el lugar para la
punción biópsica y así determinar el tipo de células y la malignidad del tumor.
II.3.5. Tratamientos contra el cáncer y sus efectos secundarios
Quimioterapia
La quimioterapia es quizá uno de los tratamientos más utilizados contra el cáncer y uno de
los más agresivos por los efectos secundarios que tiene. El tratamiento de quimioterapia
consiste en administrar medicamentos antineoplásicos22 por vía muscular, intravenosa o
digestiva al paciente para eliminar la masa tumoral cancerosa que existe y las posibles
células malignas.
Este tratamiento puede ser utilizado como la única opción o bien como tratamiento
coadyuvante a otros como la cirugía; al ser tratamiento complementario se puede
administrar antes de una operación o después para asegurarse que las células malignas
sean eliminadas. La duración, aplicación, dosis y agresividad de los fármacos dependen
22 El término hace referencia a los medicamentos contra el cáncer.
77
directamente del cáncer que se ha diagnosticado y de las características personales del
paciente. Es importante aclarar que el tratamiento puede destruir también a las células
sanas, por lo tanto es importante estudiar cuál será la combinación adecuada para cada
caso y tipo de cáncer.
La Sociedad Americana del Cáncer menciona que existen tres metas concretas de la
quimioterapia (American Cancer Society, febrero 9 de 2012):
a) Curación. Intentando que la quimioterapia sea el tratamiento que destruya el tumor
cancerígeno y las células dañadas para que no se reproduzcan más.
Lamentablemente se necesitan varios años para determinar si una persona ha sido
curada por completo de esta enfermedad.
b) Control. Al no encontrar en la quimioterapia una solución total, sirve como control
de las células dañadas en reproducción para evitar la propagación del cáncer.
c) Paliación. Si la enfermedad se encuentra en una etapa más avanzada la meta de
la quimioterapia será brindar una mejor calidad de vida al paciente y reducir el
sufrimiento por la enfermedad.
La quimioterapia se puede administrar dentro de un hospital, en un consultorio, clínica
ambulatoria o incluso en el hogar. Se administra por ciclos, es decir, se medica al paciente
por un tiempo y después se le deja descansar para que las células sanas puedan
reproducirse y fortalecerse. No obstante, algunos medicamentos generan mejores
resultados si no existe interrupción en la administración de la dosis.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento a base de medicamentos. Consiste en
administrar ciertos medicamentos que estimulan el sistema inmunitario para que ataque y
destruya las células cancerosas de forma pasiva o activa.
78
Radioterapia
La radioterapia es aquella terapia a base de radiaciones que se aplica al paciente
oncológico para “reducir el tamaño del tumor antes de su extirpación y eliminar los restos
tumorales después de la intervención quirúrgica” (Grau, C., 2001: 61). Para que los
resultados sean efectivos, una persona debe estar en tratamiento de dos a seis semanas
aproximadamente.
Al igual que la quimioterapia, la radioterapia puede emplearse como terapia única o
radical, terapia neoadyuvante (terapia administrada antes de la cirugía para reducir el
tamaño del tumor y extirparlo fácilmente) terapia adyuvante (aplicada después de la
cirugía para destruir las células malignas que pudieran haber quedado) o como una
estrategia de terapia intraoperatoria (administración de la radioterapia durante la cirugía).
Existen dos tipos de radioterapia que se pueden aplicar dependiendo de las características
personales y tipo de enfermedad de cada paciente; ambas conllevan efectos secundarios:
Radioterapia externa: este tipo de terapia se realiza únicamente dentro de las “salas
de radiación” con una máquina que se encarga de enviar radiaciones a las áreas
delimitadas por el médico. Se inicia con marcas o tatuajes en la piel que indicarán
las zonas delimitadas para el tratamiento. Para efectos del tratamiento el paciente
debe permanecer quieto por lo que en algunas ocasiones, en los pacientes
pediátricos, es necesario utilizar un yeso que inmovilice al niño por algunos minutos
hasta que termine la sesión de radiación.
Radioterapia interna: también llamada terapia intersticial consiste en implantar
isótopos radioactivos dentro de la zona que se va a tratar. Para colocar dichos
isótopos se puede hacer vía oral o bien bajo anestesia general. Los niños y
adolescentes que reciban este tipo de tratamiento deberán permanecer aislados y
con poco contacto físico por la radiación que emiten los isótopos afectando así su
estado psíquico y emocional.
79
El objetivo de la radioterapia es eliminar las células cancerosas; sin embargo, puede
generar efectos secundarios dañinos y agresivos para cualquier persona. Algunos de
estos efectos secundarios, por zona en la que se aplica la radioterapia, son (Asociación
Española Contra el Cáncer, febrero 9 de 2012):
Radioterapia en cabeza y cuello:
Alteración de las glándulas salivares
Infección por hongos
Alteraciones dentales
Pérdida del gusto
Radioterapia del tórax:
Dificultad para tragar
Dificultad respiratoria
Radioterapia del abdomen y pelvis:
Diarrea
Náusea y vómitos
Pérdida del apetito y de peso
Molestias al orinar
Cirugía
En el caso de los tumores sólidos el primer tratamiento que se emplea es el de la biopsia
(Lizasoaín, O., 2001). Posteriormente la cirugía funge como tratamiento principal y la
acompañan la quimioterapia o radioterapia según el caso; lo importante en este
procedimiento es que al paciente se le extirpe la masa tumoral localizada antes de que las
células continúen su reproducción y se genere la metástasis.
80
La detección temprana de la enfermedad es una condición favorable para que este
tratamiento sea efectivo pues si las células malignas han invadido tejidos u órganos
vecinos, la cirugía como tratamiento contra el cáncer difícilmente será una opción curativa
efectiva.
La cirugía puede amputar partes del cuerpo u órganos y suscitar efectos secundarios
psicológicos importantes para la salud mental del paciente. Para llevar a cabo este
tratamiento se debe tomar en cuenta las características del tumor y del paciente, además
de las posibles secuelas.
Para los pacientes pediátricos, que presentan cáncer como leucemia o linfoma, la cirugía
no es el tratamiento ideal, pues la células malignas no se encuentran concentradas en un
tejido o masa tumoral; sin embargo, pueden ser candidatos para el trasplante de médula
ósea.
Trasplante de médula ósea23
En el caso del cáncer infantil, la principal intervención es el trasplante de médula ósea. La
médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos huesos y
que se encarga de generar glóbulos sanguíneos. El trasplante consiste en recibir nuevas
células madre que crearán células sanguíneas sanas después de haber destruido la
propia médula ósea. Para destruir la propia médula ósea se debe someter al paciente a
tratamientos agresivos de quimioterapia y radioterapia que podrían destruir también las
células sanas.
Las células madre que se implantan en el paciente pueden ser donadas por otra persona
con igual carga genética como los hermanos o padres (trasplante alogénico), células
madre sacadas de la propia médula ósea antes de iniciar con la quimioterapia o
radioterapia (trasplante autólogo) o en su caso, trasplantar las propias células madre
congeladas del cordón umbilical al momento del nacimiento. Cada niño experimenta la
enfermedad en forma distinta, y un trasplante de médula ósea puede no ser apropiado
23 La información de este apartado es una síntesis de diferentes fuentes médicas consultadas a lo largo de la investigación.
81
para todas las personas que padecen esta enfermedad por las distintas formas de
reaccionar a los tratamientos y las diferencias físicas particulares.
Las secuelas de una enfermedad como el cáncer se pueden presentar de forma inmediata
o a corto, a mediano o largo plazo; es primordial reconocer que dichos efectos
secundarios pueden provocar importantes dificultades de aprendizaje y un aislamiento
social al que el niño no está preparado.
Por lo anterior, el acompañamiento, guía y apoyo al niño en la enfermedad es
indispensable para atenuar los efectos psicológicos y emocionales que podrían generar un
trauma y disminuir el dolor físico que experimenta aún después del alta.
2.3.6 Impacto psico-educativo del cáncer en el niño
Al diagnosticarse una enfermedad infantil como el cáncer las reacciones esperadas por
parte del paciente pediátrico y de la familia dependerán de diversos factores como las
experiencias previas de hospitalización, las características propias del niño, como la edad
y el desarrollo cognitivo y sobre todo la esperanza de curación que tenga cada caso. El
diagnóstico de un cáncer es siempre una experiencia inesperada y traumática (Grau, C.,
2002) que eleva los niveles de estrés y modifica las prioridades y roles dentro de la familia.
Una enfermedad crónica infantil como el cáncer exige al niño disponer todos sus esfuerzos
al tratamiento y curación, dejando en segundo plano las actividades cotidianas como la
escuela, los amigos y la familia.
En el caso de los niños de la tercera infancia, su nivel de desarrollo les permitirá
comprender la naturaleza de la enfermedad y no atribuir la misma a agentes causales
secundarios como infecciones. En este grupo de edad, la principal actividad es la
socialización forjando así su identidad y dando pie a su autonomía. Al diagnosticarse
cáncer infantil esta etapa se verá afectada pues las constantes interrupciones de la
82
actividad escolar dificultan la socialización y aumentan los sentimientos de soledad en el
niño.
Como ya se mencionó el cáncer es una enfermedad con importantes efectos secundarios
físicos como la pérdida del cabello, dolor, fatiga, infecciones, náuseas y pérdida de peso,
mismas que afectan su autoconcepto dificultando su adaptación y autoaceptación en
ambientes escolares.
Reacciones como tristeza, llanto, agresión, poca interacción social, apatía y cansancio son
conductas recurrentes en los pequeños que manifiestan un tumor maligno, todas ellas son
empleadas por el niño para adaptarse a la situación y manifestar su enojo ante la
enfermedad y el dolor que ésta le genera. Si no se tiene cuidado con estas reacciones se
puede llegar a un trastorno o incluso a una regresión conductual. Durante la
hospitalización es frecuente que el niño se muestre con un estado de ánimo bajo y con
pocas fuerzas para afrontar la enfermedad y el dolor (Méndez, X., Orgilés, M., Lopez-Riog,
S., Espada, J.P., 2004).
Reiterando lo que anteriormente se dijo, el dolor físico es un estresor importante para el
niño antes y durante el tratamiento contra el cáncer. Este dolor puede ser procedente de la
misma enfermedad o de los procedimientos médicos que se le aplican para la curación.
Generalmente un paciente pediátrico no sabe cómo expresar el dolor ni conductas
adoptar para sobrellevar la situación así que se muestran irritables y con cambios de
humor constantes. Dicho dolor o malestar disminuye notablemente la actividad y
productividad del niño, afectando el rendimiento escolar y el desarrollo personal.
Respecto a las secuelas académicas que el cáncer suscita se encuentra, el retraso en la
formación de competencias y desarrollo de habilidades propias de su edad así como la
suspensión de las labores escolares y la pérdida de interés por los estudios. Un niño en
esta situación de enfermedad que no es atendido psicológicamente puede tener
problemas de disciplina y desarrollar un trastorno cognitivo importante para su crecimiento.
Algunas consecuencias físicas de los tratamientos que afectan el desempeño escolar del
niño son: debilidad en las articulaciones, fatiga, bajo sistema inmunológico o trastornos del
83
sueño o alimentación; impidiéndole la realización de ciertas tareas y creando una barrera
social importante para el desarrollo de la identidad personal. Depende también de la
localización del tumor los efectos secundarios que pueda desarrollar; si el cáncer se
presentó en la cabeza será probable que el niño desarrolle trastornos neurológicos
derivados de los tratamientos.
Tener una enfermedad como el cáncer es una situación de desventaja en muchos
sentidos; si a esto le aumentamos que “la mayoría de los niños con cáncer en México, vive
en un estado de marginación y carencia de recursos en sus comunidades” (Shalkow-
Klincovstein, S., Guzmán-Mejía, J.I., Palacios-Acosta, J.M., 2010:148) definitivamente
encontramos una gran necesidad a la que no se le ha dado respuesta oportuna. Atender a
los niños oncológicos es una necesidad social, educativa, económica, política y humana a
la que no se le ha dado respuesta en nuestro país. Hacen falta personas comprometidas
que busquen el bienestar de estos niños en desventaja y propongan alternativas viables
para la solución de esta urgencia social.
Es importante retomar que el apoyo que el niño debe recibir no es sólo por parte de la
familia, los médicos y el personal sanitario; para que un paciente pediátrico oncológico
eleve su autoestima, recupere las ganas de vivir y volver a sus actividades diarias es
importante que la escuela manifieste empatía y preocupación por la integración del niño al
salón de clases. Para ello será indispensable que el docente sensibilice al resto del grupo
escolar y modifique ciertas actividades con el objetivo de integrarlo y cubrir su necesidad
educativa especial; muchas de éstas deberán estar orientadas a tratar la sensibilidad del
niño y la expresión de las emociones, esto se puede lograr a través del arte o el juego.
84
CAPÍTULO III
EDUCACIÓN ESTÉTICA
III.1 Definición de educación estética
Cada persona se constituye de distintas esferas (física, emocional, psicológica y social)
que se complementan y equilibran para brindar estabilidad y salud. El hombre es una
unidad compleja de entender y satisfacer; sus distintas necesidades abren un mar de
diferencias individuales por las características y experiencias personales. Sin embargo,
gracias a dichas diferencias, el hombre se encuentra en potencia de mejorar
continuamente; es perfectible durante toda la vida, justificando así la necesidad intrínseca
de toda persona de ser educado para desarrollar estas distintas dimensiones humanas.
La dimensión de la persona en la que, en este apartado de la investigación, se va a
profundizar y fundamentar como parte imprescindible del ser humano, es la dimensión
estética.
Es vital definir primero la dimensión estética de la persona, pues será el fundamento y
punto de partida para comprender la importancia del arte y la estética como elementos
clave para encontrar el equilibrio personal. La dimensión estética es aquella capacidad
humana que permite aprehender y mediar los aspectos intelectuales y sensoriales para
permitir el conocimiento y la imaginación, generando así la experiencia y el juicio estético
(Kant, I., 1876). Gracias a esta capacidad el hombre puede experimentar lo bello y hacer
propio el conocimiento de lo estético para después, a través de la experiencia, interpretar
o crear arte.
Entonces, lo segundo será definir la educación estética en el marco de la educación para
lo cual desglosaremos el concepto a fin de abarcar todas las características. La educación
es un “proceso de construcción personal” (Diccionario de las Ciencias de la Educación,
85
2003: 474) presente a lo largo de toda la vida, que pretende perfeccionar cada una de las
dimensiones y facultades de la persona de forma continua para que logre tener una
convivencia sana con otros y con él mismo, su objetivo es dirigir a la persona al
perfeccionamiento para potenciar sus capacidades acorde a su naturaleza humana. Dicha
naturaleza se conforma por un aspecto sensible y otro intelectual; el sensible hace alusión
a las emociones que el hombre experimenta y el intelectual a la capacidad de razonar.
Resumiendo, cada persona tiene una capacidad innata de contemplación y creación de la
belleza, esto constituye la dimensión estética inherente al hombre. De esta dimensión
surge la experiencia estética y gracias a ésta el hombre se da cuenta de que tiene una
dimensión estética que debe cultivarse para extraer lo mejor de ella; por ello surge la
educación estética. En la ésta participan cuatro elementos fundamentales:
El educador que funge como guía o mediador.
El educando, quien tiene la experiencia estética.
La realidad bella.
El momento de encuentro, que es único e irrepetible, entre el educando y la realidad
bella.
En la actualidad, educar las pasiones24 sensibles del hombre es un gran reto; muchas
veces no es aceptado, pues rompe con el esquema de lo intelectual al tener contacto
pleno con la sensibilidad. A pesar de ello, una persona que no tiene contacto con la
dimensión sensible, alguien que no vincula su afectividad, está destinado a la soledad.
La educación juega un papel fundamental, pues nos permite llegar a un equilibrio
emocional para sobrellevar los retos constantes de la vida, logrando un crecimiento
personal y mejorar continuamente para desarrollar competencias humanas que favorecen
las relaciones sociales. Esto no sería posible si no educáramos los sentidos, si no
dejáramos que las pasiones y la inteligencia se equilibren.
24 Las pasiones entendidas como las potencias sensibles del hombre que le permiten deliberar voluntariamente por los bienes que desea obtener y la tendencia hacia dicho objeto (Kramsky, C., 1997:133-134).
86
La educación en su aspecto artístico equilibra la parte sensible e intelectual, generando un
estado de armonía, direccionado a la vida plena y a la felicidad.
Federico Schiller afirma en su obra La educación estética del hombre (Schiller, F.,
1981:46) que “educar la facultad sensible es, la más urgente necesidad de nuestro tiempo,
no sólo porque es un medio de hacer eficaces en la vida los progresos del saber, sino
porque contribuye a la mejora del conocimiento mismo”; dicha necesidad es continua y
permanente para cualquier progreso, por ésta y muchas otras razones, la educación de la
sensibilidad se ha convertido en la base de sociedades que buscan el desarrollo social,
económico, artístico e incluso político.
En cualquier ámbito, la tarea educativa se ve enmarcada en un panorama teórico-práctico
en el que la Pedagogía juega un papel fundamental, siendo ésta la ciencia que determina
las bases y normas, para que el proceso de reflexión y acción educativa se lleve a cabo
como una tarea integral en cualquier ámbito de la persona.
Ahora bien, la estética es una palabra que muchos utilizamos, sin otorgarle el sentido
adecuado. Comúnmente confundimos el significado de un objeto estético con bello,
refiriéndonos a una belleza física; sin embargo, la estética es mucho más que eso. En
sentido etimológico, hace referencia a los sentidos y a las sensaciones. En el aspecto
formal se define por el filósofo Alexander Baumgarten en 1750 como la “ciencia del
conocimiento sensible cuyo objeto es determinar la esencia de lo bello” (Diccionario de las
Ciencias de la Educación, 2003: 501).
La estética se enmarca como una rama de la filosofía que se encarga de teorizar la
esencia de lo bello y al mismo tiempo busca una experiencia estética que acerque a la
persona al arte, pues formar en el arte da cauce a la vida interior (Schiller, F.,1981).
Al enmarcar la estética dentro de la educación el sentido se adecúa, pues el objetivo será
no sólo estudiar la belleza y el arte, si no contribuir al desarrollo armónico de la persona a
través de estos elementos en un proceso continuo de formación.
87
La educación estética contempla entonces el valor formativo en un marco del arte y lo
bello, situándose como una práctica educativa más de la pedagogía, una rama que se
encarga de la creación mediante la reflexión, una teoría y práctica como en todo proceso
educativo, vinculando así la vida humana con su naturaleza sensible e intelectual.
En conformidad con lo anterior y habiendo aclarado los conceptos previos, precisaré un
primer concepto de la educación estética: rama de la pedagogía que mediante la reflexión
y práctica genera un vínculo entre la razón y la sensibilidad a través de la experiencia de lo
bello, en donde la libertad es fundamental al establecer un camino de humanización para
la perfección de la persona desarrollando así capacidades, actitudes y hábitos estéticos.
La principal preocupación de la educación estética es “encontrar maneras para desarrollar
una conciencia y una sensibilidad más activa en nuestros estudiantes” (Greene, M.,
2004:18). Al ser educación no escolarización, la educación estética no está limitada por un
aula escolar o por una circunstancia determinada; de hecho una de las grandes ventajas y
posibilidades es que se puede llevar a cualquier lugar y ambiente para contemplar
bellezas naturales o artificiales y así generar un diálogo con el arte.
Pero entonces ¿cuál es la diferencia entre la educación estética y la artística? La
respuesta a este cuestionamiento resulta simple y compleja a la vez, pues a pesar de que
ambas están en el contexto artístico, la educación estética busca, “compromisos
apreciativos, reflexivos, culturales y de participación con las artes” (Greene, M., 2004:16),
en otras palabras, en la educación estética predomina el contacto con las obras que se
presentan para generar un diálogo constructivo que propicie la reflexión e interpretación y
capacite a la persona para tener criterio de elegir la belleza para experimentarla. Lo
importante es el proceso y todo lo que surge en este diálogo.
Por su lado, la educación artística se basa en el crear, su objetivo será desarrollar con
imaginación y creatividad una obra que exprese y transforme aquello que es privado a una
realidad pública, buscando con esto, la formación de competencias, técnicas y
88
experiencias que les permitan exteriorizar sus emociones a través de las distintas
manifestaciones artísticas, tomando en cuenta el resultado.
De este modo, situamos a la educación artística como una parte de la educación estética,
esto infiere que no son contrarias sino complementarias. Tanto la educación artística como
la educación estética comparten la finalidad de educar, formar a la persona a través del
arte; sin embargo, la diferencia radica en los medios que se utilizan para hacerlo. La
educación artística crea arte y a través de ella educa, al lograr el contacto con la belleza.
Mientras que la educación estética cultiva la experiencia estética para que el hombre
aprecie e interprete el arte y la belleza. Es educación a través del arte en donde el arte es
un medio, no un fin.
III.2. La experiencia estética en educación
Un medio importante de conocimiento en el hombre es la experiencia, pues le brinda
contacto directo con el objeto de aprendizaje y genera una construcción de conocimientos,
para ello es preciso que seamos observadores, perceptivos y activos. Cada experiencia es
pauta para futuros pensamientos o comportamientos. Un ejemplo claro es la visita al
médico; la primera vez que tenemos una cita con él, generalmente siendo niños,
experimentamos sentimientos como miedo, incertidumbre y ansiedad; éstos pueden ser
animados por los padres al no tener una buena comunicación con el niño; pero, si el
médico se muestra amable y empático ésta primera experiencia será recibida como
ejemplo para lograr una buena relación con él y el paciente, disminuyendo el miedo a
futuros tratamientos o procedimientos médicos.
Lo mismo sucede con el resto de las experiencias, marcan pautas de comportamiento y
determinan las futuras decisiones así como la respuesta ante las distintas experiencias. La
experiencia estética se fundamenta en la capacidad contemplativa del hombre que parte
de su naturaleza; una buena experiencia estética no sólo permite que una persona
89
aprenda a contemplar la belleza, también permite un diálogo con la obra, establece un
nuevo medio de comunicación interior y exterior para crecer y crear un vínculo
trascendental entre la propia sensibilidad y la razón. El contacto con el arte es
determinante en el aprendizaje y desarrollo de ciertas habilidades y actitudes.
Una experiencia siempre ocurre en un periodo de tiempo, e indiscutiblemente las
condiciones personales y circunstanciales influyen en la interpretación y aprehensión de la
misma, dicho de otro modo, la experiencia estética es individual, subjetiva, única e
irrepetible; por ejemplo, cada vez que veo una obra de arte (aunque sea la misma),
cambia mi percepción de ella y mi experiencia es distinta. Es por ello que al impulsar una
experiencia estética hay que propiciar el ambiente adecuado para que el aprendizaje sea
significativo y se fomenten más experiencias similares, logrando así que el contacto con la
belleza se torne un hábito y una necesidad.
La estética desde una perspectiva de la filosofía de Kant es un juicio que se considera
subjetivo ya que siempre estará referido al sujeto (Kant, I., 1876), tomando como punto de
partida las percepciones sensoriales y racionales. La educación estética busca cultivar la
experiencia estética, aprender a contemplar, a descubrir la belleza y a vivir plenamente
dicho momento. La experiencia estética surge de la capacidad contemplativa que tiene el
ser humano y el modo de vivirlo da pie a una nueva forma de pensar, para vivir y actuar en
armonía con uno mismo y con la realidad circundante.
El hombre por su naturaleza tiende a buscar y crear belleza. El arte, por su parte, está
presente en el mundo, es una realidad y sin embargo, no siempre le otorgamos el valor
que posee. La experiencia estética busca crear una conexión entre el arte, la belleza y la
persona a fin de abrir un diálogo, un canal de comunicación con las distintas
manifestaciones artísticas. “La experiencia estética pone en movimiento las maneras a
través de las cuales vemos, tocamos y somos tocados por las imágenes, las cosas y las
personas” (Farina, C., 2005:6). Existen tantas formas de abordar el arte y la belleza como
estilos y artistas, lo importante es que la experiencia estética sea trascendental
enseñándole a la persona a ver más allá, a buscar la verdadera belleza.
90
La naturaleza humana posee una dimensión racional o intelectual en donde las ideas se
hacen presentes, equilibrándose así con la dimensión sensible, en donde las sensaciones
y emociones guían y hacen placentera la vida; no obstante, encontrar este equilibrio no es
fácil, se debe trabajar constantemente en ello, crear hábitos en los que exista comunión
entre ambas dimensiones humanas. Además, lograr dicha armonía entre las facultades es
una necesidad pues se perfecciona la naturaleza humana en un sentido personal y social.
Como menciona el autor Federico Schiller (Schiller, F., 1981:70) en su libro Cartas sobre
la educación estética del hombre, “si el hombre se deja guiar sólo por el impulso sensible
no es él, suprime su personalidad”. Al tener contacto con el arte se genera un cambio
natural en donde el hombre, guiado sólo por el aspecto sensible, goza de la participación
de la razón. Por el contrario, aquellos hombres que se mantienen en un nivel teórico o
intelectual podrán asociar su sensibilidad en los pensamientos y comportamientos, es
decir, el objetivo es crear un vínculo entre las dos potencias del hombre; permitir que la
inteligencia guie a la voluntad para comprender la belleza. Una experiencia estética real
está guiada por el intelecto pero impulsada por lo sensible para acercarlo a su naturaleza
contemplativa.
La educación estética fomenta un aprendizaje que vincula las sensaciones con la razón;
cambia la manera de ver y vivir las cosas a través de imágenes, discursos o melodías, es
así como “el análisis y la puesta en movimiento de esas imágenes, performances y
discursos del presente puede ser capaz de producir nuevas sensibilidades y maneras de
pensar” (Farina, C., 2005:6).
La forma de hacer efectiva la experiencia estética es a través de la contemplación y la
reflexión sobre lo bello y lo feo. Las distintas percepciones que tengamos sobre las obras
que se presentan en la experiencia estética generan un diálogo activo y reflexivo en el que
se originan momentos de gozo; se interiorizan los sentimientos en un disfrute estético y se
desarrollan operaciones mentales y aspectos cognitivos importantes.
91
En la experiencia estética se ve la forma y no la materia, se hace un intento por ir más allá
de los componentes físicos y acercarse a un estado sublime, es ver el contenido, el fondo
para darle sentido real y “eliminar las limitaciones específicas sin suprimir las cualidades
específicas” (Schiller, F., 1981:119). En consecuencia, lo primero será orientar al
espectador a una armonía natural, mostrando una nueva forma de vivir, percibir y pensar
buscando la belleza.
Elementos como el color, la forma o los sonidos son los matices que marcan las
interpretaciones personales ante el arte y la belleza, de acuerdo a las experiencias
previas. Una experiencia estética puede comenzar con la observación de realidades
comunes y bellas, como objetos de la naturaleza (por ejemplo; un paisaje) que ofrecen
momentos de reflexión e interpretación de la realidad que nos rodea. Como menciona
Maxine Greene (Greene, M., 2004:26) en su obra Variaciones sobre una guitarra azul
“estas experiencias estéticas pueden asociarse con el sentido de nuestras historias
personales, en contraste con los antecedentes a partir de los cuales nos movemos en
presencia de los trabajos artísticos”.
A partir de nuestros aprendizajes personales damos pie a una percepción distinta de la
realidad, cuestionamos, reflexionamos, observamos y expresamos para interiorizar el
conocimiento y aprehender las virtudes de la experiencia estética. “La educación estética
ha de ser cultivada de forma asidua y honda si queremos ensanchar las bases de nuestra
formación humanística” (López Quintás, A., 1993:45).
Fomentar la experiencia estética, brinda herramientas de calidad para discernir y buscar
aquellas realidades bellas con la finalidad de comunicarse y tener contacto con el arte
para escuchar y ver aquello que va más allá del sonido o los colores. También te permite
ejercitar la capacidad de selección, cualidad indispensable para decidir qué objetos,
situaciones o realidades aportan elementos de crecimiento personal y de enriquecimiento;
formando así el criterio para discernir entre lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo y sobre
todo conocer las distintas formas de expresión que se desarrollan gracias a la sensibilidad
estética.
92
El educador puede utilizar objetos sencillos y la espontaneidad de las respuestas para
profundizar sobre una obra, o bien, puede fomentar la interpretación y suscitar un
ambiente que genere emociones determinadas con la intención de acercar al educando al
arte. Este tipo de actividades que originan experiencias estéticas, son más tarde una
herramienta prioritaria para la identificación y educación de los sentimientos. Gracias a la
capacidad de contemplación del ser humano, un acercamiento al arte siempre genera un
diálogo, sin importar la edad; sin embargo, es tarea del educador lograr que de ese
diálogo se profundice y explore el mundo de las emociones. En concreto, el papel del
maestro es orientar dichos momentos de contacto con la belleza únicos e irrepetibles, para
desarrollar competencias, actitudes estéticas y habilidades intelectuales.
El camino para que la educación estética contribuya al desarrollo armónico de la persona,
será fomentar la experiencia estética; y la educación estética, es aquella que fomenta la
contemplación e interpretación de las obras artísticas y la belleza en un marco educativo
para el perfeccionamiento humano.
En resumen, la educación estética de calidad brinda:
1. Contacto con el arte y el acercamiento a la realidad estética circundante para
entenderlo y apreciarlo.
2. Criterio para discernir entre lo bello y lo feo, buscando acercarse a las realidades
bellas.
3. Desarrollo cognitivo y pensamiento crítico para impulsar la creatividad.
4. Ejercicio de la libertad para elegir las experiencias estéticas que participan en el
desarrollo personal.
5. Evocar emociones a través de las percepciones de la belleza natural o artificial
adyacente a la persona y orientarlas para educar la afectividad.
6. Sensibilidad estética para pasar de un estado intelectual a un equilibrio emocional y
racional.
7. Participación activa en la formación de actitudes, habilidades y experiencias
estéticas personales.
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8. Dialogo interno y reflexión.
9. Relaciones interpersonales y socialización.
III.3. Educación estética y educación de la afectividad
En los últimos años, mucho se ha avanzado en el tema de la afectividad, los sentimientos
y las emociones, cobrando importancia y proponiendo alternativas para su desarrollo
desde la infancia. Según Beatriz Quintanilla (2003) la afectividad es el lugar donde habitan
los sentimientos, emociones y pasiones. Se trata de una cualidad del hombre para tomar
las experiencias externas y transformarlas en un aprendizaje personal.
A través de la afectividad una persona se puede relacionar con su medio y manifestar
sentimientos, actitudes y conductas precisas originadas por el sistema nervioso que
controla las respuestas fisiológicas de las emociones. La educación de la afectividad debe
tener el mismo grado de importancia que el desarrollo de habilidades cognitivas o
cualquier otro aspecto de la persona, pues dependiendo de la estimulación que reciba
cada persona en esta área, será la aceptación de la imagen e identidad personal y
aprobación social que recibirán.
Partiendo de la idea de que la afectividad es una “zona intermedia”, como lo dice Beatriz
Quintanilla (2003), entre la razón y la sensibilidad y que se debe considerar aspectos
cognitivos, psicológicos y fisiológicos para su desarrollo; vislumbramos que lograr un
bienestar afectivo no es tarea sencilla, por lo que se debe buscar los mejores medios y
estrategias educativas para conquistarlo. Para considerar que la afectividad de una
persona se encuentra en equilibrio y armonía, es precisa una formación desde la infancia
destinada únicamente a estimular esta esfera de la persona. Dicha formación estará
determinada por las experiencias de agrado o desagrado, vinculadas con la conducta
humana y la realidad psicológica de cada individuo.
Es aquí donde la educación estética entra, pues pretende “orientar la sensibilidad del ser
humano por medio del encuentro con la belleza y el arte, haciéndolo consciente de sus
94
emociones” (Bernal, M.C., 2000:19) relacionándose directamente con la formación de la
afectividad. Así, la educación estética cobra un sentido didáctico al participar como medio
para la educación de la afectividad. Usar las artes como una herramienta permite el
acercamiento con la razón y la sensibilidad para dar claridad a la expresión y descubrir el
mundo.
Cada persona responderá de forma distinta a cada experiencia, tomando como base su
experiencia personal; dicha afirmación constituye una de las necesidades y realidades de
la educación de la afectividad. Es difícil contar con una formación a la medida de cada
persona, ya que algunas técnicas darán resultados específicos para ciertos casos pero no
serán definitivos ni genéricos. La educación estética, por su naturaleza universal podrá dar
respuesta a estas necesidades, modelando las estrategias educativas y dando libertad a
cada persona de construir su propio aprendizaje.
El acercamiento con el arte brinda la oportunidad a la persona de interpretar y dialogar
para enriquecerse en un ambiente de belleza; contribuyendo de manera paulatina a la
formación de la afectividad.
El rol de los padres en el desarrollo integral de un niño es fundamental, darle continuidad a
los aspectos conductuales, refuerza las emociones transmitidas y brinda seguridad para
ser autónomo y libre. Así, aquel niño que use su actividad creativa para forjar su
afectividad ganará libertad y flexibilidad, pues al expresarse libera tensiones (Eisner, W.E.,
2002) y alimenta sus sentimientos. Pero la duda que surge es ¿cómo logramos educar la
afectividad a través del arte? En un principio, las artes no sólo expresan aquello que se ve,
también lo que se siente, formando la sensibilidad y adaptando las conductas al contexto y
cultura que se encuentra. En relación con la adaptación al medio, Elliot Eisner (2002:28)
comenta: “el trabajo en las artes nos permite dejar de mirar por encima del otro y dirigir
nuestra atención hacia el interior, hacia lo que creemos o sentimos”.
La educación estética permite el conocimiento de otras realidades permitiendo ser
empáticos y tolerantes, pero sobretodo permite el descubrimiento de los propios
95
sentimientos y emociones, esto genera madurez en la persona y una confrontación con las
propias normas morales y éticas para actuar respetando las diferencias individuales.
Con el objetivo de encontrar esta zona intermedia, el arte y la belleza generan un
momento de armonía, en el que los sentimientos y la razón se unen para contemplar e
interpretar o bien para crear arte. Este ejercicio de contemplar y crear arte beneficia la
formación de la afectividad pues “la educación estética aporta empatía: te ayuda a pensar
y sentir mejor” (Aspe, V., 1998:11) dando estabilidad emocional. Otra forma de educar la
afectividad a través del arte, será trabajar desde la infancia en la proyección de las
emociones sobre un objeto artístico para comprender e identificar las distintas respuestas
conductuales y sentimientos que se generan en la experiencia estética. Lo anterior podrá
ayudar a mediar las respuestas afectivas ante personas o situaciones sobre las que
anteriormente no se tenía control.
“Las artes invitan a los niños a prestar atención a las características expresivas del
entorno, a los productos de su imaginación y a trabajar un material para que exprese o
suscite una respuesta emocional” (Eisner, W.E., 2002:43) a través de la cual podremos
educar la afectividad y lograr que la persona “maneje sus emociones y se adapte al
entorno y a sí mismo, de forma que viva de un modo integrado en su sociedad, siendo feliz
consigo mismo y siendo capaz de establecer relaciones interpersonales adecuadas”
(Quintanilla, B., 2003).
La educación estética no sólo busca la perfección de una determinada faceta humana, es
decir la dimensión estética; para que sea considerada una educación de calidad ha de
cooperar con los restantes aspectos educativos, como la afectividad, para conseguir de
esta forma un resultado armónico.
96
III.4. Creatividad, imaginación y libertad en la actividad creadora
III.4.1. Imaginación y creatividad
Una sociedad con personas que no imaginan es una sociedad destinada a la vida
estacionaria, sin retos ni dinamismos, sin sueños y definitivamente sin progreso.
Afortunadamente no imaginar no es una condición posible en el hombre. La imaginación
es capaz de “conservar y reproducir contenidos de percepciones de objetos ausentes”
(Kramsky, C., 1997:112) en otras palabras la imaginación nace a partir de imágenes que
se han almacenado en la mente a través de experiencias y percepciones delimitadas por
las características personales y que se guardan en la memoria para ser evocadas al
recordarlas y darles un sentido distinto de acuerdo a las necesidades e intereses del
presente. No poder imaginar implicaría no haber sentido, no haber visto, no haber
escuchado o saboreado nada, implicaría no tener ningún tipo de sentimiento, capacidad
sensible o facultad racional. A pesar de esto el desarrollar la capacidad imaginativa a lo
largo de la vida, depende de cada persona. Así cada quien posee más o menos capacidad
para representar y reproducir imágenes en la mente, como afirma Maxine Greene (2004)
en su obra Variaciones sobre una guitarra azul, hay que aprender a percibir de forma
activa las texturas, movimientos, sonidos, matices del color y todas aquellas cosas que
nos rodean y hacen que el mundo sea más bello para formarnos como seres imaginativos
capaces de hacer síntesis y transformaciones.
La imaginación surge a partir de la acción de los sentidos internos, específicamente de la
memoria pues retoma elementos clave del pasado para crear nuevas imágenes e ideas en
la mente que dan pie a la actividad creadora en una persona. La imaginación, en concreto,
es llevar imágenes del pasado a la conciencia y conjugarlas para establecer nuevas ideas.
“La imaginación constituye una condición absolutamente necesaria para casi toda función
del cerebro” (Vigotsky, L., 2001:22) pues reconstruye momentos e ideas y da pie a la
fantasía.
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Pero imaginar es sólo el primer paso, imaginando no se cambia el mundo, imaginando no
perfeccionamos la realidad; la imaginación es un proceso personal y el medio de
externarlo involucra otro proceso inherente al hombre, la creatividad.
Para definir creatividad es preciso comprender que el concepto surge de la palabra “crear”,
es decir la creatividad es una capacidad humana, innata, que nos permite tomar
elementos de la imaginación para generar un objeto o idea. Éstos deberán partir de una
imagen previa que surge en el intelecto, una idea que resulta de la composición de
diversos elementos conocidos y que permiten al hombre expresar pensamientos,
opiniones y emociones.
Ciertamente aspectos como la experiencia, la cultura, el lenguaje, el sistema sensorial y
racional, son clave para estimular la creatividad, pues a partir de los momentos vividos y la
forma de interiorizarlos, el hombre retoma elementos y los fusiona para dar pie a algo
nuevo haciendo efectiva su creatividad, dejando un legado y transformando la realidad en
la que se encuentra. Gracias a la creatividad el hombre es capaz de recrear imágenes y
objetos que ha conocido en el pasado; a pesar de que no son creaciones en el sentido
estricto de la palabra, pues toma elementos ya conocidos para producir nuevos objetos.
Por ejemplo, un carpintero que busca crear una silla toma elementos de su mente tales
como la idea de madera, el recuerdo de diversas sillas que ha conocido y al final genera
un nuevo concepto que lleva a la práctica. Sin la imaginación y la creatividad, no seríamos
capaces de efectuar este proceso de perfección constante.
En el Diccionario de las Ciencias de la Educación (2003) enumeran cuatro factores que
participan en el proceso creativo:
1. Los sujetos creadores, englobando los rasgos personales que determinan la
sensibilidad y originalidad en un tema.
2. Los procesos psicológicos, para imaginar y llevarlo a la práctica.
3. Los descubrimientos, relacionándolo con la capacidad de solucionar problemas.
98
4. Los ambientes creativos, el contexto y oportunidades que se abren para la
creatividad.
Si bien, la creatividad, es una capacidad humana que debe ser estimulada para su
desarrollo, también se pueden identificar distintos niveles o tipos de creatividad al
momento de llevarse a la práctica. Elliot Eisner (1995) en su libro Educar la visión artística
distingue cuatro tipos generales de creatividad:
Ampliación de límites: capacidad para alcanzar lo posible a través de un objeto
base previamente otorgado. Son aquellas personas que van más allá de lo
impuesto y conciben en la mente un hallazgo.
Invención: la creatividad inventiva permite innovar y generar nuevas realidades,
crea un objeto nuevo llevando las imágenes de la mente a la práctica, a diferencia
de la ampliación de límites.
Ruptura de límites: no aceptar lo aceptado por el resto, romper los límites implica
buscar un hallazgo que sea distinto a lo establecido como verdadero. El hombre
descubre las fallas en las teorías y propone nuevos conceptos para establecer sus
nuevos límites.
Organización estética: buscar armonía y coherencia en los elementos que
conforman un objeto creado. La persona que desarrolla una organización estética
es aquella que busca la unidad y belleza no sólo como creadores, sino también
como espectadores.
Ésta última, será la creatividad que nos concierne en el presente estudio. La organización
estética se hará posible mediante la educación estética; con la correcta guía y orientación
por parte del educador.
La imaginación necesita de la creatividad para hacer un cambio físico y tangible; pero al
mismo tiempo la creatividad necesita este primer paso (la imaginación) para iniciar su
actividad creadora formándose así como capacidades interdependientes, es decir, una no
podrá desarrollarse sin la otra. Ambas necesitan de las experiencias personales para
99
iniciar su proceso; sin embargo, hace falta educarlas y orientarlas con la finalidad de
desarrollar una actitud creativa, en donde se transformen los objetos y espacios en
ámbitos; entendido como una forma de juego y trabajo en donde existen posibilidades de
acción cargadas de sentido (López Quintás, A., 1993). En el arte podremos tener
momentos de encuentro que se interioricen y de los que emane interés por contemplar y
buscar la belleza, intensificando la mirada y sensibilizando la percepción del entorno para
educar la creatividad e imaginación.
A pesar de compartir la misma base para generar ideas, es decir las experiencias y
percepciones personales, la imaginación y creatividad no son iguales. La diferencia radica
en que la imaginación es un proceso mental, es apelar a elementos de los recuerdos y
transformarlos para generar imágenes nuevas que, si no derivan en una actividad
creadora no se puede materializar, aunque sí expresar; en cambio la creatividad será una
capacidad observable gracias a las distintas manifestaciones físicas que conlleva. De tal
forma que la creatividad depende directamente de la imaginación, mientras que una
persona puede imaginar sin hacer uso de la capacidad creativa.
III.4.2. Actividad creadora y libertad
Gracias a la creatividad el hombre ejercita la actividad creadora; facultad que tiene
cualquier persona para orientar sus impresiones, imágenes y emociones adquiridas a
través de la experiencia, para manifestarlas en un objeto concreto.
Tanto la imaginación como la creatividad son operaciones características y exclusivas del
ser humano gracias al sentido interno de la memoria que permite que el hombre tenga
recuerdos y los pueda evocar para crear nuevas ideas junto con la libertad y la acción
creadora para dar pie a objetos nuevos (Kramsky, C., 1997). Por lo anterior podemos decir
que la creatividad es una característica inmanente al hombre, es decir, nace de él y
100
culmina en su propia acción; por lo tanto “todo individuo es esencialmente creador”
(Venegas, A., 2002:31).
El tipo de experiencias que tenemos determina la forma de conocer el mundo, influyendo
en las distintas percepciones que cada ser humano forma sobre los objetos, situaciones,
personas o ideas, mismas que se guardan en la memoria y se traen al presente para crear
nuevas ideas. Por ejemplo, si la experiencia con las matemáticas ha sido siempre positiva
en todos los sentidos y ambientes de aprendizaje, podré asegurar que el miedo o estrés
que las operaciones numéricas causan será nulo pues no ha sido percibido como un
evento negativo, por lo tanto mi memoria no ha guardado recuerdos traumáticos o de alto
impacto. Entonces, la próxima vez que se me presente una operación o sea necesario que
cree un objeto que necesita mediciones matemáticas, la disposición y creatividad será rica
por las imágenes y recuerdos positivos que evoca. De este modo, reforzamos la idea que
se ha expuesto anteriormente sobre la necesidad constante de guiar u orientar las
experiencias del ser humano para generar un aprendizaje y desarrollo personal, como dice
Vigotsky en su obra La imaginación y el arte en la infancia (Vigotsky, L., 2001:20), “cuanto
más vea, oiga, experimente, cuanto más aprenda y asimile, cuantos más elementos reales
disponga en su experiencia el niño, tanto más considerable y productiva será, a igualdad
de las restantes circunstancias, la actividad de su imaginación”.
Toda actividad creadora inicia con la construcción de una idea, en otras palabras, no hay
actividad creadora que inicie si no se tiene una idea previa que sustente la acción. Dicha
idea funge al mismo tiempo como la motivación para que el hombre dirija sus esfuerzos
hacia una acción específica. Ambos factores el emocional y el intelectual, resultan por
igual necesarios para la actividad creadora (Vigotsky, L., 2001). Esta idea inicial surge
gracias a la experiencia, la libertad, las percepciones, el intelecto y los sentidos internos de
cada individuo, sin embargo, un elemento esencial que forma parte de esta actividad es la
voluntad, en específico las emociones siendo éstas imprescindibles al dar un contexto y
sentido a cada creación, desarrollando la capacidad expresiva en donde se estimula la
imaginación para “dotar de sentimientos a las formas” (Eisner, W.E., 2002:43).
101
La capacidad sensible del ser humano permite que desde la infancia se conozca el mundo
de cierta manera, haciendo discriminación de estímulos y atendiendo a aquellos que
nuestro intelecto y voluntad señalen como predominantes. De esta manera las emociones
dirigen la atención hacia las experiencias que nos permiten construir cierta percepción del
mundo tomando en cuenta factores internos y externos. En la actividad creadora las
emociones dirigen nuestra acción aportando a la creación un sello personal que lo
distingue del resto; los sentimientos que se experimentan en la actividad creadora
determinan el resultado final pues una obra emana sentimientos al ser dinámica, real y
sensible.
La libertad es otro elemento que influye notoriamente en la actividad creadora,
participando como factor decisivo que impulsa al hombre a decidir qué hacer ante una idea
y hacia dónde dirigirla. La libertad en la actividad creadora constituye un
perfeccionamiento cíclico, pues a través de ella una persona es capaz de elegir y dirigirse
a ciertos elementos y características para producir un objeto o idea, pero al mismo tiempo
estas decisiones favorecen el ejercicio de la misma libertad responsable, pues al decidir se
hace uso de la inteligencia y voluntad para discriminar y seleccionar las experiencias
significativas que serán base de las futuras creaciones. Hacer uso de la libertad durante el
proceso de creación es un hecho inevitable pues el no hacerlo implicaría no decidir y por
lo tanto no crear.
En la educación estética, educar la libertad será una tarea en la que se deberá mediar
entre las normas que definen una obra como bella, como los sonidos que llevan a la trama
de una buena melodía y siguen una secuencia, pero con la libertad de expresar
nítidamente el sentimiento y la interpretación de la pieza. Esa libertad interior no debe ser
corrompida, es una libertad en donde los prejuicios y predisposiciones deben quedar fuera
para ser autónomos al elegir, al opinar o al crear materiales para confeccionar una obra de
arte, con ello “ganan libertad interior y seguridad en sí mismos cuando aceptan como
impulso de su obrar una realidad que en principio les era distinta, externa y extraña y se
ha convertido en íntima sin dejar de ser distinta” (López Quintás, A., 1993:34).
102
Todo cambio en el ambiente se interioriza y genera un impacto en la persona, que al
mismo tiempo se refleja en las operaciones que realiza. Educar la libertad implica
considerar las consecuencias y ser responsables de las decisiones que se hacen. En el
arte esto involucra las interpretaciones y expresiones individuales, favoreciendo la
humanización y desarrollo personal.
A pesar de parecer una acción simple, generar un objeto o idea es una actividad compleja
en la que participan todos los elementos y facultades inherentes al hombre. Todos ellos
unidos para trabajar vinculados y dependiendo del resto, pues no puede haber una
actividad creadora con libertad sin la participación del intelecto, ni experiencias en las que
no haya participado las percepciones, o bien, no existe imaginación sin emoción; es así
como el ser humano es una unidad dinámica en donde la comunicación entre sus partes
es la esencia del funcionamiento del todo, perfeccionando así la realidad.
III.4.3. Los niños, la creatividad y la fantasía:
“A cada periodo infantil corresponde su propia acción” (Vigotsky, L., 2001:17). Durante la
infancia los espacios de ocio y creación son impulsados en los diferentes ambientes en los
que se desarrolla un niño, si bien la escuela propicia momentos y circunstancias de
creación artística en donde se da pie a dejar volar la creatividad, también en un entorno
cotidiano, como el hogar, existen ambientes que permiten acercarse a la creación y
fomentan la imaginación del niño a través de experiencias y situaciones rutinarias.
Lo que un niño aprende del medio, estará influenciado por la cultura y la manera de
explorar el mundo para construir sus propios conceptos y aprendizajes. Así las imágenes
que el niño adquiera por la experiencia y percepciones serán base para la imaginación.
Mucho se dice sobre la gran imaginación de los niños y cómo ésta supera la del adulto por
la capacidad creativa que tienen. La realidad es, que la imaginación va ligada
103
directamente al número y tipo de experiencias que se han tenido; siguiendo esta idea, es
importante resaltar que una persona con más experiencia tendrá más imaginación pues ha
conocido más elementos y tiene más recuerdos que le permiten generar ideas diversas y
nuevas en su mente. Por lo tanto, un adulto por el simple hecho de tener más edad, tiene
más experiencias y goza de una imaginación mayor; sin embargo, será una persona que
quizá no refleje la riqueza de sus ideas, esto debido a que en el adulto el intelecto cobra
más fuerza y el absurdo no cobra sentido y es descartado como alternativa, mientras que,
durante la infancia aún se piensa en las posibilidades absurdas; y la fantasía, como parte
de la imaginación, juega un papel importante. Esa es la razón por la que un niño parece
jugar más con los elementos que conoce y manifestarlos libremente y el adulto se limita a
soluciones anticipadas que darán resultado sin ser absurdas o fantasiosas. No es que el
niño tenga más imaginación, sino que durante la infancia se da vuelo a la fantasía y
creamos situaciones y objetos a partir de lo que conocemos como forma de relacionarnos
y explorar la realidad circundante.
La fantasía se encuentra por lo tanto estrechamente ligada a la imaginación, pues a mayor
experiencia mayor imaginación y entonces mayores elementos para la fantasía. El
concepto de fantasía se relaciona con la “representación de algo inexistente” tomando
nuevamente objetos de la experiencia, constituyéndose como un aspecto de la actividad
creadora en donde los límites de la imaginación sobrepasan la realidad.
La importancia de la fantasía en el contexto del presente estudio, radica en la relación tan
estrecha con las emociones de una persona, pues al escuchar un relato y dejar que las
imágenes den vida en la mente (fantasear), experimentamos sentimientos reales. Lo
mismo sucede con las obras de arte, si profundizamos en ellas y las interiorizamos
producen sentimientos reales. La diferencia radica en que en el arte, generalmente surgen
a partir de un objeto real; mientras que los sentimientos que evoca la fantasía parten de
imágenes en la mente y recuerdos de experiencias no tangibles.
Durante la infancia los niños absorben muchas de las experiencias que se les presentan
pues será la manera de adquirir conocimientos que les permitan desenvolverse en el
104
mundo. Podemos estar seguros que su afán de fantasear refleja la capacidad de
imaginación que poseen, igual que en la actividad lúdica (Vigotsky, L., 2001); reflejando
así la gran necesidad que tienen de ser innovadores y originales.
III.4.4. Imaginación y creatividad en la educación estética
Entrando en el tema que nos compete en este estudio, el arte es un excelente medio para
que una persona, a través de una experiencia estética, fomente su creatividad y guarde
imágenes significativas, imágenes que ha hecho consientes y están relacionadas a
emociones personales para que en un futuro las utilice como base para la construcción de
su entorno y la perfección de su realidad. El arte permite sensibilizarnos y fomentar la
creatividad para educarla y no entregarse a actitudes extremistas (López Quintás, A.,
1993).
En la educación estética, la creatividad puede ser concebida como un momento de dar luz
a algo nuevo, de generar un objeto que represente y exprese lo que hay en el interior de la
persona, conectando emoción y razón en el cual la persona “se realiza a la luz que él
mismo alumbra” (López Quintás, A.,1993:76). Todo ser humano puede generar una
realidad estética, pero habrá que hacer una clara distinción: toda obra de arte es producto
de la creatividad, pero no todas las obras creativas son arte. Esto se debe a que no todo lo
que crea el hombre cumple con las características de un objeto considerado estético, sin
embargo sigue siendo una creación humana producto de la creatividad.
La educación estética, desarrolla a la persona en sus manifestaciones creativas y
acercamientos con el arte para que desarrolle su capacidad interpretativa y creativa. En la
educación estética, es preciso educar la creatividad pues de lo contrario ésta sería una
simple acción mecánica de producción en masa, dejando de lado la creación artesanal o
individual de cada obra; sin buscar la belleza o la expresión de los sentimientos, sería
como una máquina en donde la producción es más importante que la confección. Para la
105
educación estética el proceso de creación e interpretación del arte es más importante que
el resultado ya que es ahí donde se desarrollan las operaciones mentales y se fortalece la
dimensión estética de la persona.
Un acercamiento con el arte siempre abre las posibilidades de ver y entender la realidad
próxima a través de una ventana distinta, cambia percepciones, permite aprehender
elementos de comunicación básicos para el desarrollo personal y transformación del
entorno. Dichos acercamientos no sólo ocurren en una institución educativa, son
acercamientos con la naturaleza o incluso con una manifestación artística; significa estar
en contacto con la belleza para que las imágenes perduren en la mente y la creatividad se
oriente a generar objetos e ideas con la misma cualidad.
Como refuerza Elliot Eisner (2002:21) “las artes nos ofrecen una especie de licencia para
profundizar en la experiencia cualitativa de una manera especialmente concentrada y
participar en la exploración constructiva de lo que pueda engendrar el proceso
imaginativo”. En este sentido, podemos afirmar que al acercarse al arte, la mente se libera
de las limitaciones físicas o emocionales, está abierta a los conocimientos y experiencias,
observando y percibiendo para explorar ambientes desconocidos que le permitan imaginar
grandes proyectos o deseos a partir de formas concretas con la finalidad de alimentar el
deseo de perfeccionar su entorno. Como consecuencia, grandes cambios serán posibles
gracias al desarrollo de la imaginación que se ha fomentado en el contacto con las artes.
El camino formal de hacer posible que la imaginación y creatividad se cultiven a través de
las artes es la educación estética, pues fomenta y orienta las experiencias artísticas para
encontrar un sentido en el arte y dejar que el hombre, a través de la intuición, aprecie las
obras que se le presentan, pues cultivar la intuición también es una de las grandes
aportaciones que hacen las artes a la formación de la mente humana (Arnheim, R., 1993).
106
CAPÍTULO IV
EL ARTE EN LA INFANCIA
IV.1. Definición de arte
El hombre tiene diferentes tipos de actividad a través de los cuales sobrevive y satisface
sus necesidades, estas actividades son: la utilitaria, la científica y la artística (Ros, N.,
2004). La primera se refiere a aquella actividad de la persona a través de la cual obtiene
bienes y es capaz de sobrevivir, una actividad que le es útil para la producción y
subsistencia. Existe también la necesidad humana del saber, conocer y experimentar
mediante la actividad científica para idear soluciones a distintos problemas y apegarse a
normas. Por último, el hombre requiere la actividad artística que integra las actividades
anteriores para satisfacer la necesidad de comunicar el mundo interior intelectual y
sensitivo a través de una destreza creadora.
No obstante, definir el arte es complejo por la subjetividad que involucra25. Muchos han
sido los esfuerzos por delimitar el concepto de arte y muchos han sido los autores que
defienden las concepciones y relaciones del arte a través del tiempo. Resultado de esta
diversidad de posturas, el arte puede ser concebido desde perspectivas distintas, algunas
de ellas son:
Arte como medio de expresión
Para muchos las obras de arte constituyen un lenguaje vivo, consideradas como una
forma de expresar las emociones y pensamientos de una persona. Desde esta
perspectiva, el artista lo que busca es dejar claro su interior, crear una obra que exprese lo
que es y por tanto lo que ha vivido, un artista busca entonces un nuevo medio de
comunicación con el espectador que vaya más allá de las palabras, un medio de
25 Definir arte es subjetivo pues las distintas concepciones y percepciones de belleza y de si una obra es o no arte, en ocasiones caen en las interpretaciones personales y no en la realidad misma.
107
comunicación que llegue a lo más profundo de la persona y comunique no sólo las ideas,
también las emociones; estableciendo una de las formas más profundas de comunicación
humana.
El artista expresa lo más íntimo de su ser, se pone al desnudo ante el espectador para
mostrar lo más profundo, para comunicar y ser escuchado; todo esto partiendo de la
realidad y de las experiencias personales. El arte es concebido como un reflejo, y en
ocasiones proyección del artista, siendo así el medio para expresar y ser “un espejo
viviente donde se reflejan todos los sentimientos y todas las pasiones” (Chávez, M.A.,
2004: 17) buscando colores, formas o notas para transmitir las ideas y pensamientos del
artista.
El arte es uno de los mejores medios que tiene el hombre para comunicar sus ideas y
sentimientos, pues es posible darle vida a los objetos desahogando las pasiones,
otorgando al artista la libertad de modelar y confeccionar las cosas a su manera,
imprimiendo parte de su personalidad.
Arte como una habilidad técnica
Para esta concepción, un artista es aquel que, por ejemplo, sabe pintar o bailar de forma
técnica. Poseer y desarrollar habilidades técnicas para crear arte no es una tarea fácil,
para muchos el arte consiste en tener la destreza de producir imágenes, piezas musicales
o incluso poesía que despierte al alma y mantenga la armonía de los elementos. En
muchas ocasiones esta perspectiva puede ser puesta en un segundo plano, pensando que
si se tiene el sentimiento y la pasión para crear, la técnica se dará sola; sin embargo,
lograr una habilidad artística es una tarea que conlleva tiempo, esfuerzo y dedicación.
Imaginemos una obra de Leonardo Da Vinci26 sin el conocimiento de las proporciones o el
26 Leonardo Da Vinci fue una de las mejores mentes de todos los tiempos. Nacido en Italia en 1452 artista y científico reconocido por sus estudios del cuerpo humano, antropología, astrología y geografía hizo grandes aportaciones al mundo del conocimiento. Algunas de sus obras artísticas más importantes son la Mona Lisa, La última cena y La Virgen de las rocas (University Of California Museum Of Paleontology, febrero 12 de 2012)
108
manejo de los ángulos, o bien la obra “Las meninas” de Diego Velázquez27 sin el sentido
de la perspectiva. No obstante, definir el arte como mera habilidad técnica incluiría
cualquier oficio o actividad que requiera esfuerzo manual.
El desarrollo de esta destreza forja artistas con excelentes prácticas y dominio de las
formas que les ayudarán a crear arte, permitiéndoles plasmar lo que ven, escuchan o
imaginan creando un espacio de belleza. Se trata de conocer los lineamientos para
experimentar el arte como una práctica constante, considerar el arte como una habilidad
técnica significa centrarse en la capacidad para buscar armonía, a través de la pintura, la
literatura, la música, etc.
Arte como reflejo de la sociedad
Un artista crea a partir de su imaginación y creatividad, que se han cimentado en las
experiencias personales, mismas que se han delimitado por los eventos sociales y
culturales, por tanto toda obra de arte trasluce la realidad del entorno. La historia del arte
antes de ser arte es historia. Concebir al arte como reflejo de la sociedad nos puede dar
una clara idea de las revoluciones, tendencias, modas, ideologías y políticas que se viven.
Una manifestación clara que refuerza la idea de que el arte es reflejo vivo de la sociedad,
se revela en las primeras civilizaciones, con los hombres prehistóricos en donde las
pinturas rupestres nos han dejado conocer, a lo largo del tiempo, las costumbres e
ideologías; lo mismo sucede con cualquier época, cambio histórico o movimiento social.
Por ello el arte es considerado una fuente histórica.
Una obra de arte siempre estará delimitada por el contexto en el que se desarrolló, será
una ventana al pasado para evaluar las condiciones e ideologías en las que fue creada y
comprender a través de ella una parte de la civilización cambiante (Eisner, W.E., 1995). El
arte según aquellos que defienden esta perspectiva es la construcción que una persona
27 El pintor español Diego Velazquez nace en el año 1599 y participa como pintor de la corte del rey Felipe IV, su obra consiste en pintar retratos del Rey y de su familia. Su trabajo artístico sirvió como modelo para la corriente del impresionismo al ser reconocido por el uso de la perspectiva y la luz (Velázquez, febrero 12 de 2012). Entre sus obras más conocidas se encuentran Las meninas o La familia de Felipe IV, Las hilanderas y La crucifixión.
109
hace de su entorno y la obra que se ha creado, es el producto de la cultura, la sociedad y
la historia.
Arte como actividad espiritual
Aquellos que definen el arte como una actividad espiritual aciertan al considerarlo una
tarea exclusiva del hombre, siendo el único ser que comparte la sensibilidad y la razón
para generar belleza. El arte es algo creado por el hombre esencialmente para el hombre
por sus cualidades y capacidades, pues es capaz de llegar a lo más profundo y formarse a
partir de las experiencias personales.
El arte es un medio para cultivar el espíritu al aprehender la esencia del objeto y los
aspectos sensibles que lo rodean. Entonces, al crear arte se expresa la vida interior, se
cultiva el hombre pues “tiene la virtud de remover al alma en sus más íntimas
profundidades” (Chávez, M.A., 2004: 17) expresando no sólo lo que se ve, sino lo que se
siente.
Arte como medio para el desarrollo cognitivo
Hasta ahora, las distintas percepciones del arte se orientan más al lado afectivo y sensible
de la persona, sin considerar los elementos y caracteres cognitivos involucrados tanto en
la creación como en la apreciación del arte. Esta concepción destaca el efecto que tiene
sobre las capacidades cognitivas de la persona al ser una actividad que involucra
procesos intelectuales y formas distintas de pensamiento. La idea a defender en este
enfoque es que el arte funciona como un medio a través del cual una persona puede
desarrollar capacidades como la creatividad, imaginación, memoria, análisis, síntesis,
percepción, resolución de problemas, etc.
Ciertamente la actividad creadora involucra múltiples procesos cognitivos que se
desarrollan con la práctica y técnica artística. Como fundamenta Elliot Eisner (2002) “las
tareas que plantean las artes – como observar sutilezas entre las relaciones cualitativas,
concebir posibilidades imaginativas, obtener los significados metafóricos que muestran las
obras, aprovechar oportunidades imprevistas en el curso del propio trabajo – exigen unos
110
modos complejos de pensamiento cognitivo” mismos que se desarrollan a través de la
práctica y creación artística.
Las distintas concepciones de arte no son excluyentes, es decir, el arte es un medio de
expresión personal, pero al mismo tiempo refleja la realidad de las sociedades; busca
atender a la sensibilidad humana y definitivamente desarrolla las capacidades cognitivas
de la persona, siendo punto de partida para la educación estética. Los enfoques de arte
que se presentaron son complementarios, por lo que depende del objetivo con en el que
se estudie que prevalezca uno u otro elemento sin degradar al resto. Todos ellos
contribuyen a crear una idea completa de arte pues clasificarlo en una sola perspectiva
sería limitar sus alcances y dejar de lado las implicaciones espirituales, sociales,
intelectuales y expresivas que tiene.
Un aspecto, que estas perspectivas antes expuestas comparten, es la consideración del
arte como un medio fundamental de expresión humana, pues crea un vínculo entre el
intelecto y la sensibilidad al tomar símbolos y disponerlos como forma de comunicación.
La esencia del arte es comunicar y como tal se convierte en un lenguaje vivo
fundamentado en la realidad social. El arte como lenguaje es un elemento social prioritario
en el proceso de aprendizaje ya que a través de éste “el pensamiento individual se apropia
de la cultura del grupo humano al que se pertenece y la acrecienta” (Ros, N., 2004:3).
Tomar aquello que cada perspectiva defiende sobre el arte, nos ayuda a crear una
definición completa e integral en donde cada aspecto es imprescindible. No obstante, en
un intento de profundizar en el sentido conceptual del arte, podríamos decir que en
esencia arte es una actividad humana expresiva que transforma la realidad siendo
susceptible de un juicio estético28. El arte es una condición necesaria en la vida humana
para encontrar congruencia entre la sensibilidad, racionalidad y como herramienta para
afrontar los cambios personales o sociales.
28 El juicio estético parte del gusto estético personal y como tal está condicionado por la subjetividad de la persona que aprecia e interpreta una obra de arte.
111
Muchos movimientos sociales e ideológicos han impactado la concepción de arte a través
de la historia; y a su vez cada uno de estos enfoques genera corrientes o teorías que
marcan el rumbo de la educación estética y artística (Diccionario de las Ciencias de la
Educación, 2003). En todos los momentos históricos se han creado obras de arte,
plasmando las distintas convicciones que los artistas adoptan, y al mismo tiempo
compartiendo la esencia de expresar en muchos casos, la belleza.
El arte surge del hombre y de sus pensamientos, y como tal evoluciona a través del
tiempo, definitivamente las nociones y estándares de arte han cambiado y lo seguirán
haciendo. Comunicar y ser un espejo de la realidad es la tarea, que el arte, seguirá
desempeñando en la historia, para narrar acontecimientos y plasmar los progresos
humanos. El arte es dinámico y permanente; reflejo de las libertades y creencias del
artista.
Sin embargo, no debemos encasillar al arte como un medio de expresión sólo para el
artista, quien decide qué quiere comunicar y reflejar, se trata también de encontrar al arte
como un medio de expresión para el espectador, aquel que al observar o contemplar una
obra siente, interpreta y establece un diálogo con ésta. El arte es completamente subjetivo
en su interpretación, pues depende de los intereses y decisiones de cada persona, así que
cuando hablamos de arte como reflejo de la realidad, nos referimos al reflejo que se
establece a través de los ojos del artista o del espectador.
Una creación artística suscita emociones en otros, transmite y hace sentir, logra armonía y
experiencias estéticas por ello será fundamental para la educación estética, tomar en
cuenta la interpretación de la persona que tiene contacto con la obra. A pesar de esto,
debe quedar claro que el juicio de una obra de arte no determina el grado de belleza,
equilibrio o habilidad artística, pues el espectador emite juicios basados en su experiencia,
conocimientos y perspectivas establecidas, dando lugar a un juicio estético subjetivo.
Elliot Eisner (2002:27) asegura en su libro El arte y la creación de la mente, que el arte
debe ser algo vivo, un objeto o movimiento que transforma y perfecciona la realidad; “el
112
arte es un modo de experiencia humana que, en principio, se puede obtener siempre que
una persona interacciona con algún aspecto del mundo”.
Un aspecto fundamental que ha determinado, durante mucho tiempo, que un objeto se
considere arte, es la belleza, pero llegar a definir el término belleza es algo complejo por el
grado de abstracción que requiere y la cantidad de elementos que involucra, se trata de
definir algo que para muchos es considerado un aspecto subjetivo. Referirse a un objeto
bello es hablar de una cualidad o virtud, la belleza se percibe no sólo desde el aspecto
sensitivo mediante el cual vemos, sentimos y escuchamos; participa también el intelecto
para que la sensación recibida sea una percepción y se pueda juzgar como bella. En este
proceso tanto el desarrollo cognitivo como el sensorial se acompañan, son
interdependientes e imprescindibles.
La capacidad receptora en el hombre permite abrir canales de comunicación y percepción
a través de los cuales se aprecia la belleza permitiendo una transición del sentir al pensar
(Schiller, F., 1981), encontrando un equilibrio de los elementos, en un juego constante que
no se basa sólo en una realidad. En este equilibrio, se encuentra impresa la esencia de la
belleza, sin discriminar la forma de una realidad viva, pues como dice Federico Schiller
(Schiller, F., 1981: 88) “Únicamente cuando vive su forma29 en nuestra sensación y su vida
adquiere forma en nuestro entendimiento es él forma viva” determinando así un objeto
como bello. Simplificando, la belleza tiene lugar a través del choque de los impulsos de la
razón y sensación, de vida y forma, acompañado de la libertad para orientarse a la verdad
y la perfección, devolviendo al hombre un estado de entereza y gozo.
A pesar de los múltiples debates que se han suscitado alrededor del arte, la belleza y su
conceptualización; no se puede negar que enseñar con arte es una condición necesaria en
la vida del hombre para encontrar congruencia entre la sensibilidad y el intelecto, para
comprender mejor a la sociedad y como herramienta valiosa para expresar el interior de
una persona. El arte es una herramienta educativa que permite lograr un aprendizaje
29 Para Federico Schiller una forma es aquello que comprende todas las cualidades formales de las cosas y todas las relaciones de las mismas con las facultades de pensamiento, relaciona la forma viva con la belleza. Un objeto bello es aquello que combina la forma con la vida para impregnarse en otro (Schiller, 1981:80).
113
significativo en el que el alumno interpreta y realiza importantes operaciones mentales
durante el proceso. Es una herramienta universal e interdisciplinaria que permite tener una
experiencia estética completa y trascendente.
IV.2. Arte en la infancia
“La relación entre el arte y educación es trascendental en todas las etapas de la vida; apoya la formación de personas sensibles y conscientes de sus propios valores y de su entorno, actitudes que de algún modo benefician a la sociedad toda y contribuyen a evitar la deshumanización” (Venegas, A., 2002:60).
El objetivo de la infancia es conocer el mundo y desarrollarse, para en un futuro, adquirir
competencias que le permitan al niño desenvolverse en la vida y lograr metas que lo lleven
a la mejora continua. Para lograrlo es fundamental que se dé una educación completa,
que integre conocimientos, habilidades y aptitudes que le ayuden a sobresalir durante toda
la vida en un ciclo continuo; y por supuesto, las artes no pueden quedar de lado cuando
se trata de educar de forma integral.
Como ya vimos, el arte es un medio de expresión en el que la persona muestra los
sentimientos que experimenta, es una forma de comunicarse y entablar un diálogo para
dar a conocer aquellas condiciones internas y externas en las que se encuentra. El arte es
una herramienta que cultiva el espíritu y refleja la realidad de la persona; cultiva la
sensibilidad y la une con la razón.
En ocasiones, ni el vocabulario ni las experiencias durante la infancia son suficientes para
poder identificar sentimientos complejos como la esperanza, felicidad, angustia o miedo.
Los niños se limitan a sentir y a expresar de la mejor manera posible sus pensamientos,
muchas veces sin saber nombrarlos. Al expresarnos con palabras muchas veces
experimentamos un sentimiento de incomodidad al dejar en descubierto nuestro sentir,
asimismo el niño de la tercera infancia no ha desarrollado una capacidad de comunicación
tal que le permita abrirse y nombrar aquel sentimiento de forma precisa. El hombre por su
114
naturaleza sensible, experimenta un sinfín de emociones que muchas veces es más fácil
compartir por medios distintos a las palabras. Un ejemplo claro es aquel niño o incluso un
adulto que plasma en un dibujo sus preocupaciones y que asigna diferentes colores y
formas para expresarse; quizá no pueda definir o conceptualizar lo que experimenta, pero
a través del arte puede exponerlo.
Comunicarse es una necesidad intrínseca del ser humano, y desde los primeros años el
arte se ha forjado como un lenguaje universal en el que no hace falta conocer de idiomas,
sino interpretar realidades. Todo esto inicia desde pequeños pues el arte desahoga las
pasiones dando lugar al contacto del artista con el espectador; un niño a pesar de no tener
criterio ni experiencia suficiente para emitir un juicio sobre una obra, es capaz de crear
arte de acuerdo a sus capacidades y necesidades.
En los primeros años de desarrollo, el arte adquiere un sentido importante no sólo como
medio de comunicación o lenguaje para los niños, también resulta ser un excelente medio
para descubrir el mundo y acercarse a él. La curiosidad característica de esta etapa
permite que conozcan la cultura y el modo en la que opera (Gardner, H., 1994) esto para
hacer descubrimientos importantes en su desarrollo.
“Los niños construyen su aprendizaje investigando, descubriendo, experimentando y
adquiriendo experiencias con los materiales; después expresan sus percepciones, ideas y
creatividad” (Venegas, A., 2002:33). La exploración como medio de aprendizaje en el niño
es fundamental, permite reconocer la realidad y el mundo en el que se encuentra y esto
debe ser a través de todos los canales sensoriales posibles, lo que lleva a la aprehensión
y construcción de cualidades que varían en color, forma o sonidos, pudiendo entonces
acercarse al arte. Estar en contacto con las diferentes manifestaciones artísticas abre
distintas posibilidades para el niño pues se aprende a través de diversos estímulos y forma
su propia percepción del mundo.
Mediante las experiencias artísticas y estéticas un niño se acerca a la belleza y a la
armonía, experimenta el equilibrio y guarda en su memoria ideas, imágenes y emociones
que más tarde serán la base de su imaginación, por ello será crucial que el acercamiento
115
del niño con el arte esté presente en las diferentes etapas de la vida y en los ambientes de
educación formal e informal. Me refiero a los ámbitos educativos formales e informales ya
que será fácil pensar que la escuela debe impartir una materia relacionada con el tema de
desarrollo artístico; sin embargo, el autor Howard Gardner (1994) sostiene que “una gran
porción del dibujo se produce fuera de un marco escolar cuando los estudiantes exploran
el medio del dibujo por sí mismos y examinan también las obras hechas en su medida”, lo
que quiere decir que el contacto con el arte debe ser desde distintas vías, estando
presente tanto en ambientes escolares como en ambientes informales ricos en estímulos
visuales y auditivos.
Específicamente en la primera etapa del desarrollo infantil (0 a 4 años), los niños
distinguen las obras de arte por los colores y formas básicas, como espectadores buscan
aquellos objetos que hayan conocido y que puedan relacionar con su realidad como su
familia o actividades cotidianas. Como creadores, comenzarán con el control motor a
través de figuras como círculos, cuadrados, triángulos y la composición simple de éstos. Al
inicio, la orientación y movimiento de los trazos será inconsistente, determinado por la
motricidad y otros aspectos físicos, ni sus obras ni sus percepciones tendrán conformidad
con las apariencias reales; sin embargo estarán construyendo un diálogo ligado a su
experiencia sensorial en el que indudablemente imprimirán un sello personal de acuerdo al
estado de ánimo.
En la segunda etapa del desarrollo (4 a 7 años), se construye un pensamiento
representativo en el cual se usan las imágenes de la mente para referirse a aspectos
particulares de su vida, tienden a imitar para aprender y su actitud egocéntrica limita las
percepciones a un sólo punto de vista. Si en esta segunda etapa de la infancia no se
estimula la sensibilidad y se enfocan las energías a las actividades escolares y rutinarias,
el interés hacia el arte disminuirá, las experiencias estéticas serán menos y el desarrollo
de la sensibilidad estará trunco. Al mostrar interés por los dibujos de los niños, el arte deja
de ser sólo un juego para convertirse en una manifestación y medio de comunicación
profundo.
116
Una de las principales características de los niños en la segunda infancia es buscar una
relación más empírica con la realidad, para ellos es importante hacer obras de arte que se
asemejen a la realidad para encontrar congruencia y poder expresar lo que ven, sienten y
escuchan. Entre los 4 y 7 años de edad, los aspectos como el color o las formas básicas
dejan de ser prioritarias para dar pie a la expresión de aquello que ven y sienten.
Como ya se explicó antes, la vida mental de los niños está íntimamente ligada a su
experiencia sensorial (Arnheim, R., 2002), en la tercera etapa de desarrollo (7 a 12 años)
la capacidad lógica y la necesidad de adaptación social juegan un papel importante en la
vida del niño, el acercamiento con el arte es un estímulo estético que orienta las
experiencias sensibles hacia manifestaciones realistas, que identifican parte de su
personalidad logrando un mayor control físico y emocional para transformar la realidad.
Poco a poco el desarrollo evolutivo orienta los pensamientos e intereses hacia la
racionalidad dejando de lado la sensibilidad. El arte permite que en la última etapa de la
infancia los niños comiencen a referir los aspectos emocionales y sensibles de la
interpretación, percepción y producción de arte para hablar en términos de facultades
expresivas (Venegas, 2002).
El objetivo de enseñar arte en la infancia es presentarles la belleza y la armonía en el arte,
para que ellos de forma autónoma la identifiquen, gocen y orienten sus futuras
experiencias hacia actividades artísticas creando un equilibrio entre la razón y la emoción.
Así como es esencial educar la percepción y brindar educación estética, se debe cuidar
los elementos que se le presentan pues de no considerar el nivel de pensamiento, la
situación socio cultural y económica de un niño o el tipo de experiencias a las que pudo
estar expuesto, el acercamiento con el arte puede ser un evento frustrante vacunándolo y
alejándolo. La persona encargada de esta labor debe ser un profesional que no sólo
conozca de arte y de educación estética, sino que conozca la etapa infantil y la situación
de los alumnos. El educador estético tiene la labor de orientar y extraer lo mejor del niño
sin imponer o juzgar las manifestaciones artísticas. Un ejemplo de esto es la pedagogía
hospitalaria, en donde el profesional que esté en contacto directo con el niño debe
117
comprender su situación de enfermedad y las características personales del niño, además
de identificar los cambios anímicos y adaptar las herramientas y estrategias a su realidad
con la finalidad de que el aprendizaje dentro del hospital sea significativo.
De acuerdo con Vigotsky, (2001:17) “a cada periodo infantil corresponde su propia
creación” y por ello se debe diferenciar las etapas de la niñez y las características
personales de cada una. Una educación estética y artística de calidad propone estrategias
pedagógicas y didácticas diseñadas y pensadas para cada grupo de edad, en donde la
apreciación y acercamiento al arte debe ser guiado y no impuesto para no alterar o
modificar las percepciones personales.
“En las artes, existen niveles de desarrollo, así como grados de pericia, y éstos deberían
formar un telón de fondo para cualquier régimen educativo” (Gardner, H., 1994:79). El
acercamiento con el arte crea en la mente una estructura base, funciona como una
plantilla fija y cada aprendizaje estará plasmado en esta plantilla impresa en nuestra
mente, dándonos una perspectiva y un modo de actuar distinto.
Ya hemos hablado del desarrollo de la sensibilidad a través de las artes; no obstante, al
producir o percibir arte el intelecto desarrolla habilidades que le permiten adquirir
destrezas para adaptarse al medio. Estimular las habilidades cognitivas desde la infancia
favorece las competencias principalmente en ciertas áreas intelectuales. El acercamiento
a las artes desde la infancia, permite que el niño contemple y asimile experiencias que
podrá retomar en situaciones futuras.
El autor Elliot Eisner (2002) asegura que cuanto más curiosos del arte son los niños y los
adolescentes, su rendimiento en los estudios será mejor. Gracias al contacto con el arte
se desarrolla en la infancia la resolución de problemas por la estimulación de la creatividad
y la capacidad de tener una visión global, considerando perspectivas distintas. Asimismo
los niños mejoran su atención pues han desarrollado la sensibilidad más que aquellos
niños en los que la experiencia con las artes ha sido limitada.
118
El arte en la infancia es una herramienta que dispone los medios para que el niño
desarrolle habilidades cognitivas, sensitivas y expresivas. La clave será la intencionalidad
y persuasión para lograr los objetivos. “Aprender a pensar estéticamente sobre las
imágenes y su creación, y ayudarles a mejorar su capacidad para ver el mundo
estéticamente y describirlo con sensibilidad artística” (Eisner, W.E., 2002:103). Participar
en la actividad creadora de forma intencional hace que los niños se involucren, y si ésta se
relaciona con su realidad particular o sus intereses además de ser una tarea constante y
aplicable a su vida, hará significativo el aprendizaje.
IV.3. Manifestaciones artísticas
Muchas son las formas de expresión humana, el hombre ha ingeniado múltiples lenguajes
y símbolos para lograr una comunicación. Ésta constituye una necesidad imperante en el
hombre, por ello ha creado las distintas manifestaciones artística, el lenguaje y los
símbolos humanos. Así como el arte cambia conforme a las necesidades de la sociedad;
el arte siempre será un medio para reflejar su circunstancia, expresar su carencia y
solicitar ayuda.
El ser humano para expresarse no debe limitarse a un medio o a un camino como única
alternativa. Muchas son las manifestaciones artísticas, como muchos y diferentes son los
intereses de las personas involucradas en el proceso artístico. El arte por sus notas de
universalidad permite que la expresión de los sentimientos e ideas concurra con diferentes
materiales, herramientas e instrumentos, generando una integración y diferenciación de
técnicas y estilos, otorgándole así riqueza en la creación e interpretación de cada obra.
De acuerdo a Elliot Eisner en su obra Educar la visión artística (1995:9) “la función del arte
es ofrecer un sentido de lo visionario en la experiencia humana”; es decir, responde a las
distintas necesidades del hombre y para ello él mismo ha creado diferentes
manifestaciones artísticas que lo ayudan a expresar y crear belleza. Schiller por su parte
considera que “el hombre debe exteriorizar todo lo interno y dar forma a todo lo externo”
119
(Schiller, 1981:62) haciendo uso de los mejores medios para lograrlo. Se trata de generar
una experiencia sensible para desarrollar un aprendizaje significativo, tomando el pasado
para crear el futuro a través de diferentes medios que orienten las expectativas y den
respuesta a los sueños e intereses de cada persona.
“El artista expresa o proyecta su personalidad a través de su obra” (Eisner, W.E.,
1995:76) por ello no se le puede poner límites en la creación, cada persona de acuerdo a
sus características personales y notas constitutivas, sabrá si para dar a conocer su
interioridad será preciso usar una nota musical, un color o una forma. El arte abre
posibilidades y ambientes en los que se puede desarrollar la habilidad artística, ya sea
como artista o como espectador, cada manifestación artística permite un aprendizaje y un
espacio para la sensibilidad. Las respuestas fisiológicas y psicológicas en el arte serán
siempre distintas y enriquecedoras.
En la educación estética, la integración de las partes lleva a un todo pues “para lograr
formas elevadas de unidad debemos aprender a integrar modos de realidad distintos”
(López Quintás, A., 1993:39). Para este estudio voy a considerar las Bellas Artes ya que
serán la base para el resto de las manifestaciones artísticas, las Bellas Artes son siete:
arquitectura, danza y teatro, pintura, cinematografía, música, literatura y escultura.
IV.3.1. Pintura y escultura
Estas dos manifestaciones del arte constituyen parte de lo que se conoce como artes
plásticas o artes visuales. Dichas artes se distinguen por usar formas de comunicación
que incluyen colores, formas y tamaños; crean realidades tangibles formando un lenguaje
de símbolos importantes para el ser humano.
Desde la edad infantil, la pintura y escultura toman distintas formas de manifestación, son
los dibujos y las pequeñas creaciones con materiales maleables lo que muestra el interés
de la persona por este tipo de creaciones. Como todo arte, inicia con la exploración del
120
medio y la adquisición de experiencias para que más adelante la imaginación y creatividad
participen en la transformación del entorno.
La pintura y escultura son una de las formas de arte más reconocidas ya que el canal
visual es uno de los medios más importantes para el aprendizaje del hombre. Consiste en
plasmar aquellas ideas o sentimientos en un espacio determinado y con objetos que dan
vida a las formas buscando la belleza. Asimismo, otras áreas de la persona se desarrollan
al estar en contacto (como artista o espectador) con este tipo de expresión.
Específicamente nos referimos a las habilidades cognitivas y afectivas, tales como el
desarrollo de la motricidad, la estabilidad afectiva, el conocimiento del mundo, la
capacidad de malear los objetos, la percepción de tiempo y espacio, la sensibilización a la
belleza, etc.
La capacidad de expresión a través del dibujo desde la infancia estimula el
autoconocimiento, en donde el niño es parte de una realidad y plasma sus preocupaciones
o inquietudes, no sólo con formas, sino que usa los colores para manifestar los estados de
ánimo. Las artes visuales sin duda se ocupan de “ayudar a los estudiantes a leer con buen
criterio las imágenes visuales y a interpretar su significado con sensibilidad y con una
sólida base política” (Eisner, W.E., 2002:51). En los primeros años de vida, una persona
crea por curiosidad este tipo de arte, probablemente sin la intención de generar belleza,
será sólo un medio de expresión y conocimiento del entorno, que a la vez expone la
realidad social y personal en la que se encuentra el niño. En un principio los niños pintan
lo que ven y conforme avanzan en edad, mejorará su motricidad y creatividad lo que
indudablemente contribuye al dominio de técnicas y estilos diferentes para relacionarse
con el arte dentro de un marco de sensibilidad y libertad creadora. Como bien escribió
Vigotsky en su libro La imaginación y el arte en la infancia: “En el desarrollo de la creación
artística infantil, incluyendo la representativa, hay que observar el principio de la libertad,
como premisa indispensable para toda actividad creadora” (Vigotsky, L., 2001: 94).
121
Ciertamente, para poder evaluar una obra30 se deben considerar los aspectos estéticos y
expresivos de ésta, además del aspecto técnico en donde cada material elegido cobra
carácter, “la composición de formas y colores organiza la estructura de totalidades
coherentes” (Arnheim, R., 1993:62) así cada forma cobra sentido y se relaciona con un
aspecto de la realidad. El autor Rudolf Arnheim (1993:64) lo explica de forma clara en su
libro Consideraciones sobre la educación estética:
“El artista ofrece imágenes clarificadas concretas de fuerzas mucho menos tangibles que nosotros
conocemos como deseos, esperanzas, aspiraciones, miedos humanos, etcétera. Traducidas a
patrones de formas y colores, se nos presentan como reflejos de nuestra propia naturaleza de una
forma más articulada e impresionante que la que podemos haber conocido por experiencia
directa”.
Ahora bien, la educación estética permite la aprehensión de la belleza de una pintura o
escultura; ver significa comprender las formas no sólo desde una perspectiva literal,
permite ir más allá y encontrar en los trazos, en las curvas un sentido e identificar los
objetos que dan armonía a la obra. Encontrar ese equilibrio significa comprender que
“todos los factores del tipo de la forma, la dirección y la ubicación se determinan
mutuamente, de tal modo que no parece posible ningún cambio, y el todo asume un
carácter de necesidad en cada una de sus partes” (Arnheim, R., 1993:36). Su
aprehensión, tarea compleja, será un reto fácil de obtener si se estimulan las experiencias
estéticas y las habilidades intelectuales desde la infancia, encaminándolo a la libre
interpretación.
Tanto la pintura como la escultura son manifestaciones que acompañan la evolución e
historia de las sociedades, ambas reflejan los cambios por que el hombre transcurre. Se
puede afirmar con seguridad que el desarrollo de nuevas técnicas y estilos, ha sido una
respuesta al sentir común de una sociedad en donde la necesidad de un cambio es latente
y el progreso es continuo. Por ello “cada obra conseguida presenta un esqueleto de
fuerzas cuyo significado es tan directamente legible como el de la historia del primer
30 Debe quedar claro que para la educación estética la evaluación del producto final no es importante pues es el proceso el que refleja el aprendizaje.
122
hombre plasmada por Miguel Angel” (Arnheim, R., 2002:183); lograr entender las obras
visuales a través del tiempo significa entender la cultura.
Para aquellas personas que sufren de algún desequilibrio mental o que se encuentran en
una situación afectiva en desventaja, el arte resulta ser un excelente medio de expresión.
Tanto la pintura como la escultura, liberan las tensiones de la mente y permiten la libre
expresión de las inquietudes y miedos humanos, son excelentes medios para mantener un
equilibrio personal físico y mental, permitiendo el desahogo de emociones pues las
imágenes van a la esencia de lo que se quiere comunicar. Ante lo dicho, podemos
asegurar que el poder curativo de las artes es grande, abriendo un espacio para la
comunicación en un ambiente de sensibilidad humana. El arte se convierte en un recurso
psicopedagógico para orientar a la persona a la felicidad, forjando nuevas estrategias para
ayudarla. Por ello la educación estética es un excelente medio para estimular habilidades
de afrontamiento en situaciones de crisis o difíciles como una enfermedad u
hospitalización, al crear un espacio de expresión y de interpretación de aquellos
sentimientos y pensamientos que afectan la estabilidad personal.
IV.3.2. Música
Imaginemos un mundo sin sonidos, sin ritmo o sin música, imaginemos los rituales
antiguos sin cantos o quizá una película romántica sin música. Resulta difícil pensar en
una realidad que no esté inmersa en sonidos o ritmos sonoros debido al importante papel
que juega en nuestro intelecto y sentimientos.
El sonido acompaña a toda persona en todo momento, otorgándole a la vida un tono y
matiz particular; los distintos elementos que la conforman guían las emociones y pueden
desarrollar una sensibilidad tal que nos lleve de la tristeza a la alegría en un instante, que
nos desaliente y nos de esperanza sin una sola palabra. La música permite sentir y pensar
de manera distinta con cada melodía y por tanto abrir una puerta para cambiar la
concepción del mundo.
123
Al igual que la pintura, la música ha estado presente desde el inicio del hombre,
acompañándolo con cantos y melodías, enfatizando el valor de cada momento y como tal,
evolucionando a la par de la sociedad, respondiendo a las necesidades y reflejando con
sus melodías las necesidades contextuales.
Las vibraciones de la música se sienten y estimulan la sensibilidad humana, por ello su
impacto en la persona es alto y le permite llegar a lo más profundo. Con sus notas crea un
ambiente estético en el que “la música se vuelve una especie de medio líquido en el cual
nos dejamos sumergir” (Greene, M., 2004:70) y externar las emociones más escondidas.
Una melodía puede una experiencia estética real, cuyo objetivo es mostrar una realidad
distinta a la propia y acercarnos al arte. A través de la atención y concentración, la música
permite conectar la razón con el espíritu como todo arte, su objetivo es expresar para
armonizar las facultades humanas a través de la sensibilidad.
El conocimiento o aprendizaje musical es distinto al visual no sólo porque se usa un
sentido externo distinto para la percepción y por tanto un canal de comunicación que
transmite de forma diferente, sino porque requiere un grado mayor de imaginación para
dejarse ir y adentrarse en el arte por parte del creador y del espectador. De tal forma, el
acercamiento con la música desde la infancia desarrolla habilidades intelectuales,
actitudinales, sociales y afectivas, tales que favorezcan la adaptación del niño al medio y
la resolución de problemas con pericia. Algunas de estas habilidades son:
Desarrollo temporal y espacial
Comprensión de realidades distintas
Atención y concentración
Memoria e imaginación
Expresión musical
Orden de ideas
Actitudes cooperativas
Síntesis y análisis de información
Comunicación social
124
La persona reacciona de forma interna ante la habilidad musical de acuerdo a las formas
presentadas, sin embargo, el cuerpo también manifiesta conductas ante este arte. Un
ejemplo claro es el sistema nervioso que se altera con las vibraciones o volúmenes de los
sonidos, otros ejemplos podrán ser las reacciones reflejas o incluso alteraciones en las
funciones rítmicas del cuerpo. “El impacto emocional de la música, por débil que sea,
puede provocar ciertas respuestas fisiológicas involuntarias, tales como cambios en el
ritmo o la regularidad de la circulación sanguínea o el proceso respiratorio” (Alvin, J.,
1990:126). Lo anterior no significa que el cuerpo se vea afectado por la música; al
contrario, la buena práctica de esta manifestación artística puede ayudar a regular
funciones fisiológicas y participar en el equilibrio entre cuerpo, razón y voluntad.
El entendimiento del arte musical es tan complejo y su desarrollo tan enriquecedor para la
persona, que ha sido considerado como una de las siete inteligencias del hombre
propuestas por la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, en la que
expone que el cerebro tiene ciertas áreas destinadas a la producción musical y defiende la
importancia de desarrollar las habilidades musicales a fin de no perderlas por falta de
estimulación (Gardner, H., 2005).
“Cuando los niños pequeños toman por primera vez contacto con la música, acumulan una
cantidad considerable de conocimiento intuitivo simplemente escuchando y cantando
música” (Gardner, 1994:60), es un proceso presente a lo largo de toda la vida en el que
los sonidos cobran un sentido simbólico que integra dinámicamente sus elementos para
dar como resultado una melodía que armoniza y transforma la circunstancia en la que se
reproduce. Este proceso implica grandes esfuerzos y horas de trabajo, percibir la música e
interpretarla no es fácil; mucho menos crear una melodía, por ello el logro de este
equilibrio puede ser considerado arte y su práctica será un medio de comunicación
sobresaliente.
Durante las primeras etapas de la vida, todo aquello que se aprende forja la personalidad
de la persona, por ello estimular el canal musical resulta indispensable para la educación
estética, generando un interés por las artes. Gracias a las emociones que la música
125
mueve, la persona puede descargar tensiones y miedos a través de notas, ritmos o
sonidos, generando respuestas fisiológicas y psicológicas que dependerán de su
personalidad, involucramiento con el arte y capacidad de expresión. La autora Juliette
Alvin (1990) asegura en su libro Musicoterapia que las respuestas psicológicas que una
persona refleja, dependen en gran parte de la capacidad de comunicación y la capacidad
del oyente para identificarse con una obra.
Como lo mencionamos con anterioridad, dentro de la educación estética, la persona puede
actuar como artista o como espectador. En el primero de los escenarios, al crear música
imprimirá un sello personal, cada obra tendrá una parte de él y reflejará sus ideales o
miedos. En este caso, el artista buscará encontrar la belleza desarrollando al mismo
tiempo destrezas con el objetivo de crear arte, expresarse y encontrar armonía, sin olvidar
que en la educación estética lo importante es el proceso y no el resultado. Por otro lado,
en el rol de espectador, una persona que disfruta la música se podrá identificar con el
autor de la obra o con los elementos de la melodía, el papel que juega en el acercamiento
al arte será explorar para comprender e interpretar la pieza musical. También desarrolla la
sensibilidad para percibir, imaginar y expresarse. En ambos casos los sentimientos que
emanen de la experiencia artística y estética y sean orientados al perfeccionamiento
humano y transformación de la realidad, estarán alineados a los objetivos de la educación
estética.
Una cualidad particular de la música es que no es condición indispensable el uso de
palabras, ni usa imágenes para comunicar, por ello la imaginación vuela libre llegando a lo
más profundo del espíritu, evocando fantasías y emociones; “la música puede traer
también a la memoria sensaciones perceptuales tales como olores, contactos y colores”
(Alvin, J., 1990:112) siendo un medio de expresión universal. Por esta razón la música da
vida a las formas y va más allá de unas notas interpretadas por algunos instrumentos
musicales. Tal como sostenía Alfonso López Quintás (1993:43) “yo configuro la obra en
cuanto me dejo configurar por ella; avanzo en la interpretación de la misma al dejarme
iluminar por la luz que ella desprende”, la música podrá expresar un mundo de realidades
y de sueños en la medida que el hombre lo permita. Utilizar la música en un ambiente de
126
terapia, por ejemplo en un hospital, alegra a la persona y evoca emociones con las que se
puede trabajar, fortaleciendo la solución de problemas, la tolerancia a la frustración y el
afrontamiento a la enfermedad. A través de esto una persona hospitalizada puede
canalizar su dolor, sensibilizar sus emociones y encontrar un equilibrio.
IV.3.3. Danza y teatro
Otras manifestaciones artísticas son el teatro y la danza. Ambas consisten en la expresión
de ideas o sentimientos, usando música o guiones que acompañen el desempeño de
dicha obra. Una de sus principales características, es que a diferencia de otras
manifestaciones artísticas, sucede en un tiempo y lugar específico, determinando un inicio
y un fin de la producción ya que nace y muere en el escenario. No dejan plasmado un
objeto como resultado ni necesitan instrumentos de trabajo, se puede desempeñar con el
sólo cuerpo humano y sus movimientos.
La danza consiste en movimientos corporales que acompañan a la música o a sonidos
rítmicos. Para su ejecución se necesita la coordinación de dichos movimientos y pasión en
la expresión de los sentimientos, para así dar vida a cada paso.
Por su parte, el teatro consiste en expresar a través de movimientos, diálogos, metáforas y
simulaciones una situación dramática. En este tipo de manifestación el artista es un actor
que representa una obra dándole matices y tintes a los acontecimientos. En el arte estas
implicaciones direccionan al espectador a generar juicios sobre el contenido y cómo se
presenta (Akoschky, J., 1998).
“Educar estéticamente es ponerse en el lugar del otro” (Aspe, V., 1998:30), el teatro y la
danza hacen posible esta exacta comparación; los artistas se ponen en el papel del otro
para expresar y aprender. En ambas manifestaciones tanto el artista como el espectador
juegan un papel muy importante: el primero otorga un poco de su personalidad a cada
movimiento y escena, guiando al espectador a entender y sentir aquello que se quiere
comunicar, marcando caminos con su cuerpo y creando belleza con todas sus facultades y
127
capacidades. Este es un reto arduo que requiere de una conexión emocional e intelectual
con el personaje o la música para entenderlo y sólo así poder interpretarlo llevando al
espectador a los estados de ánimo deseados. Del otro lado, el espectador es el motivo por
el que se hace esta manifestación de arte, es quien emite un juicio sobre la belleza creada
en un instante, será él quien conecte su sensibilidad a través de la observación y
encuentre la armonía en cada producción; “la frecuentación de espectáculos teatrales
debe privilegiar el disfrute estético” (Akoschky, J., 1998:145). La pasión y entrega que
ambos apuesten en una obra se verá reflejado en el proceso artístico.
Para encontrar la armonía en una escena teatral es necesario el trabajo en equipo en el
escenario, para lograr simetría y equilibrio en los movimientos con el fin de expresar las
emociones e ideas con la veracidad deseada.
La práctica de este tipo de manifestaciones artísticas requiere de gran empeño y esfuerzo,
crear arte no sólo implica, como ya lo mencionamos anteriormente, pasión, también hace
falta técnica estudiada y estabilidad emocional en el desarrollo de la obra o danza. Judith
Akoschky (1998) en su libro Artes y escuelas propone que este lenguaje artístico
desarrolla aspectos cognitivos, afectivos, sociales y valorativos, y expone las aportaciones
concretas en las siguientes áreas:
Contribuciones al desarrollo de la creatividad: participar en esta forma de
comunicación permite utilizar recursos y encontrar formas para explorar las
posibilidades personales y resolver situaciones diversas.
Contribuciones a la capacidad expresiva: una posibilidad de este lenguaje artístico
es dar salida a las emociones, sentimientos y contenidos subjetivos de una persona
para desarrollar una mejor expresividad.
Contribuciones a la socialización: en este tipo de manifestaciones las
construcciones artísticas se hacen de forma grupal propiciando un conocimiento
social.
128
Así, podemos deducir otras capacidades que se desarrollan en el acercamiento con estas
manifestaciones, algunas de ellas son la capacidad de imaginar, la coordinación motriz,
desarrollo de movimientos rítmicos, trabajo en equipo, capacidad de adaptación y
comprensión del otro, empatía y sin duda estimulación de la sensibilidad ante situaciones
conflictivas.
Muchas son las ventajas de practicar estas artes, y hacerlas propias para dar a conocer la
interioridad. Los acercamientos con esta manifestación artística desde la infancia permiten
la inclusión educativa y maduración mediante la participación activa, transformando sus
ideas, emociones y sentimientos. El teatro y la danza en la edad infantil otorgan contexto y
organización de elementos para la interpretación, además de la libertad para actuar en la
fantasía en una actividad lúdica que les interesa y envolviéndolos en una realidad
dinámica. Estas manifestaciones artísticas constituyen un medio más de expresión
humana y su estimulación desde los primeros años con seguridad conducirá a la
apreciación estética y al equilibrio personal.
Como lo mencioné, acercar a los niños al teatro y a la danza a través de actividades
lúdicas aporta grandes beneficios para su desarrollo, darle vida a personajes y
experimentar situaciones teatrales es una forma innovadora y simple de acercar el arte a
los niños y mostrarles las riquezas que ofrece.
IV.3.4. Literatura
La última manifestación que detallaremos en este estudio, pero no por ello menos
importante, es la literatura. La literatura es el arte que se expresa mediante palabras. Usa
el lenguaje creado por los hombres para proyectar lo más profundo del alma y abrir la
puerta a la sensibilidad.
Escritos, libros, textos, artículos, etc, también expresan a través de palabras; sin embargo,
no por ello podemos considerarlos obras de arte. La literatura como arte, es la
composición de palabras y letras que a través de la razón abren la sensibilidad para crear
129
un mundo imaginario de fantasía dentro de la realidad, todo se centra en el cómo se dicen
las cosas.
La apertura que el mundo literario ofrece al lector es ilimitada, cada obra, cada descripción
y emoción plasmada en una obra de este tipo, da pie a horizontes desconocidos y
construcciones mentales que guían el proceso estético de cada persona. Una obra literaria
no sólo relata palabras o hechos, en realidad plasma ámbitos de la realidad dejando volar
la imaginación para la construcción de la personalidad (López Quintás, A., 1993), y es
justo éste uno de los sentidos estéticos de la literatura: la formación de la personalidad.
El artista, al escribir, expresa ideas, conocimientos y emociones con el objetivo de
dramatizarlas y llenarlas de tintes subjetivos. La experiencia estética que genera la
literatura, tanto para el escritor como para el lector, puede estar orientada a la belleza para
inducir emociones de esperanza y alegría o bien resaltar la intensidad de los sentimientos
confrontando a la persona con sus propios ideales, como lo dice Alfonso López Quintás
“es especial la intensidad dramática que adquieren las obras literarias cuando confrontan
el ansia humana de felicidad con la destrucción que sigue fatalmente toda la entrega de
las experiencias fascinantes de vértigo” (López Quintás, A., 1993:70). La literatura es clara
y compleja en su forma de expresión, el artista bien puede hacer analogías, metáforas o
simplemente relatar una historia para desatar la imaginación del lector.
En cuanto a las ventajas de la literatura en la formación de la persona, se encuentran el
conocimiento de otras realidades circundantes y la libertad para imaginar. El acercamiento
con la literatura no sólo amplia el lenguaje y nos permite conducirnos de mejor manera en
un discurso, también permite hacer asociaciones lingüísticas y mentales, “las palabras
transmiten un significado asociativo y poético” (Eisner, W.E., 1995:206) en donde el
dinamismo del lenguaje transmite vida y belleza.
Algunas estrategias educativas para promover la literatura en la infancia son los textos
dirigidos al desarrollo de los niños con un nivel de complejidad adaptado a la edad. Ellos,
toman los cuentos o relatos como una forma de proyectar e identificarse con distintos
personajes, la literatura como arte abre las puertas a la fantasía dando pie a la exploración
130
de la realidad. Un niño que aprende a apreciar la literatura forma un hábito y una
conciencia crítica para hacer de la experiencia estética un medio de formación integral.
Por ejemplo, en un hospital la lectura puede abrir el panorama y mostrar a un niño la
complejidad de la enfermedad o el proceso de duelo en el que se encuentra, ayudándole a
canalizar las emociones y sobreponerse de la mejor manera. “La experiencia estética –
artística y literaria- ha de ser cultivada de forma asidua y honda si queremos ensanchar las
bases de nuestra formación humanista” (López Quintás, A., 1993:45) y mejorar el
rendimiento escolar de la sociedad. La lectura abre puertas para un pensamiento crítico,
analítico, con posibilidad de solución de problemas, además de la abstracción y selección;
si el objeto de dicha lectura es una obra artística, será apremiada la transmisión de
sentimientos y pensamientos para dejar volar la imaginación, y así las capacidades
intelectuales y afectivas infantiles se verán considerablemente beneficiadas.
En definitiva, las diferentes manifestaciones artísticas permiten la expresión humana de
forma natural y creativa. Durante mucho tiempo, distintas instituciones y personas han
estudiado la mejor manera de utilizar esta útil herramienta para favorecer el aprendizaje y
el desarrollo cognitivo aterrizando las estrategias y buscando abarcar diferentes ambientes
educativos.
131
CAPITULO V
AULA HOSPITALARIA DEL PROJECT ZERO
V.1. Durante los 44 años del Project Zero31
Por mucho tiempo, el arte fue considerado como una disciplina dispuesta a la estimulación
de la sensibilidad, siendo un excelente medio de comunicación y enfocándose en las
emociones de las personas.
Nelson Goodman, filósofo norteamericano enfocado en el estudio de temas
epistemológicos, matemáticos y metafísicos, propuso una visión distinta del arte siendo
ésta una aproximación cognitiva a las distintas manifestaciones artísticas. Goodman
mantuvo que los mejores sistemas simbólicos de comunicación humana no son
necesariamente los lingüísticos o lógicos, consideró a las artes como un sistema prioritario
de expresión, y explicó los modos de simbolización que toma el arte para desarrollar
habilidades cognitivas importantes.
En su libro Lenguages of art: an aproach to a theory of symbols (Goodman, N., 1971)
argumenta que identificar símbolos y caracteres de los sistemas ayuda a interpretar
trabajos y reorganizar el mundo en términos de los trabajos y los trabajos en términos del
mundo. Para él, simbolizar las experiencias es una actividad inherente al hombre que se
encuentra en su naturaleza y por tanto se repite innumerables veces generando gozo;
como segunda premisa retoma que el hombre es un ser social que se comunica a través
de los símbolos que crea, por lo tanto, el arte es un medio de comunicación que transmite
mensajes simbólicos y que al hacerlo genera gozo.
31 La información de este capítulo en su mayoría fue obtenida de la página oficial del Project Zero: http://pzweb.harvard.edu/
132
En el año de 1967 Nelson Goodman junto con la Escuela de Postgrado de Educación de
Harvard32 (Harvard Graduate School of Education) con el propósito de estudiar y mejorar
la educación en las artes. Propuso una perspectiva distinta en donde las artes no sólo
estimulan la sensibilidad humana, también considera que la creatividad es parte de
procesos cognitivos y científicos importantes. Asimismo, fundamenta que para las artes es
imprescindible un proceso intelectual simbólico pues no se puede separar por completo el
intelecto de la sensibilidad. Goodman (1976) asegura que lo cognitivo no excluye lo
sensorial o emotivo, pues aquello que conocemos como arte se siente en nuestro cuerpo
pero se comprende con la mente.
La conmoción que estas afirmaciones representaron en la década de los 70 en cuanto a
los descubrimientos científicos, fueron significativas pues el enfoque cognitivo percibía a
las artes como “un reino de la emoción, el misterio, de la magia y de la intuición” (Gardner,
H., 2005:187) descartando por completo que pudieran ser un lenguaje igual o más
importante que el lógico o el científico. Sin embargo, logró llamar la atención de muchos
investigadores con la intención de fundamentar y estudiar el tema, constituyendo así el
Project Zero.
En un inicio Project Zero estaba enfocado al estudio documental y filosófico del arte como
medio de desarrollo intelectual. Con el tiempo, Nelson Goodman dejó el Project Zero33 y la
dirección pasó a cargo de David Perkins34 y Howard Gardner35; con este cambio el
proyecto adoptó un enfoque más psicológico en donde cada codirector mostró interés por
un área específica de estudio. Con ambos codirectores, el programa tomó dos vertientes:
por un lado Gardner dirigió un “Grupo evolutivo” mientras que Perkins se dedicó al estudio 32 Harvard es una reconocida universidad localizada en Cambridge, Estados Unidos dedicada a buscar la excelencia en enseñanza, aprendizaje e investigación. (Harvard University, febrero 29 de2012). 33 Nelson Goodman dejó el Project Zero en 1971. 34 David Perkins, Doctor en Matemáticas e Inteligencia Artificial, fue fundador y Director del Project Zero en la Universidad de Harvard preocupado principalmente por la psicología y filosofía de la educación en las artes. Es gran investigador, autor y profesor de reconocidas universidades en Estados Unidos abordando problemáticas de enseñanza y aprendizaje para la comprensión y creatividad. (Project Zero Harvard Graduate School of Education, febrero 29 de 2012). 35 Howard Gardner es un profesor e investigador de la Universidad Harvard en temas de psicología. Fue director del Project Zero y ha recibido múltiples premios de diferentes universidades por sus trabajos relacionados con las capacidades cognitivas y la teoría de las inteligencias múltiples. (Howard Gardner, Febrero 29 de 2012).
133
de un “Grupo de capacidades cognitivas”. Para el año 2000 Steve Seidel, quien desde
1988 se involucró como asesor, profesor y coordinador de programas de arte en el
Proyecto; fue elegido como nuevo director del Project Zero y ambos codirectores formaron
parte del comité, nombrados como Directores Senior y Consejeros.
El trabajo del Project Zero se fundamenta en más de 500 artículos y publicaciones
relacionadas con el tema de las artes para el desarrollo intelectual; además de las
múltiples investigaciones y publicaciones realizadas a lo largo de los años, los dos
principales logros del Project Zero según su sitio oficial (Project Zero Harvard Graduate
School of Education, septiembre 18 de 2011) en Internet son:
1. Apoyar las investigaciones, casi en la totalidad, con poco dinero.
2. Tener muchas transiciones exitosas con liderazgo, mismas que se explicarán más
tarde en este capítulo.
En el 2009 Shari Tishman36 fue nombrada directora del Project Zero, quien sigue
impulsando investigaciones relacionadas con prácticas y proyectos centrados en el
pensamiento. Tishman asegura que el Project Zero está explorando el futuro del
aprendizaje, investigando las fuerzas de la globalización, la revolución digital y los
descubrimientos de la mente y el cerebro que delimitan la naturaleza del aprendizaje y de
la práctica docente. Con ello el Proyecto no se queda atrás en los avances que la
sociedad marca y en la rápida transformación del contexto; continúa sus proyectos con
investigadores de todo el mundo que abren las puertas a la interdisciplinariedad y la
globalización. Project Zero busca atender el aprendizaje del alumno a través del arte en el
contexto y realidad en la que vive, por ello considera aspectos como los avances
tecnológicos y las diferencias culturales en cada uno de los nuevos programas que
desarrolla.
36 Shari Tishman fue asesora en distintas universidades y directora de múltiples investigaciones del Project Zero hasta convertirse en la directora del Project Zero en el año 2009. Su interés se enfoca en la creación de ambientes de aprendizaje, dentro de museos, que favorezcan la comprensión a través del arte. Algunos de los proyectos en los que ha participado son Artful Thinking, ArtWorks for Schools y MoMA´s Visual Thinking Curriculum. (Project Zero Harvard Graduate School of Education, abril 1 de 2012).
134
Hoy, el Project Zero, está edificado sobre análisis filosóficos que se basan en
experimentaciones psicológicas para llevar a la práctica educativa los esfuerzos hechos
hasta el momento. Project Zero de la Escuela de Postgrado en Educación de Harvard,
constituye uno de los esfuerzos más grandes de investigación y de más importancia a
nivel internacional por el fundamento cognitivo de sus programas y los distintos programas
que ha llevado a cabo en diferentes países. Howard Gardner explica que la intención de
nombrar al proyecto Zero es recordar que la investigación en este tema aún está en
“pañales” (Gardner, H., 2005). A pesar de los grandes retos y transiciones por las que ha
pasado, Project Zero sigue apoyando iniciativas y brindando apoyo a las investigaciones
relacionadas con el arte para mejorar la educación.
Poco a poco todos los estudios e investigaciones realizadas por el Project Zero han dado
un giro distinto, enfocándose a la práctica educativa en cualquier nivel o edad y trabajando
con museos o escuelas de todo el mundo interesados en desarrollar ideas que lleven a la
práctica los fundamentos del proyecto. Muchas instituciones han buscado aliarse con el
Project Zero para impulsar nuevos programas que se apliquen en distintos ambientes,
tomando como referencia los supuestos que el Proyecto de Harvard defiende y estudia.
Algunos de los programas destacados son:
Artful thinking, programa desarrollado en colaboración con las escuelas públicas
de Michigan, tiene el objetivo de integrar el arte a la didáctica general de las aulas
para que los docentes puedan usar la música y la pintura en su currícula y
estimulen el aprendizaje de los alumnos. Este programa corre a cargo de la actual
directora del Project Zero, Shari Tishman.
Goodwork Project, proyecto desarrollado por Howard Gardner enfocado a
identificar individuos e instituciones que ejemplifican el trabajo de calidad, con
responsabilidad social y con sentido para quien lo practica y así incide
positivamente en la sociedad. Goodwork Project es una investigación que entrevista
e identifica a quien actúa bien y promueve un bien común a través del ejemplo.
ArtsPROPEL, proyecto apoyado por el Rockefeller Center, Institución con gran
prestigio en materia de educación e investigación de arte, cuyo objetivo es “diseñar
135
un conjunto de instrumentos de evaluación que puedan documentar el aprendizaje
artístico durante los últimos años de enseñanza primaria y secundaria” (Gardner,
H., 2005: 197) para que se den cuenta del impacto que tienen en la composición de
su aprendizaje. Esto se hace desarrollando tres tipos de competencias: la
producción, percepción y reflexión.
Cultures of thinking, esta investigación muestra cómo enseñar a pensar va más
allá de desarrollar habilidades, también incluye la motivación y la conciencia de las
oportunidades que cada quien tiene al desarrollar la comprensión. Todo este
proyecto enmarcado en la idea de que para aprender y desarrollar el pensamiento
se deben considerar componentes como el lenguaje, el entorno, las oportunidades,
rutinas, roles, expectativas y fuerzas culturales; dando forma al aprendizaje dentro
de un aula.
Making Learning Visible, proyecto que se enfoca a estudiar a los grupos y
ambientes de aprendizaje que buscan crear y mantener culturas de aprendizaje
sólidas a través de la enseñanza en las aulas o escuelas, esto para fortalecer a los
individuos y a grupos de aprendizaje. Making Learning Visible estudia el
aprendizaje en grupo y lo documenta para que padres, maestros, especialistas,
directores o cualquier persona pueda comprender por qué y cómo se da el
aprendizaje en grupo dependiendo de la cultura.
Qualities of Quality in Art Education, proyecto que busca los elementos críticos
de arte de alta calidad en la enseñanza y el aprendizaje para identificar estrategias
efectivas en la creación de las experiencias estéticas de los jóvenes atendiendo a
diversos escenarios.
Project Spectrum, este proyecto se enfoca al desarrollo de curricula para evaluar a
niños en edad preescolar o primaria inicial. Project Spectrum se basa en la creencia
de que cada niño presenta un perfil característico con capacidades diferentes y
únicas que se encuentran en potencia de mejorar. Encontrar estas fortalezas
permite realizarle a cada niño un programa educativo personalizado que estimule
sus capacidades.
136
L@titud, proyecto desarrollado para Latinoamérica formado por profesionales que
buscan promover innovaciones educativas para la comprensión de la sociedad y la
cultura en la que se encuentran; la forma de lograrlo es a través de la participación
de investigadores con profesores y la difusión de materiales que impulsen los
trabajos de investigación. L@titud promueve iniciativas regionales y busca generar
experiencias estéticas enriquecedoras.
Veronica Boix Mansilla, una de las principales investigadoras del Project Zero
actualmente, ha desarrollado proyectos con CONACULTA37 en México como Abriendo
puertas, para desarrollar el pensamiento y “enriquecer la experiencia de visitar un museo
transformando la calidad del aprendizaje para los novatos y expertos por igual” (Boix, V.,
2003:15).
Los museos son instituciones que brindan estímulos importantes para darle sentido a cada
obra; sin embargo, para lograr experiencias de calidad en el espectador, éste debe
adentrarse en la obra e interpretarla para profundizar y aprehender sus formas y colores.
Abriendo puertas es un proyecto desarrollado en México que busca “ver de nuevo la obra
desde una nueva perspectiva; la perspectiva que entra al juego cuando tratamos de
clarificar nuestros pensamientos y sentimientos para comprenderlos mejor y
comunicárselos a otros” (Boix, V., 2003:34) creando experiencias estéticas de calidad al
visitar un museo para que a través de la contemplación e interpretación del arte una
persona pueda cambiar la percepción del mundo y enriquecerla.
En el proyecto se sugiere que a través de preguntas clave se desarrollen los distintos tipos
de pensamiento y se le dé una interpretación guiada a cada obra para estimular la
reflexión y comprender que existen realidades distintas. Dichas preguntas son abiertas,
por lo que no tienen una evaluación o ponderación como correctas o incorrectas; invitan a
explorar el arte a través de la reflexión y las grandes líneas que se proponen son: el
estético, el narrativo, el lógico-cuantitativo, el filosófico y el experiencial, a través de los
37 El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, “fue creado con el fin de coordinar las políticas, organismos y dependencias tanto de carácter cultural como artístico” además de promover y patrocincar eventos artísticos y culturales en toda la República Mexicana (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2 de marzo de 2012).
137
cuales se desea estimular el pensamiento y la educación estética a partir de las
interpretaciones personales.
A través de los programas y proyectos que apoya o desarrolla Project Zero se da
cobertura a muchas necesidades imperantes en materia de educación. Como educadores
o profesionales debemos preparar a la sociedad y brindarle herramientas que le permitan
afrontar los constantes cambios culturales, tecnológicos e ideológicos a los que todos,
gracias a la globalización, estamos expuestos. Project Zero se da cuenta de esta gran
necesidad y trabaja continuamente para formar competencias que le ayuden a sobrellevar
dichos cambios a través de la educación estética y artística.
V.2. Misión del Project Zero y la adaptación a las Instituciones médicas
Project Zero es creado como un proyecto dedicado al estudio de las artes para mejorar la
educación desde la perspectiva cognitiva; los profesionales que en él trabajan tienen un
firme compromiso con la investigación de nuevas estrategias educativas que mejoren el
razonamiento y la reflexión de los alumnos a través del arte. Su misión es entender e
impulsar el aprendizaje, reflexión y creatividad así como las disciplinas humanas y
científicas a nivel individual e institucional (Project Zero Official Web Page, Septiembre 18,
2012).
La variedad de temas que comprende el Project Zero permite que se lleven a la práctica
las múltiples investigaciones y análisis en distintas materias y disciplinas con el objetivo de
desarrollar habilidades intelectuales y el pensamiento crítico, a largo plazo, a través del
arte. Como ya hemos visto a lo largo de esta investigación, en una experiencia estética,
se estimulan las emociones; pero también involucra procesos intelectuales como la
imaginación, creatividad y juicio, que sin duda favorecen la comprensión lógica y solución
de problemas en situaciones futuras; competencias importantes en nuestros días.
138
Durante los aproximadamente 40 años del Project Zero los profesionales involucrados se
han concentrado en investigar la mejor forma de estimular el intelecto a través del arte
para personas de cualquier edad. Usar los sentidos y experiencias estéticas para
desarrollar estrategias que resulten en nuevas formas de pensamiento es un reto
constante para el Project Zero. Gardner en su libro Inteligencias múltiples: la teoría en la
práctica (Gardner, H., 2005: 194-196) detalla algunos resultados sobre los matices que
marcan las investigaciones del Project Zero permitiendo formar su propio enfoque de la
educación en la etapa infantil:
1. En los primeros 10 años los niños aprenden mejor al involucrarse activamente en la
materia, por ello hay que permitirles “descubrimientos” personales.
2. Es más importante que el niño vea una obra de arte y se relacione con ella dándole
contexto e involucrándose en la experiencia artística.
3. Los profesores deben ser personas con amplios conocimientos de cómo hay que
“pensar” en un medio artístico.
4. El aprendizaje artístico se debe basar en torno a proyectos significativos dando
cabida a la reflexión, discusión y reacción. Estos proyectos pueden tener un
impacto a largo plazo de la comprensión de la materia.
5. El diseño de la currícula debe ser secuencial, es decir, repasar conceptos y
problemas de forma continua y sofisticada.
6. La evaluación del aprendizaje debe respetar las inteligencias propias y poner a
prueba las habilidades y los conceptos básicos en el ámbito artístico.
7. El aprendizaje artístico no involucra el dominio de la habilidad. Las artes son áreas
personales en las que los estudiantes encuentran sus sentimientos y lo que
necesitan son vehículos que les permitan explorar y reflexionar.
8. Para educar en el arte es necesario que las personas que se relacionan con éste,
estén abiertas a la discusión y sean tolerantes ante los puntos de vista diferentes.
9. Se deben involucrar a profesores, artistas, coordinadores, investigadores y a los
propios estudiantes en el proceso de aprendizaje.
139
10. Ninguna forma artística tiene prioridad intrínseca sobre otras y todos los estudiantes
pueden disfrutar una amplia exposición a cualquier expresión artística.
El Project Zero pretende que los estudiantes comprendan e interactúen en el proceso de
enseñanza aprendizaje, tomando como medio las artes.
Una de las grandes virtudes del proyecto es que se puede aplicar en cualquier ambiente
de aprendizaje, esta bondad permite transpolar la tarea educativa a ámbitos escolares o
no escolares en donde las condiciones de aprendizaje son irregulares, por ejemplo un
hospital infantil.
Para el desarrollo de la presente tesis, se tomará como base la propuesta general del
Project Zero de crear un ambiente estético-artístico para impulsar la creatividad, el
aprendizaje, la reflexión y la comprensión, aplicada a una situación especial como una
institución médica en donde la población educativa está enferma y hospitalizada.
Es posible adecuar la misión del proyecto en los hospitales ya que a pesar de la
enfermedad, los niños hospitalizados cuentan con todas las capacidades para seguir un
programa educativo fuera del aula escolar. De hecho, un programa de educación estética
en un hospital cuya misión sea la de impulsar la reflexión, discusión y aprendizaje,
favorecerá notablemente el estado anímico y cognitivo del niño, evitando el rezago escolar
y descubriendo estrategias personales de comunicación y afrontamiento a la enfermedad.
El objetivo consiste en adaptar los postulados del Project Zero a las necesidades y
realidad de los niños hospitalizados a causa del cáncer.
La misión del Aula del Project Zero y de la educación estética en cualquier ambiente
educativo, es educar para el futuro y lograr que el alumno forje competencias que le
ayuden a solucionar situaciones difíciles con creatividad y de forma inteligente.
En la actualidad la misión del Project Zero sigue siendo la misma; sin embargo, ha tenido
que adaptar los nuevos recursos y estrategias educativas que han marcado pauta para
una nueva era de información y aprendizaje en sus proyectos de investigación. En este
140
contexto, podría resultar difícil imaginar cómo se puede lograr la reflexión, creatividad o
aprendizaje en un ambiente hospitalario a través del arte. A esta interrogante una breve
respuesta separando cada uno de los procesos:
Reflexión. Toda experiencia estética de calidad requiere que el contacto con el arte no
sea superficial, sino que la persona se involucre con la obra, pensando, cuestionando,
descubriendo o incluso explorando las diferentes emociones e ideas que evoca. De tal
forma, preguntas simples como ¿qué es lo que más te gusta de la obra que estás
observando? ¿Qué está pasando en la obra? pueden dar pie a muchos pensamientos,
creando un vínculo entre el espectador y la obra. En un ambiente hospitalario esta
pregunta podría ayudar al niño enfermo a identificar cuáles objetos, elementos o
situaciones no le gustan, justificando la razón y ejercitando un pensamiento crítico basado
en el juicio estético. Así, en un buen ejercicio docente, la reflexión está presente
dependiendo del grado de empatía e involucramiento que genere el niño con la obra
expuesta. La reflexión a través del arte es un ejercicio natural que sucede cuando el
espectador deja de ver para observar e integra pensamientos, suposiciones o ideas
referentes a la obra, haciendo uso no sólo de sus emociones, también de su intelecto.
Creatividad. El desarrollo de la creatividad a través del arte será consecuencia no sólo de
la práctica artística en la creación de nuevas obras; un espectador desarrolla experiencias
que alimentan su imaginación, almacenando imágenes, melodías, interpretaciones o
palabras que abrirán la posibilidad de crear nuevas relaciones con las obras, que al
mismo tiempo brindan nuevas experiencias y emociones generando un ciclo continuo.
Dentro del ambiente hospitalario, el arte permite que un niño enfermo a través de una
obra observe realidades distintas y las compare, dando cabida a la imaginación y
construyendo ambientes nuevos en donde la creatividad es necesaria para tener equilibrio
personal entre el intelecto y la sensibilidad, y expresar sus emociones de estrés, tristeza o
frustración.
141
Aprendizaje. Para generar un aprendizaje significativo es necesario que la experiencia de
enseñanza sea trascendente, que se adapte a las circunstancias reales de la persona y
que equilibre la sensibilidad con el intelecto. Para ello es importante que una persona que
realmente aprende no sólo memorice sino interiorice la información y la haga propia
participando de forma activa e interesándose en el tema. El arte permite que las
estrategias se adapten a la circunstancia, que se reflexione y que la persona pueda
aplicar lo que conoce a su vida, como en el caso de los niños hospitalizados, quienes a
través de las experiencias conocen y aprenden de la enfermedad, por lo anterior,
debemos brindar experiencias estéticas de calidad en las que el aprendizaje sea un
proceso natural y significativo adaptado a su realidad más cercana: la enfermedad.
V.3. Aula del Project Zero
En un principio Project Zero nació como un proyecto de investigación, llevar las
investigaciones a la práctica era complicado; sin embargo, con el tiempo y la entrada de
distintos investigadores al proyecto, se ha logrado llevar a los salones de clase e incluso a
museos u otros lugares la metodología educativa basada en el arte, pues a pesar de que
la teoría marca las pautas y lineamientos de acción, la práctica marca el verdadero rumbo
del aprendizaje. Un aula de Project Zero tiene como objetivo que los alumnos aprendan a
reflexionar y a estimular la mente para aprender a través del arte, busca impulsar alumnos
capaces de interactuar en su propio aprendizaje, interesados en la participación activa en
clase. Para lograr dicho objetivo, se debe involucrar a todas las personas participes del
proceso de enseñanza aprendizaje como maestros, pedagogos, psicólogos, familiares,
etc. que, en ocasiones, no estamos acostumbrados a contemplar.
En un ambiente hospitalario, adaptamos el objetivo del Project Zero, para que el
desarrollo de las cualidades intelectuales y sensibles ayuden al niño enfermo hospitalizado
a reforzar las estrategias de comunicación y continuar con el proceso de aprendizaje aún
en la situación de desventaja física que una enfermedad representa. Tener alumnos que
interactúen y participen activamente no es una condición exclusiva de las aulas escolares,
142
también se puede crear un ambiente de aprendizaje de calidad en el hospital a través del
cual, los niños aprendan a sobrellevar la enfermedad con estrategias estéticas educativas
adecuadas a su realidad.
Dentro de cualquier aula se debe considerar algunos elementos didácticos clave que
determinan el rumbo de la enseñanza. El rol de las personas involucradas, el cumplimiento
de objetivos y el desarrollo de una clase, etc. son permeados por la metodología de
trabajo estipulada acorde a las posibilidades y objetivos. En un aula del Project Zero tres
de los elementos más importantes se constituyen de la siguiente manera:
Educando - educador
Las dos figuras más importantes dentro del Aula Project Zero son el profesor y el alumno,
pues a pesar de que es necesario involucrar a todas las personas relacionadas con el
aprendizaje del alumno; profesor y estudiante se desenvuelven juntos en cada tarea
dentro de este espacio.
Por un lado, el profesor será la persona experta en el tema, debe impulsar el aprendizaje
del alumno y el pensamiento crítico a través de estrategias simples que guíen la
comprensión. Una de las grandes cualidades que posee el educador es ser cercano a los
alumnos pues esto le permitirá conocer las habilidades y fortalezas de cada uno, con la
intención de potenciarlas. En un ambiente de pedagogía hospitalaria, el profesor podrá
identificar los miedos de cada alumno y sus fortalezas durante el tratamiento para trabajar
sobre ellos y aminorar los miedos desarrollando sus habilidades de afrontamiento.
A pesar de que la comunicación verbal entre educando-educador es indispensable en el
aprendizaje, es vital que un profesor del Project Zero establezca una nueva forma de
comunicarse con el alumno más allá de las palabras, con la intención de llegar a las
emociones y pensamientos más profundos y así enseñarle a reflexionar en su propia
construcción de competencias intelectuales; un profesor del aula Project Zero busca crear
143
una cultura de pensamiento que anime a los niños a pensar de forma crítica y creativa
(Ferrándiz, C., 2005) para lograr sobresalir y afrontar situaciones difíciles.
Para ser un educador preparado que oriente a sus alumnos al pensamiento reflexivo es
necesario que cuente con habilidades como empatía, trabajo en equipo, liderazgo,
comunicación y un equilibrio entre la sensibilidad y el intelecto. Asimismo, es fundamental
que el educador logre responder a los complejos cambios sociales y crear experiencias de
aprendizaje que sean atractivas y emocionantes para los niños (Harvard Graduate School
of Education, septiembre 23 de 2011) cambiando continuamente las estrategias de
aprendizaje e involucrando las nuevas tecnologías para adaptarse a la realidad y contexto
del alumno.
Dentro de un hospital, un profesor debe ser una persona que conozca el proceso de duelo
ante la enfermedad, las características de los alumnos y sobre todo estrategias de
educación estética para adecuarlas a cada alumno y así guiarlo al pensamiento crítico y
creativo. Un mediador no debe ser solamente aquel que conoce estrategias educativas y
didácticas; ni aquel que, a pesar de poner en práctica la educación estética, no logra
orientar al estudiante al aprendizaje. Debe juntar ambas cualidades y certificarse
continuamente pues así podrá comprometerse con la labor educativa y lograr los objetivos
planteados.
Por su parte, el alumno será el centro del aprendizaje y de todos los esfuerzos del
educador; las estrategias educativas o la metodología de la sesión tendrán como finalidad
su aprendizaje. Es importante considerar que cada alumno deberá participar en las
actividades desempeñándose de la mejor manera y siendo coparticipe de su experiencia
de aprendizaje a través del arte. Es importante presentarle al alumno actividades que
vayan acorde a su realidad y contexto cultural para lograr la participación activa en las
actividades estéticas.
144
Al ser la parte central del proceso, el estudiante debe encontrar una conexión con las artes
y con el profesor que le permita ser el actor principal dentro del aula, esto significa que su
intervención oportuna en las actividades diseñadas para su aprendizaje, impulsará el
pensamiento crítico y creativo, desarrollando su sensibilidad para así argumentar y
discernir a partir de las experiencias artísticas dentro del aula.
Se pretende que algunas cualidades que un alumno del Aula Project Zero desarrolle sean
el compromiso tanto con su educación como con la sociedad; las artes permiten abrir
perspectivas y evaluar las condiciones culturales en las que nos encontramos por lo que
un auténtico estudiante del Project Zero logra interactuar con el medio y con sus pares de
forma activa. Otra cualidad importante del estudiante es la intencionalidad en el proceso
educativo a través del arte ya que de no presentarse, el esfuerzo del educador será en
vano, sin lograr los objetivos planteados. La colaboración del alumno es una cualidad
indispensable para que sea él quien interiorice y haga propias las competencias que se
construyen en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por último, será importante que
mantenga una apertura al conocimiento y sobre todo al desarrollo de la sensibilidad
siendo honesto y llevando sus experiencias estéticas al plano sensible e intelectual.
La educación a través del arte tiene el privilegio de ser adaptable a cualquier
circunstancia, “las artes son también unas áreas profundamente personales en las que los
estudiantes encuentran sus propios sentimientos, así como los de otras personas.”
(Amstrong, 2006: 195) abriendo los horizontes y permitiendo la comprensión de realidades
distintas. La reflexión en el alumno será un proceso constante dentro del Aula del Project
Zero; sin embargo, será una reflexión guiada por el profesor que incentive el uso de la
razón para solucionar problemas, relacionarse y comunicarse con los demás de la mejor
manera. A través del trabajo con el arte, el educando hará uso de sus habilidades para
construir experiencias artísticas de calidad, estimulando la imaginación y creatividad en los
distintos aspectos y disciplinas. Ellos como observadores “deben darse cuenta de que son
responsables de sus propios encuentros con el arte” (Boix, V., 2003:25).
El alumno del aula hospitalaria, por la condición física que vive de enfermedad, requerirá
de un esfuerzo mayor para comprometerse con su aprendizaje. Esto debido a que la
145
prioridad en ese momento es su salud física y los momentos destinados a las experiencias
estéticas de aprendizaje dependen de la estabilidad y bienestar en el que se encuentre.
Muchas veces los tratamientos médicos limitan el contacto con otras personas o cualquier
esfuerzo físico, por ello las condiciones circunstanciales del niño hospitalizado serán
determinantes en el desempeño del alumno. Así, poseer las cualidades antes
mencionadas de un estudiante del Aula del Project Zero es una tarea difícil más no
imposible, para lograrlo será clave el profesor y su familia, así como la labor de
sensibilización para atraer al alumno a las actividades artísticas educativas logrando que
se comprometa con su proceso, fortaleciendo las emociones y haciendo efectiva la
comunicación verbal y no verbal.
El alumno enfermo hospitalizado necesita actividades de distracción que le permitan
seguir con el proceso educativo gradual y continuo. Adaptar el Aula del Project Zero para
que niños enfermos hospitalizados aprendan a través de la educación estética, constituye
un reto posible y una necesidad actual que atender para no descontinuar los estudios y
sobrellevar la enfermedad de la mejor manera posible. Desarrollar en el alumno un
pensamiento creativo, la comprensión y reflexión, sin duda conllevan beneficios
importantes para los niños enfermos hospitalizados a corto plazo.
La exploración de los sentidos es un recurso potencial para conocer las posibilidades y
medios de aprendizaje humano. Hoy, no sólo existe el aprendizaje tradicionalista en donde
se escucha al profesor como centro de atención. La educación estética permite que la
interacción del alumno con el arte genere aprendizajes significativos a través de
experiencias emocionantes y divertidas, pero al mismo tiempo educativas.
Una experiencia educativa del aula del Project Zero debe crear un sentido de compromiso
con la cultura, encontrando un equilibrio entre la razón y la emoción. Cuando el profesor y
el alumno alinean sus esfuerzos surge el verdadero aprendizaje estético que traerá
beneficios internos y externos a corto y largo plazo.
146
Metodología
Para alcanzar un objetivo es importante que se establezca como base un principio o
corriente didáctica a seguir, ésta marca la metodología sobre la que se desenvuelve una
clase y en el caso de la educación estética es fundamental determinar el camino sobre el
que se va a trabajar, pues como se mencionó en el capítulo anterior, el arte tiene diversos
enfoques y modos de aplicarse, cada uno de ellos diferente pero complementario.
Cambiar la metodología implica cambiar el rol de los alumnos y de los maestros para que
se acostumbren a trabajar de acuerdo a parámetros distintos con los que no se trabaja
regularmente. Esto representa un gran esfuerzo para los educadores ya que tienen que
adaptar las actividades a las necesidades de los estudiantes y guiarlos en el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Cada metodología, para que funcione, debe establecer
actividades que persigan el mismo objetivo, con coherencia y sobre todo que de forma
gradual, orienten al alumno al aprendizaje continuo, articulando los diversos elementos
dentro del aula y logrando un ambiente educativo divertido.
En el caso del Project Zero, podemos considerarlo una metodología distinta a las que
regularmente se siguen en un aula escolar; sin embargo, retoma elementos esenciales de
otras corrientes y los adapta para que, empleando el arte, el aprendizaje sea significativo y
logre desarrollar las operaciones mentales y la sensibilidad humana.
La primera de estas características es el trabajo colaborativo. Este trabajo permite que el
alumno no construya solo su aprendizaje, da apertura para que los pares aporten a la
experiencia educativa y con ello se vuelva más atractiva, divertida y sobre todo efectiva. El
trabajo colaborativo fomenta la empatía con las personas dentro del aula, crea lazos de
comunicación y entendimiento de otras realidades distintas a las propias. En una
educación basada en el arte, no se puede tener un ambiente individualista en donde la
comunicación sea unidireccional; se necesita retroalimentación que sin duda, el trabajo
colaborativo genera. Las estrategias educativas que siguen esta línea son sin duda
aquellas que incluyen a más de una persona, inducen a la participación de los estudiantes,
desarrollan capacidades de análisis a través de la reflexión y considera espacios de
147
escucha a las diversas opiniones. El aprendizaje en grupo desarrolla capacidades
humanas críticas para compartir y escuchar diferentes perspectivas para crear conexiones
y negociar conflicto (Project Zero Harvard Graduate School of Education, septiembre 18 de
2011).
Otra característica importante del trabajo del Project Zero en el aula es considerar la
metodología basada en proyectos, entendida como el análisis, reflexión y crítica de un
mismo caso de estudio, en el que la solución de problemas es sin duda un aspecto
indispensable para forjar una capacidad analítica. Una metodología basada en proyectos
utiliza las preguntas como medio para llevar al estudiante a la reflexión, proporcionando
una visión global y una perspectiva amplia con la finalidad de encontrar la mejor solución,
“deben sentirse motivados y con el poder de inventar y abrir sus propias puertas a la
maravillosa experiencia de encontrar y conseguir significados a través del arte” (Boix, V.,
2003:25). Basar el aprendizaje en proyectos tiene muchas ventajas, una de ellas es el
grado de investigación y exploración que requiere, pues enfoca su atención a un tema que
puede ser llevado a un aula escolar en la que interactúa con otras disciplinas y despierta la
curiosidad del estudiante. Dentro del Aula del Project Zero, la metodología basada en
proyectos siempre tomará como medio el arte para abordar distintos temas.
A través de las estrategias educativas delimitadas por el Project Zero, el alumno será
capaz de construir su propio aprendizaje a partir de las experiencias estéticas guiadas y
así estimular la reflexión, imaginación y por ende un pensamiento creativo. Cada
experiencia artística abre un panorama y una perspectiva personal generando
sensaciones que estimulan la imaginación guardando recuerdos y generando nuevas
ideas para proponer soluciones.
Al construir el aprendizaje el alumno tiene una responsabilidad compartida importante
pues es quien debe poner las condiciones personales para desarrollar el aprendizaje e
interactuar con el objeto artístico, de lo contrario no logrará pasar de la sensación a la
percepción, no sabrá sentir la música, sólo la escuchará. Esta forma de construir el
148
aprendizaje forja grandes competencias necesarias para cumplir los objetivos dentro del
Aula del Project Zero.
Durante toda la vida las experiencias personales son más efectivas que una instrucción
dentro de un contexto con poco significado, el descubrimiento personal es el mejor camino
para el aprendizaje, siempre con la orientación de alguien que potencie las habilidades
para llevarlas al máximo. La metodología del Project Zero permite que los niños creen su
propio aprendizaje, los hace participes al interactuar con el arte o simplemente al explorar
los canales sensoriales a través de los cuales una persona aprende, descubre el mundo y
su propia persona, a través de la reflexión y la curiosidad. Esta dinámica activa permite
que el alumno tenga responsabilidad en su propio aprendizaje generando interacción y
estimulando la participación del estudiante. Una metodología educativa completa debe
forjar competencias personales y sociales para que la persona logre desenvolverse en
cualquier ambiente y utilizar el arte para esto es en definitiva un camino completo,
dinámico y adaptable a cada circunstancia.
Recursos
Como ya se ha visto, el recurso principal dentro del Aula del Project Zero será el arte. Pero
el arte no sólo como un material para trabajar, el arte será el principio y fin de toda
actividad. No sólo se intenta orientar al estudiante a conocer las distintas manifestaciones
de arte existentes a través de la contemplación, también será tarea del educador
enseñarle a sentir la música y los colores que acompañan la belleza de una obra. El
recurso artístico podrá ser empleado desde la perspectiva de la educación artística, del
crear y llevar a la práctica la creatividad para generar un objeto nuevo, pero principalmente
será empleado desde una perspectiva de la educación estética al fomentar el diálogo con
la obra y la reflexión personal desde la interpretación.
Para que se cumplan los objetivos del Aula del Project Zero, los recursos serán un
elemento indispensable pues el objeto artístico marcará la pauta para el progreso y
desenvolvimiento de la clase. Siguiendo con esta idea, el profesor debe seleccionar
cuidadosamente los recursos que facilitarán al alumno el proceso de aprendizaje, debe
149
cuidar las características evolutivas y contextuales del alumno y la complejidad de la obra
para su comprensión y trabajo. Cada obra debe estar oportunamente seleccionada para
cumplir el objetivo de la sesión de acuerdo a la metodología del Project Zero. El arte es un
recurso que siempre es versátil pues “siempre existe algo nuevo por descubrir y
experimentar en una obra de arte, ante la cual no habrá dos experiencias que sean
exactamente iguales” (Boix, V., 2003:19).
Retomando todos los elementos anteriores es fundamental que se siga la línea de trabajo
establecida en el Aula del Project Zero como es, una educación que abre las puertas al
diálogo, la reflexión y la creatividad para que la persona encuentre el arte como un medio
de aprendizaje. Cada experiencia que una persona tiene queda en su memoria y por ello
es importante que para las experiencias educativas se exploten los recursos que se
encuentran al alcance, con el objetivo de hacer de esa experiencia una verdadera
situación de crecimiento personal a nivel cognitivo y sensitivo.
Es importante mencionar que a través de los elementos del proceso de aprendizaje del
Project Zero se pueden enseñar disciplinas y contenidos específicos. Por ejemplo, usar el
arte y la ciencia para que a través de ciertos elementos químicos los alumnos creen y
analicen colores distintos para pintar o crear una escultura; o quizá para enseñar
matemáticas y geometría la corriente artística del cubismo alberga suficientes ángulos y
formas para la comprensión de la materia. El arte será un excelente recurso y la base de
la metodología a seguir por el profesor, desarrollando el aprendizaje de la disciplina y
también la reflexión y conocimiento del arte. Otro ejemplo sería enseñar historia a través
de música de una obra de la época, asimismo usar obras como esculturas para
comprender la anatomía humana significa explotar las posibilidades del arte para enseñar
y fomentar la reflexión. Todos estos simples ejemplos son una forma de aplicar estrategias
educativas basadas en el arte para instruir en disciplinas distintas y así encontrar equilibrio
entre la razón y la emoción.
150
A pesar de que en el transcurso del presente capítulo se ha mencionado la conexión y
aplicación de la pedagogía hospitalaria con el Project Zero haré una relación concreta para
determinar los principales puntos de apoyo que requiere la pedagogía hospitalaria, así
como las aportaciones del proyecto, justificando la necesidad de implementar un Aula del
Project Zero en un hospital.
La oportunidad que el Project Zero brinda de trabajar bajo proyectos en un ambiente
colaborativo, es importante para un niño enfermo hospitalizado pues necesita el contacto
social con otros niños, además de construir una relación de empatía al conocer las
distintas realidades similares a las que ellos están viviendo.
Como se ha explicado en el capítulo anterior, el arte permite crear un equilibrio entre
mente y corazón, fundamental para un niño en la situación antes mencionada. “El diálogo
que se establece con la obra nos permite relacionarnos con distintos lenguajes: podemos
mirar la música, leer un cuadro, bailar un poema” (Contino, A., 2009:27). Estos lenguajes
permiten que la comunicación y habilidades de afrontamiento a la enfermedad se
fortalezcan notablemente en los niños enfermos hospitalizados, a través de estrategias de
descubrimiento personal, reflexión y comprensión de la realidad.
La creatividad que se desarrolla con las distintas actividades del Aula Project Zero permite
a un niño hospitalizado desarrollar competencias como solución de problemas, trabajo en
equipo, actitud positiva, comunicación efectiva y fortalecimiento de la identidad personal.
151
CAPÍTULO VI
AULA DE PEDAGOGÍA HOSPITALARIA DEL PROJECT ZERO
EN NIÑOS DE LA TERCERA EDAD ENFERMOS DE CÁNCER
VI.1. “El dolor y el enojo” en el Aula Hospitalaria del Project Zero
Con el objetivo de dejar clara la metodología de trabajo en el Aula hospitalaria de Project
Zero he decidido desarrollar algunas actividades que aborden un mismo tema emocional
contemplando distintos temas académicos o escolares contenidos en el plan curricular de
tercero de primaria. En el presente capítulo desarrollo algunas actividades específicas
para abordar la problemática de esta tesis relacionando cada actividad con un tema de la
currícula escolar, un tema emocional a tratar y una experiencia estética de calidad para el
alumno.
La población a la que se dirige esta planeación es la misma que se ha acotado durante los
capítulos anteriores: niños o niñas de la tercera infancia (7 a 12 años) que se encuentren
hospitalizados a causa del cáncer y que por ello hayan interrumpido su educación
primaria.
Es importante aclarar que el tema emocional a tratar con estas actividades será sólo una
parte de un taller completo en el que es indispensable tener seguimiento al desarrollo y
evolución del niño, tanto emocional como escolar, para propiciar un aprendizaje
significativo y una madurez emocional a través del arte.
A pesar de que el objetivo de este taller persigue que el alumno continúe con su
aprendizaje escolar y que logre expresarse a través de estrategias artísticas, es
imprescindible considerar que dadas las circunstancias personales del alumno las
estrategias y planeación deben ser flexibles en su realización, lograr esta adaptación de la
currícula es parte de la tarea del educador.
152
El tiempo planteado para cada una de las actividades o incluso para el trabajo completo de
cada tema depende en gran parte del tratamiento médico y las posibilidades que tenga el
niño de asistir al aula, además de la capacidad del alumno para desempeñar las
actividades propuestas logrando los objetivos planteados.
Algunos de los temas que se pueden desarrollar dentro del aula hospitalaria en cuestión
emocional son:
Experiencia de la enfermedad
El proceso de pérdida
Las emociones y el miedo dentro del hospital
La soledad y aislamiento por la enfermedad
La educación para la salud
El dolor físico y su canalización
Adaptación al hospital
Experiencia de desestructuración psíquica
La ruptura de las relaciones sociales
El tema a desarrollar en este esfuerzo por aterrizar la propuesta de la presente
investigación será “El dolor y el enojo”. Con este tema se pretende trabajar a nivel
social, físico, emocional e intelectual el dolor y el enojo ante la situación de enfermedad,
conjugándolo con algunos temas específicos de la currícula de la educación primaria para
que los alumnos construyan su aprendizaje y desarrollen una capacidad analítica y
creativa ante la realidad que viven sin dejar de lado sus estudios escolares.
Para desarrollar este tema se deben considerar de forma individual las siguientes
características:
Características evolutivas del alumno
Proceso y evolución de la enfermedad en el niño
Tipo de cáncer que presenta y diagnóstico médico
Comprensión del niño sobre su enfermedad
153
Tratamientos médicos y hospitalizaciones vivenciadas
Nivel de dolor físico expresado a los médicos y familiares
Efectos secundarios de la enfermedad en el niño
Estado anímico y emocional
Apoyo de los padres y familiares
Grado escolar que cursa
Experiencias estéticas previas dentro y fuera del hospital
Uno de los aspectos más complejos de concretar en el Aula Hospitalaria del Project Zero
es la evaluación al niño, ya que se deben tomar en cuenta los resultados que en
ocasiones no son observables ni medibles. En esta ocasión se contará con una evaluación
del resultado en la comprensión del alumno al temario escolar correspondiente y por otro
lado el educador, de forma subjetiva, podrá evaluar el proceso emocional y estético, es
decir, si las actividades han sido efectivas para la expresión de los sentimientos y si el
alumno ha completado la experiencia estética según los objetivos planteados.
154
VI.2. Plan de sesión
Objetivo general38:
Dar continuidad a los temas que marca la currícula de Educación Básica, dependiendo
del grado escolar que curse el alumno, para evitar el rezago educativo y favorecer el
aprendizaje significativo a través del desarrollo de competencias.
Brindar un apoyo emocional al alumno para que comprenda los cambios físicos que
atraviesa, además de saber identificar y comunicar las emociones que experimenta
durante el proceso de hospitalización y enfermedad, para poder canalizarlas y
trabajarlas con profesionales calificados y estrategias adecuadas a cada situación.
38 Todas las actividades harán referencia a un objetivo de la currícula escolar y otro objetivo para la expresión de las emociones.
Sesión 1:
Autobiografía y autorretrato39
Tema emocional a tratar:
Dolor
Autonomía y autoconocimiento
Objetivos específicos:
El alumno logrará identificar las características y función de las autobiografías y autorretratos a partir de la
lectura y apreciación de muestras de dichos modelos con el fin de aprender ambos conceptos.
El alumno será capaz de reconocerse como una persona independiente en una situación específica con una
individualidad distinta a la de cualquier otra persona para forjar su personalidad y autonomía dentro de su
contexto específico.
Nombre de la
actividad Actividad Objetivo Específico Material Lugar Tiempo
Sensibilización El docente hace preguntas
abiertas sobre qué es y
para qué sirve la
autobiografía y el
autorretrato.
‐ Evaluar los conocimientos
previos que tiene el alumno
sobre el tema.
Aula
Hospitalaria
15 minutos
Frida Kahlo Desarrollo de actividad en ‐ Identificar las características ‐ Autobiografía 40 minutos
39 Todas las actividades planteadas se pueden desarrollar con un grupo de alumnos que compartan características evolutivas y nivel cognitivo o bien, adaptarlas para el trabajo individual si así lo requiere el alumno. En la presente investigación se hará la planeación considerando un trabajo colaborativo entre pares.
Anexo A. de la autobiografía y
autorretrato.
‐ Relacionar la historia de
Frida Kahlo con la historia
personal y trabajar el tema
del dolor a través del
autorretrato.
impresa para dar
lectura.
‐ Rotafolios o
pizarrón para
anotar las ideas
de los alumnos.
‐ Gis o plumones.
‐ Imagen de
Autorretrato
con monos 1943
de Frida Kahlo
‐ Papel y pluma
Mi propia
biografía y
autorretrato
Desarrollo de actividad en
Anexo B.
‐ Crear una autobiografía y un
autorretrato para evaluar la
comprensión del tema.
‐ Expresar a través del arte la
percepción personal y
construir una autobiografía
para mostrar el
autoconocimiento del
alumno.
‐ Papel y puma o
lápiz.
‐ Acuarelas.
‐ Cartulina.
‐ Espejo individual.
1 hora
Cierre El educador retoma los
elementos más
‐ Integrar los conocimientos
vistos en clase con las
‐ 15 minutos
importantes de la clase y
les recuerda a los
alumnos que estar
hospitalizado puede ser
un momento para pintar
como lo hacía Frida.
Debe hacer hincapié en
que cada uno tiene una
historia distinta y
emociones diferentes pero
que es importante
expresarlas como Frida lo
hacía.
emociones expresadas por
los alumnos.
‐ Reafirmar el valor de la
autonomía.
‐ Evaluar el autoconcepto de
cada alumno.
Sesión 2
El termómetro y la temperatura
Tema emocional a tratar:
Las expresión de las emociones
Objetivos específicos:
El alumno será capaz de comprender el funcionamiento del termómetro, su importancia e identificar la
diferencia entre la temperatura caliente y fría y así lograr la comprensión de dicho instrumento como
herramienta de medición.
El alumno podrá relacionar los colores con las emociones que experimenta para poder expresar su enojo o
tristeza usando un medio distinto a las palabras.
Nombre de la
actividad Actividad Objetivo Específico Material Lugar Tiempo
Presentación El educador presenta al
grupo un termómetro y
les pregunta qué es y
para qué lo han usado.
‐ Conocer las experiencias
previas de los alumnos
con el termómetro y su
funcionamiento.
‐ Un termómetro
Aula
Hospitalaria
15 minutos
El termómetro Desarrollo de actividad
en Anexo C.
‐ Conocer la función del
termómetro y la forma de
medir la temperatura.
‐ Un termómetro 25 minutos
La
temperatura
del color
Desarrollo de actividad
en Anexo D.
‐ Relacionar los colores con
las emociones que tienen
dentro del hospital; e
identificarlos con colores
‐ Paletas de
diferentes
colores
‐ Pintura de
40 minutos
cálidos o fríos.
‐ Expresar las emociones
que han experimentado
durante los tratamientos
médicos usando
únicamente el color.
colores
‐ Pinceles
‐ Una cartulina
para cada
alumno
Cierre El educador dirige el
diálogo con los alumnos
para que comprendan lo
importante que es
expresar sus
emociones.
‐ Concluir el tema de la
temperatura,
relacionándola con los
colores y las emociones.
10 minutos
Sesión 3
Adjetivos
Tema emocional a tratar:
Tristeza y enojo
Objetivos específicos:
El alumno será capaz de clasificar los adjetivos según su función y atributos para comprender su aplicación
dentro de la oración.
El alumno conocerá adjetivos para describir sus emociones y lograr una mejor expresión de sus ideas; a
través de la literatura comprenderá la importancia de reflexionar y comunicar aquello que les causa tristeza o
enojo.
Nombre de la
actividad Actividad Objetivo Específico Material Lugar Tiempo
Inducción al
tema
El educador pregunta al
grupo cuáles son las
partes que componen
una oración y pide
algunos ejemplos al
grupo.
‐ Identificar los
conocimientos de los
alumnos referentes al
tema de adjetivos.
Aula
Hospitalaria
10 minutos
Los adjetivos Desarrollo de actividad
en Anexo E.
‐ Explicar a los alumnos la
definición de adjetivo y los
tipos que existen para
calificar un objeto.
‐ Abordar las emociones de
tristeza y enojo a través
‐ Dibujos de
sustantivos
relacionados
con la situación
de
hospitalización
50 minutos
del tema de adjetivos y
generar una experiencia
estética de calidad para
que los alumnos puedan
expresar sus sentimientos.
‐ Pizarrón y gis
‐ Hojas blancas
‐ Colores
‐ Cuento “La
gusana”
impreso
Cierre Para cerrar el educador
pide a cada alumno que
mencione un adjetivo
que los califique para
verificar que han
comprendido el tema.
‐ Corroborar que los
alumnos han entendido el
tema de los adjetivos y
que pueden identificarlos
dentro de una oración o un
texto.
15
minutos
Sesión 4
Sistema circulatorio
Tema emocional a tratar:
El dolor
Objetivo específico:
El alumno comprenderá la función del sistema circulatorio en el cuerpo identificándolo como un aspecto
indispensable para el hombre al regular la función vascular y linfática.
El alumno reconocerá la zona de su cuerpo donde más dolor siente durante su tratamiento médico. Lo
clasificará como dolor agudo o dolor constante y comprenderá que el dolor no debe incrementar su nivel de
estrés por lo que puede utilizar técnicas artísticas para distraerse y relajarse.
Nombre de la
actividad Actividad Objetivo Específico Material Lugar Tiempo
Inducción al
tema
Se le presenta al grupo
obras de arte visuales
en la que se muestre el
sistema circulatorio. Se
le pregunta a los
alumnos qué son las
venas y cuál es su
función.
‐ Introducir el tema del
sistema circulatorio al
grupo.
‐ Obras de arte
del sistema
circulatorio
Aula
Hospitalaria
10 minutos
El sistema
circulatorio
Desarrollo de actividad
en Anexo F.
‐ Comprender la función de
la sangre y del sistema
cardiovascular en el
cuerpo.
‐ Identificar las zonas de
dolor y contar con técnicas
que ayudan a reducirlo.
‐ Plastilina de
colores
45 minutos
Cierre El educador pide a cada
alumno que recapitule
una técnica para
aminorar el dolor físico
en momentos de crisis.
‐ Confirmar que los alumnos
han aprendido las
diferentes técnicas para
aminorar los efectos del
estrés causados por el
dolor.
10
minutos
Sesión 5
El oído y la música
Tema emocional a tratar:
Las expresión de las emociones
Objetivo específico:
El alumno será capaz de identificar las partes que conforman el oído y clasificarlo como uno de los sentidos
más importantes del ser humano, para reconocerlo como un sentido clave para la comunicación humana.
El alumno podrá relacionar distintos sonidos con los estados de ánimo personales y reconocerá la música
como una herramienta útil en su expresión de sentimientos para afrontar la enfermedad además de
reconocerla como una de las manifestaciones artísticas más importantes y antiguas.
Presentar la música y el silencio como una estrategia efectiva de relajación para bajar el estrés causado por
los tratamientos médicos y un medio de comunicación distinto al lenguaje usual.
Nombre de la
actividad Actividad Objetivo Específico Material Lugar Tiempo
Presentación El educador muestra
una obra de arte visual
del oído y pregunta para
qué sirve y cuándo se
utiliza.
‐ Medir el conocimiento que
tienen los alumnos sobre
el sentido del oído y su
importancia para la
persona.
‐ Obra de arte
visual del oído
Aula
Hospitalaria
10 minutos
El oído y los
sentidos
Desarrollo de actividad
en Anexo G.
‐ Identificar las partes del
oído y conocer la función
de éste para la persona.
‐ Hojas de papel
‐ Colores
30 minutos
La música en
el cuerpo
Desarrollo de actividad
en Anexo H.
‐ Escuchar distintos tipos de
música para expresar
emociones con el cuerpo
de acuerdo al ritmo.
‐ Desarrollar la atención al
40 minutos
escuchar
significativamente para
potencializar los hábitos
de escucha y mejorar la
comunicación
interpersonal y como
medio para reducir el
estrés de la enfermedad y
los tratamientos.
Cierre El educador dirige el
diálogo para
comprender la
importancia del oído
para la persona.
‐ Concluir el tema del oído,
relacionándola con la
importancia para la
comunicación humana
10 minutos
Sesión 6
El ciclo del agua
Tema emocional a tratar:
El miedo y el valor, el enojo y la alegría
Objetivo específico:
El alumno será capaz de identificar las diferentes estaciones del ciclo del agua, con el fin de comprender que
es un ciclo constante y que cada una de sus etapas es fundamental para la vida del planeta.
El alumno relacionará cada estación del ciclo del agua con una emoción diferente y conocerá la pintura y la
poesía como medios para expresar sus sentimientos.
Nombre de la
actividad Actividad Objetivo Específico Material Lugar Tiempo
Mi estación
del ciclo del
agua
Desarrollo de actividad
en Anexo I.
‐ Aprender las cuatro
estaciones del ciclo del
agua y lo que sucede en
cada una de éstas a
través del contacto con el
arte y el trabajo en equipo.
‐ Lectura sobre
cada estación
del ciclo del
agua.
‐ Pinturas de
colores
‐ 4 Cartulinas
‐ Pinceles
Aula
Hospitalaria
50 minutos
Las
estaciones del
agua y las
estaciones de
mis
sentimientos
Desarrollo de actividad
en Anexo J.
‐ Reforzar la comprensión
del tema del ciclo del agua
a través de una
experiencia estética.
‐ Comprensión de un
poema y relación del
mismo con sentimientos
contrarios: enojo y alegría,
miedo y valentía;
enfocados a la situación
‐ Una hoja con el
poema “La
tormenta” para
cada quien
‐ Hojas
‐ Pluma o lápiz
para cada
alumno
30 minutos
de hospitalización para
destacar la alegría y la
valentía sobre sus
opuestos.
Cierre El educador muestra al
grupo las pinturas y
pregunta a los alumnos
sobre las estaciones del
ciclo del agua.
‐ Verificar que los alumnos
han entendido el tema del
ciclo del agua y conocen
las cuatro estaciones.
15
minutos
168
CONCLUSIÓN
A lo largo de esta tesis he profundizado en los distintos temas involucrados en el
desarrollo de un aula hospitalaria adaptada al Project Zero para niños de la segunda
infancia enfermos de cáncer.
A lo largo de los primeros cinco capítulos he expuesto una clara necesidad de propuestas
y acciones firmes que conlleven al desarrollo de nuevos programas artísticos hospitalarios
con la finalidad de dar atención a la población infantil que se encuentra hospitalizada. Para
aterrizar una propuesta en el último capítulo que muestra claramente la aplicación de la
teoría.
La pedagogía hospitalaria constituye una necesidad educativa en la que se da cobertura
en materia de educación a las personas hospitalizadas para que continúen con su
desarrollo personal mientras se encuentran dentro de la institución médica. Para ello ésta
rama de la pedagogía debe invertir sus mejores esfuerzos en lograr la adaptación del niño
a su entorno cotidiano, con las menores secuelas posibles de la hospitalización. Hablar de
educación integral implica atender en todos los ámbitos y a todos los niños, sin discriminar
por su condición física esto incluye una situación como la enfermedad.
No dar seguimiento a los niños hospitalizados, hoy constituye un problema educativo pues
las secuelas del tratamiento y hospitalización llegan a generar dificultades de aprendizaje
y subsecuentemente rezago educativo, reflejado en las evaluaciones a nivel micro y macro
por ello es imprescindible que se creen programas, asociaciones, normas y leyes que
regulen este ámbito educativo poco atendido. Programas eficientes de ayuda
psicopedagógica en el ámbito hospitalario serán reflejo de una sociedad preocupada por el
desarrollo de la sociedad y por la mejora continua de sus ciudadanos. Incluir aulas
enfocadas a la educación estética dentro de los hospitales constituye un gran esfuerzo
para la institución médica y un gran beneficio para los niños hospitalizados, pues ahí
podrán encontrar un lugar para convivir, salir de la rutina y continuar con su aprendizaje y
desarrollo intelectual y emocional.
169
La pedagogía hospitalaria trabaja a favor del desarrollo de ambientes de aprendizaje y
experiencias educativas que le ayuden al niño enfermo a afrontar su situación de la mejor
manera posible y continuar dentro de la institución médica con su desarrollo intelectual y
emocional, eliminando el rezago escolar y la falta de cobertura a este sector. Para lograr lo
anterior es indispensable que participen médicos, familiares y educadores calificados.
El cáncer hoy constituye la segunda causa de muerte infantil, a pesar de ser curable el
70% de los casos; sin embargo, las intervenciones médicas, hospitalizaciones y
tratamientos agresivos que supone una enfermedad como ésta en la infancia, generan
efectos secundarios con impacto personal, familiar, emocional, físico, social y psico-
educativo. El cáncer es una enfermedad crónica que aísla al niño generando ansiedad,
estrés y depresión.
Atender a los niños oncológicos es una necesidad social, educativa, económica, política y
humana a la que desafortunadamente no se le ha dado respuesta en nuestro país. En los
últimos capítulos de esta tesis he propuesto un aula hospitalaria a través de la cual esta
población pueda trabajar para construir su aprendizaje y continuar con el desarrollo de
habilidades, actitudes y conocimientos que le permitan afrontar situaciones como la
enfermedad y que le brinden estabilidad emocional aún dentro del hospital.
Una forma de abordar esta problemática desde la perspectiva educativa es tomar la
educación estética como medio para desarrollar habilidades de comunicación y
afrontamiento de la enfermedad. La principal preocupación de la educación estética es
generar un vínculo entre la razón y la sensibilidad para encontrar el equilibrio y desarrollo
personal a través de experiencias que cambien la percepción e interpretación de la
realidad. Así, la educación estética ofrece todas sus herramientas para crear un ambiente
de aprendizaje que se adecúe a las necesidades de los niños hospitalizados enfermos de
cáncer.
Durante la segunda infancia, los niños logran utilizar el arte para expresar aquello que
muchas veces no pueden comunicar con palabras; en el caso de los niños hospitalizados,
170
el arte les permite crear un ambiente distinto a la realidad en la que se encuentran para
desarrollar su dimensión estética y expresar lo que sienten, orientando sus esfuerzos a un
afrontamiento de la enfermedad y modificando su percepción del mundo. Esto aplica sin
distinción a los niños que se encuentran enfermos de cáncer y hospitalizados. Aprovechar
las cualidades del arte para generar experiencias estéticas de calidad en un ambiente
hospitalario, sin duda es un excelente camino para formar el criterio, abrir un espacio al
diálogo, tener una participación activa en el propio aprendizaje, guiar las emociones y
enriquecerse a través del acercamiento con el arte.
La educación estética permite conocer y canalizar las ideas y emociones del niño
hospitalizado a través, de la interpretación que tiene de la realidad, ya que trabaja con el
arte y éste tiene la gran ventaja al ser un medio de expresión que comunica lo más
profundo del alma.
La idea de crear un aula hospitalaria adaptada a la propuesta de trabajo del Project Zero
para niños de la segunda infancia enfermos de cáncer, tiene como objetivo impulsar el
aprendizaje de los niños hospitalizados a través del arte, creando experiencias estéticas
de calidad, orientadas por un educador, para estimular el desarrollo intelectual y
emocional. Tener un Aula del Project Zero implica la adecuación de los elementos
didácticos y de la metodología a la realidad de los estudiantes, pues son éstos quienes
constituyen el centro de atención en el proceso de enseñanza aprendizaje. En esta tesis
se propone adecuar las estrategias del Project Zero a un aula hospitalaria en donde el
trabajo colaborativo, el trabajo a partir de proyectos o la evaluación de las experiencias
personales, será clave para el aprendizaje y desarrollo estético.
Es un hecho que tener un Aula del Project Zero en una institución médica permite que el
niño enfermo de cáncer tenga un espacio para reflexionar y construir su propio aprendizaje
a partir de las experiencias guiadas y así, estimular un pensamiento creativo que le
permita resolver problemas, comunicarse mejor y comprender la realidad personal.
Adecuar las estrategias que propone el Project Zero a una realidad de niños enfermos de
cáncer hospitalizados, es una forma de dar respuesta a la gran necesidad que existe en
171
nuestro país de dar cobertura en materia educativa y brindar educación de calidad que
estimule la participación y construcción del propio aprendizaje, con la intención de salir
adelante de la enfermedad.
Si se trabaja en conjunto, padres, hermanos o miembros de la familia, médicos y
profesores capacitados para este tipo de aulas hospitalarias, la recuperación del niño
enfermo será mejor y más rápida; es un esfuerzo en conjunto para atender a una
población que se encuentra en desventaja física y educativa. Es responsabilidad
compartida buscar los mejores medios para el desarrollo integral del niño enfermo,
generando un desarrollo intelectual y una madurez emocional para afrontar su situación de
enfermedad y salir adelante. Se trata de aplicar medios y estrategias efectivas y atractivas,
como el arte, a situaciones complejas y de desventaja, como una hospitalización, para que
sean una oportunidad de crecimiento y aprendizaje personal.
172
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181
ANEXOS
Anexo A
Frida Kahlo
Instrucciones:
1. El educador explica al grupo el concepto de autobiografía y sus características.
Anota los conceptos principales en el pizarrón para que permanezcan presentes en
toda la clase.
2. Lee la autobiografía de Frida Kahlo en primera persona para que los alumnos
sientan que es Frida quien está contando su historia. La autobiografía debe estar
adaptada al nivel de comprensión de los alumnos y hacer especial énfasis en la
etapa de hospitalización e inmovilidad que tuvo a causa del accidente.
3. Al finalizar el educador hace preguntas para que los alumnos identifiquen las
diferentes características que vieron de la autobiografía y otras preguntas para
identificar similitudes y diferencias entre la historia de Frida Kahlo y la de los
alumnos. En el desarrollo de las preguntas se trabajará también el tema de la
hospitalización y el dolor físico que Frida experimentó. Algunos ejemplos de
preguntas son:
a. ¿Cuáles características, de las vistas en clase, identificaron en la
autobiografía de Frida Kahlo?
b. ¿Quién está contando la historia de Frida Kahlo?
c. ¿Por qué se llama autobiografía y no biografía?
d. ¿Cómo se imaginan que es físicamente Frida?
e. ¿Qué profesión tenía Frida?
f. ¿En qué se parece la vida de Frida a la vida de ustedes? ¿En qué es
diferente?
182
g. De acuerdo a la autobiografía que acaban de escuchar, ¿qué
acontecimientos de la vida de Frida son similares a los suyos? ¿qué
acontecimientos son distintos?
h. ¿A qué edad hospitalizaron a Frida?
i. ¿Qué parte del cuerpo le dolía más cuando estuvo enferma?
j. Si Frida te preguntara qué es el dolor, ¿Qué le contestarías?
k. ¿Cómo creen que se sentía Frida al no poder moverse y al no poder salir a la
calle por estar en cama?
l. ¿Creen que Frida estaba enojada, triste o contenta por lo que le pasó en el
accidente? ¿Por qué?
4. Al término de las preguntas, el educador les muestra a los alumnos un autorretrato
de Frida (Autorretrato con monos, 1943) y pide a los alumnos que identifiquen las
características del autorretrato.
5. Los alumnos tendrán unos minutos para observar el autorretrato y cada uno
mencionará lo que más le gusta de la pintura. Al finalizar el educador les pedirá que
cada quien escriba en una hoja las respuestas a las siguientes preguntas:
a. Si este es un autorretrato ¿quién pintó la obra?
b. ¿Te gusta la obra de arte? ¿Por qué?
c. ¿Dónde está Frida Kahlo en la pintura? ¿Te recuerda algún lugar?
d. ¿Qué cosa te llama más la atención de la pintura?
e. ¿Esta obra de arte expresa algún sentimiento? ¿Cuál?
f. ¿Se relaciona la autobiografía que leíste con el autorretrato? ¿En qué?
183
Anexo B
Mi propia Autobiografía y Autorretrato
Instrucciones:
1. El educador reparte una barra de acuarelas, una cartulina y un espejo a cada
alumno.
2. Les pide que comiencen a hacer un autorretrato con los colores que expresen sus
emociones. Los alumnos deben poner en su autorretrato las cosas que mejor los
caracterizan. Cada niño tendrá un espejo como lo tenía Frida para que puedan
hacer un autorretrato cercano a la realidad.
3. Cuando todos hayan terminado de pintar su autorretrato comenzarán a escribir su
autobiografía en papel. El docente debe supervisar que los alumnos hayan
comprendido las características de la autobiografía y guiar a aquellos que tengan
dudas.
4. Al final cada uno se presenta ante el grupo para explicar su autorretrato y leer su
autobiografía, el resto de los alumnos deberán estar atentos.
5. El educador termina la actividad haciendo preguntas concretas sobre el dolor y las
emociones que expresaron los alumnos durante la clase. Deberá guiar a los
alumnos a comprender que todos experimentamos emociones como el dolor o la
desesperación por estar aislados y que lo importante será encontrar la forma de
comunicarlo como lo hizo Frida a través de la pintura.
Nota: En caso de que alguno de los alumnos exprese algún sentimiento de enojo o dolor
que no se pueda tratar en clase deberá canalizarse a una sesión individual.
184
Anexo C
El termómetro
Explicar a los alumnos el termómetro y su forma de medir la temperatura.
Instrucciones:
1. El educador explica a los alumnos que el termómetro es un instrumento de
medición de temperatura. Los alumnos deberán tomar notas y si tienen preguntas el
educador los orientará con ejemplos y preguntas.
2. Les muestra a los alumnos el termómetro y cada uno menciona un objeto al que se
le pueda medir la temperatura.
3. Después el educador le muestra al grupo el mecanismo del termómetro para medir
la temperatura, debe utilizar ejemplos claros y reales para que los alumnos
comprendan el funcionamiento.
4. Se les presenta a los niños un balde con agua caliente para medir la temperatura
con el termómetro y hacer la comparación de temperatura con un elemento frío.
185
Anexo D
La temperatura del color
Instrucciones:
1. Después de revisar el tema del termómetro y la temperatura se hará una relación
con los colores y su clasificación como cálidos o fríos.
2. El educador les presenta a los alumnos distintas paletas de colores y les pregunta
qué temperatura tendría cada paleta si pudiera medirse.
3. Le entrega a cada alumno una paleta de color diferente y les hace tres preguntas:
a. ¿Es un color cálido o frío?
b. Menciona un objeto del color de tu paleta que tenga temperatura
c. ¿Si el color fuera una emoción cuál sería?
4. El educador pregunta cuál color es el que describe mejor las siguientes emociones:
a. Enojo
b. Felicidad
c. Tristeza
d. Dolor
5. El grupo escucha las respuestas de todos y después el educador les pide que
tomen una pintura de color para expresar la emoción que sienten cuando están en
tratamiento médico.
6. Cada alumno deberá tomar un pequeño lienzo y expresar sus emociones con
colores.
7. Al final cada niño pasará al frente y explicará su obra.
186
Anexo E
Los adjetivos
Instrucciones:
1. Se explica al grupo la definición de “adjetivo” se le pide a los alumnos que den un
ejemplo concreto de una oración con un adjetivo.
2. El educador utiliza el pizarrón para hacer un mapa mental de los diferentes tipos de
adjetivos que existen utilizando imágenes de sustantivos, las imágenes deberán ser
referentes a objetos del hospital como cama, medicina, doctor, jeringa, enfermera o
termómetro; los niños deberán dar un adjetivo que califique o empate con las
imágenes de sustantivos presentadas por el educador.
3. El educador da retroalimentación al grupo y se asegura que todos logren
comprender qué es un adjetivo.
4. Se le reparte a cada alumno una hoja con el cuento “El gusano triste” de Astrid
Siebenslist impreso. La instrucción por parte del educador será encontrar todos los
adjetivos y subrayarlos.
EL GUSANO TRISTE
Astrid Siebenlist
Había una vez un gusano que siempre estaba triste. Sus amigos se reían de él, le decían
que eran tan, pero tan feo que no lo dejaban salir de su casa para que no asustara a los
demás. Tanto se cansó de las burlas, que decidió esconderse en su casita y no salir más.
Pasó el tiempo, y sus amigos comenzaron a preocuparse porque el gusano no aparecía
nunca, ni siquiera a comer.
Hasta que un día vieron salir de su casita a una mariposa. ¡No lo podían creer! El gusano
se había transformado, y ahora hasta podía volar. Además, había dejado de ser un
gusano feo… ¡ahora era una hermosa y colorida mariposa!
187
5. Después de identificar los adjetivos de forma grupal el educador hará las siguientes
preguntas:
a. ¿Para qué sirven los adjetivos?
b. ¿Por qué los adjetivos resaltan las características de los sustantivos?
c. ¿De qué trata el cuento que leyeron?
d. ¿Cómo se sentía el gusano?
e. ¿Qué emociones expresa el autor en el cuento?
f. Si ustedes fueran el gusano ¿qué le dirían a sus amigos?
g. ¿Qué emoción creen que sentía el gusano al estar encerrado?
h. ¿Ustedes qué emociones sienten al estar hospitalizados?
i. ¿Qué les provoca tristeza?
j. ¿Qué le dirían al gusano para que se animara?
6. Se les entrega a los niños una hoja en blanco para que escriban un cuento en el
que relaten lo que más tristeza y enojo les genera al estar enfermos.
7. Deberán entregar los cuentos al educador y éste llevará el seguimiento de cada
alumno.
188
Anexo F
El sistema circulatorio
Instrucciones:
1. El educador le pide a los niños que busquen una vena de su cuerpo.
2. Les pregunta qué es lo que hay dentro de las venas y arterias, para qué sirve la
sangre y por qué partes del cuerpo pasa la sangre.
3. Cuando los alumnos descubran que la sangre está en todo el cuerpo y que su
función es llevar nutrientes y oxígeno al cuerpo el educador deberá enseñarles el
resto de las funciones e importancia de dicho sistema para el cuerpo humano.
4. Se podrá apoyar de las obras de artes plásticas para mostrar de forma gráfica
cuáles son las venas que recorren el cuerpo.
5. Después se les mostrará una figura del corazón humano con sus cavidades y
conexiones. El educador permite a cada alumno tocar el corazón y les explica su
funcionamiento. Algunas de las preguntas que se sugieren son:
a. ¿Qué creen que pasa cuando un corazón está sano?
b. ¿Qué pasa cuando el corazón se enferma?
6. El educador debe asegurarse que todos los alumnos han comprendido el
funcionamiento del aparato circulatorio identificando las venas y arterias.
7. A continuación cada alumno tendrá barras de plastilina de diferentes colores, el
educador les indica que deberán crear la figura de una persona humana.
8. Después los alumnos deberán moldear una figura de corazón y colocarla en el lugar
correcto de la figura humana.
9. El educador le pide a los alumnos que indiquen las zonas de dolor durante los
tratamientos médicos marcándolas con un color específico de plastilina, deberán
mencionar si es un dolor agudo o un dolor constante. Si alguno de los alumnos no
identifica la diferencia en el tipo de dolor el educador deberá explicárselo.
10. Cuando identifiquen las zonas de dolor el educador guiará a los niños con
preguntas concretas:
189
a. ¿Del uno al diez qué tan fuerte es el dolor durante el tratamiento médico?
b. ¿Cuando tienes dolor quién te ayuda a mejorar?
c. ¿Por qué tienes dolor durante el tratamiento?
d. ¿Qué haces para que se te quite el dolor?
e. ¿Cómo expresas tu dolor a tus papás y médicos?
f. ¿Te gusta pintar, escuchar música o leer cuentos?
11. A continuación el educador le enseña y practica ciertas formas de relajación con el
alumno para que las pueda aplicar en momentos de mucho dolor. Algunas de estas
formas pueden ser:
a. Control de la respiración
b. Encontrar posición corporal cómoda
c. Escuchar música
d. Leer un cuento
e. Hablar con sus familiares
f. Contar chistes
g. Pintar
Al final el educador debe recordar a los niños la importancia de tener comunicación con
sus papás y médicos para que puedan ayudarle en los momentos de dolor. Les deja de
tarea que en los momentos de estrés o dolor pongan en práctica alguna de las técnicas
mostradas y puedan identificar cuál es la que más les funcionó.
190
Anexo G
El oído y los sentidos
Instrucciones:
1. El educador le presenta a los alumnos un estímulo que se dirija a cada uno de los
sentidos, por ejemplo, chocolate para el gusto, agua caliente para el tacto, café
para el olfato, música para el oído y una paleta de colores para la vista.
2. Las preguntas que el educador realice deberán dirigirse al descubrimiento de que el
ser humano conoce el mundo a través de los sentidos.
3. Entonces el educador les expondrá a los alumnos el tema del oído, incluyendo las
partes y funciones de éste.
4. Cada alumno deberá retomar los elementos que el educador expuso y dibujar un
oído por dentro y por fuera según se lo imagine en una hoja de papel con colores.
Al terminar el educador les mostrará una obra de arte visual y una imagen real de
un oído por la parte externa y en la parte interna para que los alumnos puedan
comparar los dibujos e identificar las partes del oído de las que hablaron
anteriormente.
191
Anexo H
La música a través del cuerpo
Instrucciones:
1. El educador le pide a los alumnos que al escuchar la música comiencen a mover el
cuerpo al ritmo que marca. Al inicio deberán empezar con movimientos suaves y
poco a poco acelerar el ritmo hasta conseguir un baile más alegre.
2. El educador pone la Sinfonía No. 40. Primer Movimiento. W A. Mozart y los alumnos
comienzan a mover su cuerpo.
3. A la mitad de la Sinfonía de Mozart el educador le pedirá al grupo que comience a
representar aquello que la sinfonía les hace imaginar o sentir.
4. Cuando la música deje de sonar el educador le preguntará a cada alumno sus
emociones en la primera parte de la dinámica.
5. Después de forma voluntaria los alumnos podrán compartir aquello que imaginaron
e intentaron representar en la segunda parte de la dinámica.
6. Para finalizar el educador hará una reflexión sobre la gran capacidad de la música
para expresar emociones, persuadiendo la participación de los alumnos para
compartir experiencias y conclusiones del tema.
192
Anexo I
Mi estación del ciclo del agua
Instrucciones:
1. El educador divide a los alumnos en cuatro equipos distintos de forma equitativa.
2. Le entrega a cada equipo una lectura en la que explica una estación del ciclo del
agua de forma clara y completa, cada equipo será una estación distinta; los
alumnos deberán leerla y si tienen dudas comentarlas al educador.
3. Cada equipo deberá realizar una pintura que explique la estación del agua que les
tocó, debe contener todos los elementos mencionados en la lectura.
4. Cada equipo pasa al frente para exponer lo que sucede en cada estación del ciclo
del agua apoyándose de la pintura hecha. El educador debe pasar a los equipos en
la secuencia correcta de acuerdo al tema de la clase para tener orden.
5. Al final el educador hace una recapitulación de cada uno de las estaciones del ciclo
del agua y coloca las cuatro pinturas al frente en el orden correcto para explicar el
ciclo completo y resolver dudas.
193
Anexo J
Las estaciones del agua y las estaciones de mis sentimientos
Instrucciones:
1. Después de realizar la actividad Mi estación del ciclo del agua, el educador les
entregará a los alumnos el poema “La tormenta” de Andrés Díaz Marrero (ABC
ESCRITURA CREATIVA, febrero 9, 2012):
La tormenta
Con puño cerrado, el viento,
furioso al techo golpea.
Cae imponente la lluvia,
aúlla feroz la tormenta.
Árboles desgaja en ristras,
rompe techos y cumbreras…
-calma, nada hay que temer;
calma, -nos pide la abuela,
con voz sosegada añade:
-no hay que temer a la lluvia
ni al mar que ruge en la arena
ni al relámpago que alumbra
ni al trueno cuando revienta,
que en la vida todo pasa
aún lo que está escrito en piedra.
Todo es cambio: luz y sombra
son apenas una estela
que Dios, en el firmamento,
traza con mano serena.
Mañana cuando la aurora
cubra las hojas de perlas
y las montañas y mares
sientan del sol la tibieza,
comenzaremos de nuevo
la interrumpida faena.
¡Calma!, nada hay que temer.
-Calma nos pide la abuela.
Hilos de plata en las sienes,
con voz sosegada y tierna
su firmeza espanta el miedo,
nos conforta y nos alienta.
Y ya, no asusta el aullido
ni el golpe de la tormenta,
pues recobramos el ánimo
¡ante el valor de la abuela!
194
2. Después leer el poema el docente les pedirá que lo relacionen con el tema del ciclo
del agua y les hará las siguientes preguntas:
a. ¿De qué trata el poema? ¿Qué elementos del ciclo del agua aparecen en el
poema?
b. ¿Qué palabras del poema se relacionan con el ciclo del agua? ¡Circúlalas!
c. ¿De qué estación o estaciones del ciclo del agua habla el poema?
3. A continuación se hará una relación del poema con cuatro sentimientos diferentes:
valor, miedo, enojo y alegría. Algunas de las preguntas que se sugieren para esto
son:
a. ¿Qué sentiste cuando leíste el primer verso?
b. ¿Qué emociones se ven reflejadas en el poema?
c. ¿Qué sentimientos son opuestos al miedo y al enojo?
d. ¿Por qué se relaciona una tormenta con el sentimiento del enojo?
e. ¿Quién le tiene miedo a las tormentas?
f. ¿Qué otras cosas les dan miedo?
g. ¿Si las tormentas les producen miedo, qué situación les podría generar
valor?
h. ¿Qué es lo que más les enoja?
i. ¿Qué es lo que más alegría les da? ¿Cuál estación del ciclo del agua podría
relacionarse con el sentimiento de alegría?
4. Posteriormente, cada alumno deberá dibujar en una hoja tres situaciones que le dan
miedo, tres situaciones que le generan enojo, tres situaciones que le generen valor
y tres que le generen alegría.
5. Entregarán las hojas al educador para que pueda evaluar si alguno de los alumnos
necesita canalización o ayuda específica en algún tema.
6. Para finalizar, el docente debe preguntar a los alumnos sobre las situaciones que le
producen alegría, orientando las respuestas a que descubran qué situaciones
dentro del hospital pueden ser alegres y enfatizar en esto con la finalidad de que
todos los alumnos piensen de forma positiva y comprendan que siempre hay
momentos de alegría, incluso dentro del hospital.