El color de mis
sueños
La poesía visual ha sido la técnica escogida para la
realización de este trabajo. A continuación se
muestra una serie de fotografías tomadas de objetos
cotidianos que han sido descontextualizados y
combinados de forma que sus significados
individuales pierden el sentido para dar lugar a uno
nuevo, fruto de esa unión. También contaremos con
un fotomontaje realizado a base de una imagen
encontrada en la red y combinada con un dibujo
escaneado.
Como todo proyecto, he comenzado por una
“lluvia de ideas”:
El maniquí es una representación mía, una persona
de carácter emprendedor, al principio perdida y
algo desorientada, cuya mente es un hervidero de
pensamientos que circulan de manera caótica
hasta que se asientan en la idea definitiva.
El paraguas es el elemento que establece esa
relación con la lluvia y los post-its que cuelgan de
él simbolizan las gotas. En ellos están escritas
literalmente esas ideas que se me fueron ocurriendo
a la hora de empezar este trabajo.
“Ideas en flor” es el título que he querido
dar a esta imagen, de alguna manera es la
continuación de esa tormenta de
pensamientos a la que hacíamos referencia
antes.
El sombrero es el elemento que simboliza
nuestra mente, el lugar de donde surge toda
idea. Las flores, que gracias a esa “lluvia”
han florecido son los pensamientos que van
tomando forma, que van definiéndose poco
a poco. El color es lo que las diferencia del
otro objeto, ya que las flores son el principal
elemento de la composición.
La cama, el lugar donde se forjan los sueños, donde
nuestro subconsciente juega con ellos a su antojo,
aportando diversas tonalidades: desde muy negras
pesadillas hasta las más coloridas fantasías.
Por ello no podía faltar esta singular “Cama con
dosel”.
¿Qué sería de la poesía sin palabras?
Las letras, ingredientes de las palabras, cocinadas con esmero y puestas
a punto por el poeta, constituyen la base de la cual se alimenta la
poesía.
Se dice que una imagen vale más que mil palabras, pero en este caso
son miles de palabras las que dan lugar a una imagen. He aquí la razón
de esta “Sopa de letras”.
Desde que vi por primera vez esta
imagen quedé enamorada de su
sencillez, de la paz que transmite y
sentí la necesidad de incluirla en este
trabajo, a modo de punto y final.
Así pues mi imaginación se llenó de
seres diminutos que surcaban el cielo
colgados de pétalos ligeros, a
merced del viento, terminando en un
“Aterrizaje forzoso” donde no
tendrán más remedio que poner los
pies en la Tierra y volver a la realidad.
Tal y como hacemos nosotros al
despertar de nuestros sueños.