Oct-Nov 2010 | Nº01 | Año 1
[9] Por Ernesto
Meyer
[8] Por Luciana
Villella
[4] La Maldad
por Guillermo
Villani
[10] La Libertadpor Nahuel Romero y
Guillermo Villani[6] Raícespor Sofia
Villani
[5] Menssenger
por Juan Romero
[16] La Soledad / Riquezas por Guillermo Villani
Revista bimestral de arte insurgente
Hecho el depósito que marca la ley 11.723. Prohibida su reproducción parcial o total sin
mención de la fuente.
Octubre-Noviembre 2010 Número 01
Guillermo VillaniNahuel Romero
Diseño de cubiertaJulieta Vera
aL JetaSumario
[14] Fragilidad por
Nahuel Romero
a
[email protected] http://revistalajeta.blogspot.com
Contacto
[15] Azteca/Chupasangre Por Luciana Villella
[13] Tu vida y mi vidapor B. B. Door
[12] Tanto Tiempo Esperando por Andrés Pablo Mancuso
Dirección editorial y diseño interior
Hoy que nuestro mundo tiembla, que se agrieta y sus grietas son tapadas entre murmu-llos irónicos, nuestro problema se agrava. Ese problema común y cotidiano que reside en preguntarnos quiénes somos, qué nos identifica. El análisis es irrenunciable. Hoy que ya ni sabemos de donde venimos y menos hacia donde vamos, nos cuesta aún más preguntarnos sobre nuestro ser, y siendo, de qué formamos parte; qué sostenemos y qué dejamos caer.
La Jeta nace revoloteando estas dudas y afirmaciones. Es una expre-sión que mediante el arte busca descubrir las grietas ocultas, desente-rrar las historias, identificar el mundo del que somos parte. Ese mundo actual que llora y sonríe, que maldice pero también formula pala-bras de amor. Aquel que por momentos se muestra tan real y que a veces en verdad parece una gran ficción. Ese mundo que siendo mundo, es cada uno de nosotros. Es eso que, en relación inquebrantable, construimos todos los días. Nuestros errores y aciertos, nuestros fracasos y victorias.
Así, La Jeta nace en busca de nuevos horizontes, que nos susurren cómpli-ces, nuevos días y nue-vas noches. ■
Editorial
Llegó el cuerpo a la orilla. Alguien se acercará y tiempo después se preguntará entre lamentos por qué llegó ahí. Por qué justo él o ella lo encontró. Ese cuerpo, cuerpo muerto, cambiaría su vida. La mediocridad humana mostraría su ejemplo más claro. La vida de esa persona habría sido distinta si no se hubiera acercado a la orilla de este basto río, y allí hubiera encontrado los restos putrefactos, grisáceos por el agua, de una mujer torturada. Saber de la capacidad de maldad que algunos tienen, es una rea-lidad demasiado fuerte para la conciencia humana, que a veces siente culpa y a veces la mata con la misma dureza con que mata a la rebeldía latente. La de la maldad es una realidad que es más fácil ocultar, olvidar. Pero, ¿qué hacer cuando se presenta sin pre-guntarnos, cuando sin medias tintas se encarna en nuestra orilla para marcar nuestra visión del mundo? ¿Qué hacer con el peso de lo que otros han hecho? ¿Qué decisión tomar? ¿Empujamos el cuerpo río adentro o lo arrastramos en la orilla haciendo una cicatriz que marque las estupideces humanas? ■
La Maldad
► Palabras de Guillermo Villani
[4]
Cuando encendí la máquina esa noche, luego de pasear nerviosamente por toda la casa sin tener muy en claro que hacer, no tenía idea de la pesadilla en la que estaba a punto de sumergirme. Abrí directamente el messenger, con una ansiedad poco frecuente y comencé con la rutina habitual del cachondeo superfluo; estaba excitado y a toda mu-jer que no tuviese una cámara o un micrófono la echaba sin miramientos.
Había descubierto la forma de no sentirme un miserable, el messenger se había con-vertido en una adicción compulsiva. Antes de ingresar me transpiraban las manos, tenía mareos y una imprecisa sensación de muerte me embargaba forzosamente. Pero cuan-do la maquina me daba la posibilidad de ingresar en ese mundo increíble, en el cual yo tenía el control absoluto de la vida, mi semblante cobraba un brillo inusitado.
Mi actitud era la de un ser supremo, dispuesto a decidir implacablemente sobre los destinos de infortunados seres humanos sin cam, echándolos al infierno de la web sin contemplaciones.
Pretendía observarlas desnudas y no quería perder el tiempo en un estólido juego previo, pero esa noche, como nunca, ninguna se prestaba a mis travesuras; hasta que me llegó tu aviso con letras llamativas, tu maldito y jodido aviso.
-Hola, querés verme... tengo cam-Caí como buen boludo, y como no hacerlo si eras la mujer más hermosa que había
visto en mi vida, quedé impresionado por la belleza de tu rostro y solo atiné a contestar con monosílabos a tus dudas.
-¿A que te dedicás mi amor?-Me preguntaste con voz sensual y contesté con un más que tonto.-A observarte a vos... solo a observarte a vos-Soporté tus ridículos “jaja!!!” con triple signo de exclamación, solo porque tu mirada
me había conquistado. Luego encendí mi cam y me comentaste, engañosamente, que te agradaba mi rostro. Me pediste ver el resto de mi cuerpo y accedí como un niño ante un reclamo de su madre.
Te desnudaste delante de la cámara y me ordenaste que observara cada uno de tus movimientos, acariciándote el cuerpo con delicadeza excelsa.
Que impactantes imágenes recibía sin interrupciones, en ese momento aproveché para fotografiarte en cada una de tus audaces posiciones. Quedé absorto observando la pantalla y en un segundo todo cambió, como cambia la vida cuando es sorprendida por la absurda muerte. Me despertaste de mi embobado ensueño con ese:
-Me siento mal...-¿Qué te pasa?- atine a preguntarte, pero vos ya no escuchabas nada.-Salvame... no me quiero morir.-No te va a pasar nada- dije en medio de mi perplejidad.-Por favor... ayudame a no morirme.Vi cuando colocaste el caño del revolver en tu boca.En ese momento apagué la máquina, notablemente sobresaltado. ■
Messenger► Palabras de Juan Romero
[5]
RaícesLa vida nos dió raíces y nos sujetó a la realidad,secó nuestro entorno y agrietó la inmortalidad,
drenó pensamientos y ahogó el bienestar,nos ató al futuro y nos quitó la paz.
Y los mares en donde nacimos dejaron de cantar y los ríos que nos soñaron no nos rodearon más
y las corrientes inciertas tuvieron que calmary nuestro húmedo paraíso murió en la realidad.
► Dibujo, pintura y palabras de Sofia Villani
[6]
Y cuando el mundo está boca abajo, el cielo se convierte en tierra fértil.
[7]
Boca Abajo
Qué linda es la belleza
qué fácil nos conmueve
no nos tentemos con ella
ni con la pose.
Belleza pero con conflicto y con raíces.
En tiempos en que todos hacemos algoojo con lo fácil
no está antes el estilo que la cancióny la belleza no es la única virtud.
No nos dejemos embaucar
por el reconocimiento vano
mantengamos las amistades verdaderas
ya lo dijo Andrés Caicedo:unos pocos buenos amigos.
Lo demás es estrategia.
Todo es imagen y diseño
no abandonemos el resto de nuestros sentidos.
No a la clausura del margen para el imprevisto
que los paradigmas de tan rígidos
nos van a aplastar al caerabandonémonos a la sorpresa
sin subrayados ni conclusiones
tomemos del todo lo que no está en las partes.
► Collage y palabras deLuciana Villella
[8]
Uno creativamente puede detener el tiempo en una imagen, de manera que podamos hacer hincapié explícitamente en lo que muchas veces observamos y de alguna forma ignoramos. Es una fórmula para ganarle a la cotidianidad que nos somete a ver sin mirar.
Lo único que hice con esta foto fue sacarla. Hay muchas otras así, pero lo que espe-ran no es precisamente un recuadro. ■
► Fotografía y palabras de Ernesto Meyer
[9]
► Dibujo de Nahuel Romero ypalabras de Guillermo Villani
[10]
La
Liber
-
tad
[11]
Somos libres, y libremente nos aferramos al sillón. Libremente nuestras manos se entierran en él, hunden sus dedos, clavan sus uñas. Sin embargo, libremente una de nuestras manos se desprende y se ele-va, por la libertad de tener culpa. Pero ni
terminado el movimiento nos damos cuenta: arrancada es nuestra
culpa, porque somos libres, arrancada es nuestra
mano. Y al fin, li-bremente
nuestra
recaída encuentra sus consecuencias. El sillón, su comodidad, nuestro se-dentarismo, nuestra mano enterrada, nuestra mano arrancada, nuestra culpa arrancada, nuestra libertad; todo en-cuentra su respuesta. Tirados, mirando
nada, haciendo nada, quietos, re-producimos nuestra situación. Porque aún quietos hacemos sufrir, y la miseria crece. Crece
la mierda social. La libertad pasa a ser desgarrante. Y nos jodemos mientras jodemos a otros, y mientras otros nos joden. Libres somos de joder. Libres somos de no mirar. Y la vida, libre es de marchitarse, de estancar-
se en su podredumbre. ¿Qué libertad es ésta? ¿Qué es esta libertad que crea encierros en el alma del mun-do y en el mundo de
nuestras almas? ¿Qué liber-tad encadena más gente de
la que libera? ■
[12]► Pintura de Andrés Pablo Mancuso
Tanto Tiempo Esperando
[13]
Mi vida como tantasse reduce a un juego de palabrasun malentendido o un equívoco inventariode fechas y datos sin sentidopara el statu-quo universal o el canonde las artes o de las letras
Ni siquiera una anodina digresióndel babélico devenir de la codicia
Tu vida en cambio puede versecomo un film en tiempo realen la cinética transparencia de tus ojoscomo una fuente de aguas danzantesque nos permite leer su pentagrama
Esa instantánea de la memoriaque espeja tu rostro en la escarcha mineral de un cántaro de infanciaal trasluz de un relámpago que iluminaotra edad de llanto y emergencia
Como esa herida sin cauterizar en tu memoriaque sangra en el breve equilibrismo de una lágrima
Tal vez mi vida pueda creceren estatura de utopía por la mágica alfarería de tus manos
Y tu vida se moldee como una rima de mis versos en la métrica libre del amor y del olvido►
Pal
abra
s de
B. B
. Doo
rTu vida y mi vida
Fragilidad
[14]
Se niegan a sí mismos, tratan de escapar de su humanidad. Su ser les genera tanto mie-do que se mienten constantemente, toman la mentira como una forma de vida, viven en ella, y cuando despiertan de esa mentira se tornan cínicos: es casi imposible que no defiendan desvergonzadamente su vida de ficciones. Y ese miedo que los sobrepasa, los obliga a actuar de forma irracional, a interactuar con el prójimo dentro de la relación explotador-explotado. Es la única manera que encuentran de prevalecer en la sociedad que crearon. Desarrollaron todo un sistema con el cual pueden controlar el poder inci-piente de la humanidad, pero son frágiles. Para darse cuenta solo basta con ver como una pequeña idea ajena a sus valores, al ad-quirir un poco de trascendencia, los horroriza. ■
► D
ibuj
o y
pala
bras
de
Nah
uel R
omer
o
[15]
► Collage y palabras deLuciana Villella
azteca
Todo es cíclico
círculos de éxtasis y estrepitosas caídas
Esta semana no paro de caer
invierto energía en cosas dudosas
Todo el tiempo estoy en riesgo
“vuelve por el camino que viniste”
recuperar el centro
el eje que nunca tuve
Chupasangre
Un parásito.
Un abrojo fácilmente desprendible de la escena
fuera de la órbita de la casa
en la paradoja crónica de buscar perderse.Los pensamientos congelados para que no hieran.
En un tren de parálisis,de progresiva desaparición,
de apagamiento,hasta desaparecer en lo anamorfo.
Volverse por completo anónimo.El miedo empuja los límites que dilatamos con los días
y un esfínter de pánico nos ahorcanos quita el aire
cuando bien sabemos que el aire hace a la voz.
Esa noche el día huyó. Decidió irse bien lejos de nosotros. El aire limpio también nos dejó. Al igual: el agua pura, las montañas sin erosión minera, los vientos calmos, las estrellas resplandecientes. Tristes quedamos en la oscuridad. Solos, entre nosotros, re-yes del prejuicio, del odio y del orgullo. Merecedores de lo que tenemos. Porque eso que poseemos, carente, oscuro, inanimado, insoportable, lo hemos generado para un provecho ahora inválido. ■
Resulta que nuestra historia, la historia de Latinoamérica, es el con-junto más grande de hechos absurdos. Hechos de tierra y sangre, de lágrimas y pólvora. Nuestra historia es de muertes, de injusticias, de héroes y villanos, de gritos y silencios, de guerras irracionales y pac-tos perversos, de violencias explícitas y violencias implícitas. Siempre hemos encontrado el modo de robar las riquezas de alguien más. Los valores viajan en el tiempo, de generación en generación. Y sin pen-sarlo reproducimos las perversiones de otros tiempos, pero a nuestra manera.
A los pueblos indígenas siempre los ha condenado su propia rique-za. Antes era el oro. Cristóbal Colón los veía como ingenuos por no tener su conciencia de lo material, “gente muy mansa” decía en su Diario de abordo. Ridícula era para él la situación del oro. Tanto tenían, tan poco les interesaba. Así, los hombres y mujeres de ese tiempo fue-ron condenados por su ingenuidad. Hoy nosotros los condenamos con nuestro modo de vida. Condenados nuevamente por sus riquezas, pero ya no de oro, sus riquezas pasaron a ser otras. Riqueza es todo lo que nuestra cultura necesita dependiendo su tiempo. Y hoy la riqueza es natural. Nuevamente los indígenas son tomados por ingenuos. Tan-to tienen, tan poco explotan. ■
La SoledadRiq
ueza
s
► Palabras de Guillermo Villani
[16]
La Jeta no esconde su debilidad. Debemos sincerarnos, aceptar y decir que sus pasos limitan y juegan constantemente en el riesgo de la desaparición. Ésto es porque La Jeta no pertenece a unos pocos. Para mantenerse viva invita constantemente. Invita al debate y a la criticada, pero también invita a la participación. La Jeta solo seguirá andando en función del diálogo y la transformación de sí misma. Por eso invita al aporte de los lectores, a que no se haga de ella una revis-
ta que aparezca bimestralmente estática y unidireccional. Para publicar y no flaquear las fuerzas de La Jeta,
mandá un mail a: [email protected]¡Salud!
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