I – IntroducciónEstamos todos como locos buscando esto de la felicidad, y parece que está de moda. Pero
considerar a la felicidad como una moda es una simplificación que sólo resulta chocante. Baste
mencionar las conclusiones de Don Juan-Miguel Villar Mir que, tras una larga carrera empresarial,
nos recordaba: “La felicidad es condición imprescindible para alcanzar la eficacia. Eficacia
y felicidad están inseparablemente unidas y caminan siempre de la mano“.
Definía Aristóteles la felicidad como bien supremo, que da sentido y finalidad a todo otro fin querido
por el hombre. Sin embargo en cuanto intentamos esclarecer qué es estar bien, empiezan las
discrepancias. Nos encanta escuchar consejos enlatados o pensar que existen fórmulas mágicas,
pero con la edad, llegamos a la conclusión que apenas actúan como placebos. Por complicado que
parezca, cada persona debe buscar y encontrar la felicidad en las funciones laborales que realiza y
en la forma de hacerlas mejor que la competencia, dentro de una organización que le valora y trata
como ser humano, no solo como empleado.
¿Os habéis parado a pensar cómo se alcanza la felicidad? La respuesta es muy sencilla:
intentándolo. Puede parecer una perogrullada, pero es la verdad. Cada persona busca su propia
fórmula, de una u otra manera, aunque la realidad es que muchas veces se pierde por el camino o
bien ni siquiera lo intenta. No tenemos que equivocarnos con la palabra éxito, que se puede definir
como el resultado feliz de una actuación. Según esto, entendemos la felicidad como un estado de
ánimo que se consigue con el éxito en una o varias áreas de nuestra vida pero para cada persona
pueden significar cosas distintas. Para algunos el éxito consistirá en formar una familia y vivir de
manera idílica con sus hijos; para otros, ser director de una multinacional o montar un negocio
reconocido; mientras que otros muchos aspiran a vivir sin preocupaciones.
Todos los éxitos tienen una base común bien sencilla, nos tienen que ayudar a ser felices. La
felicidad es un estado de ánimo que casi todos buscamos, aunque muchas veces nos complicamos
de forma incoherente y nos cuesta más alcanzarla. ¿Entonces para salir de las crisis y tener éxito
sólo hay que buscar lo que nos hace ser felices? Bien, este debería ser el primer paso. Mencionar
que tener éxito en una cosa puede que no sea suficiente. Normalmente, el estado de felicidad se
logra con el éxito en varios campos o áreas de la vida.
Siendo como somos, seres en constante evolución, nuestras opciones para alcanzar la felicidad
tampoco serán nunca las mismas. Lo realmente importante es conocer las opciones y saber
escoger, siendo conscientes en cada momento de cómo cambian nuestras decisiones según el
contexto. Somos libres de elegir cada día quién y cómo queremos ser, pese a las predisposiciones
inherentes de nuestra personalidad. Nuestra vida necesita que tomemos el timón cada día con las
mayores energías posibles.
Tras seis años de investigación podrás comprobar en este libro-blog digital una metodología que te
guiará a para buscar y encontrar la felicidad, partiendo de los valores y creencias que hay dentro
de cada individuo y llegando a un punto distinto para cada persona. Un completo método que
aporta todas las condiciones (factores, sean necesarios o motivadores) para que cada persona
pueda dejar de gastar energía en quejarse y usarla en algo tan productivo como realizar
los cambios necesarios para mejorar.
¿Te animas a empezar el viaje de tu vida?
II – La Rueda de la Vida¿Realmente estamos tan mal como siempre pensamos? ¿No será algún aspecto de nuestra vida
que nos tiene todo el día de víctimas? Será mejor que visualicemos un poco más dónde está el
problema, ¿te animas? Comenzaremos el viaje con la herramienta más potente, la Rueda de la
Vida, que he podido experimentar con multitud de personas durante más de seis años.
Analizaremos la vida desde su perspectiva más general, para, poco a poco, entender todos los
ingredientes que la componen. Te animo a poner en práctica todas las herramientas para que
compruebes su utilidad en todo momento.
La Rueda de la Vida
Rueda de la Vida
La Rueda de la Vida te ayudará a valorar tu grado de felicidad en los distintos apartados de la vida.
Necesitarás una hoja en blanco y hacer un círculo dividido en ocho sectores, como muestra la
adjunta. Alrededor de la figura resultante escribe los nombres de los grandes temas que
determinan tu vida, sin importar el orden: la salud, el amor, la familia y amigos, el dinero, el entorno
vital (u hogar), el ocio, el crecimientopersonal y el desarrollo profesional (o trabajo). El gráfico
siempre me ha recordado a un queso cremoso con sus distintas porciones, por lo que
llamaré quesitos a estas áreas.
Puntúa cada quesito de cero a diez con tu grado de felicidad a día de hoy. No hay un modo
objetivo para puntuar cada área, se trata de una valoración personal. Procura no romperte la
cabeza buscando un sistema de referencia para ver cómo ganar un puntito. Si dudas, cierra los
ojos y piensa: en una escala del cero al diez, ¿cómo de feliz me siento en esa área de mi vida?
Para ello es bueno entender lo que significa cada quesito con algunos ejemplos.
El dinero: ¿tus ingresos te permiten llevar el nivel de vida que deseas? ¿Estás conforme con el dinero que
manejas en tu día a día? ¿Te sientes agobiado por todas las deudas que has contraído? Supongamos que
alguien siempre ha querido tener mucho dinero en el banco y la hipoteca pagada. Haberlo conseguido sería
un fantástico diez. Aunque si vive con el dinero justo, la hipoteca le llega hasta las orejas, y encima se castiga
cada día con que tendría que ahorrar más y gastar menos, entonces su puntuación podría ser un simple tres.
Su nota, en definitiva, será su grado de satisfacción.
El ocio: ¿disfrutas de tu tiempo libre? Puedes evaluar si cuentas con poco o mucho tiempo libre, pero suele
ser más importante pensar en la calidad y el aprovechamiento que consigues del que tienes. Si, por ejemplo,
no dispones de mucho ocio porque otro apartado no te lo permite, baja la puntuación del quesito que te roba
el tiempo (trabajo, familia, amor, entre otros), pero intenta puntuar tu ocio de forma independiente. Una
puntuación alta significa que te lo pasas muy bien, hagas lo que hagas. Una puntuación muy baja significa
que te aburres hasta el hartazgo y no sabes cómo emplear tu tiempo libre. De nuevo, la puntuación
dependerá de la relación entre tu percepción y tus expectativas.
El amor: con el fin de valorar la relación de pareja, ¿qué tal funciona tu relación conyugal? ¿No tienes pareja y
la buscas en la actualidad? Para puntuar este quesito no importa si tienes pareja de toda la vida o una
secuencia de parejas con las que nunca formalizas algo estable. No se trata de establecer fórmulas
ganadoras ni perdedoras, sino de fijar qué puntuación está más acorde con tu estado actual de búsqueda o
disfrute del amor. Como veremos más adelante, el momento marca mucho. Si te acabas de casar, es
probable que la puntuación sea muy alta. ¿Seguro? Puede que te casaras porque pensabas, en ese
momento, que era lo correcto, después de varios años de relación con tu pareja. ¿Realmente eres feliz con tu
situación actual en cuanto al amor se refiere? Por el contrario, si recientemente terminaste una relación, lo
más probable es que tu puntuación sea baja, a no ser que te alegres de volver a la soltería.
El hogar, o entorno vital: para puntuar el hogar en el que actualmente vives y todo lo que te rodea. ¿Te
encuentras bien en el lugar donde vives? Puede que aún vivas con tus padres en una casa acogedora pero,
¿disfrutas plenamente de tu libertad? ¿Te gustan la casa, el barrio, la ciudad y el país donde resides? Quizás
te acabas de mudar y no terminas de encajar en tu nuevo hogar. ¿Tienes tu casa ordenada u odias tenerla
todo el día empantanada, pero no haces mucho por remediarlo?
El trabajo o desarrollo profesional: ¿te levantas cada mañana contento para ir al trabajo? ¿Te sientes
motivado y satisfecho con tus funciones laborales? ¿Tienes buenas relaciones laborales? Es decir, ¿te llevas
bien con tu jefe y tus compañeros de trabajo o preferirías ser tu propio jefe? ¿Perdiste el trabajo y ahora estás
desempleado?
La familia y amigos: aquí evaluarás las relaciones que tienes en el ámbito privado y personal. ¿Te llevas bien
con tus padres, tus suegros, tus amigos, tus hijos, etc.? ¿Hablas a menudo con tus familiares aunque no los
veas mucho? ¿Sales frecuentemente con los amigos? ¿Tienes pocos amigos, de esos buenos y de toda la
vida, o una larga lista de conocidos y saludados? ¿Realmente están cuando los necesitas? No tengas reparo
en dividir el quesito en dos y poner dos notas diferentes, ya que hay personas que no pueden ver a su familia,
pero que tienen excelentes amigos y, sin duda, el caso contrario también es común en núcleos familiares muy
unidos.
La salud: ¿estás contento con tu estado psicológico y físico? Posiblemente pienses que ya va siendo hora de
adquirir nuevos hábitos más saludables, como dejar el cigarrillo, hacer deporte, comer de forma más sana, o
aprender a no preocuparte por todo. ¿Has pasado por alguna grave o rara enfermedad? Esto siempre hace
pensar que la salud está por encima de todo.
El crecimiento personal: ¿te sientes realizado por hacer aquello que siempre quisiste? Al margen de tu
actividad profesional, puede ocurrir que pretendas aprender otro idioma, por extraño y poco útil que sea. O
que te llame la atención el coleccionismo de antigüedades, alguna cultura lejana, o participar en asociaciones
benéficas. Son sólo ejemplos para delimitar aquellas materias de conocimiento que siempre te has propuesto
aprender. Quizá no tengas mucha idea de qué falta para completar tu desarrollo a nivel personal y te parezca
todo fantástico, aunque en este caso, ¿qué te hace seguir leyendo?
Con la medición de tu grado de satisfacción en todas las áreas consigues racionalizar la visión
global que tienes de la vida y probablemente veas de otra forma las cosas. ¿No estás seguro de
todos los valores que has puesto? Repasa las puntuaciones y no dudes en cambiarlas hasta que te
sientas conforme.
Ahora que ya tienes todas las puntuaciones, te explico cómo representar tu Rueda de la Vida. Con
la circunferencia partida en ocho quesitos iguales, divide cada una de las porciones en diez
segmentos y representa todas las puntuaciones anotadas. Para finalizar el primer mapa de la vida,
dibuja las notas del resto de porciones y deberías obtener una figura semejante a la que sigue.
¡Una imagen vale más que mil palabras! ¿Cómo ves tu foto actual?
Ejemplo Rueda de la Vida
Estos quesitos son los apartados en los que descomponemos la felicidad de la vida, y las
puntuaciones el grado que has alcanzado. Esta Rueda de la Vida representa el cimiento del mapa
global, al que añadirás, en cada capítulo, una nueva rueda de cada quesito con distintos apartados.
Verás lo sencillo que resulta utilizar estos mapas para conocerte mejor, y durante el camino irás
conociendo las distintas herramientas que te servirán para guiarte.
Algunos aspectos a tener presentes…¿Acostumbras a montar en bicicleta? Imagina por un momento pasear con una bicicleta que tenga
dos ruedas como las que acabas de dibujar. ¿Te deslizarías de forma suave o no pararías de dar
botes? Bueno, estoy seguro de que, para la mayoría, sería un paseo más que complicado. Este
pequeño ejercicio debería hacerte reflexionar sobre lo satisfecho o feliz que estás en tu vida.
Respira profundamente y retén la figura anterior en tu retina, con los ojos cerrados. No es más que
una figura, de la que es conveniente que seas consciente, porque tendrás que trabajar mucho con
ella.
El tiempo es una variable que no debes perder de vista al usar esta herramienta. En economía es
fácil entender que la cotización entre un dólar y un euro no es igual hoy que dentro de un año.
¿Cómo crees que hubieras puntuado los distintos quesitos a lo largo de tu vida? La forma de
puntuar también cambia con nuestra experiencia, pero no por ello debemos saltarnos el
procedimiento. Esta nueva forma de medir debe ser nuestra ciencia particular, ya que no todas las
ciencias miden siempre con extrema exactitud. Por ejemplo, diríamos que la física es exacta, pero
encontramos cosas que no puede medir con exactitud (como, según el Principio de Incertidumbre
de Heisenberg, la posición y la velocidad del electrón). Por tanto, puntuar nuestras propias ruedas
de la vida, con el método que presentamos, será nuestra ciencia para ir midiendo, poco a poco,
nuestro estado de felicidad.
Recuerda que, en ningún caso, juzgamos una rueda como buena o mala, es simplemente la tuya,
personal e intransferible. Te ofreceré algunas indicaciones que te ayudarán a analizar mejor las
notas de cualquier Rueda de la Vida:
Por alta o baja que haya resultado tu puntuación en tu rueda, no vale obsesionarse. No merece la pena decir
que te va todo muy mal o que eres un poco desgraciado. Tampoco que todo es perfecto pero que los demás
no nos entienden. Basta. A partir de ahora, este grado de consciencia te incumbe sólo a ti. Mantener una
sonrisa interna, a pesar de todo lo bueno y malo que llevas dentro, será la primera condición para mejorar.
Si todas tus puntuaciones han sido cero, cierra este libro y ve a quejarte a otro sitio. Ya va siendo hora de
empezar a cambiar y a sentir que hay cosas mejores y peores en esta vida. El pesimismo radical queda
abolido hasta en este libro tan tolerante.
Si puntuaste un diez en todo, felicidades, pero mejor continúa con alguna otra lectura que tengas pendiente.
Aparta este libro a un lado y retómalo cuando tengas algo, por pequeño que sea, que te esté molestando,
inquietando, fastidiando, enojando.
Las áreas mejor puntuadas deben recordarnos todas las cosas buenas que tenemos, y nos deben motivar a
trabajar las áreas peor puntuadas. Tengamos presente que, por muy mal que vayan las cosas, siempre hay
cosas buenas en la vida. Olvidarlo no tiene perdón.
¿Cuál es el quesito qué más te importa? No todos son igual de importantes, y seguro que, a lo largo de tu
vida, su grado de importancia cambiará. En mi caso, nunca presté demasiada atención a la salud hasta que
me faltó, momento en el que comprendí que para mí era el quesito más importante de todos. La salud, que no
nos falte.
III – Cómo estamos¿Qué te pareció la foto que realizada con la Rueda de la Vida? Ahora puedes ampliarla para
comprobar en mayor detalle tu estado de felicidad.
Al igual que hiciste con La Rueda de la Vida, puedes realizar cada nueva rueda puntuando los
distintos apartados que se citan a continuación. Algunas ruedas sólo tienen seis apartados, así que
tendrás que dividir la circunferencia en menos fragmentos. Lo importante es que te animes a
realizar el mayor número de ruedas, y que luego generes el Mapa de la Vida como se mostrará al
final.
Rueda del AmorEmpezaremos por la Rueda del Amor, en donde será importante evaluar la capacidad de amar que
tienes, ya que no sólo hay que pedir, también hay que saber ofrecer. Igualmente puntuarás si estas
satisfecho con el número de relaciones que tienes actualmente, ya que recuerda que no se juzga si
tienes una o varias parejas, sino lo que piensas en cada momento que te hace sentir feliz. Valora si
la duración y frecuencia de las mismas son las que quieres, partiendo de que deben mantenerse
con una buena comunicación, convivencia y fidelidad. Recuerda también que será primordial que
exista una conexión emocional (pasión romántica) y física (pasión sexual).
Apartado Descripción
Capacidad de amar Valorarás la oferta que realizas en el amor, es decir, ¿realmente me entrego? ¿Me
siento satisfecho con mi capacidad para tener relaciones de pareja? ¿Doy todo lo
que tengo o apenas lo que hace falta?
Número de relaciones ¿Estoy satisfecho con el número de relaciones sentimentales que tengo? ¿Siento
que me gustaría tener otras relaciones adicionales? Quizás ya haya una pareja,
pero me gustaría tener algún amante más.
Duración ¿Estoy contento con el tiempo que duran mis relaciones? ¿Hago cosas por
mantener a mi pareja y le doy estabilidad?
Comunicación ¿Estoy satisfecho con la comunicación y convivencia que tengo? ¿Me entiendo
bien con mi pareja?
Convivencia ¿Soy compatible en mis relaciones cuando comparto el mismo techo? ¿Reparto
las tareas del hogar de forma satisfactoria?
Fidelidad ¿Siento que hay fidelidad en mis relaciones? ¿Tengo la confianza de que mi pareja
no me engaña?
Pasión sexual ¿Estoy satisfecho con la calidad y frecuencia del sexo que tengo en mis relaciones
sentimentales? ¿Me atrae realmente mi pareja a nivel físico?
Pasión emocional ¿Me siento realmente querido? ¿Valoro de forma positiva la parte mental y
emocional de mi pareja?
Rueda del Entorno VitalEsta nueva pieza del Mapa de la Vida nos permitirá analizar la Rueda del Entorno Vital, es decir,
nuestro lugar de residencia. En esta rueda será bueno que pienses de lo más grande a lo más
pequeño, comenzando por el país en el que actualmente vives; la ciudad en la que te encuentras;
tu barrio y los distintos servicios que ofrece; y por último tu hogar, donde se supone descansas la
mayor parte de los días. En el hogar evaluarás cómo de satisfecho estás con la convivencia que
tienes con otras personas y tu grado de compromiso con el cuidado del hogar.
Apartado Descripción
País ¿Estoy satisfecho en el país en el que vivo? ¿Me siento conforme con la actual
política, entorno social y cultural del estado en el que me encuentro?
Ciudad/Pueblo ¿Me siento a gusto en la ciudad en la que habito? ¿Estoy conforme con los
servicios que ofrece?
Barrio ¿Cómo de satisfecho estoy con el barrio en el que vivo? ¿Me agradan los vecinos
que me acompañan? ¿Tengo cerca aquellos servicios que necesito?
Hogar ¿La casa en la que vivo me satisface? ¿Tiene el suficiente espacio y comodidad
que necesito?
Convivencia ¿Cómo me siento respecto al tipo de convivencia que tengo en mi hogar? ¿Tengo
buena relación con las personas con las que comparto mi espacio vital? ¿Me
encuentro cómodo con el número de personas con las que convivo?
Cuidado del hogar ¿Qué tan satisfecho estoy con el grado de comodidad que hay en mi hogar?
¿Estoy satisfecho con el grado limpieza y cuidado que realizo?
Rueda de la Salud
En la Rueda de la Salud atenderás a nuestra higiene física y mental, recordando que la higiene
social está detallada en otras ruedas. Desde ambas perspectivas, valorarás siempre tu estado, los
hábitos que adoptas para prevenir, y las acciones que aplicas en caso de encontrarte mal. De este
modo, analiza tu estado anímico y los hábitos saludables psicológicos que aplicas para prevenir
perjuicios (cuidados). Por otro lado, puntúa el estado físico, los hábitos saludables físicos que
efectúas, y las distintas curaciones que realizas cuando te encuentras mal.
Apartado Descripción
Estado anímico ¿Tengo alguna afección que altere mi estado psicológico? (si no tienes, puntúa
con una nota alta). ¿Me siento bien de ánimo?
Hábitos saludables
psicológicos
¿Cuido mi salud mental y realizo actividades que consigan alejarme de un estado
de tensión, nervios, estrés…? ¿Evito vicios nocivos para mi persona?
Cuidados Cuando me siento bajo de ánimo, ¿adopto medidas que me permitan recuperarlo
adecuada y rápidamente? ¿Descanso lo suficiente hasta haberme recuperado?
Estado físico ¿Tengo alguna enfermedad que afecte a mi estado físico? (si no tienes, puntúa
con una nota alta). ¿Me siento bien con mi apariencia física?
Hábitos saludables físicos ¿La limpieza física, el descanso, la alimentación, el deporte y otros cuidados, que
tengo con mi persona, son los adecuados?
Curaciones Al perder mi bienestar, ¿adopto medidas que me permitan recuperarlo
satisfactoriamente? ¿Tomo el suficiente tiempo de baja laboral hasta haberme
recuperado?
Rueda del Desarrollo ProfesionalEn la Rueda del Desarrollo Profesional (o del trabajo) se evalúa la capacidad de trabajo que tienes
y lo bien que te sientes con las funciones que desempeñas en la empresa (o en tu propio negocio)
para la que trabajas. Puntúa las relaciones que has creado, comprobando cómo te sientes con los
compañeros, subordinados y jefes. El trabajo tiene que estar recompensado con un reconocimiento
intangible y una remuneración más tangible. Si no tenemos jefes, compañeros o subordinados,
podemos pensar, ¿realmente me siento insatisfecho por no tenerlos?, y puntuar con una nota baja
si los requerimos.
Apartado Descripción
Capacidad de trabajo ¿Me siento satisfecho con mi rendimiento en el entorno laboral? ¿Realmente
quiero trabajar en lo que hago? ¿Pongo de mi parte para que mi empresa saque el
mayor potencial de toda mi capacidad laboral?
Puesto de trabajo ¿Estoy satisfecho con las funciones que desempeño? ¿Mi horario laboral se ajusta
a mis necesidades?
Empresa ¿Me siento a gusto en mi empresa?
Jefe ¿Estoy satisfecho con mi jefe? (o de mi papel de jefe como empresario).
Compañeros ¿Cómo me siento respecto a mis compañeros de trabajo? ¿Siento que formamos
un buen equipo?
Subordinados ¿Me siento satisfecho con el trabajo de mis subordinados o empleados? ¿Siento
que colaboran en la formación de un buen equipo?
Reconocimiento ¿Me veo reconocido en mi trabajo? ¿Siento que se valora el trabajo que realizo?
Remuneración ¿Me siento satisfecho con los ingresos económicos y otras retribuciones en
especie que me aporta mi trabajo?
Rueda del OcioAhora es el momento de completar la pieza del mapa que más nos debe hacer disfrutar, nuestro
ocio. En la Rueda del Ocio evalúa el tiempo libre del que dispones a día de hoy; el
aprovechamiento que haces del mismo, y la diversión en general que te reporta. Después evalúa el
grado de intervención del ocio en general, siendo receptivo o activo, o incluso participativo si lo
realizas con otras personas.
Apartado Descripción
Tiempo libre ¿Dispongo de suficiente tiempo de ocio? ¿Creo que debería tener más?
Aprovechamiento ¿Siento que saco partido al tiempo del que dispongo? ¿Realmente aprovecho mi
ocio?
Diversión ¿Me divierto lo suficiente en mis ratos de ocio? ¿Siento que me aburro y no lo
disfruto?
Receptivo ¿Qué tal valoro las actividades que realizo como la lectura, escuchar música,
disfrutar del cine, la TV, espectáculos, ver fotos, estudiar, etc.?
Activo ¿Estoy satisfecho haciendo algún deporte, practicando una afición como por
ejemplo el aeromodelismo, jugando a videojuegos, etc.?
Participativo ¿Qué tal valoro el ocio en el que participo con otras personas, como una reunión
con amigos, familiares, juegos y/o deportes de equipo, etc.? ¿Estoy satisfecho con
las relaciones sociales que tengo al practicar mi ocio?
Rueda de la Familia y AmigosEn la Rueda de la Familia y Amigos valora la capacidad que tengas de formar nuevas relaciones,
así como la afectividad que tengas con tu madre, padre, hijos, o con otros familiares cercanos. Al
puntuar a los hijos, familiares, amigos, etc., una nota baja es síntoma de que los quieres tener y no
los tienes, o si los tienes, no te gustan. Si has perdido a algún familiar, simplemente puntúa cómo
te sientes en general con la relación que tuviste.
También valorarás a tus amigos más cercanos, a los conocidos habituales y a otras personas de tu
círculo habitual, familiarmente saludadas.
Apartado Descripción
Capacidad de entrega ¿Me siento satisfecho con la capacidad que tengo para buscar nuevos amigos o
preservar mis relaciones familiares? ¿Me comunico adecuadamente con la gente?
Madre ¿Estoy satisfecho con la relación que tengo con mi madre?
Padre ¿Estoy satisfecho con la relación que tengo con mi padre?
Hijos ¿Estoy satisfecho con la relación que tengo con mis hijos? Si no los tengo y los
quiero, ¿estoy satisfecho con lo que hago para tenerlos?
Familiares cercanos ¿Cómo me siento en mis relaciones con familiares cercanos? Es decir, con mis
hermanos, abuelos, primos, tíos, entre otros.
Amigos ¿Me siento satisfecho con los amigos que tengo? ¿Realmente dispongo de ellos
cuando los necesito? ¿Me apoyan lo suficiente?
Conocidos ¿Estoy a gusto con los conocidos que tengo? ¿Considero que tengo muchos?
Saludados ¿Estoy a gusto con las personas cercanas que habitualmente saludo? ¿Creo que
debería tener a más gente a mi alrededor?
Rueda del DineroEn la Rueda del Dinero es bueno saber que cuentas con unas pertenencias iniciales, por pocas
que sean, y unos avales que te facilitan cierta seguridad. Tu actividad laboral o tus propiedades te
reportan unos ingresos actuales, y te permiten prever unos ingresos futuros. A diario tienes unos
gastos, ya sean fijos o variables, y con tiempo puedes planificar unos gastos futuros. Puedes
igualmente haber acumulado algunas deudas o tener ahorros del pasado.
Apartado Descripción
Pertenencias ¿Cómo me siento respecto a las pertenencias con las que cuento? ¿Realmente
me satisface todo lo que tengo?
Avales ¿Tengo avales que me respalden económicamente? ¿Me siento con suficientes
garantías?
Ingresos ¿Estoy satisfecho con los ingresos que tengo en la actualidad? ¿Creo que son
suficientes para disponer del nivel de vida que preciso?
Ingresos futuros ¿Estoy satisfecho con los ingresos que tendré en un futuro? ¿Mi perspectiva de
crecimiento económico es prometedora?
Gastos ¿Cómo me siento respecto al nivel de gastos que tengo? ¿Creo que gasto por
encima de mis posibilidades?
Gastos futuros ¿Preveo muchos gastos en el futuro? ¿Siento que no podré cubrir mis cuentas
futuras?
Deudas ¿Estoy satisfecho con el nivel de deudas que tengo? ¿Me siento muy agobiado
con todos los compromisos económicos que tengo?
Ahorro ¿Guardo algo de dinero para los malos momentos? ¿Estoy contento con mis
ahorros?
Rueda del Desarrollo PersonalLa última rueda que trabajaremos será la Rueda del Desarrollo Personal, en la que analizaremos
los aspectos más personales de nuestra felicidad en lo personal y espiritual. Comienza puntuando
lo que sientes que aportas a la sociedad, a Dios, e incluso a ti mismo. Observa si estás satisfecho
con tus proyectos actuales, como podrías colaborar, por ejemplo, en la colecta de fin de año para
causas benéficas, y piensa también en cuáles serán los proyectos a futuroque realizarás. La
espiritualidad merece una nota aparte, ya que aporta un sentido a tu vida. Valora también el
esfuerzo que realizas contigo mismo y todo el talento que tienes (que se descompone en actitudes,
habilidades y conocimiento).
Apartado Descripción
Aportación a la sociedad ¿Me siento útil a la sociedad? ¿Estoy satisfecho con las aportaciones que hago a
la sociedad, a Dios y a mí mismo?
Proyectos actuales ¿Me siento a gusto con mis planes y proyectos de crecimiento personal en los que
estoy inmerso?
Proyectos futuros ¿Cómo de prometedores son mis proyectos futuros? ¿Me satisfacen las
perspectivas que tengo de crecer?
Espiritualidad ¿Me siento bien con mi espiritualidad? ¿La cultivo suficiente?
Esfuerzo y autoestima ¿Cómo evaluaría mi nivel de autoestima? ¿Considero que dedico el suficiente
esfuerzo a las cosas que hago?
Actitudes ¿Estoy satisfecho con las actitudes que tengo ante la vida? ¿Me planteo bien todo
lo que me ocurre en la vida?
Habilidades ¿Cuento con las suficientes habilidades para realizar todo aquello que me
propongo?
Conocimiento ¿Debería estudiar nuevas cosas para avanzar correctamente en mi crecimiento
personal?
Mapa de la VidaEl Mapa de la Vida incluirá todas las ruedas que has realizado anteriormente. Coloca la Rueda de
la Vida en el centro de la hoja, y añade alrededor las distintas subruedas, en el sentido de las
agujas del reloj. Es bueno incluir primero aquellas cosas personales que requieren poca interacción
con los demás, como son la salud, el crecimiento personal o el entorno vital. En tu relación con el
mundo, puntuarás la familia y amigos, el amor, y el ocio que tengas. Por último, incluye el
desarrollo profesional y el dinero. La siguiente figura de ejemplo servirá para que tomes una idea
del gráfico resultante.
Ejemplo Mapa de la Vida
Esta foto es una primera captura total de nuestra vida, y como cualquier Rueda de la Vida nos da
una primera pista para comenzar a navegar. Es primordial que compruebes si la Rueda de la
Vida está en sintonía con las distintas subruedas, ya que tal vez tengas que replantearte alguna
nota. Conviene mencionar que las distintas ruedas nos dan pistas para empezar a trabajar sobre
las áreas peor puntuadas, siempre recordando que las buenas notas nos deben impulsar y dar
motivación para mejorar las más bajas.
En el primer nivel de la rueda (salud, ocio, familia,…) no hay discusión alguna, ya que todo el
mundo puede valorar cada quesito o área. Pero es bien cierto que el segundo nivel puede no ser
igual de sencillo para todos. Por ejemplo, habrá personas sin hijos, sin jefes, o que vivan solos en
casa (convivencia). En esos casos, la pregunta es cómo se sienten respecto a esa situación. Baste
un ejemplo: supongamos que una persona no tiene hijos, ¿qué pone en el apartado de hijos? Pone
cómo de feliz o satisfecho se siente frente al hecho de no tenerlos. Por ejemplo, si los quisiera
tener (pero no los tiene como hemos comentado), pues probablemente su nota sea muy baja,
porque se siente mal. Pero si no los quiere tener (y no los tiene), pues su nota será alta, ya que
está en armonía con lo que quiere.
Aún más importante es recordar que esta valoración está realizada en un momento determinado.
Es necesario que compruebes su evolución a lo largo del tiempo, más que anclarte en valorar si es
buena o mala. Personalmente, hago este mapa cada cuatro o cinco semanas, e incluso lo
comparto en una red social para analizar, pasado un tiempo, qué me hizo estar mejor o peor. Mis
amigos siempre añaden comentarios a las partes peor valoradas y consiguen darme una grata
sonrisa, restando algo de importancia a los problemas.
IV – ValoresAntes de continuar detallando lo que queremos, será bueno conocer los valores que cimientan y
dan sentido general a nuestra vida. Los valores son las formas de pensar, sentir y actuar, por las
que nuestra vida se rige, como por ejemplo la sinceridad, la honestidad, la creatividad, el respeto,
la integridad, la seguridad, etc. Quizás no te habrás dado cuenta de que tienes estos valores, y
sólo adviertes su presencia cuando los pones en duda. Constituyen la esencia de lo que da sentido
a tu vida y son la base de tu felicidad. Todos tenemos valores. Quien niegue tenerlos es
simplemente porque no se conoce lo suficiente.
Los valores son una discusión muy antigua, ¿por qué deberíamos darle valor a los valores?
Platón ya nos señalaba a la cuestión del ser, propia del individuo. Fue muy común en ciertas
doctrinas filosóficas asociar el ser con el valor, y más concretamente con el ser verdadero. Los
valores, más allá de tu energía, estaban relacionados con ver quién eras, con tu esencia. Los
valores se fundamentaban como el motor de nuestras vidas y servían para detectar cómo son las
personas. Con Platón, el ser verdadero, es decir las ideas, poseen la máxima dignidad y son por
ello inminentemente valiosas.
En cambio, fue Nietzsche quién indicó que equiparar el ser con el valor suponía ya un juicio de
valor en sí. El propio Nietzsche tenía consciencia de la importancia del valor como tal, y describe el
valor como las concepciones del mundo y de la vida, las cuales consistían en la preferencia por un
valor más bien que en la preferencia por una realidad.
Conocer nuestros valores no sólo es importante, es esencial, para saber cómo vamos a superar las
crisis. Como se ha mencionado, son los motores que impulsan la toma de decisiones correctas en
los momentos difíciles. A largo plazo nos informan si nuestra vida avanza con coherencia, ya que
nos muestran cuán alineadas están nuestras actuaciones con nuestros principios. En otras
palabras, los valores nos sirven para comprobar si tenemos una vida acorde con nuestros
principios esenciales. Por ejemplo, si para mí la honestidad es un valor crucial, y voy a comenzar
un trabajo muy interesante, cuándo sé que en la empresa abusan y se aprovechan de las persona,
¿crees que a la larga estaré cómodo en ese trabajo? Identificar nuestros valores aporta una buena
motivación para actuar de forma coherente hacia el logro de nuestro éxito. En definitiva, los valores
son la energía que nos impulsa a conseguir todas nuestras metas, y que debemos tener siempre
presentes en nuestra vida.
Explorador de valoresPara descubrir tus valores, lo mejor es preguntarte qué es lo que realmente te importa en la vida,
qué es lo que mantiene juntas todas las áreas de la Rueda de la Vida. Recuerda ahora algún
momento en el que te encontrabas muy bien, de forma extraordinaria. Visualiza ese instante de tu
vida y responde ordenadamente a las siguientes cuestiones:
¿Qué recuerdas de esa situación?
¿Qué percibías cómo importante en ese momento?
¿Qué sentías cuando estabas haciendo eso?
¿A qué prestabas atención?
¿Qué beneficios te aportaba?
¿A qué no renunciarías en esa situación?
¿Qué valores crees que te guiaban?
Realiza estas preguntas, con el mayor número de situaciones que puedas, e intenta recrear cada
momento lo mejor posible. Para ello es bueno que te visualices en esa situación y recuerdes qué
pensabas, qué veías, qué olías, qué tocabas, y que consigas sentirte inmerso en ese instante y
puedas finalmente descubrir y enumerar qué valores te guiaban en esa situación.
Los valores, relacionados con diferentes apartados de la Rueda de Vida, no tienen por qué ser
iguales; por ejemplo, lo que la gente valora de las relaciones personales puede no ser igual a lo
que valoran de su vida profesional. Sin embargo, todos tenemos unos valores esenciales que
permanecen estables a lo largo de la vida y que aplicamos a los más diversos contextos. Cuando
un valor es esencial y se elige libremente nos impulsa a la acción de forma automática. Por
ejemplo, cuando el valor de dar un servicio a la comunidad es elegido libremente habrá entonces
una clara motivación y energía para llevarlo a cabo. En cambio, si el valor proviene del exterior y
nos viene impuesto, el realizar servicios a la comunidad parece una obligación y no conduce a la
acción.
Para conocer mejor tu relación con los diferentes valores es recomendable el ejercicio de pensar
en una persona o personaje a quien admiras, y por qué no, también en otro a quién odias. Por
ejemplo, puede ser que odies la falta de respeto de tu anterior pareja. Si pensamos en personajes
cercanos, puede que te guste la humildad de algún párroco, o te impresione la capacidad de
superación de Stephen Hawking. Incluso muchas veces es interesante meditar en la polaridad que
nos ofrecen algunos personajes como Zeus, Dios del Olimpo, por un lado persona fuerte y
poderosa, y por otro lado mujeriego y celoso.
Es importante que, en los próximos días, medites sobre cuáles son tus valores, tomes conciencia
de ellos y veas en tus actuaciones cotidianas si te comportas de acuerdo a ellos o no. Por ejemplo,
para mí son valores fundamentales las ganas de vivir, la justicia, el humor, el respeto y el equilibrio.
Cada vez que me encuentro en una situación en la que no se me respeta, por ridícula que pueda
parecer, dejo de ser yo mismo y entro en un proceso mental de lucha. Detectar a tiempo cuándo un
valor esencial no se respeta, es un buen método para evitar entrar en discusiones y luchas sin
sentido.
Además de identificar nuestros valores, hay que respetarlos, ser coherente y actuar de acuerdo
con los mismos, siempre desde la perspectiva más enriquecedora. Ahora realiza el ejercicio de
la Rueda de la Vida analizando qué valores esenciales detectaste como base de todos losquesitos.
No olvides que todas las áreas de la Rueda de la Vida tienen que ser coherentes con esos valores,
es decir, cada quesito incluye como factor necesario el estar alineado con nuestros valores.
Ten presente la figura siguiente y recuerda los valores que has detectado. En cada apartado de la
vida, deberás pensar si tus valores son coherentes con tus actos, porque de otra forma nunca
estarás vibrando con todo lo que haces.
Ejemplo de Valores cimentando la Rueda de la Vida
V – Qué queremosAhora llegó el momento de dejar las quejas a un lado y simplemente comenzar a listar todo lo que
queremos en aquel apartado de la vida que hayamos detectado que tenemos peor nota. Para
saber lo que se quiere en la vida hay que diseñar una completa Carta a los Reyes Magos(o a
Papá Noel) con una lista de cómo te gustaría que fuera tu vida. Me he expresado bien, listar las
cosas que querrías en tu trabajo, en tu salud, en tu relación de pareja, etc., es decir, tus
preferencias, condiciones, gustos, o como he llamado durante muchos años en
la Metodología Autocoaching ® , factores. ¿Y qué son estos factores? Son las cosas que nos hacen
más felices, pero no significa que directamente nos hagan infelices, si no las tenemos. Por ejemplo,
yo llevo toda mi vida escribiendo con mi mano derecha, es decir, soy diestro. Pero cuando tuve una
lesión en la derecha, y me escayolaron, me amoldé a escribir con la izquierda. Como fue algo
temporal, volví rápidamente a la diestra, pero si hubiera sido de por vida, seguro que me habría
acostumbrado a ser zurdo. Es decir, tengo una preferencia por ser diestro, pero eso no significa
que jamás pueda ser zurdo, porque sería sólo cuestión de práctica.
Es bueno que seas consciente de estas preferencias. Un buen truco para conocer tus factores es
preguntarte, por ejemplo, qué te llevó a sentirte insatisfecho con el último trabajo, la última pareja, o
el último enfado con algún amigo. Eso te indicará a qué cosas atiendes más. Por ejemplo, he
encontrado gente que no soporta viajar en su trabajo, que su pareja fume, o tener que compartir su
ocio con desconocidos. Sobre gustos, no hay nada escrito, pero seguro que ya te atreves a
enumerar tus factores sin mayor dificultad.
Ejemplo de Carta a los Reyes Magos en el Amor
Siempre comento que la mejor forma de entender las cosas es
aportando un ejemplo, y qué mejor, que explicar mi propia Carta a los Reyes Magos en el amor.
Durante más de seis años he podido trabajar de forma consciente la pregunta…«¿cómo sería la
persona que me gustaría que me acompañara el resto de mi vida?» No me quedo en simplezas del
estilo «me gusta alta, con bonitos ojos y que me quiera mucho». Me refiero a que cada cosa que
decía del estilo… «¡eso me gusta!», me preguntaba… «¿y por qué me gusta eso y no lo otro?»
Había que conectar con el subconsciente (o consciente emocional) y mirar en el pasado qué
emociones positivas habría generado que ahora eso tuviera un impacto de “deseo”. También era
habitual que cuando algo no me gustara, igualmente me indagara… ¿pero por qué eso no me atrae
lo más mínimo?, y analizar todos las emociones negativas del pasado que podían estar
relacionadas con eso.
Para ello, y preguntando siempre a mi interior, no he parado de observar a mí alrededor todo tipo
de detalles físicos, sociales, morales, psicológicos, etc. Así, mezclando experiencias y reflexiones
he podido llegar al “prototipo” de persona que creo que me reportaría la mayorfelicidad en mi
quesito del amor. Esto es a día de hoy, porque obviamente nadie sabe lo que pasará mañana.
Pero hay que empezar por algo, y nada mejor que el presente. Cuando se meditan los valores de
cada uno, que los trabajaremos más adelante, es más fácil comenzar a listar las preferencias
naturales que tenemos. Siéntete cómodo al leer las mías, pero reflexiona de forma pareja en tu
interior, porque lo importante es que tu Carta a los Reyes Magos esté bien llevada al consciente:Valor vida
Alguien que tenga valores, esperanzas e ilusiones, ya que le guiarán sobre el camino a seguir cuando vengan
malos momentos.
Alguien que sepa sonreír, hasta en las peores ocasiones. Es más, que cuando tenga un problema y olvide la
sonrisa, con un simple mimo, vuelva rápidamente a sonreír.
Alguien que quiera tener hijos, simplemente porque quiero tener la experiencia de dar cariño a un bebé, y
sentir que es más importante que mi propia vida.
Alguien que haya tenido experiencias en su vida de las que se sienta orgullosa. No se debe sonrojar ante
nadie por lo bien o mal que haya hecho algunas cosas, sólo avergonzarse de no haber sabido disfrutar todo
un poquito más.
Alguien que se sienta libre, y nunca se sienta atada a mí. Ni que por su parte requiera que yo esté atado a
ella. Cuando he vivido relaciones celosas en el pasado, hubiera o no motivo, siempre me ha parecido que, la
falta de seguridad genera un grado de toxicidad en la relación que la acaba ahogando sin remedio.
Valor identidad Alguien que sepa quién es, y entienda en mayor o menor medida el motivo por el que está en este planeta.
Alguien que disfrute con lo que hace a cada segundo, y que no le importe lo que piensen los demás, porque
se siente orgullosa de mirarse al espejo sin sentirse juzgada por tonterías materiales.
Alguien con un proyecto de vida alineado con todos sus sueños, y al que no renuncia a la mínima decambio.
Valor justicia Alguien que cree a cada segundo que un mundo mejor es posible. Que no se viene abajo por tonterías, y que
sabe que es responsable de cada cosa que dice y hace. En mi vida no acepto a alguien muy conformista,
sobre todo, cuando se trata de trabajar por un bien común.
Alguien a quien le guste compartir, sabiendo que todo lo bueno que le han regalado en la vida, también es
justo que lo comparta con los demás.
Alguien con humildad, que cuando mira a alguien por encima del hombro, sea sólo para ayudar a que se
levante.
Alguien con la suficiente honestidad como no tener nunca la necesidad de mentir. Que no quiera ocultar
ninguna verdad, porque sabe que tiene unos valores que está respetando.
Valor equilibrio Alguien que haya viajado y que entienda que la diversidad humana nos enriquece de una forma increíble. La
Naturaleza tiene un precioso equilibrio que se comprueba en cada rincón que he tenido oportunidad de visitar.
Alguien que viva sin miedo a fallar, o mejor dicho, que se permita equivocarse. Vivir pensando que todo se
tiene que hacer bien, o que a uno le sale todo mal, son extremos chocantes que tarde o temprano se tienen
que equilibrar.
Físicamente
Mencionaré sólo los más importantes, ya que no es el físico el que suscita mi mayor atención:
Alguien que sea más baja que yo, que como a mucha gente que conozco, siempre me genera algo de
rechazo el que una mujer sea más alta. He analizado esta cuestión en detalle, y supongo que nuestros genes
siempre han estado marcados porque antiguamente el “macho” defendía a la “hembra”. No quiero caer en
ningún cliché sexista, pero es cierto que me siento mejor cuando abrazo a una chica por la calle y puedo
guiarla bien con mi cuerpo. A nivel racional es una completa tontería, porque ya no ando defendiendo a la
“hembra” de los leones, pero entiendo que queda algo genético en mi cuerpo en relación a ese de deseo de
ser su “macho” defensor.
Alguien que no sea extremadamente musculosa, y que tenga una bonita figura. Si es muy grande o fuerte me
rompe la belleza de que soy su protector.
Alguien que tenga un cabello con un sabroso perfume, que me deje acariciándolo durante horas con la
sensación de estar sintiendo el cielo.
Alguien a quien no le falle la sonrisa. La boca para mí es fundamental, y unas comisuras que apunten hacia
arriba para construir con ello la mitad de la sonrisa, tienen mi preferencia casi ganada.
Alguien con las uñas muy bonitas, y bien cuidadas. Para mí es un indicio de orden y limpieza, y es una de las
primeras cosas que miro en una mujer.
Que le gusten las experiencias sexuales con amor pero que su objetivo no sea cumplir y cuantos más
orgasmos mejor sino disfrutar conjuntamente de una experiencia.
Recuerda que esto es sólo una Carta a los Reyes Magos (o a Papá Noel) y si no aparece todo lo
que he listado, tampoco podré concluir que no me puedo enamorar. Cuando era pequeño mis
padres me decían «escribe el mayor número de juguetes, y según lo bien que te hayas portado, ya
veremos qué te traen de regalo…». Todos sabemos, que no siempre traían todo lo que poníamos,
pero estas listas siempre aportaban mucha información útil a los Reyes de Oriente. Por ejemplo de
pequeño recuerdo que alguna vez pedía una ambulancia o un camión, y quizás me acababan
regalando un automóvil, pero no me traían algo sin relación como una muñeca. Ahora que ya has
visto un ejemplo, sería muy bueno que intentaras escribir la carta para elquesito de tu vida que
más te preocupe. Aprende a pedir. Es muy importante que no te limites, y que puedas incluir todo
lo que te gustaría. La vida ya nos pondrá los límites, pero no intentes ponerlos antes de tiempo.
VI – Ordenemos lo que queremosComo ya indicamos en el capítulo anterior, en los distintos apartados de cualquier Rueda de la
Vida que tenga una baja puntuación, será importante listar nuestras preferencias en detalle. Es
bueno escribir lo que queremos, generando nuestra Carta a los Reyes Magos como ya
comprobamos en el capítulo anterior. Sobre todo hay que recordar no limitarnos de ninguna forma
mientras se escriben. Cuando hayas enumerado todos los factores, por banales que parezcan,
será el momento de recapacitar sobre ellos. Aunque la palabra preferencias o condiciones ofrece
comúnmente menor confusión, usaremos siempre el término factores, ya que técnicamente las
preferencias son factores motivadores.
Clasificador de FactoresEs importante trabajar en detalle la lista de factores plasmada en nuestra Carta a los Reyes
Magos para mejorar nuestro grado de consciencia. Primero los tienes que clasificar en necesarios
o motivadores y, después, ordenarlos por importancia. La primera clasificación te ayudará a
distinguir entre las cosas que imperativamente precisas (factor necesario) y las que te gustaría
tener (factor motivador) para ser feliz en esa área de tu vida. En el segundo paso ordena de
mayor a menor importancia cada factor, es decir de lo que más quieres a lo que menos quieres,
para detectar a lo que nunca debes renunciar en tu felicidad.
Como primer ejemplo me gustaría compartir mi Carta a los Reyes Magos para el entorno vital, en
donde se incluyen algunas de las características del entorno ideal donde me gustaría vivir, con
datos no sólo de mi hogar, sino también del país, ciudad y barrio. Además, siguiendo elClasificador
de Factores, he organizado la lista en necesarios y motivadores y después, los he clasificado por
importancia. Han cambiado mucho a lo largo de mi vida, pero ya volveremos a este asunto cuando
comprobemos las reglas que los rigen.
Factores de la entorno vital idealFactores necesarios Factores motivadores
Que no haya violencia y se pueda pasear sin miedo
por la ciudad
Que mi país no esté gestionado por déspotas
Que mi vivienda esté en la ciudad, a ser posible, cerca
del centro
Que mi barrio esté bien comunicado
Que mi vivienda esté reformada
Que mi barrio esté cercano a centros comerciales con
amplias fórmulas de ocio
Que tenga bonita vista exterior, a ser posible con
terraza
Que mi vivienda tenga los techos altos para dar mayor
sensación de espacio
Que mi vivienda tenga un suelo de parqué de madera
…
Recuerda que es importante que realices tu propia Carta a los Reyes Magos, intentando siempre
incluir el mayor número de factores necesarios. Así conseguirás disfrutar de laMetodología
Autocoaching ® en primera persona de forma más efectiva.
Gestor de factoresAdemás de listar, clasificar y ordenar los factores será bueno que entendamos algunas reglas que
nos serán de mucha utilidad. Son varias las reglas que rigen las listas de factores que has
seleccionado. Recuerda que la cuestión básica es que se cumplan todos los factores necesarios o,
de lo contrario, estarás estresado y pasándolo mal.
Como segundo ejemplo, y para entender las reglas, te compartiré mis factores del trabajo a día de
hoy:
Factores del trabajo idealFactores necesarios Factores motivadores
Que mi jefe me genere confianza y me haga sentir
motivado
Que el sueldo esté acorde con mis responsabilidades
laborales
Que aprenda cosas útiles
Que exista un buen grado de compañerismo
Que me impliquen en las tareas
Que mi empresa sea estable y con renombre
Que premien mis éxitos
Que ofrezcan gratificaciones extras como tickets de
comida o seguro médico
Que valoren al empleado por encima de los beneficios
…
Que me ofrezca formación continua
Primera regla: los factores motivadores pueden tapar algún factor necesario.Supongamos, por ejemplo, que te gusta vivir cerca del trabajo (a diez minutos del mismo) y tener
un sueldo mínimo (todo lo que ofrezcan por encima de eso, será motivador). Ahora bien,
encuentras un trabajo que requiere una hora de desplazamiento todos los días, pero que pagan el
triple del sueldo que te parece necesario. ¿Verdad que ese factor motivador te hace olvidar lo lejos
que habrá que ir a trabajar? Por el momento sí, y así lo especifica la regla: el sueldo motivador tapa
el excesivo desplazamiento que realizas cada día de trabajo.
Segunda regla: los factores motivadores se convierten en necesarios con el tiempo.Nuestros abuelos explicarían esta regla como a lo bueno se acostumbra uno. Retomemos el
anterior ejemplo e imaginemos qué te pasaría cuando lleves unos días, semanas, meses o años (el
tiempo es variable para cada persona) en el trabajo mencionado. ¿Verdad que te acostumbrarías
al sueldo mencionado? El nuevo pensamiento será todos los días: yo lo valgo, y me pagan lo justo.
Algo que no habría pensado al comienzo, pero como ahora te has acostumbrado a ese nuevo
sueldo, el nuevo mínimo ha subido. En ese momento deja de ser motivador el sueldo que tienes, y
se convierte en un factor necesario. ¿Cómo te sentirías ahora? Sin ningún factor motivador que
cubrirá la necesidad de vivir cerca del trabajo. ¿Entonces? Comienza la desesperación, porque
sigue habiendo un factor necesario que no se cumple -la lejanía al hogar-, y nada que cubra la
necesidad. Habría que buscar una solución. De forma inconsciente, empiezas a sentirte incómodo
en el trabajo. Pero lo importante es que cuanto antes pongas una solución a esta necesidad, antes
podrás retomar el timón de la felicidad. Hay personas que tardarán minutos en acostumbrarse a lo
bueno; y otras, toda una vida.
Tercera regla: los factores necesarios pueden convertirse en motivadores con el tiempo.Con la edad, no paras de sorprenderte de cómo dejan de parecerte tan importantes algunas cosas
del pasado. Conozco a muchos amigos que años atrás les encantaba viajar por todo el mundo, y lo
veían necesario en su trabajo. Según se han hecho mayores, esa necesidad ha cambiado, porque
ahora quieren estar más tiempo en casa con su familia y sus amigos.
Como conclusión hay que tener presente que tus necesidades pueden cambiar radicalmente, y eso
no debe sulfurarte lo más mínimo. Lo importante es saber que tus deseos evolucionan y cambian.
Si interiorizas este concepto, no te preocupará que, con la edad, las cosas sigan su ciclo vital, por
mucha resistencia que pongas para aceptar los cambios.
VII – Qué vamos a cambiar
Queremos ser más felices, y para ello, debemos tener el valor para pasar a la acción, ¿quieres?
Para que podamos conseguir un mayor grado de felicidad es necesario satisfacer nuestra Carta a
los Reyes Magos y para ello piensa en qué podrías hacer para cumplir los factores que listaste, y
responde con sinceridad qué pequeñas (o grandes) acciones crees que deberías realizar.
Entendemos por cambios aquellas acciones con las que nos comprometemos y que nos hace
encaminarnos hacia encontrarnos mejor. Al igual que los factores, son personales y serás el
responsables de trabajarlos día a día para conseguir ser más feliz. Para apoyarte en estoscambios,
trabajaremos algunas herramientas que te ayudarán para que alcances todos tus objetivos.
Gestor de cambiosLos componentes principales, que se deben incluir para que gestiones todo cambio de forma
efectiva, son los siguientes:
Descripción: una frase que detalle el cambio y que deberá resultar lo más concreta, objetiva y medible.
Objetivo: la meta deseada. Posteriormente trabajarás otra herramienta, el Gestor de Metas, que servirá para
definirla mejor.
Escenarios u opciones: normalmente son varias las posibilidades que existen, así que indica las distintas
maneras o caminos para conseguir el objetivo. Será necesario que comprendas para cada opción todos los
obstáculos y ayudas que puedan aparecer. Más adelante, también trabajarás la herramienta Generador de
Perspectivas, que te servirá para analizar en detalle las distintas acciones o tareas a incluir en cada
escenario.
Fecha: momento en el que te comprometes a tener el cambio finalizado o concluido.
Premio: de forma opcional es posible incluir una recompensa que se materializará al conseguir elcambio.
Recordatorios: aquellas cosas con las que tendrás presente el objetivo y las distintas tareas marcadas. Por
ejemplo, una hoja de papel autoadhesiva o un recordatorio en el teléfono móvil o agenda.
Nada mejor para entender esta herramienta que
un ejemplo que he trabajado en algunas ocasiones. Supongamos que una persona quiere subir de
un seis a un siete su quesitode la salud, y se compromete a mejorar su forma física bajando de 80
a 75 kilos (objetivo concreto y medible), para en cinco meses (fecha determinada) tener el estado
físico deseado. Para ello se plantea las siguientes opciones:
Asistir a un gimnasio cercano a casa al menos dos veces por semana.
Acudir a un dietista o coach de alimentación, e intentar mejorar la alimentación, quizás utilizando algún
método novedoso como la alimentación intuitiva, en donde aprendamos a interpretar las señales del cuerpo.
Rebajar la última comida del día, cenando algo ligero.
Se pesará cada semana, y lo apuntará en un post-it (recordatorio). Cuando consiga su objetivo, se
regalará un buen libro (premio).
En este caso, podrán ser varias las opciones a seleccionar, pero habitualmente serán exclusivas y
será necesario meditar el coste de oportunidad. Para el ejemplo anterior, supón que se selecciona
la primera opción, y ahora se enumera el conjunto de acciones que lleven al éxito. Estas serían
algunas de las alternativas posibles:
Sin contemplar ningún tipo de excusa, salir el martes pronto de la oficina para ir al gimnasio.
Reservarme la mañana del domingo para ir a primera hora, y luego disfrutar un poco de la sauna.
Hacer un seguimiento del peso cada semana, y comprobar que disminuye de forma progresiva.
Utilizará la agenda personal para apuntar las fechas en las que asistirá al gimnasio (otro
recordatorio).
Gestor de metasEstablecer los objetivos correctamente es crítico para alcanzarlos o no. Es importante que tengas
en cuenta las cualidades de una buena meta. Si una meta no es realista, no existe ninguna
esperanza, pero si no es desafiante, no hay motivación. La palabra inglesa SMART(inteligente) es
un buen truco mnemotécnico para recordar las características esenciales de todo objetivo:
específicos (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Achievable), realistas(Realistic) y
limitados en el tiempo (Time phased). Para comprender mejor nuestro cambio, puedes hacerte las
siguientes preguntas:
Específicos: ¿sé al detalle lo que deseo lograr? Nada de ambigüedades. Los objetivos serán adecuados y
claros si otra persona igualmente competente puede alcanzar el mismo objetivo.
Medibles: ¿soy capaz de evaluar mi progreso? Recuerda que no podrás conseguir lo que no puedas medir.
Debes ser capaz de medir el cumplimiento de tu objetivo, ya sea con un potente ordenador o con un gráfico
lleno de chinchetas colgado en la pared.
Alcanzables: ¿puedo conseguir el objetivo en mi actual situación? Es recomendable que sea todo un reto,
pero tienes que poder conseguirlo con los medios que tienes a tu alcance.
Realistas: ¿es el objetivo relevante frente a mi propósito en la vida? No hay que despegar nunca los pies del
suelo. Sin duda hay muchas cosas que se pueden hacer, pero es más importante saber si se deben hacer.
Limitados en el tiempo: ¿qué plazo tengo para completar esta meta? Hay que elaborar una línea del tiempo
donde vayan marcadas las etapas para llegar al objetivo. Más adelante, el Visualizador de la línea del
tiempo te ayudará en esta tarea.
Las metas deben ser enunciadas de un modo positivo, ya que, de otra forma, centras la atención
en lo negativo. Por ejemplo, en vez de decir: «no debo suspender el examen», es más efectivo que
afirmes: «quiero aprobar el examen». Es esencial tener en cuenta que sueles conseguir aquello en
lo que te concentras. Por ejemplo, si enfocas tu atención en el miedo al fracaso, eso mismo es lo
que conseguirás. Hay que centrarse en lo que quieres y no en lo que no quieres. Una forma muy
efectiva de cambiar el foco de atención es variando el tipo de preguntas que habitualmente te
haces. Para establecer metas expresadas en positivo, pregúntate, ¿qué es lo que quiero?, ¿qué
quiero en lugar de lo que tengo? o ¿qué preferiría tener?
Los objetivos tangibles como por ejemplo, «quiero un nuevo trabajo» o «deseo un coche nuevo»,
etc., son fáciles de especificar. Sin embargo, cuando los objetivos son abstractos o intangibles,
como por ejemplo, «quiero mejorar mis relaciones», o «quiero ganar más dinero», no resultan tan
evidentes. Por tanto, asegúrate de que tu objetivo sea lo más específico posible. Por ejemplo, si tu
meta consiste en tener más confianza en ti mismo, significa que puedes hablar en público durante
diez minutos sin que te entren sudores fríos y pases la noche anterior sin poder dormir de los
nervios. Utiliza preguntas como: ¿qué es exactamente lo que quiero? ¿Puedo describirlo con
mayor precisión? ¿Qué veré, oiré y sentiré exactamente cuándo lo alcance? ¿Cuánto tiempo
necesito para alcanzarlo? ¿Cuándo quiero alcanzarlo?
Asimismo, es importante definir de antemano algunos indicadores de seguimiento, es decir cómo
medir el progreso en la consecución de tus objetivos. Así que decide: ¿cómo voy a medir mi
progreso hacia mi objetivo? ¿Con cuánta frecuencia lo mediré? ¿Cuándo y cómo sabré que lo he
alcanzado?
Si no consigues el objetivo a tiempo, es posible que te sientas desbordado por la desesperación, y
pienses que te propones cosas imposibles. Retoma la paciencia y evalúa lo que no estás haciendo
bien para poder generar nuevas opciones, o simplemente piensa si necesitas más tiempo del
previsto.
VIII – Gestionando los cambios¿Ya fijaste tus cambios para mejorar algún quesito? Excelente. De no ser así, no tardes. Los
necesitarás en este capítulo para definir las posibles acciones que te permitirán cumplir con el
compromiso marcado.
Generador de perspectivasCuando desarrollas cualquier cambio, son varias las posibilidades que se te plantean para
conseguirlo. Debes ampliar nuevas perspectivas sin limitación alguna, dejando volar tu
imaginación, por imposibles que puedan resultar éstas al formularlas. Con la lista en la mano, es el
momento de que medites qué ventajas y desventajas tiene cada opción, ¿cuáles son los pros y los
contras? ¿Qué consecuencias, buenas y malas, tendrá cada una de las posibilidades de la lista?
Siempre se gana y se pierde algo, por más que te niegues a verlo.
Te mostraré, a continuación, un sencillo ejemplo de cómo generar distintos escenarios para
uncambio deseado, que sería practicar unas horas más de ocio a la semana, para ser concretos,
supongamos tres. Muchas veces improvisas lo primero que te viene a la cabeza, pero ¿realmente
es la mejor opción? Es probable que si meditas durante unos minutos, te ayude a escoger mejor
entre todas las posibilidades. Como hemos mencionado anteriormente, debes enumerar los pros y
contras de cada escenario, y poner tantas cosas como se te ocurran.
Ten en cuenta que este es sólo un ejemplo simplificado para comprender la herramienta. Cada vez
que realices un cambio, y sigas estos pasos, será bueno que enumeres tantas opciones como
puedas, y que habitualmente incluyas la de no hacer nada.
Cambio: Practicar tres horas más de ocio a la semana
Escenario 1: Salir con los amigos Escenario 2: Ver la televisión
Pros (+) Contras (-) Pros (+) Contras (-)
Se hacen nuevos amigos o se
potencian los actuales
Habitualmente se suele
gastar dinero
Puedes ver cosas
interesantes
Atonta y fomenta el
sedentarismo
Nuevas experiencias Muy barato
Escenario 3: Ir al gimnasio Escenario 4: No hacer nada
Pros (+) Contras (-) Pros (+) Contras (-)
Mejora nuestra forma física
(mejor salud) y mental
Requiere constancia No hay que pensar No se consigue el
objetivo
Se pueden hacer nuevas
amistades
Es gratis Aumenta la
desesperación
En todos los escenarios debe aparecer algún punto a favor y en contra. Muchas veces no es
sencillo dar con alguno, pero es importante hacer el esfuerzo, ya que inconscientemente se tiende
a no ver problemas en la opción favorita. Cuando se consigue analizar cada escenario, durante un
tiempo, se acaban ampliando todos puntos negativos y positivos. Es más fácil ver todos los pros y
contras cuando no se está involucrado en el problema, por lo que este es un buen momento para
preguntar a un amigo, familiar, o al propio coach.
Una vez finalizado el cuadro de opciones, llega un momento muy importante, y que normalmente
solemos evitar o esperar que otros decidan por nosotros: elegir. Si la relación de pros y contras te
genera dudas, te costará más elegir el escenario que te permitirá conseguir tu objetivo final. Te
guste o no, casi siempre habrá un coste de oportunidad, con las alternativas abandonadas.
Gestor de planes de acciónLas metas no llevan a ningún lugar sin un plan de acción, porque son estos las que nos indican los
pasos necesarios para alcanzar nuestros objetivos. La esencia de un buen plan de acción es
comenzar a partir de una meta a largo plazo. Se empieza estableciendo el resultado que se quiere
alcanzar, y luego se van desglosando objetivos intermedios que debemos realizar para llegar a esa
meta. Por ejemplo, si tu objetivo es incrementar las ventas en un 20% a finales de año, una forma
de crear un plan de acción eficiente, sería analizar cuántos nuevos clientes debes captar cada
trimestre, cada mes y cada semana para lograr ese objetivo. La idea es desglosar el objetivo final
en objetivos intermedios o hitos a lo largo del tiempo.
Ten en cuenta que en todo plan de acción deberán aparecer las fechas de cada acción a
emprender, así como los indicadores de seguimiento para medir su cumplimiento. Todo empieza
con un primer paso. Paso a paso se crea un camino y día a día se crea una vida. No puedes tardar
en empezar.
También es buena opción que pienses en cada objetivo intermedio, evaluando los distintos riesgos
a los que te enfrentas. No siempre sale todo bien, y cuantas más posibilidades hayas meditado de
antemano, más preparado estarás para gestionarlas correctamente. En la consecución de las
metas, el mayor motivo de estrés viene cuando se afronta la incertidumbre de algo, que no habías
previsto inicialmente.
Si en algún paso observamos que existe un riesgo alto que te pueda impedir acabar en el tiempo
deseado, puedes prever planes de contingencia para paliarlos, o incluso preparar una contraoferta,
para conseguir algo parejo pero que quizá no era el objetivo inicial. El caso es saber siempre
gestionar los cambios con la mayor destreza y sin caer en la desesperación.
Visualizador línea del tiempoEsta herramienta te ayuda a establecer un buen plan de acción. Se trata de imaginar mentalmente
todos los pasos y acciones realizadas desde el final (la situación en donde el objetivo se ha
alcanzado) hasta el momento presente. Este proceso genera un conjunto de pasos intermedios
que te ayudarán a alcanzar la meta final.
Por difícil que pueda resultar, imagínate que ya has alcanzado tu meta y te encuentras en el futuro.
Reflexiona sobre cómo te sientes habiendo conseguido lo que deseabas. Pregúntate: ahora que
tengo esto, ¿qué estaba haciendo inmediatamente antes de que esto se tornara posible?
Escríbelo. Después realiza un paso atrás y pregúntate, ¿qué es lo que estoy haciendo en este
periodo de tiempo, por ejemplo, un mes antes? ¿Qué es lo que sucedió inmediatamente antes,
para hacerlo posible? Y así sucesivamente hasta que hayas diseñado todo el plan de acción. En
poco tiempo comprobarás que no era todo tan complicado como inicialmente te lo habías
planteado.
Generador de visualizacionesLa visualización es muy común en atletas y entrenadores deportivos como medio de ayuda para
refinar las habilidades y mejorar el rendimiento. Abundan los ejemplos sobre cómo se ha utilizado
la visualización para promover y mejorar el rendimiento físico.
Con esta herramienta tratarás de imaginarte o visualizarte en el futuro con la idea de que el
objetivo ya fue alcanzado. La visualización es una herramienta que ayuda al éxito como práctica
del ensayo mental. Cuando planifiques tus cambios, será un momento adecuado para visualizarlos
y comprender mejor los pasos necesarios para alcanzarlos.
Por ejemplo, si quieres desarrollar una habilidad, puedes utilizar el proceso de ensayo mental de la
siguiente manera:
Elige una habilidad particular que deseas mejorar.
Piensa en algún buen modelo o referente para esa habilidad. Imagínatela en acción, como si fueses un
espectador o estuvieses viendo un vídeo.
Introdúcete en esa imagen mental, como si fueses el jugador, e imagina que estás realizando esta acción,
exactamente tal como te la has representado. Escúchalo, visualízate, y siéntelo todo.
Por ejemplo, imagina que quieres mejorar tus habilidades para hablar en público. Seguir los pasos
anteriores, y verte a ti mismo como si fueras otra persona, te servirá para ganar el juego interior de
las barreras mentales.
IX – Creencias
De pequeño aprendí a analizar el mundo con unmodelo causa-efecto (también conocido como la
ley de la consecuencia, retribución o compensación) como el que se ve en la figura, que fue
potenciado años después al estudiar ingeniería. Normalmente controlamos las causas y sabemos
qué efecto van a tener, al menos cuando se pasa por una serie de experiencias. Las máquinas nos
pueden aportar los ejemplos más sencillos, a saber, si pulsamos el pedal del freno (causa),
encontraremos que el coche frena (efecto). Para esquematizar este tipo de problemas, recomiendo
los diagramas de Ishikawa que nos ayudan a mostrar las múltiples causas que obtienen un efecto
determinado.
Obviamente el mundo es mucho más complejo, y cuando tratamos con personas debemos mejorar
nuestro modelo. Percibí que era importante entender otros aspectos, como es el caso de
las creencias. Por complejo que pueda resultar, nunca evito la tentación de dibujar las nociones,
así que prestemos atención a la siguiente figura, que presenta un nuevo modelo psicológico
causa-efecto:
Modelo psicológico causa efecto
Las creencias se definen como opiniones y puntos de vista personales que se tienen sobre las
diferentes facetas de la vida. Forman nuestra manera de entender el mundo, y muchas veces son
inconscientes. Como ejemplo nos pueden servir: los latinos son apasionados, Internet acerca a las
personas, o a todos los españoles les gusta el flamenco. Pero, ¿cómo se establecen estas
creencias a lo largo de nuestra vida?
En la figura se comprueba que el entorno y los valores son las causas primeras de cómo actuamos
en la vida. Nuestro mundo exterior incluye: la formación que genera una forma de pensar; los
estímulos que matizan nuestra forma de sentir; y las circunstancias que nos hacen actuar de
distintas formas. En el mundo interior encontramos a los valores, que como ya mencionamos,
concretan nuestra forma de pensar, sentir y actuar.
Los efectos son bien sencillos y generan continuamente nuevas experiencias: con ideas según
nuestra manera de pensar; sentimientos que reflejan nuestros distintos estados de ánimo; y las
acciones más coherentes de entre las muchas alternativas por las que podemos optar. Como
efecto secundario se formarán nuestras creencias de cómo es el mundo, a buen seguro para
mejor, pero siempre según nuestra propia perspectiva. Creencias que se van generando a lo largo
de nuestra vida y que consiguen darnos una forma personal de ver y entender el mundo. Es
humano aceptar que muchas veces generamos creencias que nos pueden motivar a actuar sin
sentido alguno.
Por ejemplo, muchos adolescentes comienzan a fumar a temprana edad, no porque les guste, sino
porque comprueban que están realizando un comportamiento que les identifica como si fueran
adultos. Generan la creencia de que al fumar son más aceptados socialmente y continúan fumando
el resto de su vida pese a que sepan que no es beneficioso para la salud. Su creencia se ha hecho
fuerte, y no la ponen en duda.
En nuestra vida es muy importante reflexionar sobre todas las creencias que tenemos, ya que
nos predisponen en nuestros actos. Las personas por mucho que nos conozcamos y definamos
aquello que queremos cambiar, tenemos un sistema nervioso que tiende a comportarse de la
manera habitual. Es necesario ser conscientes de nuestras creencias y ejercitar
los músculos necesarios para obtener los nuevos efectos deseados. Es decir, muchas veces será
necesario reprogramar algunas creencias obsoletas si queremos cambiar algunos
comportamientos que realizamos por inercia.
El modelo psicológico causa-efecto ha sido simplificado para entender mejor la importancia de
las creencias. Desde una mirada más sistémica y dinámica, lo importante es indicar que todo
pensamiento descansa en premisas emocionales. Dicho de otra forma, los activadores
emocionales son más profundos y difíciles de controlar que los racionales, pero no necesariamente
se imponen en todos los casos. Tampoco es relevante aquí analizar si es previo el pensar al sentir,
debate que prefiero dejar al margen de esta lectura. Baste indicar que nuestras formas de pensar,
sentir y actuar no se pueden separar, y forman un todo, en un esquema de causa-efecto.
El miedo y la resistencia al cambio, infundado desde nuestro interior, es muchas veces el mayor
obstáculo para conseguir la plena felicidad. Merece la pena aprender algunas herramientas que
ayuden a controlarlo. Dejando a un lado el miedo físico, que nos ayuda a sobrevivir y evita que
saltemos por los precipicios (tenemos miedo a la caída de forma natural y más vale
no cambiaresto), nuestros miedos están habitualmente fundamentados en creencias no siempre
establecidas sobre una base real. Las creencias, como reglas que marcan nuestras vidas, pueden
ser limitadoras o potenciadoras.
Explorador de creenciasDebes analizar todas las formas de pensar, sentir y actuar e identificar todas tus creencias y
clasificarlas de acuerdo con la información disponible en cada momento, en limitadoras y
potenciadoras. Trabaja las potenciadoras, de este modo podrás alcanzar el éxito y superar las
crisis de acuerdo con tus valores. Tus creencias influirán en que mejores cualquier faceta de tu
vida, así que préstales mucha atención. En otras palabras, tus éxitos también se miden por la
fuerza en la que te los crees. Cualquier persona puede tener éxito en lo que se proponga, pero es
tan importante creérselo como esforzarse para conseguirlo. Ya va siendo hora de que te empieces
a valorar, y dejes a un lado la falta de confianza en ti mismo, basada en creencias limitadoras, y
que algunas veces son erróneas.
Las creencias limitadoras son el principal obstáculo, y las culpables de que no alcances las metas
ni vivas de acuerdo a tus valores. Siempre es bueno preguntarse: ¿qué me impide alcanzar el
éxito? Las creencias limitadoras suelen tener su origen en la infancia, permanecen ocultas en
nuestro subconsciente y no las evaluamos conscientemente. También las creencias limitadoras
nos llegan a través de los medios de comunicación, de las personas con las que interactuamos
normalmente, de la sociedad, de la familia, de los amigos, etc.
Las creencias, tanto limitadoras como potenciadoras, están habitualmente construidas sobre
nuestras experiencias, y en cuanto retroalimentan nuestros valores, también son principios de
acción por los que actuamos como si fueran verdades ciertas y demostradas. Por ejemplo, si crees
que eres una persona agradable, actuarás como tal, abordarás a la gente abiertamente, te
mostrarás sociable y disfrutarás de la compañía de otras personas, que a su vez te acogerán con
agrado, y eso reforzará tu creencia.
Debes gestionar y poder elegir tus creencias de forma sencilla, reforzando aquellas cuyos
resultados te gustan; pero si no es así, deberás actuar de forma distinta y por supuesto cambiarlas.
Es más correcto hablar de abandonar o superar creencias que de perderlas. Las reglas de nuestra
vida las vemos como posesiones personales y nadie desea perderlas, máxime cuando hemos
invertido tiempo y esfuerzo en construirlas.
El mundo tiene sentido y se hace predecible para nosotros cuando se confirma nuestra forma de
interpretarlo. Incluso puede suceder que nos recreemos en el desastre, a condición de que lo
hayamos predicho. Por ejemplo, «ya te lo dije» es una frase muy satisfactoria, no porque hayamos
deseado que la cosa saliese mal, sino porque nuestras creencias quedan confirmadas.
Veamos algunos ejemplos de creencias potenciadoras (ideas extraídas de libro Coaching con
PNL, de Joseph O’Connor):
Si quieres comprender, actúa. El aprendizaje está en la acción. El cambio proviene de la acción, no de la
comprensión intelectual.
No hay fracaso, tan sólo aprendizaje. El fracaso es sólo un juicio sobre los resultados a corto plazo. Que no
hayas alcanzado el éxito sólo significa que todavía no lo has conseguido. Perseverar es esencial, no pudiendo
decir que has fracasado, a menos que abandones. Esa elección es personal y te corresponde sólo a ti.
Tenemos todos los recursos que necesitamos, o podemos crearlos. No hay personas sin recursos, tan sólo
hay estados mentales sin recursos. Nuestra sabiduría profunda está esperando ser descubierta.
Todo comportamiento tiene un propósito. Siempre nos estamos moviendo hacia alguna clase de objetivo,
aunque no nos demos cuenta de ello. Márcate tus propios objetivos, no dejes que otros lo hagan por ti.
Tener alguna opción es mejor que no tener ninguna. Encuentra las opciones, que mejor se adapten a tus
valores, y síguelas.
Creamos nuestra realidad. Las creencias, valores y estímulos que recibimos constituyen la materia prima de
cómo percibimos el mundo. Está en nuestra mano girar el catalejo para ver las cosas desde otro punto de
vista.
Tienes todas las respuestas. Las respuestas a tus preguntas deben salir de ti mismo.
Veamos también algunos ejemplos típicos de creencias limitadoras:
Esto es imposible.
Sin sufrimiento no hay beneficio.
No puedo fiarme de nadie.
No puedo lograr lo que deseo.
La mayoría de la gente tiene más suerte que yo.
Para ser feliz tengo que ganar mucho dinero.
Nunca consigo lo que me propongo.
No soy bueno en eso y nunca lo he sido.
Tengo que trabajar muy duro para ganarme la vida.
No hay forma de superar un mal comienzo en la vida.
Además de explorar nuestras creencias va siendo el momento de
meditar un poco en nuestras emociones y sentimientos. Al principio son los estímulos los que
llegan a nuestro cuerpo y estos consiguen generar emociones. Éstas, puede que nos gusten o no,
o incluso nos dejen indiferentes, pero con el tiempo, van generando un montón de sentimientos en
nosotros, como por ejemplo, simpatía, tristeza, temor, ira, o esperanza. Estos sentimientos son
habitualmente el equipaje más complicado de gestionar en nuestras vidas.
Nota: Si bien es cierto que psicológicamente se entiende que las emociones son las que generan los sentimientos, es más común en nuestro lenguaje popular entender la rama conductual, en la que nos referiremos a las emociones como el motor que impulsa a las acciones.Desde un punto de vista racional parece sencillo proceder a los desenganches físicos, ya que
estamos habituados desde la infancia. Por ejemplo, si un médico nos detecta alguna alergia a un
producto que solemos comer, no debería ser complicado convencernos de que dejemos de
consumir ese producto por el bien de nuestra salud. No entramos aquí a mencionar cualquier
trastorno patológico que lleve a continuar comiendo eso que genera alergia, empeorando con ello
la salud, ya que debe ser tratado de otra forma.
En mi propia vida y desde mi experiencia como coach he comprobado que el desenganche
emocional es mucho más complicado. Parece que en general hemos recibido menos formación en
términos emocionales. Cuando una pareja nos dice, “no quiero volver a verte”, me temo que el
mensaje no suele calar tan rápidamente que cuando el médico nos dice que dejemos de comer eso
que genera alergia.
Trabajaremos a continuación una herramienta para mejorar estos desenganches emocionales,
pese a que muchas veces hayamos escuchado aquello de que es imposible controlar las
emociones. Es mi herramienta favorita, que si bien es muy sencilla, es la más compleja de ejercitar
correctamente. Requiere mucha práctica, y probablemente el apoyo de un profesional externo nos
ayude a visualizar todas las cosas a las que andamos apegados.
Desfibrilador de emocionesPara intentar controlar y poder modular algunas de tus emociones será recomendable aplicar un
proceso racional. Un protocolo que requiere mucha práctica, y que se resume en los siguientes tres
pasos:
1. Identificar la preocupación.
2. Racionalizar emociones y sentimientos.
3. Desfibrilar emoción.
Primer paso: Identificar la preocupación.Es indispensable que seamos capaces de reconocer la emoción que nos preocupa y
noscomplica la existencia. Muchas veces son las personas cercanas quienes mejor detectan
nuestro apego a la emoción y nos advierten de ello. Puede que tengan o no razón, pero no hay que
evitar escuchar a nuestro interior y ser capaces de meditar sobre qué implicaciones está teniendo
en nosotros. ¿De verdad descansamos por las noches con esa emoción que tenemos? ¿Creemos
que no hay problema cuando en realidad no paramos de pensar en ello? ¿Sentimos que nos
estamos limitando y no nos damos la oportunidad de empezar cosas nuevas?
Puedo compartir muchas experiencias propias que seguro resultan bastante cercanas. Por
ejemplo, más de una vez he creído con locura que había encontrado a la mujer de mi vida, y como
mi oferta era maravillosa, debía ser igualmente correspondido. Al sentirme rechazado, no era
capaz de comprender el motivo. Una y otra vez le daba vueltas a la cabeza sin querer aceptar la
situación. Muchos amigos me advertían “olvídate de ella”, pero mientras uno no quiere ver la
realidad, es difícil dar los pasos para salir de esa relación tóxica de no correspondencia. También
las obsesiones con el trabajo o con una tarea concreta son ataduras que nos pueden asfixiar
lentamente. Algunas veces nos obsesionamos en conseguir algo, para lo que no estamos del todo
preparados, o simplemente no somos los más adecuados. Cuanto más tardemos en aceptarlo,
más tardaremos en aislar nuestro sentimiento de orgullo que nos impide pedir la ayuda correcta.
Para identificar la preocupación es bueno comprobar si tu descanso o la forma de actuar están
siendo afectadas. Suelen ser el síntoma que nos alerta para entrar al quirófano y comenzar el
tratamiento. Pasarás a la siguiente fase una vez que hayas preparado el quirófano y estés
dispuesto a tratar la emoción limitante.
Segundo paso: Racionalizar emociones y sentimientos.Comienza siendo consciente de la salud. No es bueno para tu fortaleza mental darle vueltas a la
preocupación todo el día. ¿Verdad que quieres estar fuerte como un roble? ¿Verdad? No te llames
a engaño, y siente que tu vida es más importante que cualquier atadura emocional. Si para ti es
más importante el sentimiento que tu propia salud, puedes abandonar el ejercicio. Sería respetable,
ya que hay gente que prefiere morir antes de dar su brazo a torcer. Pero seguro que si estás
leyendo este libro es porque sabes encontrar muchos motivos por los que valorar tu salud por
encima de todo.
Comprobado y respetado el motor de la salud, es bueno que analices qué creencias y/o
valores pueden estar involucrados en este sentimiento. El motivo de que una emoción te esté
limitando suele venir ocasionado por no respetar alguno de tus valores o estar convencido de
alguna creencia limitante.
Por ejemplo, es habitual ver cómo falla el respeto de las personas ante las decisiones que toman
otros. Cuesta mucho aceptar directrices de nuestro jefe cuando no las compartimos, sin respetar
que quizás están bien argumentadas, pero que somos nosotros quienes no las entendemos. O que
tengas una creencia del estilo “soy la persona ideal para mi pareja”, y que no quieras aceptar que
no lo eres cuando la otra persona te dice que no quiere verte más. El ego muchas veces te impide
aceptar la realidad, entrando en lo que técnicamente se entiende como duelo. Defenderlo más de
la cuenta, te limita avanzar para salir de ese tipo de creencias limitadoras.
Anteponiendo la salud, y habiendo meditado sobre los valores y creencias, piensa ahora un poco
en la herramienta Generador de perspectivas que desarrollamos en el capítulo anterior. ¿Qué otras
opciones tienes más allá de la quedarte anclado en esa emoción? Normalmente existen muchas
más opciones, y deberías valorar un poco sus pros y contras.
Volviendo al ejemplo laboral, ¿debería seguir trabajando todo el día amargado por lo que me piden
en mi empresa? O, ¿no sería mejor que intentara evaluar un cambio de departamento, o de
proyecto? Con el ejemplo de pareja, ¿debería seguir enamorado de una persona el resto de mi
vida pese a que no soy correspondido? ¿No sería mejor conseguir una nueva relación con alguien
que me corresponda?
Tercer paso: Desfibrilar la emoción.En el último paso tendrás que pasar a quirófano y operar a tu corazón para cambiar esa emoción,
por difícil que parezca. Desfibrilarlo por completo requiere mucha práctica, así que no tengas
problema en aprender poco a poco y conseguir modularlo con el tiempo. Si no lo haces, te estarás
acomodando y comenzarás actuar como una persona mayor, no a nivel de edad, sino a nivel
neuronal. En el momento en el que dices, “¿y qué más da?, ¿y para qué voy a cambiar?” sin
plantearte algunas de las opciones que detectaste en el paso anterior, será cuando comiences a
perder poco a poco tus ilusiones. Es normal que este paso te resulte difícil, no desesperes, y
recuerda pedir ayuda en caso de que no lo estés consiguiendo.
Es recomendable huir de las personas que dicen “¿y para qué?”, porque además saben contagiar
a todo el mundo. Suelen ser quejicas que buscan a otros quejicas y conforman un quejido
organizacional, sin aporte ninguno, y cayendo en un victimismo total. Muchas veces somos
nosotros mismos quienes ponemos obstáculos y no paramos de pensar cosas como… “es que
tardaré mucho…”, “es que no sé si lo conseguiré…”, “es que es muy difícil…”, “es que la teoría es
muy fácil…”, “es que ya no sé lo que quiero…”. Es habitual encontrar en algunas empresas
auténticos fósiles que echan la culpa a los demás… “es que la empresa va mal…”, “es que el
mercado va mal…”, “es que mis compañeros no saben…”, y que indican mil argumentos antes que
aceptar que pueden mejorar las cosas. Es más efectivo que intenten orientar su energía quejica en
otra más positiva que les oriente hacia el cambio. Veamos el esquema del ejemplo de la pareja:
Como conclusión, recuerda que tenemos en nuestra mano el control de todo lo que pensamos y
sentimos, y ya va siendo hora de aprovechar al máximo nuestras creencias potenciadoras y
decambiar muchas de las creencias limitadoras, que hemos creado a lo largo de nuestra vida.
X- Sueños (Mi Yo Futuro)Tenemos muchos problemas en nuestro día a día, y con todas las nuevas herramientas que hemos
incluido en nuestro botiquín, estamos aprendiendo a gestionarlos mejor. Pero con tanto problema,
pocas veces nos paramos a pensar cómo nos gustaría ser en un futuro. El último ingrediente que
incluiremos en la metodología y que compone nuestro interior son los sueños, o como prefiero
llamarlos personalmente, Mi Yo Futuro.
Tuve oportunidad de estudiar durante algunos años el mundo de los negocios. Allí se intenta medir
todo, y continuamente mejorar la productividad. Durante los años 90, se habían perfeccionado los
procesos de calidad, y las normas de auditoria nos llevaban a crear un mundo perfecto. Todos los
procesos funcionando a la perfección y alineados con una excelente fabricación, siempre
orientados a la mayor búsqueda de beneficios. Se perseguía sin tregua todo lo que se hacía mal,
se analizaba, y se realizaba reingeniería una y otra vez, hasta alcanzar la perfección.
Afortunadamente, y tras comprobar el nivel de exigencia y stress que abordaba aquello, surgieron
nuevas tendencias a finales de los 90. Ya no consistía en intentar a toda costa mejorar todo lo que
estaba mal, y castigar una y otra vez aquello fallido. Se comprobó que era más útil potenciar todo
lo que se hacía extraordinariamente bien, y tan sólo intentar mejorar en lo posible lo que salía algo
peor.
Sencillo, ¿verdad? ¿Alguien se ha propuesto algo así en nuestra vida? Quizás no nos hayan
enseñado, pero tendemos a observar todo lo malo y eso tendemos a valorarlo por encima de lo
bueno. Como se estudia en muchos cursos de ventas: «la confianza tarda mucho en ganarse, pero
se puede perder en un instante». Esta última frase tiene un fondo muy curioso: nos cuesta
perdonar, y añadiría, que a algunos, aún más nos cuesta olvidar.
Bastaría un ejercicio racional muy rocambolesco pero curioso. Debemos tomar un cronómetro en
nuestra mano y un papel donde apuntar cómodamente. Durante ese intervalo de tiempo, por
ejemplo 6 ó 12 horas, tenemos que apuntar las sensaciones positivas y negativas que hemos
tenido. Al final de compartir ese intervalo con un buen amigo o familiar querido, si hacemos
cuentas, veremos como en muchos casos apenas aparecen intervalos positivos. Pero
curiosamente, habremos estado prestando más atención a lo negativo que a lo positivo.
Pero más curioso aún resultaría si tuviéramos un observador que apuntara nuestra sensaciones.
Los resultados suelen ser más divertidos, porque al encontrar mayor neutralidad, se encuentran
aún más resultados positivos. Significa eso que ¿somos muy pesimistas? No lo creo, pero nos han
enseñado a prestar más atención a los problemas que a las alegrías. Cuando se cambia el foco de
atención, como he tenido oportunidad personalmente de hacerlo en los últimos años, todo se mira
de forma diferente.
La Programación Neuro-Linguística (PNL) aplica técnicas muy enriquecedoras que llevan al
consciente qué observamos, qué aprendemos, y cómo actuamos. Hemos aprendido de forma muy
rutinaria en la infancia, a pensar, respirar, sentir, querer, ¿realmente sabemos? En cambio, hemos
aprendido con mucha dureza en la escuela a estudiar, repetir, acatar normas,…
Es sencillo, si nos preguntan a cualquiera si nos gusta un zapato, lo probamos, lo miramos un par
de veces, y decimos sí lo compramos o no con cierta certeza (dejo el gusto de algunas personas
exigentes para otra reflexión). Casi nadie se para a pensar si el zapato se estropeará en poco
tiempo, o si es el más adecuado de todas las zapaterías que se encuentren a unos kilómetros a la
redonda (insisto, que dejo a un lado las actitudes compulsivas de algunos exigentes).
Dados los primeros pasos, si nos ha convencido medianamente, pasaremos el proceso al
inconsciente y estos zapatos nos acompañarán hasta que un día decidamos que requieren alguna
reparación o pasar a mejor vida. Pero nadie se deja la vida en pensar una y otra vez acerca del
zapato en cuestión. Vivimos con tranquilidad y amor nuestra relación con los zapatos.
En cambio, cuando vivimos cualquier situación, sobre todo al relacionarnos, nuestra cabeza no
para de analizar y analizar. Por ejemplo, para el caso concreto de una relación de pareja,
comenzaremos con un proceso parecido al del zapato, donde de un rápido vistazo sabremos si nos
encaja o no, y para muchas personas, puede ser suficiente para echar a andar. Pero dados los
primeros pasos, cada día se mira el zapato desde un nuevo ángulo, y no se para de pensar…
¿será el zapato que mejor me encaje? Hemos de reconocer que hace décadas no había muchos
zapatos con los que compararse, pero a día de hoy parece que es un ejercicio que hay que realizar
a cada segundo. Peor aún, si no tienes los mejores zapatos, eres un fracasado (¡Glup!).
Hace poco compartí esta visión con una persona que vivía en Nueva York, que parece ser unas de
las ciudades más competitivas del mundo. Allí, cuando empiezan una relación, la primera pregunta
que se realizan es, ¿y no habrá alguien mejor? Es decir, comienzan desde el mismo stress, en vez
de empezar a descubrir todo lo maravilloso que les puede aportar la persona que tienen enfrente.
Lo peor es que poca gente sabe salir de ese bucle, y cada vez viven más preocupados por algo
que no tiene sentido.
Tampoco voy a engañaros, yo estuve años buscando a la pareja perfecta que me acompañara en
una vida perfecta. Tomaba las medidas por un lado, por otro, me probaba sus zapatos, sentía su
empatía. Caminaba, corría, trotaba, saltaba y paseaba por el campo. Rompía los zapatos por algún
sitio y esperaba saber cómo se reparaban rápidamente. Buscaba los zapatos que me hicieran
sentir más cómodo, porque claro… ¡yo me merezco lo mejor!, y tenía una habilidad excepcional en
buscar el fallo a cualquier zapato. Podía incluso descubrir en la distancia las incompetencias de
cualquier par de zapatos, y afirmar a ciencia exacta que aquello no tendría futuro.
Como pudimos comprobar con nuestra Carta a los Reyes Magos todos tenemos nuestros gustos o
preferencias. Antes buscaba que no fumara, que fuera buena madre, que no se viniera abajo, que
supiera disfrutar la vida, y un largo etcétera que nunca acababa de listar para que me no tomaran
por obsesivo compulsivo (que sí, que en parte me encanta serlo), aunque en el fondo lo he tenido
siempre bien listado.
Quizás tengamos que escuchar más lo que nos dicen los gurús, y aprender a vivir el momento.
Pero a mi juicio, cuando se aprende por uno mismo, se aprende de verdad. Así que cuando volví a
escuchar la frase del magnífico coach Fernando Sáenz Ford… “andamos tan preocupados por
controlar el futuro que nos olvidamos de vivir el presente”….me quedé pensando, ¿qué es lo que
quiero controlar? Encontré una respuesta muy sencilla, y quizás a muchas personas les resuene
claramente en su interior. No quería controlar nada, pero más que controlar, comprobé que quería
asegurar el futuro para que siempre me reportara la misma felicidad.
Se suele decir, que la mayor virtud está en saber estar en el término medio. Entre controlarlo todo y
no controlar nada (sólo sentir), siempre hay punto medio en el que debemos saber gestionar el
momento. Pero sin ansiedad, y con la tranquilidad de que podemos equivocarnos acerca del futuro,
pero nunca de lo que sentimos en el presente. Planteado este cuento de hadas, podría ser un buen
momento para cerrarlo e indicar: “vive el presente y siente con locura cada momento”. Mucha
gente cerraría el libro muy feliz y se iría a su mejor amigo a decirle: “qué bien lo paso contigo…
eres genial”, o a su pareja a decirle: “te quiero mucho, eres el motivo por el que me levanto todas
las mañanas”.
Sería fantástico haber avanzado un paso así, pero también nos toca imprimir un poco de madurez
y saber que somos personas que tenemos que vivir y gestionar ambos extremos. La vida perfecta
no existe, la hacemos nosotros día a día.
¿Te atreves a representar tu vida en un futuro? ¿Qué te gustaría alcanzar en unos años? ¿Cómo
te gustaría que te recordaran? ¿Qué quieres hacer con el resto de tu vida? La nueva herramienta
de Mi Yo Futuro nos va a permitir pasar de estas visualizaciones concretas a una más general.
Generador de Mi Yo Futuro
La casa de mis sueños
Escribe en unos párrafos, tomándote el tiempo necesario, y sin prisas, los principales deseos o
sueños que aspiras alcanzar en 10 o 20 años. Intenta evitar las generalidades, como por ejemplo,
quiero ser feliz, quiero tener dinero, deseo tener salud. Para conseguir definir mejor este apartado,
es recomendable que respondas a las preguntas: ¿a qué quiero llegar en un futuro? ¿Cómo me
gustaría que te recordaran? ¿Qué quiero hacer con el resto de mi vida?
Un sencillo ejercicio consiste en plantearse lo siguiente: imagínate de aquí a veinte años… el día
de tu gran homenaje, y en el que varias personas, que te conocen bien, van a pronunciar un
discurso sobre ti, ¿qué te gustaría que dijeran?
Tómate el tiempo necesario, realmente lo requiere, ya que tendemos a quejarnos mucho cada día,
pero a pensar poco sobre lo que queremos en un futuro. Consulta con la almohada y comprueba la
respuesta al día siguiente, probablemente te haga cambiar el punto de vista.
Mejor aún si consigues especificar un poco más y orientas las preguntas a tu profesión. Por
ejemplo, si fueras un político, podrías pensar: si te vieras dentro de diez años, ¿qué no te
perdonarías, no haber hecho cuando tuviste poder para ello? ¿Por qué pirámides quieres que te
recuerden? ¿Qué harías si siguieras tus propios valores?
No olvides que, una vez que ya sabes lo que quieres, tienes que estar preparado para actuar con
la seguridad que te dará el éxito. La confianza en ti mismo te recordará cada día que la suerte la
creas tú.
XI- Resumen¡Enhorabuena! ¡Ya puedes respirar tranquilo! Has podido valorar toda tu vida en detalle, y seguro
que habrás fruncido el ceño en más de una ocasión. Ahora toca ensamblar todas las piezas
aprendidas para que entendamos toda la metodología. Has trabajado intensamente en realizar un
conjunto de mapas.
¿De verdad no has hecho ninguna Rueda de la Vida? ¿De verdad no has preparado tu Carta a los
Reyes Magos? ¿No te has marcado ningún cambio? ¿A qué esperas? Ahora es el momento de
agruparlas todas y ponernos a navegar sobre ellas.
Metodología AutocoachingLa Metodología Autocoaching ® unificará todas las herramientas que has trabajado a lo largo de la
lectura. Quizá todavía no has comprobado cómo se pueden ordenar para apoyarte de forma
sencilla en cada cambio que te propongas en tu vida.
La columna vertebral de la metodología consiste en ganar consciencia sobre
los valores,creencias y sueños. Sobre esa base, se realiza una foto inicial de nuestro estado
de felicidad con el Mapa de la Vida; se conocen mejor nuestros gustos escribiendo la Carta a los
Reyes Magos y listando así nuestras necesidades y preferencias, y por último, se marcan
unos cambiosencaminados a obtener la felicidad. Tanto para la Carta a los Reyes Magos, como
para loscambios, es bueno contar con la Herramienta web de Autocoaching®, que ofrece la
completa taxonomía del Coaching de la Variedad, con miles de opciones sugeridas.
De forma resumida, ya puedes enlazar los son los pasos de la Metodología Autocoaching ® que has
ido practicando a lo largo del libro:
Metodología Autocoaching®
Cómo estoy: Foto inicial de la felicidad de nuestra vida usando el Mapa de la Vida .
Qué quiero: Selección de lo que se quiere (factores) en cada área de la vida como si se realizase unaCarta a
los Reyes Magos o a Papá Noel. También la gestión de los distintos factores, indicando su necesidad,
motivación, y ranking.
Qué voy a cambiar: Especificación de cambios a realizar, con sus fechas comprometidas, así como sus
premios al conseguirlos.
Detección de valores, creencias y creación de Mi Yo Futuro. Recuerda que por valoresentendemos los
principios fundamentales de cada persona; por creencias las opiniones personales sobre las facetas de la
vida; y por Mi Yo Futuro apuntamos a aquellos sueños o metas que se deseas conseguir en la vida. Es
importante que no olvides que cada persona tiene una genética y un alma.
En resumidas cuentas, detectados nuestros valores, creencias y Mi Yo Futuro, se hace una foto
inicial para saber cómo estamos, identificando qué cosas nos llenan de satisfacción o nos
preocupan. De las áreas que nos preocupen, haremos un completo listado (nuestra Carta a los
Reyes Magos o a Papá Noel) de todo lo que querríamos. El proceso termina con la gestión de
loscambios necesarios para conseguir todo lo que queremos y no tenemos, y que nos acercan a
nuestros sueños.
Esto sólo es el principio…La vida va pasando… se va acabando y sólo recordamos esos momentos maravillosos en los que
hubo una caricia, una sonrisa, un llanto. Esas alegrías en las que alguien nos llamaba para darnos
una noticia, alguien se acordaba de nosotros, alguien nos daba un regalo.
Claro, ¡nos hacemos mayores! ¡Ya no somos tan jóvenes! ¡Me quedé sin hacer muchas cosas!
Bueno, tiene parte de razón… ¿pero verdad que fue maravilloso todo lo que viviste? Lo malo
porque te enseñó y lo bueno, porque siempre está rodeando tu cuerpo de energía positiva.
Sólo acaban de pasar unas horas o unos días mientras has terminado este libro. Recordemos el
comienzo de la película Amelie, en donde nos hacía pensar que no estamos solos. Quizás miles de
personas hayan tenido un orgasmo. Otros cientos habrán dado su último suspiro. Y otros muchos
como tú y yo, queremos un mundo mejor.
¿A qué estás esperando? Quizás mañana sea demasiado tarde. Siente tu interior, sonríe, y
descubrirás que hay alguien hay fuera esperando a recibir tu cariño. Pero empieza dándolo tú…
porque eres una persona maravillosa, y aunque muchas veces te hayan dicho lo contrario, no van
a poder contigo.
Ahora que ya conoces todas las herramientas, siempre es buen momento para empezar de nuevo
el libro y reflexionar desde la nueva perspectiva de conciencia que has adquirido. Tienes nuevas
herramientas para salir de toda crisis y sentirte feliz. Disfruta del viaje.
XII- Practica la felicidadAhora piensa que ya tienes la vida que siempre has soñado, pero vives atemorizado de perderla e
intranquilo a cada momento de cómo los demás valoran todo lo que haces. No te preocupes,
imagínate que cada día te llamo por teléfono al comenzar la mañana. Tras saludarte y desearte un
buen día, te leo tu futuro mediante unas bonitas cartas de Tarot, gemas, o lo que más gustes.
Conozco muchos métodos, todos infalibles. Te cuento durante tu desayuno todo lo que te va a
ocurrir durante el día. No te preocupes, cada mañana podemos hablar, y estarás durante todo el
día viviendo lo que te he pronosticado. Prometo que no descansaré y nunca me iré de vacaciones,
estaré siempre a tu disposición cada mañana. Ya no tendrás que preocuparte más en tu vida,
porque todas las mañanas sabrás cómo va a acabar el día y así evitar hacer algo que te pueda
hacer perder el trabajo.
Sería sencillo, ¿no?, al menos eso pensaba yo. Por más que vendo este servicio nadie lo compra.
Aún no sé si es porque no creen en mis habilidades de adivino o porque simplemente les asusta la
idea de conocer su futuro de forma constante. Nadie quiere algo así, porque entonces parece que
se está limitando la libertad de las personas. Alguien pensará… bueno, yo no quiero que me llames
todos los días, pero sí alguno. No, no, eso es trampa, o todos los días o ninguno, es el trato.
Vamos a rebajar un poco la tensión y crearé para ti otro servicio menos
comprometedor. Cuando comiences una tarea en el trabajo, me llamas por teléfono, y tras
facilitarme alguna información, podré indicarte todos los problemas que ocurrirán en los próximos
días. Te diré al instante si sabrás hacer la tarea o en cambio, cometerás algún error que te deje en
evidencia con tus compañeros. Créeme, no fallo.
¿Esto te dejaría más relajado? Me temo que no, que a la mínima decambio empezarías a pensar
que me he equivocado en el pronóstico, o que cualquier otra cosa estaba funcionando mal. No
pasa nada, porque por más que queramos, las cosas pueden variar mucho. Personalmente estuve
cinco años buscando métodos que hicieran sencillo detectar si las cosas que acababa de empezar
serían perfectas. Analizaba todos los factores, tanto necesarios como motivadores, que podían
intervenir en las relaciones laborales e incluso apliqué reglas para su gestión dinámica.
Son herramientas útiles y tras varios años de estudio, soy uno de los mayores expertos del
mundo en analizar los gustos de las personas, y por extensión, de lo que se puede pedir a un
entorno laboral. Pero hay una cosa que siempre se me escapaba de la ecuación, porque nunca me
enseñaron a detectarla. Es esa química especial que te hace trabajar en lo que te gusta y obtener
el dinero suficiente que se necesita para vivir, ni más ni menos.
Relajemos la tensión de lo que piensan los demás de nosotros. ¿Te has parado a pensar con
cuánta gente nos relacionamos cada día? No estamos solos, aunque en algunas ocasiones nos
gustaría, y la realidad es que estamos destinados a compartir nuestras vidas con muchas
personas. Es hora de empezar a entendernos, a apreciarnos por lo que somos, y de que entre
todos, trabajemos por un mundo mejor. Quizás nunca te hayan enseñado, pero no te preocupes,
estas palabras te ayudarán a replantearte muchas de las creencias que tienes adquiridas desde
hace años.
Para ello es necesario conectarnos con nuestra parte más íntima, más personal, y empezar a
desarrollar lo que sentimos cada persona en este mundo. Tuve oportunidad de compartir con el
gran Julio Olalla, uno de los creadores del coaching, la idea general en la que nos ha ido
encauzando la ciencia en los últimos 500 años. Desde tiempos atrás se presta más atención a la
ciencia que a otra serie de características menos tangibles por lo que los sentimientos parece que
se han ido aislando poco a poco. Sólo es válido todo lo que sea demostrable de forma repetida, y
precisamente, los sentimientos son algo muy personal.
Hace siglos la virtud era un bien perseguido. Había que conectarse con la esencia de uno mismo y
alinearse con la energía que nos unía a este mundo. Se oraba a los dioses para pedir un mundo
mejor, y se meditaba en primera persona, para indagar en las emociones más profundas de cada
persona. Se alimentaba el espíritu de cada persona, se contemplaban con delicadeza las estrellas
cada noche. Cada sentimiento se hacía único e inigualable.
Desde la Edad Media vivimos empeñados en que la ciencia defina cada átomo del mundo. El
conocimiento de cada individuo no es válido sino es contrastable en otras personas, por lo que
poco a poco, hemos ido anulando nuestro ser interior, para hacer valer el conocimiento colectivo.
Ahora hay que medir, calcular, gestionar, y todo el que no esté alineado con estas ideas, debe
plantearse medicarse con antidepresivos porque está camino de la locura.
Son precisamente los antidepresivos las pastillas más consumidas en los últimas décadas… ¿es
que nos hemos vuelto todos locos? ¿O quizás estamos quedando cada día más vacíos y llenos de
preguntas? Parece que nuestra desconexión con nuestro interior es el principal motivo por el que
el coaching está surgiendo con fuerza como nueva práctica en el mundo. Quizás ha venido a
quedarse, para conseguir en un futuro acabar con muchas de las pastillas que se consumen sin
sentido emocional, pero con coherencia científica racional.
De pequeño hacía grandes desplazamientos en tren
para llegar a mi destino de vacaciones. Era casi un día de viaje, donde tenía tiempo de mirar por la
ventana el paso de todos los paisajes. Cada año era capaz de reconocer muchos tramos, y sonreía
al ver pasar algunos parajes familiares. Supongo que mi cara pegada al cristal con la curiosidad
por saber más por el mundo debía hacer sonreír a más de un pasajero. ¿Qué pasa hoy en día que
los niños van pegados a un DVD portátil con los últimos dibujos animados y no miran ni una sola
montaña? Bueno, los padres van enganchados a un móvil, y prefieren que los hijos anden
ocupados… ¡así no hacen ruido y se portan bien! Por mi parte no hay problema pero, ¿estamos
criando robots o personas humanas? Me asusta cada vez que lo pienso. Nos han hecho creer que
el mundo está más evolucionado cuanto más miremos a una pantalla y menos nos preocupemos
en estar en armonía con la naturaleza.
Nos hemos ido encargando de generar un agujero entre nuestro mundo interior y el mundo
exterior. Hasta que mucha gente, estresada hasta la saciedad, termina con depresiones y
comienza a meditar y reconectar con todo lo que había dejado atrás. Otra mucha gente, jamás
tiene oportunidad, y lo que es peor, ni se plantea la necesidad de conectarse interiormente, ya que
las experiencias que no se pueden explicar, se tienen a esconder. Pierde importancia cómo nos
sentimos, y en cambio miramos sin pausa qué piensan los demás de nosotros.
Cuando comenzamos un nuevo trabajo, las preguntas que nos enseñan a formular son del tipo,
«¿qué piensan los demás de mí?» «¿Estoy realmente consiguiendo pertenecer a esta empresa?»
«¿Cómo me miden el rendimiento en mi empresa?» Pero pocas veces se pregunta uno, «¿cómo
me siento?» Cuanto menos nos hagamos esa pregunta, más competitivos seremos, más
profesionales, más alineados con los valores de la empresa. Más, más y más.
Mi madre siempre me enseñó a sentir, a tocar las cosas, a mirar los paisajes. Siempre le estaré en
deuda por tan buenas experiencias que habré recibido de su mano. Pero por mucho empeño que
puso, el sistema acabó con todo su esfuerzo. Después de una ingeniería, un MBA, varios trabajos,
y vivir en constante competencia, el mundo se encargó de apartar mis emociones a un lado. Lo
importante era lo que pensaban los demás de mí, y me llevaban a formularme preguntas como,
«¿cuál será el trabajo con el que más éxito me recordarán?», «¿cuál será la casa o el coche con la
que más pueda presumir?» Y lo que es peor… «¿con cuántas mujeres me tengo que acostar para
que entiendan que tengo éxito en el amor?»
Era muy inteligente, y la gente pensaba que tenía mucho éxito, aunque estuviera vendiendo mi
alma al diablo. La vida decidió parar lo que yo no era capaz de cambiar por mí mismo. Pude ver la
muerte de cerca, como explicaré en el siguiente capítulo.
Pero pocas veces he contado que mi lado racional se apagó por completo durante meses, y
supongo que quedó bien dañado desde entonces. Un día lloré sin parar al escuchar la voz de cada
persona, pensando que estaba vivo y podía oírles nuevamente. Terminaba cualquier película y
comenzaba un llanto profundo por sentir cada emoción que habían querido reflejar los actores.
Muchas veces sigo llorando de emoción al escuchar una canción, o al ver un paisaje inolvidable.
Agradecido al mundo por seguir vivo, poca gente comprende por qué comienzo a llorar como un
dulce niño. Ni que decir tiene, que antes del accidente no hacía cosas así, quizás porque el
sistema me había enseñado que llorar es de cobardes.
Se podría decir que aprendí cosas nuevas. Pero no fue una aprendizaje, fueron experiencias muy
reales, que me hicieron sentir mi yo más profundo. Ahora sé, que llorar no es de cobardes. Es más,
entiendo que quien se niega a llorar, es un cobarde, y probablemente acabará con una pastilla
antidepresiva para paliar tan intensa amargura. Ya no me molesta que me vean llorar en público
(con motivo, claro) porque entiendo que se expresa mi interior. Me encanta no ocultarme, quizás
porque no estoy compuesto de cables, sino de emociones.
Retengamos por un momento en la matriz siguiente las principales ideas que he intentado
transmitir, y pongamos énfasis en situarnos. Desde nuestro interior como personas, hasta el
exterior como todo lo que nos rodea. Desde nosotros como sujetos, hasta un colectivo como grupo
de personas. Comprobemos la siguiente matriz, que es la base de muchos trabajos deKen Wilber:
Interior Exterior
Individual ¿Cómo me siento? ¿Qué piensa de mi otra persona?
Colectivo ¿Me siento parte del grupo? ¿Qué piensa de mí la sociedad?
Las partes resaltadas en negrita son las que la ciencia nos ha enseñado a contrastar sin
problemas. Es más, sabemos medir a la perfección a otros, valorar todo lo que nos rodea, pero nos
solemos negar a medirnos y a sentir nuestro interior. ¿Cuántas veces estamos haciendo algo por
compromiso sólo por satisfacer a los demás cuando en el fondo estamos sufriendo enormemente?
Hace tiempo que dejé de anteponer los deseos de los demás a los míos, principalmente porque
entiendo que me rodeo de gente que me quiere ver feliz, no aparentándolo.
No dejo de comprobar una y otra vez personas que no realizan sus sueños porque piensan que
dejarán de ser aceptadas en sus núcleos familiares, laborales o sociales. Los deseos de los
demás, de cómo van a ser vistos, de cómo los van a valorar, están por encima de sus propias
necesidades. Nos olvidamos de valorar muchas veces lo que tenemos, y sólo cobra valor, cuando
nos damos cuenta por los demás que ya no lo tenemos.
Aunque sea buena práctica preocuparse por los demás, debemos tener presente que no es útil
obsesionarnos por controlar lo que otros sienten o piensan acerca de ti. Sólo somos dueños de lo
que sentimos y de cómo actuamos, no de cómo nos verán los otros, por más que nos empeñemos.
Es importante que empieces a poner orden a tu cabeza, y darte cuenta de que es más importante
lo que sientes que lo que piensen los demás. Hay que cuidar las formas, sí, porque tampoco es
cuestión de ir haciendo el loco. Pero el problema es que mucha gente nunca se da permiso para
hacer un poco el loco, y al final, viven la vida que quieren los demás. Llegó el momento de vivir,
eligiendo lo que quieres hacer y sentir con la gente que te rodea y apoya. Supongo que sólo así se
obtiene la forma de conseguir el dinero que te llene de pasión. Ni más ni menos.
Bienvenido a tu viaje personal. El viaje de la felicidad.
GlosarioAcciones/posibilidades: actividades con las que se ejecutan los cambios.
Aplicación miGPSVital ® : motor configurable en Internet que permite a las personas identificar cómo ser felices.
Sin sustituir al coach/psicólogo/…, ayuda tanto a éste como a sus clientes en todo el proceso de coaching. Se
apoya en el Mapa de la Viday el Motor de Cambio Vital.
Aplicación miGPSProfesional ® : adaptación de miGPSVital® al entorno empresarial que permite a los empleados
identificar cómo aumentar su motivación y compromiso con la empresa. Apoyándose también en la Metodología
Autocoaching®, cuenta para este caso con el Mapa del Empleado en la Empresa y el Motor
de Cambio Profesional.
Aprendizaje: proceso mediante el cual, y a través de experiencias, se van adquiriendo habilidades, destrezas y
conocimientos que son de utilidad en el desarrollo de la persona.
Cambios: aquellas acciones con las que te comprometes y que te encaminan hacia un objetivo.
Coach: persona que realiza el proceso de coaching a un cliente. El coach no requiere un conocimiento experto del
problema de su cliente. Más que ofrecer respuestas, formula preguntas, ayudando a explorar el presente y a
diseñar el futuro.
Coaching: proceso en el que un coach (o sistema) ayuda a un cliente a obtener resultados extraordinarios en la
vida. Nuestra definición favorita es sin duda la que se refiere al coaching como el proceso de convertir los sueños
en realidad.
Compromiso: determinación personal de cumplir con los objetivos marcados mediante la realización de acciones.
Antes de marcar los objetivos es muy importante conocer si realmente estás comprometido con ellos. Tiene que
surgir de tu interior.
Confianza: característica de la relación entre el coach y su cliente que debe existir entre el coachpara que
el coaching llegue a buen puerto.
Coste de oportunidad: ganancia o pérdida asociada a cada una de las posibilidades que se han visto
abandonadas al realizar algún cambio.
Creencias: opiniones y puntos de vista personales que se tienen sobre las diferentes facetas de la vida, que
forman nuestra manera de entenderla, y que suelen considerarse verdades inamovibles.
Crisis: cambio brusco en algún aspecto de nuestra vida que nos puede llevar a alejar del estado defelicidad, y que
habitualmente nos desconecta de nuestra esencia.
Depresión: estado de infelicidad prolongado en el tiempo.
Emociones: fenómenos mentales de respuesta a estímulos que generan una forma de sentirse y que nos inducen
a la acción.
Estereotipos: imágenes, ideas o expresiones repetidas sin que hayamos comprobado si realmente son verídicas.
Éxito: resultado feliz de una actuación, pudiendo significar para cada persona cosas distintas.
Factores: las cosas que imperativamente precisa (factor necesario) o le gustaría tener (factor motivador) a cada
individuo para ser feliz, y estar satisfecho en cada uno de los sectores que constituyen la Rueda de la Vida o
el Mapa de la Vida.
Felicidad: estado de ánimo que se consigue con el éxito en una o varias áreas de nuestra vida. En general se es
feliz cuando se tiene un promedio suficiente en los valores de la Rueda de la Vida. Es un valor subjetivo que
puede variar con el tiempo.
Mapa de la Vida: herramienta que contiene, extiende y detalla los distintos apartados de la Rueda de la Vida.
Mapa del Empleado en la Empresa: herramienta que contiene, extiende y detalla los distintos apartados de
la Rueda del Empleado.
Mapa mental: conjunto de creencias, valores y experiencias que nos dan una perspectiva determinada. El mapa
no es el territorio significa que existen muchos mapas y que cada persona tiene su punto de vista determinado que
no significa que sea la realidad.
Metodología Autocoaching®: conjunto de métodos y prácticas que facilita a las personas saber cómo conseguir
la felicidad, desarrollando mediante distintas herramientas el potencial profesional y humano. Es una metodología
universal para ser aplicada de forma individual por cada persona.
Mi Yo Futuro: aquellos objetivos o metas que se desean conseguir en la vida. En muchas escuelas se utiliza el
equivalente de sueños, y empresarialmente de visión.
Motivación: razón que da impulso y refuerza la voluntad de actuar para alcanzar las metas marcadas.
Objetivo: resultado deseado. También se utiliza indistintamente la palabra meta.
Prejuicios: la acción o el efecto de juzgar las cosas antes del tiempo oportuno o sin tener de ellas un cabal
conocimiento. Se basan en generalizaciones o falsas inferencias.
Recordatorios: cosas para no olvidar nuestros objetivos, metas, deseos, motivaciones, etc.
Recurso: cualquier elemento que pueda ayudar al logro de los objetivos.
Rueda de la Vida: una herramienta que nos permite visualizar de forma gráfica nuestro estado de lafelicidad en
las áreas que incorpora.
Rueda del Empleado: una herramienta que permite visualizar de forma gráfica la satisfacción del empleado en
una empresa.
Sentimientos: estados conscientes que se consiguen a través de las emociones vividas.
Solución Autocoaching ® 3.0 : es el medio óptimo para poner a disposición de la empresa la metodología
Autocoaching® en poco tiempo y con rápido retorno de la inversión.
Valores: principios por los que cada persona marca su manera de ser, sentir y de actuar en el mundo.
Visualización (actúa como si): proceso de usar la imaginación para explorar las consecuencias de acciones antes
de que hayan ocurrido realmente.