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Page 1: Casa con alma, corazón y vida - Juventud Rebelde · 2019-11-21 · Casa con alma, corazón y vida En honor al cumpleaños 500 de La Habana, la vivienda de los Marqueses de Marianao

por LLUUIISS HHEERRNNÁÁNNDDEEZZ [email protected] RROOBBEERRTTOO SSUUÁÁRREEZZ

LA casa de esta historia que ahora con-tamos a grandes saltos,es tal vez de lasmás añejas de Cuba y una de las dosmás antiguas del municipio habanero deMarianao, y si hoy rejuvenece es porqueuna mujer bayamesa, Marta Esther Es-cobar Aguilar, conocida y admirada comola Reina de las luces y las lámparas, laha ido restaurando y devolviéndole pocoa poco su belleza de antaño.

«Desde mis 12 años, cuando vine deBayamo a vivir a esta urbe marianense,soñé siempre con tener una casa de estaarquitectura. Al descubrirla, aunque esta-ba casi en ruinas (desde sus cuartos seveía el cielo) me fascinó. Y mucho másdespués,al conocer que en ella vivió el pri-mero de los Marqueses de Marianao: Sal-vador Sama y Martí, hace más de un sigloy medio», evoca Marta en diálogo conJuventud Rebelde,bajo su nuevo techo enla calle 128 número 4516, esquina a 49.

«Recuerdo que la primera película quevi en mi vida, una mexicana, me des-lumbró en el cine Principal, que radicaaún en la esquina de esta casa dondeestamos conversando. Cuando decidíadquirirla, en ella residían tres familias,dueñas independientes de partes delinmueble. En cuanto pasó la propiedadde aquellas hermanas que la habitabana mis manos, comencé a devolverle suantiguo esplendor», argumenta estaartista,que ha hecho lámparas para igle-sias y hoteles, y en especial para laCatedral de La Habana, visitada hacepoco tiempo por el Papa Francisco.

«Hablé con el Doctor Eusebio LealSpengler para que supiera que iba a res-taurarla con mis propios recursos,esfuerzos y medios,con el personal y losespecialistas de mi equipo, integradopor colaboradores de muchos años:Omar Cajías, René Ernesto GonzálezAbeledo, Wilmer Espinosa, Adrián Mora,Leandro Pérez y Alexander Arjona, y ade-más con mis hijos Ervio y Ocila Mora».

Marta aclara que ha contado tambiéncon la ayuda de la Oficina del Historiador

de La Habana mediante los arquitectosLina Albo Díaz y Juan Carlos Bortello ydel ingeniero Pedro Rodríguez Sánchez,a quienes agradece su incondicionalempeño. «En el rescate de esta casonahe puesto “alma, corazón y vida” (comoel popular vals peruano de Adrián Flores,1957), y quiero mantenerle el nombrede El Cortijo, que una vez tuvo en mediode su encanto histórico».

PEQUEÑA HISTORIADe este inmueble, construido en

1875, fueron propietarios en distintasépocas tres de los marqueses de Maria-nao: en 1864, Salvador Sama y Martí;en 1887,Salvador Sama y Torrents; y en1934, Salvador Sama y de Sarriera,según datos del antiquísimo Registro dePropiedad Colonial del Sur, tomados enel municipio de La Lisa.

El primero de dichos marqueses obtu-vo título nobiliario por «Real decreto deIsabel II, el 5 de junio de 1860 y el sub-secuente Real despacho del 10 dediciembre del propio año». Le fue otor-gada esta dignidad de denominación

JUEVES 21 DE NOVIEMBRE DE 2019NACIONAL04 juventud rebelde

Casa con alma, corazón y vidaEn honor al cumpleaños 500 de La Habana, la vivienda de los Marquesesde Marianao es rescatada por su actual propietaria, Marta Esther Escobar,

la Reina de las luces y las lámparas

cubana por ser Marianao un importantemunicipio, el segundo en relevanciaurbana en la historia de Cuba, despuésde la capital del país.

Como en ese sitio la familia Samatuvo grandes extensiones de tierra,adoptaron el nombre para sus títulosnobiliarios. Conforme se lee en el librosobre la sangre azul de nuestra Isla,Dignidades nobiliarias cubanas, escritopor Rafael Nieto y Cortadellas, y publi-cado en Madrid por Ediciones CulturaHispánica (1954), en las páginas 316,317 y 318, la Reina regente María Cris-tina de Habsburgo-Lorena, concedió el30 de enero de 1893 la Grandeza deEspaña, anexa al Marquesado, a talespersonas.

Los tres primeros marqueses de Ma-rianao —del cuarto no existe el dato—nacieron, respectivamente, el 13 de abrilde 1797 en Villanova, Cataluña; el 17 deabril de 1861 en Barcelona, y el 11 dediciembre de 1885 en Viñols, Tarragona;y murieron, por ese mismo orden, el 22de junio de 1866,en La Habana; el 28 dejunio de 1933 (no se dice el país) y en

1948 en Barcelona. Sus sucesores fue-ron, del primero, el sobrino-nieto, y delsegundo y el tercero, sus respectivoshijos.

Estos marqueses de Marianaotuvieron su importancia. Por ejemplo,Salvador Sama y Martí fue coronel gra-duado de las Milicias Disciplinarias deInfantería de la isla de Cuba; primercomandante del II Batallón de las Mili-cias de la Plaza habanera; Procuradordel Tribunal de Comercio; Regidor y pri-mer teniente de Alcalde del Ayunta-miento de La Habana; vocal de la Jun-ta de Fomento de la Isla y consejero deHacienda.

Igualmente, fue un poderoso terrate-niente, que perteneció al alto Comerciode La Habana y mereció el estímulo deCaballero de la Real y Distinguida Ordende Isabel la Católica. A él se debió elengrandecimiento de la ciudad de Maria-nao y, además, propició el estableci-miento del ferrocarril que la unió con elcentro de la capital de Cuba.

Entre otros legados como benefactor,dispuso que se entregaran 20 000pesos —hoy una cifra considerablemen-te superior— para la construcción deuna iglesia en la localidad y similar can-tidad para edificar el Hospital Civil de LaCaridad, así como distintas donacionesmás para otras causas.

Su defunción se asentó en la parro-quia del Sagrario de la Catedral de LaHabana, el 24 de junio de 1866, en losfolios 81 y 82, No. 342, del libro 10.

Marta —propietaria de la casa resca-tada— nos confesó que es muy felizahora, porque «la persona que sientemayor felicidad no es la que tiene lomejor de todo, sino la que hace lo mejorcon todo lo que tiene. Quise que el car-denal Jaime Ortega bendijera mi nuevacasa, pero falleció antes.

«Y quiero que Eusebio Leal le dé suvisto bueno. Por su enorme trabajo deestos días no ha podido venir, pero cuan-do pueda vendrá seguramente. Hemostrabajado duro por Marianao, por LaLisa, por La Habana, por el aniversario500 y por Cuba entera», declaró la ilus-tre mujer al despedirnos.

El equipo de Marta y sus hijos salvó del olvido la casa que llevó como nombre El Cortijo. La antiquísima casa de los Marqueses de Marianao ha sido rescatada de las ruinas.

Marta Esther Escobar en el ámbito de la restauración y la decoración es conocida como laReina de las luces y las lámparas.

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