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Del Quijote a UNM: Una Historia de Diez Refranes
�Parece, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia,
madre de las ciencias todas�
MIGUEL DE CERVANTES
�Refrán:Dicho agudo y sentencioso de uso común, repetido tradicionalmente de modo invariable�
REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA
El siguiente artículo presenta un estudio acerca de la evolución de los refranes. Se toma una muestra de refranes encontrados en El Quijote de La Mancha y se les compara con sus formas actuales, demostradas a través de la aplicación de encuestas a hablantes nativos del español en la Universidad de New México. El universo estudiado corresponde en su mayoría a estudiantes de Latinoamérica y España que se encuentran en UNM realizando diferentes programas académicos. Cada uno de los refranes es presentado en su forma pasada y actual, y se expone qué cambios han tenido lugar, en caso de que los haya habido. Se incluyen en el análisis variables sociales, como lugar de origen y tiempo de permanencia en EEUU de los entrevistados, y se proponen conclusiones frente al refrán dentro del marco de la sociolingüística histórica.
Introducción:
Dime con quien andas y te diré quien eres. Sería difícil encontrar un hablante nativo de
español al que esta frase no le suene familiar. El refrán está ligado con nuestra historia,
flota en nuestra psiquis. Composiciones verbales como ésta son pequeños cimientos de
nuestra plataforma moral. Lugar común es decir que los refranes son el resguardo de la
sabiduría popular, pero justamente de eso se trata, de lugares comunes: umbrales
lingüísticos donde nos encontramos los hablantes de una lengua, por suerte, llena de estas
construcciones colectivas.
El refrán es atractivo, incita a la reflexión. Plantea experiencias pasadas
sintetizadas en formatos breves y rítmicos. Encierra una yuxtaposición de ideas o
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situaciones, que estimulan la dialéctica del pensamiento. Son también herencia. Son parte
de nuestra historia cultural, nos hablan de los principios que rigieron la vida de nuestros
antepasados y, que a su vez, rigen la nuestra. Su poder cautivante envuelve una historia,
una moraleja en medio de la situación, y detrás de las palabras, nuestra propia cultura.
Tal atractivo lingüístico sufre los caprichos de la terminología. Nuestra visión
positivista del lenguaje busca encontrar en toda esa amalgama de frases, un marco
referencial pertinente. Como lingüistas nos negamos a decir que simplemente son
expresiones populares, queremos darle nombre, queremos identificarlas, y en ese
esfuerzo hemos llegado a varías categorías.
¿Eso fue un refrán, fue un dicho, un adagio o un proverbio? ¿quizás un aforismo?
Todos tienen un factor común, frases breves que incitan a reflexionar. Dada una situación
conflictiva específica, se recurre a una solución social: a un consenso legitimado por la
tradición. En este estudio se excluye al aforismo. Pues pese a su contundencia reflexiva,
vemos una mente iluminada. Tiene autoría exquisita. Mientras tanto, el refrán, o el dicho,
o el proverbio, somos nosotros, nuestra esencia, aquella voz presente, inmutable y
convincente.
Objetivo:
El presente estudio tiene como objetivo principal establecer cuáles han sido los
procesos de cambio lingüístico dentro de un grupo de diez refranes. Para lograr
identificar tales cambios, se establece su forma en el siglo XV, ejemplificada a partir de
muestras del Quijote, y se determina, a partir de encuestas, las formas actuales de dichos
refranes.
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Los contenidos de esta investigación se presentan de la siguiente manera.
Primero, se propone un marco teórico que integra dos vertientes dentro de este análisis: la
paremiología y la sociolingüística histórica. Segundo, se expone la metodología usada
para la recopilación de datos: tanto los refranes seleccionados en El Quijote como las
encuestas recogidas. Tercero, se propone una descripción de cada uno de los refranes de
acuerdo al contraste entre su forma original y actual. Por último, se proponen unas
conclusiones generales a partir de los resultados encontrados.
Marco Teórico:
El estudio de refranes, dichos, adagios y proverbios nos llevan a pensar en las
difusas fronteras que encontramos dentro de ellos. Para este objetivo encontramos una
ciencia: la paremiología. Esta es una rama de la fraseología, que tiene por objeto el
estudio de estas expresiones populares. Éste será, por su relación directa con el tema, uno
de los soportes teóricos de la presente investigación. Su interés fundamental es la
compilación y clasificación de los refranes y su diferenciación con las otras formas
mencionadas, como las máximas, adagios o proverbios.
Frente a la última discusión, los autores consultados abordan diferentes criterios.
Entre los más destacados, vale la pena mencionar la tipología propuesta por Sainz de
Robles (1951) quien nos propone la siguiente definición de refrán: �dicho breve,
sentencioso y popular, conocido y admitido comúnmente�. Por otra parte, propone al
adagio como �un dicho breve que encierra un sentido doctrinal encaminado a
proporcionar algún consejo para saberse conducir en la vida� y los diferencia de una
máxima que supone �un dicho breve que sirve de norma de conducta moral�. Como se
observa, esta tipología más allá de aclarar las diferencias entre los conceptos, no lleva a
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encontrar la enorme similitud entre los mismos, y por ende, plantea la imposibilidad de
clasificación, pues un mismo dicho puede ser catalogado en las tres diferentes categorías.
Por otra parte, se han propuesto clasificaciones que van más allá del contenido de
estas expresiones, y se centran en su estructura: una identificación sintáctica de los
mismos. En el estudio de Colombi (1989) se nos presenta una interesante caracterización
en este sentido, y se propone una diferenciación, donde define al refrán de acuerdo a sus
características gramaticales como: �una frase completa e independiente (...) que se da por
medio de una composición bimembre� por ejemplo: No es oro todo lo que reluce. Estas
características se pueden plantear en oposición a los dichos, pues éstos son �una locución
que tienen forma de oración subordinada y son reducibles, conceptualmente a un
adverbio simple, a un verbo o a un sustantivo� citando a Casares (1969:69). Por ejemplo:
�Terminó en menos de lo que canta un gallo�. Esta diferenciación es válida y nos
permite al menos una distinción entre el refrán y el dicho: por un lado unidades
independientes bimembres, y por otro, unidades dependientes unitarias.
Sin embargo, en el siguiente estudio, no considero necesario ahondar en la
discusión acerca de las diferencias entre los refranes, y otras formas como proverbios
adagios y máximas, pues por una parte, recogiendo las definiciones tradicionales, su
diferenciación parece una empresa estéril que se contradice de autor a autor, y por otro
lado, considero que sus características comunes permiten tratar a estas expresiones
lingüísticas como un mismo objeto de estudio dada su función comunicativa. Sin
embargo, para aclarar qué se entiende en este estudio por refrán, propongo la definición
expuesta por Colombí (1989) de acuerdo a la síntesis del trabajo de Casares, donde el
refrán es: una frase completa que puede funcionar de forma sintáctica independiente. Por
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otra parte, expresa (en sentido directo o alegórico) un pensamiento hecho de experiencia,
enseñanza, admonición etc. a manera de juicio, y por último, propone la relación entre
dos ideas y a consecuencia de la contraposición de conceptos, su forma usual es
bimembre. A lo que se debe añadir que no tienen autor definido, su característica
fundamental es que son anónimos y por lo tanto patrimonio de todos los hablantes.
El otro soporte teórico, y que a su vez proporciona el marco metodológico, será la
sociolingüística histórica. Esta disciplina apunta a descubrir las causas sociales del
cambio lingüístico. La justificación de esta subdisiplina lingüística tiene dos soportes
evidentes: la historia y la sociología. Con respecto al primera, se ha afirmado que �no
existe explicación posible a un fenómeno lingüístico actual sin recurrir a su origen y
evolución� (Elizancín, 1993:30). Y con respecto al segunda, hay un consenso acerca de la
relación indisoluble entre sociedad y lengua. La diversidad de opiniones se da en cuanto
al tipo de relación establecida y las metodologías para abordar este objeto de estudio. En
la escuela estructuralista, el factor social había sido dejado a un lado, y la lingüística
histórica se había limitado a dar cuenta de los procesos de cambio intrínseco en una
lengua, dando descripciones de la evolución estructural del sistema en sí, pero sin
explicar los motivos de tales cambios. De forma opuesta, la perspectiva funcionalista no
considera a la lengua un sistema ni abstracto ni aislado. Por lo tanto, desde esta mirada,
las causas de estos procesos tienen una naturaleza social y discursiva: la lengua cambia
en la medida en que es usada en contextos socio históricos determinados.
Dentro de la sociolingüística histórica se presenta dos líneas principales, que
corresponden a la mirada de los cambios. Una basada en la sociología del lenguaje:
donde se establecen la políticas institucionales que impulsan los cambios lingüísticos, y
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una sociolingüística propiamente dicha, que busca la descripción del cambio como tal y
el establecimiento de sus causas (Raumoling-Brungber, 1996).
Dentro de la sociolingüística histórica, se han propuesto principios metodológicos
para observar el cambio lingüístico. Uno de los autores relevantes frente a este aspecto es
James Milroy (1992). El autor propone tres principios básicos para la observación: tener
en cuenta los factores sociales imperantes en el momento de abordar un estado particular
de la lengua. Segundo, saber relacionar tales fenómenos sociales con los cambios de la
lengua, y tercero, y para esta investigación más importante: determinar qué no cambia,
que estructuras o formas permanecen: el fenómeno de mantenimiento.
Al proponer una teoría del cambio, es importante prestarle atención a lo que se
mantiene, pues ésta es una forma dialéctica de ver tales procesos. La búsqueda del
investigador en este sentido puede centrarse en varios aspectos: estructuras
morfosintácticas, formas fonéticas o unidades léxicas. Hay además otro objeto de estudio,
que es el que se aborda en esta investigación: las expresiones que se mantienen. Los
refranes son un ejemplo paradigmático de este grupo. Esto no significa que sean
inmutables, han tenido cambios y ese es justamente el punto de esta investigación,
encontrar cuales han sido esos niveles de cambio. Sin embargo, éstos no han sido tan
drásticos, como lo prueba que un hablante de español del siglo XXI reconozca una
expresión verbal que se usaba en el siglo XVI, como se verá en esta investigación.
La relación entre los refranes y la historia es palpable. Los refranes tienen como
una de sus características fundamentales la perpetuación en el tiempo, el ser expresiones
que pasan de generación en generación. Este hecho hace que sean sumamente atractivos
desde la perspectiva de la sociolingüística histórica y que nos preguntemos qué factores
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son los que le permiten tal perpetuidad. En este sentido, Maldonado (1966) nos ofrece
una interesante mirada �estas formas tópicas exigen un vocabulario sencillo para
difundirse; luego, para sobrevivir, precisan de otras condiciones que atañen a su intención
y lenguaje: cuanto más amplia sea la intención, por referirse a cualquier tiempo o a
circunstancias permanentes, es tanto más probable que perdure; de igual manera, la forma
se mantendrá en la medida en que las palabras conserven su vigencia�(1966: 9)
Esta mirada se relaciona con los propuesto dentro de la teoría del cambio
lingüístico de Raumoling-Brungber (1996). La autora nos propone que las motivaciones
de los cambios son producto de la negociación entre los hablantes, a diferencia de las
teorías estructuralistas que los estudiaban dentro de la idea de lengua como sistema
abstracto e ideal. El asociar los cambios lingüísticos con los contextos sociales en qué se
dan, es apuntar a la función básica de la comunicación entre los hablantes y, de forma
más específica, a la función discursiva que cumplen las expresiones lingüísticas. Un
ejemplo de este hecho es el refrán: a donde fueres, haz lo que vieres, que en el Quijote
aparece como: Cuando a Roma fueres, haz lo que vieres (Cervantes, 1971: II, 812).
Como se ve, la referencia a Roma cae, lo que nos indica un cambio de percepción frente a
la ciudad: en el siglo XVI, ésta aún tenía el sentido de ciudad universal, punto de
referencia de una locación conocida por su importancia dentro de Europa, para ese
momento sinónimo de mundo. En nuestro contexto actual, la ciudad no tiene la misma
significación, por lo que el refrán se transforma y deja el espacio abierto a cualquier
contexto que se visite.
El proceso de cambio de los refranes también puede ser abordado desde la
perspectiva de la gramaticalización, en el sentido que �las formas en el trascurso del
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tiempo adquieren significados más abstractos y se vuelven más polisémicas� (Company
Company: 9). Este aspecto es interesante en los refranes, pues su forma, al principio
construida a través de la unión de elementos independientes, con el tiempo termina
convirtiéndose en una unidad autónoma, donde ya no es posible identificar la totalidad
como las suma de sus partes, sino como una expresión verbal que se relaciona con una
función discursiva específica.
Desde otra perspectiva de la sociolingüística histórica, el lenguaje es considerado
�una actividad social y un producto cultural�(Elizancín, 1993: 30). Los refranes son un
ejemplo paradigmático de está definición, en especial entendidos como producto cultural.
Por una parte, su contenido está relacionado con el consenso social frente a situaciones
específicas, lo que pone de relieve un juicio colectivo. Y por otra parte, lo dicho en el
refrán guarda una relación directa con el contexto de la sociedad o grupo que los usa,
revelando características culturales de tal colectivo.
Con esto concluyo una breve revisión teórica del refrán, en donde he intentado
darle una definición y enmarcarlo en el contexto de la sociolingüística histórica. Como
elementos más importantes de este apartado destaco el hecho de que la diferenciación
entre refrán y otras expresiones populares no es significativo si nos interesa estudiar la
función discursiva del mismo. Por otra parte, el refrán es un objeto de estudio sumamente
interesante en cuando a la evolución de una lengua, pues nos permite observar un
fenómeno de mantenimiento y cambio lingüístico al mismo tiempo, y a su vez nos revela
aspectos sociales de los grupos que los han usado a través de los siglos. Por último sus
cambios pueden ser entendidos como procesos de gramaticalización y ser considerados
ejemplos paradigmáticos de productos culturales.
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Metodología:
Dado que estamos frente a una investigación de contraste, el primer paso consistió
en identificar refranes presentes en dos puntos distantes en el tiempo. Como referencia
pasada, tomé aquellos refranes registrados en el Quijote, obra en la que abundan estas
formas verbales, y fuente para identificar estas creaciones populares en la España del
siglo XVI. La validez de esta fuente se debe a que los refranes allí planteados no son
creación de Cervantes, sino la consignación por parte del autor de expresiones populares
que se escuchaban en su tiempo. No es casualidad que quien haga mayor uso de refranes
sea el personaje de Sancho Panza, quien representa dentro de la novela a un individuo
analfabeta y del vulgo (Villamor y Sánchez, 1998). Sancho Panza por lo tanto se vuelve
una fuente invaluable de información para quien haga estudios de sociolingüística
histórica del español, pues pretendiendo crear un personaje popular, Cervantes nos deja
testimonio de las formas de habla escuchadas en su tiempo a través de la voz del singular
escudero. Por lo tanto, los refranes registrados en el personaje de Sancho Panza, serán
tomados en este estudio como expresiones verbales usadas en la España del siglo XVI.
Por otra parte, contrasto estas formas con las que se usan hoy en día. Para
demostrar su existencia, me valgo de 44 encuestas aplicadas a hablantes nativos de
español. Como grupo de estudio, he tomado a personas relacionadas con UNM. La
elección se debe a un criterio práctico: es el grupo al que tengo mayor acceso, y por otra
parte, una justificación teórica: en UNM encontramos personas de varios países
latinoamericanos y de España, con diversidad de tiempo viviendo en EEUU, lo que lo
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convierte en un laboratorio de análisis muy variado que permite comprobar la vigencia de
la expresión en distintos contextos regionales.
El método de indagación consistió en una encuesta, donde a cada entrevistado se
le leía el grupo de refranes seleccionados, 10 en total, y se les pedía decir si reconocían la
expresión o no. En caso de reconocimiento, se indagaba acerca de si lo conocían de tal
forma o de otra diferente, para establecer modalidades de cambio. Como se verá en los
resultados, hubo en algunos casos un consenso casi total frente a una forma alternativa,
por lo que éstas fueron asumidas como la forma actual del refrán. Por otra parte, se verá
ciertas variaciones en las formas actuales, que buscan ser explicadas por medio de los
datos sociales registrados: género, edad, lugar de origen, tiempo de permanencia en
EEUU, y ocupación del entrevistado. A continuación presento esta información social
con respecto a la totalidad de los entrevistados:
Género:
Hombres 24 Mujeres 20 TOTAL 44
Tabla 1. Distribución por género.
Edad: La mayoría de los entrevistados fueron jóvenes, de diversas edades. El promedio
de edad en los entrevistados fue: 29.
Lugar de origen:
País No de entrevistados Argentina 3 Bolivia 3 Chile 1 Colombia 5 Cuba 1 Ecuador 6 España 7 México 10
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Panamá 1 Perú 1 R. Dominicana 1 Venezuela 5 TOTAL 44
Tabla 2. Distribución por país.
La variable independiente de origen no es, ni busca ser, una representación general de
hablantes de español. Como se ve, no hay una representatividad homogénea de los
diferentes países. Estas encuestas buscan reflejar al grupo de estudiantes de habla hispana
en UNM, y aunque naturalmente la muestra está determinada por las personas a las que
como investigador tuve acceso, creo que cumple la función de reflejar la demografía de
estos grupos dentro del campus universitario.
Tiempo viviendo en los EEUU: Los entrevistados van desde los que llevan mas
de 40 años hasta menos de uno. Por tal variedad su incidencia será tenida en cuenta en
casos específicos frente a los refranes es estudiados. El promedio general de tiempo
viviendo en EEUU fue 8 años.
Refranes y Resultados:
En este apartado expondré cada refrán de forma separada, siguiendo un mismo modelo de
presentación. Primero, su forma original y la referencia dentro del Quijote. Segundo, los
resultados de la encuesta en cuanto a si los entrevistados lo conocían o no. Tercero, en los
casos donde los conozcan, demostrar si se daba de la misma forma propuesta o tenía
variación, y en caso de variación, cual es su forma más frecuente y en qué porcentaje. De
acuerdo a esto, se propone un análisis de contraste entre la forma original y la forma
presente más conocida.
Refrán 1: A Dios rogando y con el Mazo dando.
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Este refrán aparece en el capítulo XX XV del tomo II, página 801. Es dicho por Sancho
al recordar al Quijote la promesa de la ínsula, y se interpreta como que pese a que hay
que tener buena fe en las promesas, no está de más presionar por ellas.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 22 50 % No lo conoce 22 50 % Total 44 100 %
Tabla 3. Conocimiento de refrán 1. En cuanto al grupo que lo conoce, los resultados entre la misma forma u otras distinta es
la siguiente:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 20 90 % Diferente 2 10 % Total 22 100 %
Tabla 4. Refrán 1: Igual o Diferente Como se ve en los resultados de la tabla 4, dentro del grupo de entrevistados que conoce
el refrán, una gran mayoría lo identifica de la misma forma. Por lo que se puede
considerar un ejemplo de alto mantenimiento. La otra versión que se ofreció ( 2
entrevistados) incluye un cambio léxico: A Dios rogando y con el palo dando. Este
aspecto es interesante, pues podría suponer un cambio en progreso, a medida en que cae
en desuso la palabra �mazo� frente una forma mucho más común como �palo�
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Refrán 2: Al buen entendedor, pocas Palabras.
Este refrán aparece al final del capítulo XXXVII del tomo II, página 812. Es dicho por
Sancho al final de una larga intervención, por lo que el apunte no deja de ser humorístico.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 40 90 % No lo conoce 4 10 % Total 44 100 %
Tabla 5. Conocimiento de refrán 2. Este es uno de los refranes mas conocidos. En cuanto al grupo que lo identifica, los
resultados entre la misma forma u otra distinta es la siguiente:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 13 32.5 % Diferente 27 67.5 % Total 40 100 %
Tabla 6. Refrán 2: Igual o Diferente La mayoría de entrevistados (23) identificó el refrán con una versión sutilmente distinta:
A buen entendedor, pocas palabras. Lo que se observa en este caso es un cambio entre la
contracción de la preposición y el articulo �al� por la forma simple de la preposición. La
explicación puede ser que dado que las dos formas tienen el mismo sentido, lo hablante
optan por la más simple.
En un sentido opuesto, se presenta un fenómeno interesante. Cuatro de los
entrevistados españoles propusieron: Al buen entendedor, pocas palabras bastan. Lo que
no deja de ser llamativo, pues al contrario de una reducción como la alternativa anterior,
el refrán aumenta. La aparición del verbo puede ser la búsqueda de los hablantes por
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generar una unidad sintáctica independiente, característica del refrán (Columbi, 1989),
que no lo es sin la presencia del verbo.
Refrán 3: Cuando a Roma fueres haz como vieres
Este refrán aparece al final del capítulo LIV del tomo II, página 931. El autor afirma que
Sancho conocía este refrán, y por lo tanto, se comporta de acuerdo a las circunstancias.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 25 56 % No lo conoce 19 44 % Total 44 100 %
Tabla 6. Conocimiento de refrán 3. En cuanto al grupo que lo conoce, los resultados entre la misma forma u otra distinta es la
siguiente:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 8 32 % Diferente 17 68 % Total 40 100 %
Tabla 7. Refrán 3: Igual o Diferente Dentro de los entrevistados que identificaron al refrán con una versión distinta, la
mayoría (10), lo conocen como: a donde fueres, haz lo que vieres. Esta variación nos
propone dos cambios importantes: por una parte, la preposición temporal (cuando) se
modifica por una espacial (donde). La explicación puede ser que dado que cae el
referente de lugar (Roma), la sustitución ayuda a reemplazar el sentido que deja este
vacío. Por otra parte, el segundo cambio evidente es el lugar de referencia. En el siglo de
Cervantes, Roma era para los europeos un lugar de referencia como destino, corroborado
también por �todos los caminos conducen a Roma�. En nuestro tiempo, Roma no tiene la
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misma connotación, y los hablantes hacen uso de una forma que propone al refrán desde
una perspectiva más genérica. Un aspecto que vale destacar es que dentro del grupo de
entrevistados que conoce una versión distinta, 4 de ellos dicen: En Roma haz como los
romanos. Estos entrevistados tienen en común llevar más de 10 años viviendo en los
EEUU, lo que es significativo, ya que en inglés existe el refrán: when in Rome do as the
romans do. Este refrán que ellos proponen se pude deber una búsqueda de traducción del
que conocen en inglés.
Refrán 4: Del dicho al hecho hay un gran trecho
Este refrán aparece en el capítulo LXIV del tomo II, página 1010. Lo dice Sancho como
respuesta a un plan que propone Don Quijote, el cual tiene más de descabellado que de
posible.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 41 93 % No lo conoce 3 7 % Total 44 100 %
Tabla 7. Conocimiento de refrán 4. Este es uno de los refranes más populares dentro de los entrevistados. En cuanto al grupo
que lo conoce, los resultados entre la misma forma u otra distinta son los siguientes:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 13 31 % Diferente 28 69 % Total 41 100 %
Tabla 8. Refrán 4: Igual o Diferente Dentro de los entrevistados que conocen al refrán, la mayoría lo identificó con una
versión distinta, lo conocen como: del dicho al hecho hay mucho trecho. Esta variación
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nos propone un cambio: se reemplaza un gran por mucho. La explicación de este cambio
puede tener motivos fonológicos, pues es evidente que dentro de la construcción
sobresale el sonido de /ch/, lo que favorece la inclusión de una palabra que tenga este
sonido en reemplazo de otra sin él, sin que este cambio afecte el sentido de adverbio de
cantidad.
Refrán 5: Dime con quién andas y decirte he quien eres
Este refrán aparece en el capítulo X del tomo II, página 604. Lo dice Sancho haciendo
referencia a que su amo es un loco, pero que él no lo es menos por estar junto a él en
todas sus aventuras.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 44 100 % No lo conoce 0 0 % Total 44 100 %
Tabla 9. Conocimiento de refrán 5. Este es un refrán sumamente interesante, por una parte todos los entrevistados lo
identificaron, y por otra, todos coincidieron en una forma distinta:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 0 0 % Diferente 44 100 % Total 44 100 %
Tabla 10. Refrán 5: Igual o Diferente Los forma en que se conoce es Dime con quién andas y te diré quién eres. La explicación
al cambio radica en que la forma verbal del original es un arcaísmo (decirte he) para
indicar futuro, que se reemplaza por: te diré. Este es un ejemplo de cómo un refrán
adopta los cambios generales de la lengua.
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Refrán 6: Donde una puerta se cierra otra se abre
Este refrán aparece en el capítulo XXI del tomo I, página 191. Este es el único muestra
que es dicha por el Quijote, y lo pronuncia justamente haciendo referencia a los refranes,
pues dice: �pareceme Sancho que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son
sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas, especialmente
aquel que dice: �Donde una puerta se cierra otra se abre�. Pronuncia este refrán creyendo
ver en una jarra que lleva un hombre el famoso yelmo de membrino.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 35 79 % No lo conoce 9 21 % Total 44 100 %
Tabla 11. Conocimiento de refrán 6. Dentro del grupo de entrevistados que reconoció el refrán, estos son los resultados frente
a si lo conocían de la misma manera o de forma diferente:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 31 88 % Diferente 4 12 % Total 35 100 %
Tabla 12. Refrán 6: Igual o Diferente La mayoría de entrevistados conocen el refrán de la misma forma. Los otros 4 conocen
una forma alternativa: cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana. Los
entrevistados que responden de ésta manera no tienen un factor común, por lo que no se
puede dar una explicación social frente a tal variación. Sin embargo, el cambio es
interesante pues supone una complejización del refrán, que aumenta el marco de
referencia.
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Refrán 7: El hombre pone y Dios dispone
Este refrán aparece en el capítulo LV del tomo II, página 941. Es pronunciado por
Sancho al hacer un recuento de sus desventuras, como una justificación a lo que ha sido
su mala suerte.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 39 88 % No lo conoce 5 12 % Total 44 100 %
Tabla 13. Conocimiento de refrán 7. Dentro del grupo de entrevistados que reconoció el refrán, estos son los resultados frente
a si lo conocían de la misma manera o de forma diferente:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 17 48 % Diferente 22 52 % Total 39 100 %
Tabla 14. Refrán 7: Igual o Diferente Dentro del grupo que reconoce el refrán, encontramos un número similar entre aquellos
que lo conocen de forma igual y los que lo conocen de forma diferente. De este último
grupo, 9 lo conocen con la forma de: el hombre propone y Dios dispone. El cambio en
este caso es la actualización del verbo a una forma que indica más claramente la acción:
proponer por poner. Otro grupo (3) conoce la forma: Uno pone y Dios dipone. Donde el
sustantivo �hombre� es reemplazado por la forma impersonal �uno�. Un último grupo, 10
personas, reconocieron el refrán de la siguiente manera: El hombre propone y la mujer
dispone. Este cambio tiene dos características importantes, por una parte contiene en
cambio de verbo (proponer por poner), por lo que se puede inferir es una modificación a
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la forma anterior, y se da un cambio de Dios por Mujer, este último sustantivo contrasta
más con el primero y le da un giro semántico al refrán, pues su sentido hace más
referencia a relaciones entre los sexos, que a avatares del destino. Los entrevistados que
propusieron esta última forma son de: Colombia, Ecuador y Venezuela. Lo que nos sirve
para identificar la zona general donde se produjo el cambio.
Refrán 8: Más vale al que Dios ayuda que al que mucho madruga.
Este refrán aparece en el capítulo XXXIV del tomo II, página 792. Es pronunciado por
Sancho en medio de otros refranes para justificar que no es menester mucha experiencia
en el gobierno de una ínsula, pues con la ayuda de Dios todo se logra. Frente a esta lista
de refranes, Don Quijote lo reprende pidiéndole más cordura en su discurso.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 39 88 % No lo conoce 5 12 % Total 44 100 %
Tabla 15. Conocimiento de refrán 8. Como se ve, la mayoría de entrevistados reconoció el refrán, sin embargo, como se verá,
dentro de este grupo todos proponen una forma alternativa muy distinta:
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 0 0 % Diferente 39 100 % Total 39 100 %
Tabla 16. Refrán 8: Igual o Diferente 37 de los entrevistados que dijeron conocer el refrán proponen la siguiente forma
alternativa: Al que madruga Dios lo ayuda. Este caso es muy interesante. Si se asume que
ésta es la forma actual del refrán original consignado en el Quijote, encontraremos
cambios en varios sentidos. Por una parte es importante destacar lo que se mantiene: la
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partícula acusativa al que, la palabra madruga con función adjetiva, el sustantivo Dios y
el verbo Ayuda. El cambio se da principalmente en la inversión se los componentes, el
segundo pasa a ser el primero y viceversa, y cae más vale y el adverbio mucho. Estos
cambios tan radicales generan a su vez un cambio semántico total: en el refrán original
quiere dar a entender que no importa si se madruga, pues lo que cuenta es la ayuda de
Dios. En la forma actual, encontramos el sentido de que el madrugar será recompensado
con los favores de Dios. Los otros dos entrevistados que reconocieron el refrán de forma
distinta, proponen: Dios ayuda al que madruga. Este último parece una versión
abreviada del original pero con el sentido del actual. Quizás pueda ser considerado un
punto intermedio entre las dos formas.
Refrán 9: Más vale pájaro en mano que buitre volando.
Este refrán aparece en el capítulo XXXI del tomo I, página 315. Es pronunciado por
Sancho dándole un consejo a Don Quijote acerca de que es mejor que tomé lo que le
están ofreciendo a cambio de esperar algo después. La elección del Quijote no se debe al
valor de lo ofrecido, sino a una promesa que hizo antes.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 40 90 % No lo conoce 4 10 % Total 44 100 %
Tabla 17. Conocimiento de refrán 9.
Este es otro de los refranes más conocidos dentro de los entrevistados, que en su totalidad
lo conocen de otra forma:
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Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 0 0 % Diferente 40 100 % Total 40 100 %
Tabla 18. Refrán 9: Igual o Diferente
El cambio en el que todos los entrevistados coincidieron, fue el reemplazo de la palabra
buitre. 28 de los entrevistados propusieron la forma: Más vale pájaro en mano que cien
volando. Reemplazando buitre por cien. Este mismo modelo funcionó para el cambio
propuesto por otros hablantes, que usaron cientos, cincuenta, mil, diez como alternativa a
buitre. Es claro que la forma más popular es cien, sin embargo, no se puede establecer
una relación entre el cambio de número de las otras formas y las variables sociales. El
cambio tiene sentido dado que se usa para aceptar algo que se tiene asegurado, en vez de
algo mejor prometido. Es quizás esta la razón por la cual buitre no perduró, pues no nos
da la idea de algo superior a pájaro, como si lo hace el aumento en número.
Refrán 10: No es oro todo lo que reluce.
Este refrán aparece en el capítulo XXXIII del tomo I, página 784. Es pronunciado por
Sancho durante una conversación con una doncella, en la cuál le da razones por las cuales
sigue a Don Quijote en sus aventuras, sabiendo que éste es un loco. El refrán, al igual que
muchos de los que en este fragmento recita, no tiene relación alguna con su argumento.
Resultados:
Número de entrevistados Porcentaje Lo conoce 40 90 % No lo conoce 4 10 % Total 44 100 %
Tabla 19. Conocimiento de refrán 10.
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Este es otro de los refranes más populares, conocido por la mayoría de entrevistados.
Número de entrevistados Porcentaje De la misma forma 9 22 % Diferente 31 78 % Total 40 100 %
Tabla 20. Refrán 10: Igual o Diferente
Dentro de los que conocen el refrán, una mayoría propone la siguiente forma: No todo lo
que brilla es oro (20). Este cambio tiene dos hechos importantes, por una parte se
modifica la estructura en cuanto a la inversión de los componentes, y por otra parte se
reemplaza el verbo relucir por brillar, que es mucho más común en el español actual.
Otra de las formas propuestas es No todo lo que reluce es oro (8), donde hay un cambio
de estructura, pero no de verbo, y no es oro todo lo que brilla (3) donde se mantiene la
estructura, pero no cambia el verbo. Las dos últimas formas puede ser el origen de la
primera y más popular, pues parece darse una combinación que resulta en ésta.
Resultados generales de los 10 refranes: En la siguiente tabla, se ordenan los refranes con respecto a cuales fueron los más
reconocidos por los entrevistados.
REFRÁN N. de entrevistados
Porcentaje
1 Dime con quien andas y decirte he quien eres 44 100 % 2 Del dicho al hecho hay un gran trecho 41 93 % 3 Al buen entendedor pocas palabras 40 90 % 4 Más vale pájaro en mano que buitre volando 40 90 % 5 No es oro todo lo que reluce 40 90 % 6 El hombre pone y Dios dispone 39 88 % 7 Más vale al que Dios ayuda que al que mucho madruga 39 88 % 8 Donde una puerta se cierra otra se abre 35 79 % 9 Cuando a Roma fueres haz lo que vieres 25 56 % 10 A Dios Rogando y con el mazo dando 22 50 %
Tabla 21. Refranes más populares
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Conclusiones: Este estudio de diez refranes del español ha sido abordado con un objetivo principal: he
querido destacar la importancia de los refranes dentro del campo de la sociolingüística
histórica. En este sentido se ha demostrado que el refrán tiene características que lo hacen
sumamente interesante desde esta perspectiva, pues reúne cualidades de mantenimiento y
a su vez de cambio. Esto que en un principio podría parecer una contradicción, no lo es.
Es ejemplo de mantenimiento en el sentido de que expresiones verbales usadas en la
España del siglo XVI son reconocidas en la actualidad. Y como se ha visto, el refrán no
es invariable, como lo afirma la Real Academia Española. Estas expresiones han tenido
cambios en varios aspectos: morfológicos, sintácticos, léxicos e incluso de sentido.
El hecho de que los refranes abordados en este estudio hayan sido ejemplos de
mantenimiento, no quiere decir que toda expresión hecha refrán tiene garantizada su
exitencia dentro del habla cotidiana. De los miles de refranes que han nacido a través de
los siglos en el español, su gran mayoría ha caído en desuso hasta terminar sólo
apareciendo en antiguos refraneros. Los casos presentados en este artículo hacen parte de
un selecto grupo de refranes sobrevivientes, quizás por la universalidad de su sentido, y
por ende su posible aplicación en diversidad de contextos.
En cuanto a su cambio, se han visto evoluciones morfológicas, como en Al buen
entendedor pocas palabras, que se convierte en A buen entendedor pocas palabras. En
este caso hay una simplificación morfológica que no afecta el sentido del refrán. También
se ha mostrado ejemplos de cambio sintáctico, como: No es oro todo lo que reluce que
tiene como forma alternativa No todo lo que reluce es oro o No todo lo que brilla es oro.
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Como se evidencia, hay un cambio en la estructura donde el verbo copulativo y su
complemento pasan de la primera, a la segunda parte del refrán. Se mostraron ejemplos
de cambio léxico, como en: Es mejor pájaro en mano que buitre volando que tiene en la
actualidad la forma de Es mejor pájaro en mano que cien volando. Y Ejemplos de
refranes con cambios en varios aspectos que finalmente afectan su sentido global, como
Más vale al que Dios ayuda que al que mucho madruga, reconocido como: Al que
madruga Dios ayuda. Como se ve, un refrán puede tener tal tipo de evolución que incluso
el sentido uso actual es opuesto al del original.
En este estudio se han demostrado los aspectos de mantenimiento y cambio
linguistico del refrán. Sin embargo, estos son sólo pequeñas muestras de líneas de
investigación dentro de las muchas que se abren al abordarlos desde la perspectiva de la
sociolingüística histórica. Aunque se aplicaron variables sociales, la investigación se
centró en la descripción de los cambios y la explicación de sus causas desde una mirada
intrínseca. Esto por la dificultad en identificar los motivos sociales de cambio, dado la
limitación de las fuentes (muestras recogidas en UNM) y la poca o nula contextualización
geográfica e histórica que tiene las compilaciones.
Sin embargo, considero que mi estudio puede considerarse como un intento de
aporte en cuanto al estudio de estas formas desde la disciplina de la sociolingüística
histórica, y el haberlo realizado ha despertado en mi un gran interés por este tema. Creo
que a partir de este estudio se pueden proyectar otras investigaciones, como el
seguimiento de un refrán a través del tiempo y la demostración de sus cambios con
respecto al momento y lugar que los originaron. También se pueden plantear
recolecciones actuales de dichos y refranes que consignen el contexto social donde se
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producen, dejando evidencias para su análisis en el futuro. Por otra parte, se puede
relacionar el contenido y sentido de un refrán con fenómenos culturales del lugar, para
demostrarlos como producto cultural y evidenciar que responden a contextos particulares.
En fin, considero que el estudio de los refranes desde la perspectiva de la sociolingüística
histórica es muy prometedor y tiene diferentes aplicaciones.
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