LO MEJOR… ESTÁ POR VENIR
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
Estoy empezando este escrito, el primer domingo del 2010, y mientras lo
hago, caigo en la cuenta que no sólo se trata del primero del año; más bien estamos
hablando del primer domingo de una nueva década.
Si te pones a pensar, por alguna mística razón, las décadas producen
tendencias... es más, te voy a dar un paseo breve por la historia, para explicarte mejor
de qué te estoy hablando. ( No es necesario que leas todo, sé que a muchos no les
gusta leer -y a mí me fascina escribir ¡caray!- pero por respeto a mi generación,
empecé con los 70´s; aunque tú puedes empezar a leer desde la década que naciste
¿te parece? )
En la década de los SETENTAS se organizaron los Juegos Olímpicos de Múnich,
se funda Atari (es algo así como el abuelito del Wii y Xbox para quienes no lo sepan),
los éxitos de cartelera fueron: El Padrino, y Fiebre del Sábado por la Noche; Tiburón y
Rocky I y II; y además, Pink Floyd, Queen y los Ramones eran populares. ¡Ah, por
cierto! también nace su buena amiga Yami ( en el 73 y ¡¡¡no hagan cuentas!!!).
Allá por los OCHENTAS se inician con una tensión por la Guerra Fría entre
Estados Unidos y la Unión Soviética, además se desata la Guerra de las Malvinas, sale
a la venta Nintendo Entertainment System, un terremoto en la ciudad de México
acaba con la vida de más de 35,000 personas, y Sega Master System compite contra
la SNES de Nintendo como parte de las videoconsolas de cuarta generación. En el
cine vimos E.T., la Sirenita y Batman con Tim Burton; escuchamos por primera vez
Thriller, y grupos musicales como Mecano y Flans se escuchaban en los bailes con las
cintas "Blue Star" (para los regios); además no podría faltar Like a Prayer con
Madonna, todos cantamos al ritmo de México ´86 en la copa mundial de fútbol ¡¡y la
Chikitiboom se hizo muy popular entre los jóvenes y no tan jóvenes!!
Los NOVENTAS por su parte empiezan con la Guerra del Golfo y Clinton toma
posesión de la presidencia de Estados Unidos, tenemos una grave crisis financiera en
México llamado el "Efecto Tequila", y Sony hace nacer el Play Station, vivimos
también el Magnicidio de Luis Donaldo Colosio,los DVD´s llegan a los hogares, y se
inicia el BOOM por la telefonía móvil; también se reinaugura la Capilla Sixtina, vimos
en el cine Star Wars Episodio I, Toy Story II y La Vida es Bella. Además a Bill Gates,
Michael Jordan, Zidane y Carlos Salinas de Gortari, son fáciles de ubicarlos en sus
puestos de trabajo dentro de nuestra mente. Por cierto en el 97 ¡nace mi primogénito
y campeón Eloy! ;)
Los años 2000 al 2009, en México se rompen 70 años de hegemonía del PRI y
llega a la presidencia Vicente Fox, todos hablamos sobre el mal de las "vacas locas",
y Sidney le abre las puertas a los Juegos Olímpicos, George Bush entra a la
presidencia de E.U., decir 11 de septiembre trae imágenes concretas a nuestra
mente, Apple lanza el iPod y iPhone, Saddam Hussein es capturado, el Código Da
Vinci llega a nuestras charlas de café, se vive el Primer Fórum Universal de las
Culturas, El Señor de los Anillos El Retorno del Rey consigue 11 Óscares, el Papa Juan
Pablo II se nos adelanta a esa vida que tenemos prometida, Felipe Calderón llega a la
presidencia en México, mientras Fidel Castro en Cuba enferma y deja a su hermano
en el poder, se popularizan las redes sociales en internet, Obama es el primer
afroamericano en la silla de la Casa Blanca, se lanza el Blu-ray de Sony, General
Motors se declara en quiebra, el Rey del Pop se nos adelanta, nos ponemos cubre
bocas y conocemos el significado de la palabra pandemia, y los Rayados se quedan
con el campeonato. Cabe mencionar que en esta década nacen mis cuates, David y
Daniel ;) (sorry no podría dejar de mencionarlo).
¿Te das cuenta? grandes acontecimientos han llenado a páginas de nuestra
historia, cada uno de estos eventos han traído alegría, tristeza, esperanza o
desesperación, alianzas o discordias, triunfos, ganancias o pérdidas a sus
participantes. Aunque, se me ocurre que... Tú eres el protagonista de una particular
historia... Tu Propia Vida.
Qué te parece si recreas en tu mente o en un papel esta misma dinámica
sobre tus propias décadas. ¿Sabes algo? te darás cuenta que igualmente has vivido
una montaña rusa de situaciones y que las circunstancias te han empujado a tomar
decisiones específicas. No sé si estarás de acuerdo, pero a mí me pasa que al final
del día, con lo que me quedo después de pasar por la prueba, son esos pensamientos
de: ¡lo logré!, ¡ya pasó¡ ¡pudo haber sido peor!, ¡Por FIN!, ¡la Regué! o ¡Yeees!....
Aunque déjame expresarte una opinión personal. En el mejor de los casos, la
mejor actitud de todas las que he experimentado, es aquella donde levanto las
manos para exclamar ¡Gracias, Señor! o clamar ¡Perdóname, oh Padre de Bondad! y
aunque no tenga fuerzas o tenga mil problemas... Simplemente lo alabo dándole el
lugar que le corresponde en mi vida.
Si eres de esas personas que en este momento te estás preguntando, ¿Y por
qué volverme hacia ÉL? Voy a tratar de explicarlo en tu propio idioma, ¿está bien?…
Primero que nada, porque te conviene (acuérdate que andar con EL no cuesta,
costea)...
Míralo de esta forma, sencillamente Él es el Creador del mundo entero y
conoce los planes de bienestar para tu vida, ¿te imaginas?, El no necesita tratar de
acomodarse entre esas tendencias de las décadas implantadas por el tiempo, para
intentar ser popular, porque Él no conoce el tiempo (recuerda lo que dijo sobre Él
mismo, yo soy el alfa y el omega, el principio y el fin) el tiempo es una medida de
control creada por el hombre.
Para nuestro Señor, es como si viera la película de tu vida en repetición, con
todo y tu libre albedrío sabe bien lo que decidiste... Date cuenta que Él viene de tu
futuro y te dice: Yo dispongo las cosas para el Bien de quienes me aman, esfuérzate y
sé muy valiente.
Fíjate bien que existe una única condición que el Señor establece para dar la
provisión de bienestar, observa, observa bien... exclusivamente dice: "para el bien de
quienes me aman", la palabra clave es AMARLE. Y entonces ¿qué es amarle a ÉL?
En la esencia más pura de su significado, es buscarlo a Él por sobre todas las cosas,
hacer lo que le agrada...Simple ¿no?, pero… ¿Qué es lo que a ÉL le agrada?
Para saberlo, te es necesario observar a Aquel que vivió una vida plena para
agradarlo... ¿sabes de quién hablo?... me refiero al protagonista de la historia del
Calvario: Jesús, quien fue impecable para agradar a su Padre.
Ahora, prepárate para recibir un tesoro de conocimiento: Hay un detalle
constante en su andar por esta tierra... Jesús no se conformó al tiempo en el cual
vivió, no se acomodó a lo que el mundo le dijo que era “IN”... Jesús más bien...
empató su manera de pensar, en su cuerpo de hombre, con la manera de pensar de
su Padre Celestial... en otras palabras mi amigo, hoy en día, la Biblia es nuestro
validador que nos indica los Principios de vida que nos llevan a actuar conforme al
corazón de Dios, y así demostrarle amor.
Ahora bien, recuerdas ¿cuál es la consecuencia de Amarle?...¡Déjame te
ayudo!... QUE ÉL DISPONE TODAS LA COSAS PARA TU BIEN… Y mira que tenemos un
Dios radical ¿eh?… Porque No dice, casi todas, alguna que otra cosa, una cosa… El
dice TODAS LAS COSAS las dispone para NUESTRO BIEN si lo amamos.
Por tanto… deseo invitarte a despojarte de tu vieja persona… ese hombre o
mujer, déjalo quedarse en la década pasada; empieza el 2010 alineando tu mente
conforme a la del Señor, finalmente El no pasa de moda. Esfuérzate y sé muy valiente
para obedecerle… Promueve esa nueva forma de pensar estableciendo los principios
de vida que permanecen, en cualquier lugar donde te presentes. No te permitas ser el
basurero de conversaciones triviales, deja atrás el pasado, Dios es uno de segundas
oportunidades, No importa cómo estés ahora, El te quiere a ti como estás…
permítete volar como las águilas retomando nuevas fuerzas…Y Finalmente, revístete
de amor y entonces tendrás la certeza que lo mejor… lo mejor está por venir.
¡¡¡¡Bienvenido 2010!!!!
GOZO… ¿EN MEDIO DE
UN TERREMOTO?
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
No había podido sentarme a terminar este escrito… Llevo una semana abriendo y
cerrando la página del Word donde redacto… ¿y sabes? No es porque no tuviera cosas que
escribir, de hecho, si vieras esta página ahora mismo, podrías encontrar montones de ideas
dispersas justo aquí abajito de este párrafo. Mira, échale un vistazo:
Muertes, ayuda, escala de Richter, heridos, Puerto Príncipe, catástrofe natural,
asistencia pública, Haití, fosas comunes, pérdida de viviendas, terremoto, centros de acopio,
país devastado, estadísticas, heridos, ayuda masiva, cadáveres, ONU, llanto, tragedia…
¿Gozo?
Madrugada, juego, alcohol, carreras, accidente ¿gozo?, base de concreto, Las Torres,
ambulancias, preguntas, tránsito, muerte, funeral, llanto, devastación familiar… ¿gozo?
Efectivamente, tenía en mi corazón la firme convicción de transmitir un mensaje
sobre ese maravilloso regalo llamado Gozo… y entonces, se me presentan enfrente, dos de
los acontecimientos que podrían hacerme sentir muchas cosas de primera instancia, tristeza,
desolación, necesidad, inconsciencia juvenil, devastación familiar… pero ¡Gozo! ¿Cómo podría
encontrar Gozo en medio de un terremoto?
Cualquiera que sea la magnitud del movimiento, independiente del grado de la escala
con la que se mide el impacto y sin tomar en cuenta el tipo de catástrofe que se experimente;
ya que un sismo puede llegar a ser tanto físico, como del tipo emocional… En un terremoto,
¿podría ser posible encontrar entre los escombros esa chispa que enciende la Fe?
Voy a platicarte la historia, como me sucedió a mí, porque fue la perspectiva que yo
viví, te imaginas entonces, ¿cuántas versiones se pueden tener del mismo suceso? En fin…
Hace ya varios días, mi hermana me hizo llegar a mi correo electrónico de Hotmail un
video de imágenes impresionantes sobre la isla caribeña de Haití. Te confieso que no
terminé de verlas, no soy de mente fría y amarillista que gusta de ver imágenes sangrientas
donde al rojo vivo se vislumbre el dolor, por eso, después de los primeros segundos, me fue
suficiente para entender la magnitud de la tragedia.
El día siguiente a través del periódico, mis hijos recogieron nuevamente los
acontecimientos llevándolos a una charla familiar durante el camino hacia el colegio, la
noticia citaba algo así:
“Un terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter sacude Haití, destruye el centro
de la capital (Puerto Príncipe) y provoca una gran catástrofe. Funcionarios del gobierno
estimaron en 50 mil los muertos y en 250 mil los heridos a causa de la catástrofe natural.
Cerca de un millón y medio de personas perdieron sus viviendas. Los cadáveres de
más de 15 mil muertos fueron retirados de las calles y sepultados. Grandes fosas comunes
fueron abiertas en un descampado a unos 10 kilómetros de la capital, a donde están
llevando los cadáveres en camiones de carga y sin registro alguno”.
Decidí hacerles a mis hijos unas preguntas de reflexión, ellos no conocen Haití, y
tampoco estaba segura si podrían ubicarlo en un mapa siquiera, además la distancia tanto
física como emocional, ¿te has dado cuenta que desensibilizan a cualquiera de la tragedia?,
no obstante, creí que era importante llevarlos a comprender el dolor ajeno… Entonces fue
que les cuestioné: Si ustedes fueran unos niños que viven en Haití, y han quedado sin familia,
ni hogar, ni sus amigos… ¿qué creen que necesitarían en primer lugar en estos momentos?
Mis hijos habían quedado impactados por la foto que se publicó en la prensa, así que
yo creo que por eso su respuesta inmediata fue se sobrevivencia, Eloy me respondió: Agua y
Comida. ¿Qué tipo de comida? Les sugerí; y Daniel me dijo galletas, o mejor granolas, más
nutritivas; entonces David sugirió: Mami, por qué no esas galletas que nos das con proteína (a
mis campeones, les compro una marca de productos nutricionales de la marca Gia,
llamadas Cookid que son galletas con chispas de chocolate y aminoácidos esenciales
que podría ser un auxiliar en el crecimiento de los niños y el buen funcionamiento del
sistema inmunológico y linfático. Y a esas galletas se referían)
Entonces les invité a que llevaran la propuesta a sus maestras; aunque
honestamente, te comparto que no fue necesario, pues el colegio mismo ya había organizado
una campaña de recolección para apoyar a nuestros hermanos. Ese mismo día, recuerdo que
me di el tiempo para enviar un mensaje al director de la compañía de estos productos, y le
expliqué de forma muy sencilla la conversación que había tenido con mis hijos, y cómo ellos
habían llegado a la conclusión que sus productos eran una buena opción de apoyo ante tan
grande necesidad en Haití.
Es difícil explicarlo, pero ver a mis hijos reflexionando sobre la forma de apoyar a
otros a través de una tragedia, observar a tantas familias unidas en un colegio llevando
provisión para apoyar a los hermanos en la necesidad, y recibir aquel mensaje del director de
la compañía de Gia diciendo: “Hay propuestas que no pueden rechazarse, cuenta con que voy
a trabajar en esto”… me hicieron vislumbrar una chispa en medio de los escombros.
Días más tarde, estaba dando de golpes en mi clase de Fight do en el gimnasio, y de
pronto entre track y track hubo un espacio para respirar, recuerdo que Alicia, una compañera
del gimnasio y además mamá del mismo colegio de mis hijos, se acercó a mí con un rostro
completamente desencajado y con lágrimas en los ojos, me dijo: estoy muy consternada, hoy
a las 6 de la mañana, mientras buscaba en la televisión el clima, vi en las noticias que un
amigo de mi hijo se estrelló en la madrugada y al parecer fue fatal el accidente. Desperté a
mi hijo sobresaltada para darle la noticia, no sé qué hace; los papás del muchacho están en
México, D.F. tal vez aún no están enterados.
¡Cielos! la historia parecía que removería el suelo de muchos. El acontecimiento
narrado en los noticieros fue arrasador: “Un joven de 22 años muere al impactar su auto
contra una base de concreto cuando presuntamente jugaba carreras y conducía a más de
200 kilómetros por hora en el municipio de San Pedro Garza García.
Vialidad y Tránsito informó que el accidente ocurrió en la Avenida Lázaro Cárdenas, en
donde quedaron esparcidos los restos del Mazda 3, luego de impactarse contra la base de
concreto de un poste con cables de alta tensión, el conductor salió proyectado al pavimento y
fue arrollado por otro auto”.
Esa misma tarde, mientras convivía en una reunión que tengo los miércoles con un
grupo de amigas, una de ellas de pronto interrumpe la plática para pedir oración, ella volvió a
referir el suceso del accidente del mismo joven y nos dijo que en unas horas estaría con la
madre de ese joven en el funeral, pues era una de sus mejores amigas; y que deseaba ser un
instrumento para que de su boca pudieran salir palabras de consuelo.
Recuerdo que antes de mi reunión con mis amigas, había acompañado a mis cuates
David y Daniel, a una semifinal de basketball, David jugó los cuatro cuartos y Daniel, tal vez
descansó en total uno, hicieron un gran esfuerzo, lamentablemente no ganaron, el juego se
les fue de las manos en el último cuarto y ellos estaban tristes por el resultado.
Eloy, mi hijo de 12 años, por su parte, a la misma hora, estaba jugando su semifinal
de basket también, pero él, tenía un sentimiento diferente al de sus hermanitos, aunque su
equipo había ganado, (él está apoyando a la selección de la categoría 96 siendo él 97) en ese
juego, el coach decidió no meterlo a jugar ni un solo minuto… Tampoco estaba feliz por su
participación, aunque el resultado final había sido bueno.
Después de mi reunión con mis amigas, llegué a mi casa y junté a mis hijos en la
habitación antes de dormirlos, para compartirles la historia de esta familia que en ese
momento estaba viviendo una gran tragedia.
Les expliqué que los papás estaban en México, que el joven había estado jugando
carreras y que sus hermanos fueron quienes tuvieron que recibir la noticia en la madrugada y
se hicieron cargo las primeras horas de ir a identificar el cuerpo de su hermano… Entonces
les dije: Sé que hoy no ha sido una tarde con el éxito deportivo que deseaban, y también
imagino que eso no se siente bonito, pero, si comparamos lo que nosotros vivimos con lo que
en este preciso instante está viviendo esta familia en el funeral, se dan cuenta que se vuelve
chiquito nuestro dolor.
David me dijo: Cierto mami, mañana nosotros tenemos la revancha, pues tenemos la
oportunidad de ganar en soccer y pasar a la final. ¡Claro! Tenemos la posibilidad de volverlo a
intentar. Daniel dijo: Ese chavo, ya no. Pude ver en los ojos de Eloy, mi preadolescente una
mirada de comprensión. Entonces, antes de dormir, decidimos pedir por la familia del terrible
accidente.
¿Sabes algo? Cuando estamos tan concentrados en nosotros mismos, es lógico que lo
que nos sucede parezca la más grande de las mayores tragedias, pues no tenemos
perspectiva distinta a nuestra propia vida.
Y también es verdad que en medio de una catástrofe, sería absurdo imaginar sacar
los tambores y cornetas para bailar al ritmo de una salsa o merengue por encima de la
tragedia, de hecho justamente es ilógico, porque hay tiempo de reír, y tiempo de llorar.
Y es en este momento, donde tengo que mencionar que la felicidad y el gozo no son
sinónimos. La Felicidad es un estado de satisfacción y alegría de la persona que ha logrado
sus deseos, le agrada lo que le rodea.
En cambio, el Gozo es tener placer por la contemplación o disfrute de algo. Fíjate bien
cómo no tiene que ver con la prosperidad, ni con que le agrada lo que le rodea, ni siquiera
habla de haber logrado los deseos. Podría ser que las circunstancias sean justo lo contrario
de los anhelos, y sin embargo es a través del Gozo, que se logra tener placer o agrado al
poner tus ojos en algo más allá de lo que se ve a simple vista.
Mi amigo, el dolor es mucho más fuerte para aquellos que no tienen la esperanza de
que existe algo mejor después del tiempo que pasamos por esta vida.
Lo que quiero decir es que, para que brote el gozo de en medio la tragedia, se
necesita tener la esperanza fundada en un lugar más allá del que vemos, y poner los ojos en
las cosas que no perecen… en las que sí permanecen para siempre.
La prueba puede pasarse con gozo si tenemos el entendimiento que a través de ella
de producirá en nosotros un carácter justo y que Dios está tratando con nuestro corazón,
porque al final hay algo mejor que ya tenemos prometido… ((Sí, si… ya escuché lo que estás
pensando, estoy de acuerdo contigo, Nadie quiere ser el protagonista de la tragedia, y sin
embargo a veces pasamos por ellas)).
Te invito a poner tus ojos en estas prometedoras palabras. Max Lucado, mi autor
favorito, en uno de sus libros explicó lo que es meditar de la forma más entendible en esta
época y escribió: “SI sabes cómo preocuparte, entonces sabes qué es meditar”. Lo que
quiero decir es; lee la siguiente promesa, y piensa durante todo el día en ella:
"Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres... Secará todas
las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor;
porque todo lo que antes existía ha dejado de existir… Yo hago nuevas todas
las cosas… estas palabras son verdaderas y dignas de confianza. Yo soy el
alfa y la omega, el principio y el fin… El que salga vencedor recibirá todo
esto como herencia; y yo seré su Dios y él será mi hijo.” Apocalipsis
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“¡Los Sueños No Tienen Fecha de Caducidad!”
MAQUILLAJE… PARA COMBATIR AFANES
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
Llevo despierta aproximadamente una hora, y lo último que recuerdo es que
soñaba que estaba en la cocina de casa de mis papás, y observaba de lejos una
escena donde dos primas, entre 10 y 14 años mayores que yo, hablaban con ellos
en el antecomedor, mientras tomaban una taza de té de canela (tradición familiar de
invierno), y repentinamente llegó mi tía Sofía, la mamá de mis primas, a quien
observé terriblemente entristecida; ella abrió sus labios sólo para sugerir que le
sirvieran algo más fuerte que el té.
Mis primas decidieron despedirse, pero en la puerta de salida, ya no eran dos
sino tres de las hijas de tía Sofía, (ya sabes cómo son los sueños), las despedí en la
puerta, cuando Carmela o Maru, no logro recordar cuál de ellas, me dijo de forma
imperativa: Debemos juntarnos a orar. Ese comentario retumbó tanto en mis oídos,
que me despertó, estuve unos minutos tratando de recuperar el sueño, pero fue
imposible.
Tomé mi Biblia para leer un momento, y aunque te confieso que había hecho
el propósito de año nuevo (me refiero al pasado) de leerla en una metodología que se
termina en un año de pasta a pasta, me retrasé y bueno, ahorita estoy leyendo lo
que corresponde al día octubre 17, y la verdad es que decidí seguirle hasta terminar,
finalmente nadie sabía de este retraso ¡hasta hoy!
Estaba tratando de olvidarme de las escenas de mi sueño, porque por alguna
razón me habían inquietado, no sé si te ha pasado alguna vez, que no sabes a
ciencia cierta qué fue lo que realmente te turbó, pero te queda esa sensación de: el
corazón “engarruñado”…
Así que empecé a leer, y mira que decidí explicarte antes que tengo una
metodología de lectura, porque observa lo que esta mañana encontré: “Exhorto ante
todo a que se hagan oraciones, peticiones y acciones de gracia… para que vivamos
quieta y reposadamente”. (Si quieres búscalo en Primera de Timoteo 3: 1 y 2).
La sugerencia nuevamente era…sí, sé que te diste cuenta: ¡¡La Oración!!
Acaba de sonar mi despertador, lo siento pero debo hacerme cargo ahora de
las actividades del día ((sobre todo porque mi muchacha no ha regresado de
vacaciones ¡¡¡es su tercera semanaaaa!!! Estoy por saltar por la ventana ¿eh?)) En fin,
en un rato vuelvo…
He regresado después de una mañana agitada entre hot cakes con chispas de
chocolate, uno que otro sermón de la responsabilidad y paciencia con mis
campeones quienes han estado conviviendo juntos y encerrados toda la mañana, a
causa del frío que hoy nos acogió en la ciudad; y el sabor de una nueva pasta con
mariscos que acabo de inventar. Así que aquí estamos de nuevo.
Hace apenas mes y medio, mamaíta (la mamá de mi mamá) de 96 años, se
nos adelantó hacia esa tierra que tenemos prometida, con un final apacible….
Durante el velorio, tuve la oportunidad de convivir con muchísima familia que tenía
tiempo de no ver. El hecho de que mi mamá sea la menor de 8 hermanas, hace
que exista una gran brecha generacional entre los primos, y la convivencia de igual
forma se hace distante.
Pero ese día, no había tiempo, situación o barrera, sencillamente
experimentábamos hijas, nietos o bisnietos el mismo sentir con olor a pérdida.
Recuerdo que después de platicar con algunas de mis familiares, y observar algunas
situaciones peculiares; tuve que salirme un momento a respirar aire fresco… Había
un estruendo en mi mente, con un común denominador en el sonido llamado:
Desesperanza.
Sí, ¡caray! Tengo un par de primas con cáncer y un par de tías agonizando por
ese diagnóstico sobre sus hijas, alguna que otra ruptura familiar, conflictos
fraternales por allá, algunos rostros de éxito financiero, y uno que otro con la carga de
la crisis mundial, miradas adolescentes de incertidumbre… y por allá otro rostro con
el aire de emprender pronto un viaje de estudios, más allá una tía que vive lejos
reconociendo a cada uno, y a lado una mirada de añoranza por el amor perdido… ¿Te
suena un cuadro conocido? O ¿Tal vez soy la única con una familia llena de afanes?
En este instante me viene a la mente las palabras que cita Pablo, que ha sido
tan representativo en mi vida: Por nada estén afanosos, sino sean conocidas sus
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias, y la paz de
Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y pensamientos en
Cristo Jesús.
Observa pues las dos posibles condiciones para tu vida: estar afanoso o estar
en paz… pero ¿Sabes qué significa afán? Según el Diccionario de la Lengua Española
es: Congoja o fatiga que causa en el cuerpo inquietud o agitación violenta… Es justo
lo contrario a Paz, la cual, ahí mismo se define como: tranquilidad, calma, que
provoca quietud o sosiego de espíritu.
Nadie te va a decir cómo quieres vivir… aunque si optas por la primera opción
será mejor que empieces por “googlear” un poco e ir hacia las marcas de los
antidepresivos de moda; pero si lo que anhelas es un poco de tranquilidad y calma
independientemente de los desafíos del diario vivir… entonces sígueme, que ya casi
llegamos…
Para no estar afanoso debes presentar tus peticiones delante de Aquel que
Todo lo Puede, en toda oración, ruego y acción de gracias … A ver … a ver…
desmenucemos esto: Oración, es un conjunto de palabras con sentido, es decir, tú le
hablas a tu Señor, como a un amigo y le cuentas tus afanes. Ruego significa solicitar
algo formalmente con humildad, es decir, le extiendes el deseo de tu corazón ante
ese afán. Acción de Gracias, es reconocer el beneficio que se nos ha hecho, lo que
significa es que, declaras que tu petición ha sido escuchada y resuelta.
Cuando tú platicas con Él, le solicitas tu petición y le agradeces su decisión
sobre el asunto… Dejas tu bolsa de piedras que venías cargando frente a Aquel que
tiene el poder para disponer las cosas para tu bien. Y la consecuencia de esta acción
es una paz que sobrepasa todo entendimiento y guarda tu corazón y tus
pensamientos… ¿Entiendes por qué esos dos instrumentos específicos, son los que Él
cuida y guarda?, Pues porque de la mente salen los pensamientos y del corazón los
sentimientos; y ¡¡ambos son los dos enemigos más poderosos creadores de afanes en
nuestra vida!!
Hoy, date un tiempito para tomarte una taza de té de canela con el Señor,
cuéntale tus inquietudes (antes que se conviertan en afanes), te aconsejo que le
pidas que él haga su voluntad en esa situación (me parece que Él siempre tiene el
panorama global en cada asunto) y por no olvides darle las gracias, Él ya tiene en sus
manos tu problema y le agrada un corazón con gratitud.
Por cierto, antes del entierro, después de la misa de mamaíta, decidí hacer
algo muy atrevido, me acerqué a mi prima Yadira, quien tenía como producto de la
quimioterapia, un paleacate alrededor de la cabeza, y le dije: ¡Ven acá!, la llevé al
tocador de damas y como siempre llevo un paquete de maquillaje básico en mi bolso,
le dije: te voy a maquillar, si vamos a llorar, al menos hay que vernos bonitas para
hacerlo. Cuando salió, y fue con mi tía Kerime, su mamá, vi de lejos su sonrisa de
aceptación, y sonreí junto con ella en el anonimato… Segundos más tarde recibí el
abrazo más agradecido de mi vida… Hasta ese día.
Ahora bien, hoy hemos compartido cómo maquillarnos por dentro, para
disfrutar de una vida quieta y reposada… ¡Puedes estar bien, a pesar de la
adversidad!, y por favor, no olvides darle a Él las gracias.
RESPUESTA PARA EL FAMOSO… ¿POR QUÉ A MI?
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
Acomodo mi computadora portátil entre el volante del auto y mi asiento, para
intentar aprovechar estos momentos de espera y escribir un poco. No sé como es el
sistema en otros lugares, pero aquí en el Inglés, el tiempo que dura la fila del colegio,
al menos son entre 20 y 30 minutos, antes de la salida de mis campeones.
Me anima pensar que hoy será un día más organizado, pues por fin
terminaron las tres semanas y Arge, la muchacha que me apoya con las labores de
la casa, finalmente llegará de vacaciones entre las 2 y3 de la tarde. Eso me dará
libertad para salir a buscar por la tarde, el presupuesto del tapete que quiero para la
sala que nos llegó a casa después de tres meses que duró su fabricación… ¡ouch! La
fila del colegio ya avanzó, vuelvo más tarde.
Después de la comida y ya que despedí a mis campeones quienes fueron a sus
entrenamientos de soccer y basket, me siento frente a la chimenea y observo con
gran agradecimiento, esta casa… yo no sé cómo llevas tú la vida, pero a mí, me
encanta saber que es una llena de promesas, y esta casa donde vivo, justamente es
una de ellas.
Antes de seguir, quiero ser clara con esta idea; lo único que puedo
compartirte, es aquello en lo que soy experta: Mi propia vida. Así que son mis
experiencias personales las que tengo la autorización de publicar sin temor a
equivocarme.
El año pasado en esta misma fecha, estaba pasando un tiempo en casa de
mis papás, habíamos rentado por años, y en verano del 2008 decidí hablar con ellos,
para pedirles que nos recibieran por unos meses en su casa mientras comprábamos
la nuestra.
Yo sabía que no era el mejor momento, pues apenas en marzo, a mi hermano
lo empezaban a dar de alta de una extraña bacteria que se encubó en su estómago y
la desnutrición que provocó, llegó a tal extremo, que casi le cuesta la vida… el dolor
de esos días recién pasados, todavía traspasaba las paredes de esa casa. A pesar de
eso, en aquel instante era la mejor decisión para mi familia… y mis padres siempre
están ahí para apoyarme.
Volver a la casa de tu infancia, luego de ser mamá, realmente representa una
gran contrariedad. Para los papás jamás dejas de ser su hija a quien tienen la
obligación de educar, imagina la escena, una vez yo estaba sumamente molesta por
alguna razón que ya ni recuerdo; cuando les conté a mis papás mi historia, confieso
que se me salieron una que otra “víbora” mientras hablaba, (quienes me conocen
saben que no es mi estilo decir palabrotas, pero esta vez, matizaban tan bien mi
enojo), mi padre, me interrumpió y me dijo: “¡Yami, si sigues hablando así, dejaré de
escucharte!”, estuve a punto de salir por la puerta dando un “portazo de
incomprensión”, pero me contuve, lanzando esa mirada adolescente que expresa un
seco: ¡ja!, tomé mis llaves y me fui hacia el colegio de mis hijos… Quienes se
quejaron por mi retraso de unos 7 minutos.
Decidí contarles mi humillante escena diciéndoles: “mi papá me regañó
porque dije malas palabras”… ¿Pueden adivinar el siguiente sonido ambiental?... así
es: Risas estrepitosas. Podría parecer cómico, ahora, pero mientras estás viviendo la
prueba, realmente llegas a sentir que es un lento y doloroso martirio.
¿Te das cuenta de algo? Ya sea invertir tu tiempo bajo el calor, lluvia, frío o sol
para esperar en el carro a que salgan los hijos del colegio o ver el calendario cada dos
horas, mientras llega la fecha de un día esperado; tal vez podría ser vivir un tiempo de
prueba por algún inesperado diagnóstico de alguna aterradora enfermedad, o la
incertidumbre de un cambios de dirección o enfrentamientos con tu inmediata
autoridad, cualquiera que sea el nombre que te provoca desequilibrio, la escena
siempre te arrastra a la encrucijada de dos posibles cuestionamientos: ¿Por qué a
mí? o ¿Para qué a mí?
Lo que quiero decir es que, siempre pasamos por momentos en nuestra vida
que son un tanto incómodos y poco reconfortantes a simple vista… Pero, de algo
estoy completamente convencida, tomar la alternativa de auto flagelarte con el látigo
del ¿por qué a mí? lleva incluido, el kit completo de los instrumentos de martirio
llamados: desasosiego, aflicción, angustia, ansiedad, incertidumbre, inquietud,
intranquilidad, temor… Nada esperanzador, ¿No crees?
Por otro lado, si la actitud que tomas frente a esas situaciones molestas o
dolorosas; es la habilidad de una visión panorámica y tu cuestionamiento inmediato
brilla en luces neón y de forma intermitente dentro de tu mente: ¿PARA QUÉ A MÍ?,
¿PARA QUÉ A MÍ?, ¿PARA QUÉ A MÍ?... entonces; acabas de permitirme llegar al
meollo del asunto de nuestro tema.
Mientras la pregunta Por qué, trae una ráfaga de queja. El cuestionamiento
Para qué, incita al entendimiento de que hay un propósito más allá del que se puede
ver a simple vista.
Y así como la angustia, inquietud o temor van atrás del Por qué… Nuestro
panorámico Para qué… conlleva paciencia, la cual produce madurez y esperanza. A
ver, qué tal si vuelves a leer esta última línea que tal vez se fue muy rápido en la
lectura, te lo voy a repetir más lentamente… El visionario Para qué, conlleva…
PACIENCIA… la cual produce: Madurez y Esperanza.
No sé si te parezca a ti, pero la recompensa de Madurez y Esperanza se
apetece como ingredientes fundamentales para una vida sana y estable. Entonces,
debes caer en la cuenta que el protagonista de esas “pasadas por fuego” se llama:
Paciencia.
Aunque en la prepa, alucinaba la clase de Etimología, donde me ponían a
estudiar las raíce de las palabras para conocer su significado, esta vez, por mi propia
voluntad fui en busca de esa raíz, para entender mejor lo que necesitaba transmitir.
Prometo hacértelo sencillo, ¿va? Encontré que, la palabra paciencia tiene dos raíces,
una latina, la cual es pati que significa: sufrir, la palabra misma implica sufrimiento. Y
realmente es lógico porque de no ser así, realmente no se ocuparía, ¿quién necesita
paciencia para pasarla bien? Imagínate: sé paciente, estás viviendo el mejor día de tu
vida. ¿No, verdad?
La segunda proviene de la raíz Griega makrothumia donde makro significa
largo y thumos, temperamento (el cual es la base biológica del carácter), entonces la
palabra paciencia quiere decir: de largo temperamento. Observa como el
fundamento de la paciencia tiene que ver con aguante, tolerancia, capacidad de
soportar algo sin alterarse, facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho,
resistencia ante la adversidad y fuerza para soportar a otros.
Para transformar cada Por qué, que te atormenta, en un Para qué… Necesitas
cambiar tu manera de pensar, para que así cambie tu manera de vivir, te regalo esta
nueva visión para revestirte de paciencia:
1. Tu paso por el fuego tiene un Propósito: Tu fe (convicciones) es tratada como
el oro, al cual pasan por fuego para ser purificado. Él quiere tratar con tu
corazón para que al final tengas más sabiduría y madurez.
2. Cuentas con Alguien quien controla la temperatura y el tiempo del horno:
Nunca pasarás por una prueba que no sea humanamente soportable, ten
confianza en tu Creador cuyo propósito no es destruir a su creación sino darle
la forma de salir de la prueba.
3. Aprende la brevedad de la Vida: Al final del día, date la oportunidad de
meditar en lo corta que es tu estancia aquí en la tierra, deposita tu esperanza
en las cosas que no perecen, pues ellas permaneces para siempre.
Para su información, mi muchacha no llegó sino hasta las 8 de la noche… Pero
fue grato poder terminar de escribir en una sola sentada, mientras esperaba,
mañana buscaré mi tapete.
TRUCO DE BELLEZA unisex PARA UNA ÉPOCA VIOLENTA PARTE I
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
Michelle, es una de mis ex alumnas con la que tuve la oportunidad de
trabajar hace un par de semestres, mientras impartía la clase de Principios de Vida
Cristiana en la Universidad de Monterrey. Ella es una de esas pocas jóvenes serias y
atentas a pesar de su corta edad, nunca pudimos dialogar grandes temas fuera del
aula, pero mi recuerdo sobre ella, es el de una persona ordenada y responsable.
Esa generación de jóvenes me enseñó muchísimo, principalmente a confiar
más allá de lo que mis ojos hubieran podido visualizar. Con ellos compartí un
proyecto maravilloso al cual bautizaron como: “¡Basta Ya! Reconstrúyete en El
Camino”. ((Cómo puedes notar, es el título de esta misma columna)).
Las geniales ideas de estos casi 100 jóvenes, terminaron plasmadas en un
blog llamado justamente www.bastayareconstruyeteenelcamino.blogspot.com alguna
vez entra a esta liga en internet, y ahí podrás encontrar la inquietud de una
generación, cuyo anhelo fue levantar su voz de inconformidad, ante un mundo tan
violento e inseguro y donde ellos expandieron un mensaje con principios de vida
basados en el fundamento de amor, de Aquel quien se atrevió a declarar sobre sí
mismo: Yo soy El Camino, La Verdad y La Vida.
Bueno, pero yo te hablaba de Michelle, ella me escribió un correo, a mi cuenta
del Facebook y coincidió con los días en los que trataba de desarrollar este tema, sus
breves líneas, me hicieron reflexionar, pues después del título que citaba un sencillo:
Gracias ;) ella me envió el siguiente texto, lo transcribiré literal:
“Miss! Me gusta mucho lo que escribe :D Sus mensajes
siempre me ayudan y llegan en el momento exacto :)
LA QUIERO MUCHO!!!”
Como parte del proyecto que te conté arribita, se creó un grupo en Facebook
donde los jóvenes invitaron alrededor de 460 personas que actualmente están
inscritas, y con el objetivo de seguir en comunicación con ellos, envío estos mismos
textos hacia sus cuentas de “inbox”, y es a lo que Michelle se refiere cuando dice “me
gusta mucho lo que escribe”.
Ahora sí, públicamente voy a confesar que, fueron las palabras de ella las que
llegaron justo en el instante preciso, en primer lugar porque, si lo que existe en mi
corazón para compartir, y mi personal experiencia con estos principios de vida, sirven,
aunque sea a una persona, ya habrán valido la pena haberse escrito. Así que
Michelle, nuevamente ¡Gracias a ti!
Adicional a esto, sus breves líneas me mostraron la suavidad de su carácter,
la tranquilidad de su espíritu, una disposición reposada para tratarme con cortesía.
¡Gracias Michelle, por ser amable!
¿Sabes algo mi estimado lector? Se siente bien cuando alguien te trata bonito,
toparte durante el día con un acto de amabilidad es como cuando sacas la ropa de
invierno, y te toca ponerte un abrigo “x” día, metes la mano al bolso, y te encuentras
con que habías dejado ahí un billete de 50 pesos, ¿has sentido esa emoción?, ¡es
como si te hubieras sacado la lotería! Esos 50 te saben mejor que lo que tienes en la
cartera, simplemente porque no lo esperabas.
Pues justamente ese es el efecto de los actos de amabilidad, y el trato que nos
debemos unos a otros sí tiene importancia. Ahora bien, mi estimado lector, esta
pregunta va para ti, ¿Sabías que Pablo, el famoso escritor de cartas, en una ocasión
redactó un mensaje desde una prisión en Roma, a sus amigos que vivían en una
región ubicada en Asia menor llamada Colosas, donde transmitía ciertas indicaciones
precisas en relación a cómo debería ser su comportamiento entre ellos?
La distancia entre Roma y Colosas es aproximadamente de 750 kilómetros, y
no había medios electrónicos. Imagino que si Pablo hubiera tenido un iphone, su
blackberry o algún teléfono celular, les hubiera mandado un mensaje de texto a
todos sus contactos que citaría algo así: “Revístanse de <3 ”. Aunque lo que
realmente él escribió fue: “Sobre todo revístanse de amor”.
Además el mensaje debió tardar un buen rato en llegar a su destino, a
diferencia de este escrito que ahora estoy redactando que a través de cualquier
medio que lo envíe será en cuestión de instante que podría llegar a su destino. ¿Ves
las grandes ventajas de los medios de comunicación que ahora tenemos? Por eso mi
interés de utilizarlos al servicio de la propagación de principios de vida.
En fin, ahora quiero enfocarme a desmenuzar en trocitos pequeños, la
sugerencia al estilo mandato, que Pablo escribió a sus buenos amigos colosenses, y
que hoy en día lo viva y eficaz que siguen siendo sus palabras, él les dijo con
precisión lo siguiente:
Sobre todo, ósea, antes que nada, en primer lugar, ante cualquier cosa; ¿te
das cuenta de algo?, si estuviéramos hablando de nuestro atuendo diario, lo que ha
hecho Pablo es darle la importancia de nuestra ¡¡ropa interior!! Y mira que, sí
importa.
Revístanse, cuando vemos a las personas en la calle, te das cuenta si portan
sus vestidos de color rojo, blanco o negro; o si andan de estilo formal, casual o
deportivo; o si traen pantalón, falda o short. Lo que nos ponemos encima, se nos ve,
las personas lo notan, porque es visible a los ojos de todos. Y es precisamente a esta
acción a lo que Pablo se refiere. Antes de salir de tu casa, no olvides portarlo encima.
¡Hay que lucirlo!
De Amor. Y este es el accesorio. Aquí tienes el truco de belleza unisex para
esta época violenta, hoy en día es imposible salir de tu casa sin llevar bien puesto el
amor. Ser amable, significa que eres capaz de inspirar el ser amado. Te conviertes en
el “billetito sorpresa de la bolsa del abrigo” para quien está a tu alrededor, a causa de
tus acciones no malhumoradas o amargadas.
Eres amable para los otros porque corriges y endulzas el carácter irritable.
Haces el corazón bondadoso, y logras a través de tu vida hacer felices a lo más que
puedes a todos aquellos que te rodean.
Por eso, la tendencia de moda actual capaz de combatir esta época violenta
es indudablemente, el mismo consejo que Pablo les dio a sus amigos. Observa cómo
este truco de belleza ha sido atemporal, es decir NO PASA DE MODA.
“Sobre todo revistámonos de amor”, que bien se escucha ¿no crees?, no
obstante, en la vida real, portarlo no es cosa fácil, de verdad te comprendo muy bien
cuando hay situaciones donde es difícil ser amable…
TRUCO DE BELLEZA unisex PARA UNA ÉPOCA VIOLENTA PARTE II
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
Lo que estás a punto de leer, no será precisamente una historia de éxito; te
confieso que no me siento orgullosa de lo que estoy por escribir. Tampoco tendrás
que correr por los pañuelos, ya que no leerás una historia de corte dramático,
simplemente se trata de uno de esos momentos donde algo hace que se te
encienda la mecha que creías no era tan corta y ¡puaafff! sacas lo peor que hay
dentro de ti.
Aunque, viéndolo bien, ¿no es precisamente de las situaciones incómodas, de
las que al final del día, aprendemos? Irónicamente el principio de vida que estoy
desmenuzando, lo tendré que ilustrar justamente a través de un momento de
matices opuestos, aquí vamos:
Hace algunas semanas, al ver anunciada en los noticieros, una onda fría que
invadiría la ciudad, me di cuenta que dos de mis tres hijos no tenían chaquetas
gruesas para soportar el clima. Y no me refiero a esas chaquetitas con las que
nuestros jovencitos han decidido uniformizar la ciudad, que tienen exactamente el
mismo diseño con gorra, y el nombre de la marca deshilachada atravesando el
zipper…
No señor, el frío pronosticado era entre 1 y 3 grados centígrados así que estos
campeones que tengo entre 9 y 12 años crecen a una velocidad exorbitante y cuando
les medí sus prendas, por supuesto ya no les quedaban, así que me dirigí a un Centro
Comercial donde está el Palacio de Hierro y busqué las ofertas de temporada ya que
sería una compra veloz y no había tiempo de ir a Mc Allen de un día para otro.
Al llegar al edificio, bajé hacia el estacionamiento, y luego de aplastar el botón
verde, tomé mi tarjetita con la que más tarde pagaría 10 pesos para salir, y subimos
hacia la tienda. Hicimos nuestras compras, y luego de hora y media de estar por ahí,
nos dirigimos hacia la máquina para pagar el estacionamiento.
Pero ¡Oh sorpresa! No encontré mi tarjeta, sé bien que la bolsa de una mujer
puede ser el triángulo de las bermudas, pero te doy mi palabra que siempre pongo mi
boleto en un pequeño compartimiento especial de mis bolsas, para no tardar en
encontrarlo; pero esta vez, por primera ocasión perdí el famoso boletito.
Regresamos a Palacio de Hierro, y el joven que nos atendió muy amablemente
me pidió mi nota y se dirigió a servicio al cliente a buscar una tarjeta de cortesía que
ese establecimiento tiene como atención, por cada compra superior a cierta cantidad
de dinero.
Así que nos subimos al auto, y llegamos al lugar donde metes el boleto antes
de salir hacia la avenida Gómez Morín, y aquí es donde empezó realmente el evento.
Yo debía meter dos tarjetas para recibir el beneficio de no pagar, es decir la primera
(que por supuesto yo había perdido) y la de cortesía.
El señor encargado de esa paleta, me explicó que tenía que hablar con la
persona responsable, que se encontraba al otro lado de la bocina, así que él mismo le
dio el click al botón y se escuchó una voz que dijo: “¿Cuál es el problema?” y entonces
yo le dije: buenas tardes, disculpa ¿cuál es tu nombre?. Honestamente mi única
intención era tener un trato personal con esta voz femenina al otro lado del aparato.
Entonces ella nuevamente me preguntó, sin responder a su nombre por
supuesto: ¿cuál es el problema?, a lo que volví a preguntar: Perdón ¿cuál es tu
nombre?. Entonces su respuesta fue: No puedo darte mi nombre, dime cual es el
problema. Su actitud poco amable fue suficiente para encenderme un cerillo en mi
interior. ( )
En ese momento cambió mi actitud, le expliqué de una forma ya rasposa lo
acontecido y entonces ella me dijo que tenía que ir a pagar a un área del
estacionamiento que estaba justo al otro lado de donde yo me encontraba. Entonces,
le dije que no podía echarme de reversa, (realmente ese estacionamiento tiene una
curva muy pronunciada) y que me hiciera el favor de enviarme a alguien a cobrarme.
Me dijo que eso era imposible, que yo debía ir a hacer el trámite de pago, y
entonces yo le dije que eso iba a ser difícil, porque yo tenía a tres niños en el auto y
que no iba a arriesgarlos dándome una reversa tan peligrosa, que buscara una
solución. Ella me apagó la bocina, sin decir una palabra más. (¡Esta mujer podría
sacar de juicio a cualquiera!)
El señor encargado de esa salida me pidió que me echara de reversa, que él
me iba ayudar; entonces yo le respondí: lo siento, pero ¿usted se hará responsable si
algo le pasa al auto?, en verdad sé que no es su problema, le dije, pero deben buscar
una solución para casos como el que se me estaba presentando a mí. Yo con él no
estaba enojada, pues el pobre hombre sólo trataba de hacer su trabajo.
El señor se dio cuenta de lo poco cortés que había sido aquella voz al otro lado
de la bocina, pues su rostro lo demostraba ( todos sabemos que también existe la
comunicación no verbal ¿no es así? ) y fue entonces que le dije que yo entendía mi
falta, sabía que había perdido mi boleto, yo estaba dispuesta a pagar mi
responsabilidad de la pérdida, lo único que deseaba era que me ayudaran a
resolverlo, le expresé que era una pena que la persona encargada, no estuviera
capacitada para encontrar soluciones.
Ella debió estar escuchando porque, en ese instante, apareció nuevamente la
voz adentro de aquel cuadrito electrónico diciéndole al señor de la cara preocupada:
Guardia, va “Delta” para allá. Mis hijos ya estaban nerviosos para este momento,
sobre todo Eloy creyó que yo me estaba metiendo en problemas, y me dijo: ¡Mamá,
échate de reversa ya!
La verdad, podría haberlo intentado, pero realmente no quise hacerlo, pensé
que si yo había pagado una importante cantidad por las chaquetas, lo menos que
debía recibir era un poco de consideración para salir de su estacionamiento. Con esto
no significa que actué de la forma más virtuosa, simplemente, eso fue lo que hice sin
maquillar la escena del crimen ¡já!
Delta, llegó, era un tipo enoooorme como de 1.95m un hombre grande y mis
hijos, casi se echan a correr en ese momento, bajé mi ventanilla, y fue entonces que
traté de volver a empezar, le pinté una delicada sonrisa, y le dije, señor, sólo trato de
salir del estacionamiento, perdí mi boleto, tengo aquí otro de cortesía, pero lo único
que quiero es pagar por el boleto perdido, ¿qué hago? no sé echarme de reversa con
una curva tan pronunciada. Sólo necesito un poco de ayuda.
El me dijo: señora, le ofrezco unas disculpas, yo mismo iré a pagar ese boleto,
ya hemos recibido varias quejas de esta persona del estacionamiento, pero
lamentablemente es una concesión, y no es parte de nuestra responsabilidad.
Permítame ir y pagar yo mismo.
Aquel hombre volvió con mi cambio de 140 pesos, ya que pagué 60 pesos por
el chistesito de mi distracción, pero ese hombre me hizo el día gracias a su acto de
amabilidad. Yo no me comporté dulcemente con la voz de la bocita, eso queda claro,
ni voy a justificarme porque realmente traté de exigir mis derechos de servicio al
cliente. La verdad es que, ser amable cuesta mucho, cuando no son amables contigo.
Pero de algo estoy completamente convencida, tengo la firme convicción de
que la palabra suave calma el enojo, pues este hombre “Delta” vino a romper el
estrés del momento. Yo hubiera querido contarte que fue por mi dulce voz, y mi
espíritu apacible la que hizo que la persona al otro lado de la bocina cambiara su
actitud y que su vida se transformó y que ella se convirtió en una mujer que corrigió y
suavizó su carácter irritable.
Ah ah, de ninguna manera, eso no sucedió en esta historia. Pero lo que sí pasó
es que volví a entender que es imposible salir de tu casa sin llevar bien puesto el
amor. Y que siempre hay una oportunidad durante el día para corregir y endulzar el
carácter irritable. Cuánta responsabilidad tenemos para que a través de nuestra vida
podamos hacer felices a aquellos que nos rodean.
Por eso, la tendencia de moda actual capaz de combatir esta época violenta;
el truco de belleza atemporal, porque NO PASA DE MODA, fue, es y será: ¡Sobre todo,
(incluyendo las voces groseras al otro lado de las bocinas) revistámonos de amor!
¡Hasta la Próxima!
LA VERDADERA CONEXIÓN…CON LA FUENTE
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
Había tenido un fin de semana muy movido, a causa de la participación de
Eloy, mi hijo mayor, en un torneo de básquet llamado ASOMEX, y con el ingrediente
adicional de la presencia de un par de hospedaditos de 13 años en casa (quienes
fueron muy edificante para todos) desde el miércoles de esa semana.
Aquel domingo había sido la clausura del evento, entregué a Javier y Esteban
con sus entrenadores y por fin, mis hijos ya estaban dormidos, había recibido una
llamada de parte de la mamá de Javier, el mayor de los hospedados para informarme
que habían llegado bien a la ciudad de México.
Ya eran cerquita de las 9:00pm cuando me disponía a ver una liga en YouTube
e intentaba buscar una canción de Alejandro de Sánz que había escuchado que se
llama “Desde Cuando” y quería encontrar el nuevo video, la verdad es que
únicamente lo iba a usar para distraerme.
Fue entonces que sonó mi teléfono y el identificador de llamadas marcaba el
celular de mi hermano “Moncho”, antes de responder y sólo con ver su nombre
registrado en la pantalla de mi iphone sentí en mi corazón, que una noticia no muy
buena, estaba por escuchar.
Respiré profundo antes de decir: “Bueno… qué pasó Moncho”, y en efecto, ahí
estaba la noticia, escuché su voz quebrada, diciéndome. “Buelita Esthela acaba de
morir”. Me di cuenta que sus palabras me había caído como un balde de agua fría en
mi corazón. Y le pregunté: ¿Mi papá, ya sabe? Me respondió que le dirían hasta el día
siguiente para dejarlo dormir, pero que él, -ósea, mi hermano- ya estaba comprando
los boletos para viajar hacia la ciudad de México a primera hora… Le dije: Moncho,
cómprame a mí también, yo voy con ustedes.
Cuando colgué, pude sentir desde lo más profundo de mi ser un nostálgico
suspiro, acompañado con algunos pensamientos de mi infancia; en ese instante, me
di cuenta que realmente había conocido poco a mi abuelita, entendí que el dolor que
sentía, era la angustia de pensar cómo tomaría mi papá la noticia, él tiene diabetes,
la cual controla con mucha disciplina y esa es la razón por la cual habían decidido en
casa de mi papás, esperar para darle la noticia hasta el día siguiente.
Arreglé mi equipaje para un día, y le hablé por teléfono a Eloy, le expliqué lo
que había sucedido y le pregunté si estaba bien para él quedarse a cargo de los
niños, pues tenía la intención de ir con mi papá a México para acompañarlo, él estuvo
de acuerdo en apoyarme con esto. Entonces, traté de repasar en mi mente las
actividades y compromisos de mis hijos. Sabía que tendría que hacer algunas
llamadas el día siguiente para coordinar sus “viajes” del día.
Mis campeones no conocieron a su bisabuela, y ¡caray, cómo son las cosas!,
porque antes de la partida de mamaíta, la mamá de mi mamá, en noviembre del
2009, llevé a mis tres hijos a ver a mi abuelita quien ya estaba muy débil a causa de
sus 96 años; no obstante en un momento de lucidez de ella, pues el medicamento y
el cansancio la hacían dormir mucho; le pedí que le diera la bendición a mis hijos y
ella, lo hizo. En ese momento entendí la grandeza de recibir la bendición de los
abuelos pues vi cómo mis hijos se sintieron realmente amados, valiosos y
bendecidos.
Así que le compartí a mi papá que tenía la intención de ir hacia México para
que mis chiquitos pudieran recibir la bendición de conocer a su mamá, y le sugerí
pasar allá las fiestas decembrinas. Fue complicado organizarlo, a causa de que el
abuelo paterno de mis hijos tuvo un derrame cerebral en esas fechas, que lo dejó
inmovilizado del lado derecho y fue afectado en el lenguaje, por lo que decidimos
pasar aquí Navidad para que todos los nietos estuvieran un ratito con Don Eloy.
En enero, nos enteramos que “buelita Esthela” se fue con algunos miembros
de la familia a Acapulco. Mis tías, hermanas de mi papá, la habían pasado
divinamente en ese viaje, pero luego, semana y media más tarde de su regreso, nos
hablaron para avisarnos que mi abuelita, estaba hospitalizada a causa de una
embolia, los siguientes 20 días fueron cruciales, pues su cuerpo no soportó el estrés
de los tratamientos y dejó de respirar, en presencia de mi tía Maru, a quien ese día le
había tocado hacer guardia en el hospital.
Cuán vulnerables somos, y a veces nos comportamos como si tuviéramos la
capacidad de comprar, adquirir o negociar más tiempo de vida. La realidad dista
mucho de esos pensamientos. Pues nadie -sólo Uno- tiene la visión completa y el
panorama entero del resto de nuestras vidas.
El día siguiente de la llamada telefónica de mi hermano, desperté a mis
campeones para llevarlos al colegio y hablé con ellos explicándoles con calma la
noticia. Les comenté que saldría un día de la ciudad pues quería estar con mi papá
quien acababa de perder a su mamita.
Ellos tomaron la noticia con mucha calma, y Eloy sólo preguntó: ¿cómo está
“Tito-món”? entonces le expliqué que también él en este momento se estaría
enterando de la noticia, y les pedí orar juntos, para que la paz que sobrepasa todo
entendimiento guardara su corazón y sus pensamientos en Jesús, Señor nuestro.
Los llevé al colegio y me despedí de ellos no sin antes darles el sermón de la
responsabilidad y el buen comportamiento, ya sabes esas múltiples y variadas
recomendaciones que toda mamá nos salen muy bien, antes de cualquier viaje.
Me fui a casa de mis papás, y no tuve muchas palabras qué expresar, todo
sonido que se pareciera a una palabra había salido huyendo cobardemente de mis
pensamientos, así que mi boca quedó sellada y sólo pude darle un abrazo a mi papá,
creo que la mejor muestra de mi pesar era estar ahí con él, en el tiempo de la
angustia.
Recuerdo que en una ocasión mi amiga y comadre Tone, a quien considero
una mujer sabia y muy profunda, había pasado por una pérdida muy dolorosa, pues
su mejor amiga, compañera y consejera a quien ella sigue admirando enteramente,
no sólo por su gran reconocimiento artístico como pintora, sino porque su mejor obra
ha sido el fondeo, los pincelazos y retoques que le dejó en cada momento, palabra de
aliento y experiencia que le plasmó sobre el caballete de su vida, en su rol de madre.
Tone y yo pasamos horas conversando después de aquella triste partida, y en
aquella charla, hablábamos justo de cómo se toman las palabras que llegan de tus
seres queridos cuando desean expresarte su pésame, y ella me decía convencida de
su aprendizaje; amiga, yo creo que las palabras que más me reconfortaron eran
cuando me decían: Te acompaño en tu dolor.
Ciertamente no hay palabras que puedan llegar a producir un consuelo en ese
instante de tanto dolor. Pero sentirte acompañado es alentador, es saber que no
estás solo a pesar del profundo vacío que ese ser amado está dejando, es contar con
otros aunque esos otros nunca estarán en el preciso espacio que le corresponde a la
presencia de quien ya no está contigo. Es simplemente un bálsamo de amor, como
aquellos besos que damos las madres a los hijos en la herida que se acaban de dar,
no es antibiótico de farmacia, es una medicina que reconforta el alma.
Nadie va a cargar tu cruz. Nadie te va a quietar el dolor por un ratito mientras
tú respiras y luego te lo devuelve para que sigas trabajando con él.
No señor, el dolor durante la prueba vas a tener que pasarlo tú. En una perdida
no hay ganador, pierdes, aunque al final con la experiencia ganas madurez. En ese
preciso momento, sencillamente pierdes porque ya no está ahí, no está para ti y eso
que perdiste se fue. Y vas a tener que vivir el duelo y convivir con el dolor por un
tiempo; porque si lo evades, un buen día ese dolor viene a cobrarte la factura
pendiente con todo e intereses.
Hay que entender que hay una herida recién abierta y más vale que le des el
tratamiento que se requiere para que cicatrice, hasta que puedas pasar el dedo por
encima y te des cuenta que ya no duele, aunque la marca seguirá ahí para
recordarte que hubo sufrimiento; por eso las cicatrices son como el mapa de nuestras
vidas.
Por eso acompañar en el dolor tiene tanto sentido, porque esas personas que
permaneces contigo, te confirman su fidelidad. Cuando escribía estas líneas, me fui
a buscar la definición de fidelidad, realmente deseaba saber que lo que estaba
escribiendo tenía fundamento y encontré una definición que me fascino para
fidelidad y dice que significa “conexión verdadera con una fuente”.
Por favor, vuélvelo a leer… Conexión verdadera con una fuente. Entonces
pensé que tal vez por eso nuestro creador toma tan en serio este tema de la fidelidad
porque espera que sigamos conectados a Él, después del proceso de nuestra
formación en el vientre de nuestra madre y salimos al mundo. Aunque también nos
ama tanto que nos da la libertad de decidir o no por su presencia en el transcurso de
nuestro andar por la vida.
En los momentos de necesidad ¿hacia dónde te conectas? Cuál es tu fuente
de energía, la mía es Dios. En verdad que no podría imaginar pasar por una prueba
sin la seguridad de su consuelo, cuidado y protección. Pues tengo la certeza que
quien habita bajo sus alas no temerá mal alguno en su presencia.
Una vez que entendemos esta conexión hacia arriba, y caemos en la cuenta de
los beneficios del cuidado y protección que nos provee; es sencillo transmitirlo de
forma horizontal, a quienes también están en necesidad, pues al ser provistos de
seguridad y cuidado durante el tiempo de dolor, tenemos la forma de poder
acompañar a otros cuando también lo necesitan y por otro lado, tener la humildad de
recibir apoyo de otros cuando lo requerimos.
Es interesante observar cómo nuestras propias relaciones forman una
particular figura, tenemos una línea vertical con nuestra fuente de vida y otra línea
horizontal que es hacia los demás. Te das cuenta que llegamos hacia la cruz. El que
tiene oído, oiga. La fidelidad entonces es, conexión verdadera con una fuente, a lo
que yo editaría y pondría: con LA fuente.
Qué tal si buscas esa fuente en aquella cruz del calvario y observas al
protagonista; tal vez puedas a través de su experiencia de sufrimiento poner en el
justo lugar tu propio sufrimiento. Después de todo, si a alguien le dolió fue a él.
Humillación, traición, golpes, heridas, persecución… ¿Cuál es el nombre de tu
sufrimiento? Me da la impresión que hay una historia en aquella cruz, que nos dice
que alguien también lo vivió y que justamente lo hizo para mostrarte que te
comprende, y que tiene la forma de acompañarte en lo que vives dándote consuelo.
Su fidelidad es inconmovible.
Aquel día, mi hermanito Osval, nos llevó hacia el aeropuerto, y una vez en la
ciudad de México viajamos una hora y media hacia el lugar donde sería el sepelio, era
un lugar muy bonito a la salida de la ciudad y en lo alto de un cerro, a lo lejos se veía
el panorama del Popocatepetl y el Itzazihuatl con sus puntas nevadas, mi papá y yo
decidimos caminar después de la misa hacia el lugar donde sería el entierro.
Caminamos cerca de quince minutos y yo, sencillamente lo acompañé durante
aquella caminata… también sabía que él en sus pensamientos estaba cerrando
algunos capítulos de su infancia no tan divertida, mi padre es un hombre al que
admiro por su integridad, pero ese día admiré algo en particular, una vez que
bajamos aquellas escaleras hacia el lugar donde reposarían los restos de mi
abuelita, iba a empezar la última parte del servicio donde bajan la caja, y los
encargados del jardín empiezan a poner tierra sobre el ataúd.
Ese momento es el más doloroso, te das cuenta que ahí se van a quedar los
restos de un ser amado. Y la verdad, yo no puedo con ese momento, aquí en
Monterrey se estila que los familiares se despidan antes de ese procedimiento, pero
en la ciudad de México es diferente, toda la gente se queda ahí hasta el final.
Me retiré hacia otro lugar más alto con Moncho y mi mamá, y en ese instante
observé a mi padre con su traje oscuro ubicado pasos más adelante que todos los
demás, él participaba cada movimiento de los encargados del servicio, veía cómo
cada puñado de tierra bajaba como si fuera su completa responsabilidad certificar
que todo quedara bien hasta el final.
Mi papá estaba honrando a su madre de esa manera. Estaba viendo por ella
hasta el último instante de su estancia en esta tierra. Estaba acompañándola hasta
el final. Mi padre mostró una conexión verdadera con la fuente que le dio vida física.
Sé que él estaba siendo consolado en su corazón por la fuente que le da vida eterna.
CAMINAR UNA VIDA SIN_CERA
Por: Yamilett Orduña, MEd
Educación en Valores
Recibí correo de un buen amigo, que me compartió la problemática de una joven
madre, quien se enfrenta a la situación devastadora de la enfermedad crónica de su hijo
“Gerardito”. Ella decidió diseñar un blog en internet y ocupar los medios de comunicación a
favor de su particular situación, para pedir a la sociedad apoyo económico para el trasplante
de intestino de su pequeño.
Al ser un blog de acceso público, surgen algunos comentarios adversos y críticos por
parte de cierto “desquehacerado anónimos”, quien pone en tela de duda y con aire irónico, la
veracidad de los hechos y la integridad de las circunstancias.
Yo me estoy enterando de la historia, como consecuencia de una conversación
distante al sufrimiento que los envuelve, Edgar, mi amigo del correo, tan solo me ha
compartido la forma en la que se puede herir la sensibilidad de una joven pareja que vive
momentos de crisis, y lo trata como parte de un tema entre amigos (a nivel de cancha).
La verdad, siento muchísimo que Liliana Ortiz y su esposo, estén viviendo una
situación tan desgarradora. Gerardito representa una prueba fuerte para sus vidas, y
es justamente a través de las pruebas, donde mostramos el carácter que tenemos,
para salir de ellas.
El adversario, cualquiera que sea el nombre, la forma y el estilo con el que se
presenta; siempre está como león rugiente buscando a quien devorar. Sinceramente,
a mi no me sorprenden sus esfuerzos. ¿Lastimosos? Exclusivamente hasta donde le
demos oportunidad.
El único cuestionamiento que me surge es, en dónde está basando cada una
de las partes su móvil para actuar. Para mí, la vida se sustenta en la integridad. Y
sin temor a equivocarme, de lo único que nadie se salvará es de que un día,
tendremos que dar cuenta de nuestras decisiones.
Yo no soy una persona religiosa, pero ojalá alguien pudiera debatir con
argumento convincente que para nuestro Creador es completamente transparente la
intención de nuestro corazón, tal vez es por esto que no me esfuerzo en mentir, o en
tener una doble cara, pues, ¿a dónde iría a esconderme de su presencia?
Si es cierto que en lo más alto, profundo, oscuro o infinito; ahí está El,
entonces de nada valdrían mis esfuerzos por ocultarme. La intención con la que
decidimos en nuestras vidas tiene que estar basada en los principios de verdad,
como una roca fuerte.
En la antigüedad los escultores cuando hacían una obra y se quebraba, ponían
cera para pegar la pieza y luego pintaban sobre ella, ocultando así, la falla de su obra.
Cuando un buen conocedor iba a comprar una pieza, elegía la obra y la pasaba por
fuego, con el fin de detectar si había alguna parte de la pieza que se derritiera.
Integridad pues, significa, vivir una vida sin_cera, ser de una sola pieza aún más
cuando somos pasados por fuego.
Me queda claro que la vida de Gerardito, como la tuya y la mía, tiene un
propósito con todo y nuestras particulares circunstancias. Yo no conozco a Liliana la
mamá de este pequeño, tampoco al misterioso y escéptico anónimo; lo que sí sé es
que un blog en internet representa exactamente lo equivalente a un artículo de
opinión en un periódico, es decir, es completa y absoluta responsabilidad de los que
escriben… tanto como nuestras vidas lo son para nosotros mismos, completa y
absoluta responsabilidad de quien la vive.
Es una pena que en el andar diario, tengamos que enfrentarnos a múltiples
adversarios, pero también es una realidad que no hay herida más grande que la que
nos hacemos nosotros mismos. Nadie nos causa sufrimiento si no le otorgamos el
derecho a ejercer poder sobre nuestras vidas.
Lo único que sé es que al final del día: " ¡LA VERDAD NOS HACE LIBRES!..."
LA VALENTIA ES …TEMOR ORADO
Por Yamilett Orduña
Educación en Valores
No, ellos no eran sicarios sino alumnos de posgrado del ITESM con beca de
excelencia académica. Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo
Verdugo. Ambos fueron las víctimas durante el enfrentamiento entre el Ejército
Mexicano y un grupo armado que tuvo lugar frente a las instalaciones del Tecnológico
de Monterrey, en la madrugada del pasado viernes 19 de Marzo.
Había decidido mantenerme al margen de los acontecimientos de nuestra
ciudad, en cuanto se refería a mis publicaciones, porque siendo comunicóloga tengo
el entendimiento de que una noticia es la redacción de un texto informativo que se
considera novedoso o atípico ocurrido dentro de una comunidad o determinado
ámbito específico, que merezca su divulgación.
¿En qué momento los medios masivos piensan que la violencia en Monterrey
es hoy en día, un suceso atípico? Esta es la razón por la cual yo pretendía
mantenerme al margen de participar en la estrategia de mercadotecnia de los
narcos, sicarios y secuestradores, para divulgar temor o dominio en nuestra sociedad.
Lo que me movió a escribir sobre el tema, fueron los acontecimientos de este
específico fin de semana que afectaron en las decisiones de mi familia.
Todo empezó desde el miércoles a medio día, recibí una llamada de mi
hermana Yanett, donde me decía que estaba esperando a mis sobrinos Tita y
Arturito, pues mi cuñado los llevaría de regreso a casa a causa de que el Instituto San
Roberto, recibió una amenaza de bomba en las instalaciones.
Mi hermana me estaba contando que mi sobrina le había marcado muy
asustada desde su celular a su casa, pidiéndole que pasaran por ellos a la escuela.
Yanett estaba realmente consternada, en ese momento lo único cierto era la falta de
información; en el instante que entraron sus hijos, me dijo que tenía que colgar para
hablar con ellos.
El viernes 19, mi hermano Osval fue a una cena de despedida, organizada
para el hermano de su novia quien saldría a trabajar a los Ángeles Ca., ellos viven por
el Tec de Monterrey y el sábado mi hermanito, me platicó que pasó por Garza Sada
aproximadamente media hora antes de que aconteciera la terrible tragedia frente al
ITESM en la madrugada.
El sábado mis cuates y yo tuvimos un par de primeras comuniones, una de
ellas era en una colonia por la Carretera Nacional, y mientras estábamos en el
evento, algunas mamás de mi colegio empezaron a recibir diversas alertas a sus
celulares, donde les informaban que la inauguración de un evento deportivo, que se
estaba realizando en El Inglés, se había cancelado debido a la presencia de un grupo
de militares en la rotonda ubicada afuera del colegio.
Mi hijo mayor estaba a esa hora en una “reu” (un tipo de baile que hacen los
jóvenes de sexto grado), en una casa ubicada cerca del colegio, y aun y cuando no soy
alarmista y aquella colonia es una privada, sentí que estaba muy lejos de mi hijo,
imaginé el regreso y la tremenda desviación que ahorita está en la avenida “Las
Torres” y pensé que lo mejor sería regresar a casa y estar a unos minutos de ese
evento.
Eloy decidió pasar a las 9 por nuestro hijo mayor, así que salió rumbo a la
“reu”, pero a los minutos de haber salido, recibí una llamada a casa, en la cual Eloy
me decía que saliera yo con los cuates por Eloy, ya que un ecotaxi se le atravesó
causando un accidente automovilístico entre ambos, y si bien no hubo daños en las
personas, los autos sí quedaron muy lastimados, así que estaba con los trámites de
las aseguradoras.
¿Sabías que la Cruz Roja reportó un incremento del 30% en el número de
accidentes viales en el mes de marzo en nuestra ciudad? Yo creo la estadística pues el
mismo viernes 19, me tocó contar 4 accidentes en la avenida Fundadores a la hora que
pasé por ahí de las 5p.m. Si atención significa darle el valor a una persona o actividad,
concentrándote totalmente en ella, entonces, nuestra sociedad está distraída en su mente
pensando en otras cosas.
En la ciudad todos tenemos registrados los eventos de este fin de semana,
visualizados desde las diferentes perspectiva, por ponerte un sencillo ejemplo te
comparto que hoy lunes 22 de marzo, recibí un correo en mi “inbox” del facebook
que citaba literalmente: “Les pido oración por Sandra de la Garza, ella murió en un
enfrentamiento entre narcos y militares, e iba acompañada de su esposo, pero sólo a
ella le tocó ser llamada por Dios. Es familiar de una amiga muy cercana!”...
Quién no se enteró de esta noticia que en la prensa fue citaba: “Esta es la
cuarta víctima inocente generada por balaceras en Nuevo León en menos de 72
horas, otra mujer resultó muerta el viernes 19 de marzo tras un tiroteo en Colinas de
San Jerónimo”.
Antes, lo normal era vivir los acontecimientos únicamente como lejanos
espectadores frente a los medios de comunicación, pero actualmente en Monterrey,
hay ocasiones como en el caso de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco
Arredondo Verdugo y sus familiares, con quienes me uno a su terrible dolor; o los
niños y niñas del Instituto San Roberto y todo aquel grupo de papás que corrieron
impacientes, en busca de sus hijos; o el grupo de familias que asistieron a la
inauguración de ASOMEX del Inglés, que tuvo que ser desalojada de las instalaciones;
o la terrible experiencia del esposo de Sandra de la Garza de quien tampoco hay
palabras de suficiente consuelo; a quienes les toca vivirlo de primera mano y en
ocasiones con pérdidas irreparables.
Hoy en día son tan cercanas las historias de terror, que el sentimiento
esparcido en las charlas de café entre los amigos es: Pudimos haber sido nosotros.
Hay varios pensamientos que me vienen a la mente, pero hoy, no quiero hablar
desde la cabeza, sino con el corazón. En primer lugar voy a citar una convicción
personal y que además es un arma de defensa en tiempos de necesidad como los
que vivimos: “Porque no se nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de
amor y de dominio propio”.
Podríamos quejarnos, criticar y seguir hablando sobre las terribles tragedias de
nuestra ciudad, y los garrafales “errores” de la fuerza militar; pero deseo ser puntal en
algunas ideas. Los militares y la Marina son seres humanos que han sido enviados
para combatir una guerra contra el poder que se ha propagado con el narcotráfico en
nuestra ciudad.
Seamos certeros con lo que metemos al corazón, pues de lo que hay en él
hablará nuestra boca. Entonces seremos audaces en nuestros comentarios. Nadie
quiere andar por la vida diciendo barbaridades, ¿cierto?, Ahora bien, te tengo una
noticia, nadie más es responsable de los excesos en los que ha caído nuestra
Sultana del Norte, nadie sino los que habitamos aquí dentro.
Nuestro compromiso social como ciudadanos es dejarles hacer su trabajo a
quienes tienes puestos claves para combatir esa lucha, pero para ti y para mí, la
palabra clave en esta historia, el nombre del arma letal que dará la victoria se llama
EL DOMINIO PROPIO. Dominio Propio es sinónimo de templanza y disciplina. Y la
templanza proviene del griego egkratés que significa: Fuerte en una cosa.
Si esta guerra que vivimos en la ciudad, es una lucha de poderes, entendamos
pues, que nadie es más fuerte que quien tiene Dominio Propio. Cuando eres el dueño
del control de tus propias acciones; cuando tienes la facultad de decidir conforme a
fundamentos de vida que trascienden del nivel superficial y cotidiano hacia uno más
profundo; es en ese instante cuando en tu trinchera aseguras que no habrá
transgresión, quebrantamiento ni violación de una ley o un estatuto; así como
tampoco cometerás ningún tipo de iniquidad, maldad o injusticia. La “chamba” tú la
tienes qué hacer, já esta fue mi primer pensamiento sin edición, dicho de forma
“nice” lo que quise poner fue: tú tienes el control en tus manos.
Porque, a decir verdad, todo es posible hacer, vender drogas, ingerirlas, tomar
las armas, dispararlas, chantajear, extorsionar, mentir, dañar con ira, matar, robar,
insultar… y lo más grave es que incluso, todos tenemos potencial para hacerlo; pero
te tengo una noticia; no todo es provechoso y no todo edifica, si manifiestas dominio
propio te estarás esforzando para recibir el más alto honor, el cual es ganar al final
de nuestra vida una corona incorruptible.
Hoy voy a terminar con una frase que leí en el Facebook de mi hijo de 12, justo
el fin de semana donde escuchó por todos lados acontecimientos duros de procesar
para una mente preadolescente.
Mira siendo una comunicóloga que ama el español, quiero confesarte que tuve
que amarrar mis manos para no editar la ortografía y sintaxis de su frase, pero no lo
haré, no, no, no… así lo voy a dejar, porque ¿sabes algo? su frase es como la vida
misma, muchas veces sabemos que hay muchas cosas qué mejorar, lo que se ve por
fuera podría parecer muy editable, no obstante, cuando te metes a esa capa más
profunda, como yo lo hice con la frase de mi hijo, te das cuenta que simplemente
esto hace que todo, absolutamente todo valga la pena.
Mi hijo tomó la decisión de usar la mejor arma que tenemos hoy, que es la de
la voluntad, tuvo carácter y fue valiente, ¡qué niño atleta y divertido de 12 años se
atreve a escribir algo que levantaría algún juicio de valor sobre él de parte de sus
amigos! Pues he aquí a mi hijo… atleta, divertido, amiguero… y sobre todo muy
valiente decidió debatir contra la violencia, tomando la decisión de decretar su visión
personal ante todos sus 300 amigos en facebook.
jesus murio en la cruz grasias a el tu puedes vivir si no uviese
sido por el ya ubieses estado muerto por ke en la biblia dice LA
PAGA DEL PECADO ES MUERTE asepta a jesus en tu corazon
para que asi puedas tenner el pase a la vida eterna..... TEAMOO
JESUS♥
Ejerce la decisión de optar por el dominio propio, una forma tan simple es
esta, combate con armas blancas, diseña mensajes de esperanza los cuales sí son
“noticia” y sobreponlos a los ya tan cotidianos y poco novedosos mensajes de
violencia. De alguna forma tienes en tu poder hacer la diferencia.