La población venezolana está caracterizada por un conjunto aglutinado
de razas, producto de un proceso de mestizaje que exhibe rasgos muy
propios. Su carácter y valor intrínseco debe ser entendido como una
variedad de costumbres, rostros y colores que han sido moldeados por
aspectos históricos, geográficos y dinámicos.
La población venezolana está caracterizada por un conjunto
aglutinado de razas, producto de un proceso de mestizaje que exhibe
rasgos muy propios. Su carácter y valor intrínseco debe ser entendido
como una variedad de costumbres, rostros y colores que han sido
moldeados por aspectos históricos, geográficos y dinámicos.
La dinámica de la población de Venezuela ha dependido
fundamentalmente de la confrontación de la natalidad y la mortalidad, pues
las migraciones externas han sido, en general, muy reducidas. La
comprensión veraz del crecimiento demográfico en la población venezolana
debe ser analizado a partir de estos dos factores. La combinación del
descenso gradual de la natalidad; producto de las modificaciones
económicas y sociales actuantes en el país a partir de 1958, y la reducción
paulatina de la mortalidad; comprendida como la elevación de la expectativa
de vida, ha traído como resultado la disminución, lenta pero irreversible, de
la tasa de crecimiento natural, lo que ha colocado a la población venezolana
en el camino que se dirige a una dinámica menos acelerada.
Es el reparto de la población sobre un territorio determinado La población
venezolana se encuentra distribuida a lo largo y ancho del territorio nacional
en forma desigual. Según el XIII Censo General de la Población y Vivienda,
más del 75% de la población vive en la región Costa-Montaña, siendo, por lo
tanto, la región más poblada del país, que se caracteriza por la presencia de
valles y piedemonte de la Cordillera de la Costa y de Los Andes.
El resto del territorio presenta un poblamiento con menor densidad, lo cual
demuestra la desequilibrada distribución espacial de la población. La región
de los Llanos con un 30% del territorio concentra sólo el 10,2% de la
población total y la región de Guayana, con el 50% del territorio reúne el 6%
de los habitantes del país.
Se entiende por densidad de población el número de habitantes de
país que viven sobre una unidad de superficie (km2). Al igual que la
distribución espacial de la población, este concepto esta relacionado con las
condiciones de vida existentes en la región. La densidad de la población
depende fundamentalmente, de la capacidad económica de ese país, la cual,
a su vez, viene determinada por factores naturales, culturales y
socioeconómicos.
El sur del país tiene importantes recursos minerales e hídricos que pudieran
facilitar su doblamiento. Esto se ha intentado varias veces con diferentes
planes. Uno de ellos ha sido PROA, que busca el desarrollo del eje Orinoco-
Apure.
Si analizamos nuestro país, la densidad de población es de 25,2 habitantes
por Km², registrándose la más alta en el Distrito Capital (4.240,8), seguida de
los estados Carabobo, Nueva Esparta, Miranda y Aragua, y la más baja
densidad se localiza en los estados Amazonas, Delta Amacuro, Apure y
Bolívar.
En los estados con mayor población la acción sobre los recursos naturales ha
generado graves problemas ambientales como lo son: deforestaciones,
incendios forestales, eliminación de la fauna silvestre, aumento de la erosión de
los suelos, disminución de las fuentes de agua y la excesiva generación de
desechos sólidos.
Al estudiar la natalidad y mortalidad de nuestro país podemos ver que:
Para el año 1825 Caracas tenía una población de 29.846 habitantes. Los
nacimientos llegaban a 1.861 al año, mientras que las muertes a 1.186. Casi la
mitad de todas muertes, 47% correspondían a niños, aunque en algunos casos
llegaban al 52%. Podemos notar que la mortalidad y la natalidad son elevadas,
lo que redunda en un aumento muy lento de la población.
Años después, en 1920, los elevados índices de estos dos indicadores se
mantenían cercanos. La mortalidad giraba alrededor de 25%. La mortalidad
infantil, aunque se había reducido, se mantenía aún alta: reclamaba el 40% de
las muertes en general, a veces más.
Para ratificar lo anterior, Brito Figueroa expresa que las causas de las
defunciones infantiles eran: anemia, enteritis, disentería y otras enfermedades
propias de la primera infancia; mientras que los adultos fallecían por
condiciones de vidas extremadamente precarias: hambre, enfermedades
carenciales, avitaminosis, beriberi, paludismo, entre otras.
Las malas condiciones de vida continuaron a lo largo del tiempo. La pobreza
en muchos casos imperaba.
Fue a partir de 1950, gracias al llamado boom petrolero, cuando las
condiciones socioeconómicas mejoraron. La industria petrolera ayudo a sanear
las zonas donde residían los trabajadores. Con el ingreso de dólares producto
de la venta del petróleo, las condiciones sociales mejoraron, se construyeron y
mejoraron escuelas, ambulatorios y hospitales.
Luego en 1958, al comenzar el periodo democrático, continuó la construcción
de centros asistenciales, ayudando así a bajar la tasa de mortalidad y, por
consiguiente, aumentar la población.
Para ratificar lo anterior, Brito Figueroa expresa que las causas de las
defunciones infantiles eran: anemia, enteritis, disentería y otras enfermedades
propias de la primera infancia; mientras que los adultos fallecían por condiciones
de vidas extremadamente precarias: hambre, enfermedades carenciales,
avitaminosis, beriberi, paludismo, entre otras.
Las malas condiciones de vida continuaron a lo largo del tiempo. La pobreza en
muchos casos imperaba. Fue a partir de 1950, gracias al llamado boom
petrolero, cuando las condiciones socioeconómicas mejoraron. La industria
petrolera ayudo a sanear las zonas donde residían los trabajadores. Con el
ingreso de dólares producto de la venta del petróleo, las condiciones sociales
mejoraron, se construyeron y mejoraron escuelas, ambulatorios y hospitales,
Luego en 1958, al comenzar el periodo democrático, continuó la construcción de
centros asistenciales, ayudando así a bajar la tasa de mortalidad y, por
consiguiente, aumentar la población.
Venezuela es un país con 916.445 km2, pero la mayor parte de
la población se concentra en su mayoría en los litorales, valles y
piedemonte de las cordilleras de la Costa y de los Andes, creándose
así grandes vacíos poblacionales al sur del eje fluvial Orinoco-Apure,
lo que indica una distribución de la población desigual. Esto a su vez
permitió la formación de una estructura centralizada por que existe
una aglomeración de indicadores trabajados en la Región central
norte del país, que mantiene un predomino sobre los demás estados
ya que concentran el poder político, la banca, el comercio, la
finanzas, la industria manufacturera y las oficinas de las distintas
empresas petroleras que operan en el país.
Prof. Jhonny López