El Hecho Literario y la
Literatura Infantil
Esteban Fariñas, Concha
García Casas, Olga
Gómez Román, Estrella
Moreno Moreno, Silvia
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
3º, Grado en Educación Infantil
Grupo: 1 – Subgrupo: 1
Curso: 2012/2013
Cuento y poema
Actividades Prácticas
El Hecho Literario y la Literatura Infantil
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ÍNDICE
1. Práctica 2.- Realización de un cuento ................................................................ 2
2. Práctica3.- Confección de un poema a partir del cuento ................................... 8
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Práctica 2.- Realización de un cuento
UN BOSQUE MISTERIOSO
Una tarde de verano Totó y Joel ya no sabían que hacer. Cansados de tanto calor,
decidieron hacer las maletas e ir a visitar a su tío a Noruega. Totó y Joel se lo
propusieron a sus padres y sin ponerles ninguna pega emprendieron el viaje.
Aterrizó el avión y su tío les estaba esperando con muchísima ilusión:
- ¡Qué ganas tenía de veros! ¡Cómo habéis crecido!
- Tito, ya tenemos 7 y 9 años.
Totó y Joel estaban muy nerviosos por llegar a la casa de su tío. Sabían que allí,
pese al frío, iban a vivir miles de historias que siempre recordarían.
Cuando llegaron a la casa, su tío les enseñó sus habitaciones, las cuales estaban
cerca de una buhardilla misteriosa que a ellos les intrigaba. Su tío, les dijo que podían
realizar lo que quisieran, pero que siempre que salieran lo hicieran abrigados.
Ese mismo día, cansados del viaje, se fueron a la cama muy pronto a descansar.
A la mañana siguiente, su tío les dejó una nota junto al desayuno diciendo:
“Buenos días, hoy estaré todo el día por el centro realizando unas compras.
Tenéis el desayuno en la despensa y la comida lista. Si necesitáis algo, no dudéis en
llamarme. Portaros bien.”
Totó y Joel se pusieron muy contentos ya que no habría nadie en casa que le
prohibiese subir a esa buhardilla que tanto les llamaba la atención.
Entre nervios y risas traviesas, desayunaron a toda prisa y emprendieron su
aventura. Tiraron de la cuerda que hacía que se desplegara la escalera que daba a la
buhardilla. Subieron poco a poco entre nervios y un poco de miedo por no saber lo que
se podían encontrar arriba.
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Una vez arriba, Totó y Joel se quedaron sorprendidos al ver tanta vegetación a su
alrededor.
- ¡Esto parece un bosque! – dijo Totó
- ¿Seguimos hacia adelante? – preguntó Joel.
Los dos agarrados de la mano, se adentraron en el bosque y, de repente dijo Joel:
- ¡Mira Totó, unas huellas de …!
Ninguno de los dos sabían de qué eran esas huellas, por lo que decidieron
investigar sobre ellas y seguir adentrándose en el bosque siguiendo el camino marcado
por estas.
Caminado y caminando se encontraron con una criatura extraña que estaba
herida. Los niños se quedaron asombrados al ver a ese ser tan extraño y éste les dijo:
- No os asustéis Totó y Joel, os estábamos esperando. Nuestro mundo os
necesita.
- ¿Qué clase de criatura eres? ¡Sabes hablar! ¿Cómo conoces nuestros
nombres? – preguntó Joel
- En este mundo lo sabemos todo. Sois los elegidos para salvar a nuestra
especie. Como yo, hay muchas más criaturas perdidas que necesitan vuestra
ayuda.
Los niños, cada vez más sorprendidos, preguntaron sin parar a esa criatura:
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- ¿Qué podemos hacer? ¿Qué os ocurre? – preguntó Totó
- Os contaré la historia – dijo la pequeña criatura - En este mundo, no hace
mucho tiempo, éramos todos felices y cada uno realizaba su trabajo, pero un
día, Saltarín bebió del agua prohibida y se convirtió en un ser malvado y
peligroso. Empezó a quitarnos nuestra comida y muchos de nuestros
compañeros murieron al comer la fruta lavada con el agua contaminada.
Totó y Joel, se pusieron tristes al escuchar la historia de Pelusín y decidieron
ayudarle.
- ¿Dónde podemos encontrar a Saltarín?
- Es difícil de encontrarlo, sabe esconderse muy bien. Además, nos vigila
continuamente y nos da de comer pequeñas piezas de manzana y pera, que es
lo que él detesta.
- ¡A mí tampoco me gusta esa fruta! Aagg – comentó el pequeño Totó.
Pelusín, escuchó la señal que indicaba la hora de la comida por lo que les dijo a
los niños que se escondieran rápidamente ya que Didack, el ayudante de Saltarín, estaba
a punto de repartir la comida.
- ¡No os preocupéis! Yo os guardaré algo de comida.
Los niños se escondieron rápidamente y esperaron a que Pelusín les silbara para
que pudieran volver a salir.
Joel al ver la cara que puso Totó cuando tenía que comerse la manzana le dijo:
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- Totó, o te comes la manzana o no sé cuándo podremos volver a comer.
Totó sin rechistar, se iba comiendo la manzana a medida que se iban adentrando
en el bosque para buscar a Saltarín.
A lo largo del camino, se iban encontrando más criaturas que estaban en la
misma situación que Pelusín. Todos les conocían y agradecían su ayuda.
De repente, llegaron a un lugar donde la vegetación era escasa y había un gran
río con un cartel que ponía: “AGUA PROHIBIDA”.
El mayor de los hermanos pensó que quedaba muy poco para llegar a la casa de
Saltarín. En ese momento, les recorrió un enorme escalofrío por todo el cuerpo.
- Ya estamos cerca – dijo Totó.
Joel, que era muy observador, vio como el río estaba contaminado por unas
gotitas que caían de un árbol viejo y le dijo a su hermano:
- ¿Ves ese árbol de allí? Está contaminando el río y seguro que eso fue lo que
hizo que Saltarín se convirtiera en un ser malvado. Debemos cortar la rama y
quitar las piedras que hace que no corra el agua limpia del río.
Joel y Totó se pusieron manos a la obra y comenzaron por cortar la rama del
árbol. Después, fueron quitando las piedras poco a poco, con mucho cuidado de que
Saltarín no les descubriera porque estaba cerca. Al cabo de un rato, el agua empezó a
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correr. Totó y Joel no dudaron en coger la cesta de Saltarín que estaba llena de fruta
para lavarlas en el agua limpia y dejarlas en el mismo sitio.
Queriendo averiguar lo que le sucedía a Saltarín mientras se comía la fruta, se
quedaron esperando escondidos entre las rocas. De repente, una enorme luz invadió el
bosque y Saltarin cambió a su color natural y asustado dijo:
- ¿Qué hago en esta cueva tan oscura? ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué me ha pasado?
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Totó y Joel corrieron hacia él y le explicaron todo lo que había pasado.
Entonces, Saltarín arrepentido y con ayuda de los hermanos, se encargaron de
repartir la fruta limpia para que todos volvieran a estar sanos.
Al poco tiempo, escucharon una voz que venía desde abajo. Su tío, que acababa
de llegar, les estaba buscando por toda la casa.
Totó y Joel salieron corriendo de la buhardilla sin despedirse de las criaturas ya
que se volverían a ver muy pronto.
ACABÁNDOSE SIN ACABAR, LA HISTORIA DE TOTÓ Y JOEL DEBE
CONTINUAR…
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Práctica3.- Confección de un poema a partir del cuento
EL BOSQUE ENCANTADO
A casa de tito hemos llegado,
y la buhardilla hemos investigado.
Un mundo nuevo ante nosotros,
se ha iluminado.
Con un problema gigantón,
empezó nuestra excursión.
Seres extraños nos necesitan,
¡Ay que ilusión!
Pelusín nos informó,
de cuál era la cuestión.
Y muy dispuestos caminamos,
hasta encontrar la solución.
Saltarín envenenado como un endemoniado,
aguas prohibidas ha tomado.
Con fuerzas y con esfuerzo,
la ramita cortaremos y
las piedras quitaremos
y el río liberaremos.
Nuestra misión ha sido un éxito
¡Qué alegría, que contentos!
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En este poema aparecen figuras retóricas como:
La rima: “Con un problema gigantón, empezó nuestra excursión”.
El hipérbaton: “Con un problema gigantón”.
El polisíndeton: “Con fuerzas y con esfuerzo, la ramita cortaremos y las piedras
quitaremos y el río liberaremos”.
La comparación: “Saltarín envenenado como un endemoniado, aguas
prohibidas ha tomado”.