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El Tesorode la Bruma
Teresa Calderón
1
La tarde estaba demasiado tranquila, a pesar del color
rojizo que comenzaba a teñir el cielo, dándole un extraño
aspecto. Parecía la cúpula de un palacio oriental decorado
en oro y pedrerías, con un conjunto de nubes que al trasl
uz filtraba los últimos rayos de sol en su retirada.
·. Laura, Alicia y Cecilia se entretenían en el jardín de su
casa estilo colonial, regando los arreglos de lavandas y
margaritas. También trazaban senderos para l as
enredaderas y ordenaban la flor de la pluma, que había
derramado sobre el césped una fina lluvia de pétalos color
violeta. Se ocupaban, además, de recoger las flores
marchitas para ponerlas en una cesta de totora. Las tres
e 1 man a s habían jugado a la ronda y a l a s
adivinanzas h a s ta cansarse. Más tarde.se repartieron
qlgunos sectores del jardín para juntar las hojas secas y
batTerlas antes de
la llegada del papá.
ELTESORO DE LA BRUMA
,La mamá había viajado al extranjero para asistir a un
importantísimo encuentro de brujas y no volvería
hasta la semana próxima. Rudy, la nana,
estaba viendo una teles erie, mientras
d.e. sgranaba los porotos que pensaba
cocinar al día siguiente. Todo estaba tan
calmo , que daba la impresión de
encontrarse ante una curiosa pintura para la que habían
posado las tres hermanas en su jardín. Sólo un pequeño
ruido zombando entre los ventanales de la terraza parecía
anunciar algo que interrumpiría la quietud de la escena.
-¿Por qué el cielo está tan rojo? -preguntó Cecilia-. Parece
como si hubiera un incendio de nubes.
-Las nubes no se incendian -contestó Laura-, no son de
papel, son de vapor de agua, jamás podría haber un
incendio en el cielo, así es que no te preocupes... son
como adornos que va dejando el sol cuando no quiere
irse.
-Entonces que no se vaya -agregó Alicia-. Nadie lo está
echando.
-Es que si no se va, no podría salir la luna -respondió
Laura-, tendríamos luz todo el día y toda la noche... nos
costaría mucho distinguir cuándo dormir, cuándo ir al
col egio, cuándo salir de vacaciones... sería muy
complicado acostumbrarse.
El viento comenzó a agitar las cortinas de velo Y en los
vidrios de los grandes ventanales se reflejaban
graciosamente las hojas, que parecían perseguirse unas a
otras como parte de un juego secreto de la naturaleza
otoñal. El tono rojizo del cielo fue cambiando a una
mezcla de morados y negros. La noche se proyectaba
sobre la ciudad con su cargamento de estrellas y un
olor a mar que presentía la proximidad de la costa.
Era también posible imaginar las enroscadas olas
levantando espuma y dis persa ndo la sa l al golpear
co ntra la s gigantescas formaciones rocosas que
cercaban
la playa.
ElTESORO DE LA BRUMA
Las niñas comen zaron a preocuparse de recoger sus
cosas para entrar a la casa, porque había empezado a
hacer frío. De prontuon hombre que vestía un chaq
uetón oscuro muy grande y un as botas azules de cuero,
se acercó hasta ell as.
-¿Serían tan amables las señoritas de con vidarle un poco
de agua a este pirata náufrago?
..iñas se miraron desconcertadas y no se atrevían a
contestarle. Cecilia pensó en ini mediata mente a
llamar
a su nana Rudy. Pero el extraño hombre vol vió a insistir.
-T,.engo mucha sed y veo que ustedes tienen una mang
uera p a r a r eg a r l a s flor e s ... sólo quiero que me den un
poco deagua.
-Buen o -d i j o Alicia, mientr a s Laura t o maba la
m a n gu e r a y se la alcanzaba-, pero tiene qu·e tomar
con cuidado, nosotras no podemos salir del jardín y
atravesar la reja porque está con llave.
El hombre bebió como si no hubiese probado el agua en
mucho tiempo, luego sacó una pequeña botella de metal
y aprovechó de llenarla, pero se mojó las botas con el
chorro de agua que Cecilia había ido a aumentar desde-la
ll ave de paso Pensaba q ue así se iría más irdo el
so rpresivo v i sit a nte, pues le producía a l go
de desconfianza.
-Ha n s id o muy buenas niñ as -di j o el h
ombre, desa nudándose del cuello un pañuelo de lino
rojo para secar las botas- asf es que les voy a contar un
secreto.
!_j EL TESORO DE LA BRUMA
-¿Han notado la sed que tenia?... es porgue he caminado....-
muchísimo. No conozco bien la ciudad y busco la
dirección de un amigo pirata retirado para venderle un
<-antiguo mapa muy importante...
¿..un tesoro que fue enterrado hace más de un siglo cerca de
_la playa. ora estoy muy cansado y tengo prisa...Me
he perdido...'J;al vez ya no pueda continuar buscando a
mi amigo. Pero como ustedes han sido buenas
niñas... déj nme pensar... sí, ¡se los vendo a ustedes! -
exclamó como si estuviera pensándolo en ese mismo
omento.
-Pero nosotras no tenemos dinero -dijo Alicia-. Habría
que esperar a mi papá y entonces usted mismo le de
decir que nos compre el map a ... él siempre nos compra
todo lo que queremos...tenemos muchos libros.
-Tenemos más libros que todos los niños de la ciudad
-dijo Cecilia muy orgullosa-. A todas las páginas se les
abre algo misterioso, como castillos con torres, príncipes
que galopan a caballo y los árboles se pueden pintar 0cambiar de lugar...
TERESA CALDERóN
_Tengo un problema, niñas -interrumpió el hombre-, debo
ipne pronto. Un barco me pasará a buscar esta noche Y
no puedo perder un minuto. Mi nave naufragó hace poco
y yo he estado escondido en los cerros esperando regresar
a alta mar. Vivo en una isla de la que no puedo darles
muchos datos, puesto que es un refugio privado donde
guardo mis posesiones.
-¿Entonces, por qué nos quiere vender un mapa del tesoro,
Lsi usted lo puede buscar y llevar en el barco hasta su
1.sla?.
-preguntó Alicia muy sorprendida.
-No puedo -contestó el pirata-, para eso necesitaría más
tiempo y perdería el barco. ¿Ustedes no saben que
piratas tenemos mala fama y no podemos andar paseando
por aquí y por allá libremente? Me llevarían detenido Y
me enjuiciarían ante la menor sospecha. Si alguien ha
perdido un anillo o una moneda de oro, me
Pc:tlii -- - ;¡ c u;ln;rapáa mí... imposible
además dejarme
ver en una
-EL TESORO DE LA BRUMA
excavación, con el mapa en la mano busca ndo el tesoro.
Las au toridades ¿ne encarcelarían de inmediato, porq
ue
.§eguranan que yo formé parte del grupo q ue robó el bQgn.
-P,ero usted podría decirles que si J o hubiese robado
y escondido no tendría que usar un ma pa para
buscarlo... ya sabría dónde encontra rlo -opinó La ura.
El e:i.rata somió levemente y las miró de fijo:
-Hay que cavar siguiendo todas las indicaciones marcadas
aquí -d i jo el pirata mientras sacaba desde el
inmenso bolsillo de] chaquetón, un sucio trozo de cuero
tan delgado como el pape]-. Además tengo Patente de
Corso.
El pirata mostró, junto con e] mapa, un papel amarillento
y manu scrito. T e n í a un a s extr a ñ as l etras y l os bordes
se veía n llenos de dibujos decorados. En un extremo
llevaba un sello con la imagen de un rey, gue le había
otorgado el<
permiso para robar a los enemigos en a lta mar.
-¿Qué significa eso de patente? -preguntó Cecilia.
-Es una autorización legal para capturar barcos y robar
s cargamentos, y que incluye también a la tripulación,
por supuesto. Las ganancias y botines se comparten con
el rey, la reina o el gobierno, según sea el caso. La
primera Patente de Corso data de 1243 y, a tod a
honra , f ue extenclida a mi fami l ia por el lado
materno -dijo muy org ulloso.
--
Laura estaba tan impresionada, que fue corriendo a buscar
u alG.ancíaque era como un gran corazón rojg,_óJlí te muchas monedas con las que pensaba comprar urJ':..$1
:,}
de música que había visto en una vitrina del centro.
Pero ahora resultaba mucho más importante el mapa, ya
qut?_ la bacía imaginar un cofre lleno de joyas
maravillosas, con todo tipo de piedras preciosas e
incrustaciones en perlas, como en los tesoros que había
visto en
las películas. Tal vez hubiese wllares.
anillos y pulseras de oriente, como las
-Esto es todo lo que tengo
-dijo Laura, extendiéndole
la alcancía que no pasaba
o/.
-_ El TESORO DE LA BRUMA
muy bien a través de la reja-. Si quiere puede romper
contarlo... debe ser mucho dinero porque el corazón está
muy pesad o .
-¿Y tú no tienes otro corazón como éste? -preg untó
el pirata mirando fijamente a Alicia-. No pierdan
esta
oportu nidad, miren que es sabido en todo el mundo e
_ sólo los niños pueden encontrar los tesoros ...<-.L..;;...._j
no so.n,
ambiciosos como los ad
ultos.
-No, yo gasto todo mi dinero en ir al cine y en dulces
-contestó ella-. Pero le puedo dar este anillo de fantasía
que brilla como el verdadero sol.
-¡Mi papá viene allá en la esquina! -dijo Cecilia, saltando
de alegría-. Es ese señor que vi ene con un maletín... é l
es profesor...
-Debo irm e -i nterrumpi ó el hombre v
isiblemente nervioso-. Estoy atrasado. Me llevaré sólo
este corazón, no importa que sea poco dinero... ¡suerte y
guarden un a s
monedas de oro paur ando yo regrese! -dijo y se f ue
rápidamente sin volver la vista hacia atrás.
-¡Qué entretenido!-dijo Lama mirando emocionada a sus
hermanas-. Le contaremos al papá y le pediremos que nos
acompañe a buscar el cofre del tesoro... ¿cómo serán las joyas?
Recuerden que yo compré el mapa -agregó.
-Recuerda mejor que el pirata dijo que únicamente los niños
podrían encontrarlo, porque no son ambiciosos
-aclaró Alicia-. No sólo no podemos decirle alJlilpá, sino que
además no debes ponerte ambiciosa ni egoísta, o no valdrá la pena
haber pagado tan caro.
-No era tan caro -respondió Laura-. Le eché unos botones de metal
que tenía la mamá en su caja de costuras _p_a@ ue la alcancía
pesara más.
El sonriente papá traía unos libros que trataba de equilibrar entre los
brazos. Finalmente se acercó, abrió l a reja y saludó a sus hijas,
que lo abordaron para ayudarle y
1
--. !!j ElTESORO DE LA BRUMA
preguntarle también, como siempre, si las había echado
de menos y si traía regalos.
-¿_Quién ra ese hombre que estaba aquí con ustedes hace
un momento? -preguntó.
-Un pirata que nos pidió agua -respondieron las tres
hermanas mientras intentaban ayudarle a llevar el maletín.
·.
-¿Un pirata?... a mí no me pareció que tuviese un ojo.--
_parchado ¿Tenía un garfio en la mano o una pierna de
palo, que lo identificaron tan rápidamente?
-No todos los piratas son iguales, papá -dijo
Laura riéndose.
-Pirata significa "ladrones que roban en el
mar" - explicó él -, así es que hay que
tener mucho cuidado con los extraños.
Hace frío,
¿por qué estaban afuera con tanto viento?
¿Les conté el cuento del niño que se voló
TERESA CALDERÓN
desde su jardín una tarde de tormenta y apareció una
semana después en otra ciudad preguntando por sus
padres?
-Parece que la última vez nos dijiste que eso te había
pasado a ti en una playa -dijo Cecilia.
El papá reía a carcajadas, mientras subían los peldaños de la
entrada de la casa.
-¿La mamá no ha llamado? -preguntó-. Le traje una revista
de modas para brujas.Vienen los últimos diseños de ropa
de vuelo ultraliviana. En la sección de "viajes virtuales",
hay maletines invisibles con clave para guardar los libros
de recetas y pócimas personales.
-Sí, dijo que volvería el doriD_ngo -respondió Alicia--
Me traerá una muñeca que ptensa.\
-¿No será un robot? -preguntó intrigado el papá.
-_,.. !!j EL TESORO OE lA BRUMA
-Puede ser -agregó Laura-.¿Y para qué puede servir una
muñeca que piensa? Quizá es una computadora con forma
de muñeca... algo así como un juguete inteligente para
col aborar con las tareas.
-¡A mí me va a traer una colección de amuletos contra el
miedo! -exclamó Cecilia.
-Yo J?O qui se saber lo que me traería -dijo Laura-.
Prefiero que sea una sorpresa, es más emoci onante.
Rudy se asomó desde el living con un pañuelo en la
mano, porque la telenovela había finalizado y eso le
daba una tremenda tristeza. Sus actores favoritos ya no
vendrían a vi sitarla cada tarde con sus dramáticas hi
storias. Ella ya no sabría qué hacer para entretenerse:
decía que llegaba a soñar con l as cosas que les ocurrirían
a l os personajes al día siguiente. Para pasar la em
oción , encendió una pequeña radio a pil as y se
puso a busca r canci ones románticas, mientras se
dirigía hacia la cocina a preparar la comida.
Las niñas se bañaron y se fueron a dormir, tratando de no
demorarse, porque lo único que querían era comentar el
"asunto secreto", como le llamaban ahora para despistar.
El papá les dio las buenas noches y se quedó viendo un
programa de televisión, donde unos concursantes que
dominaban temas culturales estaban ganando millones.
Laura fue a sentarse unos minutos con él y aprovechó de
preguntarle sobre los tesoros piratas más cercanos que él
conociera. El papá l e ha bló de los tesoros de las
ivilizaciones americanas, fundidos en bloques de oro
emacizo por los españoles y que en muchos casos iban en
b"arcos q ue naufragaron o fueron asaltados por bucaneros.
Riquezas que ahora descansan en el fondo del mar.
Más tarde, Cecilia se paseaba entre sus hermanas con una
gran impaciencia. Tenía miedo. Todo le demostraba que
el pirata era un ladrón, y no podía despejar esa idea de su
mente, así que se fue a dormir a la cama de Laura, que
logró ca lm ar l a con l a visión del mapa . Las
tres
-_-E-,-LTESORO OE LA BRUMA
intercambiaron sus ideas sobre el plan para iniciar la
búsqueda y comentaron que sería bue_n_o
, incluir a Mario.su primo. También pensaron
en hacer una lista bien detallada de todos los
elementos que necesitaría n para
lograr una misión satisfactoria.
TERESA CALOER0N 21
-Las linternas son fundamentales -decía Laura- también
anota gon·os... y guantes para protegernos las
manos.
Seguro que se nos van a dañar.
i
,,
.
T
-_--,E--LTESORO DELA BRUMA TERESA CALDERÓN
-Cosas para comer y que no pesen demasiado -agregó _¡Pero puedo ponerme zapatillas de gimnasia...! Les froto
Alicia-. Pueden ser chocolates y queques, pasas, almendras... cera de vela y así se les quita lo resbaladizo... ¡Además,
1cosas así... y bebidas pequeñas en envase plástico... si yo no voy, las acuso al papá!
'. -Es mejor comer algo J jgero antes de salir, en vez de llevar La lista "ayuda memoria", como fue calificada, excedió
1:;
l cocaví como si fuésemos de pic-nic -dijo Laura un poco la página y decidieron descartar todo lo que no fuera de.1
molesta-. No es un paseo, es la búsqueda de un tesoro... extrema necesidad , partiendo por el oso de peluche deol vídense de la comida. Cecilia, la que reclamó tanto, que al final fue sustituido
'
.··: por una fotografía de ella abrazando al oso. La linterna
--Hay que vestirse bien abrigadas y usar bototos -prosiguió de explorador del papá fue eliminada por peso excesivo
Alicia-, porque las rocas mojadas son muy resbaladizas. Hay y cambiada por linternas de bolsillo y otras más pequeñas
1 que asegurarse de dar pasos fumes o terminaremos con que venían en un llavero.- ambulancias, helicópteros y toda la ciudad participando del
1rescate... ¡Imagínense después a mi mamá, que no soporta -No es necesario llevar linternas como reflectores -dijo- f el qué dirán! Laura-. Está claro que no vamos a filmar una película.
¿Para qué queremos tanta luz?... hay que tratar de no IJevar
!J -A mí me quedan chicos los bototos del año pasado -agregó la atención en lo más mínimo.1
- Cecilia-. ¿Qué me pongo entonces?
'1 -La raruo a pilas de la Rudy es necesaria -expresó Alicia-.g J.• -Entonces no puedes ir porque sería un peligro terrible que Yo he observado que la música da ánimo para trabajar...
te.cayeras -opinó Laura. da un ritmo que ayuda a potenciar la energía. 'll -
)
--'-E·-L TESORO DE LA BRUMA
TERESA CALDERÓN 25
' ',
-¡Cierto! -exclamó Cecilia-. La Rudy siempre dice que si
ella no tiene su radio no puede hacer el aseo, porque
pierde el ánimo.
-Está bien -dijo Laura, acogiendo Ja idea- pero tú misma te
encargarás de extraerla desde su bolsillo... de no ser, así
todos llevaremos nuestros personal stereo y los
sintonizaremos en
la misma frecuencia.·.
-Podemos hacer copias de] mismo cassette y todos... -
intentó explicar Alicia, pero Laura interrumpió la
conversación.
-Mañana es sábado... no hay tiempo para hacer copias de
nada, todo debe resultar bien. Repitan: "e] tesoro es
nuestro"... repitan -insistió Laura.
-"El tesoro es nuestro", "e1 tesoro es nuestro", "eJ tesoro
es nuestro" -gritaban a coro mientras saltaban sobre la
cama, asunto absolutamente prohibido en la casa, pero el
mapa del
tesoro ya las tenía naufragando en el terreno inquietante 4e
lo prohibido.
Al
aman
ecer
del
s
ábad
o, y
habie
ndo
dormi
do
muy
mal,
las
herm
anas
c
omen
zaron
a
revisa
r el
closet
y a
sacar
bufandas y gorros, marcando con un lápiz rojo cada cosa
en el papel
"ayuda memolia".
Más tarde llamaron a su primo Mario y lo citaron
cn urgencia a la casa, anunciándoleque era algo que le
converua,
así que debía posponer cualquier otro panorama, que no
se arrepentiría. Mario, que era un aventurero
entretenidísimo, encontró increíble la historia y dijo que
nada se perdía con probar, pero hizo algunas
sugerencias que para él eran cruciales. Entre ellas,
expuso que para estos casos, habiendo piratas
involucrados, lQ_meior era int e g r ar al equipo d e t r a baj a
su amigo Tomás. experto conocedor de
de ·
- ----E-l TESORO DE LA BRUMA
cabían más condecoraciones, promesas y báculos. Ellos
conocían todo tipo de trucos y secretos para operar en la _..
naturaleza mi sma. Revisó la lista de sus primas, alabó la
buena letra, sin faltas de ottografía, y agregó un pedazo
de fierro, como el deJa cortina de la ducha, cuerdas, sacos
1 Y un par de ruedas, que él mismo des montaría de su
l bicicleta.
sa noche no fue fácil dr inicio a la m i s ión. tpá
dijo gue se quedaría conigiendo unas pruebas en su
e.scritorio
y que luego pasaría los resultados a una plantll a de la
computadora . Su lu z no se apagaba nunca. Además, se
puso a oír tangos en un tocadiscos que se había c mpr_ado
me¡cado de antigüedades y cantaba como st hubtese
encontrado su propio tesoro.
·¡.1'1
o '
-¿Y para qué nos van a servir las ruedas, Marito? -preguntóLama.
-Para ponerlas con el fierro atravesado debajo del
tesoro, que estará amarrado... ¿ Y si no, cómo lo
vamos a transportar? -respondió Mario- ¿Se imaginan
cuánto debe pesar un baúl de pirata repleto de tesoros?
Todos los contactos quedaron hechos, y también los
porcentajes de las ganancias y cómo las repartirían. Quedó
claro que los amigos recibirían un sueldo por su trabajo
sólo si encontraban el tesoro. De no ser así, sería
considerada una interesante aventura grupal, y nada más.
L
a
n
a
n
a
t
a
m
b
i
é
n
e
r
a
v
i
g
i
l
a
d
a para iniciar la aventura. En ese ejercicio de
espías, Rudy fue descubierta completamente
maquillada, probándose la ropa de fiesta de la mamá
ante un espejo trizado, y no demostraba la menor
intención de querer dormirse. ..2-S niñas s ntían que
no había cómo sa lir de la casa y el tiempo transcurría
¡ápidamente, poniendo en peligro la realización de
la búsqueda.
Por fm Alicia avisó que el papá se había quedado dormido
;;;el escritorio. Lo taparon con un chal tejido por la
mamá años atrás, y que aún se veía como nuevo, y
desenchufaron el molesto aparato musical que no
sabían apagar.
'
----E-- L TESORO DELA BRUMA
TERESA CALDERON
¡_2_9_
ana apareció sorpresivamente en el pasillo y_ill)ligó a._
las niñas a acostarse.¡Ellas obedecieron sin oponer
resistencia ni pedir un último juego, una bandeja de frutas
o un programa de televisión, y fingieron ha berse dormido_
demostrando una enorme capacidad de actuación.
1! De pronto, las hermanas sintieron un ruidQ pr.oveniente..
de la reja del jardín. Mu¡Y preocu padas, se asomaron aja
vetana y vieron que la nana iba saliendo vestida com_o.
.- un¡:t princesa, montada en la bicicleta de su pololo,
que lucía como una pieza de carrusel, llena de
banderines y
reflejos de colores.
llegaron a sospechar que sería ella quien heredaría los
dones adivinatorios de su madre y aceptaron. Se había
comprobado en todos los casos conocidos, que siempre
que una bruja se casaba con un mortal, una de las hijas
tenía que heredar la condición de bruja. Las niñas no
sabían cuál de ellas podría ser. Laura prefería no
considerar
la idea y la bloqueaba con espanto.
-Va sentada de lado, como si fuera en el corcel de
su príncipe azul-dijo Cecilia, que no podía creer que la
Rudy
sa liera escondida mientras no esta ba la mamá.
:t • Las tres se vistieron rápidamente y con un as risas
nerviosas empezaron a tomar sus herramientas. Cecilia
pensó que podían hacer falta unos rastrillos y tijeras
de podar. Insistió tanto en que serían útiles, que sus
hermanas
--"'.- l.!!J El TESORO DE LA BRUMA
Las hermanas abandonaron la casa por la puerta de la
cocina y la dejaron trabada con unos papeles húmedos
para poder entrar sin ser descubiertas a su regreso.
Tuvieron que saltar la reja del antejardín y no pudieron
evitar hacer algo de ruido al caer, eso despertó a los perros
de la casa del frente que empezaron a ladrar. Las niñas
decidieron desaparecer rápidamente, antes de que los
vecinos se asomaran para buscar la causa de la alertaanimal.
'•
., Cuando fueron a buscar a Mario, él se encontraba listo
con s us amigos y las hicieron esconderse tras los
matorrales, porque habían dicho en la casa que tendrían
una fogata de exploradores en la playa. No fue sorpresa
para sus padres verlos salir con palas y cuerdas, sólo
insistieron en que llevaran la llave de la puerta principal,
para que, al volver, no los despertaran con el sonido deltimbre.
El grupo partió caminado en dirección a la playa. Iban
conversando animadamente, mientras repasaba n las
instrucciones del mapa. De pronto, comenzó a caer una
fina llovizna.
-Aquí en el mapa está marcado el conjunto de rocas como
celTOS, que tienen la forma de un elefante durmiendo
-dijo Luis-. Yo sé dónde qüeda.
-Pero aquí, más cerca del faro, está la cueva del pirata y
a conozco al revés y al derecho -dijo Alejandro-. No
nos va a costar mucho encontrar el sitio del tesoro.
-Por qué no le sacaron fotocopias al mapa -preguntó
Tomás-, habría sido más fácil dominar el terreno.
-¿Tú crees que habría sido prudente aparecer en una
fotocopiadora con este papel? -respondió Laura- ¿Te
imaginas la cantidad de fotocopias que podría sacar el
vendedor por su cuenta para venderlas después a otras
personas?
;¡
----'-E-L TESORO DE LA BRUMA
-Eso es cierto, viejo -dijo Luis-. A un vendedor siempre
se le va a ocurrir vender algo que pueda parecer un valioso
original. Ya toda la ciudad andaría busca ndo el cofre antesque nosotros.
La noche estaba algo lúgubre, aunque la luna tenía unas
argollas de colores alrededor que le daba un aspecto muy
misterioso. Tanto, que las niñas creían que les estaba
anu.ciando el triunfo, a pesar de que la llovizna no les
permitía tener el mapa a la vista y las enfurecidas olas
estaban les lanza ban sal a puñados.
.' Tuvieron que resguardarse bajo unos pinos y sacar sus linternas para reconocer el espacio d escrito.
.J
' Efectivamente, más tarde encontraron l as pis tas que
resultaban ser ya no sencillas, sino eviden tes. Luego
_descubrieron la caverna llena de algas¿on caracolas
enredadas, que se agitaban contra las rocas, dando la
impresión de la cabellera de un gigantesco animal marino.
En la noche, y a medida que avanzaban, la más mínima
sombra se veía temible. Sobre todo con el oleaje que
golpeaba las paredes de las rocas, lustrando el color
verdoso de musgos y líquenes, que brillaban como joyas
cuando las niñas apuntaban con la luz de las linternas. Era
extraño, se notaba que alguien había estado buscando el
tesoro, por las huellas de excavaciones y las rocas
partidas, o al menos eso parecía bajo la mirada de Mario,
cuyos ojos producían una especie de visión alumbradora
por la emoción.
La marea subía lentamente, penetrando en la caverna
sin que ellos lo notaran. Tan entusiasmados estaban, que
no les llamó la atención que los zapatos se les hubiesen
ido mojando y que el sendero de piedras por el que
habían cruzado ya no apareciera a simple vista. Laura
resbaló mientras seguía a Tomás, quien buscaba en el
bolsillo de la camisa sus lentes para leer, dando un grito
que asustó mucho a sus hermanas y terminando en el suelo
con unos cuantos rasrnillones en las manos, cubierta de
arenillas y algas. En la caída había perdido su linterna.
Cecilia quería devolverse, porque temía que los piratas
anduviesen por ahí cerca.
1
.l
.1
!""'""""""'
_..... -_E..LTESORO DE LA
BRUMA
TERESA CALDERóN
•
Pensaba que todo era un plan para raptarlos y llevarlos pirata que tenía Patente de Corso y había sido nombrado
lejos, a unas islas remotas a trabajar como esclavos. '"Zaballero por la reina Isabel I de Inglaterra:_ era susario favorito, ya que le había reportado grandes
1 Tomás recordó la leyenda que se cuenta del tesoro de sumas de dinero.
Guayacán. Mucha gente, creyendo en ella, había buscado
1 los escondites del pirata Drake, pero cada vez que j_De qué año estamos hablando? -preguntó Luis con
, encontraban el lugar señalado en los apas, decían que el mucho interés.
1 fantasma de un corsario se materializaba para cambiarlo
de sitiq:. Por mucho que buscaran y buscaran nunca lo -Drake murió en 1596, estamos hablando del siglo XVI...
encontrarían, ya que, según se contaba, había una especie ero lo más importante es que dejó muchos tesoros
de maldición que protegía los baúles llenos de doblones de escondidos... y están repartidos por islas_1_cavernas de
loro y joyas que los piratas escondían en lugares que sólo todo el mundo. ellos sabrían encontrar.
'l Alejandro insistió en que observaran algo que le_ ll -Pero es muy extraño que nadie encuentre los tesoros. En resultaba sospechoso en un rincón, hacia el fondo de la
algún lugar estarán... -dijo Alicia-. Además, los piratas ya caverna: un montículo no se veía natu -.!:-o iluminó
con la luz de su linterna, se acercó y comenzó a cavar.no están vivos. Tendrían como cuatrocientos años creo yo,!1 entonces... ¿cómo van a venir a buscar sus tesoros? Mientras tanto, Tomás golpeaba las paredes con sus.
nudillos, para captar dónde sonaba hueco. Suponía que1
d.1 -Hay un detalle interesante -continuó Tomás, quien era muy pudiera haber una especie de pared falsa. Mario Y Laural'
1 1
'J•H
estudioso y le encantaba la historia-.,Franc i s Drake era un
k
·-
_ ,J l!j ElTESORO DE LA BRUMA-"'" .
alumbraban a Luis, porque preferían seguir unas huellas
raspadas en la roca que le parecían mu y antiguas.
-Creo que ésta es una pista -anunció Luis muy
ceremonioso-. Ya no me cabe duda, es casi una
1señalización.
11
-¿Cuándo encenderemos la radio para entrar en
tdnce? -preguntó Alicia.
-"A nimo" no quiere decir trance -corrigiói
Cecilia-. Tu vocabulario te delata, ya estási
hablando como una bruja.'1
.1 -Les sugiero que no se pongan a discutir ahoraJ
-dijo Mario-. Vamos a estropear el clima de
colaboración que va funcionando tan bien.
En el horizonte se veía un barco con todas sus luces
encendidas. Parecía una imagen fantasmal que se
borraba por momentos, como si cambiara de lugar.
Se sos
.
_ .·. .-- E TESORO DE LA BRUMA
Tal vez había tormenta en alta mar y un inmenso oleaje
lo cubría. Quizá era un espejismo o, efectivamen te, era
un barco fantasma, que con s us velas desplegadas y
una bandera pirata con la calavera sonriente vigil a ba sus
cofres enterrados.
-Tal vez no encontraremos nunca el tesoro, porque engañaste
al pirata echándole monedas falsas en la alcancía -dijoAlicia.
·.
-Le pagué con todos mis ahorros... En el fondo, Jos botones
TERESA CALDERÓN '-3_9_-t,
-Una naturaleza muy imaginativa -agregóTomás-. Son
como los juegos de la gentegrande. Es una especie de
competencia.
-Ten go hambre -dijo Laura. Entonces, Mario sacó de su
chaqueta de mezcliU a un chocolate y lo repartió.
Cecilia afirmaba las mochilas junto a un pozo cercan? a
la entrada de la caverna y se mantenía como hipnotizada,
mirando los vaivenes del barco fantasma, cuando perdió
1 equil ibrio y quedó colgando del borde de un agujeroLe
se los regalé, tómalo como que se los agregué de recuerdo...en el piso.
-tu vo con
-dificulta
d, aferrada a un
de esa manera no hay engaño... hay regalo ¿sí? -dijo Laura-.
., Parece que se te olvidó la rifa falsa que hiciste en la
computadora del papá, Alicia... yo me muero de vergüenza.1 cada vez que me acuerdo, así que no te hagas la "inocente".
':1
-Todo aprendido de los adultos en las noticias: venta de
rifas
l Y loterías, bonos de la reina... a los adultos se les ocurren
mucho esas cosas -respondió Alicia-. Yo no he
inventado nada nuevo.
conjunto de a lgas, pero estaban tan resbalosas que se soltó
y cayó a otra roca g ue bacía una especie de doble arco. Lui s
corrió a mirar y dijo que tal vez la niña se hubiese
g;;i;ado la cabeza y que bajaría a buscarla. ?g.ar-.donde Cecilia, luego de reanimarla y constatar Ll ......,..........
estaba asustada, descubrió un extraño hueco entre dos .... rocas cubiertas de erizos y lapas.
/
Luis avisó al resto del grupo y salieron todos, excepto
Alejandro, que permanecía cavando en el rincón con toda
j
1
...._.....-ELTESORO DE LA BRUMA
su energía. Bajaron cuidadosamente a comprobar el
hallazgo, con la sensación de encontrarse a punto de
descubrir la ruta que tanto anhelaban. Cientos de pe ueños
cangrejos escaparon corriendo como arañas cuand;
emp jaron la enorme piedra gue mantenía el equilibrio .
1del conjunto rocoso. E:t;a un bloque de roca pulida gu_
1 cerraba el ingreso a una nueva caverna. Cecilia insistía en
reclamar que alguien la había empujado, que no había
resbalado ni caído por su propia cuenta, pero nadie le
hizo caso.
Cuando empezaron a entrar por el pequeño agujero, se
tomaron en una especie de cadena humana, alumbrados
por las linternas, pero en cuanto avanzaron unos pocos
.,
.1
:1
.
Jen
0
-_........E-lTESORO DE LA BRUMA
TERESA CALDER0N
L4_3__.-"--
metros, las piedras se cerTa.ron. Laura prometía que si
se sal va ban , ella se comería toda la comida y nunca
más
comer sus platos•
tal vez por los prejuicios existentes
contra las br ujas que preparan pócimas, enca ntamnt s
haría pataletas a la hora de almuerzo. Alicia juraba quey maId
. ·ne
s Era su manera de renunciar a la tradJ cJonJ CJ o . ·no vol vería a anancarse del colegio cuando se sintiera
bru . .1 po
r· el l ado materno. Recorda ba también que su
aburrida, y Cecilia repetía: "yo l es dije, yo l es dije, yo
madre te ' un abrigo de piel con un gato enrollado ma
les dije..."1
1
alrededor d el c u ell o, pero ella se e n oj a ba si lo
encontraban parecido a un gato, porque decía que era
Una pequeña luz de luna respla ndecía por entre los un zo rr. f¡'n ísimo
· Su s pen sa mi entos fuer o n
huecbs de l as rocas y se f iltraba hacia el interior de
la cavern a. Laura se asomó por uno de los ag ujeros
y
· 'dos bruscamente cuando Tomás, el entendido wterrumpl
en 1a trad.tcJ·o'0 p1·1·ata, comenzó a hablar de las diferencias
permaneció en silencio. La espuma se batía con tanta entre p·uatas y corsa rios
•
bucaneros o f ilibusteros.
1
.1
':¡
•1
.•r·• 1 1
fuerza y furia q ue el oleaje comenzó a parecer una crema
espesa. "Era como las que usaba su ma má para decorar las
tortas" -pensaba mientras l a in vadía la nosta lgia. Su mamá
no era de esas brujas que cocinan mal y con bichos en calderos
malolientes. Su mamá era la bruja más bella de la última
generación. Se arregl a ba con su ca pa negra Y el pelo alisado
en la peluquería, que le quedaba como un plumaje negro. Así
iba a las
c
onvencione
s de magia.
Se parecía
al bruja
Maléfica
de la Bella
Durmiente.
Ella
cocina ba m
aravillosamente, pero a
Laura no l e g ustaba
Suponía que los ha bían engañado y alegaba que
ahora no podrían vol ver y que tal vez nunca nadie
encontrarían más tesoro que sus propios huesos.
-Lo importante es ver cómo escapar -dijo Mario-.
Todo tiene arreglo, si hay una entrada, debe existir
una salida...
-Si no encontramos pronto un escape se nos aca
bará el aire -dijo Alicia con mucho
nerviosismo-. Esto es una
J
J
1
-.-----E- L TESORO OE LA BRUMA
trampa, esperemos un tiempo prudente, y si no,
TERESA CALDERON ._4_5_-1
/ paseaba tanteando la caverna y comprobando queTomas se
empecemos a gritar todos juntos y alguien nos rescatará. entrara··e suficiente para resistir largo tiempo encerrados, au
-Recuerden que Alejandro está afuera todavía.
Comuniquémonos con él, porque si empezamos a gritar,
l podemos provocar un derrumbe y eso sí que sería1 peligroso -aseguró Mario.
Laura b.scó un pañuelo y comenzó a llorar muy despacito,
porque el miedo la tenía paralizada. Luis le pidió que se
calmara, pues si Cecilia la veía llorar, se iba a desesperar y
todo se volvería muy complicado. Alicia pidió la radio de la
Rudy y empezó a buscar una música adecuada para calmarse.1
_ l1
l
bastaqueAleiandro los encontrara o ellos dieran con la
salida.
-Última vez que intentamos una empresa poco segura -dijo
Mario-. No quiero oír hablar otra vez de piratas.
-Los piratas están en todas partes -respondió Alicia-, como
ahora no es fáci1 asaltar los barcos en alta mar, por el
sistema de comunicaciones que daría el alerta
instantánea ante cualquier emboscada, y la navegación
aérea que iría a socorrerlos, hay piratas de tierra que
seinstalan en las calles...
-¿Sigamos? -preguntó Mario con un tono sarcástico,
mirando a Tomás-. Tú no has tomado una pala en toda la
noche.
-Tú no me hablaste de desenterrar nada cuando me fuiste a
buscar, me dijiste que necesitabas apoyo logístico. Que lo
único que importaba era que manejara el tema de los piratas.
Ahora estamos buscando una salida, no el tesoro.
'
'
•_• -E-·L TESORO DE LA BRUMA
TERESA CALDERÓN ¡. 47
Mientras el grupo se reorganizaba, a lo Jejos, en medio de
la creciente bruma. el supuesto barco fantasma parecía
cob;ar nuevas fuerzas. Sus velas hinchadas se agitaban
como si el
navío respirase para impulsarse por el tiempo.
, · ·sta de dónde hallarlos. "La idea era hacer una miOlma p1 . ,
IaborcomUnl.taria" -se dijo- "no que nos repartiéramos .
Muy molesto, empezó a saltar de roca en roca buscando
un . d.c
10·Ahí estaban dos de Las mochilas del grupo Y
m t ·
1 Alejandro, rodeado del aura de las linternas, absorto en su1 propia búsqueda, no se percató del tiempo transcunido a
soJas. Con las manos escarbaba y quitaba piedras, Juego de
que.:la pala dejara de serie útil por la ÍlTegularidad del
teneno. El ruido que producía no le permitió oír en la
lejanía el llamado de Alicia que, desobedeciendo las
órdenes del grupo, comenzó a errtitir una especie de eco
nada máSt·:..;E L.:::.b :a:.r.c;:...o.:;....f_a_n_ta_s_m_a fl_o_taba luminoso en la que
!ejanfa, aunque le pareció que estaba mucho más cerca
que al principio.
Mientras la Luna resplandecía, generando una atmósfera
mágica, los muchachos, encerrados en la caverna sin saber
que Alejandro los buscaba, se veían más tranquilos, porque
habían descubierto una salida hacia otra roca que les
.,11
.1l
'' 1
por uno de los agujeros de la caverna del portal.
Alejandro no podía creer cuando chocó con la cubierta_
de·un gran baúl. Qon gran entusiasmo empezó a abrirlo,
pero su semblante cambió cuando comprobó que sólo-
tenía instrumentos de navegación. No había oro ni
joyas. Entonces empezó a buscar al grupo, para examinar
Juntos el hallazgo, pero no encontró a nadie. Abandonó
la caverna llamando a sus amigos y no había la más
permitiría liberarse. Discutían cómo pasar hacía el otro lado,
ya que había bastante agua de por medio. Conversaban, en
tanto aprovechaban de probar unas galletas y tomar las
bebidas que Alicia había hecho aparecer con un burlesco
"abracadabra".
-Me gustaría unirme a una embarcación pirata -dijo Alicia-.
Me encantaría viajar y recorrer el mundo...
- - -
t
' o•
-.-....-. -E'Tl ESORO DE LA
BRUMA
TERESA CALDERÓN 49'-- - -11
,-Los piratas sólo son hombres -aseguró Laura.
-No necesariamente -interrumpió Tomás-. En la historia de
-·Yo v ·
una sombra que se proyectó justo ahí, en el
rincón onde están los huesos! -exclamó Cecilia.
atena hay mujeres famosas, como la inglesa Mary Read, f.l grito de Cecilia fue oído por Alejandro, quié_n rápidn e
'1
'
g ue capitaneaba un barco disfrazada de hombre. E11a
saltaba al a bordaje decuanto navío enerrtigo apareciese en
su catalejo y luchapa con puñal y s ab l e m e j o r q u e
cualquierQigta. Hay muchas más, piratas chinas,
suecas... -dijo, tratando de irnpsionar a Laura.
-Ella le cree todo -le comentó Cecilia a Alicia, y las dos _se
rieron, mientras Mario y Lu is buscaban las cuerdas en sus
mochilas. J?e pronto, Cecilia gritó que había visto una
calavera y todos se acercaron a alumb r ar el sitio que ella
indi c a b a. L a ni ña escondía su cabeza en los brazos de
L-;n.a, pero finalmente constataron q ue eran los huesos de un
animal marino y muchas espinas de pescado. También
habfurestos ....
de moluscos y frascos vacíos.
-AJguien vivía aquí -dijo Mario-. Es evidente.
identificó el lugar desde dónde provenía el sorudo y se dmgtó
hacia allá. Pero el problema se resentó nsiguió-
abrir la roca. Ahora tenía una inclinación que dupHcaba su
peso,;-A.u'n así lo01·ó comunicarse con sus amigos, que le
explicaron la salida descubierta por elextremo opuesto de la
cavema. Ubl.caron uno de los aomjeros y le pasar o n la
cuerda de Mario·, sugiriéndole hacer un puente entre las rocas pru
lograr salir de allí.
Alejandro buscó la otra salida, pero había que lanzar la
cuerda desde una di stancia considerable y era demasiado
peli groso. Además, había que encontrar la forma de
asegurar la cuerda, o se caería al agua antes de llegar al
otro lado. Finalmente, decidió amarrar el cordel a unas
peñas y saltó atándosela. Nadó hacia las rocas, donde lo
recibieron Mario y Luis, y comenzaron cuidadosamente
a
atr
ave
sar
el
a
JTe
cif
e.
La
tar
ea
fue
s
um
am
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cil,
••• -EL TESORO DE LA BRUMA
porque era imposible evitar mojarse, sin embargo,
lograron trasladar a las niñas sin que corrieran ningún
riesgo.
Mientras volvían a la caverna donde Alejandro
1 encontró el baúl, comentaron que probablemenWilU't.n1 habían estado en la guarida de algún l adrón
prófugo de la justicia, porque ningún ser normal
vivira ahí, por muy ermitaño que fuese, ya que
el frío y la humedad eran inapropiados para la
vida. Prometieron no separarse y seg uir
buscando, pero piimero harían una fogata
·¡ para poder secar sus ropas y abrigarse,
1ya que hacía un frío tremendo que los
1tenía temblando a todos por igua l.
Al llegar al fondo de la caverna, una vez
secos y reanimados, los niños
comenzaron a examinar cuidadosamente
_ los objetos que contenía1 baúla. rio
sugirió cubrirsela nariz con_sus
bufandas
53
J
-•• ••.··- ETlESORO DE LA BRUMA
TERESA CALDERÓN'-- - '.'11
y pañuelos, ternia hubiese microbios de la antigüedad
anidados entre los papeles, que parecían ser mapas, cartas
<-con diagramas del sistema solar y dibujos de las distint
fases de la luna. Alicia pregunZó si podía quedarse con
una veleta y un reloj de sol que estaban envueltos en un
género de terciopelo, pero Laura le dijo que primero debían
hacer un inventario y descrutar la posibilidad de los virus y
l a s infecciones; de lo contrario podrían ser los causantes
de.:una epidemia de quizá qué cosa rara. Había también
,...ntre los extraños objetos un cor:npás magnético yun
1 maravilloso catalejo labrado en oro.1
1-;.Pero esto no es un tesoro -dijo Mario-. Son instrumento.§_
1que tienen un inmenso valor como piezas de museo, pero
1
11
nada más... yo creo que éste no es el botín seña l ado en el
mapa.
1 -Bueno -respondió Luis-, quiere decir que estamos
partiendo mejor de lo que pensábamos, viejo, ya tenemos
algo... no se ha perdido el trabajo.
-Siempre y cuando no nos caiga una maldición horri
por haber abierto este baúl -opinó Cecilia-. Piensen que
esto fue ordenado por manos de pirata, mente de pirata,
maldad de pirata...
_Ya basta de atnenazas del más allá -expresó Alicia, mientr a s
metía sus manos en el cofre y buscaba con impaciencia algún
rastro del tesoro, hasta que dio con un fondo falso donde se
encontraban, m:Y ordenados, un conjunto de documentos
cartografáficos para "leer" las costas del viejo mundo.
También venían esclitas unas instrucciones para navegar sus
bahías, distinguir los peligrosos y sorpresivos roq ueríos
cuando los cubre la marea alta, causantes de muchos
naufragios. Se desctibían los puertos, escondites y refugios
para ocultar la nave a la espera de un barco cargado de tesoros
y asaltarlo sin inconvenientes.
Laura dijo que el tesoro debía estar cerca, y que creía que lo
mejor era continuar la búsqueda o vendería todas las cosas
del baúl para recuperar su dinero. Cecilia se tendió
a descansar, porque tenía frío y estabafo ¡:;¡a:¡e..-;;
• .El TESORO DE LA BRUMA·,·..•...
molesta, encontraba que el cofre tenía un muy mal olor que lo
invadía todo. Se recostó apoyada en unas rocas, pero
encontró una masa informe de amenazadoras as
que nacían desde la tierra. Llamó a Mario y ambos empezaron
a tirarlas con fuerza. Luego se les unieron Tomás y Luis, pero
no pudieron sacarlas porque eran demasiadas. Ceciliª-.Se
acordó de l as tijeras de podar y buscó en la mochila donde
las había ardado.Alejandro cortó con ansiedad las larga2.
resbaladizas algas, que parecían estar vivas, pero eran
tantas que no lograban exterminarlas. Alicia encendió la
radio y con una música tropical empezaron a trabajar
organizadamente con Luis, que lanzaba las algas hacia
fuera, hasta que apareció ante ellos la entrada hacia otra
caverna mucho más grande.
-Disculpen lo que voy a decir -dijo Alejandro-. Tal vez
puede sonar un poco duro, pero creo que uno debe expresar
lo que piensa si con eso puede ayudar a cambiar algo que
no está bien.
-Ya, pero habla claro, ya sabemos que se trata de algo grave
-dijo Alicia muy preocupada.
-Bueno, este trabajo no fue bien planificado -agregó-. Si
me hubieran expl icado con anticipación, yo habría venido
a investigar primero. Ahora vamos a entrar aquí y tal vez
una nueva trampa nos deje a todos encerrados...
-Algo le pasa a Cecilia -intenumpió Laura muy asustada-.
Parece gue se desmayó. ---
Todos se acercaron para ver qué le había ocurrido, pero ella
se veía muy plácida, más bien como si se hubiese quedado
dormida. La abrigaron bien y la acomodaron pensando, que
su resistencia no era muy buena, porque todavía era pequeña
y estaba acostumbrada a dormirse temprano. Lo extraño fue
que a los pocos minutos ylla empezó a h a blar dormida y a
d¡y:.indicaciones del lugar donde se encontraban.
Los muchachos enmudecieron y apagaron la radio.
Entonces, una sombra muy grande atravesó la entrada de
la caverna, como si saltara de una roca a otra, y esta vez
todos la vieron.
..
·'
•
1
h
.
1
r;:_·í
.... ..EL TESORO OE LA
BRUMA
TERESA CALDERON ¡57
-Debe ser el vagabundo que vive en la otra caverna -dijo -Ya no se pierde nada con intentarlo -respondió-. Pero sugiero
Luis-. Se dio cuenta de que alguien estuvo allá y anda que no entremos todos. (
merodeando...
-Yo les conté de la leyenda del tesoro que cambia de lugar
-Yo quiero entrar -dijo Cecilia-. Luis, acompáñame por favor. 1
/o
-recordó Tomás-. Es el fantasma, que presiente nuestro Entre todos comenzaron a despejar la entrada a la otra caverna1
' hallazgo. drocas y ramas, abriendo una especie de pasaje, hasta gue -
Attedó a la vista un gran cofre de madera y cuero con huinchas ...1
-Entonc continuemos cavando -dijo Alejandro-. ¿Pero de metal la brado.
.dónde?
1 -¡Lo encontramos! ¡Lo encontramos! -gritaban, saltando de
.1 Cecjlia levantó como sonámbula o en trance y pidió el.. . alegria,comenzaron a entrar, mien_tras Alicia y AleJandro
! 1 maEa. Lo miró con detención, marcando una cruz con los -se quedaron haciendo guardia en la entrada. ----
- 11
dedos. .:1 !¡a gran caja tenía un ceiTgjtoálico, además de dos
•.1 -Las algas.9ue cottamos cubrían la entrada a la sala del tesoro .-:P-
candados a los costados que debieron romEer con gol es de
1 ! -dijo-. Hay que abrir or ahí. la. sa ltó sin mucho esfuerza, ya que estaba1-,1
1'1 -Háganle caso -pidió Laura-. Mario, ¿qué piensas tú?
absolutamente coJToído por el óxido. 1
11
Al abrirlo, nuevamente se cubrieron ]a Dru:iz,pero-esta"Vez 1
·' comenzó a aparecer una bmma cálida con sabor a sal. Se
1
, 1
-
• '·"'·E.-TlESORO DE LA BRUMA
¿_en tía n como atrapados en tre nubes pesadas que
los volvían, haciéndolos perder la noción del espacio.
-¿DJ! dónde viene todo este humo'?, -pregu ntó Cecilia,
ntras el baúl de jaba ver monedas de oro de
diferentes
as relucía ante J os ojos de losenmudecidos muchachos.
-¡Es como un tesoro de bruma!-le comentaba asustada Aliciaa ejandro-. ¡Se está cubriendo todo de niebla[!
-¿Qué está pasando? ¡Contesten!-gritó Alejandro, a medida
que desaparecía en medio de la densa corti na brumosa.
----Los cetms, con sus vibrantes luces parecían a lo lejos
11.._ un adorno navideño trenzado de colores que titilaban
:a..;::, 11
lf'I':'P Uen desorden o se escondían tras los árboles con la
locura del viento. Sobrela luna transitaban unas
nubes algodonosas, que se deshacían como gasas con Ja
violencia
.,.-del ventarrón. Las olas amenazantes parecían alzarse hacia
·b.-, el cielo para botar a la luna y a su paso tendían sobre las
rocas un espectral velo de espumas.
l
1 1
l
;. ··: !!¡ EL TESORO DE LA BRUMA
De pronto todo volvió a despejarse. La bmma desapareció .
lentamente, como absorbida por la noche, y sólo quedó el
destello de los diamantes, zafiros, rubíes, esmeraldas y
aguamarinas-,{esplandeciendo como un caleidoscopio que
emitía sus luces desbocadas ante la luz de las linternas.
Laura levantó un puñado de joyas y pronto todos
estuvieron alrededor tomando monedas y brazaletes,
probándose anillos y meda11ones. Alicia corrió a
disfrazars'e, envolviéndose con los collares hasta parecer
una reina medieval. Tomás intentaba descubrir la fecha
inscrita en un reloj de bolsillo, pero estaba casi bon·ada.
' 1 Luego examinaba las monedas para saber su procedencia.
! 11 -No son doblones de oro ni piezas "de a ocho" españolas _1 -dijo-. Son monedas y medallas...
,:i.Cómo lo trasladaremos entonces? -preguntó Luis que
se sentía absolutamente satisfecho por el hallazgo, pero
temía dejar pasar el tiempo sin proteger el tesoro.
-¿A la casa de quién lo llevamos? -interrogó Alejandro.
-A la mía -respondió Laura-. Recuerden que yo compré...
-Sí -la intermrnpió Mario-. Mañana lo repartimos con
calma. Pero en qué lugar de tu casa lo dejaremos sin
despertar al tío Alfonso.
-Cierto, dónde esconderlo ahora -agregó Alicia, mientras
miraba los zafiros, rubíes y esmeraldas, y examinaba un
brillante relicario que hacía juego con una caja de rapé
labrada.
- hora pondré en práctica mi invento -dijo Mario, y se
sp a armar con mucho cuidado una especie de carretilla
desmontable para trasladar el arcón. Le agregó como.,.
refuerzo las palas atravesadas, aunque de todos modos
las ruedas se veían demasiado frágiles para soportar el
peso. Luego subieron entre todos el cofre y Jo cublieron
de algas para disimular la carga, arrastrándolo fuera de la
caverna y llevándolo no sin poco esfuerzo lejos de la
playa, entrando luego a la ciudad. Cecilia sentía que los
perros ladraban demasiado y le daba miedo. Alejandro
tomó un
;;_E•.lTESORO DE LA BRUMA
palo para asustarlos si se les ocurría acercarse y de esa
manera la tranquilizó. Habían recorrido buena parte del
camino cuando volvió la gruesa bruma a seguirlos como'
s i f u ese un l argo manto gue se arr a s traba trás ellos.
-No puede ser; lo único que nos faltaba -dijo AleLandro
Esta niebla llama la atención a kilómetros.
-Ya nos idntificó -sentenció Tomás-. Donde vayamos c n
el tesoro, y tal vez donde l o dejem o s, va a estar la bruma
para delatarnos.
Varia s v ece s l os muchacho s cambiaro n br u sc a m e n t e d e
c a l l e, pero l a bruma l o s se g uía . Alteraron su rumbo y
cru za ron un canal, doblaron por otra cuadra y
zigzaguearon entre los árboles, mien ras la bruma crecía
y continuaba la ruta sin desviarse nunca.
De pronto, al cruzar la línea férrea, divisaron una gran
sombra que se alzaba para cerrarles el paso. La niebla
comenzó a bifurcarse en dos lenguas que circulaba n
entre la sombra y la carretilla donde habían amarrado el
cofre.
W!taron la imrovisada carretilla, cuan o a gura n hombre empezó a materializarse frente a eJlos.
-l.§.s el pirata! -gritó Laura-. El mismo que nos vendió el mapa.
- eñoritas en efecto -res ondió el hombre-. El pirata
al que ustedes le con vidaron agua fresca.
jJjos viene a matar! -dijo Cecilia.
-No, no, no tiene sentido que las vaya a matar -
respondió-, lo habría hecho ese mismo día, y además, para
qué.
;:4Entonces qué quierej_-preguntó Tomás-. Si se ha
aparecido es porque desea algo.
-
:,..-.c.-!!J ELTESORO DE LA BRUMA
-Vengo a rogarles que me devuel van el tesoro para poder
-;bordar mi barco y descansar -les dijo-. Una maldición_
9ue no logro romper me mantiene errante por el tiempo
y ahora ustedes pueden ayudarme a vencerla... sno regreso _
ahora con el botín, estaré surcando los mares para siempre.
--¿Y entonces por qué vendió el mapa? -preguntó Mario.
-Porq_u e nora yo quién debía desenterrar el tesoro
_-respond ió-. Y ya no puedo esperar más.
fTERESA CALDERÓN 1 !
11
-¿Y cómo podemos estar seguras de que no nos llevará a.....
_!!QSotros además del cofre? -preguntó Alicia.
-Sí, para trabajar como esclavos en su barco -agregó Ceci tia.
n- to amanecerá -sentenció el pirata.
-¡Lléveselo! -gritó Laura-. Pero devuélvame mi..Q.Qrazón. _
o- puedo -respondi ó-. Gracias a él he tenido esta
. ' -¿Qué pasaría si no se lo entregamos? -interrog_QJd!is.! 1
1
...L.. oportunidad. .
A lo lejos se escuchó cantar un gallo y Alejandro tomó con! 1 - saparecerán inevitablemente, absorbidos por la bruma
durante el amanecer -explicó-. De manera que ni a ustedes
ni a mí conviene que eso suceda.vale la pena arriesgarnos para comprobar si está _
.1, diciendo la verdad o no -opinó Alejandro-. Que se lleve el _
.....c. ofre.
fuerza el cofre y lo empujó hacia él. .
Elpirata botó las algas que cubrían el baúl, lo abrió y
sacó tp puñado de monedas de oro. Entonces, le entregó
una a cada a uno, mientras la bruma lo envolvía para al
zarlo con cofre y algas hasta desaparecer en la noche con
su barco
fantasma.
,,1
'r!'
IHA---
impresionados, se observaban
entre sí para comprobar que
aún.estaban ahí, sobre la tierra,
a salvo.
-¿Se dari cuenta?
-dijo Mario-.
A pesar de todo
tenemos estas
monedas de oro...
deben valer una
fortuna.
\
••El TESORO DE LA BRUMA
1l
El cielo comenzó a cambiar su tonalidad oscura por un
az ul eléctrico, donde titilaban cientos de estrellas
pequeñísimas. Los niños, preocupados, ?ecidieron
regresar rápidamente a sus hogares. Primero dejarían a
las niñas y luego ellos se irían a dormir donde Mario.
Al llegar a la esquina de la casa, las hermanas vieron a la
Ru d y Venía..caminando descalza, con uno solo de sus _
zayatos en lq mano, cual Cenicienta después de las doce.
Todos se impactaron al verse sorprendidos cometiendo
una infracción y se acercaron lentamente, mientras Rudy
trataba de dismular que era ella, ocultándose el rostro con
el pelo para que no la descubrieran. Pero Cecilia, que
adoraba a su nana, corrió a abrazarla y todos la siguieron.
-¿Qué te pasó, Rudy?
-Se me hincharon los pies de tanto bailar y ahora no me _
caben los zapatos -respondió, tratando deaparentar pooa-eesa.-
L
-¿.Ypor qué no vino a dejarte tu polol o ? -agregó
Alicia-. Tan linda la bicicleta decorada en que te pasó a
buscar anoche. ¿Crees que no te vimos?
Entonces Rudy se desarmó y empezó a lloriquear:
-Ay, mis niñitas... si parece cuento lo que me pasó. Era el
cumpleaños del hermano de la polola de mi primo. Hubo
una pelea por celos en la f iesta... como yo era la
más bonita... Cuento corto, al final, se llevaron a
vanos h_9.J:nbres detenidos junto con mi pololo.
Los muchachos se despidieron guiñándose un ojo, como
para resguardar el secreto, y se fueron silenciosamente.
-Hagamos un pacto de no acusarnos mutuamente y demos
por olvidado el asunto, siempre que no volvamos a hacerlo
TERES A CALDERÓN 7L-¡_1_--:.
nunca más -le dijo Laura a Rudy y entraron a la
casa en puntillas para no hacer ruido."1
.El papá estaba tan canado que .no despertó hasta l,a
mañana, cuando llego sorpres1vamente la mama.
Taconeaba por toda la casa, produciendo un enorme ruido.
Se veía muy preocupada y fue directo a ver a las niñas. Al
verlas tan inocentes y felices en sus camas, se tranquilizó..
-¡Estaba desesperada! -dijo-. Me perseguía una horrible
corazonada. Tuve una especie de visión anoche y...
-Basta de reuniones y frivolidades -dijo el papá ,
apareciendo en el vano de la puerta-. Mira -siguió
hablando al aire-, las niñas están resfriadas... las sentí
toser toda la noche, mientras tú te lo llevas en esos
congresos
ócimy ahsechizos.
-:r:i9 era de pócimas ni menos de hechizos. Era una
Convención para la Defensa del Planeta. ¡Mi discurso
fue el glás-apltttJdiae y tú..m_ ira cómo me recibes! Pero
qué le
vamos a hacer, si algunos mortales no comprenden a las
bru j as -dijo la m a m á mientras se le nublaban l o s ojo s .
Pero casi enseguida gritó su consigna: "las brujas no
lloran". Le hizo un desprecio al papá y se fue a encerrar
a
la pieza...-=:=;;;...---
Alicia quiso explicarle a su mamá que nadie había tosido
en la noche, pero se habria enredado en explicaciones, de
manera que se puso a escuchar una canción en la caracola
que le había regalado Alejandro en la despedida y le
ofreció a la mamá su ayuda para organizar un desayu no
espectacular. Cecilia le llevó unas estrellas de mar
de regalo que había guardado en el bolsillo de la
moneda de oro. La mamá la miró sonriente mientras
cariciaba su pelo largo.
-Ap r e nd i s te el se c reto de la alqu imia -le dijo.
a cambio de los botones de metal
que saqué de tu caja mágica. Los regalé.
-Esbs no era n botones d:pjetal, sino monedas de
cambio para quebrar daños, perjuicios y maldiciones
-dijo la mamá-. S rvían para romper encantamientos.
Entonces es verdad... por eso volví... bueno, ahora
mejor veamos
1 los regalos que les traje.
El papá apareció con la revista de modas que compró el
día anterior y unas flores que había ido a cortar al jardín
para regaláfselas a su "bella brujita" como le decía a la
mamá, y ambos se abrazaron felices.
-Ya, te perdono -dijo la mamá.
-Pero si yo no te he pedido perdón
-contestó él.
-No importa, las brujas enamoradas sabemos que siempre
tenemos algo que perdonarle a nuestros maridos.
La mamá reía de nuevo y le daba hanos bes.os al gap.á.- -
q la:tGm.aba en brazos, feliz de estar juntos de nuevo.
Las tres hermanas se fueron al jardín a seguir jugando
entre los laberintos de flores y a examinar los hermosos
regalos que la mamá había traído. Alicia y Cecili a
intercambiaban lo que ya sabían que les traerían, mientras
L ura examinaba fascinada su caja de música, donde una
bailarina cambiaba de posición y co on o algirar,
siguiendo el compás de una bella melodía. "Con razón su
mamá es bruja" -pensó-, "había adivinado clara y
precisamente lo que quería y para lo cual estaba ahorrando
dinero en mi corazón rojo".
-¡Laura... aquí... planeta Tierra! -dijo Alicia-. Vamos a
jugar. Además, ten\TIOS muchas otras cosas de qué hablar.
-¿Ijablar de gué? -guiso saber T aura
-De una cosa que empieza con T y otra que empieza con A.
D sde entonces, cada vez que las hermanas van a la playa y
veo-bailar entre la bruma del horizonte a un barco
fantasma, ellas le hacen señales con un espejo, a modo de
saludo, por
si se tratase de otro navío errante, comandado por algún
capitán pirata que surca los mares en busca de alguien
que pueda liberarlo del encantamiento.